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Logoterapia

Víctor Frankl

Antecedentes de la logoterapia
El psicoanálisis y la psicología individual son antecedentes de la logoterapia. Las tres posturas
se contraponen, pues la primera ve al hombre como un ser movido por el deseo de placer; la
segunda, como un ser que necesita poder; y la tercera, como el que busca sentido a la vida. Las
tres se proponen lo mismo: sanar al hombre.
El psicoanálisis y el hombre en busca de placer.
Breuer dice: “algunos fenómenos histéricos son ideógenos y no somatógenos, es decir
que son causados por representaciones”, descubrimiento crucial que indica la ruptura con el
empirismo en psicología. Tenemos aquí el descubrimiento de la psique como autónoma del
soma y relacionada con él como causa determinante de lo que aparece en el organismo. En este
caso, el fenómeno es causado por representaciones.
La representación es, como imagen recordadas, en el punto medio que osila entre la
mente ligada a lo vivido y la mente libre en su pensamiento consiente.
Lo que hace que lo vivido se mantenga inconsciente y aparezca como presente en
determinada imagen, es la carga afectiva o emocional con la que se vivió cierto hecho y que no
fue adecuadamente descargada.
Distinción entre lo psíquico y lo conciente.
Freíd y Breuer nos explican claramente que lo inconsciente y lo consiento no son lugares
físicos sino vivencias anímicas.
Cuando alguien se refiere a la conciencia sabemos por propia experiencia lo que con ello
se quiere significar.
El arte fotográfico nos ofrece una analogía de la relación entre la actividad consiente y la
inconsciente. El primer estadio de una fotografía es su negativo, toda imagen fotográfica tiene
que pasar por el proceso negativo, y solo los negativos que resisten bien la prueba se anifiestan
en su proseso positivo, que acaba el la clara fotografía.
Lo consiente no se ve, ni se huele, ni se toca; no puede ser observado por los sentidos,
pero se infiere, se deduce, se extra de la experiencia d euno mismo, por introspección, no por
inducción empírica.
El deseo de placer y la agresividad
Freud de decidió por fin a determinar el contenido de lo inconsciente en solo dos
pulsiones básicas: el deseo de placer y la agresividad. Todas las demás tendencias, instintos o
impulsos se reducen a estos dos; por ejemplo, la autoconservación, la conservación de la
especie y el amor caen dentro de los límites del deseo del placer.
El eros que en adelante llamará libido que es la tendencia a establecer y conservar
unidades vitales cada vez mayores.
La psicología individual y el hombre en busca del poder
Ante una deficiencia orgánica, solo la comparación con las otras personas impulsaba al
individuo a sobreponerse y, por lo tanto, la deficiencia orgánica no era la causa de la derrota en
la lucha por la vida.
Inferioridad y compensación
Lo psíquico no empieza a partir de lo orgánico sino de lo social. La deficiencia orgánica
es condición necesaria pero no suficiente para que surga el deseo de poder. Este deseo surge
de la interacción con los otros.
Este punto de inflección nos parece determinante en la ruptura epistemológica de la
psicología individual con el empirismo fisiológico psicoanalítico de Freud.
La lucha por superarse
Se separa Adler de Freud porque señala que la agresividad no es lo mismo que el
principio de muerte, sino que es el principio de vida, para lo cual, hay que distinguir agresividad
de hostilidad.
Las metas de la vida
Cuando los complejos de inferioridad son muy fuertes aparece el carácter neurótic,
porque la fantasía se pone meta irreales que, al no poder alcanzarlas, no solo mantiene el
complejo, sino que lo refuerzan; y cuando a esto se agrega que el ambiente social está
subdesarrollado, el individuo se pone metas simuladas de superioridad egoica, que en ocaciones
logran éxito, prestigio y autoestima, pero con una mezcla de ambición, envidia y desconfianza
que conducen inevitablemente a la frustración.
