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GUIA DE DERECHO CIVIL II

1. El Patrimonio y elementos.
Es probable que etimológicamente "Patrimonio" provenga de "patris munium",
(conjunto de bienes que una persona ha recibido de sus padres o ascendientes); pero
sería necesaria una larga explicación histórica paro poner de manifiesto la relación
existente entre esa acepción de la palabra y las acepciones que actualmente se le dan
tanto en el lenguaje vulgar como en el técnico jurídico.
Desde el punto de vista jurídico entendemos por Patrimonio un conjunto de derechos y
de cargas que pueden ser apreciados en dinero y que tiene una persona. Esto da una
unidad abstracta al concepto: derechos y cargas van unidos a un bien material ( se
distingue, por tanto, entre Patrimonio de cargas y derechos, o Patrimonio libre de
cargas). No es un elemento fijo, ya que los derechos y cargas pueden aumentar o
disminuir sobre un Patrimonio fijo o bien material, inamovible.
Desde el punto de vista jurídico se distingue sobre todo el Activo ( bienes y derechos) y
el Pasivo ( cargas, deudas y obligaciones).
El patrimonio es el conjunto de derechos, bienes y obligaciones de una persona, que
puedan apreciarse en dinero, considerado como una universalidad de derecho.
Elementos del patrimonio.- Según la definición antepuesta, el patrimonio se integra así:
a).- Por los bienes y derechos que, pudiéndose estimar en dinero, pertenecen a una
persona.
b).- Por las cargas y obligaciones que, estimables en dinero que reporta una persona.
De esta guisa, se desprende que los bienes y derechos de la persona forman el Activo
(A); mientras que las obligaciones y cargas forman el Pasivo (P) de su universalidad
patrimonial.
A es superior a P = Haber patrimonial (solvencia)
P es superior a A = Déficit Patrimonial (insolvencia)
2 Conceptos jurídicos de solvencia e insolvencia.
Solvencia o insolvencia ( ) Designa una facultad, poder o prerrogativa de una persona.
Solvencia.- Capacidad de una persona natural o jurídica para hacer frente a sus
obligaciones de pago a medida que éstas van venciendo.
Insolvente.- La persona que su pasivo es mayor que su activo, no confundir insolvencia
con falta de patrimonio.
“Hay insolvencia cuando la suma de los bienes y créditos del deudor, estimados en su
justo precio, no iguala el importe de sus deudas…”
3 Bienes: Concepto y distinción entre bien y cosa.
Las cosas se convierten en bienes cuando son susceptibles de aprobación,
etimológicamente bien significa bienestar, felicidad.
En términos de economía, los bienes económicos o también conocidos como bienes
escasos, son aquellos que se consiguen previo pago de un precio en el mercado en el
cual se los comercializa. Estos a su vez se subdividen en bienes materiales o
inmateriales, pero cualquiera sea el caso poseerán un valor y serán susceptibles de ser
valuados en términos económicos.
En términos jurídicos, un bien será aquel que está protegido por el derecho, por una ley.
Por ejemplo el interés social no será considerado como tal hasta que una ley no lo
establezca.
4 Clasificación de los bienes en general.
Las clasificaciones de los bienes son útiles porque en primer lugar la ley los somete a
regímenes distintos, y en segundo lugar, porque, por ende, no están sujetos a las mismas
reglas en cuando a su enajenación, ni su adquisición, ni tampoco son semejantes los
actos que determinadas personas pueden ejecutar sobre ellos cuando se encuentran
dentro de determinados cuadros distintos de clasificación, al organizarse estos con
modalidades jurídicas distintas, pero peculiares: En suma, dicha clasificación interesa al
derecho desde el punto de vista eminentemente práctico.
Variadas son las clasificaciones que de los bienes ha hecho la doctrina; sin embargo, por
la facilidad en su comprensión, comúnmente se adopta la que los clasifica desde el
punto de vista de su propia naturaleza, las personas a quien pertenecen y la carencia de
dueño. A cada una de ellas no referiremos por separado.
Según su propia naturaleza, son:
a).- Corpóreos: son aquellos que por su realidad o materialización, podemos apreciar
por medio de nuestros sentidos; por ejemplo, una mesa, un sombrero, etc.
b).- Incorpóreos: son aquellos que, no teniendo una materialidad real, lo percibimos por
medio del trabajo de nuestra inteligencia, individualizándolos a virtud de una
abstracción de nuestra mente; ejemplo de estos los tenemos en los derechos, como en el
caso de aquellos que tenemos para cobrar lo que se nos debe, o sea, la herencia, el
usufructo, las obligaciones.
c).- Fungibles: estos bienes presentan como característica la posibilidad de ser
reemplazados por otros del mismo género, calidad y cantidad; como ejemplo tenemos la
moneda.
d).- No fungibles: son los bienes que tienen una individualidad determinada y
característica, razón por la cual no pueden ser intercambiados y el deudor sólo puede
pagar entregando aquella cosa especial y expresamente convenida; ejemplo, una obra de
arte, una joya de ciertas características, etc.
e).- Consumibles: tienen tal naturaleza las cosas que se agotan o destruyen en la primera
ocasión en que son usadas, de tal modo que no admiten un nuevo uso de ellas; por
ejemplo, los comestibles en general.
f).- No consumibles: son los bienes que toleran un uso reiterado de ellos, sin que su
propia naturaleza se altere; por ejemplo, una casa, un automóvil, etc.
g).- Principales: estos bienes presentan como característica la posibilidad de una
existencia independiente; esto es, que no requieren la existencia anterior de otro bien
para ser, mostrando al propio tiempo, una importancia superior con relación a otros; por
ejemplo, una casa.
h).- Accesorios: son aquellos cuya existencia está condicionada a la existencia de otros
bienes, de tal modo que podemos considerar dependen de los que resultan ser
principales; ejemplo, la instalación eléctrica de una casa, cuya razón de ser es la casa
misma.
i).- Muebles: son los bienes que sin alterar su naturaleza, pueden ser trasladados de un
lugar a otro, bien sea por fuerza propia o por medio de una fuerza exterior extraña.
Por la definición misma, nos percatamos de la posibilidad de una subclasificación:
cuando tales bienes pueden ser trasladados por fuerza propia toman el nombre de
“semovientes”, como el caso de los animales (un burro, sin ofender a nadie, desde
luego); cuando el traslado se realiza por fuerza ajena se denominan simplemente
muebles; por ejemplo, un libro, un abrigo, un coche, etc.
j).- Inmuebles: son los bienes que no pueden ser trasladados de un lugar a otro sin que
se altere o destruya su naturaleza; por ejemplo, una casa.
Los bienes inmuebles se subclasifican, a su vez, en:
I.- Inmuebles por naturaleza: son aquellos de que habla la definición dada, esto es, los
que imposibilitan la traslación de ellos por medios normales u ordinarios de un lugar a
otro.
II.- Inmuebles por destino: son aquellos que siendo muebles por su naturaleza, llegan a
inmovilizarse a consecuencia del fin a que son destinados en un inmueble; por ejemplo,
la instalación sanitaria de un edificio.
III.- Inmuebles por el objeto al cual se aplican: son los que siendo muebles por
naturaleza se inmovilizan a consecuencia del propósito especial que con ellos se
persigue: Se refiere a los derechos reales que recaen sobre bienes inmuebles.
IV.- Inmuebles por disposición de la ley: son todos aquellos derechos, acciones u
obligaciones que recaen sobre bienes inmuebles.
Atendiendo a las personas a quienes pertenecen.
Se clasifican los bienes en:
a).- De los particulares: Estos bienes son aquellos sobre los cuales ejercen el derecho de
propiedad las personas en tanto éstas son sujetos privados, haciéndose notar que, en lo
que toca a la propiedad que estos tienen sobre inmuebles, ella se entiende transmitida
por la nación, quien teniendo el dominio originario de las tierras y aguas comprendidas
en el territorio nacional, puede desprenderse de ese dominio para constituir un régimen
de propiedad privada, según lo dispone el artículo 27 de la Constitución Política, y en el
que el Estado ejerce una simple vigilancia sobre los bienes que se encuentran dentro de
su dominio.
b).- Del poder público: son aquellos bienes sobre los cuales ejerce el derecho de
propiedad la Federación, los estados federados y los municipios. En nuestro régimen
jurídico la situación de estos bienes se encuentra normada por la Ley General de Bienes
Nacionales, y por el Código Civil en el Distrito Federal en Materia Común y para toda
la República en materia Federal en lo aplicable, según lo dispone el artículo 6º, de dicha
ley.
Los bienes mencionados han sido clasificados por el derecho administrativo, en la
forma siguiente: bienes de uso común, bienes destinados a un servicio público, bienes
que se encuentran en el subsuelo y bienes propios.
Los bienes de uso común son aquellos de los cuales, aun cuando pertenecen al Estado,
podemos servirnos de un modo libre, es decir, sin que necesitemos previa autorización o
permiso de la autoridad para utilizarlos; estos bienes no pueden ser objeto de propiedad
privada; por ejemplo, las playas, los parque públicos, las carreteras, etc.
Los bienes destinados a un servicio público son todos aquellos de los que se sirven los
poderes públicos para la atención y realización de los servicios que el Estado debe
prestar, así como para el desarrollo de la actividad de éste. Como ejemplos de estos
bienes tenemos todos aquellos en que se alojan las oficinas de los poderes legislativo,
ejecutivo y judicial, escuelas, hospitales, etc.
Estos bienes tienen el carácter de inalienables mientras se encuentran afectos a los
servicios públicos, es decir, no pueden ser vendidos por el Estado, y para poder hacerlo
deberán ser previamente desincorporados de tal régimen y seguirse, posteriormente, el
procedimiento que señala la ley que hemos citado con anterioridad.
Los bienes que se localizan o componen el subsuelo son aquellos que el Estado tiene en
propiedad de modo originario y los cuales son explotados por él directamente o
concesiona su explotación a los particulares, a fin de incrementar el desarrollo de la
riqueza nacional. Tenemos como ejemplo de esta clase de bienes: el petróleo, los
hidrocarburos en general, los yacimientos minerales, etc.
Finalmente, los bienes propios del Estado son todos aquellos que, no quedando
comprendidos en los grupos anteriores, pertenecen a la Federación, los estado o los
municipios por adquisición hecha por cualquier título; estos bienes presentan como
característica la de que pueden ser objeto de cualquier operación jurídica y, en
consecuencia, el Estado, como propietario, puede venderlos, arrendarlos, permutarlos,
etc.
Atendiendo a las personas a que pertenecen.
Los clasifica la doctrina jurídica en:
a).- Mostrencos: “Son bienes muebles abandonados y los perdidos cuyo dueño se
desconoce.”
b).- Vacantes: “Son bienes vacantes los inmuebles ubicados en el territorio del Estado
que no tengan dueño cierto y conocido. No se considera vacante el inmueble que tenga
poseedor en las condiciones marcadas por la ley para adquirir por prescripción.
Precisa subrayar que la denominación de unos no puede ser aplicada a los otros, ya que
los mostrencos son únicamente muebles, y vacantes, sólo pueden serlos los inmuebles.
Desde luego, debe hacerse notar que en México no puede darse la posibilidad de que
existan inmuebles vacantes, ya que de no existir cierto dueño de ellos se considera
propietaria la nación, la que tiene, como sabemos, el dominio originario de las tierras y
las aguas, según disposición del artículo 27 constitucional.
1.6 Clasificaciones de las cosas propiamente dichas.
De acuerdo con las cualidades de las cosas consideradas en sí mismas pueden
establecerse las siguientes clasificaciones:
Por su naturaleza esencial: cosas corporales e incorporales.
Por su susceptibilidad de sustitución: cosas fungibles y no fungibles.
Por la posibilidad de su fraccionamiento: cosas divisibles e indivisibles.
Por su existencia en el tiempo: Cosas presentes y futuras.
Cosas Corporales e Incorporales:
Modernamente se entiende por cosas corporales las que pueden ser percibidas por
cualquiera de los sentidos (aunque no sea precisamente el tacto), y cosas incorporales,
las que sólo pueden ser conocidas por en intelecto o en el mundo espiritual. Ejemplo:
Las Obras Intelectuales; Cabe observar que:
El hecho de que una no este materialmente separada del resto de las demás, sino que su
separación sólo sea nominal, o apreciable mediante instrumentos no significa que esa
cosa no sea corporal si es sensorialmente perceptible. Ello es evidente: nadie negaría
que es una cosa corporal una finca separada de las vecinas sólo en forma nominal y
desde luego físicamente unidad a ellas.
De igual manera, las cosas compuestas y los agregados de las cosas que tienen
existencia material son considerados cosas corporales porque en sí mismas son
susceptibles por los sentidos aún cuando sólo intelectualmente pueda apreciarse su
carácter de cosas compuestas o de agregados de cosas. Así por ejemplo, una colección
de las Gacetas Oficiales de un año determinado es una cosa corporal, porque las Gacetas
en sí mismas son perceptibles por los sentidos, aunque sólo el intelecto pueda apreciar
que el conjunto forma una colección.
Cosas Especificas y Genéricas:
Se suelen llamar cosas individualmente determinadas, especificas o cuerpos ciertos a las
cosas designadas por sus caracteres propios o específicos que las distinguen de todas las
demás de su especie o género; por ej. El caballo "Tapatapa" o la finca "Rosaleda". En
cambio se llaman cosas genéricamente determinadas, cosas in genere o géneros,
aquellas cosas designadas por los caracteres que son comunes a todas las de su especie o
género; por Ej. Un automóvil.
Cosas Fungibles y no Fungibles:
Cosas fungibles son aquellas cuyas características individuales, aun cuando
objetivamente existen, no son tomadas en cuenta desde el punto de vista jurídico, de
modo que dichas cosas son sustituibles o subrogables las unas por las otras.
Cosas no fungibles son, en cambio, las cosas cuyas características individuales son
jurídicamente relevantes de modo que no pueden ser sustituidas ni subrogadas por otras.
La distinción entre cosas fungibles y no fungibles no tiene mayor importancia cuando se
estudian los derechos reales, ya que éstos recaen sobre bienes determinados. Pero sí la
tiene en materia de los derechos de crédito ya que cuando el objeto de la obligación es
una fungible , el deudor puede pagar con una cosa de al misma especie y calidad,
mientras que si dicho objeto es una cosa no fungible, el acreedor puede exigir que se le
pague precisamente con esa cosa. Consecuencia de ello es que los contratos que como el
mutuo, por una parte, implican la transferencia de propiedad de una cosa con la
consiguiente posibilidad de disponer de ella y, al propio tiempo, obligan a restituir lo
recibido, sólo pueden versar sobre cosas fungibles (porque aún cuando se haya
dispuesto de la cosa recibida puede devolverse otra de la misma especie y calidad). A la
inversa, contratos que, como el comodato, obligan a devolver la mima cosa recibida son
contratos que sólo pueden versar sobre cosas no fungibles y que no transmiten la
propiedad de éstas
Cosas Consumibles y no Consumibles:
Es usual afirmar que cosas consumibles son aquellas que se destruyen por el uso, sea
inmediatamente, sea gradualmente, y cosas inconsumibles son aquellas que no se
destruyen por el uso que de ella se haga. Se podría decir que:
Cosas inconsumibles son aquellas cuyo uso normal permite utilizarlas a ese fin durante
un período relativamente largo.
Cosas deteriorables son aquellas cuyo uso normal permite utilizarlas durante un período
relativamente corto; y. Cosas consumibles son aquellas cuyo uso normal no permite
utilizarlas repetida veces porque su primer uso normal, las afecta de tal manera que no
pueden volver a ser empleadas para el mismo fin, al menos por parte de la misma
persona.
Cosas Divisibles e Indivisibles:
En derecho, se llaman cosas divisibles a aquellas que pueden fraccionarse de modo que
las partes resultantes tengan la misma funcion que el todo, o sea, que las partes y el todo
sólo se diferencian en cantidad. Cosas indivisibles son las demás. Así por ejemplo, un
caballo vivo es una cosa indivisible puesto que las partes en que puede fraccionarse no
pueden ser utilizadas para desempeñar la misma función que el caballo (servir de
cabalgadura, arrastrar una carreta, participar en una competencia de saltos ecuestres, etc.
Lo mismo podría decirse de una maquina escribir o de un libro. En cambio, en principio
una extensión de tierra, es divisible: si una parcela urbana de 10.000 m2 se divide en
dos parcelas de 5.000 m2, estas dos parcelas pueden desempeñar la misma función que
la parcela original (aunque cada una de ellas sea de menor medida).
5 Derechos Reales y Derechos Personales.
El derecho real “es una relación de derecho por virtud de la cual una persona tiene la
facultad de obtener de una cosa, exclusivamente, y en una forma oponible a todos, toda
la utilidad que produce o parte de ella”.
Por lo anterior, una carácter esencial del derecho real es, de acuerdo con Oscar
Morineau, el de facultar la propia conducta de un sujeto, sobre una cosa determinada,
con las limitaciones que imponga la naturaleza de la cosa, la ley, así como los derechos
de terceros que afecten su ejercicio, y que da derecho a aprovechar esa cosa en
diferentes grados según la naturaleza del derecho real de que se trate; sin embargo, el
poder jurídico que se tiene sobre la cosa no comprende necesariamente su utilización
material, porque es suficiente que el titular del derecho real reciba de ella un beneficio
de cualquier orden.
Ahora bien, el titular de los derechos reales puede ser una persona pero también varias,
como en la copropiedad. En cuanto a su protección, los derechos reales se encuentran
amparados por acciones reales (actino inrem), caracterizadas porque tienen como objeto
la cosa.
Sujeto y objeto de los derechos reales
El único sujeto de los derechos reales, como de cualquier derecho, es la persona. En
principio, toda persona física o jurídica puede ser titular de derechos reales, salvo los
casos de excepción que señale la ley, como en los derechos de uso y habitación, que no
admiten la titularidad de persona jurídicas o morales.
El objeto del derecho real siempre lo constituye una cosa, la cual debe estar
determinada, dado que sólo puede realizarse sobre una cosa concreta e individualizada,
sin que exista la posibilidad de ejercitar un derecho real sobre una cosa genérica, como
en los derechos personales. Asimismo, en los derechos reales debe existir la cosa objeto
del derecho real, mientras que en los derechos personales se admite que su objeto no
exista al constituirse la obligación o el contrato, como en la venta de una cosa futura.
Clasificación de los derechos reales
Los derechos reales se pueden clasificar de acuerdo con los criterios siguientes:
Derechos reales principales y accesorios. Esta clasificación se basa en el grado del
derecho real, según sea principales son los que no dependen, en cuanto a su constitución
y existencia, de ningún otro derecho (como la propiedad o el usufructo). En cambio, los
derechos reales accesorios dependen de un derecho de crédito que se estima principal,
por lo que su constitución, vigencia, exigibilidad, validez y duración dependen de la
suerte del derecho principal (como en la prenda y la hipoteca), con apego al principio de
que lo accesorio sigue la suerte de lo principal.
Derechos reales de goce y de garantía. Esta clasificación tiene su sustento en la
naturaleza del poder jurídico que se ejerce sobre los bienes, según sea directo o
indirecto. De esta manera, los derechos reales de goce permiten utilizar directamente la
cosa así como la obtención de su uso o la percepción de frutos. El más completo de los
derechos reales en la propiedad, pero el usufructo, el uso o la servidumbre son derechos
reales de goce con facultades limitadas.
Los derechos reales de garantía permiten usar el bien indirectamente, pues mediante su
enajenación por juicio se obtienen recursos o ingresos p0ara cubrir una prestación
incumplida.
Derechos reales inmobiliarios y mobiliarios. Esta clasificación se sustenta en el carácter
mueble o inmueble de los bienes sobre los que se constituyen los derechos reales.
Los derechos reales inmobiliarios son los que recaen sobre bienes inmuebles (como las
servidumbres o la habitación) y los mobiliarios son los que recaen sobre bienes muebles
(como la prenda). Sin embargo, existen derechos reales que pueden recaer sobre bienes
inmuebles y sobre bienes muebles, como la propiedad.
Derechos reales temporales y perpetuos. Son temporales los derechos reales que se
constituyen por un término, como el usufructo, que puede ser determinado o fijarse por
todo el tiempo que viva el usufructuario. Son perpetuos los derechos reales que duran
por siempre, es decir, su duración se prolonga por mucho tiempo, como la propiedad.
Derechos reales transmisibles por herencia y no transmisibles por herencia. Los
primeros son aquellos derechos reales que no se transmiten por herencia, debido a que
se extinguen por la muerte de su titular, como el usufructo, el uso y la habitación. Los
segundos son transmisibles por herencia, siempre que se encuentren vigentes en el
momento de la muerte de su titular, pues si se extinguieron antes de dicho suceso, no se
podrán transmitir.
Derechos reales registrables y no registrables. Los primeros son aquellos susceptibles de
registro, como los derechos reales que recaen sobre bienes inmuebles, y los segundos
son aquellos no susceptibles de registro, como los derechos reales sobre bienes muebles.
DERECHO PERSONAL
El derecho personal o de crédito, denominado también obligación, “es una relación de
derecho en virtud de la cual una persona, el acreedor, tiene el derecho a exigir de otra, el
deudor, el cumplimiento de una prestación determinada, positiva o negativa”. Esta
relación jurídica se llama crédito desde el punto de vista activo y deuda desde el pasivo.
El derecho de crédito se encuentra protegido por acciones personales (actio in
personam), dirigidas en contra del deudor, de sus fiadores o de sus herederos; es decir,
en el derecho personal, quien se encuentra obligado a cumplir con la prestación de dar,
hacer o no hacer es un sujeto individualmente determinado, llamado sujeto pasivo o
deudor.
La definición del termino persona implica en general un grado importante de
complejidad en virtud de las diversas acepciones que conlleva.
Siendo el derecho una ciencia creada por y para el hombre con el fin de vivir
pacíficamente en sociedad regulando su relación con los miembros de la sociedad. Este
derecho, que es una expresión de la cultura de la sociedad, debe adecuarse a la
naturaleza del hombre.
El ser humano le otorga sentido al derecho, en cuanto a su dimensión social. Pero para
regular la vida en sociedad y las relaciones entre sujetos es indispensable conocer y
comprender la naturaleza del hombre para que se pueda determinar el tipo de regulación
que brindará el derecho para su vida en coexistencia.
La persona como bien supremo del Derecho
La persona es la protagonista del quehacer jurídico. En este momento histórico existe
una crisis de una era tecnológica que nos lleva a la posible deshumanización, donde la
persona se enfrenta al consumismo, donde prevalece el egoísmo personal y de grupo
sobre la solidaridad, la despersonalización. Pero la persona ahora, constituye el bien
supremo del derecho, es considerada fin y medio de éste. Ahora prevalecerá el bien
común, la dignidad y centralidad de la persona sobre los intereses patrimoniales,
vivenciando la justicia, seguridad y solidaridad y la posibilidad de disponer del
patrimonio para su realización personal y alcanzar el bien común. Evolución de los
derechos de la persona:
Primero, comienzos del presente siglo, los derechos de las personas eran discutidos
sobre la base de objeciones lógico-formales rechazados por su carácter político.
Segundo, los derechos eran apreciados bajo la óptica de la propiedad, donde la persona
era importante mientras era una entidad susceptible al disfrute económico.
Tercero, como actualmente se considera, a la persona como un valor digno de tutela
integral.
Acepción jurídica
Jurídicamente la doctrina define a la persona como un sujeto de derechos y
obligaciones, esto es, el ente al que el orden jurídico confiere la capacidad para que le
puedan ser imputadas las consecuencias de derecho, o dichas en otras palabras, como
todo ente capaz de ser titular de derechos y obligaciones.
Clasificación de las personas jurídicas
En cuanto a su soporte material, las personas se dividen en personas físicas,
(individuales, naturales de existencia visible) y personas colectivas, (morales e ideales).
Persona física
Es el hombre y la mujer como sujetos de derechos y obligaciones. A este respecto, no
cebe hacer distinción alguna en cuanto a nacionalidad, casta, raza o cualquier otro
genero.
Persona colectiva (moral o ideal)
Todos aquellos entes susceptibles de adquirir derechos y contraer obligaciones. De los
diversos nombres que se le dan a este tipo de personas. El CCDF las llama personas
morales.
Son personas morales o colectivas para nuestro derecho, todas aquellas enumeradas por
el art. 25 del código civil, las cuales a través de los órganos que las representan pueden
obrar; obligarse y ejercitar todos los derechos que les sean necesarios para realizar el
objeto de su constitución, con base en la ley1.
Derechos personales o de Crédito.
Son los derechos que permiten a unapersona llamada acreedor poder exigir de otra
denominada deudor una prestación consistente en hacer o no hacer una cosa.
Estos derechos, llamados derechos de crédito con respecto al sujeto activo y obligación
o deuda con realcion a la prestacion a que está obligado el sujeto pasivo, son los
derechos personales.
Características del derecho personal o de crédito .
Es un derecho realtivo porque solamente es oponible a una persona que es el deudor.
Su número es ilimitadoen razón de la autonomía de la voluntad o la libertad que tienen
los contratantes de acordar todo lo que entiendan.
El derecho personal tiene la doble cara de credito contemplado con realcion al acreedor
y de deuda con respecto al deudor.
El derecho personal confiere al acreedor un derecho general sobre el patrimonio de su
deudor llamado impropiamente “prenda común”.
Como consecuencia de esto, los derechos personales no tiene derecho de persecusión ni
de preferencia. Además, no estan sujetos a ninguna medida de publicidad. Salvo en
ciertos casos, como darle fecha cierta a los actos.
Derechos intelectuales.
Estos derechos son híbridos porque no son derechos reales ni derechos personales.
La propiedad literaria y artística comprende el derecho de los autores y los artistas sobre
sus obras. Es derecho constitucional comprendido entre los derechos individuales y
sociales.
El derecho de autor tiene un contenido moral e intelectual respecto al nombre y a su
calidad.
Etimología de "PERSONA".
Los actores del teatro antiguo usaban unas máscaras que les servían, tanto para
representar la fisonomía del personaje que encarnaban, como para aumentar el volumen
de sus voces. Precisamente por esta última función, la máscara se llamaba persona -ae, o
sea, cosa que suena mucho, ya que la palabra deriva del verbo personare, que significa
sonar mucho (de sonare, sonar y per, partícula que refuerza el significado). Por una
figura del lenguaje se pasó á llamar persona a los actores que usaban esas máscaras y
luego el Derecho tomó la palabra para designar a quienes actúan en el mundo jurídico.
Definiciones de persona en el Derecho.
Entre las innumerables definiciones de persona en Derecho, podemos citar tres, todas
equivalentes: 1° Persona es todo ente susceptible de tener derechos o deberes jurídicos.
2° Persona es todo ente susceptible de figurar como término subjetivo en una relación
jurídica; y, 3° Persona es todo ente susceptible de ser sujeto.
6 Las obligaciones ‘propter rem’, los derechos reales ‘in faciendo’ y las obligaciones
‘scriptae in rem’.
Derechos reales in faciendo.. El ius ad rem históricamente fue un derecho que, sin llegar
a atribuir un poder inmediato sobre la cosa, tampoco dejaban reducidos a meros efectos
obligacionales los actos realizados. Se originó en el Derecho romano y se aplicaba en
aquellos casos en que habiéndose adquirido una cosa, todavía no había sido entregada.
En la actualidad se entiende que es aquella titularidad que se atribuye a un sujeto en
virtud de una ley, un contrato, un testamento, una resolución judicial, para obtener la
posesión o utilidad económica de una cosa determinada que aún no tiene. Los supuestos
más comunes son: la anotación preventiva y la doble venta.
El ius ad rem es mayoritariamente rechazado por la doctrina jurídica española.
Las obligaciones propter rem son aquellas en que el obligado no está determinado sino
por su relación con la cosa.
Son considerados una subespecie de la categoría ob rem, es decir, aquel derecho u
obligación que tiene su origen en una cosa determinada, que se goza o que está gravado
con él mientras se es titular de dicha cosa y precisamente por serlo.
Como ejemplo de titularidad ob rem se puede mencionar a la propiedad horizontal y
como obligación propter rem la de contribuir a los gastos comune
Los derechos reales in faciendo . Es el vínculo jurídico entre dos personas; son aquellos
que confieren a su titular el derecho a obtener del sujeto pasivo una determinada
conducta o prestación.
Respecto a su naturaleza jurídica, se ha afirmado que son auténticos derechos reales,
pues el contenido obligacional no tiene autonomía propia, sino que existe como
consecuencia del mismo derecho real. Sin embargo, el punto es discutido y hay quienes
consideran que se trata de derechos personales
Se mencionan como supuestos de derechos reales in faciendo: a las servidumbres
positivas, a los censos y, modernamente, al aprovechamiento urbanístico inscrito en el
Registro de la propiedad separado del suelo, que puede incluso ser objeto de hipoteca.
por derechos reales in faciendo se entienden aquellos en que los terceros se encuentran
obligados no sólo a tolerar, sino a un hacer a favor del titular del derecho.
En un principio, pareciera una noción absurda, pues implicaría que en un derecho real
existiera un sujeto pasivo determinado y se ampliaría su obligación no sólo a un simple
tolerar sino, inclusive, a un hacer, lo que implicaría una acción por parte del mismo.
No obstante, opinamos que el concepto de derechos reales in faciendo es plenamente
aplicable en nuestro derecho, al menos en el caso del derecho real de servidumbre
voluntaria, pues el dueño del predio sirviente pudiera, hipotéticamente, estar obligado a
un hacer, si a eso se obligara en el negocio constitutivo ((v. gr. arreglar y mantener un
buen estado las condiciones del camino establecido))
2.6 Las obligaciones ‘scriptae in rem’.
Obligaciones “in rem scriptae”: Arts. 1498 y 3270 del C.C. Si el propietario se
desprendió del uso de la cosa, por precio, por un tiempo determinado (alquiler), y luego
vende, la venta no mejora el derecho del cual se ha desprendido, y por lo tanto, no
puede transmitirlo al nuevo comprador, quien debe respetar dicho contrato.
7 La Posesión: concepto, Teoría subjetiva de Savigny, Teoría objetiva de Ihering y
Teoría ecléctica de Saleillé.
La palabra posesión deriva de posse, que significa poder, por lo que la posesión se
concibe como un estado de hecho mediante el cual una persona ejerce un poder sobre
una cosa determinada. En consecuencia, el supuesto básico de la posesión reside en
constituir un estado de hecho, por el cual el sujeto tiene una cosa en su poder,
independientemente de que ese estado corresponda o no a un derecho. Sin embargo, la
posesión es un estado de hecho que se encuentra jurídicamente tutelado, pues el
poseedor está protegido contra las intervenciones de terceros, contando con acciones
para su defensa y protección; en este sentido, no existe inconveniente en reconocer que
la posesión, además de un hecho, es un derecho. Por consiguiente, como señala Puig
Peña, la posesión será un hecho si exclusivamente tomamos en cuenta la relación de
contacto material con la cosa, pero si nos fijamos en las consecuencias jurídicas que ese
estado de hecho produce, no cabe duda de que también sea un derecho y algunas de esas
consecuencias son las siguientes:
La protección posesoria de los interdictos.
El derecho del poseedor a los frutos con los requisitos que establece la ley.
El derecho del poseedor para el reintegro de las mejoras y gastos causados.
La responsabilidad del poseedor por los deterioros que produzca la cosa.
La transmisión de la posesión a los herederos.

Del concepto de posesión señalado se desprenden las características siguientes:


La posesión es un estado de hecho, pues hace referencia a un contacto material del
hombre con la cosa.
Debido a ese estado de hecho, una persona retiene en su poder de manera exclusiva
una cosa.
Como manifestación de ese poder físico, el hombre ejecuta un conjunto de actos
materiales que se refieren generalmente al aprovechamiento de la cosa.
El poder de hecho es posible sobre cualquier cosa o derecho susceptible de
apropiación.
El poseedor puede llegar a prescribir.
La posesión, además de ser un estado de hecho, es una situación de derecho pues el
poseedor se encuentra protegido jurídicamente contra las intervenciones ajenas.
Requiere o necesita dos elementos para configurarse y ellos son el corpus, que es la cosa
en si y el animus domini que es la intención de comportarse como su dueño, es decir la
posesión requiere la intención y la conducta de un dueño.

