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Introducción:
En este libro se cuentan las experiencias personales que ha vivido un psicólogo, el mismo
nos cuenta la historia de un campo de concentración ya que él, ha sido unos de los pocos
supervivientes y ha llegado a ver que una vez dentro del campo de concentración se
realizaba una selección: Los enfermos, agotados e incapaces de trabajar, los llevaban
directamente a la cámara de gas y los capaces de trabajar los dejaban para realizar trabajos
muy duros.
Todos los prisioneros del campo fueron transportados al primer campo en tren. Cuando los
prisioneros se encontraban en el tren sentían una cierta esperanza de que pudieran volver a
sus casas. Al llegar al campo dividieron a los hombres y mujeres, y a los que iban a llevar a
la cámara de gas y a los que iban dejar con vida, después de esta selección, les lavaron y les
quitaron todo lo que poseían. Tenían que dormir en literas, no se lavaban con mucha
frecuencias, ni se cambiaban de ropa en meses. Para ellos era una situación muy angustiosa.
Los prisioneros empezaban a sentir una cierta añoranza por su familia y por su hogar. Los
castigos se repetían con frecuencia asi que al final los prisioneros no sentían piedad u
horror. Los sentimientos y las emociones empiezan a desaparecer. Los prisioneros deseaban
que se acabara el dia, ya que por la noche venían los sueños que por malos que fuesen,
serían mejores que la realidad que tenían que sufrir. En el campo no les daban casi comida
y se notaba claramente la desnutrición que tenían. Los pensamientos de los prisioneros eran
básicamente la esperanza de libertad. Los temas de conversación entre prisioneros se
basaban en política y creencias religiosas. En el campo de concentración todos los
prisioneros se conformaban con muy poco, ya que tenían que estar satisfechos de estar aún
con vida. No podían disfrutar ni de la soledad, ya que siempre estaban vigilados por los
guardias. Muchos de los prisioneros pensaban en planear la fuga ya que añoraban la
libertad. El hambre y la falta de sueño empezaban a ser un problema. La preocupación que
mas importaba a los prisioneros era que si sobrevivirían al campo de concentración. La
influencia más deprimente era el tiempo iba a durar el encarcelamiento. En un campo de
concentración, el prisionero que pierda la Fe, está condenado. El sentido de la vida en un
campo de concentración era luchar contra la muerte o del sentimiento de querer que llegue
la muerte. La psicología de los guardias del campamento era: En 1º lugar: existían guardias
sádicos, en 2º lugar: guardias muy severos y en 3º lugar: los sentimientos de los guardias
que habían sido testigos de las brutales palizas del campo.
Desde el punto de vista de cualquier psicólogo lo que les sucedía a los prisioneros era una
especie de despersonalización, lo que pasaba es que se acordaban de todas aquellas
horribles experiencias y aunque podrían haber sentido la alegría de ser liberados ya no
sentían esos sentimientos y los tendrían que volver a aprender.
Segunda parte:
Voluntad de sentido: La búsqueda del hombre del sentido de la vida constituye una
fuerza primaria. Es la libertad del hombre para elegir entre aceptar y rechazar una
oferta.
El sentido de la vida: Éste difiere de un hombre a otro, de una hora a otra, de un día
a otro etc. lo que importa es el significado de la vida de cada individuo en un
momento dado.
La logoterapia como técnica: Ésta técnica coge como punto de partida la ansiedad
anticipatoria. El miedo hace que suceda lo que uno teme. Puede observarse esta
intención en los casos de neurosis sexual, ya que el placer es un efecto secundario.
La neurosis colectiva: Cada edad tiene su propia neurosis colectiva, y cada edad
precisa su propia psicoterapia para vencerla.
Opinión personal
Lo que más me ha gustado de este libro es que deberíamos pararnos a pensar el daño que
nos estamos haciendo a nuestras propias vidas con todas estas guerras, armas que
fabricamos, el estilo de vida que llevamos , la educación que impartimos a nuestra sociedad
es lo que hace crear una sociedad cada vez menos piadosa y solidaria. El autor nos lleva
desde el sentimiento de tragedia más deprimente hasta la visión más esperanzadora, nos
contagia su gusto de estar vivo después de todo y la agradable certeza de que
indudablemente hay un motivo por el que estamos vivos y de que vale la pena rescatarlo y
hacerlo valer.
Comentario:
Durante la II Guerra Mundial miles de judíos, por el simple hecho de serlo, fueron
encerrados, explotados y asesinados en medio de indecibles padecimientos. Además del
hecho, de por sí trágico, de perderlo todo intentaban ignorar si su familia estaba viva o no,
de saber que cada día podía ser el último de sus vidas, el tener que sobrevivir con medio
tazón de sopa o granos de fríjol, el no poseer más que lo trozos de ropa que llevaban
puestos y acaso unos zapatos viejos que pudieran servirles un poco tiempo para trabajar sin
destrozarse los pies.
