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En Nariño, la agudización del conflicto armado ha afectado de manera directa a la población civil,
convirtiéndola en objetivo militar, rompiendo de esta manera toda distinción entre combatientes y
no combatientes. Si bien se viene presentando un aumento de los enfrentamientos entre las
organizaciones subversivas y los grupos de autodefensa, las acciones contra los ciudadanos
indefensos marcan el acontecer de la disputa armada por el territorio y los recursos.
El desplazamiento, vulnera los derechos de los seres humanos en todas sus dimensiones,
desintegra familias y comunidades y rompe de manera ostensible el tejido social.
Son estos factores, los que hacen pensar en la importancia de intervenir con estas poblaciones con
el fin último de movilizar recursos para restituir los derechos que les han sido vulnerados,
reestablecer el equilibrio emocional, potenciar su capacidad de desarrollo individual y colectivo y
mejorar su calidad de vida. Para ello, se presenta a continuación la propuesta de atención desde
el campo de la psicología, a personas, familias y comunidades en situación de desplazamiento,
teniendo en cuenta que como fenómeno complejo se hace necesario un abordaje interdisciplinario
que garantice una atención integral.
JUSTIFICACIÓN
El Departamento de Nariño, no es ajeno a esta realidad, ha sido escenario de una gran variedad de
conflictos sociales, expresados en las luchas en defensa de las identidades culturales y de
autonomía de las comunidades indígenas, de las negritudes en busca de una mayor integración de
los campesinos por la tierra y de las poblaciones urbanas en demanda de atención del Estado en la
prestación de servicios públicos básicos y modernización de la infraestructura.1 A la pobreza de
sus habitantes se suma la falta de integración de su población y la economía departamental es una
de las de menor desarrollo del país, caracterizada por la producción de bienes primarios y un muy
incipiente desarrollo industrial. Así mismo, la calidad de vida de los habitantes se ve afectada por
la presencia de grupos armados en el territorio, cultivo de uso ilícito, producción y tráfico de
estupefacientes; estableciendo entre sí, una dinámica particular que a todas luces allanan el
camino para que los grupos poblacionales salgan de sus territorios, buscando mejores
oportunidades o la protección de sus vidas.
La población que tiene que emigrar de la región por causa del conflicto armado son campesinos,
principalmente mujeres, niños y ancianos constituyendo los tres últimos los grupos más vulnerables
o de riesgo prioritarios.
En el Departamento de Nariño, según proyecciones del DANE para el año 2002, se calculó una
población femenina de 831.191 mujeres, que equivaldría al 48.99% del total de la población
proyectada que fue de 1.696.656 habitantes, de las cuales el 13% se encuentra en pobreza
absoluta, enfrentando graves problemas relacionados con la baja cobertura en la educación, el
56.49% de la población analfabeta del Departamento, son mujeres (DANE, censo de 1993); en
cuanto a salud enfrentan problemas propios de su genero como: obstétricos, de embarazo, aborto,
SIDA, cáncer, mala nutrición, mayor morbilidad. La edad promedio de fecundidad en Nariño es a
los 27.84 años, lo mismo que el resto del país para el período 1995-2000, la tasa de fecundidad en
el Departamento ha disminuido de aproximadamente 6.8 hijos por mujer en 1.960 a 3.38.
1
Alonso Pardo. Nariño un departamento en conflicto. En Conflictos regionales: Atlántico y Pacífico. IEPRI
y FESCOL, Bogotá 1998.
El departamento de Nariño presenta una problemática que afecta a las mujeres de todos los
estamentos sociales y económicos. La violencia intrafamiliar de la cual es la principal víctima junto
con sus hijos menores se ha visto agravada por el silencio y los factores culturales, económicos y
sociales que por generaciones han marcado su dependencia hacia el hombre. La falta de políticas
que apoyen a la mujer cabeza de familia, a aquellas que han sido victimas de al violencia y del
conflicto armado se traduce en la situación de vulnerabilidad y pobreza.