Dichos elementos presentan las condiciones siguientes:


1.El hábeas o corpus (hábeas possidere). Es un elemento material representado por el
conjunto de actos de detención y de uso o goce sobre la cosa. Así, el hábeas no se
refiere a la cosa sobre la que se ejerce el poder de hecho, sino que indica este poder de
hecho o relación física con la cosa, es decir, el hábeas se concreta en la aprehensión
física de la cosa mueble, o en la relación material que se verifica respecto de un
inmueble.
En cuanto a la detención, el hábeas se refiere al hecho de la aprehensión de un bien
mueble o de la ocupación de un bien inmueble, sin que sea necesario que esa situación,
pues es suficiente con que la cosa quede sujeta al poder del poseedor y en condiciones
de disponibilidad de su parte.
En lo que se refiere a los actos de uso o goce, el hábeas implica la utilización económica
o explotación de la cosa, actividades que pueden implicar o no un contacto físico con la
cosa, pues puede poseerse por medio de un representante que tenga el hábeas y posea en
nombre del poseedor.
2. El animus (affectus possidendi). Es un elemento psicológico que consiste en la
intención por parte del autor de los actos materiales de poseer como si fuera propietario
de la cosa (animus domini) o la voluntad de poseer para sí (animus rem sibi habendi);
por ello, se advierte que para poseer no es necesario tener la intención mínima de poseer
para si, voluntad que se demostrará con la exteriorización del hábeas. En ese sentido, no
será poseedor quien no tenga la intención de dominar la cosa o ejercer el derecho, a
pesar de encontrarse en relación con ellos.
De lo anterior se infiere que en la posesión civil el animus consiste no en una intención
genérica, sino en una intención especifica atributiva de la cosa o el derecho, lo cual
equivale a que el poseedor civil sea considerado como propietario de la cosa que detenta
o como titular del derecho que disfruta, de tal modo que esta posesión servirá de base a
la usucapión.
De acuerdo con esta concepción del animus, la protección interdictal se otorga no sólo
al poseedor en concepto de dueño, sino también a todo poseedor que tenga la voluntad
de tener la cosa para si mismo, de lo cual se desprende además lo siguiente:
Es poseedor aquel que tiene una cosa o que goza de un derecho con la intención de
tenerlos como propios.
Se otorga la protección interdictal a toda clase de poseedores, sean originarios o
derivados.

Posesión de cosa. Se presenta cuando el poseedor ejerce sobre la cosa un poder de


hecho.
Posesión de derechos. Es poseedor de un derecho el que goza de él. La posesión de
derechos puede ser de dos tipos:
Posesión de derechos reales. Esta clase de posesión siempre trae como consecuencia
en forma indirecta la posesión de la cosa, de tal forma que quién posee un derecho de
usufructo posee la cosa.
Posesión de derechos personales. Esta posesión puede referirse indirectamente a la
cosa (como en las obligaciones de dar) o no tener ninguna referencia a ella (como en las
obligaciones de hacer o no hacer).

Existen las siguientes clases de posesión:


Posesión en concepto de dueño o posesión originaria.
Posesión en concepto distinto del de dueño o posesión derivada.
Posesión en nombre propio.
Posesión en nombre ajeno.
Posesión inmediata y mediata.
Posesión de buena fe y de mala fe.
Posesión justa o no viciosa e injusta o viciosa.
Posesión civil y posesión natural o detentación.
Posesión exclusiva y coposesión.
3.1 Teoría subjetiva de Savigny.
Teoría subjetiva: su autor es Savigny y es la teoría adoptada por el Código de Velez.
Para esta teoría la posesión tiene tres elementos:
Corpus.
Animus genérico.
Animus dominis.
Lo sustancial de esta teoría es el animus dominis, es decir, la intención de tener la cosa
como suya. Para la teoría subjetiva, el que carece del elemento intelectual solo es un
mero tenedor, y por tanto desprovisto de la protección de las acciones posesorias.
El corpus consiste en una serie de actos materiales que traducen el poder físico que una
persona ejerce sobre una cosa.
El animus es la intención de tener la cosa para si, o de obrar como propietario de la
misma.
El corpus por si solo genera una situación de hecho que es la tenencia; pero no hay
posesión si no existe animus.
Para Savigny, en la posesión, el animus debe ser siempre a titulo de dueño, animus
dominio, por lo menor, Rem Sibi Habendi (de tener la cosa para si). Este elemento
anímico es lo que da nombre a su teoría: subjetiva de la posesión.
Como el animo es un elemento subjetivo difícil de establecer, para Savigny existe una
presunción Juris Tantum (que admite prueba en contrario) para todo tenedor.
3.2 Teoría objetiva de Ihering.
Teoría objetiva: su autor es Ihering y se basa en la crítica de la anterior. Para este autor
la prueba de la existencia del animus dominis es prácticamente imposible, por lo que es
un elemento superfluo. Lo que importa es el corpus. Para esta teoría posesión y tenencia
son una sola cosa. Lo que se distingue es la posesión originaria y la posesión derivada.
La posesión es un derecho, ya que para él, el derecho no es sino el interés jurídicamente
protegido.
3.3 Teoría ecléctica de Saleillé.
Saleilles formula una teoría ecléctica que ha dado en llamarse “de la explotación
económica”. Define la posesión como “la realización consiente y voluntaria de la
aprobación económica de las cosas: el poseedor será aquel que en el mundo fenomenal
externo aparezca como dueño de hecho, y con propósito de serlo, de la cosa”. Mientras
que para Ihering el vínculo de aprobación económica y el animus no es simplemente
animus detinendi, sino que existe un animo de señorío de retener y explotar
económicamente la cosa.

POSESIÓN.- Es poseedor de una cosa el que ejerza sobre ella un poder de hecho, salvo
lo dispuesto en el artículo 802. Posee un derecho el que goza de él. (Artículo 799 del
código civil).
Artículo 802.- Cuando se demuestra que una persona tiene en su poder una cosa en
virtud de la situación de dependencia en que se encuentra respecto del propietario de esa
cosa, y que la retiene en provecho de este, en cumplimiento de las órdenes o
instrucciones que de él ha recibido, no se le considera poseedor.
Artículo 76.
Artículo 79.
8 Posesión originaria y posesión derivada.
Cuando en virtud de un acto jurídico el propietario entrega a otro una cosa,
concediéndole el derecho de retenerla temporalmente en su poder en calidad de
usufructuario, arrendatario, acreedor pignoraticio, depositario, u otro título análogo, los
dos son poseedores de la cosa. El que posee a título de propietario tiene una posesión
originaria; el otro, una posesión derivada. (Artículo 800 del código civil).
Código civil del Estado de Michoacán reforma 2008.
Artículo 77.
Artículo 78.
9 Detentación subordinada.
Cuando se demuestra que una persona tienen en su poder una cosa en virtud de la
situación de dependencia en que se encuentra respecto del propietario de esa cosa, y que
la retiene en provecho de éste, en cumplimiento de las ordenes o instrucciones que de el
ha recibido, no se le considera poseedor.
Artículo 81
10 Posesión de cosas y posesión de derechos
Solo pueden ser objeto de posesión las cosas (moneda, muebles e inmuebles) y derechos
(los títulos al portador adquirido de buena fe) que sean susceptibles de apropiación.
Artículo 80. Sólo pueden ser objeto de posesión las cosas y derechos que sean
susceptibles de apropiación.
11 Efectos de la ordinaria respecto a la presunción de propiedad y a la acción plenaria
de posesión.
Adquiere el derecho que viene poseyendo, y tal como lo viene poseyendo, si se trata de
ordinaria, en la que juegan, también, el justo título y la buena fe, adquiere el derecho tal
como, además de haberlo poseído, estaba configurado por el justo título y la buena fe.
El que adquirió por título como gravada la cosa no usucape por ordinaria como libre
aunque posea como libre.
ACCION PLENARIA DE POSESION O PUBLICIANA
La accion publiciana , es una accion pletoria que condedia a fines de la republica el
pretor publico a aquellos poseedores que, habiendo adquirido con buena fe y justo titulo
una cosa ya ntes de haber consumado a su favor la usucapion, perdian la posesion de
ella, para que pudieran dirigirse contra cualquier poseedor que tuviese titulo inferior al
suyo. Por medio de esta accion, se protege al poseedor de mejor derecho frente a otro
poseedor de inferior calidad, y se basa en la fciccion juridica de suponer que el poseedor
demandante que reune la condiciones para usucapir, ha cumplido la usucapion por el
transcurso del plazo que establece la ley.
La accion publiciana y la reinvindicatoria, aunqu son coincidentes, difiere en cuanto a
sus condiciones de ejercicio, pues el promovente de la reinvicatoria debe probar su
dominiom mientras que el de la publiciana cumple con demostrar que tiene un
aposesion hábil para la usucapiion. En este sentido. La reincicatoria pudde ejercitarse
contra cualquier detentador ese sentido, la reinvicatoriapede ejercitarse contra cualquier
detentador, mientras que la publiviana, como se menciono, solo puede ser dirigida
contra el detentador sin titulo o ontigulo inferior al del demandante.
LEGITIMACION Y VIA PARA EL EJERCICIO DE LA ACCION PUBLICIANA
El unico legitimado para ejercitar la accion publiciana es el que adquirio la cosa con
juto titulo y de buena fe, la cual debe existir en el momento de la adquisición. Se
entiende por justo titulo la causa por la cual se entra en la posesion de la cos ay por
buena fe, cuando se entra a la posesion en virtud de algun titulo que da derecho a
poseeer o que entra a la posesion ignorando los vicio s de que aodlcece dicho titulo, por
ello, la posesion en concepto de dueño es la unica protegida por esta accion.
SUPUESTOS DE PROCEDENCIA DE LA ACCION PUBLICIANA
La accion plenaria de posesion procede en contra del poseedor de mala fe, ya sea por
que no tiene tiutlo o por que conoce los vicio sde este, asi como respecto al poseedor
con titulo y buena fe, pero que ha poseido por menos tiempo que el actor, en la
procedencia de la accion cuando el actor tiene registrado su titulo y el demadado no ha
inscrito, independientemente de la antigüedad, siempre que el actor sea poseedor de
buena fe.
3 supuestos, ambas partes tienen titulo, solo una de las partes tiene titulo, o ninguna de
las partes tiene titulo:
1.- ambas partes tienen titulo. Este supuesto contiene 2 modalidades:
a) ambas partes tienen titulo y buena fe.
El actor no es poseedor juridico y el demandado despojante si lo es, en cuyo caso el
actor acude a esta accion otorgada en contra del poseedor juridico y a favor del que no
lo es, teniendo ambas partes un titulo igual.
b) ambas partes tienen tiulo, el actor con buena fe y el demandado con mala fe.
Este supuesto, el actor, tiene tiulo y buena fe, mientras que el demanddo tiene titulo
viciado, conoce los vicios del titulo y procede de mala fe.
2.- solo una de las partes tiene titulo.
En este caso sera mejor la posesion amparada con titulo y en la controversia se
determinara que el actor tiene titulo y el demandado no, de modo que prosperara la
accion publiciana, aunque puede presentarse el caso conrario: que el actor no tenga
titulo y el demandado si, en cuyo caso no procedera la accion y debera ser confirmada la
posesion del demandado.
3.- ninguna de las partes tiene titulo.
El art. 803 CCDF se determina que es mejor la posesion mas antigua, la posesion que se
protege en el juicio plenario de posesion es la originaria por que da presuncion de
propiedad, de forma que solo se protege la posesion mas antigua cuando es originaria y
cierta.
PRUEBA DE LA ACCION PUBLICIANA
A fin de obtener un resultado positivo, el actor debera, al entablar la acion publiciana,
porobar en el momento procesal oportuno las cuestiones que acontinuacion se
señalaran:
· 1- que es adquieriente de la cosa. En concreto, debera probar los extremos
siguientes:
· a) que adquirio la cosa con justo titulo y de buena fe
· b) que la adquisición no proviene de delito alguno
· c) que adquirio la cosa en concepto de propietario
· d) que adquirio la posesion en concepto de dueño y de forma originaria.
· 2- que el demandado posee el mismo bien a que se refiere el titulo del actor.
· 3- Que es mejor el derecho del actor que el alegado por el demandado.

12 La prescripción adquisitiva como efecto de la posesión originaria.


La prescripción extintiva ocurre lo contrario, pero por igual razón: al que se le venía sin
exigir algo, llega a liberarse de lo que pueda serle impuesto.
Nadie adquiere nada, sino que, simplemente, una persona que era sujeto pasivo de algo,
se libera de ello, por la inactividad del que podía exigírselo.
13 La posesión apta para usucapir.
Usucapión es la adquisición del dominio u otro derecho real poseíble, por la posesión
continuada del mismo durante el tiempo y con las condiciones que fija la ley.
De modo, pues, que el usucapiente, durante ese tiempo y con esas condiciones aparece,
figura, actúa o viene comportándose como titular del derecho de que se trata. Y ese
derecho que realmente no le pertenecía, se convierte en suyo en virtud de que ha venido
apareciendo como si le correspondiese.
En la usucapión, el que venía comportándose como titular del derecho, llega a
convertirse en tal. Es precisa la posesión del que adquirirá el derecho, y la pasividad del
que lo perderá.
La usucapión es un modo originario de adquirir el derecho usucapido, en cuanto que la
adquisición no se basa en derecho anterior alguno, es decir el usucapiente no lo hace
suyo por que el que lo tenía se lo transfiera, sino que se convierte en titular del mismo
porque ha venido comportándose como tal.
· CLASES:
· Ordinaria o Extraordinaria:
La primera requiere poseer con buena fe y justo título durante cierto tiempo la cosa o
derecho que se usucape (artículos 1955, primero; 464, primero y 1957 del código civil).
La segunda no exige sino simplemente poseerlos, pero sin necesidad de buena fe ni
justo título, durante el plazo que la ley marca, plazo que, en compensación de no existir
buena fe ni justo título es más largo que el de la usucapión ordinaria (artículos 1955,
segundo; y 1959 del código civil).
· De Muebles o de Inmuebles:
Según se trate de adquirir la propiedad y demás derechos reales sobre aquellas o esta
clase de cosas. En la de muebles son exigidos plazos más cortos que en la de inmuebles.
· LA ADQUISICION DEL USUCAPIENTE ES IPSO IURE:
La adquisición del usucapiente se produce ipso iure, tan pronto como se cumple el plazo
que fija la ley. Por tanto, aquel deviene desde ese momento titular del derecho que
usucapió, y le competen los correspondientes medios para defenderlo y hacerlo efectivo.
Sin embargo, la adquisición del usucapiente se halla sometida al evento de que éste
renuncie a la usucapión ganada (artículo 1935 del código civil). Si lo hace, su renuncia
borra la usucapión y sus efectos adquisitivos (salvo, en perjuicio de tercero: artículo
1937 del código civil).
La usucapió no se aprecia de oficio, sino que para que pueda ser apreciada por los
tribunales hay que alegarla.
14 El concepto de dueño y el justo título.
Justo título significa hecho suficiente para haber producido la adquisición del derecho
de que se trate, si bien en el caso concreto no la produjo, por cualquier razón externa él
(por ejemplo, porque la cosa que compramos o se nos donó o concedió en transacción o
recibimos en legado, no era del vendedor o donante o transigente o causante, o éstos
carecían de la facultad de disponer de ella).
La ley - código civil, artículo 1952- define el justo título como "El que legalmente baste
para transferir el dominio ó derecho real de cuya prescripción se trate". Así que
obviamente, a de referirse a la finca de que se trate, luego no vale un título que
verdaderamente no se ajuste a la finca que se pretende haber usucapido. A tenor de lo
dicho, no son justos títulos los hechos que, aún proporcionando legalmente la posesión
de una cosa o derecho, no son aptos para proporcionar la propiedad de la primera o la
titularidad del segundo. Así, por ejemplo, si se nos da aquella en depósito o
arrendamiento.
El justo título respalda la usucapión de la cosa a la que se refiere, pero no de otras, que
realmente sean parte de la misma; como si un trozo de terreno contiguo a la finca
comprada, cuya compraventa es el título, es unido a la finca y poseído por el
comprador.
· JUSTO TÍTULO VERDADERO Y VÁLIDO:
Naturalmente el título ha de existir realmente y valer. Lo dice la ley expresamente: ha
de ser verdadero inválido (artículo 1953). Pero ni hubiera hecho falta, porque ambos
extremos van implícitos en la simple exigencia de que haya un justo título.
Piénsese que la ley lo que remedia con la usucapión ordinaria es sólo la no-adquisición,
en el caso concreto, de un derecho cuando realmente ha ocurrido un hecho transmisivo,
que, en abstracto, hubiera sido suficiente para producirla, pero que, en la hipótesis
singular ante la que se está, ha sido inoperante por razones externas a él. Ahora bien, si
el hecho no existe sino en la mente del sujeto o no es válido, no hay un justo título
operante.
En estos casos el poseedor lo será de buena fe. Pero ésta es cuestión distinta de que
posea con justo título. La creencia en la existencia de un título ilusorio o en la validez
del que no vale, da lugar a posesión de buena fe, pero al exigir justo título, el código,
exige éste, y no aquélla creencia.
· JUSTO TÍTULO PROBADO:
La existencia del justo título ha de probarse por el interesado; no se presume nunca dice
el artículo1954 del código civil. La distinción entre posesión en concepto de dueño o no
dueño no es equiparable a propietario o no propietario, por eso se sustituye el concepto
de dueño por el de titular. Así el propietario de una cosa es poseedor en concepto de
titular de la cosa, pero el que posee en derecho de usufructo posee este en concepto de
usufructuario, esto es, posee el derecho de usufructo en concepto de titular.
Hay que interpretar el concepto de dueño en un sentido extensivo, es decir:
- es dueño, el titular del derecho sobre el que recae la cosa o el titular de la cosa. Es
titular el que aparentemente posee y tiene conciencia de que lo es.
- Es tenedor del la cosa o derecho, o no titular, el que posee la cosa reconociendo que
pertenece a otra persona.
Ej: posee en concepto de titular de derecho de usufructo el usufructuario, que actúa
como tal y se considera como tal. Supongamos que es usufructuario de una casa que
tiene a su favor una servidumbre que pasa pro una finca contigua. El usufructuario tiene
derecho sobre la servidumbre de paso en concepto de no titular, y tiene la posesión de la
servidumbre en concepto de no titular. El usufructo lo tiene en concepto de titular. La
posesión en concepto de titular tiene la protección interdictal, es decir, la típica de la
posesión (art. 446 C.c.). La posesión en concepto de titular es factible para usucapir. La
posesión en concepto distinto a la de titular está protegida por los interdictos, pero no
puede servir para adquirir el dominio, y sí para adquirir otros derechos reales. Quien
posee en concepto de no titular o tenedor puede pasar a poseer en concepto distinto. Se
puede cambiar el concepto en el que se posee, pero para que se produzca este cambio no
es suficiente con que haya un ánimo de cambiar. Se requieren dos elementos:
- Elemento externo: comportamiento externo.
- Elemento interno: convencimiento interno.
Así, cuando una persona posee por error una cosa en concepto de titular, por el hecho de
enterarse de que posee por error, no se puede admitir que cambie directamente el
concepto. Tendrán que volver a darse los dos elementos.El art. 448 C.c. dice: “El
poseedor en concepto de dueño tiene a su favor la presunción legal de que posee con
justo título, y no se le puede obligar a exhibirlo”. Este precepto establece una
presunción importante para el que posee en concepto de titular: exime al poseedor de
exhibir el título en base al cual posee, y además se presume que tiene justo título para
poseer de esa forma. Se presumen que posee en la forma en que lo hace. Es una
presunción a favor del poseedor. Quien sostenga que no es así deberá probar que ese
titular no tiene justo título.En todo caso, poseer en concepto de titular no significa que
se posea teniendo título, sino poseer como si se tuviera la titularidad; y poseer en
concepto de no titular significa poseer la cosa como tenedor perteneciendo la cosa o el
derecho a otra persona.
15 El objetivo y el subjetivamente válido.
16 La posesión sin título y la que toma su origen en una situación contraria a derecho.
17 Términos para prescribir y manera de contarlos.
18 La renuncia de la prescripción.
19 Inscripciones de posesión antes y después de que transcurra el término para usucapir

20 La Propiedad
El derecho real de usar, gozar y disponer de las cosas, de las cuales se es propietario,
sujeto a las restricciones impuestas por la ley y defendible por acción reivindicatoria.
La posesión es un hecho, la propiedad un derecho
La posesión está protegida por las acciones posesorias, la propiedad por la acción
reivindicatoria
Se puede poseer por varios títulos, se puede ser dueño por un solo título.
POSESIÓN
a) La posesión es un derecho anterior a la propiedad.
b) La posesión tiene todos los atributos de la propiedad, excepto el derecho a disponer
el bien.
c) La prueba del derecho de posesión es en virtud de la visibilidad de los actos
posesorios.
d) Para defender la posesión, el poseedor tiene: Las acciones posesorias y los
interdictos.
e) Triunfa el que justifica la posesión actual.
f) La posesión es susceptible de obtenerse originalmente en los bienes inmuebles
mediante ocupación.
PROPIEDAD
a) La propiedad es posterior a la posesión.
b) La propiedad está premunida de ciertos atributos: El derecho de usar, disfrutar y
disponer.
c) La prueba de la existencia de la propiedad se realiza mediante un título.
d) Para defender el derecho de propiedad se tiene: La acción reivindicatoria y la tercería
excluyente de dominio.
e) Triunfa el derecho de propiedad respecto de quien presenta mejor título.
f) La propiedad de inmuebles es susceptible de adquirirse por prescripción adquisitiva,
mediante título traslativo de dominio.

Según la doctrina dominante, la palabra propiedad es mas genérica, pues se aplica a los
bienes corporales o cosas y a los bienes incorporales o derechos susceptibles de
apreciación pecuniaria, por lo cual igualmente se habla de la propiedad de una cosa,
como la propiedad de crédito.
Definición del derecho de propiedad
Tipo Analítico destacan el aspecto natural y social de la propiedad, el derecho a gozar
y disponer de las cosas con arreglo a su naturaleza, al servicio de la comunidad y para
provecho del propietario.
Tipo sintético caracterizan al derecho de propiedad por su amplitud y generalidad
sobre las cosas de tal forma que la mayoría de los autores de dicha vertiente la definen
como el señorío más general.
Las finalidades y los limites de la propiedad. Estas definiciones conciben a la
propiedad como la facultad o poder pleno de un hombre sobre una cosa para satisfacer
sus necesidades y cumplir sus fines dentro de la comunidad y con sujeción a las normas
jurídicas.
Concepto del derecho de propiedad en la actualidad
La propiedad se definió como el derecho a gozar y disponer de las cosas de la manera
más absoluta.
Características tradicionales del derecho de propiedad
· absoluto. Porque confiere al titular la posibilidad de ejercitar sobre el objeto los
mas amplios poderes de manera soberana e independiente.
· Exclusivo. El derecho de propiedad es exclusivo lo cual significa que corresponde
al propietario con exclusión de toda otra persona.
· Perpetuo. Significa que el dominio sobre una cosa subsiste mientras perdure la
cosa sobre la cual recae, por lo que no se extingue por el solo transcurso del tiempo o
por el no ejercicio del derecho.
El propietario no deja de serlo, aun cuando no ejerza ningún acto de propiedad, aunque
este en la imposibilidad de hacerlo y aunque un tercero los ejerza con su voluntad o en
contra de ella, a no ser que deje poseer la cosa por otro durante el tiempo requerido para
que este pueda adquirir la propiedad por la prescripción.
· Plenitud. Esta característica hace referencia al contenido del derecho de
propiedad, el cual atribuye al propietario toda especie de poder licito de utilización.
· Enajenable. El derecho a disponer es esencial en la propiedad por lo cual debe ser
invariablemente trasmisible.
· Autonomía: significa que no existe una derecho mayor que él.

FACULTADES QUE COMPRENDE


· JUS UTENDI: facultad de usar y gozar de los bienes siempre dentro de los
límites legales.
· JUS FRUENDI: derecho a recibir los frutos.
· JUS ABUTENDI: derecho a abusar de la cosa.
· JUS DISPONIENDI: facultad de disponer, enajenar o abandonar.
· JUS JUDICATI: facultad de demandar (acción reivindicatoria).
De Conformidad con nuestro código civil del Estado de Michoacán
Artículo 116. Artículo 117.
La concepción romana de la propiedad (dominium, condominium, debitum...)
constituye un punto de partida imprescindible para comprender el sentido de la
propiedad moderna (Vid. LOBATO GOMEZ, Propiedad privada del suelo y derecho a
edificar, Madrid, 1989,p. 32.). No obstante, hay que tener en cuenta que la propiedad
romana puede ser enjuiciada desde dos puntos de vista:
21 Expropiación y reivindicación
De la expropiación.- La expropiación, es decir, el acto por el cual se priva al particular
de su propiedad, para transferirla a la parte expropiante (Estado, Municipio, etc.) es
actualmente de la competencia del tribunal civil, quien dicta una sentencia de
expropiación, siempre que la parte expropiada no consiente en un arreglo amistoso. De
la determinación de la indemnización.- La indemnización debe ser justa dice la Ley, es
decir, suficiente y ordinariamente sobrepasaban el valor real de los casos, como una
buena fortuna y no como una desgracia. Del carácter previo de la indemnización.- La
indemnización debe igualmente ser previa. Sin embargo, la expropiación es
pronunciada por los Tribunales ante de que se haya pagado la indemnización y cuando
ni siquiera se ha fijado, pero el principio es formulado en la Declaración de los derechos
del hombre es respetado por otros medios; la cesión material del inmueble ni puede
exigirse al propietario expropiado, sin previo pago de la indemnización. Éste goza,
pues, del derecho de retención que le asegura su pago; no se ve obligado a solicitarlo y a
esperar que la Administración buenamente quiera pagarle. De las varias especies de
expropiación.- La expropiación de los inmuebles, no es la única manera como un
propietario puede ser privado de su propiedad. Se pueden citar a demás los siguientes
modos: 1º El alineamiento, medida administrativa destinada a rectificar y a ampliar las
vías públicas, y en virtud de la cual los propietarios están obligados a "echar hacia atrás"
sus construcciones y sus cercas, no recibiendo ordenamientos más que una
indemnización muy inferior al valor de su terreno que pierden. 2º Las delimitaciones al
dominio público marítimo y fluvial, con frecuencia originan dificultades, porque los
propietarios ribereños se pretenden propietarios de parcelas que la delimitación
administrativa atribuye al lecho del mar o del río. 3º y 4º Los derechos de ocupación
temporal y de extracción de materiales, servidumbre que gravan a los terrenos privados
para la ejecución de los trabajos públicos. La indemnización la fija el consejo
prefectoral. 5º y6º Las requisiciones militares reglamentadas principalmente por la ley y
las requisiciones civiles previstas durante la guerra por diversas leyes que no están en
vigor y mantenidas sólo respecto de los medios de trasporte.
Reivindicación.- Es la acción ejercida por una persona que reclama la restitución de una
cosa, pretendiéndose propietaria de ella. La reivindicación se funda, pues, en la
existencia del derecho de propiedad y tiene por objeto la obtención de la posesión. La
reivindicación debe distinguirse de un gran un número de acciones restitutorias que se
fundan en una obligación existente a cargo del demandado. Estas últimas son acciones
personales puesto que la reivindicación; que no es otra cosa que el derecho de propiedad
afirmando sobre la justicia, es una acción real.

El propietario no poseedor hace efectivo su derecho contra el poseedor no propietario.


Características
· Es una acción real, de naturaleza civil
· Implica la prueba del derecho de propiedad
· Supone la privación o la detentación posesoria de al cosa
· El efecto que produce consiste en reintegrar al propietario la posesión de la cosa
con todos sus accesorios

Requisitos
Los requisitos de la acción reivindicatoria son los siguientes:
El derecho de la propiedad del actor sobre la cosa de la cual ha perdido la posesión
El hecho de encontrarse el demandado en posesión de la cosa reivindicada sin derecho
a poseerla
La identidad de la cosa reivindicada
Efectos de la acción reivindicatoria
Son el declarativo y el condenatorio: declarativo porque tiene por objeto que la
sentencia reconozca que el actor a justicado dominio sobre la cosa materia de la
reivindicación. Y condenatorio porque la sentencia condena al demandado a restituir la
cosa con sus frutos y accesiones.
Cosas que no pueden reivindicarse
Las cosas que están fuera del comercio.
Los géneros no determinados al entablarse la demanda.
Las cosas unidas a otras por vía de accesión.
Las cosas muebles perdidas o robadas.
Dificultades, causas prácticas.- La prueba de derecho de propiedad ofrece, en la
práctica, grandes dificultades. Estas dificultades van disminuyendo a medida que la
instrucción se extiende; la instrucción fomenta la costumbre de celebrar los negocios
regularmente y el deseo de poseer títulos escritos, en buena forma. Por otra parte, los
notarios ponen más cuidado que ante en mencionar en las escrituras lo que se llama el
origen de la propiedad. Este movimiento fue acelerado por la transcripción. A pesar de
lo anterior, las dificultades subsisten y subsistirán probablemente siempre; en los
campos una multitud de pequeños propietarios se conforman con documentos
imperfectos cuando compran un bien, con tal d que se les ponga en posesión del mismo.
Único medio de prueba absoluta: usucapión.- El único medio de proporcionar una
prueba absoluta del derecho de propiedad, es probando que se ha poseído, por sí mismo
o por sus autores, durante un tiempo exigido para la usucapión. Aun, este procedimiento
es, a veces, defectuoso, a causa de las suspensiones de la prescripción que admite la ley
en provecho de los incapaces, porque estas suspensiones, repitiéndose en provecho de
varias personas, puede retardar indefinidamente el cumplimiento de la prescripción o
usucapión. Casos en que la usucapión no se ha cumplido.- A menudo también es difícil
la prueba de la usucapión cumplida. Como es preciso resolver el litigio, se decide de
acuerdo con los siguientes principios:
1ª Las dos partes presentan títulos de propiedad.- Si estos títulos emanan de la misma
persona, se resolverá en principio, según la prioridad de la transcripción. Si emanan de
personas distintas, el demandado deber ser mantenido en la posesión, a menos que el
reivindicante logre demostrar que su autor le hubiera ganado al del demandado, en caso
de que el litigio se hubiese entablado entre ellos. 2ª sólo una de las dos partes tiene
título. Si esta es el demandado, permanecerá, naturalmente, en posesión. Si es el actor,
obtendrá la restitución de la cosa reclamada, a condición de que su título sea anterior a
la posesión del demandado. 3ª Ninguna de las partes tiene título.- Se decide entonces
que el demandado debe conservar la cosa, si es el poseedor de la misma y si esta
posesión es apta para la usucapión. Este es el efecto, se dice, de la presunción de
propiedad unida el hecho de la posesión, presunción que no la consagra expresamente la
ley, pero que parece ser conforme con la tradición. Si el demandado no tiene una
posesión exclusiva, bien caracterizada, el demandante puede obtener la restitución de la
cosa, probando hechos de posesión anteriores , u otras circunstancias de donde resulte
una presunción de propiedad en su favor, principalmente las anotaciones del catastro, el
pago de los impuestos, etc.
22 Enumeración de las formas de adquirir la propiedad y breve explicación.
MODOS DE ADQUIRIRLA
Contrato
Accesión
Usucapión
Sucesión
La propiedad de bienes inmuebles se transmite por contrato. Los títulos traslativos de
dominio están sujetos a la toma de razón en el Registro de Inmuebles para que
produzcan efectos respecto de terceros.
La transmisión, salvo declaración contraria, comprende los accesorios del inmueble
existentes en el momento de la transferencia. Los objetos, que por efecto de ella, se
entreguen al adquirente, o los que pasasen a poder de terceros, se regirán por las reglas
generales sobre posesión de las cosas muebles.
La inscripción no impide las acciones que procedan entre enajenante y adquirente para
recuperar la cosa, ni tampoco las dirigidas contra terceros en los casos de anotación
preventiva, respecto a los derechos constituidos después de ésta.
Los contratos deben ser hechos en escritura pública, los títulos traslativos de dominio
están sujetos a la toma de razón en el Registro de Inmueble. Instituido en la Dirección
General de Registros Públicos al solo efecto de dar publicidad a la transferencia
respecto de terceros, el dominio es adquirido entre las partes por la tradición que es la
transferencia de la posesión. A los efectos de la inscripción de la transferencia entre las
partes adquiere mayor relevancia referido a la prioridad que la inscripción otorga, solo
el contrato tiene la virtualidad de probar la transferencia entre las partes.

