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Teódulo López Meléndez

Traducciones
(Pessoa, Montale, Ungaretti, Quasimodo)

Edición trilingüe: español-portugués-italiano


Fernando Pessoa
POEMAS INÉDITOS
Fernando Pessoa tenía un gran baúl

Fernando Antonio Nogueira Pessoa tenía un gran baúl. Tan grande era el baúl que aún
saltan de él, como maravillas animadas, poemas y ensayos. Este hombre múltiple
escribió poemas que son orgullo de la lengua portuguesa y de la poesía, fabricó estéticas
que atribuyó a sus heterónimos, escribió manifiestos en desafío a las naciones y a los
poetas de su tiempo, redactó ensayos políticos que son monumentos poéticos, analizó
día a día la evolución de Portugal, se estudió a sí mismo en los textos de psiquiatría, se
internó en las ciencias ocultas, proclamó el advenimiento de un nuevo imperialismo –
esta vez cultural y lusitano- para ser dado al mundo como algo más grande que los
Descubrimientos, y, a él mismo, se impuso la tarea de convertirse en un poeta que
partiera la historia del hombre, un Super Camôes, pues toda forma política era una
derivación de la cultura y sólo una gran renovación cultural era anuncio de una
renovación de las formas de gobierno; este clímax de la historia humana estaba siempre
representado en un poeta y él miraba a Shakespeare para saber de su propia estatura.
Excelsa megalomanía, mesianismo irreducible; bello sueño de un Super Poeta alzado
hasta las cimas donde el tiempo se domina y la palabra es soberana, donde la cultura
redime y regenera y donde la poesía es la suprema fuente.
Se sabe de su vida, de su orfandad, del viaje a África del Sur con el padrastro
designado Cónsul en Durban, sus primeros versos en inglés y su elección, conciente y
voluntaria, de la lengua portuguesa, más como patria que como lengua. Se sabe de
Ophelia, la tímida dependiente de comercio, de su vinculación a lo esotérico, de su
homosexualidad reprimida y jamás materializada. Tantas cosas en aquel baúl,
arbitrarias, es verdad, inaceptables a nivel de realidad, es cierto, pero de eso no se trata,
más bien de una “cosa mental”, como gustaba decir Leonardo da Vinci. Algunas de
estos temas he analizado en mi ensayo Pessoa, la respuesta de la palabra (Academia
Nacional de la Historia de Venezuela, Caracas, 1992). Quizás sea el berlinés Georg
Rudolf Lind el mayor estudioso de las teorías estéticas de Pessoa. Lind fue profesor en
las escuelas alemanas de París y Lisboa y se doctoró en Bochum con una tesis titulada
precisamente Teoría poética de F. Pessoa. No hay estudio, el idioma que se quiera,
donde no haya referencia a Joâo Gaspar Simôes, sin duda el mejor biógrafo de Pessoa.
Referencia obligada es también Antonio Cuadros, con dos excelentes volúmenes. A
ellos me remito.
Pessoa no tuvo una estética, tuvo varias. El poeta sostiene que el hecho de cada uno de
sus heterónimos fue algo inconsciente, aunque quienes lo hemos estudiado pensamos
que tales estéticas fueron maduradas primero que los heterónimos y que estos fueron
creados, en mucho, para defender aquellas tesis previamente delineadas. Los títulos se
suceden: saudocismo –elevación de la saudade portuguesa a nivel de categoría estética-,
paulismo – reacción contra Baudelaire donde pretendía sacar la poesía de los predios del
alma y lograr una fusión entre esta y la Naturaleza-, interseccionismo, neoclasicismo,
sansacionismo –la sensación como base de todo arte, síntesis de todos los ismos
anteriores. Los heterónimos sostendrán fieras batallas entre sí. Reis será neo-clásico,
Alvaro de Campos defenderá la tesis del sensacionismo y escribirá un elocuente
manifiesto futurista, mientras el “discípulo” de Reis, Alberto Caeiro, caerá en
contradicciones.
Sobre la selección que ahora ofrecemos hay que precisar algunas cosas: en el famoso
baúl de Pessoa se encontró una grandísima cantidad de trabajos, desde los limpios
cuadernos del estudiante del Colegio Inglés hasta los crípticos papeles del ocultista. Los
autores de las publicaciones con que trabajamos afrontaron dificultades y perplejidades
pues la caligrafía de estos poemas era exasperante. En algunos casos existían tales dudas
que el prefacista Nemesio describe su tarea como “descifrar, interpretar y ordenar”.
Alguna vez, para lograr tal objetivo, fue necesario recurrir al microfilme. Pessoa
escribía también a máquina, especialmente en horas de oficina, cuando trabajaba en la
Revista de Comercio, pero todos los poemas que aquí incluimos eran manuscritos.
Nemesio advierte contra la tesis de no considerar parte de la obra de un autor aquella
manuscrita y no susceptible de descifrar o que no parezca una versión definitiva dada
por el propio poeta. Comparto plenamente este criterio. Los poemas que aquí
presentamos son extremadamente útiles para el conocimiento del poeta portugués y
nada hubiese justificado dejarlos en el baúl. Estos poemas no estaban firmados y por
tanto cabe la duda a quien pretendía Pessoa atribuirlos, si a sí mismo o alguno de sus
heterónimos. Nemésio cree y yo con él, que estos poemas son de Pessoa y no de Reis,
Caeiro o Campos. Estos textos estaban escritos en servilletas y en pedazos de periódicos
y de papel de envolver. Fueron recogidos en tres volúmenes en portugués, todos de
Edicôes Ática, de Lisboa, de la siguiente manera: Novas Poesías Inéditas, 1973, bajo la
dirección y notas de Maria do Rosário Marques Sabino y Adelaida Maria Monteiro
Sereno; Poesías Inéditas (1930-1935), abril de 1978, bajo la dirección de Jorge
Nemesio; finalmente un tercer volumen, Poesía Inéditas (1919-1930) donde no aparece
fecha de edición.
Debo recordar que siempre es difícil hacer versiones de poesía aunque se trate de un
libro ya publicado, revisado y ordenado por el autor, para así hacer comprender que las
dificultades se multiplican cuando se debe trabajar con poemas escritos en las
condiciones de éstos que aquí presentamos; escritos en papel impropio –si es que alguno
lo es-, lo que dificultó entenderlos en el idioma original, jamás revisados por el autor
que seguramente esperó una fecha futura que nunca llegó y destinados, por tanto, al
baúl. He respetado al máximo los originales en portugués y mantenido las rimas donde
estaban, siempre y cuando no me obligara tal propósito a forzar un verso. Creo haber
encontrado alguno que otro error de imprenta y un acento me ha develado largas horas,
`por lo que debo confesar que alguna irreverencia he cometido.
Aquí encontraremos versos diciendo de sueños que no se realizarán y de esperanzas
vanas. Hay tedio y cansancio. En este, por ejemplo, está Pessoa de cuerpo entero:
“¿Quién sabrá decir lo que siente?” El desdoblamiento es característico: lo
encontramos hablando de sí mismo como si de otro se tratase, como cuando creó los
heterónimos. Encontramos la permanente interrogación sobre la vida y la reiteración de
su miedo frente a ella. Fracaso y miedo en quien soñó con un imperialismo cultural y
con elevarse a la condición de poeta cumbre de una época. En un poema del 27-5-1922
alerta sobre el peso en el hombre de su condición de “súbdito del fado”, referencia
explícita a su condición de portugués con todo lo que sabemos ello significaba para
Pessoa. La comunicación con los otros es imposible, aunque en algún poema (por
ejemplo, el del 26-8-1930) se identifique con los otros hasta tal punto de hablar de
“nosotros”, aunque diga de seguida que cada uno irá a cambiar de traje y estará desnudo
a solas. En poema del 21-10-1930 admite que está encerrado en sí mismo, que no sale a
la vida. Por momentos se declara avergonzado del dolor que reseña como auto-
impuesto. La ruptura entre Pessoa y el mundo exterior está representada por la
imposibilidad de comunicación, en la ausencia de amor. De repente veremos unos bellos
poemas para una mujer cuyos cabellos dora el sol rematados con esta frase: “¿Por qué,
para ser feliz, es preciso no saberlo?” Por momentos ama la vida y no quiere bajar allí
donde no hay luz, momentos breves sí, pues se cree ya muerto y a su cuerpo la tumba.
La especialidad de Pessoa, ya lo he dicho, es la contradicción. Sin contradicción no
existe Pessoa. Como no existe Pessoa sin su locura. No interesa esta discusión, vieja de
siglos. Cicerón dijo, a propósito de Demócrito, que sin locura no hay gran poesía. Con
algunos de los poemas aquí incluidos sentí lo que sólo había percibido parado frente a
algún cuadro de Van Gogh.
Poemas inéditos de Fernando Pessoa

Índice

Mi tedio no duerme…(19-6-1915); El mundo cae a mi alrededor…(10-2-1917); L´Homme…(12-6-1918); ¿Por qué


vivo, quién soy?...(5-3-1919); Mi ser vive en la noche…(12-12-1919); Lejos de mí en mí existo…(-1920); Pudiese yo
como la luna…(-1920); Los dioses, no los reyes…(27-5-1922); Mendigo de lo que no conoce…(-1924); Ligeia…
(-1924); Mis días pasan…(-1924); No tener dios…(-1926); Amiel…(20-8-1925); Universal lamento…(28-9-1926);
Duermo. ¿Regreso o espero?...(19-10-1927); Hay luz en el tojo…(26-11-1927); Mi corazón estuvosiempre…(-1928);
En torno a la lámpara…(1-9-1928); Mi corazón se quebró…(1-10-1928); Tengo pena hasta…(-1929); El abismo es
el muro…(-1929); Parece que me estoy tranquilizando…(17-3-1929); Tu cuerpo real…(-1930); Dormí. Soñé…(7-7-
1930); Dios no tiene unidad…(24-8-1930); Pasan por la calle los cortejos…(26-8-1930); Mi mujer, la soledad…(27-
10-1930); Hay un gran sonido…(21-10-1930); Cae amplio el frío…(19-1-1931); En el suelo del cielo…(12-2-1931);
El ruido vario de la calle…(21-2-1931); Me asomé la ventana…(26-2-1931); Incidente…(-1931); El mal aroma…
(27-3-1931); Guardo todavía…(18-4-1931); Aquel peso en mí…(-1932); El sol te doraba…(-1932); Hay un frío…
(23-2-1932); Tengo principalmente…(26-4-1932); Ah, sólo yo se…(10-8-1932); Nada que soy…(24-8-1932); Mis
emociones mismas…(13-8-1932); Casi anónima sonríes…(23-9-1932); Entre el sosiego…(-1932); Tengo ideas…
(-1932); Leves velos velan…(9-1-1933); Quiero, tendré…(9-1-1933?); Cuando, con o sin razón…(10-2-1933); Todo
fue dicho…(24-2-1933); El viento sopla…(27-12-1933); Todo, menos el tedio…(6-9-1934); Exigua lámpara
tranquila…(30-11-1934); La mano puesta…(11-12-1934); El sonido continuo…(-1934); Cómo es por dentro…
(-1934); Todo cuanto pienso…(18-3-1935); Un día bazo…(18-3-1935); El amor es lo que es esencial…(5-4-1935);
Ya estoy tranquilo…(20-7-1935); No combatí…(sin fecha)

19-6-1915

Mi tedio no duerme.
Cansado existe en mí
Como un dolor informe
que no tiene causa o fin.
O meu tédio não dorme./ Cansado existe em mim/Como una dor informe/Que não tem causa ou fim.

10-2-1917

El mundo cae a mi alrededor, escombro a escombro.

Mis sentidos oscilan, bandera rota al viento.

¿Qué sombra de qué sol llena de frío y asombro


El camino vacío de la consecución?

Busca un puerto lejano una nave desconocida


Ese es todo el sentido de mi vida.

Por un mar azul nocturno, estrellado en el fondo,


Sigue su ruta la nave exterior al mundo.

Pero el sentido de todo está cerrado en el asombro


Que exhala la llama negra que enciende en mi entusiasmo
Súbitas confesiones de otro que yo fui en otros tiempos
Antes de la vida y que vio a Dios y que no soy ahora.
O mundo rui a meu redor, escombro a escombro./Os meus sentidos oscilam, bandeira rota ao vento./Que
sombra de que o sol enche de frio e de assombro/A estrada vazia do conseguimento?/ Busca un porto
longe uma nau desconhecida/E esse é todo o sentido de minha vida./ Por un mal azul nocturno, estrelado
no fundo,/Segue a sua rota a nau exterior ao mundo./ Mas o sentido de tudo está fechado no pasmo/Que
exala a chama negra que acende em meu entusiasmo/Subitas confissões de outro que eu fui outrora/Antes
da vida e viu Deus e eu não o sou agora.

12-6-1918
L´HOMME

No: toda palabra está de más. ¡Sosiega!


¡Deja de tu voz, sólo el silencio anterior!
Como un mar errante a una playa desierta, llega

A mi corazón el dolor

¿Qué dolor? No sé. ¿Quién sabe saber lo que siente?

Ni un gesto. Sobreviva a penas a lo que tiene que morir

El resplandor de la luna y la hora y el vago perfume indolente


Y las palabras por decir
L´HOMME

Não: toda a palavra é a mais. Sossega!/Deixa, da tua voz, só o silêncio anterior!/Como un mar vago a
uma praia deserta, chega/ Ao meu coração a dor./Que dor? Não sei. Quem sabe saber o que sente?/Nem
un gesto. Sobreviva apenas ao que tem que morrer/ O luar es ha hora e o vago perfume indolente/ E as
palabras por dizer.

5-3-1919 (?)

¿Por qué vivo, quién soy, o qué soy, quién me lleva?


¿Qué seré para la muerte? Para la vida ¿qué soy?

La muerte en el mundo es la oscuridad en la tierra.


Nada puedo. Lloro, gimo, cierro los ojos y voy.

Me cercan el misterio, la ilusión y la descreencia


En las posibilidades que todo sea verdadero.
¡Oh, mi terror de ser, nada hay que te venza!
La vida como la muerte es el mismo mal.

Porque vivo, quem sou, o que sou, quem me leva?/Que serei para a morte? Para a vida o que sou?/ A
morte no mundo é a treva na terra./ Nada posso. Choro, gemo, cerro os olhos e vou./ Cerca-me o
mistério, a ilusão e a descrença/ Da possibilidade de ser tudo real./ O meu pavor de ser, nada há que te
vença!/ A vida como a morte é o mesmo Mal!
12-12-1919

Mi ser vive en la Noche y en el Deseo.


Mi alma es un recuerdo que hay en mí.

Meu ser vive na Noite e no Desejo./ Minha alma é uma lembrança que há en mim.

1920

Lejos de mí en mí existo
La parte de quien soy
La sombra y el movimiento en que consisto.
Longe da mim em mim existo/A parte de quem sou,/ A sombra e o movimiento em que consisto.

1920

Pudiese yo como la luna


Sin conciencia llenar
La noche y las almas e inundar
La vida de no pertenecer.
Pudesse eu como o luar/ Sem conciencia encher/ A noite e as almas e inundar/ A vida de não pertencer!

27-5-1922

Los dioses, no los reyes, son los tiranos.


Es la ley del Fado la única que oprime.
¿Pobre niño de maduros años,
Que piensas que hay revuelta que redime!
Mientras pesa, y siempre pesará,
Sobre el hombre la sierva condición
De súbdito del Fado.
Os deuses, não os reis, são os tiranos./ É a ley do Fado a única que oprime./ Pobre crianza de maduros
anos, / Que pensas que há revolta que redime! / Enquanto pese, e sempre pesará, / Sobre o homen a
serva condição/ De súbdito do Fado.

1924

Mendigo de lo que no conoce,


Mi ser sin lugar, en el camino
Entre ruinas amanece…
Camina sólo, sin buscar.
Mendigo do que não conhece, / Meu ser na estrada sem lugar/ Entre estregos amanhece…/ Caminha só
sem procurar.
1924

LIGEIA

No quiero ir donde no haya luz,


De abajo la inútil gleba no ve nunca
Las flores, ni el curso al sol de los ríos
Ni cómo las estaciones que se renuevan
Reiteran la tierra. Ya me pesa
En los párpados que tiemblan el miedo hueco
De nada ser y de no tener vista o gusto.
Calor, amor, el bien y el mal de la vida.
Ligeia

Não quero ir onde não há a luz,/ De sob a inútil gleba não ver nunca/ As flores, nem o curso ao sol dos
rios/ Nem como as estações que se renovan/ Reiteram a terra. Já me pesa/ Nas pálpebras que tremem o
oco medo/ De nada ser, e nem ter vista ou gosto, /Calor, amor, o bem e o mal da vida.

1924

Mis días pasan, mi fe también.


Ya tuve cielos y estrellas en mi manto.
Las grandes horas, si alguien las vivió,
Cuando las vivió, perdieron ya el encanto.
Meus dias passam, minha fe também./ Já tive céus e estrelas em meu manto…/As grandes horas, se as
viveu alguém,/ Quando as viver, perderam já o encanto.

1926

No tener dios es un dios también


Não haver deus é um deus também.

20-8-1925

AMIEL

No, ni el sueño la perfección soñada


Existe, pues es sueño. Oh, Naturaleza,
Tan monótonamente renovada
¿Qué cura das a esta tristeza?
El olvido temporal, el camino,
Por engaño tomado,
Meditar en el puente y en la incerteza…

Inútiles días que consumo lentos


En el esfuerzo de pensar en la acción,
Solitario con mis fríos pensamientos
Ni con una esperanza mano en mano.
Es tal vez noble al corazón
Este vacío ser que anhela el mundo,
Este prolijo ser que ansía en vano,
Exánime y profundo.

¡Tanta grandeza en sí misma muerta


Tanta nobleza inútil de ansia y dolor!
¡No se levanta la mano para la cerrada puerta
Ni el sumiso mirar para el amor!
Amiel
Não, nem no sonho a perfeição sonhada/ Existe, pois que é sonho. O Natureza,/ Tão monótonamente
renovada,/ Que cura dás a esta tristeza?/ O esquecimento temporário, a estrada/ Por engano tomada, /O
meditar na ponte e na inceteza…/ Iúíteis dias que consumo lentos/ No esforço de pensar na acção,/
Sòzinho con meus frios pensamentos/ Nem com uma esperanza mão em mão./ É talvez nobre ao coração/
Este vazio ser que anseia o mundo,/ Este prolixo ser que anseia em vão,/ Exâmine e profundo./ Tanta
grandeza que em si mesma é morta!/ Tanta nobreza inútil de ânsia e dor!/ Nem se ergue a mão para a
fechada porta,/ Nem o submisso olhar para o amor!

28-9-1926

Universal lamento
Aflora en tu ser.
Sólo tiene de ti la voz y el momento
Que lo hizo en tu voz aparecer.

Universal lamento/ Aflora no teu ser./ Só tem de ti a voz e o momento/ Que o fez em tua voz aparecer.

19-10-1927

Duerno. ¿Regreso o espero?


No sé. Otro fluye
Entre lo que soy y lo que quiero
Entre lo que soy y lo que fui.
Durmo. Regresso o espero?/ Não sei. Um otro flui/ Entre o que sou e o que quero/ Entre o que sou e o
que fui.
26-11-1927

Hay luz en el tojo y en el matorral


Luz en el aire y en el suelo…
Hay luz en todo lo que veo,
No en mi corazón…

Cuanta más luz allá afuera


Cuanto más caliente es el día
Más, por el contrario, llora
Mi íntima noche fría.
Há luz no tojo e no brejo/ Luz no ar e no chão…/Há luz en tudo que vejo,/ Não no meu coração…/ E
quanto mais luz lá fora/ Quanto mais quente é o dia/ Mais por contrário chora/ Minha intima noite fria.

1928

Mi corazón estuvo siempre


Solitario. Morí ya…
¿Para qué es preciso un nombre?
Fui yo mi sepultura.
Meu coração esteve sempre/ Sòzinho. Morri já…/ Para que é preciso um nome?/ Fui eu a minha
sepultura.

1-9-1928

En torno a la lámpara desolada


Cuyo petróleo me alumbra la vida,
Paira una mariposa, por mandato
De su inconsistencia indefinida.

Em torno ao candeeiro desolado/ Cujo petróleo me alumia a vida,/ Paira uma barboleta, por mandado/
Da sua inconsistência indefinida.

1-10-1928

Mi corazón se quebró
Como un pedazo de vidrio
Quiso vivir y se engañó…

O meu coração quebrou-se/ Como um bocado de vidro /Quis viver e enganou-se…


1929

Tengo pena hasta…no sé…


Del propio mal que pasé
Pues pasé cuando pasó.
Tenho pena até…nem sei…/ Do própio mal que passei/ Pois passei quando passou.

1929

El abismo es el muro que tengo,


Ser yo no tiene un tamaño.

O abismo é o muro que tenho/ Ser eu não tem un tamanho.

17-3-1929

Parece que me estoy tranquilizando.


Estaré tal vez por morir.
Siento un cansancio nuevo y blando
De todo cuanto quise querer.

Siento sorpresa de encontrarme


Tan resignado con sentir.
Súbito veo el río
Entre árboles brillando.

Y son una presencia cierta


El río, los árboles y la luz
Parece que estou sosegando/ Starei talvez para morrer./ Há un cansaço novo e brando/ De tudo quanto
quis querer./ Há uma surpresa de me achar/ Tão conformado com sentir./ Súbito vejo um rio/ Entre
arvoredo a luzir./ E são uma presenta certa/ O rio, a árvores e a luz.

1930

Tu cuerpo real que duerme


Es un frío en mi ser.
Teu corpo real que dorme/ É um frio no meu ser.
7-7-1930

Dormí. Soñé. En el informe laberinto


Que hay entre la vida y la muerte me perdí.
Y lo que en vago viaje yo sentí
Con exacta memoria no lo siento.

Si quiero hallarme en mí diciéndolo, miento.


La vasta tela, tuve y no la vi.
Oscuramente me desconcebí.
Dormi. Sonhei. No informe laberinto/ Que há entre a vida e a morte me perdi./ E o que, na vaga viagem,
eu senti/ Con exacta memoria não o sinto./ Se quero achar-me en mim dizendo-o, minto./ A vasta teia,
estive-a e não a vi./ Obscuramente me desconcebi.

24-8-1930

Dios no tiene unidad.


¿Cómo la tendré yo?

Deus não tem unidade,/ Como a terei eu?

26-8-1930

Pasan por la calle los cortejos


De las personas existentes.
Algunas tendrán oportunidad,
Otras van a cambiar de traje,
Otras son inteligentes.

No conozco allí a nadie.


Ni a mí yo me conozco.
Los miro sin ningún desdén.
También voy a cambiar de traje.
También vivo y también olvido.

