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INTRODUCCIÓN

La educación física ha estado estrechamente vinculada a la salud desde su


inclusión en los currículos educativos. Esta relación se ha incrementado en los
últimos años como consecuencia de las enormes transformaciones sufridas por las
sociedades.
Los problemas de salud se han cambiado mucho en cien años. La desnutrición ha
dejado paso a la obesidad y las enfermedades contagiosas, virales han sido relegadas
las cardiovasculares. La transformación ha sido tal, que hasta el propio concepto de
salud ya no es el mismo; el viejo concepto que consideraba la salud como la ausencia
de enfermedad ha dejado paso a otro más abierto y dinámico, orientado a la
promoción de entornos y estilos de vida más saludables. Según OMS (Organización
Mundial de la Salud 1984) en efecto, cuando se considera la salud como “el completo
estado de bienestar físico, psíquico y social”. Desde esta perspectiva, la salud pasa a
ser algo bastante más complejo que el simple estado individual de cada uno de los
miembros de una sociedad.
Esta nueva forma de entender la salud, supone un planteamiento innovador que ha
llegado a la escuela y está afectando a la reconstrucción del currículum del área de
educación física. Estos planteamientos ya fueron recogidos en el diseño curricular del
área, el cual tiene como objetivo el de promover y formar para una actividad física
regular en el tiempo libre, que permanezca en la edad adulta, y que se encuentre
vinculada a la adopción de hábitos de ejercicio físico que incidan positivamente sobre
la salud y la calidad de vida.
La escuela tiene la permanente obligación adaptarse a las circunstancias,
inquietudes y problemas de la sociedad en la que está inmersa. En las últimas
décadas, la obesidad y el sobrepeso se han convertido en uno de los principales
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problemas de Salud Pública y su prevalencia está aumentando en las poblaciones


infantiles en todo el mundo. Según la OMS (Organización Mundial de la Salud
1998), la obesidad es en la enfermedad metabólica más prevalente en los países
desarrollados y la ha descrito como una epidemia. El sistema educativo, y dentro de
él los profesionales de la Educación Física, no puede dar la espalda a este problema.
La obesidad en nuestros días ha alarmado al mundo entero porque es la
enfermedad del siglo XXI que no sólo ha atacado a personas adultas sino también a
niños y adolescentes. La obesidad es sin duda un arma de doble filo que puede
iniciarse simplemente teniendo una mala nutrición, stress, problemas de orden
hormonal.
La investigación buscara determinar programas de ejercicios para contrarrestar
los efectos negativos de la obesidad. Dicha investigación comprende:
CAPÍTULO I: en esta sección se establecen de forma clara y precisa las
incidencias del problema a ser investigado. Se inicia con el planteamiento del
problema, sus causas y el porque de esta investigación, basándose en un objetivo
general y unos específicos los cuales nos llevara a la respuesta del planteamiento del
problema delimitando a lo que se quiere alcanzar con la misma.
CAPITULO II: Marco teórico; en este capitulo se hará una exposición de las
bases teóricas que podrán ser de gran ayuda para el desarrollo de esta investigación,
comenzando con estudios realizados por otros autores y seguido con la teoría en la
cual se basara esta investigación.
CAPITULO III: Marco metodológico; en este capitulo se detallara la
metodología que se va a utilizar en la investigación, comenzando con el tipo y diseño
de la investigación, áreas de la investigación, población y muestra, técnica e
instrumento de recolección de datos, validez y confiabilidad, técnica para el análisis
de datos, fases de la investigación.
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CAPÍTULO I

EL PROBLEMA

Planteamiento del problema

La obesidad Asociada con el sedentarismo y los malos hábitos alimentarios se han


convertido en un problema universal, causante de incrementos en el índice de
mortalidad de países pobres y ricos. La mayoría de esa realidad se origina en la niñez
y en la adolescencia y es revertida o asociada con obesidades de difícil control en los
adultos y que implican grandes esfuerzos y costos para los sistemas de salud de cada
país que tienen la misión de controlar y disminuir este flagelo, que deteriora la
calidad de vida de las personas y sus promedios de vida.
En el medio se han creado múltiples alternativas para prevenir y controlar la
obesidad, de las cuales la mayoría son especulativas y juegan con las expectativas de
las personas que sufren este problema. De estas alternativas, la actividad física se
vuelve un factor fundamental para controlar la obesidad, la cual aplica para todas las
edades, pero en especial a los niños, quienes por agonística y esencia son mas
receptivos para la actividad física, además como mecanismo preventivo se vuelve una
estrategia mas efectiva en el control de esta enfermedad.
Malos hábitos adquiridos durante la infancia pueden llevar al niño a sufrir
consecuencias preocupantes, principalmente para su salud. El riesgo de desarrollar
trastornos durante la adolescencia es un ejemplo claro de lo que puede suceder si el
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niño obeso no recibe el tratamiento y la atención adecuada a su alimentación y


forma de vida.
Antes, la obesidad era un problema exclusivo de los adultos. Hoy en día, esta
complicación atinge a personas cada vez más jóvenes. La obesidad en la infancia
compromete la salud de los niños. Se puede diagnosticar problemas como diabetes
tipo 2, hipertensión arterial, y niveles altos de colesterol. Aparte de eso, los niños
pueden desarrollar problemas psicológicos. Las bromas, la intimidación, o el rechazo
por parte de sus iguales, pueden llevarles a que tengan una baja autoestima. Son
marginados por el aspecto que tienen, y todo ese cuadro puede generar trastornos
como la bulimia, la anorexia, la depresión, y llevarles a tener hábitos extremos como
el consumo de drogas y otras sustancias nocivas.
Basándose en estos fundamentos es que se plantea la aplicación de un programa
de ejercicios físicos para estudiantes de 13 a 14 años con obesidad en la U.E.N.B.
“Santa Cruz” Municipio José Ángel Lamas.

Objetivos de la investigación

Objetivo general

Aplicar un programa de ejercicios físicos para estudiantes de 13 a 14 años con


obesidad en la U.E.N.B. “Santa Cruz” Municipio José Ángel Lamas.

Objetivos específicos

• Dictar talleres “Sobre la obesidad en edad escolar”.


• Elaborar un formulario de índice de masa corporal para determinar el grado de
obesidad en el niño.
• Dirigir una serie de ejercicios por un lapso de un (1) mes para determinar
cambios físicos y fisiológicos.
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Justificación

La obesidad es un problema que afecta a la sociedad en nuestros días, pero muy


frecuentemente no es tomada en cuenta en edad estudiantil, siendo que a esta edad es
cuando comienza el problema; la obesidad se inicia entre los seis meses y siete años
de vida, y en la adolescencia se acentúa aun más.
El ejercicio físico presenta ventajas sobre las restricciones en el consumo de
algunos alimentos en el tratamiento de la obesidad, porque la disminución de peso a
través de una dieta supone una sustancial pérdida de proteínas, lo que sugiere que si
se suspende la dieta se recuperarán inevitablemente volviendo al estado inicial en el
que se encontraban, mientras que la pérdida de peso por medio de ejercicios se logra
rebajando los excesos de grasa que son utilizados como fuente energética y
manteniendo con mayor facilidad el peso deseado, además la realización de las
diferentes actividades puede servir como un espacio de disfrute y esparcimiento para
quien la practica; función que no cumple la dieta.
Con el paso del tiempo la obesidad puede traer consigo una serie de trastornos,
siendo de suma importancia porque influye en la autoestima. Es por ello que se
escogió este tema, ya que en la U.E.N.B. “Santa Cruz” Municipio José Ángel Lamas
existe una cantidad importante de estudiantes que sufren de este problema y muchos
de ellos podrían presentar diversos niveles de depresión debido a esto. Ya que se
enfrentan a situaciones en las cuales pueden ser objeto de burla o discriminación por
parte de sus compañeros ya sea de clases o de diversas actividades.

