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■ REVISIONES ■ 521

Rev. Soc. Esp. Dolor


8: 521-526; 2008

Síndrome de neurotoxicidad inducido por opioides (NIO).

M. L. Cid

Su manejo incluye principalmente la prevención de su


Cid M. L. aparición, con el manejo de factores precipitantes; disminu-
ción o rotación de opioides y manejo sintomático, intentando
mantener siempre un buen control del dolor.
Opioid induced-neurotoxicity syndrome
(OIN) Palabras claves: neurotoxicidad, opioides, delirium, aluci-
naciones, hiperalgesia.
ABSTRACT

The opioid induced neurotoxicity (OIN) is an adverse ef-


fect for opioids use, described in the last years. Because the
accumulation of toxic metabolites, especially M3 Glucuronide
of morphine, cause neuronal hiperexcitability, patients can INTRODUCCION
develop cognitive failure, delirium, hallucinations, myoclonus,
seizures and hyperalgesia. The most vulnerable patients are El uso de opioides ha aumentado en forma impor-
old people, patients with dehydration and renal failure. tante en los últimos años, ya sea por la aparición de
Its treatment include prevention, with the management of
trigger factors , decrease or change opioids and symptomatic
nuevos opioides y nuevas formulaciones de uso, co-
management, trying to keep the good control of pain. mo por un mejor conocimiento de sus indicaciones,
tanto en dolor oncológico como en dolor crónico be-
Key words: neurotoxicity, opioids, delirium, hallucinations, nigno (1). A esto también ha contribuido la creciente
hyperalgesia. evidencia en favor de los opioides como parte del
manejo del dolor neuropático (2-5).
RESUMEN
Con el mayor uso de los opioides también ha au-
mentado la aparición de efectos secundarios, des-
El síndrome de neurotoxicidad inducido por opioides (NIO) cribiéndose con cada vez mayor frecuencia síntomas
es uno de los efectos adversos del uso de estos fármacos des- del ámbito neurológico, desde trastornos cognitivos
crito en los últimos años. Su aparición de debe a la acumu- hasta convulsiones, que han ido constituyendo lo que
lación de metabolitos tóxicos, principalmente el M3
Glucurónido de la morfina; los cuáles pueden provocar
en el último tiempo se ha denominado “síndrome de
hiperexcitabilidad neuronal, con desarrollo de alteraciones neurotoxicidad inducida por opioides (NIO)”, el cuál
cognitivas, delirium, alucinaciones, mioclonias, convulsiones es causado por la acumulación de ciertos metabolitos
e hiperalgesia. Especialmente vulnerables a estos efectos son tóxicos de los opioides.
los pacientes mayores o con factores de riesgo como insufi- El presente estudio tiene por objetivo revisar este
ciencia renal o deshidratación.
síndrome, sus causas, su cuadro clínico y principal-
mente su manejo.
——————————
Neuróloga-Especialista en Dolor
Unidad de Tratamiento del Dolor-Hospital Militar de Santiago Metabolismo de los opioides
Chile

