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CONTRATOS – PARTE GENERAL

(Resumen: Libro de Mosset Iturraspe)


BOLILLA 1
Sección 1
1- Ubicación del Contrato en la teoría general del derecho: art.1137CC “el acuerdo de varias personas
sobre una declaración de voluntad común destinada a reglar sus derechos”
 Es una especie dentro del género negocio o acto jurídico.
 Por lo tanto el contrato pertenece al derecho privado.
Si bien la teoría general del contrato corresponde al derecho Civil, es preciso reconocer que existen
peculiaridades en la regulación de los contratos en cada rama en particular del derecho Privado.

Por lo tanto el contrato es un acto jurídico con las siguientes características:


 Es bilateral: por requerir el consentimiento unánime de dos o más personas.
 Entre vivos: por no depender del fallecimiento de aquellos de cuya voluntad emana.
 Patrimonial: por tener objeto susceptible de apreciación pecuniaria.
 Causado: por ser la causa fin un elemento estructural.

2- El contrato como fuente de obligaciones: es la fuente principal de las obligaciones como lo expresa el
art.499CC “No hay obligación sin causa, es decir, sin que sea derivado de uno de los hechos, o de uno de los
actos lícitos o ilícitos, de la relaciones de familia, o de las relaciones civiles” Además la doctrina nombra otras
fuentes:
 La ley
 La costumbre (prater legem)
 La equidad (art.907CC)
 El ejercicio abusivo del derecho (art.1071CC)
 La declaración unilateral de voluntad (la oferta vinculante art.1150CC)
 La gestión de negocio ajeno
 El enriquecimiento sin causa
 Los actos ilícitos aquilianos o violaciones del deber jurídico de no dañar.

En cuanto a las denominadas conductas sociales típicas (utilización de transporte público, transporte benévolo,
etc) no constituyen una nueva fuente de obligaciones, ya que estas encuadran dentro de la figura del
contrato.
El contrato dentro del derecho de obligaciones no se limita a ser solo fuente de estos, sino que también, las
puede transmitir, tanto en su aspecto activo (cesión de crédito) o su aspecto pasivo (cesión de deuda).
Además de crear o transmitir las relaciones jurídicas obligacionales puede modificas esas relaciones ya
existentes (novación) o bien extinguirlas (pago por entrega de bienes o dación en pago; transacción; la
rescisión por acuerdo de partes).
En cuanto al pago la doctrina está dividida en cuanto a si es o no un contrato, el autor piensa que es un
contrato cuando requiere la cooperación del acreedor, lo cual presupone la voluntad y la finalidad de extinguir.
Esta conclusión surge de relacional el art.944CC con el art.1137CC (ya que el acto jurídico puede tener la
finalidad de aniquilar derechos y el art.1137 habla de reglar derechos).

3-El contrato y los derechos Reales: el contrato resulta insuficiente por si solo para producir la adquisición
o constitución de derechos reales. El contrato sirve de título al derecho real (la compraventa, permuta, cesión
de derechos y acciones, donación, futura constitución de usufructo, futura constitución de uso, futura
constitución de habitación, futura constitución de servidumbre real, prenda, hipoteca y anticresis).
 Para producir la adquisición o constitución de derechos reales en nuestro derecho es necesario seguir dos
modos:
 tradición: entrega voluntaria de la cosa por una de las partes y la otra parte la recibe voluntariamente.
o
 inscripción registral.
o Ambos modos persiguen fines publicitarios.

4- El contrato y los derechos personalísimos o de la personalidad: los derechos personalísimos no son


en principio objeto de la contratación, la doctrina señala entre sus caracteres, la no patrimonialidad,
intransmisibilidad, imprescriptibilidad e irrenunciabilidad

La doctrina y la jurisprudencia admiten, la siguiente enumeración de derecho de la personalidad:


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1. derecho de la vida e integridad física
2. derecho sobre las partes separada del cuerpo y el cadáver
3. derecho a la libertad personal (comprensivo de la libertad negocial)
4. derecho al honor
5. derecho a la esfera secreta de la propia personalidad, que abarca el derecho a la imagen y el
derecho al secreto sobre la propia vida privada
6. derecho a la individualidad física (al nombre)
7. derecho moral del autor
Solo excepcionalmente puede ser alguno de estos derechos objeto de un contrato. Ej. Enajenación de sangre,
o contrato de nodrizaje, o disposición mortis causa de residuos corporales.

5- El contrato y los actos jurídicos familiares: de la comparación del contrato y del acto jurídico familiar
se desprenden en consecuencia, profundas diferencias: en cuanto a su naturaleza pertenecen a zonas jurídicas
separadas y en cuanto a su objeto, uno persigue como fin inmediato el emplazamiento en el estado de familia
o la regulación de las facultades emergentes de los derechos subjetivos familiares, mientras que el contrato
tiene como fin inmediato la creación de una relación patrimonial. Para Vélez, el matrimonio es una institución
social fundada en el consentimiento de las partes distinta del contrato. Vélez se aparto de Savigny que
consideraba al matrimonio como un contrato.

6- El contrato y los derechos hereditarios: el testamento no implica un contrato entre el testador y sus
sucesores, sencillamente porque es un acto jurídico unilateral (art.946CC) Con respecto a los pactos sobre
herencia futura, denominados pactos sucesorios el art.1175CC prohíbe expresamente que la herencia futura
sea objeto de contrato. Se excluyen de esta prohibición los negocios jurídicos entre el causante y sus
presuntos herederos; también las promesas pos mortem (legado).

7- Contrato, convención, pacto: en el derecho Romano convenio y pacto eran conceptos equivalentes.
Significaban el acuerdo de dos o más personas sobre un objeto determinado. Estos se encontraban
desprovistos de forma. En cambio el contrato no significo el acuerdo de voluntades, sino la relación jurídica o
el vínculo obligacional. El convenio o pacto no bastaba para crear una obligación exigible (la simple promesa
no engendra obligación) Solo se les reconocía efecto creador a las convenciones con ciertas formalidades.
Cada una de estas convenciones reconocidas en merito a su forma determinada en la ley constituían un
contrato y recibían un nombre en particular.
En esta época se distinguen cuatro formas de contratos:
1. Contratos Reales: se integraban con la tradición de la cosa. Formaban esta categoría el mutuo o préstamo
de consumo; comodato o préstamo de uso; el depósito y la prenda.
2. Contratos Verbales: los formados con palabras solemnes. El principal era la estipulación en el cual las partes
cambiaban oferta y contestación.
3. Contratos Escritos: Se perfeccionaban por medio de la inscripción en el registro del acreedor, con acuerdo
del deudor.
4. Contratos Consensúales: formados por el solo acuerdo de voluntades; primeras excepciones al principio que
restaba valides al acuerdo para dar vida al vínculo contractual. Comprendía la compraventa, la locación de
cosas, la sociedad y el mandato.
En esta época también se reconocen como contratos muchas convenciones constituidas sobre la base de
alguna prestación de dar, o de hacer en forma recíproca. Estos contratos se llaman innominados. Por la
influencia de la Iglesia se enfrenta al principio Romano por el cual se negaba acción al pacto desprovisto de
forma, la nueva concepción predica el respeto a la palabra empeñada, identificando la obligación jurídica con
la obligación moral. Por el aumento del comercio se hacía cada vez más difícil continuar con el formalismo, era
necesario simplificar el procedimiento. Pero recién en el Siglo XVI se sanciona una ley; la cual dice que basta
solo un acuerdo de partes para hacer surgir una obligación. Pero recién con la Escuela Natural y la Escuela
Holandesa en el Siglo XVII se reconoce la obligatoriedad de los convenios y los pactos, asimilándolas al
contrato.

La doctrina moderna, aún que muy dividida con respecto al alcance de las figura distingue:
 Convención: es de género aplicable a toda especie de acto jurídico bilateral, ya se trate de negocios
patrimoniales o familiares.
 Contrato: actúa exclusivamente en el campo de las relaciones jurídicas creditorias obligacionales.
 Pacto: alude a las cláusulas accesorias que modifican los efectos normales o naturales de los contratos
típicos.
8- Contrato y acuerdo. Acto colectivo, complejo y colegial:

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Contrato y acuerdo: la doctrina dice que debe negarse trascendencia a la distinción. Nuestro CC emplea el
vocablo acuerdo como sinónimo de consentimiento.
Con respecto a los actos colectivos, complejos y colegial principalmente hay que saber que es un acto
unilateral, pero con pluralidad de sujetos con un fin en común, se dispones todos de un lado.
Acto colectivo: cada sujeto declara su voluntad con un interés en común pero diferente para cada uno.
Acto complejo: declaraciones de voluntades distintas, expresadas en interés de uno de los sujetos
actuantes.
Acto colegiado: muchas declaraciones, imputables a un sujeto distinto a aquellos agentes (en interés de un
tercero).
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La metodología en materia de contratos: Vélez se inspiró en el método de Freitas y este en Savigny. Pero
Vélez no siguió al pié la obra de Freitas. En el Código Francés se confunden las obligaciones con los contratos.
Nuestro codificador las separó claramente, otro acierto del método fue colocar dentro de la Sección dedicada a
los contratos (libro II, sección III) una parte general expuesta en seis capítulos y luego la parte especial
tratando en diecisiete Títulos donde trata los contratos en particular.
El CC tiene un grave error al tratar en el Título dieciocho a la gestión de negocio como si fuera un contrato
cuando en realidad es un cuasicontrato y el empleo útil que también es un cuasicontrato. Otro error es el
tratamiento de “la sociedad conyugal” dentro de los contratos, esta se debió ubicar en las relaciones de
familia. También se puede criticar el haber colocado a las garantías por saneamiento junto a las figuras
contractuales típicas, siendo que deberían ubicarse dentro de los efectos de los contratos, o mejor aún dentro
de los onerosos.
Con respecto a los distintos proyectos de CC, se han realizado en su gran mayoría colocando una parte
general y una parte especial en la cual se coloca a los contratos como un de la fuentes de las obligaciones; los
últimos proyectos no han tenido parte especial, ni grandes modificaciones en torno a la ubicación de los
contratos.

2- La teoría general del contrato y la teoría general del acto jurídico: al respecto existen tres
doctrinas, de las cuales dos son extremas y una intermedia:
1- Legislar de un modo exclusivo sobre los contratos y por relación abarcar a los actos jurídicos (Código
Francés y Suizo)
2- Legislar en forma exclusiva sobre los actos jurídicos y dichas reglas se aplican a los contratos a menos
declaración expresa en contra por la ley o por las partes (no está plasmado en ningún Código)
3- Dentro de esta postura no hay consenso sobre como dividir las cuestiones comunes a ambas figuras. Hay
quienes prefieren extender hasta el final los preceptos de los actos jurídicos; otros no tanto como nuestro
CC. Si bien sería más conveniente legislar sobre la totalidad de los principios o preceptos del acto jurídico, se
cambia de opinión al momento de cumplir el CC su función práctica que es que sus destinatarios lo puedan
comprender de manera clara. Por lo tanto se podría decir que existen principios comunes a todos los contratos
que se podrían ubicar en los actos jurídicos, pero cada contrato en particular tiene sus características propias,
las cuales es preciso formularlas dentro de cada contrato o cada grupo de contratos.

3- Definición del art. 1137. “Hay contrato cuando varias personas se ponen de acuerdo sobre una
declaración de voluntad común, destinada a reglar sus derechos”. Este texto es tomado al pie de la letra de
Savigny. Por lo tanto es un acto jurídico bilateral, de amplio contenido “destinado a reglar sus derechos”
(patrimonial, familiar, real, obligacional). No obstante esto podemos afirmar que para nuestro CC no cualquier
acto bilateral que produzca efectos o declaración de voluntad común es contrato, sino que es necesario que su
objeto sea de contenido patrimonial (susceptible de apreciación pecuniaria). Por lo tanto queda excluida la
posibilidad de constituir o transferir de manera inmediata relaciones jurídicas reales (art.577).

En cuanto al derecho comparado, un buen número de CsCs se abstienen de definir el contrato, sin
perjuicio de señalar su alcance. Así el CC Alemán, el CC Suizo, el CC de Portugal. Otros CC si definen el
contrato, algunos aludiendo a estos como fuente de obligaciones, como el CC Francés, el CC Español, el CC de
México. Otros lo definen como acto que dará origen, modificará, extinguirá, o transferirá una relación jurídica
patrimonial (así el CC de Italia, el CC de Perú).

4- Función económica del contrato: nos bastaría con decir que es la principal fuente de obligaciones. El
contrato es un elemento práctico que facilita las más variadas actividades económicas. En nuestro estado
capitalista el contrato juega un rol importantísimo para el desarrollo de la economía moderna, junto a los
siguientes principios jurídicos:

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1. La propiedad privada.
2. La libertad económica absoluta (libre empresa, libertad de trabajo, autonomía de la voluntad en sus dos
aspectos (libertad de contratar y libertad contractual), la fuerza vinculante del contrato, etc.
Hoy en día esta concepción clásica sufre la intervención del Estado para apaliar las desigualdades, pero el
contrato continúa siendo el protagonista del desarrollo económico, aunque ajustado a la protección de los
económicamente más débiles.

5- Elementos del contrato: algunas legislaciones, a diferencia de la nuestra traen disposiciones expresas en
las que enumeran los elementos esenciales del contrato. Así el CC Francés enumera cuatro condiciones (el
consentimiento, el objeto, la causa y la capacidad).

La doctrina clásica enumeraba los elementos del contrato en tres grupos:


1. Esenciales: comunes e infaltables en todo contrato, que son “el consentimiento o acuerdo de voluntades,
el objeto y la causa”. Sin ellos cualquier contrato carece de validez, tampoco puede actuar la autonomía de
la voluntad sobre ellos.
2. Naturales: aquellos que en ciertos contratos típico eran establecidos por ley de manera imperativa. Ej.
Forma escritura pública en los contratos mencionados en el art. 1184, gratuidad en el comodato (art. 2255).
No los contratos atípicos.
3. Accidentales: para la doctrina clásica estos eran las consecuencias que las partes pactaban, que no estaba
previstas por el legislados, y que al injertase en la figura abstracta del contrato lo modifican. Ej. Condición,
plazo y cargo; cláusula penal, etc.

La doctrina moderna elimina esta distinción y distingue a los elementos y presupuestos del contrato. Por los
primeros entiende a los esenciales de la clásica, y por presupuestos a los dos restantes, pero no los coloca
como elementos, sino como efectos del mismo contrato, además las partes en ambos casos los pueden
modificar. Alguna doctrina considera que si bien esos efectos son accidentales para el negocio mismo se
consideran esenciales, ya que atentan contra su validez en caso de incumplimiento.

6- Clasificación de los contratos desde el punto de vista jurídico: nuestro CC realiza una clasificación
enunciativa de los distintos contratos “solo de manera enunciativa” (art.1138 y sig)

Unilaterales y Bilaterales (art.1138): son bilaterales o con prestaciones reciprocas aquellos que al
momento de su perfeccionamiento hacen surgir obligaciones reciprocas (compraventa, locación, permuta,
mandato oneroso, etc); son unilaterales los que al momento de la celebración solo hacen nacer obligaciones
para una sola de las partes intervinientes (donación, fianza, depósito, comodato y la renta vitalicia) Se
excluya como bilateral a los que nacen como unilaterales pero con posterioridad surge en virtud de
acontecimientos accidentales una obligación para la contraparte. Ej. En el depósito o comodato si se hacen
gastos por el depositario o comodatario tendiente a la conservación de la cosa. Cierta doctrina los denomina
bilaterales imperfectos.
 En los bilaterales entre las prestaciones de las partes existe una interdependencia que se denomina
reciprocidad.
 En los unilaterales hay un solo deudor y un solo acreedor.
Distinciones de forma: se exigirán tantos ejemplares como partes haya en los bilaterales; en los
unilaterales bastará con un solo ejemplar.
Distinciones de fondo: en los bilaterales una de las partes no podrá demandar a la otra para su
cumplimiento si no prueba ella haber cumplido su obligación y ofreció cumplir a plazo.

Plurilaterales: son una especie de bilaterales. Lo que los diferencia es por el número de contratantes pero
las obligaciones son similares. Tienen efectos distintos en caso de incumplimiento, etc.
Diferencias:
Bilaterales Plurilaterales Surgen obligaciones correlativas para cada una de las partes. Cada parte adquiere
derechos y obligaciones respecto a todos los demás. Se concluye por mutuo consentimiento.
 Es más complejo. Generalmente se establece a quien recibe la confesión.
 El vicio del consentimiento de uno anula el contrato.
 El vicio del consentimiento solo anula la adhesión.
 Está limitado a las partes originarias.
 Admiten el ingreso de nuevas partes y el retiro de los originarios.
Onerosos y Gratuitos (art.1139): la onerosidad está dada por la contraprestación que sigue a la obligación,
por la ventaja que deviene al sacrifico, sin que sea preciso una relación de equilibrio o equivalencias entre

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ambas. Nuestro CC incorporó la lesión objetiva-subjetiva como causa de nulidad o reajuste del contrato;
también vela por la equidad, la llamada excesiva onerosidad. En la gratuidad se da algo por nada, sin
contrapartida Ej.: deposito, mutuo gratuito, comodato, mandato gratuito, donación, etc. Desde un punto de
vista político-legislativo quien realiza una liberalidad así, disminuye su patrimonio, esto puede llegar a
transformarlo en una carga para el Estado, por ello el disvalor con que el Estado ve tales contratos, esto se
traduce en las diversas formalidades exigidas en dichos contratos. La persona del beneficiario es principalísima
y por ello el error en la persona es esencial.

Consensúales y Reales (art.1140/1141/1142): la expresión de contratos reales en doctrina tiene dos


acepciones muy importantes, una que designa contrato real al contrato traslativo o constitutivo de derechos
reales; y la segunda, la cual nos interesa es aquella en la cual la entrega de la cosa juega un papel esencial en
la fase formativa del negocio; es el denominado contrato real quoas constitutionen (el contrato se perfecciona
con la entrega).
 El contrato consensual se perfecciona con el mero consentimiento.
Vélez en la nota de dichos art. no trae el distingo de dichos contratos. Pero Vélez al definir al mutuo,
comodato, depósito y prenda aparece el momento de la entrega de la cosa como esencial o estructural, lo que
importa reconocer el carácter real de los mismos. La justificación es simple, el contrato real impone la
obligación de restituir, la obligación de restituir supone la entrega previa de la cosa, porque no se puede
restituir lo que no se ha recibido.
En cuanto a la promesa de contrato real (contrato preliminar o precontrato), con respecto a su admisibilidad
las opiniones se encuentran divididas. Para Vélez tales promesas no tienen valor. Si aceptamos que estas
promesas acuerdan la ejecución especifica del contrato y no un reclamo por daños y perjuicios estaremos en
presencia de un contrato definitivo y no un precontrato.

Típico y Atípicos (art.1143): nuestro CC los denomina erróneamente nominado e innominados, esto seria
solo nombrarlos, pero para considerar a un contrato típico, es necesario que se encuentre reglado por una
norma.
No se debe confundir atípico con innominado. Ej. de contrato nominado, pero atípico: contrato de garaje,
contrato de hospedaje, contrato de publicidad. Sin embargo puede faltar la tipicidad legal, pero la aplicación
del art.17 surge que dicha tipicidad puede provenir de los usos sociales.
 Para calificar un contrato como típico o no debe tenerse en cuenta mas que lo que han expresado las
partes, la finalidad de este, por lo tanto si concuerdan los elementos de este con las características de
los legislados estamos en presencia de un contrato típico.
Cuando las parte han celebrado un contrato atípico y se han procurado por medio de la autonomía de la
voluntad reglar sus diversos aspectos no hay inconveniente para su eficacia, pero si solo han reglado la parte
principal del contrato, el problema consiste en que normas se aplicarán, aparte de los preceptos generales.
 La doctrina nacional dice que se deben aplicar las normas de aquellos contratos típicos a los que se
parezca más.
 Es preciso no confundir los contratos atípicos puros con los atípicos mixtos o con los llamados
aparentemente atípicos.
En las llamadas uniones de contratos no existe combinación de distintos tipos de contratos, sino distintos
tipos de contratos celebrados por las partes.
Esta unión de contratos puede ser externa los vincula por alguna causa no inherente al contrato mismo,
como puede ser un documento, tiempo, etc.
En la unión con dependencia un contrato influye sobre el otro, si hay dependencia reciproca estamos
frente a una dependencia bilateral, si solo uno depende del otro es unilateral, o dependencia alternativa
cuando existe de por medio una condición, que según se cumpla queda concluida una u otra convención.

En los contratos atípicos mixtos no hay pluralidad de contratos, sino una unidad, un contrato en concreto
que contiene elementos pertenecientes a otros tipos de contratos. La doctrina los subdivide en:
 Gemelos o combinados: un contratante se obliga a muchas prestaciones, pertenecientes a distintos
tipos contractuales, mientras la otra parte a una sola. (contrato de hotelería).
 Mixtos en sentido estricto: son los que contienen un elemento de otro tipo contractual. (una
compraventa a precio vil que equivale a una venta con donación).
 Dúplices o de doble tipo: el total contenido del contrato encaja en dos tipos contractuales distintos,
apareciendo como de una u otra especie. (contrato de portería, se puede considerar contrato de
locación o contrato de trabajo).
 Con respecto a la disciplina jurídica de estos, existen tres teorías distintas:
1. La de la absorción: todo contrato atípico tiene algún elemento de uno típico y se debe aplicar dicha
normativa.
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2. La de la extensión analógica: primero se aplican las generales a todo contrato y luego por analogía las
del contrato que más se asemeja.
3. La de la combinación: se descompone el contrato atípico y se aplica a cada elemento la normativa de un
contrato con esos elementos, es muy engorroso. (cada contrato típico se puede desglosar, y luego se desglosa
en atípico).

Contrato aparentemente atípico: aquel que consta de un tipo básico con una o más prestaciones
accesorias, subordinadas que pertenecen a otros tipos contractuales, (locación con servicios).

Conmutativos y Aleatorios: nuestro CC no realiza explícitamente la distinción, pero surge del Título XI y
XII, Sección Tercera del Libro Segundo. (De los contratos aleatorios. Del juego, apuesta y suerte; Del contrato
oneroso de Renta Vitalicia).
Podemos decir que el contrato aleatorio es aquel en el cual la entidad del sacrificio, puesta en relación con
la entidad de la ventaja no puede ser conocida y apreciada en el acto de la formación del contrato, sino que se
revelará a continuación, según el curso de los acontecimientos.
En los conmutativos las partes pueden conocer, al momento del perfeccionamiento el sacrificio y la ventaja
que el negocio comportará. En los aleatorios este acontecimiento futuro puede depender o no de las partes
(contrato de lotería). Esta condición no afecta al contrato en si, como en los contratos condicionales, solo
afecta el resultado. En la condición propiamente dicha la incertidumbre es objetiva, en los contratos aleatorios
esta puede ser subjetiva.
 La doctrina clasifica a los aleatorios en dos grupos:
1. Por su naturaleza: el contrato de juego, azar o destreza física (art.2052); en contrato de apuesta
(art.2053); el contrato de rifa (art.2069); en contrato de renta vitalicia (art.2070).
2. Por voluntad de las partes; la compraventa de la esperanza (art.1404), de la cosa esperada (art.1405) y
de la cosa sometida a riesgo (art.1332), la compraventa a todo riesgo, con renuncia a la garantía de evicción y
Vicios redhibitorios (art. 2098), el contrato de cesión de herencia dudosa o incierta (art.2061 a 2063).
 En los contratos aleatorios se recibe un alea (chance), en los conmutativos algo real.
La doctrina se divide entre los que consideran que todo contrato conmutativo es aleatorio por el hecho de
tener siempre un alea; y los contratitos que dicen que en todos los aleatorios se tiene certeza de la chance. En
consecuencia en los contratos aleatorios la lesión no prospera. Pero la excesiva onerosidad si prospera cuando
se produzca por causas extrañas al riego propio del contrato (art.1198).

