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Antecedentes Aragoneses
El antecedente más remoto lo encontramos en Inglaterra y España, ambos
países establecían algunas garantías individuales que tendían a impedir las
extralimitaciones del poder real. Son:
Revolución Inglesa.
Inglaterra y la Revolución puritana: Loewestein dice "La segunda y moderna
fase del constitucionalismo comienza con la Revolución puritana en Inglaterra
y en sus repercusiones en sus colonias en América. Una serie de
circunstancias hicieron que se pasara de monarquía absoluta a monarquía
constitucional. Con la destrucción de la Armada desapareció el estado de
excepción que había obligado al Parlamento a someterse al liderazgo de
Isabel.
La dinastía extranjera de los Estuardos subió al trono. Los distritos de las
ciudades, que soportaban la principal carga fiscal, habían enviado a hombres
de prestigio a la Cámara de los Comunes para exigir su participación en la
legislación financiera. Los religiosos clamaron por su derecho de
autodeterminación espiritual frente al férreo clericalismo de la Iglesia estatal.
La nueva clase media del Parlamento resucitó sus ancient and indibitable
rights and privilegeds, que si bien se habían apagado durante los largos años
del despotismo de los Tudor, no habían sido olvidados completamente. La
nueva Cámara de los Comunes no quiso por más tiempo darse por contenta
con un simbólico orden constitucional que los Estuardo, ya de por sí, tenían
tendencia a ignorar; la Cámara insistió en implantar las limitaciones
tradicionales a la corona, y exigió su participación en el proceso político.
Revolución Estadounidense
En la convención de Filadelfia el 17 septiembre de 1787 se aprobó el texto
de la Constitución Norteamericana. Benjamín Franklin y una pléyade de
hombres prácticos e inteligentes lograron el consenso para redactar un
documento brevísimo que fijaba las reglas para un nuevo sistema.
Esta es la más importante de sus aportaciones en la historia del
pensamiento y de la acción política al realizar una revolución constitucional.
Concebir la invención de un nuevo régimen que no partía del influyente
pensamiento europeo, especialmente el de la ilustración francesa, que se
basaba en la idea de que el grado de libertad de un país era siempre
inversamente proporcional al grada de autoridad del gobierno, lo que llegaba
a balancear las dos exigencias en un justo medio mecánicamente
determinado entre la anarquía y el autoritarismo. Por el contrario, la
revolución norteamericana fue una revolución constitucional, en el sentido de
entenderla como un intento de fundar, a través de una constitución, de un
texto escrito que fijaba las reglas, un nuevo orden político. A la supremacía
de la voluntad de la mayoría, se contrapuso la supremacía de la Constitución.
Ante la impotencia de realizar el viejo sueño de la democracia directa,
el Constitucionalismo se imponía como una necesaria respuesta, que se
orientaba también a defender al pueblo y a los individuos que lo componen
de la clase dirigente. Principios hoy de curso corriente surgen allí: La
Constitución escrita y rígida; la estabilidad del poder ejecutivo induciendo su
fortaleza y eficacia; los vastos poderes reservados al poder judicial; hasta en
ese momento en alguna medida nulo, como sentencia Montesquieu; su
fortalecimiento como control contra la mayoría de las asambleas; la
protección de los derechos de las personas, de los grupos, de las minorías; y
la concepción de ver a los representantes populares solamente como
mandatarios, que deben estar al servicio del país y no convertirse en
pequeño grupo de élite sin cortapisas, es la gran contribución de los
constituyentes de Filadelfia.
Los aportes de los USA al derecho público moderno también son de
trascendental importancia. Se pueden sintetizar en 4 aspectos principales:
El haberse dado la primera Constitución escrita, de carácter nacional,
en el mundo, a través de la Constitución de Filadelfia de 1787. Ese
documento, que resumía en cláusulas severas y concisas, los principios
políticos y filosóficos de carácter liberal por los cuales venían luchando los
hombres desde tiempos remotos, tuvo directa y marcada influencia sobre la
conformación de las instituciones políticas de los nacientes Estados
americanos y de muchos europeos a lo largo de todo el siglo XIX.
