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Profundizando en el Darse Cuenta

Elementos y propuestas para el desarrollo del Darse Cuenta en Terapia Gestáltica.

Si bien Perls estableció mediante los diálogos gestálticos un método genial de sacar a la
luz la división interna del individuo, de poner “adentro” o “afuera” de él lo que reconoce y lo
que no reconoce, para así llegar a descubrimientos importantes o a una integración de sí mismo,
cada uno de nosotros puede, en su medida, entendiendo bien que esto es solo una técnica y no la
base de la Gestalt, preguntarse e indagar sobre otras técnicas que nos lleven a ésta resolución de
las diferencias o a éste darse cuenta.
Adriana Schnake por ejemplo, ha hecho esto creativamente mediante el diálogo con
órganos, ya que ahí la persona pone en el órgano a ése “otro” que no quiere ver. Esto aparte de
ser novedoso, es inminentemente práctico ya que se ha visto que las personas estamos muy bien
dispuestos en general a escuchar algo que se supone que “es nuestro”, lo que no ocurre muchas
veces con la disposición de escuchar a otros.
El diálogo gestáltico entre dos polaridades, tan usado en terapia gestalt, es solo una de
muchas formas de movimiento pueden existir entre dos “cosas” mías, o entre lo “mío” y lo “no
mío”.
Existen muchas otras posibilidades, dentro del mismo enfoque gestáltico, de ir y venir
entre “nosotros” y ése “otro” que no soy yo (un órgano enfermo, un estado emocional que no
asumo o no me gusta, etc), para llegar a estados de Darse Cuenta.

“La esencia de lo que Perls nos mostró es que el desorden que una persona padece se
halla presente, y que cualquier forma de ponerlo de manifiesto iluminará tanto al terapeuta
como al cliente” (Wilson Van Dusen)1

Como terapeutas debemos poder ser creativos y no quedarnos entonces solamente con lo
que nos enseñan en cuanto a formas de movernos entre éstas dos entidades, trabajo con
polaridades, etc, y comenzar a indagar nosotros mismos en diferentes posibilidades. Para eso solo
debemos tener en cuenta y entender algunas cosas básicas.

Lo primero: El Movimiento;
Comprender que sin la dialéctica del movimiento existencial no existe el Darse
Cuenta.

Darnos Cuenta es darnos cuenta de algo. Para poder ver ése “algo” es necesaria una
distancia, una perspectiva, otro plano de realidad.
El Darse Cuenta no existe en el estancamiento o limitación de un plano único, necesita de
movimiento, movimiento en el amplio sentido de la palabra, el darse Cuenta es esencialmente

1
Cita de Wilson Van Dusen en libro de A. Schnake “Enfermedad, síntoma y carácter”, p.21, Ed. 4 vientos, 2007.

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dialéctico, ya que necesita de dos posturas al menos, para que exista la toma de conciencia, ir y
venir en un trabajo de roles por ejemplo, ir hacia adentro o hacia fuera, etc.
Solo somos capaces de observar algo si nos cambiamos de punto de vista o de situación.
Desde una misma situación inamovible, sin otro punto de vista o movimiento, no hay Darse
Cuenta posible. La diferencia de algo solo puede ser vista desde un opuesto.
El movimiento hacia ése otro estado es la dialéctica constante del proceso de Darse
Cuenta. Sin ése movimiento, ningún Darse Cuenta es verdadero ya que no es vivencial, es un
simple Darse Cuenta teórico o neurótico.