Formales y no Formales: dice el art.973 “… conjunto de las prescripciones de la ley, respecto de las
solemnidades que deben observarse al tiempo de la formación del acto jurídico…”. Cuando no se designa
forma para algún acto jurídico estamos frente a un acto no formal, susceptible de ser realizado de la manera
que los interesados consideren conveniente (art.974).
Los contratos formales se subdividen en:

Formales para su validez (ad solemnitatem): cuando la forma es constitutiva o sustancial. A su vez estos
se dividen en solemnes absolutos (cuando no se respeta la forma, acarrea la nulidad del contrato y solo
engendra obligaciones naturales art.1044/1052) y solemnes relativos (cuando la omisión de la forma vuelve a
la declaración incapaz para dar vida al negocio intentado, y a sus efectos específicos, pero idónea para
realizar otro negocio diferente con efectos parcialmente distintos “conversión”.
Formales para su prueba (ad probationem): solo es requerida para ser demostrada en juicio (no es
constitutiva).

Principales y Accesorios (art.523 a 526): surge de normas que se refieren a las obligaciones. Un contrato
es principal cuando no depende jurídicamente de otro. Un contrato es accesorio cuando depende
jurídicamente de otro, que es la razón de su existencia (el contrato de fianza art.1986).

De disposición y de Administración: no receptado en el CC. Un contrato es de disposición cuando


disminuye o modifica sustancialmente los elementos que forman el capital del patrimonio o lo comprometen
por un largo tiempo (compraventa, arrendamiento por más de seis años). Un contrato es de administración
cuando tiene por finalidad hacer producir a los bienes los beneficios que normalmente pueden obtenerse de
ellos (locación por menos de seis años, venta de frutos).

Constitutivos y Declarativos: los constitutivos son aquellos que crean situaciones jurídicas nuevas y por
ende producen sus efectos desde que se realizan y para el futuro (la mayoría de los contratos). Los
declarativos presuponen la existencia de una situación o relación jurídica anterior y de algún modo reconocen
o definen no solo hace delante sino también retroactivamente (transacción art.836).
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Directos, Indirectos y Fiduciarios: directo es cuando el resultado práctico o la finalidad económica se
obtiene inmediatamente (compraventa). Indirecto es cuando para llegar a un resultado se elige un medio
transversal, en lugar del que sería natural (donaciones indirectas, los mandatos irrevocables con fines de
garantía). El contrato fiduciario determina una modificación subjetiva, con el fin de facilitar la
administración se transfiere un bien con la consiguiente obligación de restituirlo con posterioridad o transferirlo
a un tercero una vez cumplida la finalidad. (venta con pacto de retrovende como garantía de operaciones
crediticias).

Regulares e Irregulares (art.2188/2189): ya sea que el contrato produzca efectos conformes o


disconformes a su naturaleza. Esta irregularidad puede ser por la exclusión o inclusión de un elemento no
esencial de un contrato típico. (deposito de dinero y de cosas consumibles o fungibles, cuando se autoriza el
uso o no se toman las precauciones necesarias para ser identificadas art.2189). Serían los irregulares subtipos
o subespecies de los regulares.

De ejecución inmediata y De ejecución diferida: en relación al momento en el cual comienzan a producir


sus efectos. Para diferir se utiliza el plazo, este puede ser inicial o suspensivo; y final o resolutorio. Es inicial
cuando los efectos se producirán una vez cumplido el término. El contrato de ejecución diferida es sujeto a
término inicial. Tendrá importancia la excesiva onerosidad sobreviviente que solo podrá aplicarse en el
contrato de ejecución diferida.

De ejecución instantánea y De tracto sucesivo: esta distinción se refiere al cumplimiento del contrato, ya
sea que se realiza en un solo acto o en diverso (tiempo de ejecución). Es de tracto sucesivo la locación, es de
ejecución instantánea la compraventa al contado. No se podrá hablar de tracto sucesivo en los contratos por
los cuales se promete un resultado, ya que se considera su ejecución al momento de entregar la obra.

7- Clasificación de los contrato de acuerdo a sus funciones económicas y


sociales:
Función de cambio: mediante la circulación de bienes, ya sea por disposición o concesiones de uso
temporáneo.
Función de crédito: mediante todo tipo de prestamos (de consumo, de uso, mutuo oneroso, etc.)
Función de garantía: brindar seguridad con respecto al cumplimiento de otro contrato (fianza, etc.).
Función de custodia: cosa ajena que se entrega para su guarda o conservación (deposito regular,
atípicos de garaje, etc.).
Función de cooperación: esta puede ser sobre el resultado, gestión o intermediación de un resultado
común (mandato, etc.); sobre la base del trabajo personal (locación de servicios y contrato de
trabajo); sobre base de prevalencia del título gratuito (liberalidades, donaciones).
Función de previsión: destinados a la prevención de riesgos (renta vitalicia en el Derecho Civil y seguro
en el Derecho Comercial).
Función de recreación: no tiene fin económico, así el juego, azar, destreza física, etc.

BOLILLA 2
Sección 1
1- Formación del contrato (manifestación negocial):
El consentimiento (acuerdo de voluntades) es junto con el objeto y la causa elemento del contrato. El
consentimiento es precedido por la manifestación negocial, que es el conjunto de actos exteriores
(declaraciones o comportamientos) dirigidos a la consecución de un fin, e idóneos para producirlo. La voluntad
se manifiesta a través del consentimiento.
En el Derecho Romano clásico ese consentimiento tenía relevancia de revestir las formalidades requeridas, sin
importar la animosidad.
En el Derecho moderno ese consentimiento tiene importancia cuando esta provisto de intención. La intención
puede definirse como la preordenación de un hecho voluntario, por el sujeto que lo realiza, a la consecución
de un fin. Entonces solo podremos hablar de manifestación negocial cuando las voluntades tengan una
intención y haber sido exteriorizada.
 Esa exteriorización demuestra la intención del sujeto.
La ausencia de voluntad provoca la inexistencia del negocio jurídico. Esta a su vez tiene elementos internos
que son el discernimiento (elemento intelectual, “saber lo que se quiere”), intención (es el querer, “querer lo

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que se sabe”) y libertad (consiste en la falta de presión externa); y un elemento externo que es la
exteriorización.

2- Modos de manifestación negocial: siempre que la eficacia del contrato no dependa exclusivamente de
las formalidades admitidas por la ley, la declaración de voluntad puede exteriorizarse de diversos modos
(expresos o tácitos art.1145), es expreso cuando se manifiesta verbalmente, por escrito o por cualquier
signo inequívoco; es tácito cuando resulta de hechos o de actos que presupongan al consentimiento o que
autoricen a presumirlo.
 La moderna doctrina distingue la manifestación directa de la indirecta:
Directa: cuando determinada intención negocial se desprende inmediatamente de un comportamiento.
Indirecta: cuando determinada intención negocial se desprende mediatamente de un comportamiento, que
considerado en si no tiene en fin de demostrar dicha intención, pero por deducción sí. Estas se realizan por
medio de comportamiento declarativos, por medios orales, gráficos o mímicos y por comportamientos no
declarativos, la intención del sujeto se exterioriza por actos de ejecución (directo o indirecto en ambos casos).

Declaración presunta por ley o presumida: se da cuando la ley le atribuye a un acto una consecuencia
prescindiendo de la real voluntad del otorgante. Fundado en consideraciones de conveniencia, justicia y
equidad. El art.1146 dice “el consentimiento tácito se presumirá si una de las parte entregare y la otra
recibiere la cosa ofrecida o perdida” y el art.920 dice “La expresión de la voluntad puede resultar igualmente
de la presunción de la ley en los caso que expresamente lo disponga”.

3- El silencio como manifestación de voluntad: el art.919 dice “El silencio opuesto a actos, o a una
interrogación no es considerado como una manifestación de voluntad, conforme al acto o a la interrogación,
sino en los casos en que haya una obligación de explicarse por la ley o por las relaciones de familia, o a causa
de una relación entre el silencio actual y las declaraciones precedentes”. El principio consagrado en el texto
sostiene que quien calla no dice nada. En materia contractual tiene importancia el último renglón del art.,
cuando es tomado (el silencio) como manifestación de voluntad a causa de la relación del silencio actual y las
declaraciones precedentes.

4- El consentimiento: es el acuerdo de dos declaraciones de voluntad, que partiendo de dos sujetos


diversos se dirigen a un fin común fundiéndose. No es razonable pensar que el acuerdo sobre una declaración
de voluntad común importa una concordancia plena sobre los elementos del contrato, sino también sobre el
significado y alcance del contrato.
 Hay casos en que la voluntad declarada no concuerda con la real. Hay 3 teorías para decir
cual de ellas importa:
1. Teoría clásica de la voluntad: la voluntad interna o real es la que prevalece sobre la declarada. Tiende a
proteger el elemento subjetivo (Savigny).
2. Teoría moderna de la declaración: afirma que debe prevalecer la voluntad declarada. Tiende a dar
preeminencia al elemento objetivo, lo declarado debe ser interpretado como lo harían dos personas
razonables, prescindiendo de las partes.
3. Teoría armónica o mixta: como regla general debe prevalecer la voluntad interna, real y efectiva de las
partes; pero excepcionalmente debe prevalecer la declarada en dos caso:
 Cuando la divergencia es imputable de culpa de quien emite la declaración; se justifica, en base a esa
responsabilidad, por malicia o negligencia en el comportamiento (teoría de la responsabilidad)
 Cuando la parte destinataria de la declaración haya procedido de buena fe y lo exija la seguridad del
contrato, tratándose de negocios onerosos (teoría de la confianza).

5- Gestación del consentimiento (iter contractus o iter consensos): esta gestación comienza con el primer
contacto entre quienes en el futuro serán partes de ese contrato, y culmina con el logro del consentimiento.
 La doctrina distingue dos modos de formación del consentimiento:
1. Formación instantánea: como puede se el contrato de adhesión.
2. Formación de tracto sucesivo. Este a su vez se subdivide en dos:
 Período de ideación o de la elaboración del consentimiento : es el comienzo en el cual las partes precisan
los puntos de discusión, fijan los elementos, y las cláusulas que podrían integrar el futuro contrato. Esta
no crea ningún vinculo, y se tiene la facultad de apartarce, siempre que sea ejercida (esa facultad)
regularmente. La ruptura de las tratativas sin justificativo, de manera irregular genera responsabilidad
precontractual.
 Período de la concreción del acuerdo: a mérito de actos que aún no siendo definitivos, son vinculantes
para ambas partes en cuanto no solo determinan los elementos del futuro contrato, sino que también
constituyen figuras negociales autónomas.
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 Otros autores consideran tres: período de ideación; período de la concreción de la oferta o
propuesta y período de la comunicación de la misma.
Dentro del primer período (de ideación; no vinculante) podemos mencionar:
La carta de intención: la voluntad en ella exteriorizada se halla dirigida a producir un efecto provisorio que
se agota en la preparación del contrato. No constituye un acuerdo ni obliga a quien lo emite (presentación,
propósitos, posibilidades, etc.).
La invitación a ofertar: es la declaración unilateral de voluntad que no engendra responsabilidad, ni vincula
a quien la emite, porque este está invitando a realizar una oferta, que puede ser aceptada o no (pedir
presupuesto).
La minuta: son redacciones de las tratativas realizadas hasta el momento, pueden predisponer el esquema
del futuro contrato, hay algunos que contienen el propósito de obligarse, a estas últimas se las llama
perfectas. Estas tienen importancia al momento de conocer la responsabilidad precontractual de las partes.

Teoría de la punktatión: esta teoría profesa que cuando aún estén pendientes las cláusulas sobre
cuestiones accesorias, el acuerdo será vinculante para las partes. Puede resultar difícil saber cuales son los
puntos en discusión y frente a la minuta surge la duda acerca de si ya es un contrato obligacional o un mero
acuerdo no vinculante. Muchas veces la omisión de puntos accesorios es suplida por la ley, como en los
plazos. En caso de duda se debe optar por vincular a las partes. Nuestro CC no la recepta y en saso de duda
se tiene por no concluido. La punktatión da por realizado el contrato, no es que obliga a realizarlo.

6- La oferta o propuesta contractual: nuestro CC coloca a la oferta en la génesis del consentimiento,


ignorando las etapas anteriores, cuando en realizad esta se ubica en la segunda etapa (concreción del
acuerdo).
Concepto: podemos decir que es “una proposición unilateral que una de las partes dirige a la otra para
celebrar con ella un contrato”. No es un acto preparatorio del contrato, sino una de las declaraciones
contractuales. Se considera oferta al acto por el cual el contrato queda perfeccionado luego de su aceptación.
Requisitos:
 Ser completa o autosuficiente, salvo que pueda ser integrada por la ley.
 Debe ser dirigida a persona o personas determinadas (art.1148). La oferta al público: la moderna
doctrina se inclina por admitir la valides de la oferta hecha a personas indeterminadas, al público en
general o grupo de personas. La ley 24.240 obliga ha sostenerla a quien la realice hasta que la revoque
por los mismos medios. Especies (art.1153):
1. Oferta alternativa: tiene por objeto uno entre varios contratos (esto o aquello) cuya aceptación de uno de
los términos basta para perfeccionar el contrato.
2. Oferta conjunta: aparecen inseparables, se aceptan ambos o en caso de aceptación parcial implica una
contraoferta.
 Obligatoriedad (art.1150): “las ofertas pueden ser retractadas mientras no haya sido aceptadas, a
no ser que el que las hubiese hecho, hubiere renunciado a la facultad de retirarlas, o se hubiese
obligado al hacerlas a permanecer en ellas hasta una época determinada”. Por lo tanto en principio
puede ser retractada.
La responsabilidad precontractual obligará a quien retracta abusivamente la oferta a reparar los daños
negativos originados en la frustración del contrato y no los positivos o nacidos del incumplimiento de un
contrato válido. Por su parte el art.1156 también consagra responsabilidad precontractual. En caso de que el
plazo no este preestablecido y haya un litigio el juez determinara cual es el plazo razonable.

Caducidad: la oferta no es autónoma y depende de la suerte de las partes, así el art.1149 dice “la oferta
quedará sin efecto alguno si una de las partes falleciere, o perdiere su capacidad para contratar; el
proponente antes de haber sabido la aceptación y la otra antes de haber aceptado”. El CC Alemán consagro la
autonomía de la oferta. La oferta caduca cuando termina el plazo, es revocada; pero que pasa si la oferta no
tiene plazo, nada dice el CC por lo tanto los jueces determinaran en cada caso en particular cuando caduca.

7- La aceptación:
Concepto: al igual que la oferta, es una declaración unilateral de voluntad, recepticia, destinada al oferente y
dirigida a la celebración del contrato. La aceptación requiere la aceptación de todos los puntos, de lo contrario
importa una contraoferta (art.1152).

Modalidad: puede consistir en una exteriorización directa o indirecta, mediante comportamientos declarativos
o de hecho. Esa liberta de formas puede ser limitada por el oferente (aceptación en forma escrita). La doctrina
discrepa acerca de cuando se entiende aceptada una oferta, cuando a propuesta del oferente, la no
contestación significa la aceptación: Para una parte desde que llego la oferta; para la otra el contrato se
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concluye en el momento y en el lugar en que ha comenzado la ejecución, debiendo el aceptante, dar aviso a
la otra parte (art.1327 CC Italiano).

Obligatoriedad: la primer parte del art.1155 dice que “el aceptante no queda vinculado por su manifestación
de voluntad, puede retractarse antes que llegue a conocimiento del oferente (esto solo será posible en el
consentimiento entre ausentes); en el consentimiento entre presentes el conocimiento de la manifestación es
coetáneo al de su exteriorización. En caso de que el oferente ya haya conocido la conformidad, el aceptante
no podrá anular el contrato. Segunda parte art.1155 “si la retractare después de haber llegado al conocimiento
de la otra parte, debe satisfacer a esta las perdidas y los intereses que la retractación le causare, si el contrato
no pudiese cumplirse de otra manera, estando ya aceptada la oferta”

Caducidad (art.1154): la muerte o incapacidad del aceptante, una vez que ha aceptado no tiene relevancia
(no extingue dicha declaración).

8- Consentimiento entre presentes: se da cuando la situación les permite el intercambio inmediato de la


oferta y la aceptación (frente a frente, por teléfono, etc.). Nuestro CC dice en el art. 1151 “cuando la oferta no
se acepta inmediatamente, esta es rechazada. Salvo que se hubiere pactado lo contrario. En caso de la oferta
por escrito entre presentes, algunos opinan que hay un plazo implícito, pero la doctrina mayoritaria dice que
hay que considerar el caso concreto.

9- Contrato por teléfono: se considera entre presentes.

10- Consentimiento entre ausentes: cuando las partes que concurran a formar el acuerdo sobre una
declaración de voluntad común se hallan en distintos lugares, imposibilitadas de intercambiar declaraciones sin
que medie un espacio de tiempo considerable.
El problema surge en lo relativo a la determinación del momento y lugar del perfeccionamiento del acuerdo.
¿Qué ley es aplicable? ¿Desde cuándo se computan los plazos? ¿Qué momento se toma en cuenta a los fines
de la retractación de la oferta o de la aceptación?
 Métodos para intercambiar declaraciones:
 Por agente, nuncio o mensajero (art.1151): el consentimiento se entiende formado cuando el destinatario
de la oferta manifiesta al agente su aceptación. El agente es el encargado de llevar la oferta y traer la
aceptación.
 Por correspondencia epistolar.
 Hay cuatro teorías tendientes a resolver el problema de cuando se perfecciona el consentimiento. Dos
teorías extremas y dos intermedias:
1. Cuando el destinatario de la oferta, la acepta, exteriorizando su voluntad. Se denomina de la declaración o
agnición.
2. Cuando la aceptación es enviada al proponente. Se denomina de la expedición, emisión o envío.
3. Cuando el oferente recibe el documento donde consta la aceptación ya declarada. Se llama de la recepción.
4. Exige el efectivo conocimiento de la aceptación por el oferente. Se llama de la información o recognición.

Sistema adoptado por el CC: nuestro codificador adopto un sistema mixto, sobre la base del sistema de
emisión y el de la información. El art.1154 dice “La aceptación hace solo perfecto el contrato desde que
ella se hubiere mandado al proponente” (emisión). Con motivo de la caducidad de la oferta por muerte o
incapacidad del proponente se tomó en cuenta el conocimiento de la aceptación (art.1149) y otro tanto ocurre
en el caso de la retractación que es valida antes que la aceptación halla llegado a conocimiento del oferente
(art.1155).
 Por telegrama: se supeditan al hecho de que el despacho se entregado a la persona a la cual vaya
dirigido, su agente o procurador. Se aplica la ley 750 art.44 (reglamentaria de los teléfonos nacionales).

Sección 2
1- Contratos previos a otro futuro o definitivo:
Contrato preliminar: aquel por el cual una de las partes o ambas se comprometen a realizar un contrato
definitivo.
Contrato preparatorio: se realiza previendo la celebración de un contrato o serie de contratos dando las
bases, condiciones o modalidades de dichos contratos.
 Alguna doctrina considera que solo el preparatorio es precontrato.

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2- El contrato de promesa: es el mas importante de los contratos preliminares por el cual las partes se
obligan a la celebración de u contrato futuro. La mayoría de los contratos son susceptibles de un preliminar
contrato de promesa, de allí su ubicación en la parte general, así la promesa de compraventa, denominada
boleto.
 Distintas variantes: distintas teorías
Obligación de hacer un contrato futuro: las partes se obligan a prestar en otro tiempo un nuevo acuerdo de
voluntades, que en caso de ser incumplido, se puede demandar judicialmente.
Obligación de hacer que se resuelva en daños y perjuicios: ya que el hacer es infungible (ya que no puede ser
prestado por terceros ni compulsivamente), el incumplimiento se traduce en una obligación de indemnización
de daños y perjuicios.
Obligación de hacer el contrato de segunda grado o de cumplimiento: para esta teoría el contrato de promesa
es de primer grado o de obligación, ya concluido obliga a celebrar el ulterior contrato de cumplimiento. En el
segundo contrato no hay una renovación del consentimiento, sino una ejecución de lo ya convenido.
Obligación de hacer que es cooperación o colaboración en el contrato definitivo: (ambos contratos dan
nacimiento a obligaciones) la promesa a la vez que sienta las bases o directrices del contrato futuro, obliga a
cooperar en el contrato definitivo desarrollando esas bases, y este, el contrato definitivo, produce sus efectos
típicos. Por lo tanto el primero no es autónomo sino preparatorio de una ulterior situación contractual y el
segundo no es en rigor otro contrato sino la ley contractual complementada y desarrollada.
Mosset se adhiere a esta última, solo es posible en las promesas bilaterales. Estos contratos preliminares solo
son posibles frente a contratos consensúales (venta, locación, permuta, etc.) pero su existencia no es
jurídicamente posible frente a los contratos reales, ni frente a los solemnes absolutos.

El contrato de opción: es un contrato preliminar por el cual una de las partes se obliga ha celebrar el
definitivo si la otra parte (optante) manifiesta su voluntad de perfeccionarlo. Es un simple pacto de “cláusula
de opción” acoplada a un contrato definitivo (compraventa y retroventa) o “una promesa de contrato” y así
configurada (una promesa unilateral de contrato).
 En la cláusula de opción el optante haciendo uso de la facultad, si decide por la efectividad del contrato
futuro este queda perfecto, en este caso la opción deberá ser notificada al concedente y el contrato
definitivo queda en estado de cumplimiento; en la promesa de contrato el ejercicio de la facultad solo
concluye de momento la promesa del contrato, las parte quedan obligadas a celebrarlo (el definitivo), si el
optante no ejerce su derecho en tiempo determinado el precontrato y el definitivo devienen ineficaces.
 Opción mediatoria: el optante puede designar a un tercero para que celebre el contrato definitivo.

4- El contrato de prelación (preferencia): es aquel mediante el cual una de las partes se obliga a
contratar con una persona determinada en caso de querer realizar dicho contrato.
El promitente es libre de celebrar el contrato futuro, pero en caso de hacerlo está obligado a realizarlo con
dicha persona, en caso de incumplimiento da lugar a daños y perjuicios, pero no anula el contrato celebrado
con terceros.
Nuestro CC art.1368 “Pacto de preferencia es la estipulación de poder el vendedor recuperar la cosa vendida,
entregada al comprador, prefiriéndolo ante que a cualquier otro, en caso de querer el comprador vender la
cosa”.

5- Contrato reglamentario: es un contrato preparatorio.


Con el fin de reglamentar ciertos contratos particulares o celebrarse en el futuro, estipulando las normas,
principios a que deberán atenerse.
Se trata de una reglamentación de origen bilateral susceptible de ser modificada y destinada a aplicarse en el
futuro (se distingue de los contratos por adhesión).
No es necesario que contenga todos los elementos.
Las partes no se comprometen a contratar, sino solo en el caso de contratar, se comprometen a basarse en
líneas preestablecidas. Estas pueden ser: Unilaterales: celebrado por ambas partes para reglamentar los
futuros contratos de una de las partes con terceros. Bilaterales: dan el esquema para futuros negocios entre
partes.
Desde el punto de vista de la función se los denomina individuales o sociales, ya sea que sean realizados entre
partes o entre grupos de partes, estos comprenden a todos los miembros.

6- El contrato normativo: es preparatorio. Son acuerdos celebrados para dar origen a futuros contratos
tipos, que por razones de orden público sus normas son estipuladas con anticipación, pero además deben
tener reconocimiento del legislador (colectivo de trabajo).

