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PROFESIONALES
CRISIS FINANCIERA
INTERNACIONAL
Antecedentes, perspectivas y oportunidades
SUBCOMISIÓN DE FINANZAS
Coordinadores:
Dr. Fernando Federico Arcos.
Dr. Gonzalo Magallanes Luzza.
Colaboradores:
Dr. Marcelo González.
Dr. Alejandro Labollita.
20/04/2009
20-4-2009
ÍNDICE
Antecedentes. .................................................................................................... 3
Gran crisis de 1929. ......................................................................................... 3
Crisis del 2000-2001. ....................................................................................... 4
Crisis Financiera de 2008-2009. ..................................................................... 4
Hipotecas Subprime.......................................................................................... 7
Incentivo Mercado Inmobiliario...................................................................... 7
Disminución de tasas....................................................................................... 7
Nuevo concepto llamado Titulización. ............................................................ 8
Cumplimento de las Normas de Basilea. ....................................................... 8
Desplome precios viviendas norteamericanas. .............................................. 9
Consecuencias. ................................................................................................ 11
Consecuencias económicas. ........................................................................... 11
Consecuencias no económicas. ...................................................................... 14
¿En qué estadio de este tipo de procesos se halla la economía mundial? .. 14
En síntesis. ..................................................................................................... 15
Capítulo Argentina. ........................................................................................ 16
Pilares del modelo.......................................................................................... 16
Consecuencias ................................................................................................ 16
Perspectivas ................................................................................................... 17
Perspectivas Internacionales. ........................................................................ 18
¿Hasta cuándo puede durar esto? ................................................................. 18
Mercado de Capitales. ................................................................................... 20
Oportunidades................................................................................................. 20
Bienes inmuebles. .......................................................................................... 21
Mercado de derivados. ................................................................................... 21
Consideraciones varias. ................................................................................. 21
¿Esto quiere decir que el rebote está cerca?................................................. 22
Bretton Woods y, ¿el comienzo de una nueva era? ........................................ 23
Consideraciones acerca de las ayudas de los gobiernos a las empresas y el
“moral hazard”. .............................................................................................. 24
CRISIS FINANCIERA
INTERNACIONAL
Antecedentes, perspectivas y oportunidades.
ANTECEDENTES.
Gran crisis de 1929.
Los años 20 fueron en Estados Unidos de crecimiento económico y aumento de la
productividad. Lo más significativo es que las ganancias de la productividad fueron
a parar al beneficio empresarial (dividendos). El desplome del precio de las acciones
fue extraordinariamente intenso, alcanzando tintes dramáticos. Gran número de
inversionistas vieron cómo su dinero, en muchos casos tomado a crédito, se
volatilizaba en cuestión de días. El 'crash' bursátil motivó una reacción en cadena
en el sistema financiero, con numerosos bancos que empezaron a tener problemas
de solvencia y de liquidez al acentuarse la desconfianza en su capacidad de
rembolsar a los depositantes.
Se presentaban casos tales como: La Empresa A es dueña de B, la que a su vez es
dueña de C, que le presta a A, concluyendo en una maraña de operaciones
financieras sin control. A diferencia de otras crisis anteriores, las medidas
económicas tomadas por el Gobierno republicano de Herbert Hoover agrandaron
notoriamente la depresión e impidieron la recuperación de la economía. Se
estableció el control de numerosos precios con un intervencionismo particularmente
agresivo en el sector agrícola. Una medida de enormes consecuencias negativas fue
el establecimiento del arancel Smoot-Hawley en 1930, que condujo a una carrera
mundial hacia el proteccionismo y el nacionalismo económico.
El resultado es el declive del comercio internacional. Las importaciones y
exportaciones estadounidenses descendieron. El comercio mundial y el PIB de los
Estados Unidos se redujeron a un 66 %, entre 1929 y 1934.
Después de un enorme aumento especulativo a finales de los años 20, en gran parte
debido al surgimiento de nuevas industrias como la radio y la fabricación de
automóviles, las acciones cayeron 13% el jueves 24 de octubre de 1929.
El control de precios lleva a la reducción del beneficio empresarial, ya de por sí muy
bajo en momentos de deflación. Esto produce la quiebra de muchos negocios y
aumenta el desempleo. Lo extraño de una situación de depresión es que existen
bienes y capacidad productiva, pero nadie tiene capacidad económica para adquirir
esos bienes.
