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ORIGEN UNIVERSO

Big bang
Formación de la Teoría del Big Bang
El primero en señalar esta posibilidad, en 1922, fue el matemático ruso Alexander
Alexandrovich Friedmann.

Cinco años más tarde, en 1927, el astrónomo belga Georges Lemaître elaboró sin
conocer los trabajos de Friedmann un esquema similar del cosmos en expansión.
Consideró que, dado que el universo se estaba expansionando, debió existir un
momento en el pasado en que debió de ser muy pequeño y tan denso como fuese
posible, al que llamó Huevo Cósmico.
La expansión habría tenido lugar además, dado su enorme densidad y ateniéndonos a las
ecuaciones de la relatividad, con una violencia súperexplosiva. Los trabajos de Lemaître
inicialmente pasaron inadvertidos, siendo conocidos por la labor del astrónomo inglés
Arthur Stanley Eddington. Sin embargo, fue el físico ruso-norteamericano George
Gamow quien, en los años 1930 y 1940, popularizó esta teoría a la que denominó Big
Bang, para referirse a una gran explosión inicial con la que debió haberse creado el
Universo.
Pero no completamente satisfechos, en 1948, dos astrónomos de origen austriaco,
Hermann Bond y Thomas Gold, lanzaron una teoría alternativa, más tarde popularizada
por el británico Fred Hoyle que, si bien aceptaba la idea de un Universo en expansión,
negaba que hubiese tenido lugar en una primera y gran explosión. Consideraban que a
medida que las galaxias se separaban, nuevas galaxias se formaban entre ellas, con una
materia que se creaba de la nada en una proporción demasiado lenta como para ser
detectada por la tecnología del momento. El resultado es que el Universo seguía siendo
el mismo esencialmente a través de toda la eternidad, sin principio ni fin. Esta teoría
hacía mención a una creación continuada y a la idea de un Universo en Estado
Estacionario, como se vino a denominar.
Durante la década siguiente las dos teorías, tanto la del Big Bang y como la hipótesis
del Universo Estacionario, se debatían sin ninguna prueba satisfactoria que se inclinase
en favor de una u otra. No obstante, en 1949, Gamow apuntó que, si el big bang había
tenido lugar, la radiación que la acompañaría habría perdido energía a medida que el
Universo se expansionaba, y debería existir en nuestro tiempo bajo al forma de una
emisión de radioondas procedente de todas las partes del firmamento. Es decir, como
una radiación de fondo homogénea e independientemente de la orientación que tomase
el receptor de señal que se emplease. Además la radiación, como por otra parte
desarrolló el físico norteamericano Robert Henry Dicke, debería presentar las
características de los objetos a una temperatura de 5º K por encima del cero absoluto,
unos - 268 º C.
Sería en mayo de 1964, cuando el físico germano-norteamericano Arno Allan Penzias y
el radioastrónomo norteamericano Robert Woodrow Wilson, siguiendo las indicaciones
de Dicke, detectaron una radiación de fondo con las características de las predichas por
Gamow, indicando una temperatura media para el Universo de unos 3 º K. El
descubrimiento de este fondo de ondas de radio es considerado hoy en día como la
prueba concluyente en favor de la teoría del Big Bang, por lo que la hipótesis de la
Creación Continua -o del Universo Estacionario- ha sido prácticamente
abandonada.

El Big Bang, literalmente gran estallido, constituye el momento en que de la "nada"


emerge toda la materia, es decir, el origen del Universo. La materia, hasta ese momento,
es un punto de densidad infinita, que en un momento dado "explota" generando la
expansión de la materia en todas las direcciones y creando lo que conocemos como
nuestro Universo.

Muchos de los trabajos habituales en cosmología teórica se centran en desarrollar una


mejor comprensión de los procesos que deben haber dado lugar al Big Bang. La teoría
inflacionaria, formulada en la década de 1980, resuelve dificultades importantes en el
planteamiento original de Gamow al incorporar avances recientes en la física de las
partículas elementales. Estas teorías también han conducido a especulaciones tan osadas
como la posibilidad de una infinidad de universos producidos de acuerdo con el modelo
inflacionario.

Sin embargo, la mayoría de los cosmólogos se preocupa más de localizar el paradero de


la materia oscura, mientras que una minoría, encabezada por el sueco Hannes Alfvén,
premio Nobel de Física, mantienen la idea de que no sólo la gravedad sino también los
fenómenos del plasma, tienen la clave para comprender la estructura y la evolución del
Universo.
De acuerdo a la teoría del Big Ban, nuestro universo entero nació repentinamente
cuando un solo punto, más pequeño y más caliente de lo que podemos imaginar, estalló
con una tremenda potencia.

La teoría del big bang está relacionada con un universo en expansión. En los años 20,
Edwin Hubble descubrió que hay millones de galaxias en el universo y que éstas están
alejándose de nosotros a velocidades enormes, a su vez galaxias más lejanas se alejaban
de nosotros con más rapidez, y las galaxias próximas se alejaban mucho más
lentamente.
La edad del Universo es de aproximadamente diez o veinte mil millones de años.
Hubble descubrió que la razón entre la distancia y la velocidad de una galaxia es
constante, este valor se conoce como la constante de Hubble. Esto significaba que en el
pasado, en el comienzo, todas las galaxias del universo estaban amontonadas en el
mismo lugar al mismo tiempo.
En 1948 el físico ruso nacionalizado estadounidense George Gamow modificó la teoría
de Lemaître del núcleo primordial. Gamow planteó que el Universo se creó en una
explosión gigantesca y que los diversos elementos que hoy se observan se produjeron
durante los primeros minutos después de la Gran Explosión o Big Bang, Big
bangcuando la temperatura extremadamente alta y la densidad del Universo fusionaron
partículas subatómicas en los elementos químicos.

Uno de los problemas sin resolver en el modelo del Universo en expansión es si el


Universo es abierto o cerrado (esto es, si se expandirá indefinidamente o se volverá a
contraer).
Los científicos calcularon el tiempo que debían haber necesitado las galaxias para llegar
a su posición actual, calculando que la edad del universo está entre ocho y doce mil
millones de años y la edad de las estrellas más viejas de la Vía Láctea en catorce mil
millones de años.
La paradoja sería que las estrellas más viejas podrían ser más viejas que el propio
universo, hasta que los cálculos se refinen.
Luego de la explosión se formaron los quarks y leptones, las unidades constituyentes de
las partículas elementales. Además, la única fuerza unificada original se separó en las
cuatro fuerzas que hoy conocemos: gravedad, electromagnetismo y las fuerzas nucleares
fuerte y débil.
Y esto fue sólo en la primera diezmilmillonésima de segundo. Las siguientes en
formarse fueron las propias partículas, incluyendo los protones, los neutrones y los
electrones.
Luego se formaron los primeros núcleos a partir de protones y neutrones; y luego los
núcleos y los electrones sueltos se mezclaron en un gas llamado plasma (que es
diferente a la materia de su sangre).
Finalmente, los electrones, los neutrones y los protones se unieron en átomos, los
familiares bloques constituyentes del mundo tal como hoy los conocemos. En un
instante, este «material» se había extendido hasta proporciones cósmicas.

La primera evidencia importante del big bang, descubierta en 1965, fue la existencia de
una radiación de microondas procedente del espacio profundo.

Si el universo nació a partir de un punto muy caliente y ha estado expandiéndose y


enfriándose desde entonces, ahora debería estar a una temperatura de aproximadamente
-270 grados Celsius, precisamente la temperatura de la radiación de microondas de los
cuerpos celestes. Pero, ¿qué había antes del big bang? Muy probablemente, nada, una
nada inestable parecida a un vacío.
Las galaxias (galaxia del griego: leche) son agrupaciones de estrellas. La Vía Láctea, es
una galaxia en forma de espiral, el ella vivimos. Su diámetro aproximado de ochenta
mil años luz y contiene unos 10.000 millones de estrellas.

Fue vista por los griegos como un chorro de leche derramada en el cielo por la diosa
Hera tras negarse a que Hermes mamara de su seno. En 1924 Edwin Hubble demostró,
que nuestra galaxia no era única.

La galaxia más próxima es Andrómeda, visible por el humano a simple vista, pero
situada a 2.400.000 años luz, (2.400.000 años x 365 días x 24horas x 60 minutos x 60
segundos x 300.000 Kilíometros por segundo). La galaxia más lejana es la 4C4 1.17,
está a 12.000 millones de años luz.

Formación de núcleos y átomos

Desde ese momento hasta aproximadamente cuatro minutos después del principio
tuvieron lugar una serie de reacciones nucleares que convirtieron algunos de los
protones (núcleos de hidrógeno) y núcleos de deuterio en núcleos de helio (cada uno
con dos protones y dos neutrones), junto con trazas de otros núcleos ligeros, en un
proceso conocido como nucleosíntesis.
Sólo algo menos del 25% del material nuclear terminó en forma de helio, y el resto
(salvo una fracción de un 1%) en forma de hidrógeno. No obstante, la temperatura aún
era demasiado alta para que estos núcleos pudieran capturar electrones y formar átomos
estables.
Algo más de 30 minutos después del principio, la temperatura del Universo era de 300
millones de grados, y la densidad había disminuido espectacularmente hasta ser sólo un
10% de la del agua.
Los núcleos de hidrógeno y helio, con carga positiva, coexistían con electrones libres
(de carga negativa); debido a su carga eléctrica, tanto los núcleos como los electrones
seguían interaccionando con los fotones. La materia se encontraba en un estado
denominado plasma, similar al estado de la materia que existe en la actualidad en el
interior del Sol.
Esta actividad prosiguió durante unos 300.000 años, hasta que el Universo en expansión
se enfrió hasta la temperatura que existe hoy en la superficie del Sol, unos 6.000 ºC. Esa
temperatura era suficientemente fría para que los núcleos empezaran a capturar
electrones y formar átomos.
Durante los 500.000 años siguientes, todos los electrones y núcleos se unieron de este
modo para formar átomos de hidrógeno y helio. Como los átomos son en su conjunto
eléctricamente neutros, dejaron de interaccionar con la radiación.

El Universo se hizo transparente por primera vez, al poder pasar los fotones de
radiación electromagnética junto a los átomos de materia sin ser perturbados. Es esta
radiación, enfriada ya hasta unos -270 ºC (3 K), la que detectan los radiotelescopios
como microondas de la radiación de fondo.

Esta radiación no ha interaccionado con la materia desde unos cientos de miles de años
después del principio, y todavía lleva la huella (en forma de ligeras diferencias en la
temperatura de radiación, según las distintas direcciones del cielo) de la distribución de
la materia en aquel tiempo.
Las estrellas y galaxias no pudieron empezar a formarse hasta aproximadamente un
millón de años después del principio, una vez que la materia y la radiación se
'desacoplaran' según se ha descrito.

La creación del Universo según la mitología Griega


En un principio solo existió el caos. En el vacío exterior apareció Erebus (Erebo), el
ignoto lugar donde Muerte y Noche habitan. Todo allí era hueco, silencio, infinito,
obscuro. Entonces nació el Amor (Eros),hijo de Erebus y Noche, con él llegó el
comienzo del orden. Del Amor surgieron Luz y Día y apareció, Gaea (Gea),La Tierra.
Fue entonces cuando Erebo durmió con Noche y de aquella unión nació Aether (Eter),
la luz del cielo. Noche, en soledad, produjo Destino, Sino, Muerte, Letargo, Sueños, y
otros fenómenos que llegan hasta el hombre desde la obscuridad. Mientras, La Tierra
(Gea), alumbró a Urano, los cielos. Urano llegó a ser compañero de Tierra y la cubrió
por todos sus lados. Juntos tuvieron tres Cíclopes, tres Hecatonquiros y a Titán, que
tuvo a su vez seis titánes y seis titánidas.
La teoría nos dice que toda la materia, el tiempo y el espacio estuvieron originalmente
condensados en un punto de altísima densidad desde donde, tras una tremenda
explosión, inició su expansión como la superficie de un globo que se hincha.
Otro problema es el siguiente: ¿el Universo se expandirá siempre?
El Universo se está expandiendo contra la fuerza de su propia gravedad y, como
resultado, su promedio de expansión disminuye.
Pero este efecto de freno que ejerce la gravedad, ¿es suficiente para detener
completamente la expansión algún día y comenzar una contracción?
Eso depende de la cantidad de materia que haya en el Universo, ya que la materia es el
origen de la fuerza de la gravedad.

En este momento, la cantidad de materia que podemos detectar no parece sobrepasar el


1% de la cantidad necesaria para detener la expansión algún día. No obstante, existen
algunos indicios de que
la expansión se detendrá algún día. Ello significaría que hay por lo menos cien veces
más materia en el Universo que la que hemos podido detectar hasta ahora.

Los cosmólogos lo llaman «el misterio de la masa perdida»

y discuten acaloradamente acerca de ello.


Etapas de la Evolución
Big Bang Densidad infinita, volumen cero.
10-43 segs. Fuerzas no diferenciadas
10-34 segs. Sopa de partículas elementales
10-10 segs. Se forman protones y neutrones
1 seg. 10.000.000.000 º. Tamaño Sol
3 minutos 1.000.000.000 º. Nucleos
30 minutos 300.000.000 º. Plasma
300.000 años Átomos. Universo transparente
106 años Gérmenes de galaxias
108 años Primeras galaxias
109 años Estrellas. El resto, se enfría.
5x109 años Formación de la Vía Láctea
1010 años Sistema Solar y Tierra

Algunos científicos siguen tratando de encontrar evidencias de que el universo es


eterno. Un modelo propuesto por Ernst Pik sugiere que la "gran explosión" (Big Bang)
fue en realidad un "gran rebote", (Big Bounce) y que el universo se contrae y expande
como un acordeón. Según Opik, el universo completaría un ciclo de expansión y
contracción aproximadamente cada cien mil millones de años. Entre los que se sienten
atraídos por la idea de un universo oscilante, que no necesita de ningún principio,
figuran divulgadores científicos como Carl Sagan e Isaac Asimov.

Recientemente, sin embargo, se ha demostrado que incluso si el universo contuviera


suficiente masa como para que su gravedad detuviera a la larga la presente expansión y
provocase una contracción, dicho colapso no produciría un rebote. Así pues, parece que,
o bien el universo se expande indefinidamente, o sufre un único ciclo de expansión y
contracción.