Alcance y Limitaciones

El estudio tendrá como alcance inducir al estudiantado de la U.E.N.B. “Santa


Cruz” Municipio José Ángel Lamas a mejorar su calidad de vida.
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En el desarrollo de una investigación siempre existen elementos que dificultan la


relación de este. En esta investigación se presenta el caso de la poca disponibilidad de
la población estudiantil relacionados con el problema antes mencionado.
El tiempo para su ejecución.
Colaboración por parte de padres o representantes en inculcarles normas de la
buena alimentación.
No contar con los recursos económicos para la adquisición de los alimentos
necesarios para una buena nutricios.
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CAPÍTULO II

MARCO METODOLÓGICO

Antecedentes de la Investigación

Todo trabajo investigativo refiere necesariamente de un basamento teórico, el cual


debe estar sustentado en la revisión de estudios o investigaciones previas relacionadas
con los tópicos que se manejarán en la investigación.
RUIZ, L. (2005) En su trabajo de grado presentado en el Instituto Universitario de
Educación Física y Deporte, Universidad de Antioquia Medellín, Colombia titulado
Programa de ejercicio físico para reducción de tejido graso, afianzamiento de la
imagen corporal y adopción de estilos de vida saludables.; el cual fue realizado
para optar al titulo de Licenciada en Educación Física, Especialista en actividad
Física y Salud. El desarrollo de la presente investigación realizado bajo la modalidad
de proyecto factible apoyado en una investigación de campo de tipo descriptivo, la
investigadora concluyo que en esta propuesta se logró medir los indicadores de
porcentaje de mejoría frente al consumo de oxígeno, fuerza-resistencia abdominal,
test de Wells, la disminución del porcentaje de grasa gracias al ejercicio físico y una
dieta equilibrada.
Dicho trabajo proporciona a la investigación fundamentos teóricos relevantes lo
cual nos señala sobre la obesidad y la actividad física esto nos sirve como base para
ratificar la importancia del ejercicio físico en personas con obesidad
DEL POZO S. (2007) En su trabajo de grado presentado en la Universidad
Complutense de Madrid titulado Programa de comedores escolares para la
Comunidad de Madrid. Repercusión en la calidad de los menús y en el estado
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nutricional; el cual fue realizado para optar al grado de doctor basado en un proyecto
factible Esta Tesis pretende mostrar el papel que una intervención en el menú escolar
puede tener en la alimentación, nutrición y salud del niño.
Este antecedente nos sirvió para comprobar la importancia de una buena
alimentación en los adolescentes fomentando la educación nutricional entre los
escolares y así evitar la obesidad

Bases teóricas

Este aspecto del trabajo de investigación se desarrolló sobre la base del


planteamiento del problema y las referencias que los sustentan, en este sentido se
llevó a efecto un análisis de los trabajos de varios autores; tales como se presentan a
continuación:
En primera instancia se hace conveniente presentar algunos componentes teóricos
relativos a la obesidad en adolescentes, al respecto:

La obesidad
Se define como un aumento de composición de grasa corporal. Este aumento se
traduce en un incremento de peso aunque no todo incremento del peso corporal es
debido a un aumento del tejido adiposo, en la práctica médica el concepto de
obesidad esta relacionado con el peso corporal.
Según Santos Muñoz (2005), la obesidad se define como un aumento del peso
corporal debido a su exceso de grasa que hace peligrar seriamente la salud. Es por lo
tanto una enfermedad metabólica multifactorial, influido por elementos sociales,
fisiológicos, metabólicos, moleculares y genéticos.
La obesidad se define como un aumento de la grasa corporal. Este aumento se
traduce por un incremento de peso, aunque no todo aumento de peso es debido a una
mayor cantidad de tejido adiposo. Por ello ha habido grandes dificultades a la hora de
definir esta enfermedad. No sólo un aumento del peso corporal, ya que obesos de
escasa estatura pueden pesar más que otros de talla más alta, ya que individuos
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musculosos pueden pesar más que otros y no por ello son obesos. Por esta razón se ha
intentado cuantificar la obesidad o el sobrepeso y se han ido considerando distintos
índices para determinarla.
En la actualidad las nuevas técnicas de composición corporal permiten establecer
con vigor científico la trascendencia del aumento de masa grasa y su localización en
relación con las complicaciones relacionadas con la misma.
En cualquier caso debemos recordar que clásicamente se ha considerado persona
obesa aquella que excede más de 120% de su peso teórico o peso ideal, de acuerdo
con las tablas de peso normal para una población determinada y teniendo en cuenta
también la edad, el sexo y la altura del individuo.
En la actualidad el grado de obesidad se establece con relación al índice de masa
corporal (IMC), por ser este valor el que mejor correlación tiene con el porcentaje de
grasa corporal. Este índice fue rescatado en 1972 por Key’s de la ecuación del
astrónomo belga Quetelet (1869), y pone en relación el peso expresado en kilos con la
altura expresada en metros al cuadrado (peso Kg/altura m²).
Siguiendo los criterios de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad
(SEEDO 2000) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) se acepta la
clasificación de los diferentes grados de obesidad según el valor del índice de masa
corporal tal como se expresa:
Normalidad - IMC: 20-25kg/m²
Obesidad grado I – IMC: 27-29,9kg/m² sobrepeso
Obesidad grado II – IMC: 30 – 34,9kg/m²
Obesidad grado III – IMC: 35 – 39,9kg/m²
Obesidad grado IV – IMC: ≥ 40 mórbida

Obesidad en adolescente
La obesidad es uno de los trastornos nutricionales, más comunes en la
adolescencia y a diferencia de otros trastornos que afectan la salud, tiene mayor
consecuencia adversa en los planos individual, económica y social. El elevado aporte
de energía que proveen las grasas puede producir un desequilibrio energético que
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aumenta la acumulación de grasa corporal, especialmente en aquellos individuos


genéticamente predispuestos. El aumento de la incidencia de la obesidad durante la
pubertad, la tendencia en ambos sexos a presentar una distribución de grasa androide
centralizada y la alta probabilidad de que la obesidad persista después de la
adolescencia, tienen efectos importantes sobre la salud pues aumentan el riesgo de
morbilidad y mortalidad por enfermedades crónicas no transmisibles.
Dado que los fenómenos que ocurren en la pubertad están relacionados
estrechamente con el desarrollo de la adiposidad, la restricción de energía es un
método ineficaz y peligroso para controlar el peso corporal.
Los factores que influyen en la obesidad del adolescente son los mismos que los
del adulto. Con frecuencia, un adolescente ligeramente obeso gana peso con rapidez y
se hace sustancialmente obeso en pocos años.
Muchos adolescentes obesos tienen una pobre imagen de sí mismos y se hacen
progresivamente más sedentarios y socialmente aislados. Sus padres a menudo no
saben cómo ayudarlos.
No hay muchas opciones disponibles en los tratamientos para adolescentes
obesos. Hay pocos programas comerciales proyectados para ellos, pocos médicos que
tengan experiencia en el tratamiento específico de los adolescentes y en el uso de
fármacos que permitan ayudarlos.
Las escuelas brindan diversas oportunidades para la educación en nutrición y para
la actividad física, pero estos programas raramente se ocupan lo suficiente en enseñar
a los adolescentes a controlar la obesidad. A veces se lleva a cabo una intervención
quirúrgica cuando la obesidad es importante.
La modificación del comportamiento puede ayudar a los adolescentes a controlar
la obesidad. Consiste en reducir el consumo de calorías estableciendo un régimen
bien equilibrado con los alimentos habituales y realizando cambios permanentes en
los hábitos alimentarios, así como aumentar la actividad física con ejercicios como
caminar, andar en bicicleta, nadar y bailar. Las colonias de vacaciones para los
adolescentes obesos generalmente les ayudan a perder una considerable cantidad de
peso; sin embargo, sin un esfuerzo mantenido generalmente se recobra el peso
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perdido. La asistencia psicosociológica para ayudar a los adolescentes a enfrentarse


con sus problemas y a combatir su escasa autoestima puede ser útil.

