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Lectura 1
I. INTRODUCCIÓN
Siendo amplia aún la labor que corresponde realizar para asegurar el derecho
de todos los niños a una educación inicial, dadas las demandas y oportunidades que
ofrece el siglo XXI, corresponde desde ya tratar de abordar aspectos más cualitativos
del desarrollo curricular. Estos, junto con asegurar una adecuada inversión de los
siempre limitados recursos, deben generar sobre todo, junto a una mejor gestión,
mayores oportunidades a los niños, que perteneciendo en su mayoría a sectores
vulnerables, dependen en grado importante, que los programas, de los cuales
participan, les posibiliten mejores aprendizajes.
Asentadas las bases de una educación moderna, es decir donde el educando es eje y
actor de la construcción curricular en un ámbito de desarrollo integral y participativo,
uno de los temas que surge con mayor fuerza en la reflexión sobre el quehacer
educativo actual, es el tema de la selección de los aprendizajes que se desean
favorecer. Visualizado este aspecto desde la perspectiva de un gran avance del
conocimiento, tanto en lo que se refiere a cómo aprende el ser humano en general y el
párvulo en particular, como en cuanto a contar con nuevos saberes que se renuevan
periódicamente en todos los ámbitos culturales (ciencias, arte, tecnología, etc.),
implica para la educación un gran desafío que obliga una revisión permanente de los
objetivos, contenidos, actividades y estrategias que seleccionamos en función a los
educandos.
Se trata en definitiva de abrir a los niños todos los horizontes que este
mundo actual ofrece, que permite más que en cualquier otra época histórica que
muchos aspectos que antes se llamaban “sueños” se hagan realidad. Para ello, junto
con reforzar aprendizajes siempre valederos (seguridad básica, valores, autoestima,
identidad cultural, etc.) se deben ofrecer nuevas situaciones que en el contexto
cultural de hoy son relevantes para un desarrollo pleno de nuestros niños.
• Histórico-situacional.
• Filosóficos.
• Socio-Antropológicos.
• De las Neuro-ciencias.
• Psicológicos.
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Esta parte es una síntesis de los trabajos desarrollados sobre el tema en: Peralta, V, M. Manhey y E.
Larraguibel: “Fundamentos para favorecer la relevancia de los aprendizajes en los currículos
educacionales a nivel de educación parvularia”. Ideas pedagógicas No 8, JUNJI, Stgo, 1997; y Peralta,
V. “ Documentos de trabajo No 1 y 2 sobre la relevancia de los aprendizajes”. JUNJI, Stgo, 1997 y
1998.
abierta que les permite considerar que los seres y las cosas pueden ser de una
diversidad tal que va más allá de las que su entorno habitual les muestra?.
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R. Echeverría en: “Ontología del Lenguaje”, plantea que a la persona, al estar en un perfecto
perfeccionamiento, se le confiere “ poder”, el que se logra a través del aprendizaje.
Siendo muy amplio el análisis del contexto socio-cultural en función a una
fundamentación curricular, particularmente importante pareciera ser considerar el
carácter mixto de nuestras sociedades, donde se entremezclan diferentes culturas,
desde las locales, hasta la global con distintos procesos y perspectivas de cambio y
de participación. En este sentido, todo el planteamiento de una pertinencia cultural
de los currículos es aportadora.3
En todo caso se reconoce cada vez más un ámbito multicultural, de fronteras
bajas, donde el respeto a la diversidad cultural se presenta como orientación esencial.
Siendo múltiples los aportes que están haciendo las neurociencias al campo de la
Educación Infantil, quizás el mayor de ellos está en la confirmación inductiva, es decir
con evidencia “dura”, de las inmensas posibilidades de aprendizaje que tiene la mente
infantil desde el nacimiento. En efecto, trabajos como los de G. Edelman (1972),
Holzman (1983), M. Johnson (1997), confirman que todo lo que se haga en función a
facilitar la configuración de una red neuronal más interconectada y activa en los
primeros años de vida es esencial, considerando que a los dos años, 3/4 partes de
ella está ya formada. En ese sentido, los neurocientíficos afirman que lo que “cablea”
el cerebro de un niño, es la experiencia repetida.
a) Todo aprendizaje verdadero implica pensamiento que debe involucrar la vida de los
educandos en todo momento.
