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Ley 26.396
Prevención y control de
trastornos alimentarios
Índice cronológico
A continuación se presenta un cuadro donde se detalla el tratamiento cronológico de
la ley 26.396 en el Congreso de la Nación, indicando su respectivo documento.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
Comisiones
Salud y Deporte – Trabajo y
Previsión Social
Dictamen: 30/08/2007
Expediente: Orden del Día 739
/2007
(Texto del Dictamen. Página 32)
Sesión
Debate: 28/11/2007
(Versión Taquigráfica. Página 64)
Sanción
Sanción: 28/11/2007
(Texto sancionado. Página 81)
VUELTA AL SENADO
Comisiones
Salud y Deporte – Trabajo y
Previsión Social
Dictamen: 24/06/2008
Expediente: Orden del Día 495
/2008
(Texto del Dictamen. Página 147)
Sesión
Debate: 13/08/2008
(Versión Taquigráfica. Página 155)
Sanción
Sanción: 13/08/2008
(Texto sancionado. Página 171
NOTA: En el dictamen del Senado se unificaron 12 proyectos en uno solo. Se toma como
fecha de entrada el ingreso del primero proyecto del senado que corresponde a la ley 26.396
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
Cámara de Senadores
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
Proyectos Originales
Proyecto de ley de la senadora María Laura Leguizamón
Expediente 13-S-06
PROYECTO DE LEY
Artículo 1°: Incorpórese al artículo 1º de la Ley 24.455 (B.O. 03/03/96) el siguiente inciso:
“Inciso d) la cobertura total o parcial para los tratamientos médicos, psicológicos y
farmacológicos de las personas que padezcan patalogías compatibles con la bulimia y la
anorexia”.
María L. Leguizamón
FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
autoexigentes consigo mismas. Realizan mucha gimnasia a pesar de tener bajo peso, lo cual
significa una negación al cansancio. La Bulimia es la otra patología de la alteración de la
conducta del comer, es la otra cara de la moneda, existe el mismo miedo a engordar. La
persona se muestra obsesionada por realizar dietas, pero como no puede mantenerse en la
restricción alimentaria constantemente, realiza atracones y tiene voracidad. Generalmente
come a escondidas, pierde el control de la conducta y come sin parar. Luego ante el temor a
engordar adopta conductas compensatorias para eliminar lo que ha comido. También se
notan alteraciones en el carácter y estado de ánimo”.
También sostienen que “ambas enfermedades a pesar que son patologías alimentarias, poco
tienen que ver con la comida. La anorexia se trata de una fobia social, una reacción al
miedo a crecer, a integrarse a la sociedad adulta. Una sociedad que por otra parte, exige
cánones de belleza sin los cuales no es posible acceder a ella. La Bulimia tiene más que ver
con trastornos maníacos depresivos, compartiendo con aquella el pánico a crecer y la
necesidad de cumplir con esas pautas de belleza impuestas”.
Debido a que la patología descripta se expande internacionalmente, ya que los cánones de
belleza –especialmente la delgadez- se encuentran asociados al “éxito” de la persona, el
Senado de España, formuló declaraciones públicas recomendando a distintos sectores de la
sociedad, que se involucren en la lucha contra estas enfermedades desde el lugar en que se
encuentren en la misma sociedad que pauta determinadas consignas físicas a las que no
todas las personas pueden acceder. De allí que, una persona con determinadas
características psicológicas (por ejemplo baja autoestima, con miedo a la obesidad,
autoexigente, con dificultades de formar vínculos sociales, etc) no pueda controlar la
“presión” del medio social que introduce a la “delgadez física” como icono de éxito y
poder, motivo por el cual sufre las alteraciones mencionadas.
Si bien es cierto que la contención familiar y escolar (en el caso de los niños y
adolescentes) resulta esencial para la detección y tratamiento de estas enfermedades, no
menos cierto es que las Obras Sociales deben procurar los medios para que dicho
diagnóstico y tratamiento sea efectivo. Para ello debe cubrir las prestaciones básicas que
requiere la persona que padece dicha enfermedad, esto es, las consultas con médicos y
psicólogos, los estudios y análisis clínicos necesarios y , los tratamientos terapéuticos que
se aconsejan, incluyendo los medicamentos y las dietas específicas.
Por los motivos expuestos solicito la aprobación del presente proyecto de ley.
María L. Leguizamón
El Senado de la Nación
COMUNICA:
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
Vería con agrado que el Poder Ejecutivo Nacional a través del Ministerio de Salud y de los
organismos que corresponda implemente un Programa Nacional que combata la obesidad e
inicie una Campaña Nacional contra la Obesidad.
Ramón Saadi.-
FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
Ramón Saadi.-
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
Artículo 1º: Todas las obras sociales y asociaciones de obras sociales del sistema nacional
incluidas en la Ley 23.660 y las entidades de medicina prepaga deberán incorporar como
prestación obligatoria el tratamiento de la obesidad.
Articulo 2º: A los efectos del articulo 1º, quedan comprendidos dentro del tratamiento de la
obesidad, la prevención, diagnóstico, los tratamientos clínicos, psicológicos, quirúrgicos,
farmacológicos y otras prácticas que pudieren corresponder, así como los insumos
requeridos para los mismos.
Roberto G. Basualdo.-
FUNDAMENTOS
Sr. Presidente:
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
En cuanto a las consecuencias que trae aparejada la obesidad, podemos decir que según
distintos estudios epidemiológicos realizados en diversos países como Estados Unidos,
Australia, y todos los que conforman la Unión Europea han demostrado que las personas
que padecen obesidad, especialmente los jóvenes, tienen mayor riesgo a presentar:
incrementos metabólicos, enfermedades cardiovasculares, diabetes miellitus, hipertensión
arterial, accidentes vasculares, arteriosclerosis, intolerancia a la glucosa, ciertos tipos de
cánceres, artritis, disminución de los niveles de oxigeno, etc.
Además es importante mencionar los altos índices de obesidad infantil, que en nuestro país
es mas que preocupante, ya que se calcula que el 20 % de la población infantil esta
excedida de peso (el 5% padece obesidad) y los resultados de este exceso de grasa corporal
ya comienzan a dejarse ver, según señalan especialistas en nutrición pediátrica, el 60% de
estos chicos sufre algún problema metabólico, como hipertensión, hiperinsulinemia o
dislipemia.
En cuanto a cifras o estadísticas podemos decir que no existen en el país datos oficiales
sobre la incidencia de la obesidad y el sobrepeso, pero en cuatro estudios epidemiológicos
realizados se describen algunos valores indicativos en Latinoamérica en cuanto a la
población con sobrepeso: Uruguay 62,2%, Argentina 58,1%, Colombia 53%, Chile 47%,
Perú 31,08%, Brasil 19%.
En el mundo existen más de 1.200 millones de personas obesas y unas 2.400 millones con
problemas de sobrepeso. Su importancia sanitaria es obvia, tanto que es considerada la
primera causa de muerte prevenible en el mundo, superando al tabaquismo.
Ahora bien, es importante destacar que actualmente en nuestro país se considera a la
obesidad como un problema estético por lo tanto las obras sociales y las entidades de
medicina prepagas no brindan cobertura, ocasionando en aquellos que la sufren, un
importante grado de dificultad para su tratamiento, ya que tiene un costo elevado. Sin
embargo, ya hubo casos donde la Justicia ordenó a las entidades de salud hacerse cargo de
un paciente con obesidad mórbida.
En conclusión lo que planteamos con la presente iniciativa es que todas las obras sociales y
las entidades de medicina prepaga deberán incorporar como prestación obligatoria el
tratamiento de la obesidad, quedando comprendidos la prevención, diagnóstico,
tratamientos clínicos, psicológicos, quirúrgicos, farmacológicos y otras prácticas que
pudiere comprender, así como los insumos requeridos para los mismos.
Por todo lo expuesto, es que solicito a mis pares me acompañen en el presente proyecto.
Roberto G. Basualdo.-
ARTICULO 1º: Incorpórase como inc. d) del art. 1º de la ley 24.455, Prestaciones
Obligatorias para las Obras Sociales, el siguiente texto:
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
Luis Naidenoff.
FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
Luis Naidenoff.
Artículo 1°: A partir del plazo de CIENTO OCHENTA (180) días de promulgada la
presente Ley todas las obras sociales y asociaciones de obras sociales, estén comprendidas
o no en el artículo 1° de la Ley 23.660; y las empresas o entidades que presten servicios de
medicina prepaga, deberán incorporar como prestaciones obligatorias a brindar a sus
afiliados o beneficiarios, la cobertura total, integral, e interdisciplinaria del abordaje y
tratamiento de la obesidad, la bulimia y la anorexia.
Liliana D. Capos.
FUNDAMENTOS
Sr. Presidente:
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
Sobre la base de datos enunciados existen varias publicaciones periodísticas en los medios
que se hacen eco del informe “SuRF”. Así en el diario La Nación del día 3 de febrero de
2006, en el artículo de Víctor Ingrassia se menciona: “…Los datos de Francia comienzan a
preocupar a sus autoridades sanitarias: las últimas encuestas indican que cada año la
obesidad aumenta 6% entre las personas adultas y 17% entre los chicos. A ese ritmo, los
franceses llegarían en 2020 a los mismos niveles que hoy tiene Estados Unidos, donde más
del 65% de los ciudadanos tiene exceso de peso. En Francia esa tasa se encuentra en el
42%, según un artículo publicado por el diario The New York Times. …La inquietud de las
autoridades sanitarias francesas probablemente se generó en un dato: cada año mueren en
Francia unas 55.000 personas por enfermedades relacionadas con la obesidad. El mismo
estudio mostró que hubo un cambio en los hábitos de vida de los franceses a la hora de
comer: en la década del 80, un francés pasaba 88 minutos en la mesa, mientras que hoy sólo
dedica a comer un promedio de 38 minutos. … En España también preocupa este problema,
dado que un 38,5% de las personas tiene sobrepeso y un 14,5% es obesa. También padece
este problema un 26,3% de la población infantil. Según una decisión dada a conocer ayer,
también en Nueva York las autoridades sanitarias decidieron tomar medidas: dejarán de
lado la leche entera en el menú de todas las escuelas del distrito, tal como ya lo habían
hecho en 2000 las escuelas de Los Angeles, Chicago y Nueva Jersey. Y un poco más al sur,
México inició en octubre pasado una campaña nacional contra la obesidad, que allí afecta al
16% de la población (el 50% tiene sobrepeso). …En la Argentina, la situación también es
preocupante, aunque no parece haber acuerdo sobre las reales dimensiones del problema.
La Organización Mundial de la Salud calcula que el 25% de la población de la región tiene
sobrepeso y un 15% es obesa. Un estudio realizado en el hospital Durand, que incluyó a
más de 2200 chicos de escuelas primarias de la ciudad de Buenos Aires, de entre seis y 14
años, encontró que el 28,2% tenía sobrepeso o padecía obesidad. Pero el doctor César
Casávola, jefe del Servicio de Nutrición del Hospital Alemán, presenta un cuadro aún más
alarmante: "Las cifras que maneja la Sociedad Argentina de Nutrición muestran que el 30%
de la población tiene sobrepeso y otro 30%, obesidad", afirmó. …”.
Aparece, entonces, como alarmante el crecimiento año tras año del porcentaje de obesidad
en la población adulta y aún en la infantil.
Es importante señalar que la Resolución 899/2001 (10/8/2001) del Ministerio de Salud de
la Nación que dispone la “Incorporación de las Guías de Orientación para el Diagnóstico y
Tratamiento de los Motivos de Consulta Prevalentes en la Atención Primaria de la Salud, al
Programa Nacional de Garantía de Calidad de la Atención Médica”, al tratar el abordaje
terapéutico de la “OBESIDAD (OB)” la define en los siguientes términos: “La OB es una
enfermedad crónica, de origen heterogéneo, con una alta tasa de fracaso terapéutico (la
mayoría recupera el peso basal a los 5 años de tratamiento). La dificultad consiste en
promover y lograr cambios en los hábitos, en las reglas familiares y culturales, en el
esquema corporal y en las conductas compulsivo-adictivas”.
Urge, entonces, establecer un Plan Nacional contra la obesidad para lo que se hace
necesario en primer término, aceptarla en los organismos sanitarios como enfermedad
crónica y factor de riesgo cardiovascular. Asimismo, se la debe incluir entre los
padecimientos que ameritan que sea considerada obligatoria la cobertura por los planes de
atención de las obras sociales y de las empresas o entidades que presten servicios de
medicina prepaga.
La BULIMIA y la ANOREXIA son dos patologías con alta incidencia en la población
adolescente, especialmente en las mujeres, causando un alto riesgo clínico, produciendo un
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
marcado deterioro psicofísico, que en muchos casos conduce a la muerte a quienes las
padecen.
Frente a ésta situación no existe en la actualidad una adecuada cobertura por parte de las
obras sociales y de las entidades que prestan servicio de medicina prepaga, para el abordaje
y tratamiento de sus beneficiarios o afiliados que padecen de bulimia o anorexia. Las
prestaciones que se brindan, al no ser integrales y limitadas en el número de prestaciones de
especialidades, llevan en la mayoría de los casos a la cronificación y al deterioro de los
pacientes.
El Ministerio de Salud del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, en su página Web, se
refiere a estas patologías en los siguientes términos: “BULIMIA Y ANOREXIA Las pautas
culturales han determinado que ser delgada es sinónimo de éxito social. Adolescentes y
mujeres jóvenes están sometidas a intensas y profundas presiones para cambiar su figura
corporal o motivados por modelos y artistas o por la publicidad comercial. Se puede
considerar como un síndrome por falla en la adaptación al medio social, que intenta ser
compensada mediante una serie de comportamientos patológicos vinculados a la
alimentación y una preocupación excesiva por el cuerpo que se ligan a esos factores de
presión sociocultural. Se puede padecer en ambos sexos entre los 12 y los 30 años…. Se
caracteriza por la ingesta exagerada de alimentos (atracones, comilonas) en breves tiempos,
seguido de conductas para evitar la hiper ingesta, como vómitos autoinducidos, ejercicios
físicos enérgicos, ayuno, abuso de laxantes y diuréticos. Se caracteriza por la negación a
ingerir alimentos, presentando una notoria pérdida de peso asociada con "MIEDO" a la
gordura, por percibir su imagen corporal distorsionada. FACTORES Sus causas son
variadas pues se asocian factores biológicos, genéticos, interpersonales, familiares y
socioculturales… TRATAMIENTO Todo tratamiento exitoso debe ser capaz de manejar
los aspectos médicos, nutricionales, psicológico individual y dinámica familiar. Al
comienzo se prohíbe el ejercicio físico, a medida que mejora el ejercicio controlado es
bueno”.
La tendencia a la cronificación de los referidos cuadros y el alto riesgo clínico que poseen,
hacen necesarios la aplicación de tratamientos prolongados.
Actualmente las obras sociales, en razón de lo dispuesto por las leyes 23.660, 23.661,
24.455, y sus respectivas reglamentaciones, y las empresas o entidades que prestan
servicios de medicina prepaga, atento lo normado por la ley 24.754, deben ofrecer a sus
afiliados o beneficiarios “prestaciones obligatorias” que abarcan las prestaciones de
prevención, diagnóstico, tratamiento médico, y la cobertura, con distintos porcentajes, de
los medicamentos, de un gran número de enfermedades.
Pero resulta que la bulimia y la anorexia, no están específicamente enumeradas en las
normas que regulan las “prestaciones obligatorias” que se deben brindar, y dadas las
características propias de éstos síndromes que, como ya dijéramos, necesitan de la
articulación de un abordaje interdisciplinario especializado, son atendidas, en la inmensa
mayoría de los casos en forma parcial, aislada y no sistemática. Limitándose las
prestaciones de las obras sociales y de las empresas o entidades que presten servicios de
medicina prepaga, a la atención por uno o más especialistas de los distintos síntomas o
cuadros que presentan los referidos síndromes. Es decir, estamos frente una falta de
respuesta que otorgue una cobertura y tratamiento integral a los beneficiarios o afiliados
que padezcan éstas dolencias.
El artículo de Mariana Iglesias publicado por “Clarín.com”, en la edición del día domingo
23.11.2003, describe el gravísimo cuadro que genera el avance las citadas dolencias,
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
informando: “La anorexia y la bulimia avanzan cada vez más entre los hombres. En Aluba,
un centro especializado, las consultas de varones en todo el país crecieron el 14% en 2003.
Además, el 12% de los chicos de 12 a 16 años tienen trastornos alimentarios. Cuáles son las
causas. …la bulimia y la anorexia no son sólo enfermedades ‘femeninas’. Los hombres
también las padecen. Cada vez más. …Argentina tiene, después de Japón, la mayor
incidencia de anorexia y bulimia en el planeta, enfermedades que afectan a siete millones
de mujeres y a un millón de hombres en todo el mundo. Además, se estima que en
Argentina el porcentaje de quienes padecen estos problemas es tres veces mayor que en los
Estados Unidos. …Las cifras son de la Red Interhospitalaria de Trastornos de la
Alimentación de la Ciudad de Buenos Aires (R.I.H.T.A.): una red de doce hospitales
públicos donde actualmente se atienden 400 pacientes y sus respectivos familiares. ‘La
incidencia aumenta año tras año y se ha extendido cada vez más entre los varones’,
aseguran en la Red. …La Asociación de Lucha Contra la Bulimia y la Anorexia (Aluba)
existe desde 1985 y ya trató más de 20.000 casos. Sus estadísticas dicen que de los 2.000
pacientes que atienden ahora en las sedes de todo el país, el 10% son hombres. Y que la
tendencia va en aumento: "Del 2002 al 2003 se registró un incremento del 13,8% en las
consultas masculinas", dicen en la institución. …Y dan más datos: descendió la edad
promedio de las consultas de los varones. En el 2002 era de 22,5 años y ahora es de 17,7.
Cada año, Aluba hace encuestas en distintos colegios de todo el país. La última dice que de
90.000 chicos de 12 a 16 años, el 2% de los varones sufre bulimia o anorexia, y el 12%
tiene algún desorden alimentario. …Según la Organización Mundial de la Salud (OMS),
estas enfermedades llegaron a niveles ‘epidémicos’ en algunos países occidentales, que
tienen una tasa de mortalidad del 20%. …”.
Es razón de todo lo expuesto, resulta necesario para brindar un adecuado tratamiento a la
obesidad, la bulimia y la anorexia que todas las obras sociales y asociaciones de obras
sociales, estén comprendidas o no en el artículo 1° de la Ley 23.660; y las empresas o
entidades que presten servicios de medicina prepaga, incorporen como prestaciones
obligatorias a brindar a sus afiliados o beneficiarios, la cobertura total e integral del
abordaje y tratamiento de la obesidad, la bulimia y la anorexia, por equipos
interdisciplinarios de profesionales especializados en dichas patologías.
A fin de plantear la propuesta del presente Proyecto, he analizado y tenido en cuenta,
principalmente, como antecedente el Proyecto de Ley presentado por la Diputada Nacional
María del Carmen Banzas, que fue pionero en tratar de esta problemática en el año 1998, y
la media sanción que el mismo obtuviera en el año 1999.
En la convicción de que es urgente legislar en ésta materia, solicito a mis pares el rápido
tratamiento y aprobación del presente Proyecto de Ley.
Liliana D. Capos.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
Articulo 1º - Los alimentos que sean vendidos en el territorio nacional o ingresen al país
para su comercialización que contengan un alto contenido de cloruro de sodio y/o colesterol
total deberán, además de contener la información nutricional necesaria, advertir en su
envase sobre los riesgos de su consumo en personas que padecen enfermedad
cardiovascular o bien presentan factores de riesgo para contraerla.
Silvia E. Giusti.
FUNDAMENTOS.
Señor presidente:
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
urbanizaciones. Los individuos en ajustes urbanos tienen una dieta diferente (más entrada
de grasa saturada, la entrada de sodio) y las tarifas más altas de obesidad asociada con la
mayor entrada de calorías y la reducción de la actividad física. Otro factor de contribución
es que la globalización contribuye a la extensión de comportamientos malsanos -como
fumar- de países de ingresos altos a países de ingreso medios y bajos.
Los factores de riesgo para una enfermedad cardiovascular son contribuyentes principales a
la mortalidad e incapacidad. En el Sudeste de Asia, por ejemplo, la carga de enfermedad
atribuible al tabaco, la tensión arterial y el colesterol es similar a las de carencias
alimenticias y sólo ligeramente menor que la calidad del agua, el saneamiento y la falta de
higiene.
Bajo la influencia de una filosofía neo-liberal de mercado, la interdependencia global
aumenta, acompañada en la integración de economías, información, la tecnología de
comunicación, y los valores culturales. Todos estos factores tienen implicaciones
importantes para la salud y la política de salud y plantean nuevos desafíos de salud con las
dimensiones globales que colocarán demandas aumentadas sobre el sistema de salud
internacional. El proceso de globalización ha cambiado el papel tradicional del estado.
La prevención de los principales factores de riesgo se inició a fines de la década del 60 en
los Estados Unidos con masivas campañas de difusión, lo que constituyó uno de los hechos
sanitarios más trascendentes del siglo. Como consecuencia la incidencia de enfermedades
cardiovasculares en los Estados Unidos descendió a razón de un tres por ciento anual.
En la I Conferencia Internacional sobre Salud Cardiovascular que se llevó a cabo en 1992
en Victoria, Columbia Británica, Canadá, se adoptó el lema “Cerrar la brecha: ciencia y
política en acción”. La educación de Victoria abarca cinco áreas, tres de las cuales son: 1)
La educación de la población; 2) la aplicación oportuna del conocimiento, científico, y 3) la
generación de la voluntad política para promover la salud pública.
De esta manera cobra importancia no sólo la atención primaria sobre la prevalencia de los
factores, de riesgo, sino también la educación de la población y la voluntad política de las
autoridades.
El Banco Mundial en su “Informe” sobre el desarrollo mundial 1993: “invertir en salud”
vuelve a insistir sobre estos factores al afirmar que, cuando se fomenta la atención primaria
y se adoptan medidas para mejorar la escolaridad y el ingreso familiar, no sólo se evita la
desviación de fondos hacia la atención secundaria y terciaria, sino que se impulsa el
desarrollo económico y se estimula la aplicación de políticas sociales que llevan a un
aumento de los ingresos familiares. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos realizados, todos
los años mueren en el mundo 10 millones de personas por enfermedades cardiovasculares y
se estima que para el año 2005 esta cifra podría ascender a 20 millones de no adoptar
medidas conducentes. Ante tan alarmante situación, la Segunda Conferencia sobre la Salud
Cardiovascular fue convocada en Barcelona el 28 de mayo de 1995, con el propósito de
hacer frente al incremento de la enfermedad cardiovascular, en especial en los países en
desarrollo. La Declaración de Cataluña insiste en afirmar que la inversión en la salud
cardiovascular reduce la frecuencia de ataques al corazón y los accidentes
cerebrovasculares, así como la resultante carga de discapacidad y pérdidas de vidas
humanas. A menudo se evalúa el impacto económicosocial de las enfermedades en
términos de mortalidad. Desde este punto de vista, la arteriosclerosis coronaria debería ser
altamente considerada por ser la primera causa de muerte en el mundo occidental y por lo
tanto, también en la Argentina.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
Este indicador, sin embargo, no da idea precisa de las pérdidas sociales y económicas que
produce determinada enfermedad cuando ésta no llega a la muerte, produciendo sólo una
discapacidad. En este sentido una vez más la enfermedad cardiovascular produce un alto
índice de discapacidad cuando afecta a un individuo. Un índice que combina tanto la
mortalidad que produce una enfermedad como su discapacidad, es “la carga global de
morbilidad” (CGM) que determina dicha enfermedad. Este índice surge de combinar: 1) los
años de vida que se pierden ante la muerte prematura y que se define como la diferencia
entre la edad real al momento de morir y la expectativa de vida en ese momento, de una
población de baja mortalidad, y 2) la pérdida de vida saludable resultante de la
discapacidad producto de padecer la enfermedad. La CGM se mide en unidades
denominadas AVAD “años de vida ajustados en función de la discapacidad” y es un
indicador más fiel del impacto socioeconómico de determinada enfermedad. En el caso de
las enfermedades cardiovasculares que en general afectan a personas adultas jóvenes, en
plena etapa productiva de su vida, se genera una carga global de mortalidad mayor que la
que puede generar enfermedades de la vejez que afecten a personas más allá de su edad
productiva.
Pero además la enfermedad cardiovascular, tanto en su etapa aguda como crónica, produce
una fuerte demanda de servicios de salud, de alto costo por la complejidad de sus métodos
de diagnóstico y tratamiento. Teniendo en cuenta entonces que la enfermedad
cardiovascular afecta principalmente a personas adultas en su edad más productiva, que
genera una alta carga global de morbilidad y que es una enfermedad de fuerte demanda, y
altos costos de diagnóstico y tratamiento, está altamente justificado diseñar una política
destinada a reducir la incidencia de la enfermedad cardiovascular y sus consecuencias que
repercutirá en el seno de la familia positivamente, tanto en la familia como de la sociedad y
significará un importante socorro económico para la comunidad. La importancia del control
de los factores de riesgo como la forma más efectiva de disminuir la incidencia y la
prevalencia de la enfermedad cardiovascular ya fue expresada; sin embargo, en nuestro país
aún tenemos resultados indeseables. Un ejemplo de ello lo constituye la amplia población
de pacientes hipertensos que ignoran padecer hipertensión arterial, otros que si bien saben
que padecen hipertensión no se tratan, y finalmente quienes aunque reciben tratamiento, el
mismo es ineficaz.
Este ejemplo de nuestra realidad epidemiológica y social hace más que necesario,
imperioso establecer medidas nacionales destinado al control de la enfermedad
cardiovascular y sus factores de riesgo, y favoreciendo a la publicidad de los peligros
cardiovasculares para ponernos a la altura de nuestras actuales circunstancias sanitarias.
Por lo antes mencionado Sr. Presidente, solicito ante mis pares la aprobación del presente
proyecto de ley.
Silvia E. Giusti.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
Artículo 1º.- Declárese el 20 de noviembre de cada año “Día Nacional de la Lucha contra la
Obesidad”.
Art. 3º.- Invítase a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a las Provincias y a los
municipios a adoptar medidas de similar tenor según lo establecido en el artículo 2º.
Celso A. Jaque.-
FUNDAMENTOS
Sr. Presidente:
En línea con el proyecto de Ley de Lucha Contra la Obesidad Expediente S-2703/06 que
presenté durante este año legislativo y frente a la expresión y declaración de diferentes
organizaciones de la sociedad civil involucradas en el tema, me pareció oportuno presentar
esta iniciativa que es complementaria al espíritu perseguido en el proyecto de Ley de Lucha
por la Obesidad.
Como remarqué en aquella oportunidad, de acuerdo al informe publicado por la
Organización Mundial de la Salud (OMS) conjuntamente con la FAO, en el año 2004
habría en el mundo alrededor de 1000 millones de personas con sobrepeso, de los cuales
300 millones son obesos (las cifras integran a los países desarrollados y en vías de
desarrollo). Además, según el doctor Alberto Cormillot (Clarín 21 de Noviembre de 2006)
la obesidad afecta a casi el 40% de la población de nuestro país.
Es por ello que, debido a la amplitud y la complejidad que representa el problema de la
obesidad, el Estado debe impulsar diferentes acciones para frenar el aumento sostenido en
la prevalencia de esta patología, que posee características claramente epidémicas.
Es preciso que seamos conscientes de las dificultades ligadas al aumento creciente de
obesos y, al mismo tiempo, la dificultad de su tratamiento y las importantes complicaciones
presentadas a largo plazo en la salud de nuestros conciudadanos.
Estudios recientes muestran la relación existente en los niños entre los factores psicológicos
y sus estados anímicos y los estados de sobrepeso, angustia y trastornos importantes de
conducta. De manera muy regular la situación de las dificultades ponderales se ve agravada
por factores psicológicos de los obesos y/o a la inversa ciertos factores psicológicos
desencadenan y enquistan los procesos ponderales.
Los niños obesos de nuestra sociedad de hoy estarán muy probablemente sumidos, en su
edad adulta, a enfermedades crónicas tales como la diabetes, problemas cardiovasculares,
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
Celso A. Jaque.-
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
Artículo 6º: El Poder Ejecutivo Nacional, por intermedio de la autoridad sanitaria nacional,
incluirá en el Programa Médico Obligatorio, de aplicación para el Sistema Nacional de
Obras Sociales y del Seguro Nacional de Salud, regidos por las leyes 23.660 y 23.661, y
para las empresas de medicina prepaga, todas las prácticas médicas necesarias para la
atención multidisciplinarias de la bulimia y la anorexia, conforme determine la
reglamentación.
Artículo 7º: El Poder Ejecutivo destinará las partidas presupuestarias necesarias para la
implementación de la presente ley.
Artículo 8º: Se invita a las Provincias y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a adherir a
la presente ley.
Carlos A. Rossi.
FUNDAMENTOS
Sr. Presidente:
Es de público y notorio conocimiento que en los últimos años, tanto en nuestro país como
en el resto del mundo, se ha producido un fenómeno social de magnitudes
inconmensurables, como lo es el incremento de las patologías asociadas a los trastornos
alimentarios, conocidas como Bulimia y Anorexia.
Por ello, es que a través del presente proyecto, se crea el Programa Nacional de Prevención,
Control y Tratamiento de la Bulimia y la Anorexia con el objeto de revertir la creciente
tendencia de estas patologías que está sucediendo en nuestro país.
La Anorexia es un trastorno psicológico, caracterizado por el rechazo a la comida por temor
intenso a engordar. Sus síntomas son distorsión del esquema corporal (el paciente se ve
gordo a pesar de su bajo peso), caída de cabello, ingesta desmesurada de laxantes y
diuréticos, lo que lleva al paciente a padecer cuadros de hipotensión e hipotemia, cambio
abrumadores de carácter, irritabilidad, depresiones profundas, conductas obsesivas etc.
En cuanto a la Bulimia, también considerada un trastorno alimentario, la sintomatología es
distinta. El paciente presenta episodios de voracidad recurrentes y luego se provoca el
vómito. Además la ingesta abusiva de diuréticos y laxantes puede desencadenar en un paro
cardíaco por la pérdida de potasio.
Ambas patologías, producto de fenómenos multicausales y relativamente actuales, pueden
derivar en la muerte de quien la padece.
Es innegable que, a lo largo del tiempo, se ha producido un cambio en el estereotipo de
mujer que la sociedad ve como ejemplo de belleza y éxito.
Actualmente se ha impuesto fuertemente que mujeres extremadamente delgadas son el
modelo de belleza a seguir para alcanzar éxito y aceptación social, al precio de poner en
riesgo la propia salud, falacia que se ve reflejada y exaltada permanentemente en las
publicidades televisivas o gráficas. Esto sumado a que los industriales de la moda diseñan
21
Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
Carlos A. Rossi.
Articulo 1º: Establécese que todas las agencias de Publicidad y modelos que desarrollen su
actividad en el territorio del país y que requieran los servicios de personas físicas para
publicidad y/o modelaje, no podrán contratar a aquellas personas, que no reúnan según
parámetros reconocidos y aceptados por la ciencia medica, el rango más saludable de peso
que puede tener una persona adecuadas para su sexo, edad y contextura.
Articulo 2º.- Las agencias de publicidad y de modelos que contrataren y/o intervinieren en
la contratación de cualquier manera de las personas que no reúnan los requisitos establecido
en el articulo 1, serán sancionados con pena de multa que será establecida y actualizada
periódicamente por la autoridad de aplicación.
La autoridad de aplicación deberá establecer un régimen de multas con incrementos
graduales para los casos de reincidencia
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
Ricardo A. Bussi.-
FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
Según los estándares médicos reconocidos, la anorexia y la bulimia son dos trastornos
alimenticios que afectan preponderantemente a la población femenina, ya que nueve de
cada 10 son mujeres cuyas edades van entre los 12 y 25 años de edad lo sufren.
Una persona tiene un trastorno alimenticio cuando su cuerpo no recibe los nutrientes
necesarios para funcionar adecuadamente, así como para estar sana de acuerdo con su edad,
estatura y ritmo de vida. Estos padecimientos, aunque cada vez se mencionan más, se
desconocen sus características y el peligro que presentan para la salud, al ocasionar daños
irreversibles en diferentes órganos e incluso la muerte.
La anorexia se caracteriza porque la persona se preocupa por bajar de peso o no subirlo.
Deja de comer lo que necesita, pero no por falta de apetito sino por estar delgada. Por ello
siempre piensa en cuánto y cómo come. Con frecuencia se ve en el espejo, se mide la ropa
para comprobar que se mantiene delgada y se compara con otras personas
La bulimia consiste en atracones de comida sin disfrutarla, pero la paciente se siente tan
mal por haberlo hecho, que se provoca vómito como una forma de compensar su error, hace
ejercicio en extremo, ingiere laxantes o deja de comer durante varios días.
Una misma persona puede presentar ambas conductas, porque si padece anorexia y come,
se provoca vómito o toma laxantes para evitar subir de peso. Si sufre bulimia, después de
un atracón deja de comer.
Se calcula que en nuestro país entre el 12 y el 15 por ciento de los adolescentes sufre algún
tipo de trastorno alimentario, que en algún momento los lleva a padecer cuadros de bulimia
y/o anorexia. Y no sólo eso: las estadísticas también indican que Argentina es el segundo
país - después de Japón - con los índices más altos en estas enfermedades.
En nuestro país, los expertos coinciden en que los casos de bulimia y anorexia vienen
aumentando sin pausa, que vienen arrancando cada vez a edades más tempranas y que
esconden patologías psiquiátricas cada vez más severas.
Sólo el Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, por ejemplo, recibe cada año unas 2.000
consultas por este tema y tiene una población estable de 5/6 jóvenes internadas con
desnutrición grave por anorexia.
Según la Asociación de Lucha Contra Bulimia y Anorexia (Aluba) en la Argentina, 1 de
cada 10 adolescentes sufre trastornos alimenticios. El dato se desprende de las encuestas
que la entidad realiza en escuelas secundarias de todo el país. “En cada curso encontramos
4, 5 o a veces más chicas con alguna patología alimentaría”, asegura la doctora Mabel
Bello, fundadora y consultora médica de Aluba.
La citada especialista señala que el pico de edad donde más casos se detectan es entre los
14 y 17 años. Aunque reconoce que, cada vez hay más chicas con bulimia y anorexia
cuando recién están comenzando el secundario.
En la actualidad se ven patologías alimenticias en menores desde los tres años de edad. “En
este fenómeno tiene que ver la cultura que enferma. Estos chicos lamentablemente nacen
escuchando todo el tiempo conversaciones de los grandes o en la publicidad sobre que flaca
23
Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
estás o cuántas calorías tiene esa comida. Crecen en un contexto donde se fomenta que los
flacos son aceptados y los gordos rechazados”
Por ello, la prevención es la clave para evitar que nuestros jóvenes, niñas o niños se
encuentren ante un problema de salud que los coloque en la antesala de la muerte,
únicamente por sentir que su cuerpo no es el adecuado.
La reciente muerte de dos modelos uruguayas y otros casos resonantes de anorexia en el
mundo influyen en la necesidad de abocarse imperiosamente en dar una respuesta a este
verdadero flagelo de la vida moderna.
La coyuntura es favorable por cuanto mundialmente se empezó a registrar un aumento de la
demanda de atención por parte de muchos padres preocupados por la salud de sus hijos.
Esta habiendo una alentadora toma de conciencia por parte de los padres frente al riesgo de
muerte de sus hijos producto de verse afectados por bulimia y/o anorexia..
Sin embargo esto que es altamente positivo, no alcanza, debe ser acompañado por una
política activa del estado dirigida a desalentar el auge de esta moda, impulsando aquellas
herramienta legales, que desalienten a aquellos que medran con un afán económico
alrededor de este trastorno
Ante este escenario, un antecedente importante fue la ley de Talles, que dicto la Provincia
de Buenos Aires.
La misma con sus deficiencias, constituyo una clara señal de la lucha que viene por delante
y la asunción del estado de un rol protagónico en la lucha contra este flagelo.
Lucha en la cual se enrola el presente proyecto de ley, que persigue como objetivo, poner
coto a esa imagen que la industria de la moda, junto con los anunciantes y los medios
masivos de comunicación, que por mucho tiempo han perpetuado el cuerpo ideal como uno
no solamente delgado, sino superdelgado.
Presión publicitaria que, para los modelos y las jóvenes absorbiendo imágenes de estos,
puede resultar y de hecho sucede lamentablemente, en desórdenes alimenticios.
Los expertos relacionan los desórdenes alimenticios como la anorexia y bulimia
principalmente, a una percepción pobre de su imagen por parte de la propia persona. De
donde las jóvenes obtienen su idea de que sus cuerpos son sub-estándar y no merecedores
de la consideración social, por no adecuar su tipo, al vendido por la maquinaria tamaño
cero de la moda.
Décadas después de que la modelo Twiggy, delgada como un riel, simbolizó un cambio
respecto a las modelos voluptuosas, se sigue luchando contra imágenes dominantes que
hacen que muchas jóvenes rechacen sus propios cuerpos.
Lamentablemente si a algún sector le falta diversidad de imágenes, es la industria de la
moda, que ha llevado en aras de sus intereses a la venta de un estereotipo físico, que no
siempre condice con la realidad.
Pero por suerte, esto esta cambiando en el mundo, por ej. el Consejo de Diseñadores de
Moda de América, el cual fundó la Semana de la Moda, está promoviendo prácticas
saludables entre las modelos. Anunciadas a principio de este mes, las recomendaciones del
Consejo incluyen prohibir que modelos menores de 16 años participen en presentaciones en
las pasarelas y requerir a los modelos con desórdenes alimenticios que busquen ayuda
profesional.
El Consejo introdujo regulaciones tras la negativa cobertura de la prensa en torno a la
muerte de una modelo brasileña de 35 Kgs, y procedió a cambiar los estándares de la
industria.
24
Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
Ricardo A. Bussi.-
Señor
Presidente del Honorable Senado de la Nación
D. DANIEL O. SCIOLI
S/DESPACHO
De mi mayor consideración:
Tengo el agrado de dirigirme a Ud. con el objeto de solicitarle quiera tener a bien dar por
reproducido el Proyecto de Ley de mi autoría registrado bajo el número S- 3098/05 por el
cual se incorpora al tratamiento y prevención de la obesidad a las coberturas de
prestaciones médicas.
25
Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
Sin otro particular, hago propicia la ocasión para saludarlo con mi más distinguida
consideración.
Carlos A. Rossi.
PROYECTO DE LEY
Carlos A. Rossi.
FUNDAMENTOS
Sr. Presidente:
El presente proyecto de ley tiene por objeto considerar a la obesidad como una enfermedad
y, tal como la clasifica la Organización Mundial para la Salud, considerarla como uno de
los diez principales factores de riesgo para la salud en todo el mundo, en la medida que
aumenta las posibilidades de padecer otras enfermedades como diabetes, hipertensión,
problemas cardiovasculares y respiratorios, algunos tipos de cáncer, además de la litiasis
vesicular, gota, várices, hernias, hemorroides, artrosis y alteraciones endócrinas, entre otras.
Según lo establecen la International Obesity Task Force (IOTF) y la Organización Mundial
de la Salud (OMS), se estará en presencia de obesidad en mayores de 18 años, cuando el
índice de masa corporal (IMC) sea igual o superior a 30 (peso en kg/talla en m2), y para el
diagnóstico de obesidad en niños, se establecen diferentes criterios de acuerdo a los
indicadores propuestos por estos mismos organismos internacionales.
Sin embargo, se sigue asociando el exceso de peso con una cuestión puramente estética,
posiblemente debido al desconocimiento de los enormes efectos negativos que tiene esta
enfermedad sobre la salud.
Esta dolencia ha crecido de tal modo que distintos organismos internacionales la consideran
una epidemia y su incidencia es sustancial en los aspectos psicosociales, de la salud y la
economía de los que la padecen.
La OMS define a la salud como un estado de equilibrio biopsicosocial. La presencia de
obesidad indica ausencia de ese equilibrio, por las consecuencias a nivel físico, psíquico y
social que su padecimiento acarrea. Entendida como un incremento en el porcentaje del
tejido adiposo corporal, debe ser considerada enfermedad por dos motivos: en primer lugar,
porque acorta la expectativa de vida, sobre todo en aquellos obesos cuyo peso es superior al
30% de lo normal; en segundo lugar, porque provoca, complica o agrava otras patologías,
26
Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
siendo en sí misma motivo determinante para que aparezcan o se agraven otras dolencias
como las mencionadas anteriormente.
Asimismo, debe considerarse especialmente la obesidad infantil ya que la misma se
presenta en un número elevado de infantes y tal tendencia, continúa en un camino
ascendente. Tal es así que la obesidad infantil se constituye también en un problema de
salud pública debido a su considerable aumento, y a que su detección precoz disminuye las
posibilidades de padecimiento de obesidad en la adultez y contribuye a la salud general y a
una buena calidad de vida del niño obeso.
De todas las secuelas que sufren las personas obesas, las más importantes son las que tienen
implicaciones sociales ya que en los parámetros de salud y belleza considerados por la
sociedad actual, los obesos son víctimas de discriminación y segregación, desencadenando
sentimientos de automarginación y depresión que inducen a la ingesta de alimentos y
perpetúan, de este modo, el cuadro.
Por su parte, en la niñez, la obesidad tiene una repercusión muy importante en el desarrollo
psicológico y en la adaptación social del niño. Los niños obesos refieren sentimientos de
inferioridad, rechazo y escasa autoestima que se mantienen hasta la edad adulta. La
discriminación que sufren desencadena actitudes antisociales, depresión, aislamiento e
inactividad, logrando el mismo efecto negativo que en los adultos. La niñez es una etapa en
la que es factible cambiar conductas, por ello, es tan importante su diagnóstico y
tratamiento precoz. Es este el momento en que se conforman los hábitos, se estructura la
personalidad y se pueden establecer patrones que en el futuro serán más difíciles de
cambiar.
Al ser considerada la obesidad como un problema estético, las obras sociales no cubren el
tratamiento de dicha patología, por lo que a los pacientes se les dificulta, debido a su
elevado costo, la obtención de un tratamiento adecuado. Si se considera a la obesidad como
una enfermedad de riesgo, su atención y tratamiento pasaría a ser una obligación del Estado
y de las obras sociales, siendo beneficioso y hasta vital para el paciente que un equipo
interdisciplinario atienda los problemas de dicha patología con el fin de encararla desde una
perspectiva integral e integradora.
Por todo lo expuesto solicito, señor Presidente, la aprobación del presente proyecto.
Carlos A. Rossi.
El Senado de la Nación
COMUNICA:
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
Carlos S. Menem.
FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
A diferencia de otras grasas, la mayoría de los ácidos grasos trans se forman cuando los
aceites, que se encuentran en estado líquido, se convierten en grasas sólidas como por
ejemplo en la elaboración de frituras y margarina. Esencialmente, los ácidos grasos trans
aparecen cuando se agrega hidrógeno a los aceites vegetales, proceso llamado
hidrogenación. La hidrogenación retarda la caducidad y mantiene estable el sabor de los
alimentos que contienen estas grasas.
A través del proceso de hidrogenación es posible obtener este tipo de lípidos a partir de
ciertas grasas vegetales. De forma sencilla y barata se obtienen así grasas y aceites de
fritura que son muy útiles para la industria alimentaria, ya que permiten mejorar la
perdurabilidad, el sabor y la textura de los productos.
Sin embargo, hay pequeñas cantidades de ácidos grasos trans de manera natural en algunos
alimentos, como también están presentes de forma natural en los rumiantes, como las vacas
u ovejas. Se generan a causa de la acción de determinadas bacterias en los estómagos de
estos animales y se encuentran, en pequeñas cantidades, en su carne y los productos lácteos
enteros, los que no llegan a afectar de ninguna manera la salud.
Las grasas trans industriales nacieron en la primera década del siglo XX, aunque su
proliferación no llegó hasta los años 60. A partir de entonces, se extendieron rápidamente
por su bajo costo y ya que se creía que eran un buen sustitutivo de las grasas de origen
animal (saturadas), que, en exceso, tienen un efecto nocivo para la salud. Pronto pasaron a
formar parte de muchos de los productos de panificación, horneados y artículos de comida
rápida que millones de personas consumen cada día.
Pese a esto, muchas son las voces que, en los últimos tiempos, se alzan contra la utilización
de estas grasas en la alimentación debido a los importantes riesgos cardiovasculares que se
asocian a su consumo, llegando la Organización Mundial de la Salud a recomendar
eliminarlas gradualmente
Recientemente la revista 'The New England Journal of Medicine' publicaba una revisión
sobre este tema que repasaba los últimos estudios científicos realizados sobre las grasas
'trans'. En sus conclusiones, este artículo destacaba, entre otras cosas, el hecho de que estos
lípidos elevan el nivel de colesterol LDL o "malo", disminuyen la presencia del HDL o
"bueno", favorecen la aterosclerosis y aumenta considerablemente el riesgo cardiovascular.
Según un reporte de investigadores del Harvard School of Public Health de 1999, por lo
menos 30 mil de las muertes al año por ataque cardíaco en los Estados Unidos podría
prevenirse si la gente reemplazara las grasas trans por aceites polisaturados o
monosaturados.
Según se sostiene en la mayoría de los estudios científicos, el consumo de grasas saturadas
conlleva un considerable daño potencial y, sin embargo, ningún beneficio aparente,
28
Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
afirmando que ingerir cinco gramos diarios de estos lípidos aumenta un 25% el riesgo de
infarto.
En 2004, Dinamarca se convirtió en el primer país en desterrar de su territorio a los ácidos
grasos trans a través de una ley que prohíbe la presencia de más de un 2% de este lípido en
cualquier alimento.
En Estados Unidos, que desde enero de 2006 exige que todas las etiquetas nutricionales
detallen la presencia de grasas trans en cualquier producto. Nueva York será la primera
ciudad de ese país que prohíba las grasas trans. A partir del primero de julio del 2007 la
Junta de Salud Pública, ha decidido que los establecimientos de comidas ya no podrán usar
los llamados "trans fat" o los aceites para freír que utilizan ese tipo de grasas hidrogenadas.
Y para el primero de julio del 2008, tendrán que eliminar toda grasa vegetal artificial de sus
comidas.
Una nueva disposición legal para el Mercosur establece que, a partir de agosto del 2006,
todos los alimentos envasados deberán indicar en su etiqueta los valores nutricionales, para
contribuir a un mayor conocimiento que permita disminuir la incidencia en la salud pública
de enfermedades crónicas no transmisibles como la obesidad, la diabetes y enfermedades
cardiovasculares.
Dentro de este contexto es necesario que la Argentina avance en el sentido de eliminar las
grasas trans de los alimentos, nacionales e importados destinados al consumo humano, sean
elaborados de manera industrial o artesanal en restaurantes. Para ello es necesario modificar
el Código Alimentario Argentino resultado conveniente que la autoridad de aplicación
establezca un régimen de transición para la gradual eliminación de este componente dañino
para la salud sin afectar a la industria alimenticia.
Por las razones expuestas solicito la aprobación del presente Proyecto de Comunicación.
Carlos S. Menem.
Artículo 1°: La presente ley tiene por objeto la prevención, diagnóstico y tratamiento de las
enfermedades producidas por trastornos en la alimentación infanto-juvenil.
Artículo 3°: Serán considerados beneficiarios de la presente ley los niños, niñas y
adolescentes hasta los dieciocho años de edad, garantizando el derecho a la salud
establecido en el artículo 14 de la ley 26.061.
Artículo 4°: Créase el Programa Nacional de Prevención y Lucha contra las Enfermedades
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
Artículo 5°: La autoridad de aplicación será ejercida en forma conjunta por los Ministerios
de Salud, de Educación, Ciencia y Tecnología y de Desarrollo Social de la Nación.
Artículo 8°: El sistema público de salud deberá contar con equipos multidisciplinarios
capacitados e instalaciones adecuadas para el tratamiento y rehabilitación de los enfermos
que padecen las enfermedades enunciadas en el artículo 2° de la presente.
Artículo 9°: Se invita a las provincias y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a adherir a
la presente.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
César A. Rioja
FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
César A. Goja
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
SUMARIO
COMISION DE SALUD Y DEPORTE Y DE TRABAJO Y PREVISIÓN SOCIAL
Dictamen en distintos proyectos de varios señores senadores por el que se declara de interés
nacional la prevención y control de los trastornos alimentarios. SE ACONSEJA
APROBAR UN PROYECTO DE LEY. (S-13,163, 616, 1278, 2349, 3439, 4236, 4370/06,
341, 608, 1779 y 2049/07)
DICTAMEN DE COMISION
Honorable Senado:
Vuestras Comisiones de Salud y Deporte y de Trabajo y Previsión Social han considerado
los siguientes proyectos de ley relacionados con trastornos alimentarios: (I) de la señora
Senadora Da. María Laura LEGUIZAMON, modificando la ley 24.455 a fin de incorporar
la cobertura total o parcial de tratamientos de personas con bulimia y anorexia (Expte.
S.13/06); (II) del señor Senador Don Roberto BASUALDO, incorporando como prestación
obligatoria en toda obra social y entidades de medicina prepaga el tratamiento de la
obesidad (Expte. S.616/06); (III) del señor Senador Don Luis PETCOFF NAIDENOFF,
sobre cobertura integral para el tratamiento de la obesidad (Expte. S.1278/06); (IV) de la
señora Senadora Da. Liliana CAPOS, estableciendo que las obras sociales y asociaciones
de obras sociales deben incorporar como prestación obligatoria la obesidad, la bulimia y la
anorexia (Expte. S.2349/06); (V) de la señora Senadora Da. Silvia GIUSTI, estableciendo
la obligatoriedad de contener la información nutricional en alimentos de alto contenido de
cloruro de sodio y de colesterol total (Expte. S. 3439/06); (VI) del señor Senador Don
Celso JAQUE, declarando el 20 de noviembre de cada año Día Nacional de la Lucha contra
la Obesidad (Expte. S.4236/06); (VII) del señor Senador Don Carlos ROSSI, creando el
Programa Nacional de Prevención, Control y Tratamiento de la Bulimia y la Anorexia
(Expte. S.4370/06); (VIII) del señor Senador Don Ricardo BUSSI, sobre normas para la
contratación de modelos por agencias de publicidad, a fin de respetar los parámetros
médicos de peso adecuados (Expte. S.341/07); (IX) del señor Senador Don Carlos ROSSI,
incorporando el tratamiento y prevención de la obesidad a las coberturas de prestaciones
médicas (Expte. S.608/07) y (X) del señor Senador Don César GIOJA, sobre prevención y
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
PROYECTO DE LEY
ARTICULO 2º.- Entiéndase por trastornos alimentarios, a los efectos de esta ley,
a la obesidad, a la bulimia y a la anorexia nerviosa, y a las demás enfermedades
que la reglamentación determine, relacionadas con inadecuadas formas de
ingesta alimenticia.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
ARTICULO 16.- La cobertura que deberán brindar todas las obras sociales y
asociaciones de obras sociales del Sistema Nacional incluidas en la Ley 23.660,
recipiendarias del fondo de redistribución de la ley 23.661, las demás obras
sociales y organismos que hagan sus veces creadas o regidas por leyes
nacionales, y las empresas o entidades que presten servicios de medicina
prepaga, conforme a lo establecido en la ley 24.754, incluirá los tratamientos
médicos necesarios, incluyendo los nutricionales, psicológicos, clínicos,
quirúrgicos, farmacológicos y todas las prácticas médicas necesarias para una
atención multidisciplinaria e integral de las enfermedades.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
ANTECEDENTES
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
(I)
PROYECTO DE LEY
Artículo 1°: Incorpórese al artículo 1º de la Ley 24.455 (B.O. 03/03/96) el siguiente inciso:
“Inciso d) la cobertura total o parcial para los tratamientos médicos, psicológicos y
farmacológicos de las personas que padezcan patalogías compatibles con la bulimia y la
anorexia”.
María L. Leguizamón
FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
María L. Leguizamón
(II)
PROYECTO DE COMUNICACIÓN
El Senado de la Nación
COMUNICA:
Vería con agrado que el Poder Ejecutivo Nacional a través del Ministerio de Salud y de los
organismos que corresponda implemente un Programa Nacional que combata la obesidad e
inicie una Campaña Nacional contra la Obesidad.
Ramón Saadi.-
FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
Ramón Saadi.-
(III)
PROYECTO DE LEY
Artículo 1º: Todas las obras sociales y asociaciones de obras sociales del sistema nacional
incluidas en la Ley 23.660 y las entidades de medicina prepaga deberán incorporar como
prestación obligatoria el tratamiento de la obesidad.
Articulo 2º: A los efectos del articulo 1º, quedan comprendidos dentro del tratamiento de la
obesidad, la prevención, diagnóstico, los tratamientos clínicos, psicológicos, quirúrgicos,
farmacológicos y otras prácticas que pudieren corresponder, así como los insumos
requeridos para los mismos.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
Roberto G. Basualdo.-
FUNDAMENTOS
Sr. Presidente:
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
Roberto G. Basualdo.-
(IV)
PROYECTO DE LEY
ARTICULO 1º: Incorpórase como inc. d) del art. 1º de la ley 24.455, Prestaciones
Obligatorias para las Obras Sociales, el siguiente texto:
“ Artículo 1º: inc. d) La cobertura integral para el tratamiento de la obesidad. El mismo
debe comprender la prevención, el diagnóstico, los tratamientos médicos, psicológicos,
quirúrgicos, farmacológicos y otras prácticas que pudieren corresponder.”
Luis Naidenoff.
FUNDAMENTOS
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
Señor Presidente:
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
Luis Naidenoff.
(V)
PROYECTO DE LEY
Artículo 1°: A partir del plazo de CIENTO OCHENTA (180) días de promulgada la
presente Ley todas las obras sociales y asociaciones de obras sociales, estén comprendidas
o no en el artículo 1° de la Ley 23.660; y las empresas o entidades que presten servicios de
medicina prepaga, deberán incorporar como prestaciones obligatorias a brindar a sus
afiliados o beneficiarios, la cobertura total, integral, e interdisciplinaria del abordaje y
tratamiento de la obesidad, la bulimia y la anorexia.
Liliana D. Capos.
FUNDAMENTOS
Sr. Presidente:
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
hecho en 2000 las escuelas de Los Angeles, Chicago y Nueva Jersey. Y un poco más al sur,
México inició en octubre pasado una campaña nacional contra la obesidad, que allí afecta al
16% de la población (el 50% tiene sobrepeso). …En la Argentina, la situación también es
preocupante, aunque no parece haber acuerdo sobre las reales dimensiones del problema.
La Organización Mundial de la Salud calcula que el 25% de la población de la región tiene
sobrepeso y un 15% es obesa. Un estudio realizado en el hospital Durand, que incluyó a
más de 2200 chicos de escuelas primarias de la ciudad de Buenos Aires, de entre seis y 14
años, encontró que el 28,2% tenía sobrepeso o padecía obesidad. Pero el doctor César
Casávola, jefe del Servicio de Nutrición del Hospital Alemán, presenta un cuadro aún más
alarmante: "Las cifras que maneja la Sociedad Argentina de Nutrición muestran que el 30%
de la población tiene sobrepeso y otro 30%, obesidad", afirmó. …”.
Aparece, entonces, como alarmante el crecimiento año tras año del porcentaje de obesidad
en la población adulta y aún en la infantil.
Es importante señalar que la Resolución 899/2001 (10/8/2001) del Ministerio de Salud de
la Nación que dispone la “Incorporación de las Guías de Orientación para el Diagnóstico y
Tratamiento de los Motivos de Consulta Prevalentes en la Atención Primaria de la Salud, al
Programa Nacional de Garantía de Calidad de la Atención Médica”, al tratar el abordaje
terapéutico de la “OBESIDAD (OB)” la define en los siguientes términos: “La OB es una
enfermedad crónica, de origen heterogéneo, con una alta tasa de fracaso terapéutico (la
mayoría recupera el peso basal a los 5 años de tratamiento). La dificultad consiste en
promover y lograr cambios en los hábitos, en las reglas familiares y culturales, en el
esquema corporal y en las conductas compulsivo-adictivas”.
Urge, entonces, establecer un Plan Nacional contra la obesidad para lo que se hace
necesario en primer término, aceptarla en los organismos sanitarios como enfermedad
crónica y factor de riesgo cardiovascular. Asimismo, se la debe incluir entre los
padecimientos que ameritan que sea considerada obligatoria la cobertura por los planes de
atención de las obras sociales y de las empresas o entidades que presten servicios de
medicina prepaga.
La BULIMIA y la ANOREXIA son dos patologías con alta incidencia en la población
adolescente, especialmente en las mujeres, causando un alto riesgo clínico, produciendo un
marcado deterioro psicofísico, que en muchos casos conduce a la muerte a quienes las
padecen.
Frente a ésta situación no existe en la actualidad una adecuada cobertura por parte de las
obras sociales y de las entidades que prestan servicio de medicina prepaga, para el abordaje
y tratamiento de sus beneficiarios o afiliados que padecen de bulimia o anorexia. Las
prestaciones que se brindan, al no ser integrales y limitadas en el número de prestaciones de
especialidades, llevan en la mayoría de los casos a la cronificación y al deterioro de los
pacientes.
El Ministerio de Salud del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, en su página Web, se
refiere a estas patologías en los siguientes términos: “BULIMIA Y ANOREXIA Las pautas
culturales han determinado que ser delgada es sinónimo de éxito social. Adolescentes y
mujeres jóvenes están sometidas a intensas y profundas presiones para cambiar su figura
corporal o motivados por modelos y artistas o por la publicidad comercial. Se puede
considerar como un síndrome por falla en la adaptación al medio social, que intenta ser
compensada mediante una serie de comportamientos patológicos vinculados a la
alimentación y una preocupación excesiva por el cuerpo que se ligan a esos factores de
presión sociocultural. Se puede padecer en ambos sexos entre los 12 y los 30 años…. Se
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
promedio de las consultas de los varones. En el 2002 era de 22,5 años y ahora es de 17,7.
Cada año, Aluba hace encuestas en distintos colegios de todo el país. La última dice que de
90.000 chicos de 12 a 16 años, el 2% de los varones sufre bulimia o anorexia, y el 12%
tiene algún desorden alimentario. …Según la Organización Mundial de la Salud (OMS),
estas enfermedades llegaron a niveles ‘epidémicos’ en algunos países occidentales, que
tienen una tasa de mortalidad del 20%. …”.
Es razón de todo lo expuesto, resulta necesario para brindar un adecuado tratamiento a la
obesidad, la bulimia y la anorexia que todas las obras sociales y asociaciones de obras
sociales, estén comprendidas o no en el artículo 1° de la Ley 23.660; y las empresas o
entidades que presten servicios de medicina prepaga, incorporen como prestaciones
obligatorias a brindar a sus afiliados o beneficiarios, la cobertura total e integral del
abordaje y tratamiento de la obesidad, la bulimia y la anorexia, por equipos
interdisciplinarios de profesionales especializados en dichas patologías.
A fin de plantear la propuesta del presente Proyecto, he analizado y tenido en cuenta,
principalmente, como antecedente el Proyecto de Ley presentado por la Diputada Nacional
María del Carmen Banzas, que fue pionero en tratar de esta problemática en el año 1998, y
la media sanción que el mismo obtuviera en el año 1999.
En la convicción de que es urgente legislar en ésta materia, solicito a mis pares el rápido
tratamiento y aprobación del presente Proyecto de Ley.
Liliana D. Capos.
(VI)
PROYECTO DE LEY
Articulo 1º - Los alimentos que sean vendidos en el territorio nacional o ingresen al país
para su comercialización que contengan un alto contenido de cloruro de sodio y/o colesterol
total deberán, además de contener la información nutricional necesaria, advertir en su
envase sobre los riesgos de su consumo en personas que padecen enfermedad
cardiovascular o bien presentan factores de riesgo para contraerla.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
Silvia E. Giusti.
FUNDAMENTOS.
Señor presidente:
49
Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
cardiovasculares en los Estados Unidos descendió a razón de un tres por ciento anual.
En la I Conferencia Internacional sobre Salud Cardiovascular que se llevó a cabo en 1992
en Victoria, Columbia Británica, Canadá, se adoptó el lema “Cerrar la brecha: ciencia y
política en acción”. La educación de Victoria abarca cinco áreas, tres de las cuales son: 1)
La educación de la población; 2) la aplicación oportuna del conocimiento, científico, y 3) la
generación de la voluntad política para promover la salud pública.
De esta manera cobra importancia no sólo la atención primaria sobre la prevalencia de los
factores, de riesgo, sino también la educación de la población y la voluntad política de las
autoridades.
El Banco Mundial en su “Informe” sobre el desarrollo mundial 1993: “invertir en salud”
vuelve a insistir sobre estos factores al afirmar que, cuando se fomenta la atención primaria
y se adoptan medidas para mejorar la escolaridad y el ingreso familiar, no sólo se evita la
desviación de fondos hacia la atención secundaria y terciaria, sino que se impulsa el
desarrollo económico y se estimula la aplicación de políticas sociales que llevan a un
aumento de los ingresos familiares. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos realizados, todos
los años mueren en el mundo 10 millones de personas por enfermedades cardiovasculares y
se estima que para el año 2005 esta cifra podría ascender a 20 millones de no adoptar
medidas conducentes. Ante tan alarmante situación, la Segunda Conferencia sobre la Salud
Cardiovascular fue convocada en Barcelona el 28 de mayo de 1995, con el propósito de
hacer frente al incremento de la enfermedad cardiovascular, en especial en los países en
desarrollo. La Declaración de Cataluña insiste en afirmar que la inversión en la salud
cardiovascular reduce la frecuencia de ataques al corazón y los accidentes
cerebrovasculares, así como la resultante carga de discapacidad y pérdidas de vidas
humanas. A menudo se evalúa el impacto económicosocial de las enfermedades en
términos de mortalidad. Desde este punto de vista, la arteriosclerosis coronaria debería ser
altamente considerada por ser la primera causa de muerte en el mundo occidental y por lo
tanto, también en la Argentina.
Este indicador, sin embargo, no da idea precisa de las pérdidas sociales y económicas que
produce determinada enfermedad cuando ésta no llega a la muerte, produciendo sólo una
discapacidad. En este sentido una vez más la enfermedad cardiovascular produce un alto
índice de discapacidad cuando afecta a un individuo. Un índice que combina tanto la
mortalidad que produce una enfermedad como su discapacidad, es “la carga global de
morbilidad” (CGM) que determina dicha enfermedad. Este índice surge de combinar: 1) los
años de vida que se pierden ante la muerte prematura y que se define como la diferencia
entre la edad real al momento de morir y la expectativa de vida en ese momento, de una
población de baja mortalidad, y 2) la pérdida de vida saludable resultante de la
discapacidad producto de padecer la enfermedad. La CGM se mide en unidades
denominadas AVAD “años de vida ajustados en función de la discapacidad” y es un
indicador más fiel del impacto socioeconómico de determinada enfermedad. En el caso de
las enfermedades cardiovasculares que en general afectan a personas adultas jóvenes, en
plena etapa productiva de su vida, se genera una carga global de mortalidad mayor que la
que puede generar enfermedades de la vejez que afecten a personas más allá de su edad
productiva.