En el plano monetario, la contracción del dinero en circulación, causada sobre todo
por las quiebras bancarias, condujo a auténticos pánicos financieros. Al mismo
tiempo, la mayoría de las naciones abandonaron la fijación de sus monedas en
relación al oro, sellando el final del sistema monetario que se dio a llamar 'patrón
oro' durante la Belle Epoque, y que había quedado herido de muerte tras el final de
la Primera Guerra Mundial.
Las consecuencias fueron una década de deterioro del nivel de vida, de enormes
cifras de desempleo, de trabajadores vagabundos deambulando. El paquete de
medidas económicas y sociales de la Administración de Franklin Delano Roosevelt,
conocido como el New Deal, a menudo considerado como la salvación de la Gran
Depresión, tampoco reactivó la economía, que volvió a entrar en una profunda crisis
en 1937, aunque gozara de una gran popularidad.
En realidad, estas medidas, tuvieron un signo similar a las de Hoover (grandes
obras públicas, controles de precios, alta regulación, políticas de rentas), aunque con
una mayor preocupación por los sectores más desfavorecidos.
Cuando el mercado tocó fondo en 1932 se había perdido 90% del valor de las
acciones. Tomó 25 años para que el índice Dow Jones recuperase su nivel de 1929.
Entre los principales factores causantes de la crisis estarían los altos precios de las
materias primas, la sobre-valorización del producto, una crisis alimentaria
mundial, una elevada inflación planetaria y la amenaza de una recesión en todo el
mundo, así como una crisis crediticia, hipotecaria y de confianza en los mercados
(ver aparte).
HIPOTECAS SUBPRIME.
Considerando que es señalada como la principal causa de esta crisis, detallamos sus
puntos principales.
Disminución de tasas.
La Reserva Federal de Estados Unidos ha bajado en los últimos años el precio del
dinero del 6.5 % al 1 %. Tengamos en cuenta que la tasa de interés es el porcentaje
al que está invertido un capital en una unidad de tiempo, de ahí que una tasa de
interés alta incentiva el ahorro y una tasa de interés baja incentiva el consumo.
Durante años, los tipos de interés vigentes en los mercados financieros
internacionales han sido excepcionalmente bajos. Esto ha hecho que los Bancos
hayan visto que el negocio se les hacía más pequeño:
1. Daban préstamos a un bajo interés.
2. Pagaban algo por los depósitos de los clientes -cero si el depósito está en cuenta
corriente y, si además, cobran Comisión de Mantenimiento, pagaban algo
menos.
3. Así y todo ese margen de Intermediación cada vez era menor.
prestado a miles de kilómetros a otra persona, porque allí hay un Banco al que “Mi
Banco” le ha facilitado mi dinero para que se lo preste a un “desempleado”. Por
supuesto, el oficial de cuentas no sabe que el dinero que presta es mío, ni yo sé que
mi dinero, depositado en una “entidad seria”, empieza a estar en un cierto riesgo.
Tampoco lo sabe el Gerente de Sucursal de “Mi Banco”, que por más que algo
intuya, sabe que “Su Banco” tiene invertida una parte del dinero de sus inversores
en un “Importante Banco de Estados Unidos”.
CONSECUENCIAS.
Consecuencias económicas.
La economía funciona como un sistema en el que un cambio en una variable
importante, genera movimientos en todo el sistema, que se va adecuando para
encontrar un nuevo punto de equilibrio. Por supuesto, que como este nuevo
equilibrio también es transitorio, y se mantiene hasta que se vuelve a quebrar, las
consecuencias son a un plazo determinado. Algunos de estas consecuencias son:
1. Nivel actividad económica. La crisis financiera, siempre antecede a una crisis en
la economía real, por la vinculación que existe entre ambas. Hoy la discusión
respecto de la caída en el nivel de actividad económica, pasa por si estamos
frente a una recesión o a una depresión. La depresión es, en pocas palabras,
aquellas recesiones que no se pueden corregir con sólo ejecución de políticas
monetarias. Me refiero a esto con correcciones en las tasas de interés para
incentivar la demanda. Recordemos al respecto, que la Reserva Federal ha
bajado los tipos de interés a prácticamente cero en las últimas reuniones, y ha
debido recurrir a la recompra de deuda a través de la emisión de moneda.
El producto bruto en el último trimestre de 2008 cayó a un ritmo de -6.2%
anualizado en Estados Unidos, -5.9% Europa y al -12.7% en Japón. La actividad
industrial en países emergentes muestra caídas pronunciadas, cercanas al -15%
a/a. En Asia, Taiwán registra la contracción más fuerte con un -27% a/a en
febrero. Mientras que en Latinoamérica las caídas oscilan el 12% (Chile,
México, Brasil y Argentina). En este último caso, tomando como referencia el
IPI-FIEL y el último dato difundido por la UIA (-12,2% a/a). Según los datos
oficiales (EMI-INDEC) la caída es de -1,1% a/a.
