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- Ensanchar el horizonte de los problemas socia-

La investigación les tradicionalmente estudiados por la comunica-


en Comunicación/Educación: problemas ción y la educación.
Punto de partida importante para acercar los re-
epistemológicos y teóricos en la corridos paralelos –o divorciados en algunos mo-
mentos– de la investigación y la intervención en el
(in) definición del campo campo (Huergo, 2004). En primer término, al con-
siderar la producción de conocimientos a partir de y
en las prácticas sociales de los sujetos; en segundo
lugar, en función de permitirnos pensar a la comu-
nicación/cultura más allá de, y al mismo tiempo
atravesando, los productos u objetos culturales y

Por Paula Morabes

Licenciada en Comunicación So-


D esde la perspectiva que se propone en
este artículo, investigar en comunica-
ción/educación supone pensar a las problemáticas
tecnológicos. Esto en un proceso de desnaturaliza-
ción de la mirada teórica, especialmente de la que
traemos como comunicadores.
- Asumir las tensiones, inestabilidades y retos en
cial y doctoranda en Comunica- presentes en el territorio de Comunicación y Educa- la investigación, que la propia in-definición del terri-
ción en la Facultad de Periodis- ción a partir de una mirada que entiende a la comu- torio de comunicación/educación “provoca”, en los
mo y Comunicación Social de la nicación en la cultura como un proceso sólo com- múltiples sentidos que tiene esta expresión.
Universidad Nacional de La Pla- prensible desde y en las prácticas sociales de los su- La articulación desde una mirada transversal,
ta. En esta misma unidad acadé- jetos históricamente situados. Busca así poner en desde la comunicación/cultura, reclama abrir la mi-
mica, es profesora regular del se- evidencia el sentido político-ideológico presente en rada epistemológica hacia perspectivas teóricas que
minario “Investigación en Comu- nuestras prácticas de investigación. nos permitan comprender mejor el modo en que
nicación y Educación”, profesora Pensar la producción de conocimientos en espa- producimos el conocimiento en este espacio. Esto
Adjunta de la materia “Comuni- cios académicos no sólo remite sino que también es, una aproximación a visiones que dentro de la
cación y Educación”, codirectora reclama invariablemente la reflexión respecto de las epistemología de la ciencia nos permitan una mejor
de proyectos de investigación coordenadas epistemológicas, teóricas y estrategias y mayor capacidad de comprensión para movernos
acreditados en el Programa Na- metodológicas en las cuales desarrollamos nuestro en la complejidad de un territorio con fronteras po-
cional de Incentivos y coordina- trabajo. Si esta afirmación es cierta en aquellos es- rosa y en el cual, además, la gran tradición en tra-
dora de Proyectos de Extensión pacios disciplinares con mayor tradición en el inte- yectorias de intervención nos sitúa ante un modo
en el Centro de Comunicación y rior de las ciencias sociales, lo es más aún en un te- de producción de conocimientos que orada la tradi-
Educación. rritorio en el cual la investigación está apenas co- cional división en “aspectos internos” y “externos
menzando a andar. de la ciencia”, y coloca la problemática del poder y
1 Jorge Huergo (2000) sostiene Es a partir de algunos de los anclajes que promue- la ideología como ineludibles.
que al proponer “sustituir la cópu-
ven las tres coordenadas mencionadas, que situamos - Desafiar la instrumentalidad y la falsa dicoto-
la ‘y’ de Comunicación ‘y’ Educa-
ción, por la barra ‘/’ (a la manera de un modo particular a la investigación en comuni- mía teoría-práctica en los procesos de investigación
de Schmucler, 1984), lo que tene- cación/educación1 y su lugar en el campo. En este e intervención, otras de las problemáticas visibles
mos como propósito es significar: sentido, el vínculo comunicación y educación, pensa- en el campo de Comunicación/Educación.
a) la recuperación de procesos, b) do como articulación transdisciplinar desde la mirada Si bien todos conocemos las limitaciones de es-
el reconocimiento de los contextos
de la comunicación/cultura2, posibilita en la investiga- tas visiones, no es menos cierto que no siempre
históricos, socioculturales y políti-
cos y c) la propuesta de algunas ción en este territorio, al menos, tres cuestiones: asumimos las implicancias al momento de pensar

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nuestras estrategias, métodos y técnicas en la inves- de los diferentes actores sociales, y cuestionada
tigación. también, por su escaso compromiso en la acción
Es desde aquí que propongo trazar algunas pri- con las problemáticas de dichos actores (Huergo,
meras líneas de trabajo iniciadas en las investigacio- 2004).
nes e identificar problemáticas claves para mirar- A mediados de los ochenta, las urgencias prác-
/nos en la investigación en comunicación/educa- ticas –motivadas por la fuerte sensación de crisis so-
ción. Para comenzar este recorrido, entonces, es cial, política y cultural que atravesaba la Argentina
necesario tener en cuenta algunas características y América Latina– y un contexto político-cultural bases preliminares para la cons-
trucción de un espacio teórico
que han marcado la investigación académica en su propicio, aceleraron la necesidad de ampliación del
transdisciplinario”.
relación con la intervención en Comunicación y espacio académico de investigación y reflexión, y al- 2 Schmucler es quien va a propo-
Educación, y a partir de las cuales he construido lo gunos intentos de superación de esta situación. ner expresar la tensión entre co-
que entiendo como algunas de las problemáticas Promediando los noventa, y en el contexto de un municación y cultura a partir de
del campo. crecimiento –numérico en principio– de la investi- reemplazar el nexo “y”, que sólo
daría cuenta de la separación, por
La investigación académica en Comunicación y gación en comunicación, y en el marco de un forta-
la barra “/” que permite dar
Educación surge en los últimos años en la intersec- lecimiento de la institucionalización de las “carre- cuenta del proceso y la tensión no
ción de dos disciplinas –la comunicación y la educa- ras” de comunicación, vemos como “comunicación resuelta, sin subsumir una a la
ción– cuya vinculación se había dado fundamental- y educación” se “aloja” preponderantemente en otra.
mente en las décadas del 60 y 70 a partir de una esos espacios académicos o en vinculación con 3 A lo largo del libro, Huergo
(2005) va a recorrer algunos de
amplia y fuerte tradición de trayectorias prácticas ellos.
los hitos de esta relación entre
de intervención social en América Latina, en espa- No obstante, a fines de los noventa, interpela- tradiciones teóricas, representa-
cios generalmente no académicos o con escasa re- das por un territorio desordenado, con una fuerte ciones y trayectorias prácticas en
lación con la academia. Como propone Jorge Huer- trayectoria en la intervención y con interlocutores el campo de comunicación/educa-
go (1999), las trayectorias prácticas de intervención con origen en “otras disciplinas” o ámbitos profe- ción en América Latina.
4 Existe una gran cantidad de re-
con estrategias de comunicación y educación pue- sionales (como pedagogos, docentes, psicólogos),
des y OSC vinculadas a la inter-
den ser consideradas en su topografía del campo se hacen más evidentes y se vuelven “problemáti- vención en problemáticas de co-
de Comunicación y Educación en tanto marcas o hi- cas” las potencialidades y limitaciones de las dife- municación y educación. Se rela-
tos que permiten recorrer el territorio. Estas trayec- rentes perspectivas teóricas en comunicación. Así, cionan, en su gran mayoría, con
torias, que para el autor surgen “en el interjuego con la agudización de la recesión económica y la ex- la llamada “comunicación alterna-
tiva” en organizaciones sociales
entre tradiciones estratégicas y representaciones”3 clusión social, y con mayor fuerza a partir de los su-
como el INCUPO (Instituto de Cul-
y “abarcan modos de intervención a través de es- cesos del 19 y 20 de diciembre de 2001 –en parti- tura Popular, fundado en 1970), a
trategias educativo-comunicacionales”, son tam- cular en los centros urbanos–, algunos agrupamien- ALER, (Asociación Latinoamerica-
bién mencionadas como comunicación educativa tos relacionados con estas trayectorias iniciaron tra- na de Educación Radiofónica), y
(en algunas oportunidades por Jesús Martín Barbe- bajos conjuntos con asambleas barriales, fábricas también vinculados en Argentina
a la Iglesia Católica, como en el
ro), educomunicación (como las denomina Mario recuperadas y organizaciones de desocupados,
caso del Centro Nueva Tierra o
Kaplún) y Educación en Comunicación (en otras donde la formación o “capacitación” desde una del Centro de Comunicación Edu-
ocasiones por Barbero, Castillo o Huergo)4. perspectiva crítica se constituyó en uno de los ejes cativa La Crujía, o a organizacio-
La investigación académica en Comunicación y más importantes5. Fue de este modo como la larga nes indígenas, entre muchos
Educación, especialmente en nuestro país, ha sido tradición de vinculación entre la comunicación y la otros.
5 Con diferentes niveles de orga-
fuertemente interpelada por su excesiva tendencia educación a partir de trayectorias prácticas con un
nización y trabajo, algunos de es-
al “teoricismo” y a los interrogantes surgidos del fuerte eje en la intervención desplazó históricamen- tos emprendimientos continúan
escritorio, antes que de los problemas y preguntas te el desarrollo de la investigación académica. en la actualidad.

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Por su parte, las trayectorias prácticas de inter- vista teóricos y metodológicos entre ambas discipli-
vención social de comunicación y educación se nas” (Da Porta, 2004). Sería -y de hecho lo ha sido-
constituyen para el campo académico y no acadé- poco conducente “tironear” tercamente desde mi-
mico de comunicación y educación como una de radas disciplinares escindidas. En esta línea es que
sus mayores fortalezas en la medida que posibilitan los estudios desde la comunicación/cultura nos per-
un importante acercamiento al terreno social. Pero, miten pensar, antes que partiendo de las disciplinas
al mismo tiempo, en muchas ocasiones constituyen particulares, desde las problemáticas de los sujetos
también su mayor obstáculo al momento de refle- histórica y culturalmente situados.
xionar en torno a los problemas de investigación 2- Una segunda cuestión se relaciona con el vín-
que se plantean en función de dichas prácticas, culo entre comunicación y educación. Esta relación
principalmente producto del imaginario existente ha sido y puede ser pensada de diversos modos (co-
respecto de las posibilidades de la acción social de mo elementos equivalentes, opuestos o comple-
la comunicación como supuesta herramienta trans- mentarios) y al pensarla como articulación asumi-
parente de solución de conflictos. mos lo que han sostenido Ernesto Laclau y Chantal
Pese a esta permanente tensión entre trayecto- Mouffe, al definir la articulación como “cualquier
rias prácticas de intervención en comunicación y práctica que establezca relaciones entre elementos
educación, institución de un campo de investiga- de manera que sus identidades sean modificadas
ción académica y perspectivas comunicacionales es- como resultado de la práctica articulatoria”. Es des-
tá aún en ciernes la sistematización e indagación de de aquí que sostenemos que en los espacios en
esta articulación en Argentina. Existen por supues- donde se vincula “lo comunicacional” y “lo educa-
to algunas y muy valiosas aproximaciones en nues- tivo” las identidades que ponen en juego esta rela-
tro país y en América Latina de trabajos de recopi- ción se ven modificadas. Y no se trata sólo de ver si
lación de parte de investigaciones en el área y por la relación efectivamente emerge de este modo si-
otro lado reflexiones académicas respecto de la in- no, fundamentalmente, de “hacerla” emerger con
vestigación, así como algunas sistematizaciones de y en nuestras propias perspectivas en las prácticas
experiencias respecto de las prácticas de interven- de investigación.
ción, aunque todavía de modo escaso y fragmenta- 3- En estas tensiones que se plantean al pensar
rio. Y, se está apenas iniciando la articulación entre en términos de transdisciplina y de articulación se
estas trayectorias de intervención y los trabajos de funda la necesidad de “tomar distancia” y desnatu-
investigación que efectivamente se están realizando ralizar nuestro propio espacio. Esto es, asumidas es-
desde la perspectiva comunicacional en la que nos tas cuestiones, un tercer aspecto es, desde el lugar
situamos. Esta situación nos coloca ante algunas que nos toca como comunicadores, trabajar estas
cuestiones que es importante resaltar: tensiones que recorren permanentemente el campo
1- En primer lugar, la necesidad de pensar en y reclaman una redefinición de elementos claves de
términos de transversalidad el campo de Comunica- las miradas comunicacionales. Es probable que así
ción y Educación, entendida como ese “enfoque podamos contribuir a dar cuenta y ampliar las pro-
específico que no trabaja desde lo interdisciplinario blemáticas sociales y culturales que debieran invo-
ni pretende unificar ambas disciplinas en un objeto lucrarse en esta área de conocimientos. Una vez
específico sino que reconoce la pertinencia de una más los elementos internos y externos que implica
mirada que orada las fronteras disciplinares” y “tra- las producción de saberes parecen desdibujarse en
baja a partir del intercambio crítico de puntos de una tensa frontera.

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El proceso de “extrañamiento” si se quiere en - El modo en que se ve la relación medios masivos-
un sentido antropológico que se propone respecto sociedad, uno de los ejes temáticos recurrentes en
de la investigación en el campo se sustenta en dos la discusión del campo.
sentidos: por un lado, desde las perspectivas comu- La perspectiva comunicacional implica, enton-
nicacionales intentado “desnaturalizar” lo comuni- ces, un modo de situarse en el territorio de Comu-
cacional, a efectos de hacer explícita una posición nicación y Educación, y ambos aspectos conllevan
particular; por otro, en el reconocimiento de las la consideración de diferentes referentes, el aborda-
consecuencias que esta posición teórico-ideológica je y la construcción de distintas problemáticas, así
tiene en la identificación de las problemáticas epis- como disímiles estrategias y tácticas metodológicas
temológicas, teóricas y temáticas del campo de Co- en la investigación en Comunicación/Educación.
municación y Educación. Ahora bien, ¿por qué la elección de la expre-
sión/concepto “mirada o perspectiva en comunica-
La “mirada comunicacional” ción” para mencionar el lugar teórico comunicacio-
nal, y no simplemente el de “teorías”? En principio,
El proceso de “desnaturalizar” –en los térmi- y tal como he afirmado en alguna oportunidad7, re-
nos que plantea Bourdieu (1976)– las perspectivas mite a la necesidad de establecer que en lo que a
teóricas y el modo en que se pone en juego la mi- comunicación refiere no está saldada la cuestión
rada comunicacional, tiene una relevancia especial respecto a que si aquello que suele englobarse en
para poder analizar el campo de conocimientos en los clásicos del campo como “teorías de la comuni-
Comunicación/ Educación, por las siguientes cues- cación” son efectivamente “teorías” con las impli-
tiones: cancias epistémicas en tanto cuerpo autónomo y
- por las particularidades de su constitución histó- sistemático de reflexiones.
rica Para hacer referencia a estas “perspectivas” po-
- por su conformación mayoritaria como campo dríamos considerar el concepto de “paradigma”.
académico en las carreras de comunicación Sin embargo, parece no ser del todo apropiada pa- 6 Las diferentes visiones y pers-
- por su necesidad de construirse en la transversali- ra dirimir la cuestión tan luego en el campo por de- pectivas en los estudios de comu-
dad. más inestable de la comunicación. La ya clásica dis- nicación sobre estos tópicos pue-
de recorrerse, entre otras publica-
Antes que –o no solamente– por un sentido de cusión respecto a la existencia de paradigmas en las
ciones y con distintos énfasis, en
búsqueda de consistencia interna en términos teó- ciencias sociales, al menos tal como los propone los siguientes trabajos del campo:
rico-metodológicos. Thomas Kuhn (1962, 1969), y el debate respecto de Mattelart, A. y M. (1997), Wolf,
La perspectiva o mirada comunicacional pensa- su estatuto de disciplinas pre-paradigmáticas o a- M. (1987), Rivera, J. (1987), Oroz-
da como el modo en que se definen y articulan: paradigmáticas tal como propone Roberto Follari co Gómez, G. (2000), BARBERO,
J.M. De los medios a las media-
- Los distintos ejes conceptuales que históricamen- (2000), justifica, si no descartar, al menos dejar en
ciones, op.cit.; Schmucler, H.
te han definido de diversos modos los elementos suspenso el concepto de paradigma. (1997), Entel, A. (1994), Ford, A.
que componen lo comunicacional. Ya se trate de su No obstante, el término, si bien pude ser útil (1994) y, específicamente en refe-
definición en las teorías informacionales como como referencia –en particular en cuanto a la con- rencia a los estudios de la recep-
“emisor/mensaje/canal/código/receptor” y sus deri- sideración de una “matriz disciplinar”–, no apor- ción, Saintout, F. (1998).
7 Véase al respecto el número 29
vaciones actuales; ya sea su comprensión como taría precisión en el desarrollo de nuestros traba-
de la revista Tram(p)as de la Co-
“producción” o “construcción” de sentidos, sus jos en comunicación, dado que se trata de un es- municación y la Cultura, Facultad
antecedentes y derivaciones en las diversas teorías pacio disciplinar en el que justamente la falta de de Periodismo y Comunicación
del sujeto y del discurso social6. consenso en las perspectivas teóricas (aspecto no Social, UNLP.

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menor al referirnos a paradigma) es uno de los nu- el conflicto en el territorio de las significaciones: la
dos problemáticos. politicidad de la comunicación” (Saintout, 2003). Es
Las perspectivas teóricas de la comunicación, en precisamente esta posición la que nos ubica de mo-
particular, si bien surgen en un determinado mo- do particular ante las problemáticas sociales que
mento histórico, que incide en las características de abordamos desde comunicación y educación.
cada una de ellas, coexisten de modo más o menos Uno de los mayores inconvenientes para pensar
explícito en las investigaciones muchos de sus con- la relación en general y la investigación en particu-
ceptos o presupuestos, y, en algunas ocasiones asu- lar en comunicación/educación –tanto en la institu-
miendo desde perspectivas diferentes a los elemen- ciones educativas como en las organizaciones socia-
tos que intervienen en el proceso comunicacional8. les– es el hecho de pensar lo “comunicacional” co-
De este modo, vemos que en el desarrollo de las in- mo transparente, ajeno a lo conflictivo y evidente.
vestigaciones en comunicación/educación falta aún Nos parece “evidente” que en tal o cual espacio
abordar las consecuencias que supone en la cons- “hay”, “no hay” o “puede haber” comunicación.
trucción de los objetos de estudio, en las metodo- Caemos así involuntariamente en el “olvido” de
logías y en las técnicas las implicancias de situar a la aquello que hemos construido como lugar concep-
comunicación como producción social de sentidos y tual nosotros mismos: la idea de comunicación. En
significados, es decir, como materialización social términos marxistas clásicos, diríamos que estamos
del sentido9. convirtiendo a la comunicación en un “fetiche”.
A esta situación, respecto de su estatuto episte- En este sentido, pretender una mirada “natu-
mológico, propia de las ciencias sociales en general, ral” o ingenua, aún de lo aparentemente más evi-
8 En diferentes trabajos, María Im- se suma que al situarnos en Comunicación/Educa- dente, no es más que estar, como plantea Stuart
macolata Vasallo de López (2003) ción en una perspectiva de articulación transversal Hall (Curran, Morley y Walkerdine, 1998), en el
marca esta dificultad en la investi- el concepto de “teoría”, en su sentido más fuerte, “grado máximo de la ideología”, aquel en que se
gación en comunicación y la nece-
nos acerca demasiado riesgosamente a lo “discipli- ha naturalizado la construcción de lo real. Y, por su-
sidad de abordarla.
9 Y, por ejemplo, recuperar aspec- nar”. Por lo tanto, para trabajar lo comunicacional puesto que los investigadores menos que nadie es-
tos de la semiótica pragmática. como un modo de construcción de objeto de estu- tamos exentos de esta cuestión. Pero como contra-
Las implicancias que esto tiene en dios en las investigaciones optamos por enunciarlo peso a esta especie de “olvido” en el que solemos
términos de una investigación im- como “perspectiva” o “mirada” comunicacional caer, en los estudios de la comunicación también
plica, por ejemplo, poner en sus-
para favorecer este proceso de desnaturalización y encontramos ciertas particularidades que nos brin-
penso las perspectivas binarias res-
pecto de la definición de signo, complejización de nuestros objetos de estudio. dan elementos para pensar desde otro lugar, en es-
como “significante/significado”, al Reconocer y explicitar estas perspectivas busca pecial debido a que el fuerte peso de lo “simbóli-
estudiar las representaciones so- establecer –siguiendo a Bourdieu (1993)– un movi- co” como categoría ineludible para pensar a los
ciales. Sabemos que para el mis- miento para pensar a lo “concreto” en términos de medios masivos –referentes privilegiados de los es-
mo Saussure el problema del “uso
cada vez mayores niveles de abstracción y compleji- tudios de comunicación en sus comienzos y aún
de la lengua”, “del habla” y agre-
go, por tanto del “sentido”, en dad. Digamos, parafraseando al mismo Bourdieu en hoy– tempranamente puso de relieve las discusio-
términos sociales, tal como sole- su crítica a la sociología espontánea, salir de la “co- nes y reflexiones respecto a los conceptos más bá-
mos pensarlo desde la comunica- municación espontánea”. Para poder ingresar en sicos de las ciencias sociales.
ción, ingresa en un campo de re- nuestras investigaciones el movimiento que implica También en los estudios de comunicación –tal
flexiones delimitado y que es pos-
“desplazarse de los sujetos y sus prácticas, sus dis- como plantean Jensen y Jankowski (1998)– hubo
tulado como una nueva área de
conocimientos sobre el uso de los cursos, a las dimensiones estructurales, y de allí nue- que volver a pensar en otros términos al sujeto, al
signos en la sociedad. vamente a las prácticas: sentido y fuerza. Incorporar discurso, a la ideología y a la cultura. El modo en

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que se comprenden estas categorías resulta funda- ma del “poder”, de o ubicarlo excluyentemente en
mental para pensar qué es lo “real” al construir un los condicionamientos estructurales.
objeto de estudio, y por ende cómo construir al re- 3- Y, fundamentalmente, entiende a la relación
ferente y qué considerar como problemas para entre las “condiciones materiales” y lo “simbólico”
abordar en el campo; aspectos ineludibles cuando en términos de una articulación que, como tal, mo-
pensamos qué es lo que “se pone en común” y con difica ambos términos de la relación, lo que resulta
qué objetivos lo hacemos. clave para desandar los planteos que oponen “teo-
Es en esta relación entre discurso, ideología y ría” y “práctica” y que, consecuentemente, ubican
cultura que ha anclado gran parte de los estudios a la “investigación” del primer lado y a la “interven-
de la comunicación. En este sentido, debemos se- ción” en el segundo. Negando de este modo a la
ñalar que las teorías del discurso, en tanto atravie- intervención el reconocimiento de los conocimien-
san a los “paradigmas seminales” (Hall, 1994) de tos teóricos que produce, y a la investigación la po-
los estudios culturales, lo son también en las apro- sibilidad de provocar variaciones y/o alteraciones
piaciones que de ellos se realizan en el campo de la que serían propias de la “intervención” y la “con-
comunicación en Argentina, en especial a fines de dena”, por así decirlo, a “corroborar teorías”.
la década del 80 y principios de los 90 cuando ad- Aun si asumimos que la investigación presupo-
quiere una fuerte consolidación institucional la in- ne la producción sistemática de conocimientos y
vestigación académica en comunicación (Saintout, que la intervención se ubica en el plano de la bús-
2003). queda de variación y alteraciones en el “orden” de
la acción, desde esta articulación –tal vez no hege-
Comunicación/Cultura y Educación: algunos apor- mónica– podemos considerar y propiciar otra com-
tes posibles prensión de la relación entre lo “material” y lo
“simbólico”.
Ahora bien, ¿qué incidencias tiene esta mirada Es posible que en este movimiento podamos re-
comunicacional para pensar el campo de Comuni- conocer también desde qué lugares, con qué mo-
cación/Educación? ¿Qué es lo que aporta en este dos y a partir de qué estrategias se producen siste-
territorio particular la mirada desde lo comunicacio- máticamente conocimientos desde la intervención,
nal, que se propone retomar? Visión que vincula crí- al tiempo que atendemos y propiciamos las “varia-
ticamente comunicación/cultura y que tiene, por ciones” y “alteraciones” en la investigación en tér-
cierto, una importante historia en la comunicación. minos de:
Tomando algunos puntos de esta perspectiva, - Variaciones en los supuestos teóricos, antes que
es interesante destacar en principio tres cuestiones “corroboración” de teorías.
acerca de esta vinculación: - Alteraciones en los modos de búsqueda de infor-
1- Asume las matrices sociales y culturales de mación; esto es, en lo “metodológico” y sus mode-
América Latina, lo que permite pensar críticamente los consagrados.
la brecha entre trayectorias prácticas de interven- - Y, especialmente, variaciones y alteraciones en la
ción y campo académico de investigación. clásica posición como investigadores “externos” a
2- Al asumir estas matrices, mira de modo com- las condiciones materiales en las que estamos situa-
plejo la relación comunicación/cultura y hegemo- dos.
nía, lo que permite trabajar referentes y espacios de Ingresando más específicamente a las produc-
producción simbólica y cultural sin relegar el proble- ciones del campo de conocimientos de la comuni-

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cación y la educación, ¿qué implicancias tiene esta ferencia de los Estados Unidos y Europa– en los es-
mirada?, ¿qué resguardos es conveniente tomar tudios sobre educación trabajos pioneros en asumir
para evitar caer en un “culturalismo” demasiado la cultura como “objeto de estudio” como los de
celebratorio de lo individual, en el que se ha incurri- Saúl Taborda fueron relegados a lugares no-hege-
do en no pocas oportunidades? Es interesante, pro- mónicos y recién en los últimos tiempos recupera-
pone Hall10, considerar ambas partes de la proposi- dos. Algo similar ocurrió con Paulo Freire en la
ción de Karl Marx: “Los hombres hacen la historia “academia”11.
sobre la base de condiciones que ellos no han con- En tanto que el sistema escolar como espacio de
tribuido a realizar”. Es decir, no se trata ni de un de- reproducción de saberes legítimos funcionó, al me-
terminismo mecanicista ni de un espontaneísmo vo- nos en alguna medida, las visiones de análisis más
luntarista en el que han caído muchos análisis cul- tradicionales de la educación mantuvieron su cen-
turalistas sino, más bien, de recuperar una mirada tralidad. La evidencia del “desorden” que en apa-
que permita captar la “movilidad cultural” en un riencia producía la cada vez mayor incidencia de la
contexto de crisis orgánica para pensar los proble- cultura mediática en los espacios escolares y en la
mas en comunicación/educación. cultura escolar, acompañado por los factores es-
La particularidad de lo comunicacional de traba- tructurales que desmembraron al sistema educativo
jar sobre referentes lábiles y sumamente móviles co- ante el retiro del Estado durante la década del no-
mo son los productos culturales y la cultura mediá- venta, impulsó tanto a los actores educativos como
tica pensada en el contexto de las transformaciones a los investigadores del campo a “acercarse” de al-
10 En el mencionado artículo el culturales que se intensificaron en el último cuarto gún modo a los espacios comunicacionales12, en la
autor plantea los grandes ejes, el del siglo XX. Considerar la variabilidad, labilidad y lo búsqueda de elementos para dar cuenta de lo que
debate y sus aportes a los estudios inconcluso de la producción simbólica, sin que esto se denominó y cristalizó en las representaciones so-
culturales de las líneas “culturalis- menoscabe los condicionamientos estructurales, ciales como la “crisis educativa”, producto de las
tas” y “estructuralista” al interior
de los mismos. Para profundizar el
nos permite salir de los pensamientos sobre las ins- transformaciones en los modos de priorizar y trans-
debate respecto a las limitaciones tituciones en términos de dispositivo y reproduc- mitir el arbitrario cultural.
del “subjetivismo” en las perspec- ción, aspecto con una larga tradición en algunas vi- Es por esto que la “tradición” si se quiere de la
tivas “culturalistas”, ver el número siones académicas de la educación. comunicación/cultura adquiere una gran potenciali-
dedicado al tema de la revista Zi- El otro aspecto a señalar es el lugar de los estu- dad para “mirar” este espacio en que comunica-
gurat N°2, Carrera de Ciencias de
la Comunicación, Facultad de
dios sobre la cultura en educación. Lo cultural como ción y educación se articulan o, mejor dicho, para
Ciencias Sociales, UBA, noviembre un aspecto a considerar, en tanto arbitrario, estuvo “articular” en estos espacios, más allá de su ubica-
de 2001. siempre estrechamente vinculado a la educación. ción en los “márgenes” del territorio, o tal vez jus-
11 Un estudio en este sentido se En la línea de los estudios culturales en educación tamente por esto.
encuentra en al tesis de maestría –señala Sandra Carli (2001)– autores como Paul Wi- Esta perspectiva incide, en la posición desde la
de Jorge Huergo (2005), donde se
realiza un análisis exhaustivo de
llis, fundamentalmente a partir de su obra Apren- cual se consideran los aspectos problemáticos del
los valiosos aportes de estas narra- diendo a trabajar (1988), constituyen “una referen- campo, en lo que finalmente se constituye como
tivas contra-hegemónicas al cam- cia importante de los estudios culturales” y “diag- problema, y en la elección del referente de la in-
po de Comunicación y Educación. nostican el pasaje de la pregunta sobre el papel de vestigación. Hay muchos “clásicos” en las temáti-
12 Trabajos como los de Silvia la escuela en la emancipación de la clase obrera a la cas del campo que desde esta visión adquieren ca-
Dubschatkzy y algunos de los tra-
bajos de Sandra Carli dan cuenta
pregunta por el papel de los massmedia en la pro- racterísticas muy diferentes como problemas de
de este proceso descrito por los ducción de los sujetos contemporáneos”. Sin em- investigación. Por ejemplo, “Los medios masivos y
propios protagonistas bargo –tal como analiza Carli en nuestro país a di- la violencia en la escuela” se puede asumir como

