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DE ADMINISTRACIÓN
PUBLICA
MINISTERIO
DE ADMINISTRACIONES
PÚBLICAS
Este material es propiedad del Instituto Nacional de Administración Pública estando disponible en la página web
del Organismo. Se autoriza su reproducción siempre que se garantice la gratuidad de su distribución, así como la
expresa referencia al Instituto.
Estos temas han sido elaborados por distintos expertos, coordinados por la Escuela de Selección y Formación,
con el objeto de proporcionar una ayuda a los candidatos en la preparación de las pruebas selectivas de acceso
por promoción interna al Cuerpo General Administrativo de la Administración del Estado.
Se advierte que constituyen un material de apoyo de carácter orientativo, que en modo alguno agota la materia de
la que trata, ni ha de entenderse como garantía de superación de las pruebas. El contenido de los temas no
compromete al órgano de selección, que está sometido unicamente a las reglas, baremos o valoraciones de
aplicación al proceso selectivo.
BLOQUE II GESTIÓN DE PERSONAL
La Ley de Funcionarios Civiles del Estado, cuyo texto articulado fue aprobado por Decreto 315/1964,
de 7 de febrero, regula dentro de su Título II, dedicado a los funcionarios de carrera, en su Capítulo III
“La adquisición y pérdida de la condición de funcionarios”. Este Capítulo no ha sido derogado de
forma completa por la legislación post-constitucional, por lo que sus preceptos continúan en gran parte
en vigor, si bien se han visto afectados por algunas reformas.
Sin embargo, este requisito no es el único. En síntesis, se puede afirmar que para adquirir la condición
de funcionario de carrera del Cuerpo o Escala cuyo proceso selectivo de ingreso ha sido superado por
el aspirante, es necesario el cumplimiento sucesivo de los siguientes requisitos:
a) Superar las pruebas de selección y, en su caso, los cursos de formación que sean procedentes.
b) Ser nombrado por la autoridad competente.
c) Prestar el juramento o promesa legalmente establecido.
a) Tomar posesión dentro del plazo de un mes, a contar de la notificación del nombramiento.
Tales exigencias se recogen en el artículo 36 de la citada Ley de Funcionarios Civiles del Estado. El
cumplimiento de estos requisitos se realizará de la siguiente manera:
Los que tuvieran ya la condición de funcionarios públicos estarán exentos de justificar las
condiciones y requisitos ya acreditados para obtener su anterior nombramiento, cuestiones que serán
certificadas por el Ministerio u Organismo del que dependan.
Quienes en el plazo indicado, y salvo los casos de fuerza mayor, no presentasen la documentación, o
de la misma se dedujese que carecen de alguno de los requisitos exigidos, no podrán ser nombrados,
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quedando anuladas todas sus actuaciones, sin perjuicio de la responsabilidad en que pudieran haber
incurrido por falsedad en sus solicitudes de participación.
Los aspirantes que no superen el curso selectivo, de acuerdo con el procedimiento de calificación
previsto en la convocatoria, perderán el derecho a su nombramiento como funcionarios de carrera,
mediante resolución motivada de la autoridad que haya efectuado la convocatoria, a propuesta del
órgano responsable de la evaluación del curso selectivo.
Quienes no pudieran realizar el curso selectivo o el período de prácticas por causa de fuerza mayor
debidamente justificada y apreciada por la Administración, podrán efectuarlo con posterioridad,
intercalándose en el lugar correspondiente a la puntuación obtenida.
Estos destinos tendrán carácter definitivo, equivalente a todos los efectos a los obtenidos por
concurso, por lo que el funcionario deberá permanecer en ellos un mínimo de dos años antes de
concursar, salvo en el ámbito de la misma Secretaría de Estado o Ministerio, en su defecto.
Por otra parte, de acuerdo con lo dispuesto en el Real Decreto 2271/2004, de 3 de diciembre, por el
que se regula el acceso al empleo público y la provisión de puestos de trabajo de las personas con
discapacidad, una vez superado el proceso selectivo, las personas que ingresen en cuerpos o escalas
de funcionarios y hayan sido admitidos en la convocatoria ordinaria con plazas reservadas para
personas con discapacidad podrán solicitar al órgano convocante la alteración del orden de prelación
para la elección de las plazas dentro del ámbito territorial que se determine en la convocatoria, por
motivos, debidamente acreditados, de dependencia personal, dificultades de desplazamiento u otras
análogas.
