You are on page 1of 14

En: Cuadernos de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales, UNJu, 2: 21-27.

1990

SISTEMAS DE CONOCIMIENTO POPULAR EN LOS ANDES


DEL NOROESTE ARGENTINO (1)

Mario A. Rabey (2)

En este trabajo se presentan los antecedentes, la fundamentación teórica, los objetivos y la


metodología de un proyecto de investigación que se está ejecutando actualmente, denominado
PIDTA II, Sistemas de conocimiento popular en los Andes del noroeste argentino. El prin-
cipal objetivo del proyecto es producir un avance teórico, ubicado en la interfase entre
antropología social, epistemología y sociología del conocimiento, que permita comprender
mejor las características de la producción del conocimiento popular, así como de su articulación
con el conocimiento institucional dominante, problemas que han sido ampliamente descuidados
por la producción teórica corriente. Para el logro de dicho objetivo, se han planificado tareas de
investigación sobre conocimiento popular en seis áreas temáticas: salud mental, localización
espacial, educación local, arquitectura, manejo agropastoril de recursos naturales y
comunicación popular. Las tres primeras constituyen planes nuevos de investigación, mientras
que las otras tres constituyen la continuidad de áreas temáticas de un proyecto anterior, el
PIDTA I, Proyecto de Antropología Aplicada a la Investigación y Desarrollo de Tecnología Apro-
piada, que se ejecutó durante el período 1983-1988. La investigación se lleva adelante en
áreas rurales y urbanas de la porción argentina de los Andes Centrales, dentro de las
provincias de Salta y Jujuy.

1
Una versión previa de este trabajo fue presentada en las Primeras Jornadas de Investigación en Humanidades
y Ciencias Sociales, realizadas en dicha Facultad en junio de 1988. El artículo corresponde al proyecto principal de
investigación diseñado por la Cátedra a cargo del autor, para ejecutar en el trienio 1989-1991, y cuenta con
financiamiento del subsidio trienal CONICET PID 205-0709/88.

2
Profesor Titular Ordinario, Antropología de las Sociedades Complejas, Facultad de Humanidades y Ciencias
Sociales, UNJu. Investigador Adjunto sin Director, CONICET.

1
RESULTADOS OBTENIDOS EN EL PIDTA I

Los principales resultados obtenidos en el PIDTA I pueden dividirse en dos grupos. En primer
lugar, se ha llevado a cabo una serie de experimentos, sobre la base de un planteo teórico-
metodológico propuesto por Merlino y Rabey (1981) y Rabey y González (1985), que estaban
previstos para cumplir dos objetivos: (a) el desarrollo de prototipos de técnicas y sistemas
organizativos apropiados a las características naturales y socioculturales de la región; (b) la
contrastación de una hipótesis referente a las relaciones entre tecnólogos y comunidades
locales, según la cual el trabajo de tecnólogos en el terreno, en comunidades locales con
fuerte identidad étnica y sobre la base de un respeto a su patrón sociocultural básico, tiende a
revertir el proceso preexistente de deterioro de su identidad.

Con respecto al primer objetivo, el PIDTA I obtuvo una serie de resultados, entre los cuales se
destaca el desarrollo de varios prototipos de techos que combinan materiales y técnicas
tradicionales con materiales industriales (Rotondaro y Rabey 1985, 1986a, 1986b, 1986c).
Otros desarrollos son los siguientes: un modelo de producción de semillas mejoradas "al partir";
un modelo de producción de sementales mejorados de llamas y ovejas; cocinas de adobe;
sistemas de cooperativas y precooperativas basadas en redes comunitarias y de parentesco y
vecindad; un taller de comunicación local con aplicación de computación y video.

Los experimentos de generación de tecnología apropiada, en cuyo marco se desarrollaron los


prototipos mencionados, permitieron también contrastar la hipótesis arriba resumida, en la
comunidad donde se llevó adelante el plan piloto del Proyecto, en la cual se había realizado
previamente un estudio general de base aplicando una metodología transdisciplinaria para la
detección de necesidades y problemas (Rabey y Rotondaro 1988). Se utilizaron tres criterios
para probar la validez de la hipótesis: (a) la recuperación de prácticas ritual-económicas, como
la minga, un sistema tradicional de trabajo comunitario andino; (b) el fortalecimiento de
instituciones comunitarias locales como el Centro Vecinal; (c) el incremento de la autonomía
política de la comunidad. La hipótesis mostró su consistencia con respecto a los tres criterios.
Los trabajos encarados como parte del desarrollo experimental se realizaron sólo parcialmente
en base al pago de mano de obra, pero en gran parte sobre la base de la minga entre
miembros jóvenes de la comunidad, que habían abandonado esta práctica hace casi dos
décadas. El Centro Vecinal, que al comienzo de la ejecución del proyecto contaba con sólo una
docena de socios, tiene ahora más de cuarenta, habiendo constituido el núcleo de una nueva
institución, la Cooperativa, que tiene más de sesenta socios, la mayoría de ellos habitantes de
la comunidad, pero con otros veinte que habitan en comunidades vecinas. Con respecto a la
práctica política, el acentuado clientelismo detectado al principio del proyecto con respecto a
caciques regionales de los grandes partidos, dio paso a la formación de una práctica
relativamente autónoma basada en el fortalecimiento de los liderazgos locales.

