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Quito-(Centro Carcelén)
Es así y tan claro que podemos clarificar a través de este tema, que el hombre va
avanzando de la mano de las nuevas tecnologías sin medida tal que no se da
cuenta que en un momento dado puede perder el control del avance tecnológico y
llegar a chocar sobre su propio desarrollo y destino, cual un automóvil moderno,
en el que al aumentar la velocidad (andar mayores distancias en menor tiempo)
nos llevará a medida que aceleramos a perder el control y chocar con graves
consecuencias.
La sociedad misma limitada mundialmente con acceso diferente a los avances
tecnológicos de acuerdo al nivel de desarrollo de cada país y al nivel económico
de cada estrato social, se limita constantemente ya que ni si quiera asimila el
hombre en muchísimos casos las NNTT y ya estamos en otro escenario.
La NNTT y su avance vertiginoso deben asumirse única y exclusivamente como
herramientas de desarrollo de la humanidad más jamás como máquinas
poseedoras de actividades y hasta con voluntad sobre el hombre por sus
capacidades irreflexivas de producción (como los robots).
Considero que el ser humano debe siempre estar consciente de lo que crea, ser
capaza de operarlo, comprenderlo, adaptarlo a la sociedad, explotarlo y hasta
desecharlo, para poder emprender un nuevo camino.
También considero que el hombre debe probar e investigar el comportamiento de
la sociedad ante el aparecimiento de las NNTT y de ellas mismas como
herramientas ante la sociedad antes de implementarlas.
El modismo, esnobismo y hasta facilismo han hecho que el ser humano este
perdiendo la visión del alcance nocivo que puede llegar a tener el desarrollo
tecnológico desmedido y con fines meramente comerciales sobre la humanidad,
llegando hasta la simple sobreproducción de NNTT a contaminar el planeta en
este mismo momento, con reacciones climatológicas totalmente adversas.
En fin el ser humano y el aparecimiento y adopción de las NNTT en todo ámbito
productivo, comercial, bélico, etc., está recreando (al momento y a mi criterio) la
Alicia del siglo 21 en el país de las tecnologías.