Pasan por la calle conmigo,


Ellos y yo somos nosotros.
Todos tenemos un abrigo,
Todos cambiamos de traje,
Ay, pero a solas estamos desnudos.
Passam na rua os cortejos/ Das pessoas existentes./ Algunas vão ter ensejos,/ Outras vão mudar de fato,/
E outras são inteligentes./ Não conheço ali ninguém./ Nem a mim eu me conheço./ Olho-os sem nenhum
desdém./ Também vou mudar de fato./ Também vivo e também esqueço./ Passam na rua comigo,/ E eu e
eles somos nós./ Todos temos um abrigo,/ Todos mudamos de fato,/ Ai, mas somos nús a sós.
27-8-1930

Mi mujer, la soledad,
Consigue que yo no sea triste.
¡Ah, qué bueno es al corazón
tener este bien que no existe!

Acepto no oír a nadie,


No sufro el insulto de un cariño
Y hablo fuerte sin que haya alguien:
Me nacen los versos del camino.

Señor, si hay bien que el cielo conceda


Sumiso a la opresión del Fado
Dame yo ser solo –veste de seda-
Y solamente habla –abanico animado.

Minha mulher, a solidão,/ Consegue que eu não seja triste./ Ah, que bom é ao coração/ Ter este bem que
não existe!/ Recolho-a não ouvir ninguém/ Não sofro o insulto de un carinho/ E falo alto sem que haja
alguém:/ Nascem-me os versos do caminho./ Señor, se há bem que o céu conceda/Submisso à opressão do
Fado,/ Dá-me eu ser só –veste de seda-/ E fala só-leque animado.

21-10-1930

Hay un gran sonido en la arboleda.


Parece un mar que hay allá encima.
Es el viento, y el viento da un miedo…
No sé si un corazón me estima…

Solitario bajo los astros ciertos


Mi corazón no sale de la vida…
Los vastos cielos, iguales y abiertos,
¿Qué es esta alma indefinida?
Há um grande som no arvoredo./ Parece um mar que há lá em cima./ É o vento, e o vento faz um medo…/
Não sei se um coração me estima…/ Sòzinho sob os astros certos/ Meu coração não sai da vida…/Ó
vastos céus, iguais e abertos,/ Que é esta alma indefinida?
19-1-1931

Cae amplio el frío y yo duermo en la tardanza


De adormecer.
Soy, sin hogar, ni conforte, ni esperanza.
Ni deseos de tenerlos.

Un llanto por mi ser me inunda


La imaginación.
Saudade vaga, anónima, profunda,
Náusea de la indecisión.

Frío del invierno duro, no te trae


Hospitalidad o amor.
Dentro, en mis huesos, tu temblor delira.
¡Cesa! sea yo quien fuese.

Cae amplo o frio e eu dormo na tardanza/ De adormecer./ Sou, sem lar, nem conforto, nem esperanza,/
Nem desejo de os ter./ E un choro por meu ser me inunda/ A imaginação./ Saudade vaga, anónima,
profunda,/ Náusea da indecisão./ Frio do Inverno duro, não te tira/ Agasalho ou amor./ Dentro en meus
ossos teu tremor delira./ Cessa, seja eu quem for.

12-2-1931

En el suelo del cielo el Sol que acaba arde.


Duermo. Haya vida con o sin alarde,
¿Será ya tarde cuando yo despierte?
Pero, ¿qué me importa que ya sea tarde?
No chão do céu o Sol que acaba arde./ Durmo. Haja a vida com ou sem alarde,/ Será ja tarde quando eu
dispertar?/ Mas que me importa que já seja tarde?
21-2-1931

El ruido vario de la calle


Pasa alto por mí que sigo.
Veo: cada cosa es suya.
Oigo: cada sonido es consigo.

Soy como la playa a la que invade


Un mar que torna a descender.
Ah, en esto toda la verdad
Es sólo que tengo que morir.

Después de yo cesar, el ruido.


No, no ajusto nada
A mi concepto perdido
Como una flor en el camino.
O ruído vario da rua/ Passa alto por mim que sigo./ Vejo: cada coisa é sua./ Oiço: cada som é consigo./
Sou como a praia a que invade/ Um mar que torna a descer./ Ah, nisto tudo a verdade/ E só eu ter que
morrer./ Depois de eu cessar, o ruído./ Não, não ajusto nada/ Ao meu conceito perdido/ Como uma flor
na estrada.

26-2-1931

Me asomé a la ventana,
Porque oí cantar.
Es un ciego, y la guitarra,
Que están llorando.

Ambos dan pena


Son una sola cosa
Que anda por el mundo
Causando dolor.

Yo también soy un ciego


Cantando en el camino,
El camino es más grande
Y no pido nada.
Cheguei à janela,/ Porque ouvi cantar./ É um cego e a guitarra/ Que estão a chorar./ Ambos fazem pena,/
São uma coisa só/ Qua anda pelo mundo/ A fazer ter dó./ Eu também sou un cego/ Cantando na estrada,/
A estrada e maior/ E não peço nada.
1931

INCIDENTE

Me duele en el corazón
Un dolor que me avergüenza…
¡Qué! Esta alma que sueña
El ámbito todo del mundo
Sufre de amor y tortura
Por tan pequeña cosa…
¿Una mujer curiosa
y mi tedio profundo?
Dói-me no coração/ Uma dor que me envergonha…/ Quê! Esta alma que sonha/ O âmbito todo do
mundo/ Sofre de amor e tortura/ Por tão pequena cousa…/ Uma mulher curiosa/ E o meu tédio
profundo?

27-3-1931

El mal olor alegre


De la marejada
Sube en el esplendor acre
Del día.

Falsa, la ribera es lodo


Todavía por regar.
Miro, y lo que soy está todo,
Sin mirar.

Y un mal de mí la deja.
Tengo lodo en mí-
Ribera que se queja
Del río ser así.
O mau aroma alacre/ Da maresia/ Sobe no esplendor acre/ Do dia/ Falsa, a ribeira é lodo/ Ainda a
aguar./ Olho, e o que sou está todo/ A não olhar./ E un mal de mim a deixa./ Tenho lodo em mim.-/
Ribeira que se queixa/ De o rio ser assim.
18-4-1931

Guardo todavía, como un pasmo


En que la infancia sobrevive
La mitad del entusiasmo
Que tengo porque ya tuve.

Casi a veces me avergüenzo


De creer tanto en que no creo.
Es una especie de sueño
Con la realidad en medio.

Girasol del falso agrado


En torno del centro mudo
Habla, amarillo, pasmado
Del negro centro que es todo.
Guardo ainda, como um pasmo/ Em que a infância sobrevive,/ Metade do entusiasmo/ Que tenho porque
já tive./ Quase às vezes me envergonho/ De crer tanto em que não creio./ É uma espécie de sonho/ Com a
realidade ao meio./ Girassol do falso agrado/ Em torno do centro mudo/ Fala,a marelo, pasmado/ De
negro centro que é tudo.

1932

Aquél peso en mí –mi corazón.

Aquele peso em mim-meu coração.

1932

El sol te doraba la cabeza rubia.


Estás muerta. Yo vivo. Todavía hay mundo y aurora.

O sol doraiva-te a cabeza loura./ Es morta. Eu vivo. Ainda há mundo e aurora.


23-2-1932

Hay un frío y una vacío en el aire.


Está, sobre todo, pairado.
Gris-negra, la luz de la luna.

Luz triste de alborada


De otro día y su vana
Esperanza e inútil afán.

Es como la muerte de alguien


Que era todo lo que el alma guarda
Y que no era nadie.

Absurdo vago disperso


En el espacio, agua donde está inmerso
El cadáver del universo.

Es como mi corazón
Frío de vaga opresión
De la alborada de la visión.
Há um frio e um vácuo no ar./ Stá sobre tudo a pairar,/ Cinzento-preto, o luar./ Luar triste de antemanhã/
De outro dia e sua vã/ Sperança e inútil afã/ É como a morte de alguém/ Que era tudo que a alma tem/ E
que não era ninguém./ Absurdo erro disperso/ No spaço, água onde é imerso/ O cadáver do universo./ É
como o meu coração/ Frio da vaga opressão/ Da antemanhã da visão.

26-4-1932

Tengo principalmente no tener nada.


Dormir sería sueño si lo tuviese.

Tenho principalmente não ter nada./ Dormir seria sono se o tivesse.

10-8-1932

Ah, sólo yo sé
Cuánto duele mi corazón
Sin fe ni ley
Sin melodía ni razón

Sólo yo, sólo yo,


Y no lo puedo decir
Porque sentir es como el cielo,
Se ve pero no hay en él qué ver.
Ah, só eu sei/ Quanto dói meu coração/ Sem fe nem lei,/Sem melodia nem razão./ Só eu, só eu,/E não o
posso dizer/ Porque sentir é como o céu,/ Ve-se mas não há nele que ver.

24-8-1932

Nada que soy me interesa.


Si existe en mi corazón
Cualquier cosa que tiene prisa
Tendrá prisa en vano.

Nada que soy me pertenece.


Si existo en quien me conozco
Cualquier cosa que me vence
De prisa la olvido.

Nada que soy yo seré.


Sueño, y sólo existe en mi ser,
Un sueño de lo que tendré.
Sólo que no lo habré de tener.
Nada que sou me interessa./ Se existe em meu coração/ Qualquer cousa que tem pressa/ Terá pressa em
vão./ Nada que sou me pertence./ Se existo em quem me conheço/ Qualquer cousa que me vence/
Depressa a esqueço./ Nada que sou eu serei./ Sonho, e só existe em meu ser,/Um sonho do que terei./ Só
que o não hei-de ter.

31-8-1932

Mis emociones mismas


Son cosas que me acontecen.
Minhas mesmas emoções/ São coisas que me acontecem.

23-9-1932

Casi anónima sonríes


Y el sol dora tu cabello.
¿Por qué para ser feliz,
es preciso no saberlo?
Quase anónima sorris/ E o sol doura o teu cabelo./ Porque é que, pra ser feliz,/ É preciso não sabê-lo?
1932

Entre el sosiego y la arboleda,


Entre el clareo y la soledad,
Mi devaneo pasa a miedo
Llevándome el alma de la mano.
Es tarde ya, y todavía es temprano.
(…)

Entre o sossego e o arvoredo,/ Entre a clareira e a solidão,/ Meu devaneio passa a medo/ Levando-me a
alma pela mão./ É tarde já, e ainda é cedo./ (…).

1932

Tengo ideas y razones,


Conozco el color de los argumentos
Y nunca llego a los corazones.
Eu tenho ideias e razões,/ Conheço a cor dos argumentos/ E nunca chego aos corações.

9-1-1933

Leves velos velan, nubes vanas, la Luna.


Crepúsculo en la noche…, y es triste ver,
En vez de la límpida amplitud desnuda
Del cielo, la noche y el cielo oscureciendo.

La noche es húmeda de conocer,


Sin que humedad de agua sea suya.
(…)

Leves véus velam, nuvens vãs, a Lua./ Crepúsculo na noite…, e é triste ver,/ Em vez da límpida amplitude
nua/ Do céu, a noite e o céu a escurecer./ A noite é húmida da conhecer,/ Sem que humidade de água seja
sua./ (…)

9-1-1933 (?)

Quiero, tendré-
Si no aquí,
En otro lugar que todavía no sé.
Nada perdí.
Todo seré.
Quero, terei-/ Se não aquí,/ Noutro lugar que inda não sei./ Nada perdi./ Tudo serei.
10-2-1933

Cuando, con o sin razón,


Sobre el amplio miedo del alma
La sombra de la muerte viene,
Es que el espíritu ve bien,
Con claridad pero sin calma,
Qué sombra es la vida que pasa,
Qué amargura es la vida que cesa,
Y ama más la vida.
Quando, con razão ou sém,/ Sobre o medo amplo da alma/ A sombra da morte vem,/ É que o espirito vê
bem,/ Com clareza mas sem calma,/ Que sombra é a vida que passa, Que mágoa é a vida que cessa,/ E
ama a vida mais.

24-2-1933

Todo fue dicho antes que se dijese.


El viento mece mansamente la siega
Y la deja porque breve se apagó.
Así es todo-nada. Bebe y olvida.

En la eterna siesta de no desear


Déjate, borracho y asceta, estar.
Lego el amor a los otros, que la belleza
Fue hecha sólo para contemplarse.
Tudo foi dito antes que se dissesse./ O vento aflora vagamente a messe,/ E deixa-a porque breve se
apagou./ Assim é tudo-nada. Bebe e esquece./ Na eterna sesta de não desejar/ Deixa-te,bêbado es asceta,
estar./ Lega o amor aos outros, que a beleza/ Foi feta só para se contemplar.

27-12-1933

El viento sopla allá afuera.


Me hace más solitario, y ahora
Porque no lloro, llora.

Es un miedo abstracto y hondo.


Vienes del fin vago del mundo.
Su sentido es ser profundo.

Me dice que nada hay en todo.


Que la virtud no es escudo
Y que lo mejor es ser mudo.
O vento sopra lá fora./ Faz-me mais zòzinho, e agora/ Porque não choro, ele chora./ É um som abstracto
e fundo./ Vem do fim vago do mundo./ Seu sentido é ser profundo./ Diz-me que nada há em tudo./ Que a
virtude não é escudo/ E que melhor é ser mudo.

6-9-1934

Todo, menos el tedio, me da tedio.


Quiero, sin tener sosiego, sosegar.
Tomar la vida todos los días
Como un remedio, de esos remedios que hay para tomar.

Tanto pretendí, tanto soñé, que tanto


De tantos tantos hizo nada en mí.
Mis manos quedaron frías
Sólo de esperar el encanto
De aquel amor que las calentase al fin.
Frías, vacías.
Así.
Tudo, menos o tédio, me faz tédio./ Quero, sem ter sossego, sossegar./ Tomar a vida todos os dias/ Como
um remédio,/ Desses remédios que há para tomar./ Tanto aspirei, tanto sonhei, que tanto/ De tantos
tantos, me fez nada em mim./ Minhas mãos ficaram frias/ Só de aguardar o encanto/ Daquele amor que
as asquecesse enfim./ Frias, vazias./ Assim.

30-11-1934

Exigua lámpara tranquila,


Quien te alumbra y me da luz,
Entre quien eres y quien soy, oscila.
Exígua lâmpada tranquila,/ Quem te alumia e me dá luz,/ Entre quem és e eu sou oscila.

11-12-1934

La mano puesta sobre la mesa,


La mano abstracta olvidada,
Margen de mi vida…
La mano que puse sobre la mesa
Para mí mismo es sorpresa.
Porque la mano es lo que tenemos
O define quien no somos.
Con ella aquello hacemos.
(…)

A mão posta sobre a mesa,/ A mão abstracta, esquecida,/ Margen da minha vida…/ A mão que pus sobre
a mesa/ Para mim mesmo é surpresa./ Porque a mão é o que temos/ Ou define quem não somos./ Com ela
aquilo fazemos/ (…)
1934

El sonido contínuo de la lluvia


Que se oye allá afuera bien
Nos deja el alma viuda
De aquello que ya no tiene.
(…)

O som contínuo da chuva/ A se ouvir lá fora bem/ Deixa-nos a alma viúva/ Daquilo que já não tem./ (…)

1934

Cómo es por dentro otra persona


¿Quién es el que lo sabrá soñar?
El alma de otros es otro universo
Con el que no hay comunicación posible
Con el que no hay entendimiento verdadero.

Nada sabemos del alma


Sino de la nuestra;
Las de los otros son miradas,
Son gestos, son palabras,
Con la suposición de cualquier semejanza
En el fondo.

Como é por dentro outra pessoa/ Quem é que o saberá sonhar?/ A alma de outrem é outro universo/ Com
que não há comunicação possível,/ Com que não há verdadeiro entendimento./ Nada sabemos da alma/
Senão da nossa;/ As dos outros são olhares,/ São gestos, são palavras,/ Con a suposição de qualquer
semelhança/ No fundo.

11-3-1935

Todo cuanto pienso,


Todo cuanto soy,
Es un desierto inmenso
Donde ni yo estoy.

Extensión parada
Sin nada estar allí
Arena cernida
Voy a darle el pinchazo
De la vida que viví.
(…)

Tudo quanto penso,/ Tudo quanto sou/ É um deserto imenso/ Onde nem eu estou./ Extensão parada/ Sem
nada a estar ali,/ Areia peneirada/ Vou dar-lhe a ferroada/ Da vida que vivi./ (…)

18-3-1935

Un día bazo pero no frío…


Un día como
Si no tuviese paciencia para ser día,
Sólo en un asomo
En un ímpetu vacío
De deber, pero con ironía,
Si diese luz a un día en fin
Igual a mí,
O entonces
A mi corazón vacío,
No de emoción
Sino de buscar, en fin
Un corazón bazo pero no frío.
Um dia baço mas não frio…/ Um dia como/ Se não tivesse paciência pra ser dia,/ E só num assomo,/
Num ímpeto vazio/ De dever, mas con ironia,/ Se desse luz a um dia enfim/ Igual a mim,/ Ou então,/ Um
coração vazio,/ Não de emoção/ Mas de buscar, enfim-/ Um coração baço mas não frio.

5-4-1935

El amor es lo que esencial.


El sexo es sólo un accidente.
Puede ser igual
O diferente.
El hombre no es un animal:
Es una carne inteligente,
Aunque algunas veces enferma.
O amor é que é essencial./ O sexo é só um acidente./ Poder ser igual/ Ou diferente./ O homem não é um
animal:/ É uma carne inteligente,/ Embora às vezes doente.

20-7-1935

Ya estoy tranquilo. Ya no espero nada.


Ya sobre mi vacío corazón
Descendió la inconciencia bendita
De no querer una ilusión.
Já estou tranquilo. Já não espero nada./ Já sobre meu vazio coração/ Desceu a inconsciência
abençoada/ De nem querer uma ilusão.
(sin fecha)

No combatí: ninguno me mereció.


La naturaleza y después el arte, amé.
Las manos a la llama que la vida me dio
Calenté. Ella cesa. Cesaré.
Não combati: ninguém mo mereceu./ A natureza e depois a arte, amei./ As mãos à chama que me a vida
deu/ Aqueci. Ela cessa. Cessarei.
TRES POETAS HERMÉTICOS DE LA ITALIA DEL NOVECENTO
(Montale, Ungaretti, Quasimodo)
Breve noticia sobre Eugenio Montale

