Professional Documents
Culture Documents
Una persona esta preguntando, como se trabaja con los rayos. La humanidad no trabajó
suficientemente los siete rayos, cuando esta información fue dada. Porque esta
información fue dada algunas décadas atrás, bien claramente, para todos los que
necesitaban de ella. Cuando la jerarquía pasó esta información en el “Tratado de los
siete rayos”, a través de Alice Baily, la humanidad no trabajó esto suficientemente.
La humanidad no le dio el valor que se merecía, no llegó a la consciencia humana, a no
ser a uno que otro.
Y faltó humildad, porque los seres humanos siempre pensamos que sabemos las cosas.
Esto es falta de humildad. Y no sabemos nada. Si la información llegó, es porque la
necesitábamos. Todos, como humanidad.
Cada uno tendría que haberse aproximado a los rayos de alguna forma, y la
humanidad hubiese sido mucho más trabajada, hubiese evolucionado más, si hubiera
hecho ese trabajo. Si se hubiese sometido, en fin, a aquellas leyes y a aquella
información que ahí estaban siendo presentadas. Pero faltó humildad, renuncia a
hábitos, a tendencias, faltó que renunciemos a lo que teníamos aprendidos como
energía, y el hecho es que los rayos, no fueron trabajados.
De todos modos los rayos en si, cumplieron su tarea, cumplieron tanto que el mundo
ha manifestado muchas cosas, pero los seres no trabajaron en conjunto.
Vemos por ejemplo lo que pasó con la ciencia. El quinto rayo trabajó, e hizo su parte y
vemos lo que los científicos están haciendo. De forma que nuestra parte faltó. Y así fue
con todos los rayos prácticamente.
Ahora, esos rayos hicieron su parte, nosotros no hicimos la nuestra, mas, podemos
concienciar esto, como pregunta esta persona, y recuperar el tiempo perdido.
Porque en este nuevo ciclo de la Tierra, en esta nueva etapa, va a haber la presencia
mucho mas que ahora, y va a haber una incidencia, de otros cinco rayos. Porque los
rayos no son solo siete. Y como la humanidad no trabajo eso siete, los cinco rayos
siguientes, que no corresponden al mundo material, quedaron misteriosos, e
inaccesibles, por lo tanto. Podríamos estar trabajando estos cinco rayos, internamente,
subjetivamente más de lo que estamos trabajando.
Entonces ¿como trabajamos los rayos? Podemos saber que varios rayos estamos
trabajando, inclusive los que trabajan inmaterialmente. Nuestra parte sería aplicar
sobre nuestro cuerpo mental, nuestro cuerpo emocional, etérico y físico, una cierta
voluntad de elevar estos cuerpos. Tendríamos que tener, una disposición, una intención,
una voluntad de elevar la cualidad y la vibración de esos cuerpos.
Entonces, estar examinando, observando, todo aquello que no eleva mi cuerpo mental,
lo desecho, lo que no eleva mi cuerpo emocional, lo evitamos, y todo lo que densifica
mi cuerpo etérico físico también lo evitamos.
Pero para esto, se necesita a veces renunciar a ciertos hábitos. Se necesita renunciar a
tendencias, a esquemas, y se necesita humildad ante aquello que se nos presenta en el
momento, en ese campo.
Y otra cosa en la que podemos colaborar para que esos rayos estén mas integrados con
nuestro ser, y trabajemos en colaboración con ellos, juntos y ayudando en esta obra, el
entrenamiento de la inclusividad. Tenemos que ser más inclusivos. No quiere decir esto
que admitamos todo, sino no estar cerrado a las cosas, porque no sabemos en
principio, como podemos colaborar para que algo se transforme.
Entonces, si decimos, “no, esto no”, esto no es inclusividad, no necesitamos decir “si”
cuando vemos algo que no ve bien, pero tampoco digamos “esto no”, no digamos si,
pero tampoco no, a priori, necesitamos ser neutros para ver mejor aquello, y para ver si
ahí podemos hacer algo.
