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• Los escribas.
Escribas en la Biblia
En la tribu de Zabulón estaban los que poseían el “equipo de escribano” para numerar y registrar las
tropas. (Jue 5:14; compárese con 2Re 25:19; 2Cr 26:11.) Había escribas o secretarios relacionados con
el trabajo en el templo. (2Re 22:3.) El secretario del rey Jehoás trabajaba con el sumo sacerdote en
contar el dinero que se había contribuido, y luego se lo daba a los que pagaban el salario a los
trabajadores que reparaban el templo. (2Re 12:10-12.) Baruc escribía lo que el profeta Jeremías le
dictaba. (Jer 36:32.) Los secretarios del rey Asuero de Persia escribieron bajo la dirección de Hamán el
decreto que promulgaba la destrucción de los judíos, y más tarde redactaron el contra decreto bajo la
supervisión de Mardoqueo. (Est 3:12; 8:9.)
Copistas de las Escrituras
En los días del sacerdote Esdras se empezó a reconocer a los escribas (soh·ferím, “soferim”) como
grupo diferenciado. Estos eran copistas de las Escrituras Hebreas, muy cuidadosos en su trabajo, y les
aterraban los errores. Con el transcurso del tiempo se hicieron extremadamente meticulosos, hasta el
grado de que no solo contaban las palabras copiadas, sino incluso las letras. El hebreo se escribió solo
con consonantes, hasta varios siglos después de Cristo, y omitir o añadir una sola letra hubiera
cambiado con facilidad una palabra en otra. Si se detectaba el más mínimo error, por ejemplo, que una
sola letra estuviera mal escrita, toda aquella sección del rollo se rechazaba como no apta para la
sinagoga. Dicha sección se eliminaba y reemplazaba por otra nueva en la que no hubiese errores. Antes
de escribir una palabra, la leían en voz alta. El simple hecho de escribir una sola palabra de memoria se
consideraba un pecado grave. Se llegaron a introducir prácticas absurdas. Se dice, por ejemplo, que los
escribas religiosos limpiaban con gran meticulosidad su pluma antes de escribir la palabra ´Elo·hím
(Dios) o ´Adho·nái (Señor Soberano).
• Los fariseos.
Doctrina
Creían en la inmortalidad del alma, el castigo eterno de los malvados y la resurrección de los justos.
Abogaban por el cumplimiento riguroso de la Halajá, la ley oral mosaica, que fue luego codificada en
el Talmud. Se enfrentaban con la opinión de los saduceos que negaban la validez de la ley oral. Su
minuciosidad y casuismo les valió la condena de Jesús, quien los acusó de respetar más la letra que el
espíritu de la ley (Mateo 23:2-4) y de sustituir la palabra de Dios por la tradición (Mateo 15:1-9). Se
enfrentaron con éste, rechazando la doctrina de los cristianos primitivos de que era el Mesías
prometido en la Biblia.
• Los saduceos.
Creencias
Se considera que los Saduceos negaban la resurrección de los muertos [Wikipedia dice "la
inmortalidad del alma", lo cual es inexacto], y bajo esta luz son tratados en el Nuevo Testamento
debatiendo el asunto con Jesús, y que negaban la existencia de espíritus o ángeles.
Rechazaban la interpretación de la Torah de los rabinos, y se los presenta habiendo negado que nada de
la Biblia Hebrea, aparte de la Torah, tenía autoridad. Como la misma Torah, los Saduceos son
presentados interpretándola literal y rigurosamente en materias que cubre directamente, al mismo
tiempo que rechazando las tradiciones rabínicas que mitigan los castigos más duros o intentan prevenir
faltas no intencionadas.
• Los esenios.
Creían en la inmortalidad del alma, el Juicio Final, la resurrección, la vida eterna gloriosa para los
convertidos a Dios y el castigo infernal para los malvados. Consideraban verdadera la existencia,
funciones y facultades de los ángeles. Al mismo tiempo sostenían la existencia de ángeles caídos y
enemigos de Dios y Belial o Satanás, espíritu del mal.
Para los esenios ningún humano tenía méritos para considerarse justo por sí mismo. Creían que
solamente por amor de Dios podían las personas recibir perdón por sus pecados y que era la
misericordia de Dios la que había permitido forjar una Nueva Alianza con Él a quienes se arrepentían y
convertían.
• Los zelotes.
Movimiento político nacionalista en el Israel del siglo I fundado por Judas el Galileo poco después de
nacer Jesús. El nombre, en hebreo qanaim, de קנא, "celar", el celo por Yahveh guardado por sus
miembros (Números 25:10-11; 1Reyes 19:10).
Su objetivo era una Judea independiente del Imperio Romano mediante la lucha armada tal y como
sucedió en la Gran Revuelta Judía del 66-73 durante la que tomaron control de Jerusalén hasta que la
ciudad fue tomada por los romanos, que destruyeron el Templo, y tres años más tarde ocuparon la
fortaleza de Masada, el último refugio zelote, tras el suicidio de sus defensores.
• Los sectarios de Qumran.
La postura que los identifica con los esenios es, hoy por hoy, mayoritaria. Sin duda, las similitudes son
notables Con todo, estas similitudes no nos proporcionan una identificación completa.Una posibilidad
sería la de reconocer que existían diversos grupos en la zona del desierto con parecidos entre sí, aunque
no todos eran esenios. Otra explicación probable es la de que el término "esenios" tenga que ser
entendido en un sentido amplio como el utilizado por Hipólito y que los sectarios de Qumrán se
identifiquen con una de las cuatro divisiones del movimiento. A nuestro juicio, ésta es la hipótesis más
posible".
• Los "am-ha-aretz".
Constituían la mayoría de la población judía.
La inmensa mayoría cumplía con las festividades judías, creía en el Dios único de Israel y en la Torá
entregada por Éste a Moisés, e intentaban obedecerla dentro de sus propios medios. También parece
que la esperanza mesiánica estaba muy extendida, así como la creencia en la resurrección".
Para los fariseos, mucho más estrictos y legalistas, "los am-ha-aretz" eran "la gente de la tierra,
demasiado contaminada como para poder presentarse limpia ante el Dios de Israel".
Los Esenios
Los esenios eran una secta judía cuyo origen se remonta al hijo adoptivo de Moisés y nieto de Aarón,
llamado Esén, aproximadamente 1,500 años a.C. Sobre el origen de la palabra esenios se han aportado
distintas hipótesis, algunas de las cuales detallamos a continuación: