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CARACTERSTICAS DE LAS CONÍFERAS

Las coníferas son plantas gimnospermas que producen semillas en conos femeninos ( piñas o gálbulos),
formadas por escamas dispuestas alrededor de un eje. Los conos femeninos contienen sobre las escamas
exteriores una o varias escamas portadoras de óvulos. Estos, tras la fecundación, se transforman en semillas.
El polen se encuentra en los conos masculinos que nacen al final de las ramas jóvenes del año, generalmente
en invierno y maduran durante los meses de la primavera. Los conos masculinos son más pequeños ya que
pueden tener entre 2 y 12 mm de longitud. En los árboles más primitivos están aislados o poco reunidos ,
mientras que en las especies mas evolucionadas, como los pinos, forman una especie de racimo. Cada cono
consta de una serie de escamas que contienen cantidades ingentes de polen. en primavera. Al mover las
ramas de las coníferas , si las flores están maduras,producen una nube de polen.

La polinización se efectúa a través del aire. ( Polinización anemófila) por eso la mayoría de las semillas de
las coníferas contienen extensiones en forma de ala, que facilita el planeo por el aire. La mayoría de las
especies son monoicas, es decir presentan las estructuras reproductivas en el mismo árbol, aunque también
tenemos otras especies que son dioicas como las Araucarias, con unos árboles masculinos y otros femeninos.

Las coníferas son plantas leñosas. La mayoría presentan la forma de árboles, aunque existen bastantes
arbustos. Sus hojas suelen tener la forma de agujas o escamas y son perennes, excepto las del genero Larix
y Taxodium que son caducas. Las hojas del género Agathis y algunas especies de Podocarpus y Araucaria son
ovadas y las de los géneros Sequoia y Metasequoia son lanceoladas.

Existen aproximadamente unas 575 especies de coníferas. Aparecieron sobre la tierra hace unos 300 millones
de años en el periodo Carbonífero y se fueron formando a lo largo del Mesozoico, que es la era que
comprende entre hace unos 250 y 65 millones de años. Se cree que a principio de la Era Terciaria, es decir
hace unos 65 millones de años, ya existían las especies actuales.

Fueron extremadamente importantes en el pasado ocupando zonas que hoy en día están dominadas por las
angiospermas. Su poca capacidad de adaptación al aumento de temperatura que progresivamente ha ido
experimentando nuestro planeta les ha relegado principalmente a las zonas más frías, donde forman grandes
bosques hoy en día todavía en lugares donde las mayoría de las plantas con flor no se han podido adaptar.
Aunque el número de especies de coníferas sea muy bajo comparándolas con las angiospermas, su elevada
cantidad en algunas zonas del mundo, así como su importancia económica dentro de la producción de
madera y pasta de papel, las convierte en un grupo muy conocido.

GÉNEROS.

- Pináceas ( pinos, piceas, abetos, alerces, pseudoalerces, cedros, tsugas, pseudotsugas, etc. )

- Aracauriáceas ( araucarias, kauris, etc )

- Podocarpáceas (mañio, lleuque, lamay etc),


- Sciadopitiáceas (pino parasol)

- Cupresáceas (cipreses, enebros, sequoias, chamaecyparis, etc. )


- Cephalotaxáceas
- Taxáceas ( Tejo, etc. )