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problemática social a partir de las inquietudes de reconocer el problema de las vacancias y aspectos
los propios actores sociales, pero la construcción pendientes en las líneas temáticas.
como problema de investigación social puede ser Es a partir de esta diferenciación que comenza-
a partir de entender a la “violencia” o la “indisci- mos por preguntarnos: ¿Cuáles son las problemáti-
plina” como un modo, problemático por cierto, cas del territorio en el nivel epistemológico?, ¿cuá-
pero un modo al fin, de expresar un sentido de la les son los aportes teóricos que desde la epistemo-
experiencia escolar13, o puede asumir un modelo logía de la ciencia podemos considerar para pensar
en que la violencia es un “efecto” externo de los la producción de conocimientos en el territorio de
medios masivos sobre las regulaciones debilitadas Comunicación/Educación?
de la institución escolar, más frecuentes en algu- En principio, y siguiendo a Bourdieu (1983),
nos de los trabajos centrados en lo que Henry Gi- consideramos la definición de campo de comunica-
roux (1990) denomina críticamente “pedagogía ción y educación como espacio no-homogéneo, en
de gestión” de la educación. En particular, aque- el que es posible demarcar áreas visibles -aquellas
llos que “atan” el significante educación a las re- de trabajos con medios masivos y nuevas tecnolo-
presentaciones hegemónicas centradas en la posi- gías- y otras más intangibles -la comunicación co-
tividad axiológica, a la institución educativa en ge- mo transversalidad que recorre las distintas prácti-
neral y a la escuela en particular. Tanto los “resul- cas sociales-. No obstante, podemos ver que se tra-
tados” de nuestra investigación como sus impli- ta de un “territorio” (Barbero y Quiroz, 1993, y
cancias sociales en términos de intervención son Huergo, 1999) aún desordenado, al que si bien es
distintas en función de nuestras proximidades teó- posible recorrer por algunas trayectorias demarca-
ricas y epistemológicas. das –tradiciones y representaciones hegemónicas–
al mismo tiempo se hace necesario “atravesar” por
El desafío de las “arenas transepistémicas” de co- recorridos menos establecidos (Huergo y Fernán-
municación/educación dez, 2000).
Tal como hemos venido sosteniendo, pensamos
Los aspectos problemáticos que atraviesan al a la comunicación/cultura como construcción de
campo/territorio de comunicación/educación pue- sentido, y desde allí iniciamos el recorrido por un
den diferenciarse en tres niveles14: campo relacional como el de Comunicación y Edu-
- Epistemológico, en tanto su propia definició- cación. Asimismo, el modo en que consideramos
n/indefinición como “campo” y las consecuencias dicha relación es en tanto que articulación transdis-
que tienen lugar en la producción de conocimien- ciplinar, a partir de mirar las problemáticas del cam-
tos a partir de la tensión/desconexión del campo po (Da Porta, 2004) más que de buscar uniones dis-
académico con las trayectorias prácticas de investi- ciplinares.
gación, en especial en la Argentina. Señalábamos al comienzo la necesidad de apro-
- Teórico, en tanto preeminencia de las teorías ximarnos a nociones que desde la epistemología de
comunicacionales más simplificadoras y funcionales la ciencia nos permitan conocer y comprender más 13 Ver los trabajos de Silvia Dubs-
a una excesiva “escolarización” e “instrumentaliza- y mejor el territorio en el que trabajamos. En la lí- chatkzy y Cristina Corea, así como
ción” del campo en nuestro país. nea más tradicional de la epistemología de la cien- los de Sandra Carli, entre otros.
14 En este artículo, retomamos
- Temático, a partir de un recorrido que pun- cia, recordemos que fue Robert Merton (1942)
los aspectos más vinculados al ni-
tualice en algunas de las líneas de investigación tra- quien planteó la idea de regulación autónoma de la vel epistemológico de la proble-
bajadas en América Latina y Argentina, es posible comunidad científica en su búsqueda de la verdad, mática.

75
mediante normas que regulan su funcionamiento en el campo científico, ya que en las relaciones en-
–comunalismo, universalismo y escepticismo orga- tre los científicos no necesariamente16 opera la
nizado– otorgando al conocimiento un carácter apropiación de trabajo ajeno, sin lo cual cae la idea
acumulativo. de “capital” sobre la que Bourdieu propone la com-
Al plantear la relación de lo externo en la pro- paración siguiendo la teoría marxista.
ducción de conocimiento interno, es Thomas Kuhn La autora propone, entonces, la existencia de
quien marca en el contexto histórico una ruptura en un espacio de “arenas transepistémicas” de acción
esta línea de reflexiones. No obstante, vemos que para dar cuenta tanto de las relaciones de recursos
en verdad en los períodos de ciencia normal el fun- entre científicos –no necesariamente de conflicto si-
cionamiento de la ciencia para Kuhn no difiere en no también de cooperación– como de las relaciones
mucho del modelo analítico/explicativo de Mer- de los científicos con otros actores sociales (Kreimer,
ton15. En este terreno, será Bourdieu quien con su 1994). Y esto es lo que nos interesa particularmen-
concepto de “campo”, entendido en tanto “lugar te para considerar y analizar las relaciones entre in-
de objetivación de las relaciones y de las distancias vestigación/intervención, uno de los puntos proble-
entre clases y grupos, a partir del acuerdo de ínter máticos en comunicación/educación. Así, como
subjetividades, pero desde agentes que han intro- sostiene Pablo Kreimer, “las variables de tipo cogni-
yectado lo social en su “habitus” partiendo de sus tivo interactúan con las variables de tipo social,
prácticas sociales”, se posicione desde las teorías puesto que las arenas transepistémicas son, en este
sociales del conflicto en los estudios sociales de la sentido, más amplias que el concepto de campo
ciencia. Sin embargo, esta concepción no deja de (puesto que involucran a otros actores) y más estre-
presentar algunas limitaciones para pensar la pro- chas (puesto que consideran también el proceso de
ducción de conocimientos en el espacio que nos producción de conocimiento en sus prácticas coti-
ocupa, ya que un cierto economicismo determinis- dianas)”.
ta en el planteo deja afuera la posibilidad de anali- Asimismo, las características iniciales del “terri-
zar otro tipo de relaciones históricamente presentes torio” que abordamos implican una cierta distancia
en las trayectorias de Comunicación/Educación que en cuanto a la posibilidad de sostener en toda su di-
no necesariamente están regidas por la lógica de la mensión la definición teórica para pensar la comu-
acumulación. nicación y educación como un “campo”. En este
Por esto –y tal como he señalado en otros tra- sentido, y siguiendo entre otros a Barbero, Quiroz y
bajos– se asumen como parte de nuestra visión teó- Huergo, preferimos hablar de un “territorio” de
rica las observaciones que respecto al concepto de Comunicación/Educación.
campo, y particularmente de capital simbólico en su La noción de territorio permite pensar en los
relación a la producción de conocimiento científico, términos más flexibles de una topografía en la me-
ha realizado la epistemóloga Knorr-Cetina (1996). dida en que ésta –a diferencia de un mapa del cam-
Respecto de los estudios sociales de la ciencia, esta po con demarcaciones más definitivas– permite se-
autora se sitúa en la perspectiva del conflicto que ñalar referencias -zonas, intersticios, accidentes,
15 Ver al respecto de esta cues- en este terreno inaugura Bourdieu, pero cuestio- honduras, elevaciones– a un territorio más reducido
tión el artículo de Pablo Kreimer nando la racionalidad mercantil que está presente y relativo. Esta perspectiva teórica tiene asimismo
(1994).
en su planteo como única lógica. Puntualmente, lo consecuencias generales en lo metodológico y en
16 Lo que no quiere decir que no
ocurra, sino que no es lógicamen- que se cuestiona es la analogía entre la concepción particular en cuanto a la selección del campo mate-
te “necesario” que así sea. de “capital” y la metáfora de “capital simbólico” rial sobre el que se trabaja.

76
Por otra parte, creemos que considerar el terri- sentidos a partir del cual el otro significa su expe-
torio desde la noción epistemológica planteada riencia. Por lo tanto, resulta necesario someter a vi-
nos acerca a las líneas que piensan al poder en tér- gilancia epistemológica los tres tipos de reflexividad
minos de hegemonía, lo que permite recuperar la que deben considerarse: 1) la del investigador en
discusión del problema del poder en el terreno de tanto miembro de su propia cultura, 2) la del inves-
la cultura –de modo no reproductivista– vinculada tigador en cuanto tal, con sus perspectiva teóricas
a la producción del conocimiento. Esta asunción y epistemológicas, a las que también hay que des-
teórica nos distancia tanto de las perspectivas del naturalizar, con sus habitus disciplinarios y su epis-
“orden” como de las de la “dominación”, y nos temocentrismo y 3) las de la población en estudio,
sitúa entre aquellos autores que sostienen las rela- en definitiva nuestro objeto de conocimiento.
ciones de poder como procesos de construcción Es por esto que explicitar la perspectiva teórico-
de hegemonía, en los que existe una tendencia ideológica, comunicacional en este caso, no sólo tie-
hegemónica que nunca es total o no contestada ne un sentido epistemológico en la construcción del
(Williams, 1977). campo sino también implicancias ético-políticas. Por
un lado, al situar explícitamente la relación del in-
Estrategias posibles desde la comunicación/cultura vestigador con sus condiciones materiales; por otro,
en el ejercicio de nuestra reflexividad, tal como plan-
Las estrategias de investigación desde la comu- tea Guber, con nuestro propio sistema de prejuicios
17 El diseño de la estrategia toma
nicación/cultura en educación reclaman una com- teóricos; por último, y tal como he afirmado en
elementos de la propuesta plan-
plejidad cada vez mayor en función de los objetos otras oportunidades, en el reconocimiento y la teada por el investigador mexica-
de estudio emergentes. De allí que abordar un es- asunción de la desdibujada línea que separa los as- no Jorge González (1997) para el
tudio en un espacio de pertenencia requiere tener pectos internos/externos de la “ciencia”. estudio de los frentes culturales,
muy presentes las previsiones que, en términos ge- Es así que en las diferentes investigaciones he- en cuanto a la necesidad de con-
siderar para el análisis cultural
nerales, asumen las investigaciones sociales. mos procurado trabajar desde una estrategia meto-
una “polifonía metodológica”, lo
En principio, nos situamos desde una perspecti- dológica de “abordaje múltiple” que permita con- que implica el relevamiento de in-
va cualitativa, en las trayectorias que se ubican en siderar los diferentes niveles y tipos de información formación en distintos niveles de
el llamado “giro cualitativo” en las ciencias sociales, necesarios dada la complejidad del territorio. Y, en análisis. Los “frentes culturales”,
ocurrido al interior del “giro lingüístico” (Winges- ese sentido, aproximarnos a la estrategia metodo- en la doble acepción en que Gon-
zález los propone, como “zonas
tein) que permitió avanzar en la construcción de sis- lógica para el abordaje cultural que postula la con-
fronterizas” y como “frentes de
tematicidad para trabajar con lo cualitativo (Jensen sideración independiente pero articulada de cuatro batalla”, nos permiten entender
y Jankowsi, 1993). El otro punto importante a seña- niveles: estructural, trayectorial, situacional y sim- la relación comunicación y educa-
lar es que investigar en espacios de articulación re- bólico17, como una apuesta para transitar en la ción desde dos dimensiones: la de
quiere, tal como hemos señalado, de una fuerte inestabilidad del territorio. los “espacios comunes” (zonas
fronterizas), en donde se han con-
“vigilancia epistemológica” (Bourdieu, 1983), así
solidado elementos compartidos
como de un alto nivel de “reflexividad” para situar- Bibliografía –especialmente culturales– entre
se en los intersticios de los límites tradicionales de agentes sociales distintos, lo que
las disciplinas. - BOURDIEU, P. “El campo científico”, en Redes. Re- construye la visión hegemónica y
Esto tiene un correlato en términos de métodos vista de Estudios Sociales de la Ciencia Nº 2, Vol. 1, los sentidos compartidos; y la de
la “diferencia” (frentes de batalla)
y técnicas, e implica considerar –tal como propone 1996.
en las luchas simbólicas y las ne-
Rosana Guber (2001)– que todo proceso de investi- - _____________ Campo de poder y campo intelec- gociaciones de los distintos agen-
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79
Actores, cultura e identidad en el suplemento “50 aniversario de Pregón” El acto hegemónico no será la realización de
una racionalidad
El irrenunciable desafío estructural que lo precede sino un acto de
construcción radical
de trabajar por Jujuy y su gente* Ernesto Laclau (1993)

El objetivo de este trabajo es analizar el suple-


mento 50° aniversario del diario Pregón de Jujuy. Lo
que define nuestro interés, en un corpus que podría
considerarse acotado1, se relaciona con un trabajo
previo de análisis de prensa gráfica que nos ha per-
mitido observar la reticencia de este diario –el más
antiguo de los periódicos locales actuales y eslabón
Por Ramón Burgos y Alejandra García Vargas obligado en los procesos locales de “circulación cir-
cular de la información” (Bourdieu, 1997)– a expo-
Ramón Burgos: Licenciado en Comunicación Social por la Facultad de Humanidades y Ciencias ner abiertamente una opinión editorial. El suple-
Sociales de la Universidad Nacional de Jujuy. Doctorando en Comunicación en la Facultad de mento aniversario, autocelebratorio del mismo me-
Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata. Docente del semina- dio, muestra la posición del diario en la discusión en
rio “Comunicación Alternativa” e investigador del Departamento de Ciencias de la Comunica- torno a lo jujeño, y particularmente en torno a la
ción (FHyCS, UNJu). Becario de formación de posgrado del CONICET. cultura jujeña. Consideramos que, de ese modo, los
textos del suplemento se convierten en una pieza
Alejandra García Vargas: Licenciada en Comunicación Social por la Escuela de Ciencias de la privilegiada para comprender el papel de Pregón en
Información de la Universidad Nacional de Córdoba. Doctoranda en Ciencias Sociales en la Fa- la producción, circulación y reconocimiento de sig-
cultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Tucumán. Profesora Adjunta a cargo nificaciones en torno a la cultura e identidad loca-
de “Sociología de la Comunicación” en la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la les. El abordaje de este caso nos permite analizar de
Universidad Nacional de Jujuy y Profesora Asociada de “Introducción a los Estudios de la Co- qué manera una conmemoración “periodística” ex-
municación” en el Departamento Académico San Salvador de la Universidad Católica de Santia- pone tensiones en el proceso de construcción iden-
go del Estero. titario de lo jujeño ya que, como sostiene Bronislaw
Baczko (1991), los medios construyen y distribuyen
los imaginarios sociales, las representaciones globa-
* Una versión previa de este tra- les de la vida social. O sea que la información esti-
bajo fue presentada en las XI Jor- mula la imaginación social, y los imaginarios esti-
nadas Nacionales de Investigado-
res en Comunicación, realizadas mulan la información, en un proceso de circulación
en Mendoza en octubre de 2007. continua, en la que los fenómenos se contaminan
1 La primera limitación a señalar permanentemente unos con otros, en “una amal-
proviene de tomar un suplemento
gama extremadamente activa a través de la cual se
y no el cuerpo central del diario
en una serie o un período cons- ejerce el poder simbólico”.
truido ad hoc, a la que se suma el Se propone, entonces, un trabajo de interpreta-
hecho de la excepcionalidad del ción en distintos movimientos. Todos, buscan dar
suplemento que celebra el 50°
aniversario. Sin embargo, y como cuenta de las efectivas formas de la significación en
se expone en este trabajo, es jus- torno al papel del diario Pregón en la trama social

80
jujeña, con especial mención a sus articulaciones De esta manera, el suplemento reproduce lo
privilegiadas con la identidad y la cultura. En primer que el periódico afirmara el 12 de junio de 1959:
término, nos ocuparemos de qué es lo local y lo ju- “(...) somos una esperanza y desde aquí iremos
jeño en las páginas de este suplemento, trabajando recogiendo ideales e ilusiones. Estaremos en el de-
además sobre las maneras en que estas operaciones bate de la Argentina para servir también a la Repú-
para pensar estos términos se capitalizan y refuer- blica que agita banderas de heroísmos y de comba-
zan en la presentación del propio medio, produ- te. Queremos ser el alma luchadora de los humildes
ciéndose una identificación entre lo local, lo jujeño del norte, que han venido soportando muchos años
y el diario. Después, se analizarán dos núcleos fun- de frustración y egoísmos. Queremos ser realidad y
dantes en el trabajo de representación menciona- esperanza de esta provincia que amamantó héroes
do: la “patria chica” y la “familia”. Finalmente, ve- y que irradia su tradición hidalga a lo largo de la Pa-
remos cuál es el alcance que postula Pregón para su tria. Por ello Pregón sale a la calle con una línea in-
propia actividad, y cuáles son las ideas de cultura e dependiente, sin ataduras de ninguna naturaleza,
identidad para las que se propone a si mismo como sin compromisos políticos o partidistas2 o persona-
referente. les. Estaremos al servicio de todas las causas no-
bles” (Citado en Pregón, 2006e).
“Un diario netamente jujeño”
Varios puntos de interés surgen de estas prime-
El suplemento aniversario se ocupa de recorrer, ras citas. El nacimiento del diario se relata a partir
celebrándolos, los 50 años de diario Pregón. Este de lo “auténticamente local, de fuerte espíritu loca-
periódico nació el 24 de enero de 1956, aunque la lista” (Jorge, 2006), que marca sus páginas hasta el
historia de Annuar Jorge como director comenzó a día de hoy.
escribirse tres años después, el 10 de junio de 1959. Lo local, que se puede observar “como una re-
La impronta del nuevo director se impuso rápi- presentación y una práctica de pertenencia a un lu- tamente esa excepcionalidad la
que nos permite dar cuenta de la
damente, mediante su propuesta de “promover y gar a partir de las cuales se definen los límites de un
autoadscripción del diario a deter-
proteger la identidad del pueblo jujeño”, ante la territorio que, desde el punto de vista de los suje- minada tradición histórica y cultu-
imposibilidad de las fuerzas vivas de Jujuy de “ex- tos, posee una identidad que lo distingue de otros ral. Sobre los recaudos relativos a
presar sus pensamientos” por “carecer de un me- territorios” (Safa, 1998), no es unívoco. El periódi- las potencialidades y limitaciones
del análisis de suplementos perio-
dio propio” (Jorge, 2006). co produce su versión reforzando la idea de lugar dísticos puede verse Dávila, García
Según relata Jorge en el suplemento: de nacimiento y genealogía como sus característi- Vargas y otros (1997).
cas definitorias de lo local, distanciándose –como 2 Es necesario recordar que, trein-
“(...) eran muchos los diarios foráneos que en- iremos viendo– de lo salteño y en tensión con lo na- ta años después, el director del
diario fundaría el MUR, un parti-
traban a la provincia. La circulación de medios aje- cional. Son reiteradas las referencias a que es un do de alcance provincial que lo
nos a la provincia, inculcaban una mentalidad que diario que “se escribe, se arma, se imprime y se dis- llevó a ocupar una banca senato-
pocas veces o nunca trasuntaban el pensamiento tribuye en Jujuy con manos jujeñas” (Elvira Romero rial por la provincia, y que en va-
rias ocasiones se postuló como
de los jujeños y mucho menos defendían los intere- de Guzmán. Pregón, 2006l)3. candidato a gobernador.
ses generales de esta provincia. Estábamos intelec- Se produce, además, una conjunción entre “lo 3 Actualmente hay dos diarios de
tual y materialmente dominados por intereses aje- local” y “lo jujeño”. Es notorio, en el trabajo de re- tirada provincial. El Tribuno de Ju-
nos”. Para revertir esta situación -concluye- “es que presentación de lo jujeño en el suplemento, el sos- juy se imprime en Salta y un por-
centaje pertenece a la familia del
asumimos con vocación y seriedad, con amor de ju- tenimiento de una tradición selectiva (Williams, gobernador salteño Juan Carlos
jeños, este desafío” (resaltados nuestros). 1977) que lo remite a un relato épico de los mo- Romero.

81
mentos constitutivos de la identidad local, tanto en único y lineal, se relaciona con el fortalecimiento de
su vinculación con la colonia como con el nacimien- un rol productivo determinado para Jujuy (dentro
to de la Nación, vía el papel sacrificado y valiente de la economía regional y nacional) y con el papel
desempeñado por Jujuy desde su fundación y en las de apoyo que cumple el medio en ese camino. Así,
guerras de la independencia. se asevera que Pregón “siempre ha apoyado incon-
De esta manera, se representa a Jujuy, como dicionalmente la producción de tabaco y la produc-
“un pueblo que fue escudo norte en la guerra por ción agrícola en general” (Giulivo Macina. Pregón,
la emancipación” (Tte. Guillermo Tabernero. Pre- 2006l), y que es clara su “influencia positiva en el
gón, 2006l, resaltado nuestro). Parafraseando a desarrollo de las actividades económicas de Jujuy”
Grimson, esta conceptualización heroica “se articu- (Kamal Musri. Pregón, 2006l).
la con la pretensión de configurar o ratificar una he- En 1994, Belli y Slavutsky relevaron tipos de
gemonía y que en ella el pasado seleccionado viene acercamiento local a la identidad jujeña, y todos
a ratificar un orden contemporáneo” (2004: 180). pueden encontrarse en los enunciados de (y sobre)
En ese sentido, es necesario resaltar que el “Éxodo Pregón. Estos autores sostienen que:
Jujeño”4, remite -fundamental pero no únicamente “Una respuesta convencional puede tomar lími-
a partir de operaciones de significación propuestas tes de orden jurídico -se es jujeño porque se nació
por la elite local- al momento definido como fun- aquí-. Otro modo enunciativo de marcar identidad
dante de la “jujeñidad” y constituye una muestra jujeña, por parte de los agentes es indicar rasgos,
de adhesión que hace referencia a la “unidad de to- signos distintivos: el jujeño ama a su tierra, celebra
do el pueblo por encima de las diferencias” (Kara- con unción ‘el éxodo jujeño’, ofrenda a la Pacha
sik 1994). Mama, festeja el carnaval, es muy católico y venera
4 El Éxodo Jujeño aconteció el 23
La unidad como componente también central a sus santos, etc.; o bien señala diferencias nítidas
de agosto de 1812. Un Bando del
General Belgrano ordenó la retira- para la representación de lo jujeño y lo local se ca- (que suelen tomar la forma de oposiciones) con la
da de todos los pobladores y la pitaliza para el relato que el diario hace sobre su vecina provincia de Salta y con los sureños, especial-
destrucción de todo aquello que propio papel en la sociedad jujeña, proponiéndose mente marcado para el caso de los cordobeses y
no se pudiera transportar, con el
objetivo de “dejar tierra arrasada” como “el indiscutido” y “auténtico diario de los ju- porteños”.
a los realistas: “Llegó, pues, la jeños” (Pregón, 2006g; Pregón, 2006d). Este relato Por último, la mencionada referencia a la cons-
época en que manifestéis vuestro es coproducido por los actores seleccionados por el trucción de jujeñidad por oposición a Salta y al
heroísmo y de que vengáis a reu-
diario, quienes afirman que Pregón “es el pan de “sur” también se trabaja para caracterizar a Pre-
niros al Ejército de mi mando, si
como aseguráis queréis ser libres” todos los días” (Ana María Berbel. Pregón, 2006l), gón. Es así que en la cita inicial, Annuar Jorge
(29/7/1812). es -en definitiva- “el diario de Jujuy y su pueblo” (2006) destaca la presencia de medios “ajenos” y
5 No deja de llamar la atención (Silvia Rey Campero. Pregón, 2006l). “foráneos”, y resalta -en este sentido- la necesidad
que en el suplemento del diario
que aspira a “una provincia (…) Las posibilidades de asumir una representativi- de contar con un medio “jujeño”, que defienda
en paz y democracia, (...) que per- dad “indiscutida” y “auténtica”, que además y “los intereses generales de la provincia”.
mita una mejor calidad de vida principalmente es única, no sólo usa instrumental- En primer término, la adjetivación nos remite al
para (…) todas sus instituciones”
mente el pasado (mediante el sostenimiento de de- estilo discursivo utilizado por la última dictadura mi-
(Pregón, 2006b) aparezca la foto-
grafía del dictador Jorge Rafael Vi- terminada tradición selectiva), si no que también litar para constituir su idea de ser nacional (en este
dela, mientras se sostiene que imagina un futuro en el que el periódico se postula caso podríamos pensar en el Ser Jujeño)5 a partir de
“todos los lectores de Pregón se como actor central en su compromiso con “el cre- una mirada esencialista que alude a ciertos rasgos
ven reflejados en sus páginas y to-
dos los sectores están presentes” cimiento de la provincia” (Pregón, 2006k). Este cre- culturales vinculados a los valores patrióticos, occi-
(Pregón, 2006l). cimiento, cuya dirección y trayectoria se presume dentales y cristianos, ignorando o evitando atender

82
al carácter “inestable y por siempre precario de la como en su vinculación con los intereses producti-
identidad” (Bauman, 2004). vos de la provincia. En ese sentido, el medio se con-
En la cita de Jorge, la necesidad de contrarres- sidera partícipe principal de una “ingeniería de las
tar estos discursos que “inculcaban mentalidades almas” basada en una pretensión normativa de de-
ajenas”, aparece como importante, sobre todo te- finición y defensa de valores morales y sociales que
niendo en cuenta que: “mucho de lo que se cono- se sostienen principalmente mediante el fortaleci-
ce proviene de los mensajes emergentes de las pá- miento de la familia y de la provincia. Es así que el
ginas de Pregón, las que construyen una mirada del propio diario asume “la compleja misión de defen-
mundo. (…) Pregón aporta positivamente en la per- der y resguardar valores morales y sociales” (Pre-
cepción de la realidad y precisamente por ello la co- gón, 2006g). Y afirma que “es necesaria” la valora-
munidad lo incorpora a su vida” (Pregón, 2006a). ción de sus contenidos “por parte de la comunidad,
En su trabajo de representación sobre lo local, puesto que estos son mensajes orientados a forta-
Pregón aporta material de construcción para el con- lecer la familia y la provincia” (Pregón, 2006j).
senso público y fija condiciones de establecimiento Nos detendremos, entonces, en los términos
y mantenimiento de una hegemonía ideológica particulares en que son caracterizadas la familia y la
(Van Dijk, 1997). Se comprueba además que, como provincia.
sostienen Rubens Bayardo y Mónica Lacarrieu Pregón relata su propia historia diciendo que
(1999), “el papel de los medios, más allá de contri- “la aparición de un estilo periodístico íntimamente
buir a la difusión de ciertas narrativas de la globali- emparentado con las necesidades y las expectativas
zación, también produce estrategias de localiza- de toda una provincia, no tardó en despertar el in-
ción”. terés de la comunidad, cuyos actores no dudaron
Pero quizá lo más interesante es observar cómo en sumar sus aportes para enriquecer una corriente
el tipo de operaciones para pensar lo local y lo juje- de pensamiento orientada a lograr el beneficio ge-
ño se capitaliza y refuerza en la presentación del neral para el conjunto de los jujeños” (2006g).
propio medio, produciéndose una identificación en- La versión de su historia por el propio medio es
tre lo local, lo jujeño y el diario. Sobre todo, porque refrendada por la opinión de los ciudadanos jujeños
la clave en la que se produce esta construcción es la que el periódico ha seleccionado para opinar, quie-
dictada por las elites locales. Siendo el suplemento nes destacan en forma continua el papel del diario
un apartado excepcional del periódico, sin zonas que “siempre se hizo eco de la problemática social
blandas que vuelvan ambiguas o tensen las repre- de Jujuy” (Rita Alvarado de Martiarena. Pregón,
sentaciones, su adscripción a las formaciones dis- 2006l) y “actuó atendiendo a las necesidades de la
cursivas de las elites locales resulta evidente. Pro- patria chica” (Walter Barrionuevo, Op. cit.), com-
fundizaremos el análisis de esta identificación en el prometido “con la vida de los jujeños” (Ester Pro-
siguiente apartado. madache, Op. cit.).
En definitiva, se destaca su “contribución” a la
“La patria chica” y “la familia” “educación de la población” (Julio Avelino Costas.
Pregón, 2006l), “su presencia en el campo de la
El proceso de identificación que mencionamos formación social y cívica” (Pregón, 2006a) y se coin-
tiene varias aristas además de las que hacen refe- cide con que “es parte de la vida espiritual de cada
rencia a la particular condición de “jujeño” de Pre- uno de los que habitamos en Jujuy” (Carlos Jure.
gón, tanto en su proceso de gestación y producción Pregón, 2006l).