En este último supuesto, el órgano convocante decidirá dicha alteración, cuando se encuentre
debidamente justificado, y deberá limitarse a realizar la mínima modificación en el orden de
prelación necesaria para posibilitar el acceso al puesto de la persona discapacitada.
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Asimismo, en las solicitudes de adjudicación de destinos correspondientes a pruebas de nuevo
ingreso o promoción interna, los funcionarios con discapacidad podrán solicitar la adaptación del
puesto o de los puestos de trabajo correspondientes, acompañando la solicitud de informe expedido
por el órgano competente en la materia que acredite la procedencia de la adaptación y de la
compatibilidad con el desempeño de las funciones que tenga atribuido el puesto o puestos
solicitados.
El Departamento ministerial u organismo al que esté adscrito el puesto de trabajo será el encargado
de la valoración, la realización y la financiación de las adaptaciones necesarias para la incorporación
del empleado discapacitado, sin perjuicio de las subvenciones u otro tipo de ayudas que se puedan
aplicar a esta misma finalidad.
d) Tomar posesión.
La diferencia en el régimen de ingreso entre los funcionarios y el personal laboral, resulta de la
exigencia del último y necesario requisito para adquirir la condición de funcionario que es la toma de
posesión, la cual debe tener lugar en el plazo de un mes, tras la publicación del nombramiento como
funcionario.
Como ha señalado la doctrina, este requisito, que evoca la vieja concepción de los oficios públicos
como propiedades y que como éstas se adquieren en base a un título y un modo, que es justamente la
toma de posesión, tiene una importancia fundamental, porque efectivamente no se es funcionario hasta
que ese requisito se cumple y se procede a su diligenciamiento.
La determinación de la fecha de la toma de posesión es de gran interés, porque sólo a partir de ella
comienza el cómputo del tiempo a efectos de trienios y derechos pasivos.
Los efectos de la falta de la toma de posesión no se hallan regulados en la Ley, pero se sigue
interpretando que su omisión en el plazo legal, salvo cuando medien causas de fuerza mayor
debidamente justificadas, equivale a una renuncia tácita, y supone el cumplimiento de la condición
resolutoria del acto de nombramiento y la pérdida de todos los derechos por parte del aspirante.
Para el personal laboral, sin embargo, no rigen estos condicionantes que retrasan la efectividad del
disfrute de los derechos que lleva aparejado el empleo público. Basta simplemente con la
formalización del contrato laboral, para el comienzo del devengo de los derechos económicos, según
se desprende del artículo 30 del Estatuto de los Trabajadores, conforme al cual, "si el trabajador no
pudiera prestar sus servicios una vez vigente el contrato porque el empresario se retrasase en darle
trabajo por impedimentos imputables al mismo y no al trabajador, éste conservará el derecho a su
salario".
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Esta condición puede ser objeto de pérdida. De esta forma, la relación de servicio que une al
funcionario con la Administración, se extingue, por una parte, cuando dicho funcionario ha alcanzado
la edad que la ley fija como límite a la misma, y por otra, cuando transcurrido un determinado número
de años de servicio, se permita que, a instancia del propio funcionario, éste acceda a la jubilación.
Ahora bien, si teniendo en cuenta las circunstancias de capacidad exigidas en la relación funcionarial
falla alguna de éstas, o el funcionario de forma expresa, manifiesta su deseo de substraerse de la
situación legal y reglamentaria en que se encuentra situado en virtud del acto de nombramiento y su
consiguiente aceptación, se extinguirá también la mencionada relación de servicio.
Las causas de extinción de la relación funcionarial son objeto de reserva material de Ley que excluye
la posibilidad de que la Administración innove su regulación. Se consideran incluidas en el régimen
estatutario de los funcionarios públicos a que se refiere el artículo 103.3 de la Constitución y forman
parte de las bases del régimen estatutario de los funcionarios públicos según el artículo 149.1.18 de la
Constitución, siendo su regulación competencia exclusiva del Estado.
a) Renuncia.
La renuncia constituye un supuesto de ejercicio de la libertad personal que se proyecta en el plano
profesional del individuo. La renuncia no inhabilita para un nuevo ingreso en la función pública, como
se establece en el artículo 38 de la citada Ley de Funcionarios Civiles del Estado.