La adopción de la forma de Estado federal para una vasta extensión
territorial, experimento realizado por primera vez, y con resultados positivos,
en el mundo, y luego imitado por otras muchas naciones.
La implantación del sistema de gobierno presidencial, en esa misma
Constitución, sistema basado en un ejecutivo monocrático, dotado de amplios
poderes políticos y administrativos pero sometido, a su vez, a un sistema de
frenos y contrapesos por parte de los otros poderes públicos, y que luego
sería adoptado por la casi totalidad de los Estados de América y por muchos
otros en el resto del mundo.
La formalización de la independencia de los jueces, respecto del
ejecutivo y del legislativo, mediante la creación de una Corte Suprema
colocada en el mismo pie de igualdad que los titulares de esos poderes, y de
tribunales y jueces con funciones determinadas por la propia Constitución.
Además fue en los Estados Unidos de América donde se asignó por primera
vez a un órgano jurisdiccional la función de control de la constitucionalidad
de las leyes.
Revolución Francesa.
La primera Constitución francesa junto con la elaborada por la Convención en
1793, la del Directorio de 1795, la de la época Consular de 1799 y la de los
Estados Unidos de América de 1787 han servido de modelo a las demás que
reconocen los principios demo-liberales. Éstas recibieron su contenido de la
lucha del liberalismo en contra del absolutismo monárquico y éste se
caracteriza por constituir una limitación del poder absoluto del Estado.
Después de la segunda guerra mundial la organización democrática y
constitucional da una vuelta al incorporar a sus textos legislativos los
principios correspondientes a la nueva concepción económico-social del
Estado. Francia, en su Constitución aprobada por referéndum popular el 13
de octubre de 1946, vuelve a afirmar los derechos y libertades del hombre y
del ciudadano consagrados por la Declaración de derechos de 1789 y además
agrega derechos sociales que derivan de la protección de la dignidad
humana que tiene el nuevo Estado, dando una prueba de que a la larga los
pueblos no pueden vivir sino dentro de un régimen de legalidad y seguridad
jurídica.
Karl Loewestein dice que la Constitución como un documento escrito de las
normas fundamentales de un Estado adquirió su forma definitiva en el
ambiente racionalista de la Ilustración. Pero organizaciones políticas
anteriores han vivido bajo un gobierno constitucional sin sentir la necesidad
de articular los límites establecidos al ejercicio del poder político.
Se puede concluir que los aportes de Francia al constitucionalismo y al
derecho público moderno, se proyectan sobre todo en el campo intelectual e
ideológico. Los más importantes fueron:
El esfuerzo por racionalizar y sistematizar el ordenamiento político del
Estado, plasmado en la obra del barón de Montesquieu, particularmente con
su formulación de la teoría de la tridivisión de los poderes públicos en Del
espíritu de las leyes.
La influencia del pensamiento político de los filósofos del enciclopedismo en
la propagación de los ideales liberales en Europa y América.
La revaluación y formulación de Rousseau y la posterior proclamación de la
soberanía nacional en la Revolución Francesa, con el fin de darle a la
democracia su fundamento lógico y su base de legitimidad.
La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, proclamada
formalmente el 26 de agosto de 1789, al comienzo de la Revolución
Francesa, afirmación doctrinal solemne de los derechos y libertades
individuales, hasta entonces jamás formulada con un alcance universal, en la
cual se inspirarían fundamentalmente las demás declaraciones de derechos
proclamadas en el mundo moderno.
Lo expuesto confirma que el derecho constitucional moderno es una
contribución definitiva de Occidente a la instauración del Estado de Derecho
en el mundo.
EL PERÍODO PRE-INDEPENDIENTE
Constitución de Bayona
Concepto
Según el Lic. De León Carpio, el Derecho Constitucional como Derecho
positivo, es la rama del Derecho Público que contiene las normas jurídicas
básicas que regulan los principios y estructura del Estado y garantizan los
derechos y libertades del pueblo.
Para Eduardo García Maynez: El Derecho Constitucional es el conjunto de
normas relativas a la estructura fundamental del Estado, a las funciones de
sus órganos y a las relaciones de estos entre sí y con los particulares.”