La terapia de la psicología individual consiste en que cada individuo oriente y dirija con
su poder creativo su propia adaptación al medio ya que el homre no es un objeto del
quedependa pasivamente de fuerzas externas, sino que acepta ciertas experiencias y rechaza
otras, desarrolla así un esquema individualizado de percepción y forma un patrón único de
relación con su mundo. Este proceso de formación es un acto creativo al que el psicoanálisis no
le da prioridad en su concepto de hombre. Para Adler ser hombre solo significa poder superar su
inferioridad y conformarse con su ambiente.
La prueba del holocausto y el hombre en busca de sentido
Frankl pone de relieve la necesidad de complementar la psicoterapia tal y como venía
siendo practicada; la necesidad de un método terapeutico que vaya más allá del complejo de
Edipo, y del complejo de inferioridad, más allá de toda dinámica meramente emotiva, porque
ésta se queda en lo psíquico, encerrada en si misma, sin sentido.
La experiencia crucial
Fueron los campos de concentración los que más contribuyeron a que Víctor Frankl
enriqueciera sus investigaciones en el terreno de la psicoterapia, pues para él significaron un
intrigante taller de experimentación. Frakl encontró el punto crucial para descubrir la necesidad
de tomar en cuenta en las ciencias pasicológicas el sentido de la vida.
Sentir que la vida carece de futuro hace que comienze a sentirse insoportable. Pero es
muy importante observar que el hombre no puede llevar una existencia digna sin un punto fijo en
el horizonte del por venir.
Contexto filosófico de la logoterapia
Víktor Frankl ha tenido muy clara su misión en el mundo: humanizar la psicoterapia,
hacerla llegar a la vumbre de lobos.
El giro antropológico
Max Scheler fue un filósofo y sociólogo alemán que se propuso quebrantar los prejuicion
naturalistas del siglo IX y restaurar a la persona en todo su derecho.
El ser humana
La antropología fenomenológica de Scheler encontra posición a la antropología empirísta
de su época, plantea la necesidad de distinguir entre el animal, el hombre natural y el ser
humano.
La persona
Scheler culmina reconociendo que el ser humano es un ser que ama el amor humano es
la presencia de las relaciones interpersonales y no egoístas ni meramente corpóreas.
Los valores
Frankl comenta que “el ojo solo puede ver lo que es distinto a él mismo, y uno es atraido
por sus colores, de ahí que si los instintos nos empujan, los valores no atraen” hay que advertir
con presición que los valores no son meramente subjetivos sino que radican en el objetivo en
relación con el sujeto. De ahí que Frankl siempre ha enseñado que “los impulsos empujan pero
los valores atraen”
La angustia existencial del hombre contemporaneo
Desde el principio, Martin Heidegger hace una clara distinción entre ser humano y ser
cosa. Las cosas son, el ser humano existe. Existir significa lanzarse fuera se su situación. Este
movimiento centrifugo es el que hace que exista el ser humano. La angustia existencial es la
experiencia de un vacío existencial. Esta angustia no la experimenta el animal, sino solamente el
hombre que vive ordinariamente en su ser impropio.
El ser que se trasciende a si mismo
Kart Jaspers, enseñaba que tanto Freud como Adler suponian que el hombre es como
máquina: un ser movido para el psicoanálisis era movido por sus instintos y pulsiones; para la
psicología individual, por su ambiente social. Jaspers lanza su contrapartida tipicamente
existencial cuando escribio: “pero yo no soy una máquina”
La ontología dimensional
Nikolai Hartmann publicó su texto llamado ontología donde nos demuestra que el único
verso es la unidad del ser en cuanto tal, es decir, la realidad es una unidad, pero esta realidad
aparece a nuestra conciencia refractada en diferentes ontologías, osea, en diferentes formas de
ser. El llama a estas diferencia estratos.