Al comparar el proceso registrado en la comunidad piloto con el de otras en la misma región,


no se encuentran tendencias similares. Por el contrario, una investigación realizada
recientemente por Bratosevich (1988) en una localidad cercana, describe un agudo proceso de
desestructuración de la organización social comunitaria y de las formas productivas
campesinas. Entonces, la afirmación de la identidad sociocultural de la comunidad piloto
parece estar correlacionada positivamente con la presencia asociada del equipo científico-
tecnológico del PIDTA.

Pero, además de los resultados del PIDTA I en el terreno del desarrollo tecnológico
experimental y en el de la contrastación de las hipótesis socioantropológicas básicas, previstos

2
originariamente como objetivos, el Proyecto produjo un segundo grupo de resultados, no
previstos en el diseño original del Proyecto. Estos resultados están relacionados con la
obtención de datos referentes a procesos relativamente autónomos de creatividad tecnológica
entre los campesinos de la región, que han sido interpretados en el marco de la estrategia
adaptativa más amplia del campesinado andino (Rabey 1988, 1989b) y han permitido avanzar
en la discusión acerca de los procesos de innovación tecnológica popular y de la capacidad
que tienen los sistemas socioculturales locales para incorporar en su tecnología conocimientos
generados por las instituciones dominantes (Rabey 1987, 1988, 1989b), así como en el análisis
de las relaciones entre tecnologías tradicionales y tecnología occidental y su interés para la
elaboración de modelos alternativos de desarrollo (Rabey 1987, Rabey más). Los datos
mencionados incluyen especialmente innovaciones locales en las técnicas de construcción,
sistemas de difusión de semillas mejoradas étnicamente, y la difusión popular de la cría de
alpacas desde Bolivia hacia la Argentina.

Por último, se ha obtenido información acerca de la estructura y dinámica del conocimiento


popular altoandino referente a la agricultura de altura (Tecchi et 1988) y a la cría tradicional de
llamas (García Fernández et al 1991, García Fernández y Tecchi ms, Rabey 1989a); en el caso
de la información referente a la cría de llamas, ésta fue obtenida en el marco de la
coordinación entre el PIDTA I y el Proyecto ETACLA, Delimitación, Caracterización y Uso de
Ecosistemas terrestres y Acuáticos en Cuencas Lacustres Altoandinas (Veloso et al 1986),
un proyecto UNESCO/MAB binacional Argentina-Chile, orientado a la investigación de la
estructura, funcionamiento y dinámica de ecosistemas altoandinos, incluyendo la acción del
pastoreo tradicional y las influencias ejercidas por las instituciones dominantes de la sociedad
mayor.

El marco teórico original del PIDTA se mostró insuficiente para contener este nuevo tipo de
información, probablemente a causa de que, en forma no consciente, habíamos incluido en él
un supuesto de tipo estructural-funcionalista: el de la relativa inmutabilidad de los sistemas
socioculturales campesinos indígenas. Por el contrario, los nuevos datos obtenidos requieren
un modelo donde los sistemas locales poseen una dinámica propia, y donde su estrategia
adaptativa exhibe una importante capacidad para procesar los cambios de su ambiente socio-
cultural a través de los procesos de innovación que, sobre la base de los conocimientos ya
disponibles -la "tradición"-, son capaces de incorporar conocimientos provenientes de las
instituciones dominantes de la sociedad mayor. El PIDTA II se propone, continuando el marco
teórico-metodológico básico del PIDTA I, avanzar en la comprensión de dichos procesos
relativamente autónomos de generación local y regional de conocimientos, una problemática
que, como se pondrá en evidencia en el análisis de distintas corrientes teóricas que realizo a
continuación, no parece haber sido contestado adecuadamente por ninguna de ellas.

MODELOS TEORICOS SOBRE CONOCIMIENTO POPULAR

De hecho, ni las ciencias sociales ni la epistemología han desarrollado hasta el momento un


cuerpo teórico sistemático referente a la problemática del conocimiento popular. Luego del
relativamente temprano trabajo de Merton (1957), sólo en los últimos años han surgido algunas
aproximaciones generales al problema, especialmente en los campos de la sociología de la
ciencia inspirada en Manheim (Hamilton 1974), la teoría marxista de la ideología (Gramsci
1974, Lukacs 1975, Althusser 1976, Thompson 1986), y la fenomenología (Berger y Luckman
1967, Schutz 1972). Algunos trabajos recientes presentan importantes análisis comparativos de
estas diferentes posturas (Abercrombie 1982). No obstante la inexistencia de propuestas

3
teóricas sistemáticas, la creciente emergencia de movimientos etnicistas y de afirmación de la
identidad sociocultural, así como su vinculación con la búsqueda de modelos alternativos de
desarrollo (Rabey 1990), están requiriendo una orientación más clara en esta dirección, como
lo pone de relieve el reciente volumen colectivo editado por González Casanova (1984), espe-
cialmente en algunos de sus trabajos, como los de Bonfil Batalla (1984), Casimir (1984) y
Stavenhagen (1984).