ACCESIÓN.- La propiedad de los bienes da derecho a todo lo que ellos producen, o se


les une o incorpora natural o artificialmente. Este derecho se llama de accesión.
Artículo 167. En virtud de él pertenecen al propietario:
I. Los frutos naturales;
II. Los frutos industriales; y,
III. Los frutos civiles.

Artículo 168. Son frutos naturales las producciones espontáneas de la tierra, las crías y
demás productos de los animales.
Artículo 169. Las crías de los animales pertenecen al dueño de la madre y no al del
padre, salvo convenio anterior en contrario.
Artículo 170. Son frutos industriales los que producen las heredades o fincas de
cualquiera especie, mediante el cultivo o trabajo.
Artículo 171. No se reputan frutos naturales o industriales sino desde que están
manifiestos o nacidos.
Artículo 172. Para que los animales se consideren frutos, basta que estén en el vientre
de la madre, aunque no hayan nacido.
Artículo 173. Son frutos civiles los alquileres de los bienes muebles, las rentas de los
inmuebles, los réditos de los capitales y todos aquellos que no siendo producidos por la
misma cosa directamente, vienen de ella por contrato, por última voluntad o por la ley.
USUCAPIÓN
Es la adquisición de la propiedad a través del tiempo y por inacción del titular.
FUNDAMENTO Y UTILIDAD
Por la presunción de abandono.
Función social de la tierra.
UTILIDAD: transforma la simple posesión en un derecho real; que es la propiedad.
2. REQUISITOS
La posesión de la cosa (falta de oposición).
Que la posesión dure 20 años ininterrumpidos. Con justo título – buena fe es de 10 años.
CARACTERES
La posesión debe ser a título de dueño.
Ininterrumpida
Pública
Pacífica.
QUIENES PUEDEN USUCAPIR Y CONTRA QUINES ES POSIBLE HACERLO
Como regla general, debe ser considerado capaz para usucapir toda persona que haya
alcanzado la mayoría de edad.
Se puede usucapir contra el propietario del inmueble y co – propietario y sus herederos
con excepción del Estado y las Municipalidades.
USUCAPIÓN DE LOS BIENES DE UNA HERENCIA
En iguales condiciones podrá adquirir los bienes el que posea una herencia, cuando
medie declaratoria a su favor en virtud de la muerte real o presunta del titular.
Este precepto se aplicará al legatario de cosa determinada (1990).
USUCAPIÓN CONTRA EL ESTADO
Las tierras del dominio privado del Estado y de los entes autónomos del derecho
público, no pueden ser adquiridas por usucapión.
COSAS SUSCEPTIBLES DE USUCAPIÓN
Tanto a las cosas muebles o inmuebles que no estén afectadas de inalienabilidad son
aplicables las reglas de la usucapión a todos los bienes que se hallen en el comercio.
SUCESIÓN
La sucesión es la transmisión de los bienes, derechos y obligaciones, que constituye la
herencia, los cuales son heredados a los sucesores desde el momento de la muerte de
una persona.
Inter Vivos: es la transmisión patrimonial que se transmite en vida, Ej. Compra venta,
permuta, etc.
Mortis Causa: relación muerte causante, que implica la transmisión de la masa
hereditaria a los herederos.
TIPOS DE HEREDEROS
Herederos forzosos: son aquellos que necesariamente tienen que estar incluidos en la
herencia, Ej. Hijos (por parentesco consanguíneo), cónyuge (por parentesco de
afinidad).
Herederos voluntarios: son aquellos que no siempre están incluidos en la herencia, ya
que es facultad del testador, hacerlos sus herederos, Ej. Hermanos, tíos, primos,
sobrinos.
Legatarios: son las personas nombradas por el causante o testador para la
administración de la masa hereditaria.
TIPOS O CLASES DE SUCESIÓN
Sucesión testamentaria: solo se puede dar por vía notarial.
Sucesión intestada: puede ser en vía notarial o judicial (el proceso para estas sucesiones
es seguido por vía no contenciosa).
ELEMENTOS DE LA SUCESIÓN
Elementos necesarios: son.-
* Causante: es la persona fallecida es importante por que sin ella no hay transmisión
sucesoria.
Elementos Personales: son los sucesores o herederos, que puede ser los llamados por
ley (herederos forzosos), o aquellos que el causante ha designado antes de su muerte, a
estos herederos se llama causas habientes, Ej. Hijos alimentista y conviviente.
Elementos reales: son aquellos que comprenden a los herederos y legatarios.
Elementos formales: están constituidos por.-
* La apertura de la sucesión.
* La vocación del sucesor.
* Aceptación por parte de los herederos
1. Modos de adquirir la propiedad. Su clasificación- Se llama modos de adquirir la
propiedad a los hechos o actos jurídicos a los cuales la ley reconoce la virtud de hacer
surgir el dominio en un sujeto; estos hechos pueden clasificarse a base de elementos
comunes, como todas las clasificaciones. Se dividen en modos originarios y modos
derivados, según que el objeto del derecho haya sido o no propiedad de alguna persona,
con anterioridad. En la actualidad sólo existen dos modos originarios; la ocupación y en
algunos casos la accesión; todos los demás son derivados.
2. A título universal, según se trasmita todo el patrimonio o una parte alícuota de él, y a
título particular cuando se trasmite en propiedad un objeto determinado. Esta
clasificación tiene importancia porque en las transmisiones a título universal, el
adquiriente responde también de las deudas que afectan al patrimonio; en cambio, en las
transmisiones a título particular, generalmente, no responde de las deudas. 3. A título
gratuito y a título onerosos, según el adquiriente dé o no alguna cosa en cambio de la
que recibe. Tiene importancia porque afecta a la capacidad, a las formas, etc. 4.
Transmisiones entre vivos o por causa de muerte, según que tengan por causa o surtan
efectos por la muerte del titular. Todas las transmisiones a título universal tienen por
causa la muerte; en cambio, las a título particular pueden tener lugar entre vivos y por
causa de muerte.
23 Las formas de ocupación de nuestro derecho: descubrimiento de tesoros, captación
de aguas, adquisición de animales por caza o pesca.

(Adquisición de tesoros, captación de aguas y adquisición de animales por la caza y por


la pesca) (Aguilar Carvajal Leopoldo)
Por lo que hace a las formas de que se sirve el derecho para transmitir la propiedad
pueden enumerarse las siguientes: Contrato, Ley, Ocupación, Accesión, Prescripción y
Adjudicación. La ocupación. Definición. La ocupación es medio originario de adquirir
la propiedad de una cosa que no pertenece a nadie; por la toma de posesión de ella,
efectuada con la intención de volverse propietario. Este medio de adquisición fue el más
importante en las sociedades primitivas; pero en la actualidad pierde importancia desde
el momento que el número de cosas que no tienen dueño es muy reducido.
Cosas susceptibles de ocupación. Para que una cosa sea susceptible de ocupación son
necesarios varios requisitos: a) en primer lugar, que la cosa sea susceptible de ejercitarse
sobre ella un derecho privado de propiedad, pues en caso contrario no podrá ocuparse, y
b) que por la ley puedan ocuparse. Se puede establecer como regla general que todas las
cosas son susceptibles de ocupación, a excepción de las siguientes: a) inmuebles en los
términos que después veremos, y b) universalidades. Estas son susceptibles de
titularidad, no de propiedad. ¿Los inmuebles son actualmente susceptibles de ser
adquiridos por ocupación, en vista de la disposición contenida en el artículo 27 de la
Constitución? El Derecho Francés niega que los inmuebles sean susceptibles de ser
adquiridos por ocupación, en virtud de que existen disposiciones legales que atribuyen
la propiedad al Estado. En Derecho Mexicano el argumento es más fuerte, puesto que,
según lo vimos, el Estado tiene un derecho de propiedad originaria sobre las tierras y
aguas; por tanto, puede decirse que no exista posibilidad de que se realice este medio de
adquisición tratándose de inmuebles. ¿Cómo explicamos la existencia de textos legales
respecto a los bienes vacantes? Porque estas disposiciones no tienen más objeto que se
adjudiquen al Fisco Federal.
Condiciones. Para que la apropiación de los bienes por ocupación se efectúe, son
necesarios estos requisitos: a) posesión de la cosa, y b) la intención de hacerla suya.
Casos de ocupación. Nuestra legislación reglamenta expresamente varios casos de
ocupación: apropiación de animales, de aguas y tesoros. Respecto a los objetos perdidos
puede decirse que sean susceptibles de adquisición por ocupación, ya que la persona que
los encuentra no adquiere la propiedad, sino que sólo adquiere el derecho a una
participación en su precio. A) Adquisición de animales: Caza y Pesca. La caza se
encuentra reglamentada tanto por el Código Civil como por reglamentos especiales,
según se lleve a cabo en terrenos de particulares o en terrenos de propiedad pública. En
este último caso deben observarse los reglamentos administrativos. El derecho de caza
se considera como una de las facultades del propietario, si se trata de bienes de
propiedad particular; en consecuencia, sólo éste puede cazar, u otra persona con su
autorización. Como consecuencia, se deduce que toda persona que adquiera la
propiedad o el goce de un terreno, en virtud de un derecho real, adquiere el derecho de
la cosa. El usufructuario, el arrendatario o usuario tiene también derecho a la caza, pero
limitado: en el primer caso, de cuerdo con las estipulaciones del contrato; en el segundo,
total, y en el tercero, en cuanto baste para las necesidades del usuario y de su familia. Si
el animal ya herido se refugia en terreno ajeno, el dueño de él tiene que entregarlo al
cazador o pagar su precio, y el cazador, para poder entrar a terreno ajeno, necesita pedir
permiso, y si no lo hace, pierde la propiedad de la pieza y debe pagar por los daños y
perjuicios. Sin embargo, el derecho de cazar un terreno de propiedad particular no es
absoluto, sino que deben respetarse las disposiciones de los Reglamentos.
La adquisición por ocupación se efectúa hasta que el cazador se apodera de la pieza. La
caza en terreno de propiedad pública está reglamentada no tanto para adquirir la
propiedad, sino para fijar el uso de ese derecho; por tanto, reglamenta la s épocas,
formas, procedimientos, etc. B) Pesca. El derecho de pescar también sufre una doble
reglamentación: el Derecho Civil para otorgar la propiedad de la efectuada en aguas de
propiedad particular y el derecho administrativo para las aguas del dominio público. La
pesca en alta mar es libre, aunque el Derecho Internacional, para evitar complicaciones,
la haya reglamentado. La pesca dentro del mar territorial debe sujetarse a los
reglamentos administrativos, lo mismo la que se efectúe en las corrientes de agua y
lagos pertenecientes a la Federación o a los Estados, principalmente para cuidar las
especies y que sea fuente de ingresos. Por lo que hace a la que se efectúe en terrenos de
propiedad privada, debe decirse que los peces se consideran de la propiedad del dueño
del terreno y sólo él o alguna persona, con su permiso, pueden pescar. El derecho de
pesca se transmite al usufructuario, arrendatario, usuario, etc., en la misma forma que la
caza. C) Tesoros. Definición. Se llama tesoro el depósito oculto de dinero, alhajas, u
otros objetos preciosos, cuya legítima procedencia se ignore. Elementos: a) objetos
muebles; b) que sean preciosos, y c) del Derecho Romano, en un raro caso de
supervivencia. El tesoro nunca se considera como fruto. Para otorgar la propiedad del
tesoro, hay que distinguir dos casos: a) que el descubridor sea el dueño del mueble o
inmueble que lo contenga, y b) que sea otra persona distinta del dueño lo que lo
descubra. El primer caso es sencillo, el propietario descubridor adquiere la propiedad. Si
el descubridor es un extraño, se dividirán por partes iguales. Si bien es cierto que el
descubrimiento del tesoro deber ser casual, no quiere decir que cambie de naturaleza
cuando se hagan exploraciones encaminadas a descubrirlo, lo que sucede es que
cambian las relaciones entre los socios, respecto a la distribución de la propiedad de lo
encontrado. Si las exploraciones se hicieron de acuerdo con el dueño del continente, se
estará a lo estipulado y en caso de que no exista convenio, por partes iguales. Si la
exploración se hizo sin consentimiento del dueño, el descubridor pierde todo derecho y
debe pagar los daños y perjuicios. La razón que se da es que esos bienes pertenecieron a
un causante del actual propietario. Si el tesoro se encuentra en terrenos sujetos a
usufructo, arrendamiento, etc., se excluye de la repartición a los titulares de estos
derechos, puesto que el tesoro no es fruto, y si éstos son los descubridores, se reputan
extraños para los efectos de la aplicación de las reglas anteriores, pero tendrán derecho a
indemnización por los daños causados. Ocupación de aguas. Se reglamenta la ocupación
de las aguas, pero esta reglamentación se refiere sólo a las aguas que pueden adquirir los
particulares, en otras palabras, las que no sean propiedad de la Nación; conforme al
artículo 27 Constitucional, pues en este caso, la reglamentación queda a cargo de la Ley
de Aguas de Propiedad Nacional. Los casos de ocupación de aguas particulares, pueden
provenir: a) de la existencia de una fuente natural en predio de propiedad privada, y b)
de que el propietario haya perforado el pozo o hay hecho obras de captación o
subterráneos, o hay construido aljibe o presa para la captación de aguas fluviales. En
esta hipótesis la ley atribuye al propietario del predio la propiedad de las aguas, salvo el
caso de que pasen a otra finca, pues entonces se considerarán de utilidad pública y en su
reglamentación se hará por leyes especiales. Aun cuando el propietario del predio
adquiera la propiedad de las aguas, será sin perjuicio de los derechos que legítimamente
hayan podido adquirir los propietarios de los predios inferiores; luego por esas obras no
podría privarlos del aprovechamiento de esas aguas. Se establece una disposición muy
importante, si un propietario hiciere obras de captación de aguas subterráneas o de
perforación de pozos dentro de su predio, no tendrá que indemnizar al propietario de
otro predio, que verá disminuir el volumen del agua en virtud de dichas obras; a no ser
que hiciera uso abusivo de ese derecho. También se prohíbe al propietario de las aguas
desviar su curso cuando con ello se cause daño a un tercero. Se establece un principio
de solidaridad social y de función social en la propiedad, al disponer que si en algunos
predios vecinos existen aguas sobrantes y el propietario de un predio vecino sólo
pudiera proveerse de agua mediante la ejecución de obras muy costosas, para el debido
aprovechamiento, tiene derecho a exigir de los propietarios vecinos que le proporcionen
esas aguas sobrantes para la debida explotación, mediante el pago de una indemnización
fijada por peritos.
24 La Accesión.
Anteriormente estudiamos el derecho de propiedad en su forma clásica, puesto que es
susceptible de comprimirse por la supresión de algunas facultades inherentes al mismo.
Ahora vamos a estudiar el derecho de propiedad en su cualidad inversa, es decir, en su
forma expansiva; esto quiere decir que el propietario de una cosa extiende su derecho a
todo lo que se le incorpora, natural o artificialmente, a todo lo que produce la cosa,
siempre que tenga con relación a ella la categoría de accesorio.
Definición. Se llama accesión el derecho en virtud del cual el propietario de una cosa
adquiere la propiedad de todo lo que se le une o incorpora, sea natural o artificialmente.
Nuestro Código Civil vigente estatuye este principio general. Este modo de adquirir está
íntimamente ligado a la clasificación de las cosas en principales y accesorias. Para el
estudio de la accesión es necesario clasificar sus formas, ya que son muy variadas; pero
antes conviene relatar el problema que existe en la doctrina y la discusión que aún
subsiste, respecto a sí la accesión debe o no considerarse como un medio de adquirir la
propiedad. Los que niegan esta característica razonan así: la accesión no es sino el
efecto expansivo del derecho de propiedad, un modo de ejercitarlo en relación con su
extensión; en cambio, otros autores sostienen que si hay adquisición de la propiedad de
la cosa que se agrega. A mi modo de ver, ambos autores tienen razón en parte; lo que
sucede es que con la misma institución jurídica se ha pretendido abarcar situaciones
distintas; quizás lo conveniente fuera separarlas. Cuando un vegetal produce frutos y
éstos pertenecen al propietario del árbol, no se puede decir que la cosa nueva se haya
unido, que se adquiera su propiedad, lo que sucede es que las fuerzas y fenómenos
interiores de la cosa principal han producido una nueva utilidad de ella; no se puede
hablar en este caso de adquisición de propiedad; en cambio, cuando una cosa y aquélla
pertenece a un propietario distinto, en indudable que sí existe una adquisición de
propiedad de la cosa accesoria, y sin embargo estas dos situaciones, tan diferentes, están
regidas por una misma institución jurídica. Nuestro Código tiene el defecto apuntado,
puesto que definen como accesión la propiedad de los frutos de una cosa.
Clases de accesión. La accesión se presenta en los siguientes casos: a) de inmueble a
inmueble; b) de inmueble a mueble, y c) de mueble a mueble; pero hay otro motivo de
compilación: según se haya producido de un modo natural o por hecho del hombre.
Accesión natural en provecho de un inmueble, en forma natural. Esta clase de accesión
tiene las siguientes especies: Aluvión, Avulsión, Nacimiento de isla y Mutación de
cauce.
Accesión de mueble a inmueble en forma artificial. Se presentan tres casos: Edificación,
Plantación y Siembra. Esta accesión, a diferencia de la anterior, no es gratuita, sino
onerosa; pero, además, es de mucha importancia la buena o la mala fe del adquiriente,
que consiste, la primera, en que se ignora que los muebles son ajenos y la segunda,
consiste en este conocimiento. Principio general. Lo accesorio incorporado se presume
propiedad del dueño del inmueble, pero es una presunción juris tantum, que admite
prueba en contrario. Casos que pueden presentarse: a) el propietario del inmueble
edifica, planta o siembra con materiales ajenos, además, si procede de buena o de mala
fe; b) el propietario de los muebles planta, edifica o siembra con materiales propios en
terreno ajeno; también se distinguen si procede de buena o mala fe; en este último caso,
puede existir también mala fe de parte del dueño del terreno, si la construcción,
plantación o siembra se hace a ciencia y paciencia de él, y c) el que planta, edifica o
siembra no es dueño ni del terreno ni de los materiales. Primer caso. El dueño del
inmueble planta, siembra o construye con materiales ajenos, pero de buena fe. Adquiere
lo edificado, sembrando o plantado pagando el precio de los muebles; si procediere de
mala fe, debe además pagar daños y perjuicios.
Justificación: Parece un ataque a la propiedad, algo así como una expropiación; pero se
justifica por la misma razón esgrimida ya por el Derecho Romano, que es la más justa y
la mejor, socialmente hablando, pues separarlas sería en mal para ambos dueños y
además para la sociedad, puesto que se tendría que destruir la obra. En el caso de mala
fe, el Derecho Romano imponía el doble de valor; el nuestro no fija límite. Segundo
caso. El dueño de los muebles siembra, edifica o planta en terreno ajeno. El principio es
el mismo, el dueño de la cosa principal adquiere la propiedad de la obra hecha, pero
debe pagar el valor de los muebles empleados, si el dueño de los materiales ha
procedido de buena fe, o puede obligar al dueño de los muebles a pagarle el terreno o su
renta, en el primer caso pierde la mano de obra, sólo tiene derecho a éste último si es de
mala fe y no a hacer suya la obra. Si el dueño de los muebles procede de mala fe, pierde
la obra sin indemnización, y aún puede pedírsele la demolición. Si existe mala fe en
ambos, se compensa y resuelve por la regla establecida para el caso de la buena fe.
Tercer caso. Los muebles son de propiedad de un terreno, que no es ni el que ejecutó la
obra ni el dueño del terreno. En esta hipótesis hay que proteger los intereses del tercero
y del propietario del inmueble. Aquí sólo se ve si le aprovecha o no al dueño del
terreno; si le aprovecha, tiene que pagar el precio de los muebles, sin distinguir si existe
o no mala fe; pero esta responsabilidad es subsidiaria, pues el primer responsable es el
que ejecutó la obra; pero si le daña lo hecho, puede pedir la demolición, a costa del que
ejecutó la obra. Estas soluciones están inspiradas en el principio del enriquecimiento
ilegítimo, de mucha importancia en la teoría de las obligaciones. Además, lo antes dicho
presupone la incorporación de los muebles, pues si no existe, el dueño puede
reivindicarlos. La demolición sólo tendrá lugar en el caso de mala fe. Accesión de
muebles a muebles. En esta hipótesis se presentan cuatro casos: Incorporación o
adjunción, confusión, Mezcla y Especificación. En la accesión, tratándose de bienes
inmuebles, ha sido necesario crear mayor número de categorías que tratándose de los
inmuebles, en virtud de que se ha presentado el problema de la determinación de la cosa
principal, que no siempre es fácil. Nuestro Código estatuye las reglas generales respecto
a la primera categoría, o sea la incorporación, también llamada por la doctrina
Adjunción.
Código Civil del Estado de Michoacán:
Artículo 166. Artículo 175. Artículo 176. Artículo 177. Artículo 178. Artículo 179.
Artículo 180. Artículo 181. Artículo 182. Artículo 183. Artículo 184. Artículo 185.
Artículo 186. Artículo 187. Artículo 188. Artículo 189. Artículo 190. Artículo 191.
Artículo 192. Artículo 193 Artículo 194. Artículo 195. Artículo 196. Artículo
197. Artículo 198,Artículo 199. Artículo 200. Artículo 201. Artículo 202.

25 Aluvión, avulsión, nacimiento de una isla de mutación de cauce.


Aluvión. El acrecentamiento que sufren los predios por los cuales pasa una corriente de
agua, en virtud del aumento que produce el decantamiento de material en suspensión
que van depositando las aguas, se llama aluvión; este acrecentamiento es natural y
paulatino y generalmente de cortas proporciones.
El aluvión es adquirido por el propietario del terreno en donde se asienta o deposita. Es
una compensión del desgaste que efectúa la corriente en las márgenes del predio, según
la doctrina. Este medio de adquirir esté reconocido en el Código Civil. No debe
confundir con las superficies que se cubren o se descubren en el lecho de una corriente
de agua, por el aumento o disminución de volumen de la misma.
Avulsión. Tiene lugar cuando una parte considerable y reconocible de un predio en
arrancada por la fuerza de la corriente y depositada en la orilla opuesta o junto a un
predio inferior. A diferencia del aluvión, la adquisición de la propiedad no es
instantánea, sino que es necesario que existan estas condiciones: a) un abandono del
antiguo propietario; y b) la toma de posesión del nuevo; es decir, es una combinación de
la prescripción extintiva con la adquisitiva. Si por hipótesis la propiedad desprendida es
reconocible el antiguo propietario sigue siendo dueño, a menos que existan las
condiciones antes dichas.
Nacimiento de isla. El nacimiento de isla puede formarse de dos maneras: por aluvión, o
bien porque la corriente forme un nuevo cauce, dejando en medio una isla. En ambos
casos hay propiedad por accesión. En el primer caso los propietarios ribereños
adquieren la propiedad en proporción al frente de sus propiedades, a partir de una línea
imaginaria que deberá trazarse en medio del cauce del río. En el segundo caso, los
propietarios sí pierden el terreno ocupado por la corriente y en compensación se les
permite usar el terreno de la isla, en proporción al frente de su propiedad, y ocupar el
cauce abandonado. Si la isla se forma por avulsión, no está en caso previsto
expresamente, pero deberá resolverse de acuerdo con las reglas de la avulsión y de
nacimiento de isla.
Las islas situadas en los ríos navegables pertenecen a los propietarios ribereños, de
acuerdo con las reglas siguientes:
las que se formaren en medio del río, se consideran acrecencia sobrevenida a las tierras
ribereñas fronterizas de ambas márgenes, en la proporción de sus frentes, hasta la línea
que divida el álveo en dos partes iguales;
las que se formaren entre esa línea y una de las márgenes, se considerarán acrecencia de
las tierras ribereñas fronterizas de ese mismo lado; y
las que emergieren por el desdoblamiento de un nuevo brazo del río, continúan
perteneciendo a los propietarios de las tierras a costa de las cuales se formaron.
Del aluvión.- Los acrecentamientos de tierra formados paulatina e insensiblemente por
causas naturales, pertenecen a los propietarios de las tierras ribereñas. Esta disposición
es aplicable a los lagos y lagunas.
Avulsión.- Cuando la corriente de las aguas segrega de una ribera una porción de tierra
y la transporta a otra heredad interior o de la ribera opuesta, su dueño puede retirarla
mientras no se haya efectuado adhesión natural, pero no está obligado a hacerlo.
Mutación de cauce. Si una corriente de agua abandona su cauce, éste pertenecerá a la
Nación, en el caso de que se trate de una corriente de agua de propiedad nacional; pero
si es de propiedad particular, los ribereños adquieren la propiedad del cauce, mediante
una línea imaginaria tirada a la mitad del cauce y en proporción con sus respectivos
frentes; lo mismo pasará con la isla.
El álveo o cauce abandonado de un río del dominio público o privado pertenece a los
propietarios ribereños de las dos márgenes sin que los dueños de las heredades por
donde el río abriere nuevo cauce tengan derecho a indemnización alguna. Se entiende
que los predios de ambas márgenes se extenderán hasta la mitad del álveo o cauce. Si
éste separaba heredades de distintos dueños, la nueva línea divisoria correrá equidistante
de unas y otras.
26 Edificación, plantación y siembra.
Esta accesión, a diferencia de la anterior, no es gratuita, sino onerosa; pero, además, es
de mucha importancia la buena o la mala fe del adquiriente, que consiste, la primera, en
que se ignora que los muebles son ajenos y la segunda, consiste en este conocimiento.
Principio general. Lo accesorio incorporado se presume propiedad del dueño del
inmueble, pero es una presunción juris tantum, que admite prueba en contrario. Casos
que pueden presentarse: a) el propietario del inmueble edifica, planta o siembra con
materiales ajenos, además, si procede de buena o de mala fe; b) el propietario de los
muebles planta, edifica o siembra con materiales propios en terreno ajeno; también se
distinguen si procede de buena o mala fe; en este último caso, puede existir también
mala fe de parte del dueño del terreno, si la construcción, plantación o siembra se hace a
ciencia y paciencia de él, y c) el que planta, edifica o siembra no es dueño ni del terreno
ni de los materiales. Primer caso.
El dueño del inmueble planta, siembra o construye con materiales ajenos, pero de buena
fe. Adquiere lo edificado, sembrando o plantado pagando el precio de los muebles; si
procediere de mala fe, debe adem ás pagar daños y perjuicios. Justificación: Parece un
ataque a la propiedad, algo así como una expropiación; pero se justifica por la misma
razón esgrimida ya por el Derecho Romano, que es la más justa y la mejor, socialmente
hablando, pues separarlas sería en mal para ambos dueños y además para la sociedad,
puesto que se tendría que destruir la obra.
En el caso de mala fe, el Derecho Romano imponía el doble de valor; el nuestro no fija
límite. Segundo caso. El dueño de los muebles siembra, edifica o planta en terreno
ajeno. El principio es el mismo, el dueño de la cosa principal adquiere la propiedad de
la obra hecha, pero debe pagar el valor de los muebles empleados, si el dueño de los
materiales ha procedido de buena fe, o puede obligar al dueño de los muebles a pagarle
el terreno o su renta, en el primer caso pierde la mano de obra, sólo tiene derecho a éste
último si es de mala fe y no a hacer suya la obra. Si el dueño de los muebles procede de
mala fe, pierde la obra sin indemnización, y aún puede pedírsele la demolición. Si existe
mala fe en ambos, se compensa y resuelve por la regla establecida para el caso de la
buena fe.
Tercer caso. Los muebles son de propiedad de un terreno, que no es ni el que ejecutó la
obra ni el dueño del terreno. En esta hipótesis hay que proteger los intereses del tercero
y del propietario del inmueble. Aquí sólo se ve si le aprovecha o no al dueño del
terreno; si le aprovecha, tiene que pagar el precio de los muebles, sin distinguir si existe
o no mala fe; pero esta responsabilidad es subsidiaria, pues el primer responsable es el
que ejecutó la obra; pero si le daña lo hecho, puede pedir la demolición, a costa del que
ejecutó la obra. Estas soluciones están inspiradas en el principio del enriquecimiento
ilegítimo, de mucha importancia en la teoría de las obligaciones. Además, lo antes dicho
presupone la incorporación de los muebles, pues si no existe, el dueño puede
reivindicarlos. La demolición sólo tendrá lugar en el caso de mala fe.

27 Incorporación, confusión, mezcla y especificación.


Incorporación o adjunción. Existe cuando dos cosas muebles, pertenecientes a distintos
dueños, se unen de tal manera que vienen a formar una sola; pero quedan reconocibles,
pueden unirse casual o artificialmente; luego se puede apreciar cuál es la principal y
cuál es la accesoria. La regla general en que sí pueden separarse, así debe hacerse. En el
caso de que no se puedan separarse: el dueño de la cosa principal adquiere la propiedad
de la accesoria, pagando su precio, siendo condición indispensable que haya buena fe.
Hay artículos que tienen por objeto señalar reglas para determinar cuál es la cosa
principal y cuál la accesoria. Siguiendo el criterio de valor, en primer lugar; si con éste
no puede darle la solución, se ordena que se siga un criterio objetivo, es decir, se reputa
principal aquella para cuyo uso, perfección o adorno se unió la primera y se establece
una excepción para el trabajo, reputándose, en todo caso, como principal. Si el dueño de
la accesoria es de buena fe y pide la separación al dueño de la principal, debe hacerse,
siempre que se le paguen daños y perjuicios; pero si el dueño de la accesoria es de mala
fe, la pierde y debe pagar daños y perjuicios; si la mala fe es del dueño de la accesoria,
aun cuando la principal se destruya, así como el pago de daños y perjuicios.
Mezcla y confusión. Existirán, cuando al unirse bienes muebles no queden reconocibles.
Estas dos categorías se diferencian entre sí por la naturaleza de las cosas unidas; si son
sólidos se llama mezcla; si son líquidos se llaman confusión. Se diferencian de la
incorporación en que no pueden saberse cuál sea la cosa principal y cuál la accesoria, ya
que se obtiene un producto nuevo; tampoco es posible, por regla general, hacer la
separación. De lo anterior resulta que la regla general, en este caso, consiste en
establecer la copropiedad en proporción al valor de los elementos, siempre que se haya
efectuado por voluntad de los dueños; si se efectúa por voluntad de uno solo, debe
tenerse en cuenta su buena fe; si existe buena fe, se establecerá perfectamente la
copropiedad; pero el dueño que no dio su voluntad puede optar por el pago de daños y
perjuicios; si se efectúo de mala fe, pierde la cosa y responde de los daños y perjuicios,
pues pudo formarse un producto de menor valor que el de los componentes.
Especificación.- Consiste en la aplicación del trabajo humano a materias primas de la
propiedad de otro. Volvemos a aplicar el criterio primitivo: el de la cosa principal y de
la cosa accesoria. Si la cosa principal es el trabajo, el que lo prestó hace suya la materia
mediante indemnización; si lo principal es la materia, pierde el trabajo y debe pagar
daños y perjuicios, pero siempre y cuando exista buena fe. Si existe mala fe, el dueño de
la materia puede quedarse con la obra, sin pagar nada y aun puede exigir daños y
perjuicios. Si el trabajo es inferior al precio de la materia, el dueño de ésta hace suya la
obra sin indemnización y además puede exigir daños y perjuicios. Para apreciar la
buena o mala fe, debe seguirse el criterio establecido, según se dispone
28 Extensión del derecho de propiedad.
El derecho de propiedad, según la doctrina clásica, daba derecho de propiedad del área,
suelo, subsuelo y vuelo, pero en la actualidad es discutida esta concepción. Tiene
derecho al vuelo, porque puede construir sin limitación de altura, en el espacio
comprendido entre las perpendiculares elevadas de los límites del suelo; pero la
dificultad ha nacido con la aviación y se ha optado por dividir el espacio en capas, una
de propiedad privada, otra sobre la que ejerce soberanía el Estado, y la tercera libre.
Tiene derecho al subsuelo. Los romanos consideraban que el propietario tenía derecho
absoluto sobre él y posteriormente se llegó a decir que tendría derecho de propiedad
hasta el centro de la tierra, en forma de pirámide; hoy no se considera así. Por último,
tiene derecho al área o suelo m en los limites determinados en su escritura; pero aun eso
sufre limitaciones como la obligación de bardear, de construir, etc.
29 El subsuelo y el espacio aéreo.
El derecho de propiedad, según la doctrina clásica, daba derecho de propiedad del área,
suelo, subsuelo y vuelo, pero en la actualidad es discutida esta concepción.
Tiene derecho al vuelo, porque puede construir sin limitación de altura, en el espacio
comprendido entre las perpendiculares elevadas de los límites del suelo; pero la
dificultad ha nacido con la aviación y se ha optado por dividir el espacio en capas, una
de propiedad privada, otra sobre la que ejerce soberanía el Estado, y la tercera libre.
Tiene derecho al subsuelo. Los romanos consideraban que el propietario tenía derecho
absoluto sobre él y posteriormente se llegó a decir que tendría derecho de propiedad
hasta el centro de la tierra, en forma de pirámide; hoy no se considera así. Por último,
tiene derecho al área o suelo m en los limites determinados en su escritura; pero aun eso
sufre limitaciones como la obligación de bardear, de construir, etc.

