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"alimentacion macrobiotica"

por Xisco candeas martinez


martes, 08 de febrero del 2011 a las 09:25
guardado en Articulo 157

RENÉ LÉVY: "No esperéis a ser viejos para permanecer jóvenes"

“He tenido mucha suerte, hace 50 años conocí a un maestro japonés, George
Oshawa, que veía los alimentos no como pura composición, aspecto dietético, sino que
también se ocupaba de su aspecto energético” “EL ALIMENTO ES NUESTRO
MATERIAL DE CONSTRUCCIÓN. ¿Cuándo empezaremos a ver la alimentación como
algo que se convierte en nuestra sangre, nuestra carne, piel, tejidos? “Me siento como
una persona de 20 años y tengo 82. Hago algo que alarga la vida. Puedo desaparecer
porque así funciona la vida pero con la gran felicidad de haber ayudado a aliviar
sufrimiento, a caminar a gente que no podía hacerlo y a curar a miles de personas con
este camino de la macrobiótica” “La macrobiótica es el ARTE DE PROLONGAR LA
VIDA Y REJUVENECER NUESTRAS CÉLULAS y permite a muchas personas volver a
vivir y descubrir que la salud es una exigencia nutricional. La promesa de la
macrobiótica es una salud nueva, inimaginable” “Me siento solo como último discípulo
vivo de Oshawa. Tengo un TESORO y quiero compartirlo con los enfermos, con las
madres, con los hijos…” René Lévy, uno de los pocos discípulos directos del mítico
George Oshawa, el fundador de la macrobiótica, y uno de los mayores impulsores en
Europa de esta alimentación y filosofía de vida, falleció el pasado 16-8-2010 en la
localidad francesa de Saint Gaudens, donde hace más de 30 años fundó el centro
macrobiótico y hotel-restaurante Cuisine et Santé que ha sido un punto de referencia,
aprendizaje y peregrinaje para miles de personas. René Lévy tenía 83 espléndidos,
llenos de Vida, sabios y entregados al servicio a los demás años de vida y, aunque su
trabajo y legado es de gran importancia, no existe una referencia suya propia en
wikipedia y los periódicos se limitaron a reproducir una escueta nota de prensa con
detalles de su biografía y referencias superficiales a la alimentación macrobiótica y sus
posibilidades. Ni mención a las miles de personas a las que ayudó a sanar de
enfermedades consideradas incurables y desahuciadas por la medicina oficial, tanto
alopática como alternativa, y a las miles que ha enseñado a tener una mayor calidad
de vida y a orientar su brújula con mayor sabiduría y coherencia con la Naturaleza. La
curación y el conseguir una SALUD RADIANTE, que es un concepto mucho mayor que
no estar enfermo, por medio de una alimentación basada en productos naturales, al
margen de la industria, y buenos hábitos de vida que dependen de la responsabilidad
personal y la voluntad y no de pastillas, no son temas que interesen al Sistema pero sí
a todos aquellos que quieran acceder a otra información para decidir mejor lo que
comemos y lo que somos. Cuando dejó su Toulouse natal por una vida más bohemia y
abierta en París, se interesó por el teatro y los métodos de expresión personal y en un
curso le llamó la atención que la profesora comía un bizcocho de trigo sarraceno, sabor
que le agradó. Ella le prestó el libro “La filosofía de la Medicina del Extremo Oriente” de
un tal George Oshawa. Ese fue un punto de inflexión en su vida porque en esa obra
encontró todo lo que buscaba: una combinación de filosofía, poesía, ciencia, religión e
indicaciones prácticas para cambiar su alimentación. Buscó al autor y en una
conferencia suya descubrió que encarnaba “la sabiduría de la espiritualidad de
Extremo Oriente” y que destacaba por la paz y tranquilidad que transmitía y su poder
de comunicación. De allí pasó a realizar cursos de cocina y aprender la “delicadeza y
serenidad de esta comida” y permaneció 10 años junto a Oshawa. René Lévy
considera que la práctica sin teoría es peligrosa y la teoría sin la práctica es inútil, una
utopía y por ello uno de sus objetivos era fundar un centro permanente para trasmitir
estos conocimientos. Esto se materializó en Cuisine et Santé en Saint Gaudens en el
sur de Francia. En la entrevista comenta que allí NO TIENEN FRIGORÍFICO porque no
lo necesitan ya que “el cereal es la paz de la comida y dura años y años”. Habla de las
propiedades del tamari y del miso y cómo la tradición oriental buscó un complemento
alimenticio de gran riqueza nutricional y fácil asimilación y que no necesitan comer
carne para tener una gran energía y vitalidad (en la siguiente conferencia puntualiza
este punto). A las personas débiles y a los enfermos aconseja comer CEREAL
INTEGRAL con todas sus vitaminas, germen y riqueza, masticarlo bien y tomar una
cucharadita rasa de miso diluida en agua. Relata el caso de sus padres a quienes ya
