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Integrantes:
Jorge Morales
Raymond Valenzuela B.
Ignacio Córdova
Felipe Sanzana.
Este trabajo tiene como objetivo el realizar un seguimiento y análisis del salto de lo
privado a lo público de las mujeres en su entorno urbano (empoderamiento) y a las
disyuntivas de la problemática del género en base a las incursiones que estás han realizado.
Nuestro análisis se centrará en el desenvolvimiento e inclusión de las mujeres en la
política, (además de la importancia de estas en las actividades y agrupaciones sociales),
para esto apreciaremos cómo pasó de los márgenes del hogar al plano representativo
ocupado por los hombres y sus estructuras patriarcales. Ya que en este ultimo punto es en
donde se evidencian las relaciones de poder existentes (incluso hasta hoy) entre la sociedad
imperante y nuestro movimiento social al cual estamos prestando toda nuestra atención
para el desarrollo y objeto de nuestra investigación.
En un primer momento nos enfocaremos en revelar como fue el largo trayecto de las
mujeres y la génesis de su espectro de inclusión. Ya que desde este punto podemos apreciar
claramente los problemas a los cuales se vieron enfrentadas, especialmente las relaciones
de poder predominadas por el paternalismo Machista de la sociedad (tanto dentro como
fuera de sus márgenes privados y posteriormente públicos). Las votaciones y la posterior
presencia de estas en la prensa, asimismo como su evolución (las cuales en un principio no
fueron de crítica al orden establecido) son fundamentales para comprender el momento y
las razones por las cuales se inicio el movimiento de las mujeres en el espectro de la
política como en la vía pública comunidad urbana.
En una primera etapa del informe nos enfocaremos en el análisis y explicación histórica
del movimiento de las mujeres, aludiendo a aspectos como, las votaciones en donde se
integra a las mujeres, la prensa escrita por ellas, los logros en materias legislativas, entre
otros. Para así evidenciar su evolución en su organización y sus demandas.
Ya teniendo una perspectiva del movimiento a seguir nos propondremos a exponer
nuestra tesis, la cual esta enfocada en las repercusiones sociales que empujaron a la
cohesión de las mujeres y su organización, iniciando una larga lucha marcada por la
desigualdad de género, asimismo como el problema que hasta hoy en día esta presente; su
posterior integración, estará marcada por la desigualdad.
Hasta aquí, tenemos claro el enfoque de la primera entrega del trabajo de investigación,
posteriormente, se profundizará en dichas problemáticas aludiendo a la formación de un
espacio propio de la mujer en la palestra de lo público, un espacio marcado por la
inequidad y desigualdad de género.
Anteriormente hemos planteado el enfoque de nuestro trabajo y los objetivos que nos
planteamos. Ahora proseguiremos con la contextualización y caracterización de nuestra
temática a investigar, posteriormente, dentro de este aspecto incluiremos nuestra tesis
correspondiente que nos marcará el camino a seguir para llevar a cabo en un segundo
momento nuestro Marco teórico.
Contextualización y caracterización.
1
Cabe señalar que en el afán de definir el espacio privado de la mujer, encontramos dos tipos de este; el
primero retratado por el hogar, -que era propio del perfil de la mujer de clase baja, generalmente la inmersa en
el ámbito rural-. El segundo está representado por el propio hogar, más ciertos tipos de relaciones, propias del
perfil de mujer de clase alta, que gozaba de momentos en donde compartían con sus pares.
2
Idea de M. Angélica Baeza, -expresada en su libro La Otra mitad de Chile-, que representa muy bien la
supeditación de la mujer al hombre, en tiempos donde la lucha por la causa femenina era impensada.
que la mujer logre configurar nuevos límites de su reducida especialidad, a través de su
lucha por los legítimos derechos y participación activa, que les fueron vetados por siglos.
Es la conquista del espacio público, lo que transformará a la mujer en lo que siempre debió
haber sido; un actor principal en la sociedad, es decir, un sujeto activo y no un objeto
pasivo supeditado al hombre.
Esta nueva especialidad conquistada, supone la apertura de nuevos campos que hasta el
momento eran escasa o nulamente explorados por las mujeres, entre estos encontramos la
política, la prensa, la educación –tanto en escuelas como en la apertura de carreras
universitarias que estaban vetadas para las mujeres-, organizaciones de todo tipo, etc.