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Sección 3
1- Modalidades en la formación del consentimiento: el consentimiento que aparecía como un destilado
laborioso de una discusión de persona a persona, resulta cada vez más, un recuerdo distante. Por las
necesidades del tráfico jurídico el consentimiento fruto de la libre negociación entre personas de un similar
período económico, es para un número cada día mayor de contratos algo irreal, e impropio de la actual
economía. Esto ha traído aparejado para cierta doctrina la consecuencia de poner en tela de juicio a tales
acuerdos (contratos o no). Por otra parte la autonomía de la voluntad ha perdido terreno en sus dos
postulados (libertad de contratar y libertad contractual).

2- El contrato por adhesión:


Ubicación: no se trata de un tipo distinto de contrato, sino de una modalidad distinta en la formación del
contrato. La adhesión se vincula con el consentimiento. La doctrina también lo llama “con cláusulas
predispuestas”, “celebrado sobre la base de condiciones generales de negociación”, etc.
Concepto: cuando la redacción de las cláusulas corresponde a una sola de las partes (el predisponerte),
mientras que la otra debe limitarse a aceptarlas o rechazarlas, sin poder modificarlas (adherente).
Naturaleza jurídica: al respecto hay tres teorías, dos extremas y una intermedias:
1. Clásica o contractualista: postula la igualdad entre los demás contratos en estudio y esta figura, a las que
se los suele denominar por contraste paritarios. Estos dicen que estos contratos también nacen de la doble
voluntad, y sus efectos están delimitados por la voluntad de ambos. Ya que la sola voluntad del predisponerte
no alcanza para obligar a la otra parte.
2. Anticontractualista o denominada del acto unilateral: esta niega naturaleza contractual a esta figura.
Coinciden sus tratadistas en afirmar que el llamado contrato por adhesión es un acto unilateral, que beneficia
o perjudica a quien se adhiere a él. Pero esta adhesión está muy lejos de volverlo bilateral. Esta adhesión es
un requisito accesorio para que entre en vigor. Este debate está superado por la realidad, ya que el tráfico
jurídico actual lo hace imprescindible.
3. Tesis intermedia: considera que es un negocio de base contractual y de fondo reglamentario. Es un acto
jurídico bilateral ubicado en el medio del contrato, en el cual las parte libremente contraponen sus
obligaciones reciprocas y la institución en la cual el legislador fija la nueva situación. Acá una de las partes
impone su voluntad, obligando al legislador a intervenir en protección del más débil (ley 24240 de defensa del
consumidor). El contrato por adhesión (típico) se desnaturaliza cuando sus cláusulas se apartan del modelo
razonable. Las cláusulas esenciales deben seguir la vida del contrato.

Su razón de ser: es un resultado de las nuevas condiciones económicas, con el fin de reducir el esfuerzo de
las partes y las pérdidas de tiempo, son para contratos en masa. Los monopolios son los que imponen este
tipo de contratos, ya que no hay posibilidad de negociar las cláusulas, porque no hay competencia. O en caso
de oligopolio (acuerdo entre empresas).
Ventajas:
 Por la uniformidad permite conocer los derechos y obligaciones de las parte en todos lo contratos.
 La determinación más exacta de la responsabilidad de la empresa permite reducir las tarifas.
 La predisposición de los formularios contractuales elimina etapas precontractuales, favoreciendo la rapidez
del negocio.
 Permite a la empresa uniformar el contenido jurídico de sus relaciones contractuales.
 Favorece la igualdad de trato entre la empresa y las demás partes.
Inconvenientes:
 La redacción unilateral de las cláusulas, sin posibilidad de modificarlas.
 El predisponerte aprovechando su posición impone cláusulas vejatorias.
 Facilitan la comisión de fraudes, dada con la prisa que suelen celebrase esos contratos.

Las cláusulas vejatorias: las cláusulas de positivo beneficio para una de las partes (el predisponerte) y
correlativamente gravosas o vejatorias para la otra (el adherente) no es sino la consecuencia de la redacción
unilateral y falta de discusión.
La lucha contra estas cláusulas puede darse desde distintos frentes:
 El legislativo: prohibiciones sobre ciertas cláusulas o sanción de ineficacia, cuando se hacen presentes.
 El administrativo: encargado a comisiones especiales, que detectan estas cláusulas en distintas áreas y
alertan, estas comisiones pueden ser formadas por consumidores, proveedores, etc.
 El judicial: faculta a la justicia a declarar su ineficacia, integrar el contrato, etc.
Las más comunes son:
 Las cláusulas de limitación de la responsabilidad.

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 Prorroga de jurisdicción.
 Caducidad.
 Compromisoria, etc.

La situación en nuestro Derecho: nuestro CC carece de normas expresas sobre el particular, pero si es
regulado por la Ley 24240 (defensa del consumidor) que dispone en el art.37 cuales son las cláusulas que “se
tendrán por no convenidas”:
 Las que limitan la responsabilidad o desnaturalicen las obligaciones.
 Las que importan renuncia a lo derechos del consumidor o amplíen los derechos de la otra parte.
 Las que inviertan la carga de la prueba contra el consumidor.
El art.38 dice que los contratos por adhesión o en formularios no pueden contener estas cláusulas.
También están las cláusulas contenidas en las condiciones generales, que son cláusulas que se encuentran en
otro documente distinto, que el del contrato, solo válidas si se prueba el verdadero conocimiento de la parte
que adhiere.

3- El contrato colectivo: es aquel que liga a una colectividad, “abstracción hecha del consentimiento
individual, dado directamente de cada uno de los miembros de esta colectividad”. En este caso las voluntades
individuales no serán obedecidas. Los que hayan dicho que no o nada hayan dicho quedan ligados de la
misma forma que los que digan si.
Los impugnadores de la naturaleza contractual de tal institución se basan en:
1. En su función creadora de normas jurídicas que conduce a calificarlo como un acuerdo normativo.
2. En la posibilidad de que una voluntad pueda quedar ligada sin su asentimiento, o lo que es peor aún contra
su querer.

4- Contrato por concurso: dos teorías:


1. Constituye una modalidad en la formación del consentimiento. Oferta dirigida por quien tiene interés en el
negocio, se promueve una puja o concurso entre quienes tienen interés en aceptarla, reservándose el
oferente la facultad de elegir con quien realizará el acuerdo.
2. Esta doctrina dice que en realidad es una declaración, por la cual se invita a ofertar, reservándose el
derecho a elegir la que estima más conveniente (venta en pública subasta).

Sección 4
1- Vicios del consentimiento: más que hablar de vicios del consentimiento, corresponde hablar de vicios de
las voluntades individuales de los contratantes. El art.1157 dice “Lo dispuesto en el titulo; de los hechos; de
este libro respecto a los vicios del consentimiento, tiene lugar en todos lo contratos”. Por lo tanto en
codificador se remitió a los hechos y a sus principios generales sobre vicios para considerar a los vicios del
consentimiento, de donde se desprenden (De los hechos producidos por ignorancia y error; De los hechos
producidor por dolo; De los hechos producidos por la fuerza y el temor; respectivamente). Los Romanos no
consideraban a los vicios como obstáculo a la validez del contrato, y eso por la fuerza del ritualismo que
validaba el contrato por la sola observancia de las formas prescriptas. Por último consideremos que los vicios
de la voluntad vulneran alguno de los elementos internos de la misma (discernimiento, intención y libertad).

2- Ignorancia y error: son dos estados intelectuales distintos, la ignorancia significa la ausencia completa de
nociones sobre un punto cualquiera; el error supone falsas nociones sobre él.
El error jurídico puede ser:
Error vicio o motivo: que es la discordancia entre un dato determinado de la realidad y la representación
mental que el sujeto tenía de ese dato al realizar un acto.

El error vicio puede ser de hecho o de derecho, es de hecho cuando el error recae sobre un dato fáctico
contenido en el negocio, es de derecho cuando se refiere al Derecho aplicable en un caso dado, el art.923
dispone que el error de derecho no excusa de las consecuencias de los actos lícitos, ni de la responsabilidad
de los ilícitos.

Error obstativo que es la desarmonía objetiva entre la declaración de la voluntad y la voluntad misma.
El CC distingue entre error esencial y error accidental; el primero es causa de nulidad del acto (anulable), el
segundo no ejerce influencia sobre la validez.
La doctrina clásica enumero como error esencial al que recae sobre:
 Sobre la naturaleza del contrato (art.924)

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 Sobre la persona (925)
 Sobre la causa (926)
 Sobre las cualidades substanciales de la cosa (926)
 Sobre el objeto (927)
La doctrina moderna determina lo esencial del error, de acuerdo a determinar si sobre lo que se erró era
fundamental en ese contrato determinado. Además de esencial el error deber ser excusable, es decir cuando
ha habido razones suficientes para errar, la culpa de quien yerra quita la posibilidad de invocar el error. En la
doctrina moderna el requisito de excusabilidad, es sustituido por el de la reconocibilidad del error, es error es
reconocible cuando una persona de normal diligencia lo hubiera podido advertir.

3- Dolo: acción dolosa para conseguir la ejecución de un acto es según el art.931 “toda aserción de lo que es
falso o disimulación de lo verdadero, cualquier artificio, astucia o maquinación que se emplee con ese fin”. El
dolo induce al error.
La reticencia dolosa (art.933) a diferencia de la acción dolosa, es un dolo por omisión (cuando no se
desengaña al contratante frente a un error reconocible) o (no le suministra información, que de actuar de
buena fe, debería). Tanto la acción como la omisión dolosa violan la buena fe con que debe celebrarse el
contrato.
 El dolo para que produzca la invalidez deber ser:
Esencial, es decir, determínate para la realización del negocio, si el negocio hubiese sido igualmente
concluido, ese dolo es incidental, no anula el acto, pero si da acciones por daños y perjuicios.
Además el dolo debe ser grave (932 inc.1) susceptible de engañar a una persona medianamente prudente.
Debe haber causado un daño importante (932 inc.3).
La persona que pide la nulidad no debe haber incurrido en dolo. El art.932 inc.4 niega la acción a quien
también he incurrido en dolo.
El dolo realizado por un tercero lleva también a la nulidad del acto, sin importar si era conocido o no por la
otra parte, solo tendrá importancia en cuanto a la responsabilidad, que será solidaria si lo conocía frente a las
acciones por daños y perjuicios.

4- Violencia: comprende la vis albsoluta (violencia física o material) y la vis compulsiva (violencia mental,
moral o psíquica).
El art.937 dice “Habrá violencia moral o intimidación cuando se inspire a uno de los agentes por injustas
amenazas, un terror fundado de sufrir un mal inminente y grave en su persona, libertad, honra o bienes, o en
su cónyuge, descendientes o ascendientes, legítimos o ilegítimos”.
Se completa con el art.938 que dice “La intimidación no afectará la validez de los actos, sino cuando por la
condición de la persona, su carácter, habitudes o sexo, puede juzgarse que ha debido hacerla una fuerte
intimidación.
Entonces interesa la idoneidad de las amenazas para fundar temor, sin dejar de tener en cuenta a la persona
de la victima. Esta puede provenir de una parte o de un tercero, en ambos caso trae aparejada la anulabilidad,
varía la responsabilidad según sea conocida o no por la parte. En principio la amenaza del ejercicio de un
derecho no se configura como violencia, salvo el ejercido irregular de derecho.

5- Temor reverencial: es aquel que por las condiciones objetivas o impresiones subjetivas de la victima, sin
que coopere la voluntad de la persona temida, hace nacer temor a la victima.
El art.940 dice “No es causa suficiente para anular el acto”. Alguna doctrina opina que si la parte temida se
aprovecha se este temor para que realice el contrato, este es anulable.

6- Estado de necesidad: coloca a la victima en la disyuntiva entre dos males graves e inminentes. En
materia de contratos podemos ejemplificar con la penuria extrema que lleva a contratar en condiciones inicuas
o a no lograr satisfacer una necesidad punzante. Para que se anule el acto deben ser muy duras y apremiante
las circunstancias, o que el beneficiario se aprovechara; es ese caso se produce la lesión.

7- La lesión subjetiva-objetiva: la doctrina discrepa sobre si esta vicia la voluntad por falta de libertad o un
vicio en el objeto o en la causa del negocio. La mayoría se apega al vicio de la voluntad. La lesión clásica
entendía exclusivamente a la lesión objetiva (desequilibrio entre las prestaciones). En este sistema se quitaba
importancia a lo que había llevado a la parte perjudicada a contratar.
Nuestro CC antes de la reforma de la Ley 17711 respondía a la lesión objetiva; la tendencia subjetiva,
predominante en la moderna concepción de la lesión se inicia con el CC Alemán.

 Para que haya lesión debe haber dos elementos, uno objetivo y el otro subjetivo:

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Objetivo: es una ventaja patrimonial evidentemente desproporcionada y sin justificación o bien con una
notable desproporción en las prestaciones.
Subjetivo: está dado por la explotación de la necesidad, ligereza o inexperiencia de la otra parte. Hay un
aprovechamiento de la inferioridad de la victima.
 La necesidad se vincula al padecimiento de falta de bienes.
 La ligereza en el accionar de un prodigo, se vincula con una debilidad mental.
 La inexperiencia es la falta de conocimientos que se adquiere con el uso y la práctica, linda con la
ignorancia y el error.
 El aprovechamiento debe ser probado por quien alega le lesión cuando no es muy evidente, pero
cuando fuese notable se presume salvo prueba en contrario.
Para que la acción prospere es necesario que la desproporción se mantenga al momento de la demanda.

 El perjudicado tiene dos acciones posible:


Demandar la nulidad del acto (con las correspondientes devoluciones), pero si el demandado ofrece un
reajuste prospera este.
Demandar un reajuste en las prestaciones, dirigido a volver equitativo el contrato.
Los cálculos de la desproporción el juez los debe hacer remontándose al tiempo de celebrado el negocio, sin la
desproporción surge con posterioridad ya no hay lesión, sino excesiva onerosidad sobreviniente, es preciso
que el desequilibrio también sea actual. Esta acción solo es transmisible mortis causa.
 Prescribe a los 5 años de celebrado el contrato; la doctrina opina que es muy extenso.
 No es válida la renuncia a la acción.
 No debe confundirse lesión civil con el delito de usura del Derecho Penal.

Bolilla 3
Sección 1
1- Capacidad para contratar. Principios generales: la capacidad no es un elemento del contrato,
sino un requisito para la validez del consentimiento. Para formar el consentimiento no es suficiente con la
voluntad y la exteriorización; sino que también es necesario que los sujetos del negocio tengan la aptitud que
se denomina capacidad.
Por lo tanto es consentimiento es un acuerdo sobre una declaración de voluntad común de personas capaces.
Nuestro CC lo trata en el art. 52 y sig. “De las personas de existencia visible” y luego confirmando lo
absorbente de los contratos lo encontramos en la Sec. 3 del Libro 1 “De los que pueden contratar”.

2- Metodología: es defectuosa. Hubiese sido bueno que se exponga con motivo “De os hechos y actos
jurídicos”. Quizás el método de Vélez es intermedio entre el de Freitas y el Francés (solo en lo referente a la
capacidad para contratar).

3- Capacidad jurídica y de obrar: la capacidad jurídica denominada general por corresponder al estado de
persona, es conocida como capacidad de derecho o de goce.
 La capacidad jurídica es la aptitud para ser titular de derechos y obligaciones.

 La falta de aptitud para ser titular de derechos subjetivos y deberes jurídicos es la incapacidad jurídica que
en nuestro derecho es siempre relativa, ya que la incapacidad absoluta de derecho significaría negar la
personalidad (esclavitud, muerte civil).
 Esas incapacidades dependen de la especial relación de la persona con otra o con un objeto, que impiden
establecer una relación jurídica, esta debe estar establecida siempre por ley.
 La capacidad jurídica admite ciertos grados, desde la mínima aptitud de las personas por nacer (solo
pueden adquirir derechos por donación o herencia), hasta la máxima de las personas físicas, pasando por
la intermedia o limitada de las personas jurídicas sometidas al principio de la especialidad.
 Para la doctrina nacional las personas jurídicas tienen una capacidad funcional, es decir, atribuida en
función y con arreglo a los límites del fin que es la razón de su misma existencia.
 Siempre en las limitaciones a la capacidad jurídica se halla interesado el orden público.

La capacidad de obrar también denominada capacidad de hecho o de ejercicio, es la aptitud de las


personas físicas para ejercer por si los actos de la vida civil. Se atribuye la capacidad de obrar solo a las
personas visibles por entenderse que las jurídicas no actúan por si mismas, sino que son dirigidas o
representadas por sus representantes.

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La moderna doctrina divide a la capacidad de hecho en una capacidad general y una especial; a su vez la
capacidad general puede ser plena o atenuada.
 La que se adquiere a los 21 años es la capacidad general plena;
 la capacidad del menor emancipado, del inhabilitado, etc. Es una capacidad general atenuada;
 la capacidad especial es la que se tiene frente a determinados actos, si como la capacidad para actos
del menor desde los 18 años.
La capacidad de obrar puede ser limitada, esta limitación tiene como fin la protección del menor. Esta
incapacidad puede ser absoluta o relativa, ya sea que abarque todos los actos o solo una esfera de ellos;
además puede ser plena cuando no es posible el acto, o atenuada cuando requiere la intervención de un
tercero.
 Son causas de incapacidad de hecho: minoridad, interdicción, inhabilitación.

4- Legitimación para contratar: la legitimación para obrar significa proporción de idoneidad para un acto
singular, conmensurado a favor de circunstancias particulares del caso y distintas en cada caso.
Spota defina la legitimación para contratar como la posición en que una persona se halla con respecto a un
patrimonio ajeno, es cuya virtud la declaración del voluntad de aquel sujeto tiene consecuencias jurídicas
respecto al titular de dicho patrimonio.
 El mandato-representación brinda legitimidad para contratar.

5- Incapacidades enumeradas en el art.1160 CC: este art. carece de relevancia ya que no aporta nada
nuevo en la materia. Siendo la capacidad para contratar la regla, el texto en estudio se limita a enumerar
quienes no pueden contratar; comienza con lo incapaces por incapacidad absoluta (art.54), continúa con lo
incapaces por incapacidad relativa en los caos en que les es expresamente prohibido (el emancipado menor
con título habilitante, el menor autorizado por el padre, inhabilitados, ebrio consuetudinario, toxicómanos,
disminuidos en sus facultades mentales y pródigo), estos solo pueden celebrar contratos de administración.
Continúa refiriéndose a los incapaces por incapacidad de derecho (prohibición con personas y respecto de
cosas determinadas):
Los religiosos profesos: el art.1160 se refiere a los que han realizado votos solemnes (religiosos regulares y
monjas). El CC suprime el régimen de incapacidad relativa general y reduce la incapacidad del religioso
profeso al ámbito contractual, sin perjuicio de permitirle comprar bienes muebles a dinero de contado o
contratar por sus conventos. En los proyectos se elimina este precepto.
Los comerciantes fallidos: son aquellos que en virtud del acto declarativo de la quiebra han sido
desapoderados de pleno derecho de sus bienes existentes a la fecha de la declaración de la quiebra y de los
que adquiera hasta su rehabilitación. El desapoderamiento impido que ejerza el derecho de administración y
disposición. El fallido no pierde su capacidad jurídica ni su capacidad de obrar.
o La doctrina discute sobre cual es la situación del fallido:
 Para Freitas es una incapacidad relativa de hecho.
 Para Saravia es una incapacidad de derecho.
 Para algunos es una imposibilidad en razón del desapoderamiento, mas que una incapacidad.
 Finalmente Barbero dice que lo que no tiene es legitimidad para ciertos contratos, producto de la quiebra.

Los penados: el CP dispone que los penados a mas de tres años quedan incapacitados para realizar actos de
administración y disposición sobre sus bienes, además de la patria potestad. Son incapaces de hecho relativos
y se rigen por el sistema de curatela del CC.

6- Capacidad para los pequeños contratos: el menor impúber, que para la ley civil carece de toda
capacidad de obrar, en la realidad de la vida celebra a diario negocios jurídicos (compraventa, transporte,
etc.). Celebra los denominados pequeños contratos que son aquellos referidos a la adquisición de bienes
muebles destinados para alimentación o el vestido, además de los de transporte y otros, siempre a dinero de
contado. Este negocio será valido, siempre que la parte capaz no se haya aprovechado. Esta situación se salva
a través de la figura del mandato tácito, ya que cuenta con autorización tasita de su representante legal.

7- Nulidad por incapacidad: en el Cap.2 “De los que pueden contratar” art.1164/1165 se refiere a la
nulidad de los contratos hechos por incapaces.
El art.1164 dice “el derecho de alegar la nulidad del contrato hecho por incapaces corresponde al incapaz, a
sus representantes o sucesores, a los terceros interesado y al Ministerio de Menores cuando la incapacidad sea
absoluta.
El art.1165 dice “declarada la nulidad del contrato, la parte capaz no podrá exigir la restitución de lo que
hubiere dado o pagado o gastado salvo si probase que existe lo que dio o que redundara en provecho
manifiesto para el incapaz.
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El art.1166 dice “si el incapaz procedió con dolo para inducir a la otra parte, no tiene derecho a pedir la
nulidad, salvo que fuera menor el incapaz, o el dolo haya sido ocultar su incapacidad.
Para saber cual es la sanción de los actos celebrados por incapaces es necesario remitirse al Libro 2 Sección 2
Titulo 6 (De la nulidad de los actos jurídicos). Este sistema se asienta sobre la clasificación doble de actos
nulos y anulables, actos de nulidad absoluta y relativa.
 El contrato es nulo cuando su nulidad es manifiesta (opera de pleno derecho), el art.1038 dice “La nulidad
es manifiesta cuando la ley expresamente lo ha declarado nulo, o le ha impuesto la pena de nulidad.”
Actos tales se reputan nulos, aún cuando su nulidad no ha sido juzgada.
 Es anulable cuando su nulidad por no ser manifiesta se halla pendiente de juzgamiento.
 Son nulos los contratos otorgados por incapaces de obrar, absolutos o relativos (art.1141/1142).
 Son también nulos los celebrados sin autorización del juez o representante necesario, cuando sea
necesario para tal acto. Los celebrados por quienes padecen de una incapacidad jurídica también son
nulos, excepto si se la desconocía, en este caso el acto es anulable.
 Son anulables cuando sean celebrados por quienes padecen una incapacidad natural o accidental, o
los que, al momento de la celebración no se conocía la incapacidad.

Los nulos son ineficaces desde su origen; los anulables desde la sentencia que determina su
nulidad.
Con respecto a la nulidad absoluta o relativa, el criterio de distinción se asienta en el interés vulnerado, ya sea
que sea el orden público o un interés particular. Por lo tanto la nulidad relativa es confirmable, y susceptible
de prescripción, la nulidad absoluta no.
Generalmente cuando se celebra violando la prohibición legal, en los supuestos de incapacidad de derecho
serán de nulidad absoluta en razón del fundamento de la incapacidad y del interés tutelado.
 Cuando se trato de incapacidad de derecho la parte capaz es la legitimada para pedir la nulidad.
 Cuando es absoluta, la nulidad puede ser denunciada por cualquiera.

Efectos de la nulidad por incapacidad: el art.1052 dice “La anulación del acto obliga a las partes ha
restituirse mutuamente lo que han recibido o percibido en virtud o por consecuencia del acto anulado”.
El art.1165 establece una excepción solo justificada si se refiere a los incapaces de hecho “Declarada la
nulidad de los contratos, la parte capaz para contratar no tendrá derecho para exigir la restitución de lo
gastado, salo si probase que existe lo que dio, o que redundara en provecho manifiesta de la parte incapaz”.

