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UNIVERSIDAD DE LOS ANDES

FACULTAD DE HUMANIDADES Y EDUCACIÓN


ESCUELA DE LETRAS
DEPARTAMENTO DE HISTORIA DEL ARTE
Asignatura: Estética II

María Isabel Castillo Bohórquez


Mérida, febrero de 2004

Índice

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Introducción…………………………………………………………………………4
1. Marxismo…………………………………………………………………………5
1.1 Cuestiones básicas sobre la teoría marxista……………………………….5
1.2. Estética marxista……………………………………………………………..7
2. Lukács……………………………………………………………………………9
2.1. Estética marxista según Lukács……………………………………………9
2.2. La lucha liberadora del arte………………………………………………..11

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Los poetas, también los del espíritu,
Han de ser de este mundo”
Hölderlin

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Introducción

Georg Lukcás nace en Hungría en 1885, este pensador marxista se forma


principalmente en Alemania siendo considerado uno de los mayores críticos
literarios de su época. Se une al partido comunista de Hungría en 1918,
adquiriendo el cargo de Comisario de la Cultura y la Educación durante el régimen
de Belá Kun, cuando este cae Lukács se refugia en Viena y junto con Kun
(refugiado en Moscú) dirigen el movimiento clandestino Húngaro.

Cuando Hitler toma el poder Lukács se refugia en Rusia donde trabaja desde
1933 a 1944 en el instituto de Filosofía de la Academia Soviética de las Ciencias,
regresa a Hungría donde se convierte en miembro del Parlamento y en profesor
de estética. En 1956 se convierte en el Líder de una revolución anti-rusa y
nuevamente obtiene el cargo de ministro de cultura durante el corto gobierno de
Imre Nagy, luego de esta revolución fue deportado a Rumania pero se le permite
regresar a Hungría en 1957 donde se retira a escribir su libro “Estética”.

Lukcás fue un personaje paradójico a lo largo de su vida, pero es realmente en


su estética donde se pone de manifiesto sus dos grandes pasiones el arte y el
socialismo, en esa obra intenta conciliar de alguna manera estos dos sistemas
tratando de no descuidar ninguno, es así que Lukács emprende un largo camino
entre la defensa del ser en sí de la obra de arte y al mismo tiempo la del realismo
social, es por esto que se vale de la dialéctica Hegeliana con el fin de conciliar sus
ideas en una gran obra su “estética”.

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1. Marxismo

1.1 Cuestiones básicas sobre la teoría marxista

Es posible considerar al marxismo como un ideología crítica y rebelde, ya que


esta es un “…método de análisis que pretende explicar los fenómenos de la vida
social de una manera científica de comprenderlos dentro de una dinámica de la
sociedad, en su ideología, en su espacio y en su tiempo, en gran medida esta
ideología se encuentra unida a la praxis revolucionaria, con el objetivo de una
cambio de estructuras de la realidad con el propósito de acabar con la sociedad de
clases…” esto quiere decir que el marxismo se encargará de las cuestiones del
hombre en un momento histórico determinado, el cual estará condicionado por la
situación social de dicho período, trayendo como consecuencia que la economía
sea el factor fundamental que rige el desarrollo del hombre en esa sociedad, es
así que podríamos entender al marxismo como una teoría materialista, en
palabras de Marx y Engels “No es la conciencia la que determina la vida sino la
vida la que determina la conciencia”.

La incorporación de los principios de la dialéctica de Hegel a la concepción


materialista del mundo marxista en uno de sus fundamentos más importantes,
originando lo que se conoce como materialismo dialéctico, su fundamento básico
es que “…todo ( las cosas todas, materiales y espirituales) se presentan como una
unidad de contrarios que se excluyen mutuamente, que están en oposición
constante y mantienen relaciones causales que los condicionan de manera
continua: en matemática los signos diferencial e integral. En mecánica, la acción y
reacción. En física, la electricidad positiva y negativa. En las ciencias sociales la
lucha entre clases…”

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La explicación de la dialéctica materialista nos sirve para comprender la
organización y la estructura social que pretende el marxismo la cual se define
cómo “Base y Sobrestructura”, la base esta estrechamente ligada a la
producción, a la economía en un período histórico determinado y la Sobrestructura
se corresponde con la conciencia, la espiritualidad, lo que indica que la sociedad
marxista se encontrará articulada en dos niveles dialécticos, la producción y la
espiritualidad.

