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Índice
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Introducción…………………………………………………………………………4
1. Marxismo…………………………………………………………………………5
1.1 Cuestiones básicas sobre la teoría marxista……………………………….5
1.2. Estética marxista……………………………………………………………..7
2. Lukács……………………………………………………………………………9
2.1. Estética marxista según Lukács……………………………………………9
2.2. La lucha liberadora del arte………………………………………………..11
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Los poetas, también los del espíritu,
Han de ser de este mundo”
Hölderlin
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Introducción
Cuando Hitler toma el poder Lukács se refugia en Rusia donde trabaja desde
1933 a 1944 en el instituto de Filosofía de la Academia Soviética de las Ciencias,
regresa a Hungría donde se convierte en miembro del Parlamento y en profesor
de estética. En 1956 se convierte en el Líder de una revolución anti-rusa y
nuevamente obtiene el cargo de ministro de cultura durante el corto gobierno de
Imre Nagy, luego de esta revolución fue deportado a Rumania pero se le permite
regresar a Hungría en 1957 donde se retira a escribir su libro “Estética”.
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1. Marxismo
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La explicación de la dialéctica materialista nos sirve para comprender la
organización y la estructura social que pretende el marxismo la cual se define
cómo “Base y Sobrestructura”, la base esta estrechamente ligada a la
producción, a la economía en un período histórico determinado y la Sobrestructura
se corresponde con la conciencia, la espiritualidad, lo que indica que la sociedad
marxista se encontrará articulada en dos niveles dialécticos, la producción y la
espiritualidad.
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1.2. Estética marxista
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decisivo desde el punto de vista científico. Se encuentra uno pues, ante la
situación paradójica de que existe una estética marxista y que al mismo tiempo, no
existe, siendo preciso crearla gracias a investigaciones personales. El resultado de
tales investigaciones no hace sin embargo, más que representar y fijar en
conceptos lo que ya existe en la idea…” (MALDONADO, C 1967)
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2. Lukács
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singulares de la realidad estaría desligándose de su función conquistadora del
mundo, destruyendo el ser en sí de la obra misma.
“…el arte verdadero representa siempre la totalidad de la vida humana, y por ello,
aunque el arte, a diferencia de la ciencia, permanezca unido a lo singular, lo
supera, y cuando mayor es el conocimiento que el artista posee de los hombres
del mundo, cuanto más numerosas son las mediaciones que descubre y si
necesariamente persiste hasta la universalidad, más acentuada será dicha
superación. Cuanto mayor sea la fuerza creativa, más sensiblemente conducirá
las mediaciones descubiertas a una nueva inmediatez las concentrará
orgánicamente en ella, formará un particular partiendo de lo universal…”
(GIVONE, S 1999. pp. 121) La diferencia entre el arte y la ciencia radicaría en que
el arte tiene su propio mundo y sus propias leyes ajenas al mundo material,
otorgándole su particularidad y autonomía, mientras que la ciencia siempre tendrá
que maniobrar de cara a ese mundo material.
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2.2. La lucha liberadora del arte
Las bases para la Lucha liberadora del arte se asientan a medida que el arte
intenta desligarse de las cuestiones que lo condicionan, para Lukács sería
específicamente desligarse de la religión. Al estudiar el desarrollo histórico de las
distintas sociedades, tambien se pudiera observar cómo se ha dado las
separaciones y transiciones que han ocurrido entre “…dos sistemas de reflejo…”
(LUKÁCS, G 1963. pp. 373) el arte y la religión. Lukács los denomina así porque
ambos expresan a su manera la realidad de la época en la que se desarrollan.
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A esto Lukács expone que “…para el neoplatonismo el arte, en cuanto a imitación
de la imitaciones del mundo de las ideas, no es necesariamente nada
minusvalidante ni recusable, sino algo que puede tener gran importancia si se
encuentra al servicio de la imitación humana de la trascendencia…” (LUKÁCS, G
1963. pp.379)
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Gregorio Magno) las imágenes se colocan en las iglesias con la función de instruir
a los incultos, el arte se realiza por necesidad y utilidad, lo que significa que ya no
existía una imitación humana de la trascendencia, sino la representación de la
trascendencia de lo divino.
