Clemente de Alejandría fue un importante teólogo cristiano del siglo II. Nació en Atenas y se convirtió al cristianismo. Estudió con Panteno en Alejandría y eventualmente se convirtió en director de la escuela catequética allí. Escribió varias obras teológicas importantes como Exhortación a los Griegos, El Pedagogo y Los Tapices, en las que trató de armonizar la fe cristiana con la filosofía griega. Fue una figura pionera en el desarrollo del pensamiento
Clemente de Alejandría fue un importante teólogo cristiano del siglo II. Nació en Atenas y se convirtió al cristianismo. Estudió con Panteno en Alejandría y eventualmente se convirtió en director de la escuela catequética allí. Escribió varias obras teológicas importantes como Exhortación a los Griegos, El Pedagogo y Los Tapices, en las que trató de armonizar la fe cristiana con la filosofía griega. Fue una figura pionera en el desarrollo del pensamiento
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Clemente de Alejandría fue un importante teólogo cristiano del siglo II. Nació en Atenas y se convirtió al cristianismo. Estudió con Panteno en Alejandría y eventualmente se convirtió en director de la escuela catequética allí. Escribió varias obras teológicas importantes como Exhortación a los Griegos, El Pedagogo y Los Tapices, en las que trató de armonizar la fe cristiana con la filosofía griega. Fue una figura pionera en el desarrollo del pensamiento
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Centro de Estudios Teolgicos Fr. Luis Daniel Chirez Patio
St. Anthonys Seminary Asignatura: Patrologa 12 de enero 2010 Prof.: P. Fr. Erasmo Rodrguez
CLEMENTE DE ALEJANDRA
Vida Tito Flavio Clemente mejor conocido como Clemente de Alejandra, naci en el siglo II muy probablemente en el ao 150 d. C., en Atenas, Grecia. De padres paganos pero llevado de una verdadera pasin por el saber se convirti al cristianismo, fue bien educado en literatura y en filosofa al gusto de la poca. Nada sabemos de la fecha, ocasin y motivos de su conversin, aunque se presume tan slo que, atormentado, como Justino, por el problema de Dios, se sinti, como aqul, atrado al cristianismo por la elevacin y pureza de la doctrina y de la moral evanglica. Inquieto como otros tantos jvenes intelectuales de su tiempo y movido por una sana curiosidad consider necesario salir a la bsqueda de alguien que pudiera satisfacerlo en sus inquietudes., pues su propsito era recibir instruccin de los maestros cristianos ms renombrados. Dice l mismo que tuvo el privilegio de escuchar a varones bienaventurados y verdaderamente importantes. Y es as que en su mucho peregrinar por Grecia, Italia meridional, Siria, Palestina y Egipto logr ver materializadas por el ao 180, en la ciudad de Alejandra, sus ansias intelectuales en la persona del cristiano Panteno (la abeja de Sicilia) que era natural de Silicia y jefe de la famossima Escuela Catequtica de aquella ciudad. Ah en Alejandra es que fija su residencia, que en adelante fue su segunda patria. Vino a ser discpulo, socio y asistente de Panteno. Una vez que Panteno parti rumbo a las Indias, Clemente le sucede en la direccin de aquella primera universidad cristiana; no es posible sealar exactamente la fecha en que hered el cargo 2
de su maestro, probablemente entre los aos 190-200. Entre sus discpulos se distinguan el grande Orgenes, y Alejandro, obispo de Jerusaln y despus mrtir. No se puede afirmar con seguridad que haya sido ordenado presbtero a pesar de algunos escritos como la carta de Alejandro de Jerusaln. Orgenes fue su sucesor cuando en 202, a causa de la persecucin de Sptimo Severo, Clemente tuvo que abandonar cargo y refugiarse probablemente en la Capadocia, donde a la sazn su discpulo Alejandro era obispo de Flaviades. Se ignora el ao de su muerte; pero, en una carta de Alejandro a Orgenes del 215 216, se habla de Clemente como ya muerto. El martirologio de Usuardo indica el 4 de diciembre como da de su fallecimiento; sin embargo, Benedicto XIV hizo borrar su nombre del catlogo de los santos, por razn de algunas opiniones suyas no ortodoxas. Personalidad Clemente puede ser considerado como el primer sabio cristiano. Era de un espritu amplio y elevado y posea un