Si nos remitimos al caso chileno, lograremos apreciar como la mujer logró gradualmente la
conquista plena del espacio público. Este accionar comienza a principios del siglo XX, las
mujeres logran ciertos espacios donde en conjunto con otras crean lazos, en donde expresan
sus opiniones, demandas, etc., de forma pública. Sin duda es el ámbito cultural el que
manifiesta las primeras organizaciones femeninas de carácter público, luego será la prensa,
-a través de la creación de periódicos y revista femeninas-, para luego seguir en la arena
política, donde surgirán Partidos feministas, de cierta trascendencia, por cuanto las mujeres
representan -tal y como lo dice el título del libro de M. Angélica Baeza-; La Otra Mitad de
Chile.
Por último, es el paso del espacio privado al espacio público, lo que supondrá la
metamorfosis de la mujer y su propio espacio, es con la lucha incesante de sus ideales que
logrará conquista un terreno que siempre le perteneció, pero que le fue vetado; el espacio
público, área en la cual sin duda la mujer está inmersa, pero que sin embargo le plantea el
gran desafió de lograr la igualdad plena de género, cosa que aún no se ha logrado
plenamente.
Contexto histórico.
Las dos primeras décadas del siglo XX, se caracterizan por ser una época en la que se
vivió el proceso de modernización en Chile, siendo un momento de cambios económicos,
políticos y sociales bastante acelerados, que trajeron como consecuencia la metamorfosis
del territorio, y la evolución e inclusión de la mujer.
En el espacio que nos situamos –intervenido como mencionamos por el proceso de
modernización a través del desarrollo de, por ejemplo, la urbanización, las comunicaciones
y la educación- según algunos autores; “las mujeres se hacen partícipes de estos cambios
como sujetos y objetos de modernización” (Amorós. C, 1990, p. 89). Por consiguiente -para
la autora- dicho proceso se vuelca sobre ellas trastornando múltiples aspectos que dicen
relación con los modos de vida y las actividades que la misma modernización les ofrece.
Así muchas de las medidas impartidas por el estado Chileno impactaron significativamente
sus vidas. Siendo los principales avances “en la educación y el trabajo, pues actuaron
como un puente de acceso a nuevos espacios dentro de la sociedad” (Ibíd., p. 95). A su vez,
estas mismas herramientas permitieron su potencialización como sujetos sociales.
En segundo lugar, el proceso de crecimiento y modernización nacional se hizo sentir en
el campo laboral para las mujeres. Para algunos “a partir de 1900 se alteraron los
patrones de empleo femenino, constatándose una mayor diversificación de las actividades
económicas, y un auge en reformas educacionales por parte del Estado” (Gálvez, T. y
Bravo, R, 1992, p. 123). De este modo, las nacientes industrias emplearon mano de obra
femenina para desarrollar actividades manufactureras; en el área de las comunicaciones y
transportes. Por consiguiente, se contrataron a mujeres de clase media para estos servicios
públicos.
En tercer lugar, dichos cambios económicos y sociales se complementaran con el
desarrollo de políticas educacionales por parte del Estado, incentivando la creación de
centros educacionales, permitiendo una mayor alfabetización en los sectores medios,
dándose inicio a un proceso trascendental para la mujer; como lo fue la evolución mental,
y la toma de conciencia por parte de éstas.
Por lo tanto el Estado chileno fortaleció la educación femenina en distintos niveles
según las clases sociales. Se aceptó a mujeres en algunas carreras universitarias, se abrieron
escuelas técnico-profesionales y se amplió la cobertura de la enseñanza básica y secundaria.
De esta forma, “las mujeres que accedieron a las diversas instituciones educativas,
encontraron elementos que les permitieron irrumpir en el mundo público, alterando el
esquema social” (Lavrin, A, 2005, p. 230). De esta manera, -según la autora- aparecieron
varios tipos de sujetos sociales femeninos, por ejemplo, algunas mujeres de elite que se
profesionalizaron, crearon espacios públicos de discusión intelectual donde cuestionaron las
diferencias culturales entre varones y mujeres. Junto a ellas encontramos a mujeres de clase
media, que se fortalecieron a través de la profesionalización y lucharon por derechos civiles
y políticos. Esto lo podemos constatar en la creación del Partido Cívico Femenino en 1922.