Causas de la obesidad en la adolescencia


Tradicionalmente se ha considerado la obesidad como un trastorno del equilibrio
entre la ingesta y el gasto energético, lo cual es parcialmente cierto hasta la medida en
que no debe asignarse solamente la obesidad al exceso de alimentación sino a
trastornos del gasto energético. Experimentalmente se ha demostrado que en
intervalos cortos de exceso alimentario en voluntarios la ganancia ponderal puede no
ser la esperada para la ingesta, y en otros casos la ingesta alimentaria, sin ser
excesiva, produce incrementos pondérales a mediano plazo. Existen y se sospechan
de tiempo atrás factores intrínsecos al individuo que permiten la aparición de
obesidad, estos factores se pueden catalogar como:
Factores genéticos: se cree que hay factores genéticos predisponentes pero es
muy discutible. En una familia en la que hay vatios obesos, normalmente suelen tener
los mismo hábitos de vida o parecidos, por lo que podría ser que el factor genético y
el factor malos hábitos se potenciaran.
Excesivo aporte calórico: excesivas calorías en la ingesta se acumulan en forma
de triglicéridos, aumentando los adipositos, que son las células almacenadotas de
grasa.
Trastorno endocrinos: alteraciones hipofisiarias y gonadales: síndrome de
Cushing, hipotiroidismo; afectan al 5% de los obesos.
Problemas emocionales: compensación, satisfacción.
Uso de determinados medicamentos: algunos fármacos como los antidrepresivos
triciclos se asocian al aumento de peso.
Factores socioculturales y económicos: las clases sociales más bajas consumen
alimentos con mayor contenido en glúcidos y grasas por su precio más económico,
apareciendo por ello mayor número de obesos.
Malos hábitos alimenticios y disminución de la actividad física
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Tipos de obesidad
Se distinguen diferentes tipos de obesidad en función del criterio de clasificación,
morfología del tejido adiposo, movilidad y distribución de la grasa
Según la morfología del tejido adiposo
• Obesidad hiperplásica: se caracteriza por un número anormal de adipositos.
Un individuo de peso normal tiene entre 25 y 30 billones de adipositos, mientras que
una persona obesa puede tener entre 42 y 106 billones.
• Obesidad hipertrófica: esta asociada principalmente con un aumento del
tamaño de adipositos existentes. El tamaño de éstos aumenta durante el crecimiento
acelerado de la adolescencia y lo sigue haciendo cuando en las células se almacena un
exceso de grasa en forma de triglicéridos.
Según su movilidad
• Obesidad Dinámica: obesidad formativa, reciente, en la que la respuesta del
tejido adiposo a una dieta restrictiva produce una fácil movilización de grasa y
disminución de peso. Se produce por un aumento de la ingesta o una disminución de
la actividad física.
• Obesidad Estática: etapa más avanzada de la enfermedad. Resulta difícil
movilizar la grasa del tejido adiposo al hacer dieta. Tiene un bajo metabolismo y un
bajo requerimiento energético
Según la distribución de la grasa
• Obesidad tipo androide (masculina): este tipo de obesidad se conoce también
como obesidad abdominal, central, del tronco, y a veces como obesidad de forma de
manzana. La obesidad tipo androide se caracteriza por la acumulación en la región
abdominal, especialmente en la intra-abdominal, de grasa visceral profunda y también
de grasa subcutánea.
• Obesidad de tipo ginecoide (femenina): esta obesidad se caracteriza por una
acumulación de grasa en la región gluteofemoral: caderas, nalgas y muslos. Se la
conoce como obesidad de la parte inferior del cuerpo y como obesidad en forma de
pera. Se considera la obesidad ginecoide cuando el coeficiente cintura cadera es
inferior a 1 en hombres y a 0,85 en mujeres.
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Consecuencias de la obesidad en la adolescencia:


La obesidad, a diferencia de la anorexia y la bulimia nerviosas, no se considera un
trastorno psiquiátrico. Se trataría de un cuadro médico por exceso de grasa corporal,
-por consumo habitual de dietas cuyo valor calórico es superior a las necesidades de
energía del sujeto-, que a partir de un determinado nivel de peso por encima del
considerado peso ideal, podría comportar una serie de riesgos para la salud.
Se ha encontrado que la obesidad infantil y juvenil se asocia eventualmente a un
conjunto de complicaciones que puede sufrir desde la adolescencia y acarrearla hasta
la edad adultas entre estas tenemos.
Complicaciones medicas:
• Un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular, de hipertensión arterial,
muerte por enfermedades cardiovasculares isquémicas y arteriosclerosis en la vida
adulta.
• La mayor prevalencia se asocia a una mayor incidencia de diabetes tipo 2 (no
insulino dependiente) en la población menor de 20 años.
• Dentro de las complicaciones menos frecuentes, la colelitiasis si bien es de
rara presentación en menores de 20 años, el 50% de ellas ocurre en adolescentes
obesos.
• La apnea del sueño otra condición que puede presentarse en niños con
obesidad severa, se asocia al síndrome de hipoventilación del obeso y es uno de los
trastornos que obliga a una terapia urgente para reducir el peso corporal.
• Las complicaciones ortopédicas producidas como consecuencia de un peso
que excede la capacidad de resistencia esquelética son variadas, y pueden ir desde
simples molestias dolorosas que comprometen fundamentalmente extremidades
inferiores, incurvación de la tibia conocida como enfermad de Blount hasta
complicaciones mayores como la epifisiolisis de cabeza femoral que puede
presentarse en niños obesos con retraso puberal y puede dañar el cartílago de
crecimiento.
• El ovario poliquístico es otro síndrome asociado a la obesidad juvenil y se
caracteriza por alteraciones de los ciclos menstruales o amenorrea primaria o
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secundaria en adolescentes que además son hirsutas. En un porcentaje importante de


ovarios poliquísticos se acompaña de acantosis, hiperinsulinismo y valores elevados
de presión arterial
• El crecimiento acelerado tanto estatural como madurativo, es otra condición
que acompaña a la obesidad infantil y juvenil, que no se traduce necesariamente en
una mayor estatura final. Los niños y adolescentes obesos tienen una estatura y una
maduración ósea más acelerada que los no obesos y, de la misma forma, una
tendencia a presentar tempranamente los eventos puberales.
Complicaciones económicas:
• Coste de los tratamientos para perder peso así como coste para cubrir las
enfermedades debidas a la obesidad.
• Imposibilidad de hacerse seguros de vida o a muy alto coste.
• Coste añadido de la ropa especial.
• Alto índice de fracaso escolar.
• Dificultad y discriminación por parte de la sociedad a la hora de encontrar
buenos trabajos o ascensos.
• Coste adicional del consumo elevado de la comida.
Complicaciones emocionales:
• Depresión.
• Retiro y discriminación social.
• Alteraciones neuróticas.
• Falta de autoestima, incluso odio contra uno mismo y con alto índice al
suicidio.

Malos hábitos alimenticios


Con frecuencia los padres se alarman no sólo por lo mucho que comen sus
adolescentes, sino también por lo que consumen, y temen que el refrigerador esté
siempre vacío o que las comidas rápidas que sus hijos consumen perjudiquen su
salud.
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Los nutriólogos, que se preocupan menos por los refrigeradores vacíos que por las
calorías vacías, se apresuran a señalar que hay ciertas clases de comida “rápida” que
son nutritivas. Por ejemplo, los batidos de leche, helados y otros productos similares,
que son ricos en calcio; las papas, que tienen vitamina C; y el queso y la carne, que
tienen proteínas. Pero para una alimentación equilibrada también se requieren frutas y
verduras. Asimismo es necesario verificar que los adolescentes cuenten con
información nutricional adecuada, lo que no alterará por fuerza de voluntad.
¿Los adolescentes no comen bien porque no saben hacerlo?, o acaso saben todo lo
que necesitan sobre nutrición pero no basan en ellos su elección de alimentos. Por
ejemplo cuando se les ofrecen frutas y verduras en los almuerzos escolares; es común
que las elijan. De cualquier modo, es más probable que las consuman en casa que
cuando comen fuera. Además, dadas las funciones de carácter social que cumplen los
establecimientos de comida rápida, los adolescentes comen fuera tanto como sus
padres o sus bolsillos lo permitan. Por ende, no es tanto la falta de información
nutricional como el exceso de alimentos, el maravilloso sabor de las frituras cubiertas
de salsa y los hábitos alimentarios de compañeros y modelos lo que determina las
costumbres de alimentos de los adolescentes.
Es evidente que no todos los muchachos tienen malos hábitos alimentarios, pero
entre quienes lo tienen pueden sobrevivir dos clases de problemas, aparte de la
desnutrición: obesidad por comer en exceso y no hacer ejercicios, y trastornos más
relacionados con las dietas en sus diferentes formas, incluidas la dieta del “yoyo” y
las comilonas seguidas de ayunos.