Por tanto, la persona que ejercite esta renuncia podría reingresar en la Administración Pública tras la
superación del correspondiente proceso selectivo.
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d) Pena principal o accesoria de inhabilitación absoluta o especial.
El artículo 40 del Código Penal establece que la duración de la pena de inhabilitación absoluta será de
seis a veinte años y la de inhabilitación especial, de seis meses a veinte años.
Una vez cumplidas estas penas, es posible un posterior reingreso en la Administración Pública si
aquéllas no fueran acompañadas de un expediente disciplinario de carácter administrativo, que
culminase con la separación del servicio.
e) Jubilación forzosa.
f) Jubilación voluntaria.
El vigente artículo 28.2.b) de la citada la Ley de Clases Pasivas, establece como requisitos para poder
acceder a la jubilación voluntaria, tener cumplidos los sesenta años y reconocidos treinta años de
servicios efectivos al Estado.
La relación jurídica que mantiene el funcionario público con la Administración, puede dividirse en
relación orgánica y relación de servicio. En virtud de la primera, el funcionario queda plenamente
integrado en la organización administrativa y ocupa un determinado puesto de trabajo, actuando por
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y en nombre de la Administración Pública. Por la relación de servicio el funcionario mantiene una
determinada posición jurídica, siendo titular de un conjunto de derechos y obligaciones que en
cualquier momento puede hacer valer frente a la Administración.
La relación de servicio se prolonga en el tiempo hasta que se produzca alguna de las causas que
determinan la extinción de la misma. Durante esta relación, pueden producirse situaciones que
alteren no la relación de servicio en sí misma, pero sí el conjunto de derechos y obligaciones cuya
titularidad ostenta el funcionario; las situaciones administrativas afectan por tanto al contenido de la
relación, pero no producen su extinción.
La normativa legal en la materia hoy día está contenida en el artículo 29 de la Ley 30/1984, de 2 de
agosto, modificado por la Ley 22/1993, de 29 de diciembre, de Medidas Fiscales y de Reforma del
Régimen Jurídico de la Función Pública y de la Protección por Desempleo, por la Ley 4/1995 de
Regulación del permiso parental y por maternidad y por la Ley 39/1999, de 5 de noviembre para
Promover la Conciliación de la Vida Familiar y Laboral de las Personas Trabajadoras, continúan aún
vigentes los preceptos de la Ley Articulada de Funcionarios Civiles del Estado de 7 de febrero de
1964 sobre Situaciones administrativas, no derogados por aquélla.
Los funcionarios pueden hallarse en alguna de las siguientes situaciones administrativas: a) Servicio
activo, b) Servicios especiales, c) Servicios en Comunidades Autónomas, d) Excedencia forzosa, e)
Excedencia voluntaria en sus diversas modalidades, f) Excedencia para el cuidado de familiares, g)
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Expectativa de destino, h) Suspensión de funciones, i) Excedencia por razón de violencia sobre la
mujer funcionaria.
a) Servicio activo
El servicio activo aparece regulado en el artículo 41 de la Ley de Funcionarios Civiles del Estado de
1964 y en el Cap. II del Reglamento de Situaciones Administrativas (RD 365/1995, de 10 de marzo).
Constituye la situación que podríamos denominar habitual u ordinaria, en la que mantiene la plenitud
de sus derechos, prerrogativas, deberes y responsabilidades Es la que adquiere el funcionario al
ingresar y sólo se puede modificar en los supuestos y con los requisitos establecidos
normativamente.
- Cuando desempeñen puestos en las Corporaciones Locales o las Universidades públicas que
puedan ser ocupados por los funcionarios comprendidos en el ámbito de aplicación de la Ley
30/1984, de 2 de agosto, de Medidas para la Reforma de la Función Pública.
Las comisiones de servicios para el desempeño temporal de un puesto de los incluidos en las
Relaciones de Puestos de Trabajo adscritos a funcionarios comprendidos en el ámbito de
aplicación de la Ley 30/1984, de 2 de agosto: “Cuando un puesto quede vacante podrá ser
cubierto, en caso de urgente e inaplazable necesidad, en comisión de servicios de carácter
voluntario con un funcionario que reúna los requisitos establecidos para su desempeño en la
relación de puestos de trabajo” (artículo 64.1 del Real Decreto 364/1995, de 10 de marzo).