Entonces esta forma de trabajar con los rayos, nos lleva a veces a decir un si, y
quedarnos esperando un poco para ver que es, seguir esperando, y ahí recién dice si. Y
si es no, esperamos un podo, seguimos esperando, y ahí, si es no, es no. Y cuidado,
porque a veces es una mezcla de los dos.
Este rayo de la inclusividad, que es el rayo de Amor-Sabiduría es así. El no hace
totalmente este trabajo, porque está del lado del no, para que el haga este trabajo
totalmente el no, es menos no , el si es menos si y ahí entra una sabiduría, una energía
que nosotros vamos a conocer dentro de este rayo, y no con nuestro sistema de si o no,
que es un sistema muy limitado. Entrando en la energía de este rayo vamos a
experimentar, vivenciar, crear, y percibir dentro de este amor-sabiduría. Es un
entrenamiento.
No vamos a estar equilibrados de inmediato, vamos a recibir muchas lecciones, vamos
a tener muchas pruebas, vamos a errar, vamos a acertar, pero en el amor, se necesita
persistir. Sea lo que sea que esté sucediendo, hay que continuar, proseguir. Esto es el
segundo rayo. Este nunca va a salir de nosotros, nunca nos dejará afuera. El segundo
rayo, va a resolvernos, y nosotros nos resolveremos dentro de el.
Vean ustedes cuanto falta trabajar con los rayos. Parece que ya lo sabemos todo, que
leímos todo, y que no necesitamos mas nada, y está todo por hacerse. Y se puede ver
en la vida de todos los días, se ve en la forma como las personas están en la vida, en la
manera de relacionarse. Esto es hablando solo del segundo rayo, pero son siete, que
están en este plano, trabajando la manifestación.
Y después, tendríamos también que, para ayudar en este trabajo de los rayos, aplicar el
conocimiento que ya recibimos en la vida No adelanta nada si sabemos algo y no la
aplicamos. Si sabemos una cosa y hacemos y vivimos otra. En el tercer rayo
tendríamos que aprender a aplicar aquello de lo que disponemos. Nuestros talentos.
¿Será que todos nosotros podemos garantizar que aplicamos todo aquello que sabemos
y valemos? ¿Tenemos alguien aquí que aplique todo lo que vale, que aplique todo lo
que sabe? ¿Tenemos alguien aquí que haga todo lo que puede?
Entonces vean, el tercer rayo está pasando muy lejos. Porque si fuéramos a ver todo
aquello para lo que fuimos preparados, o para lo que ya tenemos una cierta preparación
pero que no aplicamos. Estamos esperando para estar mejores, para madurar más.
Hay personas que saben hacer ciertas cosas, muy bien hechas, pero no se ve que estas
personas las estén haciendo. Están haciendo otras cosas, mas no aquellos que ellas
hacen mucho mejor.
Esta es falta del tercer rayo, falta de contacto con el tercer rayo. Porque cada uno de
nosotros, tenemos una preparación en algo mejor que otras, y cuando aprendemos
otras, podemos aplicar lo que tenemos de mejor. Mas, tenemos muchas ilusiones, como
por ejemplo, estar muy ocupados, tener otras cosas que hacer, no tener el tiempo para
eso, o pasó el momento... Vean que esto es falta del tercer rayo. Son las ilusiones de la
mente de la persona, que puede parar con lo que tiene que hacer, con lo que otro tiene
que hacer, que tiene que hacer otra cosa... lo que esto es falta del tercer rayo. Este es
uno de los más activos en la Tierra y de los más activos en la humanidad, y nosotros
obramos de esta forma, imaginen lo que hacemos con los otros.
Tenemos que rever esto, tenemos que rever estas posturas, porque tenemos otros cinco
rayos para comenzar a relacionarnos con ellos.
Hablemos ahora del cuarto rayo, que es una adhesión a todo aquello que es armonioso
y bello. ¿Será que nuestra adhesión a esto es total, y, no se si es así, porque andamos
por el mundo encontrando cosas fuera de lugar, cosas sucias, desarregladas, cosas
incompletas, cosas que no están hechas sin cuidado, que no están hechas con amor, no
pueden expresar aquella armonía que ellas tienen que expresar.