2. Proteccionismo y caída del comercio global. Esta es la consecuencia de la baja
brusca en los niveles de actividad económica. Según la Organización Mundial
del Comercio, el volumen de comercio global caerá este año un -9%. Se trata de
la caída más brusca de los últimos 60 años y la primera contracción que se tiene
registro desde la crisis del petróleo en 1974. Los gobiernos intentan proteger su
economía de la entrada de productos extranjeros, a través de:
a. Barreras aduaneras.
b. Carrera de devaluaciones. Estas “guerras de devaluaciones”, también se
dieron durante la crisis del 30, y terminaron en el 40 llevando al mundo
a la Segunda Guerra Mundial. Parece que el mundo hubiera aprendido
la lección y se intenta corregir estas consecuencias a través de acuerdos
conjuntos de los gobiernos, como el, en principio, se estaría llevando a
cabo en la llamada cumbre del G20, en donde se manifestó en contra de
las devaluaciones competitivas como mecanismo de ventaja comercial.
Consecuencias no económicas.
La teoría y la experiencia indican que turbulencias económicas de esta magnitud,
no se revierten sin antes pasar por serios problemas sociales y políticos. Tomamos
para este punto un análisis efectuado por el especialista en finanzas
internacionales, Dr. Luis Palma Cané, en el que explica ¿cómo se ha desarrollado
históricamente este tipo de procesos?
1. El ciclo siempre se inicia con el inevitable incremento del desempleo que genera
la caída en el nivel de actividad.
2. A partir de esta grave situación, comienzan a producirse masivas y continuas
protestas sociales por parte de los trabajadores, normalmente acompañadas por
otros sectores de la población que aprovechan la situación para reivindicar
distintas demandas (educación gratuita, seguro de salud, beneficios
previsionales, etc.).
3. Ante la imposibilidad del gobierno de turno de atender en medio de la crisis
económica todas las demandas en su conjunto, los disturbios sociales hacen
metástasis en lo político: se generan fuertes presiones para lograr sustanciales
cambios en las políticas vigentes o, lisa y llanamente, la remoción de las
autoridades.
Hecha esta síntesis histórica del esquema de extensión de las crisis económicas a
las áreas sociales y políticas, cabe preguntarse:
desarrollados como emergentes. Los ejemplos cunden por todas partes: Grecia,
Rusia, Hungría, Islandia, Reino Unido, Bélgica, y China, por mencionar sólo
algunos países, han sufrido últimamente fuertes y crecientes protestas sociales. La
última huelga general en la Francia de Sarkozy, con la presencia de más de tres
millones de manifestantes en las calles, habla bien a las claras de la magnitud y
peligro de este nivel de efervescencia social. Sin embargo, no todo termina aquí. En
efecto, ya han aparecido también las llamadas metástasis de las crisis económicas y
sociales en lo político: las caídas de los gobiernos de Islandia, Letonia, Hungría y la
República Checa, presionados por su presunta falta de respuesta a las demandas
sociales.
En síntesis.
Al encontrarse en marcha el proceso de conversión de la crisis económica en
disturbios sociales y eventuales caídas de gobiernos, resulta imprescindible que -a
la brevedad- los distintos países desarrollen políticas que no sólo atenúen los niveles
de desempleo, sino también políticas sociales de contención para aquellos
trabajadores que durante el ajuste, indefectiblemente, perderán su trabajo (nada
menos que 50 millones de personas). Al respecto, llama la atención que, a la fecha,
los distintos gobiernos hayan explicitado los montos que destinarán a sus políticas
fiscales y monetarias -que contribuirán a generar empleo- pero que aún no hayan
hecho hincapié en las políticas sociales de contención de los desempleados
(sustanciales aumentos de los seguros por desocupación, extensión temporal de su
vigencia, etc.). Si no se toma rápidamente conciencia de este gravísimo problema,
son de esperarse nuevos y fuertes disturbios sociales y políticos, con todo lo negativo
que ello implicaría para la estabilidad mundial y la pronta reversión de la actual
crisis.
CAPÍTULO ARGENTINA.
Pilares del modelo
Cambio competitivo y estable.
El dólar a nivel internacional se revaloriza por efecto de la falta de confianza en
otros activos, el peso atado al dólar en los últimos años provoca que la industria se
vuelva menos competitiva a nivel internacional, esto provoca menor actividad y
cesantías como las que se vio en los últimos meses.