Para la epistemología tradicional, tanto en su vertiente positivista lógica (Hempel 1977, Nagel
1978), como en la del racionalismo critico (Popper 1977), cuyo interés no reside en el proceso
social de construcción del conocimiento, sino en la definición de los parámetros de cientificidad,
el conocimiento popular nunca ha sido considerado como un genuino núcleo de interés, salvo
para colocarlo en un ámbito de inferioridad cognoscitiva. En el modelo de Kuhn (1962), aunque
más interesado en el proceso de construcción de las teorías científicas, el problema del
conocimiento popular tampoco aparece considerado. Así, sólo en el relativismo epistemológico
de Feyerabend (1986), activamente vinculado a la fenomenología norteamericana de Schutz,
Berger y Luckmann, aparece un interés definido por el conocimiento popular: un núcleo básico
de la postura de Feyerabend consiste en considerar a la validez de un cuerpo de cono-
cimientos en relación con su específico contexto sociohistórico; un problema adicional discutido
por el mismo autor es el del interés del conocimiento popular como fuente para la formulación
de teorías científicas.

También en la postura posmoderna de Lyotard (1979), el conocimiento o saber -como prefiere


denominarlo- popular aparece revalorizado y caracterizado como una forma de saber que
despliega su propia estrategia de legitimación, diferente de la de la ciencia. Habermas (1981),
un teórico proveniente de la Escuela de Frankfurt, insiste en la multiplicidad de las
racionalidades, que tiene que ver no tanto con el conocimiento y su adquisición como con la
forma en que éste es utilizado por los distintos sujetos sociales.

Si ahora comparamos brevemente los distintos modelos teóricos vinculados al estado actual de
la discusión sobre el conocimiento, podemos encontrar dos enfoques básicos. Dentro del
primer enfoque, están los que ponen énfasis exclusivamente o casi exclusivamente en los
sistemas ideológicos y cognoscitivos construidos directa o indirectamente por las estructuras
sociales dominantes. El conocimiento popular, desde esta perspectiva, ha sido considerado
como un falso conocimiento, un conjunto de no verdades, como en el caso de la mayor parte
de la reflexión epistemológica, o bien como un subproducto de la ideología dominante,
orientado a aumentar ya sea la cohesión social ya el control social por parte de las clases
dominantes, como en el caso de la sociología de raíz durkheimiana y de la mayor parte del
pensamiento marxista, respectivamente (Thompson 1986). En el segundo enfoque, puede
incluirse a quienes, como los gramscianos, postulan que las clases y sectores populares
poseen una cierta capacidad para resistirse a incorporar la ideología y cultura dominantes, a
través del desarrollo de culturas propias; puede incluirse también a quienes, como los
fenomenólogos norteamericanos, adoptan una postura más radical, proclamando la autonomía
del sujeto humano en la producción de conocimientos, y a quienes, como los relativistas
epistemológicos, afirman la verdad relativa de todo conocimiento, o, como los posmodernos y
algunos aspectos de la epistemología de Feyerabend, ponen el acento en las estrategias
-muchas veces discursivas y aun publicitarias- que despliegan los conocimientos y saberes
para obtener su legitimación.

Es importante destacar que, dentro del escaso interés prestado por la literatura corriente al
conocimiento popular, existe en general poca discusión acerca de las relaciones entre éste y el

4
conocimiento socialmente dominante. Una importante excepción es la de los enfoques
gramscianos, que enfatizan muchas veces el papel de la ideología, la cultura y los
conocimientos populares como respuesta a las situaciones de subordinación social. Sin
embargo, aún en estos casos, han quedado fuera del foco central de interés otras articula-
ciones entre ambos tipos de conocimiento, como por ejemplo los mecanismos a través de los
cuales el conocimiento popular incorpora elementos del conocimiento dominante y viceversa,
quizás con la única y notable excepción de los modelos antropológicos sobre aculturación, que
tienen el importante defecto de dejar generalmente de lado en el análisis los fenómenos de
dominio-subordinación. Finalmente, debe señalarse la casi virtual ausencia de interés por el
problema de la creación popular de conocimientos: en las visiones teóricas corrientes, los
sectores populares son descriptos, o bien como poseedores de un conocimiento tradicional
resistente a los cambios, o bien como poseedores de un conocimiento menos verdadero que el
dominante, o bien utilizando un conocimiento reactivo a la ideología hegemónica, o bien por
medio de alguna combinación de esas perspectivas.

Entonces, los modelos teóricos más característicos dejan de lado dos aspectos del
conocimiento popular que en este proyecto son fuertemente enfatizados: en primer lugar, su
articulación con el conocimiento dominante, una de cuyas expresiones contemporáneas más
evidente es el conocimiento científico-tecnológico; en segundo lugar, los procesos de
transformación del conocimiento popular. Obviamente, se deja también de lado la vinculación
existente entre la dinámica del conocimiento popular y las articulaciones entre éste y el
conocimiento dominante. Estos vacíos teóricos se reflejan en y son parcialmente el resultado
de un escaso desarrollo de estudios de caso acerca del conocimiento popular que tomen en
consideración su dinámica y sus articulaciones con el conocimiento dominante.

Es notorio que la literatura socioantropológica, en la mayoría de sus vertientes teóricas, está


poblada de estudios empíricos acerca de sistemas cognoscitivos populares, indígenas,
campesinos y, en los últimos años, urbanos. En gran parte, el propio concepto de cultura, que
ocupa un lugar central en la elaboración teórica de la antropología, fue construido alrededor de
la necesidad de sistematizar datos acerca de las formas en que las diversas sociedades expli-
can la realidad, las que, junto con su práctica social, constituían -y siguen constituyendo- el
objeto empírico característico de la antropología social y cultural. Sin embargo, en los estudios
clásicos es casi nula, y en los contemporáneos muy escasa, la información empírica acerca de
las transformaciones del conocimiento popular y sus articulaciones con el conocimiento
dominante.