Según información del ICBF, los casos de maltrato físico durante los años: 1999, 2000 y 2001
llegan a 510, el 74.5%; los casos de abandono llegan a 123, equivalen al 18% de las denuncias
hechas; las situaciones de abuso sexual suman 13, el 2%; los casos de los niños y niñas que han
estado en peligro físico y moral llegan a 22.
Estudios longitudinales sobre el conflicto armado y relaciones intrafamiliares, como el realizado por
la Fundación Social Colombiana Cedavida con población desplazada desde 1989, han demostrado
que la prolongación y complejización del conflicto armado y el desplazamiento, ha aumentado las
posibilidades de maltrato a los niños, y por tanto de la cadena de violencia que retroalimenta el
conflicto.
Al analizar los impactos de la violencia sobre la psiquis de los niños, es necesario contemplar una
situación extrema y de efectos psicológicos particulares, como es el fenómeno de los niños
combatientes, ya sea los que empuñan las armas o los que colaboran en actividades de apoyo a
los grupos armados.
El adoctrinamiento encuentra terreno abonado en los seres cuya vida se ha construido sobre el
maltrato, social, familiar y en especial afectivo. Seres que sienten que no tienen nada que perder a
muy cortas edades, que en sus sentimientos anidan deseos de venganza, pero no de los muertos,
sino de su propio dolor, y de los deseos de liberarse de sí mismos.
El reclutamiento forzado de niños por parte de los actores del conflicto ha sido una causa de
desplazamiento. Algunos logran escapar y huir con sus familias, prefiriendo aventurarse en las
ciudades que someterse y dejarse destruir.
El impacto psicológico que este fenómeno causa en los niños, es algunas veces irreversible,
dependiendo del tipo y tiempo de militancia, de las acciones ejecutadas y de la etapa evolutiva en
que se encuentre. Entre las reacciones comportamentales más frecuentes que presentan los niños
soldados se observa como:
• Asumen el comportamiento y estilo de vida de quienes los oprimen: se vuelve
progresivamente normal para ellos matar, destrozar, atacar y violar.
• Obtienen aprecio y reconocimiento por sus actos de violencia
• No se sienten responsables por lo que hacen.
• Se sienten diferentes y es difícil para ellos reintegrarse a una sociedad organizada. (...) La
reintegración de estos niños puede ser difícil ya que algunos de ellos no son aceptados por
sus propias familias, lo cual puede llevar a su vinculación con grupos marginados. Es
factible también que no haya posibilidades de trabajo para ellos, por lo tanto, ningún
recurso para sobrevivir. "(Richman, N., 1997)
Los problemas del joven tienen su origen en las escasas oportunidades de ocupación del tiempo
libre; sus demandas están orientadas hacia la educación, la capacitación, la infraestructura
adecuada y suficiente para actividades propias de su edad y la orientación para escoger
acertadamente su futuro profesional, en todos los niveles, artesanal, tecnológico y profesional.
Al igual que los niños, los adolescentes y los jóvenes son una población altamente vulnerable en el
contexto del conflicto armado y el desplazamiento, debido a sus características evolutivas. Al ser
inmerso en un contexto de guerra y de desplazamiento, los referentes familiares y sociales
cambian frecuentemente de acuerdo a la evolución del conflicto. La inestabilidad que le rodea
afecta significativamente su proceso, sus búsquedas internas y por tanto su maduración. Algunos
referentes como el sometimiento por el terror, es un referente que no le permite crear, ni construir
sistemas propios de pensamiento.
Los adolescentes y jóvenes en situaciones de alto riesgo, presentan reacciones que corresponden
a la búsqueda de una identificación y al desarrollo de la personalidad. Entre las opciones más
frecuentes se han encontrado las siguientes:
La tercera edad es considerada como población vulnerable, pero es preciso reconocer la diferencia
entre la población cotizante o beneficiaria de la seguridad social, la cubierta por el régimen
subsidiado, la población indigente y la población desplazada o móvil. La población mayor de
cincuenta años necesita ser atendida de manera integral orientándola para que se involucre en un
proceso de reeducación en el sentido de asimilar su propio proceso de envejecimiento,
ofreciéndole programas de salud física y mental, acciones terapéuticas, como artísticas y
culturales, el deporte, la recreación dirigida que busquen restablecer el concepto de utilidad social,
de autoestima y autovaloración.
