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¿Cómo evangelizar eficazmente?

El bus avanzaba lentamente sobre la autopista. Una señora, por el pasillo


central, se abría paso a pesar de su gordura mientras que un ejecutivo—a decir
por su vestido elegante—desafiaba la gravedad de los ires y venires del
automotor, intentando leer el diario.
A su lado tenía a un joven que escuchaba música con audífonos, conectados a un
radio muy pequeño. Le miró, sonrió y señaló la pequeña Biblia que llevaba entre
sus manos:
--Buena onda… Mi madre también la lee—dijo, y siguió tarareando una canción.
No supo qué decir ni qué hacer en aquella circunstancia. Unas cuadras más allá,
el muchacho se bajó. Después de timbrar para pedir que abrieran la puerta, le
echó una última mirada y se despidió:--Que tenga buen viaje…--
Dejó ir una oportunidad única para hablar de las Buenas Nuevas a aquél
estudiante.
El vecino de la tienda es formal. Sabe que enfrenta problemas porque, a
primera hora de la mañana y mientras va a tomar el autobús, lo ha escuchado
discutiendo.
--No sirves para nada—le grita su mujer--. Un inútil es mejor que tú--.
--No te quejes, mujer, hago lo que puedo. El micromercado nos da para vivir—
se defiende él.
--Sí, pero hace falta más para sobrevivir—se queja ella.
Lo ha visto deprimido muchas veces, mientras le despacha el pan, la leche y las
legumbres.
--¿Todo bien?—le preguntó alguna vez.
--Todo bien…--respondió el hombre, sin mucha convicción.
Desperdició otra buena oportunidad de testificar de Jesucristo.
Su esposa no asiste a ninguna iglesia. Está cansada de oír malos testimonios de
pastores, obreros y líderes que han fallado a su llamamiento. "La esposa de don
Juan se fue con el líder de caballeros. Tremendo. ¡Parecía una santa!", comentó
alguna vez.
El día que lo vio llegar con una Biblia, se molestó bastante. Le recriminó: "¿Te
volverás fanático como todos ellos?". Acentuó sus palabras con un dejo de ironía.
Él intentó evangelizarla. Le habló del tremendo pecado en que ella se
encontraba, del peligro que corría de ir al infierno y del castigo que vendría
sobre su vida si no se convertía a Cristo.
--Basta ya de tus sermones, Manuel. Así no me vas a convencer—le refutó ella
visiblemente enojada.
¡Había dejado escapar nuevamente una oportunidad de evangelizar!
¿Qué hacer entonces?
Nuestro mundo sumido en profundas crisis, reclama respuestas antes que
fórmulas mágicas o sermones que señalan, acusan y ofrecen una visión
desdibujada de Dios, presentándolo como el señor castigador e inmisericorde
que no alberga un ápice de amor en su corazón.
Testimoniar de Jesús el Señor, de manera práctica, sencilla y eficaz, comienza
con nuestro testimonio de vida.
Usted que ha sido llamado por Dios para servirle; no puede darse el lujo de ser
intrascendente, improductivo, sin que haya crecimiento en su existencia—a nivel
personal y espiritual—, sumido en un progresivo estancamiento que apunta a
convertirse en un revés tremendo.
El Señor Jesús fue claro al señalar: "No me elegisteis vosotros a mí, sino que
yo os elegí a vosotros, para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto
permanezca, para que todo lo que pidáis al Padre en mi Nombre, él os lo dé"
(Juan 15:16).
Aprendemos en este pasaje Escritural que desde antes de la fundación del
mundo, Dios nos había escogido. Él espera que no nos quedemos girando en un
mismo círculo sino que vayamos a las personas que se encuentran alrededor.
Además su propósito desde la eternidad es que llevemos fruto, es decir, que se
manifieste en nosotros el poder divino por el cual nos movemos y que nos
gobierna.
Pregúntese ahora, ¿ven los demás en mí a Jesucristo o quizá aprecian de qué
manera los principios del mundo están gobernando mis pensamientos y acciones?
Llevar fruto es abrir el corazón para que Dios cumpla su propósito en cada uno.
No nosotros en Él, sino Él en nosotros. Entregarle todas las llaves de nuestro ser,
para que entre sin ningún tipo de restricción y opere los cambios que
necesitamos en las áreas emocional, física y espiritual.
Siempre he imaginado esta escena como alguien que, tras recibir a Jesucristo en
su corazón, le abre las puertas de su casa. El amado Hijo de Dios entra a cada
habitación, a la sala, al comedor, a la cocina, al cuarto de baño y a los
corredores—y muy a pesar nuestro—pone las cosas en orden. Y digo que a pesar