Si tenemos esto como punto de partida, es nuestra tarea como terapeutas entonces el
comenzar a indagar las múltiples alternativas para que éste movimiento o dialéctica interna se
realice.
Existen muchas formas de crear ése espacio de movimiento, ése ir hacia adentro o hacia
fuera, algunas de ellas son la meditación, como medio de ir hacia adentro y luego ver el contraste,
otra forma es a través del arte como con la pintura, la música, la escultura, en que el
descubrimiento se realiza en la medida en que nos metemos de lleno a hacer la tarea y nos
olvidamos de nuestro intelecto, de nuestro “yo” ya que son labores que requieren que uno esté
absorto y cien por ciento en ellas, cuando se toca música por ejemplo no hay “espacio mental”
para nada más, toda la concentración está en hacer lo que se tiene que hacer, coordinadamente, en
ése momento.
En la pintura y escultura, ocurre diferente, existe el espacio mental para “pensar”, pero
como estamos conectados a través de nuestras manos y nuestros sentidos con lo que estamos
haciendo, el pensamiento que nos puede surgir no es de la misma calidad, es diferente, ya que
incluye las sensaciones y percepciones que estamos teniendo en ése momento, lo que hace un
tipo de pensamiento mucho más total y holístico que el que simplemente proviene de nuestro
razonar.
En la danza y el movimiento corporal, bueno ahí estamos directamente conectados con
nuestro cuerpo creando espacios diferentes, complementarios, polares, placer o displacer, tensión
y relajación, etc.
En la sesión terapéutica, el movimiento puede ser constante, si logramos cada vez que el
paciente se estanca, llevarlo a un espacio diferente, desde donde pueda ampliar o renovar su
percepción (como un espejo que podemos poner en muchos ángulos). Y ahí es donde en la sesión
terapéutica, si somos creativos, “polaridades” o más bien digamos, “elementos con una cierta
distancia entre los cuales podemos desarrollar un movimiento”, pueden ser muchos. Y mientras
más movimientos, más posibilidades para que el paciente se “dé cuenta”.

Segundo: Confianza; nuestra creatividad terapéutica se va desarrollando a


medida que maduramos como terapeutas, y, aplicando los mismos principios gestálticos,
nos iríamos autoestructurando cada vez más conjuntamente con ésa capacidad observadora
y creativa, siempre obviamente, que nos mantengamos con una actitud completamente
fenomenológica.

Hay muchos caminos alternativos para develar éste otro estado diferente, la polaridad en
gestalt o el “observador” de H. Maturana, estos caminos son los que debemos explorar
continuamente en nuestro quehacer terapéutico, caminos que nos permitan llegar a ésa otra
perspectiva que nos permita la claridad o real darsecuentidad.

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Para eso no hay receta, simplemente entender profundamente las bases de lo que es la
Gestalt y la Autorregulación Organísmica, creer y confiar luego también, en nuestra propia
capacidad organísmica como terapeutas y en nuestra capacidad de elaboración de propuestas
creativas.
Si aplicamos los conceptos gestálticos, en la medida en que nos vamos formando como
terapeutas, estaríamos desarrollando cada vez más nuestra percepción hacia ése otro que está al
frente y por ende, nuestra autoestructuración debiera ir comprendiendo cada vez más un espacio
para ver ése otro en su dualidad, la figura y fondo cada vez más inminente y a su vez, nuestra
respuesta creativa para salvar ésa diferencia. Y atrevernos a hacer cosas “diferentes”.
De esto se me ocurre dar un par de ejemplos en los que confié simplemente en mi
intuición y creatividad. Reconozco que para mí puede ser esto más fácil ya que tengo el ejemplo
de mi madre, Adriana Schnake muy de cerca, la que siempre funcionó así de una forma muy
intuitiva y fenomenológica, enseñándonos a nosotros también a funcionar así.