Si toda la evidencia de que actualmente se dispone parece indicar que nuestro universo
tuvo un inicio definido, cabe hacerse multitud de preguntas: ¿De dónde procede el
universo? ¿Qué existía antes de que comenzara? ¿De dónde surgió la increíble energía
para la conflagración cósmica que supone el Big Bang? Puesto que las probabilidades
de obtener evidencia concreta de antes del Big Bang son escasas, la mayoría de
científicos coinciden con el geólogo Preston Cloud ("Cosmos, Earth and Man", 1978)
en que "tales cuestiones trascienden los límites de la ciencia".
La radiación del 'Big Bang' pierde intensidad al atravesar supercúmulos de galaxias
Este descubrimiento sugiere la presencia de gran cantidad de materia en forma de
plasma en los supercúmulos, han explicado en una entrevista con la Agencia EFE los
astrónomos del IAC Rafael Rebolo, José Alberto Rubiño y Ricardo Génova.
El hallazgo se ha hecho cuando estos investigadores estudiaban la radiación del fondo
cósmico de microondas, que es el resto fósil de la Gran Explosión (o Big Bang) que dio
origen al Universo.
Al observar dicho fondo de microondas en la dirección del supercúmulo de galaxias de
la Corona Boreal, encontraron un notable decremento en la intensidad de esta radiación.
Este decremento es cuatro veces más débil que la intensidad típica del fondo de
microondas en cualquier otra dirección del cielo.
Rafael Rebolo, José Alberto Rubiño y Ricardo Génova explicaron que dicha
observación constituye una evidencia indirecta de que en los supercúmulos de galaxias
hay gran cantidad de gas caliente, con temperaturas próximas al millón de grados
centígrados.
A estas temperaturas, la materia se encuentra en un estado de plasma, siendo su
componente principal los electrones.
El proceso físico que origina dicho rasgo en el fondo de microondas, que fue predicho
por los astrofísicos rusos Sunyaev y Zel'dovich en 1970, es el resultado de la interacción
de la radiación del fondo de microondas con materia en forma de plasma.
Se manifiesta en forma de variaciones de intensidad en el fondo de microondas
similares a la detectada.

El origen de los primeros átomos.

El suceso más antiguo que puede datarse en el universo que conocemos se remonta a
unos 12.000 millones de años. En este primer instante, toda la energía (y todo el
espacio) del universo se encontraba concentrada en un punto, origen de una gran
explosión (big bang). Durante los primeros segundos, la temperatura era de más de un
billón de grados y toda la energía se hallaba en forma de radiación. Durante los
primeros 10 segundos se formaron las partículas elementales y al cabo de 15
minutos se formaron núcleos de hidrógeno y helio, en proporción de cuatro a uno. Unos
10.000 años después la temperatura había descendido a unos 100.000 grados y se
formaron los primeros átomos de hidrógeno. Al cabo de unos 400.000 años el hidrógeno
empezó a condensarse en nubes (las futuras estrellas), las cuales a su vez se agrupaban
en cúmulos mayores (las futuras galaxias).
Hace 11.000 millones de años la temperatura del universo era de unos 3.000 grados, y
se formaron las primeras estrellas: la gravedad hizo que los núcleos de muchas nubes de
hidrógeno alcanzasen temperaturas elevadas, del orden de 15 millones de grados, lo que
permitió la fusión del hidrógeno en helio, proceso que origina la emisión luminosa de
las estrellas. Cuando las estrellas agotan el hidrógeno del núcleo son capaces de seguir
generando energía fundiendo a su vez el helio en
materiales más pesados. De este modo, en los núcleos de las primeras estrellas se
formaron todos los elementos químicos que actualmente hay en la Tierra. En las
estrellas más grandes, este proceso genera cada vez más energía, hasta que llega un
momento en que la gravedad no es capaz de contenerla y la estrella explota lanzando al
espacio gran parte de su materia. Esto sucede a una edad diferente según la masa de
cada estrella. Las explosiones de estrellas llenaron el espacio de nuevas nubes de gas
(esta vez relativamente rico en toda la gama de elementos químicos), a partir del cual se
formaron nuevas estrellas, las llamadas estrellas de segunda generación, entre las cuales
se encuentra el Sol.

La hipótesis de que el Universo nació de la explosión de un "átomo primigenio" fue


propuesta en la década de los veinte, por el sacerdote y científico belga George
Lamaitre, y se apoya en las ecuaciones de la Relatividad de Einstein.
El modelo de Lamaitre fue afinado en los años cuarenta por el físico ruso-americano
George Gamov, que explicó cómo el Universo, nacido de una partícula de temperatura y
masa infinitas, llegó a tener la actual proporción de hidrógeno y helio. Según Gamov, a
medida que crecía, el Universo se expandía y enfriaba, mientras cambiaban las
condiciones en su interior. Segundos después del Big Bang, algunas partículas atómicas
(protones y neutrones) se unieron y formaron núcleos de hidrógeno y de helio, los
elementos más elementales del Universo y que constituyen, más del 99,5% de la materia
conocida. Al continuar el enfriamiento este proceso se interrumpió, congelando la
creación de núcleos de átomos más pesados. El oxígeno, carbono, hierro y los demás
elementos que conforman nuestro mundo se formarían miles de millones de años
después, en el corazón de las estrellas.

En sus primeras épocas, afirmó Gamow, el Universo era opaco y los electrones no
podían unirse a los núcleos y formar átomos, debido al enorme calor y la agitación de
éstos. Los electrones libres absorbían y emitían radiación (fotones), impidiendo que ésta
escapara. Calculó que 300 mil años después del Big Bang, la expansión había forzado el
descenso de la temperatura a 2.700 grados, la mitad del calor que encontramos en la
superficie del Sol, permitiendo por primera vez que los núcleos de hidrógeno y helio
pudiesen atrapar electrones y se crearan los primeros átomos.
En ese momento escaparon los primeros fotones y el Universo se hizo luminosos y
transparente. George Gamow y sus colaboradores, aseguraron que debía ser posible
observar el resplandor luminoso liberado en ese momento, con una temperatura de unos
5 grados. En su época no se hicieron mayores intentos por detectarlo y la predicción de
Gamov quedó archivada.

La luz creada en el Big Bang era dispersada por las partículas elementales sueltas,
principalmente electrones libres sumergidos en una sopa primordial de iones de
hidrógeno y helio conocida como plasma.

¿Qué es el Plasma?

La definición que se enseña nos dice: "El plasma es un conjunto cuasineutral de


partículas con portadores libres de carga eléctrica, el cual desarrolla comportamiento
colectivo". Analicemos por partes esta definición. Lo más importante es que en el
plasma se encuentran portadores de carga eléctrica libres. Los átomos están al menos
parcialmente ionizados. El grado de ionización no tiene que ser muy grande, si el
tamaño de la formación de plasma es lo suficientemente extensa. Precisamente un
plasma se diferencia de un gas por el que haya portadores libres de carga en el primero.
El plasma es conductivo y reacciona fuertemente a los campos eléctricos y magnéticos.
La segunda cualidad es la cuasineutralidad. Supongamos que visto microscópicamente
un cierto volumen tiene en promedio siempre la misma cantidad de partículas positivas
y negativas. Desde
afuera el plasma se comporta como si fuera un fluido sin carga (líquido o gas).