30 Los frutos y productos. Diferencias.


Se entiende por Producto a la cosa producida, en tanto que por Frutos el producto o
resultado obtenido periódicamente.
Lo que diferencia es: Los frutos son provechos renovables. Lo que significa que el
rendimiento económico de los frutos es perdurable; el de los productos, perecible.
Los frutos que produce el bien no altera ni disminuyen la sustancia; los productos,
importan una modificación sustantiva en el bien. Ejemplo: en los frutos naturales, una
plantación de naranjos da frutos, que son las naranjas, en tanto que los montes vírgenes,
da como producto la madera, que muchas veces no resulta renovable, y con su
extracción se extingue, aunque de hecho se pueda reforestar.
31 Frutos naturales, industriales y civiles.
Son frutos naturales las producidas por la tierra así como las crías y demás productos de
los animales; industriales son los que se obtienen del trabajo del hombre (fabricación de
ladrillos), y los civiles, son el alquiler de los edificios, el precio del arrendamiento de
tierra, los intereses de un crédito, etc. Es la Accesión discreta que constituye una simple
prolongación del derecho dominial. Es una consecuencia del derecho de propiedad de la
cosa que los produce. Los frutos pueden encontrarse en dos situaciones: a) pendientes o
separados, según que estén todavía adheridos a la cosa fructífera o no; b) percibidos o
por percibir, según que hayan sido objeto de un acto material de aprehensión o no.
Artículo 167. Artículo 168. Artículo 169. Artículo 170. Artículo 171. Artículo
172. Artículo 173. Artículo 174.
4.15 Mejoras y gastos necesarios, útiles y voluntarios. Gastos necesarios.- Son gastos
necesarios los que están prescritos por la ley, y aquellos sin los que el bien se pierda o
deteriore. Gastos útiles.- Son gastos útiles los que, sin ser necesarios, aumenten el valor
o productos del bien. Gastos voluntarios.- Son gastos voluntarios los que sirven sólo al
ornato del bien, o al placer o comodidad del poseedor. Mejoras naturales.- Las mejoras
provenientes de la naturaleza o del tiempo, son en beneficio del que haya vencido en la
posesión.
32 La Copropiedad
Hay copropiedad cuando una cosa o un derecho patrimonial pertenece, pro indiviso, a
dos o más personas. Los copropietarios no tienen dominio sobre partes determinadas de
la cosa, sino un derecho de propiedad sobre todas y cada una de las partes de la cosa en
cierta proporción, es decir sobre parte alícuota.
Una cosa perteneciente a varios propietarios se halla en división cuando el derecho de
cada propietario recae sobre la totalidad de la cosa común. La parte de cada uno no es,
que se expresa mediante una cifra: un tercio, un cuarto, un décimo. El derecho de
propiedad es el que está divido entre ellos, la cosa no; ella está indivisa. El derecho de
cada propietario recae cobre todas y cada una de las moléculas de la cosa y en ellas
encuentra el derecho de sus copropietarios, en la medida correspondiente a éstos.
La copropiedad se rige en base a dos principios:
Todo acto de dominio sólo es válido si se lleva cabo con el consentimiento unánime de
los copropietarios.
Los actos de administración de la cosa se llevarán a cabo por mayoría de personas y de
intereses, comprendiendo los actos de conservación y uso sin que alteren forma
sustancia o destino.
33 La parte alícuota.
Se usa para representar la parte o proporción fijada por ley para la determinación de un
derecho, impuesto u otra obligatoriedad tributaria. En términos generales es la parte que
mide exactamente a su todo. La parte alícuota es la que se obtiene de dividir algo en un
cierto número de partes iguales. Esta
“parte alícuota” es la parte ideal determinada desde el punto de vista mental aritmético
en función de la idea de proporción.
34 Actos de dominio y de administración.
Los fundamentales son:
1º Todo acto de dominio, es decir, de disposición tanto jurídica como material, sólo es
válido si se lleva a cabo con el consentimiento unánime de todos los copropietarios.
Ningún copropietario puede enajenar la cosa común sin el consentimiento de todos. Esta
prohibición no sólo se refiere a la disposición jurídica, sino también a la disposición
material.
2º Los actos de administración de la cosa objeto de copropiedad se llevarán a cabo por
la mayoría de personas y de intereses, y comprenden todos aquellos actos de
conservación y uso de la cosa sin alterar su forma, sustancia o destino. Existe un acto de
administración que no cae bajo esta regla, y consistente en el arrendamiento de las
cosas. El contrato de arrendamiento no puede ejecutarse como acto de administración
por la simple mayoría, la ley exige el consentimiento de todos los copropietarios,
aunque no sea acto de dominio. De acuerdo con estos dos principios, para usar la cosa o
ejecutar actos de dominio se dispone que cada propietario pueda servirse de ella siempre
y cuando no impida a los demás que usen la misma conforme a su derecho. La ley
determina que cuando no se ha fijado la participación de los copropietarios se reputa
que cada uno tiene iguales derechos, salvo prueba en contrario, es decir, es una
presunción juris tantum.
35 El derecho al tanto.
El derecho del tanto es aquel que tienen los copropietarios para adquirir en las mismas
condiciones que lo haría un tercero la parte que desea enajenar el copropietario.

Mientras que el derecho de preferencia es un acuerdo entre vendedor y comprador


donde se acuerda el vendedor tendrá preferencia para adquirir nuevamente la cosa que
había vendido, en caso de que el comprador quiera en un futuro vender la cosa. Derecho
del Tanto: Consiste en que cuando se autorice la cesión a favor de una persona extraña
de la sociedad, los socios tendrán derecho preferencial para adquirirlo. Artículo 244.
Los propietarios de cosa indivisa no pueden enajenar a extraños su parte alícuota
respectiva, si el partícipe quiere hacer uso del derecho del tanto. A este efecto el
copropietario notificará a los demás, por medio de notario o judicialmente, la venta que
tuviere convenida, para que dentro de los ocho días siguientes hagan uso del derecho del
tanto. Transcurridos los ocho días, por el solo lapso del término se pierde el derecho.
Mientras no se haya hecho la notificación, la venta no producirá efecto legal alguno.
Artículo 245. Si varios propietarios de cosa indivisa hicieren uso del derecho del tanto,
será preferido el que represente mayor parte, y siendo iguales, el designado por la
suerte, salvo convenio en contrario.

36 El retracto.
El derecho de retracto es un derecho de adquisición preferente por el que su titular tiene
la facultad de adquirir un determinado bien o derecho cuando se cumple un concreto
supuesto de hecho o cuando las partes así lo hayan acordado: ejerciendo su derecho de
retracto, compro el local que tenía alquilado.
Se desprende de nuestra legislación que se ha considerado conveniente mantener la
institución del retracto tomando en consideración que en todas sus formas responde a
intereses sociales que se desean resguardar, tal razón explica por que el legislador
sacrifica el principio de la autonomía de la voluntad al permitir que un tercero ajeno a
las partes pueda adquirir un bien contra la voluntad de ellas, afirmación corroborada por
ejecutorias supremas que señalan que a través del proceso de retracto se produce la
subrogación: es decir que el derecho de retracto otorga al retrayente el derecho de
subrogarse en el lugar del comprador, y en todas las estipulaciones del contrato de
compraventa, debiendo reembolsar al adquiriente el precio, los tributos y gastos
pagados por éste, y en su caso los intereses pactados[1]Por lo que se puede apreciar que
en nuestra actualidad se legisla el derecho de retracto como la facultad concedida por la
ley a determinadas personas para subrogarse en todas las estipulaciones de un contrato
de compraventa o dación en pago.
Es necesario hacer una distinción del derecho de retracto con el pacto de retroventa,
según Navarro, Gonzales Poveda y García Cantero; las diferencias entre el retracto y el
pacto de retroventa, llamada por la doctrina española como el "retracto convencional"
son las siguientes:
· En cuanto a los sujetos, en la retroventa intervienen normalmente dos sujetos, que
son en principio, los mismos que celebraron la compraventa base, aunque ocupando
posiciones jurídicas opuestas; así el vendedor readquiere la cosa por él vendida mientras
que el comprador debe cooperar al ejercicio de esta facultad recuperatoria. En el
retracto, en cambio son tres las personas que median: el vendedor que enajena una cosa
de su patrimonio sin propósito alguno de retraerla; el comprador que en esa inteligencia
celebra el contrato de compraventa; y una tercera persona, el retrayente, a quién la ley le
concede el derecho preferente de subrogarse en el lugar del comprador, siempre que este
no sufra por ello mayores agravios. Tan esencial es la presencia de las categorías
indicadas, que no se concibe el retracto sin su intervención.
· En la retroventa la preferencia adquisitiva es, propiamente, una facultad de re
adquisición, mientras que en el retracto es pura facultad adquisitiva.
· En la retroventa es una reserva que el vendedor hace en la compraventa básica,
mientras que en el retracto es una facultad atribuida por la ley a quién ninguna
intervención tuvo en la compraventa básica.

Efectos del proceso de retracto


· Para determinar los efectos del proceso de retracto es importante en primer lugar
distinguir que en la venta sujeta a retracto, el objeto materia del contrato; la forma
cuando ésta es requerida como elemento solemne. Existe también la causa objetiva
propia de los contratos bilaterales onerosos. En otras palabras, la venta sujeta a retracto
no es nula porque existen todos los elementos requeridos para el contrato. Para que se
de el caso de la anulabilidad, es necesario que el consentimiento este viciado por error,
dolo o violencia; que el objeto sea ilícito, así como su motivo y fin.
· Ninguna de estas circunstancias se reúne en la venta sujeta a retracto. Hay algo
más, el titular del derecho o propietario, dispone de una cosa que le pertenece, es decir,
que se encuentre dentro de su esfera jurídica.
· La venta sujeta a retracto tiene todos los requisitos exigidos para la validez de la
operación llevada a cabo y sólo no produce efectos con relación a una persona
determinada; pero los produce tan pronto como se hace la notificación; la notificación
desempeña, pues, el papel del elemento futuro y exterior para la producción de los
efectos jurídicos, o, en otros términos, constituye el elemento que viene a agregarse para
integrar definitivamente la latiespecie negocia.
· A los fines del ejercicio del derecho de retracto, el propietario deberá notificar al
copropietario, al litigante y los demás sujetos que tuvieran el derecho de subrogación;
mediante documento auténtico, su manifestación de voluntad de vender o transferir su
propiedad, consideramos que en dicha notificación se debe de incluir los siguientes
elementos: en primer lugar la decisión de vender el bien mueble inscribible o bien
inmueble, en segundo lugar precisar el precio pactado por las partes y finalmente las
condiciones de la transmisión. Esta comunicación se debe de hacer de forma fehaciente,
es decir que se pueda probar que ha existido este documento y su contenido, por lo que
podría realizarse de varias maneras, entre ellas podemos mencionar: telegrama con
acuse de recibo, carta firmando copia para el interesado, vía notarial o mediante un acto
de conciliación. Consecuentemente los sujetos con derechos de subrogación deberán
notificar al propietario en forma indubitable, su aceptación o rechazo a la oferta hecha a
su favor, en el plazo establecido por la ley, transcurrido este plazo, sin que el subrogante
hubiere aceptado el ofrecimiento; el propietario quedará en libertad de dar en venta el
inmueble a terceros, bajo las mismas condiciones y modalidades del ofrecimiento de la
venta.

37 La llamada propiedad horizontal; ley y reglamento vigentes. Propiedad horizontal,


es una forma del derecho de dominio, por la cual se hace objeto de propiedad exclusiva,
o particular, a determinadas partes de un inmueble. Sujeta todas las áreas destinadas al
uso común de todos, o de parte de los propietarios, al dominio o propiedad de la persona
jurídica, que nace de la formación del régimen de propiedad horizontal.Constituida la
propiedad horizontal mediante escritura pública, forma una persona jurídica, distinta de
los propietarios de los bienes de dominio particular, individualmente considerados. Esta
persona jurídica, representada por una junta de administración, elegida en asamblea de
copropietarios, no tiene el ánimo de lucro y debe cumplir y hacer cumplir la ley y los
reglamentos, administrar los bienes de uso o servicios, y ejercer la dirección y manejo
de los intereses comunes de los propietarios.Generalmente, una junta de administración
de una propiedad horizontal, nombra a su vez una persona jurídica, o una natural, a la
cual se faculta para hacer cumplir los reglamentos de propiedad horizontal.
LEY QUE REGULA EL REGIMEN DE PROPIEDAD EN CONDOMINIO EN EL
ESTADO. Ley publicada en el Suplemento del Periódico Oficial, El jueves 1 de
noviembre de 1973. JOSE SERVANDO CHAVEZ HERNANDEZ, Gobernador
Constitucional Interino del Estado libre y soberano de Michoacán de Ocampo, a todos
sus habitantes hace saber que:
Articulo 1o.- El régimen de propiedad en condominio vertical, horizontal o mixto se
constituye cuando los diferentes pisos, departamentos, viviendas o locales de un
inmueble, susceptible de aprovechamiento independiente por tener salida propia a un
elemento común de aquél o a la vía pública pertenecen a distintos condóminos. Cada
uno de éstos tendrá un derecho exclusivo y singular de propiedad sobre su
departamento, vivienda, casa o local, y, además un derecho de copropiedad sobre los
elementos y partes comunes del inmueble necesarios para su uso y disfrute apropiados.
Los derechos de copropiedad sobre los elementos comunes del inmueble sólo serán
enajenables, gravables o embargables, conjuntamente con el departamento, vivienda,
casa o local de propiedad exclusiva del condómino. La copropiedad sobre los elementos
comunes del inmueble no es susceptible de división.
La propiedad horizontal o la propiedad exclusiva y propiedad común, es una modalidad
de propiedad, donde conjugan dos elementos inseparables, la propiedad exclusiva en sí,
por ejemplo un departamento en edificio, y las áreas comunes, llámese el terreno sobre
el que se ha construido el edificio de departamentos, los espacios abiertos como los
jardines, los techos, etc.; ambos elementos son inseparables, a pesar de que uno tiene la
particularidad del aprovechamiento exclusivo por parte del titular y el otro por su
naturaleza que no se puede ser aprovechado en forma separada por lo que tiene la
calidad de bien común a todos los propietarios de la unidades exclusivas;
El régimen jurídico al que se someten este tipo de inmuebles, se constituye al
otorgamiento de su reglamento interno, la constitución del régimen se podría decir que
es una acto jurídico destinado a regular la administración de los bienes comunes y los
derechos y obligaciones de los propietarios,
El reglamento interno debe contener obligatoriamente, la relación de las secciones de
propiedad exclusiva, con indicación de sus áreas, numeración y uso al que deben estar
dedicadas cada una de ellas, así como los porcentajes de participación que a cada
propietario le corresponde en la propiedad de los bienes comunes, de acuerdo con el
criterio adoptado por los propietarios y demás pactos lícitos de interés de los
propietarios.
La circunstancia de que una unidad de dominio exclusivo no cuente con porcentaje de
participación, haría que su titular no pueda participar en las sesiones de junta de
propietarios, ya que su participación depende de su correspondiente porcentaje.
Un aspecto importante que se debe tener en cuenta es que al otorgarse el reglamento
interno la junta de propietarios se constituye de pleno derecho; es decir la junta es la
reunión de todos los propietarios de las secciones exclusivas con la finalidad de la
administración de los bienes comunes.

38 El Usufructo y Cuasi-usufructo
USUFRUCTO.- es el derecho real de usar y gozar de una cosa cuya propiedad
pertenece a otro, con tal que no se altere su sustancia. La obligación de conservar la
sustancia de la cosa es inherente al usufructo e impone al usufructuario la obligación de
prestar una caución especial con el objeto de garantizar que las cosas dadas en usufructo
serán conservadas y restituidas una vez vencido el plazo acordado.
Esta definición tiene dos defectos: 1º Es incompleta, porque la ley se olvida de decir que
el goce del usufructuario es esencialmente vitalicio y que se ejerce a título de derecho
real, no obstante que ambos caracteres son específicos del usufructo; el primero lo
distingue del derecho de goce del enfiteuta; el segundo, del derecho de goce del
arrendatario. 2º Es obscura. Los dos últimos miembros de la frase no se comprenden por
sí mismos; necesitan se explicados y no pueden serlo sino a condición de entrar en
detalles sobre los derechos y las obligaciones del usufructuario, lo que no debe figurar
en una definición. Reemplacemos, pues, la definición del Código por la siguiente: el
usufructuario es un derecho real de goce sobre una cosa ajena y que se extingue
necesariamente a la muerte del usufructuario. Definición.- (Rojina Villegas Rafael) El
usufructo es un derecho real, temporal, por naturaleza vitalicio, para usar y disfrutar de
los bienes ajenos sin alterar su forma ni sustancia. "El usufructo es el derecho de usar de
las cosas de otros, y de percibir sus frutos sin alterar la sustancia de ellas; porque es un
sobre su cuerpo, y si el cuerpo se destruye, queda necesariamente destruido el derecho.
No pueden ser objeto de usufructo: El propio usufructo; los derechos reales de uso y
habitación; las servidumbres activas, separadas de los inmuebles a que fueren
inherentes; y los derechos reales de garantía, independientemente de los créditos
garantizados con ellos.
CARACTERES: a) Es un derecho real. b) Es personalísimo e intransferible, razón por
la cual, a la muerte del usufructuario, el derecho no pasa a sus herederos. c) Es
esencialmente indivisible. d) Concede a su titular los derechos de uso y goce, puede
servirse de la cosa y obtener de ella todos los beneficios de que sea susceptible. e) La
cosa dada en usufructo debe pertenecer a una persona distinta del que la recibe. f) La
duración del usufructo es limitada, no puede durar más que la vida del titular y cuando
es concedido a una persona jurídica, la duración máxima permitida es de 30 años.
Cuasiusufructo (Planiol y Ripert) .- A pesar de los términos el usufructo no puede
establecerse indistintamente sobre toda especie de bienes. Hay cosas que por su
naturaleza no son susceptibles de usufructo y he aquí la razón: el usufructo únicamente
confiere un derecho limitado; el usufructuario sólo puede servirse de la cosa, no tiene
derecho de consumación ni de enajenarla. Pero hay cosas que no sirven de nada a quien
no tiene derecho de consumirlas, como las cosas "de consumo", vino aceite, carbón,
alimentos, etc. Hay otras que no sirven de nada si no se tiene derecho de enajenarlas,
como las monedas, billetes de banco, etc. Estas cosas se llaman consumibles por el
primer uso. Para ellas, el "jus utendi" nada significa sin el "jus abustendi", puesto que el
único uso que puede hacerse de las mismas es el consumo. Ahora bien, el "jus
abuntendi" se rehusa al usufructuario. Es este caso se admite que el usufructuario tiene
derecho de consumir esas cosas, con obligación de restituir otras semejantes al terminar
el usufructo y este derecho se llama cuasiusufructo. En la práctica tal derecho no se
encuentra aislado; por lo general existe cuando hay un usufructo establecido a título
universal sobre un conjunto de bienes. Por lo demás, las partes pueden, al constituir un
usufructo sobre cosas que no son consumibles por su naturaleza, considerarlas como
tales y crear un cuasiusufructo en lugar de un verdadero usufructo.

39 Bienes sobre los cuales pueden constituirse, formas de constitución y límites a la


capacidad de los sujetos activos del usufructo.
Son cinco las formas factibles de utilizar para crear usufructo: Contrato; Testamento;
Acto unilateral; Ley y Prescripción.
El usufructo puede establecerse sobre toda clase de bienes, muebles o inmuebles. No
recae, pues, únicamente, sobre cosas corpóreas; su campo de aplicación es igual en
extensión al de la propiedad. Así pues recae sobre derechos de autor, establecimientos
comerciales, créditos, valores de mobiliario. Acontece frecuentemente que las rentas
sobre el Estado provenientes de préstamos hechos a las ciudades y las acciones u
obligaciones de los ferrocarriles o de otras compañías, están comprendidas en un
usufructo, se inscriben a nombre del propietario por lo que hace al capital y a nombre
del usufructuario por lo que respecta al goce de las mismas. En todos estos casos se dice
que hay derecho real de usufructo. Se trata de una manera cómoda de expresarse: pero
es defectuosa desde el punto de vista jurídico. En efecto, ¡cómo un derecho real podría
existir sobre un derecho de crédito, que es personal? En realidad, en tales casos, hay una
descomposición del derecho personal, análoga a la descomposición del derecho real en
usufructo y nuda propiedad.
Formas de constitución.
El usufructo se adquiere:
Por contrato, en las mismas condiciones en que se adquiere el dominio de las cosas y de
los derechos; Por prescripción, en iguales casos que puede adquirirse el dominio de las
cosas muebles o inmuebles por ese medio; Por la ley; y El usufructo no puede
constituirse por sentencia judicial.
Es nula la constitución de usufructo subordinada a condición o término que suspenda su
existencia o ejercicio. Ella es válida, si hecha por testamento, el término o la condición
se hubiere cumplido antes del fallecimiento del causante, y el usufructuario le hubiere
sobrevivido.Conforme a nuestro código Civil del Estado de Michoacán:
Artículo 253. Artículo 254. Artículo 255. Artículo 256. Artículo 257. Artículo
258. Artículo 259. Artículo 260.
6.3 Límites a la capacidad de los sujetos activos del usufructo.
Para la persona física el derecho es vitalicio siempre que el titulo constitutivo no se
exprese lo contrario. El máximo de duración para las personas morales es de 20 años.
Puede establecerse desde o hasta cierto día puramente y bajo condición. Entre el
propietario y el usufructuario no se forma una comunidad de modo que ninguno de ellos
puede solicitar la partición o la licitación.
Código Civil de Michoacán:
Artículo 312. Artículo 313.
6.4 Los casos de los extranjeros y de las personas morales.
Cuando el usufructo se constituye a favor de personas morales, el legislador ha fijado un
plazo máximo de veinte años; el usufructo terminará si la entidad se extingue antes de
ese término. Naturalmente que el usufructo puede constituirse por un plazo inferior,
solamente se fija el límite máximo.
Puede gozar por si mismo de la cosa usufructuada, enajenar, arrendar, grabar su derecho
de usufructo, pero todos los contratos que celebre como usufructuario terminaran con el
usufructo.
Gozar del derecho de tanto: percibir todos los frutos sean naturales, industriales o
civiles.
Desde el día en que se constituye el usufructo pertenecerán al usufructuario los frutos
naturales e industriales que estuvieren pendientes al tiempo de comenzar el usufructo y
los pendientes al extinguirse corresponderán al propietario.
El usufructuario puede hacer mejoras útiles y voluntarias, sin embargo no puede exigir
su pago pero conserva el derecho de retirarlas si puede hacerlo sin detrimento de la cosa
dada en usufructo.
En cuanto a las obligaciones y derecho del usufructuario es necesario considerar tres
situaciones:
ANTES DE ENTRAR AL GOCE DE LA COSA. DURANTE EL EJERCICIO DEL
DERECHO Y DESPUÉS DE LA EXTINCIÓN.
Antes de entrar al goce de los bienes esta obligado hacer un inventario a sus expensas de
todos los bienes, haciendo tasar los bienes y constar el estado en que se hallen.
Tasar.- Poner tasa o precio a una cosa.
Disfrutará de las cosas con moderación y la restituirá al propietario con sus accesiones
al extinguirse el usufructo, no empeoradas ni deterioradas por su negligencia.
El usufructuario tiene derecho de ejercitar todas las acciones y excepciones reales,
personales o posesorias y de ser considerado como parte de todo litigio.
Podría en consecuencia exigir la entrega del bien si no la ha hecho el nudo propietario
en general ejercitar las acciones que esta disposición señala.
40 Derechos, acciones, excepciones personales y Obligaciones. Acciones del
usufructuario (Planiol y Ripert).- Para obtener la posesión, el usufructuario tiene dos
acciones, una real, y otra personal. La primera existe en todos los casos, la segunda sólo
en algunos. Acción real.- Siendo titular de un derecho real, el usufructuario tiene una
acción real que le sirve para hacer que se le entreguen las cosas sometidas a su derecho,
por cualquiera que los posea, ya sea su causante, los herederos de éste o un tercero. Esta
acción, que es para el usufructo lo que la reivindicación para la propiedad, se llama
acción confesoria de usufructo. Acción personal.- Siempre que el derecho del
usufructuario se origina en un contrato o en un testamento, tiene además de la acción
real, una acción personal de entrega contra su causante o sus herederos. Cuando se
encuentra personalmente obligado, en virtud del contrato, a hacer la entrega; el
testamento tiene desde este punto de vista, para los herederos del testador, la misma
fuerza obligatoria que el contrato. El usufructuario carece de esta acción, cuando su
derecho procede de la ley. Al formular su demanda, el usufructuario no puede exigir
que el nudo propietario le entregue la cosa en buen estado. Debe recibirla en el estado
en que se encuentre. Tal es, por lo menos, la regla; pero nada impide a las partes
renunciar a ella y establecer sobre este punto una obligación espacial a cargo del nudo
propietario.
Derechos del usufructuario (Rojina Villegas Rafael) "El usufructuario puede gozar por
sí mismo de la cosa usufructuada. Puede enajenar, arrendar y gravar su derecho de
usufructo; pero todos los contratos que celebre como usufructuario terminaran con el
usufructo". Analizaremos las distintas facultades que confiere este numeral. El primer
caso a que se refiere el precepto: "el usufructuario puede gozar por sí mismo de la cosa
usufructuada", implica el ejercicio normal del usufructo en forma directa por su titular.
Arrendamiento.- El segundo caso se refiere a la facultad que tiene el usufructuario para
arrendar su derecho y la cosa usufructuada; tanto en lo relativo a muebles como a
inmuebles, el usufructuario tiene este derecho; nuestro legislador no se limita, como
acontece en el derecho francés, para el arrendamiento de inmuebles, únicamente. Habla
en general de las facultades de arrendar. Los arrendamientos que lleve a cabo el
usufructuario terminarán al extinguirse el usufructo. El arrendatario deberá, por
consiguiente entregar la cosa al extinguirse el usufructo al nudo propietario. No podrá el
arrendatario oponerle su derecho derivado del arrendamiento, sólo tendrá una acción
por daños y perjuicios en contra del usufructuario si ocultó éste el término del usufructo
o su carácter de usufructuarios. Cuando se constituye el usufructo, el usufructuario sí
debe respetar los arrendamientos existentes. Esto es evidente, supuesto que el
usufructuario recibe la cosa en el mismo estado en que la tenía el dueño y, por
consiguiente, debe respetar no sólo el arrendamiento concertado anteriormente, sino
cualquier gravamen real, servidumbre, hipoteca, que anteriormente existiere sobre la
cosa; más aún, si en los casos de venta el comprador debe respetar los arrendamien tos
anteriores, cuando se constituye un usufructo, por mayoría de razón deben respetarse
esos arrendamientos. Enajenación.- Además de esta facultad de arrendar, el
usufructuario puede enajenar su mismo derecho de usufructo. Esta es una enajenación
naturalm ente condicionada a la existencia del derecho que se enajena, Si el usufructo
por definición es temporal el enajenarse se adquiere un derecho también temporal, que
se habrá de extinguir cuando termine la vida del usufructuario.
Gravamen.- Puede terminar el usufructuario gravar su derecho de usufructo: las formas
jurídicas para agravar el derecho de usufructo consisten en la hipoteca, en la
constitución de un nuevo usufructo, en la prenda, etc. La hipoteca del usufructo se
refiere exclusivamente a los frutos. Es un gravamen que termina al extinguirse el
usufructo. Dentro de las facultades jurídicas que tiene el usufructuario, no se encuentra,
como es natural, la de enajenar la cosa usufructuada. Simplemente la de gozarla
directamente, es decir, por sí o por medio de otro, substituyéndolo en el uso. Como el
usufructo sólo da el jus utendi y el jus fruendi, lógicamente el usufructuario no tiene el
derecho de enajenar; sin embargo, esta regla general tiene las excepciones que hemos
visto para el cuasiusufructo otorga al usufructuario la facultas de consumir y, por
consiguiente, de enajenar.
También cuando el usufructuario tiene, para cumplir con el fin del usufructo, que es la
explotación del fundo, la facultad de vender las mercancías. Obligaciones del
usufructuario (Rojina Villegas Rafael) Las obligaciones del usufructuario deben
dividirse en tres momentos importantes: 1º Obligaciones anteriores a la entrega de la
cosa materia del usufructo. 2º Obligaciones durante el disfrute. 3º Obligaciones a la
extinción del usufructo Las obligaciones del primer grupo son dos fundamentales: a)
Formular un inventario, haciendo tasar los muebles y el estado de los inmuebles; y b)
otorgar fianza para responder de que disfrutará de la cosa con moderación, dice el
Código vigente, o como buen padre de familia como decía el Código anterior,
indemnizando por los daños o deterioros que sufra la cosa. Estas obligaciones son
anteriores a la entrega; si no se cumplen, el nudo propietario no tendrá obligación de
entregar la cosa mientras no se haga el inventario y se otorgue la fianza. Las
obligaciones durante el usufructo son consecuencia de la forma como de el
usufructuario usar de la cosa; como buen padre de familia o, como dice el Código
vigente, con moderación. De este principio se derivan las siguientes obligaciones
durante el usufructo:
1º Conservar la cosa. En la conservación existe obligaciones de reparar a cargo del
usufructuario si es el usufructo gratuito, o a cargo del propietario si es a título oneroso.
2º Obligación de destinar la cosa al uso convenido, o a falta de convento, a aquel que
por su naturaleza sea propio destinarla. 3º Dar noticia al propietario de toda
perturbación (sin perjuicio de que el usufructuario pueda como poseedor entablar los
interdictos de retener o de responder de los daños y perjuicios si no da dicho aviso. 4º
Responder de las cargas usufructuarias.
El tercer grupo comprende dos obligaciones principales: 1º Restituir la cosa; 2.
Responder de los deterioros, daños o perjuicios que se le hayan causado por culpa del
usufructuario.
Derechos conforme al código civil del estado de Michoacán:
Artículo 261. Artículo 262. Artículo 263. Artículo 264.Artículo 265. Artículo 266.
Artículo 267. Artículo 274. Artículo 275
6.6 Obligaciones del mismo antes del disfrute, durante éste y después del mismo.
Obligaciones del usufructuario.- La ley impone al usufructuario dos obligaciones
particulares que debe cumplir antes de entrar en posesión. Esta obligado: 1º a hacer un
inventario de los muebles y una descripción de los inmuebles; 2º a dar una fianza.
Inventario y descripción de los bienes
El inventario sirve para determinar la continuidad y naturaleza de las cosas muebles
sobre las cuales recae el usufructo. Estas cosas pueden ser muy numerosas, cuando el
usufructo recae sobre todo un mobiliario, sobre una galería de cuadros, una biblioteca,
etc. Servirá el inventario sobre determinar, en su oportunidad, la restitución que el
usufructuario o sus sucesores deben hacer y la indemnización que deban pagar por los
objetos desaparecidos y deteriorados. El inventario tiene por objeto los muebles; los
inmuebles no se inventarían, su existencia es conocida y se prueba mediante los títulos;
pero se levanta una descripción de estos bienes para probar su situación material el día
de la entrega de la posesión al usufructuario, lo que permite reconocer, cuando el
usufructo termine, si hay deterioros.
Fianza El usufructuario debe "obtener fiador". Fiador es una persona que ante nudo
propietario se compromete por el usufructuario, para responder por éste y sirve de
garantía. Es posible que el usufructuario llegue a deber sumas considerables de dinero,
con motivo de abusos en el ejercicio de su derecho, de los deterioros, pérdidas o
destrucciones ocasionadas por su culpa, o porque debe restituir el valor de las cosas
consumibles por el primer uso que hubiere recibido. La ley trata de garantizar al nudo
propietario, contra el peligro que significa la insolvencia del usufructuario. Por esto lo
obliga a obtener un fiador. Naturalmente, el fiador propuesto por el usufructuario debe
ser solvente. Derechos y obligaciones antes, durante y después de constituido el
usufructo (Rojina Villegas Rafael).- Derechos del usufructuario.- Estudiamos sus
acciones y derechos: a) Acciones del usufructuario.- El usufructuario tiene tres clases de
acciones; 1. Reales, 2. Personales, y 3. Posesorias. Estas acciones del usufructuario se
dan tomando en cuenta el título constitutivo y la persona contra la cual se ejerzan. El
usufructuario tiene una acción personal cuando su usufructo deriva de testamento de
acto jurídico unilateral o de contrato y ejercita la acción en contra del dueño, o de los
herederos. En estos caos las relaciones nacen de un acto jurídico entre partes
determinadas. La acción real se confiere al usufructuario en contra de cualquier tercer
detentor de la cosa. Existe no sólo en el usufructo por testamento o por contrato, sino
también en el nacido por la ley y por la prescripción; tiene por objeto perseguir la cosa
en manos de cualquiera persona que la detente a efecto de que se ponga en posesión al
usufructuario. Finalmente, las acciones posesorias comprenden los interdictos para
bienes raíces que puede usar el usufructuario, como cualquier poseedor: Las acciones
posesorias definitivas, es decir, en las que discute la calidad de la posesión, quedan
comprendidas en las acciones reales, supuesto que por la acción confesoria el
usufructuario exige la posesión definitiva de la cosa y logra que se la entregue el que le
está detentando, inclusive el dueño que por virtud del contrato está obligado a entregar
la cosa. En el Código de Procedimientos Civiles vigente se reconoce esta acción
confesoria al hablar de las acciones confesorias en general, que se refieren a las
servidumbre y al usufructo. b) El usufructuario tiene un derecho de uso sobre la cosa.-
El uso significa el aprovechamiento de la cosa sin alterar su forma ni sustancia; no
implica, por lo tanto, el acto la disposición material mediante el consumo, ni el acto de
disposición jurídica mediante la venta. La misma definición del usufructo precisa que al
gozarse de las cosas ajenas no se podrá alterar su forma ni sustancia. El uso se extiende
a todas las cosas que se adquieren por accesión. c) El usufructuario tiene derecho a
percibir los frutos naturales, civiles e industriales. En esto radica principalmente la
naturaleza específica del usufructo y lo distingue del derecho real de uso, en el cual el
usuario no tiene el goce o sea la facultad de percibir los frutos; el usuario sólo puede
percibir los frutos necesarios para él y para su familia, pero no puede comerciar con
dichos frutos.
Conforme Al Código Civil del Estado:
Artículo 278. Artículo 279. Artículo 280. Artículo 281 Artículo 283. Artículo
284. Artículo 285. Artículo 286. Artículo 287. Artículo 289. Artículo 290. Artículo
291. Artículo 293. Artículo 295. Artículo 301. Artículo 302. Artículo 303 Artículo
307. Artículo 308.
41 Formas de extinción del usufructo. El usufructo se
extingue de las siguientes maneras: a) Por muerte del usufructuario; b) Por el
vencimiento del plazo que se establezca; c) Por el cumplimiento de la condición
resolutorio que lo afecte; d) Por la consolidación, reuniéndose en una persona las
calidades de usufructuario y propietario; e) Por renuncia del usufructuario; f) Por
pérdida de la cosa; g) Por prescripción; h) Por revocación del derecho del propietario
constituyente cuando siendo de su dominio revocable llega el tiempo de la revocación;
i) Por no otorgarse la fianza en el usufructo a título gratuito. Analizaremos
separadamente cada una de las formas mencionadas.
Por muerte del usufructuario.- Hemos dicho que por naturaleza, el usufructo es
vitalicio; se extingue por la muerte del usufructuario; en consecuencia, no es
transmisible por herencia a sus herederos. Cuando el usufructo se constituye a favor de
personas morales, el legislador ha fijado un plazo máximo de veinte años; el usufructo
terminará si la entidad se extingue antes de ese término. Naturalmente que el usufructo
puede constituirse por un plazo inferior, solamente se fija el límite máximo.
Vencimiento del plazo.- La segunda causa de extinción consiste en el vencimiento del
plazo prefijado por la duración del usufructo. Puede señalarse un plazo para la duración
del usufructo, pero este plazo se entiende siempre en el sentido de que el usufructuario
muere antes de que se cumpla, se extinguirá el usufructo. Cumplimiento de la condición
resolutoria.- Ya hemos dicho que por condición se entiende un acontecimiento futuro de
realización incierta; que las condiciones pueden ser de dos clases: suspensivas o
resolutorias; que la condición suspensiva impide el nacimiento del derecho hasta que se
realiza y que la resolutoria lo extingue. Consolidación.-Una cuarta forma de extinción
del usufructo consiste en la consolidación por la reunión en una sola persona de las
calidades de usufructuario y de propietario. Esta forma se presenta cuando el
usufructuario adquiere la nuda propiedad; naturalmente que debe extinguirse el
usufructo, ya que se convierte en propietario y no puede operarse el desmembramiento
que supone el usufructo y que requiere necesariamente dos personas, una con el jus
abutendi y la otra con el jus fruendi. Prescripción debida al no uso del derecho real de
usufructo.- En el caso de usufructo, si el titular no usa, no disfruta de la cosa la
abandona, está renunciando tácitamente a su derecho. La prescripción se funda en este
caso en el abandono, en que no se ejerza durante cierto tiempo el derecho de usufructo.
Además, ese abandono debe ser continuo, si no se interrumpe la prescripción. El
usufructuario al cabo de diez años de no haber usado su derecho en forma continua y
total, lo perderá. El plazo de diez años se fija en virtud de que para los casos no
especificados, el término máximo de prescripción negativa, en nuestro Código vigente,
es de diez años, en el anterior era de veinte, y este es un caso no especificado. El
artículo 1038 dispone "El usufructo se extingue: V.- Por prescripción conforme a lo
prevenido respecto de los derechos reales" y en el capítulo de posesión se dice: "Cuando
un derecho no se usa se pierde la posesión del mismo". Por consiguiente, se pierde la
posesión del derecho de usufructo y, además, se extingue el usufructo cuando no se
ejerce por el término de diez años, como plazo de prescripción. Renuncia.- La renuncia
puede ser expresa o tácita. La renuncia expresa puede hacerse constar en un documento
público o privado o bien puede manifestarse verbalmente ante testigos. La renuncia
expresa puede ser unilateral, es decir, simple declaración del usufructuario de que
renuncia al derecho, o bilateral puede ser onerosa o gratuita, es decir, se puede renunciar
merced a una contraprestación en dinero, bienes o servicios o sin esa contraprestación.
Cuando la renuncia es bilateral y de carácter oneroso, en realidad equivale a una cesión
de derechos; o sea a una venta, y debe llenar las formalidades del contrato de compra-
venta. Pérdida de la cosa.- El perecimiento real o jurídico de la cosa, extingue el
usufructo. Ya sea por destrucción material o porque quede fuera del comercio.
Resolución revocación del dominio.- Una octava forma de extinción del usufructo se
refiere a la resolución o revocación del dominio, cuando éste es revocable. Por ejemplo,
se compró una cosa bajo condición resolutoria; el dueño la da en usufructo; como el
dominio es revocable, si se cumple la condición, existe la obligación de devolver la cosa
su antiguo dueño y, por consiguiente, el usufructo se extinguirá. Falta de fianza.-
Finalmente, el usufructo se extingue en los caos en que se otorga fianza si se trata de un
usufructo a título gratuito y el constituyente no dispensó el otorgamiento de la misma.
Artículo 310. El usufructo se extingue:
42 El Uso y la Habitación
Podemos de definir el uso indicando que es un derecho real, temporal, por naturaleza
vitalicio, par usar de los bienes ajenos sin alterar su forma ni sustancia, y de carácter
intransmisible.
Artículo 321. El uso da derecho para percibir de los frutos de una cosa ajena, los que
basten a las necesidades del usuario y su familia, aunque ésta aumente.
El derecho real de habitación en realidad es el derecho de uso sobre una finca urbana
para habitar gratuitamente algunas piezas de una casa. No se distingue en rigor fuera de
estas circunstancia especialísima, en cuanto al contenido, pues también se trata de un
derecho real intransmisible, temporal, por naturaleza vitalicio, para usar algunas piezas
de una casa, sin alterar su forma ni sustancias. En cambio, el uso se extiende como el
usufructo tanto a los bienes muebles como a los bienes inmuebles. Cuando ese uso se
refiere sólo a las piezas de una casa habitación, toma el nombre de derecho real de
habitación.
Artículo 322. La habitación da, a quien tiene este derecho, la facultad de ocupar
gratuitamente, en casa ajena, las piezas necesarias para sí y para las personas de su
familia.
43 Las Servidumbres: Clases y formas de constitución.
Definición.- Las servidumbres forman una familia numerosa; su número no está
limitado por la ley; los particulares pueden crear nuevas servidumbres según su
conveniencia, cuando encuentren ocasión para ello. Unas y otras se distinguen por la
enumeración de su objeto: servidumbres de paso, de vista, desagüe, de acueducto, etc.
Esta multiplicidad ilimitada de aplicaciones hace que sea imposible dar una definición
general del derecho de servidumbres, por la indicación del objeto, como hemos hecho
respecto de los otros derechos reales cuyo objeto es invariable; si quisiéramos definirlo,
nuestra definición resultaría, necesariamente, imprecisa "Una servidumbre es una carga
impuesta sobre una heredad para el uso y provecho de otra, perteneciente a distinto
propietario". Es definición tiene un doble mérito: indica que la servidumbre sólo se
aplica a los inmuebles y que su existencia supone dos inmuebles distintos,
pertenecientes a dos propietarios diferentes, pero hay un punto capital que la definición
del Código omite: la naturaleza de la carga que constituye la servidumbre. Es posible
dar una fórmula que precise la naturaleza de esta carga, sin entrar en detalles sobre las
servidumbres: consiste ella, unas veces, en conferir a un tercero el derecho de ejecutar
actos de uso en la finca, otras, en privar parcialmente al propietario del ejercicio de sus
derechos, tratándose de una carga que no se consideró constituida para la utilidad de la
finca vecina. Definición. (Rojina Villegas Rafael).- Las servidumbres constituyen
desmenbramientos de la propiedad de importancia por cuanto a su gran variedad y por
la utilidad que presentan para el mejor aprovechamiento o beneficio de ciertos predios.
Las servidumbres son gravámenes reales que se imponen a favor del dueño de un predio
o a cargo de otro fundo propiedad de distinto dueño, para su beneficio o mayor utilidad
del primero.

