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AMNISTÍA INTERNACIONAL

Declaración pública
6 de marzo de 2009

Día Internacional de la Mujer: No respetar los derechos de las mujeres afecta


negativamente a todas las personas

El Día Internacional de la Mujer es una ocasión para celebrar el compromiso de las mujeres con el
trabajo en favor de la igualdad y la justicia para todas las personas.

El panorama de los derechos de las mujeres ha cambiado radicalmente en el último siglo. En 2009,
ya no se trata tanto de asegurar la condición jurídica de las mujeres –aunque muchos países aún
tienen leyes discriminatorias– como de garantizar que las mujeres experimentan realmente la
igualdad en todas las facetas de sus vidas.

En el ámbito internacional y regional existen acuerdos legalmente vinculantes para proteger y


promover los derechos de las mujeres. En muchos países las mujeres participan activamente en el
proceso político y han avanzado hacia el logro de cierta igualdad económica. Pero el derecho de las
mujeres a la vida, la integridad física, la salud y la educación y a no sufrir violencia sigue en gran
medida sin verse cumplido. Y esto es evidente sobre todo en las mujeres que viven en la pobreza.
¿El motivo? La falta de voluntad política y los compromisos meramente retóricos de los líderes
políticos van seguidos de un enorme vacío de acción y recursos.

No hay ninguna excusa legítima que explique por qué los gobiernos no han aplicado –y hecho
cumplir– plenamente las leyes nacionales e internacionales aprobadas durante las últimas décadas
para poner fin de una vez por todas a la discriminación y la violencia contra las mujeres.

La inacción de los gobiernos, junto con la persistente y omnipresente discriminación de las


sociedades, socava sistemáticamente los derechos de las mujeres marginadas y excluidas. Las
mujeres que viven en la pobreza se ven privadas de sus derechos a la salud y la educación y viven
temiendo la violencia en sus vidas y en las de sus hijos, lo que demuestra que no sufrir temor y no
sufrir necesidades está inextricablemente unido. Las mujeres que viven en la pobreza se ven
excluidas de la oportunidad de participar activamente en decisiones que afectarán a sus vidas. Las
mujeres sufren diversas formas de discriminación –interrelacionadas entre sí– por su etnia, su casta,
su religión, su género o su sexualidad, pero también simplemente por vivir en la pobreza.

En Sudáfrica, los elevados niveles de violencia sexual y la preponderancia del VIH hacen que las
mujeres sean especialmente vulnerables a la infección por VIH. Las mujeres que viven en la
pobreza a menudo no pueden pagar los gastos del transporte para acceder a los centros médicos
donde podrían recibir atención integral y tratamiento. Las mujeres que viven en Kibera, Kenia, uno
de los asentamientos de infraviviendas más grandes del mundo, luchan diariamente por el acceso a
necesidades básicas como el agua y la alimentación, y cierto grado de seguridad física. En Haití,
muchas niñas no pueden pagar las tasas escolares. A consecuencia de ello se les niega el acceso a
la educación o acaban manteniendo relaciones de explotación sexual con hombres para pagarlas.
Más de medio millón de mujeres mueren cada año de enfermedades prevenibles debido a
complicaciones del embarazo. La inmensa mayoría de ellas son mujeres que viven en la pobreza. La
pobreza no se erradicará hasta que se resuelvan todas estas graves violaciones de derechos
humanos.

Entre los Objetivos de Desarrollo del Milenio, la principal respuesta global a la pobreza, acordados
por todos los gobiernos a comienzos de siglo, hay compromisos con el empoderamiento y la salud
de las mujeres. Pero las metas y los indicadores que se utilizan para medir los avances en este
ámbito son inadecuados, enmascaran la discriminación y prácticamente no abordan la violencia y la
marginación de las mujeres. La violencia contra las mujeres obstaculiza los esfuerzos de las mujeres
pobres para superar la pobreza mediante el empleo. La violencia contra las niñas conlleva que sean
menos las que asistan a la escuela, y la violencia contra las mujeres es un factor importante que las
obliga a irse de las zonas rurales y hace que continúen expuestas a ella en los asentamientos de
infraviviendas.

Hoy, 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, las mujeres de todo el mundo llevarán a cabo
celebraciones, harán oír su voz y exigirán sus derechos. ¿Escucharán los gobiernos estas demandas
y actuarán para hacer respetar los derechos de las mujeres? ¿De todas las mujeres?

Amnistía Internacional insta a los gobiernos a que escuchen y actúen. No respetar los derechos de
las mujeres afecta negativamente a todas las personas. Ninguno de nosotros puede permitirse el
lujo de vivir en un mundo que excluya las aptitudes, el talento y las experiencias de la mitad de la
población.

Documento público
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consulten http://www.amnesty.org/es/library

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