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EL EMBARAZO GEMELAR 

El número de embarazos gemelares aumenta últimamente, en parte porque la mujer aplaza el momento de la
maternidad (entre sus 30 y 35 años existe más posibilidad a una doble ovulación) y en parte por los
tratamientos de fertilidad.

Uno de cada 75 embarazos es gemelar. A partir de la 6ª semana del embarazo ya se pueden ver en la
ecografía si hay uno o dos fetos. Pero también hay otros indicios: unas náuseas muy fuertes (la hormona HCG,
responsable de este mal se da por partida doble) y un rápido aumento de peso. La noticia siempre causa un
cierto revuelo, en el que el susto se mezcla con la alegría. La naturaleza es sabia: tienes ¡37 semanas (tres
menos que en un parto único) para familiarizarte con la futura ampliación familiar!

UN EMBARAZO ESPECIAL

El embarazo gemelar exige más de la mujer que uno de un único bebé, pero no necesariamente va a ser
problemático. Tu cuerpo está capacitado para llevar dos bebés (desde los tiempos más remotos han existido
partos gemelares). Es importante escuchar bien las señales de tu cuerpo y seguir los controles médicos, más
frecuentes en tu caso. Las molestias más frecuentes en el embarazo gemelar son:

NÁUSEAS: suelen ser vehementes, pero disminuyen a partir de la semana 12. Come algo sólido antes de
levantarte y toma raciones pequeñas, bajas en grasa, cada dos horas en vez de comidas copiosas. Si perduran
hasta el 2º trimestre, pide a tu ginecólogo un complejo vitamínico de B1 y B6.

RETENCIÓN DE LÍQUIDOS: a causa del aumento del volumen de líquidos, aparecen hinchazones, también
llamados edemas. Evita estar de pie durante mucho tiempo y descansa con los pies en alto. Dormir con los
pies más altos que la cabeza también ayuda, igual que echar agua fría en pies y piernas.

TENSIÓN ALTA: éste es un fenómeno normal en el embarazo gemelar (no tiene por qué tener consecuencias
negativas). Prescinde de la sal en las comidas y procura evitar el estrés y agotamiento, porque también causan
hipertensión. En caso de que la tensión alta vaya acompañada de edemas y un alto nivel de albúmina en la
orina, puedes padecer la enfermedad preeclampsia que da como síntomas dolores de cabeza, de estómago,
náuseas y visión borrosa. En este caso debes acudir sin demora a tu ginecólogo.

CANSANCIO: los cambios hormonales hacen que te sientas muy cansada en el primer trimestre y el aumento
del peso influye en ello en el último trimestre. Descansa todo lo que puedas.

En cuanto a los bebés existen unos riesgos añadidos:

EL CRECIMIENTO DE LOS BEBÉS: tu ginecólogo vigilará atentamente el crecimiento de cada uno,


especialmente en caso de que compartan las bolsas (mira dibujos C y D) para descartar el síndrome de la
transfusión feto-fetal. En este caso se dan conexiones entre sus torrentes sanguíneos, por lo que un bebé
recibe más que otro. Es peligroso para ambos bebés. En este caso se da un incremento rápido de peso en la
madre a partir de la semana 16 y un vientre tirante e incómodo. Hoy en día es posible tratar esta enfermedad,
pero es importante avisar a tiempo a tu ginecólogo.

EL PARTO PREMATURO: la probabilidad de que los bebés necesiten la incubadora, es siete veces mayor que
en un parto único. Tomar la vida con calma y descansar lo máximo en los últimos meses es ¡muy importante!
¿SERÁN MELLIZOS O GEMELOS?

La pregunta candente de los futuros padres es siempre sobre el origen de los bebés. Hay dos posibilidades: los
bebés pueden ser fruto de dos óvulos, fecundados por dos espermatozoides distintos; en este caso hay una
doble ovulación en la que influye la genética. Hay un gen que predispone a ello (se pasa de madres a hijas).
Pero también la edad influye: a mayor edad hay una mayor probabilidad a una doble ovulación. Y otro factor
que influye en la aparición de mellizos son los tratamientos de fertilidad. Los bebés se parecen como
hermanos. Pueden ser del mismo sexo o no. Son los así llamados mellizos (dizigóticos).

También puede darse un solo óvulo que tras su fecundación se divide, por razones aún no descubiertas, en
dos partes iguales (cada parte lleva el mismo material genético), dando lugar a gemelos idénticos
(monozigóticos). Son siempre del mismo sexo y se parecen como dos gotas de agua.
El 25% de los embarazo gemelares son gemelos y el 75% son mellizos. Durante el embarazo no siempre se
puede saber el origen de los bebés, tal como demuestran los dibujos.

En los mellizos cada bebé tiene su propia placenta y sus propias bolsas amnióticas: la bolsa exterior (corion) e
interior (amnios o saco amniótico). Las placentas pueden unirse, por lo que al nacer se observa una sola
(dibujo A y B). En los gemelos, el número de bolsas depende del momento de la división del zigoto (óvulo
fecundado). Cuando la división transcurre poco después de la fecundación, cada bebé tiene sus propias bolsas
y placenta, aunque es posible, como en los mellizos, que ésta se una con la del hermano (dibujo A y B).
Cuando la división transcurre más tarde, entre los días 5 y 10 de la vida fetal, la placenta y el corion ya están
formados y son compartidos por los bebés. Pero cada uno está en su propia bolsa interior (dibujo C). Cuando
la división se da aún más tarde, entre los días 10 y 14, los bebés comparten tanto la placenta como ambas
bolsas (dibujo D). Una división más tarde da lugar a gemelos ‘siameses’. Como indican los dibujos A y B, tener
dos placentas y bolsas distintas no revela la identidad de los bebés. ¡Pueden ser tanto mellizos como gemelos!
Tendrás que esperar el nacimiento de tus bebés. Cuando son de distinto sexo, no hay confusión: son mellizos.
Pero cuando tienen el mismo sexo, pueden ser tanto mellizos como gemelos. No se suele hacer aquí un
estudio de la placenta que indicaría el origen de los bebés, como en otros países. Debes esperar su evolución
para tener seguridad: los idénticos tienen un desarrollo muy parecido (echan por ejemplo dientes al mismo
tiempo) y también su físico te da información. Y siempre puedes recurrir a una prueba de su ADN; en caso de
los monozigóticos, su ADN es idéntico.

EL PARTO GEMELAR

No se trata necesariamente de un parto más doloroso, aunque sí algo más largo. Pasarás sólo una vez por la
dilatación (la abertura del cuello uterino). Los bebés nacen con un intervalo de 3 a 45 minutos. Pero la
probabilidad a una cesárea es más elevada. Un 40% de las mujeres da luz mediante cesárea (en partos únicos
este ratio es de 10%). En ello influye la posición de los bebés. Si están en posición correcta, con la cabeza
hacia abajo (se da en un 41%), los bebés pueden nacer por vía vaginal. También cuando uno se presenta así y
el otro de nalgas el parto puede ser por vía vaginal, porque el bebé en posición cefálica (cabeza hacia abajo)
nace primero y el otro se gira o nace sin problemas, gracias al espacio del que dispone. Pero cuando ambos
bebés se presentan de nalgas o atravesados, es necesaria recurrir a la cesárea. Se aplica en muchos casos la
anestesia local (la epidural); esto facilita la lactancia materna, algo muy recomendable para los bebés, que
suelen pesar menos que el bebé que viene sólo (alrededor de 2 a 2,5 kilos).

Fuente: http://www.coksfeenstra.info

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