8.1 Clases. Formas de constitución.


Únicamente son susceptibles de ser gravados con una servidumbre: 1º los terrenos sin
construcciones. 2º las construcciones que tiene carácter inmueble. Estas son las cosas
que la ley llama heredades. Este sentido ya es arcaico y actualmente no se emplea esa
palabra, sino tratándose de las servidumbres, materia en la que ha llegado a ser término
técnico, y designa el género particular de inmuebles susceptibles de ser activa o
pasivamente objeto de una servidumbre. Por consiguiente, no son susceptibles de ser
gravados con servidumbres: 1º Los árboles, aunque son inmuebles por su naturaleza.
La motivación de esta sentencia alude al carácter perecedero de los árboles, cuya
duración no ha parecido suficiente para el establecimiento de un derecho perpetuo por
su naturaleza, como lo es la servidumbre; pero esta motivación es discutible. 2º Los
inmuebles por destino. 3º Los inmuebles por el objeto al cual se aplican, es decir, los
derechos. La servidumbre tiene por objeto, necesariamente, actos materiales que sólo
pueden ejecutarse sobre una cosa corpórea. De este resulta que no se puede constituir
una servidumbre sobre otra servidumbre. Servidumbres sobre los predios de dominio
público.- los predios comprendidos en el dominio público pueden como las propiedades
privadas, ser gravadas con ciertas servidumbres. Hay unas que con conformes a su
destino mismo, como el derecho de paso, vista y luces, y el derecho de desagüe de
aguas pluviales1 y de las cuales los particulares gozan naturalmente, sobre las vías
públicas. Hay otras que simplemente establecidas por la administración, porque son
compatibles con ese destino. Tales son los pasos subterráneos o a nivel y los puentes o
pasaderas que comunican dos partes de una propiedad separada por un canal, por un
ferrocarril o por vía de comunicación.
A. Clasificación de las servidumbres según sus fuentes
La ley estableció una clasificación de las servidumbres en tres grupos, según sus
fuentes, es decir, según las diferentes causas de donde se derivan: 1º Servidumbres
naturales, derivadas de la situación de los lugares. 2º Servidumbres legales, establecidas
por la ley. 3º Servidumbres derivadas de actos del hombre, que los particulares
constituyen por diversos procedimientos (contrato, legado, posesión prolongada, destino
del padre de familia). Frecuentemente se critica esta clasificación. Se justifica ella, sin
embargo, en atención a que resultando las servidumbres naturales de la disposición
material de los lugares, existen por la fuerza misma de las cosas, en tanto que las
servidumbres legales establecidas por una disposición más o menos arbitraria del
legislador, suponen en principio, una indemnización pagada al propietario del predio
sirviente. Más discutible es la repartición que el Código hizo entre estas dos clases:
principalmente se estableció una servidumbre legal y la coloca entre las que derivan de
la situación de los lugares.
B. Clasificación de las servidumbres según su objeto
Servidumbres positivas y servidumbres negativas.-cuando se considera el objeto de las
diferentes servidumbres, se ve que algunas de ellas autorizan al propietario de la finca
dominante, a ejecutar, directamente, actos de uso sobre la finca sirviente; por ejemplo,
pasar, sacar agua, apacentar ganado, etc., son éstas las servidumbres positivas, que
consisten en conferir a otro propietario, una parte de las ventajas que resultan de la
propiedad de la finca. Hay en cambio, servidumbres que se limitan a paralizar, en cierta
medida, los derechos del propietario de la finca sirviente, ya sea que le retiren
parcialmente el uso de su bien o que le impidan ejercer un derecho coherente a su título
de propietario: son servidumbres negativas. Ejemplos: la prohibición de construir o de
hacer diversos trabajos, establecida unas veces por la ley y otras por actos privados.
C. Clasificación de las servidumbres según sus caracteres
Diversas clasificaciones.- Según sus características las servidumbres son: 1º continuas o
discontinuas; 2º aparentes o no aparentes.
1º Servidumbres continuas y discontinuas
Definición.- Se define las servidumbres continuas como "aquellas cuyo uso es o puede
ser continuo, sin necesidad de actos actuales del hombre". Esta definición que podría
criticarse, por lo menos, la idea esencial, consiste en que las servidumbres continuas se
ejercen sin hechos actuales del hombre, es decir, que su ejercicio no exige actos
sucesivos y repetidos de parte del propietario del predio dominante. Lo anterior se debe
a que consisten en un cierto estado de cosas, ventajoso para una de las fincas, que, una
vez establecido, dura indefinidamente y procura por sí mismo los beneficios de la
servidumbre. Generalmente este estado de los lugares resulta del trabajo del hombre,
como en las servidumbres de vista y de acueducto; pero este trabajo no es necesario.
Así, la servidumbre de no construir, o de no plantar, supone al contrario, la ausencia de
trabajos y consiste en no modificar la superficie del suelo. En todo caso, el ejercicio de
la servidumbre, continua resulta de un situación de hecho natural o artificial, establecida
permanentemente, y se puede decir que cuando el terreno se halla en las condiciones
requeridas, la servidumbre ejerce, por sí sola, sin la intervención del propietario: el agua
corre en el acueducto y la ventana deja entrar la luz, etc. Las servidumbres discontinuas
son aquellas que tienen necesidad de hechos actuales del hombre, para ejercerse.
Consisten, esencialmente, en la posibilidad para el propietario del predio dominante, de
realizar ciertos actos sobre el predio sirviente; de suerte que en tanto este propietario no
actúe, no se ejerce la servidumbre, y no sirve para nada. Tales son las servidumbres de
paso, de sacar agua de un pozo, de extracción de materiales. Ejemplos.- Servidumbres
continuas.- La ley cita la servidumbre de vistas (ventanas o balcones situados más cerca
de la propiedad vecina de lo que la ley permite; la servidumbre de acueducto (conductos
de agua a través de un terreno ajeno)2. Se puede añadir la servidumbre de no construir y
de no pasar a cierta altura. Servidumbres discontinuas.- Servidumbres de paso, de sacar
agua de un pozo, de extracción de materiales, de lavadero, de pasto, de abrevar, etc.
Estas servidumbres son discontinuas aunque se hayan hecho ciertos trabajos
permanentes para facilitar su ejercicio, como la construcción de un lavadero o de un
abrevadero.
Carácter variable de la servidumbre de desagüe.- Según la jurisprudencia, la
servidumbre de desagüe unas veces es continua y otras discontinua. Se carácter depende
de la naturaleza de las aguas que corren. Aplicada a las aguas pluviales, la servidumbre
es continua, aunque el agua no caiga de una manera continua; en efecto, una vez
construidos los canales, la servidumbre se ejercerá por si sola todas las veces que llueva,
y sin que el propietario tenga nada que hacer para que las aguas corran. Esto para dar
continuidad a la servidumbre. Aplicada a las aguas caseras, el desagüe de una cocina,
por ejemplo, la misma servidumbre deviene discontinua, porque para que el agua corra
es necesario que alguien las vierta en el caño. El ejercicio de las servidumbres supone
en este caso hechos actuales del hombre.
Se decidió que la servidumbre de acueducto conserva su carácter de servidumbre
continua, aun cuando el acueducto tenga una compuerta que deba abrirse para dejar
pasar el agua. Al abrirse la compuerta el agua corre por si misma sin hechos del
hombre.
Error que debe evitarse.- La definición de servidumbres continuas contiene un germen
de error; podría inducirnos a pensar que las servidumbres continuas son aquellas cuya
utilidad es continua. Es un error crecer que la servidumbre es continua cuando sirve sin
interrupción, y discontinua cuando su ejercicio es intermitente. Esa fórmula es
engañosa, como lo demuestra el siguiente ejemplo: el desagüe de las aguas pluviales es
una servidumbre continua y, sin embargo, en los climas secos, esta servidumbre tendrá
raramente ocasión de servir; en cambio, el desagüe de una cantera o de una mina cuya
bomba funcione noche y día, durante todo el año, sin interrupción, es una servidumbre
discontinua, porque su ejercicio supone hechos actuales del hombre, ya que si el
mecanismo cesa de hacer funcionar su máquina, el agua dejará de salir. El desagüe
puede ser continuo o muy raro, sin que esto influya en nada en el carácter continuo o
discontinuo de la servidumbre. Este se debe únicamente a la intervención o abstención
del hombre en el ejercicio que de ella haga.
2º Servidumbres aparentes y no aparentes
Definición.- Esta definición, igualmente importante. Una servidumbre es aparente
cuando se anuncia por obras exteriores como una puerta, una ventana, un acueducto. Es
no aparente, cuando no hay signos visibles de su existencia, por ejemplo una
servidumbre de no construir o de no sobrepasar una altura determinada. El carácter
aparente depende de un hecho accidental y no de la naturaleza de la servidumbre. Así
las servidumbres de paso y de acueducto pueden ser, a veces, aparentes y a veces no
aparente; el paso puede realizarse sobre un terreno árido y no cercado sin dejar allí
huellas, o bien, por una barrera movible o un sendero empedrado o pavimentado que
revelen su existencia; los tubos para la conducción del agua pueden estar enterrados en
el suelo o visibles exteriormente, y sostenidos o protegidos por afectos adecuados. Sin
embargo, ciertas servidumbres son más difíciles de concebir en estado oculto que otras,
como la servidumbre de vistas. En cambio, hay dos que difícilmente se revelan por
signos exteriores; la servidumbre de no construir y de al altius non tollendi. Origen de
esta clasificación.- La clasificación de las servidumbres en aparentes y no aparentes era
totalmente desconocida en el derecho romano. Se desarrolló poco a poco en el antiguo
derecho francés. Después de haber dividido las servidumbres en continuas y
discontinuas y de admitir la posibilidad de la prescripción únicamente respecto a las
primeras, se limitó a exigir que la posesión de la servidumbre se efectuara a ciencia y
paciencia del adversario. Tipos de las cuatro especies de servidumbre.- Si se combinan
las dos clasificaciones de servidumbres que acabamos de exponer, forman cuatro
categorías: 1º servidumbres continuas y aparentes, como las de vista; 2º servidumbres
continuas y no aparentes como las de no construir; 3º servidumbres discontinuas y
aparentes, como la de paso, cuando existe un camino trazado; 4º servidumbres
discontinuas y no aparentes, como las de pasto.
Servidumbre natural
Enumeración.- Solamente pueden admitir como servidumbres naturales las que se
derivan de la situación de los predios en que están establecidas. En realidad únicamente
existe una sola de esta clase; la servidumbre establecida debe considerarse como una
servidumbre legal. Objeto de la servidumbre natural.- Esta servidumbre única en su
género, tiene por objeto dejar correr las aguas naturales. Consiste en que todo
propietario, cuya finca esté limitada por un terreno más elevado que el suyo, está
obligado a recibir, en su finca, las aguas que naturalmente vengan de éste, siguiendo la
pendiente del suelo. Quizás esto sea para él una molestia; sin embargo, como se trata de
un fenómeno natural en que el hombre para nada interviene, esta obligado a sufrirla sin
que pueda pretender ninguna indemnización. Por tanto, esta servidumbre existe de
hecho, necesariamente; no permite ningún arreglo entre las partes. Hay otras
consecuencias: todos los terrenos están sometidos a esta servidumbre, aun los del
dominio público. Situación del propietario inferior.- El propietario del predio inferior no
puede, por ningún medio, librarse de esta servidumbre. Por ejemplo, le está prohibido
construir un dique que detenga las aguas en el terreno superior o que disminuyendo la
corriente dejara en la finca de su vecino el limo y la arena arrastrados por las aguas. No
puede obtener el propietario indirectamente este resultado, usando el derecho de cercar
la propiedad. Si levanta un muro para cercar su terreno, debe hacer, en él aberturas
necesarias para dejar pasar el agua. Siempre le esta permitido hacer en su propio terreno
todos los trabajos útiles que tiendan a aligerar esa servidumbre; por ejemplo: cavar un
cauce par las aguas a fin de dirigir su corriente; pero a condición de que tales trabajos
no dañen a sus vecinos superiores o inferiores. Límites de esta servidumbre.- La
servidumbre de desagüe es muy limitada: sólo puede aplicarse a las aguas que corren
naturalmente de la finca superior, "sin que la mano del hombre haya contribuido a ello".
La naturaleza crea esta servidumbre; es también la naturaleza quien trazó sus límites.
Por ello, el texto legal dice que "el propietario del predio superior no puede hacer nada
que agrave la servidumbre del predio inferior". De lo anterior se concluye: 1º Que el
propietario superior no puede modificar la corriente natural de las aguas pluviales o de
los manantiales que broten en su terreno, de modo que envíe a sus vecinos una corriente
de agua mayor. Sólo se le permite hacer los fosos y zanjas que se acostumbren practicar
para el cultivo en condiciones ordinarias. 2º Con mucha más razón, el propietario de la
finca superior no puede engrosar artificialmente el volumen de la s aguas, que se viertan
sobre las fincas inferiores, ya sea llevando a su casa agua tomada de fuera, para las
necesidades de la irrigación o de la industria, o ya sea tratando de descubrir manantiales
subterráneos, haciéndolos brotar inopinadamente por medio de excavaciones. En todo
caso, los propietarios de las fincas inferiores pueden exigir el fin de un estado de cosas
que les sea perjudicial y negarse a sufrir una agravación artificial de la servidumbre
natural, aun cuando se les ofrezca indemnización. Agravaciones recientes de la
servidumbre.- Las reglas anteriormente indicadas fueron modificadas, varias veces, en
interés de la agricultura. El legislador, en ciertos casos, obligó a los propietarios de las
fincas inferiores a recibir las aguas que corren de las fincas superiores, aunque su origen
no sea natural. Se ordenó esto primero tratándose del excedente de las aguas que sirven
en la irrigación, después respecto de las corrientes nocivas o sobreabundantes. Sólo que,
en todos estos casos, la servidumbre de la finca inferior no es natural; es legal y originan
una indemnización.
Desplazamiento de las corrientes de los ríos.- En 1893 se reglamentó un caso no
previsto por los textos. Cuando una corriente de agua no navegable ni flotable,
abandona naturalmente su lecho (es decir, sin que el cambio de su corriente sea
resultado de trabajos legalmente ejecutados), los propietarios de los predios inferiores,
sobre los cuales el nuevo lecho se establece, están, en principio obligados a sufrir el
paso de las aguas sin indemnización. Hasta aquí el nuevo texto no es sino una
aplicación sobre la corriente natural de las aguas; pero cuando es posible restablecer la
antigua corriente mediante algunos trabajos, la nueva ley concede a los propietarios de
esos predios el derecho de realizarlos en el término de un año. Los propietarios de los
predios superiores tiene el mismo derecho, en caso de que encontrasen alguna ventaja
en la vecindad de la corriente de agua.
44 Reglas generales que norman la situación del dueño del predio sirviente, del dueño
del predio dominante y las que fijan la interpretación de las servidumbres.
El predio gravado con la servidumbre se llama predio sirviente; el beneficiado por ella,
se llama predio dominante. Coexistencia de dos propietarios diferentes.- La
servidumbre no podría existir entre dos predios pertenecientes al mismo propietario. Es
indudable que el propietario de dos predios tiene derecho de obtener de uno de ellos, en
provecho del otro, la misma utilidad que podría procurarle una servidumbre, como pasar
por obtener de uno de ellos, en provecho del otro, la misma utilidad que podría
procurarle una servidumbre, como pasar por él, establecer en uno de ellos un acueducto,
etc., pero ejercerá este derecho de paso o de acueducto a título de propiedad y no a título
de servidumbre.
Afectación de uno de los predios al servicio del otro.- La carga establecida sobre uno de
los predios debe aprovechar al otro. Las servidumbres se crearon para aumentar la
utilidad de ciertos bienes. Inutilidad de la contigüidad de los dos predios.- No es
necesario que los dos predios sean contiguos, ni aun vecinos. Su contigüidad o, por lo
menos su vencidas forma, en verdad, el caso ordinario, a tal grado que la palabra
"vecino" figuraba en el proyecto del Código. Fue suprimida por una observación del
Tribunado, y con razón, porque esta condición no es necesaria. Así, las servidumbres de
paso, de extracción de materiales y algunas otras, pueden existir entre dos fundos
alejados uno de otro. Ciertos propietarios de viñas tiene derecho de tomar rodrigones a
título de servidumbre, en bosques alejados de su propiedad varios kilómetros.
1 Los ribereños de las vías públicas tienen derecho de arrojar en ellas las aguas
pluviales y también las caseras, así como las aguas de los caños, de acuerdo con las
condiciones fijadas por los reglamentos de policía; pero no las aguas industriales.
Carácter inmueble.-Las servidumbres prediales siempre son derechos inmuebles, porque
a diferencia del usufructo, sólo pueden establecer sobre "heredades". Carácter
accesorio.- En consecuencia, uno de sus caracteres más fecundos consiste en ser
derechos accesorios. Están ligados al predio dominante de una manera insuperable. Por
consiguiente, no pueden ser no cedidos, ni embargados, ni hipotecados separadamente;
no pueden ser desprendidos del predio dominante para ser transportados a otro. Se
transmiten, en cambio, necesariamente con la propiedad del predio dominante y pasan al
mismo tiempo que él, de una persona a otra. Están comprendidos en la hipoteca, en el
embargo y en la enajenación del predio. Las ventajas que procuran pasan también, a
título temporal, al usufructuario y al usuario.- La situación es la misma, en sentido
inverso, para el predio sirviente, sobre el que recae pasivamente la servidumbre; quien
adquiere la propiedad o el usufructo de un inmueble está obligado a sufrir las
servidumbres pasivas que lo graven. A fin de advertir bien esta característica de las
servidumbres, que son necesariamente accesorios activos o pasivos de una propiedad,
los jurisconsultos romanos decían que eran cualidades de los predios. Perpetuidad.- Sólo
las servidumbres, entre los derechos reales desmembrados de la propiedad, son
perpetuas. El usufructo, el uso, la enfiteusis, la hipoteca, son, necesariamente
temporales. La perpetuidad de las servidumbres viene de su carácter accesorio que las
une a la propiedad de un predio; necesarias para el uso de éste, es natural que sean
perpetuas como él. Sin embargo, la perpetuidad no es esencial para las servidumbres;
sólo es natural, es decir, puede ser suprimida por convenio en contrario y establecer por
un tiempo limitado. El derecho moderno no exige ya una causa perpetua, para el
establecimiento de una servidumbre, de la cual los jurisconsultos romanos habían
obtenido consecuencias excesivas, y que terminaron por abandonar ellos mismos en
parte, al admitir la servidumbre de extracción de materiales en canteras susceptibles de
agotarse con el tiempo. Imposibilidad de redención.- Las servidumbres son irredimibles.
El propietario del predio sirviente no puede liberarse de ellas con dinero, si el
propietario del fundo dominante no consiente en ello. Esto equivaldría a una
expropiación por causa de utilidad privada. Indivisibilidad.- Las servidumbres son
indivisibles. Supongamos un fundo perteneciente en parte a varias persona. Ninguna
servidumbre podrá establecerse sobre este predio o en su provecho, sin el
consentimiento de todos los copropietarios; la servidumbre no puede nacer, ni activa ni
pasivamente, sobre o a favor de una parte indivisa.- A la inversa, supongamos la
servidumbre ya establecida antes del hecho que originó la indivisión, por ejemplo, antes
de la apertura de una sucesión en provecho de varios herederos: la servidumbre
existente no podrá extinguirse por la voluntad o por hecho de uno de ellos o de algunos.
Es preciso que se extinga para todos a la vez; no puede desaparecer para una parte y
subsistir para las demás.
8.3 Las servidumbres legales de desagüe, de acueducto y paso con sus diferentes
especies.
Servidumbres Legales
1. Servidumbres legales de interés público
Confusión que debe evitarse.- Las servidumbres fundadas en la utilidad pública no
deben confundirse con las simples limitaciones por interés público al ejercicio del
derecho de propiedad que ya estudiamos. Para que haya una verdadera servidumbre no
basta con ser propietario sea limitado en el ejercicio de su derecho; se requiere un
predio dominante. Enumeración.- Las servidumbres legales de interés público son
numerosas. Derivan, casi todas, de leyes administrativas. He aquí las principales: 1º
Está prohibido construir en una zona determinada, alrededor de las fuertes y plazas de
guerra. En tiempo de guerra pueden demolerse para las necesidades de la defensa, las
construcciones elevadas en esta zona, llamada Zona Militar. La demolición no da
derecho a ninguna indemnización, lo cual se comprende. Es el ejercicio mismo de la
servidumbre; pero lo extraordinario es que el Consejo del Estado decide que el
establecimiento mismo de la servidumbre, por la creación de una nueva plaza de guerra,
no origina la acción de indemnización en provecho de los propietarios de los terrenos
gravados por ella, y esto a pretexto de no ser una expropiación. 2º Está prohibido
establecer, a lo largo de las vías férreas, en una anchura del veinte metros, depósito de
materias inflamables que podrían encenderse al paso de los trenes. 3º Existe una
servidumbre especial, para los caminos de sirga construidos a lo largo de los ríos
navegables o flotables, cuyo establecimiento se remonta a la Ordenanza de aguas y
bosques de 1609 sobre el régimen de las aguas, consagró un capítulo especial a las
servidumbres establecidas en provecho de las corrientes de aguas de dominio público.
4º Los manantiales de agua mineral, declarados de utilidad pública están rodeados de
una zona de protección, en la cual ningún sondaje ni trabajo subterráneo puede
practicarse sin autorización, también se protegió las minas contra los trabajos
emprendidos para la búsqueda de yacimientos minerales, las aguas necesarias para los
municipio, ladeas y establecimientos públicos. 5º Existe algo semejante respecto a la
conservación de los bosques sometidos al régimen forestal. La ley establece alrededor
de ellos un perímetro de protección, de una anchura de 500 metros, y todos los terrenos
que se encuentran comprendidos en esta zona están sujetos a diversas servidumbres. 6º
Sobre el régimen de las aguas, estableció diversas servidumbres para la rectificación o
limpieza de las pequeñas corrientes de agua. Así cuando deba agrandarse el cauce de un
río o establecerse uno nuevo, pueden ocuparse los terrenos vecinos, a título de
servidumbre de paso, mediante una indemnización; las construcciones, patios y jardines
contiguos a las habitaciones son los únicos exceptuados de esta servidumbre. Sobre la
limpieza de las corrientes de agua; sobre la energía hidráulica creo una servidumbre de
sumersión en las propiedades vecinas a la caída del agua. 7º Sobre distribución de
energía eléctrica, se autoriza el paso de conductores aéreos sobre las propiedades
privadas, por las sociedades declaradas de utilidad pública y establece servidumbres de
estribo y de poda. 8º Véase la ley relativa a la fijación de edictos en monumentos
históricos o en los edificios vecinos a ellos.
2. Servidumbres legales de interés privado
Origen y clasificación.- La mayoría son muy antiguas y fueron reglamentadas; sin
embargo, las hay establecidas por leyes posteriores.- Se pueden dividir en dos grupos.
Unas son servidumbres mutuas entre propietarios vecinos; otras son cargas unilaterales
desprovistas de toda reciprocidad.
A. Servidumbres mutuas entre propietarios vecinos
Controversia sobre su carácter.- Aubry y Rau, que analizamos con gran penetración la
noción del derecho de servidumbre, pensaban que las restricciones establecidas a cargo
de los propietarios, no constituían verdaderas servidumbres. Su razón principal consistía
en que siendo estas cargas universales para todas las propiedades privadas, su existencia
constituía el derecho común, el régimen normal y regular de la propiedad inmueble y
que, por consiguiente, no se podrán considerar como sirvientes los predios sujetos a
ellas. "Estas disposiciones, dice, no tiene, en realidad, otro objeto que determinar los
límites dentro de los cuales debe restringirse el ejercicio normal del derecho de
propiedad, o de conciliar, por medio de una especie de transacción, los intereses
opuestos de los propietarios vecinos". Tal es también la opinión de Demolombe: "La
palabra servidumbre indica la idea de una excepción a la regla general, de una
derogación al derecho común". Esta opinión, generalmente aceptada, es errónea. La
naturaleza de un derecho no depende de su frecuencia o de sus rarezas. Las cargas
establecidas tienen todos los caracteres de las servidumbres: consisten en impedir a un
propietario hacer una acto que hubiese tenido derecho de ejecutar sobre su propiedad, si
la ley no se lo prohibiese, y esta prohibición se estableció en interés del predio vecino.
Esto es lo característico de las servidumbres negativas. La reciprocidad de estas
servidumbres es una circunstancia particular que como la universalidad de su
aplicación, no pueden hacerlas cambiar de naturaleza; la reciprocidad existe también en
otras servidumbres. Enumeración.- Estas servidumbres mutuas tiene cuatro objetos
diferentes: 1º Precauciones para que corran las aguas pluviales recogidas en los tejados,
2º Precauciones contra ciertos trabajos o depósitos que, por su naturaleza puedan dañar
a la finca vecina.
3º Observar las distancias en la apertura de vistas y luces. 4º Observar las distancias en
las plantaciones. Reglas relativas al desagüe de los tejados.- Un propietario no puede
construir su tejado de manera que las aguas pluviales que de él cae, se derramen sobre el
predio vecino; debe hacerlas correr sobre su terreno o sobre la vía pública. No puede
tampoco dejar gotear agua pluvial sobre su terreno de modo que dañe el muro del
vecino por absorción. Trabajos o depósitos nocivos.- La ley da como ejemplo la
construcción de chimeneas, hornos, pozos, caños de drenaje, establos, almacenes de sal,
conjuntos de materias corrosivas; pero sólo se trata de ejemplos. Debe considerarse
dentro de esta enumeración cualquier trabajo que por su naturaleza dañe a las
propiedades vecinas, como las excavaciones o sondeos para un pocilga. El Código no
contiene ninguna regla para la ejecución de estos trabajos; nos permite solamente a los
"reglamentos y usos sobre estas materias". La mayor parte de las veces se trata de
reglamentos municipales. El texto dice, únicamente, que las precauciones que se deben
tomar consisten, unas veces, en dejar ciertas distancias, y otras, en realizas determinadas
obras. A estas disposiciones debe añadirse la establecida sobre la distancia que deben
observarse entre los colmenares. Apertura de luces y vistas.- El propietario que edifica
puede utilizar hasta el último centímetro de su terreno y elevar el muro de su casa
perpendicularmente a la línea separativa de las dos propiedades; pero, a fin de evitar,
como decía Gui Coquille, "animosidad y enojos" entre vecinos, se establecieron reglas
especiales par las ventanas y aberturas practicadas cerca de la finca contigua. Desde este
aspecto se distinguen las vistas y las luces. Las vistas son aberturas ordinarias, no
cerradas, o con ventanas, que se abren y dejan pasar el aire. Las luces son aberturas
enrejadas y cerradas con un vidrio, es decir, no se abren nunca, sirven pues para
alumbrar una pieza obscura, pero no para ventilarla. Reglas aplicables a las luces.- Las
luces son las aberturas menos molestas para los vecinos, puesto que no es posible la
caída al exterior de objetos existentes en el interior de la casa o que estén colocados en
el borde de la ventana. Por eso se permite abrirlas, aún en muros construidos en el límite
extremo del terreno. Queda el inconveniente de las miradas indiscretas, que podrían
dirigirse a las propiedades vecinas, a través de otra abertura. Para atenuarlo, hasta donde
es posible, la ley exige que las luces estén a cierta altura: dos metros sesenta centímetros
sobre el suelo de la habitación, cuando ésta se encuentra en el primer piso, y aun metro
noventa y ocho centímetros por encima del suelo, en los pisos superiores. A esta altura,
para mirar las propiedades vecinas sería necesario subirse en un mueble, o en una
escalera y es de presumirse que esto no se hará frecuentemente. La ley no limitó la
anchura de estas aberturas, que, por consiguiente, puede ser de gran extensión, si las
dimensiones de los pisos lo permiten. Las luces sólo pueden abrirse en muros que sean
parte de una construcción levantada en terreno perteneciente al dueño de aquella. Si el
muro es medianero, está absolutamente prohibido a cada uno de los propietarios
construir en él luces, sin el consentimiento del otro. Reglas aplicables a las vistas.- A
causa de su grandes inconvenientes, las vistas no pueden abrirse sino a cierta distancia
de la finca vecina. Para determinar la distancia, la ley distingue las vistas rectas y las
oblicuas. Las vistas rectas son las abiertas en un muro paralelo o casi paralelo, a la línea
separativa de las dos fincas. Estas vistas son las más incómodas de todas, porque una
persona, sentada en el interior del apartamento puede, sin molestarse, ver lo que pasa en
cada del vecino. Por eso la ley exige una distancia de un metro noventa centímetros, a
contar del parámetro exterior del muro.3 Las vistas oblicuas son las que se encuentran
en un muro perpendicular, o aproximadamente perpendicular a la línea separativa de las
dos fincas. Basta, para estas vista de lado, la distancia de sesenta centímetros a partir del
borde de la abertura más cercana a la finca vecina. La ley asimila las vistas rectas a los
balcones y otros saledizos. Sanción.- Las aberturas que no llenen las condiciones
requeridas deben ser cerradas, si el propietario vecino lo pide, a menos que el
propietario del muro en que se encuentren haya adquirido el derecho de conservarlas
por prescripción, o por algún otro título. Distancia que debe observarse en las
plantaciones.- Esta prohibido a los propietarios tener árboles hasta el límite de su
terreno. La distancia que se debe observar es de dos metros o de metro y medio, según
la altura del árbol. Todo árbol plantado a me nos de 50 centímetros debe ser arrancado.
Si se encuentra plantado a más de cincuenta centímetros y no alcanza dos metros, el
vecino no tiene derecho de exigir que se arranque; solamente puede pedir que sea
podado para que no pase de dos metros de altura. Sin embargo, el propietario del árbol
puede haber adquirido el derecho de conservarlo, ya sea por algún título, por destino del
padre de familia o por prescripción de treinta años. Es este caso, sólo tiene derecho de
conservar los árboles existentes. Si mueren o si los arranca, no puede reemplazarlos sino
a condición de conservar las distancias legales. La ley es expresa sobre este punto con
objeto de dar fin a las antiguas controversias.
B. Servidumbres establecidas sin reciprocidad
Enumeración.- Las servidumbres legales de interés privado, establecidas sin
reciprocidad, sin cinco: 1º el derecho de las villas y aldeas sobre aguas manantiales; 2º
el paso, tratándose de incas enclavadas; 3º el desagüe de aguas nocivas; 4º la
servidumbre de acueductos; 5º la servidumbre de apoyo.- Las dos primeras son las
únicas establecidas por el Código Civil; las otras son innovaciones posteriores.
1º Derecho de las villas y aldeas sobre aguas de manantiales
Objeto y carácter de esta servidumbre.- El propietario de un manantial que en principio
tiene el derecho de disponer de sus aguas a su voluntad, no puede usar de ellas
libremente, cuando esa fuente proporciona a los habitantes de una villa o de una aldea,
el agua que necesitan para la conducción de aguas de manantiales en las villas. Esta
servidumbre está, por decirlo así, entre disposiciones complejas, y es más el lugar que
se le ha asignado, podría hacernos creer que se trata de una servidumbre natural, sin
embargo, es una servidumbre legal, puesto que el legislador la establece en un texto
expreso, sin el cual no existiría, y porque solamente puede constituirse mediante
indemnización. El error de clasificación cometido por la ley es evidente. Condiciones de
existencia.- La ley únicamente atribuye esta servidumbre a los grupos de habitaciones ,
a las villas o aldeas, no podría reconocerse el mismo derecho a los habitantes de una
casa aislada, porque en este caso la ley hace ceder el interés particular del propietario
del manantial ante el interés colectivo de un grupo de habitantes, pero desde el
momento en que sólo hay dos intereses particulares en conflicto, no es posible sacrificar
el derecho de uno, en provecho del otro.
3 Pero esta regla no se aplica si las vistas se encuentran sobre un camino o en un terreno
público, aun cuando ese paso sea muy estrecho.
Indemnización al propietario del manantial.- El propietario del manantial sufre una
restricción más o menos grave de su derecho, que a veces total. Ya no puede disponer
de agua a su gusto. Por esto la ley dispone que se le una indemnización, en principio;
esto es característico de l as servidumbres legales, porque no resultan de la situación de
los lugares y porque no se constituyen sino mediante indemnización. A falta de
convenio entre las partes, el monto de la indemnización se fija por peritos. La ley dice
que el propietario de la fuente puede reclamar una indemnización "si los habitantes no
han adquirido o prescripto el uso". Es claro que si habían adquirido por compra de
derecho de servirse del agua, no tienen que pagar ninguna "indemnización", además del
precio de venta; de la misma manera, si el aguase les había dado gratuitamente o legado,
no tienen nada que pagar.
2º Servidumbres de paso tratándose de una finca enclavada
Definición.- Cuando una finca está enclavada entre otras, es decir, cuando no posee
salida a la vía pública, su propietario tiene derecho a obtener una salida, a través de la
finca vecina, mediante indemnización, pero únicamente puede obtener un solo paso. A
fin de resolver algunas dudas se señalan los puntos siguientes: 1º Una finca debe
considerarse como enclavada no sólo cuando no tiene ninguna salida al avía pública,
sino también cuando tiene una salida insuficiente, 2º La explotación de la heredad,
comprende tanto la explotación industrial como la agrícola. Dirección que debe seguirse
en la apertura del paso.- "El paso debe trazarse del lado en que el trayecto de la finca
enclavada a la vía pública sea más corto"; pero este principio sufre dos acepciones: 1º El
juez puede prolongar el trayecto ya sea para hacerlo menos perjudicial a la finca
sirviente, por ejemplo cuando existen construcciones o cercas que pueden evitar dando
una vuelta, o para hacer más cómodo el acceso a la finca enclava cuando la línea recta
diera un camino muy pendiente. El juez debe tomar en consideración el interés de las
partes. 2º Cuando la finca enclavada resulta de una partición, una de las parcelas carece
de salida; el camino que necesita deber ser proporcionado por los copartícipes del
terreno; los particulares que dividen un propiedad no pueden hacer recaer sobre sus
vecinos las consecuencias de la partición, cuando por su hecho crearon una nueva finca
enclavada. No obstante, sino se consigue un paso cómodo y suficiente en las otras
porciones de la misma finca, se puede pedir a los vecinos. Indemnización.- El paso no
se obtiene gratuitamente4. Todo el que reclama un paso debe pagar una indemnización,
que se fija por peritos a falta de convenio entre las partes y que se calcula según el
perjuicio causado al predio sirviente. Esta indemnización debe ser previa. Si el
propietario que tiene derecho a ella no la reclama, prescribe en treinta años.
3º Desagüe de las aguas dañinas.
Se reconoce la utilidad que hay en favorecer el desagüe artificial de las aguas estancadas
y también traídas del exterior de los terrenos. Este punto fue reglamentado sobre la
irrigación y sobre el libre desagüe proveniente del drenaje. Se creó, por tanto,
4 Salvo en el caso de que la situación del predio enclavado
resulte de un enajenación parcial.
Una servidumbre legal especial, que permite a un propietario desembarazarse de las
aguas, cualquiera que sea su origen, que le son inútiles o nocivas: aguas conducidas del
exterior de un terreno para la irrigación o para uso industrial; aguas estancadas que se
quiera eliminar por el desecamiento o por el drenaje. Indemnización a los propietarios
inferiores.- El propietario del predio superior tiene derecho de conducir sus aguas a
través de los predios inferiores, hasta la vía pública o corriente de aguas. Las
construcciones, patios, jardines y corredores cercanos a los habitantes están exentos de
esta servidumbre. El paso de las aguas a través de los fundos sirvientes no pueden
obtenerse sino mediante indemnización. La ley parece establecer una regla diferente,
imponiendo primero a los propietarios de las fincas inferiores el desagüe de las aguas y
concediéndoles una indemnización únicamente en caso de que se ocasionen daños; no
puede advertirse la diferencia porque según el mismo derecho común; en caso contrario
su demanda carecería de objeto.
4º Servidumbres de acueducto
Objeto y condición de esta servidumbre- Un propietario que posea distintas propiedades
alejadas unas de otras, puede carecer de agua en algunas de ellas y, en cambio, tenerla
abundante en otra, ya sea de río o de manantiales. Para trasladarla a sus demás terrenos,
en los cuales pueda utilizarlo, debe conducirla a través de terrenos que no le pertenecen:
Antiguamente debía adquirir el paso por medio de un convenio privado, siempre difícil
de obtener, e imposible si uno solo de los propietarios no da su consentimiento. Se creó
una nueva servidumbre legal, que le permite obtener el paso, aun en contra la voluntad
de los otros propietarios. A esto se le llama "servidumbre de acueducto"- Naturalmente
que este derecho de paso sólo se obtiene mediante una justa y previa indemnización,
como acontece tratándose de todas las demás servidumbres legales; pero tal
servidumbre está sometida a una regla particular; la ley concede al juez la facultad de
rehusar el paso de las aguas, si su utilidad no está demostrada: "Puede obtener . . ." dice
la ley. Esta servidumbre presenta, pues, en un menor grado que las anteriores el carácter
de servidumbre legal. Es más, el derecho de acueducto sólo puede concederse si las
aguas están destinadas a la irrigación. El único objeto de la ley fue favorecer la
agricultura.
5º Servidumbre de apoyo
Motivos y condiciones.- A menudo, para utilizar el agua de un río, es preciso elevar su
nivel por medio de una presa apoyada en las dos riberas. El propietario que solamente
poseía una de ellas estaba, a veces, imposibilitado para construir la presa, por la
oposición del propietario de la otra ribera. La ley creó en su provecho la servidumbre de
apoyo que le permite construir la presa, no obstante la voluntad contraria del otro
propietario. Para ello requiere una sentencia judicial y una indemnización previa. La
servidumbre de apoyo fue creada, como la de acueducto, para facilitar la irrigación. No
se puede reclamar para otro objeto.
Servidumbres derivadas de actos del hombre
Espíritu del Código en materia de servidumbre Restricciones a la libertad de
contratación.- Las servidumbres prediales alcanzaron gran desarrollo durante el
feudalismo. La sujeción de las tierras inferiores, principalmente de la sometidas a
pechos, creaban, indirectamente, una inferioridad social para sus propietarios. Todas
estas antiguas servidumbres feudales desaparecieron ya y las leyes de la Revolución, así
como el Código civil, hicieron todo lo posible tanto para borrar su recuerdo, como para
impedir que surjan nuevamente. El temor de renacer una aristocracia rural, que
pretendiese mejorar su situación en el campo, mediante el establecimiento de
servidumbres más o menos humillantes, temor que quizás no era sino una quimera en
1808, determinó la adopción de especiales precauciones contra posibles abusos y así se
restringió considerablemente la libertad de contratación en materia de servidumbre. Se
admite, como principio general, que el propietario puede establecer sobre la finca todas
las cargas que juzgue útiles; pero a condición de observar diversas restricciones que la
ley impone. Le obliga en primer lugar a respetar los principios de orden público, que
dominan todas las contravenciones a esta regla, sobre la que es inútil insistir. En
segundo lugar, lo somete a una doble regla, propia de la constitución de las
servidumbres: "La servidumbre no puede imponerse ni a la persona ni a favor de la
persona, sino solamente a un predio y en beneficio de otro predio". Esta disposición es
difícil de comprender; para explicarla es necesario analizarla.
I. El servicio no debe imponerse a la persona
Origen y explicación de esta prohibición.- Esta primer parte de la regla es más sencilla
de las dos. La ley establece así que el objeto de la servidumbre no puede ser una
prestación impuesta, al propietario del predio sirviente, tal como la obligación de arar el
campo de su vecino o de limpiar las zanjas. La servidumbre consiste simplemente en un
desmembramiento de la propiedad, es decir, en la atribución al propietario de la finca
dominante de una parte de las ventajas que confiere la propiedad del predio sirviente,
tales como el derecho de pasar por ella, extraer agua o materiales den la misma, etc. El
propietario de la finca dominante adquiere un derecho real, que le permite utilizar un
predio ajeno, y el propietario de la finca sirviente solamente está obligado a dejarlo
disfrutar de ese derecho, sin otra obligación tendiente a ese fin. Consecuencias.-
Actualmente, una persona puede muy bien obligarse a prestar determinados servicios a
un propietario; pero sólo bajo una doble restricción: 1º de su promesa únicamente debe
resultar una obligación personal, no una servidumbre; esa obligación no es transmisible
a los propietarios sucesivos del bien, ella misma será personalmente deudora y no estará
obligada en razón de su predio y en calidad de propietario. 2º Esta obligación sólo
puede contraerse a título temporal y no por toda la vida. Existencia de una obligación
personal y accesoria en ciertas servidumbres.- por excepción a los principios, el título de
una servidumbre puede obligar al propietario del predio sirviente a ejecutar una
prestación positiva, consistente en conservar en buen estado las obras necesarias para el
ejercicio de la servidumbre. Es indudable que se trata de una excepción a la regla
general; pero sólo la parte, puesto que el trabajo realizado por el propietario del predio
sirviente no constituye el objeto principal de la servidumbre; solamente en su accesorio.
Así, a pesar de la posibilidad de imponer determinada obligación al propietario del
predio sirviente, subsiste el principio: la servidumbre en su objeto esencial es una carga
meramente pasiva del predio5.
II. El servicio debe aprovechar el predio y no a la persona
Examen de la fórmula legal.- "La servidumbre debe establecerse no a favor de una
persona, sino de un predio". Casi todos los autores se conforman con esta fórmula e
insisten en la idea que la servidumbre debe beneficiar al mismo predio dominante y no a
la persona de su propietario, sin advertir que los derechos sólo aprovechan a las
personas y nunca a las cosas. No es fácil entender la oposición que se hace entre los
servicios que benefician al predio remontándose a sus orígenes. La fórmula actual es la
exageración de una idea muy antigua. Soluciones romanas.- Los jurisconsultos romanos
exigían ya, para las "servituites paredorum", que hubiese una relación natural entre el
objeto de la servidumbres y el uso del predio dominante. He aquí las dos aplicaciones
más notables de su idea: 1º El derecho de pasearse, recoger frutos y flores en el terreno
de otro, el derecho de comer en la casa de otra persona no podían construirse a título de
servidumbres prediales y solamente podían serlo como derechos de uso. En efecto, el
beneficio de tal derecho podía obtener de él todo su provecho, aun cuando no fuese
propietario de ningún inmueble. 2º El derecho de tomar arcilla en un terreno vecino
puede constituirse como servidumbre predial, a condición de que sea para el servicio del
predio, como en algunos lugares en donde se acostumbra vender los frutos y el vino en
ánforas; pero un alfarero que quisiese tomar arcilla, para fabricar con ella trastos
destinados a venderse, no podría obtener este derecho a título de servidumbre, sino
como usufructo. Comparación de las servidumbres con los derechos de uso y
obligaciones.- Acabamos de ver que las cargas pueden constituirse unas veces como
servidumbres prediales y otras como derechos de uso, o como simples promesas por
parte de un deudor. Así, el derecho de consumir todos los años un número determinado
de estéreos que han de tomarse del bosque, puede revestir cualquiera de estas formas.
Por tanto, es interesante saber que las partes pudieron hacer, y al escoger, lo que
quisieron. Caracteres de las simples obligaciones personales.- Cuando hay una simple
obligación encontramos las siguientes consecuencias: 1º Se establece una relación
obligatoria entre las partes, que es posible sin que la persona beneficiada sea propietaria
de un inmueble. 2º Esta obligación puede tener por objeto una prestación positiva, un
suministro o un trabajo que deba desempeñar el obligado. 3º Una vez creada la
obligación es transmisible a los herederos de ambas partes; el derecho de crédito pasa a
los herederos del acreedor, la deuda a los
5 La regla se aplica en principio, tanto a las servidumbres
legales como a las demás. Sin embargo, hay ejemplos en los cuales vemos que la ley
impone a los particulares, a título de servidumbre, una prestación positiva.

herederos del deudor; pero los adquirientes a título particular de la finca, sobre la cual
se ejecuta la obligación, no están obligados salvo pacto expreso. Caracteres comunes a
los derechos de uso y a las servidumbres.- En la forma de un derecho real (como
servidumbre predial o como derecho de uso), esta misma obligación ofrece caracteres
muy diferentes. 1º No puede tener por objeto principal una prestación positiva que se
debe efectuar por un proveedor o trabajador. Así, el usuario o el propietario del predio
dominante estará obligado a recoger por sí o por medio de otra persona la leña a que
tiene derecho; si se hubiere prometido una prestación positiva, el contrato valdrá como
obligación personal 2º La transmisión pasiva de la carga está reglamentada por
principios diferentes a los de las obligaciones, Es está una carga real que éstos sean, del
predio gravado, pero no se transmite, a los herederos del constituyente
independientemente de la posesión de este inmueble. El constituyente no contrae
ninguna obligación personal, a excepción del saneamiento cuando proceda éste.
Caracteres distintos por los derechos de uso y de las servidumbres.- A su vez la
servidumbre predial y el derecho real de uso diferentes en tres puntos: 1º Cuando hay
una verdadera servidumbre predial, el derecho no puede constituirse en tanto que la
persona que deba aprovecharse de él no sea propietaria de un inmueble, mientras que el
derecho de uso puede adquirirse independientemente de toda propiedad inmueble. 2º
Otra diferencia respecto a la duración: la servidumbre predial es generalmente perpetua;
el derecho de uso necesariamente es temporal y cuando más vitalicio. 3º Sobre la
transmisión del derecho: no se plantea esta cuestión tratándose de los derechos de uso,
los cuales no se pueden ceder. La servidumbre predial, considerada como derecho
activo, en transmisible; pero como tal, es inseparable de la propiedad de la finca.
8.4 Las servidumbres voluntarias.
Artículo 380. El propietario de una finca o heredad puede establecer en ella cuantas
servidumbres tenga por conveniente, y en el modo y forma que mejor le parezca,
siempre que no contravenga las leyes, ni perjudique derechos de tercero.
Artículo 381. Sólo pueden constituir servidumbres las personas que tienen derecho de
enajenar; los que no pueden enajenar inmuebles sino con ciertas solemnidades o
condiciones, no pueden, sin ellas, imponer servidumbres sobre los mismos.
Artículo 382. Si fueren varios los propietarios de un predio, no se podrán imponer
servidumbres sino con consentimiento de todos.
Artículo 383. Si siendo varios los propietarios, uno solo de ellos adquiere una
servidumbre sobre otro predio, a favor del común, de ella podrán aprovecharse todos los
propietarios, quedando obligados a los gravámenes naturales que traiga consigo y a los
pactos con que se haya adquirido.
45 Formas de extinción de las servidumbres.
1. Modos de extinción previstos en Código
A. Imposibilidad de uso
Lenguaje inexacto del Código.- "Cesan las servidumbres cuando las cosas se
encuentran en tal estado que ya no pueden ser usadas", "Reviven cuando las cosas
vuelven a permitir su uso", Cesan, reviven: estas son dos expresiones son inexactas y
erróneamente la ley admite, entre las causas que extinguen las servidumbres, la
imposibilidad de usar las cosas. Cuando hay imposibilidad de usar, existe un obstáculo
de hecho que impide el ejercicio de la servidumbre; pero el derecho en el mismo
subsiste y podrá ejercitarse nuevamente; si las cosas vuelven a su estado anterior.
Hablando propiamente no "revive", continua existiendo. Sólo se interrumpió su
ejercicio. La misma ley aplica esta idea, en el caso de reconstrucción de un muro o de
una casa, sujetando el nuevo muro o la nueva construcción, a las servidumbres activas y
pasivas que existían con anterioridad. Cómo se produce la extinción de la servidumbre.-
la imposibilidad de usar produce indirectamente la extinción de la servidumbre, si esa
imposibilidad se prolonga lo suficiente para que se realice la prescripción; así lo
establece expresamente ; sólo que en este caso, no es la imposibilidad de usar la que
extingue la servidumbre sino el no uso, que es un modo de extinción diferente. Además
de la imposibilidad de usar, cuando ésta pareciera definitiva desde el principio, hay un
modo de extinción particular, que es la pérdida de la cosa, una servidumbre de paso, que
un derrumbe impidió ejercitar.
B. No uso
Condiciones generales.- La servidumbre se extingue al cabo de treinta años, cuando el
titular no la ejercita. En el fondo se trata de una extinción extintiva tradicionalmente se
le denomina no-uso. Se considera que el propietario del predio dominante renunció a su
derecho, cuando permanece tanto tiempo sin ejercerla; las servidumbres sólo se toleran
a condición de que sean útiles, cuando su inutilidad está demostrada, la ley las suprime.
No hay que distinguir si la causa del uso no es voluntaria o forzada. Es posible que la
falta de ejercicio de la servidumbre se deba a fuerza mayor; no obstante ésta se efectúa
la prescripción extintiva, como lo demuestran los artículos que la aplican al caso del
propietario del predio dominante que estuvo impedido para usar la servidumbre por una
circunstancia de hecho. Esta disposición legal no es injusta, porque el propietario
amenazado por la prescripción siempre tiene posibilidad de interrumpirla, obteniendo,
amistosa o judicialmente, el reconocimiento de su derecho. La prescripción puede
interrumpirse por medio de nuevos actos de ejercicio, o por un reconocimiento del
propietario del predio sirviente. Igualmente puede suspenderse por todas las causas
ordinarias que suspenden la prescripción. Punto de partida.- El momento a partir del
cual se cuenta el plazo del no-uso varía según la naturaleza de las servidumbres.
Respecto a las servidumbres discontinuas, cuyo ejercicio se compone de actos aislados,
la prescripción corre desde el día del último acto de ejercicio de la servidumbre. En
cuanto a las servidumbres continuas, que se ejercen por medio de su estado natural, o
artificial, el punto de partida es el día de la realización de un acto contrario a la
servidumbre. Por ejemplo, la servidumbre consistía en tener una ventana muy cerca del
terreno del vecino o una presa a través de un río, apoyada sobre la otra ribera. Los
treinta años corren desde el día en que la ventana haya sido tapada, o desde que se haya
demolido la presa. De la misma manera tratándose de la servidumbre de no construir:
treinta años después de haberse iniciado los trabajos ya no podrá el propietario del
predio dominante exigir la demolición de lo construido. Poco importa la causa que haya
interrumpido el ejercicio de la servidumbre continua; la ley no exige que el propietario
del predio sirviente ejecute el acto contrario a la servidumbre. Es indiferente el autor del
mismo; éste podrá ser un tercero, que hubiera, por ejemplo, cortando las tuberías o el
acueducto que conduce el agua a la finca dominante. La interrupción puede también
producirse por caso fortuito; la ruptura de las tuberías es a veces accidental, sin
embargo, el no-uso cumple su cometido. Así se ha juzgado tratándose de una
servidumbre de apoyo, desde que la presa fue arrasada por una avenida. No uso parcial.-
"El modo de ejercicio de la servidumbre puede prescribirse como la propia servidumbre
y de la misma manera". Esto significa que el no-uso parcial produce el mismo efecto
extintivo que el no-uso total, disminuyendo la servidumbre en la medida ene que no ha
sido ejercitada. La servidumbre utilizada sólo parcialmente se encuentra disminuida
después de treinta años, no pudiendo ya ejercitarse totalmente en el futuro. El Código
no distingue; pero la corte de Casación si; estima ella que la servidumbre se conserva
íntegramente cuando su ejercicio fue voluntariamente reducido por el dueño del predio
dominante, usando de ella conforme a sus necesidades y la servidumbre sólo se
encuentra disminuida en tanto la restricción de su mido de ejercicio se deba a un
obstáculo material.
C. Confusión
Definición.- Cuando la propiedad del predio dominante se transmite por cualquier
modo al propietario del sirviente, o recíprocamente, la servidumbre se extingue por
confusión, ya que un propietario no puede tener ninguna servidumbre sobre sus propios
bienes. La confusión es, por tanto, para las servidumbres, lo que la consolidación es
para el usufructo, una aplicación de la regla. "Nemini res sua servit". Efectos.- La
extinción de la servidumbre por efecto de la confusión no siempre es definitiva;
acontece con frecuencia que la servidumbre revive cuando cesa la confusión, es decir,
cuando los dos predios entre los cuales existía pertenecen nuevamente a dos
propietarios distintos. Para determinar bajo qué condiciones reaparece la servidumbre
en este caso, hay que hacer varias distinciones: Si la confusión cesa en virtud de una
causa retroactiva, que borre ficticiamente la adquisición que originó la confusión; la
servidumbre reaparece siempre, porque se reputa que la confusión nunca se produjo. Si
la confusión cesa sin efecto retroactivo, por ejemplo, si el propietario único de los dos
predios vende o lega uno de ellos, en principio, la servidumbre no reconoce. No
obstante, la ley la conserva siempre que exista entre los predios un signo aparente que la
enuncie.
2. Modos de extinción no previstos por el Código
Pérdida de la cosa.- La servidumbre se extingue cuando parece la cosa sobre la cual
recae. Es ésta una regla general; los derechos no pueden subsistir sin objeto. La cosa
cuya desaparición puede ser resultado de una expropiación por causa de utilidad
pública. Por ejemplo, la demolición de las construcciones y anexión del terreno al
dominio público; el propietario del predio dominante pierde la servidumbre; pero recibe
una indemnización. Término extintivo.- A pesar de que la servidumbre sea perpetua por
su naturaleza, las partes son libres de limitarla en su duración por un término, cuyo
vencimiento pone fin a la servidumbre. En la práctica es raro este pacto. Más frecuente
es con relación a los edificios temporales, construidos por un arrendatario. Condición
resolutoria.- Lo propio debe decirse en resolución a la condición resolutoria. El efecto
de ésta es una extinción in futurum, pues no se comprende cómo podría aplicarse
retroactivamente a la cesación de un disfrute, que es un hecho no susceptible de
borrarse. Resolución del derecho del constituyente.- En virtud de una aplicación pura y
simple de la regla Resoluto jure dantis resilvitur jus accipientis, desaparece la
servidumbre cuando se extinga retroactivamente el derecho del constituyente.
Prescripción de diez a veinte años en provecho de un tercero.- Si el predio sirviente es
poseído como libre de servidumbres, por un tercero, que tiene justo título y buena fe, al
cabo de diez a veinte años adquirirá la propiedad contra el verdadero propietario.
¿también habrá prescrito la libertad de su inmueble, contra la acción confesoria de los
vecinos, que pretendan ejercer sobre él servidumbre? Una jurisprudencia constante,
aprobada por la mayoría de la doctrina, rechaza esta causa de extinción de la
servidumbre. El argumento se aseguró el triunfo a esta opinión consiste en que no se
admite la extinción de las servidumbres por no uso, sino al cabo de treinta años; este
artículo está concedido en términos absolutorios, que hace imposible una prescripción
abreviada.
3. Extinción de las servidumbres en caso de indivisión
Efectos de la indivisibilidad de las servidumbres.- Las servidumbres son indivisibles y
esa indivisibilidad les impide extinguirse en provecho de una parte indivisa del predio
sirviente y a costa de una parte indivisa del dominante. De esto resulta que si la causa de
extinción solamente se produce par una o varias de las partes indivisas, la servidumbre
subsiste en cuanto al todo. Este efecto se nota en los casos de confusión y prescripción.
Confusión parcial.- Si el propietario del predio dominante adquiere únicamente una
parte indivisa del predio sirviente o inversamente, la servidumbre no se extingue y
subsiste por completo, porque la causa de extinción sólo opera con relación a una parte
indivisa. Interrupción parcial de la prescripción.- Cuando la finca dominante es indivisa,
no es necesario que todos los copropietarios usen de la servidumbre al mismo tiempo o
por turnos; basta con que uno solo se sirva de ella y hubiese realizado actos de ejercicio
para impedir que se extinga por el no uso. Al conservar su derecho, conserva el de los
demás. Interrupción parcial de la prescripción.- Supongamos que ninguno de los
propietarios haya ejercido la servidumbre; pero que hay uno entre ellos que es menor o
está sujeto a interdicción y en cuyo provecho se encuentra suspendida la prescripción
por la ley. Su derecho no pudo extinguirse por el no-uso durante todo el tiempo que
dure su minoría de edad o de su estado de interdicción. Por consiguiente, la
servidumbre, que conserva en su favor, también se ha conservado en provecho de los
demás copropietarios. Efectos de la partición.- Fácilmente se concibe la aplicación,
cuando la indivisión del predio dominante se prolonga: si la cuestión de extinción de la
servidumbre se presenta durante la indivisión, ninguna duda existe de que todos los
interesados se benefician de las disposiciones legales. Pero supongamos que los
copropietarios del predio dominante procedan a la partición, y que el predio es atribuido
por completo a uno de ellos. No hay ninguna duda también, si quien lo recibe en su
parte es justamente aquél contra quien la prescripción no había corrido; continúa
beneficiándose en lo adelante con respecto al todo, de los actos interruptivos que él
había realizado o de la causa de suspensión establecida en su provecho. Pero si se
supone que el inmueble se atribuye a otro de los copropietarios. .
46 Prenda.
Es el acto jurídico por el cual el propietario de un bien mueble constituye sobre él,
prenda mediante su entrega física o jurídica, para asegurar el cumplimiento de cualquier
obligación, sea propia o de terceros.

