You are on page 1of 12
ORDEN SISTEMATICO DE LA PRESENTE EDICION Cartas: T. VIM, Xa, XIb. Conrasiones: T. IL Escriros apoLoGericos: T. IV, V, XVI, XVIL. Escarros stp.icos: T. XV, XVII, XXVIL, XXVILL, XXIX. Escrivos HLOSORICos: T. 1, IL Escartos HoMILEtICos: T. VIL, X, XM, XIV, XIX, XX, XI, XXII, XXII, XXIV, XV, XXVI. I. XU. scertos ANTIMANIQUEOS: T. XXX, XXX. Escritos antiponaristas: T. XXXL, XXXIT, XXXIV. ESCRITOS ANTIARRIANOS Y OYRos: T. XXXVII, XXXIX, XL. Escrrvos arauIDos: T. XLI. Escrrros MORALES: I OBRAS COMPLETAS SAN AGUSTIN I Escritos filoséficos (1.°) Introduccion general. Vida de San Agustin, escrite por San Posidio. Soliloquies. De la vida feliz. Del orden. DBibliografia agustiniana VICTORINO CAPANAGA sexta eo1cr0N iri Cnelia Slee BIBLIOTECA DE AUTORES CRISTIANOS ‘MADRID + MeMKeIv DEL ORDEN LIBRO PRIMERO DISPUTA PRIMERA CAPITULO I Tovo Lo DINIGE LA DIVINA PROVIDBNCIA 1. Cosa muy ardua y rurisima es, amigo Cenobio, alcanzar 1 conocimiento y declarar a los bombres el orden de las cosas, ya el propio de cada una, ya sobre todo ef del conjanto o uni- versalidad con que es moderado y regido este mundo, Af 1 esxo que, sun pudiéndolo hacer uno, no es ficil tener un oyente ddigno y preparado para can divinas y oscuras cosas, ya por los sméritos de su. vida, ya por el ejerccio de Ia erudic Y con todo, tal es el ideal de los mejoces ingenios, y hasta Jos que contemplan ya, como quien ‘dice con Is cabeza’ crguide, Jos escollos y tempestades de la vids, nada descan tanto como ‘aprender y conocer cémo, gobernando Dios las cosas humanes, ‘eunde tanta perversidad por doquiera, de modo que, al. parecer, DE ORDINE LIBER PRIMUS DISPUTATIO PRIMA capurt ‘Onna Diva PROVIDENTIA 1. Ordinem rerum, Zenobi, consequi ac waete caigue propeium, om vero univerntais quo coetcetir ae zepitur hie monde vel videre val pendere difiiliqum hominis sigue sarissimum ex. Hue aed ‘Good evamsi quis he possi non Hhvd quoque valet eficere, wt digaum Sdicorem tam diving obscrisqve reba, vel viae merso\ vel habia fuodam erudition inveniat Nee tamen quidguai est quod magis avile ‘Sxpetant quseque optima ingenia magisque audi oc disere suceant, ul ‘opeloe Site ulus ct procelly, welt erecto quantum Niet eapte, Sspicunt, quam quomodo’ fut ut et Devs una curt st tanta ine aris febus perversias wsquecuague diffu se ut son ivina, set Lae Del orden 305 hha de attibuirse su direcciém no yaa un tégimen y adeministrae cid divinos, pero ai siquiera 2 un gobierno de esclavos, al que se dotara de suficiente poder. Por Jo cual, los que se inquictan ppor estas cuestiones se ven casi on la necesided de creer que © ls divina Providencia no lega a estas cosas tlkimas inferiores 0 ciertamente todos fos males se cometen por voluntad de Dios, Imp(as ambas soluciones, pero sobre todo la tkima. Porque, aunque es propio de gente muy horra de cultura y ademés peli- ‘grosisimo para el alma creer que hay algo dejado de fa mano de Dios, con todo, entre los hombres, rtunca se ceasura a nadie por Su impoteacia; pero el viruperio por nepligencia es tambica mu- cho menos denigrante que el zeproche por malicia y crueldad, Y asi, In raz6n, moviéndose por piedad, se ve como forzada a recondcer que las cosas humanas no estén regidas por la Provi- dencia divina, 0 son objeto de desatenciéa y menosprecio antes que de un gobierno donde toda queja conera Dios serla benigna ¥ discalpabi. 2. Pero zquiga es tan ciego que vacile en atribuir al divino poder y disposicién ef orden recional de lox movimieatot de los cuerpos, tan fuera del aleance y posibilidad de la voluntad hu- mana? “A no set que se atibuya 2 Ja cesuaidad Ia maravillosa y sutil estructura de los miembros de los mis mindsculor anienales, © como si fo que no se atribuye al acaso, pudiera explicarse de ‘tro movdo que por le az60, 0” como si por tender «las frusle fas de la vana opinidn humana osiramos substraer de la dire: de la majestad inefable de Dios ef orden maravlloso que 26 ceil guide cuian gin. unt po dca fia sane cata ctedenda imi, aut diva provident on fsque'in hae ultima et une petend at cere wala omnia Det volun Unumgue impiua, sd emg posers, Quenquam eal. deers: Deo guidquam credee com impertasimui tn eam porcelosamira sce sis tamen in ips hominibus nemo quemaquam fon powell Suid crtinaus es: eligentae vero. wiuperstio molto et quam Imaliaecrudelrcque purgator. aque veut comblliat rao tnere non liamemor pies aut fa termed aon Pose a divinis. sdminina aut Deli are concer pois gua a gubers, of omni de Deo st hig aque inapands eager. a uit tam caus ot tense vt quidguam in mowendiscorpe- tibus ationis* quod praeter huanamisositonem ac oluntates ea sinus poteniae modermonigue dare