Por otra parte, encontramos a mujeres populares que adquirieron un oficio a través de la
educación técnico-profesional; la que les permitió visibilizarse públicamente en el sector de
trabajadores asalariados, donde abrieron espacios para sus demandas específicas. Por
consiguiente se comienza a visualizar un cambio en la mentalidad y en las antiguas
estructuras a las que estaban encadenadas las mujeres, creándose un importante espacio
publico de opinión, lo que se reflejara posteriormente en la creación de grupos feministas y
a ocupar un importante agente de difusión de información; la prensa.
Por lo tanto el inicio del siglo XX, el que vino acompañado de las transformaciones en
el territorio del país, en los ambos ya descritos, traerá la inclusión de la mujer en los
espacios y esferas públicas de la sociedad, transformando las estructuras de lo privado, para
convertirlas en un agente publico, que se vera netamente reflejado en la prensa, y en los
posteriores movimientos feministas que comenzaran a crear espacios de resistencia, los
cuales lucharan por la igualdad y la inmersión de la mujer en una sociedad tradicional y
machista.
En efecto, dicho periodo será un punto clave para las publicaciones, ya que se
diversificara tanto el origen social de quienes producen prensa como a sí mismo los
objetivos que ésta persigue. Por lo tanto la prensa constatara un espacio público que se
complejizara al ser intervenido por nuevos sujetos sociales, donde las mujeres dieron
cuenta de su especificidad en función de su sexo y género además de su postura religiosa, la
cual merma en un comienzo su propia intervención.
En este contexto, estudiar la prensa nos permite constatar el espacio que fueron creando
las mujeres en el mundo público, puesto que los periódicos, objetos destinados a circular en
distintos circuitos de opinión, nos aportan nuevas perspectivas respecto de este mismo
proceso, destacándose la participación de la mujer principalmente en áreas políticas,
sociales, y económicas.
Así dichos periódicos serán mencionados y analizados, a través de nuestro trabajo de
investigación. Con el fin de mostrar y avalar como fue ocupado este nuevo espacio publico
de la mujer y las características e índole que estos poseían.
Por otro lado, también fue de suma importancia la creación de movimientos feministas en
el país, los cuales comenzaran a luchar por los derechos de las mujeres, y su integra
inserción en la sociedad. En efecto, el feminismo será considerado uno de los principales
agentes de lucha para la intervención social, cuyos ideales se verán reflejados en Partido
Cívico Femenino y la MEMCH.
Tesis.
“Las mujeres que accedieron a las diversas instituciones educativas, encontraron
elementos que les permitieron irrumpir en el mundo público, alterando el esquema
social” (Lavrin, A, 2005, p. 230). Esta afirmación nos deja entrever hacia donde
dirigiremos nuestro supuesto a proseguir en la investigación.
Movimiento social:
Ana Sabaté Martínez en su trabajo ofrece una crítica sobre cómo, en las ciencias
sociales, se han realizado una serie de investigaciones centradas en la mujer mientras la
geografía se ha mantenido al margen de este proceso. Además analiza el proceso de la
adquisición del espacio por parte de la mujer, marcado por el surgimiento de numerosas
investigaciones publicadas (y la evolución de estas en cuanto al avance en importancia de
las revistas geográficas que las editan) entre las cuales se mostraba la carencia de mujeres
en cargos en las universidades norteamericanas. Pese a esto las producciones geográficas
acerca de las mujeres se ven trabadas por medios de difícil acceso, que las limita no solo a
un número escaso de ediciones, sino que también a un número pequeño de lectores. Lo
3
Según el diccionario panhispánico de dudas, de la RAE (2005): conceder poder a un
colectivo desfavorecido socioeconomicamente para que mediante su autogestión, mejore
sus condiciones de vida". EN el caso de la mujer, se refiere a ganar por sí misma
mediante acciones participativas en forma individual o colectiva.
anterior apunta claramente a la tesis de la autora que se basa en que la mujer ha sido
aplazada dentro de esta ciencia, por la principal razón de que la geografía ha sido
construida por hombres y ha estado sometida a una posición sexista [lo que se puede
agregar; “el concepto de espacio ha sido político y saturado de una red compleja de
relaciones de poder/saber que se expresan en paisajes materiales de discursos de
dominación y resistencia. Los cuales han sido forjados sobre estructuras patriarcales”
(Ulrich. O, 1999, p.1)]. Pese a la participación dentro de esta ciencia de mujeres, no existe
(desde la perspectiva de la autora) un trabajo sobre el espacio de la mujer, ni se observa
algún planteamiento feminista, pese a que incitaba modos de análisis más “sensitivos y
femeninos”.