En esas condiciones es fácil suponer que sólo una mínima parte de ellos estaban, si acaso,
llegaban a estar sanos, que lo único que se tiene, los recuerdos y lo vivido le dan un valor
único a nuestras vidas. Un número, algo que aparentemente no merece, ni parece nada, ni el
privilegio de saberse único y merecedor de respeto eso es lo que eran.
Internado en un campo de concentración junto con su familia, y quien basado en todo lo
que ahí vivió logró perfilar su teoría basada en la búsqueda de un sentido para la vida del
hombre.
En este libro nos cuenta las etapas psicológicas por las que comúnmente pasaba un interno
en un campo de concentración, la vida diaria e inevitablemente nos cuenta también de sus
depresiones, de su ansiedad, de su salud quebrantada, de su hambre, de las innumerables
agresiones físicas y psicológicas por parte de los guardias del campo y una larga lista de
situaciones igualmente indignantes.
un interno en un campo de concentración cree parecer que esta perdido y absolutamente
solo.
Este libro se centra en varios hallazgos cruciales del doctor Frankl que ponen de manifiesto
nuestro deseo inconsciente de descubrir un sentido definitivo a la vida, tanto si deriva de
una fuente espiritual como si proviene de otro tipo de inspiración o influencia. Se trata de
un tema de especial relevancia, sobre todo teniendo en cuenta que la sensación de que
nuestra vida carece de un significado auténtico ha penetrado considerablemente en los
cimientos de la sociedad contemporánea. lo cierto es que la cultura actual parece
definitivamente sumida en la vulnerabilidad y la desesperación.
A partir de ahí, el doctor Frankl demuestra de una forma brillante que el ser humano aún
puede encontrar un cierto sentido a su vida cotidiana. Habla de una fuerza central
motivadora y presenta evidencias específicas de que la vida puede hablarnos de su propio
sentido en cualquier momento o situación. El hombre en busca del sentido último afirma
también, no obstante, que esta búsqueda de significado puede conducir igualmente a
resultados indeseados, como los celos enfermizos, la fobia racista o la obsesión por la ética
y la moral. Y, en este sentido, el doctor Frankl cree que sólo la tolerancia y la persistencia
podrán ayudarnos a conseguir una vida plena.
Frases más significativas:
Una vida cuyo último y único sentido consistiera en superarla o sucumbir, una vida por
tanto cuyo sentido dependiera, en la última instancia, la casualidad, no merecería la pena en
absoluto la pena de ser vivida
Es esta libertad espiritual, que no se nos puede arrebatar, lo que hace que la vida tenga
sentido y propósito
El síntoma que caracteriza la primera fase es el `shock'. Todos los prisioneros del campo
fueron transportados al primer campo en tren. Al principio, el buen humor y la esperanza se
notaba en los pasajeros. Lo primero que hicieron al llegar al campo fue dividir a los
hombres y mujeres, y a los que iban a matar y a dejar con vida, a continuación, se lavaron y
le quitaron lo poco que poseían. Tenían que dormir amontonados en literas, no se lavaban
muy a menudo, ni se cambiaban de ropa en seis meses, además debían mantenerse erguidos
y con buena cara para no ser llevados a la cámara de gas.
Los prisioneros sentían la añoranza de su lejana familia y de su hogar. Los castigos eran
continuos, pero los prisioneros ya no se asustaban de nada, ni sentían piedad u horror.
Los prisioneros repetían al terminar el día: - ¡Ya pasé el día! - y por la noche venían los
sueños que por muy malos que fuesen, serían mejores que la realidad de aquel campo.
El alimento era lo más codiciado en el campo, ya que todos tenían claros síntomas de
desnutrición. La mayoría de los pensamientos de los prisioneros se concentraban en salvar
el pellejo por lo que carecían de sentimentalismos. Los temas de conversación entre
prisioneros se basaban en política y creencias religiosas.
Ya cuando todo se había perdido, cada prisionero pensaba en su familia y descubría que el
amor es la meta más alta a la puede aspirar un hombre.
Todos los prisioneros intentaban desarrollar el sentido del humor mientras dominaban el
arte de vivir. En el campo de concentración todos se conformaban con poco, ya que tenían
que estar satisfechos de estar aún con vida. La soledad no se dejaba notar, ya que siempre
se encontraban guardias en todos lados. Después de todos estos sentimientos, venían los
planes de fuga.
Otra característica del estado psíquico de los prisioneros era la irritabilidad, ya que el
hambre y la falta de sueño contribuían a su aparición. Las experiencias de la vida en el
campo, demuestran que el hombre tiene capacidad de elección. La máxima preocupación de
los prisioneros se resumía en una pregunta: - ¿Sobreviviremos en este campo de
concentración? - .
El destino debe ser aceptado por todos los hombres y estos pueden conservar su valor, su
dignidad, su generosidad, su bondad etc. ya que en un campo de concentración, no todo
puede perderse. Todos los que han asistido y estado en un campo concuerdan en señalar
que la influencia más deprimente era cuanto tiempo iba a durar el encarcelamiento. En un
campo de concentración, el prisionero que pierda la Fe en el futuro, está condenado. Pero el
sentido de la vida en un campo de concentración era luchar contra la muerte o este
sentimiento. La suerte de los prisioneros, consistía en gozar condiciones favorable o menos
favorables.