Sección 2
1- La representación o poder de obrar: el poder se otorga por la ley o por el interesado para cuidar
intereses ajenos.
Los incapaces de obrar por si, reciben por voluntad de la ley un representante, denominada necesario (padre,
tutor, curador, sindico, administrador). Pero también las personas capaces, por comodidad o conveniencia
pueden designar un representante, llamado voluntario.
Existe representación cuando una persona declara su voluntad en nombre y por cuenta de otra.

Son dos los presupuestos de la representación directa:


1. Declaración en nombre ajeno: es decir hacer saber al tercero que quien contrato no es el que adquiere
los derechos y obligaciones (representado).
2. Actuar por cuanta ajena o en interés ajeno: significa actuar para satisfacer fines o intereses ajenos.
La teoría de la representación se ocupa del vínculo entre el representado y el tercero.
La actuación en nombre y por cuenta de un tercero se da en el supuesto de la representación necesario y en
el mandato definido en el art.1869 “el mandato como contrato, tiene lugar cuando una parte da a otra el
poder, que este acepta, para representarla al efecto de ejecutar en su nombre y de su cuenta un acto
jurídico”. La doctrina discute si se puede llamar representación indirecta a la actuación en nombre propia y en
interés ajeno, es el supuesto del mandato oculto (art.1929). La mayoría dice que no.

2- Origen de la representación: esta puede provenir de la voluntad del representado o directamente de la


ley.
 La representación se funda en el poder o procura.

En la representación voluntario, cuya especie principal es el mandato, el apoderamiento constituye un


negocio jurídico unilateral, dirigido a los terceros con quienes ha de contratar el apoderado, por el cual se
autoriza a este a actuar en nombre y por cuenta del representado.

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 La representación voluntaria puede nacer del contrato de mandato o de otros, tales como la
locación de servicios, de obra, etc.
 El mandato regla la relación interna entre las partes, o sea el mandante y mandatario.
Por lo tanto el poder es un negocio jurídico unilateral (perfecto con la voluntad del poderdante), externo
(dirigido hacia fuera, y a los terceros) y abstracto (vive y produce efectos prescindiendo cual sea su causa
fuente).

En la representación legal el poder no es un hecho autónomo, sino un elemento de una situación más
compleja, constituida por la ley mediante la creación de un oficio.

3- Efectos de la representación: el otorgamiento de una autorización al representante para celebrar el


negocio en nombre del representado (poder), debe contar con las facultades conferidas y limites del mismo.
Los terceros con quienes pretende el representante contratar, pueden exigir la presentación del poder. A su
vez este debe ser otorgado con las mismas formalidades, que el negocio encomendado a quien va dirigido.
El representante no queda obligado con los terceros con lo que contrató, ni contra ellos adquiere derecho
alguno (siempre que haya realizado el contrato (negocio representativo) dentro de los límites del poder).

4- Exceso o abuso de poder: conferido el poder y sus límites, ya sea por la ley en la representación
necesaria, o por el poderdante en la representación voluntaria, mas allá de las facultades otorgadas no existe
representación y el negocio celebrado pasando los límites del poder no obliga al representado (art.1931), a
menos que este lo ratifique (art.1935/1936).
La ratificación es un negocio jurídico unilateral que otorga eficacia a lo actuado por el representante mas
allá de sus facultades, aprobando o aceptando los efectos frente a terceros.
El abuso de poder se da cuando el representante actúa dentro de las facultades otorgadas, pero fuera de
sus límites. (Juan otorga un poder para que Pedro pida $1000 a José, pero Pedro además pide $1000 a Raúl,
en este caso el representado que obligado frente a ambos ya que existió representación, sin perjuicio de
poder el representado exigir al representante la reparación del daño causada por el desempeño abusivo del
encargo).

5- Representación sin poder: puede existir una representación no atribuida por el interesado, ni por la ley,
ni por el juez, sino espontáneamente asumida por quien se encarga de la gestión de negocio ajeno (art.2288).
El gestor se propone hacer un negocio de otro y obligarlo eventualmente; y cuando el negocio ha sido
útilmente conducido, empleando la mayor diligencia, el dueño del negocio queda sometido a las obligaciones
que la ejecución del mandato impone al mandante (art.2297).
Por lo tanto el dueño del negocio debe librar al gestor de las obligaciones contraídas respecto de terceros, que
pueden haber sido asumidas a nombre del dueño (art.2305).
 Tanto la gestión de negocio, como el mandato son especies de una categoría de negocio jurídico
denominada negocio de gestión.

6- Contrato a nombre de tercero sin su autorización: todo contrato celebrado a nombre de otro, de
quien no se tenga autorización o representación legal, es de ningún valor y no obliga ni al que lo hizo.
 Esto no puede confundirse con la gestión.
El representado (en apariencia) a quien el negocio interesa tiene un medio para apropiárselo, y es la
ratificación. La ratificación no es la convalidación del negocio anulable, sino que es una autorización “ex post
facto” que tiene el mismo efecto que la autorización previa y le da derecho para exigir el cumplimiento del
contrato. La ratificación es un negocio integrativo.

7- Contrato por persona a designar: se configura cuando una persona que asume el rol de parte,
manifiesta al concluir el negocio que lo celebra por otra persona que ulteriormente ocupará su lugar y cuyo
nombre se reserva. Estamos en presencia de una representación, que la doctrina califica como representación
de persona innominada o de persona a nombrar.
Hasta que no se designe a la persona, y esta no acepte el negocio estará en cabeza del quien lo celebro. La
declaración y la aceptación so negocios integrativos, interdependientes entre si. Este tendrá efectos
retroactivos al momento de la celebración del negocio.

8- Contrato consigo mismo: es aquel en el cual interviene para su formación una sola persona. Esto no
implica que no existan dos partes, para que esto sea posible es preciso recurrir a la representación. Por lo
tanto puede haber una doble representación o simple.
Esta figura interesa a la doctrina en dos aspectos:

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1. Estructural: acerca de la posibilidad de su formación por una sola persona, respecto a la naturaleza
jurídica del acuerdo así logrado.
2. Disciplinario: relativo a la posibilidad ética, atento al conflicto de intereses que involucra todo contrato.
Con respecto a la estructura hay diversas opiniones, algunos como Mosset opinan afirmativamente socorridos
por la representación; otro opinan que es un acto jurídico unilateral. Con respecto al segundo punto, es difícil
que una persona no favorezca a su propio interés y sacrifique el ajeno.
 En la representación legal se excluye la posibilidad de esta figura (bajo pena de nulidad art.61/397/450
y otros, así también en el Cod. de Comercio).
 Con respecto a la representación voluntaria hay diversas situaciones, con variadas
consecuencias:

Doble representación: es totalmente válido cuando se le entreguen al representante instrucciones precisas


y detalladas que descartan la posibilidad de deliberar. Si las instrucciones no han sido precisas es posible pedir
la nulidad por parte del dañado, por haber excedido los límites del poder, así como también, una demanda por
responsabilidad contractual.
Representación simple: es mas peligroso el abuso por parte del representante, lo que en principio es
factible pedir la anulabilidad del contrato por parte del representado, excepto cuando:
Cuando ha habido autorización especifica por el representado, o deriva de la ley dicha autorización (art.1919).
La aprobación a posteriori por el representado, sobre lo actuado por el representante.
La jurisprudencia ha dicho que este acto es valido para el representante desde su origen, pero para el
representado, la eficacia está condicionada a la ratificación del acto, una vez ratificado es válido desde su
origen.
Sección 3
1- El objeto del contrato: objeto, consentimiento y causa son los elementos estructurales del contrato.
Nada sencillo ha sido para la doctrina determinar cual es el objeto del contrato.
 Para una doctrina el contrato no tiene objeto, sino efectos, y esos efectos consisten en obligaciones, y esta
son las que contienen al objeto. Sería ilógico identificar al objeto del contrato con sus efectos, así como
sostener que el objeto del contrato y de la obligación es el mismo. Por lo tanto el contrato es fuente de
obligaciones, estas pueden ser prestaciones de dar, hacer o no hacer y estas tienen por objeto las cosas o
servicios debidos.
 Otros asimilan el objeto del contrato con el contenido, y se entiende por este el que las partes han
modelado en virtud de su libertad de configuración interna, con las limitaciones conocidas. Otros se oponen a
esta y dicen que el contenido es el reglamento contractual y el objeto es algo más restringido (las cosas o las
prestaciones mediante las cuales se realiza la función económica del contrato).
 Mosset piensa que el objeto del contrato es la operación jurídica considerada, el contenido concreto e
integral del acuerdo, variable hasta el infinito gracias al principio consensualista. A su vez esto es asimilar
al objeto del contrato con el contenido, en cuyo caso otros autores realizan un distingo y dicen que el
contenido es la intención consiente de un resultado (en la compraventa, el adquirir…).

La libertad de las partes para contratar sobre el objeto (operación jurídica destina a la creación, modificación,
transmisión o extinción de relaciones jurídicas obligacionales) que mas convenga a sus intereses (autonomía
de la voluntad) se encuentra imitada, en consideración a los particulares que concurren a la celebración del
negocio y en atención al interés de la comunidad. De ahí que se pueden destacar dos aspectos salientes: el
objeto fin individual y el objeto fin social.
 Hay que tener cuidad de no confundir con la causa fin entendida como motivo determinante.
 El CC confunde al objeto de la obligación (prestación) con el objeto del contrato (art.1168/1169).

2- Ilicitud del objeto: la operación jurídica que las partes quieran celebrar puede ser lícita o ilícita, conforme
con el ordenamiento jurídico o contrario a el. Si se piensa que el objeto del contrato es un bien o un
comportamiento, la ilicitud está impedida, ya que un objeto es neutro (sangre, mesa, pistola).
 El contrato ilícito por razón del objeto comprende tres especies diferentes:
1. El contrato ilegal o contrario a normas imperativas (la herencia futura no puede ser objeto de una
operación jurídica contractual).
2. El contrato prohibido o contrario al orden público (cuando los principio contenidos son contarios a los
generales sobre los que descansa el ordenamiento jurídico)
3. El contrato inmoral o contrario a las buenas costumbres (este se identifica con la moral, puede ser
un contrato usurario).

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3- Posibilidad del objeto: hay que diferenciar nuevamente el objeto de la obligación que deber ser
materialmente y jurídicamente posible, con el objeto del contrato que es la operación jurídica considerada,
esta también puede ser imposible, material o jurídicamente.
 Imposibilidad material: no se puede contratar sobre cosas inexistentes.
 Imposibilidad jurídica: imposibilidad de vender cosa ajena (art.1583).
También el art.3100 “las cosas muebles no pueden ser objeto de hipoteca”; art.1501 “las cosas fuera del
comercio no pueden venderse, si dadas en arrendamiento”.

4- Patrimonialidad del objeto: partamos de la idea de que nuestro codificador planteó un contenido
patrimonial a la prestación de obligaciones contractuales y admitió contenido extramatrimonial a las
extracontractuales. Al señalar los caracteres del contrato como acto jurídico señalamos la patrimonialidad del
mismo. El criterio de Vélez respecto a las obligaciones nacidas de los contratos es claramente patrimonial.
Nuestra doctrina ampara siempre los intereses patrimoniales y extramatrimoniales sobre la base de una
prestación siempre patrimonial, esta es la razón que determino la voluntad del otorgante. Esto es aplicable a
todos los actos jurídicos unilaterales y bilaterales; entre vivos y de última voluntad.

Bolilla 4
Sección 1

1- La causa del contrato: consentimiento, objeto y causa son elementos estructurales del contrato.
 El Derecho Romano no hizo de la causa un elemento del contrato.
Concepto: es la razón o motivo determinante del contrato. Entonces esta sería subjetiva, concreta y variable
en cada negocio jurídico.
 Subjetiva: se vincula a la finalidad que guía a los contratantes.
 Concreta: atiende a cada negocio en particular.
 Variable: porque el móvil que ha motivado a las partes será distinto en cada caso.
 El motivo determinante debe ser común a ambas partes. Este nace individual, pero luego se lo bilateriza al
declararlo.
Este sistema adoptó el CC. :
 Causa: es el motivo exteriorizado.
 Motivo interno (no exteriorizado): es irrelevante.

2- Causa del acto jurídico y de la obligación: más que hablar de causa del contrato corresponde hablar
de causa del acto jurídico. Los art.500/501/502 se refieren a la causa del contrato, es el lógico en el sentido
invasor del contrato en nuestro CC. Con respecto a la causa de las obligaciones solo es factible hablar de la
causa fuente, surge del art.499, las obligaciones no tienen causa fin.

3- Diferencia con los restantes elementos del contrato:


 Con en consentimiento: es la unión del querer de las partes, la causa es el motivo determinante de ese
querer, el porqué del querer. En el contrato de donación la intención del donante (que integra el
consentimiento) es la de efectuar una liberalidad, dar algo por nada, las causa es la finalidad buscada.
 Con el objeto: este es la operación jurídica considerada, la causa es la razón subjetiva por la cual se la ha
querido realizar (realizo una compraventa porque necesito dinero)
 Con los motivos puramente personales: estos son infinitos y no son causa en cuanto no están
exteriorizados.

4- Evolución del concepto:


La concepción clásica: surgió con Domat en el Siglo XVII, este se refirió mas a la causa de las obligaciones
que ha la de los contratos, distinguió entre los contratos onerosos, reales y gratuitos.
 Onerosos: la causa se halla en la obligación de la otra parte.
 Reales: la causa se halla en la entrega de la otra parte.
 Gratuitos: la causa se funda en algo que ha hecho el beneficiario; el solo placer de hacer el bien.
El CC Francés recogió las enseñanzas de Domat. Este en el art.1108 exigió como condición para la validez de
la obligación una causa lícita, en la obligación. Esta teoría se preocupó en distinguir la causa de los móviles
personales de los contratantes. La causa es igual en cada tipo de contrato.

El anticausalismo: expuesto por Ernst y dice “Si la causa en los contratos onerosos, es lo que cada una de
las partes debe respectivamente a la otra se confunde con el objeto de la convención”; “Si en los contratos
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gratuitos la causa reside en la liberalidad del benefactor, se consideran motivaciones personales y tales no se
pueden separar del donante”. Los anticausalistas denominan falsa e inútil a la causa, y afirman que no
constituye un elemento distinto del consentimiento o del objeto.

El neocausalismo: uno de los precursores fue Capitant, esta teoría se ubica cerca de la tesis clásica, pero
además de la causa propia de cada contrato en particular, reconoce la causa como motivo determinante que
al declararse se vuelve común. Esta teoría a la vez se divide en:
Tesis objetiva: causa es la finalidad económico-social que cumple cada contrato, es la misma en todos los
contratos iguales.
Tesis subjetiva: solo da valor a la intención o motivo de los contratantes, que puede variar en un mismo tipo
contractual.
Tesis dual: es la finalidad o razón de ser del negocio jurídico, entendida en el doble sentido; de la causa
categórica de la figura en cuestión y de los motivos psicológicos relevantes, admisibles para el derecho, que
en la hipótesis concreta hayan impulsado a las partes a concluir el acto.

5- La causa en la doctrina nacional: en la doctrina nacional encontramos enemigos de la causa-fin,


partidarios de la tesis causalista clásica, así como también neocausalistas.
El tema se puede analizar desde la interpretación de los art.500/501/502 CC. Hay quienes como Segovia y
Llerena que dan a estos art. el mismo significado que al art.499 (causa fuente). Otros como Machado hacen
claramente la distinción entre el art.499 (causa fuente) y los otros (causa fin), pero entienden a la causa fin en
el sentido clásico de Domat. Anticausalista son Salvat, Llambias, aunque este admita algo (esto no implica
que no pregonen un derecho finalista). Entre los neocausalistas subjetivistas se encuentra Lafaille. Entre los
neocausalistas objetivistas está Fontanarrosa. Borda por su parte se adhiere a la tesis dual y distingue los fines
inmediatos, entendido como el objeto del acto (que en el contrato queda comprendido como causa) y los fines
mediatos que son los motivos personales.

6- Presunción de la existencia de causa (art.500): “Aunque la causa no este expresada en la obligación,


se presume que existe, mientras el deudor no pruebe lo contrario”. Se refiere a la causa fin (motivo). La
inexistencia del móvil (por error) entraña la nulidad del contrato por falta de causa. Vélez en la nota dice que
entiende por causa principal, el motivo que es el objeto que nos propusimos en el acto, haciéndolo conocer a
la otra parte. La jurisprudencia lo entiende como las motivaciones determinantes.

7- Falsa causa (art. 501): “La obligación (acto jurídico o contrato) será valida aunque la causa expresada en
ella sea falsa, si se funda en otra verdadera”. Esto interesa con respecto a la simulación.

8- Causa ilícita (art. 502): “La obligación fundada en una causa ilícita, es de ningún efecto. La causa es
ilícita, cuando es contraria a las leyes o al orden público”. Este motivo determinante puede ser ilícito por:
 ilegalidad, contrario al orden público o a las buenas costumbres (la donación no es validad si tiene por
fin el pago de un favor inmoral o continuar teniendo relaciones sexuales).
 Puede ser el objeto lícito y la causa ilícita (venta o locación de inmueble para la explotación del juego,
casa de tolerancia, etc.).
 Pero también puede ser el objeto ilícito y la causa licita (contratar sobre herencia futura, que puede
estar fundado en un fin de evitar dificultades o litigios entre los futuros herederos).
 Por estar de por medio un interés público la nulidad es absoluta, la finalidad de descubrir la finalidad
del contrato permite calificar al contrato de anulable. La prueba debe ser suministrada por quien la
invoca.
Sección 2
1- La forma del contrato. Concepto: es concepto de forma es susceptible de un doble enfoque:
Genérico: como traducción al mundo exterior de la voluntad del sujeto. Presento en todo contrato
necesariamente. La forma como exteriorización de la voluntad es un elemento estructural del contrato, sin
esta las voluntades carecerían de relevancia jurídica por no ser conocidas.
Restringido: como formalidad requerida por la ley para algunos negocios. La forma como formalidad, puede
ser libre o vinculada o también denominada de contratos formales y no formales.
 Actualmente la regla es la libertad de las formas. Pero la ley en consideración a la importancia social de
los actos, recurre a la formalidad (a mayor importancia del acto mayor rigor de la forma).

En la antigüedad (Derecho Romano) la regla era la formalidad. Ventajas Inconvenientes


 Mayor reflexión de las consecuencias Lentitud en la conclusión de los contratos
 Mayor certeza de los hechos Mayor onerosidad

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 Asegura la prueba Nulidad pronunciada por incumplimiento de formalidades
 Uniforma los contratos
Actualmente se puede hablar de un resurgimiento del formalismo, pero este varía en que no se atiende tanto
al fin de la declaración, sino a la publicidad, y su modo habitual es la inscripción registral. Así el art.2505 sobre
la adquisición o transmisión de derechos reales sobre inmuebles.
El renacimiento del formalismo coincide con el opacamiento de la autonomía de la voluntad, producto del
intervencionismo estatal. Esto persigue fundamentalmente la seguridad de los terceros (art.10 ley 24240 sobre
la forma escrita y los requisitos que debe reunir para la venta de cosas muebles, en protección del
consumidor).

2- Contratos formales y no formales: Ya sea que la ley exija el cumplimiento de ciertos requisitos al
momento de celebración del contrato (art.973, escritura, testigos, ante escribano).Pero también la formalidad
puede provenir de un acuerdo previo, que las partes en ejercicio de la autonomía de la voluntad han pactado
como requisito para la validez del contrato, nunca podrá dejar de lado una forma exigida por la ley. Pero
cuando la ley nada dice juega el principio de libertad de forma.

3- Conversión del negocio jurídico: en ocasiones que la ley exige una determinada forma ad subsantiam
(prescripta para la existencia de la declaración) y si esta no se cumple, la ley puede disponer que ese negocio
viciado en su forma engendre otro parcialmente distinto. Para ello es necesario que el primer negocio
contenga los requisitos de fondo y sustancia del segundo (elemento objetivo) y segundo que las partes no se
nieguen a la conversión (elemento subjetivo). Esto se fundamenta en la buena fe, que preside la celebración,
interpretación y ejecución del contrato (art.1198) y en la necesidad práctica del negocio jurídico perseguido
por las partes (art.1185 “Los contratos que requieran ser hechos en escritura pública, y se hagan en
instrumento privado, se convierten en contrato por el cual las partes se obligan a hacer escritura pública”;
art.1790 “Cuando se hace una donación condicionada al fallecimiento del donatario, será nula como contrato y
valdrá como testamento, si reviste las formalidades de estos actos”; art.515 “…obligaciones civiles que se
convierten en naturales”; etc).

4- El instrumento como concepto autónomo: el documento donde consta la declaración es distinto de


ella. Puede ocurrir que para algunos efectos basta la declaración, cuando la ley no exige una determinada
forma escrita, como en el caso de la compraventa de cosas muebles. Cuando la declaración se plasma en un
documento hay documentación. Puede acontecer que para que la declaración tenga validez se requiera la
documentación, pera si esta no se puede presentar, se puede probar por otros medios. Es lo que dispone el
art.1191. Finalmente si la documentación es exigida ad probationen, solo se podrá probar con estos.
(art.975/976977).

5- Formalidad del doble ejemplar: se da en los contratos bilaterales, tantos ejemplares como partes con
intereses distintos existan, tienen el fin de poner alas partes en igualdad de condiciones respecto a la prueba
del contrato (exigido por el art.1021).
El art.1023 dice que si hay defectos en la redacción de los ejemplares pero se puede probar la existencia del
contrato por otro medio, el acto es válido. Por lo tanto que la formalidad es exigida ad substantiam, o sea para
la validez del contrato, pero probada la documentación puede probarse por otros medios.
Omitido el requisito del doble ejemplar se vuelve ineficaz el documento único.
El contrato podrá probarse por otros medios, admitiendo la doctrina y la jurisprudencia que el documento
puede servir de principio de prueba por escrito. Por lo tanto creemos que no es una formalidad ad
probationem, puesto que se puede probar por otros medios. Es una formalidad para que la declaración tenga
validez.

6- Clasificación de los contratos formales: partiendo de la idea de que los contratos son formales cuando
la ley exige ciertas formalidades en el momento de su celebración, esta pueden ser:
Ad probationem: tienen el fin de prueba (art.1193 “el documento no puede ser suplido por otro medio
probatorio en los contratos por mas de $10000”). No pueden ser probadas en juicio por otros medios.
Ad solemnitatem: la forma es exigida para constituir el contrato, no su prueba; su omisión implica privar al
contrato de sus efectos propios. No obstante la omisión, el contrato podrá convertirse en otro cuando esa
solemnidad es relativa (art.1185), pero si es absoluta no tendrá efectos civiles, sí naturales (art.1810).

7- Contratos que deben celebrarse en escritura pública (art.1184): menciona no solo contratos que
deben hacerse por escritura pública, sino también otros actos que no son contratos, y aclara como excepción
a los que fuesen celebrados por subasta pública.

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1. Los contratos que tuviesen por objeto la transmisión de bienes inmuebles, en propiedad o usufructo, o
alguna obligación o gravamen sobre los mismos, o traspaso de derechos reales sobre inmuebles de otro.
2. Las particiones extrajudiciales de herencia, salvo que mediare convenio por instrumento privado presentada
al juez de la sucesión. 3. Los contratos de sociedad civil, sus prórrogas y modificaciones. 4. Las convenciones
matrimoniales y la constitución de dote. 5. Toda constitución de renta vitalicia. 6. La cesión, repudiación o
renuncia de derechos hereditarios. 7. Los poderes generales o especiales que deban presentarse en juicio, y
los poderes para administrar bienes, y cualesquiera otros que tengan por objeto un acto redactado o que deba
redactarse en escritura pública. 8. Las transacciones sobre bienes inmuebles. 9. La cesión de acciones o
derechos procedentes de actos consignados en escritura pública. 10.Todos los actos que sean accesorios de
contratos redactados en escritura pública. 11.Los pagos de obligaciones consignadas en escritura pública, con
excepción de los pagos parciales, de intereses, canon o alquileres.
 Para Mosset todas estas formas son exigidas como solemnidades relativas por aplicación del art.1185.

