ELABORACION DE ABONOS ORGANICOS: LA ABONERA

I. INTRODUCCION

A lo largo de cinco décadas y media el INCAP/OPS ha participado activamente por

el logro de la seguridad alimentaria y nutricional en los países miembros por medio
de la investigación, la cooperación técnica y la transferencia de tecnologías. Como
una forma de sistematizar y perfeccionar estos procesos de transferencia el
INCAP ha organizado un Centro de Capacitación en Seguridad Alimentaria y
Nutricional (CECAP). Los temas y tecnologías a transferir se han organizado en
cursos específicos para la comprensión de la población que demanda
capacitaciones, en general personal profesional y técnico de instituciones de
desarrollo, así como promotores o facilitadores de programas de lucha contra el
hambre y la pobreza.

El CECAP, se ha establecido en la Finca del INCAP en Pachali, San Juan

Sacatepéquez, Guatemala, la cual ha estado dedicada a crear, desarrollar y
adaptar tecnologías que además de ser de un bajo costo son amigables con el
medio ambiente. Tales técnicas han sido probadas, analizadas y validadas, en la
práctica y con los diversos usuarios.

En la naturaleza existen 3 leyes que se vienen cumpliendo desde el inicio de la

vida sobre la tierra:
1. Ley de conservación de la energía: la energía no se crea ni se destruye,
solo se transforma. Es decir que no se puede obtener algo de la nada y en
cualquier conversión de energía una parte de esta se transforma en calor.
2. Cualquier conversión energética terminará con menos energía de la
que tenía al principio. Es decir que los sistemas se dirigen
espontáneamente en una sola dirección, hacia el aumento de la entropía.
3. Todo tiende a la entropía (desorden). Es decir que sin entradas de
energía, todo tiende a degradarse o desintegrarse.
Los productores (plantas verdes) cumplen la función de acumular energía al
utilizar la luz solar para formar sus tejidos y materiales de reserva reuniendo la
materia prima que existe a su alrededor: dióxido de carbono, agua, materia
orgánica en descomposición y minerales del suelo. Por su parte los
consumidores, los saprófitos y descomponedores de materia orgánica toman de
los productores la energía que necesitan para vivir y en el proceso producen
desechos o mueren y vuelven al suelo (se convierten en abono) de donde los
productores incian el ciclo nuevamente. Los árboles botan las hojas o mueren,
caen y se pudren, al mismo tiempo que sus raíces se desintegran bajo la tierra.
Los animales silvestres dejan primero su estiércol, después sus cadáveres. Por
ello el suelo del bosque es tan fértil, la tierra es negra, húmeda y se le conoce
como broza o tierra de monte.

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En la capa de materiales de origen animal y vegetal que se encuentran sobre el
suelo en proceso constante de descomposición se forma materia orgánica en sus
diferentes estadios hasta formar lo que se llama humus o mantillo. Sobre esta
tierra crecen plantas vigorosas y saludables, con más capacidad para resistir
plagas de insectos y enfermedades.

Sobre los anteriores puntos de referencia se fundamenta la construcción de la

abonera o composta cuyos fundamentos y procedimientos se presentan en este
Manual de ecotecnologías del CECAP.

Se espera que los participantes en las capacitaciones no solamente asimilen los

contenidos de esté documento, sino que también lo divulguen y constituyan temas
educativos en sus lugares de trabajo y en su medio social productivo.

II. OBJETIVOS DEL MANUAL

1. Proveer información conceptual, científica y técnica sobre la construcción de

la abonera,

2. Describir los procedimientos técnicos para construir la abonera,

recomendaciones para el uso y aplicación de abonos y las funciones del
humus y de la composta en el suelo.

III. ASPECTOS CONCEPTUALES Y RECURSOS PARA HACER LA

ABONERA.

1. El Concepto de Abonera

La abonera es el lugar donde se reúnen los materiales orgánicos que han

sido desechados y que son acomodados de manera ordenada con el propósito
de acelerar el proceso de formación de humus. El proceso es parecido a lo que
sucede en la naturaleza, la diferencia es que en una abonera los factores de
descomposición (aire, humedad, temperatura, cantidad de materia seca y
verde) son manejados por el ser humano y volvemos los materiales crudos en
un abono orgánico, en forma más rápida. Esto tiene la ventaja de que los
nutrientes que este contiene se encuentran en constante formación en el suelo
y son transferidos de acuerdo a requerimientos de las plantas, por lo tanto no
son arrastrados por la lluvia, riegos excesivos o el viento.