- ¿Porqué crees que el autor ha titulado así el libro? ¿Qué sentido para vivir expone el
autor?
Yo pienso que el autor titula así el libro porque revela que hasta en las peores
circunstancias, siempre es posible hallar algo positivo y encontrar en la vida un
camino. Y que enseña también acerca del valor de la libertad y la capacidad del
hombre a autor realizarse a partir de la búsqueda del sentido de la propia existencia.
Y muestra el cómo es posible sobrevivir y encontrar un sentido a la vida.
Relata que les quitaban todas las pertenencias y sólo tenían sus cuerpos desnudos. Y
esta expresión quiere decir que ellos solo poseían su cuerpo desnudo. Y además que no
sabían ni que iba a pasar en sus vidas ni adonde iban a ir, porque lo único que sabían
es lo que hacían y donde estaban en ese momento.
La relación entre existencia desnuda y las características del libro es simplemente que
existimos pero no sabemos para que. En las circunstancias del libro una de las
características que nos dice es que hay que sentirse persona, hay que tener consideración de
su dignidad, aprecio.
Otra característica es saber para que estamos aquí en el mundo, cual es nuestro papel,
nuestro ser se revela en la apertura a los demás, en el ejercicio de la libertad, también tiene
relación, ya que cuando estás en un campo de concentración no sabes cual es tu papel, y te
preguntas para que sirves, y para que estas allí.
En un campo de concentración tienes que intentar dar sentido a todas esas características y
así podrías sobrevivir.
Por ultimo al simplemente tener una existencia desnuda, has perdido todas esas
características, por lo tanto tienes que volver a empezar de nuevo, para poder reconstruirlas.
- Explica los síntomas y los sentimientos que experimentan los prisioneros en el campo
de concentración.
En la tercera fase (liberación) habla de las consecuencias que sufren los presos, la
desilusión, otra vez la incredulidad de que la libertad fuera verdad y no un sueño.
A pesar del hombre estar muy influido por su entorno, tiene capacidad de elección y puede
conservar libertad espiritual e independencia mental, incluso en las peores situaciones. Al
hombre le pueden quitar todo menos su libertad, y es por esto que el tipo de persona en
quien se convertía un prisionero, era resultado de una decisión íntima y no sólo producto de
la influencia del medio. Es esta libertad la que hace que la vida tenga sentido y propósito.
Una vida dependiente de la casualidad, no vale la pena de ser vivida.
El sufrimiento ocupaba toda el alma y toda la conciencia del hombre. Todo se supeditaba al
fin de la supervivencia. Se amenazaba toda la escala de valores que hasta entonces el
hombre había tenido, se acababan perdiendo los principios morales. Si el hombre no
luchaba contra ello, se terminaba por perder el sentimiento de la propia individualidad, de
ser pensante, con una libertad interior y un valor personal. Se consideraba sólo parte de la
masa y su existencia se rebajaba a nivel animal.
El prisionero añoraba estar a solas consigo mismo y con sus pensamientos. Anhelaba su
intimidad y soledad, ante la vida comunitaria impuesta. Temía tener que tomar una decisión
o cualquier otra iniciativa, puesto que consideraba al destino dueño de sí y creía nunca se
debía influir en él.
En este libro las lágrimas son una prueba de que el hombre a adoptado la postura más
valiente ante el sufrimiento, que es enfrentarse a él. Porque también aparte del
sufrimiento también importa el modo en que afrontemos el sufrimiento.
Es la única forma de conocer realmente a otra persona, no se puede conocer sin amor .
Conocer a la otra persona es y lo que podría ser, y ayudarla a ser sus posibilidades. Se
plantea también que cuando todo se ha perdido, el amor es la meta última y más alta del
hombre, por lo que su salvación está en él y a través de él. Trasciende la persona física del
ser amado y encuentra su significado más profundo en su propio espíritu, en su yo íntimo.
También la intensificación de la vida interior ayudaba al prisionero a refugiarse contra el
vacío, la desolación y la pobreza espiritual de su existencia, devolviéndole a su existencia
anterior. A medida que la vida interior se hacía más intensa, se sentía la belleza del arte y la
naturaleza como nunca hasta entonces.
Me gustaría resaltar dos ideas del libro con las que estoy totalmente de acuerdo. Estas son
la actitud que el autor propone ante el sufrimiento, de no
observación que hace acerca de que ningún grupo humano es totalmente malo o perverso y
que ninguno es totalmente bueno. Esto se ejemplifica en el libro cuando habla de guardas
que tenían un trato diferente con los prisioneros o de prisioneros que maltrataban a sus
propios compañeros.
Aunque este libro se ocupe de hablar acerca de las repercusiones psicológicas en los
prisioneros del cautiverio, refleja muy bien la realidad del holocausto, algo que no debe
repetirse y que no debió haber ocurrido nunca.