El análisis existencial frankliano: paradigma de la logoterapia
En este sentido podemos reconocer a la logoterapia como un paradigma dentro de las
ciencias psicológicas, que surge para lograr la superación del psioanálisis y de la psicología
individual. A su análisis existencial Frankl lo denomina en alemán existenzanalyse y lo distingue
con claridad del “autoanálisis” también llamado “psicoanálisis existencial”.
El origen de este modelo filosófico de investigación científica
El paradigma de la logoterapia puede ser estructurado en tres momentos que forman
una unidad indisoluble.
1. Las condiciones naturales de la vida humana conformadas por la dimensión biológica
son las condiciones necesarias pero no suficientes para que exista un ser humano.
2. Ls dimensión espiritual, específicamente humana, constituida por el autoconocimiento, la
libre desición responsable y el trascenderse a si mismo.
3. El logos, como sistema existencial que le da sentido a la vida.
Análisis de las condiciones naturales del hombre
Es evidente que el hombre es un ser en el mundo, como decía heidegger y, más
concretamente, un ser en el mundo de su cuerpo, de su psique y de ambiente social como
agrgaba Jaspers. La condición hace que algo pueda o no existir, la causa hace que algo
efectivamente exista, la determinación o desición hace que lo que existe, cambie o siga
existiendo.
El cuerpo: dimensión biológica
Nuestra dimensión biológica es un sistema conformado por un cuerp y una sensibilidad. La
sensibilidad es la vida del cuerpo, a tal grado que un cuerpo totalmente insensible ya no es un
cuerpo si no un cadáver.
Los impulsos, emociones e imaginaciones: dimensión psicológica
Lo mas sorprendente del cerebro consiste en que, ante los sentimientos, emociones,
imaginaciones y hasta sueños que experimenta el individuo, el hipotálamo, que es la parte
inferior del diencéfalo,produce determinadas hormonas que activan la sensibilidad del organizo,
por lo que l individuo puede sentir fisicamente aquellas vivencias psíquicas.
El ambiente social: dimensión sociológica
Es evidente que el individuo ha nacido biológica y psíquicamente en una familia, y que
las relaciones entre las familias forman una sociedad. Es necesario darnos cuenta de que la
familia humana y la sociedad civil ya existentes cuando nacemos, son producto de la mente o
inteligencia, que hemos considerado como el ángulo unificador de la dimensión psíquica.
Análisis de la dimensión específicamente humana: el espíritu
Hablando de los fundamentos radicales del hombre, Víktor Frankl sostiene que la
“conciencia” y la responsabilidad constituyen precisamente los dos polos básicos de la existencia
humana. Lo cual, traducido a una fórmula antropológica se expresa así “ser hombre equivale a
ser consiente y responsable”
Uno llega a hacerse verdaderamente humano al darse cuenta, responsabilizándose.
“el yo no se hace yo sino en relación con tu”, “porque solamente el yo que tiende hacia
alquien distintinto de sí mismo puede integrar si propio ello”
La conciencia:el darse cuenta. Cada uno tiende hacia el otro porque es atraído por él.
Este momento que se llama autoconciencia, es igualmente nuestra conciencia del otro.
La libre decición responsable: autodeterminación. Si uno responde positivamente al otro,
se hace un ser libre. Si se niega a responderle al otro obedeciendo su tendencia natural, deja de
ser libre, pues queda sometido a sus meras condiciones naturales. En nuestra libre desición la
autoconciencia se auto transforma en conciencia ética.
La dolorosa experiencia del mismo Frankl es un ejemplo: el decide libremente quedarse
en Viena, para mantener la unidad de su familia y ayudar a sus compatriotas, aunque tuvo la
oportunidad de salir de Europa. Es pertinente aclarar que la responsablidad nada tiene que ver
con la represión . es indispensable aclarar que, efectivamente, la represión es un proceso
condicionante y por lo mismo inconsciente, es un fenómeno psiquico.