Nutrición en la adolescencia
La nutrición es la ciencia encargada del estudio y mantenimiento del equilibrio
homeostático del organismo a nivel molecular y macro sistémico, garantizando que
todos los eventos fisiológicos se efectúen de manera correcta, logrando una salud
adecuada y previniendo enfermedades. Los procesos macrosistémicos están
relacionados a la absorción, digestión, metabolismo y eliminación. Y los procesos
moleculares o microsistémicos están relacionados al equilibrio de elementos como
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enzimas, vitaminas, minerales, aminoácidos, glucosa, transportadores químicos,


mediadores bioquímicos, hormonas etc.
Una nutrición adecuada es la que cubre:
• Los requerimientos de energía a través de la metabolización de nutrientes
como los carbohidratos, proteínas y grasas. Estos requerimientos energéticos están
relacionados con el gasto metabólico basal, el gasto por la actividad física y el gasto
inducido por la dieta.
• Las necesidades de micronutrientes no energéticos como las vitaminas y
minerales.
• La correcta hidratación basada en el consumo de bebidas, en especial el agua.
• La ingesta suficiente de fibra dietética.
Las necesidades nutricionales de los adolescentes vienen marcadas por los
procesos de maduración sexual, aumento de talla y aumento de peso, característicos
de esta etapa de la vida. Estos procesos requieren una elevada cantidad de energía y
nutrientes, hay que tener en cuenta que en esta etapa el niño gana aproximadamente el
20% de la talla que va a tener como adulto y el 50% del peso. Estos incrementos se
corresponden con aumento de masa muscular, y masa ósea. Toda esta situación se ve
directamente afectada por la alimentación que debe estar dirigida y diseñada para
cubrir el gasto que se origina.
Los cambios somáticos que van a incidir en las necesidades nutricionales de la
adolescencia son aceleración del crecimiento longitudinal, aumento de masa corporal
(distinta cualitativamente en cada sexo) y maduración sexual
Estos cambios están influenciados a su vez por la variabilidad individual en
relación a la actividad física y al momento en que se inician los cambios puberales.
Los requerimientos nutricionales que requiere un adolescente diariamente se
pueden agrupar en:
Energéticos: los requerimientos energéticos en esta etapa son superiores a los de
cualquier otra, estando principalmente relacionado con la actividad física, para igual
edad biológica y sexo. El factor actividad puede suponer una variabilidad de hasta el
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100% sobre las cifras medias. Esos requerimientos son crecientes en números
absolutos pero disminuyen con la edad por unidad de peso.
Proteínas: el crecimiento corporal y sobre todo el desarrollo de la masa magra son
los responsables de los importantes requerimientos proteicos de esta etapa por ello
para estimarlas con frecuencia habrá que atender no tanto a la edad cronológica como
a la edad biológica. Se dan diferencias importantes con respecto al sexo en base a las
diferencias de composición corporal y, como para la energía, esas necesidades son
decrecientes su se expresan por unidad de peso. Como índice práctico de calidad
proteica se propone que el 50% de las proteínas son de origen animal.
Minerales y vitaminas: los adolescentes con consumo energético diarios iguales o
superiores a las 2.000 Kcal, tendrán por lo general cubiertas sus necesidades
minerales y vitamínicas. No ocurre así cuando el adolescente hace dietas restrictivas,
o muy monótonas, en las que no incluye alimentos esenciales, y que puedan dar lugar
a verdaderos riesgos nutricionales.
En función del crecimiento acelerado del adolescente son básicos los
requerimientos de calcio, hierro y zinc, mientras que en bastantes casos se presentan
como carencia o subcarencia en adolescentes de ambos sexos, y es interesante señalar
que una alimentación bien planeada podría subsanar al menos en parte esos
problemas.
Calcio (1.300 mg/día): el bajo porcentaje de absorción del calcio no lácteo hace
que se deba poner especial énfasis en el consumo de leche y lácteos. Disminuye la
absorción de calcio excesiva ingesta de proteínas animales. Por el contrario,
aumentan su absorción alimentos como frutas y verduras, ricos en vitamina C.
Hierro: se recomienda un suplemento de 2 mg/día para varones en edad
adolescente durante el periodo de máximo crecimiento, entre los 10 y 17 años. Para
las chicas se recomienda un suplemento de 5mg/dia a partir de la menarquia. El hierro
que mejor se absorbe es el procedente de la carne, mientras que el procedente de
legumbres, verduras y otros alimentos se absorbe peor.
Zinc: está directamente relacionado con la síntesis de proteínas y por lo tanto con
la formación de tejidos por lo que es especialmente importante en la adolescencia. La
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carencia de Zinc, se relaciona con lesiones en la piel, retraso en la cicatrización de


heridas, caída del cabello, fragilidad en las uñas etc. El déficit crónico puede causar
hipogonadismo (pequeño tamaño de órganos reproductores). Se establece una ingesta
diaria de zinc en torno a los 12 mg/día para chicas y 15mg/día para chicos.
En esta etapa la alimentación debe proporcionar un balance positivo de nutrientes
estructurales con el fin de satisfacer la acumulación de energía que precede a los
cambios morfológicos, funcionales y psicológicos que conducen a la adolescencia
también tiene que permitir realizar un nivel importante de actividad física y ser
adecuada para que el niño desarrolle satisfactoriamente sus actividades escolares y
sociales (García MC y García MT, 2003).
Un informe de la FAO/OMS/UNU (1985) define los requerimientos energéticos
como el nivel de ingesta energética a partir de los alimentos que equilibraría el gasto
energético cuando el individuo tiene un tamaño y composición corporal, y un nivel de
actividad física, consistente con una salud prolongada; y que permitiría el
mantenimiento de una actividad física económicamente necesaria y socialmente
deseable. Se añade una advertencia para los niños que dice el requerimiento debería
incluir las necesidades energéticas asociadas con la creación de tejidos (es decir,
crecimiento) a unas proporciones consistentes con una buena salud.
Los problemas de esta población relacionados en gran parte con la alimentación,
son como es sabido, la obesidad y, por otro lado, alteraciones de conducta alimentaria
como anorexia y bulimia.

Buenos hábitos alimenticios


Los Hábitos Alimenticios son el resultado del comportamiento más o menos
consciente, colectivo en la mayoría de los casos y siempre repetitivo, que conduce a
seleccionar, preparar y consumir un determinado alimento o menú como una parte
más de sus costumbres sociales, culturales y religiosas y que está influenciado por
múltiples factores (socioeconómicos, culturales, geográficos, etc.). En la reunión
organizada por EURONUT en 1985 en que se enfocaron desde muchas perspectivas
la definición, de Hábitos Alimenticios, quedó fijada como sigue: .Manifestaciones
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recurrentes del comportamiento relacionado con el alimento por las cuales un


individuo o grupo de ellos prepara y consume alimentos directa o indirectamente
como parte de prácticas culturales, sociales y religiosas. (Moreiras y col, 2001).
Además la edad escolar es una etapa de gran interés para adquirir conocimientos,
potenciar habilidades y favorecer la adquisición de hábitos relacionados con una
alimentación equilibrada que capaciten al niño a tomar decisiones por sí mismo y que
perduren en su edad adulta. Sin duda, para conseguir este objetivo es necesario influir
en el medio familiar y escolar con mensajes claros y concordantes dirigidos a adquirir
HA saludables, teniendo en cuenta las preferencias, costumbres y situaciones
socioeconómicas a fin de proponer dietas razonables, y de fácil aceptación y
aplicación.
La alimentación se estructura siguiendo un patrón alimentario que permita la
combinación de alimentos más adecuada para conseguir una dieta equilibrada en
cuanto a las cantidades, suficiente desde el punto de vista calórico y proporcionada
respecto de los nutrientes. El patrón alimentario que se recomienda para los
adolescentes, establece en cinco el número de comidas diarias que se deben realizar.
Tres más importantes: desayuno, almuerzo y cena, y otras dos de sostén.
Cada una de las importantes debe aportar el 25% de la energía total diaria y las de
sostén el 25% restante. A esta edad se recomienda no saltarse ninguna comida y se
hace especial énfasis en la importancia del desayuno debido a que está íntimamente
relacionado con el rendimiento escolar. Las primeras horas del día suelen ser de
actividad escolar intensa y es necesario que el organismo esté provisto de energía
suficiente para afrontarlas.
Es recomendable que los padres y los jóvenes sigan estos hábitos alimenticios
para poder controlar que no exceda de la ingesta alimentaria:
• Comer única y exclusivamente en los sitios destinados para ello (mesa de
comedor, comedores del colegio).
• Comer durante los horarios destinados a tal fin (desayuno, medias nueves,
almuerzo, onces y comida).
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• Todo tipo de golosinas y gaseosas que no forman parte de la alimentación