Otro de los fundamentos de la teoría marxista que conviene estudiar es la


“teoría del reflejo”, esta indica que la realidad objetiva solo se expresa
socialmente y por esto solo puede ser entendida por nuestra conciencia,
resumidamente “la conciencia se construye sobre una selección de determinados
aspectos de la realidad materia, que se presentan como una adaptación particular
y que constituyen el reflejo de la misma…” pero ha de considerarse que todo este
proceso va a darse en un momento histórico determinado, por esto el reflejo de la
conciencia de un hombre de la antigüedad no será el mismo que él de un hombre
del medioevo o de un hombre del romanticismo.

Existen tres tipos principales de reflejo todos provienen de la Sobrestructura


para esta investigación el más pertinente es el que se conoce como “reflejo
artístico” el cual forma parte de lo que se denomina ciencias particulares
(aquellas que en la concepción marxista se regulan mediante mecanismos
propios) debe entenderse que la realidad expuesta por el reflejo artístico es una
realidad autónoma cuyo producto sería la obra de arte, esto afirmaría que el
reflejo artístico se encuentra activo en nuestra Sobrestructura y que funcionará a
favor o en contra de la base.

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1.2. Estética marxista

Ya habiendo expuesto las bases del pensamiento marxista es necesario aclarar


en primer lugar que no existe una estética marxista como tal; lo que se puede
encontrar son las bases del comienzo de una estética que fue propuesta por Karl
Marx, así como por Friedrich Engels y que posteriormente fue desarrollada por los
seguidores del movimiento marxista durante varias décadas.

El postulado principal de esta estética puede entenderse de la manera


siguiente: el arte pertenece a la Sobrestructura social y se encuentra determinado
por condicionamientos socio históricos, pero el problema y la polémica que se
desarrolla a causa de este postulado se fundamenta en: el hecho de que
realmente el arte debe ser entendido mediante hechos socio históricos o este se
rige por leyes particulares y si es un arma entre la lucha de clases o pertenece a la
realización de una sociedad socialista. Pero en 1934 está polémica fue clausurada
por la regulación de las artes proclamada en el Primer Congreso De La Asociación
General de Escritores Soviéticos.

Paralelo a esto todavía se encuentran teóricos que intentan forjar una


verdadera estética marxista entre los cuales se destacan Georg Lukács y el polaco
Stefan Morawski, realmente la evolución tan lenta del desarrollo de la estética
marxista tiene que ver con el problema que plantea la interpretación de los
teóricos sobre el realismo. A esto Lukács en su prefacio a la estética añade: “Si las
observaciones de los clásicos del marxismo, reunidos y clasificados de modo
sistemático, formasen explícitamente una estética marxista o por lo menos su
esqueleto perfecto, bastarían con redactar un buen texto que las enlazara para
hallarnos ante una estética completa. Y el hecho es que no puede, en absoluto,
tratarse de proceder así. Aún la utilización monográfica directa de esos
documentos para las cuestiones de detalle que plantea la estética sería incapaz-
según lo demuestran numerosas experiencias-de aportar ningún elemento

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decisivo desde el punto de vista científico. Se encuentra uno pues, ante la
situación paradójica de que existe una estética marxista y que al mismo tiempo, no
existe, siendo preciso crearla gracias a investigaciones personales. El resultado de
tales investigaciones no hace sin embargo, más que representar y fijar en
conceptos lo que ya existe en la idea…” (MALDONADO, C 1967)

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2. Lukács

2.1. Estética marxista según Lukács

Lukács es uno de los filósofos que se encarga de intentar encontrar una


estética verdaderamente marxista la cual pudiera usar para criticar el modernismo,
el formalismo, el arte experimental, a favor de apoyar el realismo social, sobre
todo en cuanto a la estética de la literatura se refiere.

Lukács considera que el realismo no es un estilo más de la literatura sino que


es la base de la misma. Entre sus primeros trabajos se destaca “La Teoría de la
Novela” en el cual pareciera expresarse como un Neo-kantiano, considerando que
Lukács sostiene: que la literatura “…was the striving for expression of the
irrational soul in and trough an alien and hostil reality…” (EDWARDS, P
1967.pp103). Con esto Lukács pone en manifiesto el valor que para él
representaba la subjetividad y de la inutilidad de la sociedad ante el individuo, esa
sociedad es la realidad hostil a la cual Lukács hace referencia.

