MIÉRCOLES, 28 ENERO 2009 O PINIÓ N LA VANGUARDIA 17

Baltasar Porcel
Pilar Rahola

Las palabras de Pöttering Espías, paseos

y expertos

Q A
uizás este chico, Oriol Junque-
ras, el flamante candidato de
ERC al Parlamento Europeo,
consigue que las elecciones eu-
ropeas interesen al gato, ni que
sea por la vía cómica. De momento ha em-
pezado con sentido del humor y ha asegu-
rado que la misión de los catalanes es “in-
tentar que Europa entienda que España
no nos deja ser europeos”, y ha dicho no
sé qué de una palanca, de que Catalunya
luchó con los húngaros y de que hemos
conquistado océanos. Es decir, lejos de ha-
blar de cómo afecta Europa a los intereses
catalanes, en plena crisis económica,
Oriol ha sacado la bandera épica,
la ha plantado en el aburrido terri-
torio político y nos ha resucitado
al imperio austro-húngaro. Bien,
es una forma de empezar. Visto,
además, que el debate que montó
la Fundació Pere Tarrés con el pre-
sidente del Europarlamento, el de-
mocristiano Hans-Gert Pöttering,
también derrapó por las sinuosas
curvas de la reivindicación lingüís-
tica, y que fueron personas de la
talla de un Jordi Pujol, una María
Badia, o Alfons López Tena quie-
nes condujeron la reflexión por
esos derroteros, cabe intuir por
dónde irán estas elecciones. Cuan-
to menos poder político tenemos
los catalanes, más nos da por sacar
a los almogávares de paseo. Mien-
tras en Madrid se pelean –con
Mortadelo y Filemón incluidos–
por el dominio de una caja de aho-
rros, aquí invitamos a un alemán
de la Baja Sajonia para leerle la car-
tilla sobre nuestros problemas lin-
güísticos. Que si los catalanes no
podemos hablar catalán en el Par-
lamento Europeo. Que si somos
no sé cuántos millones. Que si he-
mos inventado el pan con tomate. La res-
puesta de Hans-Gert Pöttering nos ha de-
jado tan planchados que tendría que ser
de lectura obligatoria en los cursos de ve-
rano de los partidos políticos. Ha dicho el
bueno de Hans: “Hemos dado a los catala-
nes la posibilidad de escribir en el Parla-
mento Europeo, en los comités o a los di-
putados en su lengua catalana, y tienen
una respuesta en esta propia lengua. Y si
estoy bien informado, esto no es posible
en el Parlamento español. Por tanto, mi
consejo es que, primero, hagan un paso pa-
Rafael Andreu y Josep M. Rosanas
ra conseguir poder hablar catalán en el cluidas, tienen que resolverse en su inte-
Parlamento español, y después veremos rior. Si el estado en cuestión no considera
qué podemos hacer en la Unión Euro- necesario respetar seriamente sus pro-
pea”. Es de tal Perogrullo la respuesta, pios idiomas, ¿por qué tendría que hacer-
que una no puede evitar sentir vergüenza lo Europa? Cuando dicha reivindicación
patria. ¿Tan mal estamos, que ya no nos la hacen, además, importantes líderes de
queda otra opción que hacer el ridículo? los partidos que han tenido o tienen po-
Por supuesto, no sólo estoy a favor de der en el Estado español, la cosa deviene
poder usar nuestro idioma en todos los es- esperpéntica. Veamos. ¿Cómo puede Jor-
tamentos oficiales, sino que creo que hur- di Pujol quejarse de que el Parlamento Eu-
tar ese derecho es una estafa a la democra- ropeo no respete el catalán, si él no consi-
cia. No hay ni un solo argumento solven- guió lo propio con los diferentes gobier-
te, más allá de la prepotencia del poder, nos españoles que apoyó? Quiero recor-
que justifique la peregrina y lesiva prohi- dar que el tema no estuvo nunca en la
bición de hablar en catalán en nuestros agenda, nunca se negoció y nunca se con-
sideró importante. En la misma
tesitura, ¿cómo puede quejarse la
europarlamentaria socialista Ma-
ría Badía, si su propio partido ha
impedido ese derecho en el Parla-
mento español siempre que ha go-