Consecuencias
3. Plan obra pública. Por 21.000 millones de dólares con el fin de impulsar el resto
de la economía y duplicar los puestos de trabajo en el sector, creando unos
36.000 empleos.
4. Paquete anticrisis integrado por 3 herramientas:
a. Moratoria tributaria reducción de retenciones para el agro.
b. Blanqueo, promoción y sostenimiento del trabajo registrado para
PYMES.
c. Blanqueo y repatriación de capitales.
Perspectivas
Algunas ya se fueron manifestando en la economía del país.
1. Ralentizamiento del nivel de actividad.
2. Lenta suba del nivel de desempleo.
3. Aumento regulado, pero sostenido del tipo de cambio a mediano plazo (lo que el
gobierno da en llamar “flotación administrada “ ).
4. Aumento de tasas de interés.
PERSPECTIVAS INTERNACIONALES.
¿Hasta cuándo puede durar esto?
La duración de la crisis internacional es una gran incógnita. Los pronósticos de
recuperación se han cambiado constantemente de un trimestre a otro, y hoy se
ubican desde el segundo semestre de 2009 al primero de 2010. Algunos, como el
Director del FMI, Strauss-Kahn, dice sencillamente: "El 2009 será un año horrible",
con una recesión mundial "profunda", y condicionó la recuperación en 2010 a que los
gobiernos aumenten sus intervenciones en la economía. La recuperación no será
posible hasta que "se limpie" el sector financiero, y no es posible saber cuándo
ocurrirá esta “limpieza” por los siguientes motivos:
1. Se desconoce la magnitud económica del problema. Las cifras, hace unos meses,
variaban desde 100.000 millones al billón de dólares. Hoy casi nadie se atreve
siquiera a hablar de costos económicos. La última “valuación” del costo de la
crisis fue la efectuada por el FMI, quien le puso un valor de 4 billones de
dólares. Evidentemente las cifras y la disparidad entre los pronósticos son tan
grandes que evidencian la incapacidad de ponerle un número. Y se trata de
cifras tan astronómicas, que se pierde la noción de las cantidades cuando
hablamos de ellas. Sólo tengamos en cuenta que el PBI anual nominal de los
EEUU ronda los 14 billones de dólares.
2. No se sabe a ciencia cierta quienes son los afectados, dado que ni cada banco en
particular conoce cuanto de estas hipotecas de pésima calificación tiene en sus
activos. La cadena de poseedores de títulos hace que, cualquiera que tenga
instrumentos financieros de una empresa cualquiera, aunque no tenga que ver
con las hipotecas subprime, haya invertido indirectamente en las mismas a
través de esa empresa de la que posee acciones.
Según comparaciones históricas con otras crisis ocurridas en el mundo entero
realizadas por el FMI, las recesiones suelen extenderse por el plazo de un año y
luego dan lugar a un repunte robusto de por lo menos cinco años. Pero en esta
ocasión, dice el FMI, el mundo no tendrá esa suerte y tampoco se arriesgan a
adelantar una fecha para el inicio de la recuperación. "Es probable que la
conjunción de la crisis financiera y la desaceleración mundial sincronizada origine
una recesión excepcionalmente profunda y extendida en el tiempo". Según el FMI,
la crisis económica puede provocar disturbios sociales que "amenacen a las
democracias y degeneren en conflictos, incluso guerras".
A pesar de estos pronósticos apocalípticos del FMI, hay que destacar que, luego de
un durísimo fin de año para la economía global, los primeros meses de 2009
muestran cierto alivio en los datos de actividad y del mercado inmobiliario en los
Estados Unidos.
Al hacer el análisis sobre las perspectivas, hay algunas cuestiones que queremos
destacar para tener en cuenta:
1. Debilidad de la demanda. Entre tantas desventajas, la desregulación (o
autorregulación) financiera posee una gran ventaja: crea riqueza mediante el
aumento de la circulación de dinero. Estas políticas son las que permitieron el
desarrollo sostenido de las últimas décadas, pero también las responsables de la
actual crisis. Tenemos un sistema financiero que genera crecimiento y
desarrollo, pero a su vez, genera las burbujas que lo destruyen. Una recesión
como la actual, vinculada a crisis financieras, es más difícil de concluir debido a
OPORTUNIDADES.
