vigas continuas
8-1. INTRODUCCION
En este capitulo se estudian en detalle las vigas continuas con tres o mas apoyos, dos o
mas tramos o claros, y que, por tanto, disponen de uno o mas apoyos redundantes en los que
las reacciones no pueden determinarse por las ecuaciones de la estatica. Es posible calcular
los valores de estas reacciones hiperestaticas aplicando las condiciones de deformacion exis-
tentes, de acuerdo con las ecuaciones de deformacion del Capitulo 6, por ejemplo, deflexion
nula en los apoyos cuyas reacciones son desconocidas. Estas condiciones dan las ecuaciones
necesarias adicionales a las del equilibrio estatico. Sin embargo, es mas conveniente conside-
rar como desconocidos 0 hiperestaticos, los momentos flexionantes en los apoyos. Una
vez determinados estos momentos, que se suelen llamar momentos de continuidad, es suma-
mente sencillo el cdleulo de las reacciones, como se vera en la seccion 8-5.
Se explican dos métodos de cAlculo de tales momentos. En el primer método se comien-
za obteniendo una relacién de tipo general entre los momentos flexionantes en tres secciones
cualesquiera de la viga, relacion que se llama ecuacién de los tres momentos, y que se escribe
facilmente aplicando los teoremas de las areas de momentos. Las aplicaciones de esta
ecuacion son numerosas; con ella pueden resolverse todos los problemas de'los Capitulos 6 y
7, asi como determinar las deformaciones y reacciones redundantes en cualquier tipo de vi-
gas, en particular en las vigas continuas. En muchos casos se puede aplicar junto con los teo-
remas de las areas de momentos o con el método de la doble integracion, como se tendra oca-
sion de ver y aplicar.
El segundo método es el de la distribucién de momentos, que se explica y desarrolla en
Ja seccién 8-8. Este método es independiente del anterior, aunque la determinacién del
diagrama de fuerza cortante y de las reacciones sea comin para ambos. Para aplicar este mé-
todo se empieza suponiendo que cada tramo o claro est perfectamente empotrado en sus
extremos y se determinan los momentos de empotramiento perfecto. En la mayoria de los ca-
250
sos, Ia
ciones
se call
de
prime
r
lad8-2 Forma goneralizada de la ecuacion de los tres momentos 251
sos, las cargas sobre cada claro son de los tipos que aparecen en la Tabla 7-2 0 combina-
ciones de estos tipos. En estas condiciones, los momentos de empotramiento perfecto (MEP)
se caleulan por superposicion 0 se toman directamente de la tabla. Para tipos mas complejos
de cargas, y si no se dispone de una tabla que contenga mas casos, es preferible emplear el
primer método.
8-2, FORMA GENERALIZADA DE LA ECUACION
DE LOS TRES MOMENTOS
En la figura 8-1a se representa parte de una viga sometida a una carga cualquiera y so-
portada de forma arbitraria. Cortemos la viga por tres puntos cualesquiera 1, 2 y 3 y sustitu-
yamos el efecto de las cargas y fuerzas a la derecha 0 a la izquierda de cada seccion de corte
por la fuerza cortante y momento flexionante (Sec. 4-3). En la figura 8-1b se representan los
diagramas de cuerpo libre correspondientes a los tramos 0 segmentos de viga entre las sec-
ciones 1 y 2 y entre las 2y 3 que, en adelante, se llamardn tramo 1 y tramo 2, respectivamen-
te, Las longitudes de los tramos son L; y L; y los momentos flexionantes en 1, 2 y 3 son My,
‘Myy My, que, segiin la seccion 4-3 y tal como estn dibujados, son los tres positivos, de don-
de el sentido de las flechas es el indicado (del reloj, a la izquierda, y contrario al del reloj, a la
derecha del tramo). Las fuerzas cortantes en estos puntos son V;, V_2 Gusto a la izquierda
del punto 2), V» (justo ala derecha del punto 2) y V_3 Gusto a la izquierda del punto 3). Las
fuerzas V_7 y V2 no tienen que ser iguales en general, pues sus valores dependen naturalmen-
te de lo que haya en el punto 2. De acuerdo con la seccion 4-3, y puesto que en un extremo
quierdo se ha de poner la fuerza cortante real y en el derecho la resistente, tal como estan
bujadas las flechas, V, y V2 son fuerzas cortantes positivas, mientras que V_, y V_3 son
fuerzas cortantes negativas.
El procedimiento estudiado en la seccion 7-5 proporciona el medio para transformar ca-
da uno de estos tramos en una viga simplemente apoyada con dos estados de carga; por un
lado la carga real del tramo y por otro los pares aplicados en sus extremos. En las figuras
' Carga cualquiera |
| Carga cualquiera |
(2) Diagrama de cargas,
Carga en el Carga en el
at Yor “f
Y Va
(b) Diagramas de cuerpo libre de cada tramo
Figura 8-1. Carga general en una viga cualq)52 VIGAS CONTINUAS
ae =
(supéngase M, > M;)
ip"
i
| ()
Gi see, »
Area=A,;
M, @ IM,
Mele ssa,
im La
M2
Figura 8-2. Analisis del estado inicial de carga, (a) Las cargas sobre una viga simple
mente apoyada. (b) Estado de cargas producido por los momentos de continuidad
cen la misma viga (a). (c) Diagrama de momentos del estado de cargas (a). (4) Diagra-
‘ma de momentos del estado de cargas (b).
8-2a y 8-2b se representan estos dos estados de carga, para los dos tramos, cuya superposi-
cion reproduce el estado supuesto en los diagramas de cuerpo libre de la figura 8-1b. Las
fuerzas cortantes en los extremos de cada tramo seran, para el extremo izquierdo, igual a la
suma de las reacciones de los dos estados, y para el extremo derecho igual numéricamente,
pero de signo contrario. Las reacciones del primer estado (cargas reales sobre el claro, que se
considera apoyado) se calculan por las ecuaciones del equilibrio estatico, y lo mismo para las
del segundo, que forman un par de reacciones iguales y opuestas R’ que equilibran el par
M, ~ Mz, por ejemplo.
En estas condiciones, el diagrama de momentos flexionantes en cada tramo de la viga se
resuelve por partes en el diagrama que producen las cargas existentes sobre el tramo, supo-
niendo que el tramo estuviera simplemente apoyado en sus extremos, més el diagrama trape-
zoidal producido por los pares aplicados en los extremos de la misma viga, tal como se indica
perfectamente en las figuras 8-2c y 8-2d.
En la figura 8-3 aparece representada la eldstica de la viga, sumamente exagerada, para
ver con mas claridad las relaciones geométricas que se van a utilizar, Obsérvese que los pun-
tos 1, 2 y 3 estén precisamente en la eléstica,
La tangente trazada a la elastica en el punto 2 determina las desviaciones tangenciales
tu y ty2 de los puntos 1 y 3, respectivamente, y la recta trazada por 2 paralela a la posicin
inicial de la viga, que por conveniencia se supone horizontal, determina la altura de los pun-
tos 1 y3 con respecto al 2, alturas que son fy y fs. Los dos tridngulos sombreados en la figura
tienen por bases Ly y Ly por alturas (hy — fy) ¥ (fy72 — hs), Y por ser semejantes resulta ob-
vio que:
lo que se 1
Los’
siendo (&
puntos 1
tos flexio
en que se
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