83
En todos los casos, el compromiso de Pregón se guez. Pregón, 2006l, resaltado nuestro). Por su par-
establece con la pretensión moralizante menciona- te, la cónsul de Chile en Jujuy, Paulina Diuana de
da, y en un radio de acción que incluye a “toda” la Zamar, expresa que “el matrimonio Jorge ha traba-
provincia, unificando posibles conflictos o diferen- jado siempre por esta provincia y por el país; son ju-
cias en su espacio (tanto físico como social), y reu- jeños, hijos de extranjeros y aman tanto a esta pro-
niéndolos bajo la idea de “patria chica”. vincia que son, creo yo, más argentinos y más juje-
Pero además de esta alta misión educativa, la li- ños que muchos que se jactan de serlo” (Pregón,
gazón con Jujuy se atribuye al “amor” que los di- 2006l, resaltado nuestro).
rectivos del diario expresan permanentemente ha- Bajo un intento halagador, vemos cómo se ex-
cia “Jujuy y su gente” (Jorge, 2006); es el amor el presan juicios de valor que construyen diferencias (y
que legitima a los directivos del diario a emitir “pa- desigualdades). ¿Por qué una maestra considera
labra autorizada” (Cura, 2006). Este afecto no sólo necesario resaltar la excepcionalidad del hijo de un
es expresado en las páginas del diario sino en los di- extranjero miembro del grupo inmigrante ultrama-
ferentes emprendimientos llevados adelante: “¡Los rino más numeroso de los valles jujeños a la hora de
propietarios de Pregón han luchado tanto y han he- valorar su aporte?
cho cosas tan lindas por la provincia!” (Amparo de Esta situación se complementa con lo afirmado
Alonso. Pregón, 2006f)6. Complementando el rela- por la cónsul chilena: ¿quiénes serían los argentinos
to épico, este comportamiento llega a definirse co- que se jactan de serlo? ¿Los que no son hijos de ex-
6 La familia Jorge ha realizado nu-
merosos emprendimientos empre- mo una actitud “honesta y patriótica” (Antonio Al- tranjeros? Vemos cómo en estos relatos subyace
sariales, entre los que se destacan varado. Pregón, 2006l). una tensión con la idea sobre lo nacional, en tanto
la construcción del “monumental Detengámonos un momento en cómo se define su “construcción resulta conflictiva, implica intere-
edificio” (Pregón, 2006c) donde
funciona el periódico, el Hotel In-
y caracteriza, en este suplemento, a la familia (otro ses contradictorios, disputas y dominios” (Ortiz,
ternacional –que fue “el puntapié de los puntales en la obra del periódico). En primer 1998). En este caso, no es sólo el nacimiento lo que
inicial para que San Salvador deja- término, se habla de una “familia” en particular, y habilita la nacionalidad si no también una genealo-
ra de ser chata” (Jorge, 2006)–, el
es la del fundador y director del diario. A partir de gía específica, que no incluye en su línea -o lo hace
Barrio Privado Pregón y la cons-
trucción “titánica” del shopping esta familia particular, se predican rasgos generales imperfectamente- a los hijos de extranjeros.
que “va a cambiar la proyección para construir una imagen, que postula a “la fami- Sin dejar de lado la mención a la inmigración, la
del centro de la capital” (Raúl Siu- lia” como una de las bases del periódico y de la so- intervención de Pedro de Michel advierte sobre
fi. Pregón, 2006l).
7 El reclamo de inclusión nacional
ciedad jujeña. Adentrémonos, entonces, en la ca- otros rasgos importantes para definir la familia
“no es, naturalmente unívoco, y racterización que se hace de la familia Jorge, en la cuando sostiene que “es una familia ejemplar, del
constituye un espacio político- que se destacan dos rasgos. tipo árabe, unida, en la cual se respeta al patriarca
ideológico donde se enfrentan Por un lado, hay una mención a lo familiar que y los demás, aunque no opinen lo mismo, cuando
fuertes contradicciones. Bajo cier-
tas condiciones podrán priorizarse opera en el mismo entramado genealógico que ha- se decide algo, apoyan esa decisión hasta el final,
los aspectos más reaccionarios del bilita legitimidades diferenciales, ya mencionado en en todo su éxito” (Pregón, 2006l). De modo que,
discurso de la nacionalidad (la ad- relación con la tradición histórica selectiva vincula- pese a que la autoridad patriarcal se encuentra en
hesión a la cultura oficial, la hosti-
lidad contra los bolivianos), pero
da a la colonia y las guerras de la independencia pa- decadencia en la sociedad occidental (Jelin, 1998),
bajo otras condiciones puede re- ra dotar a Jujuy de un papel heroico en la construc- la concentración del poder en la figura del padre
presentar la demanda de partici- ción de la nación7. Es así que la maestra de primer aparece como un rasgo valorado positivamente.
pación y democratización real de grado de Annuar Jorge afirma que “no era un niño En cuanto al alcance de la misión del periódico,
la sociedad, al amparo (de) la co-
mún membresía al sistema políti- más de las innumerables familias de la colectividad en el compromiso asumido por el diario con Jujuy,
co” (Karasik, 1994). árabe de Perico” (María Lidia Ontiveros de Rodrí- los ideales periodísticos -si bien importantes- empa-

84
lidecen frente a los deberes vinculados a la defensa “Nuestra provincia ofrece a quienes nos visitan una
de la patria chica”. Dice el diario que aún cuando diversidad de lugares referenciales, que sintetizan lo
“Pregón se erige en la fórmula adecuada para per- que es la rica historia de los jujeños, el sentir cultu-
mitir la democratización de la información, con una ral y la identidad de Jujuy”.
clara e inequívoca actitud idealizadora” (Pregón, De esta manera, “se busca construir una identi-
2006g: 10), los intereses de la provincia quedan por ficación que logre agrupar al conjunto de los juje-
encima de “mostrar la verdad de lo que ocurre en ños” (Burgos, e/p). Al igual que hace con la figura
un lugar, (…) misión fundamental de todo medio del Lobo jujeño o de la Quebrada de Humahuaca,
de comunicación” (Pregón, 2006a). Esta convicción en el suplemento aniversario Pregón se propone a
lleva al diario a afirmar que “cuando el compromi- si mismo como una referencia cultural e identitaria
so ante una sociedad echa raíces en lo más profun- para los jujeños, a partir de la selección de “un con-
do del corazón de una provincia, la presencia de un junto de símbolos, conductas, expectativas, com-
medio de comunicación trasciende ampliamente la partidas por aquellos que viven en su territorio”
sola obligación de divulgar la realidad”8. (Ortiz, 1998). En el siguiente apartado, veremos
¿En qué se basa y cuáles serán los alcances de cuál es el alcance de estas dimensiones (cultural e
esta trascendencia, de este “ir más allá” de lo pe- identitaria) en el marco del propio diario.
riodístico como actor importante de la comunidad
jujeña? Pregón: un espacio para la cultura y la identidad ju-
Para responder lo primero, puede observarse jeña
que el fundamento de este compromiso se presen-
ta como construido a partir de “una profunda con- Como hemos visto, las referencias a la cultura y
fianza recíproca entre el Diario de Jujuy y su gente” a “la” identidad de Jujuy son varias y su promoción
(Pregón, 2006g), por lo que se propone que el fes- aparece entre los objetivos de Pregón, que “permi-
tejo por el aniversario -que “es de todos y cada uno tió desde su primera edición el libre acceso a con-
de los jujeños” (Pregón, 2006ll)- no haya pasado textos y realidades sociales, permitiendo la cons-
inadvertido “para ningún jujeño” (Pregón, 2006h). trucción de la cultura popular y el sentido e identi-
Raúl Ulloa, presidente de Gimnasia y Esgrima de dad de una comunidad” (2006a):
Jujuy, sintetiza este pensamiento afirmando que “La cultura popular puede ser considerada el
8 Casi como un Manual de Estilo,
“Diario Pregón es todo, es Jujuy, es la historia, es la espacio desde el cual la gente da sentido y edifica
continúa Pregón, “surge de esta
familia, la sociedad, la política, el deporte; en esos una identidad. Pregón desempeña un rol funda- manera, lo que bien podríamos
ejemplares vi la lucha de Horacio Guzmán, de Mar- mental en este proceso, a partir de su condición de calificar como un arte. El arte de
tiarena, de Snopek; cuando se inauguró la casa Ba- agente multiplicador de la verdad y la información saber articular una línea argumen-
tal tendiente a mejorar la calidad
rrau… Eso es Pregón, la vida de todo un pueblo” veraz, elementos calificados como centrales para la de vida de la sociedad en la que
(Ulloa, 2006). cultura popular por los más reconocidos estudiosos el medio está inserto; de interpre-
En cuanto la segunda dimensión (la trascenden- del comportamiento social”. tar correcta y acabadamente las
necesidades emergentes de una
cia del papel periodístico de “Pregón” por sobre la Esta inscripción dentro de la cultura popular lla-
comunidad que pugna constante-
importancia de su rol como actor social), estimamos ma la atención –incluso a partir de la misma noción mente por tiempos mejores y fi-
que se relaciona con la capitalización, por parte de de cultura popular, que se vincula a la prescripción nalmente de desafiar todos y ca-
Pregón, de diferentes ejes de identificación muy po- del comportamiento social–, teniendo en cuenta da uno de los escollos que con
seguridad aparecen en la labor
tentes en Jujuy, y que se utilizan para construirse a cuáles son las manifestaciones culturales que el dia- cotidiana de informar y liderar co-
sí mismo como “un referente” (Pregón, 2006i). rio coloca en el suplemento y que nos remiten a una rrientes de acción social” (2006a).

85
definición estrecha, en el sentido de “cultura cultiva- muy importante en el desenvolvimiento de la cultu-
da, alta cultura” que menciona Gilbert Rist (2000): ra en Jujuy” (Oscar Marín. Pregón, 2006l). En este
“el sentido ‘restringido’ lo es doblemente: por un la- sentido se sostiene que “en Pregón se encuentra
do, porque sólo se refiere a prácticas específicas (re- toda la actividad cultural de la comunidad” (Silvia
lacionadas con el ‘buen gusto’) y, por otro, porque Cornejo de Casas. Pregón, 2006f) y se advierte que
esta forma de aislar las actividades humanas no se “en el marco de nuestra cultura es necesario que
puede generalizar al conjunto de las sociedades”. todos los sectores tomen conocimiento de lo que es
Por su parte, resulta de interés dar cuenta de la netamente artístico: literatura, pintura, escultura,
selección que hace Pregón de representantes de “la música” (resaltado nuestro).
cultura”: aparecen la directora del Mozarteum Ju- Se destaca la idea de poder pensar en la cultu-
juy y una profesora de danzas clásicas, un director ra como actividad total, en la posibilidad de totali-
y un administrador de teatro, una dramaturga, un zar la trama de la cultura. También es sugestivo có-
músico y una directora de ballet. También aparece mo se articula con lo “neto” lo “absoluto” lo “de-
la directora de una biblioteca y una ex reina nacio- finitivamente” artístico por contraposición a otras
nal de los estudiantes9. actividades -consideradas dentro de otros marcos
El resto de los 52 entrevistados puede clasificar- de interpretación de la cultura- que no serían artís-
se de la siguiente manera: seis se encuentran vincu- ticas y al parecer quedarían fuera de la actividad
lados a la política, tres a la justicia, tres a la Iglesia, cultural.
uno al ejército, seis al periodismo, cuatro a los afec- Por fuera del tono halagador de las opiniones,
tos personales de los propietarios, diez al campo de sólo se encuentren dos reclamos -uno atenuado-
la producción. Por último, aparecen diez entrevista- con respecto a la cuestión cultural: por un lado, Ca-
dos vinculados a distintas fuerzas vivas de Jujuy que mila Soria de Rebollo señala que “sería muy impor-
comparten la pertenencia a otros campos (algunos tante que Pregón le dé aún más difusión al aspecto
son profesionales y artistas). cultural” (Pregón, 2006f, resaltado nuestro), mien-
Si consideramos que la cultura constituye “un tras que Fulvia Chagra sostiene que el diario “debe-
terreno de disputa, la ‘cultura es también una for- ría dedicarle, todos los días, más espacio a lo cultu-
ma de poder y control [en tanto] simboliza ‘quién ral porque hay muchas actividades que pasan desa-
debe estar o pertenecer’ (Zukin) a determinados lu- percibidas” (Pregón, 2006l). Pero ninguno de estos
gares, quién debe acceder a determinados recursos, reclamos hace mella al sentido “restringido” de cul-
quién debe ser reconocido y legitimado socialmen- tura que mencionáramos.
te” (Bayardo y Lacarrieu, 1999). En esta selección Dentro de los reconocimientos vinculados a la
de “importantes personalidades de Jujuy” (Pregón, cobertura cultural, y más allá de las “colaboracio-
2006b) vemos, entonces, cómo prevalece una mira- nes” prestadas por el diario a las distintas institucio-
da “culta” o “alta” de la cultura que hegemoniza nes, se destaca el “aporte fundamental a la cultura
el relato cultural del periódico. y a la historia de Jujuy” del periodista Rodolfo Ce-
Esta perspectiva de lo cultural es compartida ballos, quien es señalado como un “investigador
mayoritariamente por los actores involucrados, totalmente dedicado al estudio de la historia; (…)
quienes coinciden en que Pregón “ha difundido” dedicado por entero a ofrecerla generosamente a
9 Para la trascendencia de las rei-
(Luís Manero. Pregón, 2006l) y “apoyado perma- sus comprovincianos” (Oscar Marín. Pregón,
nas estudiantiles como actrices so-
ciales en Jujuy, ver Ficoseco nentemente a la cultura de Jujuy” (Gustavo “Ba- 2006l). Ceballos es uno de los representantes loca-
(2007). cha” Bohuid. Pregón, 2006l), llenando “un espacio les más visibles de los reclamos históricos de inclu-

86
sión nacional que distintas manifestaciones expre- en provincias. De allí la importancia de contar con
san en Jujuy (Burgos, 2001). De esta manera, sus medios locales responsables, que se diferencian de
escritos en el diario –pero especialmente su libro En la prensa nacional y hablan con la verdad. Este es el
Jujuy comienza la Patria–, exponen estos reclamos gran mérito de los medios jujeños y, en este marco,
vinculados a la tradición heroica favorita de las eli- reconozco el valioso y permanente aporte de Pre-
tes jujeñas mencionada en el primer apartado. gón” (Pregón, 2006l)10.
“En Argentina –sostiene Segato (1997)–, las Otro rasgo importante en relación con la identi-
identidades políticas que se derivan de una fractura dad y la cultura es el que se vincula al valor de lo
inicial entre capital-puerto en provincia-interior son permanente en contraposición con una cultura efí-
las que prevalecen hasta hoy como verdaderas lí- mera. Se resalta que pese a que “vivimos la cultura
neas civilizatorias”. En este sentido, es posible afir- de lo efímero, de las modas que pasan fugazmente
mar “que estos alineamientos férreos y sus trans- (…), Pregón logró crear un estilo y una identidad
formaciones a través de las generaciones impreg- que no desaparecen. El estilo y la identidad de Pre-
nan y dividen la sociedad encontrando significantes gón son testigo fiel de la historia de Jujuy” (Tte.
hasta en niveles de la interacción que podríamos Guillermo Tabernero. Pregón, 2006l).
llamar de francamente microscópicos”. Como sostiene Yúdice (2002), “en la actualidad
Esta tensión se manifiesta permanentemente en es casi imposible encontrar declaraciones que o
Jujuy. Como afirma Karasik (2000), “los reclamos echen mano del arte y la cultura como recurso, sea
de inclusión en el estado y la nación, de los que los para mejorar las condiciones sociales, (…) sea para
jujeños parecen sentirse simbólica y socialmente ex- estimular el crecimiento económico mediante pro-
cluidos, constituye una parte fundamental de los yectos de desarrollo cultural urbano”. Pero en este
procesos identitarios en toda esta provincia” (Kara- suplemento, las nociones de arte y de cultura no
sik, 2000). Es por eso que la mención a Ceballos operan en ese registro11, sino en el de la idea de to-
que comentáramos recién no es casual, si no que se talizaciones restringidas, permanentes y en tensión
inscribe en la tradición de estos reclamos. con lo nacional, que funcionan como proveedoras
10 Hay que resaltar que se da
En ese sentido, en el suplemento se puede obser- de rasgos identitarios esencialistas (provenientes ex- una situación particular con el pe-
var, por ejemplo, el reconocimiento que se hace del clusivamente de la llamada “cultura letrada”) que riodismo “porteño”: por un lado,
diario que siempre está “peleando por Jujuy y para se extienden, sin mencionar contradicciones, al es criticado por su “mirada cen-
tralista”; por otro, hay una cons-
que seamos hermanados en este Argentina” (Fulvia conjunto de “los jujeños”. tante búsqueda de legitimación
Chagra. Pregón, 2006l), “porque somos parte de ella de su parte (Burgos, e/p).
y porque nacimos y crecimos junto a ella” (Tte. Gui- Un diario jujeño tradicional para un orden social 11 Lo que resulta llamativo, te-
llermo Tabernero. Pregón, 2006l). Ahora bien, más contemporáneo: selección y conectividad en el su- niendo en cuenta que la declara-
ción de la Quebrada como Patri-
allá de su reconocimiento general, este reclamo se plemento 50° aniversario de Pregón monio Cultural de la Humanidad
especifica para el campo periodístico, y la tensión na- por la UNESCO “expandió el pa-
ción/capital–interior se denuncia como rasgo de la ¿Cuáles son las ideas que hemos hilvanado pel de la cultura” fuertemente al
ámbito político y económico,
producción periodística denominada “nacional” (los (como diría Renato Ortiz, 2004) a partir de cortes
“considerándola como un recur-
medios producidos en Buenos Aires y distribuidos en precisos y selección de hebras y retazos provenien- so” para “el progreso sociopolíti-
todo el país). Así, el Presidente del Superior Tribunal tes de este suplemento? En primer término, pue- co y el crecimiento económico”
de Justicia, José Manuel del Campo, afirma: de decirse que en estas páginas, Pregón propone (Yúdice, 2002). Este registro se
utiliza, en cambio y fuertemente,
“(...) en ocasiones la prensa nacional no se in- para sí mismo un lugar relativo, autoadscribiéndo- en las páginas habituales del pe-
forma acabadamente sobre ciertos acontecimientos se a una narrativa identitaria, entre muchas posi- riódico.

87
bles. En ese proceso, realiza un intenso trabajo de la identidad, se restringe la posibilidad del conflicto
construcción12. en su constitución y se trabaja en la justificación de
Los títulos de los apartados en que hemos orde- los rasgos que pueden considerarse “imperfeccio-
nado nuestro trabajo de lectura recuperan ciertos nes” en un todo homogéneo y normativo. La iden-
ejes y, al hacerlo, trazan las líneas de una matriz que tidad agrega a estos rasgos, una marcada tensión
funciona, deliberadamente, desde las efectivas ma- con lo nacional.
neras de nombrarse a sí mismo y al mundo que eli- Es a partir de estos tres ejes que podemos sos-
ge Pregón para (auto)celebrarse hacia el lugar que tener que en su suplemento aniversario “Pregón”
se asigna en la trama social jujeña y las formas en construye su posición de “diario jujeño tradicional”,
12 Como sostiene Pablo Vila que define, posicionándose en relación con ellas, a adscribiendo a una tradición concreta, mediante la
(1993), “la identidad social está la identidad y a la cultura locales. selección de determinados actores14, tópicos y ele-
basada en una batalla discursiva
siempre en curso, batalla que se li- Retomemos, entonces, estos ejes. En el primer mentos, y su articulación precisa para ocupar un lu-
bra alrededor del sentido que van apartado, observamos cómo un “absoluto jujeño” gar relativo desde la cual presentarse a la batalla
a tener las relaciones y posiciones se construye en base a oposiciones locales y nacio- discursiva permanente (Vila, 1993) para definir lo
sociales en la sociedad”. La expre-
nales, rechazándose “lo foráneo” frente a “lo local” jujeño.
sión resulta consistente con la de-
finición de acto hegemónico pro- que se interpreta, además, a partir de lo genealógi- Esta tarea es indudablemente ideológica, por lo
puesta por Ernesto Laclau que he- co y como la única base posible para una negocia- que su análisis “tiene que ver con las maneras en
mos citado como epígrafe de este ción de inclusión en “lo nacional”. En ambos casos, que el significado es movilizado para los intereses
trabajo.
13 Por ejemplo, se propone la se privilegia a un solo grupo étnico y nacional. de individuos y grupos poderosos” (Thompson,
“producción local” como clave Lo que puede postularse como central en el de- 1991). En ese sentido, la construcción y el mante-
para el crecimiento de la provin- sarrollo del segundo apartado es el proceso de nimiento de una tradición histórica selectiva por
cia, en concierto con el de la na-
identificación y naturalización entre Pregón y Jujuy, parte de este suplemento revela notables asime-
ción, sin mencionar dentro de este
tema las relaciones de producción a partir de las definiciones de “patria chica” y “fa- trías de clase, género, etnia y nacionalidad. Si se
y los conflictos asociados a ellas, milia patriarcal” como núcleos fundantes de “lo ju- concede que todas esas dimensiones resultan cen-
que día a día cubren buena parte jeño”. En la primera opción, la “patria chica” impli- trales en la estructuración de las instituciones so-
del cuerpo central del diario.
14 Pese a que constantemente se ca –nuevamente– el ensalzamiento de lo local en ciales, podemos decir que nuestro trabajo de lectu-
hace referencia a que “todos los un registro único y el reclamo de inclusión en la na- ra de este suplemento permite interpretar cómo,
sectores sociales” tienen su lugar ción mientras se desplaza toda consideración en en su autoadscripción a la tradición histórica selec-
en las páginas del periódico (Pre-
torno a otras posibles claves de disputa en este sue- tiva de las elites jujeñas, Pregón coproduce un tra-
gón, 2006l), el suplemento anali-
zado presenta algunas ausencias lo (clasistas, étnicas, de género)13. La imagen de fa- bajo de representación de larga data, una tarea
para destacar. Por un lado, la ex- milia que se construye, por su parte, es deliberada- que confiere poder a grupos o actores de modos
clusión absoluta de los movimien- mente patriarcal, con lo que se produce un reparto sistemáticamente asimétricos (García Vargas 2001,
tos sociales, de gran presencia te-
rritorial en la provincia; por otro, de poder diferencial a partir del género. 2003, 2004; Burgos 2001, e/p).
sólo aparece quien representa a En la interpretación sobre qué son la cultura y la Nuestra matriz de interpretación revela la tras-
uno de lo límites: la cónsul de identidad en este suplemento (analizadas en el ter- cendencia del aspecto territorial en esta construc-
Chile, dejando de lado a represen-
cer apartado), vemos que ambas se entienden co- ción. Efectivamente, todas las líneas mencionadas
tantes de Salta y Bolivia. En cuan-
to a las colectividades “extranje- mo totalizaciones restringidas y permanentes. En el tejen una trama fuertemente ligada al territorio
ras”, sólo aparecen representantes caso de la cultura, el recorte se realiza en torno a la provincial y se articulan en una única estrategia
de las comunidades italiana y si- llamada “alta cultura” y la continuidad se traza en ideológica para comprender lo local. Nos referimos
rio-libanesa, dejando de lado re-
presentantes de otras comunida-
adhesión a lo considerado “culto” por la moderni- a lo que podríamos denominar, precisando la idea
des. dad occidental que se postula “universal”. En el de de Rita Segato (2004) al entorno territorial provin-

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cial, “totalitarismo provinciano”15: una situación en tringir derechos y garantías para parte de la pobla-
la que la elite local consolida su dominio sobre el es- ción de un territorio determinado, la petición de in-
pacio y legitima sus privilegios en una ideología pri- clusión nacional en igualdad implica un reclamo de
mordialista de esta localidad, es decir, trabajando su equidad frente a una situación que se percibe como
identificación con un grupo étnico o con una he- injusta, pues deja a los territorios no metropolitanos
rencia de civilización16. Segato describe como estra- en un segundo plano –o directamente, afuera– de
tegia principal de este tipo de totalitarismo la de las preocupaciones centrales de un proyecto de país
“prevenir a la colectividad de cualquier discurso que que se postula para todos. De manera que esos re-
pueda ser tildado de no autóctono, no emanado y clamos, los únicos que aluden al conflicto en las na-
sellado por el compromiso de la lealtad interior”. En rrativas aquí interpretadas, contienen un potencial
ese sentido, se transforma a lo “extranjero” y a lo emancipador, latente pero posible de articular con
“foráneo” en categorías de acusación y se confisca otras posiciones y otros actores locales.
la posibilidad de hablar “desde afuera”. Del mismo
modo, el valor principal pasa por un concepto de Bibliografía
“nosotros” concordante a esta percepción “atrin-
cherada”, y que por lo tanto se vuelve defensivo. La - BACZKO, B. Los imaginarios sociales. Memorias y
autora asegura que en este tipo de totalitarismo esperanzas colectivas, Nueva Visión, Buenos Aires,
provinciano, la primera víctima son los “otros inte- 1991.
riores” de la localidad, quienes son coaccionados - BAUMAN, Z. Identidad, Losada, Madrid, 2005
para que sacrifiquen, callen y posterguen su queja (2004).
en el altar de la unidad sagrada y esencial de la co- - BAYARDO, R. y LACARRIEU, M. (comps.). La diná-
lectividad. En definitiva, “la retórica es la de un pa- mica global/local. Cultura y comunicación: nuevos
trimonio cultural que ha de ser defendido por enci- desafíos, La Crujía, Buenos Aires, 1999.
ma de todo y la de una lealtad territorial que pre- - BELLI, E. y SLAVUTSKY, R. “Flores, reinas y carro-
domina y excluye otras lealtades”. zas. Reflexiones sobre la identidad en San Salvador
Ahora bien, tal como señalara Raymond Wi- de Jujuy”, en KARASIK, G. (comp.). Cultura e iden-
lliams, los puntos de conexión en que se utiliza una tidad en el Noroeste argentino, CEAL, Buenos Aires,
versión del pasado para ratificar el presente e indicar 1994.
caminos para el futuro son aquellos en los que una - BOURDIEU, P. Sobre la televisión, Anagrama, Bar-
tradición selectiva es tan poderosa como vulnerable. celona, 1997. 15 Aplicamos aquí, precisándola
Esa vulnerabilidad no se limita a la construcción de - BURGOS, R. “Viva Jujuy. Gimnasia y Esgrima y la al territorio “provincial”, la idea
construcción de lo jujeño en la prensa gráfica”, en de “totalitarismo de región” pro-
tradiciones alternativas. Incluso dentro de una red puesta por Rita Segato (2004).
de significaciones que reprime toda mención que re- Cuadernos del Sur Nº 35, Universidad Nacional del 16 La idea implica, además, la po-
mita a la desigualdad, podemos pensar en un po- Sur, Bahía Blanca, en prensa. sición que en regiones con orde-
- ____________ “Gimnasia y Esgrima de Jujuy como namiento “parroquial” y no pro-
tencial emancipador de esta tradición. Efectivamen-
vincial –como Gran Bretaña– se
te, el reclamo de inclusión al estado nacional poten- referente identitario. Visibilidad, fútbol y política”,
denomina, justamente, “parro-
cia la defensa de derechos civiles, políticos y sociales Tesis de Licenciatura en Comunicación Social, Facul- quialismo”, y que tiende a locali-
por parte de una población que, en virtud del terri- tad de Humanidades y Ciencias Sociales, Universi- zar procesos más amplios y com-
dad Nacional de Jujuy, mimeo, 2001. plejos en el entorno próximo y a
torio que habita, resulta vulnerable. Es así como, partir de lo inmediatamente cono-
aun cuando la nación puede esgrimirse como razón - CEBALLOS, R. En Jujuy comienza la Patria, Edicio- cido (García Vargas y Román Ve-
principal para trazar ejes en torno a los cuales res- nes del autor, Jujuy, 2001. lázquez, 2006).