recomendada deberán ser excluidas. Los productos industrializados no ofrecen
realmente nada desde el punto de vista alimentario, salvo su gran aporte calórico.
• Tomar siempre un vaso de agua antes y durante la comida, ayudando esta
maniobra a través de la distensión del estomago a producir sensación de saciedad y
disminuyendo por ende la cantidad de ingesta. La sopa en estos casos estaría indicada
siempre y cuando ésta sea de bajo contenido calórico.
• Servir solamente la porción a consumir y en plato pequeño, y no servir los
diferentes componentes como arroz carne y legumbres en diferentes bandejas, esto
con el fin de limitar al niño la alimentación en exceso y fuera de los requerimientos
recomendados para el día.
• Enseñar y dar ejemplo de comer despacio (más de 20 minutos), masticando
bien los alimentos.
• Tener en cuenta que cuando se come solamente se deberá comer y no efectuar
al mismo tiempo otras actividades, como por ejemplo ver televisión, y en lo posible
deberán efectuarse las actividades sin la necesidad de comer, ejemplo clásico es la ida
a cine donde el principal programa no está en la proyección sino en la cantidad de
alimentos a consumir durante ésta.
• Evitar tener en casa las “tentaciones” que engordan. Los alimentos que han
sido excluidos por el médico o la nutricionista deberán evitarse el tenerlos en casa,
pues otros miembros no afectados de obesidad llevan necesariamente al
incumplimiento por parte del joven.
• Entre comidas, preferir los alimentos que engordan menos.
• Aumentar ejercicio diario y estimular actividad deportiva.

Formas de manejar la obesidad en niños y adolescentes incluyen:


• Comenzar un programa de control del peso
• Cambiar los hábitos de comer (comer despacio, desarrollar una rutina)
21

• Planificar las comidas y hacer una mejor selección de los alimentos [comer
menos alimentos grasosos y evitar los alimentos de poco valor nutritivo
• Controlar las porciones y consumir menos calorías
• Aumentar la actividad física (especialmente el caminar) y tener un patrón de
vida más activo
• Enterarse de lo que su niño come en la escuela
• Hacer la comidas en familia en vez de estar viendo la televisión o estar en la
computadora
• No utilizar los alimentos como premio
• Limitar las meriendas
• Asistir a un grupo de soporte
La obesidad con frecuencia se convierte en una cuestión para toda la vida. La
razón por la cual la mayoría de los adolescentes ganan las libras que han perdido es
que al alcanzar su meta, ellos regresan a sus hábitos viejos de comer y ejercitarse. Un
adolescente obeso por lo tanto tiene que aprender a comer y a disfrutar de los
alimentos saludables en cantidad moderada y ejercitarse regularmente para mantener
el peso deseado. Los padres de un niño obeso pueden mejorar la autoestima de su hijo
enfatizando sus puntos fuertes y cualidades positivas en vez de enfocarse en el
problema del peso.
Cuando un niño o adolescente con obesidad también tiene problemas
emocionales, el siquiatra de niños y adolescentes puede trabajar con el médico de la
familia del niño para desarrollar un plan de tratamiento comprensivo. Tal plan ha de
incluir una meta de pérdida de peso, manejo de la actividad física y dieta,
modificación del comportamiento y la participación de toda la familia.

Índice de masa corporal


El índice de masa corporal (IMC), también llamado índice de Quetelet relaciona
el peso con la altura, como se expresa en la formula siguiente:

IMC= peso (kg) / altura² (m²)


22

Este índice tiene las ventajas de utilizar dos variables de fácil medida y gran
precisión, así como presentar una estrecha correlación con los valores de más grasa
obtenidos por técnicas muy precisas como la densitometría. El error estándar de la
estimación de la grasa corporal mediante el IMC es del 5%, y las limitaciones de la
estimación del porcentaje de grasa corporal mediante el IMC derivan principalmente
de que la relación entre el porcentaje de grasa corporal con el IMC no muestran una
relación lineal y, además las fórmulas son poblaciones específicas y relacionadas con
la estructura corporal, especialmente con la longitud de las piernas.
Su principal inconveniente es que el IMC no refleja con precisión la grasa
corporal de un atleta joven, en el que debemos esperar un desarrollo muscular
importante, ni tampoco en una persona con una masa libre de grasa (MLG)
disminuida pero con un peso normal a expensas de un aumento de la grasa corporal,
como ocurre en personas de avanzada edad.
El uso de los valores de IMC para la realización de una clasificación graduada de
sobrepeso y obesidad nos aporta una valiosa información sobre el incremento de
grasa corporal, nos permite la identificación de individuos y grupos con alto riesgo de
morbilidad y mortalidad, así como identificar situaciones prioritarias de intervención
a nivel tanto individual como comunitario.

¿Cómo medir la obesidad?


Técnicas directas:
Densitometría: esta técnica es generalmente considerada como "gold standard"
para la estimación de la grasa corporal. Se basa en el principio de que podemos
deducir la composición relativa a una mezcla de dos componentes de diferente
densidad si conocemos la densidad de cada componente por separado y de la mezcla.
Por lo tanto, podemos deducir la composición de grasa del organismo si conocemos
la densidad de la grasa, de la masa libre de grasa y del propio sujeto. Para ello es
necesario conocer el peso y el volumen del sujeto, para lo que se recurre a métodos de
desplazamiento de agua basados en el principio de Arquímedes o bien a
desplazamiento de agua o aire en un pletismógrafo.
23

El peso de un sujeto dentro del agua resulta difícil, este error puede disminuirse
tomando como referencia el peso de la media aritmética de las tres últimas pesadas de
diez medidas consecutivas. Puesto que la densidad del agua varía con la temperatura,
hay que conocer esta con una precisión de 1ºC, hay que medir también el volumen
residual pulmonar con el individuo dentro del agua o fuera de ésta, pero en cualquier
caso con la misma posición en que se pesó dentro del agua. El peso sumergido
también se afecta por el volumen de gas intestinal, que se estima entre 30 y 100 cc y
no se considera una fuente de error importante, por lo que para minimizar este error
se debe de hacer la medida de la densidad en ayunas. La densidad corporal se puede
calcular utilizando la siguiente ecuación:

Donde:
Ma: peso corporal fuera del agua
Mw: peso corporal dentro del agua
Dw: densidad del agua
Vrp: volumen residual pulmonar
Vri: volumen residual intestinal
Densidad del agua
Y de aquí se calcula el porcentaje de grasa corporal (%GC) usando la fórmula
%GC = [(495/densidad corporal) – 450] x 100
Para el cálculo del peso de grasa corporal (PGC):
PGC= Peso corporal x %GC
Para determinar el peso libre de grasa (PLG)
PLG= Peso corporal – PGC
Medición de agua corporal: El agua en el organismo se puede determinar por el
principio de dilución, según el cual puede estimarse conociendo la cantidad de un
soluto administrado inicialmente y la concentración final en algunas de las muestras
24

corporales tomadas después de un tiempo de equilibrio. Los isótopos utilizados con


más frecuencia son el deuterio, tritio y 18º. A la solución de uno de los dichos
isótopos se le deja alcanzar un estado de equilibrio, usualmente 2 – 3 horas después
de su administración. Teniendo en cuenta la asunción de que el porcentaje de agua
fijado a la MLG es de un 70 a un 72 por ciento, la grasa corporal es la diferencia entre
el peso corporal total y la MLG calculada, con una corrección para el peso del
esqueleto. Incluso en el caso de que la cantidad de agua total del cuerpo se midiera de
forma precisa, la realidad es que el porcentaje de agua de un individuo a otro varía del
69,6 al 77,9 por ciento. Los efectos de esta variación pueden ser significativos, ya que
un cambio de un 7 por ciento puede resultar en una diferencia de 10 kg en el
contenido graso corporal estimado, así mismo, en obesos la hidratación de la MLG
también aumenta.
Potasio corporal total: el potasio es un elemento principalmente intracelular y
prácticamente limitado al compartimento libre de grasa. El potasio 40 (K-40) es un
isótopo presente en la naturaleza a una proporción constante de 0,012 por ciento y
que emite una radiación gamma 1,46 MeV, característica que puede ser detectada
mediante contadores externos adecuados. Estas propiedades permiten determinar la
MLG a partir del contenido en potasio corporal total, sabiendo que el contenido en
potasio es de 2,66 y 2,50 g/k de MLG en hombres y mujeres respectivamente. La
grasa corporal total se calcula por la diferencia entre el peso y la MLG. Una vez mas,
la diferencia en el contenido de potasio por kilogramo de MLG de agua intracelular
que varía de una persona a otra puede darnos valores poco precisos.
Técnicas Indirectas:
Antropometría: literalmente significa "la medida del hombre". Su aplicación al
estudio de la obesidad constituye el método menos costoso y mas ampliamente usado
para la medición de la composición corporal tanto en estudios clínicos como
epidemiológicos. Entre las medidas antropométricas consideradas más útiles en la
valoración de la obesidad se incluyen, peso, estatura, pliegues cutáneos,
circunferencias del tronco y de los miembros y el espesor sagital del tronco.
25