Recibido: 17/08/2008 Se conoce por estudios en animales y experiencias


Aceptado: 06/09/2008 clínicas que los opioides están relacionados con la
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producción de efectos adversos tóxicos, ya sea en for- teración médica, metabólica o farmacológica.
ma directa o a través de sus metabolitos (6). Se caracteriza por (DSM IV) (12):
La morfina ha sido el opioide más estudiado, la
cuál, como la mayoría de éstos, sufre metabolización - Alteración del nivel de conciencia y dificultad
hepática. Se conjuga en el hígado con ácido glu- para mantener y dirigir la atención.
curónico, y entre otros, produce dos de sus metaboli- - Alteraciones cognitivas (memoria, orientación,
tos más conocidos y estudiados: morfina 3 lenguaje) no explicados por demencia previa.
glucurónido (M3G) y morfina 6 glucurónido (M6G) - Evolución rápida y fluctuante durante el día.
(6-9). - Evidencia de un proceso patológico subya-
El M6G tiene gran afinidad por receptores mu y es cente.
responsable de los efectos secundarios clásicos de los
opioides (náuseas, vómitos, constipación, depresión 3. Alucinaciones: son alteraciones de la percep-
respiratoria) (6,7). ción, ya sean visual, auditiva o táctil. Pueden
El M3G tiene menos afinidad por receptores opi- ser parte del delirio.
oides, pero sí por receptores N-metil-D-Aspartato
(NMDA), receptores activados por glutamato, aminoá- 4. Mioclonías y convulsiones: las mioclonías
cido excitatorio que actúa en los centros de control del son movimientos repentinos, breves e involun-
dolor(10). Este metabolito produciría hiperexcitabili- tarios de uno o varios grupos musculares (mul-
dad neuronal y por tanto pareciera ser el responsable tifocales), siendo estas últimas las más
de los efectos de neurotoxicidad (6,7,9). frecuentemente asociadas a uso de opioides.
Pueden ser de inicio nocturno y progresar
luego durante el día. Su presencia se ha asocia-
Cuadro clínico de NIO do al uso de opioides junto con antidepresivos
y antipsicóticos, y a daño renal (6,7). Even-
El síndrome de neurotoxicidad incluye al- tualmente pueden evolucionar a convulsiones
teraciones cognitivas, delirio, alucinaciones, mio- tónico clónicas generalizadas (6,9). La apari-
clonías, convulsiones e hiperalgesia (6,7). ción de convulsiones se ha visto mayormente
Existen ciertas condiciones o factores de riesgo relacionada al aumento brusco de dosis o a do-
para desencadenar este cuadro, que son importantes sis altas de opioides (7,13). Pacientes más vul-
de tener en consideración al indicar opioides (7,11): nerables parecen ser aquellos que usan otros
fármacos que disminuyan el umbral convulsi-
- dosis altas de opioides. vante (14) o pacientes epilépticos. Se debe te-
- rápida escalada de dosis. ner precaución con el uso de meperidina, ya
- pacientes en terapia prolongada con opioides. que la acumulación de uno de sus metabolitos,
- edad avanzada. la normeperidina, de vida media larga, se ha
- deterioro orgánico cerebral. visto muy relacionada con la aparición de cri-
- deshidratación. sis convulsivas generalizadas, por lo que el uso
- insuficiencia renal. crónico de este opioide debe ser evitado
- uso concomitante de otros fármacos de acción (15,16). Se han postulado muchas causas sobre
central como antidepresivos, benzodiacepinas, el origen de las mioclonías y convulsiones se-
anticolinérgicos. cundarias a opioides, el M-3-glucuronido, a
través de su acción en receptores NMDA,
Los síntomas de neurotoxicidad que se presentan parece ser el principal responsables de esta
se describen a continuación: hiperexcitabilidad central (17), pero hay estu-
dios que describen una acción directa de la
1. Alteraciones cognitivas: como confusión, morfina en dosis altas, en los subtipos de re-
sedación, déficit de atención y cálculo, que ceptores opioides mu y kappa en el hipocam-
pueden ser fluctuantes. po, con desinhibición de ciertos grupos
neuronales(18). Pero todavía faltan más estu-
2. Delirium: que corresponde a una disfunción re- dios sobre el tema.
versible del sistema nervioso central, de curso
agudo o subagudo, secundario a alguna al- 5. Hiperalgesia y alodinia: la sensibilidad anor-
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mal al dolor ocurre en cuadros de dolor de tipo enteral podría reducir la acumulación de
neuropático, que se manifiesta por hiperalgesia, metabolitos tóxicos versus la vía oral. Otras