nuestro, porque nos gusta manejar las cosas, tener el control de todo, y si algo
se nos dificulta, es permitir que el Maestro nos convierta en la persona que Él
quiere que seamos, conforme a su plan perfecto, concebido desde antes de
todos los tiempos.
¿Estás llevando frutos?
Cuando llevamos fruto, sin mucho esfuerzo, sólo dejando que el Espíritu Santo
fluya en nuestro ser—en lo que pensamos y hacemos—los demás serán
evangelizados con el ejemplo antes que con las palabras. Querrán tener aquello
que opera y se mueve en nosotros.
El Señor Jesús lo explicó de la siguiente manera: "Él quita todo pámpano que
en mí no lleva fruto; y poda al que lleva fruto, para que dé más fruto.
Vosotros ya estáis limpios por la Palabra que os he hablado, Permaneced en
mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo,
si no permanece en la vid; tampoco vosotros, si no permanecéis en mí" (Juan
15:2-4).
Una lectura cuidadosa del pasaje le llevará a descubrir que el Maestro espera
que no seamos improductivos; eso por una parte, y por otra que nuestro fruto
sea visible.
Si tenemos a Dios moviéndose en lo más íntimo de nuestra existencia, Él seguirá
tratando con cada uno para que llevemos más y más fruto, y recibamos más y
más de Él. ¿Se ha dado cuenta de la grandeza de este principio bíblico? Entre
más tiene de Dios y más busca de Él, más recibirá.
Es evidente que debe producirse un crecimiento personal y espiritual en el
cristiano. Es lo que espera el Supremo Hacedor. Crecer hasta llegar a la estatura
de Cristo. Y las almas que ganemos para el Reino de Dios, deben igualmente
observar ese desarrollo. Deben llegar a ser imagen y semejanza del Redentor.
Dejando de lado todo lo aprendido
Cuando usted y yo recibimos a Jesús como único y suficiente Salvador, debemos
dejar de lado todo lo aprendido. Significa asumir nuevos valores y principios
aprendidos con la Biblia, los cuales sin duda van en contravía de las pautas que
nos gobernaron durante los años de mundanalidad.
Éste proceso no es fácil. Puede desatarnos confusión. Sin embargo, estar en el
camino del Evangelio se relaciona estrechamente con renovar nuestra forma de
pensar y de vivir.
El apóstol Pablo aludió a este aspecto de importancia al escribir: "Porque por
la Ley he muerto a la Ley, a fin de vivir para Dios. Con Cristo estoy
crucificado, y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Y lo que ahora vivo
en la carne, lo vivo por la fe en el hijo de Dios, quien me amó`, y se entregó
a sí mismo por mí." (Gálatas 2:19, 20).
Es muy probable que tengamos conocimientos académicos e incluso teológicos,
pero tales nociones no garantizan que en la vida llevemos fruto como cristianos.
Es en Dios, dependiendo de Dios y moviéndonos en Dios, como llegamos a ser
realmente fructíferos.
¿Cuáles son los pasos que debemos dar?
En esencia quiero compartir con usted dos pasos esenciales. El primero, que
todo cuanto haga, nazca de una íntima relación con Dios en oración, estudio de
la Palabra y sometimiento a Su voluntad.
El segundo es que las personas alrededor, comenzando por nuestra familia,
deben recibir testimonio de que somos cristianos por nuestros hechos los cuales—
una vez sean manifiestos—deben ir acompañados de palabras.
No se puede concebir que pretendamos evangelizar si vivimos mundanalmente,
deshonramos al Señor con nuestras acciones y ni siquiera tomamos tiempo para
orar.
La dependencia de Dios es un tercer paso que debemos tener en cuenta
siempre. Yo puedo predicar un muy buen mensaje aludiendo al razonamiento, al
estudio de la raíz lingüística de las palabras que utilice, del contexto socio-
político y religioso del pasaje que utilice e incluso, de las tradiciones de la
época. Pero no pasará de ser una buena conferencia.
Si por el contrario mis palabras, así sean una sencilla conversación para
compartir el Evangelio con alguien, están regadas por la unción que proviene de
una íntima relación con el Padre celestial, sin duda serán más efectivas que
cualquier tratado de evangelismo.
Usted puede ser un ganador de almas productivo. Pero debe vivir el proceso que
incluye: crecimiento, dependencia de Dios y visión por el Reino. Animo. La
victoria está asegurada si vamos tomados de la mano del Señor Jesucristo en
cada paso.
Siete Principios del Evangelismo Personal (4:1-26)