Durante esta época cristiana ese carácter naturalista del cual gozaba el arte de
la antigua Grecia se ve trasgredido por la iglesia, algunos de sus seguidores como
Clemente de Alejandría, condena el naturalismo argumentando que a Dios no se
le debe representar mediante semejanzas terrenales. Esto ocasionaría un cambio
tanto en la expresión artística como en su interpretación de la realidad, Lukács
cita a Dvorák para explicar este suceso: “…Desde el punto de vista del arte ello
significa que la obra ha de tener un contenido último que trascienda la refiguración
sensible, o sea que ha de tender a la alegoría.” (LUKÁCS, G 1963. pp. 386).
Será Giotto quien entonces venga en rescate del ser en sí de la obra de arte,
“…El papel dominante de la conformación del espacio, del espacio propio de cada
cuadro, hace de esas representaciones individuales independientes de obra,
cerradas y perfectas en sí, cuyo contenido pictórico rebasa ya la mera
ornamentación de la iglesia, la ilustración iconográfica, decorativa y alegórica de
una verdad religiosa, de un hecho bíblico o de cualquier otro origen cristiano
legendario…” (LUKÁCS, G 1963. pp. 397). Esto se entendería porque Giotto
regresa a la misión antropomorfizadora del arte, de la cual resurgirá la vida propia
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de la obra, está no intenta trasladarse más allá de sí misma, independientemente
de su patrón iconográfico.
Con Lutero y la reforma nuevamente la Lucha Liberadora del arte gana terreno,
con la Reforma el arte comienza a surgir desde perspectivas diferentes, como es
el caso de la escuela Flamenca y holandesa, por el carácter de su sociedad
protestante el arte se ve liberado del yugo religioso, son entonces los objetos de la
cotidianidad los que serán el foco principal de la obra pictórica, la misión social del
arte estará determinada por la burguesía, surgiendo toda una nueva temática
donde el hombre y sus actividades serán los protagonistas, surgen así las
naturalezas muertas, los paisajes, las escenas de grupo y en palabras de Lukács
la cismundaneidad del arte aflora nuevamente. Es así como “…las grandes
mutaciones espirituales se reflejan en las obras de los pintores…” (LUKÁCS, G
1963. pp. 418).
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Pero si se observa bien a pesar de intentar ligar el arte a una concepción
socialista Lukács nunca se aparta de la idea de la autonomía del arte, este
entiende que el arte tiene un ser en sí, que no lo tiene ni la ciencia, ni las doctrinas
religiosas que intentan buscar al absoluto por medio de la lógica, comprende así
que la Lucha Liberadora del arte se da porque este tiene un carácter ontológico
propio que no ha heredado particularmente de la religión, “…la cismundaneidad
del objeto de las artes y el carácter indirecto y multívoco de su efecto necesario.
Pues mientras que la religión y la moral-cada una a su manera-se presentan ante
el hombre con exigencias directas, el efecto del arte incluso el más conmovedor
es sumamente complicado en comparación con esa directa inmediatez…”
(LUKÁCS, G 1963. pp. 546).
Ciertamente Lukács concluye que La Lucha Liberadora del arte no aspira a una
libertad absoluta, porque es imposible, no existe una libertad así, por esto afirma
que el arte siempre debe tener una misión social (aunque no ligada a la religión)
porque la consecuencia de una libertad absoluta, sería el deterioro tanto del
contenido como de la forma. Históricamente la Lucha liberadora es una pugna
entre la misión social que se le otorga en una época específica y el desvío que le
dan a esa misión los artistas dentro del contenido y la forma, pero gracias a esto
es que el arte puede cumplir con su misión como auto-conciencia de la
humanidad.
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Conclusión
La solución que este teórico propone sería considerar al arte como una
producción humana que tendría una misión social que cumplir, dada su
particularidad ejercería una función de universalidad, en donde se asentaría su ser
en sí, de esta manera el arte no perdería los elementos que le dan un carácter real
y no se destruiría el ser en sí de la obra misma.
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Referencias
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