Esta es, seguramente, la parte más interesante. Toda crisis, además de provocar
importantes pérdidas entre los inversores, también crea oportunidades únicas e
irrepetibles (como dicen los chinos). Esta crisis no es una excepción. Es necesario
estar pendientes de lo que ocurre, contar con buen olfato, valentía como para
apostar en contra de la corriente y nervios de acero. Y obviamente, tiempo y dinero.
Porque, en definitiva, hay consenso sobre que esta crisis pasará. Y cuando ello
suceda muchos nos lamentaremos de no haber sido conscientes de ello a tiempo.
1. A nivel sistema, las crisis también son una oportunidad para cambiar las cosas
nocivas. En EEUU y el mundo, esta circunstancia puede servir para crear un
sistema financiero más equitativo y más estable, que no sea objeto de continuas
burbujas, aunque esto es casi una utopía.
2. A nivel individual, las crisis dejan siempre muchos activos a precio de ganga.
Warren Buffet, el gurú del research, (a quien en esta crisis no le fue muy bien)
dice: “yo compro cuando mi abuelita vende y yo vendo cuando mi abuelita
compra”.
Mercado de Capitales.
El índice Dow, por ejemplo, bajó desde los más de 14.000 puntos en octubre de 2007
hasta los 6500 puntos en marzo de 2009, lo que significa una baja de 65% respecto
de su máximo. Es conveniente decir que las acciones suelen rebotar mucho antes
que mejore la economía. Para los que no siguen las economía y la vida de las
empresas de cerca, en vez de comprar directamente instrumentos de una empresa
determinada, es posible optar por Fondos Cotizantes llamados ETF. A través de
estos ETF podemos invertir indirectamente en índices, sectores o regiones
geográficas o económicas determinadas, ya que permiten reproducir con un alto
grado de aproximación el rendimiento de lo más diversos índices que representan ya
sea a: Mercados como el NASDAQ, NYSE; Sectores Específicos de la Economía como
el de Tecnología, Energía, Comunicación; Principales empresas de los Países como,
Brasil, Hong Kong, Inglaterra, Japón entre otros. Asimismo, los Fondos Cotizantes
permiten diversificar un portafolio de inversión internacionalmente. Y tienen como
ventaja el hecho que funcionan igual que una acción, debido a que puede ser
comprados y vendidos en un mismo día, y a que no tienen otros costos inherentes en
relación a su operación que la misma comisión que debe pagar cuando compra y
vende una acción cualquiera en el mercado de los EE.UU. Además se diferencian
de los hedge funds en que poseen mayor cantidad de regulaciones y por eso son
menos riesgosos.
Es esperable que los índices de los mercados comiencen a mejorar algunos meses
antes del final de la recesión, dado que históricamente el S&P 500 mejora
aproximadamente 4 meses antes de ese momento.
Respecto del mercado de capitales en Argentina, quisiéramos decir que éste se
encuentra afectado por factores, no sólo externos sino también, internos. Por otra
parte, los índices no reflejan el conjunto de la economía ni de las empresas
cotizantes en forma pareja (ya que se encuentran muy vinculados a los precios del
petróleo por la ponderación de Petrobras y Tenaris). Y por último, muestra una
creciente injerencia del gobierno en él, produciendo importantes efectos distorsivos.
En este marco no podemos darlo como oportunidad ni descartarlo.
Bienes inmuebles.
La crisis abre una oportunidad para invertir en mercados que fueron castigados y
muestran fuertes bajas en los precios. En EEUU, por caso, el índice Home Prices de
Standard & Poor’s muestra una baja promedio de 45% desde su máximo en mayo de
2006. Yendo de lo general a lo particular, podemos decir respecto de un mercado
bastante conocido por los argentinos como Florida, que la cantidad de propiedades1
tomadas nuevamente por los bancos hizo que en muchas zonas de este estado se
puedan conseguir departamentos hasta 80% por debajo del valor de hace tres años.
En zonas como Bal Harbour y Aventura, se puede conseguir un departamento usado
de un ambiente en u$s 50.0002, “algo inimaginable durante la burbuja inmobiliaria.
La caída en los precios de las propiedades en Miami comenzó a tentar a pequeños
inversores argentinos que comenzaron a evaluar la posibilidad de invertir en
inmuebles en esas tierras. La apuesta se orienta a ganar un 50% en dólares sobre la
inversión inicial en no más de cuatro años.
Por caso, un grupo de pequeños empresarios locales puso en marcha la
conformación de un fondo de inversión para recaudar u$s 3 millones entre pequeños
aportantes. Destinarán el dinero a comprar propiedades en Miami. “No es para
obtener una renta, sino para aprovechar cuando el mercado pegue la vuelta y suba
de precio”, reconoció uno de los líderes de la iniciativa.