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- Cuando presten servicios en las Cortes Generales, de conformidad con lo dispuesto en el
Estatuto del Personal de las mismas o en el Tribunal de Cuentas, y no les corresponda quedar
en otra situación.
- Cuando queden a disposición del Subsecretario, Director del Organismo autónomo, Delgado
del Gobierno, Subdelegado del Gobierno de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 21.2.b)
de la Ley 30/1984, de 2 de agosto, de Medidas para la Reforma de la Función Pública.
- Cuando cesen en un puesto de trabajo por haber obtenido otro mediante procedimientos de
provisión de puestos de trabajo, durante el plazo posesorio.
- Cuando, por su condición de funcionario exigida por disposición legal, presten servicios en
Organismos o Entes públicos.
- Cuando por cesación progresiva de actividades prevista en el artículo 30.4 de la Ley 30/1984,
de 2 de agosto, de Medidas para la Reforma de la Función Pública, presten servicio con
reducción de jornada y de retribuciones
b) Servicios especiales
La situación de servicios especiales fue una de las novedades introducidas por la Ley 30/1984, y está
regulada en el artículo 29.2 de la referida Ley de Medidas y en el Capítulo III del Reglamento de
Situaciones Administrativas.
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Algunos supuestos que determinan el pase a la situación de servicios especiales son:
- Cuando sean autorizados para realizar una misión por periodo determinado superior a seis
meses en Organismos internacionales, Gobiernos o Entidades públicas extranjeras o en
programas de cooperación internacional.
- Cuando sean nombrados miembros del Gobierno o de los órganos de gobierno de las
Comunidades Autónomas o altos cargos de las respectivas Administraciones Públicas que no
deben ser provistos necesariamente por funcionarios públicos.
- Cuando sean elegidos por las Cortes Generales para formar parte de los Órganos
constitucionales u otros cuya elección corresponda a las Cámaras (de acuerdo con la mayor
parte de la doctrina, hay que entender que en este apartado se está haciendo referencia, por un
lado, a los supuestos de nombramiento de magistrados del Tribunal Constitucional, de
miembros del Consejo General del Poder Judicial y de miembros del Tribunal de Cuentas y,
por otro lado, al Defensor del Pueblo).
- Cuando sean adscritos a los servicios del Tribunal Constitucional o del Defensor del Pueblo o
destinados al Tribunal de Cuentas, en los términos previstos en el artículo 99.3 de la Ley
7/1988, de 5 abril, o presten servicios en los Órganos técnicos del Consejo del Poder Judicial,
de acuerdo con lo previsto en el artículo 146.3 de la Ley Orgánica 6/1985, de 1 de julio, del
Poder Judicial , modificada por la Ley Orgánica 16/1984, de 8 de noviembre.
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Pública. Asimismo, cuando presten servicios en puestos de niveles no incluidos en el
intervalo correspondiente al Grupo en el que figure clasificado su Cuerpo o Escala en los
Gabinetes de la Presidencia del Gobierno, de los Ministros, Secretarios de Estado, Delegados
del Gobierno y Gobernadores Civiles (en la actualidad, dicha redacción debe entenderse
referida, según lo dispuesto en la Ley 6/1997, de 14 de abril, de Organización y
Funcionamiento de la Administración General del Estado, a los Delegados del Gobierno).
- Cuando sean nombrados para cualquier cargo de carácter político del que se derive
incompatibilidad para ejercer la función pública. Para declarar el pase a la situación de
servicios especiales en este supuesto será necesario haber sido nombrado para el desempeño
en el sector público de un cargo de carácter político, entendiendo por tal el cargo de
confianza que no implique una relación profesional de carácter permanente del que se derive
incompatibilidad para ejercer la función pública y conlleve responsabilidades directivas o
asesoramiento a nivel político.
En síntesis, se trata de supuestos en los que el funcionario es autorizado para realizar una misión por
período determinado superior a seis meses en Organismos internacionales, Gobiernos o Entidades
Públicas extranjeras o en programas de cooperación internacional; adquiere la condición de
funcionario al servicio de Organizaciones Internacionales o de carácter supranacional; accede a la
condición de miembro representativo en las Cortes Generales, en las Asambleas Legislativas
autonómicas, o en las Corporaciones Locales; es elegido miembro del Parlamento europeo; es
nombrado para ocupar un cargo político en los Gobiernos estatal, autonómico o local; adscrito a los
servicios del Tribunal Constitucional, Defensor del Pueblo o Tribunal de Cuentas; o designado
mediante otros cargos de naturaleza eminentemente política para la realización de determinadas
funciones, que cumplen con los requisitos exigidos por el Reglamento.