Pero además la enfermedad cardiovascular, tanto en su etapa aguda como crónica, produce
una fuerte demanda de servicios de salud, de alto costo por la complejidad de sus métodos
de diagnóstico y tratamiento. Teniendo en cuenta entonces que la enfermedad
cardiovascular afecta principalmente a personas adultas en su edad más productiva, que
50
Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
genera una alta carga global de morbilidad y que es una enfermedad de fuerte demanda, y
altos costos de diagnóstico y tratamiento, está altamente justificado diseñar una política
destinada a reducir la incidencia de la enfermedad cardiovascular y sus consecuencias que
repercutirá en el seno de la familia positivamente, tanto en la familia como de la sociedad y
significará un importante socorro económico para la comunidad. La importancia del control
de los factores de riesgo como la forma más efectiva de disminuir la incidencia y la
prevalencia de la enfermedad cardiovascular ya fue expresada; sin embargo, en nuestro país
aún tenemos resultados indeseables. Un ejemplo de ello lo constituye la amplia población
de pacientes hipertensos que ignoran padecer hipertensión arterial, otros que si bien saben
que padecen hipertensión no se tratan, y finalmente quienes aunque reciben tratamiento, el
mismo es ineficaz.
Este ejemplo de nuestra realidad epidemiológica y social hace más que necesario,
imperioso establecer medidas nacionales destinado al control de la enfermedad
cardiovascular y sus factores de riesgo, y favoreciendo a la publicidad de los peligros
cardiovasculares para ponernos a la altura de nuestras actuales circunstancias sanitarias.
Por lo antes mencionado Sr. Presidente, solicito ante mis pares la aprobación del presente
proyecto de ley.
Silvia E. Giusti.
(VII)
PROYECTO DE LEY
Artículo 1º.- Declárese el 20 de noviembre de cada año “Día Nacional de la Lucha contra la
Obesidad”.
Art. 3º.- Invítase a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a las Provincias y a los
municipios a adoptar medidas de similar tenor según lo establecido en el artículo 2º.
Celso A. Jaque.-
FUNDAMENTOS
Sr. Presidente:
En línea con el proyecto de Ley de Lucha Contra la Obesidad Expediente S-2703/06 que
51
Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
Celso A. Jaque.-
(VIII)
PROYECTO DE LEY
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
profesionales especializados en Bulimia y Anorexia los que deberán contar con 5 años de
antigüedad en la matrícula.
Artículo 6º: El Poder Ejecutivo Nacional, por intermedio de la autoridad sanitaria nacional,
incluirá en el Programa Médico Obligatorio, de aplicación para el Sistema Nacional de
Obras Sociales y del Seguro Nacional de Salud, regidos por las leyes 23.660 y 23.661, y
para las empresas de medicina prepaga, todas las prácticas médicas necesarias para la
atención multidisciplinarias de la bulimia y la anorexia, conforme determine la
reglamentación.
Artículo 7º: El Poder Ejecutivo destinará las partidas presupuestarias necesarias para la
implementación de la presente ley.
Artículo 8º: Se invita a las Provincias y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a adherir a
la presente ley.
Carlos A. Rossi.
FUNDAMENTOS
Sr. Presidente:
Es de público y notorio conocimiento que en los últimos años, tanto en nuestro país como
en el resto del mundo, se ha producido un fenómeno social de magnitudes
inconmensurables, como lo es el incremento de las patologías asociadas a los trastornos
alimentarios, conocidas como Bulimia y Anorexia.
53
Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
Por ello, es que a través del presente proyecto, se crea el Programa Nacional de Prevención,
Control y Tratamiento de la Bulimia y la Anorexia con el objeto de revertir la creciente
tendencia de estas patologías que está sucediendo en nuestro país.
La Anorexia es un trastorno psicológico, caracterizado por el rechazo a la comida por temor
intenso a engordar. Sus síntomas son distorsión del esquema corporal (el paciente se ve
gordo a pesar de su bajo peso), caída de cabello, ingesta desmesurada de laxantes y
diuréticos, lo que lleva al paciente a padecer cuadros de hipotensión e hipotemia, cambio
abrumadores de carácter, irritabilidad, depresiones profundas, conductas obsesivas etc.
En cuanto a la Bulimia, también considerada un trastorno alimentario, la sintomatología es
distinta. El paciente presenta episodios de voracidad recurrentes y luego se provoca el
vómito. Además la ingesta abusiva de diuréticos y laxantes puede desencadenar en un paro
cardíaco por la pérdida de potasio.
Ambas patologías, producto de fenómenos multicausales y relativamente actuales, pueden
derivar en la muerte de quien la padece.
Es innegable que, a lo largo del tiempo, se ha producido un cambio en el estereotipo de
mujer que la sociedad ve como ejemplo de belleza y éxito.
Actualmente se ha impuesto fuertemente que mujeres extremadamente delgadas son el
modelo de belleza a seguir para alcanzar éxito y aceptación social, al precio de poner en
riesgo la propia salud, falacia que se ve reflejada y exaltada permanentemente en las
publicidades televisivas o gráficas. Esto sumado a que los industriales de la moda diseñan
sus creaciones en talles reducidos, dirigidos a mujeres altas y extremadamente delgadas,
excluyendo a la gran mayoría.
Todo el bombardeo publicitario a los que cotidianamente nos vemos sometidos provoca
fuertes presiones que pueden ocasionar que personas vulnerables deriven en estas
patologías de trastornos alimentarios.
Lamentablemente, nuestro país, después de Japón, tiene la mayor incidencia de Anorexia y
Bulimia en el planeta, enfermedad que afecta a 7.000.000 de mujeres entre 13 y 30 años y a
1.000.000 de hombres en el mundo (según cifras proporcionadas por A.L.U.B.A).
Otro de los aspectos que contempla la presente iniciativa y con el objeto de dar un paso
adelante en la prevención de estas patologías, es la de implementar en los programas
currículares la instrucción acerca de hábitos alimentarios sanos y adecuados a cada etapa de
crecimiento, y brindar información acerca de los riesgos que implican para la salud las
dietas hipocalóricas sin el adecuado control médico.
Por otra parte, el proyecto pretende incluir a la bulimia y la anorexia dentro del Programa
Médico Obligatorio para lograr la atención integral del paciente, cubriendo los tratamientos
tanto médicos, psicológicos como farmacológicos.
Por todo lo expuesto solicito, a mis pares la aprobación del presente proyecto de ley.-
Carlos A. Rossi.
(IX)
PROYECTO DE LEY
Articulo 1º: Establécese que todas las agencias de Publicidad y modelos que desarrollen su
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
actividad en el territorio del país y que requieran los servicios de personas físicas para
publicidad y/o modelaje, no podrán contratar a aquellas personas, que no reúnan según
parámetros reconocidos y aceptados por la ciencia medica, el rango más saludable de peso
que puede tener una persona adecuadas para su sexo, edad y contextura.
Articulo 2º.- Las agencias de publicidad y de modelos que contrataren y/o intervinieren en
la contratación de cualquier manera de las personas que no reúnan los requisitos establecido
en el articulo 1, serán sancionados con pena de multa que será establecida y actualizada
periódicamente por la autoridad de aplicación.
La autoridad de aplicación deberá establecer un régimen de multas con incrementos
graduales para los casos de reincidencia
Ricardo A. Bussi.-
FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
Según los estándares médicos reconocidos, la anorexia y la bulimia son dos trastornos
alimenticios que afectan preponderantemente a la población femenina, ya que nueve de
cada 10 son mujeres cuyas edades van entre los 12 y 25 años de edad lo sufren.
Una persona tiene un trastorno alimenticio cuando su cuerpo no recibe los nutrientes
necesarios para funcionar adecuadamente, así como para estar sana de acuerdo con su edad,
estatura y ritmo de vida. Estos padecimientos, aunque cada vez se mencionan más, se
desconocen sus características y el peligro que presentan para la salud, al ocasionar daños
irreversibles en diferentes órganos e incluso la muerte.
La anorexia se caracteriza porque la persona se preocupa por bajar de peso o no subirlo.
Deja de comer lo que necesita, pero no por falta de apetito sino por estar delgada. Por ello
siempre piensa en cuánto y cómo come. Con frecuencia se ve en el espejo, se mide la ropa
para comprobar que se mantiene delgada y se compara con otras personas
La bulimia consiste en atracones de comida sin disfrutarla, pero la paciente se siente tan
mal por haberlo hecho, que se provoca vómito como una forma de compensar su error, hace
ejercicio en extremo, ingiere laxantes o deja de comer durante varios días.
Una misma persona puede presentar ambas conductas, porque si padece anorexia y come,
se provoca vómito o toma laxantes para evitar subir de peso. Si sufre bulimia, después de
un atracón deja de comer.
Se calcula que en nuestro país entre el 12 y el 15 por ciento de los adolescentes sufre algún
tipo de trastorno alimentario, que en algún momento los lleva a padecer cuadros de bulimia
y/o anorexia. Y no sólo eso: las estadísticas también indican que Argentina es el segundo
país - después de Japón - con los índices más altos en estas enfermedades.
55
Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
En nuestro país, los expertos coinciden en que los casos de bulimia y anorexia vienen
aumentando sin pausa, que vienen arrancando cada vez a edades más tempranas y que
esconden patologías psiquiátricas cada vez más severas.
Sólo el Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, por ejemplo, recibe cada año unas 2.000
consultas por este tema y tiene una población estable de 5/6 jóvenes internadas con
desnutrición grave por anorexia.
Según la Asociación de Lucha Contra Bulimia y Anorexia (Aluba) en la Argentina, 1 de
cada 10 adolescentes sufre trastornos alimenticios. El dato se desprende de las encuestas
que la entidad realiza en escuelas secundarias de todo el país. “En cada curso encontramos
4, 5 o a veces más chicas con alguna patología alimentaría”, asegura la doctora Mabel
Bello, fundadora y consultora médica de Aluba.
La citada especialista señala que el pico de edad donde más casos se detectan es entre los
14 y 17 años. Aunque reconoce que, cada vez hay más chicas con bulimia y anorexia
cuando recién están comenzando el secundario.
En la actualidad se ven patologías alimenticias en menores desde los tres años de edad. “En
este fenómeno tiene que ver la cultura que enferma. Estos chicos lamentablemente nacen
escuchando todo el tiempo conversaciones de los grandes o en la publicidad sobre que flaca
estás o cuántas calorías tiene esa comida. Crecen en un contexto donde se fomenta que los
flacos son aceptados y los gordos rechazados”
Por ello, la prevención es la clave para evitar que nuestros jóvenes, niñas o niños se
encuentren ante un problema de salud que los coloque en la antesala de la muerte,
únicamente por sentir que su cuerpo no es el adecuado.
La reciente muerte de dos modelos uruguayas y otros casos resonantes de anorexia en el
mundo influyen en la necesidad de abocarse imperiosamente en dar una respuesta a este
verdadero flagelo de la vida moderna.
La coyuntura es favorable por cuanto mundialmente se empezó a registrar un aumento de la
demanda de atención por parte de muchos padres preocupados por la salud de sus hijos.
Esta habiendo una alentadora toma de conciencia por parte de los padres frente al riesgo de
muerte de sus hijos producto de verse afectados por bulimia y/o anorexia..
Sin embargo esto que es altamente positivo, no alcanza, debe ser acompañado por una
política activa del estado dirigida a desalentar el auge de esta moda, impulsando aquellas
herramienta legales, que desalienten a aquellos que medran con un afán económico
alrededor de este trastorno
Ante este escenario, un antecedente importante fue la ley de Talles, que dicto la Provincia
de Buenos Aires.
La misma con sus deficiencias, constituyo una clara señal de la lucha que viene por delante
y la asunción del estado de un rol protagónico en la lucha contra este flagelo.
Lucha en la cual se enrola el presente proyecto de ley, que persigue como objetivo, poner
coto a esa imagen que la industria de la moda, junto con los anunciantes y los medios
masivos de comunicación, que por mucho tiempo han perpetuado el cuerpo ideal como uno
no solamente delgado, sino superdelgado.
Presión publicitaria que, para los modelos y las jóvenes absorbiendo imágenes de estos,
puede resultar y de hecho sucede lamentablemente, en desórdenes alimenticios.
Los expertos relacionan los desórdenes alimenticios como la anorexia y bulimia
principalmente, a una percepción pobre de su imagen por parte de la propia persona. De
donde las jóvenes obtienen su idea de que sus cuerpos son sub-estándar y no merecedores
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
Ricardo A. Bussi.-
(X)
PROYECTO DE LEY
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
Carlos A. Rossi.
FUNDAMENTOS
Sr. Presidente:
El presente proyecto de ley tiene por objeto considerar a la obesidad como una enfermedad
y, tal como la clasifica la Organización Mundial para la Salud, considerarla como uno de
los diez principales factores de riesgo para la salud en todo el mundo, en la medida que
aumenta las posibilidades de padecer otras enfermedades como diabetes, hipertensión,
problemas cardiovasculares y respiratorios, algunos tipos de cáncer, además de la litiasis
vesicular, gota, várices, hernias, hemorroides, artrosis y alteraciones endócrinas, entre otras.
Según lo establecen la International Obesity Task Force (IOTF) y la Organización Mundial
de la Salud (OMS), se estará en presencia de obesidad en mayores de 18 años, cuando el
índice de masa corporal (IMC) sea igual o superior a 30 (peso en kg/talla en m2), y para el
diagnóstico de obesidad en niños, se establecen diferentes criterios de acuerdo a los
indicadores propuestos por estos mismos organismos internacionales.
Sin embargo, se sigue asociando el exceso de peso con una cuestión puramente estética,
posiblemente debido al desconocimiento de los enormes efectos negativos que tiene esta
enfermedad sobre la salud.
Esta dolencia ha crecido de tal modo que distintos organismos internacionales la consideran
una epidemia y su incidencia es sustancial en los aspectos psicosociales, de la salud y la
economía de los que la padecen.
La OMS define a la salud como un estado de equilibrio biopsicosocial. La presencia de
obesidad indica ausencia de ese equilibrio, por las consecuencias a nivel físico, psíquico y
social que su padecimiento acarrea. Entendida como un incremento en el porcentaje del
tejido adiposo corporal, debe ser considerada enfermedad por dos motivos: en primer lugar,
porque acorta la expectativa de vida, sobre todo en aquellos obesos cuyo peso es superior al
30% de lo normal; en segundo lugar, porque provoca, complica o agrava otras patologías,
siendo en sí misma motivo determinante para que aparezcan o se agraven otras dolencias
como las mencionadas anteriormente.
Asimismo, debe considerarse especialmente la obesidad infantil ya que la misma se
presenta en un número elevado de infantes y tal tendencia, continúa en un camino
ascendente. Tal es así que la obesidad infantil se constituye también en un problema de
salud pública debido a su considerable aumento, y a que su detección precoz disminuye las
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
Carlos A. Rossi.
(XI)
PROYECTO DE COMUNICACION
El Senado de la Nación
COMUNICA:
Carlos S. Menem.
FUNDAMENTOS
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
Señor Presidente:
A diferencia de otras grasas, la mayoría de los ácidos grasos trans se forman cuando los
aceites, que se encuentran en estado líquido, se convierten en grasas sólidas como por
ejemplo en la elaboración de frituras y margarina. Esencialmente, los ácidos grasos trans
aparecen cuando se agrega hidrógeno a los aceites vegetales, proceso llamado
hidrogenación. La hidrogenación retarda la caducidad y mantiene estable el sabor de los
alimentos que contienen estas grasas.
A través del proceso de hidrogenación es posible obtener este tipo de lípidos a partir de
ciertas grasas vegetales. De forma sencilla y barata se obtienen así grasas y aceites de
fritura que son muy útiles para la industria alimentaria, ya que permiten mejorar la
perdurabilidad, el sabor y la textura de los productos.
Sin embargo, hay pequeñas cantidades de ácidos grasos trans de manera natural en algunos
alimentos, como también están presentes de forma natural en los rumiantes, como las vacas
u ovejas. Se generan a causa de la acción de determinadas bacterias en los estómagos de
estos animales y se encuentran, en pequeñas cantidades, en su carne y los productos lácteos
enteros, los que no llegan a afectar de ninguna manera la salud.
Las grasas trans industriales nacieron en la primera década del siglo XX, aunque su
proliferación no llegó hasta los años 60. A partir de entonces, se extendieron rápidamente
por su bajo costo y ya que se creía que eran un buen sustitutivo de las grasas de origen
animal (saturadas), que, en exceso, tienen un efecto nocivo para la salud. Pronto pasaron a
formar parte de muchos de los productos de panificación, horneados y artículos de comida
rápida que millones de personas consumen cada día.
Pese a esto, muchas son las voces que, en los últimos tiempos, se alzan contra la utilización
de estas grasas en la alimentación debido a los importantes riesgos cardiovasculares que se
asocian a su consumo, llegando la Organización Mundial de la Salud a recomendar
eliminarlas gradualmente
Recientemente la revista 'The New England Journal of Medicine' publicaba una revisión
sobre este tema que repasaba los últimos estudios científicos realizados sobre las grasas
'trans'. En sus conclusiones, este artículo destacaba, entre otras cosas, el hecho de que estos
lípidos elevan el nivel de colesterol LDL o "malo", disminuyen la presencia del HDL o
"bueno", favorecen la aterosclerosis y aumenta considerablemente el riesgo cardiovascular.
Según un reporte de investigadores del Harvard School of Public Health de 1999, por lo
menos 30 mil de las muertes al año por ataque cardíaco en los Estados Unidos podría
prevenirse si la gente reemplazara las grasas trans por aceites polisaturados o
monosaturados.
Según se sostiene en la mayoría de los estudios científicos, el consumo de grasas saturadas
conlleva un considerable daño potencial y, sin embargo, ningún beneficio aparente,
afirmando que ingerir cinco gramos diarios de estos lípidos aumenta un 25% el riesgo de
infarto.
En 2004, Dinamarca se convirtió en el primer país en desterrar de su territorio a los ácidos
grasos trans a través de una ley que prohíbe la presencia de más de un 2% de este lípido en
cualquier alimento.
En Estados Unidos, que desde enero de 2006 exige que todas las etiquetas nutricionales
detallen la presencia de grasas trans en cualquier producto. Nueva York será la primera
ciudad de ese país que prohíba las grasas trans. A partir del primero de julio del 2007 la
60
Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
Junta de Salud Pública, ha decidido que los establecimientos de comidas ya no podrán usar
los llamados "trans fat" o los aceites para freír que utilizan ese tipo de grasas hidrogenadas.
Y para el primero de julio del 2008, tendrán que eliminar toda grasa vegetal artificial de sus
comidas.
Una nueva disposición legal para el Mercosur establece que, a partir de agosto del 2006,
todos los alimentos envasados deberán indicar en su etiqueta los valores nutricionales, para
contribuir a un mayor conocimiento que permita disminuir la incidencia en la salud pública
de enfermedades crónicas no transmisibles como la obesidad, la diabetes y enfermedades
cardiovasculares.
Dentro de este contexto es necesario que la Argentina avance en el sentido de eliminar las
grasas trans de los alimentos, nacionales e importados destinados al consumo humano, sean
elaborados de manera industrial o artesanal en restaurantes. Para ello es necesario modificar
el Código Alimentario Argentino resultado conveniente que la autoridad de aplicación
establezca un régimen de transición para la gradual eliminación de este componente dañino
para la salud sin afectar a la industria alimenticia.
Por las razones expuestas solicito la aprobación del presente Proyecto de Comunicación.
Carlos S. Menem.
(XII)
PROYECTO DE LEY
Artículo 1°: La presente ley tiene por objeto la prevención, diagnóstico y tratamiento de las
enfermedades producidas por trastornos en la alimentación infanto-juvenil.
Artículo 3°: Serán considerados beneficiarios de la presente ley los niños, niñas y
adolescentes hasta los dieciocho años de edad, garantizando el derecho a la salud
establecido en el artículo 14 de la ley 26.061.
Artículo 4°: Créase el Programa Nacional de Prevención y Lucha contra las Enfermedades
producidas por Trastornos en la Alimentación Infanto-Juvenil, en el ámbito del Ministerio
de Salud de la Nación, que tendrá por objeto, entre otros:
Realizar estudios específicos sobre los detonantes, consecuencias e incidencia, de las
enfermedades enunciadas en el artículo 2° de la presente ley, en la población infanto-
juvenil.
Prevención, educación, capacitación y fiscalización de las actividades que se lleven a cabo
a fin de cumplir con el objetivo de la presente.
Disminuir la morbimortalidad infanto-juvenil asociada a estas enfermedades.
Utilizar los medios de comunicación para llevar a cabo campañas educativas y preventivas,
destinadas a los beneficiarios, a sus familias y a la comunidad en general.
Disponer una línea telefónica gratuita y sitio web de información sobre la patología, sus
61
Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
riesgos y la prevención, como así también la nómina de los centros habilitados para la
atención de estas enfermedades.
Estimular el desarrollo de conductas nutricionales saludables.
Promover medidas destinadas a garantizar la adecuada alimentación en los comedores
escolares.
Capacitar a educadores, trabajadores de la salud y otros agentes involucrados en la
temática.
Elaborar un mapa sanitario epidemiológico.
Promover talleres deportivos extra curriculares dentro de los establecimientos escolares.
Fijar los mecanismos de control que permitan una evaluación permanente de los resultados
obtenidos.
Suscribir convenios con las distintas jurisdicciones a de fin asegurar el cumplimiento de los
objetivos aquí establecidos.
Artículo 5°: La autoridad de aplicación será ejercida en forma conjunta por los Ministerios
de Salud, de Educación, Ciencia y Tecnología y de Desarrollo Social de la Nación.
Artículo 8°: El sistema público de salud deberá contar con equipos multidisciplinarios
capacitados e instalaciones adecuadas para el tratamiento y rehabilitación de los enfermos
que padecen las enfermedades enunciadas en el artículo 2° de la presente.
Artículo 9°: Se invita a las provincias y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a adherir a
la presente.
César A. Rioja
FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
62
Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
La obesidad, la anorexia y la bulimia han sido consideradas hasta hace unos años como un
problema alimenticio. Pero en la actualidad la ciencia nos demuestra que no sólo son un
síntoma de mala alimentación, sino que son una patología que pueden contribuir al
sufrimiento de otras enfermedades como: Diabetes, Cardiopatías, trastornos óseos,
hipertensión, hipercolesterolemia, infarto agudo de miocardio y trastornos respiratorios
crónicos, entre otros.
En el caso de los niños y adolescentes el aspecto físico es un elemento fundamental a la
hora de interrelacionarse con sus pares. Además, cabe agregar el impacto negativo que
producen los trastornos alimenticios en la vida escolar que se reflejan en la disminución del
rendimiento intelectual y físico.
Sabemos que la obesidad, la anorexia y la bulimia han crecido cuantitativamente, de
manera que son consideradas mundialmente como “epidemias”. Por ejemplo, en nuestro
país los índices relacionados a la obesidad infantil afirman que el 20% de la población
padece sobrepeso, el 5% padece obesidad; y el 60% de estos chicos sufren algún problema
metabólico, como Hipertensión, Hiperinsulinemia o Dislipemia.
Basándonos en las estadísticas respecto a la obesidad, la anorexia y la bulimia infanto-
juvenil, considero necesario crear un sistema integral que ayude a mejorar la calidad de
vida de la población, informar, educar y concientizar a cada individuo sobre los beneficios
que conlleva una buena alimentación en todos los planos de la vida.
En el período “infancia y juventud”, la persona sufre los mayores cambios físicos y
psicológicos. Por ello, es importante trabajar en ambas etapas ya que los hábitos socio-
culturales incorporados perduran durante toda la vida.
Tres son los grandes objetivos sobre los cuales la promoción de la salud debe fijar
ineludiblemente su atención: el impulso y aliento de estilos de vida saludables, el
fortalecimiento de los servicios de salud para hacerlos más accesibles, eficientes y de mejor
calidad. Los estilos de vida que deben alterarse están referidos a conductas, hábitos,
costumbres y consumos, definidos social y culturalmente que ponen en riesgo la salud.
Por todo lo expuesto precedentemente, solicito a mis pares la aprobación del presente
proyecto.
César A. Goja
63
Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
28 de noviembre de 2007
Sra. Giri. — Señor presidente: voy a solicitar para después insertar una serie de proyectos
que presentaron senadores y senadoras y que hemos tenido en cuenta a la hora del trabajo
en las comisiones. Me refiero a las iniciativas presentadas por los señores senadores
Leguizamón, Basualdo, Petcoff Naidenoff, Capós, Giusti, Jaque, Rossi, Bussi, Gioja, Saadi,
Menem, Sanz, Martínez, Castro, Rodríguez Saá, Basualdo, Capitanich, Pichetto, Salvatori y
Curletti.
Antes que nada quisiera aclarar que este trabajo y este dictamen surgen de la
responsabilidad, del estudio de todos los proyectos en carpeta y no de ninguna situación
que lamentablemente hemos tenido que pasar los senadores, aduciendo que no queríamos
tratar este proyecto de ley, abrazando el Congreso, etcétera.
De común acuerdo con los autores de los diversos proyectos, nos permitimos
tomarnos el tiempo prudencial para poner en consideración ante la opinión de todos
nosotros este dictamen, en un momento en el cual nosotros decidiésemos responsablemente
su tratamiento; y no obligados por ningún tipo de abrazo o de situación. Se sobreentiende
que la obesidad es una preocupación; y lo ha sido y lo será mientras no podamos generar
las herramientas para intentar su resolución.
Este dictamen — como decía — ha sido trabajado durante más de un año y medio.
Hemos invitado a las reuniones a distintas asociaciones ligadas tanto a la obesidad como a
otros trastornos alimentarios, como lo son la bulimia y la anorexia. Así, se ha invitado a
grupos de trabajo de distintos hospitales, a licenciados en Nutrición de la Facultad de
Medicina de la Universidad de Buenos Aires, entre otros, y hasta al doctor Cormillot y a la
gente que diariamente realiza un programa televisivo vinculado con la obesidad.
En ese sentido, y lo digo absolutamente a nivel personal, quiero dejar muy en claro
que ninguno de los señores senadores vive de la obesidad. Por lo tanto, quienes viven de
ella creo que, en algún momento, con sus actitudes, sobrepasaron sus deseos —entre
comillas— de que los legisladores resolviésemos el problema a través de un proyecto de
ley.
Dicho esto, voy a expresar algunos conceptos que, si bien son obvios, resultan
necesario remarcar. Los trastornos alimentarios —y hablo fundamentalmente de la
obesidad, de la bulimia y de la anorexia— son alteraciones progresivas del comportamiento
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
Debo decir que compartimos con mucha preocupación este aumento acelerado de la
gran cantidad de personas que sufre las consecuencias de lo que denominamos trastornos
alimentarios, que desembocan, lamentablemente, en enfermedades como la obesidad, la
bulimia o la anorexia.
La señora senadora preopinante definió muy claramente el concepto de cada una de
esas enfermedades. Pero es importante destacar que su tratamiento debe considerarse desde
un abordaje multidisciplinario. El proyecto que estamos considerando apunta, a mi criterio,
nada más y nada menos, a que todos podamos ejercer el derecho a la salud. Tanto es así que
el artículo 1° declara de interés nacional la prevención y el control de los trastornos
alimentarios, la investigación de los agentes causales y el diagnóstico y tratamiento de las
enfermedades que acarrea.
Por otra parte, también es muy importante definir lo que llamamos trastornos
alimentarios, es decir, la obesidad, la bulimia y la anorexia nerviosa, y todas las
enfermedades relacionadas con una inadecuada alimentación.
La creación de un Programa Nacional de Prevención y Control de Trastornos
Alimentarios permitirá llevar adelante campañas informativas que ayuden tanto a prevenir
como a tratar estas enfermedades desde lo clínico, lo nutricional y lo psicológico; con
espacios de capacitación y de difusión para concientizar sobre los riesgos que ocasionan
estas patologías y las dietas sin control médico. Y algo muy importante que también
destacó la señora senadora Giri, que es combatir la discriminación que sufren,
especialmente, las personas obesas.
Asimismo, nos parece importante destacar la coordinación entre el Ministerio de
Salud y el de Desarrollo Social con relación al desarrollo de estándares alimentarios, así
como también la inclusión de los trastornos alimentarios en el sistema de vigilancia
epidemiológica y la confección de un registro estadístico de los pacientes con estos
trastornos, y la incorporación de la educación alimentaria nutricional en el sistema
educativo, que garantizará que los comedores escolares ofrezcan productos de alto valor
nutricional.
Creemos necesario el control por parte del Estado respecto de la difusión de dietas o
métodos para adelgazar que no cuenten con avales médicos o de profesionales
nutricionistas. Esto está tomado en los artículos 12 y 13 del proyecto.
Me referiré a continuación a una situación que considero central y que afecta,
principalmente, a las personas que sufren de trastornos de alimentación. No existe en la
actualidad una adecuada cobertura por parte de las obras sociales y de las entidades que
prestan servicios de medicina prepaga para el abordaje y tratamiento de sus beneficiarios o
afiliados que padecen estos trastornos. Las prestaciones que se brindan hoy, al no ser
integrales y limitadas en el número de prestaciones de especialidades llevan, a la mayoría
de los pacientes o de los casos, al deterioro.
Los artículos 15 y 16 del proyecto en discusión reflejan, entre otros, un proyecto de
mi autoría con relación a la incorporación en el Programa Médico Obligatorio de la
cobertura del tratamiento integral de los trastornos alimentarios en los aspectos médicos,
nutricionales, psicológicos, clínicos, quirúrgicos y farmacológicos para una atención
multidisciplinaria e integral de la obesidad, la bulimia y la anorexia.
Para finalizar, debo destacar el trabajo realizados por varios señores senadores y
senadoras sobre este tema, dado que existen más de 20 iniciativas al respecto, y pido
autorización al cuerpo para efectuar una inserción sobre esta cuestión, adelantando mi voto
afirmativo.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
Sra. Bortolozzi de Bogado. — Señor presidente: una amiga muy querida de la Cámara me
preguntó si yo iba a votar como obesa senadora o como senadora obesa. Entonces, ahora yo
digo que voy a votar como senadora obesa u obesa senadora de Formosa. En mi provincia
este tema no es prioritario: la más gorda soy yo.
Mi querido presidente de bloque dijo que nosotros no estábamos legislando para
Dinamarca.
Efectivamente, esta ley parece para Dinamarca, porque la bulimia y la anorexia son
enfermedades de la abundancia, como dijera Saramago refiriéndose al aburrimiento.
Por supuesto que con esto no quiero cargar las tintas en las personas que sufren
estas enfermedades, pero sí en la sociedad que lleva a la anorexia y a la bulimia por
superficialidad, ya sea por los programas de televisión, por la ropa pequeña, por el culto a
la belleza o a la juventud.
Entonces, al menos en la provincia que yo represento, este no es un tema prioritario:
hay algunas personas bulímicas y otras anoréxicas, pero no es algo prioritario.
En cuanto a la obesidad, yo no me siento discriminada a pesar de que todos acá son
testigos de lo que me costó encontrar esta banca que da al pasillo. En ese sentido, le tengo
que dar las gracias, primero, a los señores senadores Salvatori y Gómez Diez, que me
prestaron una banca por allá, y después al señor senador Terragno, que me prestó su
distinguida banca. Luego, el bloque al que pertenezco se apiadó de mí y varios compañeros
me consiguieron esta banca que es del señor senador Jenefes. Aclaro que mi dificultad no
se debe a que no entro en la banca, sino a que no puedo circular por entre los pasillos que
quedan entre las bancas. Pero esto es una consecuencia de todos los gustos que me di
comienzo tallarines y ñoquis, cosa que he decidido seguir haciéndolo.
Los gordos tenemos que hacernos cargo de nuestros defectos y no esperar que toda
la sociedad venga a pagarnos nuestra adicción. Somos enfermos de obesidad porque somos
adictos a la comida. Porque si la sociedad va a pagar todas las adicciones a la comida, al
tabaco, al juego, al alcohol, al trabajo o al sexo opuesto, vamos a estar legislando para
Dinamarca, que es lo que no quiere nuestro señor presidente de bloque.