Posteriormente Lukács afirma que estos postulados eran falsos y reaccionarios


y es cuando realmente se vuelca a la corriente socialista y su visión tanto de la
estética cómo del arte tendrán una tendencia antropocentrista, las relaciones
sociales se convertirán para Lukács en la base de su estética. Como los demás
teóricos marxistas Lukács se centra el realismo social y propone que la forma
debería estar determinada por el contenido, lo que nos daría a entender que el
formalismo o el arte abstracto estarían degenerados. Para él, “no era lo bello o la
relación de este con lo agradable en lo que consistía el problema central de la
estética, era el arte en sí mismo cómo producto humano” (cita de cita). Esto
pudiera explicarse en el hecho de la obra de arte al perder los elementos

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singulares de la realidad estaría desligándose de su función conquistadora del
mundo, destruyendo el ser en sí de la obra misma.

Sergio Givone en su obra “Historia de la estética” propone que para Lukcás “…


el arte refleja la realidad total que está en su base y reflejándola, la organiza, la
traduce, la expone cómo mirada sobre la historia.” (GIVONE, S 1999) por ello es
necesario que la obra de arte se adhiera a la realidad para que no distorsione la
historia y la base social en donde el artista se desenvuelve.

Anteriormente, Platón, al igual que Lukács, intenta poner de manifiesto el


problema de la realidad en el arte, ya que este exige del arte que sea un reflejo
que se corresponda con el científico en lo que se refiere a la esencia y la
apariencia el contenido y la forma, precisamente para no distorsionar el reflejo que
el arte ofrece de la realidad.

“…el arte verdadero representa siempre la totalidad de la vida humana, y por ello,
aunque el arte, a diferencia de la ciencia, permanezca unido a lo singular, lo
supera, y cuando mayor es el conocimiento que el artista posee de los hombres
del mundo, cuanto más numerosas son las mediaciones que descubre y si
necesariamente persiste hasta la universalidad, más acentuada será dicha
superación. Cuanto mayor sea la fuerza creativa, más sensiblemente conducirá
las mediaciones descubiertas a una nueva inmediatez las concentrará
orgánicamente en ella, formará un particular partiendo de lo universal…”
(GIVONE, S 1999. pp. 121) La diferencia entre el arte y la ciencia radicaría en que
el arte tiene su propio mundo y sus propias leyes ajenas al mundo material,
otorgándole su particularidad y autonomía, mientras que la ciencia siempre tendrá
que maniobrar de cara a ese mundo material.

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2.2. La lucha liberadora del arte

Lukács en su obra de madurez “Estética” (1963) intenta expresar que el arte se


encuentra influenciado por un contexto histórico social, por esto la individualidad
de la obra de arte debe ser siempre de naturaleza histórica, ya que durante ciertos
períodos históricos el arte ha tenido que cumplir una función social. Por su
autonomía este intenta liberarse de dicha función para conseguir el ser en sí de la
obra de arte, para que se realice “L’art pour l’art” independientemente de su
necesidad social.

Las bases para la Lucha liberadora del arte se asientan a medida que el arte
intenta desligarse de las cuestiones que lo condicionan, para Lukács sería
específicamente desligarse de la religión. Al estudiar el desarrollo histórico de las
distintas sociedades, tambien se pudiera observar cómo se ha dado las
separaciones y transiciones que han ocurrido entre “…dos sistemas de reflejo…”
(LUKÁCS, G 1963. pp. 373) el arte y la religión. Lukács los denomina así porque
ambos expresan a su manera la realidad de la época en la que se desarrollan.

Existe en la historia de la humanidad un periodo particular en donde la relación


de la religión y del arte parecieran no tener ninguna articulación y esta sería la
Antigua Grecia. Debe ser considerado el hecho de que aún habiendo culto a los
dioses en Grecia no existía una casta sacerdotal cómo tal que regulara las
ideologías artísticas, por ello la producción tanto del arte y de la ciencia eran
mucho más libre que en otras épocas ya que con el arte no se intentaba conseguir
una desdivinización, sino más bien desempeñaba una tarea antropomorfizadora.