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 2. Ventajas de Preparar una Abonera

Hacer una abonera es la mejor manera de reciclar los desechos orgánicos que
de otra manera serían desperdiciados y de mantener la fertilidad de la tierra
devolviéndole parte de lo que nos ha otorgado.

La abonera tiene las siguientes ventajas y cualidades:

• Retiene seis veces su peso en agua.

• Es uno de los mejores fertilizantes para nuestros cultivos y es algo que toda
persona puede hacer con materia orgánica que tenga a su alcance y su
esfuerzo personal.

• Este abono se parece a la broza del bosque: húmeda y fértil. No intoxica a las
plantas como a veces sucede con el abono químico.

• El compost tiene nitrógeno, fósforo y potasio, que son los tres elementos
mayores que requieren las plantas.

• Contiene también muchos minerales (zinc, cobre, magnesio, hierro, boro, etc.),
los cuales son indispensables en pequeñas cantidades para la fertilidad de la
tierra.

• Se le considera como el más efectivo mejorador o restaurador de los suelos.

• La tierra rica en humus es sumamente suave y fácil de labrar, la pala entra

casi sin esfuerzo. Cuando llueve no se forman charcos, ni se pone lodoso,
dado que la materia orgánica absorbe rápidamente el agua y la va soltando
lentamente dándoles tiempo a las plantas para absorberla.

• La tierra rica en materia orgánica atrae las lombrices, que constantemente

están aflojándola y la voltean facilitando con ello la respiración de las raíces, a
la vez que la fertilizan con su excremento.

• La materia orgánica provee a las plantas de defensas contra el ataque de

plagas y enfermedades, principalmente a la raíz.

3. Temporada del año para hacer la abonera.

Si se hace a campo abierto es mejor la época seca, pero si se hace bajo techo se
puede realizar durante todo el año.

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4. Materiales para hacer la Abonera

a) Entre los materiales de origen vegetal que se utilizan para hacer la

abonera se encuentran todos los desperdicios de la cocina: cáscaras y
desperdicios de frutas y legumbres, cascarilla de café, hojas de toda
clase de plantas, pasto húmedo o seco, hierba, cañuela de maíz, paja
de fríjol, paja de trigo, aserrín, desperdicios de hortalizas y plantas
verdes.

b) Entre los materiales de origen animal se encuentran: el estiércol de

diferentes animales, pellejos, animales muertos, orines de todo
género, plumas, vísceras, sangre y pelos. También se utiliza el hueso
quebrado y en polvo que le proporciona contenido de fósforo a la
abonera; es mejor si los huesos son cocidos.

c) Tierra

d) Arena blanca

e) Cal hidratada y/o ceniza.

f) Se requiere suficiente agua para proporcionarle la humedad necesaria

cuando se prepara y remueve la abonera durante su proceso de
descomposición.

5. Equipo de Trabajo

a) Secciones de tarro de bambú o tubos plásticos de un metro de largo

con extremo tapado que es el que va hacia abajo. Si se utiliza tarros
de bambú debe romperse los entrenudos con una varilla de hierro. Es
necesario hacer agujeros en estos materiales para permitir la
aplicación de agua a todas las capas de la abonera y la entrada y
salida de aire.

b) Herramientas para obtener, distribuir y voltear los materiales:

machetes, azadones, palas, carretillas de mano, regaderas,
mangueras, cubetas o botes. Sacos para almacenar o acarrear el
abono al campo.

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IV. NUEVE PASOS PARA CONSTRUIR UNA ABONERA

Paso No. 1
Aflojar a una profundidad de 30 centímetros aproximadamente el área que va a
quedar bajo la pila de abono cuidando no romper ninguna tubería que pase por el
lugar. El propósito de esto es exponer la parte inferior de la pila a los organismos
del suelo y para que el agua drene al fondo. Si la tierra está muy seca aplicar un
poco de agua. Se recomienda que dicha área tenga 1.50 metros de ancho por 4
metros de largo. Si tiene bastante materia a descomponer, es conveniente no
hacerla de más de los 4 metros señalados, sino hacer dos o tres aboneras, pues
esto permitirá tenerlas bien aireadas. Si se tiene poco material, el tamaño mínimo
para hacerla es de por lo menos 1 por 1 metro, ya que más pequeña no se
calienta y por lo tanto no se da el proceso de compostaje.

Paso No. 2
Conseguir dos palos gruesos de aproximadamente 2.25 metros de alto. Ponerlos
separados en medio del área aflojada pero no muy enterrados porque se van a
tener que sacar después. Los palos una vez enterrados deben tener por lo menos
2 metros de altura y un diámetro de 8 a 10 centímetros.