carcter simptico y generoso, penetrado de un sincero deseo de ser til a sus discpulos y a lectores. Su erudicin era prodigiosa: no solamente conoca toda la Sagrada Escritura, y casi totalmente la literatura cristiana de su tiempo, sino que posea adems, como lo demuestran las citas de ms de 360 autores profanos, una vasta cultura acerca de los filsofos griegos y literatura clsica. Ningn otro autor, ni aun el mismo Orgenes, da muestras de haber conocido, ni cita tanto como l, los antiguos escritos, as paganos como cristianos. Sin duda que esta erudicin no es toda de primera ya que con frecuencia la tomara de manuales y florilegios. Pero ello no quita que sea sorprendente, y prueba, en todo caso, que haba ledo mucho y retenido con gran facilidad. Adems posea un estilo fluido, agradable y pintoresco, y tendremos idea de las cualidades de Clemente como escritor. Por desgracia, estas cualidades quedan bastante deslucidas por notables defectos que hacen siempre muy trabajoso el estudio de sus obras, pues en su empeo por armonizar el contenido de la fe con la filosofa corriente, cay por cierto en algunos errores. Clemente no sabe distinguir bien las materias, al objeto de poderlas presentar con orden. Las expone todas de una vez y, como no las agota jams, se le ve sin cesar apartarse de un tema y luego volver a l para exponer lo que ha dejado olvidado. De aqu que sea difuso hasta el cansancio, agravado todo ello por el exceso de interrupciones y de citas. En cuanto al lenguaje, si bien desembarazo y fcil, es poco cuidadoso y est lleno de faltas contra la gramtica y la sintaxis tica. Clemente escriba a vuela pluma y no se preocupaba mucho de de helenizar. Es justo, con todo, hacer notar que estos defectos, ms que suyos, son propios del ambiente y de la poca. A fines del siglo II, el griego haba perdido mucho de su pureza clsica.
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Escritos Aunque sabemos muy poco de la vida de Clemente, podemos obtener un vivo retrato de su personalidad a travs de sus escritos. Revelan stos la mano de un gran maestro. En ellos, adems, la doctrina cristiana se enfrenta por primera vez con las ideas y realizaciones de la poca. Por esta razn, Clemente se merece el ttulo de pionero de la ciencia eclesistica. Su obra literaria demuestra, como ya hemos mencionado, que fue hombre de vasta erudicin, teniendo un conocimiento completo de la literatura cristiana, tanto de la Biblia como de todas las obras postapostlicas y herticas. Cita 1,500 veces el AT y 2,000 el NT. Su formacin helenstica le capacit para hacer de la fe cristiana un sistema de pensamiento con base cientfica. Si el pensamiento y la investigacin de tipo cientfico tienen hoy derecho de ciudadana en la Iglesia, se lo debemos principalmente a l. Demostr que la fe y la filosofa, el Evangelio y el saber profano no se oponen, sino que se completan mutuamente. Toda ciencia humana sirve a la teologa. El cristianismo es la corona y la gloria de todas las verdades contenidas en las diferentes doctrinas filosficas. Si prescindimos de una homila, de los numerosos escritos del docto alejandrino nos han sido transmitidos ntegramente slo tres, dependientes entre s y titulados, respectivamente, Hotcttk, el Hoiooe y los Eteotc. 1.- La Exhortacin a los paganos, en doce captulos (Hotcttk), en la introduccin, ensalza a Cristo, como cantor y maestro del nuevo mundo, y traza, siguiendo la costumbre de los primeros apologistas cristianos, un cuadro terrorfico de la insensatez e inmoralidad de los cultos paganos de los mitos y de los misterios. Al lado de esto, Clemente emplea con frecuencia las mismas pruebas que ya contra la religin pagana popular, con sus conceptos indignos de Dios y sus formas de culto, haba esgrimido la filosofa helenstica popular. Si Clemente dirige sus ataques contra la doctrina de los filsofos griegos acerca de la esencia de Dios, no por eso deja de reconocer que los filsofos, particularmente Platn y algn poeta, han dicho muchas verdades sobre Dios. En los captulos ltimos describe con palabras entusisticas la sublimidad de la revelacin del Logos y las admirables riquezas de la gracia divina, en la que se satisfacen todas las aspiraciones del hombre hacia la Luz, la Verdad y la Vida. 2.- El Pedagogo (Hoiooe) consta de tres libros y es la continuacin del escrito precedente; el pagano convertido tiene que recibir instrucciones necesarias para un nuevo mtodo en su vida cotidiana. Cristo es el educador de todos los redimidos. Los libros II y III encierran distintas y variadas normas relativas a las costumbres, por ejemplo, para comer, beber, descanso, recreacin, modo de vestir, habitacin, relaciones con los dems hombres, vida conyugal, etc. 4
