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Marcel Gustavo Alamán Zárate Salón: 503 Número de Lista: 1

Profesora: Antonia Bujalance Lara


Literatura Universal
Lunes, 14 de enero de 2008
Cultivando el pesimismo

He denominado mi ensayo como “Cultivando el pesimismo” porque en el libro “El


Hombre Ilustrado” esta lleno de percepciones poco alentadoras del futuro, pensar en
un futuro pesimista nos ayuda a enfrentar los sucesos venideros, así las adversidades
que vengan nos parecerán menos graves y por consiguiente nos afectarán menos, es
prepararse en las peores condiciones, las más adversas, para cuando nos encontremos
en verdad en situaciones complicadas, estemos preparados para encararlas; y en dado
caso de que las cosas mejoren o salgan mejor de lo esperado, se disfruta más. Ray
Bradbury nos presenta en su libro “El hombre ilustrado”, al igual que hicieron en su
momento autores tales como H.G. Wells o Isaac Asimov, un futuro desesperanzador
donde nuestra inteligencia, símbolo de la esencia del hombre, arma del progreso y
demás; nos ha llevado a un a perdida del valor real de la vida.
Desde el título Ray Bradbury es muy sugestivo con el mensaje que desea que el
libro nos deje; “El hombre Ilustrado”, un ser humano que cuenta con luz, Ray Bradbury
toma como fuente de todas las historias a un hombre que tiene todo el cuerpo repleto
de ilustraciones, estas historias, como el hombre ilustrado mismo lo dijo en un principio
a veces cuentan el futuro, el futuro del hombre, si éste no se percata con tiempo de que
esta perdiendo su humanidad. En el libro comenta el narrador que el hombre ilustrado
tiene en su espalda una mancha negra y que dicha mancha le dice a quienes la miran
su futuro, razón por la cual la gente se aleja de él, después de ver en dicha mancha su
respectivo futuro, para el final conocemos el futuro del narrador:
“En ese cuadro de la espalda, el hombre ilustrado me apretaba el cuello
con las manos, tratando de ahogarme. No esperé a que las imágenes se
hicieran precisas y claras.
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Corrí camino abajo a la luz de la luna. No miré hacia atrás. Un pueblecito


se extendía ante mí, oscuro y dormido. Yo sabía que, mucho antes que
amaneciese, no llegaría a ese pueblo...” (Bradbury, 141)
Pero no solo es el futuro del narrador, sino también nuestro propio futuro, es lo
único de lo que podemos estar seguros de nuestro porvenir, la muerte, la muerte es
cotidiana y sin embargo siempre nos parece distante, sobre todo durante la juventud, la
muerte aunque natural se nos presenta como una amenaza, lo percibimos como algo
arbitrario y brutal que nos toma desprevenidos a cuantos participamos del juego de
vivir; de esa manera se presenta en el cuento de “Calidoscopio”, donde viendo un grupo
de astronautas lo cercano de su muerte se ponen a recapacitar sobre su vida, y se
encaran con el peor miedo del hombre, la intrascendencia de la propia vida, la lucha
diaria por ser feliz y conseguir a través de nuestros actos que otros sean felices se
agota en el ultimo aliento, justo cuando la persona hubiera deseado volverse atrás y no
puede porque ya ha traspasado el umbral, y el pensamiento seguro es que ha errado el
paso pues eso ya no tiene solución de continuidad vital.
En la realidad el hombre ilustrado representa a todas aquellas personas que
durante mediados del siglo veinte, en esa época llamada “Guerra Fría” presentían un
futuro deshumanizado, un futuro donde la gente es movida por el deseo de poder y la
crápula, ahora la pregunta que sale a relucir: ¿tenían razón todas aquellas personas?
Claro que tenían razón, ¿acaso es falso que nos pasamos las horas pegados al
televisor cual si fuésemos moscas? ¿Es verdad que ahora vivimos frustrados? un
ejemplo es que actualmente los celulares tienen innumerables aditamentos, muestra
clara de que los medios de comunicación son cada vez rápidos, eficientes y completos,
todo para que la gente de la actualidad combata su enfatizada soledad, pero, si lo
pensamos bien, no son símbolos de algo novedoso, acaso de que el progreso en las
telecomunicaciones no ha creado el bienestar esperado y así, si continuamos
indagando en la trascendencia de las tecnologías de telecomunicación podemos
descubrir una infinidad de problemas que eran inexistentes anteriormente y que son
realidad en nuestra actualidad.
Al igual que en los cuentos de “El Hombre Ilustrado” las teorías y todos los
conocimientos que dábamos por hecho que eran inamovibles son cambiados para dar
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paso a otros aún mas complejos y perecederos, en la actualidad las muestras de amor
son confudidas con la lujuria y el hedonismo, en la actualidad las parejas jóvenes no
quieren tener hijos; y ¡quién querría? si el vástago tendrá que vivir en un mundo cada
vez más decadente, tal vez actualmente no vivamos en las estrellas literalmente, como
se plantea en el libro, pero vivimos en un universo personal, la gente no se conoce a si
misma y por consiguiente no conocen a sus semejantes, por eso en la actualidad una
pareja exitosa es aquella que no se ha separado después de diez años, ya no existe la
noción del amor entre la gente, al menos aquella existente en la lírica de antaño.
Vivimos tan estresados que ya no tenemos tiempo para disfrutar de la vida, como en
uno de los cuentos del libro, “La Pradera”, la gente tiene tan poco tiempo que deja la
crianza y los cuidados de la casa a las máquinas, quienes son programadas y carecen
de sentimientos, carecen de humanidad, imaginémonos pues, ¿cómo pueden ser los
niños?, en el cuento los niños desconocen la autoridad de sus padres, se vuelven
agresivos pero lo más preocupante se vuelven dependientes de las máquinas.
Acaso este libro, “El Hombre Ilustrado”, es un oráculo, ¿estamos destinados a
cumplir todo lo descrito en el libro?, ya una parte de lo descrito en el libro se ha
cumplido, ya el hombre ha pisado la luna, pero ¿pisará otros planetas?, ya el hombre
ha creado robots muy parecidos a los humanos, ¿alguna vez éstos nos sustituirán?, ya
el hombre ha creado supercomputadoras, ¿algún día el hombre dependerá
completamente de ellas? Según predicciones hechas por renombrados investigadores y
científicos, y tomando como fuente a la NASA se espera que para el año 2020 un viaje
a Marte ya sea una realidad, por lo tanto dentro de 50 o 60 años más, decir que vamos
de paseo a Marte será lo equivalente a decir “voy en un crucero por el mundo”, entre
otras cosas se espera que dentro de 5 años los primeros robots autómatas ya estén en
funcionamiento. Aunque suene trillado el hombre es capaz de todo lo que se decida a
hacer, pero debe medir las consecuencias, lamentablemente y usando como
mecanismo de esperanza el pesimismo, es muy seguro que no se percate hasta que
sea irreversible el daño efectuado.
BIBLIOGRAFIA:
BRADBURY, Ray, El hombre ilustrado, Buenos Aires: Ediciones Minotauro 1955
http://www.nasa.gov/about/highlights/En_Espanol.html

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