Eugenio Montale nació en Génova el 12 de octubre de 1896. El padre era un rico


comerciante. Un pésimo estado de salud le hace interrumpir los estudios a corta edad y
sólo la ayuda de su hermana Mariana, una especie de “ángel guardián” que lo
acompañará parte de su vida, lo logra reinsertar en la vida normal. Eugenio quiere ser
cantante lírico y así, paralelamente a sus estudios normales, recibe clases de canto. Esta
afición a la música la encontraremos como una no despreciable influencia en sus
primeros poemas. Prácticamente solo aprende inglés, español y francés.
Es un lector empedernido, devora a Rousseau, Constant, Baudelaire, Mallarmé,
Valéry, Cervantes, Manzoni y filósofos como Croce y Bergson. Llega a su primer libro,
Ossi di seppia, de mano de la lectura de sus contemporáneos de la década precedente,
Pascoli, Gozzano, Saba, Palazzeschi, Marinetti, Ungaretti, Campana. Aparece, pues, el
primer libro de quien será llamado por Pietro Pancrazi ( “Scrittori d’oggi”. Laterza,
1946) “un poeta físico y metafísico”. Un ensayo publicado por el mismo Montale en
estos años nos da la clave. Dice que el estilo, el famoso estilo total creado por los poetas
de la ilustre última triada (se refiere a los tres más populares del momento) está enfermo
de furores jacobinos, de superhombrismo, mesianismo y otras enfermedades. En
tiempos que parecen contraseñados por la inmediata utilización de la cultura, de la
polémica y de la diatriba, Montale piensa que el estilo no puede venir de otra parte sino
de los buenos hábitos. Veinte años después, hablando del primer libro, agregará que su
propósito era que su palabra fuese más adherente que la de los otros poetas. Pero, ¿más
adherente a qué?
Montale confiesa que le parecía vivir dentro de una campana de vidrio, aunque, al
mismo tiempo, se sentía vecino a cualquier cosa de esencial; un velo sutil era todo lo
que le separaba de ello. La expresión absoluta buscada sería, entonces, la ruptura de ese
velo, una explosión que pusiera fin al engaño del mundo como representación. Aún así,
veía este objetivo como inalcanzable, al tiempo que sentía esta voluntad de adhesión
como musical y no pragmática. En suma, Montale lo que quería era tomar por el cuello
la elocuencia de la vieja lengua áulica, tal vez con el riesgo de una contraelocuencia. No
hay duda que lo mejor de Ossi di seppia está en la sequedad lapidaria de algunas
sentencias y en una subjetividad que rompe todo esquema realista. Con Le occasioni
desarrollará una sugestión cósmica, una objetivación profunda mediante la
aproximación a un tiempo histórico amenazante y, claro está, una búsqueda desesperada
de la salvación. La figura emblemática, aquel “tú”, más los animales que aparecen en
abundancia, serán capaces de salvarlo.
Finisterre es publicado en Suiza, no podía serlo en Italia dada la antipatía de Montale
por el fascismo. Este folleto se convertirá después en la primera parte de La bufera e
altro. La tensión poética adquiere aquí niveles altísimos. La desesperación de la guerra
se combate en nombre de la criatura amada que lo salva. De la oscuridad emergen
figuras que vuelan teniendo como fondo el conflicto. Montale recoge sus ensayos
publicados por años en “Il Corriere della Sera” en dos libros, Farfalla di Dinard y
Auto da fe. Allí podemos encontrar sus escritos políticos, su tormentosa relación con el
fascismo, con la literatura, su inmensa soledad y una muy interesante reflexión sobre la
cultura en la sociedad tecnológica: sobretodo, se nos presenta a plenitud el escritor en
absoluta armonía con su propio tiempo y con el mundo en general, el Montale que no
entiende la oferta de crédito de la mayor parte de sus compatriotas al régimen y, en fin,
que hace de esta “desarmonía” una propia condición existencial.
Los numerosos viajes los recoge en Fuori di casa. Ya en la fama el Presidente Saragat
lo designa Senador Vitalicio, lo que pone freno a sus permanentes angustias
económicas, le permite dedicarse más a la poesía y reducir sus colaboraciones
periodísticas. En 1963 muere Mosca, su inseparable compañera. Cinco meses después
Montale escribe el poema Xenia, después convertido en una serie en memoria de la
mujer muerta. Los primeros 14 son recogidos en un libro, otros 14 vendrán después bajo
el título Altri Xenia, poemas todos que van a parar a Satura, un Montale nuevo y
diverso, como coincide toda la crítica. Textos cortos en un diálogo de ultratumba,
corrosivos, donde pulveriza los objetos simbólicos tan apreciados en sus libros
anteriores. Diario del ‘71 e del ‘72, que bien puede definirse como la última estación
montaliana, es un hurgar en un universo en continua modificación.
En 1975 le otorgan el premio Nobel. Salen de las prensas Quaderno di traduzioni y
en revistas algunos poemas inéditos. Montale contó en vida, y no se diga desde el
momento de su desaparición física, con un gran éxito en el exterior. Sus poemas han
sido traducidos al francés, alemán, español, sueco, griego, inglés, rumano, húngaro,
serbocroata, turco y otros. La crítica se ha ocupado, igualmente, de su obra en manera
abundante. Entre los italianos cabe mencionar a Sergio Antonielli, Giorgio Barberi,
Piero Bigongiani, Roberto Canturi, Carlos Bo, Arnaldo Bocelli, Pietro Bonfiglioli,
Umberto Carpi, Gianfranco Contini, Giuseppe De Robertis, Giansiro Ferrata, Marco
Furti, Claudio Marabini, Mario Forti, Pier Paolo Pasolini, Edoardo Sanguineti, Elio
Vittorini y Giacomo Zazzarella, entre muchos otros. Fuera de su patria merece ser
destacado el crítico hindú R.S. Ahluwalia. Montale tradujo a Steimbeck, Cervantes,
Melville, Dorothy Parker, Fitzgerald, O’Neill, Hawthorne, Shakespeare, Pound, Nicolás
Guillén, Eliot y otros. Al entrar al análisis de sus libros es imprescindible referirse al
discurso que pronunció con motivo de la entrega del premio Nobel. Allí resalta la
vinculación de la poesía con la música y al sonido como la verdadera materia de la
poesía. La poesía se hace lentamente visual, explica, porque pinta imágenes, pero aún
así sigue siendo musical, reune dos artes en una sola. Reflexiona sobre la tecnología y
revela la existencia de dos poesías, una de consumo inmediato que se muere apenas se
expresa y otra que tranquila dormirá sus años para despertar un día, si es que tiene la
fuerza para hacerlo. El arte es siempre para todos y para ninguno. La poesía sobrevivirá
- afirma - al mundo tecnológico.
En nuestra antología hemos escogido poemas de cada uno de sus libros. En Ossi di
seppia vemos como una árida desolación camina los poemas y la naturaleza toma
colores encendidos y encantados. Una cansada sensualidad se internaliza en el ánimo. El
poema se torna escabroso, triste, produciendo la sensación de que el poeta ha demolido
la materia. Hay una profunda reflexión que se mueve como una ola que se empina en las
palabras escabrosas y se distiende después en una pincelada.
La bufera e altro nos ofrece un mundo instantáneo de esperanza, una ambigüedad
que algunos críticos han llamado “realismo existencial”. En un mundo sin futuro, los
hombres no son más autónomos que las sombras; los muertos, depositarios del pasado,
representan la plenitud de la vida. Satura está caracterizado por un cambio de trasfondo
y objetos, por lo tanto de lenguaje. Hay un cambio en relación con las cosas vivientes,
seres humanos y animales (no olvidemos la pasión del poeta por estos últimos). Se trata
casi de un “diario poético”, aunque la expresión sea polémica. No olvidemos que en
Satura están incluidos los poemas de Xenia, dedicados a la esposa muerta y escritos
entre 1964 y 1967.
Un cambio se veía claro, surgía una tendencia a “narrar”, tal vez a la manera de
Farfalla di Dinard. La crítica italiana, no obstante, ha preferido siempre hablar de
“diario” para referirse a estos textos montalianos. El propio poeta hizo notar que entre
los tres primeros libros y éste habían pasado algunos años dedicados al periodismo.
Montale aseguró, al momento de la aparición del libro, que esta poesía tendía a la prosa
al mismo tiempo que la rechazaba. Xenia está escrito en un permanente “tú”, en un
“yo” hacia un “tú”, perdidos ambos en el vacío universal. Satura tiene una estructura
musical; los motivos entran en diversas claves, se desarrollan y se abrazan. Por
momentos, es cierto, aflora el periodista, pero uno que participa también de la música.
Los antiguos temas asoman la cara en algún recoveco del poema. En este libro hay
menos uniformidad temática, o como lo dijo el propio Montale, “una dimensión musical
diversa”. En Diario del 71 y del 72 Montale da la impresión inicial de desorganización,
de un simple ordenamiento cronológico, pero poco a poco se descubre que la
organización subyace a la manera montaliana. Estos poemas están plagados de
expresiones de la conversación común. Está aquí el lenguaje contemporáneo, anónimo,
presente con todas sus banalidades familiares pero también con floraciones cultas.
Muchas veces el lenguaje de Montale es un metalenguaje, un discurso sobre la lengua.
En Quaderno di quattro anni la aproximación a la prosa es más fuerte, tampoco la
poesía de Montale había alcanzado antes tal grado de libertad frente a los juegos fónicos
o a las exquisiteces estilísticas. Alfredo Guilcani (En “Autunno del Novecento”,
Feltrinelli, 1984) encuentra un “violento elogio de la locura y un cortejar a la crueldad”.
Cree, al mismo tiempo, que hay en este libro extrañas vibraciones que apuntan a lo
oscuro. Si Ossi di seppia es un viaje a través de los modelos más válidos de la tradición
poética italiana (Carducci, Pascoli, D’Annunzio), Le occasioni es el perfeccionamiento
de los instrumentos técnicos; La bufera e altro marca la irrupción violenta de la
realidad histórica; ese mal de vivir que la crítica ha señalado en Montale desde sus
primeros poemas, toma cuerpo en la historia, realizándose. Los últimos libros, como
hemos dicho, se caracterizan por la tendencia al “diario”. En los poemas aquí
seleccionados aparecerán temas como el papel salvador del fantasma femenino, como
en “Le nuove stanze”.
En “I limoni” se canta a los limones por contraste con los poetas que sólo hablan de
plantas de nombres raros; un evidente rechazo a la poesía académica, pero el poema
sigue cargado de matafísica. En un elemento común se deposita una gran ansia de
descubrir una respuesta al deseo de vivir. La tendencia a la narración está ya en el
primer poema del primer libro. Al mismo tiempo que manifiesta rechazo, Montale
recupera elementos estilísticos de la tradición; ese “escúchame” conque se abre, dirigido
a un mudo interlocutor, será recurrente en toda su poesía. Del mismo Ossi di seppia
hemos incluido “Non chiederci la parola”, una auténtica definición existencial de toda
una generación, como lo observa Marchese. En la negatividad, “hoy sólo podemos
decirte/aquello que no somos/aquello que no queremos”, se resume la tesis montaliana
de que no se pueden dar más mensajes, fórmulas, seguridad o certezas, sino sílabas que
expresan una convicción, la de la caída de toda posibilidad de consuelo. El mensaje está
en versos que declaran la imposibilidad de mensaje. Ossi di seppia es el principio ético
de toda una generación, el refutar todo optimismo consolatorio, el revelar la conciencia
del “mal de vivir” que en muchos se traducirá en un antifascismo militante.
Algunos poemas de Le occasioni muestran nuevas sobreimpresiones en la memoria;
el poeta se pregunta si en realidad los sucesos fueron como los relata y se declara
imposibilitado de recuperar el pasado. Letra a letra, poema a poema, se constata la
erosión del tiempo sobre los sentimientos y sobre la memoria. No hay manera efectiva
de defender los recuerdos, una especie de neblina oculta los rostros y los hechos del
pasado. En “Dora Markus” se funden en un retrato de mujer todas las tendencias
montalianas, el silencio, la indiferencia, la inquietud. En la segunda parte del poema hay
una referencia histórica: la vecindad de las tinieblas sobre Europa. Dora es,
prácticamente, inevitabilidad e impotencia, “.pero es tarde, siempre más tarde”. En los
poemas de La bufera e altro hay una evidente referencia histórico-política, pero
vinculada a la trágica condición existencial del hombre y el mal histórico es presentado
como una epifanía. Los poemas son casi un balance de la conducta del poeta, una
verificación de los principios que lo han guiado, ahora dirigiéndose a una mujer a la que
ratifica el sentido desencantado del vivir.
En Satura reflexiona sobre el sentido de la historia y sobre el lenguaje. Está allí
“Xenia”, poemas discursivos y coloquiales que “leen” la realidad y nos dejan un sabor
de sabiduría. El último Montale es reflexivo, el poeta que pide a los amigos hacer una
gran hoguera con todos sus libros, el que pide olvido proclamando que la tranquilidad
de los poetas sólo es perturbada por el recuerdo.
Para finalizar es necesario hacer referencia al Montale prosista. Dos libros famosos,
Farfalla di Dinard (artículos en Il Corriere della Sera) y Corriere d’informazione. En
ambos libros hay numerosos elementos autobiográficos donde se puede seguir a
Montale desde la infancia, sus estudios de canto y su fructífera y dramática pasantía por
Florencia. El poeta no es muy dado a las confidencias, pero, aún así, podemos ver en la
tela de la nostalgia algunos duros juicios sobre los pueblos de la infancia y la
adolescencia, las mujeres aparecen agresivas y soportadas con estoicismo, casi como si
la idealización en la poesía fuese un contrapeso al fastidio por la feminidad terrenal. El
poeta hace auténticos estudios de la tipología humana, camina el sendero del hedonismo
y hasta nos muestra sus aficiones gastronómicas. Cesare Segre ha hecho un estudio
comparativo entre la poesía y la prosa, remarcando cada lugar y cada motivación. Otro
texto destacable es Fuori di casa, un libro de viajes lleno de juicios literarios y
artísticos. También hay que mencionar Auto da fe, Nel nostro tempo, Sulla poesia y su
intercambio de cartas con Italo Svevo y Salvatore Quasimodo.
Finalmente, Diario postumo, los textos entregados amorosamente en sobres cerrados
a la poeta Annalisa Cima y editados en su totalidad en 1996.
Antología de Eugenio Montale

Índice

Los Limones (I Limoni); Corno Inglés (Corno Inglese); S. T; Moradas (Stanze); Noticias desde El
Amiata(Notizie dell'Amiata); Dora Markus (Dora Markus); S. T.; La Borrasca (La Bufera);
Malecón (Lungomare); El Arca(l'Arca); Luz de Invierno (Luce d'Inverno); La Historia (La Storia);
Xenia (Xenia); El Arte Pobre (L'ArtePovera); A. C.; La Forma del Mundo (La Forma del Mondo);
Para Terminar (Per Finire); El Vacío (Il Vuoto); S. T.; S. T.; S. T.; Duermevela (Dormiveglia);
Exabrupto (Ex Abrupto); Mañanica (Mattinata); En elJardín (Nel Giardino); Recuerdo (Ricordo); S.
T.; S. T.; S. T..

De Huesos de sepia (1920-1927)

Los limones

Escúchame, los poetas laureados


se mueven solamente entre las plantas
de nombres poco usados: bojes ligustres o acantos.
Yo, para mí, amo los caminos que van a parar a los herbosos
fosos donde en charcos
medio secos los muchachos agarran
cualquier flaca anguilla:
los senderos que atraviesan los cerros
descienden entre los copetes de las cañas
y se meten en los huertos, entre los limoneros.

Mejor si las algazaras de los pájaros


tragadas por el azul se apagan:
más claro se escucha el susurro
de las ramas amigas en el aire que casi no se mueve,
y los sentidos de este olor
que no sabe desprenderse de la tierra
y en el pecho llueve una dulzura inquieta.
Aquí, de las divertidas pasiones
de milagro calla la guerra,
aquí toca también a nosotros los pobres nuestra parte de riqueza
y es el olor de los limones.
Mira, en estos silencios en los cuales las cosas
se abandonan y parecen vecinas
a traicionar su último secreto,
a veces esperamos
descubrir un error de la Naturaleza
el punto muerto del mundo, el anillo que no guarda,
el hilo para desembrollar que finalmente nos ponga
en medio de una verdad.
La mirada escuadriña el entorno
la mente indaga reconcilia desune
en el perfume que inunda
cuando el día más languidece.
Son los silencios en los que se ve
en cada sombra humana que se aleja
alguna disturbada Divinidad.

Pero falta la ilusión y el tiempo nos remite


a las ciudades rumorosas donde el azul se muestra
sólamente a pedazos, en lo alto, entre las cimas.
La lluvia cansa la tierra, de después; se adensa
el tedio del invierno sobre las casas,
la luz se hace avara - amarga el alma.
Cuando un día desde un portón malcerrado
entre los árboles de un patio
se nos muestran los amarillos de los limones;
y el hielo del corazón se deshace
y en el pecho nos hierven
sus canciones
las trompetas de oro de la solidaridad.
Da Ossi di seppia (1920-1927). I Limoni. Ascoltami, i poeti laureati / si muovono soltanto fra le piante /
dai nomi poco usati: bossi ligustri o acanti. / Io, per me, amo le strade che riescono agli erbosi / fossi
dove in pozzanghere / mezzo seccate agguantano i ragazzi / qualche sparuta anguilla: / le viuzze che
seguono i ciglioni, / discendono tra i ciuffi delle canne / e mettono negli orti, tra gli alberi dei limoni. //
Meglio se le gazzarre degli uccelli / si spengono inghiottite dall’azurro: / più chiaro si ascolta il susurro /
dei rami amici nell’aria che quasi non si muove, / e i sensi di quest’odore / che non sa staccarsi da terra /
e piove in petto una dolcezza inquieta. / Qui delle divertite passioni / per miracolo tace la guerra, / qui
tocca anche a noi poveri la nostra parte di ricchezza / ed è l’odore dei limoni. // Vedi, in questi silenzi in
cui le cose / s’abbandonano e sembrano vicine / a tradire il loro ultimo segreto, / talora ci si aspetta / di
scoprire uno sbaglio di Natura, / il punto morto del mondo, l’anello che non tiene, / il filo da disbrogliare
che finalmente ci metta / nel mezzo di una verità. / Lo sguardo fruga d’intorno / la mente indaga accorda
disunisce / nel profumo che dilaga / quando il giorno più languisce. / Sono i silenzi in cui si vede / in ogni
ombra umana che si allontana / qualche disturbata Divinità. // Ma l’illusione manca e ci riporta il tempo
/ nelle città rumorose dove l’azzurro si mostra / soltanto a pezzi, in alto, tra le cimase. / La pioggia
stanca la terra, di poi; s’affolta / il tedio dell’inverno sulle case, / la luce si fa avara - amara l’anima. /
Quando in giorno da un malchiuso portone / tra gli alberi di una corte / ci si mostrano i gialli dei limoni;
/ e il gelo del cuore si sfa, / e in petto ci scrosciano / le loro canzoni / le trombe d’oro della solarità.

Cuerno ingles

El viento que esta tarde toca atento


-recuerda un fuerte batir de espadas-
los instrumentos de los espesos árboles y barre
el horizonte de cobre
donde tiras de luz se extienden
como aquilones al cielo que retumba
(¡Nubes en viaje, claros
reinos de allá arriba! ¡De altos Eldorados
puertas mal cerradas!)
Y el mar que escama a escama,
lívido, cambia de color,
lanza a tierra una tromba
de espumas deformadas;
el viento que nace y muere
en la hora que lenta se ennegrece
te tocase a tí también esta noche
desafinado instrumento,
corazón.

Corno Inglese. Il vento que stasera suona attento / -ricorda un forte scotere di lame- / gli strumenti dei
fitti alberi e spazza / l’orizzonte di rame /dove strisce di luce si protendono / come aquiloni al cielo che
rimbomba / (Nubole in viaggio, chiari / reami di lassù! D’alti Eldoradi / malchiuse porte!) / e il mare che
scaglia e scaglia, / livido,muta colore / lancia a terra una tromba / di schiume intorte; il vento che nasce
e muore / nell’ora che lenta s’annera / suonasse te pure stasera / scordato strumento, / cuore.

(s.t)

No nos pidan la palabra que de cada lado escudriñe


nuestro ánimo informe, y con letras de fuego
lo declare y lo haga resplandecer como un azafrán
perdido en medio de un prado polvoroso.

¡Ah, el hombre que se va seguro,


a los otros y así mi mismo amigo,
y su sombra no cuida más que la canícula
fija sobre un desconchado muro!

No nos pregunten la fórmula que mundos pueda abrirte,


si cualquier torcida sílaba está seca como una rama.
Hoy sólo ésto podemos decirte,
aquéllo que no somos, aquéllo que no queremos.
(s.t) Non chiederci la parola che squadri da ogni lato / l’animo nostro informe, e a lettere di fuoco / lo
dichiari e risplenda come un croco / perduto in mezzo a un polveroso prato. // Ah l’uomo che se ne va
sicuro, / agli altri ed a se stesso amico, / e l’ombra sua non cura che la canicola / stampa sopra uno
scalcinato muro! // Non domandarci la formula che mondi possa aprirti, / sì qualche storta sillaba e
secca come un ramo. / Codesto solo oggi possiamo dirti, / ciò che non siamo, ciò che non vogliamo.

Arsenio

Los torbellinos levantan el polvo


sobre los techos, en remolinos, y sobre los descampados
desiertos, donde los caballos encapuchados
husmean la tierra, detenidos delante
de los critales relucientes de las posadas.
Por la avenida, de cara al mar, tú desciendes
en este día
ora lluvioso, ora encendido, en el que disparos parecen
transformar las horas
iguales, apretadas en trama, un retornelo
de castañuelas.

Es el signo de otra órbita: síguelo.


Desciende en el horizonte que domina
una tromba de plomo, alta sobre los remolinos,
vagabunda más que ellos: salobre turbión
ondulante, soplado por el rebelde
elemento a las nubes; haz que el paso
sobre el cascajo te cruja y te tropiece
la maraña de las algas: aquel instante
es, tal vez, tan esperado, que te permita
terminar tu viaje, anillo de una
cadena, inmóvil andar, Oh! demasiado conocido
delirio, Arsenio, de inmovilidad...

Escucha entre las palmeras el brote trémulo


de los violines, apagado cuando rueda
el trueno con un bramar de espada
detonada; la tempestad es dulce cuando
brota blanca la estrella de la Canícula
en el cielo azul y lejana parece la tarde
que es próxima: si el rayo la incide
ramifica como un árbol precioso
dentro de la luz que se enrojece: y el tímpano
de los gitanos es el retumbo silencioso.

Desciende en medio de la oscuridad que precipita


y cambia el mediodía en una noche
de globos encendidos, bamboleantes en la orilla,
y fuera, donde una sombra sola tiene
mar y cielo, en las barcas dispersas palpita
el acetileno-
hasta que gotea temeroso
el cielo, humea el suelo que se abreva,
todo de lado te enjuaga, golpean
los blandos toldos, un rumor inmenso roe
la tierra, abajo se debilitan chirriando
las linternas de papel sobre las calles.

Así, perdido entre los mimbres y las esteras


goteantes, junco tú que las raíces
consigo arrastran, viscosas, ya no
ágiles, tiemblas de vida y te extiendes
en un vacío resonante de lamentos
sofocados, la red te absorbe
de la onda antigua que te envuelve; y todavía
todo te recoge, calle pórtico
muros espejos te fija en una sola
helada multitud de muertos,
y si un gesto te roza, una palabra
cae a tu lado, aquello es tal vez, Arsenio,
en la hora que se disuelve, la señal de una
vida ahogada surgida para tí, y el viento
la porta con la ceniza de los astros.
Arsenio. I turbini sollevano la polvere / sui tetti, a mulinelli, e sugli spiazzi / deserti, ove i cavalli
incappucciati / annusano la terra, fermi innazi / ai vetri luccicanti degli alberghi. / Sul corso, in faccia al
mare, tu discendi / in questo giorno / or piovoso ora acceso, in cui par scatti / a sconvolgerne l’ore /
uguali, strette in trama, un ritornello / di castagnette. // È il segno d’un’altra orbita: tu seguilo. /
Discendi all’orizzonte che sovrasta / una tromba di piombo, alta sui gorghi, / più d’essi vagabonda: salso
nembo / vorticante, soffiato dal ribelle / elemento alle nubi; fa che il passo / su la ghiaia ti scricchioli e
t’inciampi / il viluppo dell’alghe: quell’istante / è forse, molto atteso, che ti scampi / dal finire il tuo
viaggio, anello d’una / catena, immoto andare, oh troppo noto / delirio, Arsenio, d’immobilità... //
Ascolta tra i palmizi il getto tremulo / dei violini, spento quando rotola / il tuono con un fremer di lamiera
/ percossa; la tempesta è dolce quando / sgorga bianca la stella di Canicola / nel cielo azzurro e lunge
par la sera / ch’è prossima: se il fulmine la incide / dirama come un albero prezioso / entro la luche che
s’arrosa: e il timpano / degli tzigani è il rombo silenzioso. // Discendi in mezzo al buio che precipita / e
muta il mezzogiorno in una notte / di globi accesi, dondolanti a riva,- / e fuori, dove un’ombra sola tiene
/ mare e cielo, dai gozzi sparsi palpita / l’acetilene- / finché goccia trepido / il cielo, fuma il suolo che
s’abbevera, / tutto d’accanto ti sciaborda, sbattono / le tende molli, un fruscìo immenso rade / la terra,
giù s’afflosciano stridendo / le lanterne di carta sulle strade. // Così sperso tra i vimini e le stuole /
grondanti, giunco tu che le radici / con sé trascina, viscide, non mai / svelte, tremi di vita e ti protendi / a
un vuoto risonante di lamenti / soffocati, la tesa ti ringhiotte / dell’onda antica che ti volge; e ancora /
tutto che ti riprende, strada portico / mura specchi ti figge in una sola / ghiacciata moltitudine di morti, /
e se un gesto ti sfiora, una parola / ti cade accanto, quello è forse, Arsenio, / nell’ora che si sciogle, il
cenno d’una / vita strozzata per te sorta, e il vento / la porta con la cenere degli astri.

Moradas

Busco en vano el punto donde se movió


la sangre que te nutre, infinito
rechazarse de los círculos, más allá del espacio
breve de los días humanos,
que te hice presente en una congoja
de agonías que no sabes, viva en un pútrido
pantano de astro abismado; y ahora
es linfa que dibuja tus manos,
te late en los pulsos inadvertida y el rostro
te inflama o descolora.

También la red minuta de tus nervios


recuerda un poco este su viaje
y si los ojos te descubro allí se consuma
un fervor cubierto de un paso
borrascoso de espuma que ora se espesa
ora se rompe, y tú lo sientes en los zumbidos
de las sienes desvanecer en tu vida
como se rompe a veces en el silencio
de una plaza amodorrada
un vuelo estrepitoso de palomas.
En tí converge, ignara, una aureola
de hilos, y cierto, alguno de ellos se parecía
a los otros; y hubo quien estremeció la tarde
recorrido por una cándida ala en fuga,
y hubo quien vió larvas vagabundas
donde otros faltantes chiquillas en enjambres,
o separaciones, cuál relámpago que derramas,
en el sereno una arruga y el choque de las
palancas del mundo salidas de un desgarrón
del azul la envolvió, lamentoso.