Durante las últimas dos décadas, los antropólogos sociales y culturales han mostrado un
creciente interés, desde distintas perspectivas teóricas, por la diversidad cognoscitiva de los
sistemas socioculturales. Se destaca en primer lugar la obra de Lévi-Strauss, cuya posterior
interpretación, centrada en el interés de sus continuadores por las técnicas de análisis
estructural, ha oscurecido frecuentemente el papel que aquél le adjudica al mito como estructu-
ra de cohesión y diferenciación, un papel claramente ubicado en la tradición sociológica de
Durkheim y Mauss. Hacia fines de la década del '60, y en general bajo la influencia de Lévi-
Strauss y otros investigadores que habían explorado también la interfase entre lingüística y
antropología, inspirándose en la teoría general de los signos de Peirce (1931-58, cit. en Singer
1980), se desencadenó una potente oleada de estudios cognitivos y simbólicos, que
enfocaron, entre otros problemas, los sistemas clasificatorios y el campo de la significación en
numerosas sociedades y culturas. La fuerte orientación de estos estudios hacia sociedades
supuestamente primitivas y -también supuestamente- aisladas, impidió en general considerar
las articulaciones entre sus sistemas cognoscitivos y el de la sociedad compleja mayor que los

5
contiene. Tampoco hay en esta literatura ningún interés evidente por los procesos de creación
de nuevos conocimientos, un problema que la antropología sociocultural parece haber
abandonado masivamente desde la década del '20, cuando algunos discípulos de Boas como
Dixon (1920) dejaron planteada una primera aproximación analítica al problema de la
innovación que, aunque responda adecuadamente al desafío planteado por la necesidad de
reemplazar las teorías muy generales del evolucionismo por esquemas empíricamente
contrastables, fue rápidamente dejada de lado por la tradición culturalista norteamericana.

Estrechamente conectada con los estudios cognitivos, debe mencionarse otra importante
corriente, la etnociencia (Sturtevant 1964). Esta, uno de cuyos mejores ejemplos son los
estudios de Berlin (1972) sobre etnobotánica, ha desarrollado un importante cuerpo de datos
acerca de los conocimientos folk de muchas sociedades indígenas y campesinas sobre un
cierto número de materias: botánica, zoología, astronomía, medicina. Le caben a la etnociencia
las mismas críticas que se han formulado a los planteos teóricos generales sobre el
conocimiento y a los estudios estructurales y cognitivos: (a) al no ubicar a la etnociencia local
en el contexto de sistemas socioculturales complejos con sistemas científico-técnicos
dominantes, pierden de vista el problema de las relaciones entre ambos cuerpos cognoscitivos;
y (b) al persistir en la perspectiva teórico-metodológica atemporal del "presente etnográfico", es
incapaz de percibir las transformaciones que se van produciendo en el campo cognoscitivo
local.

Entre las ramas de la etnociencia merece citarse la etnoecología (Conklin 1954, Fowler 1977).
Sin embargo, pese al nombre de la subdisciplina, la mayor parte de sus estudios, incluyendo
los citados, se han restringido a meras descripciones etnosemánticas, especialmente
dedicadas al análisis de las categorías nativas sobre etnoambientes. Sólo algunos trabajos
recientes (Merlino y Rabey 1983, Reichel- Dolmatoff 1983, Rabey y Merlino 1988) han
comenzado a interesarse por la percepción nativa de ciclos e interacciones ecológicas. Pero,
como en el campo más general de la etnociencia, no hay tampoco aquí un interés visible por
las relaciones entre el conocimiento popular y el conocimiento dominante, ni por los procesos
de innovación dentro del primero. Una importante excepción a esta carencia general puede
encontrarse en algunos estudios recientes acerca de la visión que algunos grupos nativos
poseen de su propia historia. Por ejemplo, Rappaport (1985, 1987a, b y c), en sus estudios
realizados en los Andes colombianos, ha recalcado precisamente dos hechos: en primer lugar,
que los campesinos indígenas andinos utilizan la interpretación y el relato de su historia como
arma para enfrentar su situación subordinada dentro de la sociedad mayor, confrontando
aquéllos con la historia hegemónica; en segundo lugar, que la historia que estos grupos hacen
sobre sí mismos se va modificando, incluyendo el relato de diversos conflictos y negociaciones
derivados de dicho enfrentamiento.

De todos modos, en los últimos años se han desarrollado importantes enfoques sobre las
relaciones entre conocimiento, necesidades y problemas de los sectores populares, por un
lado, y las instituciones dominantes correspondientes. Ejemplos relevantes para la temática de
este proyecto de investigación son los estudios de Menéndez (1986) sobre el papel social del
"modelo médico hegemónico", los de Riquelme (1987) sobre aspectos socioculturales de la
salud mental y, en otro campo, el de Salmona (1983), sobre las concepciones y la práctica de
los agentes de extensión agrícola en relación con la tecnoeconomía de los campesinos. Sin
embargo, estos estudios no han estado preocupados por el proceso de producción del
conocimiento, sino más bien por su incidencia en las practicas sociales.

6
ESTUDIOS SOBRE CONOCIMIENTO POPULAR EN LOS ANDES CENTRALES

Si consideramos la producción antropológica referente a los Andes Centrales, la región donde


el PIDTA II desarrolla sus tareas de campo, encontramos un reflejo de la situación general
arriba analizada. Pueden mencionarse estudios etnocientíficos, por ejemplo en el campo de la
etnobotánica (Aldunate et al. 1981), la etnoastronomía (Urton 1979) y la etnoecología (Castro
L. et al. 1982).