En efecto, desconocer que hay nuevos conocimientos que los niños han
incorporado tempranamente a través de la conversación con personas ajenas a su
círculo habitual o a través de la televisión, el video y otros medios más sofisticados
como la informática o la realidad virtual, es desconocer al mundo actual y las
posibilidades que ofrece. Por ello, es que diferentes autores están postulando un
nuevo paradigma que dice la relación con el aprendizaje que se produce a través
de muchos actores, en todo tipo de escenarios, e incluso, los distantes. En tal
sentido, el rol del Jardín Infantil, de la Escuela y del educador por tanto, implica un
replanteo, en cuanto a ser un lugar y un actor articulador de todos estos ambientes de
aprendizaje. En especial este último, debe ser un entusiasta por el aprender,
apelando a poner en práctica el potencial que cada niño tiene, a la vez que un
incentivador de conocimientos generativos, de relaciones interesantes, y de
proyecciones nuevas; pero junto con ello, debe ocuparse de aquellos
aprendizajes vinculados que se logran básicamente con personas, como es la
formación de la autoestima, seguridad, respeto a la diversidad, a prácticas
democráticas, en síntesis, aquellos aprendizajes con aquellos valores humanos,
que dan sentido y humanización al fantástico mundo de conocimientos y
oportunidades que tienen lugar en los niños.
Una pedagogía de las oportunidades debe serlo tanto para los educadores,
como para los niños. Por ello, se visualiza que cada comunidad educativa debe
decidir su marco teórico dentro de la amplia gama de posibilidades existentes, como
construir su currículo.
Por otra parte, junto con propiciar este proceso de construcción curricular con
las características señaladas, se visualizan algunas orientaciones generales como
básicas:
Ambiente humano
Este es el factor clave para que puedan desarrollarse adecuadamente los demás
aspectos del currículo; por ello, todo el tiempo que se dedique para construir un
ambiente humano cálido, afectivo, confiado, gozoso, que propicie el encuentro con
otros, es fundamental. Para ello cabe tener presente:
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Para una mayor explicación de esta terminología, consultar: V. Peralta. “El currículo en el Jardín
Infantil: un análisis crítico”. Ed. Andrés Bello, Stgo, 1994.
• Reflexionar el adulto-educador ante las características que él debe tener y
cómo desarrollarlas. Desarrollando su sensibilidad, capacidad de
autocrítica, de reflexión, de apertura, de flexibilidad, entre otras...
• Invitar a personas de otros lugares que cuenten sus experiencias, que den
a conocer sus expresiones lingüísticas propias, sus costumbres, y de otras
personas con que se relacionan.
Los niños tiene que darse cuenta qué es vivir en un mundo donde hay
medios de comunicación por todos lados, y el aporte de ellos, para el
aprendizaje de todos.
Ambiente físico
Sobre el ambiente físico: Un ambiente de aprendizaje no puede ser una sala estática,
donde todos los días se vea lo mismo; habrá que colocar cosas que cambien y para
eso están los elementos naturales, los experimentos, y los propios niños con sus
aportes. Para favorecer la capacidad de asombro, la sala tiene que ser entretenida y
tiene que visualizarse con flexibilidad para incorporar nuevas cosas, entre ellas,
diferentes fuentes de conocimiento y elementos significativos para los niños. Poder
enseñar al niño que cuando uno no sabe algo hay otras fuentes de información de
donde obtenerlo, es fundamental en esta época, pero para ello tienen que haber
algunos de estos materiales en sus ambientes de aprendizaje, y elementos para
ampliar sus posibilidades y registrar lo que se aprende.
• Considerar la participación activa de los diferentes actores del currículo, tanto
en la planificación: ¿qué podemos hacer?, ¿Cómo?, ¿Con qué recursos?...
diseño, elaboración e instalación de ambientes y elementos en la casa, la sala
de actividades, sala de hábitos higiénicos, pasillos y patio, u otros espacios de
trabajo del niño.