La trascendencia: la relación interpersonal. Al responder positivamente a la
interpretación del otro, sale uno de si mismo, pues el otro es totalmente distinto. Hasta cierto
punto necesita uno olvidarse de si mismo para atender al otro. Este auto olvido solo se logra
autotrascendiendo.
El logos
La ciencia del sentido de la vida. Ningún otro psiquiatra o psicólogo del siglo XX, fuera
de Víktor Frankl y sus seguidores, ha ascendido hasta el logos. De ahí la novedad señera de su
descubrimiento y la trascendencia de su demostración. Como fuente y origen de todo el logos se
refiere al sentido de la existencia y, por lo mismo, al sentido de la existencia humana. Los
conceptos que venimos manejando porque algunos de ellos son generalmente confundidos en el
lenguaje ordinario: cosmos, soma, psique, nous y neuma.
Del concepto de espíritu se han derivado otros términos de nuestras lenguas modernas:
persona, existente, humano. Por lo tanto, los anteriores son sinónimos pero cada palabra resalta
algun aspecto de la misma realidad.
Un encuentro existencial. En el interior del logos encontramos básicamente un diálogo.
El logos se desdoble en diálogo. Un diálogo entre un yo y un tu, este tu, para nosotros, es el otro
yo. En cuanto es otro, es totalmente distinto de nosotro. Es único e insustituible, no hay otro
igual.
Conversación profunda. Frankl nos enseña que esta coexistencia se exterioriza en el
mundo mediante la palabra, el lenguaje o el habla. La verdadera conversación es expresión de
logos. En primer lugar, el lenguaje le permite al que habla expresarse a si mismo. Siempre que
alguien se pone a hablar, inmediatamente está expresándose a si mismo y, al mismo tiempo, se
esta dirigiendo a alguien distinto de si.
Creación de un mundo que tiene sentido. Cuando da o más personas conversan
realmente, esta actividad espiritual se expresa corporal, psiquica y socialmente. “ex – sistir”
significa salir de si mismo para “encontrarse con”, o para “dedicarse a” lo que tiene un sentido.
Este sentido hay que buscarlo. El buscarlo significa que ya existe y al encontrarlo lo seguimos
buscando en las situaciones límite o en los momento escenciales de la vida.
Los valores que dan sentido a la vida. “llenamos de sentido la vida realizando valores” es
necesario ahora desplegar en toda su plenitud la riqueza del mundo de los valores, el reino
donde el ser consiente y el ser responsable viven como en su casa.
El sentido del amor a través de los valores vivenciales. Desde que nacimos, no hemos
tenido otra experiencia básica sino aquella que consiste en nuestra relación con otras personas,
y a través de ellas, nuera relación con el mundo de las cosas.
El sentido del trabajo a través de los valores creativos. Frankl cita aquella idea de Alice
Lyttkens en su novela No vengo a cenar: “cuando falta el amor, el trabajo se convierte en
sustituto; y cuando falta el trabajo, el amor se convierte en opio”. El amor y el trabajo combinados
son expresiones genuinas del espíritu humano.
El sentido del dolor a través de los valores actitudinales. El mismo Frankl conoce que
“no es fácil exponer la riqueza de sentido que alberga el sufrimiento”. El que no puede gozar la
vida mediante valores vivenciales, ni ha logrado configurar su mundo mediante la realización de
valores creativos, puede todavía trascenderse ante estas negaciones realizando valores
actitudinales, es decir, asumiendo una actitud adecuada frente al sufrimiento.
El poder de la obstinación del espíritu. El ser humano es el ser que trasciende a si
mismo en cualquier circunstancia. Esta actividad de “trascenderse a si mismo” es su voluntad de
sentido y la expresión “no cualquier circunstancia” manifiesta el poder de obstinación del espíritu.
La libertad, pues, no tiene límite, mas bien es ella la que limita lo natural. Lo natural no e
libre. Es el hombre quien libremente supera sus condiciones meramente naturales en su relación
con los demás. La libertad es pues lo absoluto. Es el infinito poder de obstinación del espiritu.

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