Como hemos podido observar, el desplazamiento generado por efectos de la violencia y el conflicto
armado, ocasiona un fuerte impacto psicológico y de organización social en los individuos las
familias y las comunidades que ameritan una atención inmediata para menguar los efectos
psicosociales de este fenómeno.
En los niños por ejemplo se pueden observar desordenes adaptativos, síndromes depresivos y
ansiosos, alteraciones en los procesos de aprendizaje y en la conducta social o de interrelación.
En las mujeres, muchas de ellas viudas, con poca escolaridad o analfabetas y con hijos pequeños,
se genera una transición en el ciclo vital que implica la asunción de nuevos roles, como el trabajar
para derivar el sustento de sus hijos, lo cual genera sobrecarga y estrés.
De otro lado, los roles asignados y asumidos dentro de la estructura familiar, se ven fuertemente
afectados por la violencia, y permite la distinción entre agresores y agredidos. La problemática de
la familia no es algo exclusivo del desplazamiento, en la mayoría de los casos ha atravesado por
momentos críticos que desencadenan en su desestructuración cuando se manifiesta un evento
traumático de mayor intensidad.
Por otra parte, la familia desplazada en su búsqueda de nuevas opciones de subsistencia pocas
veces tiene éxito. La dinámica de su nueva realidad, genera modificaciones en sus estructuras
productivas.
Las limitaciones familiares y laborales dificultan la elaboración de los traumas al mantener duelos
no resueltos, lo que a su vez imposibilita la reconstrucción de una nueva vida. La pérdida de alguna
figura constitutiva de la estructura familiar, determina que se busquen "sustitutos’ que en la
mayoría de los casos, no pueden asumir plenamente los roles vacantes. Es el caso de las madres
cabeza de familia, quienes deben hacer simultáneamente las veces de padre y madre, o de los
hijos mayores que asumen el papel de padres a muy temprana edad.
Con respecto a la población receptora, es frecuente que etiqueten a las personas desplazadas
como simpatizantes de grupos insurgentes o las caractericen como personas violentas,
antisociales y en ocasiones las perciban como una amenaza a su integridad física, psicológica y
ambiental. Así mismo, el apoyo gubernamental que se da a la población desplazada, en ocasiones,
genera en la población receptora sentimientos de desigualdad, rabia, violencia, entre otros, ya que
ésta puede estar en condiciones económicas, alimentarias, sociales, educativas y de salud,
similares o peores y no recibe este tipo de ayuda, expresándolo con actitudes de discriminación,
exclusión, rechazo, menosprecio, haciendo que las familias en situación de desplazamiento se
marginen y se sientan incomprendidas, perpetuando el aislamiento y el rechazo comunitario.
En otros casos, encontramos comunidades receptoras que favorecen el proceso de llegada de las
familias, proporcionando redes de apoyo satisfactorias, aliviando las necesidades inmediatas que
repercuten en su situación emocional, favoreciendo el proceso de adaptación.
A raíz del auge del cultivo de amapola, la relativa paz de Nariño comienza a verse alterada por el
surgimiento de todas las formas de violencia. La amapola introdujo efectos negativos a nivel social
y particularmente en la economía agraria, debido a que muchos campesinos pobres y sin
perspectivas económicas, vendieron sus tierras a personas que llegaron a sembrar amapola. La
difícil situación que debieron enfrentar los campesinos que salieron del campo se expresó en el
agravamiento del desempleo y la delincuencia en Pasto.
El cultivo de amapola se constituyó para los campesinos de Nariño en una alternativa ante el
estancamiento de la economía. Los mayores esfuerzos en combatir los cultivos de coca en
Putumayo, han hecho que miles de nariñenses que habían migrado a ese departamento atraídos
por la bonanza ilegal, tomen camino de regreso junto a gentes de otras regiones. En Nariño, el
incremento en el cultivo de coca y en su transformación constituyen una codiciada fuente de
recursos no solo para la guerrilla sino también para os grupos de autodefensa que obtienen
importantes fondos de esta actividad y en consonancia luchan disputándose entre si el dominio del
territorio.
