You are on page 1of 3

Desastre nuclear en Japón: Alcances políticos

Castañeda Lesmes Jorge Luis

¿Sí o no? Una pregunta terriblemente difícil de responder. Puede que ya


suceda, y desde hace varias décadas se trate el tema, se haya puesto en
funcionamiento, que haya tenido problemas y desastres, teniendo como
última anotación, el reciente accidente producido en las centrales nucleares
de Fukushima, Japón.

Es un debate sumamente complicado, por todos los temas que en cuanto a


él giran, problemas de seguridad, de abastecimiento, de pureza, del proceso,
de sus beneficios, de sus consecuencias, etc. Ver a la gente protestando tan
efusivamente en contra de la Energía Nuclear, me hace cuestionar, ¿Qué es
lo que queremos?

Políticamente, la Energía Nuclear, al ser tan “avanzada”, sería como una


bandera de estatus de desarrollo frente a los demás países, liberarse
gradualmente de la dependencia del petróleo y llevar dicha batuta es un
precio que tal vez a primera vista y de inmediato se vea como algo muy
caro. Pero, para hablar de plantas nucleares, de centrales, se debe hablar
con una visión a futuro de no menos de 2 décadas, tal vez, allí se verán las
verdaderas consecuencias de la implementación de dicha energía.

Pero, yo invito a hacer un poco de memoria, y que nos ubiquemos en


diferentes contextos. Todo el mundo habla de Chernóbil cada vez que
sucede algo con una planta nuclear. Por estos días, el tema se ha
recalentado producto de la emergencia que se ha vivido en Fukushima,
Japón. Y es cierto, usar la energía nuclear no es un juego ni mucho menos,
pero, tampoco debe ser un tema que aterrorice a las personas, y que genere
oleadas de protestas para que se elimine el tema de las agendas públicas de
las naciones, al menos, de las más ricas y poderosas.

Yo me pregunto, ¿hasta cuando el mundo seguirá viéndose al revés? Es


decir, mientras las plantas funcionan, todo el mundo se abastece de sus
beneficios, usa la luz, la calefacción, y demás beneficios que en si trae la
electricidad, que a su vez es producida por estas cuestionadas plantas de
energía nuclear. Claro, ahí si nadie dice nada, todos contentos y felices, pero
sucede algo, muchas veces algo fuera de las manos de los humanos, como
lo es una catástrofe natural; es obvio que tal vez Fukushima y todo Japón al
estar situado geográficamente en un lugar altamente sísmico, debió prever y
tener todo un plan de control en caso de que sucediera algo como lo que
sucedió. Y ahí si todos salen a hablar.

Sencillamente, y siempre ha sido, y no sé si seria atrevido al decir que así


será; pero, tiene que suceder algo para que nos demos cuenta del error, y es
precisamente eso lo que yo quiero mostrar al tratar de hacer un papel de juez
del diablo. Soy consciente de todos los peligros para la salud que puede
generar la mala utilización de semejante poder natural (y hasta político –
militar) como lo es los temas que incumben la energía nuclear. Es por eso
que recordamos enérgicamente a Hiroshima y Nagasaki cada vez que
empieza a oler en el ambiente internacional un posible problema de
atentados y/o guerras que puedan conducir al uso indebido de dicho
potencial.

Me cuesta oponerme a la energía nuclear, me cuesta creer que tanto talento


e ingenio de la humanidad se pueda detener por el miedo a unos “riesgos”,
que bien controlados serian casi nulos; y efectivamente, son casi nulos, ¿un
“desastre” sucede cada cuanto? Es claro que suceden y Fukushima nos
recuerda que en cualquier momento puede pasar. Pero yo también hago
hincapié en que si sucedieran realmente todo el tiempo, uno por año, dicha
energía, y dicho entusiasmo, y hasta el tema hace rato ya se habría
archivado. Pero vuelvo y pienso en los beneficios. Japón es un país que no
tiene petróleo, que no tiene ninguna fuente de energía más que su talento
humano que hace hasta lo imposible por aprovechar los recursos que tiene;
es por eso, que no tienen de otra, la energía nuclear es una muy buena
herramienta. Con las consecuencias que esto conlleva, y que curiosamente
Japón ya las vivió, y no precisamente por un “fallo en una planta nuclear”
sino por el susodicho juego de intereses, por allá en la segunda guerra
mundial. Entonces, ¿energía nuclear si, o energía nuclear no?

No en vano, el casi 70% de la fuente de suministro de energía en Francia


proviene de la E. Nuclear. Entonces, el problema se centra es en el control
sobre la supervisión a dichas plantas, no son un juego, no son fáciles de
manejar, es un tema complicado; de ahí que los técnicos, los expertos deben
estar monitoreando cada minuto para entregar el servicio a la comunidad; y
estoy seguro que el día, que les falta el suministro de energía, por un tiempo
prolongado, ese día, extrañaran al mismísimo petróleo que tanto nos
contamina. Yo me pregunto, ¿Cuánto daño causa el uso del petróleo en la
salud de los humanos, y del planeta en general? ¿Cuánto daño ha causado
las fallas en las centrales nucleares? ¿Es que las consecuencias de la
Energía Nuclear son más evidentes y feas que la del petróleo? ¿Realmente
son más graves las consecuencias malas que las buenas cuando se usa
energía nuclear? Y qué tal si en vez de todas esas preguntas, no nos
preguntamos, ¿Qué hacemos nosotros por mejorar la salud del planeta?

Entonces, Energía Nuclear, si! Pero controlada, bien supervisada, bien


financiada. Debemos irle recortando terreno al uso casi ciego del petróleo.
Debemos encontrar formas alternas de energía, sí, eso está más que claro,
pero mientras encontramos dichas fuentes de energía, el gobierno debe
garantizar el suministro del servicio de energía, y la nuclear es una muy
buena, y eficiente(a pesar de sus deficiencias físicas) forma de hacer que se
cumpla esa misión del gobierno.

Ahora, tal vez, aquí más de uno me refuta y me diga que puede haber formas
de energía alternas muy buenas, excelentes, que prácticamente no necesitan
nada, como la solar, o la eólica; y yo les contestaría, sí, eso es cierto; pero,
para llegar a eso, en mi pensar, tendríamos que cambiar todo un sistema
cultural que esta supremamente ligado a nuestro modo de vida, a nuestro
pensar, a nuestro todo. El día que usemos energía Solar, ese día, la
sociedad, la comunidad como la conocemos hoy día, no tendrá nada, pero
nada comparado con la civilización real que habrá el día que se pueda
compartir algo que no es nuestro sin apoderarnos de lo que no somos
dueños, de la luz del sol por ejemplo; o como todo lo que en el planeta
existe, pero que culturalmente nos hemos adueñado.

Bibliografía:

1. López Vidal Lluc. La política exterior y de seguridad japonesa,


Barcelona: Editorial UOC, 2010. capítulo III : Los condicionantes
internos de la política exterior de Japón: actores.

You might also like