Y si yo no veo la belleza, y si no veo la armonía, en las almas que yo contacto, estas
almas pierden la oportunidad de ser invocadas en ellas esa armonía, esa belleza.
Entonces un alma es bella, es armoniosa en su esencia, es perfecta. Mas, que estamos
haciendo con esa alma. Será que estamos mirando aquello como belleza, como
perfección o estamos mirando como imperfección, estamos mirando los defectos.
Entonces necesitamos entrenar este cuarto rayo, necesitamos abrir este cuarto rayo. Si
este rayo estuviera activo en nosotros, si realmente lo canalizáramos, entraríamos en
esta sala, y a través del cuarto rayo, ve la mayor posibilidad de que esta sala este bien
arreglada, armoniosa, limpia, luminosa, con buena vibración, yo veo esto, lo veo al
entrar aquí. Entonces en lugar de entrar aquí, para buscar un lugar para sentarnos,
entramos aquí buscando lo que aquí hay de mejor, en el ambiente, en el aire, en la
vibración. Veo esto, estoy con esto presente aunque no esté totalmente manifestado.
Miro todo aquí, y veo las máximas posibilidades de esto aquí, cual es la máxima
posibilidad que esto tiene para irradiar, simplicidad, armonía, belleza, con todos los
materiales que están disponibles aquí.
Tengo que estar en este rayo, para poder evocar todo lo mas armonioso, lo mas bello,
que existe aquí en todos estos materiales, en todas estas cosas. Porque todo lo que
estamos viendo aquí, puede ser más, en su propio ámbito, si atrajéramos esto, si
estuviéramos atento a esto y si colaboráramos para esto. Entonces, aquí tenemos
muchas cosas, y si ellas estuvieran dispuestas con armonía, esto queda mas
armonioso, está mas lindo que si estuviera desarreglado.
Entonces, ahí tenemos varias ventanas con cortinas. Si estas cortinas no estuvieran
puestas de cierta forma, si todo esto no estuviera armonioso, no emana todo lo que
puede emanar, no llega a nosotros con una cierta vibración de belleza, esto no llega
hasta nosotros. Entonces, tenemos una forma de vivir el cuarto rayo, que cabe a
nosotros mismos. No tenemos que esperar a otros para ver, cabe a nosotros hacer esto.
En cuanto al quinto rayo, que vimos antes, y que es muy conocido en la ciencia, y
vemos lo que este rayo ha hecho y lo que hacen los científicos, con esta energía Lo que
hacen ellos con aquello que tiene en las manos.
Este quinto rayo para nosotros, que no somos científicos, es la posibilidad de
concentrarnos realmente en algún asunto. ¿Será que estamos realmente concentrados
en nuestra intención? Todos tenemos una buena intención, si no, no estaríamos aquí. Si
no tuviéramos buena intención, no seriamos ayudados a estar en un lugar como este.
Si no tuviéramos buena intención quizás ni siquiera estaríamos vivos. Estamos vivos,
somos mantenidos vivos, porque tenemos una intención. ¿Será que no mantenemos
una concentración suficiente en esta intención?
Yo puedo tener la intención de ser puntual, puedo tener la intención de no faltar, con lo
que me toca hacer, ¿pero será que realmente yo estoy concentrado en esto?, o en el
momento, fallo. Intención yo tenía, intención tengo, pero en el momento, fallo, no lo
hago, no pasa, no sucede.
Esto es falta del quinto rayo establecido, es falta de presencia del quinto rayo.
Miren, ¿cuantas personas tienen la intención de dejar caer sus cuadernos? Porque nadie
quiere que se caiga su cuaderno, la intención es que no se caigan, pero sin embargo los
cuadernos se caen. Esto es falta de quinto rayo, es falta de colocar la decisión, no solo
la intención, falta de colocar la mente, la mente, falta colocar la fuerza para que la cosa
sea, conforme a la intención. Esto es el quinto rayo.