ADAPATACIONES DE LAS CONÍFERAS

Las coníferas se han adaptado a la poca disponibilidad de agua, a los duros fríos de invierno y a la corta
duración de la época vegetativa. Entre las principales adaptaciones de las hojas de estas plantas debemos
destacar las siguientes:
- Su duración: Las hojas de las coníferas son perennes para aprovechar la limitada duración de la época
vegetativa. Cuando llega el buen tiempo pueden empezar a "trabajar" en la fotosíntesis sin tener que
esperarse a que el árbol las produzca de nuevo tal como ocurre en los árboles de hoja caduca. De esta
manera estas plantas permanecen verdes a lo largo de todo el año. Una hoja puede aguantar hasta siete
años sobre el árbol, de manera que la copa se va renovando progresivamente.
En zonas con veranos muy secos las hojas perennes de las coníferas resultan también ventajosas para resistir
la sequía.
Solamente ciertas coníferas no responden a este esquema. Se trata de los alerces ( Larix ) . Estos árboles
crecen sobre terrenos muy pobres y secos. Su disponibilidad de agua es mucho menor que en el resto de las
coníferas, por lo que no pueden permitirse perder el más mínimo. Para evitar la evaporación los alerces, al
llegar el mal tiempo, dejan caer las hojas.
- Su forma y tamaño: La mayoría tienen forma de acícula ( aguja) con lo cual su superficie total, comparada
con las hojas perennes, es pequeña y puede aguantar menos peso encima. Una hoja perenne típica
acumularía más nieve y se rompería más fácilmente con su peso. El volumen de la hoja es pequeño, de
manera que contiene menos savia y, en consecuencia, tiene menos líquido que pueda congelarse con el frío.
Su menor superficie le proporciona una menor exposición a la radiación solar, lo que determina una menor
evaporación.
Además de las hojas, la forma general de las coníferas se encuentra adaptada a las nevadas. Su forma
piramidal y sus ramas inclinadas hacia abajo facilita el deslizamiento de la nieve hacia el suelo para que su
peso no estropee el árbol.
Esta misma razón explicaría porque las coníferas situadas en zonas calurosas no presentan la misma
estructura, sino que presentan copas más abiertas y anchas y ramas dirigidas hacia arriba . No tienen
necesidad de deshacerse de la nieve y, al mismo tiempo, su forma más extendida les permite captar la luz
mejor. Basta comparar la forma piramidal del abeto ( Abies alba) , con la de un pino carrasco ( Pinus
halepensis) y sobre todo, del pino piñonero ( Pinus pinea) con su forma típica de parasol para darse cuenta de
estas dos formas diferentes de adaptarse a medio.
- El color: Las hojas de las coníferas son generalmente muy oscuras lo que se aprovecha durante el corto
verano para captar más luz.
- Las resinas y los anticongelantes naturales: Las hojas de las coníferas se encuentran impregnadas de unas
resinas que evitan la perdida de agua. Las células exteriores contienen una especie de anticongelantes que
protegen los tejidos contra las bajas temperaturas.
- Los estomas: Los estomas son una serie de poros u orificios situadas en las hojas o las ramas jóvenes por
donde se produce el intercambio de gases entre los vegetales y la atmósfera. La mayoría de los estomas se
encuentran situados en el envés de las hojas. Las plantas, cuando abren los estomas, para absorber dióxido
de carbono y expulsar oxígeno, también pierden agua. Los estomas en las hojas de las coníferas se
encuentran adaptadas para perder el mínimo posible tanto porque poseen una cantidad menor que otras
plantas, como por el hecho de que se encuentran protegidas dentro de una especie de surco en el envés de
la hoja. Este surco se llena de aire y forma una especie de capa que disminuye la evaporación.
EN MÉXICO
Los bosques de coníferas se encuentran en todos los estados de la República de México, con excepción de
Yucatán y Campeche. Ocupan un 15% de su territorio con un amplio rango altitudinal (0 a 4.560 msnm)
aunque la mayoría de las especies se encuentra entre los 1.500 y los 3.000 msnm. Las especies arbóreas se
desarrollan en climas semi húmedos y húmedos.
Bosque de coníferas. Vegetación dominada por árboles perennifolios del grupo de las coníferas, entre las que
se cuentan pinos (Pinus) y oyameles (Abies) como los más ampliamente distribuidos, si bien también hay
otros géneros importantes como los pinabetes (Pseudotsuga), los enebros (Juniperus) y los cedros
(Cupressus). Generalmente se presentan en climas templados y fríos de las partes altas de las cordilleras. Las