En tí me aparece una última corona


de ceniza ligera que no dura
pero desflecada se precipita. Querida,
desquerida, es así tu naturaleza.
Tocas el signo, tramontas. ¡Oh, el zumbido
del arco que es disparado, el surco que ara
la oleada y se encierra! Y ahora sube
la última burbuja. La condena
es tal vez esta desvariante amarga
oscuridad que desciende sobre quien queda.
Da Le occasioni (1928-1939). Stanze. Ricerco invano il punto onde si mosse / il sangue che ti nutre,
interminato / respingersi di cerchi oltre lo spazio / brevi dei giorni umani, / che ti rese presente in uno
strazio / d’agonie che non sai, viva in un putre / padule d’astro inabissato; ed ora / è linfa che disegna le
tue mani, / ti batte ai polsi inavvertita e il volto / t’infiamma o discolora. // Pur la rete minuta dei tuoi
nervi / rammenta un poco questo suo viaggio / e se gli occhi ti scopro li consuma / un fervore coperto da
un passaggio / turbinoso di spuma ch’or s’infitta / ora si frange, e tu lo senti ai rombi / delle tempie vanir
nella tua vita / come si rompe a volte nel silenzio / d’una piazza assopita / un volo strepitoso di colombi.
// In te converge, ignara, una raggéra / di fili; e certo alcuno d’essi apparve / ad altri: e fu chi abbrividì
la sera / percosso da una candida ala in fuga, / e fu chi vide vagabonde larve / dove altri scorse
fanciullette a sciami, / o scoperse, qual lampo che dirami, / nel sereno una ruga e l’urto delle / leve del
mondo apparse da uno strappo / dell’azzurro l’avvolse, lamentoso. // In te m’appare un’ultima corolla /
di cenere leggera che non dura / ma sfioccata precipita. Voluta, / disvoluta è così la tua natura. / Tocchi il
segno, travàlichi. Oh il ronzìo / dell’arco ch’è scoccato, il solco che ara / il flutto e si rinchiude ! Ed ora
sale / l’ultima bolla in su. La dannazione / è forse questa vaneggiante amara / oscurità che scende su chi
resta.

Noticias de la amiata

Los fuegos artificiales del mal tiempo


serán murmullos de colmenas al atardecer. El cuarto tiene vigas
apolilladas y un olor de melones
penetra del entablado. Las humaredas
mórbidas que remontan un valle
de elfos y de hongos hasta el cono diáfano
de la cima me enturbian los vidrios,
y te escribo de quien, desde esta mesa
remota, desde la célula de miel
de una esfera lanzada en el espacio-
y las jaulas cubiertas, el hogar
donde los marrones explotan, las venas
de salitre y de moho son el cuadro
donde dentro de poco romperás. La vida
que te fabula es todavía demasiado breve
si te contiene !Abre tu ícono
el fondo luminoso¡ Afuera llueve.

Notizie dall'Amiata. Il fuoco d’artifizio del maltempo / sarà murmure d’arnie a tarda sera. / La stanza ha
travature / tarlate ed un sentore di meloni / penetra dall’assito. Le fumate / morbide che risalgono una
valle / d’elfi e di funghi fino al cono diafano / della cima m’intorbidano i vetri, / e ti scrivo di qui, da
questo tavolo / remoto, dalla cellula di miele / di una sfera lanciata nello spazio- / e le gabbie coperte, il
focolare / dove i marroni esplodono, le vene / di salnitro e di muffa sono il quadro / dove tra poco
romperai. La vita / che t’affàbula è ancora troppo breve / se ti contiene ! Schiude la tua icona / il fondo
luminoso. Fuori piove.

Dora Marcus

1
Fue donde el puente de madera
pone a Puerto Corsini en alta mar
y raros hombres, casi inmotos, hunden
y hacen zarpar las redes. Con un signo
de la mano indicabas la otra orilla
invisible tu verdadera patria.
Después seguimos el canal hasta la dársena
de la ciudad, brillante de hollín
en la basura donde se hundía
una primavera inerte, sin memoria.

Y aquí, donde una antigua vida


si abigarra en una dulce
ansiedad del Oriente,
tus palabras irisábano como las escamas
del salmonete moribundo.

Tu inquietud me hace pensar


en los pájaros de paso que chocan con los faros
en las noches tempestuosas:
es también una tempestad tu dulzura,
remolinea y no aparece,
y sus reposos son también muy raros.

No sé como extenuada tú resistes


en este lago
de indiferencia que es tu corazón; tal vez
te salva un amuleto que tienes
cerca del lápiz de los labios,
al edredón, a la lima: un ratón blanco,
de marfil; ¡y así existes!

2
Ahora en tu Carintia
de mirtos floridos y de esteros,
inclinada sobre el borde vigilas
la carpa que tímida aboca
y sigue sobre los filamentos, entre los hirsutos
pináculos las ascensiones
del atardecer y en las aguas una llama
de toldos de muelles y pensiones.

La tarde que se extiende


sobre la húmeda cuenca no lleva
con las palpitaciones de los motores
otro que gemidos de ganzos y un interno
de níveas mayólicas dice
al espejo ennegrecido que te vió
distinta una historia de horrores
imperturbados y la incide
donde la esponja no arriba.

Tu leyenda, Dora,
está escrita ya en aquellas miradas
de hombres que tienen patillas
alteradas y débiles en grandes
retratos de oro y retorna
a cada acuerdo que expresa
la armónica rota en la hora
que oscurece, siempre más tarde.

Está escrita allá. El siempre verde


laurel para la cocina
resiste, la voz no muta,
Ravenna está lejos, destila
veneno una fe feroz.
¿Que quiere de tí? No se transfiere
voz, leyenda o destino...
Pero es tarde, siempre más tarde.
Dora Markus. 1 Fu dove il ponte di legno / mette a Porto Corsini sul mare alto / e rari uomini, quasi
immoti, affondano / o salpano le reti. Con un segno / della mano additavi all’altra sponda / invisibile la
tua patria vera./ Poi seguimmo il canale fino alla darsena / della città, lucida di fuliggine, / nella bassura
dove s’affondava / una primavera inerte, senza memoria.// E qui dove una’antica vita / si screzia in una
dolce / ansietà d’Oriente, / le tue parole iridavano come le scaglie / della triglia moribonda. // La tua
irrequietudine mi fa pensare / agli uccelli di passo che urtano ai fari / nelle sere tempestose: / è una
tempesta anche la tua dolcezza, / turbina e non appare, / e i suoi riposi sono anche più rari. // Non so
come stremata tu resisti / in questo lago / d’indifferenza ch’è il tuo cuore; forse / ti salva un amuleto che
tu tieni / vicino alla matita delle labbra, / al piumino, alla lima: un topo bianco, / d’avorio; e così esisti 2
Ormai nella tua Carinzia / di mirti fioriti e di stagni, / china sul bordo sorvegli / la carpa che timida
abbocca / o segui sui tigli, tra gl’irti / pinnacoli le accensioni / del vespro e nell’acque un avvampo / di
tende da scali e pensioni. // La sera che si protende / sull’umida conca non porta / col palpito dei motori /
che gemiti d’oche e un interno / di nivee maioliche dice / allo specchio annerito che ti vide / diversa una
storia di errori / imperturbati e la incide / dove la spugna non giunge. // La tua leggenda,Dora ! / Ma è
scritta già in quegli sguardi / di uomini che hanno fedine / altere e deboli in grandi / ritratti d’oro e
ritorna / ad ogni accordo che esprime / l’armonica guasta nell’ora / che abbuia, sempre più tardi. // E
scritta là. Il sempreverde / alloro per la cucina / resiste, la voce non muta, / Ravenna è lontana, distilla /
veleno una fede feroce. / Che vuole da te ? Non si cede / voce, leggenda o destino... / Ma è tardi, sempre
più tardi.

(s.t)

Y tú seguiste las frágiles arquitecturas


inundadas por el tiempo y el carbón,
los patios cuadrados que tienen en el medio
el pozo profundísimo; tú seguiste
el vuelo desaliñado de los pájaros
nocturnos y en el fondo del barranco el destello
de la galaxia, la franja de cada tormento.
Pero el paso que resuena tanto en el oscuro
es de quién va solitario y otro no ve
que este caer de arcos, de sombras y de pliegues.
Las estrellas tienen pespuntes demasiado sutiles,
el ojo del campanario está detenido a las dos,
las trepadoras, también ellas, son una ascensión
de tinieblas y su perfume duele amargo.
Regresa mañana más frío, viento del norte,
deshoja las antiguas manos de la arenisca,
trastorna los libros de horas en el desván,
y todo sea lente tranquilo, dominio, prisión
del sentido que no desespera !Regresa más fuerte
viento de septentrión que haces deseables
las cadenas y sigilas las esporas de lo posible!
Son demasiado estrechas las calles, los asnos negros
que zapatean en fila producen chispas,
del pico escondido responden llamaradas de magnesio.
¡Oh, el goteo que desciende poco a poco
de las casuchas oscuras, el tiempo hecho agua,
el largo coloquio con los pobres muertos, la ceniza, el viento,
el viento que tarda, la muerte, la muerte que vive!

(s.t) E tu seguissi le fragili architetture / annerite dal tempo e dal carbone, / i cortili quadrati che hanno
nel mezzo / il pozzo profondissimo; tu seguissi / il volo infagottato degli uccelli / notturni e in fondo al
borro l’allucciolìo / della Galassia, la fascia d’ogni tormento. / Ma il passo che risuona a lungo
nell’oscuro / è di chi va solitario e altro non vede / che questo cadere di archi, di ombre e di pieghe. / Le
stelle hanno trapunti troppo sottili, / l’occhio del campanile è fermo sulle due ore, / i rampicanti
anch’essi sono un’ascesa / di tenebre ed il loro profumo duole amaro. / Ritorna domani più freddo, vento
del nord, / spezza le antichi mani dell’arenaria, / sconvolgi i libri d’ore nei solai, / e tutto sia lente
tranquilla, dominio, prigione / del senso che non dispera ! Ritorna più forte / vento di settentrione che
rendi care / le catene e suggelli le spore del possibile! / Son troppo strette le strade, gli asini neri / che
zoccolano infila dànno scintille, / dal pico nascosto rispondono vampate di magnesio, / Oh il gocciolìo
che scende a rilento / dalle casipole buie, il tempo fatto acqua, / il lungo colloquio coi poveri morti, la
cenere, il vento, / il vento che tarda, la morte, la morte che vive!
De La ventisca y otro (1940-1954)

La ventisca

Les princes n’ont point d’yeux pour voir ces grand’s merveilles.Leurs mains ne servent plus qu’à nous
persécuter... Agrippa D’Aubigné, À Dieu

La ventisca que escamonda sobre las hojas


duras de la magnolia los largos truenos
marzalinos y el granizo,

(los sonidos de cristal en tu nido


nocturno te sorprenden, del oro
que se ha apagado sobre los caobos, sobre el corte
de los libros religados, quema todavía
un granil de azúcar en la cáscara
de tus párpados)

el relámpago que blanquea


árboles y muros y los sorprende en aquella
eternidad de instante - mármol dicha
y destrucción - que dentro te esculpe
puertos para tu condena y que te ata
más que el amor a mí, extraña hermana,
y después la dura quiebra, los sitros, el temblar
de los tamborcillos sobre la fosa ladrona,
el zapatear del fandango, y arriba
cualquier gesto que devana...
Como cuando
te volviste y con la mano, desocupada
la frente de la nube de los cabellos,
me saludaste - para entrar en la oscuridad.

Da La bufera e altro (1940-1954). La Bufera. Les princes n’ont point d’yeux pour voir ces grand’s
merveilles, / Leurs mains ne servent plus qu’à nous persécuter... // Agrippa D’Aubigné, À Dieu // La
bufera che sgronda sulle foglie / dure della magnolia i lunghi tuoni / marzoline e le grandine, / (i suoni di
cristallo nel tuo nido / notturno ti sorprendono, dell’oro / che s’è spento sui mogani, sul taglio / dei libri
rilegati, brucia ancora / una grana di zucchero nel guscio / delle tue palpebre) // il lampo che candisce //
alberi e muri e li sorprende in quella / eternità d’istante - marmo manna / e distruzione - ch’entro te
scolpita / porti per tua condanna e che ti lega / più che l’amore a me, strana sorella,- / e poi lo schianto
rude, i sistri, il fremere / dei tamburelli sulla fossa fuia, / lo scalpicciare del fandango, e sopra / qualque
gesto che annaspa... / Come quando / te rivolgesti e con la mano, sgombra / la fronte dalla nube dei
capelli, / mi salutasti - per entrar nel buio.
Malecón

El soplo cresce, la oscuridad está rota en pedazos,


y la sombra que tú mandas sobre la frágil
empalizada se riza ¡Demasiado tarde

si quieres ser tú misma! De la palma


cae el topo, el relámpago está sobre la mecha,
sobre las larguísimas pestañas de tu mirada.
Lungomare. Il soffio crece, il buio è rotto a squarci, / e l’ombra che tu mandi sulla fragile / palizzata
s’arriccia. Troppo tardi // se vuoi esser te stessa ! Dalla palma // tonfa il sorcio, il baleno è sulla miccia, /
sui lunghissimi cigli del tuo sguardo.

El arca

La tempestad de primavera ha trastornado


el sombrero del sauce, Si
al torbellino de abril
se ha enredado, en el huerto, el vellocino de oro
que esconde mis muertos,
mis perros confiados, mis viejas
siervas - cuántos de entonces
(cuando el sauce era rubio y yo truncaba
los anhelos con la fonda) han caído
vivos, en la trampa. La tempestad
ciertamente los reunirá bajo aquel techo
de antes, pero lejos, muy lejos
de esta tierra fulgurada donde
hierven cal y sangre en la impronta
del pie humano. Humea el cazo
en la cocina, un redondo suyo de reflejos
acentúa los rostros huesudos, los hocicos aguzados
y los protege en el fondo la magnolia
si un soplo os la bota. La tempestad
primaveral sacude con un ladrido
de fidelidad mi arca, oh perdidos.
L'arca. La tempesta di primavera ha sconvolto /l´ombrello del salice, /al turbine d´aprile /s´è impigliato
nell´orto il vello d´oro /che nasconde i miei morti, /i miei cani fidati, le mie vecchie /serve - quanti da
allora /(quando il salce era biondo e io ne stroncavo /le anella con la fionda) son calati, /vivi, nel
trabocchetto. La tempesta /certo li riunirà sotto quel tetto /di prima, ma lontano, più lontano /di questa
terra folgorata dove /bollono calce e sangue nell´impronta /del piede umano. /Fuma il ramaiolo /in
cucina, un suo tondo di reflessi /accentra i volti ossuti, i musi aguzzi /e li protegge in fondo la magnolia
/se un soffio ve la getta. La tempesta /primaverile scuote d´un latrato /di fedeltà la mia arca, o perduti.
Luz de invierno

Cuando descendí del cielo de Palmira


sobre palmas enanas y propileos confitados
y una uñada en la garganta me advirtió
que me habrías raptado,
cuando descendí del cielo de la Acrópolis
y encontré, a kilómetros, cestas
de pulpos y murenas
(¡la sierra de aquellos dientes
sobre el corazón entumecido!),
cuando dejé las cimas de las auroras
deshumanas por el helado museo
de momias y escarabajos (tú estabas mal,
única vida) y confronté la piedra pómez
y el diaspro, la arena y el sol, el fango
y la arcilla divina-
en la centella
que se alzó fuí nuevo e incinerado.
Luce d'inverno. Quando scesi dal cielo di Palmira / su palme nane e propilei canditi / a un’unghiata alla
gola m’avvertì / che mi avresti rapito, / quando scesi dal cielo dell’Acropoli / e incontrai, a chilometri,
cavagni / di polpi e di murene / (la sega di quei denti / sul cuore rattrapito!), / quando lasciai le cime
delle aurore / disumane per il gelido museo / di mummie e scarabei (tu stavi male, / unica vita) e
confrontai la pomice / e il diaspro, la sabbia e il sole, il fango / e l’argilla divina - / alla scintilla / che si
levò fui nuovo e incinerito.

De Satura (1962-1970)

La historia

1
La historia no se desata
como una cadena
de anillos ininterrumpida.
En todo caso
muchos anillos no detienen.
La historia no contiene
el antes y el después,
nada que en ella rezongue
a fuego lento.
La historia no es producto
de quien la piensa y tampoco
de quien la ignora. La historia
no se hace camino, se obstina,
detesta el poco a poco, no procede
ni desiste, cambia de rieles
y su dirección
no está en los horarios.
La historia no justifica
y no deplora,
la historia no es intrínseca
porque está fuera
la historia no suministra
caricias o golpes de fusta.
La historia no es maestra
de nada que nos ataña.
Apercibirse no sirve
para hacerla más verdadera y más justa.

2
La historia no es, pues,
la desvastante escarbadura que se dice.
Deja túneles, criptas, huecos
y escondites. Hay quien sobrevive.
La historia es también benévola: destruye
cuánto más puede: si exagerase, seguramente
sería mejor, pero la historia es corta
de noticias, no cumple todas sus venganzas.

La historia raspa el fondo


como una red de arrastre
con cualquier desgarradura y más de un pez escapa.
Cualquier ocasión se encuentra el ectoplasma
de un salvado y no parece particularmente feliz.
Ignora estar afuera, ninguno se lo ha dicho.
Los otros, en el saco, se creen
más libres que él.
Da Satura (1962-1970). La Storia. 1 La storia non si snoda / come una catena / di anelli ininterrotta. / In
ogni caso / molti anelli non tengono. / La storia non contiene / il prima e il dopo, / nulla che in lei
borbotti / a lento fuoco. / La storia non è prodotta / da chi la pensa e neppure / da chi l’ignora. La storia
/ non si fa strada, si ostina, / detesta il poco a poco, non procede / né recede, si sposta di binario / e la
sua direzione / non è nell’orario. / La storia non giustifica / e non deplora, / la storia non è intrinseca /
perche è fuori. / La storia non somministra / carezze o colpi di frusta. / La storia non è magistra / di
niente che ci riguardi. / Accorgersene non serve / a farla più vera e più giusta. 2 La storia non è poi / la
devastante ruspa che si dice. Lascia sottopassaggi, cripte, buche / e nascondigli. C’è chi sopravvive. La
storia è anche benevola: distrugge quanto più può: se esagerasse, certo / sarebbe meglio, ma la storia è
a corto / di notizie, non compie tutte le sue vendette.// La storia gratta il fondo / come una rete a straccio
/ con qualche strappo e più di un pesce sfugge. / Qualche volta s’incontra l’ectoplasma / d’uno scampato
e non sembra particolarmente felice. / Ignora di essere fuori, nessuno glie n’ha parlato. / Gli altri, nel
sacco, si credono / più liberi di lui.
Xenia

I,13
Tu hermano murió joven; tú eras
la niña desgreñada que me mira
“en pose” en el oval de un retrato. Escribí músicas inéditas, inauditas,
hoy sepultas en un baúl o botadas
en la alberca. Tal vez las reinventa
alguien ignorante, si lo que está escrito está escrito.
Lo amaba sin haberlo conocido.
Aparte de tí nadie lo recordaba.
No he hecho investigaciones: ahora es inútil.
después de tí quedé el único
para quien él existió. Pero es posible,
lo sabes, amar una sombra, sombras nosotros mismos.

II,5
He descendido, dándote el brazo, por lo menos un millón de (escaleras)
y ahora que no estás hay un vacío en cada escalón.
También así fue breve nuestro largo viaje.
El mío dura todavía, ni siquiera me suceden
las coincidencias, las reservaciones,
las trampas, las afrentas de quien cree
que la realidad sea aquella que se ve.

He descendido millones de escaleras dándote el brazo


no ya porque con cuatro ojos tal vez se ve más.
Contigo las he descendido porqué sabía que de nosotros dos
las solas verdaderas pupilas, aunque tan ofuscadas,
eran las tuyas.
Xenia. I,3 Tuo fratello morì giovane; tu eri / la bimba scarruffata che mi guarda / “in posa” nell’ovale di
un ritratto. / Scrisse musiche inedite, inaudite, / oggi sepolte in un baule o andate / al màcero. Forse le
riinventa / qualcuno inconsapevole, se ciò che’è scritto è scritto. / L’amavo senza averlo conosciuto. /
Fuori di te nessuno lo ricordava. / Non ho fatto ricerche: ora è inutile. / Dopo di te sono rimasto il solo /
per cui egli è esistito. / Ma è possibile, / lo sai, amare un’ombra, ombre noi stessi. II,5 Ho sceso, dandoti
il braccio, almeno un milione di scale / e ora che non ci sei è il / vuoto a ogni gradino. / Anche così è
stato breve il nontro lungo viaggio. / Il mio dura tuttora, né più mi occorrono / le coincidenze, le
prenotazioni, / le trappole, gli scorni di chi crede / che la realtà sia quella che si vede. // Ho sceso milioni
di scale dandoti il braccio / non già perché con quattr’occhi forse si vede di più. / Con te le ho scese
perché sapevo che di noi due / le sole vere pupille, sebbene tanto offuscate, / erano le tue.
De Diario del 71 y del 72

El arte pobre

La pintura
de caballete cuesta sacrificios
a quien la hace y es siempre un exceso
para quien la compra y no sabe donde colgarla.
Durante algún año he pintado sólo redes
con pájaros ensacados,
sobre papel azul de azúcar o pulpa de embalar.
Vino y café, trazas de dentrífico
si en el fondo había un mar adornable,
éstas las tintas.
Compuse también con cenizas y con fondos
de “capuchinos” en Sainte-Adresse allá donde Jongkind encontró sus heladas luces
y el paquete fue protegido con celofán y alcanfor
(con escaso éxito).
Es la parte de mí que consigue sobrevivir
de la nada que había en mí, del todo que eras,
tú, inconsciente.

Da Diario del 71 e 72 . L'arte povera. La pittura / da cavaletto costa sacrifizi / a chi la fa ed è sempre un
soprappiù / per chi la compra e non sa dove appenderla. / Per cualche anno ho dipinto solo ròccoli / con
uccelli insaccati, / su carta blu da zucchero o cannaté da imballo. / Vino e caffè, tracce di dentifricio, / se
in fondo c’era un mare infiocchettabile, / queste le tinte. / Composi anche con cenere e con fondi / di
cappuccino a Sainte-Adresse là dove / Jongkind trovò le sue gelide luci / e il pacco fu protetto da
cellofane e canfora / (con scarso esito). / È la parte di me che riesce a sopravvivere / del nulla ch’era in
me, del tutto ch’eri / tu, inconsapevole

A.C.

Intentamos un día encontrar un modus


moriendi que no fuese el suicidio
ni la sobrevivencia. Otros tomaron
la iniciativa por nosotros: y ahora es tarde
para relanzarse del escollo.
Qué una alma dañina
fuese la vida misma en su diapasón
no lo creistes nunca: las horas acosaban,
a tí bastó el orgullo, a mí el nicho
del apuntador.