A los anteriores supuestos es preciso añadir dos situaciones más que implican la declaración y el
pase del funcionario a servicios especiales, adicionados por la Ley 6/1997, de 14 de abril, de
Organización y Funcionamiento de Administración General del Estado, que consisten en:
- Ser nombrado Subsecretario, Secretario General Técnico o Director General.
- Ser nombrado Subdelegado de Gobierno en las provincias. En la actualidad se puede optar
entre esta situación o continuar en servicio activo.
1º) A la reserva de la plaza y destino que ocupara conforme a los criterios que recoge el
Reglamento de Situaciones Administrativas, que no implica necesariamente que la reserva
recaiga sobre el puesto que se desempañaba al pasar a servicios especiales. Así, con ocasión del
reingreso al servicio activo, se les asignará:
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a) Cuando el puesto de trabajo desempeñado con anterioridad hubiera sido obtenido
mediante el sistema de libre designación, se les adjudicará con carácter provisional, entre
tanto no obtengan otro con carácter definitivo, un puesto de igual nivel y similares
retribuciones en el mismo municipio.
b) En los restantes casos, se les adjudicará con carácter definitivo, un puesto de igual nivel y
similares retribuciones en el mismo Ministerio y municipio.
2º) A percibir las retribuciones del puesto o cargo efectivo que desempeñe.
3º) Al cómputo del tiempo que permanezcan en tal situación a efectos de ascensos, consolidación
de grado personal, trienios, derechos pasivos, así como a efectos del cómputo del período
mínimo de servicios efectivos para solicitar el pase a la situación de excedencia voluntaria por
interés particular.
Por lo que respecta a los Diputados, Senadores, miembros de las Asambleas Legislativas de las
Comunidades Autónomas o del Parlamento Europeo que pierdan su condición por disolución de las
correspondientes Cámaras, éstos podrán permanecer en la situación de servicios especiales hasta su
nueva constitución. En conexión con ello habrá que entender, que el plazo de un mes señalado para
solicitar el reingreso resultará aplicable a aquellos parlamentarios cesados que, presentándose a una
nueva elección, no obtengan el acta correspondiente.
Los funcionarios transferidos se han integrado en los Cuerpos y Escalas propios de la Comunidad
Autónoma a la que han sido traspasados, al tiempo que han mantenido todos sus derechos, como si
se hallaran en servicio activo, en los Cuerpos y Escalas de la Administración del Estado.
En el caso de los funcionarios transferidos, la separación del servicio será acordada por el Órgano de
Gobierno de la Comunidad Autónoma, previo dictamen del Consejo de Estado, sin perjuicio de los
informes que previamente deban solicitar éstas de acuerdo con lo previsto en su legislación
específica.
Respecto a los funcionarios trasladados, el artículo 67 del Reglamento General de Ingreso del
Personal al Servicio de la Administración General del Estado y de Provisión de Puestos de Trabajo y
Promoción Profesional de los Funcionarios Civiles de la Administración General del Estado,
aprobado por Real Decreto 364/1995, de 10 de marzo, señala que los funcionarios de la
Administración del Estado podrán obtener destino en las Administraciones de las Comunidades
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Autónomas mediante la participación en concursos para la provisión de puestos de trabajo o por el
sistema de libre designación.
La diferencia fundamental entre los referidos supuestos se encuentra en que, en el caso de los
funcionarios transferidos se produce prácticamente una plena integración en la organización de la
función pública de la Comunidad Autónoma, pero manteniéndose todos los derechos como si se
encontrase el funcionario en situación de activo, de acuerdo con lo previsto en los respectivos
Estatutos de Autonomía. Este tipo de integración se encuentra expresamente reconocida en la Ley
12/1983, de 14 de octubre, del Proceso Autonómico, en donde se establecen al respecto las
siguientes reglas:
- Las Comunidades Autónomas asumen, en relación a los funcionarios transferidos, todas las
obligaciones del Estado en relación con los mismos, incluidas las que se deriven del régimen
de Seguridad Social o Clases Pasivas que les sea de aplicación.
- Los funcionarios transferidos sólo podrán ser adscritos a puestos de trabajo que corresponden
a su categoría, Cuerpo o Escala.