En el texto se menciona que la geografía debe de preocuparse de resolver las
“desigualdades sociales y las problemáticas de la sociedad, estudiando la distribución del
poder dentro de ella” (Eyles, 1971), pero no considera, dentro de esta integración, suprimir
las desigualdades por sexo, pese a lo postulado por Harvey: “Expulsar de su disciplina el
racismo, etnocentrismo y el paternalismo condescendiente” (Harvey 1974). Siguiendo el
tema de la discriminación a la mujer podemos apreciar los aportes dentro de este texto de
autores que postulan a que “se debe encontrar la solución a para una sociedad más justa”
y aunque preocupa “la aparente despreocupación de la geografía hacia este punto” (Peet,
1972, en cita recogida por Capel, 1981, p.428). Pat burnett (1971) también se hace presente
en esta problemática y menciona que pese a la posición de la geografía en cuanto a
discriminación social del espacio, esta ciencia no toma a la mujer con respecto a esta
última. Y se limita a enmarcarla dentro de una globalidad suprimiendo así la singularidad,
elemento que pude ser clave para caracterizar un fenómeno o relevante para afirmar alguna
teoría geográfica dentro de los márgenes sociales.
Espacio Geográfico:
Jean Brunhes en su obra nos habla de la relación del hombre con su entorno, de como
esté es capaz de modificarlo de acuerdo a su acción con el medio. Entre estos estaban los
hechos de conquista, ocupación del suelo y economía destructiva. Esta última es la que se
traducirá en problemas sociales, debido a que esta forma desordenada y poco eficaz en el
aprovechamiento racional del territorio, conllevará a la migración de los sujetos a lugares
óptimos que presenten ventajas de subsidencia. Ya que el hombre, por sus necesidades
fisiológicas, necesita de estar en contacto con un medio que brinde y supla todas sus
carestías. Esto se refleja en que cada grupo humano define su lugar de residencia
enfocándose en la economía y recursos del territorio, el cual esta delimitado a cumplir esta
función dependiendo de la modificación que el grupo human realice sobre el.
Específicamente nos interesa el aspecto en el cual el autor se refiere a “los hombres
como agentes geográficos”, en lo que se menciona a que “un hecho aislado puede ser
susceptible de interpretaciones tan contradictorias que no deben estudiarse aisladamente,
hay que volverlo a colocar en la corriente de vida que lo ha creado” (Jean Brunhes, pág.
255-257). Lo que nos llama la atención es como esta autor explicita los problemas de los
usos improductivos del suelo, a causa de una mala organización Estatal, y los problemas
que estos desencadenan, los cuales afectan directamente al grupo social que estamos
investigando.
Oslender, Ulrich en su obra nos habla del concepto de espacio, el que se establece
fundamentalmente como político, en donde se desencadenan diferentes coyunturas de las
lógicas de poder, en las cuales sobresalen esencialmente el de dominación y el de la
resistencia. Estos dos puntos son de importancia para nuestra labor, ya que nos
proponemos esclarecer que esta metamorfosis del espacio tiene una génesis clara y no es un
acontecimiento que apareció de un día para otro. Es así cómo el movimiento de las mujeres
marca el posicionamiento en la lógica de lucha, de resistencia, en pro de lograr un cambio u
modificación de las estructuras preestablecidas de territorio y del espacio. Lo anterior es
entendido por los espacios de expresión que organizaron y estructuraron, los cuales amplían
el espectro de la lucha hacia lo netamente público en lo que se refiere al alejamiento de
proclamas y acciones ya no reducidos a márgenes vecinales.
Oslender expresa con lo enunciado por Lefebvre que “El espacio no es un objeto
separado de la ideología o de la política; siempre ha sido político y estratégico. Si el
espacio tiene apariencia de neutralidad e indiferencia frente sus contenidos, y por eso
parece puramente formal (…) a lo que prosigue: “(…) Y ya ha sido el foco de procesos
pasados cuyas huellas no son siempre evidentes en el paisaje. El espacio ha sido formado y
modelado por elementos históricos y naturales; pero esto ha sido un proceso político. El
espacio es político e ideológico. Es un producto literariamente lleno de ideologías”.