Importancia
La importancia del Derecho Constitucional radica en su finalidad. Como lo
afirma Linares Quintana: “la finalidad del Derecho constitucional es la
garantía de la libertad y la dignidad del individuo, mediante la sumisión o
acomodación del Estado, íntegramente considerado, al Derecho. El Derecho
Constitucional, en cuando derecho del Estado, persigue el sometimiento del
Estado mismo, no sólo al gobierno, aunque, sobre todo, al gobierno –a reglas
jurídicas, convirtiéndolo de soberano asistido del poder de dominación, en
soberano, sí, pero soberano que se acomoda por autodeterminación del
derecho.”
Bielsa dice que "el Derecho Constitucional puede definirse como la parte del
derecho Público que regla el sistema de gobierno, la formación de los
poderes públicos, su estructura y atribuciones, y las declaraciones, derechos
y garantías de los habitantes, como miembros de la sociedad referida al
Estado y como miembros del cuerpo político".
Supremacía de la Constitución.
Manuel Aragón indica que la supremacía de la Constitución tiene su origen en
la fuente especialísima de donde proviene, el poder constituyente, y esto es
lo que le da el carácter de superioridad sobre toda otra clase de normas que
no tienen esa fuente originaria. Y se inspira en principios político-
constitucionales determinantes: la soberanía popular como base de la
organización política, la primacía de la persona humana sobre las
instituciones del Estado y el régimen de legalidad solamente justificado por
su legitimidad.
Este principio de la supremacía se recoge con gran claridad y énfasis en tres
artículos de la constitución: el artículo 44, el artículo 174 y el 204.
En este contexto indica el Lic. García Laguardia debe interpretarse el artículo
46 que constituye una de las más importantes innovaciones de nuestro
régimen constitucional, y que expresa que “se establece el principio general
de que en materia de derechos humanos, los tratados y convenciones
aceptados y ratificados por Guatemala, tienen preeminencia sobre el derecho
interno”, que introduce una nueva visión en el problema de la jerarquía
normativa, que los constituyentes omitieron resolver expresamente. Puede
afirmarse que la fuente de esta disposición está en el artículo 105 de la
Constitución peruana, pero con diferencias importantes, pues mientras, ésta
atribuye a los tratados sobre derechos humanos “jerarquía constitucional”, la
nuestra les da “preeminencia sobre el derecho interno”, lo que ha abierto la
discusión sobre si en esa expresión se incluye la propia Constitución.
Fuera del argumento central del origen de las diversas normas, lo que da
jerarquía superior a la Constitución sobre todas las demás, debe tomarse en
cuenta, además de las disposiciones antes comentadas, la disposición del
artículo 272, inciso e) de la Constitución, que atribuye a la Corte de
Constitucionalidad la competencia de “emitir opinión sobre la
constitucionalidad de los tratados”, sin hacer distingo entre ellos, lo que deja
abierta la posibilidad de su posible constitucionalidad. Así el comentarista
Gross Espiell afirma que: Los tratados sobre derechos humanos, en
Guatemala, continúan situados bajo la Constitución, pero tienen
preeminencia sobre la ley ordinaria y el resto del derecho interno. De tal
modo, el orden jerárquico sería:
• Constitución
• Tratados ratificados sobre derechos humanos
• Tratados ratificados sobre restantes materias y leyes ordinarias.
• El resto del orden normativo interno, en la posición que resulta del
sistema constitucional y administrativo guatemalteco.
Jurisdicción Constitucional.
La jurisdicción constitucional es aquella con que se inviste a ciertos
tribunales, sean de jurisdicción ordinaria o especializada, para que, con
arreglo a criterios jurídicos y métodos judiciales, satisfagan pretensiones que
tengan origen en normas de derecho constitucional.
La jurisdicción constitucional tiene por objeto la realización efectiva de los
preceptos constitucionales de naturaleza sustantiva y, es por ello que
también se le denomina derecho procesal constitucional o justicia
constitucional.