89
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Artículos del Suplemento “Pregón 50º Aniver-


sario”

- “50 años reflejando la realidad de Jujuy”, 16 de


diciembre de 2006(a).
“Culmina hoy la celebración del año de nuestras
Bodas de Oro”, 16 de diciembre de 2006(b).
- “De la vieja casona al monumental edificio. Una
‘mudanza’ inolvidable en la historia de Pregón”, 16
de diciembre de 2006(c).
- “La inolvidable noche de Pregón”. Pregón, 17 de
diciembre de 2006(d).
- “La nueva vida de Pregón”, en 50 razones para
seguir creyendo en Jujuy, 16 de diciembre de
2006(e).
- “Los amigos de entonces”, en 50 razones para se-
guir creyendo en Jujuy, 16 de diciembre de 2006(f).
- “Medio siglo comprometido con el crecimiento de
Jujuy”, 16 de diciembre de 2006(g).
- “Noche de festejo de Pregón en el cierre de las Bo-
das de Oro”, 16 de diciembre de 2006(h).
- “Pregón, un anfitrión de distinguidas visitas”, 16
de diciembre de 2006(i).
- “Seriedad y responsabilidad al servicio de la pro-
vincia”, 16 de diciembre de 2006(j).
- “Sólidos cimientos para afrontar los retos que de-
para el futuro”, 16 de diciembre de 2006 (k).
- “Suplemento Pregón 50 Aniversario”, 16 de di-
ciembre de 2006(l).
- “Una vida dedicada a la libertad de expresión”, en
16 de diciembre de 2006(ll).

91
chos de tercera generación o de carácter geopolíti-
Sociedad de la información, Internet co o cultural, como los relativos a la autodetermina-
y políticas culturales en América Latina1 ción de los pueblos, al pluralismo, la diferencia y el
respeto a las minorías étnicas y sociales (Pineda,
2003b), no puede ser pensado al margen de la co-
municación como instancia humana que en su con-
cepción filosófica reconoce que todos los individuos
son iguales y, en consecuencia, están en capacidad

Por Migdalia Pineda de Alcázar

Doctora en Ciencias de la Infor-


E ste trabajo aborda como tema central el
papel de las comunicaciones y de la red
Internet en la definición de las políticas culturales
de establecer una “puesta en común”, o diálogo de
reconocimiento mutuo, con miras a concretar una
acción social en pro del logro de aspiraciones colec-
tivas.
mación por la Universidad Autó- en la sociedad de la información, e insiste en la ne- La comunicación podría ser, pues, la garantía
noma de Barcelona (1989). Pro- cesidad de lograr un equilibrio entre el derecho a la para la participación igualitaria, democrática y libre,
fesora Titular de la Facultad de igualdad y el respeto a las diferencias. Para lograr y en ese sentido todos seríamos iguales. Pero el
Humanidades de la Universidad tal cometido, el artículo parte de analizar las contra- análisis no puede ser así de simple; si bien la comu-
del Zulia (LUZ), Maracaibo, Ve- dicciones que se plantean entre el concepto de nicación parece ser lo que nos homologa en cuan-
nezuela. igualdad social, comunicativa y humana y el con- to a nuestra condición humana y como ser social,
cepto de diversidad cultural, y el rol que podría ju- las contradicciones sociales son tan fuertes que aun
gar Internet para fomentar las comunidades de co- en lo comunicacional no todos los hombres son
municación. La reflexión continúa haciendo énfasis iguales, o al menos no disfrutan del mismo derecho
en la existencia de las desigualdades o brechas, de a plenitud, por no tener acceso y participación en
las barreras de acceso al disfrute de las tecnologías igualdad de condiciones.
de la información y la comunicación (TIC), y en el Hoy se habla más de la diversidad y lo disímil, al
predominio de intereses económicos-tecnológicos reconocer que cuando se consideran las implicacio-
por encima de los culturales y sociales, como pro- nes culturales de nuestras acciones comunicativas
ducto del proceso de globalización que tiene lugar se debe tener presente que si bien “todos los hom-
en el seno de la sociedad de la información. Por úl- bres son iguales”, todas las culturas no lo son (Yú-
timo, se señalan algunas propuestas y condiciones dice, 2000). Al considerar lo cultural como pleno de
necesarias para la definición de políticas culturales valores, representaciones e ideologías el panorama
democráticas y pluralistas, recalcando el rol que po- se complica y el derecho a la igualdad se vuelve re-
dría jugar Internet para el fomento de la comunica- lativo en su interacción con el derecho a la diversi-
ción y el diálogo en la confrontación multicultural. dad, actualmente tan reivindicado en la sociedad de
la información.
La comunicación por Internet, el derecho a la igual- Ello obliga a interrogarnos, ¿cómo inscribir la di-
dad y el respeto a la diferencia versidad, que es la expresión de la cultura, en un
mundo globalizado lleno de interacciones planeta-
1 Ponencia presentada en la V En las sociedades contemporáneas, el problema rias mediante las redes, y cómo compartir y poner
Bienal Iberoamericana de Comuni-
del respeto a los derechos sociales y políticos (dere- en común a culturas diferentes?
cación, realizada en el Tecnológico
de Monterrey, México, en sep- cho al bienestar económico, la seguridad ciudadana El tema de la reconciliación de los intereses a
tiembre de 2005. y la calidad de vida), y de los denominados dere- través del diálogo cultural resulta muy complejo, a

92
tal punto que muchos autores reconocen que las dad en el ciberespacio, resulta fundamental consi-
democracias modernas, como sociedades desigua- derar el papel de esta red para fomentar de una
les, pueden resultar inviables por sus paradójicas re- manera más armoniosa un equilibrio entre el dere-
laciones y sus radicales diferencias (Mata, 2002); es cho a la igualdad que reclaman aquellos que no tie-
decir, en teoría todos somos iguales, pero en la nen acceso y participación a la comunicación me-
práctica, y culturalmente hablando, no. Frente a esa diante redes y aquellos que consideran que, a pesar
situación, autores como Abdel-ilah Hassanain (Ro- de la globalización cultural que ellas pueden hacer
drigo Alsina, 2001) insisten en que debemos reivin- posible, se deben respetar las diferencias culturales.
dicar más que el derecho a la diferencia el derecho De modo que las comunidades virtuales a través
a la similitud, no con nuestro grupo de origen sino del ciberespacio establecen relaciones reticulares
con otros grupos culturales, para destacar que lo que conjugan las diferencias culturales de grupos
que se debe reivindicar son las posibles similitudes diversos de la sociedad civil global con el respeto a
con grupos ajenos y las diferencias con el propio, ya la igualdad de participación y uso de redes como In-
que sólo así estamos asumiendo la posibilidad de la ternet, para favorecer la comunicación horizontal y
diversidad, de lo heterogéneo, para evitar que un el diálogo entre diferentes.
criterio sustentado en la insuperabilidad de las dife-
rencias culturales se constituya en un elemento de La sociedad de la información: riesgos y contradic-
exclusión o en fronteras inflexibles. ciones
De modo que el diálogo, la comunicación entre
pares e impares, cobra relevancia porque permite la Sin embargo, las profundas contradicciones que
horizontalidad de las relaciones sociales y el con- existen en la sociedad actual, como las desigualda-
senso, en términos habermasianos, pero también des, distancias o abismos entre países ricos y po-
da cabida a la aceptación del disenso, el pluralismo bres, las barreras de acceso para el disfrute de las
y la diversidad como posible efecto del diálogo tecnologías de la información y de otros beneficios
(Campos y Espinoza, 2001-2002). El respeto a la di- sociales (como salud y educación), la globalización
ferencia del otro, que es mi igual pero al mismo de los mercados y el predominio de lo tecnológico
tiempo distinto, obliga a un reencuentro entre el por encima de lo cultural, dificultan cualquier re-
enfoque cultural –que reivindicada la diferencia me- conciliación entre el derecho a la diferencia cultural
diante la identidad cultural– y el enfoque comuni- y el derecho a la igualdad comunicativa. Teniendo
cativo, humano y social que nos habla de la igual- en cuenta esa realidad, realizaremos un análisis de
dad y la comunidad, en un contexto cada vez más cada una de estas contradicciones para proponer
complejo por la presencia de infraestructuras tec- luego algunas alternativas.
nológicas que no son de libre acceso y uso para to-
das las personas. - El problema de las desigualdades o abismos en
En virtud de la importancia que ha ido adqui- la sociedad de la información
riendo la red de redes como espacio para la crea- La “brecha digital” se manifiesta en la desigual-
ción de “comunidades de comunicación” (Galindo dad de acceso a la información, al conocimiento y
Cáseres, 2000) que pueden establecer relaciones a la educación a través de las tecnologías de la in-
de diálogo y comunicación entre individuos de dis- formación. Pero estas distancias no son sólo de ca-
tintas culturas, razas, grupos étnicos y género, y rácter tecnológico, en ellas también inciden facto-
que se encuentran en condiciones de mayor igual- res socioeconómicos, políticos y culturales y son el

93
reflejo de infraestructuras de telecomunicaciones o de las habilidades de la población para manejar los
informáticas deficientes, e incluso de ausencia de nuevos desarrollos tecnológicos.
políticas públicas al respecto. En Venezuela, por ejemplo, apenas un 6,3% del
Además, las desigualdades no se relacionan total de 24 millones de habitantes accede a Inter-
únicamente con el acceso, tienen que ver también net; y de los menores de 24 años, sólo un 2,4% (al-
con los contenidos que las personas pueden obte- rededor de unos 400 mil), según cifras de la en-
ner, producir y colocar en las redes telemáticas. cuestadora venezolana Datanálisis. En EE.UU., en
Existen profundas distancias en cuanto al origen de tanto, el acceso a la red supera un 50% de la po-
la información, ya que la mayoría de los “host” o blación, lo cual demuestra que no todos están co-
servidores están ubicados y pertenecen a países de- nectados (Gonzalo, en Contreras, 2003).
sarrollados, mayoritariamente a los Estados Unidos, La paradoja que nos presenta la sociedad de la
desde donde se acopian, clasifican y dirigen los da- información es que si bien ha generado una cultu-
tos e informaciones que circulan por las redes, lo ra de la hiperinformación ésta oculta realmente una
que produce, a su vez, brechas lingüísticas, porque hipoinformación, fenómeno que Herbert Schiller
la mayoría de las bases de datos y materiales de In- (1996) define como “data deprivation”, en referen-
ternet están en idioma inglés (Moragas, 2003). cia no sólo al déficit de información socialmente ne-
Esas brechas pueden crear enormes diferencias cesaria sino a la ausencia de información social-
entre la calidad de vida de los países del mundo, di- mente necesaria, como afirma Aníbal Ford (2002).
vididos en inforricos e infopobres: los primeros con Y los peligros se prolongan cuando esa deprivación
una alta densidad de “conectados” y una creciente de la información se convierte en una deprivación
industria de fabricación e investigación tecnológica; cultural que, en términos de lo planteado por Ford,
los segundos con altos grados de dependencia tec- intenta negar el derecho a la diferencia cultural a
nológica y una baja densidad de “conectados” (Tre- favor de la imposición de la “cultura única”, con su
jo Delabre, 1996). Incluso en el interior de los paí- lenguaje y sus contenidos únicos.
ses los abismos pueden llegar a presentar ventajas
para algunos sectores, como los grandes usuarios - Las barreras de acceso al uso de las tecnolo-
(ministerios, universidades, bancos, agencias de via- gías de la información y la comunicación y sus re-
je) en detrimento de otros sectores o pequeños percusiones en otros ámbitos de la vida de los suje-
usuarios, y pueden llegar a establecer diferencias tos
entre individuos o ciudadanos, como en el caso de No cabe duda que las barreras de acceso al dis-
las mujeres, niños, minorías étnicas y sexuales. frute de las TIC se constituyen en fuertes obstácu-
A pesar de disponer de un alto desarrollo tecno- los y limitaciones para entrar a la sociedad de la in-
lógico y de flujos muy grandes de información, el formación: en América Latina, los inconvenientes
acceso a la información y el conocimiento sigue técnicos (falta de servicios básicos de electricidad y
siendo restringido, entre otras causas, debido al telefonía, lentitud de las líneas telefónicas que im-
atraso tecnológico de los países en desarrollo, los piden accesos rápidos y sin interrupciones), los in-
altos costos de conexión a las redes y la imposibili- convenientes económicos (no disponibilidad finan-
dad económica de la mayoría de las personas para ciera para costear un sistema informático con los
comprar computadoras o acceder a Internet. Como servicios ofrecidos), las barreras administrativas
indican algunos autores (Crovi, 2002), el acceso no (peajes y password establecidos por los suministra-
sólo depende de la infraestructura disponible sino dores de acceso a Internet) y las dificultades cultu-

94
rales y sociales (Ávila Hernández, 2000), no sólo cialmente incluyente (Hoffmann, 2003). Por eso, el
profundizan las brechas para disponer socialmente acceso a la información y la comunicación se ha de
de los adelantos tecnológicos de por sí, sino que convertir en un derecho, ligado estructuralmente a
también disminuyen las posibilidades de tener acce- la calidad de la democracia. En lo que a Internet se
so a información socialmente necesaria para poder refiere, hace falta ir superando las barreras, sobre
resolver problemas fundamentales para el desarro- todo para hacer posible cada vez más su uso colec-
llo social y económico (salud, educación, derechos tivo, de modo tal que permita la apropiación social
humanos, ambiente y cultura) y para el mejora- y el uso con sentido de los desarrollos tecnológicos.
miento de la calidad de vida de los grupos sociales
más necesitados (población analfabeta, rural e indí- - La globalización de los mercados, los derechos
gena). a la comunicación y el predominio de lo tecnológi-
De manera que en ese contexto, las barreras co frente a lo cultural
tecnológicas derivan en barreras estructurales que El desarrollo tecnológico acelerado ha ido apa-
entorpecen el desarrollo democrático de la socie- rejado a un proceso de globalización que en lo eco-
dad de la información. No basta con disponer de nómico ha significado una ampliación de los merca-
condiciones materiales y técnicas, hace falta garan- dos financieros, comerciales y de las innovaciones
tizar las condiciones culturales y políticas, además informáticas y de telecomunicaciones. El neolibera-
de las nuevas condiciones subjetivas a constituir por lismo ha logrado imponer las razones mercantiles
los sujetos sociales (Almeida, 2002), quienes bus- por encima de las sociales y culturales en los proce-
can unos usos de las TIC y de la información que sos de introducción de las TIC en la sociedad de la
ellas transportan para resolver problemas colecti- información. Ello puede representar peligros y res-
vos. tricciones para el pleno desarrollo de los derechos a
A los obstáculos cuantitativos se suman los cua- la comunicación y al acceso a las nuevas fuentes de
litativos, que tienen que ver con los modos de acce- información y conocimiento.
so, su frecuencia diaria y los sitios desde los cuales Las alianzas estratégicas entre las multinaciona-
se accede a la red Internet. En los países en desarro- les del sector de las Telecomunicaciones y el Audio-
llo hay determinas zonas (especialmente, rurales y visual parecen cerrar las alternativas de establecer
urbanas periféricas) con fuertes limitantes para el contrapartes en el mercado mundial globalizado,
acceso a la fibra óptica de banda ancha, lo cual re- de modo que aquí la igualdad se resume en los in-
duce la frecuencia de conexión; asimismo, no todos tentos por imponernos unos actores centralizados y
pueden disponer de conexiones individualizadas en un pensamiento estandarizado que atenta contra la
sus casas, trabajo y oficinas, sino sólo de conexio- pluralidad y la democracia (Pineda, 2002). Sin em-
nes públicas o colectivas en infocentros, telecen- bargo, la globalización también ha servido para re-
tros, cabinas públicas o cibercafés. Estas barreras saltar las diferencias y para colocar sobre el tapete
están más relacionadas con los abismos de desarro- el tema sobre lo cultural, como el espacio que se re-
llo antes que con los digitales y con desigualdades vela a ser homogeneizado por una cultura única
económicas y sociales. (básicamente norteamericana), y que aparece hoy
Como consecuencia de lo anterior, el reto de más imbricado que nunca con lo comunicacional,
una política de acceso a la sociedad de la informa- como espacio donde se debaten los conflictos por
ción no es sólo tecnológico, esto es, “poner a todos el ejercicio del poder simbólico, el poder de las pa-
en línea”, sino integrar las TIC a un desarrollo so- labras, las significaciones y los valores.

95
Es precisamente esto lo que lleva a decir a Geor- te a una globalización que genera problemas re-
ge Yúdice (2000) que hoy la lucha tiene lugar en el lativos a la justicia, equidad, bienestar, gobernabi-
campo de la cultura, donde un poder desigual, di- lidad –que se manifiestan en lo local pero con
ferenciador y heterogéneo, como el de los diversos contextos globales–, resulta indispensable el uso
grupos culturales y sociales (étnicos, mujeres, jóve- de la imaginación en la vida social. Esto supone,
nes y marginados), frente a las intenciones del mer- en términos de lo planteado por Arjun Appadurai
cado de consumo, luchan por dejar oír su voz y por (Pineda y otros, 2003a), ejercer una especie de
rescatar sus derechos sociales y humanos a la expre- “globalización desde abajo”, una imaginación
sión de sus ideas, a la comunicación y a la diferen- que articule el sentir, el pensar y el hacer para di-
cia cultural y lingüística. señar, a través de las redes digitales, nuevas for-
En ese panorama de contradicciones, la globali- mas de asociación cívica y colaboración más allá
zación se debate entre procesos de rentabilidad de las fronteras nacionales, nuevas formas de di-
económica en mercados globales y una apertura a sensión colectiva como proyectos de vida de los
los procesos de localización desde abajo, con la par- ciudadanos modernos.
ticipación cultural de los sectores sin acceso. Si la En la globalización las identidades cambian, se
sociedad de la información se ha abierto a los mer- reconstruyen y adquieren un carácter más allá de lo
cados internacionales, ahora necesita reencontrarse nacional, se vuelven comunitarias y globales al mis-
con “los otros” de las otras zonas del mundo no mo tiempo (Casas, 2002). De allí que el peligro se
desarrollado, como una vía que pudiera abrirse pa- encuentre en la posibilidad de que la innovación
ra el logro de una sociedad más democrática, justa tecnológica, con sus necesidades y requerimientos,
y equilibrada, e Internet podría ser una vía para ello. imponga su lógica por encima de lo social y lo cul-
De lo contrario, entraría en un callejón sin salida, en tural (Campos y Espinoza, 2001-2002).
un diálogo de sordos. El debate cultural, pues, resulta prioritario, so-
Las últimas iniciativas de organizaciones de la bre todo si consideramos que en el entorno de los
sociedad civil por constituir observatorios y veedu- fuertes cambios tecnológicos el problema de có-
rías ciudadanas utilizando las conexiones a través mo inciden las mediaciones tecnológicas, infor-
de la red, como modo de contrarrestar los efectos máticas y virtuales en la construcción del tejido
aplastantes de la globalización (Martín Barbero, simbólico, social y colectivo se vuelve más com-
2002b), constituyen una muestra de que no todos plejo (Bermúdez y Martínez, 2002) y ha realzado
los caminos están cerrados para un diálogo intercul- el valor de la cultura como un recurso que nos
tural entre zonas del mundo que antes se habían ayuda en el proceso de adecuación al esquema de
visto alejadas. Y, sobre todo, entre sus diversos ac- la globalización (Yúdice, 2000), pero que también
tores, ya que nos encontramos en un tiempo de he- lo podemos utilizar para lograr metas de interés
teronomía que plantea una alteridad, una depen- social. Y si es un recurso, en el sentido en que lo
dencia, incluso entre los seres humanos (Rivas, plantea este autor, “requiere que se atienda a la
2001-2002). administración de la cultura, es decir a la política
Como indica Jesús Martín Barbero (2002a, cultural”; una política cultural que ofrezca garan-
2002b), la globalización se negocia desde la di- tías para los derechos a la comunicación y que se
versidad cultural, y la sociedad de la información pueda valer racionalmente de los adelantos tec-
no ha hecho más que manifestar con contunden- nológicos, como las redes digitales, para que ello
cia la explosión de las identidades. Y es que fren- sea posible.

96
Políticas culturales y diversidad: algunas propuestas bra confrontada, del disenso, que ha sido respeta-
o alternativas da en su diversidad como producto del diálogo en-
tre diferentes. Palabra que ya no es portadora úni-
En el entorno de la posmodernidad que vivimos ca de la razón universal polarizada, sino que tam-
hoy, se ha puesto en cuestionamiento la idea de bién integra imágenes, emociones, afectos y una
progreso, el concepto de razón, verdad, objetividad subjetividad confrontada (Rivas, 2001-2002).
e identidad (García, 2001-2002), y ha resurgido, co- En el mundo globalizado, la subjetividad com-
mo nunca, el problema de la participación y la ne- partida, sobre todo a través de Internet, pasa tam-
cesidad de rediscutir el tema de la democracia aso- bién por el diálogo intercultural que respete, en
ciada a una sociedad de progreso científico y tecno- sentido democrático, la diversidad cultural de regio-
lógico y de bienestar material. nes del mundo, grupos e individuos. Por esto, para
La crisis de los paradigmas y el dominio del caos garantizar políticas culturales democráticas y plura-
y del desorden ha permitido una apertura hacia la listas, es necesario:
búsqueda de fines de participación diferentes a los
de las democracias representativas de las socieda- - Recuperar las condiciones subjetivas y huma-
des liberales. Ahora, se plantea una democracia nas de las relaciones sociales entre los hombres y las
participativa que deja a un lado la delegación polí- culturas, porque si bien se deben crear las condicio-
tica y reivindica la participación directa de la socie- nes materiales, políticas y culturales para la consoli-
dad civil. En este nuevo esquema, el diálogo, la co- dación de un espacio público democrático, partici-
municación, adquiere un nuevo estatuto, una cen- pativo y deliberativo (Almeida, 2002), donde sea
tralidad no sólo relativa sino transversal. Siguiendo posible el encuentro intercultural, se hace necesario
a Jurgen Habermas (1986), se puede afirmar que la garantizar las condiciones que permitan a los suje-
comunicación se erige como el espacio de partici- tos sociales desarrollar sus potencialidades afecti-
pación, como una comunicación que tiene lugar vas, subjetivas y dialógicas, en un espacio no sólo
mediante un diálogo no autoritario, producto de la sociopolítico sino subjetivo que nos acerque a un
reciprocidad y el consenso, el cual se podría poten- orden social más humano y solidario (Hernández,
ciar con un uso más democrático de las redes digi- 2002), para lo cual se debe potenciar el papel de las
tales. redes digitales.
No obstante, en momentos de grandes cambios
esto puede no estar garantizado en todas las situa- - Fomentar la comunicación plural con base en
ciones, en todos los contextos y para todos los indi- el respeto a la diversidad cultural y a la heterogenei-
viduos, ya que en la lucha por el poder comunicati- dad como valores que se articulen en la construc-
vo parecen surgir también intentos de control infor- ción de un nuevo tejido social de lo colectivo (Mo-
mático de las palabras y el diálogo. Por eso resulta rales y otros, 2000), en una heterogeneidad respe-
indispensable considerar las propuestas de Lyotard tuosa de la convivencia entre las culturas singulares,
(1996) y Vattimo (1991), citados por Ana Campos y que favorezca la participación ciudadana y comuni-
Héctor Espinoza (2001-2002) sobre la necesidad de cativa y que remueva no sólo a la política sino a la
considerar en este debate el pluralismo, la diversi- sociedad en su conjunto. Una comunicación plural
dad, las diferencias y las particularidades contextua- que rescate el concepto de exclusión cultural y que
les que hacen resurgir una palabra ya no consen- fomente un proyecto estratégico a través de las re-
suada, en términos habermasianos, sino una pala- des, para hacer posible no sólo “políticas de identi-

97
dad”, dentro de una política de emancipación hu- do, ninguna es mejor que la otra, así como ningu-
mana, sino que replantee a fondo el sentido mismo na es igual a la otra. De modo que el multicultura-
de “política”, para facilitar el surgimiento de un lismo no debería considerarse como la aceptación
nuevo tipo de sujeto político (Martín Barbero, inevitable de la heterogeneidad social y humana, si-
2002b), quien en su relación con los otros se en- no como el reconocimiento de la existencia de los
frente a unas subjetividades fracturadas, descentra- demás aunque sean diferentes, con la convicción de
das, múltiples y en pugna, las cuales se pueden que ello enriquece cualquier diálogo entre culturas.
reencontrar en las redes. Por tal motivo, una política cultural será más de-
mocrática en la medida en que permanezca abierta
- Reconocer que más que el multiculturalismo, a los entrecruces culturales, y no sólo pensada para
entendido como el mero reconocimiento de varias los ciudadanos nacionales; en tanto que la oportu-
identidades fijas y normativas, es el diálogo intercul- nidad que ofrece la red Internet para abrirnos a
tural la garantía para mantener un equilibrio en esa otras culturas y ciudadanos podría ser aprovechada
lucha de poderes culturales diversos (Sierra, 2003). para que entendiéramos que culturalmente no so-
El diálogo entre culturas vendría a ser la respuesta a mos mejor que los otros.
los procesos históricos de dominación y pretensión Los obstáculos para el diálogo intercultural no
de uniformidad en torno al mundo globalizado, son materiales (es decir, técnicos o económicos) si-
porque permite revalorizar los movimientos étnicos, no fundamentalmente culturales y enfrentan, inclu-
la cultura local y la defensa de las lenguas autócto- so, los modos de pensamiento occidental dominan-
nas, con miras a construir un sistema democrático tes con otros modos de pensamiento sumergidos
con mayor nivel de participación ciudadana (Pineda, (culturas indígenas, orientales y africanas).
2003c).
El diálogo intercultural, más que ser el producto - Considerando que en la sociedad de la infor-
de una integración cultural –lo cual resulta suma- mación las tecnologías de la información, y espe-
mente difícil en las sociedades contemporáneas sin cialmente Internet, ocupan un lugar central en la
desvalorizar a las culturas no hegemónicas–, debe- definición de una política para el diálogo intercultu-
ría ser el resultado de una convergencia cultural ral resulta indispensable pensar en cómo fomentar
donde se incluyan las divergencias, las marginacio- el uso social o alternativo de estas tecnologías.
nes y las exclusiones (Pineda, 2002). Frente a esto, Las experiencias de apropiación tecnológica y
sugiere Ford, haría falta una política cultural que de redes informáticas alternativas en países en de-
ponga en escena los aspectos históricos, económi- sarrollo, como es el caso de los telecentros, infocen-
cos, sociales, laborales e institucionales de la cultu- tros o cabinas públicas en Perú, Bolivia, Venezuela;
ra del otro, o una política de reconocimiento cultu- o de proyectos como Funredes, la Asociación Lati-
ral que dé margen para deliberar y compartir con noamericana de Radios Comunitarias (Gómez
otras identidades distintas a la nuestra (Sierra, Mont, 2002), la Agencia Latinoamericana de Infor-
2003), y para lo cual se podrían aprovechar las po- mación (ALEI) y los recién creados Comités de des-
tencialidades que ofrece la red de redes. centralización de la Informática en Brasil (De Sousa
Lacerda, 2004) constituyen ejemplos de lo que se
- La coexistencia de diálogos multiculturales de- podría hacer. No obstante, no existe por ahora un
berá pasar por el reconocimiento de los límites de diseño de política que las articule a un proyecto pú-
lo humano, puesto que ninguna cultura lo tiene to- blico de fomento del diálogo con otras culturas,

98
donde su pueda garantizar no sólo el acceso sino el Si dentro de dicha política se considera a la cul-
uso con sentido, la capacitación y los contenidos tura como recurso, ello obliga a definir para su ad-
adecuados (Camacho en Hoffmann, 2003). ministración políticas y programas que deben ofre-
cer garantías a los derechos a la comunicación.
- Por último, una política cultural de la diversi- Dentro de las garantías para una política cultural
dad deberá tener a la comunicación como eje fun- democrática y pluralista se requiere: recuperar las
dante de la democracia, de la igualdad de los dife- condiciones subjetivas y humanas de las relaciones
rentes, que partiendo de una base ética del poder sociales, fomentar la comunicación plural y hetero-
comunicativo reconozca las capacidades, potencia- génea para incluir la exclusión social y reconocer el
lidades y los derechos de “los otros” en el diálogo diálogo intercultural como el punto de equilibrio en
cultural (Unesco, 2003). la lucha de poderes culturales diversos, el cual pue-
de ser potenciado mediante el uso de las redes di-
Conclusiones gitales.
Asimismo, dicha política deberá reconocer los lí-
Lograr un equilibrio entre el derecho a la comu- mites de lo humano, porque ninguna cultura es
nicación y el derecho a la diferencia, desde el pun- igual a otra, ninguna cultura es mejor que otra. En
to de vista de una política cultural, requiere superar la actualidad hay una dependencia no sólo entre
las brechas, las barreras de acceso a la información zonas del mundo sino entre los seres humanos mis-
socialmente necesaria, disponible actualmente en mos, lo que nos obliga a reconocer a los demás
las redes, para impedir que la privación de la infor- aceptando sus diferencias y respetando sus dere-
mación se convierta en una privación cultural que chos, en un clima de igualdad.
niegue el derecho a la diferencia.
Pero el problema va más allá de un reconoci- Bibliografía
miento cultural de los diferentes, porque las barreras
de acceso a la información y la comunicación, a tra- - ALMEIDA, J. “Convergencia tecnológica, especio
vés de las nuevas tecnologías y las redes, no sólo re- público y democracia”, en memorias del coloquio
percuten en el acceso a la información sino en otros “2001 Efectos: Pluralismo y Globalismo”, Universi-
ámbitos de la vida de los ciudadanos (salud, educa- dad de Québec, Montreal, abril de 2002.
ción, derechos humanos, calidad de vida y disfrute - AVILA HERNÁNDEZ, F. “El proceso informativo co-
cultural). Por lo que podríamos señalar que al lado mo elemento clave para la participación ciudada-
de las barreras tecnológicas o económicas existen na”, en revista C+I Nº 2, Vol. 1, CICI, Universidad
unas muy fuertes barreras estructurales y culturales. del Zulia, Maracaibo, septiembre de 2000.
Se hace necesario, en consecuencia, integrar las - BERMÚDEZ, E. y MARTINEZ, G. “Los estudios
tecnologías de la información y la comunicación, culturales en la era del ciberespacio”, en memo-
especialmente Internet, a un desarrollo socialmente rias del coloquio “2001 Efectos: Pluralismo y Glo-
incluyente, que reconozca a la información como balismo”, Universidad de Québec, Montreal, abril
un derecho ligado a la calidad de la democracia y a de 2002.
la comunicación como el eje fundamente de cual- - CAMPOS, A. y ESPINOZA, H. “Retorno al pensa-
quier política cultural, porque ella se erige como un miento flexible”, en revista Faces Nº 21, Universi-
espacio para debatir las diferencias culturales, sim- dad de Carabobo, Valencia (Venezuela), diciembre-
bólicas y de significación. junio de 2001-2002.

