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Durante el primer siglo de nuestra era, Roma alcanzó la categoría de Gran

Imperio. Convirtió el Mar Mediterráneo en una especie de lago particular -Mare


Internum- y logró difundir su cultura por todas las tierras de occidente, desde
Mesopotamia a Gibraltar y desde Escocia al norte de Africa.

La Cerámica es posiblemente, el testimonio más esclarecedor de la


universalización de la cultura romana. Produjeron piezas de gran finura y
excelente acabado, conocidas como “terra sigillata”. Estas piezas se
caracterizan por su hermoso color rojo brillante en superficie y por su decoración
ejecutada mediante molde o estampilla, que recuerda, por su temática a las
decoraciones de la cerámica griega. Los recipientes de “terra sigillata”, se cree
que eran construidos con torno y con adiciones posteriores para crear relieves
en las piezas. Lo más carácterístico de esta cerámica era la finura de sus
bordes, que alcanzaban grosores mínimos en las paredes de las piezas, muy
difíciles de conseguir sin que la pieza se desmoronase. Una vez torneada la
vasija, se dejaba a la dureza del cuero y entonces se le añadían los relieves,
asas, pomos, etc., después de lo cual, se bañaban en barbotina coloreada, de
ahí su intenso color rojo. Se piensa que la finura de estas piezas y la decoración
que llevaban tenía que ver con un intento de copiar las vasijas metálicas muy de
moda durante este tiempo.
Para los romanos la cerámica era sumamente importante. Ellos tenían una gran
variedad de usos para su cerámica, como por ejemplo: cerámicas comunes de
mesa, cocina y despensa, de transporte y almacenaje, lucernas, ánforas, y finas
y de lujo como la terra sigillata. También es importante no olvidar que los
romanos utilizaban la arcilla no solo para la para crear vajillas y diferentes tipos
de vasijas, sino que también la utilizaban para hacer ladrillos que eran utilizados
especialmente para pisos. Existia también una gran variedad de decoraciones
para todas esta cerámica, por ejemplo: pintura, incisiones, relieve, estampado y
bruñido entre otras. Para los romanos la cerámica era tan necesaria como para
nosotros lo son los recipientes plásticos o las botellas. La cerámica romana esta
influenciada principalmente por la Grecia helenista y por los orientales. Entre los
diferentes tipo de cerámica que veremos se encuentran
Cerámica común:
La cerámica común estaba constituida por todas las piezas de cerámica que se
usaban a diario como la vajilla y los utensilios como ollas para cocinar. Todas
esas piezas carecían de valores suntuarios. Esta cerámica se caracteriza por
tener una pasta poco elaborada, con diferentes acabados y por lo general poco
perfectos, con diferentes formas que se adecuan para la función a la que están
destinadas, y por lo general con muy poca o nada de decoración.
Entre la cerámica común encontramos algunas orzas, las de tamaño mas
crantes eran usadas como ollas para cocinar y, por lo general, las de menor
tamaño era usada como urnas funerarias. Toda la vajilla diaria, como platos y
tazas eran parte de la cerámica común. También se hacían incensarios que los
romanos utilizaban para actos religiosos y para perfumar sus casas; botellas
donde almacenaban aceites y vinos, entre otras cosas.
Terra sigillata:
Es una palabra que viene del latin y significa tierra o cerámica sellada. Es un tipo
de cerámica romana que es característica por su tono rojizo brillante. Suele
dividirse en 3 tipos, itálica, sudgálica e hispánica. En este caso hablaremos solo
de la itálica que fue la que se dio en roma.
Se desarrolla a partir de la segunda mitad del siglo I a.c. Se origina en Arezzo,
Toscana. Se le conoce como sigillata porque las piezas van marcadas con sellos
del alfarero o del lugar donde fue producida. Una característica muy particular de
este tipo de cerámica romana es que para realizar las piezas se utilizaba un
molde. Este molde también era hecho de arcilla y mientras el molde aun estaba
fresca en la parte interior de este se realizaban incisiones con un punzón o
herramientas similares. Cuando el mode estaba seco se le colocaba adentro
arcilla fresca en las paredes interiors del molde para, ahora si, realizar a vasija,
que cuando era retirada del molde quedaba con una decoración de relieve, esto
por las incisiones que anteriormente se habían realizado en el molde. Otra
característica es que debido a la utilización de moldes, esta cerámica se
producía en serie, por esto era mucho mas fácil de comercializar y los costos
para hacerlas eran mucho mas bajos Se puede dividir en 3 fases:
La fase Prearetina: es esta fase se pasa de utilizar el engobe negro, a utilizar
el engobe rojo. La producción de cerámica de esta fase dura
aproximadamente uno 29 años. Entre otras características principles se
encuentran que las pastas son claras y de textura fina, se utiliza el barniz
de tono anaranjado, y las vasijas son lisas.
Periodo de apogeo: las principales características son: las pastas utilizadas
son finas, y de color rosa salmon, y los barnices utilizados son de tonos
ocres brillantes. Se pasa de las vasijas lisas del periodo anterior a vasijas
decoradas con motivos en relieve. Aqui se continua con la costumbre de
sellar el fondo de la pieza con el nombre del alfarero, el nombre del dueño
de la fabrica o el nombre del lugar de donde es originaria la pieza.
Fase tardía: Las principales características son: tiene una pasta todavia mas
fina que las fases anteriores, y los barnices utilizados son muy parecidos
a los de el periodo de apogeo. Las decoraciones son de relieve sobre la
superficie lisa de las vasijas, al principio son mas sencillos y con el tiempo
se van haciendo mas complejos.
Cerámica de paredes finas:
esta cerámica tiene la inusual característica de que, como lo dice su nombre,
sus paredes son sumamente delgadas o finas; pero esto no evito que los
romanos decoraran este tipo de vasijas.
Ánforas:
un ánfora es un recipiente de cerámica grande, con dos mangos y un cuello
largo. Eran utilizadas por los romanos principalmente como un medio para
transportar uvas, vino, aceitunas, y aceite de oliva, entre otros. Un ánfora poda
contener aproximadamente de 25 a 30 litros. Las romanas eran de las mas
grandes que se fabricaron, pues podían contener aproximadamente32 litros.
Ladrillos o baldosas de cerámica:
Los romanos hacían un tipo de ladrillo o baldosas de color rojizo. Se utilizaban
para colocar sobre el suelo, y con estos se podían realizar pisos con un gran
valor decorativo. Para hacer esto se hacían las baldosas de diversos tamaños y
se colocaban de distintas formas. Para la gente que tenia mucho dinero las
baldosas podían ser consideradas de “mal gusto” ya que ellos podían pagar para
que les realizaran un mosaico en el piso, lo cual tomaba mucho mas tiempo y
por lo tanto era mucho mas caro, pero al final el resultado era impresionante.
Estos mosaicos eran hechos de piedras preciosas o de pedazos de vidrio.
Entonces las baldosas eran utilizadas por la gente con menos dinero pero
puestas en distintas maneras eran bellísimas. Pero apesar de todo las personas
con poco dinero hacían todo lo posible por colocar mosaicos en los lugares
como cuartos de visita ya que estos eran los lugares mas vistos por las demás
personas, en las habitaciones de ellos y como en las cocinas.
Faenza:
La faenza es un tipo de cerámica blanca con un barniz brillante. Este tipo de
cerámica, por su color tan particular es ideal para realizarle decoraciones con
pintura. Fue inventada en Faenza, en la parte norte de Italia, de ahí su nombre.
Es importante no confundirla con la cerámica fayenza realizada en Egipto ya que
son dos cosas totalmente diferentes.
Vidrio Romano
Los romanos llegan a conocer el vidrio por los egipcios y los fenicios, pero esto
no quiere decir que ellos no llegaran a dominar el vidrio. Desde el principio del
imperio ya tenían fabricas de vidrio pero en todo lo que fabricaban se podia ver
la influencia egipcia. Luego lograron sobrepasar estas influencias y
perfeccionaron asi sus vasijas haciéndolas mas perfectas y elegantes. Ellos
también lograron dominar y perfeccionar el arte de hacer relieves en sus vasos o
vasijas de vidrio.
Esto lo hicieron por el colocar otra capa de esmalte o de vidrio sin color al vaso.
Gracias a esta técnica ellos lograron hacer que la superficie exterior de sus
vasos tuviera la apariencia de un camafeo en piedra solo que de tamaños
mucho mas grandes.
Los romanos también decoraban sus vasos con millefiori, esto lo hacían
colocando barritas de de vidrio en la pasta o en el espesor de las paredes del
vaso, y asi esto resultaba siendo vasos floridos o millefiori; y también decoraban
sus vasos con reticella, esto lo hacían agregando las mismas barritas de vidrio
que se utilizaban para hacer los millefiori pero estas barritas no se colocaban en
el espesor de las paredes del vaso, sino que se colocaban en la superficie del
vaso, y esto daba como resultado los vasos reticulados o reticella.
Se sabe que los romanos fabricaban mucho botellitas de vidrio llamadas
ungüentarios o lacrimatorios, que servían para contener aceites o perfumes. Es
común encontrarlos en las tumbas de los romanos.