A.C. Tentammo un giorno di trovare un modus / moriendi che non fosse il suicidio / né la sopravvivenza.
Altri ne prese / per noi l’iniziativa: e ora è tardi / per rituffarci dallo scoglio. / Che un’anima malviva /
fosse la vita stessa nel suo diapason / non lo credesti mai: le ore incalzavano, / a te bastò l’orgoglio, a me
la nicchia / dell’imbeccatore.
La forma del mundo

Si el mundo tiene la estructura del lenguaje


y el lenguaje tiene la forma de la mente
la mente con sus llenos y sus vacíos
es nada o casi y no nos tranquiliza.

Así habló Papirio. Estaba ya oscuro


y llovía. Pongámonos al seguro
dijo y apuró el paso sin darse cuenta
que el suyo era el lenguaje del delirio.
La forma del mondo. Se il mondo ha la struttura del linguaggio / e il linguaggio ha la forma della mente
/ la mente con i suoi pieni e i suoi vuoti / è niente o quasi e non ci rassicura. // Così parlò Papirio.Era già
scuro / e pioveva. Mettiamoci al sicuro / disse e affrettò il passo senza accogersi / che il suo era il
linguaggio del delirio.

Para terminar

Recomiendo a mis herederos


(si los hubiere) en materia literaria,
lo que es improbable, que hagan
una hermosa hoguera con todo lo que se refiere
a mi vida, a mis hechos y a mis omisiones.
No soy un Leopardi, dejo poco para quemar
y ya es demasiado vivir en porcentaje.
Viví al cinco por ciento, no aumenteis
la dosis. Demasiadas veces, por el contrario, llueve
sobre mojado.
Per Finire. Raccomando ai miei posteri / (se ne saranno) in sede letteraria, / il che resta improbabile di
fare / un bel falò di tutto che riguardi / la mia vita, i miei fatti, i miei non fatti. / Non sono un Leopardi,
lascio poco da ardere / ed è già troppo vivere in percentuale. / Vissi al cinque per cento, non aumentate /
la dose. Troppo spesso invece piove / sul bagnato.

De Cuaderno de cuatro años

El vacío

Ha desaparecido también el vacío


donde, en un tiempo, se podía encontrar refugio.
Ahora sabemos que también el aire
es una materia que gravita sobre nosotros.
Una materia inmaterial, lo peor
que podía tocarnos.
No está bastante lleno porque debemos
poblarlo de hechos, de movimientos
para poder decir que le pertenecemos
y nunca le huiremos aunque muramos.
Atestar de objetos aquello que es
el solo Objeto por definición
sin que a él le importe nada, Oh torpe
comedia. ¡y con que celo la recitamos!
Da Quaderni di quattro anni. Il Vuoto. È sparito anche il vuoto / dove un tempo si poteva rifugiarsi. /
Ora sappiamo che anche l’aria / è una materia che grava su di noi. / Una materia immateriale, il peggio /
che poteva toccarci. / Non è pieno abbastanza perché dobbiamo / popolarlo di fatti, di movimenti / per
poter dire che gli apparteniamo / e mai gli sfuggiremo anche se morti. / Inzeppare di oggetti quelo ch’è / il
solo Oggetto per definizione / senza che a lui ne importi niente o turpe / commedia. E con che zelo la
recitiamo!

(s.t)

Existe un solo mundo habitado


por los hombres
y esto es más que cierto
un solo mundo, un globo en el cual la cacería al hombre
es el deporte en el que todos están de acuerdo.
No puede ser un puro
acto de maldad
o el deseo impelente
que por fin el sol se apague.
Habrá otro, habrá un porqué
pero sobre ésto los dioses están en desacuerdo.
Sólo por esto han inventado el tiempo,
el tiempo y un puñado de vivientes.
Tienen necesidad de pensar sobre
el porqué si hubiese un acuerdo
de su crepúsculo no se hablaría más
y entonces
pobres hombres sin dioses ni demonios,
la última, la peor de las infamias.

(s.t) C’è un solo mondo abitato / da uomini / e questo è più che certo / un solo mondo, un globo in cui la
caccia all’uomo / è lo sport in cui tutti sono d’accordo. / Non può essere un puro / fatto di malvagità / o il
desiderio impellente / che infine il sole si spenga. / Ci sarà altro, ci sarà un perchè / ma su questo gli dèi
sono discordi. / Solo per questo hanno inventato il tempo, / lo spazio e una manciata di viventi. / Hanno
bisogno di pensarci su / perchè se un accordo ci fosse / del loro crepuscolo non si parlarebbe più / e
allora / poveri uomini senza dèi né demoni, / l’ultima, la peggiore delle infamie.
(s.t)

Se resuelve bien poco


con la metralla y con la fuerza.
La hipótesis que todo sea un juego de palabras,
un intercambio de sílabas, es la mas atendible.
No por nada al principio era el Verbo.

(s.t) Si risolve ben poco / con la mitraglia e col nerbo. / L’ipotesi che tutto sia un bisticcio, / uno scambio
di sillabe è la più attendibile. / Non per nulla in principio era il Verbo.

(s.t)

Los poetas difuntos duermen tranquilos


bajo sus epitafios
y sólo tienen un sobresalto de indignación
cuando un inútil escriba recuerda sus nombres.
Así sucede también a las flores botadas en la basura
si acaso por ventura alguno las rescata.
Estaban viajando hacia su madre
ahora hacia ninguno o hacia un mazo
ligado con un cordón o con un papel plateado
y la cestica de cerca sin, ni siquiera, la alegría
de un niño o de un loco.

(s.t) I poeti defunti dormono tranquilli / sotto i loro epitaffi / e hanno solo un sussulto d’indignazione /
qualora un inutile scriba ricordi il loro nome. / Così accade anche ai fiori gettati nel pattume / se mai per
avventura taluno li raccatti. / Erano in viaggio verso la loro madre / ora verso nessuno o verso un mazzo
/ legato da uno spago o da una carta argentata / e il cestino da presso senza nemmeno la gioia / di un
bambino o di un pazzo.

Duermevela

El sueño tarda en llegar


despues me alcanzará sin preaviso.
Afuera debe suceder cualquier cosa
para demostrarme que el mundo existe y que
los sedicentes vivos no están todos muertos.
¡Los aculturados, los poetas, los locos
las máquinas los negocios las opiniones
como nauseabunda olla podrida!
¡Y yo allí dentro incrustrado hasta los cabellos!
Esta vez la piedad vence a la risa.
Dormiveglia. Il sonno tarda a venire / poi mi raggiungerà senza preavviso. / Fuori deve accadere
qualche cosa / per dimostrarmi che il mondo esiste e che / i sedicenti vivi non sono tutti morti. / Gli
acculturati, i poeti, i pazzi / le machine gli affari le opinioni / quale nauseabonda olla podrida!/ E io lì
dentro incrostato fino al capelli! / Stavolta la pietà vince sul riso.
De Diario póstumo (1996)

Exabrupto

Un espacio de años nos separa,


pero rápido un gesto tuyo
anula la distancia.
Emerge un librito
del bolsillo de una gran cartera,
y límpido resuena un verso
que debo juzgar.
Es el saberte igual
en un tiempo diverso que tal vez
me duele. Una leve brisa
entre brotes de luces levanta
nubes de arena y espuma. Y
lo que sale a flote exabrupto
es que yo soy la musa y tú el cantor.
Noticia alegre, sentirse al mismo tiempo
maestro e inspirador.

Da Diario postumo (1996). Ex Abrupto. Uno spazio di anni ci separa, / ma rapido un tuo gesto / annulla
la distanza. / Fuoriesce un libricino / dal magazino di un grossa borsa, / e limpido risuona un verso / che
devo giudicare. / È il saperti uguale / in un tempo diverso che forse / m’addolora. Una lieve brezza / tra
barbagli di luce solleva / nugoli di sabbia e spume. E / ciò che viene a galla ex abrupto / è ch’io sono la
musa e tu il cantore. / Notizia lieta, sentirsi al tempo stesso / maestro e ispiratore. / Il vate è morto, evviva
l’estintore.

Mañanica

En la puerta se perfila
una aérea figura.
Hete aquí con el girasol
de tus aureolas.
Ninguna presencia podrá
turbar esta alegría
que nos repropones.

En cada aparición
haces florecer vegetaciones nuevas.
No tienes un cliché:
emerges singular. Es el signo
que sacude a los humanos.
A nosotros, en este anfiteatro
de fealdades, no nos queda
más que recuerdo y dulía·
cuál doble consuelo.
Mattinata. Sulla porta si profila / un’aerea figura. / Eccoti col girasole / delle tue aureole. / Né alcuna
presenza potrà / turbare questa gaiezza / che ci riproponi. // Ad ogni apparizione / fai rifiorire
vegetazioni nuove. / Non hai un cliché: / emergi singolare. È il segno / che travalica gli umani. / A noi, in
questo anfiteatro / di brutture, non resta / che ricordo e dulia / qual duplice ristoro.
·(Culto de dulía, servidumbre)

En el jardín

Desciendes del gran camino


y te domina un cielo
azul estivo. Una nube
blanca de linos refresca
la canícula a tu arribo.
Nos sentamos en la banca habitual.
Después de un rato un soplo de viento
y tu sombrero de paja comienza a remolinear.
Lo sostienes, te vuelves a sentar.
El ala del gran pino marino
como vela desplegada nos arrastra.
Quisiéramos bordear
de este litoral toda la costa,
llegar en un dueto de nombres, de recuerdos,
hasta Nervi.
Pero el sol ya declina,
difunde su esplendor en rayos oblicuos,
dispar, regresa, y la memoria de tardes
iguales duplica los horizontes,
traduce en otros días
aquel momento fugaz que desaparece.
Ahora también el viento calla.
Nel Giardino. Discendi dal gran viale / e ti sovrasta un cielo / azzuro estivo. Una nuvola / bianca di lini
rinfresca / la canicola al tuo arrivo. / Ci sediamo sulla solita panchina. / Poi d’un tratto un soffio di
vento / e la tua paglia comincia a turbinare. / L’afferri, ti risiedi. / L’ala del grande pino marino / come
vela spiegata ci trascina. / Vorremmo bordeggiare / da questo litorale tutta la costiera, / giungere in un
duetto di nomi, di ricordi / fino a Nervi. / Ma il sole già declina, / diffonde il suo lucore in raggi obliqui, /
dispare, torna, e la memoria di sere / uguali raddoppia gli orizzonti, / traduci in altri giorni / quel
momento fugace che scompare. / Ora anche il vento tace.

Recuerdo

Ella sola percibía los sonidos


de mis silencios. Temía,
a veces, que huyese el tiempo
hostil mientras hablábamos.
Después de lo cual he perdido la memoria
y ahora me reencuentro hablando
de ella contigo, entre espirales de humo
que velan nuestra conmoción.
Y es esta la parte de mí que reencuentro
cambiada: el sentimiento, de por sí informe,
en este hoy que es sólo de lamento.
Ricordo. Lei solo percepiva i suoni / dei miei silenzi. Temevo / a volte che fuggisse il tempo / ostile
mentre parlavamo. / Dopodiché ho smarrito la memoria / ed ora mi ritrovo a parlare / di lei con te, tra
spirali di fumo / che velano la nostra commozione. / Ed è questa la parte di me che ritrovo / mutata: il
sentimento, per sé informe, / in quest’oggi che è solo di rimpianto.

(s.t)

Te llevarás contigo el último soplo


de poesía; después una nube hinchada
de presagios funestos oscurecerá
la luz que nos fue concedida.
No fuiste un simple resplandor,
llegaste inesperada, voz de salvación.
Un sonido límpido emiten
los cristales cuando el viento
los roza, la claridad los hace brillar
como incandescentes arcobalenos
que iluminan en torno.
Alrededor el mundo se descolora.
(s.t) Porterai con te l’ultima ventata / di poesia: poi una nube gonfia / di presagi funesti oscurerà / la
luce che ci fu concessa. / Non fosti un semplice bagliore, / giungesti inaspettata, voce di salvazione. / Un
suono limpido emettono / i cristalli quando il vento / li sfiora, il chiarore li fa splendere / come
incandescenti arcobaleni / che illuminano d’attorno. / Intorno il mondo scolora.

(s.t)

Tu palidez
me hizo estremecer,
se te leía en el rostro
aquel abandono de la vida.
Y, como agua límpida,
tu mirada
dijo la separación
de las cosas humanas, portabas
tu sufrir contigo,
y respondías apenas;
después de un rato saludaste,
breve, y te fuiste
dejándome con mi dolor, mudo.
(s.t) Il tuo pallore / mi fece trasalire, / ti si leggeva in volto / quell’abbandono della vita. / E, come acqua limpida, / il
tuo sguardo / disse il distacco / dalle umane cose, recavi / il tuo soffrire con te, / e rispondevi appena; / poi d’un
tratto salutasti, / breve, e scivolasti via / lasciandomi col mio dolore, muto.
(s.t)

Un día no lejano
asistiremos a la colisión
de los planetas y el diamantino cielo
terminará sumergido en cráteres.
Entonces recogeremos rutilantes flores
y estrellas en neón.
Mira, he aquí la señal, un fuego
se cuelga en el cielo, se confrontan
Júpiter y Orión ¿y en el terrible
ruido donde ha terminado el hombre?
Cierto, basta un soplo al mundo
en que vivimos para desaparecer.
Quedará, tal vez, un grito, aquél
de la tierra que no quiere acabarse.
(s.t) Un giorno non lontano / assisteremo alla collisione / dei pianeti e il diamantato cielo / finirà sommerso in
avvalli. / Allora coglieremo rutilanti fiori / e stelle al neon. / Guarda, ecco il segnale, un fuoco / s’appicca in cielo, si
scontrano / Giove con Orione e nel terribile / frastuono dov’è finito l’uomo? / Certo basta un soffio al mondo / in cui
viviamo per scomparire. / Rimarrà forse un grido, quello / della terra che non vuole finire
Breve Noticia sobre Giuseppe Ungaretti

Giuseppe Ungaretti nace el 10 de febrero de 1888 en Alejandría, Egipto. Sus padres


habían emigrado de Lucca; en la ciudad sin forma definitiva sobrevivirán de los
ingresos provenientes de una panadería. Era apenas un niño nuestro poeta cuando el
padre muere durante la construcción del canal de Suez.
Alejandría está en el desierto, donde no hay permanencia en el tiempo, donde no se
alza un monumento y donde todo cambia incesantemente. Permanecerá allí hasta los 24
años asistiendo al espectáculo que su amigo Pea permite en la “Baracca Rossa”, punto
de confluencia de jóvenes anarquistas y socialistas del mundo entero. Siente nostalgia
por la lejana Italia, tema de sobremesa de la madre viuda, y por un eventual país
adoptivo, Francia.
Estudia en los mejores colegios y descubre los mejores escritores, Leopardi,
Baudelaire, Mallarmé, Racine y Nietzsche; Mallarmé lo marcará y Nietzsche lo hará
descubrir insólitas perspectivas. En 1912 viaja a París. Lleva la ventaja de no tener
referencia alguna de aquello que podría influir sobre algún joven poeta italiano que por
aquella época estuviese radicado en Italia.
En la mente lleva, eso sí, los sonidos de la noche, los cantos árabes, los gritos de los
animales del desierto y todos reaparecerán en su poesía. Durante este viaje ve por vez
primera a Italia y se pone en contacto con los grandes artistas de la época. En 1915 es
alistado y va a la guerra como simple soldado; resulta aplazado en un curso de
formación de oficiales por evidente incapacidad para el comando; terminará escribiendo
poemas en las trincheras. Cuando en 1921 va a Roma ya ha publicado sus primeros
versos.
Asiste a un Congreso del PEN Club en Buenos Aires y recibe una invitación para
hacerse cargo de la Cátedra de Lengua y Literatura Italiana en la Universidad de Sâo
Paulo. En Brasil estará hasta 1942. Aquella larga permanencia lo marcará, también por
razones ajenas a la literatura: allí entierra a su joven hijo. Traduce al italiano a
numerosos poetas brasileños. En 1942 regresa a Italia donde, por “chiara fama”, le es
conferida la Cátedra de Literatura Italiana Contemporánea en la Universidad de Roma.
Muere en Milán en 1970. El nacimiento de Ungaretti en Egipto le permite, ya lo hemos
dicho, carecer de las referencias de cualquier otro poeta joven italiano; está, pues, libre
de monstruos como D´Annunzio o Pascoli.
Si bien no escribe poemas hasta los 26 años bien puede decirse que su poesía nace en
el desierto. A pesar de ser Mallarmé una influencia determinante en sus inicios no puede
decirse que Ungaretti sea un poeta de formación francesa. En realidad su mérito es
haber propuesto “una lengua poética” del siglo XX que procurara no parecerse a
ninguna otra, popular lo suficiente como para resistir el tiempo y oscura, como música
del desierto. En este poeta se entremezclan esa música, las lecturas, el delirio barroco
del Brasil, el paisaje al fin conquistado. Escribe como si de un diario se tratara,
marcando de manera tajante la relación entre recuerdo y poesía. Durante su
permanencia en París había escuchado a Bergson impartiendo lecciones en La Sorbona
y había quedado marcado, admitiendo posteriormente que el filósofo, a quien catalogó
como el más grande del siglo, había tenido una influencia determinante en su poesía.
Quizás esta influencia donde se note mejor sea en la tendencia de Ungaretti a la
“ausencia”, es decir, a basarse en las implicaciones anagramáticas que cada palabra
tiene. De Leopardi admira la agudeza con que aquel ve la relación entre forma e
inspiración. Los términos inseparables de la poesía de Leopardi son memoria e
inocencia. Es obvio que Ungaretti no es un poeta romántico -en cualquier caso le
molestaban las etiquetas- pero tiene algunas cosas del romanticismo, como ese
entremezclarse del conocimiento y la religiosidad. Para Leopardi la memoria es
sufrimiento corporal. La concepción que Ungaretti tiene de “memoria” es bastante
parecida, con el aditivo de Bergson. No olvidemos, finalmente, que Leopardi
ambicionaba el tono íntimo de Petrarca.
Cada vez que Ungaretti escribe prosa encontramos el análisis de Petrarca, a Leopardi,
a Pascal, en fin, una búsqueda permanente de la relación memoria-sueño. En L´Allegria
están recogidos los poemas del frente y los recuerdos del desierto. Está formado por
publicaciones de diferentes épocas, como Il Porto Sepolto (1919), propiamente las
experiencias de las trincheras, folleto editado en 80 ejemplares y que provocó un
artículo de Papini, el primero que jamás se escribiera sobre Ungaretti. También incluye,
por ejemplo, Naufragi (1919) donde aparecen algunos textos de la época milanesa. El
título mismo es irónico, aunque puede también implicar el reconocimiento y aceptación
del camino humano, el camino común a todos los hombres.
Pueden encontrarse numerosos versículos quebrados al máximo. Los primeros poemas
de este volumen están influenciados por Laforgue y Mallarmé. La expresión es dictada
por la guerra, realidad que acaba todo con su presencia trágica. La naturaleza es
representada cruelmente y el lenguaje es lacónico.
Il sentimento del tempo es un canto a la edad apenas madura, al amor y al paisaje y
muestra ya una inquietud religiosa que no se opone, sin embargo, a la explosión de los
sentimientos. Es el aclimatamiento a la vida en un nuevo paisaje, en una nueva edad y
experiencia. El paisaje es el del Lazio -sustituto de aquel egipcio- el mito que vive
alrededor de Roma. Con L´Allegria Ungaretti dice que buscaba “una perfecta
coincidencia entre la tensión rítmica del vocablo y su calidad expresiva...”, lo que lo
portaría hacia posteriores y más complejos intentos de unidad verbal. Quería que el
verso reconquistara el ritmo tal como había sido marcado en el oído italiano por la
naturaleza fónica de la lengua y por la tradición sintáctica y armónica que a través de los
siglos había sido trasmitida a las formas. Señalaba como suprema aspiración de la
poesía la de cumplir el milagro, en palabras, de un mundo resucitado en su pureza
originaria.
El objetivo perseguido no era otro que reaccionar contra la hinchazón florida del
d’annunzianismo, contra la palabrería futurista y el empequeñecimiento de la supuesta
poesía de vanguardia. Volver a llevar la palabra, ese austero signo de la dignidad
humana, a su esencialidad, es decir, a su escabrosa importancia y autoridad. Il
sentimento del tempo está marcado por el arribo a Roma, ciudad barroca. Ungaretti
siempre insistirá en que fue Miguel Angel quien le reveló el misterio del barroco.
Explica que no es ésta la afirmación que pueda definirse con proposiciones lógicas,
siendo más bien un asunto de vida interior. Il sentimento se escribe observando a Roma
bajo los cambios de las estaciones. Quien alguna vez haya visto la campiña romana
podrá ayudarse a entender al poeta nacido en Alejandría.
La primera parte de este poemario describe precisamente paisajes del verano, estación
del barroco. Al otoño pertenece, con mayor propiedad, La terra promessa. En todo caso
hay que destacar que en este momento del diario ungarettiano Petrarca y Leopardi
siguen firmes en el cielo. De Leopardi destaca el sentimiento de la decadencia, del fin
de la civilización a la cual estuvo ligado. De manera que este libro tiene dos momentos:
la toma de posesión de Roma, de una ciudad que estaba impelido a hacer suya ya que
había nacido en una extranjera, y del Lazio, ya que podemos encontrar numerosas
referencias a la mitología de esta región, y un segundo, que todavía conserva a Roma en
el centro, que es el de la experiencia religiosa. Roma transpiraba el sentimiento de lo
eterno.
Libro de sol, de verano, estación de violencia. El hombre está inmerso en su
fragilidad. Y, como siempre, el sueño de inocencia preadánica, aquella del Universo
antes del hombre. Aquí a la naturaleza se le da un valor histórico, aunque, al mismo
tiempo, un valor mítico. También aparece el deseo, el regreso del estado edénico, la
aurora, no de perfecta felicidad y en cualquier modo contaminada por la historia;
además, la muerte, la nada.
En La terra promessa, especialmente en Le Canzoni, que abre el poemario, surge el
conocerse, pascalianamente, ser de la nada. Puede decirse que este poema pasa de una
inspiración en la realidad de los sentidos a una en la realidad intelectual. La terra
promessa es escrito con mucha lentitud, había una tragedia en el mundo y una tragedia
personal en el poeta. Aquí la naturaleza, conservando un carácter mítico, intenta
transformarse en un motivo de reflexión metafísica sobre las condiciones del hombre en
el universo. Aquí está la poesía del hombre que deja la juventud y entra en la madurez.
Ungaretti había concebido este libro como la tercera estación de su canto, pero suceden
hechos dramáticos en su vida que dan origen a Il dolore. El viaje a Brasil y la muerte de
su hijo de nueve años lo marcarán, produciendo, fundamentalmente, los poemas que
hemos seleccionado del último libro mencionado.
En Un grido e Paesaggi recoge textos que dejó fuera de Il dolore por considerar
entonces que debían permanecer privados. En Il Taccuino del vecchio aparece, entre
otros, un recuerdo para su esposa recientemente fallecida. Apocalissi, Proverbi,
Dialogo, sus poemas en francés (Derniers jours), todos, incluyendo los anteriormente
mencionados, aparecerán en Vita d´un uomo, la antología total de su obra poética.
Cuando apareció el volumen, Ungaretti dijo que aquello era simplemente un diario, el
desarrollo de su vida. Tenía razón. Todo en esta obra suya es una relación entre poesía y
experiencia biográfica, un recíproco condicionarse entre empeño humano y
experimentación formal.
El primero en escribir sobre Ungaretti fue Giovanni Papini, en 1917. Dejó dicho:
“Hay aquí una calidad de visión que es toda italiana, y un dejarse andar a la deriva de la
propia imaginación que es casi oriental y una movible electricidad de recuerdos y
disonancias que es francesa moderna...” Carlo Bo, en 1938, se manifestó de acuerdo con
Ungaretti en llamar diarios a sus libros de poesía y destacó como una necesidad
“entender que son el período esencial de las formas esenciales de la poesía”. Críticas
sobre Ungaretti que merecen destacarse son las de Giuseppe de Robertis (1945) y el
ensayo de Carlos Ossola, de 1974. Inclusive existe una Antología de la crítica, la
recopilada por Giuseppe Taso bajo el título La crítica a Ungaretti (Cappeli, 1977). Así
mismo son recomendables Materiale per uno studio su Giuseppe Ungaretti (Academie e
Biblioteche d´Italia, 1977), de Renzo Frattarolo y Atti del Convegno Internazionale su
Giuseppe Ungaretti (Edizioni Avanti, 1981) de Carlos Bo, M.Petrucciani y otros. En
materia de biografías destaca la de Leone Piccioni, Vita di un poeta (Rizzoli, 1970).
Una frase muy apropiada es pronunciada por Pietro Citati, en 1970, ante la muerte del
poeta: “Todos aquellos en estos años lo encontraban y lo frecuentaban, todos aquellos
que hablaban con este hombre agudo, preciso e inteligente por detrás de apariencias
embriagadas, cavernosas y ligeramente demoníacas, habían aprendido de él que cosa
eran la adolescencia, la juventud, la madurez y la vejez de la poesía... Habían conocido
y amado en sus versos, como en los de Apolinaire, y en los cuadros cubistas, la
adolescencia de nuestro siglo”. Como traductor Ungaretti dejó excelentes versiones de
Saint John Perse, Willian Blake, Góngora, Mallarmé, Homero, Pound, Racine y
Shakespeare. Igualmente de los poetas brasileños Drumond De Andrade, Bandeira y
Vinicius de Moraes, entre otros. El mismo ha sido traducido a numerosos idiomas.
Como prosista, Ungaretti dejó numerosos ensayos, por ejemplo, sobre Virgilio, sobre
La Divina Comedia y sobre Leopardi. Tiene un discurso sobre “Don Quijote”, análisis
de los sonetos de Shakespeare, sobre Góngora y sobre varios poetas brasileños. También
se ocupó de Ginsberg. Por supuesto hay que mencionar las reflexiones sobre sus obras
recogidas en Razones de una poesía, texto reelaborado en numerosas ocasiones.
Ungaretti, uno de los primeros poetas herméticos, se inicia en una revuelta contra las
formas poéticas tradicionales y termina reconquistando, renovando, el endecasílabo,
forma de siempre de la poesía italiana. Ungaretti constata la soledad y el dolor del
hombre y termina con la fe y el convencimiento de haber recorrido simplemente el
camino humano. Dentro de los módulos tradicionales introduce el rescate del valor de la
palabra. Constatado lo humano, comprueba que “el acto poético es un acto de
liberación... no se tiene la noción de libertad sino por el acto poético que nos da la
noción de Dios”. Buenas respuestas a sí mismo.
Antología de Giuseppe Ungaretti