8- La obligación de hacer escritura pública (art.1185): “Los contratos que debiendo ser hechos en
escritura pública, fuesen hechos por instrumento particular, firmado por las partes o que fuesen hechos por
instrumento particular en que las partes se obligasen a reducirlo a escritura pública, no quedan concluidos
como tales, mientras la escritura pública no se halle firmada; pero quedarán concluidos como contratos en que
las partes se han obligado a hacer escritura pública”. De manera similar se expresa el art.1188, pero reduce a
los contratos hechos de forma verbal, el efecto anteriormente descrito.
 La doctrina discrepa acerca de la naturaleza jurídica del contrato que obliga a las partes a escriturar
(conversión).
 Para algunos (Mosset) este (boleto, no la compraventa) es una promesa bilateral de realizar el contrato
definitivo. Uno es el contrato preliminar y el otro el definitivo.
 Otros opinan que ese boleto es el contrato definitivo. Y que la obligación de realizar la escritura pública es
un contrato dispositivo complementario (de segundo grado o de cumplimiento). Para esta tesis el boleto ya es
la compraventa.
Nuestro CC parece apegarse a la primera tesis. No obstante piensa Mosset que la segunda tesis sería
admisible en orden jurisprudencial para evitar abusos. El incumplimiento de esta obligación de hacer da
derecho a reclamar judicialmente su cumplimiento (otorgar escritura pública) bajo pena de pago de perdidas e
intereses. Por su parte la segunda tesis encuentra sustento en un párrafo que se incorporó por la ley 17711 al
art.2355 “La posesión será legítima cuando haya sido adquirido el inmueble de buena fe, mediando boleto de
compraventa”; este art. Se contradice con el art.1184.

Sección 3
1- La prueba del contrato. Concepto: probar un contrato es demostrar la existencia de una relación
jurídica entre partes; es también establecer la naturaleza y el contenido exacto de los derechos y obligaciones
emergentes del mismo. Se trata de averiguar primeramente que obligaciones se hallan incluidas en el contrato
y a continuación, las prestaciones que contiene cada una de esas obligaciones. Luego determinar si las
obligaciones contraídas son de medio o resultado. Conocer el contenido del contrato resulta liminar para
ubicar la responsabilidad en que incurre el autor del daño, es el ámbito contractual o extracontractual.
Determinar la naturaleza de las prestaciones es fundamental a los fines de la prueba.

2- Metodología: lo atinente a la prueba no se encuentra en la teoría del contrato, ni en la de los actos o


negocios jurídicos, sino al considerar la tutela de los derechos en general, este sería el lugar más adecuado.
Vélez, siguiendo a Freitas incorporó a la teoría del contrato un capitulo destinado a la prueba de los mismos
(art.1190 a 1194), además de estar en otros lugares lo atinente a la prueba, y también en la reglamentación
de cada uno de los contrato típicos.

3- Medios probatorios: la falta de prueba no anula al acto, pero lo esteriliza, quita eficacia civil, aunque no
naturales. El interés de probar se refleja en lo que se denomina carga de la prueba, y esto se refiere a qué
parte en el proceso tiene la obligación de probar.
 En materia contractual se encuentra el principio clásico que dice que respecto a la existencia del contrato
es el demandante quien debe probar, en cuanto al incumplimiento, el demandado debe demostrar los
hechos en que se funda para librarse, o porque no le es imputable.
En las obligaciones de resultado es el deudor el que debe demostrar el cumplimiento, distinto es la posición
con respecto a las obligaciones de medios, paradójicamente debe probar el incumplimiento el acreedor, algo
que resulta muy difícil.
 La doctrina procesal moderna dice que le corresponde probar a quien está en mejores condiciones de
hacerlo.

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Los instrumentos aptos, en que las partes se apoyan para convencer al juez se denominan medios
probatorios. El art.1190 enumera de forma enunciativa los medios probatorios de los contratos, no obstante
respetando los modos en que los Códigos de Procedimientos Provinciales lo dispongan:
 Por instrumento público. (*)
 Por instrumentos particulares firmados o no. (*)
 Por confesión de parte, judicial o extrajudicial. (excluye)
 Por juramento judicial. (excluye)
 Por presunciones legales o judiciales. (excluye)
 Pos testigos. (*)
La doctrina distingue entre los medios destinados a probar el contrato, como son (*) y aquellos destinados a
excluir la carga de la prueba como son los otros tres. Asimismo la doctrina se encarga de jerarquizar a los
medios de prueba:
1. Los capaces de suministrar la prueba plena (documentos públicos o privados reconocidos).
2. Los que vales como principio de prueba (art.1192 “…cualquier documento que emana del adversario que
haga verosímil el hecho litigioso”).
3. Los que excluyen la prueba.
4. Los que invierten la carga de la prueba (presunciones iuris tantum).

Medios probatorios y excluyentes de la prueba:


Instrumento público: pertenecen a la categoría de los medios preconstituidos, cuyo fundamento está en la
confianza, hacen plena prueba. Su fuerza probatorio puede ser destruida por una acción civil o criminal de
falsedad, hasta tanto hacen plena fe de los hechos cumplidos por el oficial público, entre parte y frente a
terceros.
Documentos privados: estos son también preconstituidos, pero su eficacia probatoria está condicionada al
reconocimiento de las firmas entre partes, y para que tenga efectos frente a terceros, a la fecha cierta.
Cartas misivas: su valor probatorio es muy variable, dependerá de sus términos y de quien la haga valer que
se podrá reputar como prueba plena. Podrá presentarle cualquiera de las partes cuando estos son el autor y el
destinatario (propietario). Si el destinatario quiere hacerla valer en un juicio frente a un tercero esta es similar
a un testimonio; si esta es confidencial es necesaria la autorización del autor (remitente). El CC contempla que
las cartas destinadas a terceros no pueden hacerse valer en contra del remitente (art.1036). Por otro lado
nadie puede valerse de una carta obtenida por medios dolosos o fraudulentos.
Confesión de parte: es la declaración que una parte hace de la verdad de los hechos, desfavorable a ella y
favorable a la otra parte. No crea el hecho, sino que lo reconoce o admite. Hay discusión doctrinaria acerca de
que si es un medio probatorio (doctrina clásica), o un medio que excluye la prueba (doctrina moderna),
puesto que en la confesión se excluye la necesidad de probar de la otra parte. Esta puede ser espontánea o
provocada y también expresa o ficta.
La confesión extrajudicial es la realizada fuera del juicio a la otra parte (por escrito o verbalmente), hace
plena prueba siempre que sea acreditada por medios establecidos por ley.
Juramento judicial: constituye la reafirmación en forma solemne de lo antes afirmado, por lo que al igual que
a la confesión no se la consideraría un medio probatorio, sino un modo de excluir la prueba.
Presunciones legales o judiciales: presunción etimológicamente significa “asumir antes”, dar por admitida
la realidad de los hechos antes de cualquier demostración. De allí que en cierta mediada excluyen la carga de
la prueba las presunciones iure et de iure, o modifican la carga ordinaria, las iuris tantum. En las presunciones
judiciales es el juez sobre la base de cómo acaecen ciertos hechos el que las realiza, sin aguardar la prueba.
Los testigos: aquí el juez deberá valorar el valor de tal prueba. Por su inestabilidad el CC la elimina como
prueba para demostrar la existencia de un contrato cuyo objeto tenga un valor superior a los $ 10000; aunque
tiene excepciones: Ante la imposibilidad de obtener prueba escrita. Que hubiese un principio de prueba por
escrito. Que el contrato tuviera un principio de ejecución.
Otros medios probatorios: la mayoría de los Códigos de Procedimientos incorporan otros medios
probatorios tales como la pericia, la inspección judicial, los informes, etc.
Pericia: realizada por especialista en la materia (no es vinculante).
Inspección: puede tener por objeto lugares o cosas (puede ser importante).
Informes: procederá únicamente respecto de actos o hechos que resulten de la documentación, archivos o
registros contables del informante. Otros pueden ser la fotografía, video, grabaciones de audio, etc.

4- La prueba de los contratos formales: la forma puede tener el fin de dar validez al contrato o a
probarlo.
 Cuando es ab substantiam, y no se han realizado las formas este es nulo, por lo que no se
requiere probar nada. Puede ocurrir que se hayan realizado las formalidades, pero se extraviaron los

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documentos, en tal caso probando la realización de las solemnidades se tendrá por realizado el
contrato.
 Cuando la forma es exigida ad probationem (art.1193) su omisión impide probar el contrato,
pero en los siguientes casos se hace un excepción y se admiten otros medios probatorios (testimonio,
presunciones, etc):
Imposibilidad de obtener la prueba exigida por la ley (no fue posible la forma).
Principio de prueba por escrito.
Principio de ejecución.
No es necesario probar la documentación, puesta esta hace a la demostración y no a la valides del negocio.

5- Conflicto de pruebas. Instrumento público e instrumento privado: en el art.996 Vélez dijo “El
contenido de un instrumento público puede ser modificado o quedar sin efecto por un contra-instrumento
público o privado que los interesados otorguen”. Los efectos de los contra-instrumentos privados frente a los
públicos solo son factibles frente a las partes, no así frente a terceros de buena fe como los sucesores a título
singular.
También el art.1194 “El instrumento privado que alterase lo que se hubiere convenido en un instrumento
público, no produce efectos contra terceros”.

Sección 4
1- La interpretación del contrato: Interpretar un contrato es observar las manifestaciones negociales,
las cláusulas o estipulaciones, para determinar su sentido y alcance. Las pautas o criterios de interpretación
pueden existir o no en un CC, a falta de estos se debe recurrir a principios más generales, como son los
relativos al respeto a la voluntad de las partes, la consideración de la buena fe contractual, la conservación del
contrato, su celebración para que sea cumplido, la liberación del deudor, el equilibrio en los onerosos, etc. Es
importante no confundir la interpretación de la ley, con la interpretación del contrato, en esta se excluye la
interpretación evolutiva.

2- Criterio del CC: Vélez no estampó en el CC ninguna regla interpretativa, es raro ya que en esa época era
muy común. Pero en la reforma de la ley 17711 se modificó el art.1198 y expresa “Los contratos deben
celebrarse, interpretarse y ejecutarse de buena fe”.
 Así se incorpora la buena fe como norma fundamental de la interpretación contractual, y acá la buena
fe se entiende en los dos sentidos (lealtad y creencia):
Lealtad: cuando la ley da derecho a reclamar al deudor el cumplimiento de la obligación, o cuando la ley
libera a un deudor que por el cambio de circunstancias le resulta imposible cumplir.
Creencia: cuando se protege a quien no puede advertir un error no reconocible, cuando el contrato produce
los efectos que las parte declararon y no los internos.
Pensamos que es así como debe interpretarse el art.1198, y además de acuerdo con lo que verosilmente las
partes entendieron o pudieron entender obrando con cuidado y previsión.

3- Las reglas del Código de Comercio: en virtud de lo que expresa el art.16 del CC, en el cual expresa que
a falta de normas del CC se aplicará la de otros Códigos, o principios generales, etc. Son aplicados los art.217
y 218 del Código de Comercio, referentes a la interpretación de los contratos.
Interpretación filosófica (por la expresión literal): el art.217 dice “Las palabras de los contratos y
convenciones deben entenderse en el sentido que les da el uso general, aunque el obligado pretenda que los
ha entendido de otro modo” y es completado por el art.218 “El uso y práctica generalmente observado en el
comercio, en caso de igual naturaleza y especialmente la costumbre del lugar donde debe ejecutarse el
contrato prevalecerán sobre cualquier inteligencia en contrato que se pretenda dar a las palabras.”
Reproduce así la cuarta regla de Pothier sobre la interpretación. El proyecto del Ejecutivo introduce la regla
“Salvo que ambas partes sean por su profesión idóneos para dar un sentido técnico al mismo”. Con respecto a
los contratos por adhesión, la ley 24240 establece que la interpretación del contrato se hará de manera más
favorable al consumidor.
Interpretación contextual: el art.218 inc.2 del Código de Comercio dice que las cláusulas equívocas o
ambiguas deberán interpretarse en contexto con los términos claros y previos empleados en otra parte del
escrito. Acá se traduce la sexta regla de Pothier sobre interpretación. El proyecto del ejecutivo introduce una
norma similar.
Interpretación subjetiva (por la intención común): el art.218 inc.1 consagra para los supuestos de
ambigüedad de palabras la denominada interpretación subjetiva; “Solo opera cuando hay ambigüedad de
palabras”. Se busca la intención común de las partes, no las individuales, esta regla debe interpretarse con el

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art.1198. La intención común debe descubrirse en los elementos intrínsecos o extrínsecos, en el conjunto del
contrato, en la voluntad de los contratantes, en el curso de las negociaciones o en oportunidad de su
cumplimiento.
Interpretación fáctica: el art.218 inc.4 dice “Los hechos de los contrayentes subsiguientes al contrato, que
tengan relación con lo que se discute, serán la mejor explicación de la intención de las partes al tiempo de
celebrar el contrato”. Solo se puede recurrir a estos elementos extrínsecos frente a la ambigüedad de la letra
del contrato. Esta interpretación proviene de los hechos de los propios contratantes, ya sean anteriores,
simultáneos o posteriores a la celebración.
Interpretación conservadora: el art.218 inc.3 dice “Las cláusulas susceptibles de dos sentidos deben
interpretarse por el que haga a la validez del contrato”. “Si ambos hacen a la validez, debe entenderse de la
manera que mejor se ajuste al negocio y a las reglas de equidad”. Esta es la segunda y tercera regla de
Pothier.
Interpretación a favor del deudor: el art.218 inc.7 dice “En los casos dudosos, que no puedan resolverse
según las bases establecidas, las cláusulas ambiguas deben interpretarse siempre a favor del deudor, o sea
en el sentido de la liberación”. Reproduce la séptima regla de Pothier. Se podría decir que es en contra del
acreedor por haber violado el deber de claridad, principio fecundo en contratos por adhesión. La ley 19724
art.14 dice “Los contratos serán redactados en forma clara y fácilmente legible”.

4- La clasificación del contrato: consiste en determinar su naturaleza jurídica.


Es fundamental para:
 Clasificarlo entre las categorías jurídicas existentes.
 Acertar en su interpretación.
El nombre que las partes dan al contrato no lo desnaturaliza, ni impide que el juez procese a su correcta
calificación jurídica.
 La calificación resulta de los hechos que el juez debe desentrañar y de las disposiciones legales que
definen y caracterizan la figura contractual.
Para conocer el sentido y alcance de un contrato, así como para interpretarle es necesario integrarlo, es decir
suplir por vacíos que las partes han dejado, ya que hay obligaciones implícitas, que por más que se hayan
omitido, están presentes.

5- La integración del contrato: además de lo que las partes ponen en el contrato, existen lo que ellos
presuponen pero no expresan, ello no se encuentra fuera de la voluntad, sino en el fondo. Además el
legislador integra el contrato con normas imperativas, pero además algunas supletorias; estas son destinadas
a completar las figuras típicas.
Las normas imperativas están siempre presentes, las supletorias pueden dejarse de lado. Tratándose de
figuras atípicas los usos las integran con fuerza normativa (art.17CC).

Bolilla 5
Sección 1

1- Efectos de los contratos. Introducción: son sus efectos crear, modificar, transferir o extinguir
obligaciones, tanto civiles como comerciales.
 El contrato es causa fuente de obligaciones, y las obligaciones otorgan los medios necesarios para la
satisfacción de sus derechos subjetivos.
 El contrato como efecto inmediato tiene a la obligación, y como efecto mediato o indirecto a las acciones
requeridas para el cumplimiento de la obligación.

Los efectos pueden ser abordados desde dos puntos de vista:


1. Objetivo (en que consiste): la relación jurídica nacida encuentra sustento en la autonomía de la voluntad y
los efectos consagrados por el ordenamiento jurídico.
2. Subjetivo (a quienes alcanza): solo a las partes, no pudiendo perjudicar a terceros. Sí es oponible a
terceros. Excepcionalmente pueden los terceros aprovecharlos (contratos a favor de terceros; estipulación
para otro)
 Los efectos se traducen en el cambio de la situación jurídica preexistente.

2- La autonomía de la voluntad: el rol de la voluntad a lo largo de la historia ha sufrido importantes


mutaciones. La libertad es autónoma cuando se gobierna a si misma; heterónoma cuando es dirigida desde

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afuera. Más allá de esto, debemos admitir que la autonomía de la voluntad nace de una delegación de orden
jurídico.
La autonomía de la voluntad se manifiesta en dos sentidos:
1. Negativo: nadie puede ser privado de sus propios bienes o constreñido a ejecutar prestaciones a favor de
otros contra su voluntad.
2. Positivo: las partes pueden, con un acto de voluntad, constituir, regular o extinguir relaciones
patrimoniales; es decir que pueden disponer de sus bienes o pueden obligarse a ejecutar prestaciones a favor
de otro.
Comienza con el formalismo germano, luego el dogma consensualista acuerda fuerza vinculatoria a la palabra
empeñada, y luego con la Escuela de la Glosa y Posglosa, haciendo privar al aspecto ético o moral en el tráfico
jurídico. Más allá de ello, en aquellas épocas se preocupaban por la justicia y razonabilidad del contrato (teoría
de la usura). La aceptación del principio consensualista se produce bajo la presión de las ideas ético-religiosas
del Derecho Canónico y mas tarde por la enseñanza del Derecho Natural (Grocio, Putfendorf); de este modo
se concibe al contrato como una obra exclusiva de la razón y de la voluntad de las partes, y prescindiendo
del resultado justo o injusto del acuerdo. Con la era de la codificación se plasmó al individualismo en los
Códigos (1794-1804). Durante todo el Siglo XIX se creyó casi con ceguedad en la virtud de la famosa formula
“dejar hacer, dejar pasar”, en la convicción de que el orden económico actuaba por si mismo, el Estado se
limitaba ha asegurar la autonomía de la libertad en sus dos expresiones (libertad de contratar y libertad
contractual). Los conceptos de orden público y buenas costumbres estaban muy limitados, la ilicitud se
configuraba exclusivamente por la ilegalidad. Nuestro CC asimiló muy bien estas teorías y consagró la
individualidad en él. Pero la autonomía de la voluntad, aún en la concepción individualista receptada por el CC
tiene como límite a una prohibición de la ley, el orden público o las buenas costumbres (art.19/21/953).

3- La fuerza vinculatoria del contrato. Su fundamento: doctrinas diversas han expuesto los más
variados fundamentos:
Derecho Canónico: priva un criterio de orden moral, quien falta a su palabra viola una regla moral
trascendente, cual es la obligación de no mentir.
Derecho Natural Laico (Grocio/Putfendorf): la obligatoriedad de los contratos se fundaría en un supuesto
convenio primitivo y por el cual los hombres se habrían obligado a ser fieles a sus promesas (el pacto social;
“contrato social”).
Para Kant: a la coacción exterior se la sustituye por la interior, por lo tanto el hombre dicta sus propias leyes.
Los utilitarios: lo justifican en un interés positivo, el hombre confía en otro hombre porque sino el no sería
confiable. Otros hablan de una utilidad social.
Adam Smit dice que cada hombre busca sus intereses individuales y el mercado es el encargado de regularlo
y no un hombre en particular, por lo tanto lo acordado es justo.
Messineo desde el campo jurídico dice: la obligatoriedad del contrato surge de que las partes han aceptado
libremente el contenido del mismo, aceptando también las respectivas limitaciones y además surge de la
confianza suscitada de cada contratante en el otro con la promesa que se han hecho.
Mosset dice que la fuerza del contrato surge de la regla moral que hace al hombre esclavo de su propia
palabra, pero además da fuerza la libre aceptación de las cláusulas limitativas de su voluntad individual, y la
confianza mutua, así como en la satisfacción de los intereses colectivos y del bien común que surgen de esta
vía.

4- Efectos del contrato en el Derecho contemporáneo: el individualismo jurídico plasmado a partir de la


Revolución Francesa, que se transcribe en la frase “lo libremente acordado, lo consentido, es justo” resulta
cada día mas discutible. Los económicamente fuertes (personas físicas; S.A.; consorcios, holding) dictan
su ley a los económicamente débiles en el ejercicio de verdaderos monopolio de hecho o de derecho y estos
solo podrán aceptarla o rechazarla, corriendo el riesgo, en esta última hipótesis, de no lograr satisfacer sus
necesidades mas elementales. Hoy en día la autonomía de la voluntad transita por un cause legal cada vez
mas estrecho. No resulta exagerado afirmar que el contrato, al igual que la propiedad, está en función social.
Por lo tanto se pregona que para que haya un mínimo de libertad es necesario un mínimo de igualdad de
poder entre las partes.

5- El dirigismo contractual. La llamada crisis del contrato: el estado siempre ha intervenido por medio
del derecho en la economía, pero hoy en día ese intervencionismo no solo tiene un fin económico, sino una
idea más social; por medio de esta intervención se quiere proteger a los económicamente débiles y además
realizar una mejor distribución de riqueza. Lo característico del dirigismo es la calidad de las normas que lo
componen, ya que son imperativas, y las partes no tienen la posibilidad de desconocerlas. Esta intervención es
realizada por medio del legislador, pero además a través de los jueces (facultados a revisar los contratos por
lesión; abuso de derecho; imprevisión).
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Para Risolía en nuestro país la legislación intervencionista surge de tres grandes fuentes:
1. La emergencia.
2. La justicia social.
3. La economía dirigida.
A la intromisión estatal se le imputa el sacrificio de la seguridad, de la estabilidad de las relaciones privadas; el
general la confusión, el desorden y la desconfianza, paralizando la iniciativa y el tráfico regular de los
individuos.
Para Josserand “la intromisión de los poderes públicos en la vida del contrato es intolerable en la medida en
que atente contra las situaciones adquiridas, relaje el lazo obligatorio, por lo tanto destruye esa confianza que
hace la fuerza de la ley y del contrato.
La Corte Suprema ha declarado que el principio de la estabilidad contractual dejaría de ser fundamento de
orden y bienestar general para convertirse en amenaza si se pretendiera que lo contratado es de por si justo,
pura y exclusivamente porque ha sido contratado.

Sección 2
1- Efectos con relación a las personas: los efectos del contrato solo alcanzan a las partes, por ello
se denominan efectos relativos. La parte, como “centro de interés”, puede estar compuesta por una o varias
personas. Esta tesis no considera la eficacia refleja del contrato que se especifica en la relevancia externa del
contrato como presupuesto de posiciones jurídicas respecto a terceros y en la oponibilidad del contrato en
conflicto con los terceros. También hay que distinguir si la persona que reviste el rol de parte es esencial
o no, ya sea que ha sido escogida para contratar por sus cualidades personales o no (mandato; compraventa
de bienes consumibles).

2- Los herederos o sucesores universales (todo el patrimonio o cuata parte de el): podemos decir que los
herederos continúan la persona del causante, por lo tanto no se transmitirán todas aquellas obligaciones que
por ser inherentes a la persona del causante, por la naturaleza del contrato, o que por ley o convención
expresa de las partes se estipula la no transmisibilidad (art. 3263 primer parte dice “El sucesor universal es
aquel a quien pasa todo, o una parte alícuota del patrimonio de otra persona”. Saber beneficio de inventario.