El primer ejemplo es cuando apenas yo llevaba un par de años trabajando con


enfermedades y tuve un paciente con fibromialgia, un joven de unos 19 años. Le había trabajado
con su madre con quien tenía una estrecha relación, y luego con sus músculos, de lo que salió
algo bien importante. Sin embargo algo pasaba que no mejoraba del todo. Yo ya lo venía
observando en las sesiones que era como muy tenso, se sentaba como apretado, etc, un dia le digo
que se pare y le observo que respiraba muy poco, con muy poca capacidad respiratoria. Le digo
entonces que comience a respirar más profundo y poco a poco le voy mostrando formas de
respirar más profundas, que él nunca usaba. Lo “obligué” a que hiciera ejercicios, fuese a
natación y se ejercitara respirando de ciertas formas. Toda su actitud empezó a cambiar, él
comenzó a sacar mucho más personalidad, fuerza, agresión. Pudimos después hacer de nuevo
algunos trabajos gestálticos pero ésta vez si dieron más resultados.
Otro ejemplo que puedo dar lo viví hace poco, con una paciente de Puerto Varas. Era una
paciente que me venía a “consultar” si se hacía o no un aborto… Independiente de lo que implica
tanto para ella como para uno emocionalmente, éticamente, etc, intenté lo más posible conectarla
a ella con sus emociones, con su cuerpo, etc, pero estaba muy bloqueada. Finalmente hice algo
que no está escrito en ningún libro del Enfoque de las Enfermedades directamente, pero que es
deducible ya que si bien el órgano no estaba enfermo, algo le estaba pasando, contenía algo. La
hice trabajar con su útero, y ahí se resolvió todo. Ella lloró y le quedó claro que su útero estaba
sano, que quería tener a su hijo y que era la pareja quien no quería.
Ahí el tema era tan complejo que ella no me iba a escuchar a mi ni a nadie, pero yo
durante la sesión sentía que tenía que encontrar algo vivencial, no desde la teoría o las ideas, que
la conectase con su cuerpo, consigo misma, para que tomase la decisión adecuada; entonces, se
me ocurrió lo del útero. Claro, el embarazo no era una “enfermedad”, pero no importa, ahí se
aplicó el principio gestáltico en que lo que importa es conectar al paciente con lo organísmico,
que salga a la luz lo real, lo autoestructurante y sano en la persona, de la forma que sea, no
importa mucho.
Con éstos ejemplos me atrevo a decir que como terapeutas gestálticos somos casi unos
“vendidos” a éste Darse Cuenta, ya que con tal que se logre, siempre que sean medios éticos
obviamente (no como el terapeuta que se permite tener relaciones con la paciente para que se “de
cuenta” que no es frígida) todo vale, Perls, A.Schnake, Naranjo, ejercitación corporal,
respiración, meditación, yoga, danza, etc.

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Tercero: El Darse Cuenta siempre está ligado a lo corporal o sensorial.
Cuando hablamos de que el Darse Cuenta debe ser vivencial, de qué estamos hablando?
La vivencia es siempre sensorial, implica nuestros sentidos ya que nuestras emociones implican
sensaciones corporales.
Todo darse cuenta debe implicar de una forma u otra el cuerpo, ya que si no sentimos con
el cuerpo, la vivencia no existe.
Esto es tan fundamental que por eso se insiste en el cambio de roles que la persona asuma
la “postura” del que está haciendo el rol.

En el tema de los sueños, Jean Ambrosi considera muy importante que se respete la
“postura” que se tiene en el sueño (de hecho si se despierta y luego se vuelve a dormir y se quiere
seguir con el mismo sueño, hay que tomar la misma postura), imágenes oníricas que están
relacionadas con nuestra postura corporal. Se pueden trabajar sueños directamente no desde el
hacer trabajar los elementos como proyecciones y hacer diálogos entre éstos (estilo Perls), sino
también pasando de una postura a otra de los mismos elementos de un sueño, simplemente
ejerciendo un movimiento corporal que oscile entre ésas dos posturas.

En el tema de las terapias con arte, pintura, música, escultura, danza, etc, podemos ver que
si ellas nos llevan a estados más profundos de contacto con nosotros mismos no es casualidad que
siempre tienen algo, cada una de ellas, que involucra nuestros sentidos o muchas veces nuestro
cuerpo directamente. En el caso de la pintura y escultura nuestro cuerpo está tan involucrado que
nos cansamos, sentimos a veces músculos que no sentíamos antes, etc, en el caso de la música, el
desarrollo de la coordinación a la par de lo que vamos escuchando es una experiencia netamente
corporeo-sensorial.

Las meditaciones de Osho por ejemplo mueven el cuerpo, ya que solo tomando primero
conciencia con el cuerpo, estanco “conectados” con el cuerpo, estamos capacitados para luego
captar la diferencia (el silencio o la contemplación, la meditación misma) y percibir realidades o
tener insights. No estamos capacitados aún en general para tener estados de Darnos Cuenta sin
ningún tipo de movimiento. Y aún así si lo intentamos es paradójico, ya que la misma postura
zazen después de horas, nos lleva a profundos malestares que nos van a conectar con nuestro
cuerpo, nuestras limitaciones en éste caso, pero de nuestro cuerpo.

Cuarto: Una profunda mirada y actitud fenomenológica.