Con esto se entiende que el plasma es capaz en su conjunto de procesos de generar


campos magnéticos y eléctricos, campos a los cuales a su vez puede reaccionar. La
definición de plasma no incluye los conjuntos de partículas cargadas donde la cantidad
de partículas positiva y negativamente cargadas no sea aproximadamente la misma, ya
que no llenan el requerimiento de cuasineutralidad. Tampoco se incluyen los gases muy
débilmente ionizados, como son las llamas de las velas (no llenan el requerimiento de
comportamiento colectivo).

Por plasma, sin embargo, algunos autores también entienden algunas partes de la
ionósfera, especialmente la capa F, la cual refleja las ondas de radio y permite la
comunicación por radio a través de la reflexión en la ionósfera. El plasma se encuentra
en los cinturones radiantes de van Allen. El viento solar, una corriente ininterrumpida
de partículas desde nuestro Sol, dentro de la cual también se encuentra nuestra Tierra, es
también un plasma. En estado plasmático se encuentran los
núcleos y atmósferas de las estrellas, el núcleo de nuestra galaxia, las nebulosas y la
mayoría de los objetos en el Universo. En la Tierra nos encontramos con el plasma en
los canales de los rayos, en diferentes descargas eléctricas y el plasma es también
creado artificialmente e investigado en los laboratorios.

El plasma tiene tendencia a crear formaciones lineales y de superficie – la fibra


plasmática o estrujamiento (pinch) y las superficies de corriente o paredes estrujadas
(pinched). El plasma proyecta fenómenos llamados colectivamente como deriva –
movimiento de las partículas perpendiculares a un campo magnético u otros campos de
fuerzas. A través de un plasma se pueden expandir una cantidad enorme de ondas de
diferentes tipos – desde las ondas magnetoacústicas, a las cuales pertenece pro ejemplo
la conocida onda de Alfvén, las cuales son la analogía de las ondas acústicas en los
gases excepto que las ondas electromagnéticas les permiten exhibir muchos modos
distintos. Estas ondas son en el plasma también muy fácilmente generadas.

Es un gas en condiciones físicas particulares, cuyos átomos han sido rotos en sus
respectivos núcleos (iones positivos) y electrones (iones negativos). El plasma es por lo
tanto un buen conductor de electricidad y resulta bastante sensible a los campos
magnéticos.

La mayor parte del gas que hay en el espacio se encuentra en estado de plasma: a estas
condiciones es llevado bien por efecto de las altas temperaturas que se registran en la
proximidad de las estrellas (al aumentar la temperatura de un gas, los átomos chocan
uno contra otro y están sujetos a romperse en sus constituyentes fundamentales), bien
por efecto de las radiaciones de alta energía, como los rayos ultravioletas.

El plasma puede alcanzar toda una gama de inestabilidades, las cuales tienen como
consecuencia por ejemplo la radiación por corto tiempo de ciertas cantidades de energía
que dan lugar a ciertas estructuras características. Al plasma sin lugar a dudas pertenece
la brillantez (por recombinación electrón-átomo, enfrenamiento y sincrotrónica), la
creación de capas dobles eléctricas, el aceleramiento de partículas cargadas con una
cierta energía, el dínamo magnetohidrodinámico, el cuál produce el campo magnético
en el interior del Sol y los planetas y muchos más fenómenos interesantes.

Una teoría es la teoría del plasma propone que el universo fue llevado fuera de los
fenómenos eléctricos y magnéticos que implicaban plasma. Las corrientes del plasma
obran recíprocamente el uno con el otro que produce remolinar y la atracción de la
materia. Los partidarios de esta teoría demandan esa evidencia que utilice la teoría
grande de la explosión también utilice la teoría del plasma. La teoría que ahora se valida
comúnmente es la teoría grande de la explosión.

Plasmas espaciales y astrofísicos:


-Las estrellas (por ejemplo, el Sol).

-Los vientos solares.


-El medio interplanetario (la materia entre los planetas del Sistema Solar), el medio
interestelar (la materia entre las estrellas) y el medio intergaláctico (la materia entre las
galaxias).
-Los discos de acrecimiento.
-Las nebulosas intergalácticas.
-Ambiplasma.
El núcleo del Sol es una poderosísima central nuclear de fusión capaz de proporcionar
3.9

1020 Mw. Utiliza como combustible el hidrógeno, H, y lo transforma en helio, He. En


las altas
condiciones de presión y temperatura que reinan en el interior solar, el plasma se
encuentra
totalmente ionizado ya que los núcleos atómicos están desprovistos de electrones, y de
esta
manera 4 núcleos de H (protones) se fusionan para producir uno de He (partícula α),
proporcionando en este proceso una energía de unos 26 MeV. Esta energía se produce
en un
98% en forma de radiación electromagnética altamente energética (rayos γ) y, en el 2%
restante, en forma de neutrinos electrónicos. La cadena de reacciones producidas dan
lugar a
diferentes tipos de neutrinos y en diferente cantidad. Los neutrinos se producen
principalmente
en la reacción pp pero tienen una energía muy pequeña, inferior a 0.4 MeV; otros, en
menor
cantidad, por la captura electrónica del Berilio, Be, con energías entre 0.38 y 0.86 MeV
y, por
último, en la desintegración β del Boro, B, con energías de hasta 14 MeV. A diferencia
de los
fotones, los neutrinos atraviesan el Sol en un par de segundos y llegan a la Tierra (en
unos 8
minutos), donde el flujo total recibido es de alrededor de 6.5 1010 por cm2 cada
segundo; de
ellos los más energéticos sólo representan unos 60 millones. Veremos, mas adelante,
como de
tan gran cantidad que atraviesan la Tierra podemos "retener" tan sólo unos pocos.

La energía que se produce, en forma de fotones, se absorbe y reemite en el plasma


circundante, de manera que el fotón producido va perdiendo energía a medida que
avanza
cansinamente hacia la superficie (tarda varios millones de años en llegar allí), es lo que
se
conoce como opacidad estelar. LLega un momento que la opacidad es tan grande que la
energía debe transportarse por medio del movimiento macroscópico del gas
originándose
entonces corrientes de convección. Esto sucede en las capas externas del Sol (alrededor
de un
30% del radio solar de espesor). Por encima de la zona de convección está lo que
podríamos
llamar la superficie solar en la que se distinguen la fotosfera, la cromosfera y la corona.
La
densidad es baja y la temperatura alta, con lo que el plasma esta fuertemente ionizado;

además, ahí se observan campos magnéticos intensos que en su interacción con el


plasma
dan lugar a estructuras complejas ( manchas, filamentos, plumas, filigranas, etc...)