Yo estoy de acuerdo con la prevención, porque considero que es la única medicina.
De cualquier manera, si retiran del proyecto el tema de las operaciones quirúrgicas yo
votaría todo.
Porque las operaciones quirúrgicas cuestan de 22.000 a 40.000 pesos y a mí no me
cabe ninguna duda de que a pesar de la buena fe y de la honestidad de la gente que ha
trabajado en este proyecto de ley esto es para que se llenen de plata las empresas médicas
que hacen este tipo de operaciones.
Después del boom de Maradona todos los gordos queremos la salida fácil de
ponernos el cinturón gástrico, la banda, el balón o el by pass gástrico. Fíjense ustedes el
problema ético que representa el by pass gástrico, por cuanto lo que hace este es una
conexión, un puente, a la última parte del intestino. ¿Qué le vamos a decir a la chica que se
mete los dedos en la garganta para vomitar? ¿Qué le vamos a decir a la abuelita que nos
dice: “Agradezca la comida que te dio Dios”? Porque en todas las religiones, y aclaro que
yo no soy una persona religiosa, hay algo con respecto a la comida. ¿Para qué? Para que no
caigamos en este hartazgo y no comamos lo que otros, con sufrimiento y con trabajo...
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
Sr. Presidente (Pampuro). — Perdón. La señora senadora Capos le pide una interrupción,
¿se la concede?
Sr. Presidente (Pampuro). — Para una interrupción, tiene la palabra la señora senadora
Capos.
Sra. Capos. — En realidad, quiero aclarar que nosotros estamos abordando el tema de la
obesidad como una enfermedad crónica y con graves riesgos, y no desde el aspecto estético.
Quería hacer esa aclaración.
Sr. Presidente (Pampuro). — Senadora: le pido que vaya redondeando porque hay muchos
oradores.
Sra. Bortolozzi de Bogado. — Muy bien. Escúcheme. Ni tampoco nunca pido hacer
homenajes porque hay oradores mejor que yo. En consecuencia, cuando hablo en contra es
porque tengo que hacerlo; si no, voto y listo.
Esto es grave. Las provincias pobres —y acá tengo las fotos de los hospitales; esta
foto recorrió el mundo—: ¿cómo vamos a hacer para pagar —ni hablo de las obras sociales
o de las prepagas— 40 mil pesos por operación? Además, ¿saben ustedes que el by pass
gástrico es la moda que nos impusieron los obesólogos que están "agarrados" por las
empresas médicas? ¿Cómo vamos a hacer para pagar 40 mil pesos por operación, más el
tratamiento psicológico de por vida —porque se necesita tratamiento psicológico de por
vida—, más el calcio, el ácido fólico y todo lo demás que requiere una persona con este by
pass gástrico, que consiste en quitarle una parte del estómago y conectarlo directamente al
último tramo del intestino delgado?
¿Qué vamos a hacer? ¿No estamos tirando la comida? ¿No estamos haciendo lo
mismo que el bulímico metiéndose los dedos en la boca? ¿No estamos —como dijo el
senador Pichetto— legislando para Dinamarca?
Entonces, ¿qué es esto? Hoy se dijo “los jubilados no, que ganan 600 pesos”. “No
vas a ver un jubilado gordo, si gana 600 pesos”, “Y, no, porque no estamos legislando para
Dinamarca”. ¿Y ahora se elabora esta ley?
Hay que sacar las operaciones gástricas porque son el "curro" de las empresas
médicas; no seamos tontos. Y los gordos podemos ser gordos, pero sabemos que somos un
negocio y un buen negocio; porque casi todos tenemos unos pesitos, si no, no nos
perseguirían tanto.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
La senadora Giri sabe cuál ha sido mi posición respecto de esta iniciativa; pero creo
que le falta tratar un tema que a la mayoría de los que estamos acá —que somos de origen
justicialista— nos tendría que preocupar mucho. De todas maneras, tal como decía el
senador Pichetto, muchas veces preocupa más lo que los medios instalan que nuestras
propias convicciones.
Considero que falta abordar la más grave e injusta de las enfermedades: la
desnutrición. Al respecto, no podemos mirar para otro lado frente a lo que ha sucedido —y
sucede— en el Chaco, porque mientras hablamos de pagar operaciones para evitar la
obesidad —respecto de la cual creo, a diferencia de lo que opina la senadora Bortolozzi,
que no siempre tiene que ver con comer muchos tallarines y ñoquis, sino que aparece
fuertemente como producto de la pobreza, del desconocimiento acerca de los alimentos que
verdaderamente son nutritivos; y que también hay una obesidad que tiene que ver con
cuestiones genéticas y con enfermedades—, mucha gente sufre de desnutrición.
Por lo tanto, no desmerezco el tratamiento de la obesidad, de la anorexia y de la
bulimia; pero creo que nos olvidamos que antes de pensar en esto debemos pensar cómo
garantizamos los que venimos de mamar la doctrina justicialista los derechos básicos
elementales a cualquier ser humano tales como el alimento, con la educación, con el vestido
y la salud.
Esa tiene que ser nuestra gran preocupación, y considero que en eso coincidimos
todos. Es por ello que pienso que esta ley —que surge porque nos la impusieron los
medios— es importante; pero a mí no me alcanza, porque seguimos legislando para no
cumplir la norma. Porque tenemos una ley de emergencia alimentaria que no se cumple,
caso contrario no se moriría la gente en el Chaco ni en otros lugares.
Porque después surgió otra ley —producto de otro mediático, Majul—: "El hambre
más urgente". Majul ya no habla más, pero los chicos se siguen muriendo en el Chaco.
Entonces, creo que a la presente norma le falta una pata muy importante, que es
garantizar el cumplimiento de la ley que, precisamente, indica que todo ser humano tiene
derecho a poseer los alimentos necesarios. Eso no está.
Pido que se haga la incorporación —sé que es muy difícil de lograr— de algún
artículo que tienda a mostrar que los senadores, además de preocuparnos por los gordos, los
bulímicos y los anoréxicos, también estamos preocupados por algo mucho más importante:
que en el país de los alimentos no se nos muera de hambre ningún ser humano, y máxime
frente a un gobierno que se jacta permanentemente de los recursos que hoy tiene. Pero si
esos recursos no sirven para que nadie se muera de hambre, realmente, no sirven para nada.
Ojalá que se pueda hacer efectivo el cumplimiento de la ley de emergencia
alimentaria, que sigue vigente. Y lo mismo con respecto al decreto del año 2004 sobre "El
hambre más urgente".
Alguna vez los legisladores tendremos que acostumbranos a hacer un seguimiento
de las leyes para ver si efectivamente se cumplen. Y cuando son cosas tan importantes y
profundas no importa a qué bloque pertenezcamos; tenemos que defenderlas.
Solicito que se incorpore en la norma en consideración el gravísimo problema de los
muertos por desnutrición.
Sr. Martínez. — Señor presidente: uno no puede menos que adherir a lo dicho por la
señora senadora Duhalde y, como bien decía, hay leyes y decretos que contemplan esta
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
Sr. Rossi. — Señor presidente: primero, adelanto el voto afirmativo a este dictamen, que
tuvo unanimidad de la Comisión de Salud, razón por la cual quiero reiterar mi
agradecimiento, mis felicitaciones y mi reconocimiento no sólo a la presidenta de la
comisión sino también a todos los integrantes y asesores que participaron en ella.
La Organización Mundial de la Salud ha reconocido definitivamente que el tema de
los trastornos alimentarios, particularmente el de la obesidad, la bulimia y la anorexia,
constituye una enfermedad.
Lo que se perseguía básicamente con el proyecto de ley era que estas enfermedades
fueran cubiertas por las obras sociales.
Casi le diría, señor presidente, que estamos discutiendo lo mínimo de lo mínimo;
estamos discutiendo el sentido común, algo que debió haber salido desde hace mucho
tiempo como ley y como reconocimiento de las obras sociales.
Fíjense que en todo el país gente que padece esta enfermedad, que tiene una obra
social, ha tenido que acudir a la Justicia, debió buscar un abogado, conseguir un
pronunciamiento judicial que ordene a la obra social cubrir el tratamiento del trastorno
alimentario.
Este no es un tema en discusión. Si nosotros reconocemos a la Organización
Mundial de la Salud como un órgano mundialmente responsable en el análisis de esta
situación, deberíamos haber llegado —por supuesto, con mucha más simplicidad— a esta
solución.
Como bien dijo la senadora Giri, al tratar este problema en el dictamen que hoy está
en consideración de los señores senadores, se tuvieron en cuenta los proyectos presentados
y todo el trabajo de la comisión.
Efectivamente, creo que este dictamen, con las palabras “trastornos alimentarios”,
alcanza el problema de la obesidad, la bulimia y la anorexia. Pero el problema integral, en
cuanto a la prevención, el tratamiento psicológico, interdisciplinario y quirúrgico, tiene que
ser atendido por las obras sociales.
Es cierto lo que decía la senadora Duhalde, en el sentido de que hoy la pobreza
también padece los problemas de la obesidad.
Pareciera que ya no es una cosa privativa de la abundancia, de aquella figura que uno la
asimilaba a los reyes, a los glotones, a la gente de muchos recursos económicos.
Actualmente, la mala alimentación también lleva a la obesidad.
El cambio de vida que hemos tenido no sólo los argentinos —porque este es un problema
que hoy está instalado en todo el mundo— también contribuye a la obesidad. Hoy, conducir
o trabajar, significa estar muchas más horas en una silla, mientras que antes se estaba
muchas más horas en actividad.
Este drama de los trastornos alimentarios necesitaba una cobertura legal y me parece
que hoy, desde el Senado, se da una respuesta a ese vacío legal. Además, considero que son
muy importantes los programas para prevenir esta patología en todos los niveles,
especialmente —como aquí se destacó— en la infancia. En efecto, un chico que empieza
con padecimientos de obesidad o con trastornos alimentarios en los primeros años de su
adolescencia, es un niño que va a soportar de por vida estas dificultades psicológicas,
físicas, de salud o laborales; será un karma que tendrá que sostener a lo largo de su vida.
No sólo me hago eco del cumplimiento de esta futura ley, sino también de la
mayoría de las normas que se sancionan en el Congreso y muchas veces en los concejos
deliberantes o en las legislaturas provinciales. Estoy absolutamente convencido de que
aprobar un proyecto de ley es dar un paso hacia el comienzo de la resolución de un
73
Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
Sr. Jenefes.— Señor presidente: voy a tratar de ser muy breve, ya que la senadora Giri me
ha adelantado que algunas de las observaciones que había planteado en el proyecto de ley
han sido aceptadas e incluidas para su tratamiento en particular.
Estoy de acuerdo con esta iniciativa, pero tenía una observación con relación al
artículo 11, inciso a), ya que prohibía la comercialización de algunos productos. En
consecuencia, entendía que la prohibición de la comercialización afectaba una garantía
constitucional, que es el derecho que tienen todos los argentinos de ejercer una industria
lícita. En ese sentido, la Corte Suprema de Justicia de la Nación ha señalado claramente que
en este artículo debe interpretarse que si la actividad es lícita, es posible su
comercialización. Por lo tanto, consideraba que el proyecto de ley era excesivo en cuanto a
la prohibición de comercialización y de ejercer la publicidad, porque se afectaba otro
derecho constitucional, como es el de expresar libremente las ideas sin censura previa.
Lamentablemente, este tema de la publicidad no fue tratado en su momento, porque
una parte de los proyectos fue girada a la Comisión de Salud y otra, también, a la Comisión
de Sistemas, Medios de Comunicación y Libertad de Expresión. Por eso es que recién
efectué esta observación.
Pero, atento a que la senadora Giri ha aceptado las sugerencias que planteé acerca
de cómo debían redactarse los artículos a fin de que no se afectaran los derechos a
comerciar, a ejercer una industria lícita y a publicitar las ideas, voy a acompañar en general
y en particular esta iniciativa.
En síntesis, en el artículo 11, inciso a), de acuerdo al borrador de dictamen, se han
receptado las observaciones y se han corregido. También se ha incorporado algo que yo le
planteé a la senadora Giri: que si se creaba un programa era necesario contar con recursos
y, por ende, se necesitaba contar con un artículo que afectase los recursos para el
cumplimiento de ese programa.
Sra. Negre de Alonso. — Señor presidente: en igual sentido que el senador Jenefes, hablé
con la presidenta de la Comisión de Salud porque tenía mis dudas, sobre todo respecto del
tema de la publicidad y la comercialización de los productos, pero he quedado conforme
con la modificación que la comisión ha incorporado y que se va a rectificar en el dictamen
que está en consideración.
En realidad, el artículo 13 está incorporado en la Ley 22520, de Ministerios, en su
artículo 23, inciso 11, donde establece el poder de policía sanitaria en favor del Ministerio
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
de Salud y en los incisos 23 ter, 11 y 16, donde le otorga la facultad para intervenir en la
fiscalización, elaboración y distribución de estos productos. También creo que está
recepcionado el artículo 13 en el Código Alimentario.
De todos modos, como le anticipaba a la presidenta de la comisión, si bien ya está
legislado con anterioridad y están recepcionadas estas patologías específicas, sería
simplemente una cuestión formal de técnica legislativa, voy a acompañar este proyecto en
general y en particular.
Sr. Capitanich. — Señor presidente: quiero destacar la labor que ha ejercido la presidenta
de la comisión para tratar de amalgamar una multiplicidad de proyectos. En primer lugar,
podemos sintetizar este dictamen, con respecto a la declaración de interés nacional, sobre el
tema de prevención y control de trastornos alimentarios. En segundo lugar, podemos
definirlo desde el punto de vista de cómo se dan los trastornos alimentarios en materia de la
inclusión de bulimia, anorexia y obesidad en todas sus manifestaciones. En tercer lugar,
está la conformación del Programa Nacional de Prevención y Control de Trastornos
Alimentarios. En cuarto lugar mencionaremos la autoridad de aplicación, a través del
Ministerio de Salud, en consonancia con el Consejo Federal de Salud. En quinto lugar, una
estrategia y un programa específico vinculado a la educación alimentaria y a la
coordinación con el Ministerio de Salud. En sexto lugar, la coordinación con el Ministerio
de Desarrollo Social vinculado al tema de la provisión a los comedores escolares y
comunitarios respecto de las dietas alimentarias, que ya lo está haciendo el Ministerio de
Salud. También hago referencia a la inclusión en el Programa Médico Obligatorio del
mecanismo de financiamiento a través de las obras sociales y la tipificación del tema de las
grasas trans como perjudicial para la salud. Creo que ha recabado realmente una
multiplicidad de proyectos entre los cuales está el que estoy planteando.
Asimismo, quiero plantear dos observaciones para la presidenta de la comisión que
tienen que ver con los artículos 11 y 14, en el sentido que ha planteado el senador Jenefes,
respecto de la prohibición del inciso a) del artículo 11 a los efectos de darle un marco
constitucional. Sin embargo, con respecto al artículo 14, como se da la publicidad para los
mayores de 21 años, pregunto si efectivamente eso es verificable y posible de ejecutar.
Simplemente quería solicitar una explicación porque, en general, cuando se trata de
publicidad masiva y no segmentada, si no hay una publicidad directa, o sea a través de
marketing directo respecto de la edad, cuando se trata de publicidad masiva en radio,
televisión o diarios, es muy difícil establecer la clasificación y segmentación de las misma.
Sr. Presidente (Pampuro). — Para una interrupción, tiene la palabra la señora senadora
Giri.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
quiere decir que va a ser en horario de protección al menor. Es decir, va dirigida al adulto y
no al niño.
Sr. Capitanich.— Digo esto, básicamente, porque nosotros tenemos que dar un marco
jurídico con el objeto de que en la reglamentación que emita el Poder Ejecutivo se
establezcan también las condiciones de control porque, de lo contrario, una ley sin una
reglamentación estricta y sin capacidad para la ejecución y control no tiene validez en
términos prácticos.
Admito que ha sido un gran trabajo de la comisión y entiendo también que se han
recopilado algunos antecedentes. En el artículo 11 ha habido antecedentes como el caso de
la provincia de Québec en Canadá, que prohíbe taxativamente la publicidad para menores
de 12 años, y en Noruega hay otro antecedentes en esta materia. Nosotros hemos evaluado
realmente toda la publicidad en toda la normativa a nivel internacional. De modo que es
muy profusa. Y es una preocupación importante porque el problema de la obesidad no está
vinculado con la pobreza o la riqueza, es decir, con el nivel de ingresos, sino que también
aumenta el riesgo sanitario y, obviamente, aumenta la intervención del Estado para corregir
estos problemas, en virtud de las enfermedades generadas, como diabetes o problemas
cardiovasculares, que definitivamente afectan el sistema sanitario en su conjunto.
Creemos que es un marco normativo adecuado, que resuelve este problema, con la
aprobación en general, pero en términos del tratamiento en particular, están las
observaciones al artículo 11, que debería mejorarse, y al artículo 14. Respecto de este
último, también se hace una observación sujeta a una evaluación en la discusión en
particular.
Sra. Colombo. — Señor presidente: quiero decir dos cosas. Primero, respeto pero no
comparto las manifestaciones de la señora senadora por Formosa, porque aunque tal vez no
haya sido ese el propósito, no podemos relativizar la magnitud que tiene para la salud
pública el problema de los trastornos alimentarios, incluido el de la obesidad.
La obesidad es un problema, una epidemia mundial, así caracterizada por la
Organización Mundial de la Salud y por la Organización Panamericana de la Salud. De
modo que debe ser objeto de atención por parte de los gobiernos en todos los ámbitos:
nacional, provincial y municipal.
Segundo, quiero preguntar a la presidenta de la comisión cuáles son los alcances del
financiamiento que se establece.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
Sr. Presidente (Pampuro). — Tiene la palabra, para una interrupción, el senador Pichetto.
Sr. Pichetto. — Señor presidente: busquemos el cierre de lista de oradores, porque tenemos
una agenda muy larga. Hay temas que también son muy sensibles para el país, hay algunos
planteos de la Cancillería y tenemos que tratar todo el temario.
Veamos si podemos avanzar con respecto a este proyecto para votarlo y seguir con
el temario.
Sra. Colombo. — Lo que ocurre es que el dictamen que tengo proponía modificaciones al
proyecto, para incorporar un artículo 23 en el que se establecía que el Ministerio de Salud
de la Nación, jurisdicción 80, jurisdicción presupuestaria, debía financiar los gastos que
demande el cumplimiento de esta ley. Y esto no figura en el dictamen que se está por votar.
Sra. Giri. — Quedó como artículo 22 de la modificación que el gasto que demande el
cumplimiento de la ley va a ser imputado a las partidas presupuestarias de la jurisdicción 80
del Ministerio de Salud de la Nación.
Sra. Colombo. — Está bien. Pero ¿qué tipo de gastos?, ¿los del programa nacional? ¿La
Nación va a asistir a las provincias para que los sistemas públicos de salud provinciales
puedan hacer frente al abordaje del tratamiento de la obesidad?
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
Sr. Petcoff Naidenoff. — Señor presidente: he pedido la palabra sólo a efectos de solicitar
autorización para inserciones.
Sr. Presidente (Pampuro). — Entonces, si no se hace uso de la palabra se van a votar las
inserciones solicitadas.
— Se practica la votación.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
Por Secretaría se dará lectura de las observaciones al proyecto. Respecto del tema
presupuestario, que creo que es una de las modificaciones, deberíamos constituir la Cámara
en comisión, etcétera, para votar. Personalmente considero irrelevante el artículo. Por lo
tanto, no estimo necesario incluirlo en virtud de lo siguiente: como se crea un programa,
efectivamente ese programa está en el marco de una jurisdicción que a su vez está en el
marco de una finalidad y función. Por lo tanto, la autoridad jerárquica responsable del
programa puede perfectamente asignar los recursos en el marco del programa, sin
necesidad de que efectivamente figure en la ley.
Entonces, si es necesario para el tratamiento en particular de este proyecto, excluiría
expresamente el artículo que tiene que ver con el tema presupuestario, para votar la norma
en particular con estas observaciones.
Sr. Secretario (Estrada). — Se han modificado los siguientes artículos, que quedarán con
la redacción que a continuación se enuncia:
Artículo 9: Los kioscos y demás medios de expendio de alimentos en los establecimientos
escolares deberán incluir en su oferta frutas, cereales y otros aconsejados por la autoridad
de aplicación, debiendo estar los mismos adecuadamente exhibidos.
Artículo 11: La publicidad y/o promoción a través de cualquier medio de difusión de
alimentos con elevado contenido calórico, grasas y azúcar y pobres en nutrientes esenciales,
deberá contener la leyenda "el consumo excesivo es perjudicial para la salud".
Sra. González de Duhalde. — Señor presidente: no entiendo por qué debemos poner
frutas y cereales. ¿Por qué? Me parece que hay que hablar de alimentación saludable.
Yo propongo otra redacción, muy simple: "Los kioscos y demás establecimientos de
expendio de alimentos dentro de los establecimientos escolares deberán ofrecer productos
que integren una alimentación saludable y variada debiendo estar los mismos debidamente
exhibidos".
Sr. Presidente (Pampuro). — Tiene la palabra la señora senadora Giri, para brindar su
opinión al respecto. ¿Está de acuerdo?
Sr. Secretario (Estrada). — El artículo 13 dice: "El Ministerio de Salud podrá requerir al
responsable del producto alimentario publicitado o promocionado la comprobación técnica
de las aseveraciones que realice en el mismo sobre la calidad, origen, pureza, conservación,
propiedades nutritivas y beneficio de empleo de los productos publicitados."
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
Art. 2° – Entiéndase por trastornos alimentarios, a los efectos de esta ley, a la obesidad, a
la bulimia y a la anorexia nerviosa, y a las demás enfermedades que la reglamentación
determine, relacionadas con inadecuadas formas de ingesta alimenticia.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
riesgos en la salud que ocasionan las dietas sin control médico y de instruir a la población
sobre hábitos alimentarios saludables y adecuados a cada etapa de creci- miento.
Art. 10. – La autoridad de aplicación deberá tomar medidas a fin de que los anuncios
publicitarios, y que los diseñadores de moda, no utilicen la extrema delgadez como símbolo
de salud y/o belleza, y ofrezcan una imagen más plural de los jóvenes, en particular de las
mujeres.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
Art. 13. – El Ministerio de Salud podrá requerir al responsable del producto alimentario
publicitado o promocionado, la comprobación técnica de las aseveraciones que realice en el
mismo, sobre la calidad, origen, pureza, conservación, propiedades nutritivas y beneficio de
empleo de los productos publicitados.
Art. 16. – La cobertura que deberán brindar todas las obras sociales y asociaciones de
obras sociales del sistema nacional incluidas en la ley 23.660, recipiendarias del fondo de
redistribución de la ley 23.661, las demás obras sociales y organismos que hagan sus veces
creadas o regidas por leyes nacionales, y las empresas o entidades que presten servicios de
medicina prepaga, conforme a lo establecido en la ley 24.754, incluirá los tratamientos
médicos necesarios, incluyendo los nutricionales, psicológicos, clínicos, quirúrgicos,
farmacológicos y todas las prácticas médicas necesarias para una atención
multidisciplinaria e integral de las enfermedades.
Art. 17. – Los proveedores de bienes o servicios con destino al público en general, no
podrán negarse, ante el requerimiento de una persona obesa, a proporcionar el bien o
servicio solicitado, en las condiciones que al respecto establezca el Poder Ejecutivo.
Tal negativa será considerada acto discriminatorio en los términos de la ley 23.592.
Art. 18. – El Poder Ejecutivo dispondrá las medidas necesarias a fin de que los
establecimientos educacionales y sanitarios de su jurisdicción cuenten con las comodidades
y el equipamiento adecuado para el uso y asistencia de las personas provinciales y el de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la adopción de normas de similar naturaleza.
Art. 19. – Todas las instituciones de atención médica, públicas y privadas deberán llevar un
registro estadístico de pacientes con trastornos alimentarios y de las enfermedades crónicas
relacionadas. A tal efecto la autoridad de aplicación confeccionará los formularios de
recolección y registro.
La autoridad de aplicación elaborará periódicamente un mapa sanitario epidemiológico y
un in- forme sobre las acciones llevadas a cabo a nivel nacional y en conjunto con las
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
Art. 20. – El Poder Ejecutivo dispondrá las medidas necesarias a fin de que los envases en
que se comercialicen productos comestibles destinados al consumo humano que tengan
entre sus insumos grasas “trans” lleven en letra y lugar suficientemente visibles la leyenda
“El consumo de grasa ‘trans’ es perjudicial para la salud”.
Art. 21. – Facúltase al Poder Ejecutivo a dictar las disposiciones de carácter sancionatorio
ante el incumplimiento de la presente ley, teniendo en cuenta la gravedad de la falta y la
reiteración de la misma.
Dichas sanciones se aplicarán sin perjuicio de la responsabilidad civil o penal que pudiere
corresponder.
Art. 22. – Invítase a las provincias y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a dictar
normas de igual naturaleza a las previstas en la presente, en el ámbito de sus respectivas
jurisdicciones.
Marcelo A. H. Guinle.
Juan Estrada.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
Cámara de Diputados
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
Honorable Cámara:
Las comisiones de Prevención de Adicciones y Control del Narcotráfico y de Acción Social
y Salud Pública han considerado el proyecto de ley en revisión por el que se declara de
interés nacional la prevención y control de los trastornos alimentarios, y otras cuestiones
conexas, y han tenido a la vista los proyectos de ley de los señores diputados: Bisutti, 444-
D.-08; Sesma, Fein, Zancada, Augsburger y Morandini, 722-D.-08; Solanas, 785-D.-08;
Acuña Kunz, 1.210-D.-08 (reproducido 1.546-D.-06), todos relacionados con el tema; y,
por las razones expuestas en el informe que se acompaña y las que dará el miembro
informante, aconsejan su sanción.
En disidencia parcial:
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
Art. 2° – Entiéndase por trastornos alimentarios, a los efectos de esta ley, a la obesidad, a
la bulimia y a la anorexia nerviosa, y a las demás enfermedades que la reglamentación
determine, relacionadas con inadecuadas formas de ingesta alimenticia.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
La autoridad de aplicación dispondrá las medidas necesarias para que en cada una de las
jurisdicciones funcione al menos un (1) centro especializado en trastornos alimentarios.
Art. 10. – La autoridad de aplicación deberá tomar medidas a fin de que los anuncios
publicitarios, y que los diseñadores de moda, no utilicen la extrema delgadez como símbolo
de salud y/o belleza, y ofrezcan una imagen más plural de los jóvenes, en particular de las
mujeres.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
Art. 13. – El Ministerio de Salud podrá requerir al responsable del producto alimentario
publicitado o promocionado, la comprobación técnica de las aseveraciones que realice en el
mismo, sobre la calidad, origen, pureza, conservación, propiedades nutritivas y beneficio de
empleo de los productos publicitados.
Art. 16. – La cobertura que deberán brindar todas las obras sociales y asociaciones de
obras sociales del sistema nacional incluidas en la ley 23.660, recipiendarias del fondo de
redistribución de la ley 23.661, las demás obras sociales y organismos que hagan sus veces
creadas o regidas por leyes nacionales, y las empresas o entidades que presten servicios de
medicina prepaga, conforme a lo establecido en la ley 24.754, incluirá los tratamientos
médicos necesarios, incluyendo los nutricionales, psicológicos, clínicos, quirúrgicos,
farmacológicos y todas las prácticas médicas necesarias para una atención
multidisciplinaria e integral de las enfermedades.
Art. 17. – Los proveedores de bienes o servicios con destino al público en general, no
podrán negarse, ante el requerimiento de una persona obesa, a proporcionar el bien o
servicio solicitado, en las condiciones que al respecto establezca el Poder Ejecutivo.
Tal negativa será considerada acto discriminatorio en los términos de la ley 23.592.
Art. 18. – El Poder Ejecutivo dispondrá las medidas necesarias a fin de que los
establecimientos educacionales y sanitarios de su jurisdicción cuenten con las comodidades
y el equipamiento adecuado para el uso y asistencia de las personas provinciales y el de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la adopción de normas de similar naturaleza.
Art. 19. – Todas las instituciones de atención médica, públicas y privadas deberán llevar un
registro estadístico de pacientes con trastornos alimentarios y de las enfermedades crónicas
relacionadas. A tal efecto la autoridad de aplicación confeccionará los formularios de
recolección y registro.
La autoridad de aplicación elaborará periódicamente un mapa sanitario epidemiológico y
un in- forme sobre las acciones llevadas a cabo a nivel nacional y en conjunto con las
autoridades provinciales. También se informará de los adelantos e investigaciones que
sobre las enfermedades se estuvieren llevando a cabo a nivel oficial o con becas oficiales.
Art. 20. – El Poder Ejecutivo dispondrá las medidas necesarias a fin de que los envases en
que se comercialicen productos comestibles destinados al consumo humano que tengan
entre sus insumos grasas “trans” lleven en letra y lugar suficientemente visibles la leyenda
“El consumo de grasa ‘trans’ es perjudicial para la salud”.
89
Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
Art. 21. – Facúltase al Poder Ejecutivo a dictar las disposiciones de carácter sancionatorio
ante el incumplimiento de la presente ley, teniendo en cuenta la gravedad de la falta y la
reiteración de la misma.
Dichas sanciones se aplicarán sin perjuicio de la responsabilidad civil o penal que pudiere
corresponder.
Art. 22. – Invítase a las provincias y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a dictar
normas de igual naturaleza a las previstas en la presente, en el ámbito de sus respectivas
jurisdicciones.
Marcelo A. H. Guinle.
Juan Estrada.
“Artículo 18: El Poder Ejecutivo dispondrá las medidas necesarias a fin de que los
establecimientos educacionales y sanitarios de su jurisdicción cuenten con las comodidades
y el equipamiento adecuado para el uso y asistencia de las personas provinciales y el de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la adopción de normas de similar naturaleza”.
Debe decir:
“Artículo 18: El Poder Ejecutivo dispondrá las medidas necesarias a fin de que los
establecimientos educacionales y sanitarios de su jurisdicción cuenten con las comodidades
y el equipamiento adecuado para el uso y asistencia de las personas que padecen obesidad.
Asimismo gestionará ante los gobiernos provinciales y el de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires, la adopción de normas de similar naturaleza”.
JUAN H. ESTRADA.
(Secretario parlamentario
del Honorable Senado)
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
Señor presidente:
Tenemos el agrado de dirigirnos a usted a los fines de exponer los fundamentos de nuestra
disidencia parcial con el proyecto de ley 160-S.-07, que declara de interés nacional la
prevención y control de los trastornos alimentarios.
En primer término creemos necesario poner de manifiesto nuestro total acuerdo con que se
sancione una ley que aborde la obesidad desde sus distintas problemáticas. En este sentido,
nos parece correcto que se legisle respecto de cuestiones fundamentales como la regulación
de la publicidad de los alimentos con elevado contenido calórico, la promoción del acceso a
una alimentación variada y saludable, la educación para evitar la discriminación y el acceso
al tratamiento de las personas que padecen esta enfermedad de acuerdo con las necesidades
de salud de cada paciente en un marco de racionalidad y control.
El fundamento básico para expresar la disidencia parcial al citado dictamen es que si bien
consideramos indispensable legislar en función de prevenir la obesidad, entendemos que
esta problemática no debe ser abordada en forma conjunta con la bulimia y la anorexia.
En la bulimia y la anorexia la base fisiopatológica son trastornos eminentemente psíquicos
que tienen que ver con la autoestima, con factores culturales y cuadros emocionales. El
canal de ingreso para su estudio, diagnóstico y tratamiento es a través de terapia
psicológica, clasificados de esa manera por la CIE-10 y el DSM-IV. Tienen una frecuencia
del orden del 1 al 2 % de la población en general y en su tratamiento –que debe ser
intensivo y personalizado– es esencial el papel de las terapias psicológicas en sus diferentes
variantes, además del seguimiento nutricional y clínico.