En últimas dos décadas, los estudios sobre los Andes Centrales presentan la peculiaridad de
un fuerte interés sobre las practicas tecnológicas tradicionales -la "tecnología andina"- de sus
poblaciones campesinas, como fuente para nuevos desarrollos en el campo de la tecnología
apropiada. Entre la producción reciente se destacan los volúmenes de síntesis de Ravines
(1978), Lechtman y Soldi (1981) e IICA/CIID (1983), así como algunos trabajos sobre modelos
de desarrollo rural a partir de tecnología tradicional (Morlon et al. 1982, Claveras et al. 1983,
CONCYTEC 1983, Vreeland 1986).

La producción de trabajos acerca de distintos aspectos de la tecnología andina es tan vasta


que llevaría muchas paginas hacer una mera enumeración bibliográfica de la misma, y quizás
haría falta un libro completo para analizar sus principales características. Sin embargo, pueden
señalarse tres rasgos comunes a la mayoría de dichos trabajos. En primer lugar, la fuerte
tendencia a relacionar la tecnología de los campesinos andinos contemporáneos con la de las
poblaciones prehispánicas -la llamada "paleoteconología"-, enfatizando la continuidad que hay
entre prácticas tecnológicas -e incluso socioeconómicas- antiguas y actuales, al punto tal que
se ha propuesto reiteradamente la persistencia de un patrón adaptativo completo desde
tiempos prehistóricos hasta el presente (Rabey et al. 1986, Rabey 1988, 1989 b). Una segunda
peculiaridad destacable de los estudios sobre tecnología andina contemporánea reside en la
tendencia creciente que existe en ubicar a la tecnología en el contexto del conjunto más
general de la estrategia adaptativa de las poblaciones andinas, especialmente rurales. La
tercera característica que interesa destacar aquí es un evidente sobreénfasis en estudios
referentes a la tecnología agrícola, que dejan en un muy lejano segundo plano a los estudios
sobre otros conocimientos y técnicas populares de la región, como los vinculados a la
ganadería, la atención de la salud, la educación, la organización productiva, las alternativas de
localización espacial, la construcción, y así sucesivamente.

OBJETIVOS Y METODOLOGIA

La finalidad del PIDTA II consiste en producir modelos teóricos referentes a las condiciones en
que se produce el conocimiento popular, especialmente en su relación con el conocimiento
dominante o hegemónico, que puedan ser posteriormente utilizados por proyectos de
desarrollo socioeconómico y tecnológico. Los objetivos del Proyecto son los siguientes:

1) Obtener información acerca de los procesos de producción del conocimiento popular


sobre distintos temas en zonas rurales y urbanas de la porción argentina de los Andes
Centrales. Se buscará especialmente información sobre: (a) la dinámica de la creatividad cog-
noscitiva popular en respuesta a los cambios del ambiente natural y social; (b) las relaciones
entre el conocimiento popular y el hegemónico.

2) Producir modelos teóricos acerca del papel de los procesos de innovación


cognoscitiva en las estrategias adaptativas populares.

7
3) Contribuir a la elaboración de modelos alternativos de desarrollo, tanto desde una
perspectiva teórica general, como en referencia a la problemática andina en particular.

Pese a tratarse de un proyecto interdisciplinario, en el cual participan profesionales de distintas


áreas disciplinarias -arquitectura, ciencias biológicas, ciencias de la salud, letras, filosofía,
ciencias de la educación, arqueología y antropología social-, el núcleo teórico y metodológico
del mismo está concentrado en la antropología social. La metodología es básicamente la
misma del PIDTA I, que ha sido ampliamente desarrollada en Merlino y Rabey (1981) y Rabey y
González (1985). Dicha metodología se basa en la contrastación de hipótesis
socioantropológicas básicas a través de experimentos diseñados y ejecutados conjuntamente
por un equipo científico interdisciplinario y poblaciones locales.

A diferencia del PIDTA I, donde los experimentos estaban orientados a la doble finalidad de
generar prototipos de tecnología apropiada y contrastar hipótesis socioantropológicas, en el
PIDTA II se pondrá énfasis en la producción teórica a través de la obtención de información
empírica acerca de sistemas populares de conocimiento. Este cambio de énfasis en la
orientación metodológica se debe a los resultados obtenidos en el PIDTA I, que han sido
reseñados en el primer apartado de este artículo. En efecto, resulta evidente a partir de dichos
resultados y del análisis de los modelos teóricos sobre conocimiento popular antes realizado,
que la información recogida acerca de procesos relativamente autónomos de generación de
conocimientos tecnológicos por parte de los sistemas socioculturales locales andinos requiere
de la elaboración de un modelo teórico más general. Este modelo teórico debe incluir al menos
respuestas a dos problemas: (a) los mecanismos involucrados en los procesos de innovación
cognoscitiva dentro de los sistemas socioculturales populares; (b) la interacción entre
conocimiento local -tradicional o no- y conocimiento institucional, en el interior de las
estrategias adaptativas populares. Semejante modelo teórico resulta hoy imprescindible en el
camino de formular propuestas de desarrollo económico-social y tecnológico que utilicen como
punto de partida a la combinación de conocimiento popular y conocimiento científico-
tecnológico institucional.