A comienzos de la década de los años 30 del siglo XX, el físico austriaco Fritz
Houtermans (1903-1966) y el astrónomo inglés Robert d'Escourt Atkinson (1898-1982)
unieron sus esfuerzos para averiguar si la producción de energía en el interior del Sol y
en las estrellas se podía explicar por las transformaciones nucleares. En 1938 Hans
Albrecht Bethe (1906-2005) en Estados Unidos y Karl Friedrich von Weizsäker
(1912-), en Alemania, simultánea e independientemente, encontraron el hecho notable
de que un grupo de reacciones en las que intervienen el carbono y el nitrógeno como
catalizadores constituyen un ciclo, que se repite una y otra vez,mientras dura el
hidrógeno. A este grupo de reacciones se las conoce como "ciclo de Bethe o del
carbono", y es equivalente a la fusión de cuatro protones en un núcleo de helio. En estas
reacciones de fusión hay una pérdida de masa, esto es, el hidrógeno consumido pesa
más que el helio producido. Esa diferencia de masa se transforma en energía según la
ecuación de Einstein (E = mc2), donde E es la energía, m la masa y la velocidad de la
luz. Estas reacciones nucleares transforman el 0,7 % de la masa afectada en fotones, con
una longitud de onda cortísima y,por lo tanto, muy energéticos y penetrantes. La energía
producida mantiene el equilibrio térmico del núcleo solar a temperaturas.

aproximadamente de 15 millones de kelvins. El ciclo ocurre en las siguientes etapas:

1H1 + 6C12 → 7N13;


7N13 → 6C13 + e+ + neutrino;
1H1 + 6C13 → 7N14;
1H1 + 7N14 → 8O15;
8O15 → 7N15 + e+ + neutrino, y por último 1H1 + 7N15 → 6C12 + 2He4.

Sumando todas las reacciones y cancelando los términos comunes, se tiene 4 1H1 →
2He4 + 2e+ + 2 neutrinos + 26,7 MeV. La energía neta liberada en el proceso es 26,7
MeV, o sea cerca de 6,7·1014 J por kg de protones consumidos. El carbono actúa
comocatalizador, pues al final del ciclo se regenera.

Otra reacción de fusión que ocurre en el Sol y en las estrellas, es el ciclo de Critchfiel o
protón-protón. Charles Critchfield (1910-1994) era en 1938 un joven físico alumno de
George Gamow (1904-1968) en la Universidad de George Washington, y tuvo una idea
completamente diferente, al darse cuenta que en el choque entre dos protones muy
rápidos puede ocurrir que uno pierda su carga positiva y se convierta en un neutrón, que
permanece unido al otro protón constituyendo un deuterón, es decir, un núcleo de
hidrógeno pesado. La reacción puede producirse de dos maneras algo distintas:

1H1 + 1H1 → 2H2 + e+ + neutrino

1H1 + 1H2 → 2He3; 2He3 + 2He3 → 2He4 + 2 1H1.

El primer ciclo se da en estrellas más calientes y con mayor masa que el Sol, y la cadena
protón-protón en las similares al Sol. En cuanto al Sol, hasta el año 1953 creyó que su
energía era producida casi exclusivamente por el ciclo de Bethe, pero se demostró
durante estos últimos años que el calor solar viene en la mayoría (~75%) del ciclo
protón-protón.

El tamaño del sol

Si comparamos el tamaño de la Tierra con el enorme espacio en que se propagan los


rayos solares, podemos obtener la relación en que se aprovecha para nuestro planeta la
energía radiante que proviene del Sol. Resulta así que de toda la energía que emite el
Sol. sólo recibe la Tierra las 3 milmillonésimas partes, en razón de la superficie de
nuestro planeta, y con esa ínfima parte del calor total puede vivir perfectamente. Se
deduce, pues, que la energía del Sol alcanzaría para mantener la vida en 3.000 millones
de astros como el nuestro.

Si comparamos la Tierra con nuestro cuerpo, o aun con las más grandes montañas,
obtenemos la conclusión de que es un planeta de muy grandes dimensiones. Sin
embargo, el enorme tamaño de la Tierra queda reducido a un valor insignificante en
cuanto lo comparamos con el gigantesco Sol.

Éste nos parece un globo de fuego suspendido en el espacio, de gran tamaño, sin duda;
pero lo enorme de ese tamaño sólo podemos comprenderlo en cuanto sabemos cuán
grande es la distancia que nos separa de ese astro. Ya hemos visto que en Astronomía,
como en la vida cotidiana, muchos cuerpos parecen pequeños no porque lo sean en
verdad, sino debido a su lejanía.

Sabemos que el segmento de recta que atraviesa de lado a lado una esfera, pasando por
su centro, es el diámetro. El diámetro terrestre es aproximadamente de 12.700
kilómetros. Si queremos calcular el valor de una circunferencia máxima terrestre (por
ejemplo la longitud del ecuador o de un meridiano), debemos multiplicar el diámetro
por el número pi (π) que, como todos los escolares saben, es el número de veces que el
diámetro está contenido en una circunferencia, y vale 3,1416. La circunferencia terrestre
resulta ser igual a 40 millones de metros, o sea 40.000 kilómetros. Un tren que corriese,
sin parar, a 100 kilómetros por hora, emplearía, evidentemente, 400 horas en dar la
vuelta entera a la Tierra, o sea algo más de 16 días y medio.


Establezcamos ahora las dimensiones del Sol. El diámetro verdadero de ese astro, que
resulta de relacionar por métodos trigonométricos el tamaño que aparenta a simple vista
con su distancia a la Tierra de 150 millones de kilómetros, es igual a 1.400.000
kilómetros.

Resulta así que el Sol tiene un diámetro igual a unas 109 veces el diámetro terrestre.
También debe ser 109 veces mayor la circunferencia máxima del Sol, y un tren
imaginario que marchara, como el del ejemplo anterior, a 100 kilómetros por hora,
emplearía en darle una vuelta completa 109 veces más que lo que emplearía el tren de
nuestro planeta, esto es, ¡casi cinco años!.
Podemos formarnos una idea más clara de la relación entre los tamaños de ambos
astros, valiéndonos de una comparación. Si a la Tierra la representamos por un granito
de arena de un milímetro de diámetro, el Sol será una enorme toronja con un diámetro
de casi once centímetros. ¿Se cómprende ahora cuán insignificante es nuestro planeta
con respecto al Sol?

Desde el punto de vista de los vólúmenes, la diferencia de tamaño entre el Sol y la


Tierra se hace aun más impresionante. Un sencillo cálculo, utilizando como datos los
diámetros respectivos, nos dice que el Sol tiene un volumen 1.300.000 veces mayor que
la Tierra. Es fácil escribir este número, pero requiere un esfuerzo de la imaginación el
comprenderlo.

Aunque el Sol es 1.300.000 veces más grande que la Tierra, no tiene una masa igual a
1.300.000 veces la masa terrestre. Eso se debe a que el Sol es menos denso que la
Tierra. Debido a la altísima temperatura a que se encuentran sus componentes, las capas
externas son muy fluidas, se hallan en estado gaseoso y, por lo tanto, ocupan mucho
espacio sin que su masa sea mayor.

Germenes y primeras galaxias

Existen grandes variaciones entre las temperaturas del cosmos: el fondo del cielo está a
2,7º K, mientras que ciertos núcleos estelares alcanzan varios miles de millones de
grados. Todo esto no refleja la situación del universo primigenio. El cocimiento
primitivo es de que éste era extremadamente isotermo. De ello nacen una multiplicidad
de interrogantes. La primera que se me viene es ¿Cómo pasó el universo del anterior
estado homogéneo al actual observado muy poco homogéneo? ¿Cómo es que se fueron
formando las galaxias en medio de la cazuela primigenia o primordial? ¿Por qué se
formó la grumocidad que se observa en el espacio primario? Muchas de estas
interrogantes -no todas- han sido fundamentales para que encuentren cabida nuevas
teorías, no solamente para explicar el origen de las galaxias, sino que también el del
mismísimo universo.

