Carta para tu alma: de un hijo hacia un hijo Juan Zumarn Rojas A los nios del Colegio Luis Braile:

Qu dicen de ti, alma que no puedes andar con los ojos cerrados por los caminos ms difciles; que no puedes sonrer a la luz de tus estrellas; que no puedes sembrar por la noche los soles que abrigan tu vida Eso dicen de ti, alma, eso dicen los que se pierden a la luz de la luna, los que se pierden entre las caricias de unas manos conocidas o en los parajes de un cuerpo desconocido. No hay, pues, alma, cuerpo que se conozca, porque sus bondades estn escondidas tan profundamente en ti, pero tan hondo, que ah no llega el sol, y an as reina la luz, y an as hay calor. No, alma, ellos dicen mal no slo la luz permite abrir los ojos, tambin lo permite la profunda oscuridad con que me miras desde tu rinconcito preferido, desde las reflexiones de lo que eres y siempre sers: el nico punto completo del universo, el nico punto donde no existe el vaco, sino la alegra de mantener intacta la candidez, la pureza de tu esencia desde el vientre de tu madre, aquella imperceptibilidad apreciable slo por la que te ha sentido crecer. Y t me miras asombrado desde aquel palpitar porque oyes mi voz un poco cansada, un poco apagada no es el cansancio, alma ma, es la mudez que produce tu esplendor en mis sentidos, es tu corazoncito tierno y sincero que late junto al mo el que me ruega que te abrace y te diga con infinito amor: alma, yo creo en ti. No alma, no es as. En tu oscuridad abrzame y detn mi llanto. Haz de mi voz un eco en el tiempo de tu pecho, permteme conocerme a travs de tus caricias leves. Abrzame fuerte, alma. Ms ac de tu alma, est el campo frtil de tus sueos, y por ah, detrs de un manzano, ests t, sembrando en la noche lo que los ojos no pueden ver en el da: tu palabra, tu ilusin, tu integridad, alma, tu realidad!, el motivo de tu sonrisa: Ser y Estar. Quin dice, alma, que necesitas verme para sonrer?! Eso decan de ti, alma tantas cosas equivocadas!, pero qudate tranquila, que yo les dije algo que jams comprendern, porque los miedos crecen slo donde ilumina el sol. Pero yo, alma, yo, que poco te conozco creo en ti.

La Serena, Noviembre de 2007.