• Peso: La báscula a utilizar debe de tener un mínimo de intervalos de 100 g, y


el paciente debe de ser pesado en ropa interior y sin zapatos, así mismo debe de
realizarse siempre a la misma hora.
• Talla: Deben de considerarse las mismas condiciones expuestas para la
pesada.
• Pliegues cutáneos: El porcentaje de grasa corporal puede ser estimado
midiendo el ancho de los pliegues subcutáneos con un "caliper" que haya sido
previamente validado y calibrado. Para obtener un resultado óptimo en la estimación
se requiere medir el pliegue cutáneo en cuatro diferentes lugares del cuerpo, no
obstante valores obtenidos en sólo dos lugares pueden ser aceptables.
Lugares de medidas del pliego cutáneo
• Tríceps: medición del pliegue cutáneo vertical en el dorso del brazo, en el
punto medio entre el vértice del hombro o proceso lateral del acromian y la punta del
codo o el olécranon de la ulna.
• Subescapular: medición del pliegue cutáneo oblicuo realizado exactamente
debajo de la punta del vértice de la escápula o ángulo inferior del hueso escapular.
• Abdominal: medición de pliegue cutáneo vertical aproximadamente 3cm a
la derecha y 1cm debajo del punto medio del ombligo.
• Suprailíaco: medición del pliegue cutáneo ligeramente oblicuo justo por
enzima de la cresta iliaca y la línea axilar media.
• Muslo: medición del pliegue cutáneo vertical anterior al punto medio del
borde superior del hueso patelar y el pliegue inguinal
• Pantorrilla: medición del pliegue cutáneo vertical en la región media de
máxima circunferencia de la pantorrilla. El paciente debe de estar sentado con la
pierna derecha flexionada aproximadamente 90°
• Axilar media: medición del pliegue cutáneo realizada en la línea axilar
media derecha a nivel de la porción superior de la apófisis xifoide.

Tratamiento contra la Obesidad


26

La obesidad constituye una enfermedad multifactorial. El número y la variedad de


las dietas recomendadas, la expansión de las clínicas de adelgazamiento y centros
dietéticos, y los diferentes tipos de tratamiento para perder peso, que van desde la
hipnosis a la utilización de los tratamientos hormonales, supresión de la apetito con
fármacos o terapias de grupo y de conducta, para nombrar algunos, dejan entrever la
gran dificultad que tienen los obesos para perder peso, y sobre todo para mantener el
peso perdido
Tratamiento dietético de la obesidad
La reducción de calorías para conseguir un balance energético negativo es uno de
los primeros pasos del tratamiento. La decisión de qué tipo de dieta a seguir
dependerá de la urgencia en la pérdida de peso, la cual está asociada a las
complicaciones relacionadas con la enfermedad.
El tratamiento dietético es recomendado a pacientes con un Indice de Masa
Corporal (IMC) superior a 30, a pacientes con un IMC entre 25 y 29,9 , o a aquellos
con un perímetro alto de cintura y dos o más factores de riesgos.
Una obesidad mórbida con un síndrome de apnea obstructiva del sueño o con
problemas respiratorios graves será candidata a una reducción de peso drástica por su
riesgo vital a corto plazo. Una obesidad moderada, sin complicaciones metabólicas,
se benefeciará de una reducción de peso más progresiva mientras se modifican los
hábitos dietéticos a largo plazo.
Un plan de alimentación individualizado debe ser parte integrante de un plan de
pérdida de peso. Junto con un plan individualizado de ejercicios, el plan de comidas
debe crear un déficit de 500 a 1.000 calorías por día para producir 0,5 a 1Kg de la
pérdida de peso por semana. Dietas con 1.000 a 1.200 calorías para las mujeres, y de
1.200 a 1.500 calorías para los hombres son típicamente recomendados. El plan de
alimentación debe ser bajo en el total de grasas, grasas saturadas y grasas trans.
Comer una variedad de alimentos de los cinco grupos de alimentos es la clave
Tratamiento farmacológico de la obesidad
Desde hace años se busca una "pastilla mágica" que permitiera desaparecer la
obesidad sin restricción dietética y que pudiera actuar a tres niveles:
27

• Favoreciendo la sensación de saciedad y produciendo disminución en la


sensación de hambre
• Interfiriendo la absorción de nutrientes específicos
• Estimulando el gasto energético
Hasta el momento, la "pastilla mágica" es sólo una utopía. Se han desarrollado
fármacos que cumplen propósitos individuales. Entre estos medicamentos se
encuentran aquellos que suprimen el apetito, los que incrementan el gasto energético,
y los que modifican la absorción o el metabolismo de macronutrimentos. Sin
embargo, algunos de ellos, a pesar de haber sido aprobados, han tenido que ser
retirados del mercado debido a su asociación con efectos adversos graves.
Se deben prescribir fármacos antiobesidad a largo plazo, a pacientes de ambos
sexos con un Índice de Masa Corporal (IMC) igual o mayor a 30, cuando los
enfoques conservativos no farmacológicos como dieta y ejercicio no hayan resultado
efectivos en propiciar pérdidas de peso deseables o esperadas. También recomiendan
el uso de fármacos antiobesidad en individuos de ambos sexos con un IMC entre 27 y
30 que incluya la presencia de al menos una de las siguientes comorbilidades:
• Pacientes con diabetes tipo 2, hipertensión, dislipidemia, artritis, gota.
• Pacientes con hernia de disco intervertebral o enfermedad articular grave.
• Pacientes con cáncer de próstata, colorrectal, de útero, ovario o mama.
• Pacientes con venas varicosas e insuficiencia vascular periférica.
De los fármacos con los que contamos hoy en día para el tratamiento de la
obesidad se encuentran: la sibutramina y el orlistat para tratar la obesidad a largo
plazo. También se cuenta con mazindol y fentermina para tratamiento a corto plazo
no mayor de tres meses; y con metformina, que está aprobada para el tratamiento del
diabético tipo 2 obeso y podría ser de utilidad en la obesidad visceral
Tratamiento quirúrgico de la obesidad
La cirugía para adelgazar (cirugía bariátrica) es la única opción que actualmente
trata con eficacia la obesidad excesiva en las personas en las que han fracasado
medidas más conservadoras como la dieta, el ejercicio y los medicamentos.
28

Los candidatos a este tratamiento son los pacientes con un Índice de Masa
Corporal superior a 40, exceso de peso de 45 Kg o sobrepeso del 200% del peso ideal
mantenido durante más de 5 años; aquellos que han fracasado al tratamiento médico o
dietético correctamente realizado; de edad superior a los 15-18 años e inferior a los
50-55 años; que tengan un consentimiento sicológico adecuado y ausencia de
trastornos siquiátricas importantes y un riesgo quirúrgico y anestésico aceptable.
Hay dos mecanismos fundamentales por los que la cirugía puede conseguir una
pérdida de peso importante: restringiendo el aporte de alimentos conocido como
tratamiento restrictivo, o disminuyendo su absorción, conocido como tratamiento
malabsortivo.
• Algunas operaciones son malabsortivas puras, como la derivación yeyuno
ileal
• Otras son restrictivas puras, como la gastroplastia vertical o la banda gástrica
hinchable.
• Otras, llamadas mixtas, intentan en distinto grado explotar la asociación
simultánea de los dos mecanismos: el estómago se reduce o se extirpa más o menos, y
el intestino se deriva de modo más o menos importante. Con la suma de ambos
mecanismos y siempre según su grado, se pretende disminuir los efectos negativos de
cada uno de ellos por separado. Las derivaciones gástricas o by-pass y las
derivaciones bilio-pancreáticas (DBP) son ejemplos de ellas