99
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100
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Venezuela, Caracas, 2000.

101
logs y para fines de 2007 la cifra trepó a cerca de
Weblogs y Fotologs: 2.000.000.
nuevos modos de subjetividad La pregunta que no podemos de dejar de hacer-
nos tiene que ver con cuál es la reposición que ofre-
cen estos espacios a los sujetos -a diferencias de
otros- y cómo es que son utilizados estos recursos
por los usuarios.
Hasta hace algunos años, la estrella de socializa-
ción de la Web era el chat, un espacio de comuni-
cación sostenido vía Internet a través del cual las
personas entran en contacto en tiempo (casi) real
por intermedio de una computadora.

E
Ahora bien, es necesario aclarar que el estatuto
Por Natalia Ferrante n los últimos años se ha detectado un al- que toma el modo de vinculación social que se es-
to incremento en la creación de weblogs tablece a través de estos soportes o espacios de in-
Natalia Ferrante es Lic. en y fotologs en Argentina y este fenómeno no sólo se teracción está directamente relacionado a las posi-
Comunicación Social por la manifiesta entre los usuarios adolescente y jóvenes. bilidades y restricciones que le ofrece al usuario.
UNLP. Docente de la Cátedra Un weblog, o en español también una bitáco- Es este sentido, quizás sea necesario revisar al-
Comunicación y Recepción de la ra, es un sitio web que se actualiza periódicamen- gunas características del chat para luego poder vi-
Facultad de Periodismo y te y que recopila de modo cronológico textos de sualizar los desplazamientos que se presentaron en
Comunicación Social e investiga- uno o varios autores. Una de las características de los últimos años con la irrupción del weblog y del
dora de la misma institución. este tipo de publicaciones es que el autor conser- fotolog.
va la libertad de publicar o quitar lo que crea per-
tinente. El término blog proviene de las palabras Características sociales del chat
web y log (‘log’ en inglés = diario). El término bi-
tácora es una referencia a los cuadernos de viaje, Para ingresar a un chat (cualquiera sea) es nece-
pero en este caso se utiliza como un espacio don- sario presentarse a través de un nick.
de el autor escribe sobre su propia vida como si Si bien, como veremos luego, la incorporación
fuese un diario, con la salvedad de que en este ca- de un nuevo miembro al grupo implica que éste se
so se encuentra publicado on line en Internet y al retrate, el nick señala Rosa Gómez2 ya comienza a
alcance de quien quiera verlo y leerlo. Es necesa- cumplir algunas funciones caracterizadoras:
rio aclarar, que el uso no siempre funciona de ese a- Opera como una suerte de “retrato compri-
modo, sino que muchas veces los usuarios deciden mido” al aparecer como nombre, apodo o título.
1 En este sentido es que podemos darle al weblog una temática que no tiene que ver Podríamos plantear que el nick elegido por alguien
encontrar weblogs de periodísti- con la autobiografía1. para chatear opera como primer elemento metadi-
cos, de asociaciones de consumi-
Por su parte el fotolog es un blog fotográfico. A cursivo. No resulta lo mismo entrar como “la_más-
dores, de cátedras universitarias,
etc. diferencia del weblog, donde es posible postear _sexy” que como “Sincera”, amén de que puedan
2 Gómez, Rosa, Cotidiano/no coti- texto, material audiovisual y fotos; en el fotolog es ser las mismas personas en diferentes momentos.
diano. Un Caso: El Chat. Ponencia condición sine qua non, la inclusión de una imagen. b- Al crear una situación enunciativa, que inter-
presentada en el Congreso inter-
nacional de Semiótica, Buenos Ai- Un dato a tener en cuanta, es que en Argentina pela a unos y deja afuera a otros. Quien entra con
res, 2002. para el año 2005 había alrededor de 70.000 foto- el nick “Caballero” interpela a un sujeto distinto de

102
quien entra bajo el pseudónimo de “latengogran- En la comunicación interpersonal es posible
de”, insisto, más allá de que pueda tratarse del mis- identificar al interlocutor con un alto grado de de-
mo sujeto real en distintas instancias virtuales. talle y precisión ya que los sentidos y la experiencia
Si en el chat el otro se convierte en una prime- habilitan para poder hacerlo.
ra instancia en un manojo de palabras, es el nick En el caso del chat no hay ningún índice3 que
elegido la primera de ellas que aparece en pantalla me indique con exactitud quién es aquel que está
y la que posee, por lo tanto, una suerte de interpe- del otro lado. En tal sentido, opera una cuestión de
lación fundacional. fe en torno a creer o no aquello que dice el chate-
También es la que se repite cada vez que el cha- ro con el que se establece contacto.
tero escribe/habla, con lo cual además de fundacio- Es decir, no hay manera de verificar a través del
nal, contiene un carácter repetitivo que no posee dispositivo si aquel que dice ser de determinada
quizás ninguno de los otros términos voluntaria- manera realmente lo es. Podemos agregar que el
mente escritos. estatuto de verdad es, al menos, débil.
Cuando se ingresa a un salón de chat, ya sea la Hoy por hoy el chat tradicional, con las caracte-
sala general o a alguna de las diversas agrupacio- rísticas que se acaban de describir ha sido rempla-
nes, puedo observar/leer cual es el tema del que se zado por servicios de mensajería instantánea (como
está hablando/chateando y a su vez el nick de todos MSN, Skype, etc) que poseen otras características
aquellos que también participan de en ese momen- tanto de admisión como de comunicación. Básica-
to de la sala. mente, si en el chat, uno es en primera instancia un
Hay dos formas de entablar contacto en un nick con un tipo y color de fuente (por ejemplo
chat: “Laurita” que escribe con arial, 12, roja) que en ge-
La primera es participando de la conversación neral se comunica con desconocidos.
que se lleva a cabo en la sala de la cual se forma Con los servicios de mensajería instantánea se
parte y donde todos los que se encuentran allí lee- van a dar dos modificaciones importantes: por un
3 Tomamos aquí el concepto de
rán la intervención. lado “los contactos”, son agregados y/o aceptados índice dado por Charles S. Pierce
La segunda modalidad es a través del envío de por el usuario. Por otro lado, ofrecen también la po- para quien es aquel signo cuya re-
“privados”, se le llama privados a los menajes ins- sibilidad de mostrar fotos, realizar trasferencias de lación con sus objetos consiste en
tantáneos que un chatero le manda a otro sin que imágenes por webcam, de sonidos, transferir ar- una correspondencia real y direc-
ta. Ver Pierce, C., La ciencia de la
el resto tome conocimiento. Para poder realizar es- chivos, etc.4 semiótica, Buenos Aires, Nueva
ta operación sólo es necesario clickear sobre el nick En otro lugar, mencionábamos que en el chat Visión, 1986.
al que se quiere enviar el mensaje, se abrirá una tradicional la mayoría de las conversaciones giraban 4 Le Breton plantea que en occi-
dente el cuerpo opera como fac-
ventana y comenzarán a chatear en privado si es en torno a propuestas sexuales explícitas o a inda-
tor de individualización “se
que el otro acepta la invitación. gaciones sobre el ejercicio de la sexualidad ajena, convierte en la frontera precisa
Antes de preguntarnos cuáles son las posibilida- en tal sentido cabría reflexionar sobre qué es lo que que marca la diferencia entre un
des y restricciones de este dispositivo de comunica- proporciona el chat que habilita a alguien a pregun- hombre y otro”, pero es más
precisamente la imagen del rostro
ción en cuanto al cuerpo cabe destacar que en la tar a otro acerca de su intimidad (preguntas que, la que permite aprehensión de la
mayoría de los casos los ejes temáticos entorno a seguramente, no realizaría en una comunicación realidad de la persona. En
los que giran los mensajes privados son referidos al cara a cara y dos minutos después de haber estable- tal sentido el envío de la fotogra-
fía es el envío de un retrato. Ver
sexo (desde propuestas sexuales explícitas hasta in- cido contacto con alguien).
Le Breton, D., Antropología del
dagaciones respecto de los modos en que el inter- Como una primera aproximación podemos de- cuerpo y modernidad, Cap. 2,
locutor ejerce su sexualidad). cir que en el chat no hay indicio de la corporeidad Buenos Aires, Nueva Visión, 2002.

103
y por lo tanto tampoco de la particularidad, enton- Y es justamente ahí, donde entre en juego la
ces ese borramiento habilita a decir y preguntar subjetividad, los modos que cada usuario utiliza pa-
aquello que es indecible a través de dispositivos que ra ocupar y luchar por un espacio en el mundo vir-
identifican la particularidad. tual. Que cómo diría Pierre Lévy, de irreal no tiene
En el uso de un dispositivo de comunicación con nada.5
posibilidades diferentes, es decir, donde el grado de Luis Alberto Romero plantea cuatro aspectos
anonimato o de borramiento es menor, podemos que pueden distinguirse en torno a la constitución
decir que existe un desplazamiento, aunque leve en de la identidad, en este trabajo retomaremos dos
el modo de utilización. de esos aspectos: la propia experiencia de los acto-
res y la identidad atribuida. Este recorte se asienta
Weblogs y Fotolog en que los dos aspectos elegidos nos sirven como
5 “La palabra virtual puede enten- herramientas para explicar algunas de las prácticas
derse al menos de 3 maneras: en A diferencia del chat, que se autodefine (inde- que se desarrollan en torno a las nuevas tecnología.
un sentido técnico ligado a la in- pendientemente de sus usos y apropiaciones) como En cuanto a la propia experiencia de los sujetos
formática, un sentido corriente, y
un sentido filosófico. La fascina- un medio de comunicación entre partes, los foto- podemos decir que la experiencia humana es algo
ción suscitada por la “realidad vir- logs y los weblogs -en menor medida- se presentan que nos ocurre y que discurre en el ámbito social,
tual” viene en gran parte por la como una comunidad, en este sentido cada “due- algo que nos sucede en el espacio-tiempo que nos
confusión de estos tres sentidos.
ño” de un fotolog, es miembro de esa comunidad. toca vivir y que cobra sentido únicamente en fun-
En la acepción filosófica, es virtual
lo que no existe más que en po- Este no es un dato menor, ya que la pertenen- ción de nuestra historia sociocultural, que encarna-
tencia y no en acto... (el árbol está cia a la comunidad es la que habilita al usuario a co- mos como sujetos capaces de producir sentido.
virtualmente presente en la semi- municarse con los otros miembros, a agregar ami- Pensar que la identidad es una narración bio-
lla). En el sentido filosófico lo vir-
tual es evidentemente una dimen-
gos/favoritos y a ser elegido también bajo este ró- gráfica, decir quién soy es inseparable de decir có-
sión muy importante de la reali- tulo, establecer contacto a través mensajes en los mo es que llegué a serlo. Pero la biografía no es una
dad. Pero como en el sentido co- espacios de los otros miembros que a su vez pue- recopilación de hechos pasados, sino un proceso
rriente la palabra virtual se emplea
den contestarlo. activo, productivo que incluye en esa producción a
a menudo para significar la irreali-
dad, la idea de “realidad” supo- Dando un paseo por la galería de fotolog pode- cada sujeto pero también a los otros.
ne una efectuación material, una mos encontrarnos con la exposición de la vida pri- En trabajos anteriores sobre el chat6, los usua-
presencia tangible. Sin embargo lo vada. Y estamos tomando esta idea de vida privada rios manifestaban que “para ir al chat uno no tiene
virtual no se opone a lo real sino a
lo actual” Lévy (2007).
en un sentido amplio: desde imágenes familiares, que producirse” donde este producirse es producir
6 Ferrante Natalia, “Configuracio- salidas de amigos, fotos “sexies”, “artísticas”, pero al cuerpo concreto, porque de hecho aquel que
nes del cuerpo en el chat o el lu- también la exhibición del propio gusto y deseo. chatea igualmente se produce a través de su discur-
gar donde el cuerpo se borra”, El fotolog supone la posibilidad de mostrar so, un cuerpo ideal, una personalidad ideal (inde-
Ponencia presentada en las VIII
Jornadas de Jóvenes investigado- “quien soy” a partir de la imagen, los gustos, los pendientemente de su correlato real, es decir, aun-
res en Comunicación, La Plata, amigos. De más está decir que aquí también, al que se describa en términos que considera reales.
Septiembre 2004. igual que en el chat en esa exposición está media- En el weblog y el fotolog esta idea de la produc-
7 En este sentido no puedo dejar
de comentar la escena del film
da por el dispositivo y como en todo discurso, an- ción se pone en el tapete y se asume como tal, los
“La joven vida de Juno” (2008) en clado en un relato. Pero quizás, un punto interesan- flogger tienen muy claro que cada espacio es un
la que la protagonista -una joven te es que este relato se construye con los otros. Es producto que no sólo habla de ellos, sino que es
de 16 años- le cuenta su mejor decir, con lo que cada flogger aporta a su espacio ellos mismos. Por eso es que no es raro observar el
amiga que está embarazada y ésta
al no poder creerlo le contesta pero también con lo que cada uno de los miembros cuidado y la dedicación puestos en cada uno de es-
“júramelo por tu blog”. comenta sobre ese aporte. tos espacios.7

104
Por otra parte, esa búsqueda de reconocimien-
to en el otro, esa búsqueda de popularidad en la
comunidad -porque claro, ser popular es un valor-
opera directamente sobre las estrategias de produc-
ción de cada fotolog.
En esta línea es que nos viene bien la idea que
plantea Bauman (2007) acerca de que los miembros
de una sociedad de consumidores son ellos mismos
bienes de consumo: “el principal desvelo de los
consumidores es convertirse en productos vendibles
y lograr mantenerse así. El atractivo de los produc-
tos de consumo suele evaluarse según la capacidad
de aumentar el valor de mercado de quien lo con-
sume”8.
Nadie va a negar que los productos de Internet
forman parte de la industria cultural, pero si todo
consumo opera en la subjetividad, este lo hace des-
de doble propuesta del productor consumidor, des-
de la idea del “hagaló usted mismo”.

Bibliografía

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tura Económico, Buenos Aires, 2007.
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el chat o el lugar donde el cuerpo se borra”, Ponen-
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-LÉVY, PIERRE. Cibercultura. La cultura de la sociedad
digital, Anthropos, Barcelona, 2007.

8 Bauman, Zygmun; Vida de Con-


sumo, Fondo de Cultura Económi-
co, Buenos Aires, 2007.

105
landia sin llevar por lo menos un aparato fotográ-
Fotografía turística: fico (...) para poder decir que ha estado allí y para
la visión después de la mirada dar la prueba de ello. Se trata de una visita al fu-
turo que cobra todo su sentido después, cuando
se muestra a los parientes y a los amigos, acompa-
ñada de comentarios pertinentes (...) a manera de
verificación”.
La imagen no es un imperio autónomo y ence-
rrado en sí mismo, un mundo aislado sin comunica-
ción con aquello que lo rodea. Las imágenes no
pueden dejar de caer en los juegos del sentido, en
las múltiples dependencias que reglamentan la sig-

Por Ayelen Sidun

Investigadora y docente de la
L os turistas son viajeros especiales: van en
busca de lugares, imágenes, emociones,
vivencias, pero, también, del status que da poder
nificación en el centro de las sociedades, ese senti-
do de querer hacer parte a los otros de los recorri-
dos personales del viaje realizado. Es en este punto
donde, para Augé, “todos somos hijos de este si-
cátedra “Comunicación y reforzar el relato con la certeza irrefutable del regis- glo”, un tiempo que si bien ya es otro de aquel al
Recepción” de la Facultad de tro fotográfico, ese que dice a los demás: “Este lu- que refiere este autor comparte con el anterior la
Periodismo y Comunicación gar existe y yo he estado allí”. Es que para estos es- “necesidad de la imagen para creer en la realidad y
Social y alumna de la Maestría pectadores, pareciera que no basta con observar el [la] necesidad de acumular testimonios para estar
en Ciencias Sociales de la UNLP. escenario que se encuentra frente a sus ojos; nece- seguros de que hemos vivido”.
sitan compartir, comunicar lo que vieron, con pala- La fotografía, como representación mental a
bras reforzadas por improntas de ese lugar, para través de la cual alguien puede conocer los objetos
que lo contado sea complementado o porque, co- de la realidad, es decir, como signo, tiene un carác-
mo dice una frase trillada, “una imagen vale más ter indicial (Peirce, 2006). Además de la semejanza,
que mil palabras”. hay una huella del haber estado allí; es de carácter
Las fotos dicen “algo” que el turista quiere re- testimonial (Traversa, 2001). Cuando nos referimos
cordar del momento en que fue testigo de un pai- a la fotografía como un índice damos cuenta de la
saje, un lugar. Pero la intención de llevarse esa ima- relación de continuidad de los objetos que repre-
gen no es sólo la de guardarla en su memoria. La senta con respecto a la realidad.
captura visual de ese momento, su significación, se- Cuando muestra a otros las imágenes de los via-
rá la de demostración para aquellos que lo rodean jes realizados, el turista da testimonio, hila una na-
del “haber estado allí” (Verón, 1996), de compro- rración. En palabras de Oscar Traversa, da cuenta de
bación de haber sido parte de ese espacio que se que “hay alguien ahí a quien conozco” que realizó
quiere mostrar. Y aunque como expone Pierre Sor- un viaje. Pero, en ese caso, no es el carácter indicial
lín (2004) “la supuesta evidencia de la fotografía es lo que se privilegia sino la cualidad icónica, es decir,
un engaño”, los turistas la muestran como eviden- la posibilidad de dar cuenta de que es esa persona
cia, irrefutable podría decirse, de lo vivido. y no otra, en tanto hay una relación de semejanza
La del turista es esa intención que bien descri- con el objeto que se representa.
be Marc Augé en El viaje imposible. El turismo y Es de esta manera como se habilita otro estatu-
sus imágenes (1998): “La gente no visita Disney- to fotográfico: el del recuerdo, ya que es esa perso-

106
na y no otra en un momento determinado, con lo carnado en algunos turistas que toman fotografías
que se privilegia el tiempo sobre el espacio. Según de los lugares que visitan situándose “delante de la
Roland Barthes (1964), la fotografía, en su carácter postal”, potenciando la “instancia testimonial” de
de dispositivo técnico, no corresponde al espacio si- haber estado en ese lugar tantas veces visto por
no al tiempo: “En la fotografía nunca puedo negar otras “imágenes visuales concretas, tornadas pre-
que la cosa estuvo allí. Hay una doble posición con- sentes por anticipación al hecho” (Urry y Craws-
junta: de realidad y de pasado”. Y es eso lo que la haw, 1995). En este sentido, la intención puesta en
convierte en tan indispensable, pareciera, para la fotografía es la referencia, orden fundador de la
aquel que la utiliza viajando; esa realidad que es- fotografía para Barthes, ya que se trata de una ope-
tando en el pasado puede jugar con el tiempo y ha- ración localizada en el tiempo.
cerse presente en el momento en que se da a cono- Según Jean Claude Passeron (Traversa, 2001),
cer a otro. “el enunciado cuasi asertivo está en la mirada de
El turista quiere mostrar aquello que vivió. No es quien observa la imagen y se confunde con el acto
extraño cruzar en lugares pintorescos de distintas de interpretación que debe producir el observador
ciudades personas que, cámaras en mano, gatillan al recibir la imagen para hacerla funcionar como
el botón constantemente… ¿Cómo forma de retra- tal”. Si pensamos esto en relación con el origen de
tar lo vivido? La fotografía turística hace posible la fotografía, a mediados del siglo XIX, el dispositi-
una “estrategia de marcación (...) un movimiento vo retoma las reglas de producción del retrato pin-
de legitimación de la pertinencia de los desplaza- tado, expresando, como afirma Traversa, “la volun-
mientos de los individuos, pertinencia que se ali- tad de ejemplaridad”. Tiene un resabio de eterni-
menta con la notoriedad de los espacios públicos” dad que es exactamente lo que el turista encuentra
(Augé, 1998). Esta “estrategia de marcación” es como indispensable en su recorrido: que esas imá-
utilizada por el turista para mostrar el paisaje del genes vistas queden retratadas en el tiempo, perpe-
que fue testigo acompañado de su propia imagen, tuadas eternamente en el recuerdo, para él y para
de la de su cuerpo. La foto debe ser tomada en un aquellos a los que necesita mostrar su experiencia,
plano en donde protagonista y escenario estén pre- para demostrar lo vivido.
sentes. La foto del lugar sin personaje no tendría Es allí donde entra en juego la posibilidad de cir-
sentido, sería como ver una postal o la imagen di- culación de sentido de lo privado en la esfera públi-
fundida por una empresa de turismo para vender el ca. La posibilidad de fotografiar lo cotidiano hace
viaje. Sin el turista en el centro de la escena la foto- nacer, como explica Eliseo Verón, “el deseo de
grafía dejaría de testimoniar su presencia… ¿Y có- construir, a través de la imagen, la saga familiar”, lo
mo comprobar luego el “haber estado allí”? mismo que se produce en diferentes circunstancias
Traversa plantea que “la fotografía acentúa, da- como la realización de un viaje. Lo que se querrá
das sus cualidades indiciales (...), la cualidad de es- construir allí, para luego ser mostrada, es bien la
tancia testimonial del lugar”, y agrega que este es historia familiar o la secuencia de lugares conoci-
un efecto que se potenciaría si, según costumbres dos, paisajes nunca vistos o ilustrados por otras
de años anteriores, se acompañara la imagen de un imágenes (pero esta vez personalmente).
edificio de “la imagen del destinador, por vías de la Desde su nacimiento, el soporte fotográfico
modesta tecnología de un ‘fotógrafo de plaza‘”. funciona en el cruce entre lo individual y lo social.
Por estos años, diferentes a los que alude el nom- Es así como se expresa el deseo de hacer público lo
brado autor, el fotógrafo de plaza se encuentra en- privado, ya que el soporte fotográfico, como bien

107
señala Verón, “permite representar aquello de co- (o variantes de alguno de ellos)” (Traversa, 2001).
munitario que tiene lo privado”. Y lo que lo hace No obstante, y más allá de sus variantes, el disposi-
apto para tratar los espacios de relaciones entre lo tivo fotográfico fue y continúa siendo la forma ele-
público y lo privado es el manejo de la temporali- gida por el viajero de plasmar lo vivido.
dad, el “haber estado allí” antes nombrado. Podría- En su trabajo, Sorlín se refiere a la imagen ana-
mos sintetizar que la relación que se establece en- lógica como el “conjunto de representaciones pro-
tre lo público y lo privado en la fotografía turística venientes de la fotografía”, y describe característi-
se produce por dos características esenciales: por cas importantes de destacar en relación a la utiliza-
un lado, la temporalidad, demostración del “haber ción que de ella realiza el turista:
estado allí”; por otro, el pasaje de recuerdo a testi- - Reproducción a bajo costo: el viajante puede
monio o a la descripción. fotografiar un lugar y sacar varias copias del mismo
La memoria de los diferentes actores sociales negativo. En el caso de la cámara digital, la imagen
que participan del turismo cumple un rol impor- puede difundirse sin tener ni siquiera en cuenta el
tante, la memoria en relación con las imágenes. costo del revelado.
Muchas de las fotografías que alguien quiere dar - Captura del tiempo: el turista puede detener-
a conocer a sus allegados reproducen espacios ex- lo, hacerlo regresar a su fuente o acelerarlo, recons-
puestos anteriormente por empresas turísticas, truyendo momentos de su viaje por medio de las
programas televisivos, otras fotos de allegados... imágenes tomadas.
La lista puede ser larga. Es decir, lo que se quiere Para el turista, pareciera que la palabra no al-
mostrar es “haber estado allí”, en ese lugar cono- canza o que la imagen viene a completar su discur-
cido por muchos pero sólo con la vista, sin haber- so. Esa impronta de lo vivido es una apropiación
lo pisado. De este modo, el turista se convierte en personal del lugar y de un momento que, proyecta-
protagonista elegido que puede ver “en vivo y en do más allá de su captor, tiene como destino llevar
directo” lo que otros sólo conocieron por imáge- al conocimiento de los otros su experiencia como
nes. Y es ese hecho el que no puede pasar desa- observador y validarse como protagonista.
percibido por sus allegados: que aquél pudo cono-
cer ese lugar soñado, ese lugar histórico, ese lugar Bibliografía
que ellos sólo conocen por imágenes. La fotogra-
fía viene a ayudar al turista, a apoyar su relato… - AUGÉ, M. El viaje imposible. El turismo y sus imá-
¿Para que pueda ser creído? Pareciera que el “ver genes, Gedisa, Barcelona, 1998.
para creer” juega en este espacio un papel impor- - BARTHES, R. “Rhétorique de l’image”, en Com-
tante. munications Nº 4, Seuil, París, 1964.
La fotografía es entendida como dispositivo, es ____________ “Le message photographique”,
decir, como lugar de soporte de los desplazamien- Communications Nº 1, Seuil, París, 1961.
tos enunciativos entre medio y técnica (Verón, - PEIRCE, Ch. S. “El ícono, el índice y el símbolo”,
1996). Y a este dispositivo se ha sumado en la ac- traducción castellana de Sara Barrena, 2005. Dispo-
tualidad la posibilidad de tomar fotos digitales con nible en http://www.unav.es/gep/IconoIndicesimbo-
cámaras o aparatos celulares, que no funcionarían lo.html. Fecha de consulta: marzo de 2008.
ya como dispositivos sino como hiperdispositivos - SORLÍN, P. El siglo de la imagen analógica. Los hi-
(Verón, 1996), entendiendo a estos como “aquellos jos de Nadar, Biblioteca de la mirada, Buenos Aires,
que articulan de manera singular técnicas o medios 2004.

108
- TRAVERSA, O. “Aproximaciones a la noción de
dispositivo”, en Signo y Seña Nº 12, revista del Ins-
tituto de Lingüística de la Facultad de Filosofía y Le-
tras, UBA, Buenos Aires, 2001.
- URRY, J. y CRAWSHAW, C. “Turismo e consumo
visual”, en Revista Crítica de Ciencias Sociais Nº 43,
revista del Centro de Estudios Sociales de la Facul-
tad de Economía, Universidad de Coimbra, 1995.
- VERÓN, E. “De la imagen semiológica a las discur-
sividades. El tiempo de una fotografía”, en VEYRAT-
- MASSON, I. y DAYAN, D. (comps.), Espacios públi-
cos en imágenes, Gedisa, Barcelona, 1996.