Jaime Guasp señala que “la justicia constitucional o proceso constitucional
vendría a configurarse como aquella justicia o proceso que tiene por
contenido peculiar las pretensiones que ese invocan fundándose en una
norma del derecho constitucional estricto. Esta sería pues, la diferencia
auténtica que permitiría separar a la jurisdicción constitucional de la civil, de
la penal, administrativa, laboral y así sucesivamente.
De donde habría que extraer la conclusión de la inevitable aplicación a ésta
rama de los tres postulados de un verdadero proceso, exigiendo, en todo
proceso constitucional auténtico, la existencia de una pretensión
constitucional, en toda pretensión constitucional la exigencia de apertura de
un proceso constitucional, y una correlación impecable, fundada en el
llamado principio de la congruencia, entre la reclamación de parte y la
decisión del tribunal constitucional de que se trate.”
La jurisdicción constitucional consiste en los mecanismos destinados a
asegurar el respeto absoluto a la Constitución por parte de quienes detentan
el poder. Es imperativo que los funcionarios y empleados públicos respeten y
cumplan, que los gobernantes encuadren sus actos dentro del ordenamiento
jurídico en donde la cúspide es la constitución, como norma superior que
existe en un Estado y en consecuencia las otras normas se encuentran
jerárquicamente en una posición inferior a la constitución y deben observar el
principio que la constitución es la ley suprema.
Objeto.
El objeto fundamental de la jurisdicción constitucional es obtener el respeto
absoluto, por parte de quienes detentan el poder, de los derechos
fundamentales de la persona, reconocidos y consagrados en la parte
dogmática de la constitución y el cumplimiento y observancia de las normas
que regulan la distribución y limitación del poder establecidas en la parte
orgánica de la ley fundamental. Su objeto, en definitiva, es mantener en
plena vigencia la libertad y dignidad del ser humano, a través del
conocimiento de acciones que tiendan, directa o indirectamente, a tutelarlos.
Resoluciones.
En cuanto a las resoluciones dictadas por los órganos de la jurisdicción
constitucional, debemos distinguir entre sentencias declarativas que son las
encaminadas a obtener la tutela directa de derechos fundamentales
(producen efectos inter partes, como por ejemplo el Amparo, la Exhibición
Personal y la Inconstitucionalidad en Caso Concreto) y constitutivas
(producen efectos erga omnes, como por ejemplo la Inconstitucionalidad
General).
IV. LA CONSTITUCIÓN
Concepto
Según el Lic. Ramiro De León Carpio En sentido material, la Constitución es
el conjunto de principios, instituciones, formas de vida, soluciones, etc. que
los integrantes de una sociedad han adoptado como un medio para regular
sus relaciones y lograr una superación colectiva, que no necesariamente
tiene que estar consignados en un documento, pero que los han aceptado y
con ellos han constituido ya un sistema particular de vida, ha creado su
propia organización y han formado un Estado.
En sentido formal, la Constitución es el conjunto de normas jurídicas que
integran los principios fundamentales y las instituciones básicas de un Estado
que las ha adoptado como ley suprema con el objeto de establecer la forma
de organización, regulación y limitación del ejercicio y funcionamiento de sus
poderes y a la vez garantizar los derechos fundamentales de sus habitantes.
Jerarquía normativa
Al analizar nuestro orden jurídico encontramos un sistema jerárquico en el
cual la validez de una norma depende de su adecuación a otras de carácter
jerárquicamente superior, hasta llegar a la Constitución Norma Fundamental
Leyes Constitucionales:
La Constitución enuncia principios generales que deben ser desarrollados por
normas jurídicas contenidas en cuerpos legales distintos de ella, pero que
regulan materia constitucional. Se les denomina leyes constitucionales, y,
según los autores, pueden serlo por tres razones:
Tratados Internacionales:
Los tratados internacionales son acuerdos regulados por el Derecho
Internacional Público y celebrados por escrito entre dos o más Estados u
Organismos Internacionales de carácter gubernamental; constan en un
instrumento escrito o en varios conexos en que deben llenarse las
formalidades prescritas por el Derecho Internacional así como por el Derecho
interno de los países que los suscriben.