- Transcurridos dos años desde la transferencia, los funcionarios que se encuentren en esta
situación administrativa podrán participar en los concursos estatales convocados para cubrir
puestos vacantes.
d) Excedencia forzosa
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Dirección General de la Función Pública en relación con los funcionarios de los Cuerpos y Escalas
adscritos al Ministerio de Administraciones Públicas.
Los funcionarios que se encuentren en este último supuesto de excedencia forzosa estarán obligados
a participar en los concursos convocados para puestos adecuados a su Cuerpo o Escala que le sean
notificados, así como a aceptar los destinos que se les señalen y a participar en cursos de
capacitación que se les ofrezcan. El incumplimiento de estas obligaciones determina la declaración
de excedencia voluntaria por interés particular.
La competencia para declarar la situación de excedencia forzosa por esta causa y, en su caso, el pase
a la situación de excedencia voluntaria por interés particular corresponde a la Secretaría General para
la Administración Pública.
Los excedentes forzosos tienen derecho a la percepción del sueldo, trienios, pagas extraordinarias y
ayuda familiar y al cómputo del tiempo en dicha situación a efectos de derechos pasivos y trienios.
e) Excedencia voluntaria
Está regulada en el artículo 29.3 de la Ley de Medidas para la Reforma de la Función Pública y en el
Capítulo VI del Reglamento de Situaciones Administrativas.
1) Excedencia voluntaria por servicio activo en otro puesto del sector público (artículo
29.3.a) de la Ley 30/1984).
Resulta aplicable a los funcionarios que se encuentran en situación de servicio activo, en otro
Cuerpo o Escala de cualquiera de las Administraciones Públicas, o desempeñan un puesto de
trabajo en Organismos o Entidades del sector público, y no les corresponda quedar en las
situaciones de servicio activo o servicios especiales.
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El Real Decreto 255/2006, de 3 de marzo, ha incidido de manera particular en el ámbito a
que se venía extendiendo esta figura al determinar que “el desempeño de puestos con carácter
de funcionario interino o de personal laboral temporal no habilitará para pasar a esta situación
administrativa”.
En el caso de cese en la relación de servicios que dio lugar a este tipo de excedencia, debe
solicitarse el reingreso al servicio activo en el plazo de un mes, pasando el funcionario de no
hacerlo a la situación de excedencia voluntaria por interés particular.
Para poder solicitar la excedencia voluntaria por interés particular, es necesario haber
prestado servicios efectivos en cualquiera de las Administraciones Públicas durante los cinco
años inmediatamente anteriores. Una vez declarada, no puede solicitarse el reingreso hasta
transcurridos dos años.
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condicionado al cumplimiento de una serie de requisitos – tanto para su declaración, como
para el reingreso -, supeditado siempre a la buena marcha del servicio.
Sin embargo, esta situación tiene otra vertiente, derivada del incumplimiento de los plazos
impuestos para solicitar el reingreso al servicio activo, una vez desaparecidas las causas que
determinaron el pase del funcionario a otras situaciones administrativas.
Tiene una duración mínima de dos años y máxima de quince. Se concede a los funcionarios
cuyo cónyuge resida en otro municipio por haber obtenido y estar desempeñando un puesto
de trabajo de carácter definitivo como funcionario o laboral.
Se establece, por tanto, como requisito la condición del cónyuge de funcionario o laboral en
cualquier Administración Pública, Organismo Autónomo o Entidad Gestora de la Seguridad
Social, así como en Órganos constitucionales o del Poder Judicial.
Los funcionarios afectados por un proceso de reasignación de efectivos podrán solicitar unas
veces, y tendrán derecho a pasar otras a esta situación por un plazo no superior a cinco años,
y a la percepción de una mensualidad de las retribuciones de carácter periódico, excluidas
pagas extraordinarias y el complemento de productividad devengados en el último puesto
desempeñado por cada año completo de servicios efectivos con un máximo de doce
mensualidades.
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Si no se solicita el reingreso al servicio activo dentro del mes siguiente al de la finalización
del periodo de excedencia voluntaria incentivada (cuya duración, como ya se ha señalado no
puede superar los cinco años), el Departamento ministerial al que esté adscrito el Cuerpo o
Escala del funcionario en excedencia voluntaria incentivada le declarará en situación de
excedencia voluntaria por interés particular.
