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Chile
Actualmente, la mayoría de los cinco jueces que integran la Sala Penal de la Corte
Suprema ha determinado que la amnistía decretada por el gobierno militar en 1978
no se aplica a los crímenes de guerra ni de lesa humanidad, y que estos crímenes no
prescriben. Sin embargo, no todos los jueces coinciden en que la amnistía resulta
inaplicable. Dado que en Chile las sentencias judiciales sólo son vinculantes para el
caso en particular, y que la composición de la sala de la Corte Suprema puede variar
según el caso, aún no se han superado totalmente los obstáculos legales para la
imposición de condenas. Durante 2008, continuó paralizado en el Congreso un
proyecto de ley impulsado por el gobierno que pretende modificar el Código Penal
para impedir que los delitos de lesa humanidad estén sujetos a amnistías o
prescripciones.
Durante el 2007, y cada vez más durante el 2008, la Corte ha aplicado una ley que
permite a quienes han sido condenados por violaciones de los derechos humanos
beneficiarse mediante una reducción de la pena, en reconocimiento del tiempo
transcurrido desde el acto delictivo (en algunos casos, más de 30 años). En
consecuencia, varios ex militares condenados a prisión por tribunales inferiores han
sido eximidos del cumplimiento de estas penas.
Condiciones carcelarias
El índice de reclusos per cápita de Chile es mayor que en cualquier otro país de
América del Sur. La población carcelaria ha crecido un 28 por ciento desde el 2003.
A pesar de que se inauguraron seis nuevas cárceles manejadas por entidades
privadas, la sobrepoblación continúa siendo un problema grave. Por ejemplo, en el
2008 el Centro de Detención Preventiva Santiago Sur, diseñado para albergar a
3.170 personas, contaba con 6.256 reclusos. En muchas de estas viejas cárceles, las
condiciones de salubridad e higiene son deplorables. En ocasiones, los reclusos son
encerrados en celdas de castigo oscuras y sin ventilación, privados de cualquier tipo
de servicio sanitario, por hasta 10 días. En agosto de 2008, una funcionaria de la
Corte Suprema informó a una comisión del Senado que consideraba que se trataba
de una práctica cruel y degradante.
Justicia militar
Si bien Chile ha efectuado una revisión completa de su procedimiento de justicia
penal en los últimos años y ha afianzado las garantías del debido proceso, los
tribunales militares continúan ejerciendo una amplia jurisdicción sobre civiles, así
como también en casos de abusos de derechos humanos perpetrados por la policía
uniformada —los Carabineros— que forma parte de las fuerzas armadas. Al
momento de la redacción de este informe, una comisión de carácter civil-militar
estaba elaborando un nuevo código de justicia militar y había identificado como
principio rector la prohibición de que civil alguno fuera juzgado por tribunales
militares.
Abusos policiales
Los Carabineros con frecuencia se exceden en el uso de la fuerza en sus operaciones
en comunidades mapuches del sur de Chile. Estos abusos se producen
generalmente cuando la policía interviene para controlar las protestas de los
mapuches e impedir la ocupación de tierras, o cuando ingresan a las comunidades
para detener a mapuches que presuntamente han cometido delitos (como hurto,
daño a la propiedad o incendio intencional) durante los constantes conflictos por la
tierra con agricultores y compañías de explotación forestal.
Derechos reproductivos
Chile es uno de los pocos países del mundo que prohíbe el aborto en todas las
circunstancias, incluso en caso de violación o incesto, o para salvar la vida de la
madre. Pese a esta estricta prohibición, se estima que se practican entre 60.000 y
200.000 abortos clandestinos cada año. En abril de 2008, el Tribunal Constitucional
se pronunció en contra de la disposición legal que permite la distribución gratuita de
métodos anticonceptivos de emergencia, como la “pastilla del día siguiente”. La
Organización Mundial de la Salud reconoce que las pastillas anticonceptivas de
emergencia pueden prevenir el embarazo y no las considera abortivas. No obstante,
el Tribunal de Chile determinó que estos métodos vulneran la protección
constitucional del derecho a la vida del no nacido. De este modo, ignoró en cambio
los derechos de las mujeres con vida—especialmente las pertenecientes a sectores
pobres y las adolescentes— a la salud, la información, la autonomía, a no ser
discriminadas, a la libertad de conciencia y la libertad de gozar de los beneficios
que reportan los avances científicos.
En agosto de 2008, Florentín Meléndez, Relator Especial para los derechos de las
personas privadas de libertad de la Organización de los Estados Americanos, visitó
diversas cárceles de Chile. Si bien el relator elogió las condiciones de las cárceles
concesionadas, expresó su preocupación por el “uso excesivo e innecesario de la
fuerza y de los castigos” y por la “práctica sistemática de malos tratos físicos” por
parte de los guardias en todas las cárceles que visitó. También describió como
“especialmente alarmante” la deficiente prestación de servicios como educación y
atención de la salud, así como de programas de esparcimiento y deportes, en los
dos centros para menores que visitó.