Índice

Aburrimiento (Noia); Tal Vez Nace (Nasce Forse); El Puerto Sepulto (Il Porto sepolto); Nostalgia
(Nostalgia); Mañana (Mattina); Inicio de Tarde (Inizio di Sera); Junio (Giugno); Vanidad (Vanità);
Desde el Camino de Valle (Dal Viale Di Valle); Vagabundo (Girovago); Soldados (Soldati); Retorno
(Ritorno); El Africano en París (L'Africano a Parigi); Ironía (Ironia); Un sueño sólito (Un Sogno
Solito); Oración (Preghiera); Silencio en Liguria (Silenzio in Liguria); Juno (Giunone); Cada Gris
(Ogni Grigio); Con Fuego (Con Fuoco); He Perdido Todo (Tutto Ho Perduto); En Las Venas (Nelle
Vene); Secreto del Poeta (Segreto del Poeta); Apocalipsis (Apocalisse);
El Relámpago de la Boca (Il Lampo della Bocca); Sobreviviente Infancia (Superstite Infanzia); Babel
(Babele); Soldado (Soldato); Noche (Notte).
De La alegría (1914-1919)

Aburrimiento

También esta noche pasará


Esta soledad de ronda
titubeante sombra de los cables tranviarios
sobre el húmedo asfalto

Miro a los conductores


medio dormidos
cabecear.

Da L’allegria (1914-1919) Noia. Anche questa notte passerá / Questa solitudine in giro / titubante
ombra dei fili tranviari / sull’umido asfalto / Guardo le teste dei brumisti / nel mezzo sonno / tentennare.

Tal vez nace

Hay una neblina que nos borra

Tal vez aquí arriba nace un río

Oigo el canto de las sirenas


del lago donde estaba la ciudad.

Nasce forse. C'è la nebbia che ci cancella / Nasce forse un fiume quassú / Ascolto il canto delle sirene /
del lago dov’era la cittá.

De El puerto sepulto

El puerto sepulto
(Mariano, 29 de junio de 1916)

El poeta arriba allí


y luego vuelve a la luz con sus cantos
y los dispersa

De esta poesía
me queda
aquella nada
de inagotable secreto

Da Il porto sepolto (1917). Il porto sepolto (Mariano il 29 giugno 1916). Vi arriva il poeta / e poi torna
alla luce con i suoi canti / e li disperde / Di questa poesia / mi resta / quel nulla / d’inesauribile segreto
Nostalgia
(Locvizza, 28 de septiembre de 1916)

Cuando
la noche está desfalleciendo
poco antes de primavera
y rara vez
alguno pasa

Sobre París se adensa


un oscuro color
de llanto

En un ángulo
de puente
contemplo
el ilimitado silencio
de una muchacha
tenue

Nuestras
enfermedades
se funden

Y como transportados
se permanece

Nostalgia (Locvizza il 28 settembre 1916). Quando / la notte è a svanire / poco prima di primavera / e di
rado / qualcuno passa / Su Parigi s’addensa / un oscuro colore / di pianto / In un canto / di ponte /
contemplo / l’illimitato silenzio / di una ragazza / tenue / Le nostre / malattie / si fondono / E come
portati via / si rimane

De Naufragios

Mañana
(Santa María La Longa, 26 de enero de 1917)

Me ilumino
de inmenso

Da Allegria di Naufragi (1919) Mattina (Santa Maria La Longa il 26 gennaio 1917). M’illumino /
d’immenso
Inicio de tarde
(Versa, 15 de febrero de 1917)

La vida se vacía
en diáfana ascensión
de nubes llenas
pespunteadas de sol
Inizio di sera (Versa il 15 febbraio 1917). La vita si svuota / in diafana ascesa / di nuvole colme /
trapunte di sole.

Junio
(Campolongo, 5 de julio de 1917)

Cuando
se me muera
esta noche
y como otro
pueda mirarla
y me adormezca
al rumor
de las olas
que terminan
de enrollarse
a la cinta de acacias
de mi casa

Cuando me despierte
en tu cuerpo
que se modula
como la voz del ruiseñor

Se extenúa
como el color
reluciente
del grano maduro

En la transparencia
del agua
el oro de seda
de tu piel
se encarnecerá de moreno

Librada
de las lajas
sonoras
del aire serás
como un pantera

A los cortes
móviles
de la sombra
te deshojarás

Rugiendo
muda en
aquél polvo
me sofocarás

Después
entornarás los párpados

Veremos nuestro amor reclinarse


como tarde

Después veré
serenado
en el horizonte de alquitrán
de tus iris morirme
las pupilas

Ahora
el sereno está cerrado
como
a esta hora
en mi país de África
los jazmines.

He perdido el sueño

Oscilo
a orillas de un camino
como una luciérnaga

¿Se me morirá
esta noche?

Giugno (Campolongo il 5 luglio 1917) Quando / mi morirá / questa notte / e come un altro / potró
guardarla / e mi addormenteró / al fruscio / delle onde / che finiscono / di avvoltolarsi // alla cinta di
gaggie / della mia casa // Quando mi risveglieró / nel tuo corpo / che si modula / come la voce
dell’usignolo // Si estenua / come il colore / rilucente / del grano maturo // Nella trasparenza / dell’acqua
/ l’oro velino / della tua pelle / si brenerá di moro // Librata / dalle lastre / squillanti / dell’aria sarai /
come una / pantera //Ai tagli / mobili / dell’ombra / ti sfoglierai // Ruggendo / muta in / quella polvere /
mi soffocherai // Poi / socchiuderai le palpebre //Vedremo el nostro amore reclinarsi / come sera //Poi
vedró / rasserenato / nell’orizzonte di bitume / delle tua iride morirmi / le pupille / Ora / il sereno è
chiuso / come / a quest’ora / nel mio paesed’Africa / i gelsomini / Ho perso il sonno / Oscillo / al canto
d’una strada / come una lucciola / Mi morirà / questa notte ?
Vanidad
(Vallone, 19 de agosto de 1917)

De improviso
está, alto,
sobre las ruinas
el límpido
estupor
de la inmensidad

Y el hombre
encorvado
sobre el agua
sorprendida
por el sol
se descubre
una sombra

Mecida y
despacio
rota

Vanità (Vallone il 19 agosto 1917) D’improvviso / è alto / sulle macerie / il limpido / stupore /
dell’immensitá // E l’uomo / curvato / sull’acqua / sorpresa / dal sole / si rinviene / un’ombra // Cullata e /
piano / franta

Desde el camino del valle


(Pieve Santo stefano, 31 de agosto de 1917)

Limpiedumbre de montaña
reascendida
en el globo
del tiempo
amansado

Dal viale di valle (Pieve Santo Stefano il 31 agosto 1917). Nettezza di montagna / risalita / nel globo / del
tempo / ammansito
De Vagabundo 1918

Vagabundo
(Campo di Maily, mayo de 1918)

En ningún
lugar
de la tierra
me puedo
aposentar

A cada
nuevo
clima
que encuentro
compruebo
languideciente
que
alguna vez
ya me le había
avezado

Y me aparto siempre
extranjero

Naciendo
de vuelta de épocas demasiado
vividas

Gozar un solo
minuto de vida
inicial

Busco un país
inocente

Da Girovago( 1918). Girovago (Campo di Maily maggio 1918). In nessuna / parte / di terra / mi posso /
accasare // A ogni / nuovo / clima / che incontro / mi trovo / languente / che / una volta / già gli ero stato /
assuefatto // E me ne stacco sempre / straniero // Nascendo / tornato da epoche troppo / vissute // Godere
un solo / minuto di vita / iniziale // Cerco un paese / innocente
Soldados
(Bosco di Courton, julio de 1918)

Se está como
de otoño
sobre los árboles

las hojas
Soldati (Bosco di Courton luglio 1918) Si stà come /d´autunno /sugli alberi /le foglie
Breve noticia sobre Salvatore Quasimodo

Salvatore Quasimodo nació en Módica, Sicilia, el 20 de agosto de 1901. Es así como