(Oslender, Ulrich, pág. 4) posteriormente el autor prosigue; “…Esta conceptualización del
espacio expone claramente la presencia de conflictos en el uso del espacio. Estas
contestaciones están frecuentemente articuladas por movimientos sociales en el campo
político y económico (Op. cit, p. 4).
Estas vinculaciones que realiza el autor nos esclarecen que el movimiento social de las
mujeres, en el cual nos encontramos enfocados para la realización de su análisis, ofrece una
resistencia a un estado de una lógica “Patriarcal y Discriminadora del género” , para
posteriormente pasar a conformar parte de esta estructura de acuerdo a sus logros de
reivindicación. Esta lucha de resistencia de las mujeres tiene que ser comprendida bajo una
lógica en que han sido empujadas por los problemas sociales de su entorno cercano,
producidas por malas políticas y erróneos manejos del estado. Las cuales provocarán una
masificación y una fuerza del movimiento que se vera plasmada en sus contactos con otros
movimientos homólogos en países vecinos como Uruguay y Argentina.
Yi-Fu Tuan menciona en su obra, que tanto lugar como espacio no pueden ser
definidas independientemente la una de la otra. Que A partir de la seguridad y estabilidad
del lugar “somos conscientes de la amplitud de la libertad y de la amenaza del espacio, y
viceversa. Además de eso si pensamos en espacio como algo que permite movimiento
entonces lugar es pausa; cada pausa en el movimiento se torna posible cuando la
localización se transforma en lugar.” Posteriormente prosigue; “(…) De acuerdo con este
enfoque, el tiempo humano está marcado por etapas, así como el movimiento del hombre
en el espacio está marcado por pausas. De el mismo modo como el tiempo puede ser
representado por una flecha, una orbita circular o un camino de un péndulo oscilante, así
también los movimientos en el espacio (…)”.
Hemos visto a lo largo de esta entrega como es el espacio el en donde se han dado
las relaciones de poder, además de apreciar en donde se aproxima el movimiento de las
mujeres. Asimismo tomamos al lugar como poseedor los altos de esta corriente, el lugar
también es en donde se considera la existencia de posibles marcas que han sobrepasado y se
han sobrepuesto al paso del tiempo. Asimismo este consta de significado y una herencia. Es
así como para el movimiento social de las mujeres sus luchas y demandas en el entorno
urbano constan de resentimiento hacia las estructuras de poder, las cuales las han
desplazado a labores menores. Cuando son ellas las que comprenden y poseen la vivencia
de la verdadera realidad de los habitantes de las ciudades y sus respectivos conflictos
ambientales. Además que el lugar y el entorno de este, ha sido para la mujer un ente
cargado de sentimientos en los cuales estas comparten sus penurias y problemas sociales,
en done pasan tristezas y alegrías, también es el lugar en donde crearon una familia y
educaron a sus hijos. Asimismo este entorno se transformó en un lugar de permanencia
sobrecargado de emociones y recuerdos los cuales estas están dispuestas a defender y
mejorar.
Posicionamiento Teórico
El paso de lo privado a lo público sin duda representó una ardua lucha en lo que
respecta al proceso de nuestro estudio, la voz de las mujeres presentó un largo proceso que
mezcló los intereses propios con la necesidad de plasmarlo a otros sectores sociales, fue
entonces el momento de actuar y ocupar espacios que hasta la fecha no eran para este
genero. Los pasos que significaron tal proceso podemos ligarlo a lo postulado por Ulrich
Oslender en el vínculo que establece en su desarrollo de espacio de resistencia.
El proceso que significó establecer un desarrollo de lo privado a lo público se relaciona
con lo expuesto por el autor en su escrito ya que… “es importante entonces reconocer que
dichas estructuras han sido creadas por los mismos sujetos humanos, y aunque pueden
presentar obstáculos para los actores sociales, también pueden capacitar a la agencia
humana, ser ajustadas, cambiadas o inclusive derrotadas por los mismos actores sociales.
Oslender, Ulrich, Pág. 3). Es decir, con lo anterior podemos dejar en claro que el proceso o
movimiento social femenino primeramente necesitó una base sólida que posibilitó la
obtención de un protagonismo real, ya que el protagonismo mismo y su toma de conciencia
pueden generar los cambios que son propios en el proceso de la obtención de algún
resultado, sin lo anterior, las estructuras sociales presentes en el espacio no hubieran sido
tocadas por las mujeres.