que es la respuesta exagerada o despropor- vías deben tenerse en cuenta como la transdér-
cionada ante un estímulo doloroso, y por la alo- mica, e incluso la epidural (22).
dinia que corresponde a una respuesta dolorosa
ante un estímulo inocuo. El uso de opioides, es- 4. Rotación de opioides: la rotación de opioides
pecialmente en forma crónica, puede también es una estrategia importante en el manejo de la
asociarse al desarrollo de hipersensibilidad al NIO por dos motivos. Primero, permite retirar
dolor, compartiendo mecanismos celulares in- el opioide responsable de los síntomas, elimi-
volucrados en el dolor neuropático (1). Su nando sus metabolitos tóxicos, manteniendo un
aparición podría estar relacionada con el buen control del dolor (7). Para esto tradi-
metabolito de la morfina M3G, el cual activa de cionalmente se ha usado como segundo opioide
manera indirecta receptores NMDA, localizados aquellos que no presente metabolitos clínica-
tanto a nivel espinal como supraespinal, permi- mente significativos, como Oxicodona, Meta-
tiendo (al igual que al activarse por glutamato) dona y Fentanyl, con resultados exitosos en
la entrada masiva de calcio en el interior de las remisión de los síntomas en diversas publica-
neuronas, con elevación del NO intracelular, lo ciones (23-26). Sin embargo hay algunos re-
que lleva a una depolarización celular manteni- portes sobre neurotoxicidad asociada al uso de
da y a un estado de hiperexcitabilidad, que fa- Fentanyl (27) y metadona (28). Es probable que
vorecen la aparición de los fenómenos de la suma de factores de riesgo (especialmente in-
hiperalgesia y alodinia (7,19,20). suficiencia renal), el uso de dosis altas de opi-
oides más una variabilidad genética sean
responsables de la respuesta de un individuo a
Manejo del síndrome de neurotoxicidad inducido determinado opioide.
por opioides En segundo lugar la rotación de opioides per-
mite disminuir las dosis equivalentes usadas del
Ante la sospecha de NIO, siempre se debe descar- nuevo opioide; ya que se sabe que la adminis-
tar otras etiologías que por sí solas sean responsable tración repetida de un opioide lleva a desarrol-
de los síntomas, como encefalopatías tóxico metabóli- lar fenómenos de tolerancia, con necesidad de
cas por falla renal o hepática, infecciones (infecciones incrementar las dosis para mantener la misma
del tracto urinario especialmente en pacientes ma- potencia analgésica (y por tanto con mayor acu-
yores), alteraciones hidroelectrolíticas, hipercalcemia, mulación de metabolitos tóxicos). Un segundo
aparición de metástasis cerebrales, efectos adversos de opioide podría presentar diferente afinidad por
fármacos como benzodiacepinas, anticolinérgicos, do- los receptores, con menor tolerancia cruzada, lo
sis altas de corticoides, síndrome de abstinencia, etc. cual permite usar menores dosis para la misma
analgesia, con el consiguiente menor efecto en
Si se confirma que los síntomas son secundarios al toxicidad (17,29). De estos fenómenos de toler-
uso de opioides se recomienda el siguiente manejo: ancia también es responsable en parte el
metabolito M3G de la morfina, al unirse a re-
1. Hidratación: para favorecer la rápida elimi- ceptores NMDA, activando una cascada de me-
nación de los metabolitos responsables de la diadores químicos, lo cual lleva a desacoplar la
NIO (21,22). proteína G del receptor opioide, haciéndolo
menos respondedor a la acción de los agonistas
2. Disminuir las dosis de opioides: si el dolor es- opioides (30).
tá controlado se recomienda disminuir entre el
25-50% de la dosis, con la disminución de los 5. Manejo sintomático de la NIO: se puede re-
efectos adversos y manteniendo buen control del alizar junto con las medidas anteriores un mane-
dolor. Considerar el uso de analgésicos coadyu- jo específico de los síntomas neurológicos que
vantes y bloqueos anestésicos regionales (22). presenta el paciente.
Sedación: solo si es muy importante y persis-
3. Cambiar ruta de administración del opioide: tente se puede sugerir el uso de psicoestimu-
hay evidencias de que la administración par- lantes como metilfenidato o pemolina (7). E
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Modafinilo es un estimulante del sistema opioides mu tiene también actividad como an-
nervioso central no anfetamínico que también tagonista de receptores NMDA, por lo que