El inicio de la cerámica romana comenzó con la cerámica etrusca pronto


desarrolló un estilo propio.
Generalmente la primera cerámica romana tendía a ser monocolor, la del
periodo antiguo era negra; debido a las influencias de los pueblos conquistados,
apareció algo con cerámica pintada y con decoración moldeada en bajo relieve
hecha con Tierra Sigillata, a partir de la época de Augustos
La mayoría de la cerámica romana se hacía cerca de donde iba a ser utilizada.
Como en todas las culturas, las primeras cerámicas estaban concebidas
solamente para uso práctico, sin dar demasiada importancia a la estética. Este
concepto evoluciono gracias, sobre todo, a las influencias de la cerámica griega
y de la cerámica asiática.

En la época de Augustus, los artesanos alfareros, comenzaron a construir


grandes fábricas de cerámica, en ellas se creaban grandes cantidades de buena
cerámica para vender en todos los lugares del imperio romano. Había fábricas
en Italia, cerca de una ciudad llamada Arezzo, y algunas en el centro de Francia.
La cerámica de Galia fue hecha con una nueva técnica, que fue aprendida de los
alfareros asiáticos de las tierras del este, conquistadas por el imperio. En vez de
ser negra como la anterior, la cerámica de Galia era roja. Y la decoración estaba
hecha con moldes de yeso, empujando la arcilla contra los moldes del yeso,
creando una decoración bajo relieve. Moldear la cerámica era mucho más rápido
y más barato que pintarla, así pues, los alfareros podrían hacer gran cantidad y
venderla muy barata. Esta cerámica tenía un gran éxito, debido a la exquisitez
de sus acabados.

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