El amor de Dios y nada mas...

Serafn Alarcn

Si los hombres estn llenos de s mismos y enfocados en sus intereses personales, tarde o temprano habr un choque de trenes. La paz y la amistad sin duda volarn a parajes muy lejanos. Es decir, all donde haba solidaridad, habr egosmo y violencia. Cuando un ser humano es dominado por la codicia y el egosmo facilmente se sentir amenazada su ambicin a la primera provocacin. Embestir al prjimo en defensa de sus intereses y tenencias sin demasiadas consideracines. Entonces, las armas de guerra, las envidias, las intrigas, el discrimen, y las acusaciones harn su agosto. En fin, la violencia que desgarrara aun a los mas fuertes entronizada en el corazn de todos.

Los hombres y mujeres de Dios cultivan la humildad y la sencillez como forma de vida. Primeramente, siendo libres de los caprichos del ego, de todas sus poseciones y posiciones en la sociedad. Persiguiendo un camino, una ruta, un solo norte; practicar el amor de Dios y nada mas...