puede ser utilizado para mejorar la alerta. Estu- puede ser la alternativa de elección al rotar
dios preliminares han mostrado que el opioides (39).
Donepezilo (un inhibidor de la acetilco-
linesterasa de acción central, aprobado para la Como último punto no se puede dejar de men-
enfermedad de Alzheimer) puede ser benefi- cionar la importancia de la prevención en el desarro-
cioso al menos a corto plazo para el manejo de llo del síndrome de neurotoxicidad inducida por los
la sedación por opioides (31). opioides.
Delirio y alucinaciones: se recomienda usar de Al indicar un opioide se debe estar atento a la
primera línea los neurolépticos, como el presencia de los diferentes factores de riesgo de NIO,
haloperidol y la clorpromazina , que tienen la disminuyendo en lo posible fármacos de acción cen-
ventaja de estar disponibles en prácticamente tral, especialmente en pacientes con más de un factor
todos los centros de atención medica, su bajo de riesgo como los adultos mayores.
costo y sus presentaciones oral y parenteral, es- Se puede evitar mayores requerimientos de anal-
ta última muy útil en pacientes con agitación gesia (que aumenten la probabilidad de desarrollar
psicomotora importante; pero por sus efectos neurotoxicidad), con una buena educación del pa-
adversos (hipotensión, arritmias, efectos ex- ciente respecto al uso de opioides, sus horarios y do-
trapiramidales) se sugiere su uso por periodos sis. Además de un adecuado manejo del dolor
breves y en dosis bajas (32,33). Actualmente se irruptivo, que evite excesivas dosis de opioides de
dispone de los llamados neurolépticos atípicos rescate. Considerar el apoyo psicológico para mane-
(34), como risperidona (35), quetiapina y olan- jar síntomas de ansiedad o depresión que aumenten la
zapina, de mayor costo en nuestro país, pero percepción del dolor. Y evaluar el uso de proce-
con considerable menor incidencia de efectos dimientos invasivos como bloqueos simpáticos,
adversos. Las benzodiacepinas son otra alterna- peridurales, de nervio periférico; y otros como la ra-
tiva para el manejo de la agitación y el deliri- dioterapia paliativa, que pueden ser indicados como
um, pero su uso debe ser con precaución ya que manejo complementario en el tratamiento del dolor
pueden aumentar la sedación y confusión, y en (21).
pacientes mayores provocan una “reacción
paradojal” con mayor agitación psicomotora
(32). CONCLUSIONES
Mioclonías y convulsiones: existen actualmente
muy pocos estudios sobre el manejo de la mio- Es muy importante dentro del buen manejo de una
clonías por opioides. Se sugiere intentar dis- terapia con opioides el conocer y tratar sus efectos ad-
minuir dosis de opioides o plantear la rotación versos, especialmente en pacientes que deben usarlo
de opioides, lo cuál ha mostrado buenos resulta- en forma crónica, como es el caso muchos pacientes
dos en trabajos retrospectivos. En cuanto ha fár- oncológicos.
macos se han utilizado benzodiacepinas El síndrome de neurotoxicidad inducida por
(diazepam, midazolam, clonazepam), baclofeno, opioides es uno de los efectos secundarios que se es-
ácido valproico (7) y dantroleno (36). Las crisis tá observando cada vez con mayor frecuencia, provo-
convulsivas requieren las medidas habituales de cando un cuadro de disfunción neurológica importante
sostén, uso de benzodiacepinas parenterales y que puede alterar en forma severa la calidad de vida
fármacos anticonvulsivantes, además de rotar el de los pacientes y sus familias, dificultando muchas
opioide responsable de la neurotoxicidad (7). veces un adecuado tratamiento del dolor.
Hiperalgesia y alodinia: sin existir mucha Su aparición se puede prevenir en muchos casos,
evi-dencia sobre su manejo, se sugiere inten- considerando los factores de riesgo del paciente al
tar disminuir las dosis o iniciar una rotación de usar o iniciar una terapia con opioides. Por lo que es
opioides. Ciertos medicamentos pueden ser importante reconocerlo o sospecharlo en forma opor-
útiles como los bloqueadores de receptores tuna y precoz, realizando un buen diagnóstico que nos
NMDA (Ketamina) en disminuir esta hipersen- permita además diferenciarlo de otras causas de sin-
sibilidad inducida por opioides (37,38). La tomatología neurológica, para instaurar un tratamien-
metadona además de su efecto sobre receptores to efectivo que disminuya los síntomas de
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