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¿Son Las Plantas a Carbón La Solución Definitiva?
Por Carlos Rymer

El Partido de la Liberación Dominicana (PLD) se ha sumado a los que fuertemente


apoyan plantas a carbón como solución a la crisis energética que enfrenta República
Dominicana. En su propuesta, el partido en poder quiere invertir U.S. $2 billones (R.D.
$70 mil millones; 5% del PIB en el 2007; 20% de la deuda externa) para instalar 1,200MW
de capacidad a carbón. Con estas dos plantas, y una estimación de operación anual de
85%, se podrá generar aproximadamente 8,900 GWh, lo cual representaría alrededor de
60% de la actual demanda (más o menos 14,000GWh, usando datos del 2006). Sumando
las pérdidas de aproximadamente 40% que existen en la red eléctrica, el carbón
aportaría aproximadamente 5,300 GWh, o 38% de la demanda actual. Con un precio de
U.S. $0.05 por kWh, se generarían U.S. $445 millones anualmente, por lo que la
inversión se pagaría en 5 años, dependiendo de la tasa de interés. Además de esto, los
consumidores o el gobierno tendrían que asumir las perdidas en transmisión y
distribución, que ya cuestan anualmente alrededor de U.S. $500 millones según el
subsidio que el gobierno tiene hoy para esos términos.

Asumiendo que el precio de generación con petróleo esta a U.S. $0.15/kWh, esto
representaría un ahorro de aproximadamente U.S. $900 millones anuales. Por lo tanto,
en el corto plazo, las plantas a carbón representarían un ahorro significativo, aunque
todavía estuviéramos perdiendo U.S. $500 millones anualmente por ineficiencias en el
sistema (perdidas técnicas y no técnicas). Claramente, la reducción en el precio de
generación es necesaria y siempre lo ha sido. Estas plantas pudieron ser instaladas
hacen años, cuando el carbón mineral también estaba barato como hoy. Mientras que
esto quizás pueda ser una solución al precio de generación en el corto plazo, no hay
ninguna garantía que el precio se mantendrá bajo en el mediano y largo plazo, y ese es
el problema de las plantas a carbón como una solución conjunta a la crisis energética de
la República Dominicana.

El problema es que República Dominicana no tiene influencia sobre el mercado


internacional del carbón mineral, el combustible fósil que mas emite dióxido carbono
cuando quemado. Lamentablemente, el dióxido carbono es el gas que está causando el
cambio climático, lo que ya está afectando a República Dominicana y debe ser
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combatido por los países desarrollados, según el Presidente Leonel Fernández, quienes
causaron el problema con el uso masivo de los combustibles fósiles.

Con la nueva administración ejecutiva en Estados Unidos (Barack Obama), está muy
claro de que el mundo comenzara a reducir sus emisiones de dióxido carbono. Esto
implica que la oferta del carbón mineral tendrá que disminuir en el futuro
significativamente, probablemente elevando el precio de este producto así como el
precio del petróleo hoy está subiendo por la incapacidad de mayor producción. Como
República Dominicana no controla el mercado internacional ni cuenta con carbón
mineral, tomamos un riesgo significativo a volver a la misma situación de hoy (precios
altos de generación eléctrica) porque puede que el precio del carbón suba en el mediano
plazo (la siguiente década). Por lo tanto, es muy probable que estas plantas no sean la
solución definitiva como muchos dicen, aunque es una solución en el corto plazo
siempre y cuando podamos recuperar la inversión en muy poco tiempo (5 años).

Para el largo plazo, necesitaremos usar fuentes de energía que no dependan del
mercado internacional. Como los alimentos, la energía es una necesidad básica y debe
de estar segura para el largo plazo. No podemos dejar la energía en manos de la
comunidad internacional porque no contamos con influencia suficiente para asegurar
esta necesidad fuera del país. Por esta razón, debemos mirar a otras fuentes alternas que
podamos producir domésticamente y que ya hoy son viables. Aunque la percepción de
muchos es que las energías alternativas hoy son muy caras, esa percepción es vieja ya
que los precios de estas han venido disminuyendo rápidamente, con la excepción de la
energía solar fotovoltaica.

Por ejemplo, le energía eólica se vende mundialmente a precios entre U.S. $0.03-0.10 por
kWh, y mientras no sobrepase 20-30% de la demanda, su variabilidad no causa ningún
problema a la red nacional. En el futuro, con tecnologías de almacenamiento, esta
podría aportar aun más a la red nacional sin ningún problema. Esta tecnología ya se usa
masivamente en Dinamarca, España, Alemania, Estados Unidos, y recientemente hasta
en China. Afortunadamente, el país cuenta con un gran potencial eólico. También,
existe la electricidad termosolar (además de los calentadores), que se vende a U.S. $0.10
por kWh y podría bajar más en el corto plazo. Esta tecnología tiene un menor problema
de variabilidad porque cuenta con su propio almacenamiento, y ya se está aplicando
comercialmente en España, Estados Unidos, y varios otros países. Además, en
República Dominicana, contamos con un gran potencial solar. Adicionalmente, existen
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otras que podemos explorar en nuestro país, como la geotérmica, la eólica marítima, y la
eficiencia energética (la que nadie considera como barata aunque es la mejor opción).