En cambio, en la obesidad el canal de ingreso es eminentemente metabólico, de trastornos
alimenticios, aunque a veces requieran terapia psicológica.
El exceso de peso tiene una frecuencia creciente que se estima en alrededor de 25 % de la
población adulta con obesidad y aproximadamente un 30 % adicional con sobrepeso. Los
determinantes principales de esta epidemia son el cambio en los hábitos de alimentación y
la sustancial disminución de actividad física que caracterizan el sedentario estilo de vida
actual. Sus consecuencias más notorias son el deterioro de la calidad de vida del paciente
obeso y el aumento de mortalidad derivado de complicaciones cardiovasculares y
metabólicas.
De estas consideraciones se desprende que el perfil de las intervenciones a promover desde
el Estado para encarar estos problemas de salud debe ser diferente y que la obesidad no
requiere la aplicación de las mismas políticas que la bulimia y la anorexia.
Respecto de estas últimas, son centralmente problemas de salud mental que se expresan a
través de la alimentación y que requieren, en consecuencia, políticas de acceso a una
asistencia en salud mental que sea interdisciplinaria y de calidad.
En lo que se refiere a la obesidad, creemos indispensable realizar un esfuerzo a escala
poblacional para mejorar los hábitos de alimentación y actividad física, encarado en forma
multisectorial.
Pensamos además que una ley de prevención y tratamiento de la obesidad debe promover
normas que a niveles locales alienten la actividad física para todas las edades, incluyendo la
creación de espacios verdes públicos, la organización de actividades grupales, la creación
de carriles protegidos para bicicletas, de calles peatonales y toda otra medida en ese
sentido.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
Podemos concluir en que la obesidad y la bulimia y la anorexia son dos problemas de salud
de magnitud muy dispar, con causas y con medidas de intervención también diferentes. Es
por ello que, en la convicción de que cada uno de ellos merece medidas diferenciales,
fundamentamos la presente disidencia parcial.
Por las consideraciones expuestas, adelantamos nuestra disidencia parcial con el dictamen
de mayoría.
Señor presidente:
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
De esta manera se modifica la leyenda “El consumo excesivo es perjudicial para salud” a
utilizarse en las publicidades de alimentos, por una leyenda positiva que enfatice tanto la
importancia de mantener una alimentación equilibrada como la de realizar actividad física
regular.
5) Se sugiere simplificar la redacción del artículo 16 relacionándolo con el 15, por
considerar comprendidos todos los supuestos enumerados en el artículo 16 en las
disposiciones del artículo 15 (Programa Médico Obligatorio).
“Artículo 16: La cobertura a que se refiere el artículo 15 debe ser brindada por los agentes
del seguro de salud incluidos en la ley 23.660 y demás financiadores del sistema de
atención médica”.
6) Se propone la derogación del artículo 20.
La rotulación de alimentos se rige por las normas del Mercosur armonizadas entre los
cuatro países miembros, por lo que su modificación unilateral no resulta aconsejable.
El Mercosur armonizó y emitió en 2003 un reglamento sobre rotulado nutricional de los
alimentos fijando la obligatoriedad de incluir rotulado nutricional en todos los alimentos
envasados. Este reglamento entró en vigencia en los cuatros países en agosto de 2006.
Un punto importante e innovador de este rotulado es que requiere incluir en todos los casos
la información del contenido de grasas trans por porción de alimento. Hoy el contenido de
grasas trans está declarado en el rótulo de todos los alimentos envasados comercializados
en la Argentina.
Paula M. Bertol.
INFORME
Honorable Cámara:
Graciela M. Giannettasio.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
4 de junio de 2008
Prevención y Control de Trastornos Alimentarios
SR. PRESIDENTE FELLNER.- En consideración en general.
Tiene la palabra la señora diputada por Buenos Aires.
SRA. RICO, MARIA DEL CARMEN.- Señor presidente: en verdad, este es un día que
nos encuentra a todos los señores y señoras diputados apoyando esta iniciativa, que si bien
tiene algunas disidencias, en general es un proyecto que ha recibido el apoyo diría de casi
todos los bloques.
El texto en consideración viene en revisión y trata específicamente sobre prevención
y control de los trastornos de la alimentación, un tema de suma importancia para la
sociedad y la salud de todos los argentinos.
Nuestro bloque del Frente para la Victoria-PJ compartirá esta presentación con el
diputado Juan Acuña Kunz de la bancada radical.
SRA. RICO, MARIA DEL CARMEN.- En el análisis de este proyecto trabajamos las
comisiones de Prevención de Adicciones y Control del Narcotráfico y de Acción Social y
Salud Pública, aunque también cabe destacar la gran cantidad de iniciativas que tuvimos a
la vista.
Al respecto considero importante mencionar a los señores diputados autores de los
diversos proyectos a fin de que se tenga en cuenta que este es un tema que se viene
trabajando en las comisiones desde hace varios años. Sobre obesidad, presentaron
proyectos los señores diputados Sartori; Acuña Kunz, Lorenzo Borocotó, Brillo, Lovaglio
Saravia, Eusebia Jerez, Comelli, Mansur, Alberto César Pérez y Tomaz; Bisutti; Sesma,
Fein, Zancada, y Augsburger y Morandini. Asimismo, se reprodujeron los proyectos de los
señores diputados Solanas, Acuña Kunz y Alfaro.
En relación con la bulimia y la anorexia, se estudiaron los proyectos presentados por
los señores diputados Bejarano, Comelli y Lorenzo Borocotó.
Desde 1979 la Organización Mundial de la Salud ha declarado que la obesidad es
una epidemia global. Por tales razones para la Argentina la obesidad también es una
epidemia.
Se gastan, no se invierten, 2.400 millones de pesos, el 6 por ciento del presupuesto
en salud, en problemas relacionados con la obesidad. Por eso nos preguntamos si debemos
continuar así o si tenemos que comenzar a prevenir y abordar desde el sistema de salud esta
enfermedad, abarcando todos sus aspectos. Por esta razón la norma incluye aspectos
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
preventivos y educativos e involucra a la industria alimenticia para que también desde allí
surja el compromiso.
Por medio del artículo 3º del proyecto en consideración se crea el Programa
Nacional de Prevención y Control de los Trastornos Alimentarios en el ámbito del
Ministerio de Salud, que tendrá por objeto instrumentar campañas informativas relativas a
los trastornos alimentarios, sus características y sus consecuencias; sus aspectos clínicos,
nutricionales, psicológicos y sociales y las formas apropiadas e inapropiadas de su
tratamiento; sobre el derecho y promoción del cuidado de la salud, y sobre los derechos del
consumidor.
Asimismo, tiene por objeto disminuir la morbimortalidad asociada con estas
enfermedades; formular normas para la evaluación y control de los trastornos alimenticios;
propender al desarrollo de actividades de investigación; promover, especialmente entre los
niños y adolescentes, conductas nutricionales saludables; promover en la comunidad
espacios de reflexión y educación para contención de quienes padecen estas enfermedades;
proponer acciones tendientes a eliminar la discriminación y la estigmatización en el ámbito
laboral, educacional y/o social, frente al padecimiento de los trastornos alimentarios;
promover la participación de organizaciones no gubernamentales en las acciones previstas
por el presente programa; promover y coordinar con las autoridades provinciales y de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires la implementación de programas similares a nivel local;
desarrollar actividades de difusión, televisivas, radiales y gráficas, dirigidas a la población
en general y grupos de riesgo en particular, a fin de concientizar sobre los riesgos en la
salud que ocasionan las dietas sin control médico e instruir a la población sobre hábitos
alimentarios saludables y adecuados a cada etapa de su crecimiento. Como se puede
observar, esta es una iniciativa global.
En realidad, pediré permiso para hablar desde lo personal, porque el señor diputado
Acuña Kunz se referirá a las cuestiones técnicas, ya que es médico y conoce mucho mejor
que yo, que soy docente, cuáles son los aspectos más específicos de estos trastornos.
Quiero hablar desde lo personal, no porque me haya ocurrido a mí, sino a un
integrante muy cercano de mi familia, quien realmente ha luchado parte de su vida para
tratar de solucionar este problema. En realidad, fue una cuestión que tuvo a toda la familia
involucrada, porque no se trata sólo de la dieta o de concurrir de médico en médico para
encontrar una solución.
Toda la familia debe ponerse a tono y al lado de quien sufre y padece esta
enfermedad. Digo que no se trata sólo de la dieta porque quien sufre un problema como la
obesidad soporta la discriminación constante de la sociedad.
Esto ocurre porque así es la naturaleza humana. Somos seres humanos y todo aquel
que es diferente a las normas de la sociedad sufre la discriminación, ya sea porque es alto,
gordo, usa anteojos o tiene una nariz grande.
Todos sufrimos y nos sentimos parte cuando un chico obeso va al jardín de infantes
y sufre la discriminación. Ni se puede hablar de que se suba a una hamaca o al sube y baja
o de tirarse por el tobogán; tampoco se puede hablar de jugar, correr o practicar algún
deporte, como cualquier otro compañero. Lo mismo ocurre cuando son más grandes y
quieren ponerse alguna ropa de moda: no hay lugares donde se vendan prendas adecuadas
para quienes sufren este problema.
También está la discriminación en el ámbito laboral o el hecho de sentir vergüenza
de su propio cuerpo. Estos son los aspectos que la iniciativa nos permite encarar en forma
global. Por eso es importante la lectura de los objetivos que presenta el proyecto.
95
Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
A veces es fácil hablar desde otro lugar, pero toda nuestra familia se encontró
comprometida a acompañar y apoyar. No se trata sólo del problema de la obesidad, sino de
los trastornos que le trajo a esta persona, que hoy padece enfermedades que tendrá de por
vida y que no se pueden revertir. En cambio, sí se puede revertir la obesidad.
Si encaramos las consecuencias de estas enfermedades -que hoy sufren muchos-
desde el sistema de salud, como una política de Estado, seguramente llegaremos más rápido
y podremos solucionar los problemas.
Además, uno no elige la situación. A veces, son las circunstancias, la vida, la
genética. Los médicos lo podrán explicar mejor que yo. A veces no elegimos ser lo que
somos. Sufrimos la obesidad por todas estas cuestiones.
Por eso, es importante que todos estemos aquí y prestemos atención, porque no se
trata de una iniciativa menor. Es un proyecto que ha sido debatido en las comisiones, que se
ha considerado con mucha prudencia y que ha intentado abarcar todos los aspectos que
hacen a las personas que sufren este problema o enfermedad. Por estas razones, el bloque
del Frente para la Victoria va a apoyar este proyecto de ley. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE FELLNER.- Tiene la palabra el señor diputado por Santa Cruz.
SR. ACUÑA KUNZ, JUAN ERWIN B..- Señor presidente: hoy es un gran día porque
estoy seguro de que, a partir de ahora, en este Congreso estaremos intensificando aún más
las políticas sociales que reconocen nuevos derechos a muchísimos ciudadanos que
padecen esta pandemia global, declarada a partir del año 1979 por la Organización Mundial
de la Salud -como bien decía la señora diputada Rico- como una de las enfermedades
crónicas no contagiosas más extendidas y peligrosas que reconoce hoy la humanidad.
Mediante este proyecto estamos discutiendo políticas públicas, promoviendo una
alimentación saludable e impulsando las actividades físicas para detener y prevenir este
grave flagelo mundial que es la obesidad. Esta es la epidemia del siglo XXI, que sin duda
es una de las que más muertes provoca después del tabaquismo.
Tenemos que decir con mucha tristeza que se da la siguiente paradoja: mientras la
mitad del mundo se muere de hambre, la otra mitad se muere a causa del sobrepeso. Esta
diferencia se da entre los países desarrollados y aquellos en vías de desarrollo, pero
fundamentalmente los más pobres.
Esta enfermedad aumenta enormemente el gasto en salud, a lo que hace un
momento la señora diputada Rico hacía referencia cuando mencionaba que el 6 por ciento
del presupuesto de salud de nuestros ciudadanos se destina a este grave flagelo.
Esta enfermedad crónica, no transmisible y cada vez más frecuente en el mundo
occidental ha sido siempre desvalorizada, minimizada y considerada como un problema de
salud individual. Desde la antigüedad la sociedad ha reparado en ella por distintas razones
antes que la propia medicina.
Quiero mencionar que en mi provincia, Santa Cruz, el índice de sobrepeso es del 55
por ciento, mientras que en toda la República Argentina es del 49,5 por ciento, es decir que
está por encima de la media nacional. Esto significa que casi la mitad de los ciudadanos
argentinos tenemos sobrepeso. Asimismo, existe un índice de obesos mórbidos que se ubica
entre el 1 y el 1,2 por ciento, lo que implica que existe más de un millón de personas que
pesan más de 150 kilogramos. A esa gente es a la que debemos ayudar.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
Sabemos que las causas de este flagelo tienen distintos matices, por lo que
encontramos factores genéticos, ambientales, económicos y culturales. El sedentarismo es
una prueba característica de ello. El aumento del consumo de la llamada "comida chatarra",
la preparación de comidas por parte de terceros, la nueva modalidad del delivery, la
ausencia de la mesa familiar y la evolución de la tecnología son algunas causas de esta
enfermedad que castiga a toda la humanidad de manera muy particular.
En principio, siempre hemos considerado a la temática de la obesidad como un
problema de autoprovocación. Es decir que la hipótesis de los argumentos esgrimidos por
los subsectores de la salud pública y de la salud privada han postergado la intervención
activa en estos temas, y todos han adherido a la hipótesis de la autoprovocación.
Es decir, y para que se entienda, "sos gordo porque comés", y estas cosas han hecho
que nosotros le asignemos responsabilidad individual a los obesos, motivos por los cuales
la sociedad se ha apartado evidentemente de la arena intervencionista, tanto en la salud
pública como en la privada.
Para darnos cuenta de la magnitud de este gravísimo flagelo social que es la
obesidad, sólo basta mirar a nuestros niños en la Argentina; tenemos entre un diez a un
quince por ciento de niños obesos. Es un grave problema.
Hemos mencionado ya las causas genéticas, metabólicas y socioculturales, pero sin
lugar a dudas debemos decir con mucha tristeza que parte de los casos tienen como causa
principal la falta de hábitos alimenticios adecuados, que integren una alimentación
absolutamente saludable.
La urbanización, el transporte, la computación y el desarrollo de la economía han
cambiado los estilos y los patrones de vida en esta sociedad como también los patrones de
la actividad física de toda la humanidad. Si nos remontamos a los inicios de la medicina
podremos decir que en la época de los griegos la mayoría de la gente se moría, por ejemplo,
por infecciones. Hoy, se mueren por enfermedades crónico-degenerativas y entre estas está
la obesidad.
Al hablar de la obesidad infantil estamos en condiciones de afirmar que muchas
veces la sociedad hace que se ingieran alimentos inadecuados desde el punto de vista de su
valor calórico. A esto se agrega una falta de ejercicio programado y la promoción de
alimentos considerados "comida chatarra" por medio de la publicidad.
Estamos ante un serio problema que debemos solucionar rápidamente. Creo que esta
ley está en ese camino. También podemos mencionar la venta indiscriminada de este tipo
de comidas en los quioscos de las escuelas y en las cooperativas escolares, porque la verdad
es que lo que menos se come es comida saludable y sana y lo que más se come son
alimentos riquísimos en calorías, que hacen obesos a nuestros niños.
La obesidad no es una urgencia ni en este país ni en ningún otro. Por tal motivo el
presupuesto en salud está destinado a atender la urgencia y no la obesidad. La mayoría de la
plata se destina a atender los problemas devenidos de las enfermedades más rápidas y
urgentes, pero no nos damos cuenta de que éstas -más de treinta- son comorbilidades, es
decir que son derivadas de la propia obesidad.
Podríamos hablar de muchas de ellas, por ejemplo, crisis hipertensiva, hipertensión
arterial como enfermedad crónica, infarto de miocardio, embolias, varices, gota, artritis,
enfermedades de la piel y otras tantas enfermedades endocrinas que sería largo enumerar
aquí.
Por lo expuesto, creemos que tarde o temprano siempre pagaremos un precio mayor
en vidas, salud y dinero que el que se invierta para tratar las causas de la obesidad.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
Respecto de los costos económicos, estos pueden ser de tres tipos: directos,
intangibles e indirectos. Los directos son los que uno tiene que afrontar para tratar la
obesidad, y sería el mejor de todos, y los costos intangibles son los tendientes a tratar las
comorbilidades de la obesidad, que comprenden un sinfín de patologías que ya hemos
mencionado. Pero tampoco quiero dejar de mencionar acá algo que es muy común entre
nosotros, la diabetes tipo II.
De acuerdo con estudios hechos y estadísticas importantes del mundo y de este país,
a través del doctor Cormillot, que está acá presente, el setenta por ciento de los diabéticos
tipo II son obesos. O sea, esos costos intangibles son los costos que nosotros tenemos que
utilizar del presupuesto en salud.
En tercer lugar, están los costos indirectos, que son los que provoca la obesidad, y
están medidos en la pérdida de producción debido al ausentismo al trabajo. Esto indica
claramente que gran parte de estos costos económicos se podrían ahorrar con medidas
eficientes de prevención y estrategias activas de intervención. Otra gran consecuencia en
este país es la discriminación. Los obesos sufren una acentuada discriminación. En la
escuela los niños encuentran una aceptación escolar francamente disminuida generando una
baja en la autoestima y son permanentemente estigmatizados.
Los adultos son excluidos del sistema laboral y muchas veces sometidos a rechazos
y maltratos ofensivos. No tienen lugar en los medios de transporte, no caben en una butaca,
no pueden viajar en colectivo y no tienen lugar en los aviones. Aún más, son
permanentemente engañados a través de algunos programas de televisión que les ofrecen
dietas que prometen bruscos descensos de peso y comercializan productos que aseguran
reducir rápidamente la talla. En realidad, en la inmensa mayoría de los casos, esto no es
cierto y les muestran una cosa absolutamente diferente.
Hace muy poco tiempo, un ciudadano argentino presentó una demanda a una
aerolínea nacional porque le había cobrado dos pasajes. La ganó. La Justicia le dio la razón:
la aerolínea no tenía una butaca para él y, entonces, tuvo que pagar dos pasajes.
¿Cuáles serían las soluciones? Estamos convencidos de que desde las escuelas
públicas y privadas de nuestra querida Argentina es muy importante generar una cultura
alimenticia de hábitos saludables y estímulos adecuados que faciliten la modificación de la
alimentación ofreciendo a las familias medidas preventivas claras y concretas para evitar la
obesidad infantil.
Como se dijo recién, en el futuro el gobierno debería intervenir también en la
política de precios de algunos alimentos para favorecer a aquellos que contribuyen a una
alimentación saludable como son -por citar un simple ejemplo- las frutas y verduras. El
abaratamiento de esos productos le hace muy bien a la sociedad.
Sabemos que este proyecto de ley es perfectible, señor presidente. Sabemos que
puede tener falencias, pero no hay dudas de que estamos dando un gran paso y de que se
puede mejorar con otras iniciativas.
Hemos marcado nuestra diferencia y hemos firmado disidencias porque creemos
que le han agregado "bulimia y anorexia" a lo que ha venido del Senado. Pensamos que la
bulimia y la anorexia constituyen un trastorno psicopatológico de puerta de entrada que
poco tiene que ver con la obesidad. Se trata de un trastorno, de última, secundario desde el
punto de vista alimenticio. En cambio, la puerta de entrada para la obesidad es un trastorno
metabólico directo que también tiene componentes psicológicos.
Por eso, planteamos esta disidencia en algunos artículos. Si los tratamos en esta
sesión, y continuamos con el análisis de esta iniciativa en la próxima, durante la
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
consideración en particular vamos a referirnos a ciertos artículos de los que hablan algunos
diputados del Norte argentino -con absoluta razón-, con el compromiso de rectificar
algunos aspectos relativos a los artículos 11 y 20. Si tenemos la ocasión, luego los vamos a
analizar.
Nosotros hemos luchado mucho desde nuestro bloque y, en lo personal, tengo que hacer
algunos agradecimientos. En primer lugar, voy a agradecer a un diputado con el cual yo he
tenido fortísimos cruces y discusiones en la Comisión de Acción Social y Salud Pública.
Hemos pasado momentos bastante tensos e irritables, pero después de largo tiempo, y
gracias a que vivimos en democracia, hemos terminado poniéndonos total y absolutamente
de acuerdo. Me refiero al presidente de esa comisión, el doctor Sylvestre Begnis. A través
de él, también quiero agradecer a toda la comisión, fundamentalmente a todos aquellos
diputados que me acompañaron cuando presentamos el proyecto de nuestra autoría, cuando
sólo había dos proyectos vigentes.
Y también quiero hacer mención especial y agradecer la colaboración prestada,
incondicional y desinteresadamente, por un verdadero luchador incansable contra esta
enfermedad, que no ha cesado ni un minuto en la búsqueda de soluciones para tantos
argentinos que hoy padecen de esta epidemia global. Me refiero al doctor Alberto
Cormillot. (Aplausos.)
SR. ACUÑA KUNZ, JUAN ERWIN B..- También quiero hacer mención de un programa
de televisión y de su conductora, Andrea Politti, que estoy convencido de que ayudaron a
tomar conciencia sobre esta problemática, aunque a veces no quiera comprenderse, se
rechace y genere peleas y discusiones. En particular, este reality ayudó porque si bien
existen programas de estas características que generan mensajes neutros o negativos, éste
planteó el tema con sensibilidad y por ello dejó un mensaje positivo.
Señor presidente, señores legisladores, gordos amigos: este es un día memorable.
Tengo la seguridad de que hoy nos invaden profundos sentimientos de alegría y
satisfacción por la conquista de un logro que muchas veces estuvo signado por la tristeza y
la incertidumbre en el transcurso de esta lucha que en lo personal me ha tocado vivir. Lo
hemos hecho con absoluta entrega, responsabilidad, prudencia, constancia y creatividad, sin
perder el objetivo fundamental: aliviar el sufrimiento de muchos hermanos argentinos.
Estoy seguro de que esta iniciativa que hoy estamos considerando rápidamente rendirá sus
frutos y quiera Dios nos ayude a concretarlos. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE FELLNER.- Tiene la palabra la señora diputada por Buenos Aires.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
SR. PRESIDENTE FELLNER.- Tiene la palabra la señora diputada por Buenos Aires.
SRA. CARCA, ELISA BEATRIZ.- Vilma, gracias por tu testimonio; también agradezco
a los amigos que nos están acompañando en las galerías.
Señor presidente: en realidad, poco queda por decir luego de los discursos del
miembro informante y del resto de los señores diputados que me precedieron en el uso de la
palabra, pues ellos han explicado perfectamente los alcances de la futura norma y la
importancia que tendrá para la franja de la población que padece estos males.
En realidad, voy a utilizar poco de mi tiempo para hacer una pequeñísima reflexión
sobre algunas otras cosas en las que este Congreso nos tiene que encontrar discutiendo y
poniéndonos de acuerdo.
Como el señor diputado preopinante, debo reconocer que es un placer trabajar en la
Comisión de Acción Social y Salud Pública. Lo hemos hecho en un espacio profundamente
democrático. El resultado es que hoy, en este momento tan difícil por el que atravesamos,
estamos sentados en nuestras bancas para votar todos juntos un proyecto de ley.
El objetivo es incluir la futura ley en todo el sistema educativo, entender que
estamos ante un problema de salud y lograr avanzar en el problema de la discriminación. Se
trata de cosas extremadamente importantes. Mucho se habló en este recinto sobre el tema
de la sobrealimentación.
Y la pequeña reflexión que les anticipé que iba a hacer no tiene que ver con la
sobrealimentación, sino con la mala alimentación. En muchísimas ocasiones el problema de
la obesidad tiene que ver precisamente con una mala alimentación; y el problema de la
mala alimentación está directamente vinculado con el problema de la pobreza, de la falta de
información y de los demás problemas que existen en tantos hogares argentinos, ya que a la
hora de sentarse a la mesa sus integrantes no tienen los alimentos adecuados para una
alimentación correcta.
SRA. CARCA, ELISA BEATRIZ.- Con el espíritu que nos reunió para el trabajo en torno
de este proyecto de ley, pido a los amigos y amigas, diputados y diputadas, que podamos
algún día discutir en este recinto cómo se distribuye la riqueza, garantizando que en todas y
cada una de las mesas argentinas existan los alimentos adecuados para que todos puedan
crecer con dignidad y en igualdad de condiciones.
Adelanto el voto afirmativo del bloque de la Coalición Cívica, dejando planteado
este convite, que debería ser el debate que continúe después de tratar este proyecto de ley.
Es un debate que nos debemos todos los argentinos. (Aplausos y manifestaciones en las
galerías.)
SRA. BERTOL, PAULA MARIA.- Señora presidenta: en primer lugar, debo decir que
desde el bloque PRO estamos de acuerdo con apoyar este proyecto de ley que declara de
interés nacional la prevención y control de los trastornos alimentarios.
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También deseo manifestar que hemos presentado una disidencia parcial para
proponer la modificación de algunos artículos. Esas modificaciones tiene que ver con el
enriquecimiento de la futura norma.
Además queríamos agregar en algunos artículos las expresiones "educación" y
"promoción de la nutrición saludable". Deseamos que también los establecimientos
deportivos sean un medio de expendio de alimentos nutricionales valiosos. También
consideramos que es posible tener una leyenda positiva y no negativa, como lo establece el
artículo 11, que enfatice la salud equilibrada y también la realización de actividades físicas
en forma regular.
De todas maneras, como dije anteriormente, creemos que lo más importante es
aprobar hoy esta norma y enfatizar la prevención y el derecho a la salud. Asimismo,
hacemos votos para que próximamente también podamos tener en nuestro país una ley para
el control del tabaquismo. (Aplausos.)
SRA. PRESIDENTA VACA NARVAJA.- Tiene la palabra la señora diputada por Santa
Fe.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
que sin duda tiene esta norma serán claros y determinantes para la población con cobertura
de la seguridad social, mientras que para aquellos ciudadanos sin cobertura de la seguridad
social la accesibilidad seguirá siendo una cuestión incierta y dificultosa.
Por eso, también queremos plantear que es necesaria la discusión de mecanismos de
distribución de recursos hacia los sistemas públicos para que puedan dar una respuesta
adecuada a la presente problemática. (Aplausos en las bancas y en las galerías.)
SRA. PRESIDENTA VACA NARVAJA.- Tiene la palabra el señor diputado por Buenos
Aires.
SR. KATZ, DANIEL.- Señora presidenta: brevemente, quisiera afirmar o reafirmar dos o
tres cosas y convocar a la reflexión en algunas otras.
En primer lugar, ya se ha explicado con muchos fundamentos científicos y técnicos
la base o el sustrato de lo que estamos debatiendo en el día de hoy, y frente a ello
simplemente vamos a suscribir lo que se ha dicho.
Tal vez estamos frente a un mal que efectivamente está globalizado. La obesidad es
un problema en los países desarrollados y en los subdesarrollados; en fin, en todos, y como
siempre, y esta no es ninguna novedad, lo que cambia son las posibilidades de los pueblos
frente a este tipo de flagelos. Allí no todo es igual, no todos los resortes son iguales.
Creo que hoy estamos legislando para achicar la brecha entre aquellos países que ya
están avanzados o que avanzan en cómo atacar legislativamente al menos este flagelo y
aquellos respecto de los cuales recién estamos comenzando a transitar ese camino.
Se ha hablado mucho de los distintos costos que afrontamos como sociedad, como
Estado, frente al problema de la obesidad. Hay algunos que son tangibles y muy dolorosos,
y hay otros que simplemente no nos duelen tanto justamente porque no tenemos la
capacidad para ver lo que sucede delante de nuestros ojos todos los días.
La señora diputada Baragiola habló de la discriminación activa, en distintos
ámbitos, que sufre la gente con obesidad. Simplemente, en este caso quiero hacer un
reconocimiento explícito -y hoy no la voy a llamar de manera distinta a la que la vengo
llamando en los últimos treinta años- a la gorda Vilma, por haber sido compañera de trabajo
en el gobierno de la ciudad de Mar del Plata, donde demostró que tiene una gran capacidad
de trabajo, un gran talento y una gran creatividad para llevar adelante un área tan sensible
como la que tenía a su cargo el área de desarrollo social y humano. Eso independientemente
de cualquier inconveniente que algunos podrían creer que tenía.
Creo que el caso de ella podría y debería ser repetible para miles y miles de obesos
en la República Argentina y en el mundo. Simplemente, quiero exhortar a las señoras y
señores diputados a que hoy comencemos y terminemos el tratamiento de esta ley. Yo sé
que cuando avancemos en la consideración en particular surgirán palabras que generarán
dudas o debates secundarios. Algunas ya fueron anticipadas -"bulimia", "anorexia"-; habrá
otras, como el tema del azúcar, vinculadas con una cuestión de producción económica, de
microeconomías regionales, que estarán puestas sobre el tapete.
No podemos seguir cayendo en las trampas de los debates secundarios, que frenen
los avances concretos y reales. La historia de este tema no va a terminar en la sesión de
hoy. Las cosas siempre son perfectibles, y si algo es perfectible, les pido por favor que
asumamos el compromiso de ir mejorando el contenido de esta ley en los próximos meses,
pero hoy terminemos lo que hemos aceptado comenzar.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
La Argentina toda merece hoy que esta Cámara de Diputados sancione esta ley que
tanto tiempo lleva ya de mora sin ninguna justificación.
El Bloque de la Concertación va a votar sin ningún tipo de reticencia ni reparo esta
ley. Estaremos con la mejor predisposición para escuchar sugerencias, porque entendemos
que aquí no se quiere perjudicar a nadie. Aquí nadie va a votar una ley que esté en contra de
alguien. Estamos votando a favor de todos, de la salud de todos.
Sé que lo que digo es fácil de comprender y algunos me dirán que luego tendremos
que volver y enfrentar a nuestros productores. Se ha hablado de excesos. Estamos hablando
de lo perjudicial que son determinados excesos.
Por lo expuesto adelanto que en general votaremos por la afirmativa. (Aplausos y
manifestaciones en las galerías.) Asimismo, tenemos la mejor predisposición para la
consideración en particular, pero les pido por favor que lo que debamos resolver para
perfeccionar esta norma lo hagamos una vez que en la República Argentina tengamos una
ley promulgada que mejore la calidad de vida y dé herramientas reales a la gente que más
las necesita.
SRA. PRESIDENTE VACA NARVAJA.- Tiene la palabra la señora diputada por Buenos
Aires.
SRA. PRESIDENTE VACA NARVAJA.- Tiene la palabra el señor diputado por Tierra
del Fuego.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
alcance de todos los argentinos la alimentación adecuada. Eso sólo se logra con la
redistribución del ingreso, tal como lo señalaba la señora diputada Carca. Este es uno de
tantos problemas que aquí discutimos, y que necesariamente nos llevan a sentir que estamos
poniendo parches, cuando en rigor se resolverían muchísimos problemas encarando el
debate sobre la redistribución del ingreso en el país.
La obesidad no solamente es un problema de los que tienen dinero y por uno u otro
motivo consumen calorías en exceso; también lo es de los sectores más vulnerables y más
pobres de la población. De hecho, la encuesta de factores de riesgo del año 2007 demuestra
que hay mayor obesidad y sobrepeso en los sectores de menores ingresos y de menor nivel
educativo. Incluso, tenemos niños que en los primeros años presentan desnutrición y luego
obesidad por mala nutrición, lo que se vincula con la pobreza, tema que esta norma no
resolverá sin un debate sobre el reparto de la riqueza en la Argentina.
El proyecto en consideración sí resuelve algunas cuestiones, pues crea un Programa
Nacional de Prevención y Control de los Trastornos Alimentarios en el ámbito del
Ministerio de Salud. Por lo tanto, la efectividad de ese programa dependerá de la voluntad
política de este gobierno para poner en marcha las medidas planteadas.