Mercado de derivados.
Hubo algunos especialistas del mercado que vieron con anticipación la crisis que se
avecinaba y buscaron sacar provecho de la situación apostando contra la corriente
en el mercado de derivados, antes de que se desatara la crisis de la hipotecas
subprimei. Quizás la opción pase ahora por apostar al alza del mercado en un
mediano plazo.
Consideraciones varias.
Es importante recordar siempre la regla de oro de la diversificación. Sobre todo en
épocas de alta volatilidad como las presentes. De la historia reciente podemos
aprender que las crisis siempre fueron una oportunidad de compra. El tema es
cuando comprar. La mayoría de los inversores tiende a esperar hasta que la
economía de señales de estar mejor3. Pero esto puede ser muy tarde. Los estudios
muestran que el rebote se produce generalmente al promediar la vida de la
recesión. En promedio los estudios muestran que las acciones pierden un 32% desde
su punto más alto hasta el más bajo. Y de ahí rinden 27% a los seis meses y 43% al
año. Según Binky Chadha, jefe de estrategias de acciones del Deutsche Bank,
“históricamente las acciones han tocado fondo un poco después de la mitad de las
recesiones, recuperándose significativamente antes de que terminen”. En vista que
las acciones ya descuentan la recesión y teniendo en cuenta que la economía ya
1 El consultor argentino Juan Lopresti, de Lopresti Investments con sede en Miami, dijo al
diario El Cronista.
2 Dijo al diario El Cronista, el consultor argentino Juan Lopresti, de Lopresti Investments
atraviesa su 14vo mes de una recesión que se estima que dure 20 meses, ya hemos
recorrido tres cuartas partes del camino.
A finales de los sesenta debido a las políticas fiscales expansivas de los EE.UU.,
motivadas fundamentalmente por el gasto bélico provocado por la guerra en
Vietnam, la salida de recursos financieros debido a la inversión de EE.UU en el
exterior y otros gastos internos provocaron que la cobertura de oro de los EEUU
pasase del 55% al 22% y propició que en 1971 el gobierno de Nixon, trata de
resolver sus necesidades financieras imprimiendo dinero, con lo cual el dólar dejó de
estar realmente respaldado por las reservas de oro del Gobierno estadounidense.
La idea, a partir de la última reunión del G20, es “democratizar” el FMI, a través de
la democratización de los criterios de elección de sus jefes del FMI y de los del Banco
Mundial. En el mismo sentido, se propuso "actuar con urgencia" para concluir la
Ronda de Doha de la OMC para liberalizar el comercio mundial y vender las
reservas de oro del FMI para ayudar a los países pobres.
Sarkozy celebró "Desde Bretton Woods, el mundo ha estado viviendo con un modelo
financiero, el modelo anglosajón. No es mi papel criticarlo, tiene sus ventajas.
Claramente, hoy, se ha dado vuelta la página".
Veremos en los próximos meses o años, si estas declamaciones de buena voluntad,
se transforman en realidades o simplemente quedan en lo primero. Sin duda, que de
darse una transformación como la propuesta, podríamos estar ante un cambio de
era, al menos en lo referente al sistema financiero mundial, lo que, seguramente, se
reflejaría en la economía real.
determinación para apostar en contra de la corriente, visión clara del mercado... y nervios
de acero.
Toda crisis, además de provocar grandes pérdidas entre los inversores, también genera
oportunidades para quienes están pendientes de lo que ocurre, cuentan con el olfato afinado
y el estómago preparado para poder aprovecharlas. La que se está desarrollando en estos
tiempos no es una excepción.
Si bien en los últimos meses se produjeron grandes caídas en las bolsas de todo el mundo,
hubo algunos especialistas del mercado que vieron con anticipación el tsunami que se
avecinaba y buscaron sacar provecho de la situación.
Lo que hicieron fue muy simple: apostaron contra la corriente antes de que se desatara la
crisis de la hipotecas subprime y se sentaron a esperar que ocurriera la catástrofe. Mientras
millones de personas se quedaban sin hogares, varios bancos quebraban y otros tantos
tambaleaban, ellos comenzaron a contar las suculentas ganancias que obtuvieron.
Si bien no siempre el mercado suele ver con buenos ojos a quienes se hacen millonarios a
expensas de los desastres ajenos, la realidad es que lo realizado por Jeffrey Greene, John
Paulson y Andrew Lahde en los últimos tiempos no es una novedad. George Soros ya lo
había puesto en la práctica una década atrás cuando hizo tambalear a la libra esterlina y
saltó a la fama mundial, algo que repetiría otra vez durante la crisis de los Tigres Asiáticos.