Sin embargo, la "generación de tecnología apropiada", que constituía el enfoque metodológico-


técnico central del PIDTA, no será dejada de lado. Se prevé la realización de dos tipos básicos
de tareas de investigación. En el primer grupo de actividades se enfatizará la obtención de
información empírica acerca de los sistemas populares de conocimiento actualmente utilizados
por poblaciones rurales y urbanas; para ello, se emplearán técnicas convencionales de la
investigación socioantropológica, tales como observación participante, conversaciones
informales, talleres de historia oral, entrevista abierta, encuesta de pequeño universo. En el
segundo grupo de actividades se enfatizará la obtención de información acerca de las ar-
ticulaciones entre conocimiento popular y conocimiento institucional dominante, a través de la
realización de nuevos experimentos tecnológicos en forma cooperativa entre poblaciones
locales y el equipo profesional del Proyecto; para ello, junto con la metodología general de
experimentación sociocultural ya mencionada, se aplicarán técnicas de investigación y acción
propias de las otras disciplinas intervinientes, especialmente en los campos de las ciencias de
la salud, arquitectura, educación y comunicación social. En ambos grupos de actividades se
utilizará también la perspectiva metodológica que hemos denominado, en el contexto del
PIDTA I, "contrato cognoscitivo", esto es, la formulación de acuerdos verbales y/o escritos con
organizaciones y grupos comunitarios destinados a la producción vincular de conocimientos
(Rabey y Kalinsky 1991).

8
En el PIDTA II se someterán a contratación las siguientes hipótesis:
- En los sistemas socioculturales surandinos existen sistemas de conocimiento popular
(SCP) establecidos de una manera relativamente autónoma.
- Los SCP en el sur de los Andes Centrales constituyen un caso de un tipo más general
que puede encontrarse en otros sistemas socioculturales.
- Los SCP incluyen un conocimiento, tanto de los propios sistemas socioculturales, como
de su ambiente natural, sociocultural local y regional, y de las instituciones dominantes.
- Los SCP están orientados a la formulación y perfeccionamiento de modelos de
conocimiento que permiten adecuar las estructuras socioculturales a las condiciones y cambios
del ambiente: están en el núcleo de las "estrategias adaptativas". La categoría "estrategia
adaptativa" pierde en esta hipótesis el significado, característico en los modelos funcionalistas,
de estructura relativamente resistente a los cambios a través de mecanismos homeostáticos: la
adaptación esta concebida en esta hipótesis como interactiva con los procesos de evolución
sociocultural.
- Los SCP incluyen el uso sistemático y voluntario de "experimentos" a través de los
cuales se ponen a prueba tácticas para la obtención de recursos, formas organizativas y, en
general, numerosos tipos de conocimientos y técnicas. Luego, constituyen sistemas abiertos
-es decir, contrastables y rectificables- de conocimientos.
- Los SCP incluyen como componente fundamental la vinculación con actividades de las
instituciones dominantes, entre las que se encuentran las del sistema de Ciencia y Tecnología
(SCyT), como instrumento para mejorar sus propios modelos: son sistemas de conocimiento
"locales" en el interior de la sociedad mayor, pero no separados de ésta y sus programas
centrales de investigación, es decir, del SCyT. Esta articulación de los SCP con el SCyT se da
a través de dos formas, que se postulan en las dos hipótesis siguientes.
- La primera forma de articulación entre los SCP y el SCyT se produce a través de la
apropiación por parte de aquéllos de conocimientos generados por parte de las instituciones
dominantes, entre las cuales se encuentra el SCyT.
- La segunda forma de articulación entre los SCP y el SCyT es su capacidad de transferir
componentes cognoscitivos al SCyT, como lo pone en evidencia el éxito logrado por el propio
modelo PIDTA en la generación de tecnología apropiada.

El PIDTA II esta estructurado, continuando el esquema del PIDTA I, en seis subproyectos


sectoriales. Los subproyectos sectoriales y sus responsables son: (1) educación, profs. en
pedagoga Carolina Abdala y Mercedes Naraskevicius; (2) comunicación popular, Mario A.
Rabey; (3) salud mental, médicos Héctor Platas y Hugo Reales; (4) localización popular, asist.
social Matilde García Moritán; (5) tecnología constructiva, arq. Rodolfo Rotondaro; (6) manejo
agropastoril de recursos naturales, biólogo Marcelo Molinillo.

RECONOCIMIENTOS

El autor agradece a los alumnos que participaron en un seminario interno de la Cátedra


durante enero y febrero de 1988, donde se discutió ampliamente la temática del proyecto, así
como a los responsables de los subproyectos sectoriales del PIDTA II, quienes discutieron
distintos aspectos del mismo. A ninguno de ellos deben ser adjudicados los posibles errores e
imprecisiones del presente artículo, ni la concreta elaboración teórica en él desarrollada, que
son de la exclusiva responsabilidad del autor.

Algunas otras personas colaboraron en la formulación y actualización del proyecto,


recomendando bibliografía de interés para la discusión del marco teórico general. Entre ellas,

9
debo agradecer especialmente a Beatriz Guerci de Siufi y a Pedro Gómez.

BIBLIOGRAFIA MENCIONADA

Abercrombie, N.
1982 Clase, estructura y conocimiento. Barcelona: Península.