Se encuentra regulada en el apartado 4 del artículo 29 de la Ley 30/1984, cuya redacción se modificó
por la Ley 39/1999, de 5 de noviembre, para promover la conciliación de la vida familiar y laboral
de las personas trabajadoras. Sobre él inciden, asimismo, distintas medidas contempladas por el
reciente Plan integral para la conciliación de la vida personal y laboral en la Administración (Plan
CONCILIA), que prevé un acercamiento de las dos figuras previstas en la Ley 30/1984.
1)La excedencia para el cuidado de hijos: De una parte, se prevé la excedencia para el
cuidado de hijos. Se concede por un período no superior a tres años, al único objeto de
atender al cuidado de cada hijo, tanto de naturaleza como de adopción. Es un derecho
individual del funcionario, pero cuando el padre y la madre trabajen, si ambos son
funcionarios, la Administración podrá limitar su ejercicio simultáneo por razones justificadas
relacionadas con el funcionamiento de los servicios.
Una vez solicitada la excedencia, la Ley 30/1984 establece que se tendrá reserva del puesto
de trabajo durante el primer año, si bien el Plan CONCILIA prevé la ampliación de esta
reserva a los dos primeros años; transcurrido este período, dicha reserva lo será de un puesto
en la misma localidad y de igual nivel y retribución.
En todo caso, implica el cómputo del tiempo a efectos de trienios, derechos pasivos y
consolidación del grado personal y solicitud de excedencia voluntaria por interés particular.
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actividad retribuida. (La mención a la discapacidad se ha introducido por la Ley 51/2003, de
2 de diciembre, de igualdad de oportunidades, no discriminación y accesibilidad universal de
las personas con discapacidad). El período de excedencia será único por cada sujeto causante.
También en este caso el Plan Concilia prevé un período de dos años de reserva de puesto de
trabajo, garantizándose el tercero el mismo sueldo y nivel en la misma localidad.
Esta situación está prevista para aquellos funcionarios afectados por un proceso de reasignación de
efectivos como consecuencia de un Plan de Empleo. Su regulación se contiene en el artículo 29.5 de
la Ley de Medidas para la Reforma de la Función Pública y en el Capítulo V del Reglamento de
Situaciones Administrativas.
El período máximo de duración de esta situación administrativa será de un año, transcurrido el cual
se pasará a la situación de excedencia forzosa.
h) Suspensión de funciones
1) La suspensión provisional.
La suspensión provisional puede acordarse preventivamente por resolución judicial o administrativa
durante la tramitación de un procedimiento judicial o disciplinario.
El suspenso provisional sólo tiene derecho a percibir el 75% de su sueldo, trienios y pagas
extraordinarias y la totalidad de la ayuda familiar.
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La suspensión provisional, si no es declarada firme con posterioridad, no implica la pérdida del
puesto de trabajo, y el tiempo de duración de la misma se computará como de servicio activo, con
reconocimiento de los derechos económicos y demás que procedan desde la fecha de efectos de la
suspensión.
2) La suspensión firme.
La suspensión tiene el carácter de firme cuando se impone en virtud de condena criminal o de
sanción disciplinaria. La condena y la sanción determinarán la pérdida del puesto de trabajo, excepto
cuando la suspensión firme no exceda de seis meses.
La suspensión firme por sanción disciplinaria no puede exceder de seis años, siendo de abono al
efecto el período de permanencia en la situación de suspenso provisional.
El funcionario que haya perdido su puesto de trabajo como consecuencia de condena o sanción
disciplinaria deberá solicitar el reingreso al servicio activo con un mes de antelación a la finalización
del período de duración de la suspensión. Dicho reingreso tendrá efectos económicos y
administrativos desde la fecha de la extinción de la responsabilidad penal o disciplinaria.
De acuerdo con este nuevo precepto las funcionarias públicas víctimas de violencia de género, para
hacer efectiva su protección o su derecho a la asistencia social integral, tendrán derecho a solicitar la
situación de excedencia sin necesidad de haber prestado un tiempo mínimo de servicios previos y sin
que resulte de aplicación ningún plazo de permanencia en la misma. Durante los seis primeros meses
tendrán derecho a la reserva del puesto de trabajo que desempeñaran, siendo computable dicho
período a efectos de ascensos, trienios y derechos pasivos.