3.- Los Tapices (Eteotc, Stromata) consta de ocho libros. Clemente se dirige en los Stromata principalmente a un amplio pblico de paganos interesados por la filosofa. Quiere presentar la gnosis cristiana como un ideal superior al de cualquier otra gnosis. 4.- Quis dives salvetur? Es una homila sobre San Marcos, 10, 17-31. El escrito se propone demostrar que tambin el rico puede santificarse. Del reino de los cielos no est excluido el rico, sino el pecador que no hace penitencia. En confirmacin de ello, cuenta Clemente la leyenda del apstol San Juan y el joven que se haba convertido en un jefe de ladrones y luego el apstol lo haba cambiado y admitido de nuevo en la Iglesia. 5.- Los Excerpta ex Theodoto y las Eclogae propheticae, lo mismo que el libro VIII de los Stromata, no son ms que pasajes de otros escritos y apuntes para sus propias obras. 6.- Obras perdidas y fragmentos: a) Los ms importantes son los (en ocho libros), esbozos o consideraciones en que se comentan lugares escogidos de toda la Sagrada Escritura. Nos han sido transmitidas tambin, adems de las citas contenidas en autores posteriores, la exgesis de la carta I de San Pedro, de la de Judas y de la I y II de San Juan en una traduccin latina que remonta a los tiempos de Casiodoro (hacia 540). Eusebio de Cesarea en el ndice de sus escritos (Hist. 6, 13) cita tambin Sermones sobre el ayuno y Sermones sobre la maledicencia. Paladio en sus escritos (Hist. Laus. c. 139), menciona todava una obra sobre el profeta Ams. b) Conocemos tambin fragmentos poco importantes de los siguientes escritos: En torno a la Pascua, Canon eclesistico o Contra los judaizantes; Diversas cartas; Sobre la predestinacin; Exhortacin a la paciencia, o sea A los neobautizados. Pensamiento Una de las mayores preocupaciones de Clemente fue determinar las relaciones entre la razn y la fe, exponer lo que puede hacer la filosofa en cuanto a preparar al mundo para recibir la revelacin cristiana, y de qu manera hay que echar mano de ella para transformar las enseanzas de aquella revelacin en una teologa cientfica, de ah que al considerar la revelacin, la confrontaba con todas las ciencias; y luego recoga la verdad que hallaba en la filosofa con el fin de demostrar que en el cristianismo encontraba su unidad y que esta religin es como su aureola y corona. Todo esto lo hizo con un entusiasmo tal, que su estilo cobra acento de poesa. Clemente insiste en que el cristianismo no puede ser simplemente ajeno a la filosofa y a la cultura. Por una parte la filosofa es preparacin para la 5
aceptacin de las verdades de la fe, y por otra puede proporcionar una mejor inteleccin de las mismas una vez aceptadas. El ideal de Clemente es el del gnstico o sabio cristiano, es decir, aquel que habiendo aceptado la fe sin desviarse para nada de ella procura llegar al mximo conocimiento intelectual posible de lo que en ella se contiene, ayudado por la reflexin y por todos los elementos que el hombre tenga a su alcance. Esta sabidura cristiana es tanto ms necesaria cuanto que las cosas de la fe son muy profundas y no se acaban de alcanzar en su plenitud con una lectura superficial de las Escrituras o una simple observacin de los acontecimientos mundanos. Hay que descubrir el misterio que est escondido bajo las apariencias triviales, con la ayuda del Logos iluminador y de la tradicin viva de la fe de la Iglesia. Toda la teologa de Clemente, muy influenciada por el platonismo, es de signo intelectualista: el sumo bien del hombre est en la contemplacin de la verdad, y Cristo, el Logos de Dios verdaderamente encarnado, viene ms a iluminar que a salvar, o mejor, nos salva iluminando nuestras mentes con la verdad. Dios es en s absolutamente