Paso No. 3
Con un machete, o cualquier instrumento que ayude a marcar los palos, trazar una
línea a 20 centímetros del suelo una vez enterrado el poste, trazar la siguiente
línea a 5 centímetros arriba de la anterior. Seguir marcando los palos en este
mismo orden hasta hacer 7 u 8 repeticiones.

Paso No. 4
Ahora hay que tender una capa de basura orgánica (paja, hierba verde, desechos
de cocina, zacate, etc.), en pequeños trocitos o desmenuzados; hasta la primera
rayita de los 20 centímetros la capa debe quedar pareja sobre toda la extensión
del suelo aflojado. Es mejor que sea una mezcla de materia seca y verde, es
decir, carbono y nitrógeno. Procurar que la capa esté bien colocada, apisonada
subiéndose encima de ella para ir teniendo buena base y no se caiga; si está seca
la materia orgánica agregarle agua hasta humedecerla.

Paso No. 5
Luego tiende a una capa de estiércol de animal, mejor si es cernido, hasta la
siguiente rayita de 5 centímetros. De preferencia el estiércol debe de estar fresco
pues así tendrá muchos microorganismos y nitrógeno, si no habrá que
humedecerlo en igual forma.

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 Paso No. 6

Se aplica una capita de cal hidratada y/o ceniza que sirven para moderar la acidez
dentro de la abonera. Resulta ideal que por cada 20 quintales de material
empleado en la abonera se aplique un quintal de cal hidratada y/o ceniza.

Paso No. 7

Seguir con una capa de tierra mezclada con arena blanca ambas cernidas en
relación 3:1, hasta la siguiente línea. Puede ser tierra de cualquier clase; pero
entre más fértil sea es mejor. Es conveniente que no lleve piedras.

Paso No. 8

Seguir agregando capas a la abonera en el mismo orden, usando las líneas para
medir el espesor. Cada vez que se añada una capa de materiales hay que mojarla
un poco para que se humedezca uniformemente (que esté húmeda y no le escurra
el agua). La humedad correcta está cuando se toma un puño de sustrato en la
mano, se aprieta, no escurre y queda bien formada la figura en la mano. Cuando
se llega a una altura de 1.50 ó 2 metros aproximadamente se termina con una
capa de tierra y se humedece.

Paso No. 9

El último paso es quitar los palos para poder introducir los tarros de bambú o tubos
con agujeros para permitir la entrada de agua y aire. Es mejor esperar uno o dos
días antes de quitarlos para dar tiempo a que se asiente el montón.

V. COMO FUNCIONA LA ABONERA

1. Fundamentos Técnicos

Los materiales verdes así como el estiércol, por su alto contenido de nitrógeno y
organismos pequeños ayudan a iniciar y mantener el proceso de fermentación
subiendo la temperatura a 71º C y después baja a 3º C hasta que termina de
descomponerse.

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Muchos son los organismos que intervienen para hacer posible la descomposición,
participan descomponiendo los materiales, subiendo con ello la temperatura a 38º
C (GC); después mueren y dejan las condiciones para que participen los
organismos que son capaces de desarrollarse a 65º C, que en igual forma
aumentan la temperatura y mueren posteriormente para darle el paso a los que
son capaces de vivir a 70º C. De ahí la importancia de cuidar las condiciones de
humedad, oxígeno, carbono y nitrógeno, lo que permitirá lograr que se de este
proceso de descomposición y suba la temperatura a 71º C, matando los
huevecillos de insectos, las plagas o las semillas de malas hierbas.

En el momento en que se está descomponiendo la materia orgánica, también se

dan cambios de acidez o alcalinidad. Cuando se inicia la descomposición es
ácida, después de algunos días se toma alcalina. Esta última característica es
exigente en nitrógeno que favorece que éste se pierda como gas amoniacal.

Los materiales secos como el rastrojo o cañuela de maíz tienen un alto contenido
de carbón y es muy difícil que se descompongan sin suficiente cantidad de
nitrógeno, por eso es conveniente agregar plantas tiernas o verdes que se
descompongan fácilmente.

Las sobras o desperdicios de la cocina, guardados en un recipiente bien tapado

mientras se juntan suficientes se comienzan a descomponer y, una vez que se
echan a la pila apresuran el proceso de descomposición. Son especialmente
importantes las cáscaras y huesos de frutas de limón tales como naranja, toronja,
guayaba y otras.