INTRODUCCIÓN

1. La mayoría de los cristianos desean compartir el evangelio


de Cristo con otros...
a. Sin embargo muchos se sienten con frecuencia torpes en
sus intentos de hablar con otros
b. O simplemente no saben como establecer contactos para
un estudio de la Biblia
-- Provocando que muchos experimenten frustración que los
desanima a intentarlo de
nuevo

2. Es posible que aprendemos algunas cosas de Jesús, el gran


maestro...
a. Quien a menudo se ocupó en el evangelismo personal así
como en la predicación pública
b. Por ejemplo, Su conversación con la mujer samaritana en
el pozo de Jacob – Jn 4:1-26

[Observando a Jesús en acción, es posible recoger los "Siete


Principios del Evangelismo Personal" los cuales también
podríamos recordar en nuestros propios esfuerzos para enseñar
a otros. Un principio tal es...]

I. CONTACTAR SOCIALMENTE A LAS PERSONAS

A. DEBEMOS TENER CONTACTO SOCIAL...


1. La importancia del paso de Jesús a través de Samaria
– Jn 4:1-6
a. Muchos judíos, debido a su desprecio por los
samaritanos, evitaban Samaria
b. Jesús y Sus discípulos escogieron pasar a través
de Samaria, lo que aseguró el contacto
c. Un ejemplo similar de Jesús haciendo contacto
social – ver Luc 5:29-32
2. Cuando las personas no están viniendo a Cristo, ¡es porque
no estamos yendo a la gente!
a. No podemos ser pescadores de hombres pescando en
un barril; si el pescado no viene al barril, ¡entonces
debemos ir a donde están los pescados!
b. El problema con el sembrado de la semilla no es
que no haya buena tierra por ser encontrada, ¡sino que la
simiente está aun en el granero! – ver Hageo 2:19
B. NO CONFUNDIR LA SEPARACIÓN CON EL AISLAMIENTO...
1. Si, debemos estar separados – 2 Cor 6:14-18
2. Pero eso no significa que estamos aislados nosotros
mismos
a. Note la oración de Cristo – Jn 17:15
b. Note el mandamiento de Pablo – 1 Cor 5:9-11
3. ¡Retirarnos nosotros mismos de aquellos de aquellos
que no han oído el evangelio es contrario a la voluntad del
Señor!

C. OPORTUNIDADES PARA CONTACTO SOCIAL...


1. En la escuela con los condiscípulos
a. No piense que Usted es demasiado joven para guiar
a otros a Cristo
b. Los cristianos jóvenes con frecuencia poseen las
oportunidades más grandes para enseñar a otros
c. Como sirva ahora probablemente será una
indicación de cómo Usted servirá más tarde en la vida
2. En el trabajo con compañeros de trabajo o patrones
a. Dedicamos mucho de nuestra vida con estas
personas
b. Tenemos el potencial más grande para
influenciarlos, especialmente con el ejemplo
3. En casa con los vecinos, amigos y familia
a. ¿Conocemos a nuestros vecinos?
b. Aquellos que están más cercanos a nosotros pueden
ser algunas veces difíciles, pero son alcanzables – por
ejemplo, Mt 13:54-58; Jn 7:5; Hech 1:14

[Recuerde, Jesús dijo "Id por todo el mundo..." (Mr 16:15).


¡Debemos ir a donde está la gente! Otro principio que podemos
recoger de la conversación con la mujer es...]

II. ESTABLECER UN INTERÉS COMÚN

A. LOS INTERESES COMUNES CREAN UN PUENTE...


1. Note las primeras palabras de Jesús a la mujer – Jn
4:7-8
a. Ella había venido a sacar agua
b. Él estaba sediento
c. Sus primeras palabras se centraron alrededor de
su interés común (el agua)
2. Entérese de la necesidad de construir un buen
entendimiento
a. Un dialogo significativo no es fácil,
especialmente involucrando asuntos espirituales
b. Un interés común permite oportunidades para
diálogos significativos
c. Una vez que el puente de la comunicación ha sido
establecido, será más fácil discutir la palabra de Dios con
otra persona

B. HAY MUCHOS INTERESES EN COMÚN...


1. Ellos incluyen la familia (tal como los hijos, los
nietos)
2. Ellos incluyen actividades (tal como el trabajo, los
proyectos de la comunidad, los entretenimientos)
3. Ellos incluyen experiencias compartidas (tales como
viajes, o aun tragedias)

[No sienta que Usted debe empezar inmediatamente a hablar


sobre asuntos espirituales. Tome tiempo alimentar intereses
comunes. Sin embargo deseamos ganar algunos puntos para la
siguiente etapa, lo que nos lleva al tercer principio...]