incomprensible, pero, le conocemos por su Palabra, por lo que primero hizo este mundo a travs del cual llegamos a conocer a Dios, y por la que luego nos dio un ms pleno testimonio de su amor en Cristo. Contra el dualismo gnstico, insistir Clemente en que el cuerpo y la materia no son en s algo malo, sino creacin buena de Dios; por otro lado, el alma no es parte de la misma divinidad, sino creatura suya. Siendo la verdad una, y fundada en la iluminacin o revelacin del Logos de Dios, hay que rechazar toda especulacin intelectual que lleve a la dispersin e incoherencia doctrinal: aqu es donde funda Clemente su teologa de la Iglesia nica, guardadora de la verdad nica, con la llave nica de la tradicin de Cristo fielmente transmitida por los apstoles y sus sucesores. De esta forma, alrededor de la concepcin platnica acerca de la verdad absoluta, traspuesta a la Verdad de Dios revelada por el Logos iluminador, Clemente logra, a pesar de su forma de exposicin asistemtica y como casual, una interpretacin sinttica del cristianismo de innegable vigor: gracias a este esfuerzo, la nueva religin ya no poda aparecer como una forma especial de supersticin semtica, sino que se mostraba como una concepcin capaz de integrar los mejores logros del espritu humano, y quedaba el camino abierto para ese dilogo entre la fe y la razn, entre la revelacin y la filosofa, que si ha pasado por momentos de crisis agudas y penosas, ha tenido como fruto fecundo la misma teologa cristiana como esfuerzo por el que el hombre ha intentado conocerse mejor a s mismo y al mundo a la luz de la revelacin de Dios. Aspectos de la teologa de Clemente La obra de Clemente marca una poca, y no es una alabanza exagerada decir que l es el fundador de la teologa especulativa. Si lo comparamos con su contemporneo Ireneo de Lyon, representa ciertamente un tipo totalmente distinto de doctor eclesistico. Ireneo era el hombre de la tradicin, que deriv su doctrina de la predicacin apostlica y vea en la 6
cultura y en la filosofa de su tiempo en peligro para la fe. Clemente fue el valiente y afortunado iniciador de una escuela que se propona proteger y profundizar la fe mediante el uso de la filosofa. Se dio cuenta, es verdad, lo mismo que Ireneo, del gran peligro de helenizacin que corra el cristianismo, y luch, como l, contra la falsa gnosis hertica. Pero lo que distingue a Clemente es que no se detuvo en esta actitud meramente negativa, sino que a la falsa gnosis opuso una gnosis verdadera cristiana, que pona al servicio de la fe el tesoro de verdad contenido en los diversos sistemas filosficos. Mientras los partidarios de la gnosis hertica enseaban que no es posible compaginar la fe y la gnosis, porque son contradictorias entre s, Clemente trata de probar que son afines y que es la armona de la fe (Pistis) y del conocimiento (Gnosis) la que hace al perfecto cristiano y al verdadero gnstico. La fe es el principio y el fundamento de la filosofa. sta es de grandsima importancia para todo cristiano que quiera conocer a fondo el contenido de su fe por medio de la razn. La filosofa prueba asimismo que los ataques de los enemigos contra la religin cristiana estn desprovistos de fundamento. Clemente explica atinadamente las relaciones entre fe y conocimiento. Es verdad que a veces va demasiado lejos y atribuye a la filosofa griega una funcin casi sobrenatural en la obra de la justificacin; sin embargo, considera la fe como algo fundamentalmente ms importante que el conocimiento: La fe es algo superior al conocimiento y es su criterio. 1.- Doctrina del Logos Clemente quiso fundar un sistema teolgico cuya base y principio fuera la idea del Logos. Esta idea domina todo su pensamiento y su manera de razonar. Se sita, pues, en el mismo terreno que Justino el filsofo, pero va mucho ms lejos que l. La idea que Clemente tiene del Logos es ms concreta y ms fecunda. Es, para l, el principio supremo para la explicacin religiosa del mundo. El Logos es el creador del universo. Es el que revel a Dios en la Ley del Antiguo Testamento, en la filosofa de los griegos y, finalmente, en la plenitud de los tiempos, en su propia encarnacin. Con el Padre y el Espritu Santo forma la Trinidad divina. No podemos conocer a Dios ms que a travs del Logos. El Logos, siendo razn divina, es, por esencia, el maestro del mundo y el legislador de la humanidad. Clemente le reconoce, adems como a salvador de la raza humana y fundador de una nueva vida que empieza con la fe, avanza hacia la ciencia y la contemplacin y, a travs del amor y de la caridad, conduce a la inmortalidad y a la deificacin. Cristo, por ser el Verbo encarnado, es Dios y hombre, y por medio de l hemos sido elevados a la vida divina. 2.- Eclesiologa 7