coníferas, en especial los pinos, constituyen los árboles más intensamente explotados en el país con fines
industriales. En algunos casos este tipo de vegetación se ve favorecida por el disturbio antropogénico como
los desmontes o incendios.
CARCATERÍSTICAS DE LAS LATIFOLIADAS
Se encuentran dentro de la familia Fagaceae que comprende de seis a nueve géneros y alrededor de 600 a
900 especies de plantas. Pertenecen al género conocido como Quercus y en México se desarrollan tres
variantes de este género: Quercus (encinos blancos; también conocidos como Erythrobalanus), Lobatae
(encinos rojos o Leucobalanus) y Protobalanus (encinos intermedios).
Todos los encinos comparten una serie de características biológicas comunes: tallos leñosos, hojas con
consistencia similar al cuero (coriáceas o duras) y presencia de bellotas. Su forma de crecimiento es
comúnmente como árbol (con una altura de 3 a 40 m) y algunos como arbustos (con alturas de 10 a 60 cm),
pero nunca como hierba. Su desarrollo es lento, causa por la cual son de larga vida, y crecen principalmenet
en bosques templados, aunque también pueden hallarse en matorrales, pastizales y de forma intercalada, en
algunas selvas secas.
Una peculiaridad de los encinos es el patrón en la duración de las hojas. En los encinos perennifolios, el follaje
siempre se mantiene verde, y se va sustituyendo de manera paulatina. Por el contrario, los encinos
caducifolios pierden la totalidad de sus hojas durante la estación de sequía. En el renuevo de las hojas se
muestran colores vívidos que van del naranja al rojo carmesí, por lo que durante esta temporada los bosques
son un deleite para la vista.
Las hojas se caracterizan por tener diferentes tipos de ápice (punta 12 de la hoja), base de la hoja,
número de nervaduras, margen (o borde de la hoja), textura, tamaños y colores, propiedades morfológicas
que son empleadas en la taxonomía para su clasificación científica.
Un dato relevante es que un mismo individuo (ya sea árbol o arbusto) es hermafrodita, porque posee tanto
flores masculinas como flores femeninas. Las flores son de tamaño relativamente muy pequeño,
promediando 1 o 2 mm de diámetro. Las flores masculinas forman agrupaciones colgantes conocidas como
amentos, y cada flor puede tener de 6 a 12 estambres; debido a la gran cantidad de flores masculinas que se
desarrollan entre las ramas, los amentos son muy evidentes en la naturaleza. Las flores femeninas, en
cambio, son solitarias o están en pequeños grupos, y por su tamaño son imperceptibles a simple vista.
Ambos tipos de flores pueden durar hasta un mes en el árbol.
El transporte de polen entre las flores masculinas y femeninas es realizado por el viento (polinización
anemófila). El resultado es la formación de frutos comúnmente llamados bellotas y que contienen en su
interior por lo general una sola semilla. Están cubiertos en su base de unión con la rama por una estructura
leñosa y de forma cóncava, conocida como cúpula. Dependiendo de la especie, las bellotas se producen cada
año o cada dos años, y tienen una forma ovoide (de huevo). Las bellotas son verdes cuando están inmaduras
y se tornan de color café una vez que maduran. Son una fuente de alimento para numerosos animales, como
roedores, aves e insectos; estos últimos se alojan en su interior, por la cual es común observar pequeños
agujeros en la superficie.
El polimorfismo (que significa muchas formas) es otra característica de los encinos. Este fenómeno consiste
en la variación de la forma del tronco, hojas, flores, frutos y aspecto en general de cada especie. Este
fenómeno se da a tal grado que es posible encontrar distintas formas de hojas en un mismo individuo. Esto,
obviamente, se convierte en odo un reto para los especialistas que tratan con su identificación taxonómica.
A ciencia cierta, aún no hay una razón clara que explique por qué hay tanta variación morfológica entre los
encinos. Sin embargo, algunos especialistas adjudican el hecho a que estos árboles y arbustos comparten la
misma área geográfica o ambiente, el período de floración está muy sincronizado y además muestran una
similitud genética, condiciones que favorecen su entrecruzamiento o polinización cruzada. Por último, y en el
caso particular de la variación de las hojas dentro de un mismo individuo, la causa puede atribuirse a las
diferencias de edad (esto es si son jóvenes o adultos) y a la posición espacial que tengan dentro de la planta
(en la parte periférica o en el interior de la copa).