se comienza una biografía: lugar de nacimiento, fecha y quizás color de los ojos, como
si se tratase de una reseña para la oficina de Registro Civil. Sin embargo, este poeta
siciliano, como todos los poetas, no tiene biografía, su vida es simple, con algunas
fechas destacables: un viaje, un encuentro importante. La biografía de un poeta es su
obra, dejó dicho, con verdad, Octavio Paz. Es pues allí donde debemos ir- a los poemas,
prosa y traducciones- en procura de páginas donde informar.
No obstante, algunas cosas es necesario decir, para entenderlo. De su pobreza, por
ejemplo. El padre era Jefe de Estación de los Ferrocarriles y así el niño Salvatore va de
estación en estación, viviendo algún tiempo en un viejo vagón abandonado. A los 18
años deja Sicilia, físicamente se entiende, pues él será siempre el poeta de aquella isla
maravillosa donde se juntaron tantas civilizaciones, especialmente la griega, de la cual
reivindicará un origen en verdad vago y sólo adquirido con el estudio y las traducciones
de los poetas.
Quasimodo estudia en el Politécnico de Roma y, por su cuenta, latín y griego. Para
procurarse el sustento hizo un poco de todo: dibujante técnico, empleado en una
ferretería, geómetra en Reggio Calabria, Liguria, Sondrio y Milán. En esta última
ciudad establece bases definitivas; allí le conceden, “per chiara fama”, la Cátedra de
Literatura Italiana en el Conservatorio de Música “Giuseppe Verdi”, donde ejercerá
como profesor hasta cuatro meses antes de su muerte ocurrida en 1968. Quasimodo
altera sus datos biográficos y nada le importan las demostraciones que los adversarios
hacen de la falsedad de aquellas indicaciones. Son inocentes mentiras necesarias a la
máscara que pretende de “griego siciliano”. Por esta razón se proclama nacido en
Siracusa y a su abuela como “una verdadera griega”, buscando así un parentesco, o una
relación de origen, con las fuentes clásicas, mientras los adversarios comprueban que la
vieja “nonna” era sólo una humilde descendiente de prófugos.
Tal vez Quasimodo era, propiamente, un producto de las “dos Sicilias”, con todo lo
que ello implica. En todo caso, sus traducciones del griego son verdaderas recreaciones
en medida tal que Edoardo Sanguineti lo representa exclusivamente con ellas en su
antología de la poesía italiana del 900. Quasimodo es un poeta de isla que llega a
convertir aquella tierra en el “paraíso perdido” del hombre; como todo poeta que se
precie, universaliza la “pequeña casa”, con todas las cosas que sus ojos vieron, desde las
viviendas destruidas y los cadáveres y los soldados que fusilan saqueadores ante su
sorpresa de niño refugiado en un vagón en una vía muerta, hasta las lecturas y
recreación de la poesía griega y de los clásicos latinos. Hay una amistad importante, la
de Giorgio La Pira, compañero de escuela que se convertirá en el famoso Alcalde de
Florencia. En 1917 funda con él, y otros, una revista literaria. Un importante período,
entre 1929 y 1930, lo pasa en Florencia, donde se introduce en el ambiente de “Solaria”,
revista de notable importancia en la historia de la literatura italiana; allí comienza a
conocer personalmente figuras relevantes de la literatura, lo que le servirá de mucho en
su ubicación definitiva en Milán.
Traduce a los clásicos. Se inscribe en el Partido Comunista del cual se alejará casi
inmediatamente, aunque siempre se proclamará como un hombre de izquierda. En 1959
gana el Premio Nobel en medio de una dura polémica sobre la calidad de su poesía y de
algún artículo mordaz que lo llena de tristeza. Su obra poética se puede catalogar en
ocho libros, aunque algunas de sus partes fueron editadas separadamente y otros
corregidos y aumentados con poemas nuevos, lo que hace un poco engorrosa la
enumeración total, prefiriendo, repito, remitirme a esos ocho libros tal como los
presentó Mondadori. Hay que destacar que de esta época “solariana” sale con alguna
influencia d’annunziana y pascoliana, fácilmente detectable en sus primeros poemas,
pero también con un lenguaje elíptico que será suyo por largo tiempo, y con los signos
primeros del hermetismo. Hace traducciones muy importantes de Catulo, Virgilio,
Esquilo, Shakespeare, Cummings, Neruda, Ovidio y Molière, entre otros. También
discurre, mereciendo mención su trabajo sobre “El poeta y el político” y sus “Discursos
sobre la poesía”. El inicio del siglo XX de la poesía italiana está marcado por el
futurismo, de Marinetti sí, pero también de los compañeros de movimiento, entre los
cuales Gian Pietro Lucini, considerado por algunos como el mejor poeta del grupo.
Como es obvio, esta centuria no se puede separar drásticamente de la anterior, en
cuyos albores existieron poetas de notable influencia sobre la poesía inicial de ésta,
como Novaro, Maestri, Negri, Gaeta y el propio D’Annunzio. Si una nota dominante se
puede mencionar en la poesía italiana del siglo XX es el intimismo, sin olvidar el
aluvión realista ocasionado por la II Guerra Mundial, en el cual cabe destacar a Pasolini
y Sanguineti. Los poetas trascendentes de esta centuria son muchos y diversos, como
Campana- corrosivo-, Ungaretti - ejemplar por muchas razones, en especial por su
trabajo sobre la palabra -, Montale - de gran complejidad-, Pavese - autor de la apertura
de un ciclo que cierra con Pasolini y Sanguineti-, el primero caracterizado por una
poesía llana y coloquial, y el segundo por la corrosión y lo grotesco, anunciador del
ocaso de la vanguardia. Entre ellos, Quasimodo, un poeta importante por muchas
razones, como veremos, donde se entremezcla la herencia clásica, la guerra, una
profunda religiosidad y el bagaje poético de todo lo que ha sido la isla siciliana en la
historia del Mediterráneo.
Quasimodo comienza la aventura en su época de geómetra en Reggio Calabria. Louis
Aragon advierte, en 1959, en “Les lettres francaises”, que el realismo de este poeta “es
distinto del neo-realismo, como de cualquier forma de naturalismo, aún de aquellos
enmascarados bajo la etiqueta socialista”. Los poemas escritos entre 1917 y 1929 están
recogidos en Acque e terre, libro que sería sometido posteriormente a una profunda
revisión por el autor. Allí están las líneas maestras de la poesía de Quasimodo. 1930,
año de la edición, bien puede considerarse una fecha clave para el hermetismo. La
polémica se inicia apenas el volumen aparece y se acentuará dos años después con la
edición de Oboe sommerso; se dice que nuestro poeta está influenciado por modelos
estilísticos típicamente ungarettianos y por la “negación” de Montale. Hay que recordar
que Quasimodo se encuentra con el hermetismo en Florencia, aunque las tendencias
herméticas no sean exclusivamente florentinas, sólo que en aquellos momentos es la
maravillosa ciudad toscana la que impone tono y medida a esta tendencia; además, allí
se registran las propuestas tardo-decadentistas y neo-simbolistas y giran las
inclinaciones europizantes, especialmente de origen francés (Apollinaire, Valèry,
Eluard).
Es en Florencia donde se pone en evidencia el nacimiento de una nueva crítica y se
desarrolla lo que Oreste Macrí llama, en prólogo a Quasimodo, “la poética de la
palabra”. En ambos libros pueden encontrarse naturales errores de sintaxis, pero
también la esencialidad y la pureza que serán características a este poeta. Sicilia es ya
un “país inocente”, en la concepción que de tal tenía Ungaretti. Quasimodo convierte la
infancia en una edad mítica y a la isla en una prospectiva encantada. También está la
religiosidad, alcanzando alguno de estos poemas tono de oración. Quasimodo escribe
inmerso en los mitos sicilianos, especialmente aquellos de proveniencia griega y llora
por una naturaleza que tal vez sólo sirve para colorear un poco las ilusiones. Es
permanente la identificación que hace Quasimodo entre naturaleza y búsqueda interior.
Algunos críticos encuentran, en estos dos primeros libros, la presencia de D’Annunzio y
del decadentismo. Algunos poemas de Acque e terre, especialmente aquellos de la época
más juvenil, habían sido publicados en revistas y periódicos, moviendo a la crítica a
señalar la presencia, además de D’Annunzio, de Pascoli.
Es normal que en todo libro primerizo se encuentre inseguridad en el lenguaje, y éste
no es una excepción. Aquí cohabitan formas libres y métrica tradicional. Entre los
primeros poemas y aquellos finales, se puede encontrar a Pascoli como responsable del
retardo de Quasimodo en descubrir a Montale y Ungaretti. Oboe sommerso, editado
como hemos dicho en 1932, recoge algunas poesías ya publicadas en “Solaria” y nos
revela la presencia de un léxico extraño. Gianfranco Contini (“Letteratura dell’Italia
unita”, Sansoni, Firenze, 1968) hace notar que “el deseo de eterno se muestra en una
infalible señal luminosa: sustantivos no `actualizados’ o, en cualquier caso, no
determinados por artículos”. En este libro danzan voces astrales, no humanas, el viento
y la muerte, en un retorno al caos original donde todas las cosas se reencuentran. Erato
e Apòllion, el libro más representado en nuestra labor de traducción, representa en
Quasimodo la cumbre del hermetismo. Es un bello libro, lleno de misticismo y fuerza,
donde pienso que se recogen los mejores poemas escritos por el siciliano.
Es en Nuove poesie (1936-1942) donde se puede señalar ya una aproximación
definitiva, una casi identidad, entre Quasimodo y las traducciones-recreaciones que hace
del griego. Aquí el paisaje se humaniza. Por lo demás, el propio poeta declaró que no
estaba en su intención restituir a la poesía griega ritmos y formas originales, y sí revestir
el canto de los antiguos de formas gratas a su concepción poética. Ya hemos dicho que
Edoardo Sanguineti (“Poesia del novecento, Torino, 1969) representa a Quasimodo sólo
con sus traducciones, en un modo de hacer, a mis ojos, exagerado e injusto, aunque
comparto la explicación del antologista en cuanto señala esas traducciones como uno de
los documentos más significativos del hermetismo. También tiene razón Giacinto
Spagnoletti (“La letteratura italiana del nostro secolo”, Mondadori, Milano, 1985)
cuando señala que en los versos finales de este libro Quasimodo muestra ya mayor
disposición al diálogo consigo mismo y con los demás.
En 1942 es publicada una antología bajo el título Ed è subito sera (incluye Acque e
terre, Òboe sommerso, Erato e Apòllion, Nuove poesie), donde la visión de conjunto
permite detectar la prevalencia del endecasílabo, verso tradicional de la lírica italiana,
aunque se encuentran también medidas diversas. Constituye una representación del
neoclásico, como en el poema “Ride la gazza, nera sugli aranci”, donde encontramos
muchachos que danzan a la luz de la luna. Giorno dopo giorno, de 1947, es para el
crítico Carlos Bo uno de los libros más discursivos de Quasimodo, sin lo que se pudiera
llamar correcciones al mundo inicial, pero sí con la presencia de un modo de resistir en
la propia verdad contra las sugestiones del tiempo. Aquí aparece ya la experiencia
traumatizante de la guerra y, con ella, un deseo de mayor participación en el destino
común.
Con Il falso e vero verde, de 1954, vuelve a la temática de la isla, esta vez con
profundas marcas surrealistas, en suma, la reaparición de viejos módulos adaptados a la
evolución más reciente.
En La terra impareggiabile, de 1958, manifiesta, en cambio, una sostenida voluntad
de experimentación que lo lleva hacia la multiplicidad de motivos así como a estilos
desiguales. En este libro se encuentra desde lo elegíaco-meditativo hasta el dato
biográfico, todo dentro de una seria reflexión ética.
Dare e avere, de 1966, recoge los últimos años del poeta, con natural predominio del
sentimiento de la muerte y de una aceptación calma de este final común a todos los
hombres.
Eugenio Montale fue uno de los primeros en escribir sobre Quasimodo. En la revista
“Pegaso” (No.3, Firenze, marzo de 1931), comentó el entonces recién aparecido Aque e
terre, señalando un salto de la habilidad a la poesía en el siciliano, de quien,
evidentemente, conocía poemas sueltos publicados en revistas y periódicos. Insistía
Montale en que Quasimodo había pasado del artificio a la verdadera expresión y que,
para él, había en el libro la dignidad de una búsqueda que bien merecía reconocimiento.
El segundo libro de nuestro poeta, Oboe sommerso, hizo decir a Elio Vittorini (“Il
lavoro”, Genova, 15 de septiembre de 1932) que encontraba una poesía por eliminación,
que se realizaba aligerándose y separándose de algo que la aprisionaba. Oreste Macrí
(en Prólogo, Milano, 1958) asevera que en Quasimodo se cumple la última crisis del
simbolismo. S.F.Romano (“Poesia e poetica di S.Q-Poetica dell’ermetismo”, Sansoni,
Firenze, 1942), habla de un sentimiento de bienes perdidos, de dolores solitarios y
pánicos vividos en un clima de mitos eternos, todo en figuras poéticas de belleza
helenística. Así, Giancarlo Vigorelli encuentra en nuestro poeta un estallido de locura
griega. Carlos Bo recuerda que Quasimodo tiene necesidad de probarse a cada momento
entre la verdad de ayer y los datos probables de hoy.
Giorgio Barberi Squarotti (“Quasimodo entre mito y realidad”, Udine, 6 de noviembre
de 1958) explica como nuestro poeta queda en el límite de la oposición de dos
esquemas, el dato y el mito, resaltando el lenguaje con dicción desnuda de los hechos y
como creación de ejemplaridad universal, todo bajo la presencia del demonio de un
clasicismo alimentado del mito de la “grecitá sicula”. Francesco Flora habla de una
metáfora de los elementos primordiales y Gianfranco Contini de un sueño de
sensaciones y sentimientos declaradamente ligados a los mitos mediterráneos
trasladados a un lenguaje incorruptible, lapidario y lúcido. Algunos críticos limitan el
análisis de Quasimodo al hermetismo, considerando éste como un “extrañarse” de todo
contacto con la realidad, como un cerrarse a las ansias humanas de un tiempo. Esta
crítica peca de desvinculación total con el contexto histórico. A la hora de los juicios no
podemos olvidar la situación de Europa en los años 30 y 40, aquella de Hitler y
Mussolini. El hermetismo no es otra cosa que una reacción dolorosa de encerramiento
en sí mismo, un planteamiento de rescate de los valores morales y la exigencia de una
relación más profunda- en lo posible- entre arte y vida. Como muy bien lo señala
G.Zagurrio (“Quasimodo, la nueva Italia”, Firenze, 1964), era ésta la única forma
posible de heroísmo para la literatura en aquellos tiempos oscuros. Era natural un
escape a la identificación con aquella negra realidad, de Italia en particular, y del
hombre contemporáneo en general. El hermetismo procuraba reducir la vinculación del
yo con los sucesos históricos para tratar de conquistar una libertad interior
metahistórica. Cuando la guerra termina, Quasimodo canta la terrible experiencia y
entonces los mismos críticos se lanzan contra él por, supuestamente, haber abandonado
el hermetismo.
Como quedó dicho, Quasimodo encuentra esta tendencia en Florencia y se siente a
gusto, procura adecuarla a sus necesidades poéticas y a su angustia de siciliano en fuga.
En el hermetismo encuentra la libertad, más allá de la máscara autoimpuesta. No es en
la división entre una época hermética y otra supuestamente anti-hermética donde la
crítica puede aproximarse con justicia a este poeta. El mismo dejó dicho que no buscaba
otra cosa que disonancias, algo más que la perfección. Friedrich (“La struttura della
lirica moderna”, Garzanti, Milano, 1971) dejó dicho que “las tensiones de disonancias
son una característica de la poesía moderna”. Disonancia implica rechazo en los órdenes
espacial, temporal, objetivo y espiritual y de aquellas distinciones que son necesarias a
un orden normal (vecino y lejano, luz y sombra, dolor y alegría). Quasimodo parte- y
por allí continúa- con la ruptura entre la imagen de la adolescencia y la de hombre.
Quasimodo publicó también importantes trabajos en prosa, siendo el primero de ellos
Petrarca y el sentimiento de la realidad. Merece también destacarse Scritti sul teatro, de
1960, donde recoge la correspondencia mantenida con los lectores a través del
semanario “Tempo”.
Un ensayo interesante es Leonida di Taranto, un escrito sobre este poeta griego
considerado por muchos un autorretrato, una especie de testamento espiritual. En 1969
fueron publicadas Las cartas de amor (dirigidas a la Cumani). Mención aparte merece
El poeta y el político (y otros ensayos), donde están incluidos sus conocidos “Discursos
sobre la poesía”; en éstos se encuentra una referencia constante a T.S.Eliot, cuyos
ensayos sobre Virgilio y Dante llaman especialmente la atención del siciliano, así como
la poética, en general, del celebrado autor. Como hemos visto, la labor de traductor es
tan importante en Quasimodo que es considerada como parte esencial de su obra de
creación. Sin duda, la más importante es la referida a los “Lirici greci”, de 1940.
También tradujo a Virgilio y a Catulo, El Evangelio según San Juan (1945), La Odisea
(el mismo año), a Shakespeare y Neruda (1952), a E.E.Cummings(1958), a
Ovidio(1959), a Conrad Aiken( 1963), a Tudor Arghezi (1966), La Ilíada (1968) y a
Paul Eluard (1970). Escribió también libretos para música. Para esta versión en español
hemos seleccionado entre los poemas de Quasimodo que más nos gustan
personalmente; como siempre sucede, legítimamente, en estos casos; hemos procurado,
sí, representarlo en todas sus etapas, dos si se quiere, y en las diferentes modalidades
adoptadas por su poesía.
Abrimos con “Ed é subito sera”, un poema de difícil traducción a pesar de su
brevedad; era, originalmente, apenas la parte final de un largo poema titulado
“Soledad”, y reducido por el poeta a estas tres expresivas líneas, a esta “fulguración”, a
un viaje instantáneo y fulminante de la luz a la sombra, de la alegría a la desesperación,
de la vida a la muerte. De este brevísimo poema se han hecho centenares de
traducciones no del todo satisfactorias; ensayamos la nuestra, con la protección de las
deidades griegas que pululan por el cielo de Sicilia. En “Antico inverno” salimos de un
interior oscuro a un mundo exterior leve y aéreo. “Rifugio di uccelli notturni” es una
recurrencia quasimodiana: la relación yo-árbol, siempre éste uno torcido que escucha las
voces del abismo. “L’autunno” tiene la virtud de soldar, aunque provisionalmente,
pasado y presente, permitiendo la posesión total del yo, mediante el alivio del abismo
quasimodiano entre el pasado adolescente y la realidad del hombre. Como hemos dicho,
Erato y Apòllion representa el clima del hermetismo en Quasimodo; en los poemas
seleccionados orfismo y cristianismo medieval se dan la mano. Apòllion, feroz dios del
ascetismo medieval, “amado destructor”, premia a sus fieles seguidores con atroces
martirios. El tema fundamental es el de la muerte, que cumple una función de
permanencia, sustrayendo al tiempo los rostros de las personas amadas y dotando, así, a
los sentimientos, de un carácter permanente. En este libro queda proclamado que sólo la
muerte plena, el límite del dolor, permite superar la no-vida, la aridez, y alcanzar la
purificación de un espíritu liberado de la materia, criatura- como ha sido señalado-que
retorna angelicalmente al Edén. Este poema, “Airone morto”, es un esfuerzo por
interiorizar la realidad externa. La garza muerta es símbolo de la maceración de un
dolor que el poeta hace suyo. En “A tuo lume naufrago” encontramos una permanente
antinomia quasimodiana, aquella entre la noche y el nacimiento (en este poema en
medio de un dulce paisaje) que no autoriza la superación de la pena, pero sí una
agudización de la conciencia de desterrado a la cual se agrega la maldición-don de la
poesía (“Tu donación/de palabras, Señor, descuento asiduamente”). El destierro interior
es un tema frecuente en Quasimodo, pero también en toda la poesía italiana del 800 y
del 900; ésta imposibilidad de dar un centro a la propia vida podemos encontrarla en
Ungaretti y Montale, por ejemplo. Los demás tienen un rol asignado en la sociedad,
mientras el poeta deambula, aislado en la soledad.
En “Isola di Ulisse” se habla de Sicilia, no de Itaca, en tiempo de abejas, esto es, de
imperceptible viaje de una estación a otra. La urraca es una presencia hostil que bien
puede disolver el encanto de la memoria, aquella de los muchachos que juegan en el
prado, como en la poesía griega. Este poema, “Ride la gazza, nera sugli aranci”, es un
canto ritual dentro de la mejor tradición clásica. “Strada di Agrigentum” nos muestra
caballos al galope, hace sentir un espacio interior inmenso y desolado. “La dolce
collina” es una suma de la poesía quasimodiana, una combinación de viento, noche y
lluvia, cruzados por pájaros, un recuerdo que fija imágenes en posibilidad de mutación.
En fin, “Le morte chitarre”, como ejemplo de Il falso e vero verde, delirio de sonidos y
colores. Hemos incluido, por supuesto, los poemas representativos de la época de
postguerra. Salvatore Quasimodo, un poeta que encontramos y amamos y que hemos
traducido por la insatisfacción de las versiones conocidas en nuestra lengua. El lenguaje
de Quasimodo, cruzado de expresiones sicilianas y de otras casi sólo suyas, así como su
hermetismo, nos han exigido un sostenido esfuerzo. Es nuestra esperanza que esta
nuestra versión lo haga más auténtico para los lectores del español. Conocerlo hasta la
intimidad, amanecer con él en busca de una palabra adecuada que nos permitiese
hacerlo asequible con justicia, ha sido un aprendizaje y una muy bella aventura poética.
Antología de Salvatore Cuasimodo
Índice

Y de Repente la Noche (Ed è subito Sera); Invierno antiguo (Antico Inverno); Refugio de Pájaros
Nocturnos (Rifugio di Uccelli Notturnui); Oboe Sumergido; Otoño (Autunno); En la Antigua Luz de las
Mareas (Nell'Antica Luce delle Maree); Apólion (Apólion); Garza Muerta (Airone Morto); A tu Lumbre
Náufrago (Al tuo Lume Naufrago); A Menudo una Ribera (Sovente una Riviera); Isla de Ulises (Isola
di Ulisse); En el Sentido de Muerte (Nel Senso di Morte); Ríe la Urraca, Negra Sobre Los Naranjos
(Ride la Gazza, Nera sugli Aranci); Camino de Agrigentum (Strada di Agrigentum); La Dulce Colina
(La Dolce Collina); Ya vuela la flor Magra (Giá vola il Fiore Magro); Escrito Quizás sobre una Tumba
(Scritto Forse su una Tomba); Día Tras día (Giorno dopo Giorno); Carta (Lettera); Color de Lluvia y
de Hierro (Colore di Pioggia e di Ferro); Epitafio para Bice Donetti); Las Guitarras Nuertas (Le Morte
Chitarre); El Falso y Verdadero Verde (Il Falso e Vero Verde); Qué Larga Noche (Che Lunga Notte);
Un Arco Abierto (Un Arco Aperto); Ancla del Infierno (Ancora dell'Inferno); Dar y Tener (Dare e
Avere); No he Perdido Nada (Non ho Perduto Nulla); Basta un Día para Equilibrar el Mundo (Basta un
Giorno a Equilibrare il Mondo); Tengo Flores y de Noche Invito a los Álamos (Ho Fiori e di Notte
Invito i Pioppi).

De Aguas y tierras (1920-1929)

Y de repente la noche

Cada uno está solo sobre el corazón de la tierra


traspasado por un rayo de sol:
y de repente la noche.
Da Acque e terre (1920-1929) Ed è Subito Sera. Ognuno sta solo sul cuor della terra / trafitto da un
raggio di sole: / ed è subito sera.

Invierno antiguo

Deseo de tus manos claras


en la penumbra de la llama:
sabían a roble y a rosas;
a muerte. Invierno antiguo.

Buscaban el mijo los pájaros


y de repente eran de nieve;
tal las palabras.
Un poco de sol, una aureola de ángel,
y después la niebla; y los árboles,
y nosotros hechos de aire en la mañana.
Antico Inverno. Desiderio delle tue mani chiare / nella penombra della fiamma: / sapevano di rovere e di
rose; / di morte. Antico inverno. // Cercavano il miglio gli ucceli / ed erano subito di neve; / cosí le
parole. / Un po’ di sole, una raggera d’angelo, / e poi la nebbia; e gli alberi, / e noi fatti d’aria al
mattino.
Refugio de pajaros nocturnos

En lo alto está un pino torcido;


está atento y escucha al abismo
con el tronco doblado cual ballesta.

Refugio de pájaros nocturnos,


en la hora más alta resuena
desde un veloz batir de alas.

Tiene pues un nido mi corazón


suspendido en la oscuridad, una voz;
está también, a la escucha, la noche.

Rifugio di uccelli notturni. In alto c’è un pino distorto; / sta intento ed ascolta l’abisso / col fusto piegato
a balestra. / Rifugio d’uccelli notturni, / nell’ora piú alta risuona / d’un battere d’ali veloce. / Ha pure un
suo nido il mio cuore / sospeso nel buio,una voce; / sta pure in ascolto, la notte.

De Oboe sumergido (1930-1932)

Oboe sumergido

Avara pena, tarda tu don


en esta mi hora
de suspirados abandonos.

Un oboe gélido resilabea


alegría de hojas perennes,
no mías, y se desmemoria;

en mí anochece:
el agua tramonta
sobre mis manos herbosas.

Alas oscilan en débil cielo,


lábiles: el corazón trasmigra
y yo soy, yermo,

y los días un escombro.


Da Oboe sommerso (1930-1932) Oboe sommerso. Avara pena, tarda il tuo dono / in questa mia ora / di
sospirati abbandoni. // Un òboe gelido risillaba / gioia di foglie perenni, / non mie, e smemora; // in me si
fa sera: // l’acqua tramonta / sulle mie mani erbose. // Ali oscillano in fioco cielo, / labili: il cuore
trasmigra / ed io son gerbido, / e i giorni una maceria.
Otoño

Otoño manso, yo me poseo


e inclino a tus aguas por beber el cielo,
fuga suave de árboles y abismos.

Aspera pena de nacer


me encuentra a tí unido;
y en tí me desgarro y resano

pobre cosa caída


que la tierra recoge.
Autunno. Autunno mansueto, io mi posseggo / e piego alle tue acque a bermi il cielo, / fuga soave
d’alberi e d’abissi. // Aspra pena del nascere / mi trova a te congiunto; / e in te mi schianto e risano: /
povera cosa caduta / che la terra raccoglie.

En la antigua luz de las mareas

Ciudad de isla
sumergida en mi corazón,
desciendo en la antigua luz
de las mareas, cerca de sepulcros
a la orilla de aguas
que una alegría desata
de árboles soñados.

Me llamo: se espeja
un sonido en amoroso eco,
y el secreto se endulza, el estremecerse
en amplios desprendimientos de aire.

Un cansancio de precoces renacimientos


se abandona en mí,
la habitual pena de ser mío
en una hora más allá del tiempo.

Y tus muertos siento


en los celosos latidos
de venas vegetales
hacerse menos hondos:

un respirar absorto de narices.


Nell'antica luce delle maree. Cittá d’isola / sommersa nel mio cuore, / ecco discendo nell’antica luce /
delle maree, presso sepolcri / in riva d’acque / che una letizia scioglie / d’alberi sognati. // Mi chiamo: si
specchia / un eco in amorosa eco, / e il segreto n’è dolce, il trasalire / in ampie frane d’aria. // Una
stanchezza s’abbandona / in me di precoci rinascite, / la consueta pena d’esser mio / in un’ora di là dal
tempo. / E i tuoi morti sento / nei gelosi battiti / di vene vegetali / fatti men fondi: / un respirare assorto di
narici.
De Erato y Apòllion (1932-1936)

Apolión

Los montes en oscuro sueño


supinos yacen abatidos.

La hora nace
de la muerte plena, Apòllion;
soy aún lerdo de miembros
y el corazón pesa desmemoriado.

Te alargo mis manos


de llagas olvidadas,
amado destructor.
Apollion. I monti a cupo sonno / supini giacciono affranti. / L’ora nasce / della morte piena, Apòllion; /
io sono tardo ancora di membra / e il cuore grava smemorato. / Le mie mani ti porgo / dalle piaghe
scordate, / amato distruttore.

Garza muerta

En el pantano caliente, clavada en el limo,


querida por los insectos, me duele
una garza muerta.

Yo me devoro en luz y sonido;


derrotado, en ecos escuálidos,
de tiempo en tiempo gime un soplo
olvidado.

Piedad, no sea yo,


sin voces y figura,
en la memoria un día.
Airone. Nella palude calda confitto al limo, / caro agli insetti, in me dolora / un airone morto. // Io mi
divoro in luce e suono; / battuto in echi squallidi / da tempo a tempo geme un soffio / dimenticato. / Pietá,
ch’io non sia / senza voci e figure / nella memoria un giorno.

A tu lumbre naufrago

Nazco a tu lumbre naúfrago,


tarde de aguas límpidas.

De serenas hojas
arde el aire consolado.

Erradicado de entre los vivos,


corazón provisorio,
soy límite vano.

Tu dádiva tremenda
de palabras, Señor,
descuento asiduamente.

Despiértame de entre los muertos:


cada uno ha agarrado su tierra
y su mujer.

Tú me has mirado adentro


en la oscuridad de las vísceras:
nadie tiene mi desesperanza
en el corazón.

Soy un hombre solo,


un sólo infierno.
Al tuo lume naufrago. Nasco al tuo lume naufrago, / sera d’acque limpide. // Di serene foglie / arde l’aria
consolata. // Sradicato dai vivi, / cuore provvisorio, / sono limite vano. // Il tuo dono tremendo / di parole,
Signore, / sconto assiduamente. // Destami dai morti: / ognuno ha preso la sua terra / e la sua donna. //
Tu m’hai guardato dentro // nell’oscurità delle viscere: // nessuno ha la mia disperazione / nel suo cuore.
// Sono un uomo solo, / un solo inferno.

A menudo una ribera

A menudo una ribera


irradia de astros solennes,
colmenas de azufre sobre mi cabeza
bambolean.

Tiempo de abejas: y la miel


está en mi garganta
fresca de sonido todavía.
Un cuervo, al mediodía, gira
sobre areniscas grises.

Aires dilectos: quietud de sol


enseña muerte, y noche
palabras de arena,

de patria perdida.

Sovente una riviera Sovente una riviera / raggia d’astri solenni, / bugni di zolfo sul mio capo /
dondolano. // Tempo d’api: e il miele / è nella mia gola / fresca di suono ancora. / Un corvo, di meriggio
gira / su arenarie bige. / Arie dilette: quiete di sole / insegna morte, e notte / parole di sabbia, / di patria
perduta.
Isla de Ulises

Detenida está la antigua voz.


Oigo resonancias efímeras,
olvido de noche llena
en el agua estrellada.

Del fuego celeste


nace la isla de Ulises.
Lentos ríos llevan árboles y cielos
en el estruendo de orillas lunares.

Las abejas, amada, nos aportan el oro:


tiempo de las mutaciones, secreto.
Isola di Ulisse. Ferma è l’antica voce. / Odo risonanze effimere, / oblio di piena notte / nell’acqua
stellata. // Dal fuoco celeste / nasce l’isola di Ulisse. / Fiume lenti portano alberi e cieli / nel rombo di
rive lunari. / Le api, amata, ci recano l’oro: / tempo delle mutazioni, segreto.

En el sentido de muerte

Cerúleos árboles
donde el más dulce sonido emigra
y nace gusto por las lluvias nuevas.

En una frasca, dócil


la luz oscila
al casarse con el aire;

en el sentido de muerte,
heme aquí, asustado de amor.
Nel senso di morte. Ceruli alberi / dove più dolce sueno migra / e nasce gusto alle piogge nuove. // Ad
una fronda, docile / la luce oscilla / alle nozze con l’aria; // nel senso di morte, / eccomi, spaventato
d’amore.

De Nuevas poesías (1936-1942)

Rie la urraca, negra sobre los naranjos


Tal vez es un signo verdadero de la vida:
en torno a mí muchachos con ligeros
movimientos de cabeza danzan en un juego
de cadencias y de voces a lo largo del prado
de la iglesia. Piedad del ocaso, sombras,
reencendidas sobre la hierba tan verde,
bellísimas al fuego de la luna.
Memoria os concede breve sueño;
ahora, despertaos. He aquí que cruje el pozo
con la primera marea. Esta es la hora:
no más mía, abrazados, remotos simulacros.
Y tú, viento del sur, fuerte de azahares,
empuja la luna adonde desnudos duermen
muchachos, fuerza al potro sobre los campos
húmedos de pisadas de yeguas, abre
el mar, levanta las nubes de los árboles:
ya la garza se adelanta hacia el agua
y husmea lenta el barro entre las espinas,
ríe la urraca, negra sobre los naranjos.
Da Nuove poesie (1936-1942) Ride la gazza, nera sugli aranci. Forse è un segno vero della vita: /
intorno a me fanciulli con leggeri / moti del capo danzano in un gioco / di cadenze e di voci lungo il
prato / della chiesa. Pietà della sera, ombre / riaccese sopra l’erba cosí verde, / bellisime nel fuoco della
luna! / Memoria vi concede breve sonno; / ora, destatevi. Ecco, scroscia il pozzo / per la prima marea.
Questa è l’ora: / non più mia, arsi, remoti simulacri. / E tu vento del sud forte di zàgare, / spingi la luna
dove nudi dormono / fanciulli, forza il puledro sui campi /umidi d’orme di cavalle, apri / il mare, alza le
nuvole dagli alberi: / giá l’airone s’avanza verso l’acqua / e fiuta lento il fango tra le spine, / ride la
gazza, nera sugli aranci.