III. ESTIMULAR EL INTERÉS ESPIRITUAL

A. POR MEDIO DE SUS ACCIONES...


1. El ejemplo de Jesús – Jn 4:9
a. Como un hombre Él le habló a ella, una mujer
b. Como un rubí Él le habló a ella, una mujer
inmoral
c. Como un judío Él le habló a ella, una samaritana
-- Él despertó el interés simplemente hablándole
2. Con respecto a nuestras acciones
a. Podemos despertar el interés espiritual por
nuestro ejemplo
b. Mostrando benevolencia y compasión por todos, aún
por los viles y pecadores
c. No abrigando prejuicios raciales o sociales hacia
aquellos que son diferentes
d. Por nuestro ejemplo de fe y esperanza – por
ejemplo, 1 Ped 3:1-2,15

B. POR MEDIO DE NUESTRAS PALABRAS...


1. El ejemplo de Jesús – Jn 4:10-14
a. Las declaraciones de Jesús encaminaron su
conversación hacia asuntos espirituales
b. Él los guió a una discusión sobre un interés
espiritual común (¡el agua viva!)
2. En relación a nuestras palabras
a. Podemos hacer preguntas o hacer declaraciones
dirijan las conversaciones hacia asuntos espirituales
1) Por ejemplo, "¿Piensa que nuestro mundo está
en tal confusión?"
2) Por ejemplo, "¿Estaría Usted interesado en lo
que la Biblia dice acerca de...?"
b. La discusión involucraría primero asuntos de
acuerdo común
1) Inicia con cosas en las que Usted está de
acuerdo, para construir
armonía e infundir confianza
2) Esta fue la práctica de la predicación
apostólica – por ejemplo, Hech 13:16-22

[Una vez que el interés espiritual se ha levantado, se puede


recoger otro principio de la conversación de Jesús con la
mujer samaritana...]

IV. NO VAYAS DEMASIADO LEJOS, NI DEMASIADO RÁPIDO

A. DAR A UNA PERSONA LO QUE ELLOS PUEDEN RECIBIR...


1. Note la discusión de Jesús con la mujer – Jn 4:15-16

a. Ella deseaba el "agua viva", pero, ¿realmente lo


entendía?
b. Jesús vio la necesidad de no apresurarla y
proveer el trabajo de fondo apropiado
1) Ella necesitaba fe en Él como el Mesías
2) Él necesitaba proveer evidencia de que Él era
el Mesías
c. Así en vez de darle el "agua viva"...
1) Él le dijo que llamara a su esposo
2) Lo cual resultaría en su convicción en Él como
un profeta
2. Algunas veces las personas no se dan cuenta de lo
que necesitan primero
a. Ellos desean hablar sobre un asunto particular
b. Pero ellos realmente necesitan primero algo
diferente

B. ALGUNOS EJEMPLOS...
1. Algunos desean estudiar Apocalipsis, cuando
necesitan estar cimentados primero en el resto de la Biblia
2. Algunos desean discutir asuntos relacionados a la
organización, obra, adoración de la iglesia, etc., cuando
ellos deben enfocarse en los "primeros rudimentos" del
evangelio
3. Es importante que una persona no se sofoque con la
"carne" de la Palabra – ver 1 Cor 3:1-2
[Hay otro principio del evangelismo a tomar en consideración
es la necesidad de un prospecto...]

V. NO CONDENAR INNECESARIAMENTE

A. EL EJEMPLO DE JESÚS...
1. Él podría haberle recalcado que era una adultera –
Jn 4:17-18
2. Como declaró en otra parte, Él vino a salvar al
mundo, no a condenarlo – ver Jn 3:17
3. No digo que Él no juzgará un día al mundo, sino que
el propósito primario de Su primera venida fue ofrecer
salvación – ver Jn 12:46-48

B. EN NUESTRO ESFUERZO EVANGELÍSTICO...


1. Aunque predicamos contra el pecado, nuestro
propósito primario es salvar, no juzgar – 1 Cor 5:12-13
2. Nuestro enfoque debe ser informar a otros del perdón
que ofrece Dios – ver 2 Cor 5:18-20
a. Dios busca la reconciliación con los pecadores
b. El nuestro es un ministerio de reconciliación

[Otro principio importante para recordar en el evangelismo


es...]