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A esto Lukács expone que “…para el neoplatonismo el arte, en cuanto a imitación
de la imitaciones del mundo de las ideas, no es necesariamente nada
minusvalidante ni recusable, sino algo que puede tener gran importancia si se
encuentra al servicio de la imitación humana de la trascendencia…” (LUKÁCS, G
1963. pp.379)

Lukács afirma que entre Platón y los Neoplatónicos se encuentra la obra de


Aristóteles, quien es el primero que advierte la particularidad de lo estético. La
obra de este autor es de suma importancia para la estética “lukásiana”. Aristóteles
entiende que la catarsis (la consumación de la obra de arte interna) constante se
encuentra al servicio de esa separación de lo mundano del alma del hombre; en la
estética de Lukács esa particularidad puede ser entendida de la siguiente manera:
lo particular sería un espacio donde lo objetivo y lo subjetivo se encuentran , es
decir, la “base” se encuentra con “la Sobrestructura”,lo que hace que se genere
en el individuo una practica de la autoconciencia propia del arte para así tomar
conciencia de su propia realidad, pero esto debe ser llevado a cabo por un
proceso de interiorización en donde participaría el alma del hombre.

Ciertamente pudiera ser paradójica está relación entre lo objetivo y lo subjetivo,


pero el propio Lukács mantiene un doble discurso, el de herencia “neokantiana” de
su juventud donde el subjetivismo es resaltante y el de su madurez de esencia
socialista (luego de convertirse al comunismo). Lukács nunca renuncia a la idea
de que el arte posee un ser en sí, por ello intenta conciliar estos dos discursos de
diferentes naturalezas en lo que él consideraría lo particular del arte.

Durante la génesis del cristianismo, nuevamente el arte desata la lucha


liberadora. Se considera que, al igual que en civilizaciones anteriores a la griega,
como por ejemplo la egipcia, el arte nuevamente se encuentra en función de la
religión, y tiene que desempeñar una labor social. El arte para la edad media
significó el intérprete de la religión (sobre todo por las leyes impuesta por el Papa

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Gregorio Magno) las imágenes se colocan en las iglesias con la función de instruir
a los incultos, el arte se realiza por necesidad y utilidad, lo que significa que ya no
existía una imitación humana de la trascendencia, sino la representación de la
trascendencia de lo divino.

Durante esta época cristiana ese carácter naturalista del cual gozaba el arte de
la antigua Grecia se ve trasgredido por la iglesia, algunos de sus seguidores como
Clemente de Alejandría, condena el naturalismo argumentando que a Dios no se
le debe representar mediante semejanzas terrenales. Esto ocasionaría un cambio
tanto en la expresión artística como en su interpretación de la realidad, Lukács
cita a Dvorák para explicar este suceso: “…Desde el punto de vista del arte ello
significa que la obra ha de tener un contenido último que trascienda la refiguración
sensible, o sea que ha de tender a la alegoría.” (LUKÁCS, G 1963. pp. 386).

Es para Lukács la alegoría una problemática de la Lucha Liberadora del arte,


la alegoría para el autor manifiesta una tendencia desantroporfomizadora, lo que
entonces rompería con la universalidad, al imponerse el uso de las alegorías el
arte renuncia a la renovación de las formas, al mismo tiempo que renuncia a la
realismo social, ya que no encarnaría ninguna función de esa índole. Esto
significaría para Lukács la pérdida del ser en sí de la obra de arte, tomando en
cuenta que la estructura de la obra, es para este, dada por su misión social.

Será Giotto quien entonces venga en rescate del ser en sí de la obra de arte,
“…El papel dominante de la conformación del espacio, del espacio propio de cada
cuadro, hace de esas representaciones individuales independientes de obra,
cerradas y perfectas en sí, cuyo contenido pictórico rebasa ya la mera
ornamentación de la iglesia, la ilustración iconográfica, decorativa y alegórica de
una verdad religiosa, de un hecho bíblico o de cualquier otro origen cristiano
legendario…” (LUKÁCS, G 1963. pp. 397). Esto se entendería porque Giotto
regresa a la misión antropomorfizadora del arte, de la cual resurgirá la vida propia

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de la obra, está no intenta trasladarse más allá de sí misma, independientemente
de su patrón iconográfico.