Dentro de nuestro sistema jurídico los tratados deben ser aprobados por el
Organismo Legislativo, con mayoría absoluta (mitad + uno) del total de
diputados que lo integran, en los casos señalados en el Arto. 171 inc. I) de la
Constitución y con mayoría calificada, es decir, dos terceras partes, en ios
casos señalados en el Arlo. 172 del mismo cuerpo legal, posteriormente
deberán ser ratificados por el Presidente de la República Arto. 183 inc. K) de
la Constitución y entrarán en vigor al ser efectuado el canje de ratificaciones
o su respectivo depósito en la oficina internacional correspondiente.
En nuestro sistema jerárquico, solamente la Constitución ocupa un lugar
superior al de los tratados internacionales, salvo en lo que se refiere a los
derechos humanos, tal como se explicó al referirnos a la preeminencia del
Derecho Internacional.
Leyes Ordinarias:
Son tas normas generales y abstractas que emanan del Organismo
Legislativo del Estado, previo cumplimiento de los requisitos establecidos por
la Constitución para la creación y sanción de la ley. (Artos. 174-180 de la
Constitución).
No todo acto del Congreso implicará la creación de una ley ordinaria, pues
este organismo puede realizar funciones de otro tipo (ejemplo: al aprobar el
Presupuesto Nacional está realizando un acto concreto; y, por lo tanto, no
concurren los requisitos de abstracción y generalidad propios de la ley
ordinaria).
Disposiciones Reglamentarias:
La función reglamentaria ha sido depositada, constitucionalmente, en el
Presidente de la República (Arto. 183 inciso e); por lo que la emisión de los
reglamentos es una atribución primaría de! Organismo Ejecutivo; pues éste,
por medio de sus diferentes Ministerios, se encuentra en contacto directo con
los problemas concretos que la ley ordinaria trata de resolver, pero cuya
aplicación práctica se facilita por medio del reglamento. Por ejemplo, la Ley
del Impuesto del Papel Sellado y Timbres Fiscales, contiene las normas
generales de recaudación del impuesto, pero su aplicación práctica es
detallada en el reglamento respectivo.
Los otros dos poderes del Estado, en forma excepcional, pueden emitir
reglamentos. Por ejemplo: El Congreso puede emitir su propio reglamento
interior (Arto. 181 de la Constitución) y la Curte Suprema de Justicia podrá
dictar los reglamentos que le correspondan de acuerdo con la ley (Arto. 38
inciso 10o. de !a Ley del Organismo Judicial).
Los reglamentos sirven para explicar y facilitar la aplicación de las leyes
ordinarias. Ocupan una posición jerárquica inferior a ellas y no pueden variar
o contradecir el espíritu o fundamento de la ley ordinaria que están
reglamentando.
Normas Individualizadas:
Ocupan el último peldaño en la escala jerárquica y dentro de ellas están
comprendidas la sentencia judicial y la resolución administrativa.
Estas normas se diferencian de todas las anteriores porque se dictan para ser
aplicadas en la resolución de situaciones concretas y exclusivamente para
resolver un caso determinado. Por ejemplo: la sentencia que resuelve una
controversia se aplica exclusivamente a las partes que intervinieron en el
proceso. Lo mismo sucede con la resolución administrativa que se dicta
únicamente para aplicarse a la persona individual o jurídica involucrada en
un asunto específico o determinado.
• La Constitución
• Ley Fundamental
• Tratados y convenciones sobre derechos humanos (aceptados y
ratificados por Guatemala)
• Leyes Constitucionales
• Tratados internacionales
• Leyes Ordinarias
• Disposiciones reglamentarias
• Normas individualizadas (Sentencia judicial, resolución administrativa)
V. PODER CONSTITUYENTE
Concepto
Linares Quintana lo define: “Poder Constituyente es la facultad inherente a
toda comunidad soberana de darse su ordenamiento jurídico-político
fundamental originario por medio de una Constitución, y de reformar este
total o parcialmente cuando sea necesario.