No obstante las carencias socioeconómicas que son causa de muchos de los conflictos sociales, el
reciente escalamiento del conflicto armado y de las manifestaciones de violencia se explican por la
dinámica de los grupos armados que se han propuesto extender su presencia hacia el
departamento. En efecto, el territorio sur-occidental del país y más específicamente lo que
corresponde al departamento de Nariño, en la actualidad tiene para los protagonistas del conflicto
armado un elevado valor estratégico ya que es una zona fronteriza con el Ecuador, que tiene salida
al mar, con grandes extensiones de selvas y montañas escarpadas, con entrada a la bota caucana
y al macizo colombiano, además de contar con accesos directos hacia el alto y bajo Putumayo. Así
la actividad comercial es muy importante debido al intercambio con Ecuador, que favorece el
contrabando, el tráfico de armas y de drogas. Ante todo, son estos factores los que han convertido
a Nariño en un área sumamente importante para el control militar dentro de una perspectiva
estratégica del conflicto.
Por su parte, y como lo describe el Plan de Desarrollo Departamental, “el conflicto armado en
Nariño es relativamente nuevo, sólo en la década de los 80 aparecieron las primeras avanzadas
del 8° Frente de las FARC en los municipios del norte del departamento: El Rosario, Leiva,
Cumbitara y Policarpa donde se constituyen en un pequeño Estado, realizando acciones muy
esporádicas, sobre todo de presencia política y de cogobierno local. Posteriormente, aparece el 29
Frente que opera en el Sur Occidente, Sur y Costa Pacífica nariñense.”
Consecutivamente se crean en Nariño frentes como el 63 “Arturo Medina” y las columnas, “Daniel
Aldana”, “Jacinto Matallana” y “Mariscal Sucre” que en conjunto con el 29 Frente “Alfonso Arteaga”
abarcan casi la totalidad del Departamento; este copamiento se da como respuesta al Plan
Colombia luego del rompimiento de las negociaciones del Caguán y por considerar la zona como
un área estratégica que le posibilita su conexión con Perú, Brasil y Ecuador. “A esto hay que
adicionarle la entrada esporádica de compañías especiales como la “Timanco” quien llevó a efecto
la acción de Patascoy, recordada por todo el país por lo sangrienta y por el secuestró de un gran
número de militares, de los cuales algunos aún siguen retenidos.”
También el ELN hace su aparición en los años 80 pero sus acciones en la región se centran en
labores políticas que les dan gran reconocimiento en el Departamento, sus acciones militares se
dejan ver en el bloqueo de la carretera al mar durante periodos prolongados sin que la fuerza
pública pudiera actuar para tomar el control de la situación, siendo necesario para el levantamiento
del bloqueo la intervención de las autoridades por medio del diálogo.
“Este grupo se enfrentó a la fuerza pública en la segunda parte de los 90 y al calor de esa lucha fue
creciendo hasta tener en la actualidad tres columnas: Mártires de Barbacoas, Héroes del Sindagua
y la compañía Camilo Cienfuegos. Hace presencia en el Piedemonte costero, municipios del
Occidente de Nariño, municipios del Macizo Colombiano en límites con el departamento del Cauca
y en los municipios de Samaniego, Linares, Consacá, El Tambo y Sotomayor.”
Por su parte, las AUC hacen presencia en el Departamento a finales de los años 90 y fueron
desplegándose por el territorio, especialmente en municipios donde existen cultivos ilícitos; hoy se
puede decir que las AUC hacen presencia en todo el departamento concentrando su accionar
fundamentalmente en las cabeceras municipales.
Como se menciona en el Plan de Desarrollo, las AUC en Nariño obedecen a dos líneas: la del
grupo de Carlos Castaño con su columna “Libertadores del Sur” y la del Bloque Central con
las “Águilas del Sur”, “sin embargo el reclutamiento se hace en Nariño.