En el marco de la teoría del Big Bang, las semillas de las galaxias fueron sembradas
cuando tiempo, espacio, energía y materia estallaron en una gran explosión hace unos
15.000 millones de años. Los físicos sólo pueden especular acerca de la dinámica y la
distribución de la materia primigenia, pero una cosa es virtualmente cierta: el universo
hoy, se encuentra en partes cubierto por grande acumulaciones de gases o estrellas,
como si flotaran dentro de un espacio de apariencias oscuras, y que se encuentran
flojamente unidas por la fuerza de la gravedad. Fue de esas crisálidas cósmicas
--llamadas protogalaxias-- de donde han emergido las bellas galaxias que hoy
observamos. Exactamente cómo fueron formadas las protogalaxias es uno de los
debates siempre presente dentro del seno de la comunidad de estudiosos del cosmos.
Una de las explicaciones para la formación de las protogalaxias nace de una
consecuencia rigurosa con la física. Esta nos indica que es la gravedad el principal actor
para que se formen esos objetos en el espacio. Un grumo primordial genera una
atracción. La materia de su alrededores reacciona juntándose aumentando su masa e
incrementando la gravedad. Este proceso se amplifica por sí mismo, al igual como se
comporta una bola de nieve cuando se desprende en caída desde los altos de una
montaña. Así habrían nacido las galaxias del cielo y, si se quiere, con agujeros negros
incluidos en sus núcleos centrales. A este modelo de explicación sobre el origen de las
galaxias se le suele llamar «modelo de jerarquía gravitacional».
En el proceso que hemos descrito para el embrionaje de las galaxias en el universo es
necesario hacer una precisión. No existía ninguna posibilidad de que aquello se pudiese
haber llevado a cabo si la materia hubiese sido absolutamente homogénea, ya que cada
partícula, atraída de igual manera por todas las que la rodean, permanece en el estado
inicial. La presencia de esos espacios embrionarios debería manifestarse dentro de un
plazo breve en la evolución del universo. Sus huellas deberían ser distinguibles en la
radiación cósmica de fondo uno de los problemas que siempre rondaba a la teoría del
Big Bang.

Un escenario verosímil, para darle cabida a nuestra teorización anterior, lo podemos


describir dándole trabajo a nuestra imaginación. Pensemos que la materia primigenia
haya albergado pequeñas fluctuaciones de densidad (espacios donde la densidad es un
poco más elevada que la media). Aquellos espacios más densos, en consecuencia, con
una mayor gravedad, atraen a la materia circundante. Ésta, primero se les aproxima y,
luego se les une, lo que incrementa sus volúmenes de densidad como asimismo sus
capacidades de atracción. Se trataría de un efecto semejante al de la «bola de nieve», en
el cual los espacios más densos vacían progresivamente las regiones más livianas,
acentuando continuamente los contrastes de densidad de la masa de la material
primigenia. Serían los causantes del nacimiento de todas las grandes estructuras que
cohabitan el universo.

En marzo de 1992, el satélite norteamericano denominado COBE detectó las primeras


evidencias de disparidad térmica en la radiación cósmica. En ello, por fin, se logra
distinguir variaciones de temperatura, al nivel de una parte por cien mil. Se había
encontrado los gérmenes de las grandes estructuras del cosmos. Si el fluido hubiese sido
más homogéneo, un problema significativo estarían abordando los teóricos.
Otra de las tesis sobre el origen de las galaxias que también se estudia con el objetivo de
arribar a una conclusión es la que se denomina el «modelo panqueque», desarrollado en
Moscú a comienzos de la década de 1970 por Y. B. Zel'dovich, A. G. Doroshkevich y
otros. En este modelo, los primeros cúmulos irregulares de masa que comenzaban a
formarse eran muy grandes y, por supuesto, había muchos. A medida que se enfriaban
iban colapsando bajo su propio peso, y la desintegración tendía a ser más rápida en una
dirección. El resultado sería un delgado panqueque de gas, que luego se dividiría en
múltiples fragmentos, cada uno de los cuales constituiría una galaxia individual. En esta
imagen, las galaxias tenderían a estar distribuidas en capas, siguiendo la forma de su
nube de gas materna.

La tesis de la jerarquía gravitacional es un modelo de abajo hacia arriba para la


formación de estructuras cósmicas, en que primero se forman pequeños cúmulos
irregulares de materia que van creciendo cada vez más. En el modelo del panqueque,
por el contrario, primero se forman grandes condensados de materia que luego se
dividen en estructuras más pequeñas. En otras palabras, primero galaxias y después
cúmulos o primero cúmulos y después galaxias.
Ahora bien, cualquier modelo sobre la formación de estructuras debe explicar la
distribución observada de las galaxias. En especial, los cosmólogos deben explicar por
qué muchas galaxias están situadas en capas relativamente delgadas (aquí, «delgadas»
significa que el ancho es muy inferior a la altura o la profundidad, a pesar de que ese
ancho pueda ser de un millón de años luz). El modelo del Big Bang supone que la
gravedad es la fuerza principal para determinar la evolución y la estructura del universo.

Otro enfoque nuevo sobre el origen de las galaxias es aquel que sitúa a los agujeros
negros como responsables de la formación de éstas en el universo, es lo último que
circula dentro del ámbito de las ciencias del cosmos.Como partida para formular esta
nueva idea se retoma, en parte, la hipótesis sobre la posible existencia de agujeros
negros en el núcleo de las radiogalaxias y de conjeturas que se pueden extraer de los
estudios y análisis de las últimas observaciones que se han realizado a los quásares que
se han podido ubicar en el cielo. En la conferencia N° 189, celebrada en enero de 1997,
de la Asociación Astronómica Americana, un grupo de científico planteó que los
gérmenes de las galaxias no nacen simultáneamente, en un pasado de 15.000 millones
de años, a partir de un misteriosa explosión de energía concentrada en un punto
infinitesimal de la nada.

Para ellos, los gérmenes de formación de galaxias corresponden a una recreación de


formación continua y que no se cocinaron todos de golpe en una fragua cósmica de
hidrógeno y helio. Su formación se debería a un proceso prácticamente permanente pero
con chispazos dispares, como ocasionales chisporroteos de un leño ardiente o
explosiones aleatorias semejantes a la de los fuegos de artificio. Ello explicaría la
distinta densidad que se observa en las galaxias y la factibilidad de que exista un masivo
agujero negro, casi, en cada núcleo de los centros de cada una de ellas. Calculan que
esta versión explicativa, abarcó un período de miles de millones de años, un tiempo tan
extenso como la mitad de la edad que se ha estimado para el universo en función del
modelo del Big Bang. Las evidencias más serias sobre la posible existencia de los
agujeros negros se han encontrado en el centro de nuestra propia Vía Láctea. (Un
equipo de astrónomos liderados por Genzel monitoreó los movimientos de 39 estrellas
cercanas al núcleo galáctico con el objeto de estudiar cual era la naturaleza de sus
movimientos que desarrollaban alrededor del centro de la galaxia). Por otra parte,
recientes observaciones astronómicas permiten pensar de que se estaría confirmando la
creencia de que los quásares son un fenómeno transitorio que le ocurre al núcleo, la
parte central, de alguna galaxia, que los lleva a aumentar tremendamente su
luminosidad, superando ampliamente a la de la galaxia entera. Se cree que por
colisiones estelares y aglomeraciones de materia.