Aparecen en esta definición como características esenciales del concepto de
poder constituyente, en primer lugar, el que su titularidad está en cabeza de
la comunidad soberana, es decir, el pueblo como titular de la soberanía
nacional; en segundo lugar, que esa facultad consiste en darse su propio
ordenamiento jurídico-político fundamental, a través de una Constitución; en
tercer lugar, que el poder constituyente puede ser originario o primario,
cuando actúa para dar este ordenamiento por primera vez, o paga cambiarlo
por otro distinto y derivado, cuando delega en un cuerpo específico, que
puede ser un poder constituido, la facultad de reformar o modificar el
ordenamiento, es decir para hacer una reforma constitucional.
Legitimidad de la Constitución
Para que una Constitución se considere legítima es imprescindible que se
cumpla con 3 requisitos fundamentales:
a) Que el poder constituyente (A.N.C.) que sanciona, decreta y
promulga la Constitución, sea legítimo, lo cual significa que los
diputados que lo integran estén revertidos de legitimidad en el sentido
de que representen genuinamente al pueblo y para ello es necesario
que hayan sido electos democráticamente y libremente a través de
elecciones limpias;
b) Que en la integración del Poder Constituyente hayan participado
para estar representados en él todas las corrientes políticas, filosóficas
e ideológicas;
c) Que en el momento de la discusión y aprobación de la Constitución,
los diputados constituyentes tengan absoluta libertad y no se
impongan criterios desde fuera de ese órgano.
VI. CLASIFICACIÓN DE LAS CONSTITUCIONES
Rígidas y Flexibles.
Son constituciones rígidas las que para ser reformadas necesitan ciertas y
determinadas formalidades que no son necesarias para la reforma de las
demás leyes ordinarias, con lo cual se está aumentando su fuerza moral y al
mismo tiempo se está aumentando su fuerza moral y al mismo tiempo se
está garantizando su estabilidad. O sea que desde que nace la constitución,
lo hace con ciertos caracteres formales que no tienen las demás leyes
ordinarias. Se argumenta a favor de este tipo de constituciones, que con
ellas se garantiza la estabilidad y permanencia de su contenido y se evitan
los actos arbitrarios. Sin embargo, se argumenta en contra de ellas, por
considerar que produce estancamiento en lo económico, social y
naturalmente en lo político, así como no permite soluciones acordes al
momento histórico que se viva y al interés del pueblo en ese momento. (Lic.
Ramiro De León Carpio)
Son constituciones flexibles: Las que se pueden modificar por el órgano
legislativo ordinario en la misma forma que una ley ordinaria. (Lic. Aylin
Ordóñez)
Desarrolladas y Sumarias.
Según el Lic. Ramiro De León Carpio, las Constituciones desarrolladas son
aquellas que además de exponer los fundamentos de la organización política,
introducen disposiciones relativas a otras materias con el objeto de afianzar
el sistema y asegurar su funcionamiento. Se dan especialmente en aquellos
países en que no existe homogeneidad social, que tienen una sociedad
cambiante y que por lo tanto no es suficientemente fuerte. Nuestra
constitución es de este tipo.
Las Constituciones Sumarias son aquellas constituciones que regulan las
materias en forma escueta y se limitan a exponer los fundamentos de la
organización política. Se dan únicamente en aquellos países que poseen una
conciencia jurídica completa, bien integrada, lo cual hace que acepten un
sistema político de tan buen agrado, que unos cuantos brochazos
constitucionales señalan el camino y ruta para esa entidad política. No es
necesario más. Este es el caso de la Constitución de los USA.
Breves y desarrolladas.
Son Breves o restrictas las que contienen únicamente el esquema
fundamental de la organización de los poderes del Estado, son textos
básicos. Ejemplos de constituciones sobrias son la mayoría de las
constituciones del siglo XVIII y XIX, entre ellas la de los Estados Unidos de
1787.
Desarrolladas las que reproducen en los textos con abundancia y precisión de
reglas, todos los principios esenciales del ordenamiento jurídico-social del
Estado.
Ideológicas y funcionales.
Ideológicas: También llamadas pragmáticas, son aquellas que regulan un
aspecto idealista o filosófico en su estructura muy bien definido.