Actividad física en adolescentes obesos


Según Ortega (1992), dice que: “La actividad física es una conducta compleja
que resulta difícil de medir, es cualquier movimiento corporal producido por los
músculos esqueléticos que produce un gasto energético. Esta puede ser categorizada
dentro de nuestra vida diaria en ocupacional, práctica de deportes,
acondicionamiento, tareas caseras y otras actividades. El ejercicio físico constituye el
subgrupo en el que la actividad física es planificada, estructurada y repetitiva, y tiene
como objeto final o intermedio la mejora o el mantenimiento de la forma física. Y la
forma física consiste en una serie de atributos que las personas tienen o adquieren que
29

se relacionan con la capacidad para realizar actividad física. El American College of


Sport Medicine define la forma física como la capacidad para realizar actividad física
de niveles moderados a vigorosos, sin que aparezca la fatiga, y la capacidad de
mantener tales posibilidades durante toda la vida. Su grado puede ser medido con test
específicos. La forma física es un parámetro fisiológico, y el ejercicio o la actividad
física es una conducta o hábito. La forma física completa incluye los siguientes
componentes: resistencia cardiorrespiratoria o resistencia orgánica, resistencia
muscular, fuerza, velocidad, flexibilidad o elasticidad. La mejora o el mantenimiento
de la forma física consiste en la mejora o el mantenimiento de las cualidades que la
componen, por tanto, la mejora o el mantenimiento de la forma física, se consigue
entrenando cada una de sus cualidades, o haciendo trabajo o ejercicio físico que
requiera de estas. Por otra parte, la mejora o mantenimiento de la forma física
dependerá también de la cantidad de trabajo que se realice, y de la intensidad con que
se haga. Si se quiere mejorar la forma física habrá que ir haciendo cada vez más
trabajo y aumentando progresivamente su intensidad: una vez alcanzado un nivel
determinado de forma física, si se desea únicamente mantenerla, entonces será
suficiente con mantener la misma capacidad de trabajo a la misma intensidad que se
venia realizando últimamente” (pág. 407).
El caminar es una de las actividades físicas (ejercicio físico) más recomendables
para el obeso, al menos en las etapas iniciales, ello resulta más factible de realizar, no
impone un esfuerzo desmedido ni riesgos para la salud, no requiere de gimnasio ni de
economía, que habitualmente son las razones esgrimidas por los obesos para no
realizar ejercicio.
No se debe olvidar que las actividades físicas denominadas espontáneas o de la
vida diaria, como caminar, subir escalas, limpiar, etc., tienen un fuerte impacto en el
control del peso corporal y en la reducción de los factores de riesgo cardiovascular.
Debe tenerse presente que la pérdida de peso sólo mediante la práctica de ejercicios
regulares, sin restricción concomitante de la dieta, es prácticamente imposible, por lo
cual de acuerdo a los diferentes trabajos, se sugiere que el gasto de energía semanal
en actividad física (ejercicio físico) sea aproximadamente 1.500 a 2.000 kcal, lo que
30

permite bajar de peso y mantenerlo a través del tiempo, con todos los beneficios que
ello significa para la salud
González G. (1992) afirma que “la actividad física (ejercicio físico) en la obesidad
moderada disminuye el peso graso del cuerpo, a expensas de reducir el volumen de
los lipocitos. La respuesta de la obesidad hiperplásica (La debida al aumento del
número de células grasas) es diferente al de la hipertrófica (La originada por el
aumento del tamaño de los lipocitos). Tanto el ejercicio intenso como el
entrenamiento sostenido, modifican el metabolismo de la glucosa, de la insulina y de
los lípidos, de manera que se produce una mejoría en la tolerancia a la glucosa y una
reducción en los niveles de insulina, al mismo tiempo que aumenta el consumo de las
grasas. Un hecho importante para comprender la acción del ejercicio en la obesidad,
es que mientras que en los sujetos delgados una vez finalizado el esfuerzo (Siempre
que el gasto energético supere en más del diez (10%) por ciento al de reposo) se
produce un aumento compensador de la ingestión de alimentos, en los obesos no se
observa este fenómeno. Para que la actividad física sea útil en el tratamiento de la
obesidad, es necesario que el consumo energético por sesión supere las trescientas
(300) kilocalorías y que la frecuencia del entrenamiento rebase los tres (3) días por
semana. Esfuerzos menos reiterados no producen la disminución de la grasa corporal.
La actividad física (ejercicio físico) es un excelente complemento de la dieta para
tratar la obesidad, más por los resultados a largo plazo (las personas que incluyen en
el tratamiento de la obesidad el ejercicio ganan menos peso con el tiempo), que por
las reducciones inmediatas” (pág. 8-9).
Los ejercicios pueden clasificarse en:
• Ejercicios aeróbicos: actividades apoyadas por el metabolismo aeróbico (la
conversión de los hidratos de carbono y las grasas en dióxido de carbono y agua en la
presencia de oxígeno, es decir, el ciclo de Krebs). Los ejercicios aeróbicos se
caracterizan por actividades que involucran grandes grupos musculares y que se
practican de una manera rítmica y continua por más de 15 minutos. Por ejemplo:
correr, montar en bicicleta, nadar, esquiar, patinar, etc,. Con este tipo de ejercicios se
31

obtiene mayor beneficio para la condición física y el bienestar total que con los
anaeróbicos.
• Ejercicios anaeróbicos: involucran el metabolismo anaeróbico (la conversión
de glucosa en ácido láctico en ausencia de oxígeno). Son actividades de gran
intensidad en las que se gasta el oxígeno disponible y luego se usan las vías
anaerobias para promover la energía adicional necesaria. Por ejemplo: levantamiento
de pesas y deportes competitivos.
• Ejercicios isométricos: hacen que los músculos antagonistas se contraigan,
incrementando así el tono de las fibras musculares sin cambiar la longitud del
músculo ni mover las articulaciones. Estos ejercicios tienen poco efecto sobre el
sistema cardiovascular o respiratorio, aunque a veces no son bien tolerados por
personas con enfermedades coronarias. Las personas que realizan estos ejercicios
tienen que aprender a exhalar cuando realizan el esfuerzo.

Actividad vs inactividad:
En esta sección nos parece útil el hecho de poder citar evidencias objetivas acerca
de la comparación que se puede hacer entre un organismo físicamente entrenado y
uno carente de actividad física regular.
Está claro que los sujetos racionalmente y regularmente entrenados, es decir,
descartando a los deportistas de elite, sufren menos alteraciones en su salud, visitan
menos a los médicos internistas, (quizás aumentan sus consultas al traumatólogo),
consumen menos cantidad de fármacos, (pero quizás más de suplementos), enferman
menos, ( al menos del cuerpo) y viven más años que los que no hacen ejercicio físico,
pero puede que no lo pasen tan bien, según el concepto vulgar y moderno de "pasarlo
bien".
Es claro que el perfil bioquímico, denominado "metabolic fitness" actualmente, es
mejor en la población entrenada que en la no entrenada. Los tests de tolerancia a la
glucosa se acercan más a las curvas normales, los niveles de triglicéridos y colesterol
están en el borde de lo normal, los HDL, colesterol bueno, es definitivamente
superior a los sedentarios, los niveles de presión arterial son inferiores, la frecuencia
32