Clemente est firmemente convencido de que hay solamente una Iglesia universal, as como no hay ms que un solo Dios Padre, un solo Verbo divino y un nico Espritu Santo. A esta Iglesia la llama la virgen madre, que alimenta a sus hijos con la leche del Verbo divino. En otro lugar observa: La Madre atrae hacia ella a sus hijos y nosotros buscamos a nuestra Madre, la Iglesia. En el ltimo captulo del Pedagogo, Clemente llama a la Iglesia Esposa y Madre del Precepto. Ella es la escuela donde ensea su esposo, Jess. Esta Iglesia se distingue de las sectas herticas por su unidad y por su antigedad. Clemente no ignora que el mayor obstculo para la conversin de los paganos y judos a la religin cristiana es la divisin de la cristiandad en sectas herticas. Clemente cree firmemente en la inspiracin divina de las Escrituras: El que con juicio firme cree en las divinas escrituras, recibe en la voz de Dios, que las otorg, una demostracin inexpugnable; la fe, pues, no es algo que toma su fuerza de una demostracin. Pero previene contra el mal uso que los herejes hacen de la Escritura. La jerarqua de la Iglesia comprende tres grados: episcopado, presbiterado y diaconado; segn Clemente, es una imitacin de la jerarqua anglica. Esta afirmacin de una descripcin especfica del orden jerrquico de los ngeles supone una innovacin en el desarrollo de la teologa. Tambin propone en trminos claros una teora del conocimiento de loa ngeles, preparando as el camino para las opiniones de San Agustn. 3.- El bautismo Aun cuando el centro de su sistema teolgico sea la doctrina del Logos, Clemente no deja de prestar atencin al mysterion, al sacramento. De hecho, Logos y mysterion son los dos polos alrededor de los cuales giran su cristologa y su eclesiologa. Considera el bautismo como un renacimiento y una regeneracin. Es casi imposible dar una explicacin mejor de la adopcin como hijos de Dios que se opera en el sacramento de la regeneracin. Clemente emplea tambin los trminos sello, iluminacin, lavacro, perfeccin y misterio para designar el bautismo. 4.- La Eucarista Si leyramos un pasaje de Clemente en los Stromata, tal vez entenderamos que l no crea en sacrificios: Nosotros, con razn, no ofrecemos sacrificios a Dios: l no necesita de nada, siendo el que da a los hombres todas las cosas. 8
Sera, con todo, equivocado deducir de estas palabras que Clemente no reconoce la Eucarista como el sacrificio de la Nueva Alianza. Los sacrificios sangrientos de los paganos no correspondan al concepto cristiano de Dios; por consiguiente, los cristianos los consideraban indignos de l. En esto Clemente est de completo acuerdo con los Apologistas griegos, que repudian los sacrificios cruentos por esa misma razn. Conoce, sin embargo el sacrificio de la Iglesia: El sacrificio de la Iglesia es la palabra que exhalan como incienso las almas santas cuando al tiempo del sacrificio el alma entera se abre a Dios. De este pasaje podra deducirse que Clemente no reconoce el sacrificio eucarstico de la Iglesia, sino tan slo una inmolacin interior y moral del alma. Tal interpretacin, sin embargo, seria injusta. En su polmica contra el concepto de paganos y judos, quiere recalcar el carcter espiritual de la ofrenda y su diferencia esencial respecto de todos los dems sacrificios. Mas este carcter espiritual no excluye, ni mucho menos, la oblacin simblica de ciertos dones, como tiene lugar en la liturgia. Reconoce, pues, que la Eucarista es un sacrificio, pero la considera al mismo tiempo como alimento de los creyentes: Melquisedec, rey de Salem, sacerdote del Dios Altsimo, que dio pan y vino, suministrando alimento consagrado como tipo de la Eucarista. 5.