3- Los sucesores particulares o a título singular: por un lado están las partes y los sucesores universales,
por el otro los verdaderos terceros, pero por otro lado existen dos categorías de personas que poseen vínculos
con los obligados:
 Los sucesores particulares o causahabientes singulares.
 Los acreedores de las partes.

Sucesores singulares dice el art.3263 segunda parte “es aquel al cual se transmite un objeto particular
que sale de los bienes de otra persona”. Este puede a diferencia del sucesor universal provenir de un acto
entre vivos, pero también puede surgir de un acto de última volunta, por vía testamentaria, ya que se legue
un bien determinado o una porción alícuota del patrimonio del causante. Entre el transmisor y el sucesor o
entre el causante y el causahabiente singular, no existe otra vinculación que la originada en virtud del traspaso
de un bien, permaneciendo independientes las personas y los patrimonios de las partes.
El causahabiente singular no podrá beneficiarse o perjudicarse por las obligaciones ajenas al derecho que se le
ha trasmitido. Un causahabiente singular puede aceptar siempre la carga de las obligaciones que pesan sobre
su causante y puede aceptar una estipulación a favor de terceros hecha en su beneficio por su causante.

El problema se plantea con las obligaciones proptem rem, en cuyo caso el causante no expreso nada
en el momento de la transmisión. La doctrina se divide con respecto a quien conciernen esos derechos u
obligaciones. El art.3266 dice “que las obligaciones se transmiten al sucesor universal o singular”. Y por otro
lado el art.3268 dice “El sucesor particular no puede pretender aquellos derechos de su autor que, aun cuando
se refieran al objeto transmitido, no se fundan en obligaciones que pasen del autor al sucesor, a menos que
en virtud de la ley o de un contrato, esos derechos deban ser considerados como un accesorio del objeto
adquirido”. Estos textos se contradicen con el art.497 “A todo derecho personal corresponde una obligación
personal. No haya obligación personal que corresponda ha derechos reales”. El principal carácter de las
obligaciones reales es que se transmiten al sucesor particular sin que sea necesario para ello convenio
especial. Viajan en la cosa a la cual acceden; por lo cual el crédito proptem rem debe ser considerado como
un accesorio del objeto adquirido. En otros casos es la ley la que acuerda al contrato efectos frente a sucesor
particular, aún contra su voluntad; tal es el supuesto del adquirente de un inmueble arrendado, obligado a
respetar el derecho del locatario (art.1498).

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4- Los acreedores de las partes: estos no son partes, pero tampoco verdaderos terceros, ya que el
patrimonio es la garantía común de estos, pero el hecho de estar obligado el deudor, no le priva de
administrar y disponer de sus bienes, mientras actúa de buena fe. Pero cuando el deudor actúa de mala fe, los
acreedores tienen derecho a intervenir, para reservar la garantía de sus créditos. Josserand sostiene que los
acreedores no son terceros ya que han estado representados por su deudor, en la medida y razón de su
derecho de prenda general.
 Por su situación peculiar la ley le otorga medios para defender sus derechos:
Medidas precautorias: imp iden al deudor actos que puedan afectar su solvencia (embargo, inhibición
general de bienes, anotación de litis, prohibición de innovar e intervención en los juicios en que el deudor sea
parte).
Acciones de integración y deslinde del patrimonio del deudor: tendientes a establecer la verdadera
composición de la garantía colectiva y su identificación para evitar confusión con otras masas de bienes
(acción revocatoria, simulación, subrogatoria y la acción de separación de patrimonios).
Ejecución y liquidación de los bienes del deudor: estos procedimientos judiciales pueden llevarse
delante de manera individual o colectiva. Por lo tanto puede ser vendido por los acreedores un derecho
contractual de su deudor (crédito).

5- Los verdaderos terceros (penitus extranei): los efectos del contrato no alcanzan ha terceros, pero
esto no implica que no les sea oponible. El contrato es oponible erga omnes, su violación apareja siempre la
responsabilidad del tercero. Los terceros pueden invocar la existencia del contrato, las obligaciones
engendradas, su cumplimiento, etc. Y no tienen derechos a desconocer tales vínculos, o pretender ignorarlos,
etc.
6- Contrato a favor de terceros:
Concepto: hay contrato a favor de terceros cuando una de las partes, denominada estipulante, conviene en
su propio nombre y a mérito de un interés digno de tutela que la contraparte, llamada promitente, quede
obligada hacia un tercero, designado como beneficiario, a cumplir una prestación que aceptada, se estabiliza a
su favor. Podemos decir que hay una parte, que estipula con otra (promitente) por el cual este último tiene
que cumplir una prestación a favor de un 3° si este la acepta, además debe haber un iteres por parte del
estipulante. No obstante el principio de que los contratos no producen efecto contra terceros, esta es una
excepción.

Art.504 “Si en la obligación (quiso decir contrato) se hubiese estipulado una ventaja a favor de un tercero,
éste podrá exigir el cumplimiento de la obligación, se la hubiese aceptado y hecholo saber al obligado antes de
ser revocada”.
Efectos: hay un doble juego de efectos, uno entre el estipulante y el promitente y el otro entre el promitente
y el tercero (o muchos terceros).
 Es importante saber que el estipulante actúa en nombre propio y con interés personal (para si
mismo).
 La estipulación a favor del tercero, nacida de la voluntad del estipulante, se inserta en un contrato
oneroso o gratuito que le sirve de base.
La prestación que debe realizar el promitente puede deberse al tercero o al tercero y al estipulante; la
obligación del estipulante tiene como acreedor al promitente; si la estipulación es exclusivamente a favor del
tercero, debe haber un interés moral que justifique la intervención del estipulante.
 Si la estipulación se inserta en un contrato gratuito funciona como un cargo a favor de terceros.
Es necesario que el tercero no sea heredero de las partes, puede ser persona física, jurídica incluso una
persona futura, cuando el beneficio se hiciere con el fin de fundarla luego y requerir la competente
autorización, además debe ser determinada o determinable al día en que surta los efectos. Por ser acreedor
del estipulante y realizar la prestación, esto se constituye en un pago, y si no se es acreedor del estipulante
este se beneficiará con una liberalidad.

Naturaleza jurídica del derecho en favor del tercero: hay tres teorías:
1. Teoría de la oferta: según ella el contrato a favor de terceros es siempre nulo, en cuanto tal, pero puede
contener una oferta hecha al tercero que cuando sea aceptada por este dará nacimiento a un nuevo contrato,
en virtud del cual el beneficiario adquiere un derecho suyo o derivada; luego esta teoría se divide al respecto
de quien realiza la oferta. Para algunos primero el estipulante adquiere un derecho frente al promitente, y lo
ofrece al tercero. Para otros ambos hacen la oferta (teoría totalmente abandonada).
2. La teoría de la gestión de negocios ajenos: tiende a suprimir el principio de nulidad. Esta teoría es más
práctica ya que los derechos del tercero no pasarían por el patrimonio del estipulante. Para estos el estipulante
es un gestor de negocio que actúa en nombre del tercero. El tercero al aceptar ratifica la gestión y adquiere
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una acción contra el promitente. Para alguna doctrina esta postura es la que adoptó Vélez. Cabe señalar que
se diferencia de esta figura ya que en la gestión no se contrata en interés propio.
3. Teoría del beneficio directo: el derecho del tercero surge cuando ello ha sido la intención de las partes,
del contrato celebrado entre el estipulante y el promitente. Este surge de la autonomía de la voluntad. Se le
critica que no lo explica, solo comprueba un resultado.

La aceptación por el tercero: el art.504 dice “la sola aceptación por el tercero de la ventaja estipulada en el
contrato a su favor, antes de ser revocada, le dá derecho a exigir su cumplimiento, pero es necesario que la
aceptación se haya hecho saber al obligado, es decir al promitente”. No obstante ello la doctrina considera que
el derecho lo adquiere sin necesidad de la aceptación. Las partes pueden convenir que el derecho nazca en el
futuro. La doctrina prefiere llamar a lo que denomina el art.504 “aceptación”, ratificación, esta le agrega
estabilidad al contrato, ya que hace a esta definitiva (irrevocable). En caso de no aceptación del tercero, el
derecho pasa al estipulante.

Relaciones entre el tercero y el promitente: una vez aceptado el beneficio por el tercero este tendrá
contra el promitente todas las acciones que tiene el acreedor contra el deudor. El promitente por su parte
podrá oponer al tercero todas las excepciones que podría hacer valer contra el estipulante, nacidas del
contrato del cual se originó el beneficio, pero no aquellas excepciones fundadas en otras relaciones frente el
estipulante. (Puede oponerle el incumplimiento del estipulante. Por su parte el estipulante también tiene
derecho a exigirle el cumplimiento al promitente).

El art.504 y los casos particulares: nuestro art.504 se adapta a la moderna teoría. En el siglo XIX fue esta
figura de escasa importancia, pero actualmente hay contratos que corresponden a esta figura, dentro del
CC. Así el art.1862 sobre la donación con cargo a favor de un tercero distinto del donante; el art.2072 sobre la
renta vitalicia en beneficio de un tercero ajeno al constituyente. La doctrina nombra una muy común como es
el que hace la clínica (estipulante) con el medico (promitente), en el cual el tercero es el paciente.

7- Contrato a cargo de tercero (promesa de hecho ajeno): existe cuando una de las partes, promete a
nombre propio el hecho de un tercero. El CC. Se refiere a él en el art.1163 “El que se obliga por un tercero,
ofreciendo el hecho de este, debe satisfacer perdidas e intereses, si el tercero se negara a cumplir el
contrato”.
 Esta figura se diferencia claramente del contrato a nombre de un tercero si su autorización, que no
obliga ni al que lo hizo, en tanto el contrato a cargo de tercero obliga al oferente.
 La ratificación por el tercero fija las relaciones entre él y el acreedor de la promesa “como si el
contrato se hubiera ajustado directamente entre ellos”.
 Al acreedor de la prestaciones del tercero se lo denomina estipulante, y promitente a quien promete el
hecho de un tercero.
La doctrina no es pacifica al respecto del cual es la promesa del promitente, si la ratificación por parte del
tercero o la realización de la prestación. El anteproyecto de Bibiloni dice que en caso de duda sobre la
promesa, se deberá tener por realizada la menos gravosa.

8- La cesión del contrato: lo que se cede es la posición contractual, se transfiere la cualidad de parte
contratante en un contrato con prestaciones recíprocas. Siempre que la persona del contratante no sea
esencial (es decir que pueda hablarse de impersonalidad del contrato). Lo diferencia de la cesión de crédito y
de deuda, primero que estas nacen del contrato, y responden a solo uno de los elementos (activo o pasivo).
En nuestro derecho tiene legislación, pero se puede realizar en virtud del art.1197 (autonomía de la voluntad).
 Para explicar la naturaleza jurídica del contrato hay tres criterios, los tres parten de la admisión de la
cesión de deuda:
1. Teoría atomista de la descomposición: la cesión del contrato depende de la cesión de crédito más la
asunción de una deuda.
2. Teoría del negocio jurídico complejo: está constituido por lo diversos mecanismos negociales, los
correspondiente a la cesión de crédito y deuda.
3. Teoría unitaria; de la transferencia integral de los elementos activos y pasivos: producto de un negocio
único, traslado del complejo de las relaciones jurídicas que lo constituyen.

Las partes de este contrato son el cedente y el cesionario, el cedido no es parte, se limita a dar su
asentimiento expreso o tácito; este asentimiento sirve para hacer eficaz la cesión frente al cedido.
 Cuando el cedido realiza la aceptación el cedente queda desligado, pierde sus derechos y se eliminan
sus obligaciones, pero si el cedido no acepta, quedan obligados frente a él, el cedente y el cesionario,
ya que el negocio ha tenido efectos entre las partes.
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 El cedente está obligado a responder, frente al cesionario de la existencia y legitimidad del contrato
cedido, no así de la solvencia del cedido, salvo que sea anterior su insolvencia y fuera pública. (Ej. la
cesión realizado por el locatario).

9- El contrato derivado (o subcontrato): en este caso, el subcontratista (causahabiente mediato) no


integra la relación jurídica básica (como en la cesión). Se originan dos situaciones jurídicas distintas. No es
factible cuando sea esencial la persona del contratante originario, o prohibición comercial o legal.
El contrato derivado está condicionado a los efectos del contrato base. Los derechos que puede adquirir el
subcontratista son iguales o menores a los del contrato base, pero nunca mayores. (Ej. locador y
locatario/sublocador y sublocatario).
Lo más relevante de esta figura es la acción directa que tiene el locador contra el sublocatario y este contra el
primero.
Sección 3

1- Revisión de los contratos: La revisión consiste en el análisis de las estipulaciones convenidas, previa
interpretación e integración, y luego concluir manteniéndolas o bien modificarlas o aún extinguirlas. Según la
teoría clásica revisar los contrato era imposible; hoy en día atendiendo mas a la función social del contrato, y
en consecuencia de la intervención estatal es común, ya sea por el Poder Legislativo (a través de las leyes de
emergencia) o por el Poder Judicial, esta se realiza partiendo del abuso del derecho y en la excesiva
onerosidad sobreviviente.
En principio, solo las partes de común acuerdo pueden revisar el contrato (art.1200). Pero en determinadas
circunstancias se podrá solicitar la revisión basándose en principios de carácter general o en consideraciones
de carácter concreto. Entre los primeros está el abuso de derecho. (No así la lesión, ni el enriquecimiento sin
causa). Como consideración de carácter concreto está el art.2056, según el cual los jueces podrán moderar las
deudas que provengan de los juegos autorizados por ley, y cuando ellas sean extraordinarias respecto a la
fortuna de los deudores. Y el art.1198 autoriza a alterar los efectos del contrato a fin de mejorarlos
equitativamente o bien llegar a su resolución en caso de sobrevenir una excesiva onerosidad.

2- Fundamentes de la revisión contractual: la intervención, para revisar el contrato se fundamenta,


tratándose de la excesiva onerosidad sobreviviente, (hoy dos teorías bien distintas)
Teorías subjetivas:
La de la presuposición (la voluntad declarada se vicia).
La de la base del negocio jurídico (es lo que una de las
partes piensa respecto de la existencia, subsistencia, o aparición de ciertas circunstancias).
Teorías objetivas:
La de la reciprocidad e equivalencia de las prestaciones.
La de la función económica y social del contrato (se fundamenta el la conservación de la economía del
contrato).

3- La excesiva onerosidad sobreviviente (teoría de la imprevisión) : dice el art.1198 segunda


parte “en los contratos bilaterales conmutativos y en los unilaterales onerosos y conmutativos de ejecución
diferida o continuada, si la prestación a cargo de una de las partes tornara excesivamente onerosa, por
acontecimientos extraordinarios e imprevisibles, la parte perjudicada podrá demandar la resolución del
contrato. El mismo principio se aplicará a los contratos aleatorios cuando la excesiva onerosidad se produzca
por causas extrañas al riesgo propio del contrato. “En los contratos de ejecución continuada la resolución no
alcanzará a los efectos ya cumplidos”. “No procederá la resolución, si el perjudicado hubiese obrado con culpa
y estuviese e mora”. “La otra parte podrá impedir la resolución, ofreciendo mejorar equitativamente los
efectos del contrato”. (Esto se justifica en la teoría de base objetiva).

Antecedentes: el CC de Italia, por su parte ni el anteproyecto de Bibiloni, o el de 1954, le dedican art.,


nuestro CC receptó la formula recomendad por el III Congreso Nacional de Derecho Civil.

Ámbito de actuación: la revisión por excesiva onerosidad no alcanza a todos los contratos; se aplica a los
bilaterales, sean conmutativos o aleatorios, y a los unilaterales onerosos, siempre que la ejecución sea
diferida o bien continuada. Se excluyen los contratos gratuitos (liberalidades, donación, comodato, depósito,
fianza). También se excluyen los contratos de ejecución inmediata, cuando esa ejecución sea a la vez
instantánea.

Requisitos: para que proceda la revisión judicial es necesario:


31
 La concurrencia de acontecimientos extraordinarios y a la vez imprevisibles; un hecho es
extraordinario cuando se aparta del curso natural y normal de las cosas, y a la vez no debe haber sido
y/o poder haber sido previsto por las partes empleando la debida diligencia.
 la incidencia sobre la prestación debida, tornándola excesivamente onerosa en perjuicio de una de la
partes. Determinar que es excesivo es tarea del juez.
 Por último requiere que la excesiva onerosidad no provenga de la culpa del deudor, o que se
encuentre en mora, es necesario determinar si la mora no se originó en la excesiva onerosidad, ya
que en ese caso no existiría mora.

Efectos: el art.1198 da la acción a la parte perjudicada. La doctrina señala que también puede actuar como
excepción, además también dice que no solo la parte perjudicada puede pedir la revisión, ni mucho menos
que el único remedio es la resolución, ya que también se puede solo modificar, y regresar los efectos del
contrato a la situación anterior de manera proporcional. Es importante señalar que la vuelta a la equidad no
significa invertir los roles de las partes, si no el retorno en lo posible al contrato original, este se fundamenta
en orden público. La utilización del vocablo resolución es correcta ya que sus efectos son retroactivos, excepto
que ya se haya ejecutado una parte, en cuyo caso no alcanzará a los efectos ya cumplidos.

La cláusula de exclusión: se discute en doctrina si es válida la cláusula por la cual se excluyen las partes la
posibilidad de accionar por revisión: (es necesario formular distingos)
 Si las partes aluden concretamente a los hechos desencadenantes de la excesiva onerosidad, estos ya no
son
imprevisibles, por lo tanto no sería aplicable el art.1198 y la cláusula es válida.
 Pero si las partes aluden genéricamente a los hechos desencadenantes de la excesiva onerosidad; las
cláusulas de exclusión no serán validas.
Razones:
 Lo dispuesto en la teoría general del contrato es de orden público.
 La situación es similar a la originada por la lesión.

Sección 4
1- Vicisitudes e ineficacia del contrato: las vicisitudes son aquellas circunstancias que pueden influir
sobre la suerte del mismo, ya sea coetáneas a su nacimiento, ya sean sobrevivientes. Para otros las
circunstancias que están presentes desde el nacimiento que provocan inexistencia, nulidad, etc. no son
vicisitudes.
 Un contrato es eficaz cuando surte los efectos propios.
 Un contrato es ineficaz, cuando no surte los efectos propios del mismo.
 Esa ineficacia puede surgir por invalidez del contrato como tal; también por la falta de presupuestos o
requisitos; o inclusive por la presencia de elementos extraños a la estructura que afecta los efectos del
mismo. Se puede distinguir:

 Ineficacia por esterilidad: cuando proviene de la naturaleza o voluntad de las partes.


 Ineficacia por caducidad del derecho: su causa es sobreviniente y adquirida (transcurso del tiempo sin
ejercer derecho).
 Ineficacia por revocación, resolución o rescisión.

2- Ineficacia por invalidez del contrato: constituye una sanción legal que priva de sus efectos a un
contrato en virtud de una causa existente al momento de su celebración.
 Es ineficaz un contrato nulo, pero no lo es frente a terceros adquirentes de buena fe y a título oneroso,
otras veces en la conversión al contrato se le atribuye una eficacia distinta a la propia.
Hay discusión acerca de la cuestión de que si un contrato nulo es inexistente; la mayoría está de acuerdo que
en el nulo están todos los elementes pero viciados, en el inexistente falta algún elemento.

3- Ineficacia por falta de presupuestos o requisitos: en este caso el contrato es válido, pero por razones
de hechos extraños a su estructura queda privado de producir algunos de sus efectos o todos, entre las partes
o bien respecto a terceros.
 El contrato anulable es ineficaz luego de la sentencia, pero también será eficaz frente a terceros
adquirentes de buena fe y a título oneroso.
 La ineficacia puede provenir desde el momento de la celebración del contrato (originaria) o de un hecho
posterior (subsiguiente).

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 Los presupuestos o requisitos de eficacia pueden provenir de las parte (condición, plazo, cargo) o de la ley
(conditio iuris o condiciones jurídicas).

Inoponibilidad: es el nombre que se le da a la ineficacia respecto a terceros o determinados terceros. (Ej.


La enajenación de una cosa embargada, es valida entre las partes, pero no frente al embargante /
revocación / etc.).

Suspensión: la eficacia puede estar suspendida por un tiempo, hasta que por determinadas circunstancias se
vuelva el contrato eficaz (plazo y condición suspensiva). En el plazo la ineficacia se traduce en la no
exigibilidad; en la condición en el no nacimiento de la relación jurídica.

Resolución: la ineficacia proviene de un hecho posterior a la celebración del contrato. El hecho posterior
pone fin al contrato, por su mera concurrencia o por autoridad de una de las partes o por decisión judicial.
Cumplido el evento se resuelve el contrato retroactivamente, volviendo las cosas a su estado primitivo, al
menos entre partes y salvo en los efectos ya cumplidos en los de ejecución de tracto sucesivo.
 Circunstancias voluntarias aptas para producir la resolución:
La condición resolutoria subordinada a un hecho futuro incierto. La ocurrencia del hecho despliega la
resolución de pleno derecho. Esta opera retroactivamente, paro no afecta a terceros adquirentes de buena fe
y a título oneroso.
El plazo resolutorio subordinado a un hecho futuro y necesario. El vencimiento del plazo pone fin a la
exigibilidad. Los efectos ya cumplidos quedan firmes, de allí que la doctrina prefiera hablar de plazo extintivo y
no resolutorio, ya que no opera retroactivamente.
El pacto comisorio expreso: es la autorización a la parte cumplidora para optar por la resolución del
contrato ante el incumplimiento de la otra, debe declararlo en tal sentido y comunicárselo al incumplidor.
Opera de pleno derecho desde que se dio a conocer a la parte incumplidora, tiene efectos retroactivos, salvo
de los ya cumplidos, con respecto a terceros se produce la resolución cuando estos conocían la cláusula
comisoria, no así frente a terceros adquirentes de buena fe y a título oneroso.

 Circunstancias legales para producir la resolución:


El pacto comisorio implícito o tácito: es igual que el expreso, pero autorizado por ley. Para la resolución
del contrato se debe realizar alguno de estos procedimientos: Requerir al incumplidor el cumplimiento de su
obligación, en un plazo no inferior a 15 días, la que operará de pleno derecho transcurrido dicho plazo sin
cumplimiento del deudor.
Accionar judicialmente por resolución del contrato. Opera con la sentencia. La sentencia tendrá efecto
al momento de la acción o excepción.
La imposibilidad de cumplimiento, que resulte de un hecho posterior al contrato y no imputable a las
partes, produce la resolución del contrato.
Arrepentimiento: es la facultad que tiene quien dio una seña para retirarse del contrato y no ejecutarlo, o
quien la recibió para devolverla y no ejecutarlo (art.1202).

4- Vicisitudes extintivas: son aquellos hechos que ocurridos durante la vida del contrato producen su
destrucción, por voluntad de una o ambas partes.

Revocación: pese a que el art.1200 habla de revocación por voluntad de ambas partes, la doctrina dice que
la característica de la revocación es la voluntad de solo una parte, quien revoca retracta su voluntad originaria,
y ocasiona la cesación de los efectos ex nunc (hacia el futuro). Es más común en los negocios unilaterales
(revocación de oferta, poder, de la estipulación a favor de terceros).

Rescisión: es la posibilidad de extinguir un contrato existente por un nuevo contrato, sin alterar los efectos
ya producidos. Solo es posible en contratos de ejecución diferida (cuando aún no se hay producido) o de
ejecución periódica (aún no agotados). Al lado de esta rescisión por mutuo acuerdo la doctrina ubica a la
rescisión unilateral en los casos que la ley lo permite o las partes así lo han estipulado de modo expreso al
contratar. La ley lo autoriza (unilateral) en los art. 1602/4 (locación de cosa, mal uso) y art. 1638 (locación de
obra, en caso de disentir el dueño de la obra).