bernado? En realidad, lo está pro-
hibiendo ahora mismo. Y final-
mente, ¿cómo puede lamentarse
el republicano Bernat Joan, si
ERC ha dado apoyo a Zapatero, lo
da al PSC en Catalunya, y nunca
ha planteado este tema en ningu-
na negociación política? Es decir,
ni en Barcelona, ni en Madrid, el
catalán no ha importado a nadie,
no ha estado en las carpetas rojas
de ninguna negociación y no ha
significado ninguna encarnizada
lucha política. Si hace más de
treinta años que tenemos demo-
cracia, y no podemos usar nuestro
idioma en el Congreso de los Dipu-
tados, ¿sólo es por culpa de la per-
fidia española? ¿O porque, en reali-
dad, nos ha importado un pito?
De ello me quejo. Me quejo de
ese gusto por la épica que nos ata-
ca a los catalanes cuando tenemos
ASTROMUJOFF
alguna elección en ciernes, con-
Parlamentos. Si ello ocurre no es por falta vencidos de que el ruido esencial siempre
de derechos, sino porque no hemos sido da votos. Por el camino, usamos el idioma
capaces de hacerlos respetar. Y es aquí como un trapo sucio que lava nuestras
donde Hans-Gert Pöttering tiene más ra- propias miserias, y una vez usado, lo tira-
zón que un santo. ¿Cómo puede Catalu- mos al cubo del olvido. Ahora queremos
nya montar un cirio en Bruselas cuando convencer a Europa, quizás porque Euro-
no ha hecho los deberes en Madrid? Re- pa no se inmuta con cuatro pancartas.
sulta evidente que el Parlamento Europeo Está lejos, queda bien y además no tiene
no es una agrupación de minyons escoltes, consecuencias. Es lo de siempre en Cata-
ni un congreso de ONG, sino la represen- lunya: que nos encanta hacer ruido en el
tación parlamentaria de un conjunto de desierto.c
estados. Los asuntos internos de esos esta-
dos, independencias y confederaciones in- www.pilarrahola.com
hora en Madrid se espían
los del PP debido a sus rivali-
dades, los del PSOE se ale-
gran pues creen que así la
derecha muestra su memez, mientras
la olla mediática hierve aún más. Lo
que está bien, pero es igual que si de
pronto se revelara que Rajoy es un há-
bil instructor de jilgueros, que si el
PSOE descubriera que los neerlande-
ses construyen diques y que si la pren-
sa anunciara que la duquesa de Alba
será nombrada priora doméstica de
Su Santidad, como existen prelados
domésticos.
O sea, que lo que hay y lo hipotéti-
co, nada de nada. Y no lo digo en abs-
tracto, sino a partir de la situación que
nos ahoga: 3,5 millones de parados y
casi 1 millón de familias donde todos
han sido despedidos o no hallan em-
pleo. Zapatero llama a Obama “com-
pañero”. Ignoro si lo son, pero el ame-
ricano se enfrenta a la crisis explici-
tando sin tapujos su creciente grave-
dad; a la par que ensaya medidas para
combatirla, más atento al drama popu-
lar que al bolsillo de los poderosos.
Mientras, el español primero olvida a
la gente y mangonea con los peces gor-
dos, sin haber hecho apenas más que
equivocarse, mentir o sestear en sus
diagnósticos y posibles remedios.
Zapatero olvida a la gente
sin haber hecho apenas
más que equivocarse,
mentir o sestear
Y volviendo al espionaje, dos cues-
tiones: primero, y a juzgar por la natu-
raleza del político hispánico, y por lo
que se ha revelado, no había un ápice
que espiar, excepto chorradas. Ade-
más, los políticos no resulta que todo
cuanto hacen se convierta en publici-
dad, sino que a menudo sólo actúan
con esta finalidad. Aunque con ello se
revela por qué en Madrid y el PP es-
tán tanto contra las autonomías: cla-
ro, las consideran una merienda de es-
pañoles de pro, y no quieren compar-
tirla con los de la cuneta.
Aunque en todo ello también les
acompañe Catalunya en su modestia,
pero sin por ello dejar de meter la
mano en el cajón. Así, la Generalitat
ha abierto un chiringuito en Nueva