A pesar de que los nombres de Greene, Paulson y Lahde aún son desconocidos para la
mayoría, se trata de los mayores ganadores de estos tiempos que serán recordados en el
futuro como aquellos visionarios que vieron llegar la tormenta mucho antes de que
comenzara a tronar y encontraron el refugio perfecto para su dinero.
A pesar de la confianza que tenía en las palabras que había escuchado de su amigo, los
primeros indicios jugaron en su contra. Así, llegó a perder cerca de cinco millones de dólares
en esta operación.
Pero estaba tan convencido de que estaba en el camino correcto que decidió mantenerse
firme en su apuesta y mantuvo la posición. Su decisión fue la acertada. No sólo recuperó lo
perdido sino que un año más tarde, contaba con u$s 800 millones en su cuenta bancaria, lo
que significaba una ganancia del 1.500%, algo pocas veces visto en la historia en tan poco
tiempo y en manos de un amateur.
De esta forma, pasó a ocupar el puesto 355 del ranking de la revista Forbes entre los 400
estadounidenses más ricos con una fortuna estimada en u$s 1.400 millones.
Más allá de este éxito irreprochable, Greene ya era millonario antes de apostar contra las
subpime. Sin embargo, todo su dinero lo obtuvo desde la nada, ya que su madre era maestra
y su padre había sufrido la quiebra de su empresa cuando él era chico.
Así, para poder cursar la universidad tuvo que trabajar de telemarketer. Pero sus
habilidades salieron pronto a la luz y fue ascendido a supervisor de call center, gracias a lo
que pudo ahorrar lo necesario para pagarse su MBA en Harvard.
Para 1977, realizó su primer negocio: compró una casa para tres familias con el pago de la
primera cuota de un crédito y la alquiló. Dos años más tarde, ya contaba en su haber con 19
propiedades y, para 1991, tenía cerca de u$s 35 millones. Sin embargo, una crisis en el
sector inmobiliario lo llevó a perder todo y a acumular una deuda de 15 millones de dólares
por los créditos que aún le quedaban impagos para abonar las casas que había adquirido.
Esto no lo detuvo. De esta forma, en 2006, tenía a su nombre 7.000 propiedades que
alquilaba en el sur del estado de California y su fortuna estaba valuada en u$s 700
millones. Fue por ese entonces que consultó a su amigo y logró duplicarla en tan sólo 12
meses.
Consejero y visionario.
Pocas veces un especialista suele revelar la fórmula del éxito públicamente y, menos aún,
antes de implementarla. Sin embargo, existen excepciones. El caso de John Paulson es uno
de ellos y como ya se vio, su amigo Jeffrey Greene supo aprovechar muy bien sus palabras.
De cualquier forma, esto no redujo, en lo más mínimo, el alcance del éxito que obtuvo este
administrador de fondos neoyorquino, ya que estaba más convencido que nadie de que su
apuesta era correcta y que le generaría millones de dólares.
Paulson había seguido todos los caminos del típico operador de Wall Street: había obtenido
un MBA en Harvard con honores y trabajado en el banco de inversión Bear Stearns, para
terminar fundando su propia firma administradora de hedge funds, Paulson & Co. Desde
allí, pudo poner en práctica su estrategia y comenzó a apostar contra la corriente,
especialmente, en los activos vinculados con las hipotecas subprime en medio de la burbuja
inmobiliaria.
Estaba convencido de que todos en el mercado estaban errados en pensar que los precios de
las propiedades seguirían creciendo y que los bancos continuarían dando créditos sin
restricciones a quien lo solicitara.
“La gente nos decía que los precios de las propiedades nunca habían bajado a nivel
nacional, y que nunca había existido un caso de default de una hipoteca investment grade.
Los expertos en hipotecas estaban demasiado metidos dentro del boom inmobiliario”,
afirma.
Por eso, a mediados de 2006, creó un hedge fund, el Paulson Credit Opportunities Fund,
especialmente focalizado en esta estrategia y empezó a comprar seguros contra el default de
hipotecas subprime que estaban baratos, ya que nadie creía que algo así podría llegar a
ocurrir, al menos, en el mediano plazo. Con él, logró recaudar u$s 150 millones de clientes
europeos que confiaban en su instinto.
Sin embargo, en un comienzo su apuesta resultó todo lo contrario a lo que pensaba y
empezó a perder dinero. Los llamados de los inversores no tardaron en llegar. Las consultas
estaban centradas en saber cómo haría para cortar la sangría. Su respuesta era la misma:
“estamos aumentando la posición”.