El gráfico de la izquierda muestra la cantidad de quásares observados por unidad de
volumen en función de la edad del universo. Los quásares están concentrados en un
sector de distancia bien delimitado. Esta zona corresponde a un período en que el
universo tenía entre uno y tres mil millones de años. La concentración en el espacio lo
confirma: el aspecto del universo cambia con el paso del tiempo.

Describir a los quásares en lo forma como lo hemos hecho anteriormente, como si en el


fondo fueran una especie de aglomeración de materia estelar ardiendo como tizones en
la boca de un agujero negro, no basta para entender qué son. Las observaciones
recientes dan cabida para pensar que los quásares podrían ser galaxias jóvenes o en
formación y, por lo consiguiente, como se estaría pensando como una generalidad para
casi todas las galaxias, éstos comportarían un núcleo supermasivo en su interior: un
agujero negro hecho de restos de millones de estrellas, y devorando todavía el material
suelto que se encuentra disperso que al caer en sus fauces emite un haz suprabrillante
que, sin embargo, la luz de él que llega a la Tierra es debilísima, tanto que los antiguos
telescopios tenían serias dificultades para detectarla. Pero los quásares en sí despiden
fuertes ondas luminosas a través del espacio, parte de sus rayos son absorbidos por
nubes de gas que están en su ruta.

Teóricos como Arthur Wolfe pensaban usar los quásares como linternas para enfocar las
protogalaxias.Tesis que confirmó el astrónomo Charles Steidel en el año 1991, con sus
trabajos realizados en Chile al descubrir veinte potenciales galaxias bebés, llegándose a
la fecha a una cantidad que supera las ciento cincuenta en diferentes fases de evolución.
En esta idea sobre los quásares, podemos concluir que éstos, entonces, formarían una
notable población de galaxias en germinación o ya en un estado de jóvenes y que, por
las observaciones, se encuentran ubicados a centenares de millones, incluso miles de
millones de años luz de la Tierra. No existen en las proximidades de nuestra galaxia.
Muy por el contrario, cuanto más distante miramos, más quásares encontramos. El
máximo de su población se sitúa entre diez y catorce mil millones de años luz. Los
vemos tal como se presentaban en un período en que el universo sólo tenía el 20% de la
edad que estimamos en función del modelo del Big Bang. Pero las observaciones
también nos indican que, más allá de catorce mil millones de años luz, su población
decrece rápidamente. Parece que los quásares fueran una fase juvenil de la evolución de
ciertas galaxias. Se encienden y brillan con todo su resplandor, y se van extinguiendo
cuando las galaxias envejecen.

Lo anterior conlleva consecuencias cosmológicas importantes. Implica que todas estas


galaxias-quásares nacieron al mismo tiempo, poco después del Big Bang, sino cómo se
podría explicar que ellas sean observadas, únicamente, dentro de los límites precisos de
distancias cósmicas y que lo que hoy observamos de ellas es parte de una historia
determinada por las distancias. Estas conclusiones no nos separan del Big Bang, muy
por el contrario, se encuentran en plena consecuencia con esa teoría y son pruebas
convincentes de ella.

Por otra parte, y retomando la idea de agujeros negros recicladores galácticos, de quince
galaxias cercanas, el estudio de las observaciones de ella entrega antecedentes para
pensar que catorce de ellas se comportan siguiendo el modelo de influencia
gravitacional de un agujero negro. De ahí se desprenden los anuncios de la tesis de que
el comportamiento de los agujeros negros tiene directa vinculación con la evolución de
cada una de las galaxias en que se encontrarían insertos. Se estima además, que los
agujeros negros son la fuente de energía de los que se denominan quásares fósiles,
sobrevivientes de un matrimonio de peligrosos intercambios. Es que en esa condición
que se da para la materia ocurre algo muy difícil de explicar: el tiempo y el espacio (tal
como lo conocemos) dejan de existir, fluyen en una sola dirección y, como una
albóndiga subatómica, se zambullen en una dimensión desconocida la que ha sido
bautizada por los físicos teóricos como el «horizonte de sucesos».

Para esta nueva hipótesis, el valor científico de los agujeros negros parece residir en que
su estudio permitiría saber cómo se formaron (y se forman) las galaxias, pero además
entregarían antecedentes importantes para comprender la historia del cosmos. "Cuando
lleguemos a conocer los agujeros negros, comprenderemos el origen del mismísimo
universo", han señalado los astrónomos Mitchell Begelman, de Estados Unidos, y sir
Martin Rees, de Gran Bretaña. Sostienen esta afirmación indicando que "los agujeros
negros demuestran que la fuerza de gravedad es la mayor de todas las fuerzas cósmicas"
y asumen la clasificación de estos objetos en dos grupos como ha señalado el Dr.
Douglas Richstone.

¿Serán los agujeros negros los causantes principales del origen de las galaxias y de la
estructura a gran escala del universo? ¿La materia devorada por un hoyo saldría
reciclada por otro? No se sabe, pero la idea general de la tesis sobre la función que
cumplirían los agujeros negros viene a ser como una forma de otorgarle a una de las
fuerzas que se conocen que operan en el universo, en este caso la gravedad, como
preeminente del comportamiento evolutivo del cosmos y, a su vez, también la causante
del final de éste. Según estos científicos, la actual era estelífera durará más de 100 mil
millones de años, y luego atravesará una larga fase de degeneración material para
arribar al imperio liquidador de los agujeros negros y desaparecer, al fin, como resaca
de átomos desgajados, en un vacío absoluto.

Aunque realmente sean los agujeros negros los crisoles de las galaxias, eso no explica
en nada como se dio la materia en el universo, o cómo realmente se forman los agujeros
negros antes de iniciar su papel de expandidor, depredador, reciclador y exterminador
estelar. Si embargo, merece reconocimiento la idea de los agujeros negros, como medio
para sustentar científicamente una mayor preeminencia para la fuerza gravitatoria que es
la que el hombre conoce desde más antiguo y la que menos comprende.

Por otra parte, aun cuando sea una tesis aceptable que las galaxias no nacieron todas
juntas en un "paripaso" con la gran explosión sino durante el transcurso de miles de
millones de años y que veamos nacer nuevas estrellas cada año en nuestra galaxia lo que
invita a pensar que la creación continúa, ello no significa colocar en aprietos a la teoría
del Big Bang como han manifestado los científicos que se encuentran propugnando esa
nueva versión sobre el origen de las galaxias.
Pero, de todas manera, es necesario reconocer que el origen de las galaxias presenta
dificultades al modelo del Big Bang. Una de ellas se refiere al poco tiempo que ha
transcurrido para que se hayan formado toda la inmensa cantidad de cúmulos galácticos
que somos capaces de observar.No se tienen buenas explicaciones como para describir
la razones que dan origen a que la materia galáctica se pueda condensar dentro de un
medio que se expande. Recordemos que es la densidad la que controla la velocidad de
alejamiento. Si el universo no fuera lo suficientemente denso como parece que lo es, se
dilataría rápidamente sin que nada lo frenara. En consecuencia, no podríamos estar
escribiendo esta historia ya que no tendría galaxias y, por ende, no existiría nuestra
vapuleada Tierra. Sin embargo, el universo tiene la densidad mínima como para que la
expansión haya sido paulatinamente frenada por la gravedad y el mecanismo
germinador se haya puesto en marcha. Ahora, es muy distinto explicarse como sucedió.