cardiaca en reposo es significativamente inferior y los niveles de catecolaminas


circulantes también son inferiores.
A nivel de sistemas podemos indicar que el volumen sanguíneo es mayor y las
cifras de presión arterial, frecuencia cardiaca, respiratoria, de ventilación y consumo
de oxigeno son también más óptimos en sujetos entrenados que en sedentarios para
una misma edad y sexo. A nivel celular, especialmente del tejido muscular, que como
describiéramos, al parecer es fundamental en la posibilidad de mantener adecuados
niveles de salud: el numero de capilares por fibra muscular es mayor, la densidad y
volumen mitocondrial es también significativamente superior, la actividad enzimática
glicolítica y oxidativa también es mayor, la mantención de fibras musculares en el
tiempo del tipo IIa y IIb también es mayor y la sensibilidad de receptores hormonales
también es mayor. Concomitante a ésto los procesos de síntesis de proteínas también
están más estimulados y mejor balanceados y la actividad catabólica del tejido
muscular esta debidamente estimulada. Los depósitos energéticos están aumentados y
el nivel de hidratación también es mayor.
Todo esto permite que las funciones de órganos y sistemas puedan estar
mayormente solicitados y por ende los mecanismos de adaptación estén más
desarrollados modificando umbrales que permiten una mayor eficiencia y tolerancia
ante el stress fisiológico producido por agentes externos. Del mismo modo el sistema
inmunológico también esta en mejores condiciones de defender a nuestro organismo
de elementos patógenos, sin embargo, en los extremadamente entrenados este sistema
esta debilitado exponiendo al deportista a una mayor vulnerabilidad a dichos agentes.
En definitiva los sujetos entrenados racionalmente, poseen características y
niveles de desarrollo de órganos y funciones que hacen que dichos sujetos puedan
tener mejor calidad de vida y mayor sobrevida y esta característica es independiente
de edad y sexo, es decir, la posibilidad de profitar de este fenómeno del ejercicio
físico es beneficioso para ambos sexos y en todas las edades, pudiéndose hoy hacer la
absurda comparación (desde el punto de vista de las variables fisiológicas), entre
viejos entrenados con jóvenes sedentarios o mujeres entrenadas con hombres
sedentarios.
33

CAPITULO III

MARCO METODOLÓGICO

En toda investigación es de gran importancia que los hechos y relaciones que


establece, los resultados obtenidos o nuevos conocimientos, tengan el grado máximo
de exactitud y confiabilidad. Para ello se planea una metodología que se sigue para
lograr de una manera precisa el objetivo de la investigación.
Tamayo & Tamayo (2003) dice “científicamente la metodología es un
procedimiento general para lograr de manera precisa el objetivo de la investigación,
por lo cual nos presenta los métodos y técnicas para la realización de la
investigación” (Pág. 175).

Tipo de la investigación

La presente investigación estuvo enmarcada y siguió los lineamientos de un


proyecto factible y se circunscribe a un estudio de campo descriptivo, tomando en
cuenta que la mayor información se localiza en el escenario real donde ocurre el
planteamiento del problema
El proyecto factible se define según el manual de la Universidad Pedagógica
Experimental Libertador (UPEL 1990); “Como la elaboración de una propuesta de
modelo operativo viable o una solución posible a un problema de tipo practico, para
34

satisfacer necesidades de una institución o grupo social, la propuesta debe tener


apoyo, bien sea de una investigación de campo o una investigación de tipo
documental y puede referirse a la formulación de políticas, programas, tecnologías,
métodos o proceso” (Pág. 7)
La presente investigación es un proyecto factible, porque pretende solucionar el
problema que enfrenta los estudiantes de 13 a 14 de la U.E.N.B. “Santa Cruz” a
través de la aplicación de un programa de ejercicios físicos
Por otra parte la investigación se constituyó documental, ya que estuvo apoyada en
bases bibliográficas a fin de ampliar y profundizar los conocimientos referentes al
objeto de estudio.

Área de la investigación

Según Sabino, C (1978) “es el área de la investigación implica la selección de un


campo de trabajo, del problema donde nos situamos” (Pág. 148).
El área temática del estudio se ubico en el campo de la salud y la actividad física
en lo referente a la obesidad.
Desde el punto de vista geográfico la investigación se llevo a cabo en la Unidad
Educativa Nacional Bolivariana “Santa Cruz” (Residencias) ubicada en Santa Cruz
Municipio José Ángel Lamas Edo. Aragua. La temática esta centrada en las áreas de
obesidad y ejercicios físicos.

Población y muestra

Población
La población es un conjunto de elementos que poseen características definitorias.
Según Tamayo & Tamayo (2003) “totalidad de un fenómeno de estudio,
incluyendo la totalidad de unidades de análisis o entidades de población que integran
dichos fenómenos y que debe cuantificarse para un determinado estudio integrando
un conjunto de N de entidades que participan de una determinada característica, y se
35

le denomina población por constituir la totalidad del fenómeno adscrito a un estudio


de investigación” (Pág. 176).

En esta investigación la población estuvo representada por 35 estudiantes que


cursan estudios académicos en la Unidad Educativa Nacional Bolivariana “Santa
Cruz” (Residencias) Santa Cruz Municipio José Ángel Lamas Edo. Aragua

Muestra
Es la selección de alguno de los elementos con la intención de averiguar algo
sobre la población de la cual están tomados.
Esta quedo conformada por 12 estudiantes que fueron seleccionados ya que son
las que presentan mayor grado de obesidad adolescente.

Técnicas e instrumentos de recolección de datos

Los instrumentos de recolección de datos son de gran importancia en la


investigación científica ya que los mismos conforman técnicas que ayudan al
investigador estudiar aspectos de importancia para su investigación.
Entre las técnicas utilizadas por los investigadores destacaron la observación
directa y la encuesta y como instrumento de recolección de datos, el registro de
observación y el cuestionario; ya que estos van a permitir obtener información precisa
y real acerca del tema objeto de estudio.
Según Tamayo & Tamayo (2003) “el cuestionario contiene los aspectos del
fenómeno que se consideran esenciales; permite además, aislar ciertos problemas que
nos interesan principalmente; reduce la realidad a cierto número de datos esenciales y
precisa el objeto de estudio” (Pág. 185)

Validez y confiabilidad
36

El estudio es valido ya que esta adecuado a los fines requeridos por la sociedad
como lo son el de mejorar continuamente la salud y mantener un equilibrio corporal
para una mejor calidad de vida.
El estudio es confiable ya que la muestra seleccionada son los estudiantes que
presentan el problema de obesidad y por lo tanto los resultados reflejaran lo que
realmente ocurre en la población con respecto al problema a analizar.

Técnicas para el análisis de datos

Las técnicas utilizadas serán el análisis cuantitativo y cualitativo.


El análisis cualitativo se obtuvo mediante toda la información verbal que se
recopilara en la investigación; en cuanto al análisis cuantitativo el mismo se
conseguirá con toda la información numérica del instrumento de recolección de
datos. El análisis de los resultados se realizara con la estadística descriptiva
(frecuencia y porcentaje) y la graficación (diagrama circular).
Se revisaran, codificaran y clasificaran los resultados presentándolos en tablas de
frecuencias relativas o porcentajes y se calcularan matemáticamente.

Fases de la investigación

(a) Fase 1: Planteamiento y formulación del problema; en esta fase nos


plantearemos el problema a estudiar, delimitándolo y proponiéndonos unos objetivos
a alcanzar.
(b) Fase 2: revisión documental; se hace una investigación exhaustiva de los
antecedentes y cualquier información que guarde relación con el tema a investigar.
(c) Fase 3: diseño del instrumento de recopilación de información; esta será con el
fin de comprobar la veracidad y confiabilidad a los resultados del estudio.
(d) Fase 4: recopilación y análisis de datos; en esta fase estudiaremos la muestra
afectada mediante la técnica que nos permitirá hacer un análisis del resultado
obtenido.
37

(e) Fase 5: interpretación y presentación de resultados, en esta etapa podemos


diagnosticar sobre el tema dando la propuesta, conclusiones y recomendaciones a
considerar.

RECOMENDACIONES Y/O SUGERENCIAS

A la Institución:

Que los directivos de la U.E.N.B. “Santa Cruz” diseñen junto a un nutricionista un


plan alimenticio junto al programa de actividad física.

A la Cantina:

Que se disminuyan la venta y distribución de alimentos con alto grado de calorías.

A los Padres y Representantes:

Que contribuyan a vigilar o mejorar la alimentación de sus hijos ofreciéndoles


alimentos ricos en fibra, proteínas, vitaminas y minerales.

A los estudiantes:

Que tomen conciencia de lo dañino que es la ingesta de grasas saturadas y


alimentos que contengan calorías vacías para su cuerpo, cambien sus hábitos
alimenticios y practiquen deporte.
38

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICA

Albala; Kain; Burrows; Diaz (2000). Obesidad un desafío pendiente. Santiago de


Chile, Editorial Universitaria S.A.

Ayela Rosario (2000). Adolescentes trastornos de alimentación. España, Edit. Clun


Universitario.

Baltasar Aniceto, (2001). Obesidad y cirugía. España, Edit.: ARAN S.A.

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