El inversor fantasma.
El caso más interesante entre los grandes ganadores de la crisis en los Estados Unidos es el
de Andrew Lahde, ya que no sólo era un desconocido en del mundo de las inversiones antes
de que disparara el tsunami de los créditos hipotecarios sino que aún lo sigue siendo, por
decisión pura y exclusivamente suya.
Este joven californiano de 37 años logró lo que tantas personas soñaron siempre: realizó un
negocio exitoso y se retiró a disfrutar de los millones obtenidos. Jamás dio una entrevista,
no existen fotos suyas en los medios y, en su propia empresa se niegan a dar cualquier
información respecto de su vida, por lo que aún disfruta de caminar por las calles sin que
nadie lo reconozca. Es algo así como el “fantasma de las subprimes”.
Si bien su trayectoria es bastante corta, le permitió obtener su título en Finanzas en la
Michigan State University y luego realizar un MBA en la University of California, todas
entidades estatales, algo no tan común entre los grandes de los mercados de los Estados
Unidos.
Sus primeros pasos en la industria financiera los dio en la administradora de hedge funds,
Dalton Investments, donde pudo poner en práctica lo aprendido hasta entonces. Allí,
permaneció hasta 2006 cuando decidió fundar su propia compañía en Santa Mónica,
California: Lahde Capital Management.
Entre los productos que ofrecía, estaba el Residential Real Estate Hedge, un fondo que
apostaba a que la burbuja hipotecaria de los Estados Unidos iba a explotar tarde o
temprano.
Con este instrumento, obtuvo cerca de u$s 10 millones de clientes que confiaron en su
instinto, una cifra reducida para lo que es industria financiera de su país. Sin embargo, los
retornos fueron descomunales ya que se estima que ganó entre el 800% y el 1.000% en el
último año.
Gracias a esto, también obtuvo cientos de millones de dólares fruto de las comisiones y
operaciones que realizó. Y se conformó. Así, en septiembre de 2008 tomó una decisión
inesperada: cerró su hedge fund valuado en u$s 80 millones, le devolvió el dinero a los
inversores junto con los beneficios logrados y se retiró a disfrutar de su fortuna.
Pero a esta jugada maestra le faltaba un detalle para ser perfecta y Lahde supo llevarla a
cabo. Al dejar su trabajo, escribió una carta de despedida que pronto circuló en Internet y
llegó a los medios especializados de todo el mundo y provocó un cimbronazo entre los
miembros de la industria financiera. En ella, criticó al sistema de valores capitalista y lo
acusó de estar corrompido y sesgado hacia los intereses de una élite. A su vez, se lamentó
por la crudeza con la que la crisis afecta a millones de personas.
También, atacó a la industria de administración de dinero, y aseguró que lo único que lo
llevó a trabajar allí fue la posibilidad de ganar mucho dinero “fácil” en base a los “idiotas”
de Wall Street.
“Yo estaba en este juego por dinero. La fruta que cuelga en las ramas bajas, es decir, idiotas
cuyos padres pagan la preparación para la escuela, Yale y, a continuación, un MBA en
Harvard, estaba allí para quitarles el dinero - señaló en la carta-. Estas personas que
fueron (a menudo) realmente indignas de la educación que recibieron subieron a la cúpula
de empresas como AIG, Bear Stearns y Lehman Brothers y está en todos los niveles de
nuestro Gobierno. Todo este comportamiento de apoyo de la aristocracia sólo terminó
haciendo más fácil para mí encontrar gente lo suficientemente estúpida como para llevar el
otro lado de mi negocio. Dios bendiga a América”.
Finalmente, anunció su retiro y se mofó de quienes están en el mercado y aún continúan
trabajando siete días a la semana, pegados a un teléfono celular y creyendo que son dueños
de un poder único.
“Tengo suficiente riqueza propia para gestionar -afirma en la carta-. Voy a dejar que otros
traten de acumular ganancias netas de nueve, diez u once cifras. Mientras tanto, sus vidas
apestan. Citas continuadas, llenos de reservas para los próximos tres meses, y que esperan
con interés sus dos semanas de vacaciones para enero, durante las cuales probablemente se
las pasarán pegados a sus Blackberrys u otros dispositivos. ¿Dónde está la gracia?”.
Y así lo hizo y desapareció del escenario financiero mundial. Quién sabe, quizás cuando se
aburra vuelva a las andanzas para intentar emular los aciertos que consiguió durante esta
crisis.