La tierra contiene microorganismo que aceleran la descomposición, mantienen los

malos olores a un nivel más bajo y evita que las moscas pongan huevecillos en
los desperdicios.
El agua es necesaria para que los materiales se calienten y se descompongan
adecuadamente.

2. Cuidados y supervisión de la abonera

Se debe revisar la temperatura y humedad, esto se hace introduciendo un

machete, una varilla de hierro o un termómetro. Se pueden presentar las
situaciones siguientes:

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 a) El machete o la varilla de hierro salen fríos y secos entonces debemos
voltear la abonera y agregar más agua, material verde y estiércol además
debemos apisonar la abonera.
b) El machete sale muy caliente y seco es porque la abonera se está
quemando y se debe agregar agua por los tarros, bambús o tubos.
c) El machete sale muy húmedo y frío, la abonera huele feo y a podrido es
señal de que está demasiado mojada.
d) El machete sale caliente y un poco húmedo, la abonera huele a tierra negra
húmeda y se ve de color negro, se hace más pequeña, es decir, reduce su
altura, es que todo va bien; los materiales pierden al final la mitad o más de
su volumen original.
e) Se observan hormigas en la abonera es señal de resequedad, la presencia
de moscas o larvas es señal de que hay mucha o poco agua y que falta
aireación. La presencia de hierbas creciendo sobre la abonera es señal de
que no se volteó la abonera en su momento oportuno.
f) Si no se reduce el tamaño la primera semana es por falta de aire, entonces
hay que voltear la abonera y abrir unos huecos.
g) Si no se calienta puede ser por falta o exceso de agua, se debe añadir más
agua o voltear la abonera. También puede ser que las proporciones de
estiércol verde y seco no estén bien.
h) Si huele a amonio (algo dulce) es porque hay demasiado material verde,
entonces hay que voltear la abonera y agregarle paja o algún material seco.
También puede ser por exceso de agua.
i) Si huele mal necesita aire y se recomienda remover el material aireando lo
más posible.
j) Si hay hierba crecida encima, se voltea la abonera. A veces arriba y a los
lados crece hierba porque allí no se calienta bien.
k) Si atrae moscas, está mal tapada y hay que ponerle más tierra.

Cada quince días tendrá que voltearse la abonera como si fuera la mezcla que se
prepara para la construcción; cuantas veces se le de vuelta al montón,
Dependiendo de los materiales que se usen y el manejo de la abonera así será el
tiempo necesario para estar lista para su uso, lo que normalmente ocurre a los 3
meses.

El abono está listo para usarse cuando se ve oscuro, señal de que ya está bien
descompuesto, en este momento ya no se pueden distinguir los materiales
iniciales que se utilizaron. También los materiales se deben deshacer con la mano
y hasta tienen un olor agradable (como agua de manantial de un bosque).

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 3. Prevenciones sobre lo que no se debe poner en una abonera

• Plantas venenosas, que dañen la vida del suelo, como las adelfas, la
cicuta y la higuerilla infernal. Es importante que se investigue en la
comunidad cuáles son las plantas venenosas para evitarlas.

• Ramas o madera entera u hojas como las de magnolia cuya

descomposición es muy tardada.

• Plantas que contiene ácidos que son tóxicos para otras plantas,
como las hojas de eucalipto.

• Plásticos, vidrios y metales que no llegan a descomponerse. Es

importante que cuando se prepare la abonera se quiten las piedras y
se agrega una poca de tierra, de preferencia de monte, para que al
final se obtenga un producto de buena calidad y no material que solo
haga bulto y no alimente a las plantas.

• Carne y sobras de cocina muy grasosas, porque hace más tardada

la descomposición.

4. Formas de utilizar el abono orgánico.

Recientemente se ha descubierto que el siguiente paso es utilizar la lombriz

coqueta roja para terminar el proceso de fabricación del abono orgánico pues las
lombrices aceleran el proceso de mineralización de la materia orgánica y ponen a
disposición de las plantas más y mejores nutrientes. En virtud de lo anterior se
recomienda utilizar el abono orgánico como materia prima para la elaboración de
lombricompost. Sin embargo, al no tener lombrices se puede utilizar el abono
orgánico tal como está de la forma siguiente:

Hay distintas formas de aplicar compost al suelo, según el cultivo que se desea
establecer. Si se trata de pastos, por ejemplo, la aplicación es al voleo.

En cultivos de ciclo corto o anuales el abono se aplica en el fondo de los surcos

donde se sembrará posteriormente, se recomienda aproximadamente de 8 a 10
toneladas por hectárea.