Esto no obstante, cuando de las actuaciones de tutela judicial resultase que la efectividad del derecho
de protección de la víctima lo exigiere, se podrá prorrogar por períodos de tres meses, con un
máximo de dieciocho, el período en el que, de acuerdo con el párrafo anterior, se tendrá derecho a la
reserva del puesto de trabajo, con idénticos efectos a los señalados en dicho párrafo.
La acreditación de las circunstancias que dan lugar al reconocimiento de este derecho (así como
otros derivados de las situaciones de violencia de género ejercida sobre las funcionarias) se realizará
en los términos expresados en el artículo 23 de la Ley Orgánica 1/2004 mencionada. En este sentido,
se acreditará con la orden de protección a favor de la víctima. Excepcionalmente, será título de
acreditación de esta situación, el informe del Ministerio Fiscal que indique la existencia de indicios
de que la demandante es víctima de violencia de género hasta tanto se dicte la orden de protección.
El Plan Concilia recoge entre sus medidas, el fomento de la protección integral de las víctimas de la
violencia de género a través del reconocimiento de esta modalidad de excedencia que permite a las
funcionarias víctimas de violencia sobre la mujer acogerse a la asistencia social integrada. Para
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acceder a este tipo de excedencia, que el nuevo Plan Concilia configura sin límite de tiempo, no se
requiere haber trabajado en la Administración un tiempo previo mínimo.
El reingreso en el servicio activo es, a primera vista, un derecho del funcionario que se encuentra en
cualquiera de las situaciones administrativas distintas a las de servicio activo, que contempla el
ordenamiento jurídico.
Esta posibilidad de reingreso implica que el funcionario mantiene su relación jurídica con la
Administración, a pesar de no estar trabajando activamente en ella, pues se reingresa en el servicio
activo y no en la función pública, por lo que para gozar de tal derecho, no ha de haberse perdido la
condición de funcionario.
El artículo 29 bis de la Ley de Medidas, así como el 62 del Reglamento de Ingreso y Provisión
regula esta figura sin hacer distinciones en atención a la situación administrativa de procedencia,
estableciendo las siguientes reglas para el reingreso al servicio activo:
• El reingreso al servicio activo de los funcionarios que no tengan reserva de plaza y destino, se
efectuará mediante su participación en las convocatorias de concursos o de libre designación
para la provisión de puestos de trabajo.
• Asimismo, los reingresos podrán efectuarse por adscripción a un puesto con carácter provisional,
condicionado a las necesidades del servicio de acuerdo con los criterios que establezca el
Ministerio para las Administraciones Públicas, y siempre que se reúnan los requisitos para el
desempeño del puesto.
El procedimiento que se establece deslinda claramente el acuerdo de reingreso al servicio activo del
funcionario y la asignación de puesto de trabajo, momentos administrativos que no necesariamente
han de coincidir en el tiempo, si bien debe transcurrir un plazo de lo más corto posible entre el
segundo y el primero.
La Resolución de 1996 fija un conjunto de criterios relativos al reingreso al servicio activo desde
situaciones que no conllevan el derecho a la reserva de puesto de trabajo, así como instrucciones de
reingreso al servicio activo desde situaciones que conllevan el derecho a reserva de puesto de
trabajo.
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- Suspensión de funciones (superior a seis meses).
- Excedencia voluntaria por prestación de servicios en el sector público.
- Excedencia voluntaria por interés particular.
- Servicios especiales (sin reserva de puesto de trabajo).
El reingreso al servicio activo desde situaciones que no conllevan la reserva de puesto de trabajo se
realiza de acuerdo con las necesidades del servicio, condicionado a la existencia de vacante
adecuada y dotada presupuestariamente, tras realizar una búsqueda de vacante adecuada entre los
distintos Departamentos y sus Organismos.
En el segundo caso, esto es, reingreso al servicio activo desde situaciones que conllevan la reserva
de puesto de trabajo, los supuestos de partida son los relativos a los excedentes por cuidado de
familiares y a los funcionarios en situación de servicios especiales con reserva de puesto. La
competencia para la tramitación y resolución del correspondiente reingreso al servicio activo está
atribuida al Departamento en que el funcionario tuviera reservado el puesto de trabajo.
En todo caso, el puesto asignado con carácter provisional se convocará para su provisión definitiva
en el plazo máximo de un año, y el funcionario reingresado con destino provisional tendrá
obligación de participar en la convocatoria.
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