En consonancia con los aspectos señalados hasta el momento, la creciente violación de los
Derechos Humanos y del Derecho Internacional Humanitario es resultado de la mayor actividad de
la guerrilla y las autodefensas que han desencadenado una dinámica en la cual dirigen sus
acciones contra los civiles, recurriendo al terror por medio de homicidios selectivos, masacres y
secuestros. En este contexto se produce el desplazamiento masivo de personas, que como se
menciona líneas arriba, abandonan su entorno social como una manera de procurar su
supervivencia. En general, los efectos del desplazamiento pueden resumirse en:
• Destrucción del proyecto de vida individual y colectivo
• Ruptura del tejido social
• Desarraigo y pérdida de identidad cultural
• Ruptura de las formas de inserción social
• Pérdida de derechos ciudadanos
• Discriminación, hostilidad y señalamiento por la comunidad receptora
• Desborde de la capacidad institucional, no gubernamental y de organismos de cooperación
internacional
• Insatisfacción de las necesidades básicas de la población
Los desplazamientos poblacionales por causa del conflicto armado y la violencia generalizada se
presentan desde 1997, razón por la cual se implementó y formalizó el Comité Departamental de
Atención a la Población Desplazada por la Violencia, lo que generó la creación de los comités
municipales, la elaboración de planes de contingencia en la eventualidad de que se presenten
desplazamientos masivos. En los primeros meses del 2001 la Organización Internacional de
Migraciones financiaron el diseño y formulación del Plan de Contingencia para los municipios de
Pasto, Ipiales y Tumaco.
Es desplazado toda persona que se ha visto forzada a migrar dentro del territorio nacional
abandonando su localidad de residencia o actividades económicas habituales, porque su vida, su
integridad física, su seguridad o libertad personales han sido vulneradas o se encuentran
directamente amenazadas por las siguientes situaciones:
En consonancia, los municipios expulsores2 con mayor registro de personas desplazadas son
Tumaco, Pasto, Barbacoas, El Charco, Olaya Herrera, Samaniego, Policarpa, Santa Bárbara,
Ipiales y El Rosario; coincidiendo con los territorios donde hacen presencia las FARC, el ELN y
existe cultivos de ilícito, prioritariamente de coca. ( ver tabla No.1)
La población desplazada, busca entonces refugiarse en zonas donde se hace posible a primera
vista conseguir de manera más ágil la ayuda de las instituciones nacionales e internacionales ya
sea en el momento de la emergencia o con miras a una posible reinstalación; en este sentido, se
destaca la afluencia de la población hacia el municipio de Pasto. Otros municipios receptores3 que
registran índices elevados son: Aldana, Arboleda, Ancuya, Barbacoas, Belen, Consacá, Buesaco,
Chachaguí, Contadero y Córdoba; de los cuales Aldana y Contadero no registran actividad
insurgente ni cultivos de ilícito. ( ver tabla No. 2)
Existen Municipios que cumplen con las dos características antes mencionadas, es decir que son
receptores y expulsores entre ellos el de mayor índice es Barbacoas. ( tabla No.3).
Tanto los municipios expulsores como los receptores, son justamente los que deben recibir
atención prioritaria, teniendo en cuenta que son los directamente afectados por las problemáticas
generadas por el conflicto armado como amenazas, tomas guerrilleras, desplazamiento,
emplazamiento, retenes, desapariciones, asesinatos selectivos y masacres.
De acuerdo con la dinámica del conflicto armado en el departamento se cree que los municipios
que en el futuro podrían ser expulsores de población desplazada serían: El Rosario, Taminango,
Policarpa, (por Madrigales zona de influencia de las FARC), El Tablón, El Remolino, Leiva, La
Cruz, Albán y Pasto. Así mismo todos aquellos que han sido sometidos a las fumigaciones con
Glifosato corren el riesgo de ser expulsores de su población.