De esta forma, teniendo en consideración el protagonismo de los actores, es importante
añadir que tal proceso no hubiera sido acogido en tales proporciones si no hubieran estado
presentes las lógicas de dominación y sujeción. La primera palabra nos remonta a
argumentos patriarcales que estaban presentes en la mayoría de la sociedad, tal estado de
dominación, lógicamente genera sujeción o relaciones entre dominadores y dominados
(sumisos) lo que hizo aun mas favorable la maduración que todo movimiento social
necesita puesto que la apropiación del espacio se hizo aun mas rápida con este proceso de
desarrollo. En el ámbito del espacio es importante destacar que nos identificamos con los
postulados de Ulrich en cuanto la creación del espacio es un proceso que no es objetivo, ya
que como cita a Lefebvre “el espacio no es un objeto científico separado de la ideología o
de la política; siempre ha sido político y estratégico” y mas adelante señala “el espacio ha
sido formado y modelado por elementos históricos y naturales, pero esto ha sido un
proceso político” (Oslender, Ulrich, Pág. 4). Con las citas anteriores queremos unir la
visión del movimiento femenino con la participación que tuvieron en la construcción de un
espacio propio, puesto que, las demandas y su voz están ligadas a construcciones que
reclaman un poder y un espacio de consideración en la sociedad, los elementos históricos
presentes en este proceso, como también las herramientas usadas son idóneas para la
apropiación del espacio público.
Entendiendo esta iniciativa femenina como un espacio de resistencia, es importante
señalar que en lo dinámico del espacio las mujeres logran posicionarse como un tema de
importancia, las herramientas usadas en este aspecto logran ser un arma útil para el
posicionamiento en esta esfera. Además es importante señalar el equilibrio que logran en el
espacio entre las esferas intelectuales y las bases más accionarias dentro del mismo
movimiento.
De esta manera la mujer, comenzara a transformar y a generar nuevos espacios, a través
de la modificación del ámbito privado, a pasar a uno público. Este proceso será de vital
importancia para su posterior inserción en la sociedad. Ya que tal como lo planteamos al
comienzo del trabajo , el espacio privado al que estaba inserta en un comienzo la mujer,
tenia a cargo tareas menos preponderantes, todo esto en un contexto de una sociedad donde
el hombre era el centro de todo, o mejor aun graficado, donde el hombre es sujeto y la
mujer objeto. El segundo tipo de espacio privado femenino, está representado por las
tertulias, o “círculos de salones de té”, en los cuales las mujeres – de un perfil de clase alta
y con cierto grado de educación-, compartían temas de su incumbencia. Es así que
definidos estos dos tipos de espacios privados femeninos, podemos apreciar la rígida
delimitación que existía, por cuanto la mujer no tenía acceso a derechos tan básicos como
su propia libertad o expresión plena. En efecto, el paso a las esferas publicas será el
comienzo de una nueva clase social, la cual marcara un antes y después en la historia de
Chile
De acuerdo a lo anterior, es necesario mencionar y analizar los espacios y estrategias
que comenzó a ganar y a utilizar la mujer, con el fin de verse insertada en la sociedad,
debido a los anteriores factores ya planteados – modernización y metamorfosis del
territorio-. Por ende, tales estrategias y espacios, serán por una parte la prensa, y por el otro
los movimientos feministas, que marcaran la resistencia de las mujeres, en su lucha por la
igualdad e integración a las diversas esferas publicas de la sociedad.
En efecto, - tal como ya lo mencionamos- el inicio del siglo XX es un punto clave para
las publicaciones, debido a la metamorfosis que se produce en el país, por una parte la
alfabetización y educación de la mujer, y su posterior inserción a las universidades, y por el
otro, su inclusión en los aspectos económicos, es decir en el ámbito laboral. Dichos
procesos tendrán como consecuencia la diversificación tanto el origen social de quienes
producen prensa como a sí mismo los objetivos que ésta persigue. De esta forma la prensa
constata un espacio público que se complejiza al ser intervenido por nuevos sujetos
sociales, donde las mujeres dieron cuenta de su especificidad en función de su sexo género.
De esta forma, el desarrollo de la educación permitirá el aumento de la demanda por
productos editoriales: periódicos, revistas, folletines, novelas, etc. Además se menciona
que a principios del siglo XX, “la prensa se desarrolla como industria; aprovechando
nuevas tecnologías que generalizaron estilos y productos, que definieron públicos
especializados según gustos e intereses” (Ossandón. C, 2001, p. 78). Por lo tanto la
intensidad de la producción periodística hizo evidente la aparición de una opinión pública,
de un espacio de discusión donde la razón es el elemento validado como medio de
expresión. Así a pesar de la limitación del espacio femenino, el espacio público fue
intervenido netamente por mujeres.
