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DISCURSO Celebramos hoy el da ms grande de nuestra historia, el da en que un grupo de patriotas sin ms fuerzas que el sentimiento de la justicia y el deseo

de libertad que agitaba sus espritus, proclamaron la Independencia de nuestra patria aquel 9 de julio de 1816 Recordemos hoy, la grande, magnfica y excelsa victoria de esa larga y cruenta lucha de sus hijos ms preclaros: sacerdotes ,militares y civiles que, fundindose en un solo pensamiento sealaron derroteros desafiando mil peligros. Es el momento en que el reloj de nuestra historia marca la hora solemne, mientras el corazn de la Repblica palpita ardiente en San Miguel de Tucumn. La conmocin popular del 25 de mayo que enaltece el grito de libertad, es coronada con luchas victoriosas, con sacrificios denodados, con aportes heroicos y con una grande y soada finalidad: alcanzar la Independencia para la patria chica, como estmulo constante para las generaciones que se sucederan. All en el norte, en esa casa de paredes y columnas amarillas de ese Tucumn, jardn de la Repblica como se lo llamara, se encuentran los congresales que asumirn la responsabilidad civil de proclamar al mundo que una nueva y gloriosa Nacin se incorpora por voluntad inquebrantable de sus hijos, al concierto de los pueblos libres de la tierra. All la Patria naci de un acto de fe, de un acto de afirmacin, de la decidida voluntad de aquel grupo de hombres: Saavedra, Larrea, Castelli, Belgrano, Moreno, Paso, Santa Mara de Oro y de muchos otros que le dieron vida perdurable por la fuerza de sus ms hondas y claras percepciones. El 9 de julio de 1816, el cielo argentino se estremeci al oir los veintin caonazos que anunciaban la reunin del Congreso. Veintin caonazos que fueron capaces de llegar al sol y bajarlo para depositarlo en nuestra bandera La fibra de nuestros antecesores no se ha perdido. Esa antorcha de libertad e independencia sigue encendida hoy en nuestros corazones que al latir repiten: Aqu est la Argentina, nacin tan soberana, que nunca, ni maana ni en siglos venideros olvidar el esfuerzo de almas luchadoras y hombres tesoneros.

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