Es entonces en este marco donde el apoyo psicosocial se debe enfocar a la prevención del
desplazamiento la cual es entendida como el conjunto de acciones dirigidas a impedir o mitigar el
impacto del conflicto armado en las poblaciones que presentan alto riesgo o sufren el
desplazamiento.
2
Entendidos éstos como las localidades que son abandonadas por la población posterior a tomas subversivas, amenazas,
enfrentamientos entre los grupos armados al margen de la ley.
3
Son localidades que reciben a la población que ha sido desplazada por el conflictos social y político que enfrenta el país.
A continuación se presentan las tablas que reportan el porcentaje de familias y personas
desplazadas con referencia a los municipios expulsores, receptores y expulsores-receptores:
NO. MUNICIPIO
1 ALBAN
2 ANCUYA
3 ARBOLEDA
4 BARBACOAS
5 BELEN
6 BUESACO
8 CONSACA
9 CONTADERO
10 CORDOBA
11 CUMBAL
12 CUMBITARA
13 EL CHARCO
14 EL PEÑOL
15 EL ROSARIO
16 EL TABLON DE GOMEZ
17 EL TAMBO
18 GUAITARILLA
19 GUALMATAN
21 IPIALES
22 LA CRUZ
23 LA FLORIDA
24 LA LLANADA
25 LA UNION
26 LEIVA
27 LINARES
28 LOS ANDES
29 MALLAMA
30 NARIÑO
31 OSPINA
MARCO LEGAL
El Gobierno Nacional ha formulado una legislación Nacional para promover, proteger y defender
los derechos humanos. Este marco legal lo podemos resumir de la siguiente manera:
11. Proporcionar un nivel de vida adecuado a los desplazados. Cualesquiera que sean las
circunstancias, las autoridades competentes proporcionarán a los desplazados internos, como
mínimo, los siguientes suministros o se asegurarán de que disfrutan de libre acceso a los mismos:
Alimentos esenciales y agua potable, alojamiento y vivienda básicos, vestido adecuado, servicios
médicos y de saneamiento esenciales y se harán esfuerzos especiales por asegurar la plena
participación de la mujer en la planificación y distribución de estos suministros básicos. Los
desplazados internos enfermos o heridos y los que sufran discapacidades recibirán en la mayor
medida posible y con la máxima celeridad la atención y cuidado médicos que requieren. De igual
manera, se prestará especial atención a las necesidades sanitarias de la mujer, incluido su acceso
a los servicios de atención médica para la mujer, en particular los servicios de salud reproductiva,
y al asesoramiento adecuado de las víctimas de abusos sexuales y de otra índole.
13. Ofrecer una educación gratuita a los desplazados. Las autoridades competentes se
asegurarán de que los desplazados internos, en particular los niños desplazados, reciben una
educación gratuita y obligatoria a nivel primario. La educación respetará su identidad cultural, su
idioma y su religión. Se harán esfuerzos especiales por conseguir la plena e igual participación de
mujeres y niñas en los programas educativos. Tan pronto como las condiciones lo permitan, los
servicios de educación y formación se pondrán a disposición de los desplazados internos, en
particular adolescentes y mujeres, con independencia de que vivan o no en campamentos.
14. Promover retornos solamente en condiciones dignas, voluntarias y con todas las
garantías de seguridad para los desplazados. Las autoridades competentes tienen la obligación
y responsabilidad primarias de establecer las condiciones y proporcionar los medios que permitan
el regreso voluntario, seguro y digno de los desplazados internos a su hogar o su lugar de
residencia habitual, o su reasentamiento voluntario en otra parte del país. Esas autoridades
tratarán de facilitar la reintegración de los desplazados internos que han regresado o se han
reasentado en otra parte.
LINEAMIENTOS BASICOS DE ATENCION PSICOSOCIAL
Realizar una intervención psicosocial permite disminuir el malestar emocional causado por el
conflicto armado y prevenir daños psicológicos mayores, de igual forma posibilita promover o
fortalecer procesos de organización comunitaria, redes de apoyo, facilitar procesos de solución
pacífica de conflictos y creación o fortalecimiento de proyectos comunitarios.