Solamente una constante y profunda mirada fenomenológica del instante, del paciente que
tenemos al frente, de nosotros mismos, es lo que nos puede abrir a los destellos creativos, a la
escucha real de la demanda del paciente, para que lo guiemos sin intervenciones ni ideas
preconcebidas en su búsqueda del Darse Cuenta.
No debemos de perder de vista que, al fondo de la Gestalt, bajo todos los ejercicios del
“Darse Cuenta” de los ejemplos de Perls, etc, existe un fundamento existencial y una mirada
fenomenológica.

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Para hacer realmente buenos “figura-fondo”, no podemos estar parcializados, a medias,
interrumpidos o sesgados. Tenemos que estar ahí presentes de cuerpo, alma y emociones (sean

éstas cuales sean), y permitiéndole a esa persona que está al frente como una persona que
comparte un tiempo y espacio con nosotros, como una persona que es un “cuerpo-para y ante
nosotros” 2, no una persona “neurótica” o enferma, una verdadera relación dialogal de yo-tú
(Buber), sólo así se puede producir el verdadero encuentro.
La persona que está al frente puede estar parcializada, dividida, por eso nos consulta,
puede mostrar una división entre lo que “es él” y “no es él”, entre lo que es él y esa parte de él
que lo altera. Pero nosotros debemos mantener la mirada fenomenológica, abarcando tanto las
partes como el todo, manteniéndonos en ésta vivencia y percepción del momento, solo así
podemos ayudarla.
Voy a citar un caso con una paciente hace un par de años, ella era psiquiatra, sabía de la
gestalt, etc. Al comienzo fue un tanto difícil sacarla de sus propios diagnósticos e
interpretaciones. Después obviamente ella tenía un nivel de conocimientos en que a veces era
difícil pararla, etc. Trabajé con su marido, luego con su colon (ella había ido para que yo le
trabajara el colon). Luego como a la tercera sesión le noto algo raro, muy leve si en la respiración
y le pregunto ¿Qué tienes en la respiración, te pasa algo? “Ahh si… me dice, es que tengo asma
crónica…” Se le “había olvidado” contarme…
Obviamente ahí , con la respiración y los pulmones salieron mucho más elementos que
anteriormente.
Lo importante ahí es que no dejé que me distrajera con sus “trampitas” que
constantemente hacía, muy hábilmente y con mucho conocimiento por lo demás y permanecí
observándola en el fondo, hasta que de pronto se me hizo figura su respiración. Eso es un poco
mantener la actitud fenomenológica.
Al respecto se puede entender más ésta actitud leyendo a Perls cuando habla de la actitud
dialéctica o a Slomo Friedlander que habla de la “indiferencia creativa”, o simplemente leyendo y
entendiendo sobre el zen. Es una actitud de vacío, el “vacío creativo”, tanto de los artistas
tradicionales como de los artistas de la terapia, porque el hacer terapia bien hecha, el estar ahí
para incentivar los Darse Cuenta del paciente, hacer los figura-fondo correspondientes, es un
verdadero arte. El arte de estar tan en el aquí y ahora con el otro, que lo que surge como
intervención es siempre lo justo y preciso que debía surgir. Como en una buena obra de arte, en
que nada falta ni nada sobra.
No es casualidad que grandes terapeutas sean también artistas, personalmente creo que el
camino del arte es casi un requisito para ser un buen terapeuta. No quiero ser excluyente con
quien no cree en esto, pero sin duda que el arte ayuda porque el arte es cien por ciento gestalt,
puro aquí y ahora y desarrollo del vacío creativo.

Teniendo en cuenta éstos elementos, todos podemos a mi parecer, ir desarrollando formas


o fórmulas que ayudan en un más rápido y mejor Darse Cuenta, en la medida en que nos
atrevamos a experimentar.
María José Varas S.3
Centro Anchimalen

2
A. Schnake, “Enfermedad síntoma y carácter”, ibid.
3
María José Varas es Psicóloga, Psicoterapeuta Gestáltica y Musicoterapeuta. Coordina el Diplomado sobre el
Enfoque Holístico de la Salud y Enfermedad del Centro Anchimalen. Ha ejercido docencia universitaria y
coordinado talleres dentro y fuera de Chile. Posee estudios de Interpretación Superior en Música en la U.C y
Postítulo en Mediación Familiar.

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