De conformidad con el Código Civil del Estado de Michoacán.


Artículo 1991. Artículo 1992. Artículo 1993.
a. Es una obligación accesoria.- Garantiza siempre una obligación principal, de tal
forma que rigen los principios de que si ésta se extingue, se extingue también la prenda.
b. Es una obligación indivisible.- Cada una de las cosas prendadas garantizan la
totalidad de la deuda y que mientras una parte de ésta, no haya sido pagada, la garantía
no puede ser cancelada ni reducida.
c. Debe recaer sobre bienes muebles.- Se consideran como tal a los bienes corporales
(los que pueden trasladarse de un lugar a otro sin perder su valor económico) y los
bienes incorporales (créditos ordinarios, pólizas de seguros, valores mobiliarios,
acciones, letras de cambio, warrants, certificados de embarque, patentes, derechos de
autor), entre otros.
d. El bien dado en garantía debe entregarse física o jurídicamente al acreedor o al
depositario que debe guardarlo.
e. La prenda se extiende a todos los accesorios del bien. Los frutos y aumentos del bien
prendado pertenecen al propietario, salvo pacto distinto.
f. La entrega jurídica sólo procede respecto de bienes muebles inscritos y sólo surte
efectos desde su inscripción en el registro respectivo.
g. La prenda debe constituirse por documento privado con firmas legalizadas
notarialmente y siempre que su valor no exceda de 40 UIT, en caso contrario se requiere
de escritura pública, de lo contrario no surte ningún efecto jurídico.
REQUISITOS DE VALIDEZ
a. Debe ser gravado por el propietario del bien.
b. Que el bien se entregue física o jurídicamente al acreedor, a la persona designada por
éste que se le denomina depositario o a la persona que señalen ambas partes.
CLASES DE PRENDAS
a. PRENDA CON DESPLAZAMIENTO.- Cuando el bien dado en garantía es
entregado físicamente al acreedor o a un tercero que debe guardarlo (depositario).
b. PRENDA SIN DESPLAZAMIENTO.- Tiene como característica que el bien dado en
garantía queda en poder del deudor. Esta es la excepción a la regla y sólo es permitido
cuando expresamente la Ley lo autoriza, tal es el caso de la prenda industrial, minera,
agrícola, entre otras.
c. PRENDA JURÍDICA.- Se entiende entregado jurídicamente el bien al acreedor,
cuando queda en poder del deudor, pero procede únicamente respecto de bienes
muebles inscritos, como es el caso de los vehículos, acciones u otros títulos registrables.
A esta prenda se le conoce en otras legislaciones como Hipoteca Mobiliaria.
47 Hipoteca.
Artículo 2028. Artículo 2029 Artículo 2030. Artículo 2031.
48 Anticresis.
El origen de la anticresis se remonta hasta el derecho griego, en el cual significo un
contra uso, que es precisamente lo que da a entender su nombre en el lenguaje de los
griegos.
En efecto, a cambio del uso de un capital, el deudor permitía al acreedor el uso de un
inmueble. No se usaba la institución como medio para cancelar la deuda. Mas tardé,
durante la Edad Media, al prohibirse el préstamo con interés, la anticresis fue obligada a
cumplir con otros fines, entre ellos el que le indica el artículo 2458 del código civil, o
sea como medio para amortización de los préstamos con interés. Con todo y eso, nada
obsta que en la actualidad sirva de contra uso, es decir, para cancelar los intereses de un
capital.
De manera que la anticresis puede prestar un servicio un doble servicio:
· El de pago de una deuda, lo cual se realiza cuando la obligación es pequeña y grande
el valor de la finca;
· El de simple amortización de los intereses de la deuda, cuando entre esta y el valor de
la finca existe equivalencia.
La Anticresis es contrato por el que se entrega al acreedor una finca raíz para que se
pague con frutos.
Si en un contrario se hace constar que se recibió una suma o préstamo, por un tiempo
determinado, durante el cual no se paga interés, y se estipula al mismo tiempo que para
el pago de la suma se da en empeño una finca raíz, por el mismo plazo, tal contrato debe
repurtarse como anticresis.
Surge como consecuencia de un crédito presente, sirve da garantía.
En comercial recae sobre toda clase de bienes.
Algunos autores denominan la anticresis con el con nombre de prenda inmobiliaria. Lo
mismo que la prenda en derecho común, la anticresis implica la entrega de la finca al
acreedor en garantía de un crédito; pero en tanto que a prenda otorga al acreedor un
verdadero derecho real y, además, un derecho de preferencia para pagarse con el
producido de la venta, en la anticresis el acreedor anticréditico no es titular de un
derecho real, ni goza de preferencia frente a acreedores del deudor, salvo casos
especiales.
La anticresis es un contrato real, por cuanto solo se perfecciona con la entrega de la
finca raíz. Desde este punto de vista, la anticresis se coloca entre los otros contratos
reales: el deposito, el mutuo, el comodato y la prenda, y por ello se le aplica la doctrina
general de los contratos reales. De ahí que el acuerdo de voluntades desprovisto de la
entrega vale como simple promesa de contrato.
Partes
Deudor: Quien entrega el bien inmueble para que con los frutos que éste produzca se
pague una obligación.
Acreedor: Quien recibe el bien inmueble haciéndose beneficiario de los frutos que
produce el bien, como dación en pago tiene derecho a retenerlo hasta que se cumpla la
obligación.
Objeto
Es la amortización de una deuda u obligación para lo cual se entrega un bien inmueble o
finca raíz, concediéndose el derecho de retención de cual se beneficiara el acreedor
anticrético hasta hacer efectiva la obligación, son pues objeto de anticresis
Nuestro Código Civil configura la anticresis como un derecho real de garantía
autónomo, aunque suele aparecer en la vista casi siempre unido a prenda e hipoteca, lo
que, en ocasiones, ha llevado a doctrina y jurisprudencia, a confundir la anticresis con
un derecho real inmobiliario, cuando no a identificarle con la misma hipoteca.
Como derecho real autónomo en función de garantía, la anticresis otorga al titular una
serie de derechos característicos, a saber:
a) Derecho a la percepción de los frutos del inmuebles, cuyo destino debe ser abonar los
intereses y, después, al capital del crédito (art. 1.881 C.C.), si no se ha pactado la
automática compensación de frutos con intereses, como en su origen fue el instituto.
b) Un derecho de retención, para el caso de pasar la finca a manos de un tercero, siendo
de aplicación las mismas normas que rigen para el derecho real de prenda.
c) Un derecho a provocar la venta del inmueble en caso de impago. Es esta facultad
precisamente la que dificulta precisar la autonomía de la anticresis, siendo, además, un
derecho original. El pacto anticrético ha supuesto siempre, ciertamente, la posibilidad
de solicitar la venta del objeto (mueble o inmueble), pero por ser precisamente pacto
agregado a prenda o hipoteca; mientras que el legislador incluye la facultad en el caso
de la figura real autónoma.
d) Un derecho preferente a cobrarse con el producto de la venta, que, aunque no
recogido en el Código Civil de modo expreso, es analógicamente referible, como ocurre
en la prenda e hipoteca, al menos en aquellos casos en que la anticresis ha sido objeto de
inscripción registral.
e) Derecho a deducir de los frutos las cantidades abonadas por concepto de
contribuciones y cargas y gastos necesarios para la conservación del inmueble, si lo
tiene en su posesión.
Por contraposición, viene obligado el acreedor a atender aquellos pagos y cuidar la finca
poseída, en su caso, con debida diligencia, devolviéndola una vez satisfecho el crédito.
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49 Enfiteusis.
contractus quo res immobilis alicui fruenda, non minus decenio fruenda, non minus
decenio traditur, sub obligatione pensionis reddendae in recognitionem dominii directi..
Conviene con el usufructo en [479] conceder el fruto y utilidad de la cosa ajena, mas se
diferencia de él, en que el enfiteusis es acerca de bienes inmovibles, y el usufructo es
acerca de éstos y de los movibles; y también en que el usufructo se finalice con la
muerte del usufructuario, mas no en el enfiteusis con la del enfiteuta; y últimamente en
que el usufructo no puede transferirse a otro, y sí el enfiteusis con consulta del dueño
directo.
Podemos decir que la enfiteusis es el derecho real por el que a perpetuidad o por largo
plazo se goza de un fundo ajeno a cambio del pago de un canón o renta. Una de las
mejores o más claras definiciones es la consagrada en el Código Brasileño en su artículo
678 el cual dice...” que la enfiteusis resulta cuando, por actos entre vivos o de última
voluntad, el propietario atribuye a otros el dominio útil del inmueble , pagando la
persona que lo adquiere y de esta manera se constituye enfiteuta al Señor directo una
pensión o foro anual cierto e invariable”...
La enfiteusis constituye el desmembramiento más fuerte que puede soportar el derecho
de propiedad...”1
”la enfiteusis como el derecho real de usar y gozar amplia y perpetuamente o por muy
largo tiempo) de un inmueble rústico ajeno, mediante el pago de un canon es
transmisible por herencia, por actos entre vivos con consentimiento del dueño directo y
en su caso pago del laudemio ( si el dueño directo no opta por el derecho del tanteo) 2
El gran tratadista Salvat manifiesta que el término enfiteusis tiene su origen en una
palabra griega que significa la acción de plantar, mejorar una tierra sosteniendo ...” que
es un derecho real, en virtud del cual una persona puede, a perpetuidad o por un largo
plazo, cultivar el fundo de otro y gozar de él de la manera más completa y extensa ,
mediante el pago de una renta anual a su propietario.. 3

50 Herencia.
Artículo 452. Artículo 453 Artículo 454. Artículo 455. Artículo 456. Artículo 457.
La herencia es un acto jurídico que consiste en el traspaso de bienes, derechos u
obligaciones de una persona que muere a otras, generalmente familiares. La herencia es
una consecuencia del derecho de propiedad privado debido a su carácter de perpetuidad;
de ahí que al dejar de existir el titular; deba ser substituido por sus sucesores. En materia
de derecho sucesorio, conjuntamente con el término de sucesión debe atenderse con
toda precisión al término herencia, que consiste en la sucesión a título universal o
particular por causa de muerte, de aquellos derechos y obligaciones que no se extinguen
con la muerte del cuius o autor de sucesión. De esta definición surge que entre los
términos sucesorios y herencia existe una diferencia de grado: la herencia es una clase
de sucesión.
51 Concesión.
En economía, una concesión es el otorgamiento del derecho de explotación por un lapso
de tiempo determinado de bienes y servicios por parte de una empresa a otra,
generalmente privada.
La palabra concesión se usa en muy diversos significados y con ella se designan
diversas instituciones. El empleo de este término ha sido y es tan poco preciso, que con
justa razón se ha dicho que desempeña en el derecho actual la misma función que
desempeñó, en otro tiempo, «la gracia» en el Derecho canónico. El uso promiscuo de
este término se verifica en la práctica en las leyes y, aún, en los autores.
La concesión no es un acto exclusivo del Derecho administrativo, la doctrina francesa y
la italiana entendió que se asemejaba a un contrato como el que celebraban dos
personas. Entonces sencillamente se decía que la naturaleza jurídica de la concesión era
la de un contrato.[la cual se define como el acto jurídico por virtud del cual se otorga al
particular, persona física o moral, el derecho para explotar, usar o aprovechar un bien
del Estado o para establecer y explotar un servicio público. La concesión tiene un rasgo
peculiar en cuanto confiere a un particular nuevos derechos o poderes, ampliando con
ello su esfera jurídica. Villegas Basavilbaso[1] señala que “la concesión, como
institución de derecho administrativo y generalmente aplicada, es el acto jurídico que
tiene un determinado contenido: otorgar a un particular un poder jurídico sobre una
manifestación de la Administración Pública. Es un acto administrativo constitutivo de
un derecho subjetivo público.” Su finalidad es otorgar el ejercicio de determinada
actividad dentro de normas especiales, o su poder sobre algunas cosas públicas. El
particular adquiere un derecho o poder de obra derivado del Estado que se lo confiere.
A través de la concesión se otorga a una particular facultades originalmente
administrativas, de allí que la presencia del Estado en su ejecución, se manifieste por
medio de la normatividad jurídica que regula su operación, pues se trata de bienes y
actividades cuyo fin es satisfacer necesidades que pertenecen en principio a la
organización estatal, y que sólo de manera temporal se llegan a conceder a los
particulares.

52 Retención.
Es la facultad que tiene e acreedor de retener el objeto mueble que pertenece al deudor
hasta que este pague la deuda.
Caracteres
Es un derecho legal, es un modo efectivo para que el propietario pague la deuda.
Cuando se habla de derecho de retención, se supone la no existencia de toda
pignoración expresa o tacita y se habla de una facultad del acreedor de pleno derecho.
El derecho de retención existe en dos casos:
1 cuando los contratos sinalagmáticos los cuales se fundamentan en el incumplimiento
de la convención por una de las partes. Debe ejecutarse por los dos obligados en este
principio se han fundado a la vez tanto el derecho resolución y el derecho de retención.
En las obligaciones sinalagmáticas, se supone la cláusula ¨not aditpleti contratus¨, que
implica que el incumplimiento por una de as partes que esta subordinado al
cumplimiento de las obligaciones por la otra parte.
2 en las acciones de reivindicación en las que sirve para procurar al demandado la
restitución de os casos que haya hecho por motivos de a cosa. Es cuando vuelve la
posición de la cosa al dueño, fuera de los contratos sinalagmaticos el derecho de
retención se encuentra, también en las acciones reales, por las cuales una persona
reclama la restitución.
¿Qué es el derecho de retención?
El derecho de retención es la facultad que corresponde al tenedor de una cosa ajena,
para conservar la posesión de ella, hasta el pago de lo que es debido por razón de esa
misma cosa (Art. 3939 Código Civil).888
¿Cuáles son las tres condiciones necesarias para poder ejercitar el derecho de retención?
A) Posesión de la cosa de otro por un tercero.
B) Obligación de parte del propietario respecto del poseedor.
C) Conexión entre la cosa retenida y el crédito del que la retiene (Tercer párrafo in-fine
de la nota de Velez al artículo 3939 Código Civil).
889¿Es necesaria la existencia de un contrato para que nazca el derecho de retención?
No. Se tendrá el derecho de retención, siempre que la deuda ajena a la cosa retenida,
haya nacido por ocasión de un contrato, o de un hecho que produzca obligaciones
respecto al tenedor de ella (Art. 3940 Código Civil).
890¿Existe alguna mención específica en el Código Civil, del derecho de retención
referido a obras?
Sí. El último párrafo de la nota al artículo 3940 del cuerpo legal, señala que el
fabricante u obrero a quién se hubiesen entregado materiales para hacer una obra o
cosas, en las cuales debiese hacer reparaciones, tiene el derecho de retención sobre la
cosa hecha, o sobre la cosa reparada, hasta ser pagado de su trabajo.
891¿El derecho de retención es un privilegio?
El derecho de retención no es propiamente un privilegio, pero bajo algunas relaciones,
como una afectación especial de una cosa del deudor, es una causa de preferencia a
beneficio de un acreedor contra los otros acreedores (Cuarto párrafo de la nota de Velez
al artículo 3939 del Código Civil).
892¿Qué facultades posee el juez a los fines de sustituir el derecho de retención?
El juez de la causa puede autorizar que se sustituya el derecho de retención por una
garantía suficiente (Art. 3943 último párrafo Código Civil, agregado por ley 17.711).
893¿Cómo se extingue el derecho de retención?
El derecho de retención se extingue por la entrega o abandono voluntario de la cosa
sobre que podía ejercerse, y no renace aunque la misma cosa volviese por otro título a
entrar en su poder (Art. 3943 primera parte Código Civil).
894¿Cómo regula el Código Civil, los privilegios en materia de obras?
Los arquitectos, empresarios, albañiles y otros obreros que han sido empleados por el
propietario para edificar, reconstruir, o reparar los edificios u otras obras, gozan por las
sumas que le son debidas, de privilegio sobre el valor del inmueble en que sus trabajos
han sido ejecutados. Los sub-empresarios y los obreros empleados, no por el propietario
sino por el empresario que ha contratado con ellos, no gozan de este privilegio (Art.
3931 Código Civil).