La participación de las mujeres en la prensa Chilena tiene como primer antecedente los
aportes a diversos medios del país con artículos y cartas, realizadas tanto por mujeres de
elite como de clase media y obreras. Ahora bien, periódicos dirigidos por mujeres tenemos
a partir de 1865 con “El Eco de las Señoras de Santiago”. Entre 1900 y 1926, encontramos
22 publicaciones dirigidas por mujeres que poseen objetivos públicos y marcos ideológicos
diversificados apuntados a la desmoralidad pública (aludiendo a Enrique Mac-iver en su
“Discurso sobre la crisis moral de la República”). Con ello, entendemos que la prensa de
mujeres de principios del siglo XX se encuentra dentro de lo que se definiría como “prensa
moderna” (Ibíd., p. 80).
He aquí un esquema donde se muestran los variados periódicos que salieron a luz
durante finales del siglo XIX, y a lo largo del siglo XX, en Chile, lo que nos otorga un
panorama sobre el nivel de alcance ganado por la mujer dentro de la opinión publica, así
como del nuevo espacio que comenzaría a tener dentro de la sociedad.
Periódicos editados por mujeres (1865-1926)*
Periódicos Año
El Eco de las Señoras de Santiago 1865
La Familia 1890-1891
La Mujer, Curico 1897
La Aurora Feminista 1904
La Alborada, Valparaíso 1907 – 1905
La Palanca 1908
El Eco de la Liga de las Damas Chilenas 1912 – 1915
La Sindicada Católica 1915 – 1918
La Cruzada 1915 – 1917
La Voz Femenina 1916
La obrera Sindicada 1917
Vida Femenina 1919
La Mujer 1921
La Sindicada 1922 – 1926
La Unión Femenina 1926 – 1927
Nosotras Principios de siglo XX s/d
Revistas Año
Selecta 1909 – 1912
Revista Industrial Femenina 1912 – 1914
La Silueta o Silueta Magazine 1917 – 1918
Alma Femenina, San Felipe 1919
Acción Femenina 1922 – 1939
Cine y Magazzine Principios siglo XX Sin fecha
Pantalla y Bambalinas Principios siglo XX Sin fecha
Según el artículo, entre los periódicos más importantes y sus características destacan:
Estos dos periódicos, a pesar de que se generan en distintos sectores sociales, (y esto es
lo que nos interesa para el desarrollo de nuestra investigación) dan cuenta de que las
mujeres que escriben en ellas se están comenzando a constituir como sujetos sociales
femeninos, es decir, como personas que intervienen en su espacio social, con el potencial
de transformarlo, y a conformarse como partes de el, desde un punto de vista activo.
La Alborada,
La Mujer Nueva
Sin lugar a dudas, uno de los aspectos mas importantes que reflejan la inserción de la
mujer en las esferas publicas, políticas y sociales en la sociedad, son los denominados
movimientos de resistencia, que en el caso del país, fueron vitales para dicha integración,
pues fue esta organización, la cual comenzó a crear una conciencia de clase, y a luchar por
la igualdad de la mujer, en una sociedad tradicional y machista. Por lo tanto es relevante
analizar el feminismo, para comprender sus ideologías, estrategias a seguir, y las metas
finales a conseguir.
Una cita que nos puede ilustrar de manera compleja las verdaderas metas e ideologías
del feminismo latinoamericano, no lo da a conocer una de las tantas mujeres partidarias de
este movimiento diciendo:
“Yo me considero Feminista porque aspiro a que la mujer adquiera una identidad
intelectual que hoy no le reconocen: porque quiero que, cuando sea reconocida dicha
capacidad no se le excluya de la parte activa de la vida en sociedad, pues ella debe tomar
parte en el gobierno y de todos los espacios públicos de la sociedad”(Ibíd. p. 270)
De esta cita se infiere la lucha que comenzarían a realizar las mujeres del siglo XX, para
alcanzar una igualdad política, social y económica, para optar de una vez por todas a ese
anhelado espacio público, que las colase a la misma altura en derechos y deberes en la
sociedad.
