Professional Documents
Culture Documents
El camino que seala la Segunda Carta de San Pedro es, sin duda, el de la revitalizacin y del crecimiento espiritual. Es un camino para vivir plenamente la fe con todas sus exigencias radicales, conducentes a un encuentro pleno con el Seor. El marco en el cual San Pedro nos invita a esforzarnos es, precisamente, el de la fe (2Pe 1,1) y en ese sentido, se trata de un camino de colaboracin con la gracia. Tal sentido subyace en el texto petrino, en el que debemos entender que el Apstol y primer Papa exhorta a los creyentes que poseen ya el precioso don de la fe a poner todo empeo (en el sentido de una cooperacin activa) en aadir una a una las virtudes que, fundndose en la fe y nutridos en la esperanza llevan a alcanzar la perfeccin de la caridad. El inspirado Apstol propone a continuacin una escala de virtudes cuyo ejercicio no deja ocioso ni estril a quien los practica. Luego de proponer lo que se ha dado en llamar la Direccin Espiritual de Pedro, insiste en su invitacin y muestra la razn y el valor de poner en prctica estas virtudes: Por tanto, hermanos, poned el mayor empeo en a anzar vuestra vocacin y vuestra eleccin. Obrando as nunca caeris (2Pe 1,10). Quien aspira a ser el a su vocacin y eleccin la a anza si coopera con Dios obrando del modo propuesto por l. San Pedro usa la palabra todo (pasan, que viene de pas: todo, todas las cosas, la totalidad, cada uno). En el Nuevo Testamento pas es muy comn: aparece 1228 veces. Esto re eja una predileccin por el concepto de totalidad, espec camente en lo que se re ere al misterio de Dios y a la redencin obrada por l en la historia. En nuestro versculo Pedro lo usa para invocar el empeo total (o el mayor empeo ) que deben poner los discpulos de Cristo en aadir al don de la