• Tener estantes con materiales a la altura y vista de los niños, donde los
objetos estén dispuestos de manera que inviten a la actividad por parte de los
niños y niñas.
• Tener paneles permanentes de tipo “abiertos”, para que los niños hagan sus
aportes en todo momento. Esto implica, paneles de registro del clima, de sus
creaciones, de sus “reglas”, de sus descubrimientos, de sus paseos, etc.
• Crear diferentes “Rincones” en forma conjunta con los niños. Por ej. de la
exploración, de los cachureos, de las colecciones, de los inventos, de la
tecnología, de las ciencias, de la información...etc.
• Incorporar períodos distintos, creados con los niños y/o para los niños según
sus intereses, necesidades, características Ej, ... del Chiste, ... de la entrevista,
...de los inventos, etc., donde los niños inventen desde historias, maquinarias,
monstruos, seres de otros planetas, formas de vestirse con papeles corrientes,
etc; todo lo que sea el favorecer la inventiva. Períodos que refuercen valores
humanos, por Ej.... de la amistad, ...la solidaridad, ...el respeto a la diversidad...
Además, incorporar períodos tendientes a descubrir y favorecer las
potencialidades individuales y grupales.
Planificación
En la planificación hay algunos objetivos que son relevantes que habría que
favorecer vinculados a actitudes científicas, a la capacidad de asombro, a la
construcción de teorías explicativas. A los niños hay que invitarlos a cuestionarse
su medio. ¿Por qué las estrellas no se caen del cielo? ¿Por qué el aire es limpio en la
costa? ¿Por qué tenemos nariz en la cara, y no en la espalda? ¿Por qué las flores son
llamativas? El asunto es que al niño, más que ser un consumidor de conocimientos
obsoletos, se le favorezcan estas tendencias de asombrarse, de cuestionarse, de
explicarse todo. La ciencia se define como un conocimiento explicativo que
históricamente se va superando, pero eso hay que desarrollarlo desde que los niños
son párvulos, con las situaciones de su interés. Los hábitos de orden, de
sistematización, también son un grupo de objetivos importantes, no solamente en el
sentido más tradicional: su ropa, sino también desde un punto de vista científico:
juntar cosas interesantes, clasificarlas, investigarlas, guardarlas. Otro grupo de
objetivos es el desarrollar habilidades tendientes a ampliar los lenguajes que se
manejan. En América Latina hay distintas lenguas: castellano, quechua, aymara,
mapudungun; sacarle provecho a ello respecto a todos los niños, e incluso, las
lenguas del mundo global: inglés, francés, etc. Las persona tienen distintos lenguajes,
eso es lo que interesa que el niño sepa, y que para poder comunicarse con ellos, se
requiere saber algo, aunque sea solo para saludarlo en su lengua. Otro objetivo
interesante tiene que ver con el uso de aparatos, y herramientas: las lupas, los
clips, las pinzas, poleas, etc, todo lo cual posibilita actividades diversas.
• Revisar si en cada etapa de ésta se evidencia un rol activo del niño; con
objetivos emergentes, actividad propuestas por los niños, sugerencia
metodológicas abiertas etc.
Propiciar actividades donde los niños construyan nuevos objetos, asignen nombres a
elementos no conocidos, inventen nuevos aparatos, etc.
Contenidos
Uno de los aspectos del currículo donde se hace necesario una mayor revisión en
términos de su relevancia, son los contenidos culturales por el gran cambio que éstos
han tenido en las últimas décadas, y por su gran cantidad. A nivel de educación
parvularia, la entrega de contenidos se realiza tanto en los objetivos que se favorecen,
como en las actividades y recursos que se seleccionan.
Estrategias metodológicas
• Revisar las prácticas educativas, ej. lo que se dice, se hace y cómo se hace
Sería interesante utilizar para ello además de algunas estrategias tales como:
hacer registros etnográficos, grabar situaciones (espontáneamente) durante el
día u otras estrategias que lleven al análisis de situaciones.
Evaluación
BIBLIOGRAFÍA