EN MÉXICO
Bosque de encinos. Vegetación dominada por árboles de hoja ancha principalmente encinos (Quercus), la
mayoría caducifolios, Frecuentemente se les llama también bosques de latifoliadas. Se les encuentra sobre
todo en climas templados en las montañas, frecuentemente por debajo del piso altitudinal de las coníferas,
aunque en ocasiones pueden desarrollarse en sitios francamente cálidos. Se les aprovecha especialmente
para producir carbón y criar ganado. Estas actividades en general resultan en la degradación de la
vegetación e incluso en su desaparición. Debido a que los suelos de los encinares son frecuentemente muy
fértiles, las actividades agrícolas son comunes en ellos.

Bosque de coníferas y de latifoliadas (encinos). En algunas zonas coexisten los dos grupos de árboles
formando bosques mixtos. Frecuentemente esta coexistencia es favorecida por las actividades humanas. La
explotación de estos bosques es similar a la de los bosques de pino o encino.
Con alrededor de 161 especies, México es el mayor centro de riqueza y evolución de encinos en el continente
americano. Se calcula que 109 de ellas son exclusivas al país (endémicas), es decir el 68% de los encinos del
continente americano sólo se encuentra en México. En contraste, Estados Unidos y Canadá sólo poseen 87
especies, y de ellas 52 especies cruzan la frontera encontrándose también en nuestro país. Como resultado,
los encinos constituyen el principal tipo de plantas de los sistemas vegetales montañosos de México, es decir,
de los bosques templados de encino, pino-encino, mesófilo de montaña y, ocasionalmente, matorrales y
bosques tropicales caducifolios. Los bosques de encinos se encuentran ampliamente distribuidos en los
macizos montañosos de México, y cubren, aproximadamente 5.5% de la superficie total del país, hallándose
la mayor diversidad de especies en un intervalo altitudinal que varía entre los 1,200 a 2,800 metros sobre el
nivel del mar, aunque es posible encontrar especies desde los 200 hasta los 3,500 m de altitud.
Los estados con mayor riqueza de encinos son Nuevo León, Veracruz y oaxaca. Sin embargo, las entidades
con mayor información científica sobre este tipo de plantas son Jalisco, Guerrero, México y Michoacán. De
manera natural el único estado sin encinos es Quintana Roo.

La importancia de los encinos en México


A continuación se enlistan algunos de los principales usos que se les da a los encinos:
Es materia prima básica para: i) construcción, ii) elaboración de carbón, iii) elaboración de mangos de
diversas herramientas,instrumentos e implementos agrícolas, iv) confección de artesanías locales y v)
elaboración de muebles. A nivel mundial, la madera de los encinos es considerada de alta calidad, por lo que
resulta importante para la economía de algunos países europeos.
Es un recurso natural renovable que sirve de alimento y para diversas aplicaciones en el sector industrial. En
el pasado, los frutos constituyeron una fuente alimenticia importante para el hombre, aunque su uso ha
disminuido. En la actualidad, las bellotas son empleadas como alimento para el ganado (principalmente
porcino). En ciertos lugares, las bellotas de sabor dulce se consumen crudas, pero su exceso pueden
provocan una ligera intoxicación; mientras que en otros lugares son tostados y molidos para fabricar una
bebida parecida al café. Por otro lado, las hojas son utilizadas como condimento. Además, existen ciertas
especies (llamadas “encinos de miel”) que son productoras de sustancias azucaradas (ligamaza) que es
colectada por abejas que las almacenan en forma de miel. También la corteza es ampliamente utilizada en
trabajos de peletería debido a la alta concentración de taninos que poseen.
Desde la visión ecológica, los encinos son proveedores de servicios ambientales, dado que i) producen
oxígeno, ii) capturan bióxido de carbono (contaminante atmosférico producido por el hombre), iii) filtran el
ruido, iv) reducen la erosión del suelo, v) infiltran el agua al subsuelo, vi) regulan la temperatura atmosférica
y vii) son hospederos naturales que alojan en sus cortezas, ramas, hojas y flores, a numerosos especies de
ardillas, pájaros, avispas, abejas, moscas, escarabajos, orquídeas, líquenes, bromelias, helechos y plantas
trepadoras.
Esto hace que un sólo encino actúe por sí mismo como un ecosistema en miniatura, en donde los diferentes
organismos y procesos ecológicos se relacionan entre sí a través de diversas relaciones como la depredación,
la herbivoría, la simbiosis y la reproducción. La evolución biológica y conservación de los encinos afecta de
manera directa a todos los demás seres vivos que en ellos habitan.
Desde el punto de vista médico, algunas gentes mastican pedazos de corteza para curar y endurecer encías
o calmar dolencias dentales. Mientras que en algunas regiones, las hojas son empleadas como antidiarreicos
y astringentes. Los amentos de algunas especies son empleados como calmantes contra el vértigo y la
epilepsia. Por último, un aspecto desagradable de los encinos es que su polen figura entre los más comunes
alergenos naturales para personas altamente sensibles a las enzimas que libera el polen. Sin embargo, no se
han realizado estudios para evaluar cuáles son las especies de encinos que provocan dichas alergias, lo que
esto abre un campo de investigación importante en el área médica para entender los mecanismos de acción
y cómo contrarrestarlos.