dabite’ isi fore, aa casinn jam aa sabligue dimension el iaiicoram quovemqer. salma lin "imembra figuranac aut quod cans quit gat, Pow nese fact Tater ave vero pot tnivewam atta, good in snglis quibee snebetongns: INS ssl pauls ost ited; ros divine ptetan 596 Del orien ina se aplaude y admire en todo el universo, sin tener el hombre cn ello azte ni. parte. Mas esto mismo plantes mais problemas, pues los miembros de un insectillo estén Iabrados con tan admirable orden y dis tiocide, mientras la vida humana versa y fluctia entre innume- rubles perturbaciones y_vicsitudes Pero este modo de mirar Ins cosas se asemeja al del que res tringiendo el carapo visual y abarcando con sus ojos s6io el mé- dulo de un azulejo de un mosaico, censurara al arifice, como ignorante de la ordenacién y composicién de tales obras; creerla que no hay orden en la combinaciéa de las tesela, por’n0 con- siderar ni examinar el conjunto de rods los adormos que con- carten 2 la formacién de una faz hermoss. Lo mismo ocutre 1 los hombres poco instruidos, que, incapeces de abarcar y consi- derar con su angosta mentalided ‘el ajuste y armonia del uni verso, al toper con algo que les ofende, lucgo piensan que se trata de un desorden 0 deformidad inherente a las costs 3. ¥ la causa principal de ete error es que el hombre se desconoce a si mismo. Pasa conocerse necesita estar muy avezado a separarse de Ia vida de los sentidos y replegarse en si y vivie fen contacto consigo mismo. Y esto lo consigen solamente los ‘que 0 cauterizan con la soledad las Uagas de las opiniones que el curso de la vida ordinaria imprime en ellos, 0 las curan con Ja medicina de las artes liberales ave ecbus nihil arte humana saagente ordinacum mizamur, alienare Secreisime maiesats arto ull nugie vanse_ opinions” aadehions ‘Av enim hoe ipsim ex pleius quaestiogum, quod membra pul di bosta mire aque date sunt, cum interes humana vita amumetaliy Femurbaconun inconsanta verietur eft ‘Sod hoe pacts! quis tam micutum cernert, ut ia vermiculto pay: ‘pent nil ulte taiun tosellee modclum cies ius waleree ambire ve {aperaresaruficem velut ordinationis et componitonisignaram eo. quo ‘arieaeem Tapllorm perturba potaret,« quo ila emblemata fa eaice Pulchrtudinis facem eongrucaua simul” crn collencaique’ non pos Seac. Nihi enim liad ms eradits horlaibos acide, qui unverary ferum coapaioncm stoue concentum iaeslla mente complete cons Gerace om valenten, soit con offender, quia uae cowtation mas umes, magnam puta rebus inaerere foedaten ‘3 Cuius exons maxis cast et quod homo sbi ipse et incor situs Qui taren st se neat, maga opus haber consdeadine recelendi 2 seats et animus fn seipuim coligend: aque in seipso temend. Quo it tense asequsnter, qui Plgas quasdam opisioauay, qua Wise et eek alist tine ran aw Hbeibr ede Lae Dal orden sor CAPITULO II DaDica i 118 4 CENOBIO Asi, el espiritu, replegado on sf mismo, comprende la het- ‘mosora’ del universo, el cual tomé su nombre de Ia unidad. Por tanto, no es dable ver equella hermosurs 2 las amas despara- smades en lo externo, cuya avider engendea la indigencis, que s6lo se logra evitar con el despepo de ta multitud. Y amo mul- titud, 20 de hombres, sino de todas las cosas que abarcan questros sentidas, ‘Ni te admires de que sea tanto mis pobre uno cuanto mis | ‘owas quiere abrazat. Porque asf como en tina citcunferenca, por muy grande que sea, silo hay ua punto edoade convergen ios emis, lamado por fos gedmetras cemtzo, y aunque todes les par- tes de lp cizcunferencia te pueden dividi infintameate, <6 el punto det centro esti « igual distancia de los demi, y como dominindols por ciesto derecho de igualdad. Mas si quires slir de all a cualquier parce, cuanco de mis costs vayas en pos nto mis se pierden rodis: ast el dnimo, desparramado de si mismo, tecibe golpes inaumerables y vese extentado y reducido a la pe: anuria de ta mendicante cuando toda su aaruralera Jo impult a buscar doguiera Ie unidad y la multitad le pone el vero 4 “Pero ti, queride Cendbio, comprenderis, sin dude, el valor de Jo que be expuescoy la cause det extravio de los hor: | | i i Dees, y cémo todo confluye para formar Ia unidad, y siendo todo.” perfecto, sin embargo, hay que evitar el pecado. Porque conozco capur ny Depicsr Hoe OPUS ZENON, fea enim gnicmse_sibi_seddioa, quae. sit pulchitudo universitais Intel, guse proteco: sh wmo-ctyominata ext Wicoque illam videre on lee animar que ia roulte procedit setatuigu avidiate Pauperiem, ‘quam “nest sola segregation mulrimiinis poste iran Moletadiner totem 0a homieus dic, sad omn‘um quar femsos atingit. Nec mirare ‘que co egesaten patrur mags que mess eppesit plate complect. Ut

You might also like