La atención psicosocial no se puede ofrecer de manera aislada, sino que debe ser un eje
trasversal, es decir, debe formar parte de una estrategia integral de ayuda humanitaria, material y
sanitaria y partir del principio que la primera ayuda psicológica es la satisfacción de las
necesidades básicas y garantizar la sobrevivencia.
Así mismo debe orientar su quehacer hacia la intervención en tres niveles: el individual, el familiar y
el grupal o comunitario en focos como la estabilización emocional, la educación y la organización
comunitaria.
POBLACION A INTERVENIR
OBJETIVOS ESPECIFICOS
• Elaborar diagnóstico preliminar con el objetivo de evaluar la situación existente, definir las
prioridades de actuación y garantizar la restitución del ejercicio integral de los derechos.
(situación de emergencia)
• Brindar apoyo psicosocial orientado a disminuir el impacto emocional del desplazamiento o
desastres naturales en los grupos de riesgo prioritarios (niñez, madres cabeza de familia –
gestantes/lactantes, tercera edad), jóvenes, familias y comunidades beneficiarias del
Programa.
• Promover y apoyar los procesos de reconstrucción familiar y social en pro de mejorar la
calidad de vida de las personas y la comunidad.
• Promover procesos de reestablecimiento socioeconómico y consolidación de redes Inter.-
institucionales para garantizar la continuidad en la reconstrucción del tejido social y la
recuperación emocional de la población en situación de desplazamiento por conflicto
armado o desastres naturales
4
percepción de bienestar psicológico y social de la población victima del conflicto armado, a partir
de las intervenciones orientadas a tal propósito.
ESTRATEGIAS
1. ATENCION PSICOSOCIAL
2. CAPACITACION
3. EDUCACION POPULAR
Proceso que permiten brindar información a la población sobre tópicos inherentes a salud
mental: implicaciones psicosociales del desplazamiento, estrategias de afrontamiento;
nutrición; saneamiento ambiental, derechos de los desplazados, entre otros.
4. ORGANIZACIÓN COMUNITARIA
5. GESTION INTERINSTITUCIONAL
La atención psicosocial no es una tarea que pueda abordarse por un organismo o desde la
perspectiva de un solo Sector. De ahí la necesidad de establecer contactos, relaciones de
trabajo, coordinaciones y alianzas para afrontar las diferentes facetas del trabajo. En las
comunidades estos procesos de concertación con los organismos locales van a estar
íntimamente relacionado con la continuidad y sostenibilidad de las acciones una vez
concluida la fase de emergencia.
NIVEL DE
OBJETIVOS ESTRATEGIAS
INTERVENCION
• Acompañamiento e • Individual
intervención : • Familiar
1. Evaluación de la
situación existente: En este proceso
se deben considerar factores como el
tiempo y tipo del asentamiento, las
características y causas del
desplazamiento (por conflicto armado,
por desastres naturales), la región de la
que provienen, la zona receptora y las
características individuales, sociales,
económicas y culturales de la
población afectada.
2. Definir prioridades
de actuación: Gestionar con las
DIAGNOSTICO PRELIMINAR Y PRIORIDADES DE ACTUACIÓN
• Acompañamiento e intervención
terapéutica individual: Se interviene • Individual
en situación de crisis o casos que por • Familiar
su complejidad así lo ameriten.
• Acompañamiento e intervención
terapéutica Grupal: apertura de
espacios de expresión de
sentimientos, identificación y
reconocimiento del impacto emocional
en las personas generado por las • Grupal
circunstancias del desplazamiento en
procura de disminuir el malestar
APOYPO
comunidad en torno a:
1. la consolidación de
grupo co-terapéutico con jóvenes
• Grupal
de la comunidad para apoyar la
atención psicosocial de la niñez:
permite a los jóvenes asumir una
actitud proactiva en el proceso de
adaptación y cambio de la
comunidad desarrollando espacios
de seguridad y confianza para los
niños que a su vez posibiliten
mitigar los efectos del sufrimiento y
promover el desarrollo
psicoafectivo.