muy mayores y enfermos (casi ceguera, Parkinson y poca movilidad) y sin esperanza
de los médicos, resucitó con la macrobiótica y les ofreció unos últimos años de gran
calidad de vida: con más visión y movilidad. Sanar-mejorar la salud de sus padres fue
para René una gran fuente de felicidad y su mayor éxito personal en la vida. Como
consejo a todos los que quieran investigar la macrobiótica, recuerda que no hay que
perder de vista a Oshawa, “la fuente profunda y explicación verdadera”, comenta con
satisfacción y orgullo que en varias provincias españolas hay personas formadas para
enseñar macrobiótica (Tarragona, Gerona, Barcelona, País Vasco) y que no debe irse
de este mundo sin preparar a 100 alumnos para poder “llegar hasta el infinito” porqué
considera la macrobiótica como una GRAN ESCUELA DE VIDA. Cuando él conoció
esta filosofía-alimentación bebía y comía mucho y con demasiados dulces, pero pudo
cambiar su vida y con más de 80 años está tan agradecido por ello que se dedica a
transmitirlo para que la gente pueda también beneficiarse. Sabe que no es fácil
reeducarse y descondicionarse pero su experiencia y los testimonios de miles de
personas testifican que es posible. Explica que la ENFERMEDAD PROCEDE DEL
EXCESO DE LÍQUIDO: “una piel de tambor para que suene debe estar seca” y
contradice la recomendación médica de beber mucho líquido puntualizando que si se
come carne sí se necesita beber porque es lo más concentrado que existe, pero no con
otra alimentación. “Con la macrobiótica se orina de 2 a 3 veces en 24 horas, mayor
frecuencia implica demasiada acidez, demasiados líquidos o tensión líquida en el
cuerpo” Acusa al AZÚCAR REFINADO DE SER CANCERÍGENO Y PELIGROSO y al
abuso de proteína animal por perjudicial e innecesario. “La alimentación actual acorta
la vida y podríamos considerar que la medicina moderna desarrolla aparatos increíbles
por culpa del carnivorismo. En francés “cáncer” y “carne” es el mismo término. La carne
lleva automáticamente al cáncer porque la tratan con hormonas, medicamentos,
pesticidas, … Y esto no es lo más grave. Lo más grave es QUERER AÑADIR CARNE
A LA CARNE. El organismo tiene un volumen de carne determinado. ¿Hasta dónde
vamos a llegar para darnos cuenta que el exceso de carne es la expansión final?” Aun
así, matiza que la macrobiótica no excluye todos los productos animales. Aunque la
gente cree que ellos sólo comen cereales, esta es la dieta cuando hay enfermedad.
Existen 10 DIETAS MACROBIÓTICAS diferentes y algunas sí incluyen carne, cita el
caso de los esquimales aunque su esperanza de vida es muy corta (45 años). También
critica algunos tipos de vegetarianismo porque producen desequilibrios energéticos.
Señala la importancia de la MASTICACIÓN que puede ser de hasta 200 veces por
bocado porque con ello realizamos una transformación de nuestro propio terreno: “El
alimento es nuestro material de construcción. ¿Cuándo empezaremos a ver la
alimentación como algo que se convierte en nuestra sangre, nuestra carne, piel,
tejidos?”. Además, con la masticación se añade CONCIENCIA al acto de comer
consiguiendo así una alimentación consciente. Detalla casos de personas con
enfermedades graves que se han curado con una dieta de sal y grano durante 40 días
-bajo supervisión- y también comenta que en las antiguas tribus indígenas de América
cuando un miembro de la familia enfermaba, toda la familia cambiaba de alimentación.
Y si había epidemia, toda la tribu lo hacía. Extrapolándolo a la sociedad actual,
reivindica que todos deberíamos llevar una dieta anticancerígena, antidepresiva,
antifatiga, … y sin embargo, hacemos lo contrario. Asegura que la salud no es lo que
creemos sino que es como UN NUEVO CONTINENTE POR DESCUBRIR y que los
cereales, la sal, verduras que crecen pegadas al suelo (zanahoria, cebollas, nabos,
coles, calabaza, puerros, …) y fuego es suficiente para curar enfermedades porque
transforma el organismo. Y la última, y más interesante, parte de la conferencia es
cuando describe varios BENEFICIOS DE LA MACROBIOTICA: Curar cualquier
enfermedad Nunca estar cansados Tener buen apetito Conseguir un sueño reparador
en menos horas. Esto para él fue una revelación porque pasó de dormir más de 8
horas a 4-5 Recuperación y aumento de la memoria Buen humor Y comparte que en
una cura de 10 DÍAS DE CEREALES se pueden conseguir importantes cambios. Y
hasta aquí el legado de René Lévy. Todos aquellos interesados en mejorar su salud y
calidad de vida ya saben que existen muchos caminos al margen de lo que nos
cuentan los medios de comunicación y las multinacionales. La macrobiótica es uno de
esos caminos y tiene mucho que ofrecer, y René Lévy dejó formadas a muchas
personas que nos pueden asesorar y enseñar.

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