109
Periodismo on-line: desafíos, cambios
Periodismo 3.0: y oportunidades
el ciudadano como periodista Históricamente, la introducción de nuevas tec-
nologías coloca al periodismo en situación de revi-
sión y alerta, de cambios en las rutinas productivas
y en el mismo rol del periodista; también presiona
sobre la industria mediática y sobre la categoría de
noticia y, por supuesto, sobre la sociedad en gene-
ral. Ante las posibilidades que brinda el desarrollo
de la tecnología digital y el satélite, el campo de la
comunicación se ha visto alterado, tanto cualitativa
como cuantitativamente. Producto de la instanta-
Por Julieta G. Casini Internet no es un soporte más, es el fin del pe- neidad de la información, se han instalado cambios
riodismo tal como lo conocimos (...). en el modo de informar, de ofrecer la publicidad, en
Licenciada en Ciencias de la Co- La prensa no ha comenzado un nuevo capítulo el mercado en general (ventas e intercambios de
municación por la Universidad de en su historia, bienes y servicios por Internet) y en las diversas for-
Buenos Aires. Ayudante en la cá- más bien ha iniciado otra historia bajo el régi- mas de comunicación intersocial, como chats, co-
tedra “Teorías del Periodismo” de men de Internet. rreos, etc., en cuyos espacios aparece el problema
la Facultad de Ciencias Sociales Jean-Francois Fogel y Brumo Patino (2005). de la recepción de mensajes no deseados o spams,
(UBA). Como investigadora, ac- con los que se puede interactuar o simplemente de-
tualmente forma parte del Pro- sechar (conductas que no son equiparables a lo que
yecto UBACyT “Imagen y/o re- se puede hacer con los mensajes que se reciben
presentación visual: transforma- desde los medios convencionales, donde el público,
ciones, usos, interrogantes y dis- en todo caso, sólo puede optar por el zapping, el
cusiones sobre su presencia o de- apagado de los aparatos, el desistimiento de com-
sarrollo en la cultura contemporá- prar ciertas publicaciones gráficas o por seleccionar
nea”. aún más en los sumarios que éstas ofrecen).
También se registran cambios en la percepción
de los públicos, que se hace hipertextual, instantá-
nea y se reviste de una velocidad que transforma los
hábitos y competencias de quienes, por ejemplo, si-
guen siendo usuarios preferenciales de la televisión.
El surgimiento de Internet, específica y brevemente,
ha dado lugar a una multiplicidad de discusiones y
nuevos fenómenos discursivos, jurídicos y sociales
presentes, día a día, en las redacciones y en los ám-
bitos políticos, legales y científicos. Desde nuestro
campo específico, se plantean interrogantes como:
¿Por qué enseñar periodismo? Los periódicos y las
noticias impresas, ¿no están condenados a la desa-

110
parición o a constituirse en soportes extraños o eli- nos que marcan la construcción de la noticia, se tra- 1 Profesor Asociado y Director del
tistas? Y en tal sentido, ¿qué destrezas debe tener ta sin lugar a dudas de un momento de interrogan- Programa en Periodismo Interacti-
vo de la City University of New
hoy un periodista? Algunas de estas preguntas se tes y redefiniciones que no parece, sin embargo, Yok, columnista sobre nuevos me-
incluyen en el artículo de Jeff Jarvis1 (2007), publi- demasiado discutido ni asumido. dios en The Guardian y autor del
cado en su weblog Buzzmachine (2007). Por su par- El avance de la prensa on-line reavivó el debate weblog sobre medios y noticias
BuzzMachine.
te, la periodista del diario La Nación Juana Libe- sobre el futuro de los medios y específicamente de
2 Co-editor de The American
dinsky (2007) se interroga si acaso hay que decir la prensa gráfica. Mientras algunos auguran un fi- Prospect y columnista de The Bos-
“adiós al papel”; mientras que Robert Kuttner2 nal cercano para los diarios en papel, otros proyec- ton Globe. También fue periodista
(2007) se pregunta qué diarios tienen más posibili- tan que seguirán existiendo pero con otro formato: de BusinessWeek y The Washing-
ton Post.
dades de sobrevivir, y por qué es importante su su- ediciones más caras, con menor circulación y más 3 El pionero es Metro, que surgió
pervivencia. personalizadas (Libedinsky, 2007; Kuttner, 2007). en Suecia, en 1999, con una dis-
Más allá de la discusión y las evaluaciones futu- Independientemente de la postura que se asuma, tribución gratuita en el subte de
Estocolomo. Doce años después,
ristas (a corto plazo, seguramente en el periodis- hay datos que identifican una realidad diferente a la
los diarios gratuitos ya son 169 y
mo), toda reflexión acerca del periodismo digital existente hace unos 10 ó 15 años: la caída de lec- alcanzan una tirada de 330 millo-
debe reconocer que la actividad y sus productos se tores de diarios, las nuevas generaciones más cerca- nes de copias en 40 países (Libe-
han enfrentado a una mayor cantidad y calidad de nas a la pantallas que al papel, el éxito de los dia- dinsky, 2007).
4 “Página web hecha de bloques
cambios en la última década que en los más o me- rios gratuitos3, el surgimiento y fuerte posiciona- de texto o entradas, usualmente
nos 150 años de historia que tiene el periodismo miento de los weblogs4, blogs o bitácoras5, fenó- cortos, frecuentemente actualiza-
moderno. Esto quiere decir que a pesar de las cons- menos como Google, Wikipedia y YouTube y la mi- dos, que están arreglados en or-
den cronológico inverso. El conte-
tantes, comunes y habituales predicciones y profe- gración de la publicidad del papel a otros medios
nido y propósito varía ampliamen-
cías sobre el futuro del periodismo, ya en este mo- audiovisuales. te, desde diarios personales hasta
mento la profesión está atravesando una etapa de En la última reunión de la SIP (Sociedad Intera- las noticias periodísticas de comu-
inflexión. Cambios en las rutinas productivas y en la mericana de Prensa), realizada en Cartagena en nidad y grupos de discusión (...), y
permiten a los participantes juntar
concepción de noticia -tanto en su significado en marzo de 2007, se hizo hincapié en el desafío digi- múltiples roles simultáneamente:
relación con la temporalidad y el acontecimiento, tal como el más grande para quienes son protago- editor, comentarista, moderador,
como con las expectativas y necesidades de la so- nistas de la era de Gutenberg e intentan adaptarse escritor, documentalista” (Bow-
man y Willis, 2005).
ciedad hacia quien se dirige- son situaciones que ar- a la de Google; un desafío “de continuidad, super-
5 Según el término en español.
ticulan necesariamente con las renovadas lógicas vivencia y credibilidad, en medio de un alud de 6 “Si bien las cronologías y el vér-
del mercado empresarial y las mismas condiciones blogs6, youtubes, myspaces, noticias por celular, tigo de la historia del ciberespacio
de trabajo. Y si bien los periodistas se aferran a la podcasts. La asistencia de Bill Gates, quien anunció no son propicias para las precisio-
nes, se ha convenido que fue en
defensa de sus fuentes de trabajo tal como existen varias veces la desaparición de la prensa escrita, es abril de 1997 cuando Dave Winer
hoy en día, desde la aparición del denominado pe- significativa como el encuentro de dos mundos publicó la primera entrada de
riodista multimediático -el que ha de adecuar su que, día a día, se vuelven uno solo” (El Tiempo, Scripting News, considerado por
discurso y su rutina de producción a los diversos so- 17/03/2007). En esta línea, muchos analistas seña- muchos bloggers precisamente
como el primer weblog. La pater-
portes (Klinenberg, 2000)-, hasta el aggiornamien- lan que “en una década, la versión en papel de los nidad también la reclama Jorn
to del ritmo del trabajo por las posibilidades de In- diarios jugará un rol menos importante en la estruc- Barger, un programador que ase-
ternet como fuente, el acceso y la transmisión de la tura periodística de la prensa” (Libedinsky, 2007). gura que fue él quien inventó el
término ‘Weblog’, en diciembre
información en vivo, el hecho que ha de hacerse Frente a este escenario, no se puede dejar de de 1997. En rigor, y para la gran
noticia en pocos minutos y que los ciudadanos co- discutir la calidad y la índole de la información que masa de usuarios, fue a partir de
munes operan en ciertos casos como fuente de in- circula por tantos soportes, y las expectativas y ne- 2003 cuando los blogs irrumpie-
formación y de opinión, entre varios otros fenóme- cesidades de información socialmente necesaria de ron en oleadas, y en eso fue deci-

111
la que hablara Herbert Schiller (1996). De la misma riodismo, la prensa gráfica. La situación exige un
manera, en el citado encuentro de la SIP se hizo debate necesario sobre la situación actual y el
sivo Google, el buscador gigante, hincapié en otras amenazas que no se relacionan rumbo que tomará el periodismo y los medios de
que volvió fácil la hechura de las
páginas personales” (Clarín 27/04/
con la era digital sino con la libertad de prensa, y comunicación en general. Lo particular en este ca-
2007). que remiten a las situaciones que imperan en países so es que la aparición de las nuevas tecnologías
7 Los signos de interrogación son de América Latina, como Colombia o México, don- (no sólo de Internet, sino también de teléfonos ce-
míos.
de “esos mundos” conviven con la impunidad en lulares, cámaras digitales, software de publica-
8 Es Director de Mediathink Con-
sultores, S.L. Periodista y consul- los crímenes contra periodistas, así como con agre- ción, etc.) causa un impacto muy fuerte en la de-
tor, autor del weblog sobre perio- siones o restricciones judiciales contra medios infor- finición misma de la profesión. Y las preguntas se
dismo y medios Periodistas 21, mativos. acumulan: ¿Los bloggers son periodistas? “Al-
http://periodistas21.blogspot.com,
por el que recibió el premio The
Aun en este contexto, Internet parece ser un guien con un teléfono celular con cámara fotográ-
Bobs-Deutsche Welle al mejor we- medio más “democrático” o más libre, no sólo por fica en el lugar y momento preciso, que sea testi-
blog periodístico en español 2004. su velocidad y versatilidad sino porque permite la go de un evento increíble, ¿puede hacer el traba-
9 Aquí también hay que agregar producción de información específicamente web jo de un periodista?”7 (McLeary, 2007).
la comunicación cara a cara y a
través de formatos no periodísti- por parte de cualquier ciudadano con acceso al so- Más allá de las discusiones sobre qué es hacer
cos, es decir, de la ficción. En porte. En consecuencia, representa tanto un nove- periodismo, o cuáles son las características que
nuestro país, por ejemplo, la nove- doso espacio para informar o comentar la realidad, definen esta práctica, hoy en día los principales
la “Montecristo”, emitida por Te-
lefé indagó en el derecho a la
como una nueva audiencia de consumidores gratui- medios impresos mundiales tienen versiones
identidad y la expropiación de be- tos y activos o consumidores-productores. Esta per- on-line que, lejos de ser una réplica de sus edicio-
bés durante la dictadura militar. cepción no desconoce las profundas brechas so- nes en papel, han ido adquiriendo identidad pro-
Marcos Suárez, hijo de desapareci- cioeconómicas que afectan tanto el acceso a Inter- pia hasta convertirse en productos singulares, con
dos el 10 de diciembre de 1976,
se reconoció en una foto de un net como la invisibilidad de los sectores más poster- contenidos, lectores y características productivas y
bebé que la cámara tomaba en gados en la información (Ford, 1999). De la misma discursivas propias. Autores como Juan Varela8
primer plano, en una escena que manera, el término democrático está entre comillas (2005) sostienen que Internet construye un mun-
transcurría en la sede de Abuelas
ya que hay que reconocer la emergencia de we- do en donde la audiencia decide qué es importan-
de Plaza de Mayo. Esto sucedió
curiosamente el mismo día en que blogs que forman parte de campañas de marketing te, qué es noticia y qué no. Esto es posible ya que
Marcos fue a hacerse los análisis de algunas empresas. “Ha habido varios casos en los usuarios se informan a partir de una amplia di-
de ADN para comprobar su identi- 2006 de blogs falsos, también conocidos como versidad de medios: radio, televisión, prensa gráfi-
dad. “Claro que más allá de esta
casualidad temporal, el reconoci- flogs. Iniciativas que se hacían pasar por ciudadanas ca, diarios online, diarios gratuitos y weblogs9. En
miento a través de una foto apa- se han develado como maniobras de relaciones pú- este sentido, y frente a la posibilidad que ofrece la
recida en ‘Montecristo’ forma par- blicas para mejorar la imagen (...). Mc Donald´s, tecnología de que cualquier persona que cuente
te de una estrategia implementa-
Wal-Mart y Sony han sido víctimas de sí mismos y con herramientas de publicación y conexión pue-
da por Abuelas. La organización
intenta capitalizar la buena au- de unos terceros desengañados” (Mirandes, 2007). da transformarse en productor de noticias, uno de
diencia del programa, que es uno Si bien a lo largo de la historia de los medios la los principales desafíos para el periodismo es no
de los dos ciclos más vistos en lo aparición de una nueva tecnología de la informa- perder la potestad sobre la producción y difusión
que va del año, para informar a la
sociedad sobre su incesante bús- ción ha provocado grandes debates sobre la su- de información (incluso, aunque para algunos fa-
queda. En tal sentido, la telenove- pervivencia del medio precedente, o de los medios náticos digitales ya la perdió).
la suele mechar en su trama dis- ya instalados o conocidos (cine, radio, televisión, A esto se suma, como afirma Varela, que “la
tintas imágenes de los nietos bus-
etc.), ahora nos hallamos frente a un fenómeno explosión de la información gratuita -en la Red, en
cados por la institución que enca-
beza Estela de Carlotto, como for- diferente, en la medida en que afectaría al sopor- la prensa gratuita, etc.- convence a la audiencia de
ma de difusión” (Respighi, 2006). te con el que tradicionalmente se identifica al pe- que no es necesario pagar para informarse”. Sin

112
duda, uno de los fenómenos gratuitos más gran- Periodismo participativo o ciudadano 10 Este programa de intercambio
des en Internet es el de la música, un mercado en de archivos permitió la distribución
el que el precio de la oferta on-line se aproxima a A partir del surgimiento de Internet, y de diver- libre de música. La industria disco-
gráfica demandó a Napster por sus
cero (basta recordar el golpe que produjo en la in- sas herramientas digitales de publicación, aparece derechos de copyright y logró cerrar
dustria discográfica el fenómeno Napster10). Tal si- el concepto de periodismo participativo o periodis- el sitio por “piratear discos”. Luego
tuación provoca que una de las preocupaciones de mo ciudadano. Quienes utilizan esta denomina- aparecería Apple y su I tunes.
11 Licenciado en Ciencias de la
los grandes grupos mediáticos con presencia en la ción lo definen como la posibilidad que tiene un
Comunicación por la UBA y Doctor
Red sea qué modelo de negocio les permitirá ge- ciudadano de jugar un rol activo en la producción por la Universidad Complutense de
nerar ganancias económicas. Al referirse a esta y difusión de noticias (Bowan y Willis, 2005; Vare- Madrid. Su tesis Doctoral -defendi-
cuestión, Luis Albornoz11 (2006, 2007) indica que la, 2005; Cerezo y Zafra, 2003; McLeary, 2007). da en abril de 2005-, aborda los
contenidos, servicios, lenguajes,
hasta el momento, y sólo con algunas excepcio- Varela lo llama Periodismo 3.0 y explica que es “la áreas de participación de lectores y
nes, la gran mayoría de las cabeceras digitales no socialización de la información periodística” y “la modelos de negocio de los gran-
es rentable. En general, las empresas se iniciaron tercera versión del ciberperiodismo o periodismo des diarios iberoamericanos.
12 “Desde hace varios años los
ofreciendo contenidos y servicios en forma gratui- digital”. Según este autor, ya hemos pasado por
precursores banners o rótulos -re-
ta y utilizaron el recurso ya probado en otros sec- tres etapas: Periodismo 1.0, que conllevó el tras- cuadros de diversos tamaños que
tores: el de la venta de espacios publicitarios (ban- paso de contenido de medios tradicionales a la contienen textos y/o imágenes-
ners, pop-ups, pop-unders e intersititials12). Aun- red; Periodismo 2.0, que supuso la creación de conviven con formas de publici-
dad online más intrusivas, como
que también destaca que algunos diarios de pres- contenido en y para la red con el uso de la hiper- los pop ups, los pops unders -ven-
tigio internacional, como The Wall Street Journal, textualidad, interactividad, multimedia, etc.; y Pe- tanas que se abren al ingresar a
The New York Times, Le Monde, El Mundo y El riodismo 3.0, que generó una conversación virtual un sitio, por encima o por debajo
País, optaron por la modalidad de acceso pago (ya “en la que los participantes intervienen en el pro- de la página web solicitada- o los
intersititials -páginas que se su-
sea en forma parcial o total13), aunque es claro –y pio mensaje”. perponen a la solicitada, inte-
en esto coinciden diversos autores–, que la fuerte El periodismo ciudadano tiene su antecedente rrumpiendo la navegación- (Gar-
competencia de información gratuita en Internet en el periodismo cívico (public journalism), término cía, en Albornoz, 2006).
13 La modalidad de pago es va-
es un factor inhibidor para imponer el pago a los acuñado a partir del filósofo John Dewey y difundi- riada. The New York Times, por
usuarios. Así, y producto de estudiar lo que suce- do en Estados Unidos por Jay Rosen. Tal como se- ejemplo, ofrece sus contenidos
de con seis diarios on-line de habla hispana, El- ñalan Mar de Fontcuberta y Hector Borrat14 (2006), generales en forma gratuita, con
Mundo.es, ElPaís.es, ABC.es (España), Clarin.com “a pesar de que buscan la participación de los lec- publicidad en sus páginas, con el
registro obligatorio de usuarios y
y LaNacion.com (Argentina) y Reforma.com (Méxi- tores, hay diferencias entre el periodismo cívico y el un paquete premium (es decir
co), Albornoz afirma que actualmente coexisten participativo. Shayne Bowman y Chris Willis expli- que se puede acceder a través del
diferentes modelos de financiación de publicacio- can que el primero se desarrolló a principios de los pago de un abono mensual). En
junio de 2005, ELPaís.com dejó el
nes on-line: acceso arancelado -parcial o total-, 90 y buscó la participación de los lectores y las co-
modelo pago, aunque actualmen-
publicidad, tiendas virtuales, avisos clasificados, munidades por medio de sesiones de grupo (focus te, por ejemplo, para acceder des-
venta de contenidos y comercio electrónico, entre group), encuestas y consultas a los lectores sobre de la página web a la edición im-
otras. Y concluye: “Lejos de encontrarnos ante un sus reacciones ante las noticias publicadas. La ma- presa hay que suscribirse.
14 Fontcuberta es Doctora en Pe-
escenario maduro, en el cual los distintos agentes yoría de los proyectos se centraron en la cobertura riodismo por la Universidad Autó-
han definido exitosos modelos de negocio, la in- de las elecciones, aunque más tarde se abrieron a noma de Barcelona; Borrat es
vestigación reveló que el debate acerca de cómo otros temas públicos como el racismo o el crimen. Doctor en Derecho y Ciencias So-
ciales por la Universidad de la Re-
ganar o, al menos, no perder dinero a partir de la Sin embargo, los medios ejercían un fuerte control
pública y Doctor en Ciencias de la
presencia de una cabecera en la Red está en esta- sobre el desarrollo del proceso, situación que no Información por la Universidad
do de ebullición”. ocurre en el periodismo participativo”. Autónoma de Barcelona.

113
Si bien el periodismo participativo o ciudadano Red, participación del público, etc. Pero fue recién
se manifiesta en diferentes publicaciones o forma- en julio de 2005, con los atentados en Londres,
tos discursivos (que detallaremos más adelante), cuando cayó la frontera entre los periodistas y su
son los weblogs los que mayor impacto tienen en audiencia. En la cobertura de este hecho, el mayor
los medios tradicionales. Tal es así que estos últimos productor de información fue el público. Fogel y Pa-
se vieron obligados a redefinir su oferta informativa tiño citan a Helen Boaden, directora informativa de
y de servicios, no sólo en el sentido de tener que la BBC, quien señaló: “Algunos minutos después de
lanzar una versión digital sino, precisamente, por- la primera explosión recibimos las primeras imáge-
que estas publicaciones debían ofrecer un plus al nes del público. En menos de una hora teníamos
contenido informativo que habitualmente acerca- 50”. Varela, por su parte, señala que a diferencia de
ban a sus lectores en las ediciones en papel. De es- los medios españoles los británicos no dejaron a los
ta manera, la mayoría de los investigadores recons- ciudadanos al margen; por el contrario, “hicieron
truye la influencia de Internet teniendo en cuenta la un llamamiento a los ciudadanos para que cuenten
repercusión que este medio tuvo en la difusión de sus historias, envíen fotos y videos desde sus teléfo-
los atentados del 11 de septiembre de 2001 en nos móviles a la BBC, The Guardian o The Times”.
Nueva York, el 11 de marzo de 2004 en Madrid y el Las víctimas que sobrevivieron a los atentados
7 de julio de 2005 en Londres. utilizaron las cámaras de sus teléfonos celulares pa-
Sin duda, los weblogs que tuvieron mayor re- ra alimentar un periodismo de ciudadanos que nu-
percusión y se transformaron en fuentes alternati- triría el acceso a la información del planeta entero.
vas a los medios masivos convencionales fueron En el sitio de la BBC los testimonios fueron ensam-
aquellos que surgieron frente a la emergencia de blados a la manera de un rompecabezas de imáge-
acontecimientos de trascendencia mundial. Jean- nes y de palabras que cubría la ciudad capital, y que
Francois Fogel y Bruno Patiño (2005) señalan que, los sitios del mundo entero también reprodujeron.
en contra de lo que comúnmente se creería, en el La BBC y la MSNBC.com ofrecieron a las personas
caso de la destrucción de las torres del World Trade que hicieron los aportes más pertinentes un espa-
Center “Internet no estaba a la altura de un acon- cio, a modo de diario íntimo on-line, con el fin de
tecimiento global”. Es decir, no pudo responder a la que publicaran sus testimonios de supervivencia: los
demanda de información que se generó frente a un cuidados que recibieron, las reacciones de su entor-
hecho de repercusión mundial. Por lo tanto, si bien no, sus impresiones. Más allá de la utilización de
los warlogs fueron una de las alternativas de mayor testimonios tomados de Internet, “las cadenas de
difusión a los medios tradicionales, hay unanimidad televisión de la BBC, ITV y Skynews difundieron vi-
en señalar a los atentados en Londres como el pun- deos caseros o improvisados y diarios como The
to de desarrollo máximo del nuevo medio. Daily Mail y The Guardian reprodujeron fotografías
Luego la situación va cambiando. El 11 de mar- tomadas de la Red” (Fogel y Patiño, 2005). Así, en
zo de 2004, fecha de los atentados en la estación los sitios de los grandes medios aparecieron gráfi-
15 Cabe aclarar que en general, y
por la imprevisibilidad que carac-
de Atocha, los sitios europeos batieron sus récords cos, foros, mapas, videos y chats que trascendieron
teriza a estos hechos, en las catás- de audiencia. Según estos autores, los editores de el contenido ofrecido hasta el momento, compues-
trofes los medios tradicionales los grandes medios entendieron que debían res- to sólo de textos y fotos.
suelen utilizar imágenes tomadas
ponder con un contenido no sólo a nivel textual si- En nuestro país, si bien no registramos un fenó-
por aficionados, lo que sucedió,
por ejemplo, en los atentados a la no que aprovechara todos los recursos que brinda meno similar15 en cuanto a la publicación de infor-
Embajada de Israel. Internet: imágenes, páginas en otros puntos de la mación por parte del público, la participación de los

114
ciudadanos en la información, comentario e ilustra- dó el periodismo. Como señala este autor, “pensa-
ción de diversas situaciones que afectan la vida co- dores como Walter Lippmann sostenían que la cla-
tidiana se va incrementando. Puede citarse como ve estaba en la verificación de los hechos y por eso
ejemplo lo que sucedió con las inundaciones en la el periodismo no debía ser practicado por ‘testigos
provincia de Santa Fe, ampliamente reflejadas en el accidentales no entrenados (…) Pedían que la obje-
sitio YouTube. Tal fue la repercusión de estos regis- tividad no fuera el fin, sino el método”. Tras esta re-
tros que Clarin.com se hizo eco del fenómeno: “El flexión, Varela destaca que la crisis de credibilidad
drama vivido a raíz del temporal en Santa Fe se vio (“la verificación no es una disciplina que se practica
reflejado en el popular portal de videos YouTube. con eficiencia por los reporteros”), las malas condi-
Allí, decenas de usuarios subieron imágenes de lo ciones del mercado laboral, la codicia de los edito-
ocurrido en sus casas y sus barrios” (Clarín.com, res y el sacrificio de la información por el sensacio-
3/04/2007)16. En esta línea, Ellitoral.com, sitio web nalismo son las causas que impulsan el periodismo
del diario santafesino El Litoral, ofreció un especial ciudadano. En consecuencia, entre las hipótesis so-
de 116 fotografías enviadas por sus lectores. Así, bre las razones del éxito de los weblogs se encuen-
bajo el título “Inundación 2007. Por nuestros lecto- tra la caída de credibilidad de la prensa tradicional,
res”, se publicaron imágenes acompañadas de un que se articula con la crisis de representación políti-
epígrafe y con la firma de quienes las había envia- ca y la expansión de conflictos políticos, religiosos,
do: “Barrio Lourdes Santo Tomé, Foto: Andrea Ba- étnicos e interculturales que los Estados no logran
rrone” o “Barrio Belgrano, Pasaje Marsengo al ordenar ni resolver. Para Varela, “el público no se fía
7100. Foto: Familia Quiroga”. Algo similar sucedió de la autoridad y la imparcialidad de la prensa y sus
con las elecciones porteñas de junio pasado, que primeras víctimas han sido políticos y periodistas”.
también se “disputaron” en YouTube. Como afir- Por su parte, Michael Smith (s/f), del Media Ma-
maba por ese entonces la periodista Silvana Avella- nagement Center de la Universidad de Northwes-
neda (2007): “La ‘cyberpropaganda’ ya apareció en tern, Estados Unidos, destaca las declaraciones del
el sitio de videos gratuito que más ha crecido en los fundador de Oh My News17, Oh Yeon Ho, y advier-
últimos tiempos: YouTube (...) Allí ya pueden verse te que dada su visión de la objetividad éstas podrían
videos de Mauricio Macri, de Jorge Telerman y de irritar a los periodistas tradicionales. En una entre-
Daniel Filmus en diferentes momentos de su batalla vista de la Japan Media Review, Oh Yeon Ho seña-
electoral: discursos, encuentros con vecinos, clips ló: “Nosotros publicamos todo y que la gente juz-
de programas de tevé y alguna situación más pinto- gue por sí misma. Así, no sólo rompemos con el
resca”. concepto de ‘quiénes son los reporteros’, sino tam-
Al resumir las claves del periodismo ciudadano bién la fórmula de ‘se supone que los reporteros
o Periodismo 3.0, Varela menciona tres puntos cen- son bla bla bla’. Para nosotros cada ciudadano es
trales: un periodista y los ciudadanos no tienen experien-
- el cambio de poder de los medios a la audiencia. cia en escribir artículos, así que ¿cómo pueden ha-
16 Imágenes disponibles en
- la pérdida de la soberanía, o el “control exclusivo” cerlo? Sólo se comunican a su manera”. Cabe re- http://www.YouTube.com/watch-
de los contenidos por parte de los periodistas. cordar que este diario digital surcoreano, nacido en ?v=ekb551m7WDg; http://www-
- el desafío que implica a la objetividad periodística. 2000, revolucionó la industria periodística y fue uno .YouTube.com/watch?v=qRZS_el-
De estos puntos, el tercero es crucial para en- de los primeros sitios web en donde las noticias DORA; http://www.YouTube.com-
/watch?v=ZUP-dn17zx8.
tender el cambio que se produce, dado que la ob- eran redactadas por los ciudadanos que las envia- 17 www.ohmynews.com y htt-
jetividad fue uno de los pilares sobre los que se fun- ban. Aunque cualquier ciudadano puede ser perio- p://english.ohmynews.com.

