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EL PRONUNCIAMIENTO DE RIEGO.

En 1819 se reunió en Andalucía un ejército destinado a sofocar la sublevación de las colonias


en América de las provincias de Ultramar, del que Riego tomó el mando. Varios oficiales habían
decidido aprovechar aquella ocasión para proclamar la Constitución de 1812. Riego, uno de los
comprometidos con el movimiento, se alza en Cabezas de San Juan (Sevilla) el 1 de
enero de 1820. Allí arengó a los suyos diciendo: «Es de precisión para que España se salve
que el rey Nuestro Señor jure la Ley constitucional de 1812, afirmación legítima y civil de los
derechos y deberes de los españoles. ¡Viva la Constitución ¡Viva la Pepa!». Aunque parecía
que el pronunciamiento no tuvo mucho éxito en un principio, le siguieron una serie de
levantamientos en Galicia, proclamándose la Constitución en La Coruña, siguiéndole Ferrol y
Vigo. Los levantamientos se fueron extendiendo por el resto de España. El 7 de
marzo de 1820, el Palacio Real de Madrid fue rodeado por una gran multitud. Entrada ya la
noche, el rey se decidió a firmar un decreto, en que declaraba que, de acuerdo con «la voluntad
general del pueblo», se había decidido a jurar la Constitución. El día 10, el rey publica
el Manifiesto del rey a la Nación española en el que muestra su apoyo a dicha constitución:
«Marchemos francamente, y yo el primero, por la senda constitucional». Comienza así
el Trienio liberal.
PRAGMÁTICA SANCIÓN.

En 1713, el rey Felipe V de España promulgó la Ley Sálica, por la que las mujeres sólo podrían
heredar el trono de no haber herederos varones en la línea principal (hijos) o lateral (hermanos
y sobrinos). Un siglo más tarde en marzo de 1830, Fernando VII de España tuvo un problema:
no tuvo hijos varones, sólo dos hijas, Isabel (posteriormente conocida como Isabel II de
España) y Luisa Fernanda de Borbón. En marzo de 1830, Fernando VII promulgó
la Pragmática Sanción, para que su hija mayor pudiera heredar el trono y ser proclamada
reina tras su muerte, siguiendo la tradición española.

Esto perjudicó a su hermano, Carlos María Isidro de Borbón (heredero legítimo de la corona
según la ley sálica), de modo que sus partidarios presionaron a Fernando VII para que
cambiara de criterio y derogara la Pragmática Sanción. Sin embargo, Fernando, mantuvo su
postura y cuando murió el 29 de septiembre de 1833, Isabel, su hija que había nacido en
octubre de 1830, fue proclamada reina aunque pero debido a su minoría de edad, el reino
quedó bajo la regencia de su madre, María Cristina de Borbón.

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