Fraudes, riesgo y esfuerzo

York, cuyo pastón sólo ha servido pa-
ra que Carod paseara allí asistido por
Rigol y Maragall, rara idea pues si va
el tren con llegarse a Castelldefels bas-
taba, donde pulula también mucho

C
on frecuencia se ven en los me-
dios de comunicación informa-
ciones y opiniones sobre malas
prácticas empresariales que de
hecho constituyen fraude. A la vez, perso-
nas como nuestro colega Alfredo Pastor
dicen que para mejorar la competitividad
no se trata tanto de desarrollar talento co-
mo de asumir riesgos y esforzarse para
dar salida al potencial del ya existente.
Todo es parte del mismo problema. Pa-
ra obtener resultados sin esfuerzo y sin
arriesgarse, se recurre a prácticas empre-
sariales que, lejos de contribuir a mejorar
esa tan traída y llevada competitividad, só-
lo la socavan y comprometen el futuro a
cambio de un efímero aunque quizá renta-
ble presente. Unas veces engañando a per-
R. ANDREU y J.M. ROSANAS, profesores del Iese,
Universidad de Navarra
sonas para engrosar una lista de “nuevos
clientes” en un alarde de contrasentido
que las defrauda antes de que tengan si-
quiera ocasión de realizar transacción al-
guna. Otras, dando información falsa para
colar una imagen más conveniente al regu-
lador de turno, como en un escandaloso
caso reciente. Aún otras haciendo circu-
lar (de mala fe) publicidad manifiestamen-
te engañosa para al menos confundir y
“pescar algo en el río así revuelto”. Tam-
bién persiguiendo recortes draconianos
en costes más allá de lo razonable con el
consiguiente fraude a través de productos
cada vez de peor calidad.
¿Cuál es, entonces, el problema? El pro-
blema es concebir la actividad empresa-
rial como encaminada exclusivamente a
la consecución de resultados tangibles,
principalmente económicos, “como sea”.
En una columna anterior aludíamos a es-
te fenómeno y a su profunda inconsisten-
cia. Desde la perspectiva que propone-
mos hoy, subrayamos que una de sus con-
secuencias es la adopción de “malas prác-
ticas” empresariales y directivas que tra-
tan de conseguir resultados económicos a
corto plazo como sea. A costa, casi siem-
pre, de resultados a largo, más basados en
el desarrollo y aplicación de nuevo talen-
to y nuevas ideas, con el esfuerzo preciso
y asumiendo el riesgo correspondiente.
Y sí, el problema es de todos. De empre-
sarios, directivos, empleados, y de los posi-
bles clientes. Esto es, potencialmente de
la sociedad entera, que, sin mayor respon-
sabilidad por defecto, debería exigirla re-
husando fraudes y mentiras, informacio-
nes tergiversadas malintencionadamente
y publicidad cuyo único objetivo es con-
fundir. Todos tenemos qué hacer. Si no lo
hacemos, después no nos quejemos...c
extranjero.
A la par, José Montilla se ha organi-
zado un grupo de expertos para que le
asesore de cómo moverse en la UE.
Como si todo el mundo no lo supiera
más que de sobra. Técnicos que, a me-
nudo, ya pertenecen a cantidad de jun-
tas parecidas, gozando a la vez de uno
o varios remunerados empleos.
Medio siglo atrás, Gregorio Mara-
ñón constituía una figura de prestigio
médico y cultural en Madrid y encabe-
zaba mil entidades. Un día de los que
Franco recibía, llega una academia
presidida por don Gregorio, luego
una comisión, una junta, y el Caudillo
observa al final: “Marañón, ¿y cuando
trabaja usted, siempre de sarao, como
hoy?” Acaso la lección del gran jefe re-
sulte útil al jefe del subestado local.
Además, también aquí se espían to-
dos para ponerse verdes, como allí.c