115
dista de OhMyNews, los interesados deben enviar blogs publicados por periodistas de aquellos realiza-
sus datos personales, el medio los chequea y a par- dos por aficionados. Y, dentro de estos últimos, los
tir de allí se les pide que firmen un compromiso con que corresponden a ciudadanos interesados en
su código de ética. Dado su gran éxito, este diario cumplir el rol del denominado “ciudadano periodis-
on-line, que comenzó como una publicación nacio- ta” de los que son utilizados para compartir expe-
18 Los grupos de discusión son las nal, ahora tiene su versión internacional (en inglés) riencias, pasatiempos y conectarse con quienes
primeras formas de participación para la que colaboran cientos de “reporteros” de comparten los mismos intereses (jardinería, tenis,
en la web. Según Bowman y Willis
(2005), “los participantes pueden todo el mundo. golf o viajes). Frente a esta gran y variada oferta re-
promover un grupo de discusión Varios analistas hacen referencia al Periodismo sulta difícil encontrar una sola definición sobre lo
para responder preguntas de so- 3.0 como actor político y social (Varela, 2005; Mar- que constituye periodismo ciudadano o participati-
porte técnico, intercambiar conse-
tínez Mahugo, 2006). “El periodismo ciudadano es vo.
jos, discutir sobre su equipo de-
portivo o sobre el cuidado de la aquel que hace posible la participación activa de los
salud”. actores sociales que intervienen en todo el procesa- ¿El fin de la prensa gráfica?
19 “Cafés virtuales o sitios fre- miento de la información de interés público. Por lo
cuentados por jóvenes con discu-
sión en vivo y sin filtros” (Bowman tanto, sus características esenciales son formar opi- Hoy en día, la mayoría de las publicaciones on-
y Willis, 2005). nión pública mediante la creación de públicos deli- line de los grandes medios tienen weblogs, foros de
20 Una aproximación a la edición berantes y promover la participación ciudadana” discusión, servicios de podcasting22 y otros recursos
colaborativa es el modelo wiki,
(Meso, 2005; en Martínez Mahugo, 2006). Es decir, para conectarse con sus lectores. En el plano nacio-
“usada para escribir, discutir, al-
macenar, enviar correo electrónico este tipo de periodismo promueve la participación y nal, las versiones online de los medios de referencia
y colaborar” (Bowman y Willis, acción ciudadanas y los formatos en que esta parti- como Clarín.com23 y LANACION·com son los sitios
2005). cipación se hace efectiva no se limitan a la publica- que más explotan las posibilidades que brinda el
21 “Peer to peer”, en inglés. Son
aplicaciones que se usan en Inter-
ción de weblogs, también hay grupos de noticias nuevo medio. Así, entre otros servicios y conteni-
net para intercambiar archivos di- (newsgroups), foros de discusión18, salas de chat19, dos, ofrecen: weblogs, podcasting, encuestas, in-
gitales con otros “directamente o sistemas de edición colaborativa20 y aplicaciones formes multimedia, comercio electrónico y foros.
a través de un servidor media-
punto a punto21, como los mensajes instantáneos. Un punto interesante que detalla Sergio Martínez
dor”. Tal es el caso de la mensaje-
ría instantánea (IM, en inglés) y los Ahora bien, hay que tener en cuenta que en es- Mahugo (2006) es que la incorporación de estos
mensajes de texto (SMS, en in- ta estructura la mayoría de los weblogs u otros for- blogs provoca cambios en géneros tradicionales:
glés). Y distribución punto a pun- matos de publicación digital están al límite entre la “La columna de opinión tradicional se convierte en
to: Kazaa o morpheus (Bowman y
Willis, 2005).
información y la opinión. Por esta razón, a pesar de un foro de discusión en el que el columnista aporta
22 Un podcast es un archivo de ser un defensor del periodismo ciudadano, Varela el primer comentario y la credibilidad necesaria al
audio digital que se sube a Inter- advierte que “no toda la blogosfera es tan activista artículo, pero que después deja el paso libre a los
net para que otras personas pue- y política”. Aquí es donde se ubican precisamente lectores para que sean ellos lo que desarrollen el te-
dan bajarlo y escuchar su conteni-
do. En el caso de los medios, en los weblogs personales, los mensajes de texto, las ma con sus comentarios”. Esta observación vale pa-
general contienen un programa salas de chat, etc., espacios de generación y publi- ra el caso de Clarín.com, que publica más de 20 we-
de radio o informativo. cación de información en los que muchos no ven blogs a cargo de varios profesionales del Grupo, co-
23 Ver al respecto el artículo de
Mariano Amartino, “Weblogs: el
una nueva forma de hacer periodismo. Como seña- mo Miguel Wiñazki, Daniel Fernández Canedo u
último ‘boom’ de Internet desem- la Juan Zafra (2006), es conveniente diferenciar “los Oscar Cardoso que escriben, comentan, opinan e
barca en los medios argentinos”, blogs de la prensa digital, y los blogs informativos y informan con un estilo más coloquial o descontrac-
publicado en Clarin.com el 10 de diarios en Internet de ‘particulares inquietos’ dedi- turado y, tal vez, hasta más libre que en la versión
febrero de 2003. Disponible en
http://weblogs.clarin.com/conexio- cados a relatar sus experiencias personales”. Por lo en papel. Aunque también hay blogs publicados
nes/archives/000004.html. tanto, en la gran red podemos diferenciar los we- por no periodistas, como sucede con el espacio de

116
Gillespi o con Mundo Locutorio, a cargo de dos an- sión creció un 9.95% entre los años 2000 y 2005,
tropólogas… Y la lista sigue. pero hay que tener en cuenta que en ese período
Si bien para Bowman y Willis, “los futurólogos la circulación de los diarios gratuitos se duplicó. Só-
de medios han pronosticado que para el año 2021 lo en el último año el crecimiento de los periódicos
los ciudadanos producirán colaborativamente el 50 fue del 2.36%. En la Argentina, en los últimos diez
por ciento de las noticias”, aún no sabemos si esta años, la tendencia fue decreciente: según datos del
profecía se cumplirá. Por ahora, lo cierto es que el IVC, la circulación de Clarín cayó cerca del 30 % y
desarrollo del Periodismo 3.0 o periodismo partici- la de La Nación el 7 % (aunque hay que considerar
pativo no marca el fin del periodismo realizado por la crisis económica generada a partir de 2001)”. De
periodistas, esto es, de aquel que realizan profesio- este modo, el escenario en que se desempeña la
nales que trabajan con rutinas productivas donde prensa gráfica muestra una caída en los lectores y
prima la verificación de la información, el contraste una caída en la inversión publicitaria, y si bien an-
de fuentes, el chequeo de datos, etc. Sin embargo, te la irrupción de los nuevos medios las grandes
es indudable que la emergencia tanto de los we- empresas se vieron obligadas a volcarse hacia la
blogs como de Internet, específicamente, transfor- gran red para este soporte aún no hay un modelo
mó las rutinas productivas, la relación entre lectores de negocios claro. En consecuencia, “la práctica de
y editores y llevó a los medios tradicionales a explo- prueba y error sigue siendo la más extendida entre
rar otras formas de ofrecer contenidos y servicios. los medios llamados convencionales” (Cerezo y Za-
Las razones fundamentales de este fenómeno fra, 2006).
residen en tres de las características que presenta la Frente a los interrogantes que se plantean, por
gran red: hipertextualidad, inmediatez e interactivi- el momento parece que coexistirán los dos siste-
dad. Esta última resulta clave, ya que “el modo pa- mas. Así lo confirma Kuttner, al señalar que los pe-
sivo y unidireccional de consumo de los medios tra- riódicos tienen un futuro brillante como híbrido di-
dicionales es reemplazado por el concepto de gital y papel, “aunque es mejor que se apuren”.
usuario activo, que busca contenidos, explora y na- Con una postura alentadora en torno a la supervi-
vega info-espacios” (Orihuela, en Martínez Mahu- vencia de los medios tradicionales, este autor seña-
go, 2006). Según esta opinión, la tecnología digi- la que “el mejor material en Internet proviene de
tal rompería con el concepto de comunicación de los sitios web administrados por organizaciones im-
masas tradicional o broadcasting y, en consecuen- presas”. Frente a la hiperinformación con la que se
cia, obligaría a los medios a adaptarse. Pero hoy encuentra cualquier individuo al ingresar a la red,
hay un punto central y es que el modelo de nego- las grandes empresas periodísticas, o los periodistas
cio se ve modificado y los grandes grupos se ven en reconocidos, son garantía de veracidad y legitimi-
la necesidad de replantear sus estrategias de posi- dad informativa. En este sentido, Fontcuberta y Bo-
cionamiento. La lectura de diarios en papel está es- rrat también plantean que “la experiencia nos de-
tancada o en decadencia en todo el mundo, aun- muestra que las sucesivas visiones apocalípticas so-
que esta tendencia no es tan llamativa en el caso bre la aparición de un medio y la consiguiente de-
de los denominados países en desarrollo. Según el saparición de otro no se produjeron, o por lo menos
artículo de Libedinsky, los números muestran un lo hicieron de forma menos dramática a lo pronos-
“panorama complejo y variante”. Citando un in- ticado. Lo más sensato es pensar que las dos versio-
forme de la WAN (Asociación Mundial de Diarios), nes van a coexistir por bastante tiempo y que la ta-
la periodista señala que “a nivel mundial, la difu- rea prioritaria es planificar los escenarios de dicha

117
coexistencia”. Aún así, Kuttner también agrega que De cara a estos cambios surgen otras pregun-
“cerca de 2020, si las actuales tendencias persisten, tas: el concepto de noticia, ¿seguirá siendo el mis-
la mitad de los ingresos de los diarios y la mayoría mo? ¿Qué sucede con el establecimiento de agen-
de sus lectores será vía Internet”; pronóstico similar da? ¿Acaso el periodismo volverá a su forma “opi-
al que diera el propietario y editor de The New York nionista” anterior? Y ante el interrogante de si los
Times, Arthur Sulzberger, quien afirmó que para bloggers independientes son periodistas surge la
dentro de cinco años “el diario en papel podría sim- pregunta opuesta: “Cuando los medios comienzan
plemente no existir más” (Libedinsky, 2007). sus weblogs oficiales con columnistas propios, o
Para confirmar esta dirección, y frente a la difi- contratando a bloggers (…), el debate en la blogos-
cultad que supone la obtención de ganancias -uno fera se convierte en: ¿Es eso blogging?” (Orihuela,
de los problemas que enfrentaron y/o enfrentan en Martínez Mahugo, 2006). Otro tema es el del
frecuentemente las publicaciones on-line-, apare- periodismo que usa también el blog como soporte
cen casos exitosos como el de Le Monde Interactif. para su práctica. Siguiendo con los casos naciona-
Como afirma Bruno Patiño24, en el artículo de Libe- les, hay varios ejemplos de periodistas que tienen
dinsky, “el diario papel Le Monde está en una si- sus propios weblogs: Laura Ubfal (laura.tv.com.ar),
tuación económica frágil, pero mantiene su papel Darío Gallo (blocdeperiodista.com), Luis Majul (luis-
de diario de referencia. La versión on-line se volvió majul.com), Jorge Lanata (jorgelanata.com.ar),
un sitio web de referencia que, por el contrario, es- Eduardo Fabregat (eduardofabregat.blogspot.com),
tá ganando mucho dinero, tanto como para que, entre muchos otros.
en el presupuesto 2007, alcance para cubrir las Frente a este escenario, ¿qué será de la prensa y
pérdidas del diario papel”. Otros especialistas con- de la prensa on-line? Retomando la afirmación de los
sultados por esta periodista, como Philip Meyer25 y franceses Fogel y Patiño, “la prensa no ha comenza-
Arthur Sulzberger, también coinciden en que en la do un nuevo capítulo en su historia, más bien ha ini-
próxima década seguirá existiendo el papel, pero ciado otra historia bajo el régimen de Internet”. Es
en una versión de menor circulación, más cara y decir, la llamada revolución digital transformó el pe-
personalizada. riodismo, “la redacción de los diarios, la forma de
En esta misma nota, Meyer señala: “Los diarios trabajar de los redactores, la distribución, el reparto
más exitosos serán los que se diferencien con notas de ingresos, los talleres, etc.” (Cerezo y Zafra, 2006).
de opinión y análisis, y crónicas o puntos de vista Y a esta gran red debemos agregar también teléfo-
personales escritos con investigación y plumas de nos celulares, satélites, conexiones inalámbricas,
claridad”. Una tendencia similar a la sugerida por computadoras personales, cámaras digitales, entre
Jon Lee Anderson26 quien aseguró, durante un en- otros desarrollos, puesto que no sólo es la computa-
cuentro organizado en marzo de 2007 por la Fun- dora el soporte privilegiado por la revolución digital.
dación Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI) Por el contrario, los grandes medios y las empresas
que dirige Gabriel García Márquez, que “el perio- de telefonía también ofrecen servicios informativos a
dismo narrativo es la salvación de la prensa escrita” los usuarios, de allí que una hipótesis posible es que
24 Le monde interactif.
25 Autor de The Vanishing News- (La Nación, 19/03/2007), y coincidente con la apre- en el futuro el “periodismo on-line” tendrá como lu-
paper: saving journalism in the in- ciación de Tomás Eloy Martínez, para quien “las gar privilegiado a los teléfonos celulares u otros so-
formation age (University of Mis- buenas plumas” serán la alternativa de los diarios portes similares, portátiles e inalámbricos.
souri Press, 2004).
26 Periodista y escritor de The impresos frente a la fuerza perdida por la aparición Como apunta Pablo Boczkowski (2006), “los
New Yorker. de los Nuevos Medios (Martínez, 2001). desarrollos de alternativas de difusión no impresas

118
no han sido para los periódicos un simple cambio cuestión, Juan Manuel Zafra (2006) señala que “los
tecnológico para las personas involucradas, sino blogs no deben confundirse con el periodismo y es-
una transformación cultural fundamental (...). No tamos a un paso de que así sea”. Por su parte, el
sólo en términos de cultura material, sino también periodista Jorge Lanata, en una entrevista que le hi-
en el terreno editorial y de trabajo”. En la primera cieron en el programa de televisión “Nexos en red”,
etapa de digitalización de los diarios (como se sue- que se emite por Canal 7, señaló que su sitio no es
le denominar a la etapa en que los medios impresos un weblog, ya que no es sólo él quien publica, sino
“subían” su contenido a la web) muchos periodis- que cuenta con un staff de colaboradores. Como se
tas del mundo de papel veían con recelo al nuevo ve, también es discutible la categoría de blog, más
medio, y hasta se negaban a considerarlo periodis- si se tiene en cuenta que su sitio no tiene la estruc-
mo. Pero hoy ningún periodista puede dejar de re- tura característica de estos espacios, esto es, la pu-
conocer a Internet como un espacio periodístico vá- blicación cronológica.
lido. En palabras de Bowman y Willis, “lo que está Al referirse a los sitios temáticos publicados por
emergiendo es un nuevo ecosistema de medios, expertos (a veces por académicos o investigadores),
donde las comunidades en línea discuten y amplían Kuttner propone el término crogs (Carefully-Re-
las historias creadas por los medios tradicionales. search Weblogs)27 puesto que “no son exactamen-
Estas comunidades también producen periodismo te blogs ni exactamente periodismo”. En el marco
participativo, reportería local, innovadora, comen- de los debates sobre qué es hacer periodismo, este
tarios y verificación de hechos que los medios tradi- autor cita a Bill Kovach y Tom Rosenstiel, para quie-
cionales aprovechan como fuentes e ideas para ha- nes “la disciplina de verificación es lo que separa al
cer historias”. En el ámbito nacional, un ejemplo de periodismo del entretenimiento, propaganda, fic-
este modo de hacer periodismo es Pensamientos ción o arte”, y agrega: “Si los diarios hacen su tra-
despeinados, www.despeinados.com, un weblog a bajo, la próxima generación aún leerá diarios
cargo de estudiantes de Comunicación Social de la on-line”. Como se indicó anteriormente, la irrup-
Universidad Nacional del Comahue que se destacó ción de las nuevas tecnologías, incluido el desarro-
en la blogosfera por su cobertura sobre la situación llo del periodismo participativo, no marca el fin del
de la provincia de Neuquén, específicamente a raíz periodismo hecho por periodistas, aunque sí un
de la muerte del docente Carlos Fuentealba. fuerte cambio en sus estructuras y rutinas. Aquí ca-
Según el editor de Salon.com, Scott Rosenberg be tener en cuenta que la tendencia señalada por la
(en Bowan y Willis, 2005), “debería ser obvio que WAN sobre la caída de la lectura de prensa en pa-
los weblogs no son competencia para el trabajo pel no es tan abrupta en los países en desarrollo.
profesional de los periodistas establecidos sino un Como todo fenómeno social, los cambios produci-
complemento. Si los profesionales son criticados dos por el desarrollo de las prensa on-line deben ser
por ser cautelosos, impersonales, corporativos y analizados teniendo en cuenta los contextos en los
gregarios, los bloggers son lo opuesto, casi en cada que emerge y se desarrolla.
aspecto: son imprudentes, íntimos, originales y
también gregarios”. Esta afirmación remite a una Contexto
discusión que suele presentarse en numerosos artí- 27 Kuttner cita como ejemplo el
culos: si los blogs son o no periodismo, y si los we- Tal como se señaló, la caída de lectores de la sitio de Dean Baker (sobre cómo
la prensa cubre economía) y el de
blogs publicados en los sitios web de los grandes prensa en papel es realmente significativa en los Juan Cole (sobre asuntos de Me-
medios son verdaderos blogs. Al referirse a esta países del primer mundo, pero no así en nuestros dio Oriente), entre otros.

119
países del tercer y cuarto mundo. La mayoría de los miliar en información y ocio”. Por otro lado, “las
artículos publicados sobre el impacto de Internet re- bajas tasas de lectura en general y de la prensa en
fiere a los efectos del avance de este medio en los particular, unidas a la expansión experimentada por
países desarrollados. La contextualización de las el audiovisual en las últimas décadas, han contribui-
afirmaciones e interrogantes de los analistas y gu- do directamente a que en la gran mayoría de los
rúes de los nuevos medios es altamente significati- países de lengua española el índice de difusión de
va: en estos países las brechas infocomunicaciona- la prensa diaria impresa se sitúe muy por debajo de
les de las que habla Aníbal Ford (1999, 2005) son los cien ejemplares por cada mil habitantes”. Por úl-
mucho menores que las que afectan a nuestras la- timo, el factor tecnológico, “al margen de la esca-
titudes; al menos, si no nos detenemos en la situa- sa penetración de la red Internet en las poblaciones
ción de las decenas de miles de ciudadanos “de se- de haba hispana, y el escaso ancho de banda con
gunda”, los inmigrantes y los sin papeles residentes que se conectan a ésta los parques domésticos de
en Europa y en los Estados Unidos. Sin embargo, ordenadores, atenta contra la presencia en los dia-
globalización de la tecnología mediante, es notable rios on-line de contenidos informativos audiovisua-
y fuerte el impacto de la expansión de Internet aun les y multimedia”28. En síntesis, a la hora de anali-
en nuestro medio, de modo más que asimétrico. Si- zar las repercusiones de las nuevas tecnologías en la
guiendo a Ford (1999), se puede plantear que en sociedad hay que tener en cuenta tanto la posibili-
muchos casos las transformaciones a las que se hi- dad de acceso a las nuevas tecnologías como los
cieron referencia “afectan u operan en zonas socia- usos, costumbres y necesidades que caracterizan a
les restringidas, pero su influencia es grande pues la información en nuestras comunidades.
están relacionadas con procesos básicos de la histo- Si bien las llamadas Tecnologías de Información
ria contemporánea como lo son el desarrollo del ca- y Comunicación (TIC) son herramientas fundamen-
pitalismo financiero, de la sociedad de la vigilancia tales para el crecimiento de América Latina, su pe-
y aun de algunos problemas graves de la sociedad netración y adopción real está lejos de alcanzar el ni-
contemporánea. Es decir, por sus efectos transver- vel de los países desarrollados. Como indica Simone
sales o expansivos e indirectos (...). En síntesis, no Cecchini (2005), “durante la década de los 90, el ac-
28 En el ranking mundial de cone- por abarcar núcleos pequeños y diferenciados, és- ceso a las TICs ha tenido un crecimiento exponencial
xiones fijas por banda ancha tas dejan de tener una influencia decisiva en la es- y hoy América Latina y el Caribe es la región en vías
EE.UU. tiene 49 millones; China,
37; Japón, 22; Corea del Sur y
tructuración social”. de desarrollo que presenta los mejores índices de ac-
Alemania, 12; Reino Unido y Fran- A la hora de estudiar las características de los ceso a teléfonos fijos y móviles, Internet y computa-
cia, 9; Italia, 7; Canadá, 6; España, medios en los países de América Latina, o de habla dores personales, aunque se mantenga rezagada
5; Taiwán y Holanda, 4; Brasil, 3;
hispana, no hay que perder de vista los factores que respecto a los países desarrollados. Sin embargo, los
México, Australia, Bélgica, Suecia
y Suiza, 2, y Hong Kong y Turquía, influyen en su producción y desarrollo. Los factores porcentajes de cobertura están muy lejos del acceso
1. (EFE, 03/12/2006). socioeconómico, histórico cultural y tecnológico re- universal”29. Siguiendo a este autor, una de las ca-
29 Un dato a tener en cuenta en percuten en los contenidos, servicios y condiciones racterísticas centrales de los países en desarrollo es
nuestra región es la instalación de
Google en Buenos Aires, cuyas
de acceso social de las principales cabeceras digita- su marcada brecha digital interna, la cual “no es de-
oficinas constituyen “la tercera les de los grandes grupos mediáticos. En este senti- terminada únicamente por los distintos niveles de
base de operaciones a nivel mun- do, Albornoz señala que “el escaso poder adquisi- ingreso de las personas, sino también por sus dife-
dial desde la cual administrará to- tivo de amplios sectores de las poblaciones hispa- rentes grados de educación y por su residencia en
dos sus negocios de América Lati-
na y algunos de España” (La Na- noparlantes, fruto éste de una alta concentración áreas geográficas con desigual presencia de infraes-
ción, 12/04/ 2007). de la riqueza, condiciona directamente el gasto fa- tructura de TICs. Además, la brecha digital interna

120
se caracteriza por dimensiones de género, edad y et- el campo de los medios, sino también a “nivel cog-
nia, ya que éstas muestran en muchos casos corre- nitivo, afectivo y de comportamiento” de la socie-
lación con pobreza, bajos niveles de educación o -en dad en general, puesto que “las mismas tecnolo-
el caso de los indígenas- residencia en áreas rurales gías que se utilizan para la comunicación se em-
con poca infraestructura TICs”. plean para trabajar, para aprendar y para divertirse”
Por otro lado, según el informe dado a cono- (Siri, 1999).
cer por Technorati30 en abril de 2007, la blogósfe- Para cerrar, y considerando aspectos que van
ra cuenta con 71 millones de blogs y por día se más allá del crecimiento exponencial de los we-
crean en el mundo cerca de 120.000 nuevos we- blogs, la discusión no tiene que perder de vista la
blogs. De estos números, y en términos de idioma, especificidad de la profesión periodística ni el rol
el japonés lidera la lista con un 37%, seguido del que debe jugar el periodismo en la sociedad. Es
inglés en un 36%, mientras que el español repre- decir, cuáles son las marcas que diferencian a un
senta sólo el 3%. Estos datos ratifican la afirma- periodista de un ciudadano común, las conse-
ción de Javier Nadal (2007) para quien “el español cuencias del trabajo periodístico y la compleja re-
sigue teniendo muy poca relevancia en Internet. lación entre la prensa y el público. ¿Disponemos
En este sentido, somos más demandantes que de información realmente de interés y al servicio
oferentes de producción lingüística en la Red y la del público? ¿La información es espacio de inclu-
participación en la blogósfera (blogs) es relativa- sión social? ¿Hay una conciencia real y un consen-
mente muy escasa”. so social sobre qué es lo que debe hacer el perio-
dismo hoy en día y para la democracia? ¿Cómo
Preguntas abiertas están implicados los medios en nuestra percepción
del tiempo, espacio, memoria e identidad? En po-
Como se señaló anteriormente, los nuevos dis- cas palabras, desde nuestro campo de estudio es
positivos tecnológicos producen cambios en la pro- indispensable pensar el trabajo del periodista
ducción, distribución y consumo de información -cualquiera sea el soporte- dentro de un contexto
que incluyen transformaciones en los géneros y for- social e histórico, centrándonos en tópicos como
matos discursivos, tanto en el campo de la escritu- la obligación y la responsabilidad de los medios
ra como de la imagen. Por el momento, preguntas hacia la sociedad, la relación entre la prensa y la
como ¿cuál es el futuro del papel?, ¿dejará de exis- teoría y la práctica democrática, y las ramificacio-
tir la prensa gráfica?, ¿se fusionarán las redacciones nes sociales de las nuevas tecnologías y sus nuevas
on-line y las de papel? o ¿los bloggers son periodis- estructuras económicas.
tas? no tienen respuestas cerradas. Lo que sí se
puede aventurar es que la tendencia a la reconfigu- Bibliografía
ración en el campo periodístico se evidencia en to-
dos los soportes, aunque con mayor impacto en la - ALBORNOZ, L. Periodismo digital. Los grandes dia- 30 Technorati, www.technorati-
.com, es un buscador especializa-
prensa gráfica. También está claro que las escuelas rios en la Red. La Crujía, Buenos Aires, 2007. do en blogs o “Live web”, como
de comunicación y/o periodismo deben ampliar y - ______________ “Diarios digitales y modelos de lo definen sus responsables. Por
actualizar sus planes de estudio con miras a cubrir negocios. Una difícil rentabilidad”, en: Revista de este motivo, es reconocido por
las nuevas necesidades que requiere el desarrollo de Economía Política de las Tecnologías de la Informa- sus informes sobre el “Estado de
la Blogoósfera”, que analizan tri-
la profesión periodística. A esto se suma que el im- ción y Comunicación Nº 2, Vol. VIII, mayo-agosto de mestralmente las tendencias en
pacto de la revolución digital no sólo se produce en 2006. blogs y blogging.

121
- AVELLANEDA, S. “La campaña porteña ya llegó al tales/audiencia/medios. Fecha de consulta: marzo
sitio de videos más popular de Internet”, en Clarín, de 2008.
sección El País, 21 de marzo de 2007. - El Tiempo, “La SIP en Cartagena”, 17 de marzo de
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123
Apuntes para la reflexión
sobre el concepto de identidad
E n las reflexiones que siguen procuraremos
analizar el concepto de identidad a partir
de las distintas perspectivas y disciplinas que han he-
cho su aporte al respecto. En tal sentido, este traba-
jo1 constituye un recorte –seguramente arbitrario–
del universo bibliográfico en torno a la temática, y
por ello se presenta sólo como una primera aproxi-
mación, en la cual, de seguro, un sinnúmero de au-
tores y textos estarán injustamente ausentes.
Se intentarán identificar las principales definicio-
nes –explícitas o tácitas–, entendiendo que la cons-
trucción de los conceptos no nace solamente de la
relación de conocimiento entre la realidad y quien
Por Ana Capuano, Patricia Lucilli y Lina Szwarc intenta conocerla sino, también, del “diálogo” que
aquello comporta al interior de la comunidad acadé-
Ana María Capuano: docente de Técnicas de Investigación Social en la carrera de Ciencia Políti- mica. En esa dirección recordamos las palabras de
ca de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, maestranda en Meto- Thomas S. Kuhn (1962): “La observación y la expe-
dología de la Investigación Social, Università degli Studi di Bologna (Representación de Buenos riencia pueden y deben delimitar drásticamente la
Aires) y Universidad Nacional de Tres de Febrero, e integra el grupo de investigadores en el Ob- gama de las creencias científicas admisibles o, de lo
servatorio de Jóvenes del Instituto Gino Germani (UBA). contrario, no habría ciencia. Pero, por sí solas, no
pueden determinar un cuerpo particular de tales
Patricia Lucilli: docente de Técnicas de Investigación Social en la carrera de Ciencia Política de creencias. Un elemento aparentemente arbitrario,
la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, doctoranda en Ciencias So- compuesto de incidentes personales e históricos, es
ciales (UBA) y maestranda en Metodología de la Investigación Social, Università degli Studi di siempre uno de los ingredientes de formación de las
Bologna (Representación de Buenos Aires) y Universidad Nacional de Tres de Febrero. creencias sostenidas por una comunidad científica
dada en un momento determinado”.
Lina Szwarc: licenciada en Sociología (con especialización en temática laboral) por la Universi- En este punto, es conveniente precisar a qué
dad de Buenos Aires, becaria de investigación en la Universidad Nacional de Tres de Febrero y nos referimos cuando hablamos de “concepto”.
maestranda en Metodología de la Investigación Social, Università degli Studi di Bologna (Repre- Para esto, tomamos de Robert Merton (1964) su
sentación de Buenos Aires) y Universidad Nacional de Tres de Febrero. afirmación acerca de que “el concepto es la defini-
ción de lo que debe observarse”, es decir, lo que
prescribe las variables entre las cuales debemos en-
contrar relaciones empíricas u observables. Para es-
te autor, el análisis conceptual cumple tres funcio-
1 Este artículo se elaboró en el
marco del proyecto de investiga- nes: por un lado, tornar explícito el carácter de los
ción “Condiciones de vida e inte- datos subsumidos en un concepto, a fin de evitar
gración de migrantes bolivianos en que resultados empíricos espurios se expresen en
el área metropolitana de Buenos ellos; por otro, permitir al investigador reflexionar y
Aires en los años noventa”, dirigi-
reconocer de qué forma un concepto define la si-
do por el Dr. Juan I. Piovani y radi-
cado en la Universidad Nacional tuación observada y sus percepciones sobre ella, de
de Tres de Febrero (2004-2006). modo que siempre se enfrenta a una situación pre

124
conceptualizada que es necesario revisar; por últi- de identidades; las segundas, en tanto, establecen
mo, establecer indicadores observables de los datos una superdeterminación de la estructura sobre el
sociales que se busca relevar, lo cual se problemati- individuo.
za cuando esos datos responden a una entidad La razón por la que afloran las diferencias po-
inobservable o simbólica. dría relacionarse con el origen disciplinar, pero qui-
En nuestro caso, el análisis se ceñirá a recono- zás también con la especificidad misma de un con-
cer algunas definiciones conceptuales en tanto cepto que, desde el comienzo, presenta un dilema.
aserciones acerca de lo que ellas significan o dicen, Como explica Lupicino Iñiguez (2001), “la identi-
lo que nos permitirá realizar un trabajo de campo dad es, por encima de todo, un dilema. Un dilema
habiéndonos preguntado por el universo concep- entre la singularidad de uno/a mismo/a y la similitud
tual con el que interpelamos a los actores. De este con nuestros congéneres, entre la especificidad de
modo, nuestro ejercicio implica asumir que, a dife- la propia persona y la semejanza con los/as otros,
rencia de lo que planteaba el inductivismo, la obser- entre las peculiaridades de nuestra forma de ser o
vación depende de la teoría, tal como afirmaba sentir y la homogeneidad del comportamiento, en-
Alan Chalmers (1988) al intentar demostrar el error tre lo uno y lo múltiple”. Y agrega: “Pero la identi-
de lo que llamaba el “inductivismo ingenuo”, aquel dad es también un constructo relativo al contexto
que supone que la ciencia comienza con la obser- sociohistórico en el que se produce, un constructo
vación en tanto ésta proporcionaría una base segu- problemático en su conceptualización y de muy di-
ra a partir de la cual se puede derivar el conoci- fícil aprehensión desde nuestras diferentes formas
miento. Por el contrario, para este autor, “los enun- de teorizar la realidad social. (…) Por eso, aunque
ciados observacionales se hacen siempre en el len- partimos del supuesto de que incluso la identidad
guaje de alguna teoría y serán tan precisos como lo individual es social, en tanto surge de su considera-
sea el marco conceptual o teórico que utilicen”. De ción en el contexto de las relaciones e intercambios
allí, pues, la importancia del análisis conceptual. con los demás, vale la pena aclarar que con el mis-
mo término se suele hacer referencia tanto a la
Algunas de las diferentes teorías sobre la Identidad identidad individual como a la identidad colectiva
en tanto experiencia de lo grupal, del ‘nosotros‘”.
Si bien parece haber acuerdo entre diversas ver- De todos modos, podemos ver cómo las dife-
tientes intelectuales sobre la imposibilidad de defi- rencias disciplinares presentan cierta corresponden-
nir a la identidad de forma esencialista, el acuerdo cia con las planteadas en términos conceptuales. En
sólo parece llegar hasta allí. Una vez inmersos en la este sentido, Iñiguez identifica tres ramas concep-
lectura sobre las definiciones de este concepto, rá- tuales-disciplinares en torno a la comprensión de la
pidamente nos damos cuenta de las diferentes re- identidad:
presentaciones operantes. Tal como señala Anette 1) Las perspectivas psicológicas, entre las que se
A. del Rey Roa (1998), la historia de este concepto encuentran las versiones biologicistas, cuyos máxi-
pasa de perspectivas marcadas por el psicologismo mos exponentes pueden ser Hans Jürgen Eysenk y
a otras acentuadamente históricas. Las primeras Glenn Wilson, las internalistas, cuyo mejor repre-
ponen el acento en los procesos de individuación, sentante probablemente sea el psicoanálisis, las fe-
dejando de ser la cultura el referente básico de los nomenológicas y las narrativas.
individuos, y reflejando en ocasiones una actitud 2) El aporte de la psicología social convencional
volitiva de aquellos ante el proceso de producción con la Teoría de la Identidad Social de Henri Tajfel.