Asimismo, el texto contempla la colaboración de las provincias a través del Consejo
Federal de Salud. Al respecto también cabe señalar que si bien hoy seguramente se
sancionará este proyecto de ley, también necesitamos el compromiso de cada uno de los
gobiernos provinciales para llevar adelante estas medidas en sus jurisdicciones porque este
es un país federal y las responsabilidades son compartidas. Cada una de las provincias debe
poner las barbas en remojo y enfrentar este problema con todas las herramientas que esta
iniciativa propone.
Asimismo, el proyecto prevé la creación de un centro especializado en trastornos
alimentarios en cada jurisdicción. La autoridad de aplicación deberá disponer las medidas
necesarias para que eso pueda viabilizarse y disponer de lo necesario es disponer de
recursos. Todos sabemos que en nuestro país las provincias están en una situación
económica cada vez más comprometida, mientras que a nivel nacional existe superávit.
Todos sabemos que esas dos situaciones se relacionan y, por lo tanto, en la medida en que
no podamos corregir ese problema mayor, es necesario que el Estado nacional tome una
responsabilidad central para financiar este tipo de propuestas.
De modo que también planteo al bloque del oficialismo el compromiso para que el
gobierno nacional incluya efectivamente los recursos necesarios para que los centros
puedan funcionar.
El proyecto también plantea la necesidad de desarrollar estándares alimentarios
adecuados para los comedores escolares y criterios para los productos que se pueden vender
en los quioscos de los establecimientos públicos. Se trata de medidas de prevención
absolutamente pertinentes, pues la cuestión no es sólo garantizar la atención de la salud
cuando el problema ya está instalado, sino evitar que se instale.
El artículo 11 ha generado algunas discusiones, y nosotros hemos presentado una
disidencia parcial, pues entendemos que el problema de la anorexia y de la bulimia no
debería incluirse en este proyecto. Se trata de cuestiones distintas, que tienen relación con
la alimentación, pero fundamentalmente presentan una raíz psicológica.
No se vinculan con el acceso a determinados tipos de alimentos ni con la falta de
información sobre cómo es correcto alimentarse, sino con problemas psicológicos,
familiares y de la sexualidad, que se expresan de esta manera. Además, se encuentra
105
Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
afectada una porción mucho menor de la población, lo que por eso no es menos importante,
pero sí requiere herramientas distintas a las que prevé la norma.
Así como hemos presentado esa disidencia en la comisión, también hemos acordado
que, como se trata de una iniciativa girada por el Senado -por lo tanto, cualquier
modificación haría que volviese a la Cámara de origen-, acompañaremos su sanción sin
ninguna modificación, a fin de disponer de una herramienta que nos garantice el acceso a
este derecho fundamental.
Será un paso adelante y, en todo caso, podríamos mejorar la norma con otra
herramienta legal. No es lo ideal sancionar leyes imperfectas para después mejorarlas, pero
si no actuamos de esta manera, no sabríamos por cuanto tiempo se demoraría.
El artículo 17 plantea la cuestión de la discriminación por vía de la obligación de
todos los proveedores de bienes y servicios de garantizar que todos los productos sean
adecuados para todas las personas.
Este es un proyecto antidiscriminatorio, y aquí quiero reconocer el trabajo del
Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo, cuya presidenta se
encuentra hoy en el palco de asesores. Me refiero a María José Lubertino, por quien tengo
aprecio en lo personal, pero también por el trabajo absolutamente comprometido contra la
discriminación de las personas con discapacidad, de las personas que hacen elecciones
sexuales diferentes a las hegemónicas y también de las personas obesas. Por ello
agradecemos su presencia, doctora Lubertino. (Aplausos.)
Esta discusión se ha repetido en otros temas, como el tabaquismo. El derecho a la
salud está primero que cualquier cuestión vinculada con necesidades comerciales. Además,
el proyecto no genera ninguna obstrucción a ninguna necesidad comercial. Quizá los únicos
afectados en términos comerciales sean quienes promocionan dietas poco serias o no
avaladas científicamente. Por eso, se prohíben dichas dietas, y, en verdad, ese interés
comercial no me preocupa limitarlo en lo más mínimo. La producción de ningún alimento
se va a ver alterada porque nosotros digamos que un exceso es malo para la salud, porque la
verdad es que cualquier exceso lo es. Y así como decimos que cualquier exceso es malo
para la salud, también afirmamos que el consumo adecuado de todos los alimentos es
beneficioso. Entonces, no creo que con eso estemos afectando ningún interés comercial.
También se ha dicho en algún momento que la cobertura médica de la obesidad -
porque incluye una práctica que se supone que es cara, como es la cirugía- está
favoreciendo a intereses privados.
Debo decir que el derecho a la salud está garantizado por nuestra Constitución, y si
por medio de una ley provocamos una transferencia de recursos al sector privado no es
culpa de esa ley sino de que el sistema público de salud está debilitado. Como dijo la señora
diputada Fein, aquí se trata de discutir cómo financiamos el sector público de salud para
que pueda hacer frente a ésta y a otras graves enfermedades. Esta es una discusión que
hemos querido dar y que esperemos que pronto tenga lugar en la Comisión de Salud. Pero
de ningún modo es restando derecho a la salud de la población la manera de luchar contra
los intereses privados.
Para finalizar, creo que no podemos desconocer, como dijo el señor diputado Acuña
Kunz, que en buena medida este tema ha sido instalado gracias a un programa de televisión.
Entonces, me pregunto si está mal que discutamos un proyecto propuesto no sólo por
quienes lo conducen sino también por sus participantes. En el siglo XXI no me parece que
tengamos que asombrarnos de que las demandas de la sociedad se canalicen a través de los
medios de comunicación.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
En algún momento alguien señaló que había lobbies para que este proyecto
prosperara. Me pregunto quién tiene el "lobímetro", quién puede decidir cuándo una
demanda social es un lobby y cuándo no. Realmente, no creo que estemos haciendo
populismo al dar lugar a la demanda surgida de un programa de televisión. Estamos
escuchando a la sociedad gracias a uno de los medios privilegiados por los cuales puede
expresarse. En todo caso, escuchar a los que saben y a los que sufren no es un acto de
populismo sino de democracia.
No creo que en esta cuestión haya habido presión mediática sino que hubo
participación popular a través de un programa de televisión.
Por estas razones, nuestro bloque, el SI-ARI Tierra del Fuego, va a acompañar con
entusiasmo la aprobación de este proyecto. (Aplausos.)
SRA. PRESIDENTA VACA NARVAJA.- Tiene la palabra la señora diputada por San
Luis.
SRA. BIANCHI, IVANA MARIA.- Señora presidenta: en nuestro país hay no menos de 5
millones de personas a las que les cabe la definición médica de obesas, es decir que su
índice de masa corporal supera los 30 puntos. Si se incluyera en este grupo a quienes tienen
sobrepeso, estaríamos hablando nada menos que de 18 millones de personas, casi la mitad
de la población de la República Argentina.
Según la Organización Mundial de la Salud más de 1.300 millones de personas
padecen exceso de peso, y por primera vez en la historia de la humanidad los casos de
sobrepeso superan a los de desnutrición.
Todos sabemos que la obesidad ya dejó de ser un problema netamente estético y que
sus consecuencias para la salud de la población van desde afecciones físicas hasta
psíquicas, además de la baja autoestima y la discriminación que se da a diario, en todos los
órdenes de la vida.
Los kilos de más se sienten en la vida, en el cuerpo, en el alma. Esta ley es de gran
importancia. Somos conscientes de que de un día para el otro no va a cambiar la realidad de
los veinte millones de personas obesas y con sobrepeso, pero sí sabemos que se irá
mitigando de a poco y dejarán de ser excluidos y maltratados por esta sociedad.
En nuestro país hay diferentes culturas regionalizadas; por lo tanto, hay diferentes
formas de alimentarse en cada una de estas zonas. Muchas veces estas formas son
saludables y otras poco saludables, más que nada por la exageración con la que se
manifiesta.
Hay aspectos difíciles para poder llevar a la práctica esta ley. Uno de ellos es la
erradicación de ciertos alimentos de los quioscos escolares o incorporar una leyenda en los
alimentos ricos en grasas, calorías y azúcares. Porque en realidad los azúcares y las grasas
no son perjudiciales, sino que lo es el exceso de su consumo.
Pero yo me pregunto, ¿a un niño de nuestro país que llega a la escuela después de
caminar horas y horas bajo el frío, o que lo hace a lomo de burro, vamos a darle solamente
verduras, cuando a lo mejor es su única comida del día?
No es lo mismo asistir a una escuela en plena sierra, montaña o campo que a un
colegio de cinco estrellas de la Capital Federal. En cada uno de los casos se debe estudiar la
realidad de su sociedad y preparar entonces un modelo alimentario adecuado.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
SRA. BIANCHI, IVANA MARIA.- El Frejuli también quiere la ley, y sobre todo me
quiero sumar al voto de la diputada Bertol: ¡vamos por la ley de tabaco y vamos por la ley
del celíaco!
SRA. PRESIDENTA VACA NARVAJA.- Tiene la palabra la señora diputada por San
Juan.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
SRA. PRESIDENTA VACA NARVAJA.- Tiene la palabra la señora diputada por Salta.
SRA. TORFE, MONICA LILIANA.- Señora presidenta: en nombre del bloque del
Partido Renovador de Salta adelanto nuestro voto afirmativo al proyecto de ley en
consideración.
Es para mí un gran honor participar del debate y tratamiento de este proyecto de ley
por mi condición de licenciada en nutrición. Además, soy presidenta del Colegio de
Nutrición de la Provincia de Salta y traigo la voz cantante de la Federación Argentina de
Graduados en Nutrición, de la cual también formo parte. De modo que ustedes podrán
entender lo importante que es para mí poder expresarme en este momento.
La FAGRAN ha hecho llegar un escrito donde explica ampliamente la norma
artículo por artículo, y manifiesta su acuerdo y admiración por la forma en que se ha
legislado respecto de esta materia. ¿Por qué digo esto? Porque contempla todas las
características que el tratamiento de la obesidad debe tener.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
Podemos coincidir o no en algunos aspectos, pero quiero decir que este proyecto de
ley fue ampliamente estudiado en la Comisión de Acción Social y Salud Pública. Si bien
hubo algunos aportes respecto de algunas modificaciones propuestas a ciertos artículos, en
general existió consenso para que hoy la Cámara pudiera abocarse a su tratamiento y de
este modo convertirse en ley. Entre las modificaciones sugeridas por algunos diputados que
no estábamos de acuerdo -me incluyo, junto con el señor diputado Gorbacz-, está la referida
al artículo 2° de la norma que incorpora a la obesidad como un trastorno alimentario junto
con la bulimia y la anorexia.
Esto surge de la experiencia que tenemos. Personalmente, he trabajado en el
Hospital de Niños con obesos y adultos, y sé el comportamiento que tienen estas personas.
En realidad, hay obesos que tienen trastornos psíquicos y otros que no; los que padecen
dichos trastornos son los obesos mórbidos. Desde mi punto de vista, la bulimia y la
anorexia -coincidiendo con lo que manifiestan otras entidades- son trastornos psíquicos que
después se manifiestan en trastornos alimentarios, pero primero se manifiestan los
trastornos psíquicos. En cambio, las causas de la obesidad son diversas, pues puede tratarse
de causas genéticas, sociales, económicas, educacionales, y también es posible que esté
fuertemente relacionada con la historia y los hábitos alimentarios. Insisto en que, a los
efectos del tratamiento, es muy importante la educación alimentaria y nutricional.
Coincido plenamente con todo lo manifestado por los señores diputados que me
precedieron en el uso de la palabra, aunque me gustaría decir una pequeña cosa más. En el
niño, la obesidad es mucho más grave que en el adulto. El niño necesita calorías, proteínas
y nutrientes para crecer y mantenerse, mientras que el adulto sólo las necesita para
mantenerse. Nosotros ya no crecemos, pero en los niños obesos aumenta el tamaño y el
número de sus células; por eso en ellos la obesidad es mucho más grave. Sin embargo,
cuando un adulto engorda, aumenta el tamaño de sus células pero no su cantidad.
También coincido plenamente en que el Estado debe llevar a cabo una política seria
respecto de esta enfermedad, que antes era tratada como si fuera un síntoma; pero desde
hace muchos años la Organización Mundial de la Salud ha declarado esta afección como
enfermedad. Incluso, en algunas provincias se está intentando crear la especialidad de
médicos en tratamiento de obesidad, de manera integral, como contempla el proyecto de
ley.
Muchas veces se considera que la obesidad sólo puede ser abordada con
tratamientos médicos o con el sólo hecho de ir a un nutricionista, pero esto no es así. Esta
es una enfermedad que requiere ser tratada individual e integralmente pues llega a alterar la
psiquis de tal forma que hasta la autoestima del paciente decae. Por ello, hay que trabajar
desde muy abajo impartiendo educación alimentaria, atendiendo los trastornos clínicos y
psíquicos y considerando las demandas de la gente obesa -como señalara un señora
diputada-, por ejemplo, en cuanto a la indumentaria. En consecuencia, el tratamiento es
muy complejo. El proyecto de ley es amplio y abarcativo.
Por ello, en nombre de la FAGRAN, apoyamos la iniciativa en debate. Respecto de
aquellos puntos en los que disentimos, luego podremos presentar un proyecto de ley a
efectos de modificar los artículos en los que hoy no existe coincidencia.
Quiero felicitar a toda la gente que trabaja por los obesos. Hoy, vamos a tener una
ley que ha sido demandada por toda la sociedad argentina, y estoy muy feliz de que
sancionemos esta iniciativa. (Aplausos en las bancas y en las galerías.)
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
SR. ACUÑA, HUGO RODOLFO.- Señora presidenta: cómo no estar de acuerdo con este
proyecto de ley que nos llena de alegría, para cuyo tratamiento la Cámara se apartó de las
prescripciones del reglamento superando con holgura la mayoría agravada requerida para
incluirlo en el temario. Los componentes de esta Cámara llegamos al recinto para continuar
la sesión que pasara a cuarto intermedio, y nos vimos gratamente sorprendidos por el
tratamiento de este proyecto de ley.
El bloque del Movimiento Popular Neuquino adhiere a la totalidad de esta iniciativa
que viene en revisión del Honorable Senado. Como señalara un diputado preopinante, más
allá de las modificaciones que queramos introducirle, creo que hoy debemos votarla sin
ningún tipo de observación porque, como dijo la señora diputada Marino, esto recién
empieza y hay muchos proyectos de ley. En lo personal he presentado una iniciativa el año
pasado, contenida en el expediente 3255-d-2007, por medio de la cual se tiende a regular la
venta de alimentos en los establecimientos educativos de gestión pública y privada,
definiendo su carácter para evitar la obesidad infantil.
Con el mismo ímpetu con el que hemos decidido incluir este asunto en el temario de
esta sesión, deberíamos traccionar para que los recursos necesarios existan, con el fin de
que esta ley pueda comenzar a caminar. Me estoy refiriendo al artículo 16, que establece la
cobertura que deberán brindar las obras sociales con todo su tratamiento. Esto nos
demandará un doble esfuerzo.
Reitero que el bloque del Movimiento Popular Neuquino va a apoyar en su totalidad
la sanción de este proyecto de ley, sin ningún tipo de modificaciones. (Aplausos y
manifestaciones en las galerías.)
SRA. PRESIDENTA VACA NARVAJA.- Tiene la palabra la señora diputada por Santa
Cruz.
SRA. GUTIERREZ, GRACIELA BEATRIZ.- Señora presidenta: sin duda que estamos
a punto de sancionar un proyecto de ley que le debemos a nuestra gente desde hace mucho
tiempo. Esta normativa permitirá incluir en las prestaciones médicas a todas las personas
que padecen trastornos nutricionales. Reitero esto último que acabo de decir, porque sin
duda alguna estoy hablando de trastornos nutricionales y no de trastornos de la
alimentación. Es algo que desde el primer momento quise hacer ver, justamente porque fue
uno de los puntos claves, dado que siempre se trató de no mezclar anorexia o bulimia con
obesidad.
Si se hubiera tratado de trastornos que implicaran una alteración nutricional, sin
duda que este debate que nos llevó mucho tiempo no se hubiera dado. No obstante, en la
norma que hoy vamos a sancionar, no solamente estamos hablando de obesidad sino
también de anorexia, de bulimia e incluso dejamos la puerta abierta para que la autoridad de
aplicación incorpore todos aquellos trastornos que tengan que ver con alteraciones
nutricionales.
La futura norma se la deberemos no sólo a nuestra gente, sino a todos aquellos
diputados que presentaron proyectos en años anteriores. Fueron diputados que ya no están
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
en este recinto y que sin embargo siempre pregonaron por la sanción de un proyecto de ley
vinculado con la obesidad.
La sanción del proyecto no sólo será el producto del trabajo de nuestra gente y de
quienes conducen el programa televisivo "Cuestión de peso", sino de otras personas que
integran otras asociaciones, como Familia Bariátrica, o Asociación de Lucha contra la
Anorexia y la Bulimia. Es decir que ha habido muchas personas que quizá de manera
silenciosa vienen luchando contra estos trastornos.
Afortunadamente, hoy tenemos el orgullo de decir, con total satisfacción, que el
sistema de salud argentino, que conoce de crisis, de falta de presupuesto y de la partida de
numerosos profesionales en épocas anteriores, ahora contemplará un grupo de
enfermedades que a nivel mundial ha logrado incorporarse en los sistemas de salud más
avanzados. Con esto continuamos la senda que en un momento nos dejara en nuestro país el
querido Ramón Carrillo. Lo que estamos haciendo es continuar su camino, que indica que
todo país que esté al servicio de su pueblo, entre otras cosas debe aplicar políticas
sanitarias.
Actualmente, se considera la obesidad como un problema estético, y a la anorexia y
a la bulimia como eslóganes de la estética. Sin ninguna duda que de estos argumentos se
valen las obras sociales y las entidades de medicina prepaga para no brindar este tipo de
cobertura, ocasionando en aquéllos que padecen la enfermedad un alto grado de dificultad
para su tratamiento. Al respecto existen costos verdaderamente muy elevados.
Lo llamativo es que hoy las obras sociales y las prepagas contemplan muchas de las
consecuencias de estas enfermedades. Tratan las complicaciones de la obesidad y de la
bulimia y anorexia, pero sin embargo no tratan los trastornos nutricionales o de la
alimentación en su contexto general.
Por otra parte, con esta norma no solamente nos aseguramos de que las prepagas se
hagan cargo de esta problemática sino también de que la atención llegue a aquella
población que no tiene acceso a estos sistemas de salud prepagos.
La presente iniciativa propone el tratamiento de estas enfermedades basándose
fundamentalmente en la prevención. Esto también hay que tenerlo en cuenta: educar para
prevenir. Justamente esto está incluido en el artículo 6º, y en el artículo 10 se establecen
limitaciones en los anuncios publicitarios de diseñadores de moda, etcétera.
Si lo pensamos en términos de gastos para el sistema de salud, es indudable que
interviniendo al comienzo de esta enfermedad y planificando estrategias ganaremos
muchísimo, no solamente en el aspecto económico sino también en materia de tiempo.
Como todos sabemos, señora presidenta, el derecho a la vida con calidad forma
parte de los derechos humanos, y como tal es necesario que antepongamos los derechos
fundamentales a proteger. Siguiendo esta lógica es que hoy los representantes del pueblo
estamos tomando la decisión de priorizar la vida por sobre una lógica económica; es el
tratamiento de enfermedades como derecho y no como mercancía.
Considero que hemos tenido en cuenta la problemática en su extensión más amplia.
Por último, quiero felicitar a todos los integrantes de las comisiones de Prevención de
Adicciones y Control del Narcotráfico y de Acción Social y Salud Pública, al igual que a
todos sus asesores. Asimismo, quiero felicitar a todas aquellas agrupaciones y entidades
que desde hace años vienen luchando para encontrar una solución a esta problemática.
(Aplausos.)
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SR. DE MARCHI, OMAR BRUNO.- Señora presidenta: en primer lugar, quiero aclarar
que durante el período legislativo 2006 el Partido Demócrata de la provincia de Mendoza -
al que pertenezco- presentó un proyecto de similares características al que estamos
considerando, obviamente dentro de las competencias que la jurisdicción provincial admite.
Por lo tanto, no sólo acompaño efusivamente esta iniciativa y adelanto el voto
afirmativo de mi bloque sino que lo hago con el entusiasmo de haber colaborado en la
redacción de un proyecto similar en la provincia de Mendoza.
Quiero mencionar solamente dos datos que me parecen contundentes e
incontestables; si bien ya se los ha mencionado, quizás no se lo hizo con el énfasis que
requiere la gravedad de estos datos en sí mismos.
El primer dato es que, junto con el hábito de fumar, la obesidad es una de las
principales causas de muerte evitables del mundo; éste es un dato pavoroso cuando le
ponemos el calificativo de "evitables". En este sentido, se encolumna el proyecto que
estamos tratando.
El segundo dato contundente, y que creo que cala en lo más hondo del sentimiento
humano, es que en el mundo cerca de 25 millones de niños menores de cinco años son
obesos o tienen problemas de sobrepeso. Todos ellos corren el riesgo de sufrir diabetes -
entre otras enfermedades-, tienen más probabilidades de ser adultos obesos y, en
consecuencia, experimentar los problemas de salud crónicos relacionados con la obesidad
en la edad adulta.
Dicho de otra manera, a escala mundial, uno de cada diez niños en edad escolar
padece de sobrepeso, y lo más grave es que estos índices, lamentablemente, siguen
creciendo.
En nuestro país, como en el resto del mundo, se registran índices realmente muy
altos de sobrepeso y de obesidad. Como aquí también se dijo, la obesidad no es un
fenómeno estético, es una enfermedad.
Esta ley que estamos sancionando -no sé si es la mejor, porque seguramente es
perfectible- ha logrado que hoy estemos todos aquí hablando de obesidad y de sobrepeso.
Hoy todos aquí somos obesos. Eso es lo importante de este debate; eso es lo importante de
esta tarde.
Quiero destacar y hacer un reconocimiento especial al programa televisivo
"Cuestión de peso" (Aplausos y manifestaciones en las galerías.), y expreso este
reconocimiento sencillamente porque no es fácil tratar todos los días en televisión un tema
de tan alta sensibilidad. No es fácil transformar una tristeza en desafío, que es lo que este
programa trata a diario en las pantallas de nuestros televisores.
Por eso, el reconocimiento especial a quienes producen este programa, a quienes
tuvieron la idea, y especialmente, por supuesto, al doctor Cormillot, que es quien le da el
sustento técnico de seriedad para inscribir este programa en la columna de los que tienen
carácter científico, más allá del formato. Pero el reconocimiento especial y más destacado -
si se me permite, y si me lo permite el doctor Cormillot- es a Andrea Politti (Aplausos y
manifestaciones en las galerías.), y este reconocimiento lo hago destaco porque ella, con
alegría, con entusiasmo, con creatividad, y sobre todo, con muchísima sensibilidad e
inteligencia, pone la cara todos los días ante las cámaras para decir a la muchísima gente
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que seguramente la ve a diario que la obesidad es un desafío y que todos los días, cuando
uno se levanta de la cama, tiene que estar alegre y contento para poder enfrentarla.
A su vez, hago este reconocimiento a Andrea porque es mendocina de pura cepa,
como yo, y eso solo para ella es un gran reconocimiento. (Aplausos y manifestaciones en
las galerías.)
SR. DATO, ALFREDO CARLOS.- Señora presidenta: simplemente, deseaba hacer una
aclaración. Me parece que por razones metodológicas, lo importante o lo necesario sería
fundar la posición de las provincias azucareras -y también creo que representa la filosofía
de esta ley- por lo que haré uso de la palabra durante el tratamiento en particular del
artículo 11 y no ahora.
SR. PRESIDENTE FELLNER.- Solicito al público asistente a las galerías que guarde
silencio a fin de que se pueda proceder a la votación.
Se va a votar en general el dictamen de las comisiones de Prevención de Adicciones y
Control del Narcotráfico y de Acción Social y Salud Pública recaído en el proyecto de ley
en revisión por el cual se crea el Programa Nacional de Prevención y Control de los
Trastornos Alimentarios en el ámbito del Ministerio de Salud (Orden del Día Nº 346).
-- Conforme al tablero electrónico, sobre 179 señores diputados presentes, 178 han votado
por la afirmativa.
SR. SECRETARIO (HIDALGO).- Han votado 178 señores diputados por la afirmativa y
ninguno por la negativa. (Aplausos y manifestaciones en las galerías.)
SR. PRESIDENTE FELLNER.- Quedará constancia del voto afirmativo de los señores
diputados Galvalisi y Díaz Roig.
En consideración en particular el artículo 1°.
Se va a votar.
-- Resulta afirmativa.
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para la salud- sino de conservarlo por lo que representa este alimento desde el punto de
vista energético.
Este mismo Congreso sancionó a fines del año pasado una ley que declara la
obligatoriedad de la producción de etanol para sustituir el 5 por ciento de las naftas. Es
decir que si hay un consumo anual de cuatro mil millones de litros de nafta, hacen falta
doscientos millones de litros de alcohol.
Para que tengan una idea -a usted no se lo tengo que explicar, señor presidente,
porque proviene de una provincia azucarera- con una tonelada de caña se elaboran cien
kilos de azúcar y ochenta litros de alcohol.
Ya que tanto alabamos a Brasil, la producción complementaria con el programa
sucro alcoholero que tuvo ese país favorecerá el potencial del biocombustible a partir de la
caña de azúcar, y puede ser utilizado en la Argentina.
Para terminar, señor presidente, los tucumanos tenemos una vasta experiencia en
materia azucarera. Me refiero al crecimiento vegetativo negativo que se vio reflejado en los
censos de los años 60 y 70, cuando Onganía, Salimei y las tropas federales en ese momento
cerraron once ingenios. No queremos que esto se repita en una provincia y en un sector que
ha intentado recuperarse para salir de la desnutrición y de la falta de trabajo. Por el
contrario, debe rescatarse a esta industria como una de las que cuenta con mayor mano de
obra intensiva en la economía nacional. (Aplausos.)
SR. DATO, ALFREDO CARLOS.- ¿Me permite una interrupción, señor diputado, con el
permiso de la Presidencia?
SR. PRESIDENTE FELLNER.- Para una interrupción, tiene la palabra el señor diputado
Dato.
SR. GIUBERGIA, MIGUEL ANGEL.- En realidad, considero que esta norma tendría
que haberse sancionado hace muchísimo tiempo y por ese motivo hemos acompañado el
proyecto del señor diputado Acuña Kunz.
Sin embargo, entendemos que es necesario introducir algunas modificaciones,
fundamentalmente en este artículo 11 y también en el 20.
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SR. GORBACZ, LEONARDO ARIEL.- Señor presidente: más allá del contenido de las
modificaciones tenemos que ser claros en que si modificamos una coma el proyecto vuelve
al Senado. Esto es lo que está en discusión.
Este proyecto de ley no ingresó hoy por la mañana. Hace más de un año que hay
proyectos de ley sobre obesidad en la Cámara de Diputados y en la Cámara de Senadores.
En el Senado tengo entendido que fue aprobado por unanimidad, y los senadores
representan a todas las provincias. En esta Cámara pasó por dos comisiones, la de
Prevención de Adicciones y la de Acción Social y Salud Pública, en las que hay diputados
de las distintas provincias, y si mal no recuerdo el proyecto tuvo su dictamen hace dos
semanas.
De modo que tiempo hubo para plantear las observaciones. Los bloques que
planteamos algunas observaciones, como es el caso de nuestro bloque en relación con la
anorexia y la bulimia, resignamos las modificaciones que pretendíamos en pos de la
celeridad del tratamiento de este proyecto y la posibilidad de que hoy tuviéramos ley y que
no tuviéramos que seguir esperando.
Además, si el punto que se pretende modificar y que nos va a demorar en la sanción
de esta ley es que a alguien se le ocurrió que digamos que la publicidad y/o promoción a
través de cualquier medio de difusión de alimentos con elevado contenido calórico, grasas y
azúcar y pobres en nutrientes esenciales deberá contener la leyenda "El consumo excesivo
es perjudicial para la salud", y que esto puede perjudicar al parque azucarero argentino, me
parece que realmente está equivocado.
Aquí ni siquiera tenemos un dilema entre un sector de la producción y el derecho a
la salud. Si hubiera ese dilema yo votaría por el derecho a la salud, pero ni siquiera este
artículo refleja ese dilema. Además, a través de la reglamentación, perfectamente se puede
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SR. PRESIDENTE FELLNER.- Tiene la palabra la señora diputada por Buenos Aires.
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SR. PRESIDENTE FELLNER.- Tiene la palabra la señora diputada por San Luis.
SRA. DIEZ, MARIA INES.- Señor presidente: en realidad, no podemos dejar de expresar
nuestra opinión como provincia productora de azúcar.
Como ya se ha dicho con anterioridad, estamos absolutamente a favor de la sanción
de la ley. Quiero comentar, porque allí veo a gente del programa de televisión, que los he
seguido y he hablado mucho a favor de ellos. Incluso, he participado de varios debates en
los que algunos decían que esta problemática no había que llevarla a la televisión, y en los
que yo afirmé lo contrario, pues se estaba logrando que la gente se diera cuenta de la
importancia de un problema que aqueja a un número muy grande de personas. Si bien estoy
absolutamente de acuerdo con esta ley, como representante de una provincia productora de
azúcar, donde este producto constituye una economía regional generando trabajo genuino a
una cantidad importante de habitantes, no podemos permitir que se mantenga en este
artículo la palabra "azúcar".
Por ello, sin perjuicio de que conocemos los inconvenientes que la supresión de ese
término podría generar, solicitamos que esa palabra -que alude a algo noble, que no es
malo- sea eliminada del texto del artículo 11.
Sin duda, representamos a una cantidad importante de personas que padecen la
enfermedad de la obesidad, pero puestas las cosas en la balanza tenemos que pensar que
estamos hablando de un cultivo que produce mucha mano de obra genuina en una economía
regional. Por ese motivo solicitamos que se suprima la palabra "azúcar".
121
Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
con que la palabra "azúcar" en el artículo 11 genera una discriminación hacia un producto
noble. Esto es verdad.
También es cierto que existen procedimientos, dentro de la misma técnica
parlamentaria, para subsanar el problema, con el fin de que en esta misma sesión el
proyecto que está en discusión se transforme en ley.
Con las mayorías calificadas que hoy tenemos en este recinto podríamos presentar
un proyecto de ley rectificatorio del artículo 11, porque es cierto que el procedimiento de
sanción de las leyes indica que cuando un proyecto tiene sanción de ambas Cámaras, el
Poder Ejecutivo debe promulgarlo. Pero la promulgación no se va a producir esta tarde ni
mañana. Seguramente, ese trámite normal de promulgación va a llevar unos días. Al menos
una semana. Es el tiempo necesario para que hoy aprobemos un proyecto rectificatorio del
artículo 11, y lo que enviemos al Senado sea solamente ese proyecto rectificatorio y no el
que estamos considerando ahora.
Seguramente, la semana próxima -previa sanción del Senado- el Poder Ejecutivo
podrá promulgar los dos proyectos: el que ahora vamos a aprobar y el rectificatorio que le
dará la nueva redacción al artículo 11. O sea que si bien estamos ante un problema, también
tenemos una solución práctica, que no es tan complicada ni engorrosa, para que este
proyecto que ahora consideramos se transforme en ley. (Aplausos y manifestaciones en las
galerías.)
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
SRA. GONZALEZ, MARIA AMERICA.- Señor presidente: quiero hacer una aclaración.
No hay ningún inconveniente en que aprobemos el proyecto tal como viene del Senado si
es que no podemos sancionar hoy la ley con la modificación propuesta para que todos nos
vayamos satisfechos.