Aldunate, C., J. Armesto, V. Castro y C. Villagrán


1981 Estudio etnobotánico en una comunidad precordillerana de Antofagasta: Toconce.
Boletín del Museo Nacional de Historia Natural de Chile, 38: 183-223.

Althusser, L.
1976 Ideología y aparatos ideológicos del Estado. En La filosofa como arma de la
revolución. Madrid: Siglo XXI.

Berger, P y Luckmann, T.
1967 The Social Construction of Reality. London: Allen Lane. Trad. esp., La construcción
social de la realidad. Buenos Aires: Amorrortu. 1968.

Bonfil Batalla, G.
1984 La nueva presencia política de los indios: un reto a la creatividad latinoamericana. En
González Casanova (1984): 141-158.

Berlin, B.
1971 Speculations on the Growth of Ethnobotanical Nomenclature. Language in Society, 1:
51-86.

Bratosevich, N.
1988 Estructuras agrarias regionales: Casabindo. Documentos de trabajo Proyecto ECIRA,
Serie Estructuras Sociales Regionales, 3.

Casimir, J.
1984 Cultura oprimida y creación intelectual. En González Casanova (1984): 61-82.

Castro L., M., C. Villagrán y M. Kalín A.


1982 Estudio etnobotánico en la precordillera y altiplano de los Andes del Norte de Chile. En
A. Veloso y E. Bustos (eds.), El ambiente natural y las poblaciones humanas de los Andes
del Norte Grande de Chile: 133-203. Montevideo: Oficina Regional de Ciencia y Técnica para
América Latina y el Caribe de la UNESCO.

Claverías, R., J. Manrique, J. Villafuerte, A. Saloma y C. Prins


1983 Tecnología andina y desarrollo regional. Puno-Cusco: Instituto de Investigaciones
para el Desarrollo Social del Altiplano.

CONCYTEC
1983 Ciencia, tecnología y desarrollo del medio rural. Lima: Consejo Nacional de Ciencia y
Tecnología.

Conklin, H. C.

10
1954 An Ethnoecological Approach to Shifting Agriculture. Transactions of the New York
Academy of Sciences, 17(2), 133-142.

Dixon, R. B.
1928 The Building of Cultures. New York-London: Charles Scribners sons.

Feyerabend, P.
1975 Against Method. Londres: NLB. Trad. esp., Tratado contra el método. Madrid: Tecnos.
1986.

Fowler, C. S.
1977 Etnoecología. En D. L. Hardesty, Antropología Ecológica: 215-238. Barcelona:
Bellaterra.

García Fernández, J. J. y R. Tecchi


ms Causas que impiden la expansión de la cría de llamas en la Provincia de Jujuy,
Argentina. IV Convención Internacional de Especialistas en la Producción de Camélidos.
Oruro, 1988.

García Fernández, J. J., R. Tecchi y M. A. Rabey


1992 La ganadería de camélidos en el altiplano de Jujuy. En A. Veloso y R. A. Tecchi
(comps.), Ecosistemas altoandinos de Argentina y Chile. Memorias del Programa de
Ecología Regional, 3: 65-68. Jujuy: Universidad Nacional de Jujuy.

González Casanova, P. (Coord.)


1984 Cultura y creación intelectual en América Latina. México: Siglo XXI.

Gramsci, A.
1974 La formación de los intelectuales. Barcelona: Grijalbo.

Habermas, J.
1981 Teoría de la acción comunicativa. T. 1: Racionalidad de la acción y racionalidad
social. Madrid: Taurus-Altea- Alfaguara. 1987.

Hamilton, P.
1974 Knowledge and Social Structure. London: Rutledge & Kegan Paul.

Hempel, C.
1977 Filosofía de la ciencia natural. Madrid: Alianza.

IICA/CIID
1983 Evolución y tecnología de la agricultura andina. Cusco: Instituto de Investigaciones
en Ciencias Agrícolas.

Kuhn, T.
1962 La estructura de las revoluciones científicas. México: Fondo de Cultura Económica.

Lechtman, H. y A. M. Soldi (Eds.)


1981 La tecnología en el mundo andino. Runakunap kawsayninkupaq rurasqankunaqa.
México: Universidad Nacional Autónoma de México.

11
Lukacs, G.
1975 Historia y conciencia de clase. Barcelona: Grijalbo.

Lyotard, J. F.
1979 La condición postmoderna. Madrid: Cátedra. 1984

Menéndez, E.
1986 El modelo médico dominante y las limitaciones y posibilidades de los modelos
antropológicos. Desarrollo Económico, 96.

Merlino, R. y M. A. Rabey
1981 Antropología aplicada a la investigación y desarrollo de tecnología apropiada.
Publicaciones, Instituto de Antropología de la Universidad Nacional de Córdoba, 12:
47-70.
1983 Pastores del altiplano andino meridional: religiosidad, territorio y equilibrio ecológico.
Allpanchis, 21: 149-171.

Merton, R. K.
1980 La sociología del conocimiento y la comunicación para las masas. En Teoría y
estructura sociales: 523-564. México: Fondo de Cultura Económica.

Morlon, P., B. Orlove y A. Hibon


1982 Tecnologías agrícolas tradicionales en los Andes Centrales: Perspectivas para el
desarrollo. Lima: Corporación Financiera de Desarrollo.

Nagel, E.
1978 La estructura de la ciencia. Buenos Aires: Paidós.

Popper, K.
1962 La lógica de la investigación científica. Madrid: Tecnos.

