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1.

Esquema de ideas

Para realizar un buen esquema de ideas de un texto es recomendable


identificar las ideas principales mediante el subrayado. El subrayado debe diferenciar
la información más importante de la información secundaria o marginal (ejemplos,
datos, etc.), la cual no debe subrayarse. En la medida de lo posible, lo subrayado debe
mantener la coherencia del texto, es decir, que leyendo únicamente lo que hemos
subrayado tenga sentido. Aunque no se deben subrayar elementos relacionantes
(preposiciones, conjunciones, locuciones, etc.), a veces sí son necesarias para dotar al
subrayado de sentido completo.

Después de realizar un buen subrayado confeccionaremos el esquema de ideas. Su


finalidad básica es mostrar de una forma clara las relaciones jerárquicas entre las
diferentes ideas del texto. Existen diferentes posibilidades. Veamos algunos ejemplos:
2. El resumen

Para hacer un buen resumen has de tener presente los siguientes puntos:

a) Ordenación: Debes tener siempre delante el esquema de ideas, porque han


de quedar claras cuáles son las ideas principales del texto y su jerarquía, es
decir, el resumen debe ajustarse a la organización de las ideas del texto. Ahora
bien, Solo si el texto es extenso puedes usar algunos símbolos que ayuden a
visualizar sus distintas partes o bloques temáticos (-, ·. -, *).
b) Selección: Igualmente deberías tener presente el subrayado del texto, al leer
lo subrayado ha de tener sentido completo. Junto con el esquema de ideas
forma la mejor base para realizar un buen resumen, puesto que se ha de
prescindir de información secundaria (datos, ejemplos, etc.)
c) Generalidad: Deben aparecer las ideas más generales. Si la información del
texto es concreta, conviene hacer un intento de abstracción para extraer los
conceptos más generales a los que se refiera y redactar a partir de ellos el
resumen.
d) Tipo de discurso: Se ha de respetar la misma modalidad de discurso que el
texto original. Si éste es narrativo o descriptivo también lo ha de ser el
resumen.
e) Redacción personal: No debes copiar literalmente frases y párrafos, tienes
que intentar hacer una redacción propia.
f) Brevedad: Has de ser breve, nunca el resumen debe superar la tercera parte
del texto original.

3. La estructura

Consiste en dividir en partes un texto desde el punto de vista del contenido. Para
analizar la estructura conceptual de un texto debemos partir también del esquema de
ideas. Generalmente la organización del esquema de ideas nos ha de dar la pauta
para identificar las partes conceptuales en que se divide el mismo así como la relación
que existe entre ellas. Cada parte se identifica con una idea principal, que puede tener
continuación en la siguiente, pero en la que necesariamente se ha de aportar
información o ideas nuevas, para haya progresión temática.

Consejos:

a) Concretar las partes: Es conveniente empezar el análisis indicando el número


de partes en que se divide el texto.
b) Precisar la extensión de cada parte: Es decir, indicar de dónde a donde
abarca cada parte. Si no coincidiera con el final de una unidad completa
(párrafo, estrofa, etc.) debe citarse la palabra o frase donde empiece o acabe
dicha parte.
c) Breve resumen del contenido de cada parte: “En esta primera parte se nos
describe la situación en la que se encontraba la economía mundial en el año
29”.
d) Concretar el resumen con las ideas más importantes: Han de expresarse
de forma breve, clara, precisa y, si puede ser con sustantivos abstractos. “..en
el año 29: la quiebra de grandes empresas, la falta de inversión pública y la
desconfianza de los grandes inversores”.
e) Identificar la relación entre las partes: La relación puede ser antitética,
causal, consecutiva, etc.
f) Identificar el tipo de estructura: La relación más clásica es “introducción-
desarrollo-conclusión”, pero no siempre se cumple y no siempre hay
conclusión, en ese caso tenemos estructura abierta. Si hay conclusión,
“estructura cerrada”. En los textos expositivos y argumentativos podemos
encontrar estructuras deductivas (Tema/Tesis-Cuerpo-Conclusión), inductivas
(Cuerpo-Tema/Tesis), encuadradas (El tema o la tesis se enuncian al principio
y al final del texto), pregunta-respuesta, problema-solución, etc. En textos
narrativos, tenemos por ejemplo estructuras lineales o cronológicas, en
flashback, en flashforward. También tenemos estructura caótica cuando no hay
estructura clara.

4. Tema

No confundir “tema” con “asunto”. El asunto es “aquello de lo que se habla en


el texto”, es común a todos los enunciados. El tema es algo más general e incluye,
además del asunto, la intención y la actitud del autor. Es decir, el tema nunca es “el
amor” o “la muerte”, éstos son asuntos.

Pongamos por ejemplo un texto sobre la incorporación de la mujer al ejército.


Éste es el asunto. A ello hay que añadir qué pretende el autor al escribir el texto y con
qué actitud lo hace. Así, la intención puede ser justificarlo, criticarlo, parodiarlo, etc., y
su actitud podrá ser, dependiendo de la intención, crítica, irónica, de indiferencia, etc.
Podríamos enunciar el tema de la siguiente manera: Justificación de la incorporación
de la mujer al ejército por suponer un paso importante en la igualdad de género.

La redacción del tema ha de ser:

a) Breve: Frase nominal que contenga la idea fundamental y la intención del


autor. Debe buscarse un sustantivo, generalmente abstracto, para empezar la
formulación del tema y después se precisa con los complementos que sean
necesarios.
b) General: Nunca debe recoger hechos concretos. El tema ha de ser general y
abstracto.

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