Bolilla 6
Sección 1

33
1- Responsabilidad Civil: el concepto de responsabilidad en el derecho civil es único, no obstante
surgir de fuentes distintas. “Es el conjunto de normas que, como sanción, obligan a reparar las consecuencias
dañosas emergentes de un comportamiento antijurídico que es imputable, física o moralmente, a una
persona”.

2- Fuentes de responsabilidad: el CC tiene normas aplicables a todas las especies de responsabilidad


(art.896 a 943), normas generales para la responsabilidad contractual y para la emergente de actos ilícitos y
finalmente normas especificas para la responsabilidad de contratos específicos y de determinados actos
ilícitos. Cuando por un ilícito haya incumplimiento contractual, las acciones son excluyentes entre si, pero si el
ilícito, está tipificado en el Derecho Penal, operará la extracontractual.
Sin embargo la responsabilidad nacida del incumplimiento contractual y la de actos ilícitos no es la única,
también hay responsabilidad por:
 Violación de obligaciones legales (rendición de cuentas por el tutor, prestación de alimentos entre
parientes).
 No restitución del enriquecimiento injustificado.
 El incumplimiento de una obligación nacida de la voluntad unilateral.
 La que incumbe al gestor de negocio ajeno y al dueño del negocio.
 Razones de equidad.
 Ejercicio abusivo de derechos.
Pensamos que es mas correcto afirmar que nuestro CC no ha distinguido la responsabilidad en contractual y
extracontractual si no en aquella nacida de incumplimiento de obligaciones y la nacida de actos ilícitos.

3- Presupuestos de la responsabilidad civil: no obstante las distintas especies de responsabilidad, los


presupuestos son comunes a todas.

Antijuridicidad: es necesaria una conducta antijurídica, es decir contraria al derecho, esta puede darse de
modos muy diferentes, puede ser el incumplimiento del deber de no dañar, o como en la responsabilidad
contractual, en la cual el deudor incumple su obligación, por lo que viola el derecho subjetivo del acreedor,
este incumplimiento puede ser total, cumplimiento defectuoso o cumplimiento tardío. El incumplimiento
además de hacer responsable al autor, es motivo para que la otra parte pueda resolver el contrato.

Imputabilidad: el comportamiento antijurídico debe ser atribuible a alguien. Esa atribución puede ser
subjetivo (por dolo o culpa de su autor, como en la concepción clásica) y objetiva (es la posibilidad de
imputación material, si es responsable sin culpa).
 La imputabilidad subjetiva se basa en la previsión (dolo) o la posibilidad de haberlo previsto (culpa).
 El dolo es el incumplimiento a sabiendas.
 La culpa está dada por la negligencia, imprudencia e impericia.
Antes de la reforma de la ley 17711 eran contados los casos de responsabilidad sin culpa (la falta de
discernimiento del menor de 10 años, o del demente no constituyen hipótesis de inimputabilidad / la
responsabilidad del principal por los hechos de sus dependientes / la de los dueños de hoteles / capitanes de
buques / la del dueño o guardián del animal). La ley 17711 lo amplió y así es responsable el dueño de la cosa
por el riesgo o vicio de la misma / el resarcimiento a favor de la víctima de daño causado por personas
privadas de voluntad.
 La responsabilidad contractual se funda en la imputabilidad subjetiva, pero hay supuestos de
responsabilidad contractual sin culpa (el enajenante responde de los vicios redhibitorios aún cuando
ha obrado de buena fe).
 La concepción subjetiva se complementa con la clasificación de la culpa en grados: grave, leve y
levísima, y con la exigencia de mayor diligencia según los casos. Con respecto a quien debe demostrar
el incumplimiento es el acreedor; se critica en la obligación de medios.
 La imputabilidad surge del incumplimiento en principio por culpa, el acreedor debe probar si hay dolo.
La corriente procesalista mas avanzada alude a que debe probar quien está en mejor situación de hacerlo, por
su profesión, situación, etc.

Dañosidad: es necesario que ese comportamiento antijurídico e imputable cause un daño, ya sea un
menoscabo material o moral, de no ser así no hay responsabilidad civil (sanción reparadora). Es necesario que
no solo se pruebe el incumplimiento, si no también el daño (ya que el incumplimiento puede ocasionar
beneficios). Por otra parte es necesario que ese daño sea injusto. Si el comportamiento dañoso no es
antijurídico no se genera la responsabilidad de resarcir, por excepción el juez fundado en razones de equidad,
en caso de estado de necesidad, puede dictar la indemnización por el beneficiario. Es daño injusto aquel que

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lesiona un bien merecedor de tutela, tenga o no carácter de derecho subjetivo, consagrado en una norma
legal. Se deben indemnizar los daños presentes y los futuros ciertos.

Causalidad: es necesario una relación causal entre la conducta antijurídica y el daño, es decir que este sea
consecuencia de aquella. Ya que un hecho puede desencadenar múltiple consecuencias, es preciso determinar
frente a cuales será responsable el actor.
Teorías:
1. La de la equivalencia de condiciones: (conditio sine quanon) la causa del daño es cualquier hecho sin
el cual el daño no se hubiera producido. Esta hace al autor responsable de consecuencias muy alejadas, hasta
remotas.
2. La de la causa eficiente: esta evalúa cualitativamente cual ha sido la causa que da origen al daño.
3. La de la causa próxima: estima que solo la causa más próxima es la relevante.
4. La de la causa adecuada: “la medida del resarcimiento se extiende a todo daño que guarde conexión
causal adecuada con el hecho generador de la responsabilidad civil” (admitido por el art.906 CC). No es
suficiente una relación necesaria entre el hecho y el resultado, si no que para que sea adecuado debe haber
sido previsible por el agente, en condición a los hechos que conocía o podía conocer en el momento de actuar.
 Responsabilidad contractual: por las consecuencias inmediatas (si media culpa), pero además por las
mediatas si hay dolo.
 Responsabilidad extracontractual: se responde por las inmediatas y mediatas.

4- Consecuencias de la responsabilidad civil: la consecuencia es la reparación del daño causado, esa


reparación puede ser en especie o en dinero.
La reparación en especie consiste en el caso de incumplimiento de la obligación, a la realización de la
prestación esperada; en el caso de incumplimiento al deber de no dañar en la reposición de las cosas a su
estado anterior. Con respecto al incumplimiento de la obligación el art.505 autoriza al acreedor a disponer de
los medios legales, a fin de que le procure aquello a lo que se ha obligado, o lo haga realizar por un tercero a
costas del deudor. Medios compulsivos: astreintes, cláusula penal, interés punitorio, derecho de retención, la
excepción de incumplimiento.
El art.1083 prevé “El resarcimiento del daño consistirá en la reposición de la cosa a su estado anterior,
excepto si fuera imposible, en cuyo caso la indemnización se fijará en dinero. También podrá el damnificado
optar por la indemnización en dinero”.

5- Ambito de la responsabilidad contractual:


 Debe existir un contrato: desde su nacimiento hasta su extinción.
 Un contrato válido: no debe ser nulo, si podrá ser anulable.
 Del cual nació la obligación incumplida: es necesario establecer cuales son las obligaciones, ya sea
que lo estipularan expresamente, pero además con las obligaciones que nacen de la integración, con
las obligaciones que nacen de la ley o de la costumbre. La mera existencia de un contrato entre
víctima y victimario no alcanza para establecer que es responsabilidad contractual.
 Incumplida por un contratante en perjuicio de otro : el incumplimiento debe surgir del deudor, de sus
dependientes o auxiliares, pero además puede provenir de un tercero si es cómplice con el deudor, es
este último caso el deudor será responsable por responsabilidad contractual y el tercero por
responsabilidad extracontractual.

6- Responsabilidad precontractual: cualquiera de las parte puede incurrir en esta responsabilidad civil.
Extensión del período precontractual: para algunos comienza desde la oferta. Pero la mayoría entiende
que comienza desde las primeras tratativas, que este período se puede dividir en dos, tomando como división
el momento de la oferta, esto tendrá relevancia con respecto al quantum de la indemnización. Esto es lo que
entendemos, no obstante la falta de regulación expresa.

Fundamento de la responsabilidad:
Hay diversas doctrinas:
1. contractual: esta admite que previo al contrato definitivo, hay un acuerdo tácito, por el cual las partes se
obligan a obrar con diligencia. Por lo tanto se atiene a una figura fáctica (ficción). Por ello el incumplimiento
de este ficticio acuerdo traería responsabilidad contractual.
2. Acto ilícito: opina que la libertad de contratar no es absoluta, y quien retracta ilegítimamente una oferta,
cometió un ilícito o también quien se aparta de las tratativas. Por lo tanto la responsabilidad será
extracontractual.
3. Ejercicio abusivo de derecho: en concreto, del derecho ha apartarse de las tratativas, del derecho a
retractar una oferta no obligatoria. Por lo tanto se cometería un abuso de derecho cuando esa retractación es
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injusta (carente de motivo legítimo). Pensamos junto a Spota que esta es la teoría a la que se apega nuestro
CC (art.1071) y coloca a la buena fe como pauta para juzgar el ejercicio de un derecho. Nuestro CC también
admite casos de responsabilidad precontractual fundad básicamente en la ley (art.1156) “La parte que hubiese
aceptado la oferta, sin conocer la retractación de la oferta, muerte o incapacidad del oferente, y que hubiese
hecho gasto al respecto, tiene derecho a una indemnización”. En este caso ninguna de las tres teorías
mencionadas valdría. Solo la ley.

Presupuestos de la responsabilidad:
1. Antijuridicidad: quien se aparta en forma arbitraria e intempestiva de las tratativas, o quien retracta una
oferta sin permitir a la otra parte su diligente consideración, se comporta de un modo contrario al derecho.
La doctrina dice que se violan deberes jurídicos que nacen de la buena fe – lealtad (no de las partes o la ley).
(Ej. deberes de aviso, custodia, secreto, etc.).
2. Imputabilidad: la doctrina discute si la imputabilidad surge por factores objetivos o subjetivos. La mayoría
apunta que no es preciso demostrar la culpa o dolo de quien se abre de las tratativas.
3. Dañosidad y causalidad: para que haya responsabilidad precontractual es preciso que aquella conducta
antijurídica e imputable produzca un daño material o moral en relación de causalidad con aquel
comportamiento. Para Ihering la parte perjudicada por la no formalización de un contrato válido, por
retractación de oferta, nulidad o anulación, tiene derecho a una indemnización cuyo quantum está dado por lo
que denomina “interés negativo”, consiste en el daño sufrido a raíz de haber creído en la validez del negocio,
y que no hubiera padecido de haber sabido que no prosperaría. Esta se contrapone a lo que denomina interés
positivo, que es todo lo que el acreedor tendría si el negocio fuera válido (este interés es exigible solo frente a
la validez del contrato). Ihering clasifica las causas de invalidez en tres:
I. La capacidad del sujeto.
II. La capacidad del objeto.
III. La certeza de la voluntad.
En todos los casos el culpable de la invalidez debe resarcir los daños sufridos por la parte no culpable.
Sobre el alcance de los interese negativos no hay acuerdo; para algunos solo el daño emergente, para otros
también el lucro cesante. En nuestro derecho, según el art.904 se es responsable por el daño emergente, pero
también por el lucro cesante cuando lo hubiera previsto, o debería haberlo previsto empleando la debida
atención. Son resarcibles no solo los daños materiales, si no también morales, que tengan relación con la
causa adecuada.

7- Responsabilidad poscontractual: creemos que el fundamento de esta es nuevamente el ejercicio


irregular de un derecho (contrario a la buena fe, moral y buenas costumbre) Ej. el ingeniero que por su
relación conoce las formulad de algo, y al cambien de fabrica se las revela a su nuevo empleador. Con
respecto al alcance de la relación causal, es preciso aplicar la teoría de la causa adecuada (emergentes y
además previstos o previsibles).

Sección 2
1- La excepción de incumplimiento contractual:
Noción: es consagrada en el art.1201 “En los contratos bilaterales una de las partes no podrá demandar su
cumplimiento, si no probare ella haber cumplido u ofreciere cumplirlo, o que su obligación es a plazo”. El
art.510, referido a las obligaciones dice lo mismo, también el art.1418, referido a la compraventa “autoriza al
vendedor a no entregar la cosa si el comprador no ha pagado el precio”, esta está de más, ya que con la del
art.1201 basta (parte general).

Fundamento: el fundamento, en cualquiera de sus modalidades, incumplimiento total o parcial, se encuentra


en la interdependencia o conexión de las obligaciones emergentes de los contratos bilaterales. Solo es
aplicable a los contratos bilaterales. En la bilateralidad se funda el principio de ejecución simultánea de las
prestaciones. Pero las partes pueden convenir lo contrario, por ejemplo que las obligaciones se cumplan de
manera sucesiva.

Naturaleza jurídica: es una verdadera y propia excepción de derecho sustancial.


De esto se desprenden dos corrientes:
 Como requisito esencial para la acción, ya que no se puede demandar sin antes cumplir. (Texto que se
apoya en la interpretación literal del art.1201).
 La que la considera como una verdadera defensa, que debe oponerla el demandado, pudiendo el actor
guardar silencio sobre su obligación.
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Predomina la consideración del instituto como una excepción sustancial o de Derecho sustantivo, cuya
cualidad propia es la de ser un derecho contrapuesto al pretendido por el actor, un contraderecho.
El derecho del actor no es negado, queda subsistente, pero se le opone otro derecho que lo torna total o
parcialmente ineficaz. En cambio la excepción procesal excluye el derecho invocado.
 No obstante su índole de excepción sustancial dilatoria, la doctrina y jurisprudencia nacional admiten que
puede ser opuesta por vía reconvencional, motivando una contrademanda destinada a que el actor haga
efectiva su prestación incumplida.

Requisitos: para que proceda la excepción es necesario:


 Que las obligaciones de autor y demandado sean de cumplimiento simultaneas; no existe
simultaneidad cuando la obligación a cargo del autor está sujeta a un plazo o a una condición
suspensiva.
 Que el incumplimiento del actor revista gravedad; esto nos lleva a distinguir entre cumplimiento total
y parcial; nuestro CC nada dice de esto respecto al incumplimiento parcial, por lo tanto el juez debe
hacer proceder la excepción en caso de que el incumplimiento sea grave, no hay reglas para
determinar la gravedad, (el juez debe fundarse en la buena fe, lealtad, buenas costumbres, usos y
costumbres, etc.). Recordamos que quien demanda el cumplimiento tiene expedita la acción no
obstante no haber cumplido, cuando ofreciese cumplir con la obligación a su cargo.
 Que no pueda imputarse incumplimiento al excepcionante, este es el caso de quien opone la
excepción pero el incumplimiento de la otra parte se ha debido por su culpa.

Efectos: el que demanda por incumplimiento debe acreditar haber cumplido con su prestación. Quien opone
la exceptio non adimpleti, debe acreditar exclusivamente la existencia del contrato productor de obligaciones
reciprocas. En caso de que el demandado oponga la excepción por incumplimiento parcial, la demostración del
hecho está a su cargo.
El juez tendrá la opción de:
 Rechazar la acción, esto no implica que no pueda hacer valer su derecho en una demanda posterior
una vez cumplida su prestación.
 Acoger la acción, previo pago de las prestaciones pendientes a cargo del actor.
La primera es la solución más común en nuestra jurisprudencia.

Sección 3
1- El pacto comisorio: (elemento natural del contrato)
Noción: el pacto comisorio autoriza a quien ejecuté o estuvo dispuesto a cumplir las obligaciones a su cargo,
tornar ineficaz el vínculo nacido del contrato (resolución), a desvincularse de él ante la inejecución del deudor.
La resolución torna ineficaz el vínculo nacido del contrato (obligaciones) y por ende el contrato mismo. El
acreedor, además puede reclamar daños y perjuicios.

Fundamento: es innegable que los contratos se hacen para ser cumplidos, frente al incumplimiento, se
puede demandar a la parte incumplidora, para que lo haga, pero muchas veces, esta acción no brindará al
acreedor la satisfacción de su derecho subjetivo (insolvencia del deudor, ejecución tardía, etc.) de allí que el
derecho le concede la posibilidad de optar por el cumplimiento o resolución, y siempre con la posibilidad de
adicionar los daños y perjuicios emergentes del incumplimiento.
 Está implícito.
La doctrina entiende que el pacto comisorio opera, a menos que las partes hayan convenido lo contrario, por
lo tanto esta institución está implícita en todos los contratos bilaterales.

Naturaleza jurídica: se trata de una medida de autodefensa, dirigida, al igual que la exceptio non adiplenti
contractos, a tutelar la condición de respectiva igualdad o paridad entre las partes, salvaguardando el
equilibrio contractual. La resolución por pacto comisorio no es una sanción por incumplimiento. Ya que en los
casos como el art.888 (“La obligación se extingue cuando la prestación que forma la materia de ella, viene a
ser física o legalmente imposible sin culpa del deudor”) no da pie al reclamo, además opera de pleno derecho.
Según Pita es una ineficacia sobreviviente.

Ambito de actuación: el art.1204 dice “en los contratos con prestaciones recíprocas”, usado como sinónimo
de contrato bilateral, es la posición de la doctrina tradicional.
 La nueva también atiende a la figura del contrato bilateral, pero sin dejar de lado el llamado “sinalagma
funcional” en donde al lado de la independencia y reciprocidad de las obligaciones se coloca la conexión e

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intercambio de ventajas, de prestaciones y atribuciones que las partes se hacen mutuamente. Por lo tanto
reciprocidad resultaría una figura hibrida de bilateralidad y onerosidad. Esta nueva concepción permite
extender el pacto comisorio implícito a los contratos reales onerosos (mutuo oneroso, renta vitalicia) que
son unilaterales onerosos.
 Una tercer corriente equipara el contrato con prestaciones recíprocas al contrato oneroso.
Con respecto a los contratos plurilaterales nuestro CC dice que frente al incumplimiento de uno de los socios,
se disolverá, a menos que quieran continuarlo, pero este socio será excluido (art.1773)(no funciona).

Requisitos para su ejercicio: son dos


 Que quien la invoca haya cumplido u ofrezca cumplir la prestación a su cargo.
 Que el incumplimiento sea importante. Este es un nuevo problema, ya que queda al arbitrio, para
determinar que es incumpliendo es importante o no.
Hay dos criterios para juzgar sobre la importancia o gravedad:
Subjetivo: acuerda el derecho a la resolución, cuando de haber previsto el incumplimiento de la otra parte no
hubiese contratado.
Objetivo: consiste en tomar como base el contrato en cuestión, y juzgar si la interdependencia funcional entre
las prestaciones correlativas se han visto perturbadas por el incumplimiento hasta el extremo de disminuir el
interés del acreedor. En la interpretación objetiva no se tiene en cuenta a la imputabilidad moral del deudor.
Pero si se tendrá en cuenta a los fines de indemnización, originada en la resolución.
 No hay incumplimiento cuando el acreedor impidió por su comportamiento el cumplimiento del
deudor, en este caso este debe poner a mora al acreedor.
 Tampoco hay incumplimiento computable si el deudor no ha sido puesto en mora.
 En caso de que ambas partes sean culpables de incumplimiento, el juez apreciará la importancia de
las prestaciones insatisfechas de una y otra parte, para decidir si entre ellas existe un nexo causal y la
relación de proporcionalidad necesaria para hacer lugar o no a la resolución y en su caso, poner dicha
resolución a cargo de uno u otro contratante.

Especies de pactos comisorios. Expresos e implícitos: el art.1204 luego de la reforma de la ley 17711
introduce el pacto comisorio implícito en los contratos con prestaciones reciprocas, pero además las partes
pueden convenir que frente ha determinado incumplimiento las partes pueden resolverlo, este debe ser
expreso. La importancia de este pacto expreso ha perdido relevancia por el implícito. Tendrá importancia en
los unilaterales onerosos. Este derecho que surge del expreso no puede ser ejercido abusivamente, este se
limita por la buena fe, moral y buenas costumbres. El acreedor que opta por la resolución pactada, además
tiene derecho a reclamar daños y perjuicios. La resolución opera de pleno derecho, desde que se notificó
fehacientemente al incumplidor.

 La cláusula resolutoria tácita conduce a la extinción del vínculo contractual por un doble camino:
Por autoridad del acreedor, sobre el procedimiento (plazo (mas de 15 días) o pacto en contrario para el
cumplimiento; opera de pleno derecho). La resolución por autoridad del acreedor requiere la intimación al
cumplimiento y un plazo de 15 días para el mismo, salvo que el uso o pacto impusiera uno nuevo. El plazo es
impuesto por el acreedor, teniendo en cuenta el tiempo que lleva el cumplimiento, se comienza a computar
desde que se notificó al deudor, este lo puede impugnar, y ello sería resuelto por el juez.
Por sentencia judicial. La demanda por resolución debe expresar con claridad la voluntad de concluir la
relación, pudiendo promoverse por vía de acción o reconversión. La notificación de la demande implica la
puesta en marcha del derecho del acreedor a la resolución, sin importar si posteriormente el deudor cumple.

El jus variandi: es la posibilidad que tiene el acreedor de demandar por la resolución del contrato, luego de
haber hecho la demanda por incumplimiento, esta dice la doctrina, podrá hacerse hasta que se dicte sentencia
sobre la acción por incumplimiento. Pero si primero demando por resolución, luego no puede pedir el
cumplimiento.
Sección 4
La señal o arras:

Noción: es la dación o entrega de una cosa mueble, que puede ser dinero o no, que una de las partes
contratantes realiza a favor de la otra u otras, que tiene como finalidad:
 Reforzar el cumplimiento, ejerciendo presión o coacción sobre ambas partes, tanto sobre quien lo da,
como sobre quien lo percibe.
 Permitir el arrepentimiento de cualquiera de los contratantes, el retiro unilateral, actuando como
indemnización de daños y perjuicios.

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 El momento de realizar la seña es el de la celebración del negocio, o posterior, pero siempre antes del
cumplimiento.
 Esta figura puede ser incorporada a los contratos bilaterales y plurilaterales, pero además a los contratos
preliminares.

Especies:
Son confirmatorias cuando están dirigidas a reforzar el cumplimiento, son penitenciales cuando tienen
como fin permitir el arrepentimiento. Una corriente, la de Pothier, que no fue receptada por nuestro CC dice
que las señas dadas antes de la configuración del acuerdo son penitenciales, y las realizadas con
posterioridad, pero antes del cumplimiento son confirmatorias.

Las arras penitenciales en el CC: en el art.1202 se consagran estas, por lo tanto pueden arrepentirse
las partes y perder el valor de lo que entrego cuando se arrepiente este, o el valor de lo recibido mas el mismo
importe debe entregar quien lo recibió y se arrepintió, nuestro CC no da importancia si fueron entregadas
antes o después de la celebración del acuerdo. El importe de los daños por arrepentimiento queda limitado al
importe de lo entregado para uno y el doble para quien la recibió. Por lo tanto esto conformaría un pacto de
displicencia, que autoriza a ambas partes ha arrepentirse y privar al contrato de sus efectos.

Las arras confirmatorias en el Código de Comercio: el art.475 del Código de Comercio dice que “Las
cantidades que se suelen entregar en concepto de arras en las ventas, se entiende siempre que han sido por
cuenta del precio y en signo de ratificación del contrato, sin que pueda ninguna de las partes retractarse,
perdiendo el arras”. En la segunda parte dice que las partes por una cláusula pueden dar carácter de
penitencial a las arras, lo que les permite arrepentirse y dejar de cumplir el contrato. Por lo tanto la seña
excluye toda posibilidad de arrepentimiento, se computará por cuenta del precio, si fuera de la misma especie;
en caso de arrepentimiento, con respecto a las arras confirmatorias, se podrá demandar el cumplimiento más
daños, o aplicar el pacto comisorio implícito, y pedir la resolución más daños.