La intención puede ser de otro rayo. Podemos tener una intención amorosa, como
podemos tener una intención de otro orden. La cualidad de la intención es otra cosa. El
quinto rayo, es mantener aquello, que sea realizado, que realmente suceda.
El quinto rayo es muy actual, como el tercero, es muy actual, si no supiéramos
invocarlo, tenerlo presente, si lo tiñéramos en el corazón, en la mente, este quinto rayo
lleva a muchas cosas, posibilita muchas cosas, y el mundo puede mejorar mucho. Esta
es una época del quinto rayo, es una fase de este mundo y de esta humanidad donde el
quinto rayo esta muy activo, muy presente, y nosotros no somos mas precisos, no
somos mas decididos, porque no tenemos esta conexión aún bien hecha, porque no
prestamos atención a esto, aún no resolvimos incorporar el quinto rayo.
El sexto rayo, que es muy conocido en este grupo, porque es el rayo de la devoción,
este es una cualidad, una energía que comienza a manifestarse cuando tenemos una
dedicación muy exclusiva, cuando no estamos divididos delante de un ideal, delante de
una tarea. Entonces, para estar bien dedicados, para no estar divididos, con una
dedicación medio floja, medio indecisa... Porque nosotros, somos dedicados, tenemos
ese rayo, tenemos la energía de la devoción, la energía de la dedicación, mas, entran
otras cosas por las que decimos: bueno, yo no voy a amar esto totalmente, no me voy
a dedicar a esto totalmente porque esta sucediendo aquello que no me gusta, una cosa
u otra, y yo hago, hasta cierto punto, amo, hasta cierto punto, no voy a dedicarme
totalmente..... Esto es falta de sexto rayo, es falta de incorporar este rayo, porque el
sabe muy bien lo que hace, no necesitamos estar frenando la devoción, no necesitamos
estar cercenando un movimiento de devoción. No tengamos miedo de ser devoto. ¿A
que somos devotos? Donde estamos canalizando nuestra devoción? Si estamos
conscientes de donde estamos colocando esta energía, no debemos estar midiendo las
cosas. Entonces si ya vimos que tenemos que ser devotos del único, no tenemos otra
cosa que hacer sino ser devoto del único. Si ya vimos que nos tenemos que dedicar con
exclusividad a aquella parte del plan evolutivo que nos fue entregado, no tenemos que
dudar. No tenemos que hacer por la mitad, solo un poquito. Hay gente que hace solo un
poquito, para no sufrir, tiene miedo de ser herida, entra aquí, de repente se lleva un
disgusto, y se pregunta después, que pasa conmigo. Esto es falta de devoción, esto es
falta de amor devoto. Este rayo está muy ligado al segundo, es difícil dividir del otro
que es el amor sabiduría. Y nuestra dedicación donde la aplicamos, en nuestra tareas,
en la parte del plan evolutivo que nos fue entregado, hay que tener devoción para esto.
No tenemos nada que justifique que no hagamos nuestra parte con exclusividad, como
si todos los demás lo estuviesen haciendo. Esta es la flaqueza de los devotos, ellos
saben su parte, pero como esto es grupal, y los demás no están ni viendo su propia
parte, entonces ellos comienzan a limitarse y dicen: que vamos a hacer aquí si los otros
no hacen nada, yo hago menos, hago solo un poco. Esto es falta de devoción,
necesitamos abrirnos a este rayo, porque la devoción no desgasta a nadie. Si pensamos
que por ser por demás devoto vamos a sufrir, lo que sufre es nuestra parte densa,
nuestra parte más egoísta, no la parte pura y genuina. Esta parte, verdadera, necesita
de la devoción. La parte intenta, la esencia interna necesita la devoción, necesita del
ejercicio de la devoción. Ahora, necesitamos ver para que, vamos a aplicar esa
devoción, para qué cosa la estamos canalizando, esto si, pero cuando vimos para que
es, para lo que es, esto no tiene límites, sino esta energía no sucede, no se resuelve
totalmente.