Es cierto lo que ha explicado el señor diputado De Marchi. Yo lo viví en carne
propia en la última reunión de esta sesión, ya que cuando pedí la modificación de una
norma me dijeron que se podía corregir a través del decreto reglamentario. Y para
tranquilidad del oficialismo debo reconocer que se ha cumplido, ya que en el decreto
reglamentario se incluyó la modificación que yo pedía respecto de ese tema y se limitó
únicamente a los trabajadores rurales. Y por si fuera poco, también ingresó un proyecto de
ley correctivo, de autoría de los señores diputados Rossi y Recalde -que integran las
comisiones de Previsión y Seguridad Social y de Legislación del Trabajo- limitándolo
exclusivamente a los trabajadores rurales.
Por supuesto que el público que está presente no tiene la obligación de conocer el
reglamento, pero los diputados sí tenemos esa obligación, o por lo menos tiene que haber
un asesor que nos cuente lo que dice el reglamento. Pero para tranquilidad de todos quiero
ratificar que la modificación se puede hacer vía reglamentaria desde el Poder Ejecutivo -
porque es el presidente de todos los argentinos y de todas las provincias que componen la
República Argentina- o bien presentando hoy mismo un proyecto de ley correctiva, en cuyo
caso luego se publican en el Boletín Oficial ambas leyes.
De manera que, en caso de aprobarse el proyecto tal como viene del Senado, nos
podemos ir de esta sesión con la tranquilidad de que la modificación o corrección se va a
hacer, ya sea por vía del decreto reglamentario o de una ley correctiva. (Aplausos.)
SRA. DIAZ, SUSANA ELADIA.- Señor presidente: como lo manifestaron todos los
diputados que me precedieron en el uso de la palabra, absolutamente nadie se opone a esta
norma. Pero como ciudadana de una provincia azucarera, y como obesa que soy, siento que
"mi azúcar" está discriminada en el artículo en consideración.
123
Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
SR. PRESIDENTE FELLNER.- Tiene la palabra la señora diputada por San Juan.
SR. PRESIDENTE FELLNER.- Para una interrupción tiene la palabra el señor diputado
por Tucumán.
SRA. MARINO, ADRIANA DEL CARMEN.- Señor presidente: me parece que aquí hay
un error conceptual que no es menor, y voy a explicar por qué. Yo provengo de una
provincia en la que la economía principal se sustenta en la vitivinicultura, es decir, en el
vino, y todos los argentinos sabemos que el consumo excesivo está penalizado.
Sin embargo, si mi provincia tiene problemas vitivinícolas no es precisamente
porque se haya dejado de consumir el vino por este tipo de ley. (Aplausos y
manifestaciones en las galerías.)
Por otro lado, estamos sentando un precedente muy delicado, porque seguramente
en este recinto vamos a tener que tratar la ley antitabaco, y me estoy preguntando qué va a
pasar con las provincias tabacaleras. (Aplausos y manifestaciones en las galerías.)
Creo sinceramente que el error conceptual está en creer que el azúcar es mala para
todo ser humano. Es mala para los que somos enfermos de obesidad. Esto hay que
entenderlo, como el alcohol es malo para quien es alcohólico y lo debe restringir.
Sinceramente, no entiendo cómo no se comparte este concepto.
Más allá de que coincido con el señor diputado que me pidió la interrupción en el
sentido de que esto debió ser analizado previamente en el Senado, la realidad es que ahora
nosotros estamos, entre comillas, pagando un desgaste totalmente innecesario, cuando aquí
todos, seguramente sin excepción, queremos aprobar la ley.
Aquí no se está afectando a ninguna economía regional. Reitero el caso de las
provincias que producen el vino, que la están peleando como cualquier economía regional.
124
Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
Mi pedido es que se apruebe este proyecto tal cual está o, en todo caso, tomemos la
opción planteada por el señor diputado por Mendoza, que en última instancia sería la salida
elegante que yo veo al problema. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE FELLNER.- Tiene la palabra el señor diputado por Santa Cruz.
SR. ACUÑA KUNZ, JUAN ERWIN B..- Señor presidente: nos hemos trabado en una
cuestión que, si bien no es menor, es absolutamente rectificable. Hace una semana
presencié un debate cuando el señor diputado Rossi proponía lo que hoy están proponiendo
el señor diputado De Marchi y la señora diputada María América González.
Como salida para este problema, propongo que se apruebe el proyecto tal como está
y luego, con una ley correctora, se modificarían los dos artículos tal como lo planteó el
señor diputado Rossi en el debate anterior. Si en la anterior ocasión se pudo hacer, ¿por qué
no ahora?
Nosotros hemos trabajado muchísimo en esta cuestión, y cuando la iniciativa llegó a
la Comisión de Prevención de Adicciones y Control del Narcotráfico, todos estuvimos de
acuerdo: el Frente para la Victoria, el ARI, la Coalición Cívica y la UCR.
Posteriormente, fue girada a la Comisión de Acción Social y Salud Pública, y allí
todos estuvimos de acuerdo. Por eso, no veo impedimentos para corregir los artículos que
haya que modificar posteriormente, pero que hoy este texto se convierta en ley para
después resolver esos pequeños problemas. (Aplausos y manifestaciones en las galerías.)
SR. GALANTINI, EDUARDO LEONEL.- Señor presidente: considero que sería un error
si a medida que los diputados nos vamos expresando empezamos a buscar ejemplos y
parecidos, tratando de parangonar este proyecto con otros, como los referidos al vino o al
tabaco.
El problema de este texto es que habla de un nutriente, por lo cual hay una
imposibilidad absoluta hasta de reglamentarlo. Digo esto porque si se aprobara la inclusión
de la leyenda "El consumo excesivo es perjudicial para la salud.", cabe preguntar cuántos
consumidores saben cuánto es el consumo excesivo de un nutriente que además es un
elemento habitual del organismo y una necesidad calórica para muchos.
¿Cómo reglamentaríamos esta disposición? ¿Pondríamos "24 microgramos por kilo
de peso son perjudiciales para la salud"? Otra complicación más para el consumidor que,
como dijo la señora diputada Rojkés de Alperovich, terminará demonizando un producto
sano, que es un nutriente para el organismo y una necesidad calórica para el cuerpo
humano, sin olvidar por supuesto todas las consideraciones que se realizaron respecto de las
economías regionales.
El problema es que se propicia incluir en los productos la leyenda "El consumo
excesivo es perjudicial para la salud.", y nadie sabe cuánto es el exceso. De ese modo
terminaremos por desechar el producto ante la posibilidad de que un kilo, medio kilo o cien
gramos constituyen un exceso.
Por lo expuesto, comparto la opinión de los diputados del Norte que proponen que
se modifique este texto o directamente se suprima.
125
Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
SR. PRESIDENTE FELLNER.- Tiene la palabra el señor diputado por Buenos Aires.
126
Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
SRA. DAHER, ZULEMA BEATRIZ.- Señor presidente: voy a hablar como salteña y,
además, como una salteña que vive en el departamento de Orán, donde está instalada una
de las dos industrias azucareras de mi provincia. Si bien estoy de acuerdo con esta
iniciativa, pareciera que siempre debemos prohibir algo. En este caso, las economías
regionales se sienten afectadas.
Quizás no se comprenda la situación que permanentemente vivimos en el Norte. Un
diputado hablaba de que se ocupaban 150 mil empleos en forma directa e indirecta. En
nuestro departamento, que tiene casi 300 mil habitantes, se vive en forma directa o indirecta
de la industria azucarera.
Entonces, me parece que alguna vez debemos empezar a pensar de qué manera
defendemos el trabajo de nuestra gente y de qué manera dejamos de prohibir en esta
Cámara.
El señor diputado Galantini dijo en un momento que no deberíamos hacer
comparaciones. Si bien no me gustan las prohibiciones, me parece que hay algunas
cuestiones que no son comparables. Por ejemplo, ayer se pudo ver por televisión cómo un
borracho atropellaba a un grupo de ciclistas. Esto no es comparable con lo que puede
provocar el azúcar. Por eso, digo que hay comparaciones que no deberíamos hacer.
Una de las funciones que tenemos quienes representamos a nuestro pueblo es
precisamente la de defender nuestras economías. Por lo tanto, pido encarecidamente en
nombre de mi pueblo, Orán, del ingenio San Martín del Tabacal, de Pichanal, de Colonia
Santa Rosa, es decir, de una región que cuenta casi con 300 mil habitantes, que
modifiquemos este artículo, ya que en la práctica parlamentaria no creo que implique
mucho tiempo la vuelta de este proyecto al Senado. Tal vez se trató simplemente de una
127
Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
equivocación de los senadores, a quienes esto se les pasó por alto, así como a nosotros nos
sucedió que tuvimos que tratar esta iniciativa sobre tablas. Yo me comprometo
personalmente a que este proyecto se sancione lo más rápido posible, en el término de una
semana.
Alguien dijo que mañana tal vez tengamos la ley, pero esto no es así. Seguramente
hoy votemos el proyecto, pero hasta que el Poder Ejecutivo promulga una ley y la
reglamenta, pasa un tiempo. Entonces, no creo que se modifique mucho la situación actual
si pasa una semana más. Por eso, ruego a los señores diputados que hagamos esta
modificación al artículo 11.
128
Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
azucarera. Este es un argumento más para que ustedes acompañen nuestro pedido de
modificar este proyecto de ley.
No se pueden comparar el tabaco y el azúcar porque son productos totalmente
distintos. Tampoco se puede comparar el azúcar con el vino o con los productos que llevan
alcohol porque son totalmente diferentes. Son productos elaborados y el alcohol es una
parte del vino, como el tabaco es una parte del cigarrillo. El azúcar se comercializa por sí
solo.
Así como está el proyecto implicaría que todas las bolsas de azúcar comercializadas
en nuestro país deberían decir que el azúcar es perjudicial para la salud, y creo que los
médicos podrán expresar los argumentos en contra de esta afirmación.
Tenemos que evaluar la razonabilidad de nuestro pedido y su oportunidad. Creo que
es totalmente razonable y abundamos en argumentos para solicitar una semana más.
Modificando el proyecto, vuelve al Senado y -como expresó la diputada Daher-
comprometemos nuestras fuerzas para que sea tratado sobre tablas y aprobado en la
próxima sesión del Senado, para garantizar la agilidad del tratamiento del tema. (Aplausos.)
SRA. BERTOL, PAULA MARIA.- Por eso, hago votos para que finalmente podamos
129
Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
salir del lugar donde estamos para que tengamos una ley bajo el imperio de la razonabilidad
y la sensatez.
SR. PRESIDENTE FELLNER.- Tiene la palabra la señora diputada por Santa Fe.
SRA. MARTIN, MARIA ELENA.- Señor presidente: se está discutiendo aquí un tema de
debate planteado por los diputados de las provincias de Tucumán, Jujuy y Salta que
constituye un objeto de discusión especial ya que puede presentar muchas aristas, tal como
lo ha sostenido la diputada preopinante por San Juan.
La discusión del tema del azúcar en estas circunstancias, cuando la convocatoria fue
para la discusión de la ley de obesidad -donde nosotros tenemos en mente un proyecto
nacional o un plan de salud para atacar ese problema-, está viciada. No se puede expresar
auténticamente la voluntad al respecto cuando estamos condicionados con gran optimismo
por la aprobación de la ley de obesidad.
La propuesta del diputado por Mendoza puede zanjar la cuestión porque nos
permitiría, aprobada la ley principal que veníamos a discutir hoy, tratar efectivamente el
tema del azúcar con amplia libertad y profundidad en su discusión.
Creo que se puede aprobar la iniciativa tal cual fue sugerida anteriormente en otra
oportunidad. No queremos rehuir el debate. Sugiero que pongamos en el centro de la
cuestión el debate que se está presentando en este momento sin ningún condicionamiento,
es decir, en forma libre. Actualmente, esta discusión está condicionada por otra cuestión -
que es la principal, según entiendo yo-, que era la convocatoria para el tratamiento de esta
iniciativa.
Entonces, aprobemos la ley principal. Presenten el otro proyecto y traigámoslo a la
discusión libremente, sin condicionamientos. Evidentemente, se trata de una cuestión que
merece ser tratada como tema esencial.
Por eso, adhiero a la sugerencia del diputado por Mendoza, que me parece correcta
desde el punto de vista procedimental. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE FELLNER.- Tiene la palabra el señor diputado por San Luis.
130
Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
Por lo tanto, quiero reiterar que no aceptamos desde ningún punto de vista que
algunos diputados que la semana pasada estaban en contra porque les convenía ahora estén
a favor porque también les conviene.
No acepto que la Jefatura de Gabinete sea Cámara revisora porque ofende mi
inteligencia en particular y el rol de los legisladores en general. Entonces, en este caso
corresponde enmendar el desliz agraviante que se ha cometido respecto de la producción
azucarera -aclaro que no tengo nada que ver pues provengo de una provincia donde el
azúcar no existe- y que el proyecto vuelva al Senado para su tratamiento, como debe ser.
SRA. TORFE, MONICA LILIANA.- Señor presidente: por haber sido aludidos como
provincias productoras de azúcar quiero aclarar algunos conceptos en relación con que este
proyecto de ley no fue considerado por ninguna de estas provincias.
131
Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
Como integrante de la Comisión de Salud debo decir que este tema fue analizado
profundamente, que todas estas cuestiones han sido planteadas y que se están desarrollando
en este ámbito como sucedió en comisión, según lo planteado por la señora diputada
Martín.
Coincido con la opinión del señor diputado preopinante en el sentido de que toda
dieta equilibrada necesita proteínas, hidratos y grasas. Dentro de esos hidratos están los
refinados, que son los azúcares, nutrientes normales y necesarios para nuestro organismo,
porque de lo contrario no podríamos tener energía.
El consumo excesivo de azúcar es malo porque el organismo toma lo que necesita
de glucosa y el resto, a través de la lipogénesis, se transforma en grasa. Este proceso tiene
lugar cuando existe un consumo excesivo, pero no podemos decir que el azúcar está
prohibida; es un nutriente necesario para la vida.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
SR. NIEVA, ALEJANDRO MARIO.- Señor presidente: este proyecto de ley fue
sancionado por unanimidad en el Senado. Hoy, todos los diputados aquí presentes también
lo aprobamos en general. Es decir que ha quedado en claro la voluntad política del
Congreso de la Nación de que exista la normativa.
Lo que también es evidente es que es necesaria la modificación que se propicia. Lo
ha aceptado el miembro informante. Por eso, quiero hacer un paréntesis a esta altura del
debate.
Soy diputado por la provincia de Jujuy, pero me parece que no es correcto decir que
esto puede afectar la industria azucarera. Está mal la redacción, porque el azúcar no daña la
salud. Lo que hace daño es el exceso de todo producto: lo mismo ocurre con la sal.
Por el absurdo podemos graficar que incluir al azúcar como algo que perjudica la
salud es similar a decir que una bebida alcohólica debe tener la misma advertencia que una
133
Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
SR. SALIM, JUAN ARTURO.- Señor presidente: voy a ser muy breve. Quiero advertir
que una semana no hace tanto a la cuestión, como el perjuicio que puede traer esto a la
región si no modificamos el proyecto.
Estoy de acuerdo con lo que manifestaron mis pares. Por lo tanto, voy a solicitar a la
Honorable Cámara que esta semana que estamos pidiendo sea para simplificar y destrabar
este tema, que no hace a la cuestión de la ley en sí. Ya dijo el señor diputado que me
precedió en el uso de la palabra que este proyecto de ley fue votado por unanimidad. Todos
queremos que la ley salga, pero no vaya a ser que por esta leyenda generemos más
desocupación y desnutrición.
SR. PRESIDENTE FELLNER.- ¿El señor diputado plantea una moción de orden? La
Presidencia aclara que todavía hay tres señores diputados que no han hecho uso de la
palabra.
SR. DE MARCHI, OMAR BRUNO.- Entonces, señor presidente, hago moción de orden
de cierre de la lista de oradores una vez que hayan hablado todos los diputados anotados.
134
Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
-- Resulta afirmativa.
SR. THOMAS, ENRIQUE LUIS.- Señor presidente: quiero hacer algunas observaciones
a ciertas comparaciones que se han hecho en este recinto. Yo soy un hombre de la
vitivinicultura, que es una economía regional que también abarca mucha mano de obra y
mueve la economía de mi provincia.
Quiero recordar a mi comprovinciano que cuando se trató una de las leyes contra el
alcohol también se quiso imponer la obligación de colocar en las etiquetas que el consumo
excesivo de alcohol es perjudicial para la salud. En esa oportunidad todos los representantes
de las provincias vitivinícolas hicimos la observación de que eso iba en perjuicio de una
bebida tan noble como el vino y dijimos que de alguna manera todos los consumos
excesivos son perjudiciales para la salud. Finalmente, se acordó incluir una leyenda que
dijera que el expendio de bebidas alcohólicas está prohibido a menores de 18 años.
Por ser habitante de una provincia de Cuyo, por formar parte de una economía
regional, por entender el planteo y por estar de acuerdo en que es absolutamente ridículo
que en un producto como el azúcar se incluya una leyenda que directamente puede llevar a
engaño -esto lo sabe cualquier técnico en mercadotecnia- es que voy a apoyar a mis colegas
de las provincias del Norte pidiendo también la modificación del artículo 11 para que no se
incluya la leyenda de que el consumo excesivo de azúcar es perjudicial para la salud.
(Aplausos.)
SR. ARDID, MARIO ROLANDO.- Señor presidente: simplemente, quiero hacer dos
reflexiones. Tal como opinaron un par de diputados preopinantes, me parece que para
nosotros, en este momento en que estamos buscando mayor institucionalidad en nuestro
país, es una enorme claudicación no actuar como Cámara revisora, que es lo que nos
corresponde, al margen de que todos estamos de acuerdo en que se tiene que aprobar la ley.
Por otro lado, yo no vengo de una provincia productora de azúcar sino de una donde
se produce trigo. Pero con todo esto estoy temiendo que el día de mañana se les ocurra
empezar a decir que la harina es perjudicial para la salud. (Aplausos.) Creo que no podemos
hacer ninguna comparación, ni con el tabaco -respecto del cual nadie duda de su toxicidad
ni de la adicción que provoca- ni con el alcohol, sobre todo el contenido en las bebidas
destiladas y no fermentadas, aunque el consumo excesivo de las bebidas fermentadas
termina provocando cirrosis, esofagitis, cáncer y gastritis. Por eso, creo que comparar el
consumo de azúcar con el del tabaco o el del alcohol es poco afortunado. Hasta el agua
consumida en exceso hace mal.
135
Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
Por eso, estoy completamente de acuerdo con que se elimine del artículo 11 la idea
de incluir una leyenda que diga que el consumo excesivo de azúcar es perjudicial para la
salud. (Aplausos.)
Hoy, esta Cámara de Diputados es Cámara revisora, y nosotros tenemos que ejercer las
facultades que constitucionalmente nos corresponden. Por eso, cuando hicimos la moción
de modificación de este artículo 11, más allá de las pertenencias a nuestras provincias,
sabíamos perfectamente que en la legislación comparada no existe ninguna norma de esta
naturaleza.
También se hacía referencia a los tratados que tiene firmados la República
Argentina como país integrante del Mercosur, y no podemos llegar a esta situación. Sin
perjuicio de la urgencia o de que se pretenda sancionar ya la ley, yo voy a seguir
sosteniendo que las facultades que legal y constitucionalmente le corresponden a esta
Cámara no pueden delegadas, por más apuro que haya.
Por ese sentido de coherencia, voy a seguir sosteniendo que es esta Cámara de
Diputados la que debe claramente producir las modificaciones a esta ley que ha venido del
Senado.
Por eso, voy a seguir sosteniendo la propuesta que mencioné cuando en su momento
hablé de este artículo.
SR. PRESIDENTE FELLNER.- Tiene la palabra el señor diputado por Santa Fe.
SR. ROSSI, .- Señor presidente: voy a ser breve. En verdad, como explicitó la señora
diputada Fadel al referirse al tratamiento de esta cuestión, nosotros como bloque no
teníamos decisión ni estábamos preparados para tratar esta ley de obesidad en este día.
No debemos olvidar que nosotros concurríamos a una sesión que estaba en cuarto
intermedio. Ni siquiera hoy hicimos reunión de bloque, por lo que muchísimos diputados
nuestros se encontraron hoy en este recinto con la novedad de que se iba a producir este
debate. Sin duda, lo hicimos por sugerencia de la mayoría de las bancadas opositoras,
porque había presencia de gente interesada en el proyecto y no queríamos defraudar
ninguna de esas expectativas. Nos parecía bien que esto así sucediese y que hoy esta
Cámara se dedicara a tratar este proyecto de ley.
Esta iniciativa fue bien trabajada en las dos comisiones, la de Acción Social y Salud
Pública y la de Prevención de Adicciones y Control del Narcotráfico. Nosotros estamos
orgullosos del trabajo realizado por cada uno de los señores diputados en esas comisiones.
Si no tratábamos hoy este proyecto de ley, sin duda lo hubiésemos considerado la
semana próxima, tal como lo teníamos pensado. En ese caso, hubiésemos realizado nuestra
reunión de bloque y sin duda esas modificaciones que solicitaron diputados de nuestro
bloque, seguramente hubiesen estado presentes en el despacho final o estarían anunciadas
previamente. La verdad es exactamente esa.
136
Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
SR. PRESIDENTE FELLNER.- Tiene la palabra el señor diputado por Santa Fe.
SR. PRESIDENTE FELLNER.- El texto del artículo 11 quedaría redactado del siguiente
modo: "La publicidad y/o promoción, a través de cualquier medio de difusión, de alimentos
con elevado contenido calórico y pobres en nutrientes esenciales, deberá contener la
leyenda 'El consumo excesivo es perjudicial para la salud'."
Tiene la palabra el señor diputado por Tierra del Fuego.
SR. GORBACZ, LEONARDO ARIEL.- Señor presidente: solicito que la votación sea
nominal.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
-- Conforme al tablero electrónico, sobre 169 señores diputados presentes, 136 han votado
por la afirmativa y 30 por la negativa, registrándose además 2 abstenciones.
SR. SECRETARIO (HIDALGO).- Han votado 136 señores diputados por la afirmativa y
30 por la negativa.
SR. PRESIDENTE FELLNER.- Se deja constancia del voto por la afirmativa de la señora
diputada Diez.
En consideración el artículo 12.
Se va a votar.
-- Resulta afirmativa.
SR. PRESIDENTE FELLNER.- Tiene la palabra el señor diputado por Santa Fe.
SR. SYLVESTRE BEGNIS, JUAN HECTOR.- Señor presidente: quiero comentar que
este texto ya estaba incorporado en algunos de los proyectos que se analizaron en
Diputados, y en función de no introducir modificaciones no lo habíamos incorporado en su
momento.
Es correcto lo que plantea el señor diputado preopinante, por lo que aceptamos el
agregado de este párrafo al pie del artículo 16.
SR. PRESIDENTE FELLNER.- Tiene la palabra el señor diputado por Tierra del Fuego.
138
Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
Esta modificación nos parece pertinente, aunque igual se habría podido plantear en
la reglamentación. De todos modos, como la iniciativa no se sancionará en forma definitiva
hoy, acompañaremos la propuesta.
-- Resulta afirmativa.
-- Resulta afirmativa.
SR. PRESIDENTE FELLNER.- Tiene la palabra el señor diputado por Santa Fe.
SR. SYLVESTRE BEGNIS, JUAN HECTOR.- Señor presidente: sí, es correcto, y creo
que esto perfecciona el texto y nos permite que dos patologías mentales, como son la
bulimia y la anorexia, no estén incluidas en este rubro, sino que vamos a tener que elaborar
una legislación específica y darle un marco jurídico junto con las enfermedades de salud
mental, tal como ha sido planteado por varios señores diputados en nuestra comisión.
-- Resulta afirmativa.
139
Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
-- Resulta afirmativa.
SR. PRESIDENTE FELLNER.- Tiene la palabra el señor diputado por Santa Cruz.
SR. ACUÑA KUNZ, JUAN ERWIN B..- Señor presidente: teniendo en cuenta que este
proyecto vuelve al Senado, quiero resaltar que en este artículo 20 se presenta el mismo
problema que en el 11. El artículo 20 dice: "El Poder Ejecutivo dispondrá las medidas
necesarias a fin de que los envases en que se comercialicen productos comestibles
destinados al consumo humano que tengan entre sus insumos grasas 'trans' lleven en letra y
lugar suficientemente visible la leyenda: 'El consumo de grasa trans es perjudicial para la
salud'".
Al respecto, quiero señalar que todos los alimentos que se venden en los comercios
tienen una etiqueta donde ya está determinado su valor calórico y hace referencia a las
grasas trans. El problema es que generalmente la letra es tan pequeña que muchas veces no
se ve.
Entonces, pienso que estamos ante el mismo problema del artículo 11, porque en
realidad si bien las grasas trans son perjudiciales para la salud, fundamentalmente lo son
para el aparato cardiovascular y no de manera general para la obesidad.
Por lo tanto, eliminaría esa leyenda para que no se susciten ese tipo de problemas.
Las grasas trans no solamente se encuentran en los alimentos envasados, sino que un bife
también tiene grasas trans.
SR. PRESIDENTE FELLNER.- Tiene la palabra el señor diputado por Santa Fe.
SR. SYLVESTRE BEGNIS, JUAN HECTOR.- Señor presidente: quiero aclarar que en
el año 2007 el Ministerio de Salud de la Nación firmó un convenio con las cámaras que
agrupan a la totalidad de la industria alimentaria.
Allí, ambas partes se comprometían a tomar las decisiones necesarias para reducir la
cantidad de sodio y de grasas trans y para mejorar la información a los consumidores.
Por lo tanto, si bien lo que plantea el señor diputado Acuña Kunz está de acuerdo
con lo que la COPAL nos ha solicitado en dos oportunidades, creo que este artículo coloca
las cosas en su lugar. Por eso, el hecho de que tenga ahora una forma jurídica legal dentro
de este proyecto de ley de obesidad, además de formar parte de dicha acta que la industria
aceptó, me parece que perfecciona el texto. O sea que lo que abunda no daña y por ese
motivo no hago lugar a la modificación solicitada.
SR. PRESIDENTE FELLNER.- De todas maneras, se trata del artículo 20, que ya había
sido votado.
En consideración el artículo 21.
Se va a votar.
-- Resulta afirmativa.
140
Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
-- Resulta afirmativa.
-- El artículo 23 es de forma.
141
Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
ARTÍCULO 2º.- Entiéndese por trastornos alimentarios, a los efectos de esta ley, el
sobrepeso, la obesidad y las demás enfermedades que la reglamentación determine,
relacionadas con inadecuadas formas de ingesta alimenticia.
142
Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
ARTÍCULO 10.- La autoridad de aplicación deberá tomar medidas a fin de que los
anuncios publicitarios, y que los diseñadores de moda, no utilicen la extrema delgadez
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
como símbolo de salud y/o belleza, y ofrezcan una imagen más plural de los jóvenes, en
particular de las mujeres.
ARTÍCULO 16.- La cobertura que deberán brindar todas las obras sociales y asociaciones
de obras sociales del Sistema Nacional incluidas en la Ley Nº 23.660, recipiendarias del
fondo de redistribución de la Ley Nº 23.661, las demás obras sociales y organismos que
hagan sus veces creadas o regidas por leyes nacionales, y las empresas o entidades que
presten servicios de medicina prepaga, conforme a lo establecido en la Ley Nº 24.754,
incluirá los tratamientos médicos necesarios, incluyendo los nutricionales, psicológicos,
clínicos, quirúrgicos, farmacológicos y todas las prácticas médicas necesarias para una
atención multidisciplinaria e integral de las enfermedades.
Las mayores erogaciones que genere la atención integral, que se establece en el presente
artículo para los agentes del seguro deberán ser compensadas por la Administración de
Programas Especiales (APE).
ARTÍCULO 17.- Los proveedores de bienes o servicios con destino al público en general,
no podrán negarse, ante el requerimiento de una persona obesa, a proporcionar el bien o
servicio solicitado, en las condiciones que al respecto establezca el Poder Ejecutivo.
Tal negativa será considerada acto discriminatorio en los términos de la Ley Nº
23.592.
ARTÍCULO 18.- El Poder Ejecutivo, dispondrá las medidas necesarias a fin de que los
establecimientos educacionales y sanitarios de su jurisdicción, cuenten con las
comodidades y el equipamiento adecuado para el uso y asistencia de las personas que
padecen obesidad. Asimismo gestionará ante los gobiernos provinciales y el de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires, la adopción de normas de similar naturaleza.
144
Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
ARTÍCULO 19.- Todas las instituciones de atención médica, públicas y privadas, deberán
llevar un registro estadístico de pacientes con trastornos alimentarios y de las enfermedades
crónicas relacionadas. A tal efecto la autoridad de aplicación confeccionará los formularios
de recolección y registro.
La autoridad de aplicación elaborará periódicamente un mapa sanitario
epidemiológico y un informe sobre las acciones llevadas a cabo a nivel nacional y en
conjunto con las autoridades provinciales. También se informará de los adelantos e
investigaciones que sobre las enfermedades se estuvieren llevando a cabo a nivel oficial o
con becas oficiales.
ARTÍCULO 20.- El Poder Ejecutivo dispondrá las medidas necesarias a fin de que los
envases en que se comercialicen productos comestibles destinados al consumo humano que
tengan entre sus insumos grasas ‘trans’ lleven en letra y lugar suficientemente visibles la
leyenda: ‘El consumo de grasa ‘trans’ es perjudicial para la salud’.
Eduardo A. Fellner
Enrique Hidalgo
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
Vuelta a la Cámara de
Senadores
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
SUMARIO
COMISION DE SALUD Y DEPORTE Y DE TRABAJO Y PREVISIÓN SOCIAL
DICTAMEN DE COMISION
Honorable Senado:
Vuestras Comisiones de Salud y Deporte y de Trabajo y Previsión Social han considerado
las modificaciones introducidas por la Honorable Cámara de Diputados al proyecto de ley
que le fuera girado en revisión sobre trastornos alimentarios (Exptes. S.13/06; S.616/06;
S.1278/06; S.2349/06; S. 3439/06; S.4236/06; S.4370/06; S.341/07; S.608/07 y S.2049/07;
S.163/06; y S.1779/07); y, por las razones que dará el miembro informante, os aconsejan:
1. Aceptar las modificaciones introducidas por la Cámara revisora al artículo 11 del
proyecto en consideración.
2. Rechazar el resto de las modificaciones, insistiendo en la sanción originaria de este
Senado.
Incorpórase como Anexo I el texto resultante del presente dictamen.
De conformidad con lo dispuesto por el artículo 110 del Reglamento de la Cámara de
Senadores, el presente dictamen pasa directamente al orden del día.
ANEXO I
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
PROYECTO DE LEY
ARTICULO 2º.- Entiéndase por trastornos alimentarios, a los efectos de esta ley, a la
obesidad, a la bulimia y a la anorexia nerviosa, y a las demás enfermedades que la
reglamentación determine, relacionadas con inadecuadas formas de ingesta alimenticia.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
ARTICULO 10.- La autoridad de aplicación deberá tomar medidas a fin de que los
anuncios publicitarios, y que los diseñadores de moda, no utilicen la extrema delgadez
como símbolo de salud y/o belleza, y ofrezcan una imagen más plural de los jóvenes, en
particular de las mujeres.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
ARTICULO 16.- La cobertura que deberán brindar todas las obras sociales y asociaciones
de obras sociales del Sistema Nacional incluidas en la Ley 23.660, recipiendarias del fondo
de redistribución de la ley 23.661, las demás obras sociales y organismos que hagan sus
veces creadas o regidas por leyes nacionales, y las empresas o entidades que presten
servicios de medicina prepaga, conforme a lo establecido en la ley 24.754, incluirá los
tratamientos médicos necesarios, incluyendo los nutricionales, psicológicos, clínicos,
quirúrgicos, farmacológicos y todas las prácticas médicas necesarias para una atención
multidisciplinaria e integral de las enfermedades.