En el caso de café o árboles frutales es conveniente aplicar 1 arroba alrededor de

la zona de goteo de cada planta la cual es la base de un cilindro imaginario que
desciende de la parte más ancha de la copa y que indica, teóricamente, la zona de
crecimiento radicular; por esta razón, en todos los trabajos en el suelo se cuidará
de no cruzar la línea de goteo, pues en ella se localizan las raíces más jóvenes,

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 únicas encargadas de la nutrición. Si se tiene suficiente abono, entre más se
agregue es mejor, sobre todo si se acaba de podar, esto ayudará a una más
rápida recuperación y les dará fuerza para resistir las plagas y enfermedades.

5. Desventajas que puede tener la fabricación de abono orgánico.

La principal es el esfuerzo que exige su preparación, su traslado al lugar de

aplicación (ya que es voluminoso) y la concentración de nutrientes que es menor
por unidad de volumen en relación a un abono químico, sin embargo, esto se verá
compensado por otros beneficios que les proporciona tanto al suelo como a la
planta mejorándolos y nutriéndolos mejor.

Será importante que según los resultados que se vayan obteniendo se escriban,
se analicen y se comentan con otras personas y juntos propongan modificaciones
a este procedimiento de preparar abono; por ejemplo, señalar los materiales que
mejores resultados les dieron y a los que en igual forma no sirvieron a sus
propósitos. Sólo así se puede avanzar en la construcción de un conocimiento que
nos ayude a tener una agricultura que dependa cada vez menos de los
fertilizantes químicos y obtengan productos progresivamente más sanos.

VI. EL ABONO ORGANICO

1. Funciones del Humus y del abono orgánico en el Suelo

Mejor estructura. El humus disgrega la arcilla y los terrones, y aglutina a los

suelos arenosos. Ayuda a una mejor aireación en los suelos arcillosos y arenosos.

Retención de humedad. El humus retiene 6 veces su peso de agua. Un suelo

con buen contenido de materia orgánica absorbe el agua de lluvia como una
esponja y la pone a disposición de las plantas a medida que van necesitándola.
Un suelo desprovisto de materia orgánica no permite la penetración del agua lo
que propicia la formación de costras, la erosión y la inundación de las camas.

Aireación. Las plantas pueden obtener del aire, el sol y el agua ¡El 96% de los
nutrientes que necesitan! Una tierra sana y suelta ayuda a que el aire se difunda
en el suelo, además de contribuir al intercambio de nutrientes y de humedad. El
bióxido de carbono que se desprende durante el proceso de descomposición de la
materia orgánica se difunde hacia el exterior y es absorbido por la “bóveda” que
forman en la cama las hojas de las plantas cuando éstas se siembran cerca unas
de otras y crean un microclima.

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Abonado. La composta contiene nitrógeno, fósforo, potasio, magnesio, azufre y
micro nutrientes. El principio básico es regresar a la tierra todo lo que se le ha
extraído, mediante el aprovechamiento de los residuos vegetales y el estiércol.

Almacenamiento de nitrógeno. El abono orgánico es un almacén de nitrógeno.

Durante el período que dura el proceso de descomposición (de tres a seis meses
o más, dependiendo de cómo se construyó el montón y del tipo de mantenimiento
que se le dio) ese nutriente soluble en agua permanece retenido, y así se evita su
lixiviación o su oxidación en el aire.

Nivelador del pH (“efecto buffer”). Un suelo con un contenido adecuado de

composta ayuda a que las plantas resistan mejor los cambios de pH.

Neutralizador de las toxinas del suelo. Las plantas cultivadas en suelos con
abono orgánico asimilan cantidades inferiores de plomo, metales pesados y otros
contaminantes urbanos, en comparación con las plantas que se cultivan en otro
tipo de suelos.

Liberación de nutrientes. Los ácidos orgánicos disuelven los minerales del suelo
y los hacen accesibles para las plantas. Al descomponerse la materia orgánica
libera nutrientes para las plantas y para la población de microorganismos del
suelo.

Alimento para la vida microbiana. Una buena composta crea condiciones

saludables para los organismos que viven en el suelo. La composta es un cobijo
para las lombrices de tierra y para los hongos benéficos que atraen a los
nemátodos y otras plagas del suelo.

Reciclamiento. La tierra nos da alimento, vestido, alojamiento, y nosotros

cerramos el círculo ofreciendo fertilidad, salud y vida mediante la devolución de los
materiales al lugar de donde provinieron.

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