125
3) Las nuevas teorías psico-sociales, entre las plementarios: la comparación y la competición so-
que coloca al interaccionismo simbólico de George ciales. En el primer caso, los diferentes grupos se
Herbert Mead, la micro sociología de Erving Goff- comparan simbólicamente entre sí, en términos de
man y la constitución socio histórica de los seres valoración positiva o negativa, y compiten para ello
humanos. por los recursos simbólicos. De esto resulta una
Dentro de la primera rama, las versiones biolo- identidad social positiva o negativa, como así tam-
gicistas postulan que el cuerpo explica a la identi- bién los comportamientos tendientes a restaurar la
dad, en tanto fundamento causal no sólo de la con- valoración positiva cuando está en duda o es nega-
figuración de la identidad sino de la experiencia in- tiva, como sucede, por ejemplo, con las estrategias
dividual de ser persona. A estas perspectivas, sin de cambio y movilidad social. Por otro lado, cuando
embargo, se le ha criticado no tener en cuenta la se habla de pertenencia como parte de la interac-
propiedad más destacada de los seres humanos, a ción social, se comprende la aparición tanto de
saber, el lenguaje como herramienta simbólica de comportamientos diferenciadores y favorecedores
interpretación de nosotros mismos y de los demás y al propio grupo como de aquellos perjudiciales al
el mecanismo esencial en la construcción de la cul- grupo opuesto.
tura. Las versiones internalistas, en cambio, colocan En tanto, la competición social, en el contexto
en un presunto interior de la persona las causas de de la teoría de Tajfel, complementada por John Tur-
su comportamiento y de su experiencia, ya que la ner, tiene un doble aspecto: la competición instru-
personalidad y su historia se asentarían en una de- mental y la competición social. En el primer caso,
terminada estructura interna del individuo. los grupos pugnan por alcanzar una meta material
Las versiones fenomenológicas, por su parte, que sólo uno puede conseguir; en el segundo, ca-
unifican a la identidad con la idea de conciencia del da grupo trata de mantener una diferencia respec-
mundo y de nosotros mismos, por ello la descrip- to a los otros en una dimensión valorada positiva-
ción de aquello que nos pasa –a través del lengua- mente por consenso social. Es decir, no se trata de
je– constituye para esta línea la esencia misma de la lograr un valor absoluto, sino una diferencia de sig-
identidad. Las versiones narrativas, por último, par- no positivo a favor del propio grupo (Muñoz,
ten de la base de que es a través del lenguaje que 2001). La teoría de Tajfel supone el concepto de ca-
podemos interpretar aquello que somos, generar tegorización, que permite entender de qué forma
una cierta imagen de nosotros mismos y de los de- se construye la identidad, y a través de qué meca-
más y comunicarla, comportando connotaciones y nismo simbólico se diferencia al “nosotros” del
valoraciones sociales que resultan de los procesos “ellos”, y la Teoría de la Acentuación. Según esta
sociales que las generan, y que a su vez vuelven a última, se suelen acentuar o exagerar las diferencias
incidir sobre lo que seremos, de modo que somos y percibidas entre las clases, al tiempo que se minimi-
actuamos de acuerdo a lo que narramos sobre no- zan las diferencias percibidas entre los estímulos
sotros mismos. que pertenezcan a una misma clase o categoría. Pa-
En la segunda rama, la psicología social conven- ra este autor, las consecuencias extremas de la ca-
cional, a través del aporte de Tajfel, define a la iden- tegorización redundarían en comportamientos dis-
tidad social como la conciencia que tenemos las criminatorios.
personas de pertenecer a un grupo o categoría so- En el marco de lo que Iñiguez designa como ter-
cial, unido a la valoración de dicha pertenencia. Es- cer grupo teórico, vemos que para el interaccionis-
ta valoración se fundamenta en dos procesos com- mo simbólico de Mead la identidad no pre-existe a

126
las relaciones sociales, sino que surge a medida que tico es saber si se le dará o no crédito” (Goffman,
aquellas se desarrollan. Partiendo de la noción de 1959). En este sentido, podemos derivar que para
espejo, en la que los otros reflejan las imágenes que Goffman, al igual que para Mead, la identidad sur-
nosotros damos, tanto las respuestas que las otras ge de la interacción social, con la diferencia que
personas ofrecen a nuestro comportamiento como mientras para Mead existe una distinción entre el
nuestro comportamiento hacia nosotros mismos y “mí”, como dador de la forma estructural y con-
hacia los demás son parte del proceso constitutivo vencional, y el “yo”, como la reacción novedosa del
de la identidad. Se evidencia, así, la importancia individuo frente a la comunidad, para Goffman to-
que asume en la teoría de Mead el aspecto relacio- do está allí, en la misma interacción.
nal, al sostener que no podemos ser nosotros mis- Sin embargo, Goffman (1963) distingue a la
mos a menos que seamos también miembros de un identidad personal de la identidad social. Por la pri-
grupo o una comunidad, pues es a partir de la inte- mera entiende fundamentalmente a la idea de uni-
riorización de actitudes y valores de la comunidad cidad, es decir, a la posibilidad de distinguir a una
que se construye la persona. Pero los grupos en los persona de todas las demás. Esto es posible merced
que el individuo puede participar son múltiples y de a dos fuentes de información: por un lado, a partir
allí su identidad compleja, siendo el grupo más am- de una “marca positiva” única o “soporte de la
plio el constituido por la comunidad de lenguaje identidad”, como sucede, por ejemplo, con la ima-
(Garay, 2002). gen fotográfica o la ubicación especial dentro de
Para Goffman, en tanto, la identidad surge de una determinada red de parentesco; por otro, dicha
una negociación que tiene lugar cuando interactua- persona puede ser distinguida del resto a partir de lo
mos, pero que es resultante al mismo tiempo de la que el autor denomina la combinación única de los
estructura social que envuelve a dicha interacción. ítems de la historia vital de la cual se deduce el com-
De este modo, la forma que adoptará la identidad plejo de información ligado con el nombre o el cuer-
estará condicionada contextualmente pero no en sí po. Se observa, pues, que descarta enfáticamente la
misma, siendo ella la resultante de las múltiples for- presencia de una esencia del ser de la persona.
mas de negociación que los actores realicen en un Respecto de la identidad social, Goffman seña-
determinado medio. Para este sociólogo, las perso- la que “la sociedad establece los medios para cate-
nas representan dos roles, el de actor-actriz que ge- gorizar a las personas y el complemento de atribu-
nera impresiones y el de personaje que evocará la tos que se perciben como corrientes y naturales en
actuación. Tal como se comprende en el siguiente los miembros de cada una de esas categorías. (...)
pasaje: “Concebimos el sí mismo representado co- Por consiguiente, es probable que al encontrarnos
mo un tipo de imagen, por lo general estimable, frente a un extraño las primeras apariencias nos
que el individuo intenta efectivamente que le atri- permitan prever en qué categoría se halla y cuáles
buyan los demás cuando está en escena y actúa son sus atributos, es decir, su identidad social”. Di-
conforme a un personaje (...) Una escena correcta- chas anticipaciones son transformadas en expecta-
mente montada y representada conduce al audito- tivas normativas y demandas acerca de su conduc-
rio a atribuir un ‘sí mismo’ al personaje representa- ta, lo que al autor le permite distinguir entre la
do; pero esta atribución -este sí mismo- es un pro- identidad social “real” (la categoría y atributos que
ducto de la escena representada y no una causa de de hecho le pertenecen a una persona) y la identi-
ella, es un efecto dramático que surge difusamente dad social “virtual” (basada en los supuestos que se
en la escena representada y el problema caracterís- han concebido sobre dicha persona). El estigma,

127
entendido básicamente como un atributo desacre- bién aplica a sí mismo, recibe información de dife-
ditador, representa para este autor uno de los ejem- rentes grupos sociales que incluyen una “política de
plos de discrepancia entre la identidad social virtual la identidad” promotora de determinada identidad
y la real. “correcta” del yo, y es a partir de allí que puede
Las normas relativas a la identidad social perte- “alinearse” o no grupalmente.
necen, para Goffman, a las clases de repertorio de Respecto de la última perspectiva, según los au-
rol o perfiles que puede sustentar cualquier indivi- tores que han estudiado la constitución socio histó-
duo. De lo anterior se desprende que desde el pun- rica de nuestra experiencia de persona la identidad
to de vista de la personalidad individual la unicidad es relativamente moderna. Como sostiene Norbert
totalizadora de la línea vital se encuentra en marca- Elias (Muñoz, 2001), “en la praxis social de la Anti-
do contraste con la multiplicidad de yoes que se güedad clásica la identidad grupal del ser humano
descubren en el individuo desde la perspectiva del particular, su identidad como nosotros, vosotros y
rol social propia de la identidad social, donde se ellos, todavía desempeñaba, comparada con la
pueden sostener y manejar yoes diferentes y, hasta identidad como yo, un papel demasiado importan-
cierto punto, pretender que ya no se es algo que se te para que pudiera surgir la necesidad de un tér-
ha sido. mino universal que representara al ser humano par-
Asimismo, Goffman considera la relación entre ticular como una criatura casi desprovista de grupo
la identificación personal y la social al explicar que social”. Al mismo tiempo, la antropología muestra
para construir la identificación personal de un indi- que aunque en todas las culturas aparece un con-
viduo recurrimos a aspectos de su identidad social, cepto de self, la forma en que se conceptualiza va-
del mismo modo que el poder identificar a un indi- ría enormemente, es decir que la identidad perso-
viduo personalmente nos brinda un recurso memo- nal y grupal y su significatividad no son universales
rístico para organizar y consolidar la información sino que varían en tiempo y lugar. Esto viene a de-
vinculada con su identidad social, proceso que pue- mostrar que nuestra identidad no existe indepen-
de alterar sutilmente el significado de las caracterís- dientemente de la sociedad y la historia que la
ticas sociales que le atribuimos. Más adelante, con- construyen.
cluye que el concepto de identidad social le ha per-
mitido analizar la estigmatización, y el concepto de La identidad y el interrogante acerca de la relación
identidad personal el papel del control de la infor- entre el individuo y el grupo
mación en el manejo del estigma. Como parte de
ese control de la información se presentan los es- Habiendo transitado someramente algunos de
fuerzos de las personas estigmatizadas para mane- los distintos aportes realizados sobre el análisis de la
jar la situación, esfuerzos tendientes al encubri- identidad, no hacemos más que confirmar la com-
miento o al descubrimiento del estigma. plejidad del concepto, lo que nos lleva a preguntar-
Para Goffman, la identidad del yo es, en primer nos si acaso el dilema planteado por Iñiguez no se
lugar, una cuestión subjetiva, reflexiva, que debe origine en ese delicado juego de ajuste entre la
ser experimentada por el individuo, y es evidente identidad individual y la grupal, lo cual remite a dos
que dicho individuo construye una imagen de sí a dimensiones del concepto: la que hace foco en “lo
partir de los mismos elementos con que los demás mismo” y aquella que lo hace en “lo diferente”. De
construyen su identificación personal y social. El in- este modo, vemos que cuando se atiende la prime-
dividuo adquiere estándares de identidad que tam- ra de estas dimensiones los análisis se refieren a as-

128
pectos como la pertenencia, el grupo, el contexto y Por otro lado, a la tensión entre la identidad co-
la herencia, mientras que cuando la atención se lectiva de antaño y la tendencia a la fragmentación
concentra en “lo diferente” se consideran aspectos identitaria moderna se suma, como sostiene Zyg-
como la identidad individual, la competencia, el munt Bauman (2005), el hecho de que mientras en
cambio en el tiempo y la función diferenciadora. Es- el pasado reciente “la” comunidad por excelencia
to último se pone de manifiesto cuando surge la era la Nación, en los últimos tiempos ésta parece
pregunta por la función que cumple la identidad. haber entrado en crisis para ser reemplazada por
Por ejemplo, para Joan Costa (Rojas de Rojas, 2004) frágiles colectivos virtuales, en tanto el Estado ya no
el fin último de la noción de identidad es diferen- tiene ganas de mantener su matrimonio con ella.
ciar, puesto que supone la idea de verdad, de au- Sin embargo, para este autor lo nacional continúa
tenticidad, en tanto “identidad” significa sobre to- siendo en la actualidad un ingrediente destacado
do “idéntico a sí mismo”. Sin embargo, al no poder –aunque no suficiente– en la constitución de la
separar al ser humano del grupo, aquel es poseedor identidad de las personas, tal como puede compro-
de una identidad cultural compartida cuya función, barse cuando se le niega a alguien su nacionalidad
aunque diferenciadora respecto de otras culturas, a partir de una expulsión forzosa. Por ello, la iden-
es, al mismo tiempo, identificadora respecto a los tidad nacional mantiene su derecho de monopolio
otros individuos del grupo de pertenencia. La sínte- y sólo tolera otras identidades en tanto y en cuan-
sis de ambas dimensiones es explicada del siguien- to éstas no sean sospechosas de colisionar con la
te modo por Greville Janner y Antoni Colom (Rojas lealtad nacional.
de Rojas, 2004): identidad es “la salvaguarda de la Los cambios analizados por Bauman dan cuen-
unidad de la ‘mismidad diferente’”, en medio de ta de que la pertenencia y la identidad “no están
los inevitables cambios biográficos o sociocultura- talladas en la roca, (…) no están protegidas de por
les…”. Y, en concordancia, Iñiguez sostiene que la vida, (…) son eminentemente negociables y revoca-
identidad es tanto “una identificación con quienes bles”. Para este autor, “efectivamente, la identidad
nos rodean como una diferenciación estricta res- se nos revela como algo que hay que inventar en lu-
pecto de ellos y ellas”. gar de descubrir, como el blanco de un esfuerzo, un
Siguiendo a Pedro Morandé (Guerrero Jiménez, ‘objetivo’ (...)”. Y la conciencia de ello surge con el
1992), esta dualidad se origina en dos tradiciones desarraigo, puesto que es entonces cuando la per-
filosóficas cuyo quiebre se produce con la Ilustra- sona es arrancada de su “hábitat natural”, lo que
ción: antes de ella la identidad se definía por la per- supone luego considerarse “fuera de lugar”, aun
tenencia y la participación, a partir de ella, y con los cuando uno comienza a sentirse en cualquier parte
escritos de Hegel, pasó a ser comprendida a partir “como en casa”. Por esto, para Bauman preguntar
de la diferencia. En esta sintonía, algunos vaticinan “quién eres tú” sólo cobra sentido cuando se cree
que la continuación del proceso de secularización, que uno puede ser alguien diferente del que es, só-
junto al avance de la globalización y la comunica- lo si se tiene que elegir y sólo si la elección depen-
ción instantánea, tenderá a incrementar la frag- de de uno.
mentación de particularismos frente a la creciente De esto último parecen desprenderse tres ideas.
interrelación de todos los habitantes del planeta, lo Por un lado, teniendo en cuenta que la conciencia
que reforzaría en consecuencia el costado diferen- de la propia identidad surge con el desarraigo, esto
ciador por sobre el identificador o igualador (Fried- es, “si se tiene que elegir”, entonces aquella esta-
ler, 2005). ría estrechamente relacionada con la comunidad

129
asentada en un territorio, del mismo modo que con Quizás sea útil incorporar aquí la distinción que
la migración, puesto que la movilidad o su contra- Hassan Rachik (2006) hace entre identidades blan-
rio definirían el estímulo o el retraimiento de un de- das y duras: “Existen diferentes formas de asumir
terminado ejercicio de identificación. Por otro, si el una identidad colectiva. Algunas, por decirlo de al-
sentido de la pregunta por la identidad depende de gún modo, son duras y pesadas de llevar, otras son
“si se puede elegir” de ello se deduciría que no to- blandas y ligeras. El peso de una identidad colecti-
dos pueden hacerlo. Siguiendo a Daniel Bargman va puede apreciarse tanto en el plano sociológico
(1997), la relación que mantenemos con la identi- como en el plano ideológico. Varía, en primer lugar,
dad no es homogénea a todas las clases sociales: al- en función del grado de estructuración de los gru-
gunos han sido estigmatizados –lo que para este pos sociales en cuestión”.
autor significa que se les ha vedado el acceso a la Las identidades blandas son aquellas que, por lo
elección de la identidad–, otros cambian de identi- general, tienen lugar en las ciudades, donde las
dad como de ropa y un tercer grupo, formado por personas pueden identificarse con relación a sus
la mayoría, jamás estará seguro de cuánto durará la grupos de origen pero en la medida en que se limi-
libertad para elegir la identidad. tan a invocar estos orígenes por separado; en la
De este modo, si en Mead nos preguntábamos medida en que no se conocen entre sí y mientras
por la posibilidad de cambio y novedad frente a la no están organizados de forma continua. Más que
impronta del “yo” (en contraposición al “si”), en un grupo social estructurado, en ese caso constitu-
Bauman, por el contrario, la pregunta apunta a yen una categoría, la referencia a la identidad resul-
develar si es posible una identidad continuada en ta laxa y las personas afectadas la utilizan en mayor
el tiempo y realmente compartida, aspecto que medida como un sistema de clasificación, y acceso-
desarrolla cuando aborda el problema de la leal- riamente como un recurso o referencia para resol-
tad. En dicho análisis, el autor sostiene que el ser ver cuestiones prácticas privadas (préstamos, matri-
humano posee en nuestro tiempo un sentimiento monio, intercambio de servicios, etc.). De hecho, las
ambiguo respecto a la identidad: por un lado la identidades colectivas blandas terminan reducién-
anhela porque le brinda seguridad, pero por otro dose a un inventario de rasgos culturales o estereo-
le impide probar entre infinidad de posibilidades, tipos.
habiendo, además, pocos motivos para esperar re- Las identidades duras o pesadas, en cambio, se
ciprocidad en la lealtad que uno profesa a un gru- corresponden con grupos organizados, ya sea de
po o a una organización. Antes de la modernidad, manera informal (tribu) o formal (asociación, parti-
fijar la propia identidad significaba un acto de li- do político, etc.); en este último caso, suelen ser ob-
beración de las tradiciones impuestas; hoy, en jeto de movilización o utilizarse como instrumento
cambio, una identidad unitaria sería un lastre y político cuando se apela a una ideología identitaria
una limitación para la libertad de elegir. Y es des- explícita y sistemática. Rachik menciona que dife-
de allí que desprende también una idea sobre lo rentes estudios sobre el nacionalismo ponen de ma-
que es la comunidad en sintonía con el concepto nifiesto que cuanto más organizado está el grupo
de identidad: brinda seguridad, al mismo tiempo –en este caso el movimiento nacional– y cuanto
que limita y aprisiona. En consecuencia, para Bau- más sistemática es la ideología más numerosas son
man, en nuestra época comunidad e identidad las obligaciones de los miembros y más dura es de
son ideas de doble cara: repelen y atraen al mismo llevar la identidad nacional. El caso extremo sería el
tiempo. deber de sacrificar la propia vida en nombre de la

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nación. No obstante, más allá de la clasificación es- cuando los miembros de un grupo social se encuen-
pecífica planteada por este autor, la pesadez de una tran ante la necesidad de elegir entre las identida-
identidad quizás sea otra forma de expresar lo que des que reivindican, elección que no tiene lugar en
en términos de Bauman es el sentimiento ambiguo una identidad de ese tipo.
respecto de la identidad, sobre la base de ciertas En cuanto a la objetivación, para este autor las
exigencias de lealtad que resultan en la actualidad identidades duras suelen ser portadoras de un en-
poco atractivas o difíciles de sostener. foque esencialista al exagerar los fundamentos ob-
Para la identidad dura Rachik destaca cinco ras- jetivos de la identidad colectiva y menospreciar los
gos: la clasificación unívoca, la objetivación, la ho- subjetivos, entendiendo por los primeros a los ras-
mogeneización cultural, su carácter imperativo y la gos culturales observables (lengua, religión, cos-
purificación. Respecto a la clasificación unívoca, tumbres, etc.) y por los segundos a la creencia sub-
una de las obligaciones que se deducen de una jetiva de los actores. Es decir, mientras las identida-
identidad pesada y estructurada es la que se rela- des duras presentan los fundamentos identitarios
ciona con las exigencias de mayor exclusividad por de un grupo como algo objetivo, aun sin que los ac-
parte del integrante hacia el grupo. Sabemos que la tores lo sepan o incluso contra su voluntad, las
identidad colectiva implica la clasificación de las identidades blandas suponen que basta con que las
personas y de los grupos sociales según criterios di- personas afectadas crean en ellas, siendo innecesa-
versos (política, religión, lengua, raza, etnia, nacio- ria la existencia “real” de los rasgos culturales invo-
nalidad, etc.), no necesariamente excluyentes ni cados como fundamento de la identidad colectiva,
unívocos. Personas separadas por la religión pue- puesto que un grupo puede basar su identidad en
den invocar la nacionalidad como rasgo común y, a una historia imaginaria o en una genealogía común
la inversa, personas separadas por la nacionalidad fabricada. En la identidad dura el individuo simple-
pueden invocar una religión común, una lengua co- mente hereda los elementos que definen su identi-
mún, etc. Cuando la identidad tiende a ser blanda dad colectiva, siendo el ejemplo más extremo el de
es posible reivindicar varias identidades colectivas, la identidad basada exclusivamente en la raza.
estableciendo una clasificación jerárquica entre Con relación a la homogeneización cultural, Ra-
ellas o situándolas incluso en un mismo nivel, como chik señala que las identidades pueden diferenciar-
es el caso de una identidad múltiple o plural. En se en función de que estén basadas en sistemas cul-
cambio, se puede reconocer una identidad dura turales difusos e implícitos o en ideologías estructu-
porque el tipo de clasificación generalmente es sim- radas y explícitas. Este último caso es el que se per-
ple o binaria, adopta un criterio único para definir cibe en las identidades duras, en las que los proce-
al grupo y oponerlo a otro, e impone una definición sos de ideologización requieren de especialistas que
fija. Sin embargo, vale la pena aclarar que no exis- definen y dan forma al sistema de sentido seleccio-
te necesariamente una correspondencia entre la nando emblemas, símbolos y narraciones históricas.
identidad dura y determinadas identidades colecti- A través de dicha ideología se expresa lo que debe
vas, y viceversa. A menudo, una misma identidad ser el Nosotros y lo que son los Otros, como así
colectiva es objeto de varias ideologías, y la versión también las formas de pensar, comportarse e inclu-
dura sólo es una más entre otras. Por consiguiente, so sentir que son apropiadas al Nosotros y las acti-
y volviendo a la posibilidad de elegir, Rachik explica tudes que deben observarse con los Otros.
que la identidad dura tiende a la exclusión de cual- El carácter imperativo de la identidad se relacio-
quier conflicto de lealtad puesto que éste aparece na con el rasgo anterior, puesto que la homogenei-

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zación cultural tiende a hacerse imperativa al pre- por parte de la sociedad receptora se atiende al
tender infiltrarse en todas las esferas de la vida so- diálogo que –a partir de la relación con aquélla–
cial, sobre todo en lo que es visible como el cuerpo mantiene en este caso el individuo migrante con-
y la vestimenta. Por el contrario, las identidades sigo mismo y con su propia comunidad. Esto su-
blandas son más selectivas, puesto que indican a las pone que las “articulaciones hegemónicas” que
personas lo que son y deben hacer solamente en confluyen en la constitución de una determinada
determinadas ocasiones de sus vidas y en sectores identidad no se reducirían exclusivamente a una
limitados de la vida social (por ejemplo, llevar deter- tensión entre el grupo migrante y el grupo de la
minado traje en determinada ocasión), confiando a ciudadanía local sino, a su vez, a la relación que el
los individuos una mayor libertad. migrante establece con su propia comunidad de
El último rasgo, la purificación, es definido co- origen (otros migrantes) y con su historia.
mo una herramienta mediante la cual el grupo ex- Como se indicó al principio, con este trabajo
pulsa las contribuciones extranjeras y crea una fron- pretendemos dejar apenas planteada una línea de
tera con el otro. Esto puede verse, por ejemplo, en discusión e indagación que, lejos de pensar al indi-
el nacionalismo filológico que insiste con la pureza viduo como un ser asocial o a lo social como una
lingüística del vocabulario nacional. En realidad, es- estructura sin individuo capaz de introducir cam-
te no es un rasgo exclusivo de las ideologías duras, bios, aspire a pensar la interesante problemática de
en tanto toda ideología identitaria pretende homo- la identidad, buscando hallar esos delicados puntos
geneizar y purificar la cultura de los aportes exter- donde el individuo como sujeto social se conecta y
nos, pero en el caso de las identidades duras la pu- es explicado por el grupo, y viceversa.
rificación se hace sistemática e imperativa y se con-
vierte en autoritaria cuando se adoptan sanciones Bibliografía
contra las personas que no respetan el ideal de la
identidad pura. - BARGMAN, D. “Homogeneización o pluralidad
Siguiendo con esta tensión entre identidad so- étnica: un abordaje comparativo de la inserción de
cial y personal, o su paralelo entre la tradición o la minorías de origen inmigrante en Buenos Aires”,
elección, resulta oportuno retomar de Daniel ponencia presentada en el V Congreso de Antropo-
Bargman la idea de que en el caso de los migran- logía Social. La Plata, 1997.
tes éstos “pueden manipular su identidad de ori- - BAUMAN, Z. Identidad, Losada, Madrid, 2005
gen, en una afirmación o una negación de la mis- (2004).
ma”, idea que retoma, a su vez, de Guillermo - BONFIL BATALLA, G. “La teoría del control cultu-
Bonfil Batalla (1989). Esta postura parece acercar- ral en el estudio de procesos étnicos”, en Arinsana
se a la noción planteada por Goffman acerca de la Nº 10. Caracas, 1989.
posibilidad de encubrimiento o descubrimiento - CHALMERS, A. Qué es esa cosa llamada ciencia,
que mantienen las personas acerca de su identi- Siglo XXI, Buenos Aires, 1988.
dad estigmatizada. Su identidad étnica sólo existe - DEL REY ROA, A. El concepto de identidad. Su
por la relación que los individuos mantienen, “en aplicación en la santería, Clacso, La Habana, 1998.
términos reales o potenciales, con su grupo de ori- - FRIEDLER, E. “Judaísmo o judaísmos”, 2005. Dis-
gen”. Consideramos que lo sugestivo de este ponible en http://www.hagshama.org.il/es/recur-
planteo es que además de pensar en lo que Barg- sos/view.asp?id=1878. Fecha de consulta: marzo
man denomina las “demandas de acrisolamiento” de 2008.

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