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Muchas políticas educativas actuales planean como fin formar un ciudadano trabajador
competente, hecho que implica una parcelación del proceso de formación a un ámbito de
acción y solución de problemas únicamente.
Bajo este enfoque, el manejo de las competencias no aborda toda la complejidad que
implica. Se maneja de forma separada el saber hacer, del saber conocer y del saber ser.
Descuidando de este modo los valores personales, la asunción de responsabilidad por el
actuar humano, y la actuación que implica la transformación de su entorno a favor del
bienestar humano.
Entendiendo el término competencia como un saber hacer razonado para hacer frente a la
incertidumbre, no limitamos su ámbito a comportamientos observables únicamente, sino a
una compleja estructura de atributos necesarios para el desempeño en situaciones diversas
donde se combinan conocimiento, actitudes, valores y habilidades con las tareas que se
tienen que desempeñar en determinadas situaciones.
Si bien existen diversas maneras de clasificar las competencias del estudiante, la más
genérica es la que las categorizan en tres: básicas, genéricas y específicas (Vargas, 1999).
Las competencias básicas del estudiante, son aquellas que sirven como plataforma para los
demás tipos de competencias, y permiten el desenvolvimiento y solución de problemas en
su cotidianeidad. Estas son: comunicativa, matemática, de autogestión del proyecto ético de
vida, manejo de nuevas tecnologías de la información y la comunicación, afrontamiento al
cambio, y liderazgo. Las genéricas son comunes a varias ocupaciones o profesiones y las
específicas tienen un algo grado de especialización.
La herramienta que permite articular todos los factores que intervienen en el aprendizaje
junto con la situación, el tipo de estudiante y los propósitos se denomina “diseño
instruccional”. El mismo tiene como objetivo facilitar el aprendizaje de los alumnos,
fundamentándose en el desarrollo de la pedagogía. Por tanto va evolucionando en función a
las nuevas teorías pedagógicas y se cuenta con una herramienta para planear, ejecutar y
evaluar el proceso educativo.