RECURSOS FORESTALES DE TEXCOCO, ESTADO DE MÉXICO.

En el Monte Tláloc hay oyamel, encino y otras coníferas aunque no en cantidad suficiente para una
explotación importante. El clima es propicio para árboles como: pirul, sauce, fresno, nogal, tejocote, capulín,
chabacano, olivo, manzano, higo, etc.
En cuanto a las plantas y flores, crecen: rosas, claveles, alcatraces, gladiolos, ayapangos, nube, margaritas,
margaritones, violetas, bugambilias, nardos, azucenas, etc.
Hace más o menos cincuenta años, se cultivan con propósito comercial: tulipán, pompón, crisantemo y clavel.
Entre las comunidades dedicadas a estas actividades tenemos a San Simón, San José Texopan, San Diego,
San Miguel Coatlinchan, San Miguel Tlaixpan, San Nicolás Tlaminca y otras.
Desde tiempos antiguos se recoge también maíz, legumbres, trigo, cebada, alfalfa y zacatón, así como
magueyes y nopales.
En Texcoco se conservan animales silvestres como: conejo, liebre, cacomiztle, tejón, ardilla, tuza, rata de
campo, etc.
En reptiles sólo quedan la víbora de cascabel. Por ser zona lacustre, hay viborillas de agua que son
inofensivas y están por extinguirse.
Lo mismo pasa con el "cencuate", reptil de 35 a 50 cm. no venenoso, que en algunas regiones se consume
como alimento.
De las aves se conservan las comunes: golondrinas, gorriones, urracas, colibríes, canarios, palomas, etc.
Hasta hace unos años había pescado blanco "criollo", trucha, juiles, ranas y acociles. Actualmente casi todas
estas especies han desaparecido.
Manantiales: En el municipio de Texcoco se encuentran cuatro manantiales de aguas puras y cristalinas que
emergen entre la vegetación: san Jerónimo, Amanalco, Santa María Tecuanulco, San Pablo Ixayoc y Santa
Catarina del Monte, donde el agua brota formando una pequeña cascada que produce una Brisa refrescante.
Hacienda Molino de Flores: Fue construida después de la mitad del siglo XVII, el estilo arquitectónico de sus
construcciones es pseudo clásico en algunas de éstas y seudo góticos. En el año de 1937 el Gral. Lázaro
Cárdenas presidente de México expropio la Hacienda y la declaro "Parque Nacional Molino De Flores
Nezahualcoyotl", se encuentra a 5 km. al oriente de Texcoco; es un espléndido bosque de encinos, eucaliptos,
oyameles y pirules, magnifico para días de campo y paseos campestres.
Lago de Texcoco:Sin ser un paisaje paradisiaco, desde aquí es posible contemplar un cielo azul, libre de
contaminantes y adornado con decenas de nubes, admirar a "la mujer dormida", que con su belleza culmina
el escenario del lago de Texcoco, uno de los cinco que conformaron la cuenca del Valle de México y el único
que inexplicablemente estuvo compuesto por aguas saladas de mayor concentración que las del propio mar.
En la actualidad, la superficie del ex lago de Texcoco se encuentra conformada por cinco lagos artificiales que
se alimentan de las lluvias y de los ríos Churubusco y La Compañía.
El lago de Texcoco ha resucitado y nuevamente vuelve a ser hábitat de varias especies de plantas y animales.
Obra de rescate ecológico de enormes alcances ambientales para el área metropolitana y que muy poca
gente conoce.

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