Camino de Agrigentum

Allá persiste un viento que recuerdo encendido


en las crines de los caballos oblicuos
que corren a lo largo de las llanuras, viento
que mancha y roe la arenisca y el corazón
de los telamones lúgubres, supinos
sobre la hierba. Alma antigua, gris
de rencores, tornas a aquel viento, olfateas
el delicado musgo que reviste
a los gigantes arrojados del cielo.
¡Cuán sola al espacio que te queda!
Y más te afliges si oyes aún el sonido
que se aleja amplio hacia el mar
donde Venus ya serpentea matutino:
el birimbao tristemente vibra
en la garganta del carretero que reasciende
el cerro nítido de luna, lento
entre el murmurio de olivos sarracenos.
Strada di Agrigentum. Lá dura un vento che ricordo acceso / nelle criniere dei cavalli obliqui / in corsa
lungo le pianure, vento / che macchia e rode l’arenaria e il cuore / dei telamoni lugubri, riversi / sopra
l’erba. Anima antica, grigia / di rancori,torni a quel vento, annusi / il delicato muschio que riveste / i
giganti sospinti giú dal cielo. / Come sola allo spazio che ti resta! / E piú t’accori s’odi ancora il suono /
che s’allontana largo verso il mare / dove Espero già striscia mattutino: / il marranzano tristemente
vibra / nella gola al carraio che risale / il colle nitido di luna, lento / tra il murmure d’ulivi saraceni.
La dulce colina

Lejanos pájaros abiertos al atardecer


tiemblan sobre el río. Y la lluvia insiste
y el silbido de los álamos iluminados
por el viento. Como toda cosa remota
retornas a la mente. El verde leve
de tu vestido está aquí entre las plantas
abrasadas por los rayos donde se levanta
la dulce colina de Ardenno y se oye
el azor sobre los abanicos de sorgo.

Tal vez en aquel vuelo de espirales cerradas


se confiaba mi deludido regreso,
la aspereza, la vencida piedad cristiana,
y esta pena desnuda de dolor.
Tienes una flor de coral en los cabellos.
Pero tu rostro es una sombra que no cambia;
(tal la muerte). Desde las oscuras casas
de tu aldea escucho el Adda y la lluvia,
o quizás un rechinar de pasos humanos,
entre las tiernas cañas de las orillas.

La dolce collina. Lontani uccelli aperti nella sera / tremano sul fiume. E la pioggia insiste / e il sibilo dei
pioppi illuminati / dal vento. Come ogni cosa remota / ritorni nella mente. Il verde lieve / della tua veste è
qui fra le piante / arse dai fulmini dove s’innalza / la dolce colina d’Ardenno e s’ode / il nibbio sui
ventagli di saggina. // Forse in quel volo a spirali serrate / s’affidava il mio deluso ritorno, / l’asprezza,
la vinta pietá cristiana, / e questa pena nuda di dolore. / Hai un fiore di corallo sui capelli. / Ma il tuo
viso è un’ombra che non muta; / (cosí fa morte). Dalle scure case / del tuo borgo ascolto l’Adda e la
pioggia, / o forse un fremere di passi umani, / fra le tenere canne delle rive.

Ya vuela la magra flor

No sabré nada de mi vida,


oscura monótona sangre.

No sabré a quien amaba, a quien amo,


ahora que aquí limitado, reducido a mis miembros,
en el corrompido viento de marzo
enumero los males de los días descifrados.

Ya vuela la magra flor


desde las ramas. Y yo espero
la paciencia de su vuelo irrevocable.
Già vola il fiore magro. Non sapró nulla della mia vita, / oscuro monotono sangue. // Non sapró chi
amavo, chi amo, / ora che qui stretto, ridotto alle mie membra, / nel guasto vento di marzo / enumero i
mali dei giorni decifrati. / Già vola el fiore magro / dei rami. Ed io attendo / la pazienza del suo volo
irrevocabile.

De Día tras día (1947)

Escrito quizas sobre una tumba

Aquí, lejanos de todos, el sol da


en tus cabellos y los reenciende en miel,
y a nosotros los vivos, desde su arbusto,
nos recuerda ya la última cigarra del verano,
y la sirena que ulula profunda
la alarma sobre la llanura lombarda.
Oh, voces abrasadas por el aire. ¿Que quereis?
Todavía sube aburrimiento de la tierra.

Da Giorno dopo giorno (1947) Scritto forse su una tomba. Qui lontani da tutti, il sole batte / su i tuoi
capelli e vi riaccende il miele, / e a noi vivi ricorda dal suo arbusto / già l’ultima cicala dell’estate, / e la
sirena che ulula profonda / l’allarme sulla pianura lombarda. / O voci arse dall’aria, che volete? /
Ancora sale la noia de la terra.

Día tras día

Día tras día: palabras malditas y la sangre


y el oro. Os reconozco, mis símiles, oh monstruos
de la tierra. Bajo vuestro mordizco ha caído la piedad
y la cruz gentil nos ha dejado.
Y no puedo regresar ya a mi elíseo.
Alzaremos tumbas a la orilla del mar, en los campos desgarrados,
pero no uno de los sarcófagos que señalan a los héroes.
Con nosotros la muerte ha jugado muchas veces:
se oía en el aire un batir monótono de hojas,
como en el matorral si con el viento de siroco
la foja palustre sube a la nube.
Giorno dopo giorno. Giorno dopo giorno: parole maledette e il sangue / e l’oro. Ti riconozco, miei
simili, mostri / della terra. Al vostro morso è caduta la pietà, / e la croce gentile ci ha lasciati. / E piú non
posso tornare nel mio eliso. / Alzeremo tombe in riva al mare, sui campi dilaniati, / ma non uno del
sarcofaghi che segnano gli eroi. / Con noi la morte ha piú volte giocato: / s’udiva nell’aria un battere
monotono di foglie, / come nella brughiera se al vento di scirocco / la folaga palustre sale sulla nube.
Carta

Este silencio detenido en las calles,


este viento indolente, que ahora resbala
bajo, entre las hojas muertas, o remonta
a los colores de las banderas extranjeras...
tal vez el ansia de decirte una palabra
antes que se cierre otra vez el cielo
sobre otro día, tal vez la inercia,
nuestro más vil mal...La vida
no está en este tremendo, oscuro, latir
del corazón, no es piedad, no es más
que un juego de la sangre donde la muerte
está en flor. ¡Oh!, mi dulce gacela,
te recuerdo aquel geranio encendido
en un muro acribillado por la metralla.
Oh, ¿ni siquiera la muerte ahora consuela
más a los vivos, la muerte por amor?
Lettera. Questo silenzio fremo nelle strade, questo vento indolente, che ora scivola / basso tra le foglie
morte o risale / ai colori delle insegne straniere... / forse l’ansia di dirti una parola / prima che si
richiuda ancora il cielo / sopra un altro giorno, forse l’inerzia, / il nostro male piú vile...La vita / non è in
questo tremendo, cupo, battere / del cuore, non è pietà, non è più / che un gioco del sangue dove la morte
/ è in fiore. O mia dolce gazzella, / io ti ricordo quel geranio acceso / su un muro crivellato de mitraglia. /
O neppure la morte ora consola / piú i vivi, la morte per amore?

De La vida no es sueño (1946-1948)

Color de lluvia y de hierro

Decías: muerte silencio soledad;


como amor, vida. Palabras
de nuestras provisorias imágenes.
El viento se ha levantado liviano cada mañana
y el tiempo, color de lluvia y de hierro
ha pasado sobre las piedras,
sobre nuestro cerrado zumbido de malditos.
Todavía está lejana la verdad.
Y, dime, hombre quebrado en la cruz,
y tú, el de las manos hinchadas de sangre,
¿cómo responderé a aquellos que preguntan?
Ahora, ahora, antes que otro silencio
entre en los ojos, antes que otro viento
suba y otro rencor aflore.
Da La vita non è sogno (1946-1948) Colore di pioggia e di ferro. Dicevi: morte silenzio solitudine; /
come amore, vita. Parole / delle nostre provvisorie immagini. / El il vento s’è elevato leggero ogni
mattina / e il tempo colore di pioggia e di ferro / è passato sulle pietre, / sul nostro chiuso ronzio di
maledetti. / Ancora la verità è lontana / E dimmi, uomo spaccato sulla croce, / e tu dalle mani grosse di
sangue, / come risponderò a quelli che domandano? / Ora, ora: prima che altro silenzio / entre negli
occhi, prima che altro vento / salga e altra ruggine fiorisca.

Epitafio para Bice Donetti

Con los ojos a la lluvia y a los elfos de la noche,


está allá, en el campo quince, en Musocco,
la mujer emiliana que amé
en el tiempo triste de la juventud.
Hace poco fue jugada por la muerte
mientras miraba quieta el viento del otoño
sacudir las ramas de los plátanos y las hojas
desde la casa gris de periferia.
Su rostro está todavía vivo de sorpresa,
como en la infancia, fulminado
por el traga-fuego alto sobre el carro.
Oh, tú que pasas, empujado por otros muertos,
detente un minuto a saludar
a aquella que no se dolió jamás del hombre
que aquí está, odiado, con sus versos,
uno como tantos, obrero de sueños.
Epitaffio per Bice Donnetti. Con gli occhi alla pioggia e agli elfi della notte, / è là, nel campo quindici a
Musocco, / la donna emiliana da me amata / nel tempo triste della giovinezza. / Da poco fu giocata dalla
morte / mentre guardava quieta il vento dall’autunno / scrollare i rami dei platani e le foglie / dalla
grigia casa di periferia. / Il suo volto è ancora vivo di sorpresa, / come fu certo nella infanzia, fulminato /
per il mangiatore di fuoco alto sul carro. / O tu che passi, spinto da altri morti, / davanti alla fossa undici
sessanta, / fermati un minuto a salutare / quella che non si dolse mai dell’uomo / che qui rimane, odiato,
coi suoi versi, / uno come tanti, operaio di sogni.

De El falso y verdadero verde (1949-1955)

Las guitarras muertas

Mi tierra está sobre los ríos ceñida al mar,


ningún otro lugar tiene voz tan lenta
donde mis pies vagan
entre juncos pesados de caracoles.
Cierto, es otoño: en el viento a jirones
las guitarras muertas levantan las cuerdas
sobre la boca negra y una mano agita los dedos
de fuego.
En el espejo de la luna
se peinan muchachas de pechos de naranjas.
¿Quién llora? ¿Quien azota los caballos en el aire
rojo? Nos detendremos en esta orilla
a lo largo de las cadenas de hierba y tú, amor,
no me lleves delante de aquel espejo
infinito: allí adentro se miran muchachos
que cantan y árboles altísimos y aguas.
¿Quién llora? Yo no, créeme: en los ríos
corren exasperados chasquidos de una fusta,
los caballos oscuros los relámpagos de azufre.
Yo no, mi raza tiene cuchillos
que arden y lunas y heridas que queman.
Da Il falso e vero verde (1949-1955) Le morte chitarre. La mia terra è sui fiumi stretta al mare, / non
altro luogo ha voce cosí lenta / dove i miei piedi vagano / tra giunchi pesante di lumache. / Certo è
autunno: nel vento a brani / le morte chitarre sollevano le corde / su la bocca nera e una mano agita le
dita / di fuoco.// Nello specchio della luna / si pettinano fanciulle col petto d’arance. / Chi piange ? Chi
frusta i cavalli nell’aria / rossa ? Ci fermeremo a questa riva / lungo le catene d’erba e tu amore / non
portarmi davanti a quello specchio / infinito: vi si guardano dentro ragazzi / che cantano e alberi
altissimi e acque. / Chi piange? Io no, credimi: sui fiumi / corrono esasperati schiocchi d’una frusta, / i
cavalli cupi i lampi di zolfo. / Io no, la mia razza ha coltelli / che ardono e lune e ferite che bruciano.

El falso y verdadero verde

Tú no me esperas ya con el corazón vil


del reloj. No importa si abres
o fijas el esqualor: quedan horas
erizadas, desnudas, con batido de hojas,
improvisas sobre los vidrios de tu
ventana, alta sobre dos calles de nubes.
Me queda la lentitud de una sonrisa,
el cielo oscuro de un vestido, el terciopelo
color óxido envuelto en los cabellos
y suelto sobre los hombros y aquel tu rostro
hundido en un agua apenas ondulada.

Golpe de hojas toscas de amarillo,


pájaros de hollín. Otras hojas
ahora cuartean las ramas y ya se sueltan
enrolladas: el falso y verdadero verde
de abril, aquel guiño desatado
del seguro florecer. Y tú ¿no floreces,
no agregas días ni sueños que emerjan
desde nuestro más allá, no tienes ya tus ojos
infantiles, no tienes ya manos tiernas
para buscar mi rostro que se escapa?
Queda el pudor de escribir versos
a diario o de lanzar un grito al vacío
o en el corazón increíble que lucha
todavía con un tiempo derrumbado.
Il falso e vero verde. Tu non m’aspetti piú col cuore vile / dell’orologio. Non importa se apri / o fissi lo
squallore: restano ore / irte, brulle, con battito di foglie / improvvise sui vetri della tua / finestra, alta su
due strade di nuvole. / Mi resta la lentezza d’un sorriso, / il cielo buio d’una veste, il velluto / colore
ruggine avvolto ai capelli / e sciolto sulle spalle e quel tuo volto / affondato in un’acqua appena mossa. /
Colpi de foglie ruvide di giallo, / uccelli di fuliggine. Altre foglie / ora screpolano i rami e già scattano /
aggrovigliate: il falso e vero verde / dell’aprile, quel ghigno scatenato / del certo fiorire. E tu non fiorisci
/ non metti giorni né sogni che salgano / dal nostro al di là, non hai piú mani tenere / per cercare il mio
viso che mi sfugge? / Resta il pudore di scrivere versi / di diario o di gettare un urlo al vuoto / o nel cuore
incredibile che lotta / ancora con il suo tempo scosceso.

Qué larga noche

Qué larga noche y luna rosada y verde


a tu grito entre azahares, si tocas
a una puerta como un rey de Dios
punzante de rocío: “Abre, amor, abre”.
El viento, en cuerdas, desde los Iblei desde los conos
de las Madonie arranca himnos y lamentos
sobre tímpanos de grutas antiguas como
el ágave y el ojo del bandolero. Y la Osa
todavía no te deja y sacude los siete
fuegos de alarma encendidos en las colinas,
y no te deja el ruido de los carros
rojos de sarracenos y cruzados,
tal vez la soledad, también el diálogo
con los animales estrellados, el caballo
y el perro la rana las alucinadas
guitarras de cigarras en la noche.

Che lunga notte. Che lunga notte e luna rosa e verde / al tuo grido tra zagare, se batti / ad una porta
come un re di Dio / pungente di rugiade: / “Apri, amore, apri”. / Il vento, a corde, dagli Iblei dai coni /
delle Madonie strappa inni e lamenti / su timpani di grotte antiche come / l’agave e l’occhio del brigante.
E l’Orsa / ancora non ti lascia e scrolla i sette / fiochi d’allarme accesi alle colline, / e non ti lascia il
rumore dei carri / rossi di saraceni e di crociati, / forse la solitudine, anche el dialogo / con gli animali
stellati, il cavallo / e il cane la rana le allucinate / chitarre di cicale nella sera.

De La tierra incomparable (1955-1958)

Un arco abierto

El ocaso se fragmenta en la tierra


con trueno de humo y el pequeño buho
marca el tú, dice sólo
el silencio. Las islas altas, oscuras
aplastan el mar, en la playa
la noche entra en las conchas.
Y tú mides el futuro, el principio
que no queda, divides con lenta
fractura la suma de un tiempo ya ausente.
Como la espuma se ciñe
a las rocas, pierdes el sentido del escurrir
impasible de la destrucción.
No sabe la muerte mientras muere
del canto cerrado del buho, intenta en torno
su caza de amor, continúa
un arco abierto, revela su
soledad. Alguien vendrá.
Da La terra impareggiabile (1955-1958) Un arco aperto. La sera si frantuma nella terra / con tuono di
fumo e l’assiolo / batte il tu, dice solo / il silenzio. Le isole alte, scure / schiacciano il mare, sulla
spiaggia / la notte entra nelle conchiglie. / E tu misuri il futuro, il principio / che non rimane, dividi con
lenta / frattura la somma di un tempo già assente. / Come la schiuma s’avvinghia / ai sassi, perdi il senso
dello scorrere / impassibile della distruzione. / Non sa la morte mentre muore / il canto chiuso del chiú,
tenta intorno / la sua caccia d’amore, continua / un arco aperto, rivela la sua / solitudine. Qualcuno
verrá.

Ancla del infierno

No nos digais una noche gritando


en los megáfonos, una noche
de azahares, de nacimientos, de amores
apenas comenzados, que el hidrógeno
en nombre del Derecho quema
la tierra. Los animales los bosques se funden
en el Arca de la destrucción, el fuego
es un muérdago sobre los craneos de los caballos,
en los ojos humanos. Después a nosotros los muertos
vosotros muertos nos direis nuevas tablas
de la ley. En el antiguo lenguaje
otros signos, perfiles de puñales.
Balbuceará alguno sobre las escorias,
inventará todo otra vez
o nada en la suerte uniforme,
el murmullo de las corrientes, el crepitar
de la luz. No direis la esperanza
vosotros muertos a nuestra muerte
en los embudos de barro hirviente,
aquí en el infierno.
Ancora dell'inferno. Non ci direte una notte gridando / dai megafoni, una notte / di zagare, di nascite,
d’amori / appena cominciati, che l’idrogeno / in nome del diritto brucia / la terra. Gli animali i boschi
fondono / nell’Arca della distruzione, il fuoco / è un vischio, sui crani dei cavalli, / negli occhi umani. Poi
a noi morti / voi morti direte nuove tavole / della legge. Nell’antico linguaggio / altri segni, profili di
pugnali. / Balbetterá qualcuno sulle scorie, / inventerá tutto ancora / o nulla nella sorte uniforme, / il
mormorio delle correnti, il crepitare / della luce. Non la speranza / direte voi morti alla nostra morte /
negli imbuti di fanghiglia bollente, / qui nell’inferno.
De Dar y tener (1959-1965)

Dar y tener

Nada me das, no das nada


tú que me escuchas. La sangre
de las guerras se ha secado,
el desprecio es un deseo puro
y no provoca ni el gesto
de un pensamiento humano,
fuera de la hora de la piedad.
Dar y tener. En mi voz
hay al menos un signo
de geometría viva,
en la tuya, una concha
muerta con lamentos fúnebres.

Da Dare e avere (1959-1965) Dare e avere. Nulla mi dai, non dai nulla / tu che mi ascolti. Il sangue /
delle guerre s’è asciugato, / il disprezzo è un desiderio puro / e non provoca un gesto / da un pensiero
umano, / fuori dall’ora della pietà. / Dare e avere. Nella mia voce / c’è almeno un segno / di geometria
viva, / nella tua, una conchiglia / morta con lamenti funebri.

No he perdido nada

Aquí estoy todavía, el sol gira


a mis espaldas como un halcón y la tierra
repite mi voz en la tuya.
Recomienza el tiempo visible
en el ojo que redescubre la luz.
No he perdido nada.
perder es andar más allá
de un diagrama del cielo
en movimientos de sueños, un río
lleno de hojas.
Non ho perduto nulla. Sono ancora qui, il sole gira / alle spalle come un falco e la terra / ripete la mia
voce nella tua. / E ricomincia il tempo visibile / nell’occhio che riscopre la luce. / Non ho perduto nulla. /
Perdere è andare di là / da una diagramma del cielo / lungo movimenti di sogni, un fiume / pieno di
foglie.

Basta un día para equilibrar el mundo

La inteligencia la muerte el sueño


niegan la esperanza. En esta noche
en Brasov, en Los Cárpatos, entre árboles
no míos, busco en el tiempo
una mujer de amor. El bochorno quiebra
las hojas de los álamos y yo
me digo palabras que no conozco,
derramo tierras de memoria.
Un jazz oscuro, canciones italianas
pasan volcadas sobre el color de los iris.
En el crujido de las fuentes
se ha perdido tu voz:
basta un día para equilibrar el mundo.
Basta un giorno a equilibrare il mondo. L’intelligenza la morte il sogno / negano la speranza. In questa
notte /a Brasov nei Carpazi, fra alberi / non miei cerco nel tempo / una donna d’amore. L’afa spacca / le
foglie dei pioppi ed io / mi dico parole che non conosco, / rovescio terre di memoria. / Un jazz buio,
canzoni italiane / passano capovolte sul colore degli iris. / Nello scroscio delle fontane / s’è perduta la
tua voce: / basta un giorno a equilibrare il mondo.

Tengo flores y de noche invito a los alamos

Mi sombra está sobre otro muro


de hospital. Tengo flores y de noche
invito a los álamos y a los plátanos del parque,
árboles de hojas caídas, no amarillas,
casi blancas. Las monjas irlandesas
no hablan nunca de muerte, parecen
movidas por el viento, no se maravillan
de ser jóvenes y gentiles: un voto
que se libera en las ásperas plegarias.
Me parece que soy un emigrante
que vela encerrado en sus cobijas,
tranquilo, por tierra. Tal vez muero siempre.
Pero escucho gustosamente las palabras de la vida
que jamás he entendido, me detengo
en largas hipótesis. Ciertamente no podré eludir;
seré fiel a la vida y a la muerte
en cuerpo y espíritu
en cada dirección prevista, visible.
A intervalos algo me supera,
ligero, un tiempo paciente,
la absurda diferencia que corre
entre la muerte y la quimera
del latir del corazón.
(Hospital di Sesto S.Giovanni, noviembre de 1965).

Ho fiori e di notte invito i pioppi. La mia ombra è su un altro muro / d’ospedale. Ho fiori e di notte /
invito i pioppi e i platani del parco, / alberi di foglie cadute, non gialle, / quasi bianche. Le monache
irlandesi / non parlano mai di morte, sembrano / mosse dal vento, non si meravigliano / di essere giovani
e gentili: un voto / che si libera nelle preghiere aspre. / Mi sembra di essere un emigrante / che veglia
chiuso nelle sue coperte, / tranquillo, per terra. Forse muoio sempre. / Ma ascolto volentieri le parolle
della vita / che non ho mai inteso, mi fermo / su lunghe ipotesi. Certo non potró sfuggire; / sarò fedele a
la vita e a la morte / nel corpo e nello spirito / in ogni direzione prevista, visibile. / A intervalli qualcosa
mi supera / leggero, un tempo paziente, / l’assurda differenza che corre / tra la morte e l’illusione / del
battere del cuore. (Ospedale di sesto S.Giovanni, novembre 1965).

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