VI. INSISTIR EN EL ASUNTO PRINCIPAL

A. EN EL CASO DE LA MUJER SAMARITANA...


1. Ella desvió el asunto fuera de ella misma hacia el
asunto de donde se debe adorar – Jn 4:19-20
2. Jesús contestó a su pregunta, en tanto que en forma
efectiva regresó la conversación al asunto original: Quién es
Él o lo que Él ofrece – Jn 4:21-25 (ver Jn 4:10)

B. PERMANEZCA FIRME EN SUS OBJETIVOS...


1. Si está buscando establecer un punto común de
acuerdo, evite saltar hacia delante
2. Mientras Usted se mueve de un punto común a uno no
común...
a. De un paso a la vez
b. No vaya a otro asunto en tanto que ha habido
acuerdo en cada uno de los pasos
3. Si su objetivo es sencillamente obtener
consentimiento para un estudio bíblico en casa, evite tener
una discusión detallada en ese momento – ver Prov 15:28

[Un último principio en el evangelismo recogido de la


conversación de Jesús con la mujer en el pozo...]

VII. CONFRONTAR DIRECTAMENTE

A. EL EJEMPLO DE JESÚS ENTONCES...


1. Finalmente, Jesús enfrentó a la mujer con Su
identidad – Jn 4:26
2. Esto vino luego que Él puso el hubo puesto las bases

B. EJEMPLOS PARA HOY EN DÍA...


1. Al intentar establecer un estudio bíblico en casa
a. Aprovéchese de los contactos sociales
b. Desarrolle intereses en común
c. Esté abierto a los comentarios que indican un
interés espiritual, a la vez que Usted demuestra su fe por
medio de las acciones y las palabras
d. Evite argumentos sin fruto, enfatice en vez de
eso creencias comunes
e. Alabe sus puntos buenos y anímelos en la
dirección correcta
f. Tenga un objetivo primordial: animarlos a
estudiar aun más la Biblia
1) Pregúnteles si les gustaría aprender más sobre
Jesús, la Biblia, Su iglesia
2) Note el ejemplo de Aquila y Priscila con
Apolos – Hech 18:24-26
g. Confróntelos directamente con la oportunidad para
estudiar la Biblia
2. Durante el curso de un estudio de la Biblia en casa
a. Continúe desarrollando el contacto social
b. Continúe desarrollando intereses en común
c. Tome tiempo para acentuar los temas de interés
común que comparten Ustedes en sus intereses espirituales
d. Vaya a los temas de interés común a los intereses
que no están en común en forma cuidadosa
e. Acentúe el mensaje del evangelio; no se obsesione
en sus deficiencias individuales
f. Tenga un objetivo primario: ayudarlos a entender
su necesidad y el plan de salvación del evangelio – Mr 16:15-
16; Col 1:5-6
g. Confróntelos directamente con la invitación a
obedecer el evangelio de Cristo; por ejemplo,
preguntándoles...
1) "¿Tiene esto sentido?"
2) "¿Hay algo que yo haya dicho que Usted no haya
entendido?"
3) "¿Le he estado enseñando algo diferente de lo
que la Biblia enseña?"
4) "¿Le gustaría obedecer a Cristo ahora y ser
bautizado para la remisión de los pecados?"

CONCLUSIÓN

1. El resultado de la conversación de Jesús con la mujer


samaritana fue la conversión de muchas personas en la ciudad
de Sicar – Jn 4:39-42

2. Esto demuestra el potencial del evangelismo personal...


a. ¿Cómo sabe si la persona a la que Usted enseña podría a
su vez traer a muchos a Cristo?
b. Que una persona podría ser como una semilla de cuya
simiente podrían venir más personas

Realizando este potencial, podemos apreciar mejor las


palabras de Jesús:

"¿No decís vosotros: Aún faltan cuatro meses para que


llegue la ciega?
He aquí os digo: Alzad vuestros ojos y mirad los campos,
porque ya están blancos para la siega" (Jn 4:35)

Tal vez siguiendo el ejemplo de nuestro Señor, podamos ser


más útiles en Su Servicio...

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