Surgirá un concilio aparente entre el arte y la religión, posteriormente a Giotto,


Lukács lo definirá como el Renacimiento, esa misión social del arte y esa
búsqueda del antropocentrismo se ven fusionadas en las obras de artistas cómo
Rafael, Miguel Ángel, Leonardo, Tiziano, Tintoretto por nombrar algunos, cualquier
obra religiosa servirá como pretexto de la experimentación, regresan así el ideal
clásico de la belleza (específicamente de la antigua Grecia) ya no es el hombre
representado como servidor de Dios sino como una criatura que disfruta de sus
creaciones, la preocupación por la anatomía y la perspectiva, muestran una
verdadera preocupación por la realidad.

Con Lutero y la reforma nuevamente la Lucha Liberadora del arte gana terreno,
con la Reforma el arte comienza a surgir desde perspectivas diferentes, como es
el caso de la escuela Flamenca y holandesa, por el carácter de su sociedad
protestante el arte se ve liberado del yugo religioso, son entonces los objetos de la
cotidianidad los que serán el foco principal de la obra pictórica, la misión social del
arte estará determinada por la burguesía, surgiendo toda una nueva temática
donde el hombre y sus actividades serán los protagonistas, surgen así las
naturalezas muertas, los paisajes, las escenas de grupo y en palabras de Lukács
la cismundaneidad del arte aflora nuevamente. Es así como “…las grandes
mutaciones espirituales se reflejan en las obras de los pintores…” (LUKÁCS, G
1963. pp. 418).

Es esta la manera en cómo Lukács pretende otorgarle a la estética una visión


histórico social, al vincularla a la religión esta le otorga una misión social que
ciertamente el autor no comparte porque no es antropoformizadora, si no
divinizadora.

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Pero si se observa bien a pesar de intentar ligar el arte a una concepción
socialista Lukács nunca se aparta de la idea de la autonomía del arte, este
entiende que el arte tiene un ser en sí, que no lo tiene ni la ciencia, ni las doctrinas
religiosas que intentan buscar al absoluto por medio de la lógica, comprende así
que la Lucha Liberadora del arte se da porque este tiene un carácter ontológico
propio que no ha heredado particularmente de la religión, “…la cismundaneidad
del objeto de las artes y el carácter indirecto y multívoco de su efecto necesario.
Pues mientras que la religión y la moral-cada una a su manera-se presentan ante
el hombre con exigencias directas, el efecto del arte incluso el más conmovedor
es sumamente complicado en comparación con esa directa inmediatez…”
(LUKÁCS, G 1963. pp. 546).

Ciertamente Lukács concluye que La Lucha Liberadora del arte no aspira a una
libertad absoluta, porque es imposible, no existe una libertad así, por esto afirma
que el arte siempre debe tener una misión social (aunque no ligada a la religión)
porque la consecuencia de una libertad absoluta, sería el deterioro tanto del
contenido como de la forma. Históricamente la Lucha liberadora es una pugna
entre la misión social que se le otorga en una época específica y el desvío que le
dan a esa misión los artistas dentro del contenido y la forma, pero gracias a esto
es que el arte puede cumplir con su misión como auto-conciencia de la
humanidad.

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Conclusión

El punto principal de la Estética de Lukács radica en el hecho de conciliar sus


dos discursos: el Neokantiano, donde el subjetivismo es lo imperante y el
socialista donde el problema de la realidad social se hace presente, con el hecho
de que la obra de arte representa un ser en sí.

La solución que este teórico propone sería considerar al arte como una
producción humana que tendría una misión social que cumplir, dada su
particularidad ejercería una función de universalidad, en donde se asentaría su ser
en sí, de esta manera el arte no perdería los elementos que le dan un carácter real
y no se destruiría el ser en sí de la obra misma.

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Referencias

• BARROS, L (en línea) A teoria do romance de Georg Lukács a filosofia


clássica alemã. Disponible en:
http://www.uol.com.br/cultvox/revistas/orbis2/georgelukacs.htm
• EDICIONES RIAPL (1993) Gran Enciclopedia Rialp Vol.14 (7ma.edición).
Madrid: Ediciones Rialp.
• EDWUARDS, P (1967) The Enciclopedia of Philosophy vol.5. Nueva York:
Collier-Macmillan.
• GIVONE,S (1999) Historia de la Estética (2da edición). Madrid: Editorial
Tecnos.
• LUKÁCS, G (1963) Estética .Vol. 4. Barcelona: Grijalbo.
• MALDONADO, C (1967) [en línea] En torno a los aportes de la polémica
estética. Disponible en:
http://www.pcconce.cl/udec/articulos/polemica_estetica.htm

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