ARTICULO 17.- Los proveedores de bienes o servicios con destino al público en general,
no podrán negarse, ante el requerimiento de una persona obesa, a proporcionar el bien o
servicio solicitado, en las condiciones que al respecto establezca el Poder Ejecutivo.
Tal negativa será considerada acto discriminatorio en los términos de la ley 23.592.
ARTICULO 18.- El Poder Ejecutivo, dispondrá las medidas necesarias a fin de que los
establecimientos educacionales y sanitarios de su jurisdicción, cuenten con las
comodidades y el equipamiento adecuado para el uso y asistencia de las personas que
padecen obesidad. Asimismo gestionará ante los gobiernos provinciales y el de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires, la adopción de normas de similar naturaleza.
ARTICULO 19.- Todas las instituciones de atención médica, públicas y privadas, deberán
llevar un registro estadístico de pacientes con trastornos alimentarios y de las enfermedades
crónicas relacionadas. A tal efecto la autoridad de aplicación confeccionará los formularios
de recolección y registro.
La autoridad de aplicación elaborará periódicamente un mapa sanitario epidemiológico y
un informe sobre las acciones llevadas a cabo a nivel nacional y en conjunto con las
autoridades provinciales.
También se informará de los adelantos e investigaciones que sobre las enfermedades se
estuvieren llevando a cabo a nivel oficial o con becas oficiales.
ARTICULO 20.- El Poder Ejecutivo dispondrá las medidas necesarias a fin de que los
envases en que se comercialicen productos comestibles destinados al consumo humano que
tengan entre sus insumos grasas “trans” lleven en letra y lugar suficientemente visibles la
leyenda: “El consumo de grasa ‘trans’ es perjudicial para la salud”.
150
Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
ANTECEDENTES
ARTÍCULO 2º.- Entiéndese por trastornos alimentarios, a los efectos de esta ley, el
sobrepeso, la obesidad y las demás enfermedades que la reglamentación determine,
relacionadas con inadecuadas formas de ingesta alimenticia.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
ARTÍCULO 10.- La autoridad de aplicación deberá tomar medidas a fin de que los
anuncios publicitarios, y que los diseñadores de moda, no utilicen la extrema delgadez
como símbolo de salud y/o belleza, y ofrezcan una imagen más plural de los jóvenes, en
particular de las mujeres.
ARTÍCULO 16.- La cobertura que deberán brindar todas las obras sociales y asociaciones
de obras sociales del Sistema Nacional incluidas en la Ley Nº 23.660, recipiendarias del
fondo de redistribución de la Ley Nº 23.661, las demás obras sociales y organismos que
hagan sus veces creadas o regidas por leyes nacionales, y las empresas o entidades que
presten servicios de medicina prepaga, conforme a lo establecido en la Ley Nº 24.754,
incluirá los tratamientos médicos necesarios, incluyendo los nutricionales, psicológicos,
clínicos, quirúrgicos, farmacológicos y todas las prácticas médicas necesarias para una
atención multidisciplinaria e integral de las enfermedades.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
Las mayores erogaciones que genere la atención integral, que se establece en el presente
artículo para los agentes del seguro deberán ser compensadas por la Administración de
Programas Especiales (APE).
ARTÍCULO 17.- Los proveedores de bienes o servicios con destino al público en general,
no podrán negarse, ante el requerimiento de una persona obesa, a proporcionar el bien o
servicio solicitado, en las condiciones que al respecto establezca el Poder Ejecutivo.
Tal negativa será considerada acto discriminatorio en los términos de la Ley Nº
23.592.
ARTÍCULO 18.- El Poder Ejecutivo, dispondrá las medidas necesarias a fin de que los
establecimientos educacionales y sanitarios de su jurisdicción, cuenten con las
comodidades y el equipamiento adecuado para el uso y asistencia de las personas que
padecen obesidad. Asimismo gestionará ante los gobiernos provinciales y el de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires, la adopción de normas de similar naturaleza.
ARTÍCULO 19.- Todas las instituciones de atención médica, públicas y privadas, deberán
llevar un registro estadístico de pacientes con trastornos alimentarios y de las enfermedades
crónicas relacionadas. A tal efecto la autoridad de aplicación confeccionará los formularios
de recolección y registro.
La autoridad de aplicación elaborará periódicamente un mapa sanitario
epidemiológico y un informe sobre las acciones llevadas a cabo a nivel nacional y en
conjunto con las autoridades provinciales. También se informará de los adelantos e
investigaciones que sobre las enfermedades se estuvieren llevando a cabo a nivel oficial o
con becas oficiales.
ARTÍCULO 20.- El Poder Ejecutivo dispondrá las medidas necesarias a fin de que los
envases en que se comercialicen productos comestibles destinados al consumo humano que
tengan entre sus insumos grasas ‘trans’ lleven en letra y lugar suficientemente visibles la
leyenda: ‘El consumo de grasa ‘trans’ es perjudicial para la salud’.
Eduardo A. Fellner
Enrique Hidalgo
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
13 de agosto de 2008
— Se practica la votación.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
Discriminamos mucho a todas las personas que tienen algún tipo de problema vinculado
con trastornos psicológicos como pueden ser la anorexia y la bulimia.
Puedo decir respecto de estos trastornos que la Argentina, detrás de Japón, tiene el
segundo índice de bulimia y anorexia a nivel mundial. Una de cada diez adolescentes
argentinas tiene este problema. Y esto se encuentra ligado a una multiplicidad de factores:
la moda, la estética, el ser lindo, el ser feo. Sucede que esta cultura nos ofrece modelos y
patrones inexistentes. Los presentes somos personas normales y comunes. Pero ese modelo
—valga la redundancia; aunque, en este caso, el término es empleado con otra acepción—
está incorporado muy fuertemente en nuestra juventud.
En consecuencia, también desde la educación, debemos tener una respuesta fuerte
para comenzar a resolver este tipo de situaciones. Por ello, la ley compromete al Ministerio
de Educación y a las provincias para que, a partir del COFESA, se implementen las
políticas jurisdiccionales que tengan que ver con este tema. Dios quiera que la ley nos
comprometa a todos para que no se transforme en letra muerta, sino en una herramienta —
es lo que intentamos hacer— que sirva y sea útil a todos los argentinos y argentinas que
padecen de este tipo de problemas, muchos de los cuales se pueden resolver si se los aborda
desde el inicio y sobre la base de la prevención y de la profilaxis, independientemente de
que obedezcan a trastornos metabólicos o a otro tipo de causas.
Así vamos a impedir que estas personas, estos compatriotas, sigan viviendo algunas
situaciones que son terribles. Yo he tenido alguna experiencia próxima con personas que
padecían problemas de obesidad y de anorexia y creánme que, una vez que se llega a
situaciones adictivas, que se suman a las que de base confluyen para generar una
enfermedad, el problema es muy difícil de resolver.
Entonces, como senadores y representantes provinciales, debemos llevar a nuestras
provincias la decisión política de acompañar a los Ministerios de Salud y de Educación para
que, entre todos, hagamos la docencia y brindemos la salud que hace falta y, también,
peleemos contra la oferta cultural que está destruyendo de muchas maneras a nuestra
juventud. En realidad, esto es lo que quería decir desde lo más profundo de mí; el resto de
mi alocución tendrá que ver con la letra del proyecto de ley.
Quiero remarcar que en la Cámara de Diputados se introdujeron cuatro
modificaciones.
Al respecto, nosotros vamos a insistir en que se respete el texto del artículo 2/ que
fue sancionado por este Senado. En ese sentido, a los senadores que asumieron sus cargos
en diciembre de 2007, les digo que este tema lo venimos tratando, y muy bien, desde hace
más de dos años. Fue una cuestión ampliamente discutida y acerca de la cual se hicieron
muchas investigaciones y consultas.
Por lo tanto, esto no es algo que surgió de un día para el otro. No es casual que se
hable de trastornos alimentarios y que dentro de ellos se haya incluido a la obesidad, a la
anorexia, a la bulimia y a otras afecciones que la autoridad de aplicación considere
pertinentes. Porque todos son trastornos alimentarios, y no podemos, desde las legislaturas,
hacer una ley para cada patología. Lo que debemos hacer —y acerca de esto existe acuerdo
en la Comisión de Salud del Senado— son leyes abarcadoras de los problemas que nuclean
determinados temas. Ese fue el principal concepto y el eje que seguimos en la Comisión,
porque pensamos que abordando las tres patologías, estaremos dando solución a mucha
más gente que si abordáramos cada una de ellas por separado. Entonces, nosotros
rechazamos la modificación del artículo 2° de la sanción de la Cámara de Diputados.
156
Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
También, insistimos con el artículo 9°. Somos conscientes de que en las escuelas y
en los quioscos se vende lo que en la jerga común se denomina “comida chatarra". Para
acompañar al sistema educativo respecto de lo que sucede en la mismas escuelas, hemos
incluido en la redacción los términos "demás medios de expendio de alimentos", porque, de
lo contrario, dejamos afuera a las maquinitas expendedoras de este tipo de alimentos sobre
cuyo consumo intentamos disuadir a nuestros jóvenes. Por lo tanto, rechazamos el artículo
9° del proyecto de ley en revisión e insistimos con nuestra redacción originaria.
Sí aceptamos la modificación introducida en el artículo 11. No sé si se encuentra
presente algún representante de una provincia azucarera o si estaba el día en que tratamos el
proyecto, pero, en esa oportunidad, no tuvimos en cuenta que mencionamos a las grasas y
azucares como malos, que es la connotación o la lectura que surge de la norma. Realmente,
tienen razón los diputados en excluir de ese artículo lo relativo a grasas y azúcares, porque
no queremos demonizar de ninguna manera el azúcar ni perjudicar a los cerca de 150.000
trabajadores de esa industria.
Respecto del artículo 16, relativo a la cobertura del sistema de obras sociales y
seguro de salud, insistimos con nuestra propuesta inicial. En la Cámara de Diputados, se
incluyó en el artículo 16 —hablando de la cobertura que deberán brindar las obras sociales,
las asociaciones de obras sociales, etcétera— que las mayores erogaciones que genere la
atención integral que se establece en ese artículo para los agentes de seguro deberán ser
compensadas por la administración de programas especiales. Consideramos que es una
redacción vaga, porque no queda claro qué se cubriría con esas erogaciones. Como lo más
caro en estos tratamientos tiene una incidencia muy baja en los costos —que tampoco son
exorbitantes, porque no son los de un trasplante, ni mucho menos—, insistimos en la
redacción del artículo 16 aprobada por el Senado.
Por último, señalo que fue una satisfacción trabajar en la Comisión de Salud —en la
que contamos con el acompañamiento de los asesores, que estudiaron el tema— y haber
logrado entre todos un dictamen unánime, al igual que en la Comisión de Industria y
Comercio.
Sr. Presidente. — Tiene la palabra el señor senador Martínez, por Santa Cruz.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
En esa oportunidad, celebré que una Cámara actuara como revisora de la otra y que
hubiese corregido ese artículo que, de alguna manera, incidía sobre esta actividad tan
importante para mi provincia. Ahora bien, curiosa como soy, quería leer exactamente la
versión taquigráfica de lo que se había discutido en ese momento en la Cámara de
Diputados, para saber cómo es que se nos había escapado este término, sobre todo, a los
señores senadores de aquellas provincias en las que esa actividad es muy importante.
Ahí me llevé la sorpresa de escuchar todo tipo de opiniones, siendo —a mi
entender— algunas más valiosas que otras. Por supuesto que hablo en nombre propio, pero
me llamaron poderosamente la atención las expresiones de uno de los diputados por
Tucumán; y en este sentido, solicito autorización a la Presidencia para leer exactamente
cómo se pronunció ese día.
El diputado pidió el uso de la palabra en tres oportunidades. En la primera, pidió la
modificación del artículo 11 y solicitó que se eliminara la palabra “azúcar”. En la segunda
intervención, se refirió al azúcar y a su valor como alimento. Finalmente, en la tercera
oportunidad, se refirió a los senadores por Tucumán, Salta y Jujuy de la manera que paso a
leer.
El diputado pidió una interrupción, se la concedieron y expresó lo siguiente: “Señor
presidente: es bueno informar que en el caso de este proyecto nosotros estamos actuando
como Cámara Revisora. Y también es bueno decir que lamento profundamente que haya
senadores de mi provincia, de Salta y de Jujuy —algunos con proyección nacional, algunos
que se pasean por las provincias dándonos lecciones de política y hablando de las
economías regionales—, que han apoyado el proyecto tal como viene del Senado, porque
realmente es una pésima publicidad para la industria más importante que tiene el Norte del
país, que es la industria azucarera”.
A raíz de ello, he pedido el uso de la palabra para rechazar enfáticamente los
términos con que este diputado se refirió a los senadores por Salta, Jujuy y Tucumán, pues
creo que se ha lesionado nuestro nombre y nuestra buena fe en la representación de esas
provincias. Sólo alguien de mente retorcida puede pensar que los representantes de las
provincias azucareras, a las que tantas veces hemos defendido aquí —y en mi caso, cuando
era diputada de la Nación—, ex profeso, íbamos a intentar perjudicar a un sector como el
azucarero, que es vital para el desarrollo de nuestra región.
Y tampoco voy a pasar por alto las palabras de este diputado —a quien no voy a
nombrar—, porque justamente él no puede arrogarse el papel de defensor de la provincia de
Tucumán, ya que en ocasión de discutirse la Resolución 125 en la Cámara de Diputados,
desconociendo el mandato expreso que le había dado el sector agropecuario tucumano, votó
en contra de los intereses de sus mandantes.
En consecuencia, considero que quien está en falta con la provincia es justamente
este diputado y no los senadores que representamos a la provincia de Tucumán en este
recinto.
Sr. Presidente.— Para una interrupción tiene la palabra la señora senadora Giri.
Sra. Giri.— Señor presidente: quiero decirle a la señora senadora Pinchetti que hay mucho
para decir sobre las expresiones vertidas en la Cámara de Diputados. Y ya que la senadora
lo menciona, quisiera comentarle que, entre otras cosas, también se dijo que uno de
160
Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
nuestros artículos estaba escrito así por falta de experiencia parlamentaria. En ese sentido,
como entre lo que resta de este año y el próximo habrá campañas políticas, me parece que
muchos de los que ocupan sus bancas creen que cuando hablan los está escuchando el país
y el mundo.
Sin embargo, quisiera hacer una breve aclaración a la senadora. La Legislatura de la
provincia que represento también me solicitó que no apoyara las retenciones.
Evidentemente, cada Legislatura procede de modo distinto. Y si bien no quisiera mezclar
una cosa con la otra, debo decir que en mi provincia, desde que los senadores somos
elegidos por el voto, la Legislatura ya no nos da más mandato.
Necesitaba aclarar este punto; pero coincido en un todo con lo manifestado por la
senadora Pinchetti de Sierra Morales.
Sr. Jenefes.— Señor presidente: simplemente, deseo destacar la importancia que tiene el
funcionamiento de ambas Cámaras. Cuando una aprueba un proyecto, la otra lo revisa y
advierte los errores —porque los legisladores somos seres humanos y, muchas veces, nos
equivocamos—, porque puede suceder que, como en el caso de este artículo 11, se nos pase
por alto algún detalle.
En consecuencia, bienvenida la reforma realizada por la Cámara de Diputados y
bienvenido también que el Senado apoye esta modificación al proyecto de ley.
Sr. Lores. — Señor presidente: luego de las amplias exposiciones de los señores senadores
preopinantes, quisiera expresar mi profunda satisfacción por el tratamiento de este proyecto
de ley, que, seguramente, contará con el apoyo unánime de esta Cámara para aprobar el
texto con las modificaciones que se introdujeron.
Digo esto porque hay una gran cantidad de familias y de personas en la República
Argentina que actualmente no pueden acceder a ningún tratamiento para enfermedades
como las descriptas en el proyecto, porque son crónicas, de alto costo y requieren de un
abordaje multidisciplinario y muy complejo, ya que sobre una personalidad obviamente
vulnerable intervienen factores de tipo cultural, familiar, social, genético —algunos actúan
como factores predisponentes y otros, como determinantes—, todos los cuales terminan
produciendo este tipo de alteraciones nutricionales o alimentarias por todos conocidas.
Estoy muy feliz de que se ratifique el texto original del artículo 2°, o sea, el del
proyecto que tuvo sanción en la Cámara de Senadores, porque me parece que hubiese sido
un despropósito excluir a la anorexia nerviosa y a la bulimia de este tipo de patologías
descriptas en esta norma.
Ahora bien, este proyecto constituye un gran paso adelante, pero debemos tener en
cuenta que no todos los ciudadanos argentinos van a tener la posibilidad de acceder a sus
beneficios, ya que a través de esta norma estaremos avanzando, fundamentalmente, con
respecto a aquellas personas y familias que tienen cobertura de la seguridad social, de las
obras sociales y de la medicina prepaga.
Sin embargo, debemos tener en cuenta que la gran fragmentación que tiene el
sistema de salud de la República Argentina y la gran diferenciación que existe hacia el
interior, incluso de cada uno de los subsectores —me refiero al público, al privado y al de
161
Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
la seguridad social—, determinan que el acceso a los tratamientos y cuidados que deben
tener estos pacientes sea muy desigual. Creo que todo esto nos debe llevar a pensar que, en
algún momento, tendremos que abordar seriamente la reformulación del sistema de salud
de la República Argentina, para contar con uno más equitativo, que genere un acceso
mucho más igualitario de los ciudadanos a los servicios de salud.
En tal sentido, obsérvese que hoy, dentro del sector de las obras sociales, existen
algunas que brindan excelentes servicios y muy buena cobertura y otras que, por distintas
razones, no lo hacen así. Lo mismo ocurre con el subsector público. Si uno compara los
servicios de una provincia con los de otra, probablemente, encontrará diferencias de
accesibilidad y de posibilidades diagnósticas y de tratamiento muy diferentes. Del mismo
modo, esto ocurre en el campo de la medicina prepaga, donde el nivel de cobertura está
relacionado con la capacidad de pago de aquellos que contratan sus servicios. Es decir, aquí
se produce una desigualdad de tipo económico, en función de la cual quienes más tienen
pueden contratar una medicina prepaga más cara, que les brinda mejores servicios y mayor
cobertura.
Por ello, estoy contento y feliz de que hoy aprobemos definitivamente este proyecto
de ley, dado que posibilitará un acceso mejor y más amplio para muchos ciudadanos. De
todos modos —insisto—, con respecto a estas patologías y a muchas otras, en el futuro
debemos pensar en un sistema más justo y más equitativo, con mejores niveles de
coordinación e integración.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
Sr. Presidente. — Faltan hablar los senadores Rossi y Basualdo, antes de que se cierre la
lista de oradores.
Tiene la palabra el senador Rossi.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
Creo que es un día importante el que estamos viviendo los argentinos, ya que se está
abordando un tema social y de salud muy grave.
La Organización Mundial de la Salud —que desde hace muchos años la definió
como una enfermedad—, sostenía que la obesidad es uno de los diez principales factores de
riesgo para la salud. Y que aumenta la posibilidad de padecer enfermedades como la
diabetes y la hipertensión, problemas cardiovasculares y respiratorios, diversos tipos de
cáncer y, además, litiasis redicular, gota, várices, hernias, hemorroides, artrosis y
alteraciones endócrinas, entre otras.
Al respecto, se presentaron proyectos vinculados con la obesidad y, también, con la
bulimia y la anorexia. Pero creo que fue un acierto de la Comisión de Salud y Deporte
abordar integralmente los trastornos alimentarios, e incorporarlos en un único proyecto de
ley. Y hago esta aclaración porque pienso que estamos a minutos de que la República
Argentina tenga una ley que aborde esos problemas, pues la iniciativa viene en revisión de
la Cámara de Diputados, y todo indica que el Senado cuenta con la mayoría suficiente para
dar sanción definitiva al proyecto, y que seguramente después el Poder Ejecutivo lo
ratificará con su promulgación.
Pero además de la obesidad, en términos internacionales la anorexia significa un
trastorno psicológico caracterizado por el rechazo a la comida por temor intenso a engordar.
Sus síntomas son: distorsión del esquema corporal —el paciente se ve gordo a pesar
de su poco peso—, caída de cabello e ingesta desmesurada de laxantes y diuréticos, lo que
lleva al paciente a padecer cuadros de hipertensión e hipotermia, cambios abrumadores de
carácter, irritabilidad, depresiones profundas, conductas abusivas, etcétera.
Y a la bulimia se la define también como un trastorno alimentario, pero con una
sintomatología distinta: el paciente presenta episodios de voracidad recurrente, y luego se
provoca el vómito. Además, la ingesta abusiva de diuréticos y laxantes, generalmente
desencadena paros cardíacos por la pérdida de potasio.
Ambas patologías, de fenómenos multicausales relativamente actuales, pueden
derivar en la muerte de quien las padece.
Estos son datos internacionales, y obviamente la Argentina —como parte del
mundo— no tiene bien hechos los deberes. Las estadísticas demuestran que nuestro país
—lamentablemente, después de Japón—, tiene la mayor incidencia de anorexia y de
bulimia en el planeta. Se trata de enfermedades que afectan a 7 millones de mujeres de
entre 13 y 30 años, y a un millón de hombres en el mundo, según cifras proporcionadas por
ALUBA.
Este proyecto tiene dos grandes vertientes, pues se trata de una norma que aborda
integralmente tanto la prevención como el tratamiento.
Respecto de la prevención, tal como expresaron los senadores preopinantes, existe
un compromiso no solo del Ministerio de Salud, sino también de otros organismos del
Estado —como los ministerios de Educación y de Acción Social— y de los medios de
comunicación, sobre todo en lo atinente a las campañas de prevención, a efectos de que
desde la prevención pueda darse la primera respuesta que sería, obviamente, la más
adecuada para que esta enfermedad no se presente en el cuerpo de los argentinos.
Pero también se da una respuesta integral desde el tratamiento; y sabemos que eso
sería el equivalente a recursos. Todo eso son recursos; y las campañas de prevención son
recursos. En consecuencia, cuando las implemente el Estado —por encima de todo el
asesoramiento técnico— tendrá que pensar que además de todo el compromiso, viene el
tema de los recursos.
165
Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
Pero si hablamos de una enfermedad, es obvio que las obras sociales tienen que
cubrirla y el tratamiento debe ser integral.
Por esta razón, quiero reproducir la última parte del artículo 16 que, precisamente,
hace hincapié en los derechos que le asistirán a un paciente una vez que el presente
proyecto sea una ley de la Nación.
Dice: "La cobertura que deberán brindar todas las obras sociales y asociaciones de
obras sociales del Sistema Nacional... incluirá los tratamientos médicos necesarios,
incluyendo los nutricionales, psicológicos, clínicos, quirúrgicos, farmacológicos y todas las
prácticas médicas necesarias para una atención multidisciplinaria e integral de las
enfermedades."
Está claro. Si se quiere curar a una persona enferma, hay que darle un tratamiento
integral.
Debe ser integral en lo preventivo e integral en el tratamiento.
Lo dicen las encuestas y las estadísticas a nivel nacional e internacional.
La problemática de la obesidad, la bulimia y la anorexia ha perforado todos los
sectores sociales y todos los sectores etarios.
La problemática en los niños, la juventud y los adultos tiene sus propias
complicaciones y características, pero todas son igualmente graves.
Uno se imagina a un niño en los primeros años de su vida con tanta comida chatarra,
tan poca actividad y tan imbuido de ciertas costumbres que lo llevan a cambiar lentamente
su cuerpito por uno obeso que se le transforma en una carga para toda la vida.
En los jóvenes pasa lo mismo. Se habló de la discriminación y ella,
lamentablemente, es parte de nuestra sociedad. La burla y la falta de autoestima, el no
sentirse valorado, el desprecio y la dificultad para conseguir una fuente de trabajo son
dificultades y cada edad tiene sus riesgos.
Quizás en lo que hace a la bulimia, la anorexia y la obesidad en nuestros jóvenes
nos encontremos en las vidrieras...
Sr. Presidente. — Para una interrupción, tiene la palabra el señor senador Mayans.
Sr. Mayans. — Señor presidente: el debate ya fue dado y me parece que no es momento
para opinar nuevamente.
Entiendo que ahora debiéramos discutir sobre los dos artículos modificados por la
Cámara de Diputados y si el Senado va a aceptar dichas modificaciones o no. De lo
contrario, no nos va a alcanzar el tiempo.
Le solicitaría al señor senador Rossi que no sea tan amplio, ya que la norma fue
discutida aquí y en la Cámara de Diputados.
Sr. Presidente. — Senador Rossi: la senadora Negre de Alonso también le solicita una
interrupción. ¿Se la concede?
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
Sr. Presidente. — Para una interrupción, tiene la palabra la señora senadora Negre de
Alonso.
Sra. Negre de Alonso. — Señor presidente: parlamento viene de parlare, debatir, expresar
ideas.
Si bien la discusión ya fue dada, pienso que corresponde ser respetuoso de los
colegas senadores y senadoras que quieren abordar nuevamente la problemática ya que han
existido manifestaciones y aclaraciones en la Cámara de Diputados.
En consecuencia, lo que corresponde reglamentariamente es no frustrar la discusión
del tema.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
Por ende, también han cambiado nuestros cuerpos porque naturalmente una cosa
lleva a la otra.
Y esta problemática se manifiesta claramente en los sectores de la niñez, de la
juventud y de la adultez, lo que se refleja en las estadísticas a las que hice alusión recién.
Repito: me parece que este es un día muy importante. Ante esta realidad, hoy viene
una ley a dar una respuesta y a reflejar la problemática que tenemos en la Argentina. Ojalá
que la prevención pueda contener la enorme mayoría de estos problemas, pero si así no lo
fuera sepamos que también existe una ley que da cobertura a la gente que tiene que
enfrentar un tratamiento, el que ha de ser integral —como se dice en el texto de esta norma.
Sr. Martínez (Alfredo). — Simplemente, quiero señalar que no tuvimos en cuenta que en
el artículo 6/ figura que el Ministerio de Salud coordinará con el Ministerio de Educación,
Ciencia y Tecnología, lo que hoy no es correcto porque actualmente son dos ministerios
distintos.
Quería hacer este comentario para que se haga la corrección correspondiente.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
Sr. Presidente. — En mi texto dice que el Ministerio de Salud coordinará con el Ministerio
de Educación. ¿Usted tiene otro texto?
Sr. Presidente. — Me parece que lo lógico sería que se dijera que el Ministerio de Salud
coordinará con el Ministerio de Educación y con el Ministerio de Desarrollo Social.
— Asentimiento.
Sr. Presidente. — Senadora Giri: si no tiene nada que agregar, pasamos a la votación en
general y en particular, porque hay consenso.
Sr. Secretario (Estrada). — Sería conveniente que la presidenta de la Comisión diga con
precisión cuál es el artículo que se rechaza.
— Se practica la votación.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
ARTICULO 2º.- Entiéndase por trastornos alimentarios, a los efectos de esta ley, a la
obesidad, a la bulimia y a la anorexia nerviosa, y a las demás enfermedades que la
reglamentación determine, relacionadas con inadecuadas formas de ingesta alimenticia.
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ARTICULO 10.- La autoridad de aplicación deberá tomar medidas a fin de que los
anuncios publicitarios, y que los diseñadores de moda, no utilicen la extrema delgadez
como símbolo de salud y/o belleza, y ofrezcan una imagen más plural de los jóvenes, en
particular de las mujeres.
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Antecedentes Parlamentarios – Ley 26.396
ARTICULO 16.- La cobertura que deberán brindar todas las obras sociales y asociaciones
de obras sociales del Sistema Nacional incluidas en la Ley Nº 23.660, recipiendarias del
fondo de redistribución de la Ley Nº 23.661, las demás obras sociales y organismos que
hagan sus veces creadas o regidas por leyes nacionales, y las empresas o entidades que
presten servicios de medicina prepaga, conforme a lo establecido en la Ley Nº 24.754,
incluirá los tratamientos médicos necesarios, incluyendo los nutricionales, psicológicos,
clínicos, quirúrgicos, farmacológicos y todas las prácticas médicas necesarias para una
atención multidisciplinaria e integral de las enfermedades.
ARTICULO 17.- Los proveedores de bienes o servicios con destino al público en general,
no podrán negarse, ante el requerimiento de una persona obesa, a proporcionar el bien o
servicio solicitado, en las condiciones que al respecto establezca el Poder Ejecutivo.
Tal negativa será considerada acto discriminatorio en los términos de la Ley Nº 23.592.
ARTICULO 18.- El Poder Ejecutivo, dispondrá las medidas necesarias a fin de que los
establecimientos educacionales y sanitarios de su jurisdicción, cuenten con las
comodidades y el equipamiento adecuado para el uso y asistencia de las personas que
padecen obesidad. Asimismo gestionará ante los gobiernos provinciales y el de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires, la adopción de normas de similar naturaleza.
ARTICULO 19.- Todas las instituciones de atención médica, públicas y privadas, deberán
llevar un registro estadístico de pacientes con trastornos alimentarios y de las enfermedades
crónicas relacionadas. A tal efecto la autoridad de aplicación confeccionará los formularios
de recolección y registro.
La autoridad de aplicación elaborará periódicamente un mapa sanitario epidemiológico y
un informe sobre las acciones llevadas a cabo a nivel nacional y en conjunto con las
autoridades provinciales. También se informará de los adelantos e investigaciones que
sobre las enfermedades se estuvieren llevando a cabo a nivel oficial o con becas oficiales.
ARTICULO 20.- El Poder Ejecutivo dispondrá las medidas necesarias a fin de que los
envases en que se comercialicen productos comestibles destinados al consumo humano que
tengan entre sus insumos grasas ‘trans’ lleven en letra y lugar suficientemente visibles la
leyenda: ‘El consumo de grasa ‘trans’ es perjudicial para la salud’.
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Dichas sanciones se aplicarán sin perjuicio de la responsabilidad civil o penal que pudiere
corresponder.
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Veto parcial y
Publicación en el
Boletín Oficial
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TRASTORNOS ALIMENTARIOS
Decreto 1395/2008
CONSIDERANDO:
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Que, en tal sentido, debe tenerse en cuenta que el Capítulo V del CAA
incorporó, a través de la Resolución Conjunta ex SPRyRS 149/05 y
SAGPyA 683/05, el Reglamento Técnico MERCOSUR para Rotulación de
Alimentos Envasados —Resolución GMC 26/03— y el Reglamento
Técnico MERCOSUR sobre Rotulado Nutricional de Alimentos Envasados
—Resolución GMC 46/03—.
Que, por otra parte, las normas de rotulación aplicables a los alimentos,
mediante las cuales se actualizó el Código Alimentario Argentino, son
normas MERCOSUR incorporadas por los Estados Partes a sus
ordenamientos jurídicos (Resoluciones GMC Nros. 26/03, 46/03 y
47/03), por lo que no es posible modificar las reglamentaciones sin el
acuerdo de dichos Estados Partes.
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Que, por otra parte, expresa que "...el acto que emita el Ejecutivo como
consecuencia de esta delegación legislativa, desde que integra la
respectiva ley, participa de los caracteres de ésta; en consecuencia,
dicho acto podría ser enjuiciado por los mismos medios por los que
podría serlo la ley que integra (verbigracia, podría ser tachado de
inconstitucional, si existiere tal vicio). Si la ley que efectúa la delegación
se refiere a una facultad indelegable —por ejemplo, creación de
impuestos o configurando delitos, etc.—, y el Ejecutivo emitiere un acto
creando impuestos o configurando delitos, tanto la ley que contenga esa
delegación, como el acto del Ejecutivo que le dio curso, pueden ser
objetados de inconstitucionales". (Tratado de Derecho Administrativo,
Tomo I, pág. 274).
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Por ello,
DECRETA:
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