Funcionales: Es aquella constitución a la que se le puede considerar
ideológicamente neutral, porque hace énfasis en la organización mecánica
del funcionamiento del poder del Estado.
Leyes Constitucionales:
La Constitución enuncia principios generales que deben ser desarrollados por
normas jurídicas contenidas en cuerpos legales distintos de ella, pero que
regulan materia constitucional. Se les denomina leyes constitucionales, y,
según los autores, pueden serlo por tres razones:
Por su origen: Al haber sido creadas por el cuerpo que ostenta el Poder
Constituyente. Son leyes constitucionales por su origen, la "Ley de Amparo,
Exhibición Personal y Constitucionalidad", "Ley de Orden Publico", "Ley
Electoral y de Partidos Políticos", "Ley de Emisión del Pensamiento". Todas
ellas emanadas de la Asamblea Nacional Constituyente,
Por su autenticidad: Cuando la propia Constitución o la propia ley se
denomina a sí misma ley constitucional- Por ejemplo: El Arto. 35 de la
Constitución al referirse a la libertad de emisión del pensamiento establece
que: "lodo lo relativo a este derecho constitucional se regula en la Ley
Constitucional de Emisión del Pensamiento".
Por su atributo orgánico: Cuando la ley tenga por objeto regular alguno de
los órganos creados por la Constitución es considerada ley constitucional; por
ejemplo; la Ley del Organismo Ejecutivo que desarrolla el funcionamiento del
mismo y de sus diferentes dependencias. (Tales leyes emanan del Congreso
en nuestro sistema jurídico).
Las leyes constitucionales pueden ser reformadas por el Congreso, para lo
cual es necesaria una mayoría de las 2/3 partes del total de diputados que lo
integran, previo dictamen favorable de la Corte de Constitucionalidad (Arto.
175, 2o. párrafo, Constitución de 1985).
Tratados Internacionales:
Los tratados internacionales son acuerdos regulados por el Derecho
Internacional Público y celebrados por escrito entre dos o más Estados u
Organismos Internacionales de carácter gubernamental; constan en un
instrumento escrito o en varios conexos en que deben llenarse las
formalidades prescritas por el Derecho Internacional así como por el Derecho
interno de los países que los suscriben.
Dentro de nuestro sistema jurídico los tratados deben ser aprobados por el
Organismo Legislativo, con mayoría absoluta (mitad + uno) del total de
diputados que lo integran, en los casos señalados en el Arto. 171 inc. I) de la
Constitución y con mayoría calificada, es decir, dos terceras partes, en los
casos señalados en el Arlo. 172 del mismo cuerpo legal, posteriormente
deberán ser ratificados por el Presidente de la República Arto. 183 inc. K) de
la Constitución y entrarán en vigor al ser efectuado el canje de ratificaciones
o su respectivo depósito en la oficina internacional correspondiente.
En nuestro sistema jerárquico, solamente la Constitución ocupa un lugar
superior al de los tratados internacionales, salvo en lo que se refiere a los
derechos humanos, tal como se explicó al referirnos a la preeminencia del
Derecho Internacional.
Leyes Ordinarias:
Son tas normas generales y abstractas que emanan del Organismo
Legislativo del Estado, previo cumplimiento de los requisitos establecidos por
la Constitución para la creación y sanción de la ley. (Artos. 174-180 de la
Constitución).
No todo acto del Congreso implicará la creación de una ley ordinaria, pues
este organismo puede realizar funciones de otro tipo (ejemplo: al aprobar el
Presupuesto Nacional está realizando un acto concreto; y, por lo tanto, no
concurren los requisitos de abstracción y generalidad propios de la ley
ordinaria).
DECRETOS LEYES: Son las normas emanadas del Organismo Ejecutivo con
valor y eficacia de ley. Por ejemplo, el decreto que pone en vigor la Ley de
Orden Público (Arto. 183 inciso e) de la Constitución; son Decretos Leyes
también los emitidos por el Jefe del Ejecutivo en los regímenes de fado en
que no existe un Organismo Legislativo, pudiendo en tal caso, crear leyes
ordinarias. Ejemplo: Código Civil (Decreto-Ley 106), Código Procesal Civil y
Mercantil (Decreto-Ley 107).