Por consiguiente la estrategia que utilizan para la consecución de este fin, es intervenir
en la opinión pública para que el problema femenino se considere dentro de la agenda
política del país. Por ejemplo, como estrategia, Acción Femenina “publica una encuesta
mes a mes, que pretende provocar una reflexión en los/las lectores/as respecto de temas
que se encuentran dentro de los objetivos de la organización” (Ibíd. p. 275).
Algunas de las preguntas que presentan en dichas encuestas destacan:
1-¿Qué opina Ud. sobre las aptitudes de la mujer para administrar sus bienes?
3- ¿Qué opina Ud., en general sobre la justicia con que la mujer civilizada del mundo pide
para ella una mayor inteligencia sobre todas las actividades de la vida? (Ibíd. p .276)
Otro punto importante para conseguir una igualdad y un espacio para abrir lo privado a
lo público es el ampliar la cobertura estatal educativa, pues el tema de la educación es la
necesidad más importante que traerá la posterior solución a la sujeción de las mujeres. Las
escritoras de la revista creen que la desigualdad femenina se explica por diferencias
culturales fundadas en las dispares concepciones educativas para varones y mujeres, por lo
tanto se hace necesario crear las condiciones para que las mujeres se apropien de
herramientas adecuadas que les faciliten su acción en el espacio social, ya sea como
madres, trabajadoras o profesionales.
La MEMCH
En cuanto a la MEMCH, podemos decir que fue una agrupación que encauzó a las
instituciones de mujeres en el margen de un fin común, aludiendo a tener los mismos
postulados de emancipación jurídica, económica y biológica .De esta forma, podemos decir
que la prensa de mujeres chilenas de principios del siglo XX fue un espacio abierto por las
mismas mujeres que le dieron cuerpo.
Sin lugar a dudas, la figura de la mujer en Chile sufrió un proceso vital a comienzos del
siglo XX, proceso que se llevaría a cabo, a través de la metamorfosis que comenzaría a
sufrir el espacio, a raíz de la modernización macroeconómica que se llevaría a cabo en las
estructuras tradicionales tanto económicas, políticas, sociales, y culturales. En efecto, será
este, el proceso vital que traerá el cambio que transformo para siempre el ámbito social del
país, pues se comenzó a originar una nueva clase en las esferas del país; la mujer.
De esta manera, la mujer fue y es un objeto geográfico, pues ella es netamente una
generadora de espacios, ya que comenzaría a elaborar y a ganar, de forma paulatina nuevas
formas de organización, y a la vez se llevara a cabo el proceso de empoderamiento; es decir
se le concedió un poder a un colectivo desfavorecido en el ámbito económico político y
social para que mediante su autogestión, mejorara sus condiciones de vida, lo que en el
caso de las mujeres se reflejo en ganar por si misma mediante acciones participativas su
derecho a ser incorporada a la vida publica del país. Dicho proceso se vio reflejado en la
gran cantidad numérica de periódicos y revistas que comenzaría a circular en el país, cuyo
contenido será de índole política, ya que incentivara a las mujeres del país a despertar su
espíritu de clase, através de la difusión de información, para generar el debate entre sus
pares. Sin embargo, es necesario reflexionar sobre el actual papel de la mujer del siglo XXI
en el país, pues tal como lo vimos anteriormente en un contexto histórico, la mujer alcanzo
con gran magnitud la inclusión a las esferas políticas, sociales, económicas y
educacionales del país, cuyos avances, por medio de las constantes luchas durante el siglo
XX, las vemos reflejadas en el mundo de hoy. Ya que vemos a una mujer autónoma e
independiente en los distintos ámbitos, además cada día son mas mujeres las que acceden a
puestos de trabajo que con anterioridad les estaban vetadas y limitadas solamente para el
hombre.
De esta forma, es necesario agradecer la lucha que comenzó el siglo pasado, y así
también es relevante analizar las cadenas y trabas que hoy posee la mujer tales como el
capitalismo. Ante todo, es de admirar la larga lucha que comenzaron las mujeres a través
del siglo pasado, pues tuvieron la valentía y fuerza para llevar adelante uno de los
movimientos más grandes y relevantes de transformación y generación de espacios de la
historia del país, el cual tuvo como consecuencia actual, la elección a presidenta de la
nación de la primera mujer en Chile, el cual será recordado como un suceso a lo largo de
toda la Historia.
Bibliografía