2. Promoción de espacios
de recreación y utilización del
tiempo libre, que permitan la • Grupal
identificación de fuentes alternas de
expresión e integración.
NIVEL DE
OBJETIVOS ESTRATEGIAS
INTERVENCION
• Acompañamiento terapéutico
familiar: para el fortalecimiento de • Familiar
PROMOVER Y APOYAR LOS PROCESOS DE RECONSTRUCCIÓN FAMILIAR Y SOCIAL
OBJETIVOS ACTIVIDADES
• Elaborar diagnóstico • Establecer contacto inicial con la (s) persona (s) afectada
preliminar con el por el evento
objetivo de evaluar la • Establecer condición actual
situación existente, • Recuperar historia personal y familiar
definir las prioridades
• Recuperar antecedentes del evento
de actuación y
• Chequear expectativas
garantizar la
restitución del • Elaborar perfil
ejercicio integral de • Identificar grupos de riesgo prioritarios: Madres cabeza de
los derechos. familia, especialmente gestantes y lactantes, niños,
(situación de jóvenes y ancianos que viven solos.
emergencia) • Identificar de lideres comunitarios
• Orientar a la población sobre el proceso de inscripción en
el Sistema Único de Registro SUR y manera de obtener
con prioridad cupos en jardines de Bienestar o en
escuelas.
• Vincular a la población afectada al proyecto de asistencia
social familiar y comunitaria en las zonas de asentamiento
• Coordinar con las entidades del SNAIPD que tengan
competencia en el campo psicosocial, las acciones a
realizar con la población afectada.
• Gestionar con las autoridades competentes la
implementación de medidas (seguridad) y el cubrimiento
de las necesidades básicas inmediatas.
• Ofrecer orientación laboral con el fin de identificar opciones
de generación de ingresos acordes a su conocimiento y las
oportunidades laborales que ofrece el nuevo contexto
• Organizar talleres para la autoprotección de la población:
son actividades grupales informativas sobre aspectos
legales y derechos de los desplazados entre otros.
OBJETIVOS ACTIVIDADES
Las actividades programadas se realizaran de manera permanente durante los ocho meses del
contrato, en los municipios seleccionados para intervenir y estarán dirigidos a la población víctima de la
violencia o conflicto armado (mujeres cabeza de familia, niños, jóvenes, tercera edad, familias), en
situación de desplazamiento o afectadas por problemáticas asociadas a estos fenómenos; comités
locales, docentes, educadores familiares e instituciones del sistema a nivel local, departamental y
nacional, según corresponda.
METAS
• Se tendrá una caracterización de la población a ser atendida y en esa medida adecuar el
programa a las necesidades específicas de la comunidad afectada.
• Que el 100% de la población objeto de atención quede vinculada en los proyectos de
asistencia social familiar y comunitaria en las zonas de asentamiento.
• Que el 100% de la población objeto de atención tenga cubierta sus necesidades básicas
inmediatas: vivienda, alimentación, salud, educación
• Restablecer la integridad emocional de la población objeto de atención:
1. Fortalecimiento de los procesos de duelo
2. Fortalecimiento de la autoestima y actitud preactiva frente al afrontamiento de la situación
adversa
3. Disminución de los niveles de estrés y ansiedad
4. Disminución de los índices de violencia intrafamiliar y maltrato infantil
5. Recuperación psicoafectiva de la niñez
6. Proyecto de vida restablecido
7. Grupo de autoayuda y co-terapéutico consolidado
8. Pauta adecuadas de comunicación familiar y grupal
9. Procesos de socialización en la niñez y los jóvenes fortalecidos
• Redes de apoyo familiares y sociales Fortalecidas
1.Vínculos a nivel comunitario establecidos
2.Comités Conformados para el mejoramiento de la calidad de vida de los miembros de
la comunidad.
• Consolidación de bases para el restablecimiento y estabilización socioeconómica de la
población objeto de atención.
• Entidades locales y regionales convocadas para apoyar y complementar las acciones del
programa de atención de la unidad móvil en beneficio de la población desplazada