Disposiciones Reglamentarias:
La función reglamentaria ha sido depositada, constitucionalmente, en el
Presidente de la República (Arto. 183 inciso e); por lo que la emisión de los
reglamentos es una atribución primaría de! Organismo Ejecutivo; pues éste,
por medio de sus diferentes Ministerios, se encuentra en contacto directo con
los problemas concretos que la ley ordinaria trata de resolver, pero cuya
aplicación práctica se facilita por medio del reglamento.
Por ejemplo, la Ley del Impuesto del Papel Sellado y Timbres Fiscales,
contiene las normas generales de recaudación del impuesto, pero su
aplicación práctica es detallada en el reglamento respectivo.
Los otros dos poderes del Estado, en forma excepcional, pueden emitir
reglamentos. Por ejemplo: El Congreso puede emitir su propio reglamento
interior (Arto. 181 de la Constitución) y la Curte Suprema de Justicia podrá
dictar los reglamentos que le correspondan de acuerdo con la ley (Arto. 38
inciso 10o. de !a Ley del Organismo Judicial).
Los reglamentos sirven para explicar y facilitar la aplicación de las leyes
ordinarias. Ocupan una posición jerárquica inferior a ellas y no pueden variar
o contradecir el espíritu o fundamento de la ley ordinaria que están
reglamentando.
Normas Individualizadas:
Ocupan el último peldaño en la escala jerárquica y dentro de ellas están
comprendidas la sentencia judicial y la resolución administrativa.
Estas normas se diferencian de todas las anteriores porque se dictan para ser
aplicadas en la resolución de situaciones concretas y exclusivamente para
resolver un caso determinado. Por ejemplo: la sentencia que resuelve una
controversia se aplica exclusivamente a las partes que intervinieron en el
proceso. Lo mismo sucede con la resolución administrativa que se dicta
únicamente para aplicarse a la persona individual o jurídica involucrada en
un asunto específico o determinado.
Preámbulo:
Es una forma solemne colocada, a manera de introducción, en el
encabezamiento de la Constitución y que resume las grandes directrices que
inspiran la promulgación de esta y que deben servir de pauta o guía a
gobernantes y gobernados en la vida del Estado. Puede definirse también
como la enunciación previa contenida en las constituciones, donde se
exponen los grandes principios y fines que han guiado al constituyente para
redactar las normas básicas de la organización política del país.
En materia de preámbulos, el de la Constitución de los Estados Unidos de
1787 sirvió de modelo clásico a la gran mayoría de las constituciones
americanas y europeas del siglo XIX e, incluso, de la época contemporánea.
(Vladimiro Navarijo Mesa, tratadista argentino)
La Constitución Política de la República de Guatemala, el Lic. Ramiro De León
Carpio en su catecismo constitucional la divide en tres grandes partes, siendo
éstas la PARTE DOGMÁTICA, LA PARTE ORGÁNICA Y LA PARTE PRÁCTICA:
Parte Dogmática:
Es aquella donde se establecen los principios, creencias y fundamentalmente
los derechos humanos, tanto individuales como sociales, que se le otorgan al
pueblo como sector gobernado frente al poder público como sector
gobernante, para que este último respecte estos derechos. Esta parte
dogmática la encontramos contenida en el título I y II de nuestra Constitución
desde el PREÁMBULO y DE LOS ARTÍCULOS 1º. Al 139
Parte Orgánica:
Es la que establece como se organiza Guatemala, la forma de organización
del poder, es decir las estructuras jurídico-políticas del Estado y las
limitaciones del poder público frente a la persona, o sea a la población. Esta
parte Orgánica la encontramos contenida en los TÍTULOS III, IV y V de nuestra
Constitución, DE LOS ARTÍCULOS 140 AL 262.
Parte práctica:
Es la que establece las garantías y los mecanismos para hacer valer los
derechos establecidos en la Constitución y para defender el orden
constitucional. Esta parte práctica la encontramos contenida en el TÍTULO VI
y VII de nuestra Constitución, DE LOS ARTÍCULOS 263 AL 281