Rabey, M. A.
1987 Tecnologías tradicionales y tecnología occidental: un enfoque ecodesarrollista. Revista
de Economía del CERIDE (CONICET), 8: 98-119.
1988 Creatividad tecnológica entre los campesinos del sur de los Andes Centrales.
Cuadernos de Antropología Social, 1(1): 127-136. Buenos Aires: Instituto de Antropología,
Facultad de Filosofa y Letras, Universidad de Buenos Aires.
1989a Are llama-herders in the South Central Andes true pastoralists? En J. Clutton-Brock
(Ed.), The Walking Larder: Patterns of Domestication, Pastoralism and Predation: 269-
276. London: Unwin Hyman.
1989b Technological continuity and change among the Andean peasants: opposition between
local and global strategies. En S. van der Leeuw & R. Torrence (Eds.), Whats New: A Closer
Look at the Process of innovation. London: Unwin Hyman.
1990 Antropología y desarrollo: un análisis de estilos y modelos. Cuadernos de Antropología
Social, UBA, 2(2): 29-40.

Rabey, M. A. y D. González
1985 Desarrollo, tecnología apropiada y comunidad local: un proyecto piloto en el altiplano
andino. Publicaciones, Instituto de Antropología de la Universidad Nacional de Córdoba,

12
40: 67-103.

Rabey, M. A. y B. Kalinsky
1991 El contrato cognoscitivo: los antropólogos también son seres humanos. Cuadernos de
Epistemología de las Ciencias Sociales Facultad de Filosofía y Letras, UBA, 1: 19-42.

Rabey, M. A. y R. J. Merlino
1988 El control ritual-rebaño entre los pastores del sur de los Andes Centrales (Argentina). En
J. Flores Ochoa (Ed.). Llamichos y paqocheros: pastores de llamas y alpacas: 113- 120.
Cuzco: Centro de Estudios Andinos Cuzco (CEAC).

Rabey, M. A., R. J. Merlino y D. R. González


1986 Trueque, articulación económica y racionalidad campesina en el sur de los Andes
Centrales. Revista Andina, 7: 131-160.

Rabey, M. A. y R. Rotondaro
1988 El sistema ambiental Barrancas: sociedad, cultura y tecnología en un pueblo de la puna.
Publicaciones de EIDEA, 3.

Rappaport, J.
1985 History, myth, and the dynamics of territorial maintenance in Tierradentro, Colombia.
American Ethnologist, 12(1): 27-45.
1987a Mythic images, historical thought, and printed texts: the Páez and the written word.
Journal of Anthropological Research, 43(1): 43-61.
1987b Interpretando el pasado Páez. Revista de Antropología, 3(2): 55-82. Bogotá:
Departamento de Antropología, Universidad de Los Andes.
1987c La recuperación de la historia en el Gran Cumbal. Revista de Antropología, 3(2): 7-30.
Bogotá: Departamento de Antropología, Universidad de Los Andes.

Ravines, R. (Ed.)
1978 Tecnología Andina. Lima: Instituto de Estudios Peruanos.

Reichel-Dolmatoff, G.
1983 La cosmología como análisis ecológico: perspectiva desde la selva lluviosa. En M.
Jesús Buxo Rey (ed.), Cultura y ecología en las sociedades primitivas: 289-308.

Riquelme, H.
1987 Ensayos psicoculturales. Buenos Aires: Búsqueda.

Rotondaro, R. y M. A. Rabey
1985 Techos de tierra mejorados: un experimento tecnológico en la puna jujeña (parte I).
Arquitectura y construcción, 42: 18- 21.
1986a Id. (parte II). Arquitectura y construcción, 43: 29-31.
1986b Id. (parte III),Arquitectura y construcción, 44: 28-30.
1986c Id. (parte IV), Arquitectura y construcción, 46: 18-21.

Salmona, M.
1983 Pensée sociale, pratique techno-conomique des petits paysans et encadrement
agricole. En C. Reynaut (Ed.), Milieu naturel, techniques, rapports sociaux: 49-56. Paris:
Centre National de la Recherche Scientifique.

13
Schutz, A.
1972 The Phenomenology of the Social Word. London: Heinemann.

Singer, M.
1980 Signs of the Self: Aún Exploration in Semiotic Anthropology. American Anthropologist,
82(3): 477-507.

Sturtevant, W. C.
1964 Studies in Ethnoscience. American Anthropologist, 66 (3, part 2): 99-131.

Tecchi, R. A., M. G. Bianchini, M. A. Rabey y R. Rotondaro


1988 Asentamiento agrícola en el límite superior del cultivo en los Andes Centrales
argentinos. Comechingonia, 8: 19-28.

Thompson, K.
1986 Beliefs and ideology. London and New York: Tavistock.

Urton, G.
1979 La constelación de la llama en los Andes peruanos. Allpanchis, 6.

Veloso, A., E. Caviedes, I. Serey y M. Rabey


1986 Componentes, producción e interacciones de los ecosistemas acuáticos y terrestres de
la puna del sur de los Andes Centrales. Versiones abreviadas, II Encuentro Científico sobre
el medio ambiente, 1: 346-351. Santiago de Chile: Centro de Investigaciones y Promoción del
Medio Ambiente.

Vreeland, J. M.
1986 Una perspectiva antropológica de la paleotecnología en el desarrollo agrario del norte
de Perú. América Indígena, 46(2): 275-318.

14

You might also like