El arrepentimiento en las arras penitenciales: en principio este no tiene formalidad alguna, pero es
necesario que se haga una manifestación, además debe ser hechas en un tiempo hábil. Si las partes lo
estipularon este será el tiempo hábil, pero si no, la facultad puede hacerse valer:
 Hasta la constitución en mora.
 A falta de mora, y mediando demanda por cumplimiento has la contestación.
Es obstáculo al arrepentimiento el haber optado por la ejecución de las prestaciones a su cargo. (Se entiende
por ejecución al acto de una de las partes posterior a la entrega de la seña que inequívocamente demuestre la
voluntad de llevar adelante el contrato).
La cláusula “como seña y a cuenta de precio”: literalmente y jurídicamente es una contradicción al
principio de el arras penitencial, ya que si es a cuenta de precio, se estaría ejecutando el contrato, por lo que
se vedaría la posibilidad de arrepentirse, por lo tanto la jurisprudencia, entendiendo el uso erróneo que se le
ha dado, la ha aceptado, u le ha dado una doble función, primero hasta la ejecución vale como arras, (como
pacto de displicencia) en cuyo ca so se pierde o doblada para la otra parte; pero luego de ejecutarse vale
como parte de pago, a cuenta de la prestación debida.

Sección 5
1- Responsabilidad por evicción y vicios redhibitorios. todo enajenante es responsable, cuando la
enajenación es a título oneroso, frente al adquirente, de las consecuencias dañosas emergentes de la
evicción y de los vicios redhibitorios. Tanto los vicios redhibitorios como la evicción se fundan en una
causa (vicio) anterior o contemporánea a la negociación misma.
 El vicio desencadena la responsabilidad del enajenante. La razón de la responsabilidad es la falta de
legitimidad en el contrato, por la existencia de un vicio en el derecho (evicción) o en la materialidad de la
cosa (vicios redhibitorios).
 Esta es una responsabilidad objetiva.
 La culpa o el dolo solo tendrán como consecuencia agravar el daño resarcible.
 Por evicción se entiende la turbación o privación que sufre el adquirente en todo o en parte del derecho
trasmitido a título oneroso.
 Por vicio redhibitorio el defecto grave u oculto que se encuentra en la materialidad de la cosa adquirida a
título oneroso.
Saneamiento: tiene diversos significados jurídicos, el mas importante es el de acción y efecto de sanear un
derecho viciado o un objeto viciado.
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2- Evicción. Concepto y campo de aplicación: una noción moderna denomina evicción a cualquier
turbación, privación o pérdida que sufra el adquirente en el derecho transmitido. Funciona en todos los
contratos traslativos a título oneroso; incluso en la donación gratuita cuando es de mala fe (el donante sabía
que el bien era ajeno). Velez la ubicó dentro de los contratos en particular, los anteproyectos lo ubican dentro
de las obligaciones o en los contratos onerosos.

Modificaciones a la responsabilidad por evicción: la responsabilidad por evicción, nacida de la falta de


legitimidad en el derecho transmitido, sea un derecho creditorio, real o intelectual, por la inexistencia total o
parcial de dicho derecho o bien por la existencia en menor medida, con restricciones o cargas que lo limitan.
En nuestro CC es expuesto como una teoría general y luego se legisla en particular con distintas figuras
contractuales. Por ser una responsabilidad que no compromete el orden público puede ser excluida,
disminuida o aumentada, por acuerdo de las partes. En caso de que las partes nada digan tiene lugar, por ser
un efecto natural de los contratos onerosos.
Excluidas: dice el art.2100 “la exclusión o renuncia de cualquier responsabilidad no exime de la
responsabilidad por evicción y el vencido tendrá derecho a repetir el precio que pagó al enajenante, aunque
no los daños e intereses”. Pero a continuación el CC menciona tres hipótesis distintas:
1. Si el enajenante expresamente excluyó su responsabilidad de restituir el precio, o si el adquirente renuncia
expresamente a repetirlo.
2. Si la enajenación fuera a riesgo del adquirente. Acá se configura un contrato aleatorio, y no tendrá lugar la
evicción cuando el alea recae, por acuerdo de las partes, en la existencia, plenitud o ejercicio (legitimidad) del
derecho adquirido.
3. El conocimiento del adquirente sobre el peligro que sucediese la evicción.
Restrictivas: tienden por lo común a excluir la responsabilidad en ciertos casos concretos o limitan el importe
del resarcimiento.
Extensivas: extienden la obligación que nace de la responsabilidad por evicción; podría ser aquella que fija
anticipadamente el importe de los daños y perjuicios.
Requisitos para el funcionamiento de la responsabilidad: la evicción es concebible en los actos de
transmisión de un derecho (art.2089). No así donde se reconocen o declaran derechos que fueron ignorados
por el legislador. Es preciso que el adquirente haya recibido un derecho del enajenante a título oneroso.

Requisitos para que funcione:


1. Privación o turbación de un derecho: este puede ser real, creditorio o intelectual. Este puede
originarse en la carencia total o parcial del derecho que se dijo transmitir; en consecuencia el derecho no
fue transmitido o lo fue de manera menos plena.
No engendra responsabilidad civil cuando:
 Proceda de la ley (supuesto de tener que dar paso a una heredad encerrada).
 Fuere establecida de una manera aparente por el hecho del hombre (art.2091). En caso de que un
tercero utilice el bien, pero no perturbe el derecho, en tal caso el propietario debe apoyarse en la ley y
expulsarlo, no evicción).

2. Causa anterior o contemporánea: si la causa no existía desde el tiempo del contrato, siendo posterior a
él, ninguna responsabilidad puede imputársele al enajenante, quien transmitió el derecho sin vicio alguno.
Pero el art.2095 ha dividido a la doctrina y dice “cuando el derecho que ha causado la evicción es adquirido
posteriormente a la transmisión de la cosa, pero cuyo origen era anterior, los jueces están autorizados para
apreciar todas las circunstancias y resolver la cuestión. Por lo visto nuestro CC toma una decisión intermedia al
respecto (de acuerdo con las circunstancias del caso).

3. Sentencia judicial: para que sea factible la acción por evicción es necesario que el derecho sea privado o
turbado por una sentencia judicial, que se ha acogido a la pretensión de un tercero reclamante. Para
Josserand también habrá evicción cuando el adquirente para poder conservar el derecho debe consentir un
sacrificio suplementario, sin necesidad de derrota judicial. Ej. El adquirente compró nuevamente el derecho al
tercero que lo pretendía, en este caso debe reclamar al primer vendedor, podrá debatir un juicio con este
sobre la legitimidad del derecho transmitido. Otro ejemplo es el pago de hipoteca para evitar las acciones de
un tercero sobre el bien. Por otro lado el simple temor de evicción, por fundado que sea, no obliga al
enajenante, el único derecho del adquirente será el de suspender el cumplimiento de las contraprestaciones a
su cargo (art.1425).

Entre quienes existe la responsabilidad: hay lugar a la acción entre el enajenante, con sus sucesores
universales, y frente está el adquirente, con sus sucesores (universales y particulares), estos sucesores
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particulares, según el art.2096 tienen que ser a titulo oneroso, pero sucede que cuando se transmite un
derecho (como en la donación)se trasmite con sus accesorios, por lo tanto este podrá accionar contra el
antecesor de su antecesor, es decir el primer enajenante, no así contra el donante.

Obligaciones del enajenante:

1. No turbar al adquirente: obligación negativa (abstenerse). La excepción de evicción, es la que tiene el


adquirente frente al intento de perturbar su derecho por parte del enajenante, esta excepción de garantía
alcanza también a sus herederos. Esto surge del art.2107, que dice que puede demandarse y oponerse por
evicción a los herederos del enajenante; y el art.2108 dice que el enajenante debe salir en defensa de su
adquirente frente al ataque de un tercero sobre el derecho adquirido. Por lo tanto sería inadmisible que lo
deba defender pero lo pueda atacar.

2. Defensa en juicio. Citación de evicción: obligación positiva. Si el adquirente es demandado, por un


tercero con un supuesto mejor derecho, el adquirente tiene que llamar en causa al enajenante, caso contrario
las consecuencias caería sobre el. El enajenante citado por evicción puede comparecer o no. Si no lo hace el
juicio proseguirá frente al adquirente. Las consecuencias de la sentencia alcanzarán al citado, sin perjuicio de
establecer su responsabilidad en el juicio que corresponda, si el enajenante se presenta luego, podrá retomar
la causa en el estado en que se encuentre.
 Si el citado compareciere podrá asumir dos posiciones:
I. Tomar el rol de parte, ya sea como litisconsorte, ya sea de manera excluyente asumiendo la defensa
exclusiva.
II. Permanecer como tercero, limitándose a controlar la marcha del proceso.

3. Indemnizar los gastos y perjuicios: obligación positiva. Será la obligación que resulte de la evicción
consumada. Esta obligación varía según la evicción sea total o parcial (art.2093). El adquirente vencido en
juicio tendrá derecho a indemnización por los daños sufridos, y además a la repetición de lo invertido en el
juicio. En caso de ganar el juicio no tendrá derecho alguno contra el enajenante.

Cesación de la responsabilidad. Diversas causas: el CC enumera, en los arts.2110 a 2113 las causas de
cesación de la responsabilidad del enajenante; todas se fundan en la culpa del adquirente.
Art.2110 “Si el adquirente no cumple con su obligación de citar al enajenante y luego es vencido en juicio,
cesa la responsabilidad, o lo cita fuera de termino”. Este art. no se aplicará si prueba que era inútil, para el
juicio citar al enajenante.
Art.2111 “Si el adquirente continúa en la defensa del pleito y por dolo o negligencia dejo de oponer las
defensas convenientes”.
Art.2112 “Si no apeló la sentencia de primer instancia o no prosiguió la apelación”. Excepto que pruebe la
inutilidad de apelar.
Art.2113 “Cuando el adquirente, sin consentimiento del enajenante, comprometiese el negocio en árbitros y
estos leudasen contra el derecho adquirido”.

3- Vicios redhibitorios. Concepto (art.2164): son vicios redhibitorios los defectos ocultos en la cosa, cuyo
dominio, uso o goce se trasmitió por título oneroso, existentes al tiempo de la adquisición, que la hagan
impropia para su destino, si de tal modo disminuyen el uso de ella que al haberlos conocido el adquirente, no
la habría adquirido, o habría dado menos por ella.
Son Requisitos:
 Que se trate de un defecto oculto.
 Que sea grave.
 Que fuera existente al tiempo de la adquisición.

Campo de aplicación: al igual que la garantía por evicción funciona la responsabilidad por vicios
redhibitorios en los contratos onerosos, sea que tengan por objeto transmitir el dominio o simplemente el uso
y goce de la cosa. No comprende a los gratuitos. En cuanto a la disminución de precio solo es factible cuando
las partes son comprador y vendedor. Pero el art.1525 sobre la locación de cosas autoriza al locatario a
solicitar la disminución en el precio por vicios o defectos graves de la cosa arrendada, que impiden el uso de
ella (la disminución del precio o la rescisión del contrato).

Modificaciones a la responsabilidad: en principio debemos afirmar que constituye una responsabilidad


objetiva, que obliga al enajenante a restituir las cosas a su estado primitivo, sea o no de mala fe. Dice el
art.2176 “Si el vendedor conocía o debía conocer, por razón de su oficio o arte, los vicios o defectos ocultos de
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la cosa y no los manifestó al adquirente, responde además por los daños y perjuicios ocasionados si optare
por la resolución del contrato”. Por su parte si el adquirente conocía los vicios o debía conocerlos por su
profesión o arte u oficio, libra al enajenante de toda responsabilidad. Mas allá de esto las partes pueden
ampliar, restringir o renunciar su responsabilidad por los vicios redhibitorios (art.2166). Esto no libera si el
enajenante actuó de mala fe. Por el acuerdo de las partes se pueden crear responsabilidad para los
denominados vicios redhibitorios convencionales, que son aquellos que no consisten en verdaderos vicios, esta
garantía tiene lugar cuando el enajenante afirmó que la cosa estaba exenta de defectos o que tenía cierta
calidad. (Ej. es el defecto de calidad, no es un vicio redhibitorio en si, pero convencionalmente puede
asumirlo).

Requisitos:
1. Que se trate de un defecto oculto: es oculto cuando no existe posibilidad de descubrirlo sin ensayo o
prueba de la cosa, o bien solo puede ser advertido por expertos o propietarios diligentes. Son defectos
ocultos, la falta de poder germinativo de una semilla, las vigas carcomidas de una construcción, los caños
interiores picados, pero no lo son aquellos que pueden ser reconocidos por una asistencia técnica, por falta de
conocimiento. Esto se desprende del art.1198, que exige el comportamiento diligente.

2. Que sea grave: es grave cuando el vicio hace a la cosa impropia para su destino o importa una
disminución en el uso de ella, que de haberlos conocido el adquirente no la habría adquirido o hubiera dado
menos por ella (art.2164).

3. Existente al tiempo de la adquisición: el vicio debe existir al momento de la adquisición (art.2164).


Excepcionalmente, en la locación de cosas, son vicios redhibitorios los sobrevinientes en el curso de la
locación: (Ej. volverse la casa oscura por construcciones vecinas). Incumbe al adquirente demostrar que el
vicio existía al tiempo de la adquisición.

Efectos de los vicios redhibitorios: los vicios originan dos acciones:

1. La redhibitoria: que priva al contrato de sus efectos al provocar la rescisión.


2. La quanti minoris: para la compraventa, que consiste en reducir el precio, de conformidad con el art.2175
(“El comprador puede intentar cualquiera, pero una excluye a la otra”). En principio la acción redhibitoria y la
quanti minoris no apareja la reparación de daños. Solo es posible si demuestran la mala fe del enajenante.

Modificación convencional de la garantía: no siendo de orden público, las partes pueden restringir,
ampliar o renunciar a la garantía (art.2166 del código civil).

Cesación de la garantía: El vendedor no deberá esta garantía si en el contrato se hubiese pactado


expresamente que no responderá por vicios redhibitorios, o si el adquirente por su profesión o especiales
conocimientos debió haber advertido el defecto.

Prescripción: El término que tiene el comprador para iniciar cualquiera de las dos acciones es de tres meses
contados desde que descubrió el defecto o desde que se hizo aparente. Luego de ese término la acción
prescribe

Bolilla 19
Sección 1

1- El cuasicontrato. Antecedentes: en principio Gayo solo admitía como fuente de obligaciones a los
contratos y a los delitos. Luego Justiniano en un principio hace una clasificación tripartita de las fuentes,
agregando a las anteriores las obligaciones que nacen de varias figuras jurídicas, luego el mismo Justiniano en
el Digesto e Institutas, enumera cuatro fuentes, el contrato, el delito y aquellas en cuya virtud los deudores
parecen estar obligados como por un contrato (cuasicontrato) o como por un delito (cuasidelito).

2- Su noción: es muy difícil llegar a una definición, ya que sus elementos pueden variar muchísimo, por lo
que es más factible definirlo negativamente.
Para unos es “un hecho lícito que nos obliga en virtud de un consentimiento tácito o presumido”.

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Para Pothier “se llama cuasicontrato al hecho de una persona, permitido por la ley, que hace nacer
obligaciones sin que en ello intervenga convención alguna”.
Otros los definen como “un hecho producido en circunstancias tales que hubiera podido ser materia de un
contrato, si en esas mismas circunstancias el consentimiento fuera posible; de no haber mediado la ausencia
en la gestión de negocio; el defecto de inteligencia en la tutela; o el error de una de las parte en el pago
indebido”.
Se ha llegado a la siguiente definición, pero siempre negativamente “En los cuasicontrato la obligación se
origina fuera del consentimiento y al margen de una culpa del deudor”.

3- Críticas a la figura: para la mayoría debe desaparecer del vocabulario jurídico, ya que es una figura
carente de sentido, no es factible que sea casi un contrato cuando no tiene uno de sus elementos esenciales
(consentimiento).
Los Cod. modernos ya no lo nombran, reagrupan las figuras romanas bajo “las restantes fuentes de
obligaciones”.

4- Situación en el Derecho Argentino: el CC apartándose del Francés, no definió la figura en estudio, ni se


ocupó de ella; se limitó a regular dos figuras cuasicontractuales clásicas, la gestión del negocio ajeno
(arts.2288 a 2305) y el empleo útil (arts.2306 a 2310) ubicándolo luego de los contratos típicos. Para alguna
doctrina estas figuras están fundadas en el enriquecimiento sin causa.

Sección 2
1- La gestión de negocios ajenos. Concepto: habrá gestión de negocio ajeno cuando una persona se
encargue voluntariamente de conducir o llevar adelante un asunto ajeno, sin estar a ello obligada por ley o
contrato, ni autorizada al efecto.
 El gestor es libre de intervenir o no.
 El gestor asume la paternidad del contenido del negocio jurídico y moldea su total configuración según
su propia apreciación acerca de se conveniencia.

Esta conducción del negocio está limitada por:


1. La utilidad inicial.
2. la continuación hasta concluirlo.
3. la prudencia y diligencias exigidas en su actuar.

2- Origen Romano: nació como la tutela de lo ausentes citados a juicio, que podía ser asumida su
representación ante el juez por cualquier amigo o pariente. Lo que era relevante era la imposibilidad del
interesado, que para evitar un mal inminente el derecho autorizaba la gestión de un tercero.

3- Fundamentación: el instituto es intermedio entre dos cuestiones:


No permite la intervención ajena en nuestro patrimonio.
Lo que justifica la intromisión esta fundado en solidaridad, para evitar un daño
Esta institución permite al tercero intervenir, pero también al administrado le es permitido reaccionar frente a
intervenciones superfluas o culposas.

4- Naturaleza Jurídica: descartada la posibilidad de considerarla cuasicontrato a esta fuente de


obligaciones.
El art. 2289 “Para que haya gestión de negocio es necesario que el agente se proponga hacer un negocio de
otro y obligarlo eventualmente”.

Objetivamente: es necesario el negocio ajeno.


Subjetivamente: intensión de obligarlo, intensión de hacer un negocio ajeno.
El gestor de negocio ajeno queda comprometido personalmente por los contratos que realiza con terceros,
aún si los hace a nombre del dueño del negocio, si este no ha ratificado la gestión.
 Hay discusión doctrinaria sobre que actos puede realizar el gestor (de administración / de disposición).
Nuestro CC solo admite de administración. Por lo tanto en ocasiones la gestión consistirá en el
cumplimiento de hechos materiales, en otras será un acto jurídico (contratos con terceros).

5- Presupuestos:

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 El gestor debe ser capaz (las obligaciones que emergen de la obligación resultarán de un hecho
voluntario del gestor).
 El gestor por lo común actúa en su propio nombre, quedando personalmente obligado.
 El dueño no se debe oponer a la intervención del gestor. Solo es factible en este caso si el gestor tiene
un interés legítimo. También si el dueño se enriquece por la acción de este, esto le da derecho a
repetir.
 Es preciso que el negocio exista, no sea creado por el gestor.
 La ausencia del dueño del negocio (también se refiere a la imposibilidad de llevarlo delante).

6- Requisitos de la gestión:
1. Dar aviso al dueño.
2. Utilidad de la gestión.
3. Continuar y acabar el negocio. El abandono de la gestión responsabiliza al gestor por los daños producidos,
inclusive debe continuarlo por más que muera el dueño.

7- Efectos:
Obligaciones del gestor: son actuar con diligencia y prudencia, rendir cuentas al dueño del negocio al final
de su intervención.

Obligaciones del dueño del negocio: tiene que rembolsar al gestor todos los gastos necesarios y útiles,
más intereses y librarlo o indemnizarlo por las obligaciones contraidas con terceros.

8- Conclusión de la gestión: la gestión puede concluir de manera:


Normal: al acabar el negocio.
Anormal: cuando el dueño se hace cargo de sus asuntos, estando presente, recuperada su capacidad
de administrar o superado el impedimento que obstaba a su actuación.

Sección 3
1- Enriquecimiento sin causa: hay discusión sobre esta figura, para algunos es una figura que encierra una
idea social, al atenuar injusticias, sin inclinarse ante el hecho consumado y una idea moral al condenar la
causa ilícita o insuficientemente justificada.
otros es denominada como el cancer del derecho, se teme que destruya los principios fundamentales del
derecho. “Cuando alguien, sin causa jurídica, se enriqueciere injustamente, con detrimento de otro, deberá en
la medida de su beneficio restituirle el valor en que le hubiere empobrecido”.

2- Fuente de obligaciones. Diferencia con las restantes fuentes: en el derecho moderno tiene ganado
un sitio entre las fuentes obligacionales.
Aquel a quien el desplazamiento patrimonial ha favorecido (el enriquecido) debe restituir el valor de ese
provecho a la victima (el empobrecido) que se convierte así en acreedor.
El hecho determinante puede ser voluntario o involuntario, provenir del empobrecido, de un tercero o de la
naturaleza.
Por lo tanto la acción in ren verso requiere para prosperar un provecho final, a diferencia de la gestión que
requiere una utilidad inicial.

3- Presencia en el CC: el CC no concibió la figura como un principio general, pero si, a semejanza del
Derecho Romano, se limitó a efectuar aplicaciones particulares de la misma.
Su ámbito se halla en la zona extranegocial, pero la discusión se plantea con el pago indebido, que para la
mayoría acuerda una acción de restitución derivada del enriquecimiento sin causa; para otro sector, el pago
indebido se corrige con el sistema de las nulidades, ya que en el estaría viciada la causa.

4- Presupuestos:
1. Ausencia de toda otra acción: nacida de la ley, contrato, acto ilícito, gestión de negocio, voluntad unilateral
o ejercicio abusivo de un derecho.
2. Falta de título convencional o legal: que legitime el enriquecimiento.

5- Requisitos:
 Un hecho determinante de un desplazamiento patrimonial (enriquecimiento por un lado y
empobrecimiento por otro).

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 Que apareja enriquecimiento por un lado (todo provecho o beneficio que una persona recibe, sea
moral o patrimonial, directo o indirecto, se trate de aumento de activo o disminución de pasivo).
 Que trae aparejado empobrecimiento por otro lado.

6- Subsistencia del enriquecimiento al tiempo de la demanda: es necesario.

7- Mala fe en el enriquecimiento: en este caso, la regla anterior no se aplica, pero además incurre en
mora desde que conoció la situación, la mala fe debe ser probada por el empobrecido.

8- Buena fe en el empobrecido: es necesario que no haya culpa del empobrecido. No es factible la acción
in ren verso para corregir las consecuencias de la propia torpeza.

9- Límites de la acción de restitución: la obligación del enriquecido no puede superar el beneficio, y el


límite a la acción del empobrecido es determinada por la suma total o hasta el valor del beneficio del otro.
Esta deuda es en dinero, salvo que sea posible restituir las cosas a su estado original.

10 – Empleo útil: regulado en el CC (art.2306 a 2310), después de los contratos.


Art. 2306 “Cuando alguno sin ser gestor de negocio, ni mandatario hiciese gastos en utilidad de otra persona,
puede demandarlos a aquellos en cuya utilidad se convirtieron”.
El art. 2309 dice que los gastos también se reputan útiles cuando aumentan “el precio de cualquier cosa de
otro, o de que le resultó una ventaja, o mejora en sus bienes”.
 La doctrina y jurisprudencia opina que este es una de las aplicaciones legales del enriquecimiento sin
causa.

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