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Previo a su utilización masiva por los Obstetras, el monitoreo fetal anteparto (MFA)
solo había sido evaluado por trabajos observacionales: series de casos y cohortes con
controles históricos. Generalmente en este tipo de estudios los observadores conocen de
antemano la condición clínica del paciente y de acuerdo al resultado del estudio adoptan
una conducta activa (estudios no ciegos); también, intervinieron los clásicos sesgos de
selección de pacientes: Ej: a un paciente con determinada patología le efectúan o no el
estudio de acuerdo al criterio médico, o sea, a su buen saber y entender.
0.1 99
Normograma
de Fagan
0.5
2
100
70
5
10 50
10 5
20
1
0.5 20
30
0.2 10
60 0.1
2
80
99 0.1
Conclusión
La evidencia científica disponible hasta la fecha es escasa y débil; no recomienda ni
retracta el uso del MFA para embarazos de alto riesgo, pero sin duda, es inefectivo para
embarazos de riesgo bajo o tal vez, puede aumentar los riesgos con su utilización en forma
indiscriminada.
Monitoreo Fetal Intraparto
Patrones de Anormalidad
1. Línea de Base taquicárdica o bradicárdica
2. Ausencia de variabilidad entre latidos (línea de base sin oscilaciones)
3. Presencia de deceleraciondes o Dips tipo II o dips III prolongados
Con estos patrones, la aplicación del MFI trató de definir estados de salud y
enfermedad durante el trabajo de parto; dependiendo en primer lugar de una realización
correcta por el operador, luego, una interpretación adecuada de los resultados y por ultimo
poder tomar las medidas terapéuticas adecuadas par solucionar el problema.
El MFI comenzó su aplicación en la década del 60; a fines de 1980 la mitad de las
mujeres en trabajo de parto en los EEUU recibían este control y en 1988 lo recibieron un
76% ( 3 de 4 mujeres en trabajo de parto eran monitorizadas); a partir de lo cual reuniones
de consenso en Canadá y el American College de Obstetras y Ginecólogos (ACOG)
comienzan a desaconsejar su utilización.
Conclusión
El MFI es de valor limitado para evaluar la salud fetal y predecir la evolución
neurológica alejada. La asfixia intraparto no es la causa más importante de parálisis
cerebral y por lo tanto la aplicación sistemática del MFI no puede prevenirla.
Además, inmoviliza a la madre, durante el trabajo de parto, transformado la habitación de
cuidado intraparto en una sala de terapia intensiva, rodeada de cables y monitores, que van
a contramano de las propuestas de atención humanizada del parto.