En el anteproyecto de ley que el PLD ha sometido al Congreso, se menciona que ha


habido “una falta de inversión privada,” por lo que el gobierno debe tomar acción. Pero
esto indica que el PLD está mal informado de sus propias acciones, ya que luego de
haberse aprobado la Ley de Incentivos a las Energías Renovables y Regímenes
Especiales, la Comisión Nacional de Energía ha anunciado inversiones que superan los
U.S. $2 billones en varios proyectos, incluyendo energía eólica, fotovoltaica, biomasa,
hidroeléctricas, entre otras. Claramente, la falta de inversión privada existía antes de
que existiera esta ley, la cual obliga el uso de toda electricidad producida de fuentes
renovables y exonera todo tipo de impuestos. Por lo tanto, la ley ofrece un incentivo
donde no existen barreras a la inversión privada. Anteriormente, no había confianza en
el sistema para invertir en energías convencionales, pero ahora existe confianza para
invertir en las renovables y la eficiencia. Los que están enterados de esto saben que se
están desarrollando varios proyectos con buenas expectativas.

Teniendo esto en cuenta, entonces se debe de estar de acuerdo, así como lo propone el
Consejo Nacional de la Empra Privada (CONEP), que se deben evaluar las varias
opciones que tiene el gobierno. Por un lado, se puede invertir U.S. $2 billones en dos
plantas a carbón. Por otro lado, se puede hacer disponible U.S. $1 billón como incentivo
a inversiones privadas en energías renovables a costo competitivo (ósea de entre U.S.
$0.05 y $0.10 por kWh, que es razonable teniendo en cuenta que el riesgo para el largo
plazo es cero), lo cual atraería entre U.S. $3 y $5 billones, como es el caso en general con
incentivos en otros lugares del mundo, incluyendo países en desarrollo.

Con U.S. $4 a $6 billones, se podría no tan solo invertir en mas de 2,000MW de energía
eólica o 1,000MW en electricidad termosolar, pero también se podría invertir en
eficiencia energética y en el sistema eléctrico para reducir las pérdidas. El restante U.S.
$1 billón se podría invertir en una planta a carbón para temporalmente solucionar el
problema, algo que creo que el PLD quiere lograr por el compromiso del Presidente
Leonel Fernández a resolver el problema de los apagones antes de que termine su
administración. Por otro lado, se podría disponer U.S. $2 billones para atraer suficiente
inversión privada para no tan solo incrementar la oferta en el corto plazo, pero también
para eliminar el problema de las perdidas eléctricas, ya que quizás contaríamos con
inversiones privadas de hasta U.S. $8 billones o mas en el sistema.
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Este mecanismo no tan solo seria innovador porque usaría los crecientes mercados de
energías renovables y eficiencia energética, pero también reduciría el precio de
generación a niveles razonables, eliminaría las perdidas en el sistema, y eliminaría
nuestras emisiones de dióxido carbono bastantemente, sumándonos al compromiso
mundial de combatir el cambio climático. Además, tales acciones crearían miles de
nuevos empleos en un tiempo cuando los necesitamos y atraería nuevas inversiones en
una nueva industria para manufacturar tecnologías nuevas en el país. Dos plantas a
carbón no tiene nada de innovación, pero un mecanismo conjunto entre el gobierno y el
sector privado para garantizar lo que sería la solución definitiva (a corto y largo plazos)
seria innovador, algo que este gobierno dice tenemos que ser.

En tiempos como estos de presión política, los líderes gubernamentales no deben


encerrarse y hacer lo primero que se lo pongan en la mesa como solución. Se debe
pensar con miras al futuro, teniendo en cuenta que las cosas que hagamos hoy podrán
tener consecuencias negativas o positivas dependiendo de lo que sea. La solución
energética debe ser aquella que mas aportes positivos tenga. Debe de generar nuevos
empleos, atraer nuevas inversiones (como lo está haciendo la Ley de Incentivos a las
Energías Renovables), reducir el costo de la generación eléctrica, incrementar la oferta, y
sobretodo eliminar las perdidas eléctricas técnicas y no técnicas. Esa sería la solución
definitiva. Las plantas a carbón pueden ser una parte a tal solución, pero no conforman
la solución definitiva y tampoco toman parte de una estrategia creativa e innovadora.

En Costa Rica, existe un plan de eliminar la dependencia de los combustibles fósiles. Ese
país ha aprovechado la disponibilidad de agua para generar la mayoría de su
electricidad a partir de la hidroeléctrica, y cuenta con varios otros proyectos de energías
renovables y combustibles renovables para el transporte. En Costa Rica no tan solo se
entiende que se debe hacer algo sobre el cambio climático; también se entiende que la
energía es algo que no se puede poner en las manos de la comunidad internacional.
Esto lo sabemos por las presentes crisis financiera, de alimentos, y energética que
vivimos en el mundo. Países como República Dominicana son vulnerables a estas, y
cuando se trata de necesidades básicas, es mejor asegurar su producción domestica que
contar con la comunidad internacional. El PLD y el Presidente Leonel Fernández
cuentan con varias opciones para resolver la crisis energética. Una evaluación real,
analizando lo bueno y lo malo de cada opción, sería un acto que demostraría
responsabilidad a la sociedad Dominicana. No se espera nada menos que esto del PLD.

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