53 Embargo.
El embargo es la declaración judicial por la que se afectan (reservan) determinados
bienes o derechos de contenido o valor económico, para hacer cumplir sobre ellos una
obligación pecuniaria ya declarada (embargo ejecutivo) o que previsiblemente se va a
declarar en una sentencia futura (embargo preventivo). Es una medida cautelar,
adoptada en el curso de un proceso judicial ante el temor de que el demandado disponga
de sus bienes que se han constituido en garantía de sus acreedores. Significa
inmovilizarlos para que respondan por las deudas de su titular en caso de ser vencido en
el juicio respectivo, para no convertir en ilusoria la ejecución de la sentencia
judicial. están facultados para pedir embargo preventivo los acreedores de deudas en
dinero o en especie: 1. Cuando su deudor no tenga domicilio en la Argentina, 2. Que
exista un instrumento público, que certifique la deuda, o uno privado, cuya firma esté
corroborada por dos testigos, como perteneciente al deudor, 3. Cuando exista un
contrato bilateral cumplido por el acreedor, o que esté pendiente su parte, de plazo, o
que ofreciera cumplirlo, y se constate la firma del deudor por dos testigos. 4. Por deudas
surgidas de libros de comercio llevados en legal forma por el actor, o surja de boleto del
corredor de comercio de acuerdo a sus libros, cuando puedan servir de medio
probatorio, o las facturas conformadas estén certificadas por escribano público. 5.
Cuando exista peligro acreditado sumariamente de empobrecimiento patrimonial del
deudor, acreditado sumariamente, aunque la obligación se halle pendiente de condición
o plazo.
El artículo 210 El artículo 211 El artículo 213.
54 El Derecho de Autor
Antecedentes de nuestra legislación al respecto.- El estudio de los derechos de autor
puede decirse que se compendia en el estudio de su naturaleza jurídica. Largos siglos se
ha discutido al respecto, las opiniones en la doctrina y en la legislación se han dividido
y en el Derecho Mexicano encontramos antecedentes numerosos e importantes, Con las
ideas ya apuntadas al estudiar la división de los derechos en reales y personales, hemos
tenido suficiente orientación para examinar este problema. Para hacer un estudio debido
de él, tenemos que recordar nociones fundamentales del principio de curso- Dijimos que
el patrimonio está formado por derechos patrimoniales y extrapatrimoniales y como
diferencia específica entre unos y otros expresamos que sólo forman parte del
patrimonio los derechos valorizables en dinero. Los derechos de autor tienen
indudablemente la característica de ser valorizables en dinero; es suficiente recordar que
todos los días se ceden, mediante fuertes sumas de dinero, los inventos, las obras
científicas y literarias, etc., luego son valorizables en dinero las llamadas propiedades
intelectuales o incorporales. Determinado ya que se trata de un derecho de índole
patrimonial, queda en el pie el segundo problema: resolver si se trata de un derecho real
o de un derecho personal, ya que vimos en su oportunidad, que todos los derechos
patrimoniales deben ser reales o personales. Los derechos reales son los únicos objeto
de nuestro curso, ya que los personales, o de obligación, son motivo del curso siguiente
de Derecho civil. Los derechos reales y los derechos personales se diferencian entre sí,
en que los primeros consisten en un poder jurídico sobre la cosa, ya sea en forma total o
parcial, para aprovechar las ventajas económicas de que sea susceptible el bien; en
cambio, el derecho personal es una facultad que una persona llamada acreedor, puede
ejercitar en contra de otra persona llamada deudor, para obligarlo a que efectúe en su
favor una prestación o para obligarlo a una abstención. La diferencia entre una y otra
especie consiste en que en el derecho personal encontramos determinado
específicamente el sujeto pasivo, el deudor y sus causahabientes mientras que en el
derecho real o es un sujeto pasivo universal e indeterminado. En los derechos de autor
no se trata, evidentemente, de un derecho personal, desde el momento que no existe una
relación jurídica entre el inventor o descubridor y persona determinada, ya sea para
exigirle a su favor una prestación o una abstención. En cambio, si observamos al titular
de un derecho de autor en el goce de su derecho, descubrimos una situación semejante a
la de los derechos reales; un titular que se aprovecha de las ventajas económicas de su
obra, en forma exclusiva; luego decir este momento podemos deducir que se trata de un
derecho real, aunque se ejerza sobre cosas incorporales, como son las ideas, ya que en
su oportunidad vimos que las cosas incorporales también son objeto de derechos reales.
Por último, en el caso de los derechos de autor resulta la obligación negativa del sujeto
pasivo universal de los derechos reales, ya que el inventor tiene derecho a exigir a todo
el mundo que se abstenga de usar del objeto de derecho. Luego ya podemos establecer,
bajo bases firmes, que los derechos de autor consisten en derechos de naturaleza real.
Nos queda por estudiar la segunda parte del problema; si los derechos de autor, como
derechos reales, son derechos de propiedad, desmembramientos o de naturaleza sui
generis. Aquí nos encontramos divida a la Doctrina en una controversia de siglos, pues
una parte sostiene que los derechos de autor son un de derecho de propiedad y otros que
no es un derecho de propiedad. Autores que sostienen que se trata de un derecho de
propiedad. Los principales argumentos son los siguientes: Los derechos de autor son
susceptibles de una explotación exclusiva, lo que implica una propiedad o una posesión,
aunque en forma especial, ya que se trata de cosas incorporales y de una posesión
inmaterial. Sentada la asimilación a la propiedad, la legislación deberá ocuparse de
protegerla par que sea exclusiva, debe ser perpetua, reglamentar su transmisión
hereditaria y la forma en que sea adquirida por prescripción positiva, como toda cosa
susceptible de posesión. Se llegó hasta una clasificación entre los bienes inmuebles, ya
que la propiedad recae sobre bienes inmateriales, que no son inmuebles, luego por
exclusión debe ser considerado un bien mueble. En los Códigos de 1870 y 1884 fueron
de los primeros en el mundo que reconocieron a los derechos de autor como un derecho
real de propiedad, en su afán de proteger cumplidamente a los inventores. Autores que
sostienen que no se trata de un derecho de propiedad. Estos autores empiezan por
afirmar que las legislaciones en su deseo de proteger al descubridor, al inventor, en
forma completa, descuidaron el examen científico del problema. Primero atacan esa
concepción diciendo que sólo los bienes corporales son susceptibles de posesión
individual y exclusiva y, por consiguiente, del ejercicio de un derecho de propiedad.
Los bienes que son susceptibles de posesión y disfrute por todos y en forma común,
como puede ser una idea, no son susceptibles de propiedad, sino que son bienes de uso
común. Sociológicamente hablando, ya Tarde dijo que la invención no es sino una
síntesis de imitaciones, luego se debe al medio social; el inventor no es sino el conducto
pro el que se imponen los estímulos sociales. La idea, para ser útil, necesita
comunicarse a los demás, ser imitada; en esto consiste el deseo mismo del autor o
inventor, luego no puede ser aprovechada exclusivamente y en forma absoluta.
Socialmente hablando, no debe protegerse al inventor en forma perpetua, ya que la
sociedad está interesada en aprovechar, a la mayor brevedad, los nuevos inventos, y
como por hipótesis son un producto social, deben pertenecer a toda la colectividad, ya
que ella fue la inspiradora; luego aprovechando los inventos nuevos se obtiene el
progreso social. Finalmente, el inventor, el descubridor, ha ejecutado un trabajo; luego
lo que debe disfrutar es de un salario, no de una propiedad. Esto no es obstáculo para
que se reconozca la necesidad de una protección jurídica del invento, lo único que se
afirma es que no es propiedad y que no debe ser, por lo mismo, perpetua, sino un
privilegio temporal.
55 Las obras póstumas y las anónimas.
56 El contrato de edición.
En relación con este contrato y dada la índole de este curso, sólo diremos que hay
contrato de edición cuando el autor de una obra intelectual o artística o su causahabiente
se obliga a entregarle a un editor y éste se obliga a reproducirla, distribuirla y venderla
por su propia cuenta, cubriendo las prestaciones convenidas y que las partes podrán
pactar libremente el contenido del contrato, salvo los derechos irrenunciables
establecidos por la ley (Artículo 40º) El contrato de edición no implica la enajenación
de los derechos patrimoniales del titular de la misma y el editor no tendrá más derechos
que aquellos que dentro de los límites del contrato sean conducentes para su mejor
cumplimiento, durante el tiempo que su ejecución lo requiera (Artículo 41º) El editor no
podrá editar la obra con abreviaturas adicionales, supresiones o cualquiera otras
modificaciones sin consentimiento del autor (Artículo 43º) El autor conservará el
derecho de hacer a su obra las correcciones, enmiendas, adiciones, o mejoras que estime
convenientes antes de que la obra entre en prensa y cuando dichas modificaciones hagan
más onerosa la edición, el autor estará obligado a resarcir los gastos que por ese motivo
se originen salvo convenio en contrario (Artículo 44º) El contrato de edición deberá
señalar la cantidad de ejemplares de que consta y cada uno será numerado; los gastos de
edición distribución, publicidad, propaganda, etc., serán por cuenta del editor. Cada
edición deberá ser objeto de convenio expreso. El editor que hubiese hecho la edición
anterior tendrá derecho preferente, en igualdad de condiciones, a contratar la siguiente,
para cuyo efecto el autor deberá aprobar los términos de las ofertas recibidas, a fin de
dejar garantizados los derechos del editor para que ejerza sus derechos de preferencia en
un plazo de quince días, apercibido de que de no hacerlo se entenderá renunciado a su
derecho. La producción intelectual futura sólo podrá ser objeto de contrato cuando se
trate de obras u obras determinadas, cuyas características deben quedar perfectamente
establecidas en el contrato y los contratos de obra producida a futura determinada,
deberán registrarse en la Dirección General del Derecho de Autor. Los derechos
consagrados en este artículo a favor del autor, son irrenunciables (Artículo 45º) Cuando
en el contrato de edición no se haya estipulado el término dentro del cual debe quedar
concluida la edición y ser puesto a la venta los ejemplares, se entenderá que el término
es de un año, y una vez trascurrido sin que el editor haya hecho la edición; el autor
podrá optar entre exigir el cumplimiento del contrato o darlo por terminado mediante
aviso escrito, pero en uno y otro caso el editor resarcirá al autor de los daños y
perjuicios causados, los que en ningún caso serán menores de las cantidades recibidas
por el autor en virtud del contrato(Artículo 46º) Si el contrato tuviese plazo fijo para su
terminación y al expirar éste, el editor conservase ejemplares no vendidos, el titular del
derecho de autor podrá comprarlos a precio de costo más el diez por ciento y deberá
ejercitar su derecho dentro de un mes de expiración de plazo y una vez transcurrido, el
editor podrá continuar vendiéndolos en las mismas condiciones (Artículo 50º)
57 La Propiedad Industrial
Derecho de propiedad industrial.- En cuanto al derecho de propiedad industrial,
considerado como el privilegio de usar en forma exclusiva y temporal las creaciones y
los signos distintivos de productos, establecimientos y servicios, se considera que
comprende cuatro grupos de instituciones. Un primer grupo de componentes de la
propiedad industrial lo constituyen las creaciones industriales nuevas, que se protegen
por instrumentos que varían de un país a otro en formalidades y en sus respectivas
denominaciones pero que por lo común son las patentes de invención, los certificados
de invención, los registros de modelos de utilidad y los registros de dibujos y modelos
industriales, conocidos como diseños industriales. También están comprendidos en esta
categoría los secretos industriales y comerciales. Un segundo grupo de elementos de
propiedad industrial consisten en los signos distintivos que con variantes no radicales de
una a otra legislación, son los siguientes: las marcas, los nombres comerciales, las
denominaciones de origen y los anuncios o avisos comerciales. En tercer término se
incluye como vinculada con la propiedad industrial la represión de la competencia
desleal. Un cuarto grupo de institutos relacionados con la propiedad industrial lo
constituyen las variedades vegetales y las disposiciones sobre traspaso de tecnología.
(Estos conceptos aparecen en el artículo de RANGEL MEDINA, David, Nociones
fundamentales del Derecho Intelectual Mexicano, Memoria del Panel de especialistas
sobre los aspectos penales autor, México, 1991, pp. 243-245. Así como en el libro de
RANGEL MEDINA David, Derecho de la propiedad industrial e intelectual, Instituto
de Investigaciones Jurídicas, Universidad nacional Autónoma de México, México,
1991, pp. 7 a 9. aquellos actos equivalentes a una apropiación indebida de tiempo, de
trabajo o de inversión.2 Es aceptada la terminología que utiliza
58 Las patentes, el modelo de utilidad y el diseño industrial. Duración y efectos.
De las Patentes.- Es un conjunto de derechos exclusivos concedidos por un Estado a un
inventor o a su cesionario, por un período limitado de tiempo a cambio de la
divulgación de una invención.
Artículo 15.- Se considera invención toda creación humana que permita transformar la
materia o la energía que existe en la naturaleza, para su aprovechamiento por el hombre
y satisfacer sus necesidades concretas.
Artículo 16.- Serán patentables las invenciones que sean nuevas, resultado de una
actividad inventiva y susceptibles de aplicación industrial, en los términos de esta Ley,
excepto:
I.- Los procesos esencialmente biológicos para la producción, reproducción y
propagación de plantas y animales;
II.- El material biológico y genético tal como se encuentran en la naturaleza;
III.- Las razas animales;
IV.- El cuerpo humano y las partes vivas que lo componen, y
V.- Las variedades vegetales.
Artículo 17.- Para determinar que una invención es nueva y resultado de una actividad
inventiva se considerará el estado de la técnica en la fecha de presentación de la
solicitud de patente o, en su caso, de la prioridad reconocida. Además, para determinar
si la invención es nueva, estarán incluidas en el estado de la técnica todas las solicitudes
de patente presentadas en México con anterioridad a esa fecha, que se encuentren en
trámite, aunque la publicación a que se refiere el artículo 52 de esta Ley se realice con
posterioridad.
Artículo 18.- La divulgación de una invención no afectará que siga considerándose
nueva, cuando dentro de los doce meses previos a la fecha de presentación de la
solicitud de patente o, en su caso, de la prioridad reconocida, el inventor o su
causahabiente hayan dado a conocer la invención, por cualquier medio de
comunicación, por la puesta en práctica de la invención o porque la hayan exhibido en
una exposición nacional o internacional. Al presentarse la solicitud correspondiente
deberá incluirse la documentación comprobatoria en las condiciones que establezca el
reglamento de esta Ley.
La publicación de una invención contenida en una solicitud de patente o en una patente
concedida por una oficina extranjera, no se considerará incluida dentro de los supuestos
a que se refiere este artículo.
Artículo 24.- El titular de la patente después de otorgada ésta, podrá demandar daños y
perjuicios a terceros que antes del otorgamiento hubieren explotado sin su
consentimiento el proceso o producto patentado, cuando dicha explotación se haya
realizado después de la fecha en que surta efectos la publicación de la solicitud en la
Gaceta.
Artículo 25.- El derecho exclusivo de explotación de la invención patentada confiere a
su titular las siguientes prerrogativas:
I.- Si la materia objeto de la patente es un producto, el derecho de impedir a otras
personas que fabriquen, usen, vendan, ofrezcan en venta o importen el producto
patentado, sin su consentimiento, y
II.- Si la materia objeto de la patente es un proceso, el derecho de impedir a otras
personas que utilicen ese proceso y que usen, vendan, ofrezcan en venta o importen el
producto obtenido directamente de ese proceso, sin su consentimiento.
La explotación realizada por la persona a que se refiere el artículo 69 de esta Ley, se
considerará efectuada por el titular de la patente.
El diseño industrial.- Es una actividad creativa, que establece las cualidades
polifacéticas de objetos, de procesos, de servicios y de sus sistemas en ciclos vitales
enteros. Por lo tanto, el diseño es el factor central de la humanización innovadora de
tecnologías y el factor crucial del intercambio económico y cultural.
La protección conferida a un diseño industrial no comprenderá los elementos o
características que estuviesen dictados únicamente por consideraciones de orden técnico
o por la realización de una función técnica, y que no incorporan ningún aporte arbitrario
del diseñador; ni aquellos elementos o características cuya reproducción exacta fuese
necesaria para permitir que el producto que incorpora el diseño sea montado
mecánicamente o conectado con otro producto del cual constituya una parte o pieza
integrante, esta limitación no se aplicará tratándose de productos en los cuales el diseño
radica en una forma destinada a permitir el montaje o la conexión múltiple de los
productos o su conexión dentro de un sistema modular.
No se protegerá un diseño industrial cuando su aspecto comprenda únicamente los
elementos o características a que se refiere el párrafo anterior.
Artículo 32.- Los diseños industriales comprenden a:
I.- Los dibujos industriales, que son toda combinación de figuras, líneas o colores que se
incorporen a un producto industrial con fines de ornamentación y que le den un aspecto
peculiar y propio, y
II.- Los modelos industriales, constituidos por toda forma tridimensional que sirva de
tipo o patrón para la fabricación de un producto industrial, que le dé apariencia especial
en cuanto no implique efectos técnicos.
Artículo 33.- A las solicitudes de registro de diseños industriales se anexarán:
I.- Una reproducción gráfica o fotográfica del diseño correspondiente, y
II.- La indicación del género del producto para el cual se utilizará el diseño.
Artículo 34.- La descripción que se realice en la solicitud deberá referirse brevemente a
la reproducción gráfica o fotográfica del diseño, en la que se indicará, en forma clara, la
perspectiva desde la cual se ilustra.
Artículo 35.- En la solicitud deberá expresarse como reivindicación la denominación del
diseño industrial seguido de las palabras "Tal como se ha referido e ilustrado".
Artículo 36.- El registro de los diseños industriales tendrá una vigencia de quince años
improrrogables a partir de la fecha de presentación de la solicitud y estará sujeto al pago
de la tarifa correspondiente.
La explotación de los diseños industriales y la limitación de los derechos que confiere
su registro al titular se regirán, en lo conducente, por lo dispuesto en los artículos 22 y
25 de esta Ley.
Artículo 37.- La tramitación del registro de los diseños industriales se llevará a cabo, en
lo conducente, conforme a las reglas contenidas en el Capítulo V del presente Título, a
excepción de los artículos 45 y 52.
Un modelo de utilidad es un derecho exclusivo que se concede a una invención y
permite al titular del derecho impedir a terceros utilizar comercialmente la invención
protegida, sin su autorización, durante un período limitado. De acuerdo con su
definición básica, que puede variar de un país a otro (en el que se brinde dicha
protección), un modelo de utilidad se asemeja a una patente. De hecho, los modelos de
utilidad se denominan a veces "pequeñas patentes" o "patentes de innovación".
Las principales diferencias que existen entre los modelos de utilidad y las patentes son
las siguientes:
Los requisitos para obtener un modelo de utilidad son menos estrictos que para las
patentes. Si bien siempre debe satisfacerse el requisito de la "novedad", los requisitos de
la "actividad inventiva" son mucho más laxos o incluso no existen. En la práctica, se
utiliza la protección mediante modelos de utilidad para innovaciones menores que
quizás no satisfagan los criterios de patentabilidad.
El plazo de duración de la protección por modelos de utilidad es más corto que el de las
patentes y varía de país en país (por lo general, varía de siete a 10 años, sin posibilidad
de ampliación o renovación).
En la mayoría de los países que brindan protección mediante modelos de utilidad, las
oficinas de patentes no examinan el fondo de las solicitudes con anterioridad al registro.
Esto significa que el proceso de registro suele ser considerablemente más sencillo y
rápido y de una duración promedio de seis meses.
Es mucho más económico obtener y mantener modelos de utilidad.
En algunos países, la protección mediante modelos de utilidad puede obtenerse
únicamente para ciertos campos de la tecnología y se aplica únicamente a productos y
no a procesos.
59 Las marcas comerciales y marcas colectivas. Duración.
De las Marcas
Artículo 87.- Los industriales, comerciantes o prestadores de servicios podrán hacer uso
de marcas en la industria, en el comercio o en los servicios que presten. Sin embargo, el
derecho a su uso exclusivo se obtiene mediante su registro en el Instituto.
Artículo 88.- Se entiende por marca a todo signo visible que distinga productos o
servicios de otros de su misma especie o clase en el mercado.
Artículo 89.- Pueden constituir una marca los siguientes signos:
I.- Las denominaciones y figuras visibles, suficientemente distintivas, susceptibles de
identificar los productos o servicios a que se apliquen o traten de aplicarse, frente a los
de su misma especie o clase;
II.- Las formas tridimensionales;
III.- Los nombres comerciales y denominaciones o razones sociales, siempre que no
queden comprendidos en el artículo siguiente, y
IV.- El nombre propio de una persona física, siempre que no se confunda con una marca
registrada o un nombre comercial publicado.
Artículo 90.- No serán registrables como marca:
I.- Las denominaciones, figuras o formas tridimensionales animadas o cambiantes, que
se expresan de manera dinámica, aún cuando sean visibles;
II.- Los nombres técnicos o de uso común de los productos o servicios que pretenden
ampararse con la marca, así como aquellas palabras que, en el lenguaje corriente o en
las prácticas comerciales, se hayan convertido en la designación usual o genérica de los
mismos;
III.- Las formas tridimensionales que sean del dominio público o que se hayan hecho de
uso común y aquellas que carezcan de originalidad que las distinga fácilmente, así como
la forma usual y corriente de los productos o la impuesta por su naturaleza o función
industrial;
IV.- Las denominaciones, figuras o formas tridimensionales que, considerando el
conjunto de sus características, sean descriptivas de los productos o servicios que traten
de protegerse como marca.
Quedan incluidas en el supuesto anterior las palabras descriptivas o indicativas que en el
comercio sirvan para designar la especie, calidad, cantidad, composición, destino, valor,
lugar de origen de los productos o la época de producción;
V.- Las letras, los dígitos o los colores aislados, a menos que estén combinados o
acompañados de elementos tales como signos, diseños o denominaciones, que les den
un carácter distintivo.
VI.- La traducción a otros idiomas, la variación ortográfica caprichosa o la construcción
artificial de palabras no registrables;
VII.- Las que reproduzcan o imiten, sin autorización, escudos, banderas o emblemas de
cualquier país, Estado, municipio o divisiones políticas equivalentes, así como las
denominaciones, siglas símbolos o emblemas de organizaciones internacionales,
gubernamentales, no gubernamentales o de cualquier otra organización reconocida
oficialmente, así como la designación verbal de los mismos;
VIII.- Las que reproduzcan o imiten signos o sellos oficiales de control y garantía
adoptados por un estado, sin autorización de la autoridad competente, o monedas,
billetes de banco, monedas conmemorativas o cualquier medio oficial de pago nacional
o extranjero;
IX.- Las que reproduzcan o imiten los nombres o la representación gráfica de
condecoraciones, medallas u otros premios obtenidos en exposiciones, ferias, congresos,
eventos culturales o deportivos, reconocidos oficialmente;
X.- Las denominaciones geográficas, propias o comunes, y los mapas, así como los
gentilicios, nombres y adjetivos, cuando indiquen la procedencia de los productos o
servicios y puedan originar confusión o error en cuanto a su procedencia;
XI.- Las denominaciones de poblaciones o lugares que se caractericen por la fabricación
de ciertos productos, para amparar éstos, excepto los nombres de lugares de propiedad
particular, cuando sean especiales e inconfundibles y se tenga el consentimiento del
propietario;
XII.- Los nombres, seudónimos, firmas y retratos de personas, sin consentimiento de los
interesados o, si han fallecido, en su orden, del cónyuge, parientes consanguíneos en
línea recta y por adopción, y colaterales, ambos hasta el cuarto grado;
XIII.- Los títulos de obras intelectuales o artísticas, así como los títulos de publicaciones
y difusiones mperiódicas, los personajes ficticios o simbólicos, los personajes humanos
de caracterización, los nombres artísticos y las denominaciones de grupos artísticos; a
menos que el titular del derecho correspondiente lo autorice expresamente;
XIV.- Las denominaciones, figuras o formas tridimensionales, susceptibles de engañar
al público o inducir a error, entendiéndose por tales las que constituyan falsas
indicaciones sobre la naturaleza, componentes o cualidades de los productos o servicios
que pretenda amparar;
XV. Las denominaciones, figuras o formas tridimensionales, iguales o semejantes a una
marca que el Instituto estime o haya declarado notoriamente conocida en México, para
ser aplicadas a cualquier producto o servicio.
Este impedimento procederá en cualquier caso en que el uso de la marca cuyo registro
se solicita:
a) Pudiese crear confusión o un riesgo de asociación con el titular de la marca
notoriamente conocida; o
b) Pudiese constituir un aprovechamiento no autorizado por el titular de la marca
notoriamente conocida; o
c) Pudiese causar el desprestigio de la marca notoriamente conocida; o
d) Pudiese diluir el carácter distintivo de la marca notoriamente conocida.
Este impedimento no será aplicable cuando el solicitante del registro sea titular de la
marca notoriamente conocida, y
Artículo 91.- No podrá usarse ni formar parte del nombre comercial, denominación o
razón social de ningún establecimiento o persona moral, una marca registrada o una
semejante en grado de confusión a otra marca previamente registrada, cuando:
I.- Se trate de establecimientos o personas morales cuya actividad sea la producción,
importación o comercialización de bienes o servicios iguales o similares a los que se
aplica la marca registrada, y
II.- No exista consentimiento manifestado por escrito del titular del registro de la marca
o de quien tenga facultades para hacerlo.
La violación a este precepto dará lugar a la aplicación de las sanciones a que se refiere
esta Ley, independientemente que se pueda demandar judicialmente la supresión de la
marca registrada o aquella semejante en grado de confusión a la previamente registrada,
del nombre comercial, la denominación o razón social correspondiente y el pago de
daños y perjuicios.
Lo dispuesto en este precepto no será aplicable cuando el nombre comercial,
denominación o razón social hubiesen incluido la marca con anterioridad a la fecha de
presentación o de primer uso declarado de la marca registrada.
Artículo 92.- El registro de una marca no producirá efecto alguno contra:
I.- Un tercero que de buena fe explotaba en territorio nacional la misma marca u otra
semejante en grado de confusión, para los mismos o similares productos o servicios,
siempre y cuando el tercero hubiese empezado a usar la marca, de manera
ininterrumpida, antes de la fecha de presentación de la solicitud de registro o del primer
uso declarado en ésta. El tercero tendrá derecho a solicitar el registro de la marca,
dentro de los tres años siguientes al día en que fue publicado el registro, en cuyo caso
deberá tramitar y obtener previamente la declaración de nulidad de éste, y
II.- Cualquier persona que comercialice, distribuya, adquiera o use el producto al que se
aplica la marca registrada, luego que dicho producto hubiera sido introducido
lícitamente en el comercio por el titular de la marca registrada o por la persona a quien
le haya concedido licencia.
Queda comprendida en este supuesto la importación de los productos legítimos a los
que se aplica la marca, que realice cualquier persona para su uso, distribución o
comercialización en México, en los términos y condiciones que señale el reglamento de
esta ley, y
III.- Una persona física o moral que aplique su nombre, denominación o razón social a
los
productos que elabore o distribuya, a los servicios que presente, o a sus
establecimientos, o lo use como parte de su nombre comercial, siempre que lo aplique
en la forma en que esté acostumbrado a usarlo y que tenga caracteres que lo distingan
claramente de un homónimo ya registrado como marca o publicado como nombre
comercial.
La realización de cualquier actividad contemplada en el presente artículo no constituirá
infracción administrativa o delito en los términos de esta Ley.
Artículo 93.- Las marcas se registrarán en relación con productos o servicios
determinados según la clasificación que establezca el reglamento de esta Ley.
Cualquier duda respecto de la clase a que corresponda un producto o servicio, será
resuelta en definitiva por el Instituto.
Artículo 94.- Una vez efectuado el registro de una marca, no podrá aumentarse el
número de productos o servicios que proteja, aún cuando pertenezcan a la misma clase,
pero si podrá limitarse a determinados productos o servicios cuantas veces se solicite.
Para proteger posteriormente un producto o servicio diverso con una marca ya
registrada, será necesario obtener un nuevo registro.
Artículo 95.- El registro de marca tendrá una vigencia de diez años contados a partir de
la fecha de presentación de la solicitud y podrá renovarse por períodos de la misma
duración.
MARCAS NOMINATIVAS
Las nominativas, son las marcas que identifican un producto o servicio a partir de una
palabra o un conjunto de palabras. Estas marcas deben distinguirse fonéticamente de los
productos o servicios de su misma especie. Es decir, no deben tener semejanza con
marcas que pertenezcan a productos o servicios de su misma especie o clase.

Ejemplo: NIKE. Al tratarse de una marca para calzado y ropa deportiva esta marca
pertenece a la clase 25.
MARCAS INNOMINADAS
Las marcas innominadas, son figuras o logotipos que diferencían visualmente a una
marca. Es decir, son figuras distintivas que no pueden reconocerse fonéticamente, sólo
visualmente.
MARCAS MIXTAS
Las marcas mixtas, son el resultado de la combinación de tipos definidos en los párrafos
anteriores. En la mayoria de los casos son combinaciones de palabras con diseños o
logotipos.
MARCAS TRIDIMENSIONALES
Las marcas tridimensionales, corresponden a la forma de los productos o sus empaques,
envases o envoltorios, siempre y cuando sean característicos y los distingan de
productos de su misma clase. Es decir, las marcas tridimensionales corresponden a
cuerpos con 3 dimensiones, como botellas, empaques, cajas, estuches, etc.
Cuando una marca es registrada por una asociación o sociedad de productores o en
general por varias personas que Quieren diferenciar su producto o servicio se habla de
una MARCA COLECTIVA. Si perteneces a una agrupación de productores de bienes o
de servicios (ganaderos, avicultores, lecheros, contadores, abogados, etc.) que han
diseñado un logotipo que los distingue de las demás agrupaciones de su tipo, entonces el
logotipo de dicha agrupación puede ser registrado como MARCA COLECTIVA.
Además de los tipos de marcas mencionadas anteriormente, existen también las
siguientes figuras de protección:
NOMBRE COMERCIAL
El Nombre Comercial, es una variante de las marcas que lleva un proceso diferente al
del registro. Los nombres comerciales, no requieren de la emisión de un título expedido
por el IMPI, como es el caso de la marca y el aviso comercial. Sólo es necesario
solicitar la publicación del mismo. La diferencia con las marcas radica en que el nombre
comercial, sólo protege el nombre de un comercio, industria, empresa o prestador de
servicios en el área donde se encuentra ubicado.
Ejemplo: Miscelánea Del Valle, Fonda La Tía Rosa, etc.
Registra tu aviso o nombre comercial!
AVISO COMERCIAL
El Aviso Comercial, es una frase u oración que sirve para promover y diferenciar a un
producto, prestador de servicios o empresa, de otros que se dediquen a la misma
actividad. Puede servir como slogan o frase publicitaria. Los avisos comerciales son
frases que distinguen un producto inclusive sin mencionar la marca, en diversas
campañas publicitarias, tal sería el caso de JUST DO IT! frase que sin mencionarlo nos
refiere a la marca NIKE, otro ejemplo sería ¡A QUE NO PUEDES COMER SOLO
UNA! que nos refiere a la marca SABRITAS. Registra tu aviso o nombre comercial!
AVISOS COMERCIALES
¿Tienes en mente un slogan o una campaña publicitaria que sirva para distinguir un
producto y/o servicio?
Entonces deberás registrar dicha frase o slogan como un aviso comercial.
Los avisos comerciales son frases que tienen como objetivo el distinguir un producto
inclusive sin mencionar la marca, en diversas campañas publicitarias, tal sería el caso de
JUST DO IT! frase que sin mencionarlo nos refiere a la marca NIKE, otro ejemplo sería
¡A QUE NO PUEDES COMER SOLO UNA! que nos refiere a la marca SABRITAS.
Artículo 99.- El derecho exclusivo para usar un aviso comercial se obtendrá mediante su
registro ante el Instituto.
Artículo 100.- Se considera aviso comercial a las frases u oraciones que tengan por
objeto anunciar al público establecimientos o negociaciones comerciales, industriales o
de servicios, productos o servicios, para distinguirlos de los de su especie.
Artículo 101.- Si el aviso comercial tiene por objeto anunciar productos o servicios,
éstos deberán especificarse en la solicitud de registro.
Artículo 102.- Si el aviso comercial tiene por objeto anunciar algún establecimiento o
negociación, sean éstos de la naturaleza que fueren, se considerará comprendido en una
clase especial, complementaria de la clasificación que establezca el reglamento de esta
Ley. El registro no amparará en estos casos productos o servicios, aún cuando estén
relacionados con el establecimiento o negociación.
Artículo 103.- El registro de un aviso comercial tendrá una vigencia de diez años a
partir de la fecha de presentación de la solicitud y podrá renovarse por periodos de la
misma duración.
Artículo 104.- Los avisos comerciales se regirán, en lo que no haya disposición
especial, por lo establecido en esta Ley para las marcas.
NOMBRES COMERCIALES
¿Tu empresa tiene una denominación que la distinga, sin que se utilicen los nombres de
los socios?
En este caso se trata de un Denominación Comercial que puede ser publicada en la
Gaceta del IMPI.
¿El nombre de tu empresa está formado con el de uno de sus socios, con los de algunos
o con todos?
En este caso se trata de una Razón Social que también puede ser publicada en la Gaceta
del IMPI. Los nombres comerciales no reQuiéren de un registro ante el IMPI, sin
embargo se recomienda su publicación en la Gaceta de dicho Instituto, a fin de que se
presuponga la buena fe de su uso y se asegure no estar infringiendo derechos de
propiedad industrial de terceros.
Artículo 105.- El nombre comercial de una empresa o establecimiento industrial,
comercial o de servicios y el derecho a su uso exclusivo estarán protegidos, sin
necesidad de registro. La protección abarcará la zona geográfica de la clientela efectiva
de la empresa o establecimiento al que se aplique el nombre comercial y se extenderá a
toda la República si existe difusión masiva y constante a nivel nacional del mismo.
Artículo 106.- Quien esté usando un nombre comercial podrá solicitar al Instituto, la
publicación del mismo en la Gaceta. Dicha publicación producirá el efecto de establecer
la presunción de la buena fe en la adopción y uso del nombre comercial.
Artículo 107.- La solicitud de publicación de un nombre comercial se presentara por
escrito al Instituto acompañada de los documentos que acrediten el uso efectivo del
nombre comercial aplicado a un giro determinado.
Artículo 108.- Recibida la solicitud y satisfechos los requisitos legales, se efectuará el
examen de fondo a fin de determinar si existe algún nombre comercial idéntico o
semejante en grado de confusión aplicado al mismo giro, en trámite o publicado con
anterioridad, o a una marca en trámite de registro o a una ya registrada idéntica o
semejante en grado de confusión que ampare productos o servicios iguales o similares
relacionados con el giro preponderante de la empresa o establecimiento de que se trate.
De no encontrarse anterioridad procederá la publicación.
Artículo 109.- No se publicarán los nombres comerciales que carezcan de elementos
que hagan distinguir a la empresa o establecimiento de que se trate de otros de su
género, ni aquéllos que contravengan en lo aplicable, las disposiciones contenidas en el
artículo 90 de esta Ley.
Artículo 110.- Los efectos de la publicación de un nombre comercial durarán diez años,
a partir de la fecha de presentación de la solicitud y podrán renovarse por periodos de la
misma duración. De no renovarse, cesarán sus efectos.
Artículo 111.- En la transmisión de una empresa o establecimiento se comprenderá el
derecho de uso exclusivo del nombre comercial, salvo estipulación en contrario.
Artículo 112.- El nombre comercial se regirá en lo que sea aplicable y no haya
disposición especial, por lo establecido en esta Ley para las marcas.
60 La denominación de origen. Duración y efectos
Artículo 156.- Se entiende por denominación de origen, el nombre de una región
geográfica del país que sirva para designar un producto originario de la misma, y cuya
calidad o característica se deban exclusivamente al medio geográfico, comprendido en
éste los factores naturales y los humanos.
Artículo 157.- La protección que esta Ley concede a las denominaciones de origen se
inicia con la declaración que al efecto emita el Instituto. El uso ilegal de la misma será
sancionado, incluyendo los casos en que venga acompañada de indicaciones tales como
"género", "tipo", "manera", "imitación", u otras similares que creen confusión en el
consumidor o impliquen competencia desleal.
Artículo 158.- La declaración de protección de una denominación de origen, se hará de
oficio o a petición de quien demuestre tener interés jurídico. Para los efectos de este
artículo se considera que tienen interés jurídico:
I.- Las personas físicas o morales que directamente se dediquen a la extracción,
producción o elaboración del producto o los productos que se pretendan amparar con la
denominación de origen;
II.- Las cámaras o asociaciones de fabricantes o productores, y
III.- Las dependencias o entidades del gobierno federal y de los gobiernos de las
entidades de la Federación.
Artículo 159.- La solicitud de declaración de protección a una denominación de origen
se hará por escrito, a la que se acompañarán los comprobantes que funden la petición y
en la que se expresará lo siguiente:
I.- Nombre, domicilio y nacionalidad del solicitante. Si es persona moral deberá señalar,
además, su naturaleza y las actividades a que se dedica;
II.- Interés jurídico del solicitante;
III.- Señalamiento de la denominación de origen;
IV.- Descripción detallada del producto o los productos terminados que abarcará la
denominación, incluyendo sus características, componentes, forma de extracción y
procesos de producción o elaboración. Cuando sea determinante para establecer la
relación entre la denominación y el producto, se señalarán las normas oficiales
establecidas por la Secretaría de Comercio y Fomento Industrial a que deberán sujetarse
el producto, su forma de extracción, sus procesos de elaboración o producción y sus
modos de empaque, embalaje o envasamiento;
V.- Lugar o lugares de extracción, producción o elaboración del producto que se trate de
proteger con la denominación de origen y la delimitación del territorio de origen,
atendiendo a los caracteres geográficos y a las divisiones políticas;
VI.- Señalamiento detallado de los vínculos entre denominación, producto y territorio, y
VII.- Los demás que considere necesarios o pertinentes el solicitante.
Artículo 160.- Recibida la solicitud por el Instituto y enterado el pago de las tarifas
correspondientes, se efectuará el examen de los datos y documentos aportados.
Si a juicio del Instituto, los documentos presentados no satisfacen los requisitos legales
o resultan insuficientes para la comprensión y análisis de cualquiera de los elementos de
la solicitud, se requerirá al solicitante para que haga las aclaraciones o adiciones
necesarias, otorgándole al efecto un plazo de dos meses.
Si el solicitante no cumple con el requerimiento dentro del plazo otorgado, la solicitud
se considerará abandonada, pero el Instituto podrá continuar de oficio su tramitación en
los términos del presente capítulo si lo considera pertinente.
Artículo 161.- Cuando los documentos presentados satisfagan los requisitos legales, el
Instituto publicará en el Diario Oficial un extracto de la solicitud.
Si el procedimiento se inicia de oficio, el Instituto publicará en el Diario Oficial un
extracto de las menciones y requisitos establecidos en las fracciones III a la VII del
artículo 159 de esta Ley.
En ambos casos el Instituto otorgará un plazo de dos meses, contados a partir de la
fecha de publicación para que cualquier tercero que justifique su interés jurídico,
formule observaciones u objeciones y aporte las pruebas que estime pertinentes.
Artículo 162.- Para los efectos de este capítulo se admitirá toda clase de pruebas con
excepción de la confesional y testimonial. La pericial corresponderá al Instituto o a
quien ésta designe. El Instituto podrá realizar en cualquier tiempo, antes de la
declaración, las investigaciones que estime pertinentes y allegarse los elementos que
considere necesarios.
Artículo 163.- Transcurrido el plazo a que se refiere el artículo 161 de esta Ley,
efectuados los estudios y desahogadas las pruebas, el Instituto dictará la resolución que
corresponda.
Artículo 164.- Si la resolución a que se refiere el artículo anterior otorga la protección
de la denominación de origen, el Instituto hará la declaratoria y procederá a su
publicación en el Diario Oficial.
La declaración del Instituto que otorgue la protección a una denominación de origen,
determinará en definitiva los elementos y requisitos previstos en el artículo 159 de esta
Ley.
Artículo 165.- La vigencia de la declaración de protección de una denominación de
origen estará determinada por la subsistencia de las condiciones que la motivaron y sólo
dejará de surtir efectos por otra declaración del Instituto.
Artículo 166.- Los términos de la declaración de protección a una denominación de
origen podrán ser modificados en cualquier tiempo, de oficio o a petición de parte
interesada, siguiendo el procedimiento establecido en este capítulo. La solicitud relativa,
deberá expresar lo exigido por las fracciones I a III del artículo 159 de esta Ley, y un
señalamiento detallado de las modificaciones que se piden y las causas que las motivan.
Artículo 167.- El Estado Mexicano será el titular de la denominación de origen. Esta
sólo podrá usarse mediante autorización que expida el Instituto.
Artículo 168.- El Instituto, por conducto de la de Relaciones Exteriores, tramitará el
registro de las denominaciones de origen que hayan sido materia de una declaración de
protección en los términos de esta Ley, para obtener su reconocimiento en el extranjero
conforme a los Tratados Internacionales.

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