- Los pecados y la penitencia A juicio de Clemente, el pecado de Adn consisti en que rehus ser educado por Dios; lo han heredado todos los seres humanos, no por generacin, sino a casusa del mal ejemplo del primer hombre. Clemente est convencido de que solamente un acto personal puede manchar el alma. Esta manera de pensar se explica probablemente como una reaccin contra los gnsticos, que sostenan que la causa del mal es la materia mala. En cuanto a los castigos de Dios, opina, siguiendo a Platn, que tienen solamente un carcter purgativo. Clemente coincide con Hermas en que debera haber solamente una penitencia en la vida de un cristiano, a saber, la que precede al bautismo; pero que Dios, en su misericordia por la flaqueza humana, ha concedido una segunda penitencia, que no se podr obtener ms que una vez. Clemente en sus escritos distingue pecados voluntarios y pecados involuntarios. Opina que de los pecados cometidos despus del bautismo solamente se perdonan los pecados involuntarios. Los que comenten pecados voluntarios despus del bautismo deben temer el juicio de Dios. Una ruptura total con Dios despus no puede alcanzar perdn. Esto est en contradiccin con la idea cristiana primitiva de la inviolabilidad del sello 9
bautismal. Si el pecado cometido despus del bautismo no constituye una ruptura total con Dios debido a cierta falta de libertad en la decisin, existe la posibilidad de un segundo arrepentimiento. De hecho, sin embargo, Clemente no excluye de este segundo arrepentimiento ningn pecado, por grande que sea. El pecado voluntario irremisible consiste en que el hombre se aparta deliberadamente de Dios y rehsa la reconciliacin y la conversin. 6.- El matrimonio y la virginidad Clemente defiende el matrimonio contra todos los intentos de los gnsticos de desacreditarlo y rechazarlo. No slo recomienda el matrimonio por razones de orden moral, sino que llega hasta considerarlo un deber y para el perfeccionamiento del mundo. El fin del matrimonio es la procreacin de hijos; es un deber para todos los que aman a su patria. Clemente, empero, eleva al matrimonio a un nivel mucho ms elevado, ve en l un acto de cooperacin con el Creador: El hombre se convierte en imagen de Dios en la medida en que coopera en la creacin del hombre. La procreacin de los hijos no es, sin embargo, el nico fin del matrimonio. El amor mutuo, la ayuda y asistencia que se prestan el uno al otro, unen a los esposos con un lazo que es eterno. Viendo a Clemente defender de esta manera el matrimonio contra los gnsticos herejes, que lo rechazaban y predicaban la abstinencia total, surge esta cuestin: en qu concepto tuvo Clemente la virginidad. l mismo no se cas por amor al Seor, y dice en un ligar: Alabamos la virginidad y a aquellos a quienes se la ha concedido el Seor. Piensa que el que permanece clibe por no separarse del servicio del Seor alcanzar una gloria celestial. Pero cuando compara el matrimonio con la virginidad, considera al hombre casado superior al soltero. Sopesando cuidadosamente los mritos de cada uno, se siente obligado a hacer esta observacin: No da muestras de ser realmente hombre el que escoge vivir solo; mas est por encima de los hombres el que se ha ejercitado en vivir sin placer y sin pena en medio del matrimonio, la procreacin de los hijos y el cuidado de la casa, y permanecer inseparable del amor de Dios, y vence todas las tentaciones que provienen de sus hijos, de su mujer, de sus domsticos y de sus bienes. Mas el que no tiene familia se ve libre, en gran parte, de las tentaciones. Y as, no teniendo que preocuparse ms que de s mismo, se ve aventajado por uno que, hallndose en situacin inferior respecto a la salvacin personal, es superior a l por su conducta. Esta opinin de Clemente no encuentra paralelo en ningn otro escritor. Pudo ser efecto de la fuerte lucha que sostuvo Clemente a favor del matrimonio contra los ataques de los gnsticos. 10
BIBLIOGRAFA
VIVES Jos, Los Padres de la Iglesia, Barcelona, Herder, 1971.
TIXERONT J., Curso de Patrologa, trad. de M. Serra y Esturi, Barcelona, ed. Litrgica Espaola, 1927.
ALTANER Berthold, Patrologa, trad. de E. Cuevas y U. Domnguez , Madrid, Espasa-Calpe, 1962.
HUBER Sigfrido, Los Santos Padres, 2 vol., Buenos Aires, Descle de Brouwer, 1946.