Sobre lo anterior, debemos considerar que al margen de la expansión existe otro


elemento que se opone al proceso de germinación galáctico, como es el caso de la
presión térmica. Ambos elementos juntos generan el efecto de «diluyente espacial».
Nuestros conocimientos nos indican que deberíamos estar frente a un crecimiento
laborioso y lento. Se necesita tiempo, muchísimos tiempo, como para que se hubiese
transformado una sobredensidad ínfima en una refulgente galaxia. Entre el Big Bang y
hoy el tiempo transcurrido es insuficiente para llevar a cabo esa operación. Aquí, si que
se debe considerar que se está en un problema, máxime si consideramos que las galaxias
un vez formadas como volúmenes individuales no se encuentran en expansión
endógena.

Otra explicación:Precisemos lo anterior para alcanzar una mejor comprensión.


Partamos, para ello, sustituyendo la escala de tiempo por una de temperatura, más
apropiada para describir los fenómenos físicos. Descartemos la posibilidad de que las
galaxias pudieron haberse formado en los primeros instantes del universo, ya que la
radiación intensa que se debió haber dado en esos momentos cósmicos debió haber
horquillado con éxito los esfuerzos de la fuerza de gravedad, impidiendo con ello la
acumulación de materia. Visto de otra forma, nada ocurre cuando la opacacidad del
universo impide la radiación fotónica. Por ello, es menester esperar al término de la era
radiactiva. Ésta finaliza cuando el plasma de electrones y protones se transforma en
hidrógeno, cuando la temperatura bordeaba los 3.000° K y se generaba la emisión de la
radiación cósmica de fondo.

Es con 3.000° K que pudo empezar a sentirse los efectos de la contracción de la materia
primigenia.
(Al principio, el embrión galáctico se distingue poco del medio circundante. Su campo
de gravedad es muy débil; la acumulación de materia se desarrolla dentro de un lento
proceso. Esta primera etapa de densificación, llamada «fase lenta», llega a su término
cuando la densidad local, más o menos, alcanza a duplicarse. Con posterioridad, se
desata un efecto de «bola de nieve» que acelera el proceso hasta llegar a la formación de
galaxias, con densidades de un millón de veces superiores a la de los medios
intergalácticos. Se trata de lo que se llama «fase rápida»).
De entre estas dos fases es la lenta la que presenta problemas para el modelo del Big
Bang.

O sea, no podríamos estar escribiendo esta historia, ya que la fase lenta todavía no
habría terminado y, por consiguiente, no se hubiesen formado aún las galaxias. Pero
estamos vivos y coleando escribiendo este cuento y las galaxias se ven cada noche en el
cielo y están ahí desde hace mucho...
Por otro lado, aunque admitamos, condicionados por las observaciones, las burbujas, las
murallas y los filamentos de galaxias, no debemos olvidar que el universo todavía es
notablemente regular, comparado con lo que podría ser. La densidad de las galaxias y la
velocidad de expansión del universo son más bien similares en toda dirección. Y la
intensidad de la radiación cósmica de fondo que nos llega varía menos de una parte en
diez mil a medida que nuestros radiotelescopios recorren la esfera celestial. Por
supuesto que los cosmólogos deben explicar por qué las galaxias se acumulan como lo
hacen, pero también deben explicar por qué el panorama global es tan uniforme.
Finalmente, si nos ceñimos a lo que hemos descrito aquí, entonces tenemos que concluir
que el efecto gravitatorio por sí solo no es suficiente, ya que sería muy lento. Otro factor
debe de intervenir para acelerar el proceso. Pero, ¿cuál puede ser?

Este tipo de materia que estamos tratando sobre la formación y composición de las
galaxias también es conocida como materia oscura (planetas de otros sistemas en
nuestra galaxia o en otras galaxias.)
-Según simulaciones computacionales:

El modelo de la materia oscura fría, que intenta explicar la formación de galaxias y otras
estructuras de gran escala, se basa en el modelo del universo inflacionario (lo veremos
en un capítulo posterior), que exige que W sea igual a 1 y que especifica las
inhomogeneidades iniciales en el universo recién creado. El nombre del modelo
proviene del supuesto que las partículas de materia oscura -cualquiera sea su naturaleza-
se desplazan lentamente, es decir están frías, y por ello son fácilmente desviadas por la
gravedad. Muchos teóricos que trabajan en el problema del origen de las galaxias y de la
estructura en gran escala del universo han adoptado el modelo de la materia oscura fría
como punto de partida.
Sin embargo, las observaciones no han sido un buen aliado de este modelo, ya que de
ellas se extraen más de un argumento como para dudar de su viabilidad.

FORMACIÓN DE LAS ESTRELLAS

QUE ES UNA ESTRELLA?


-Una estrella es un gran cuerpo celeste compuesto de gases calientes que emiten
radiación electromagnética como resultado de las reacciones nucleares que tienen lugar
en su interior

COMO COMIENZA?

-Una estrella comienza su ciclo como una gran masa de gas relativamente fría. La
contracción de este gas y el consiguiente aumento de temperatura continúa hasta que la
temperatura interior de la estrella alcanza un valor de 1.000.000 °C. En este punto
tienen lugar reacciones nucleares, cuyo resultado es que los núcleos de los átomos de
hidrógeno se combinan con los deuterones (núcleos de los llamados átomos de
hidrógeno pesado) para formar núcleos de helio. Esta reacción libera grandes cantidades
de energía y se detiene la nueva contracción de la estrella.Cuando finaliza la liberación
de energía la contracción comienza de nuevo y la temperatura de la estrella vuelve a
aumentar.Cuando el litio y otros materiales ligeros se consumen la estrella entra en la
etapa final del desarrollo en la cual el hidrógeno se transforma en helio a temperaturas
muy altas merced a la acción catalítica del carbono y el nitrógeno. Esta reacción
termonuclear es característica de la secuencia principal de estrellas mencionada antes y
continúa hasta que se consume todo el hidrógeno que hay.
La estrella se hincha gradualmente y se convierte en una gigante roja. Alcanza su mayor
tamaño cuando todo su hidrógeno central se ha convertido en helio.

Si continúa brillando, la temperatura del centro debe subir lo suficiente como para
producir la fusión de los núcleos de helio. Durante este proceso esprobable que la
estrella se haga mucho más pequeña y más densa. Cuando ha gastado todas las posibles
fuentes de energía nuclear, se contrae de nuevo y se convierte en una enana blanca. Esta
etapa final puede estar marcada por las explosiones estelares conocidas como novas.
Cuando una estrella se despoja de su cubierta exterior por explosión como una nova o
una supernova, devuelve al medio interestelar elementos más pesados que el hidrógeno
que ha sintetizado en su interior. Las generaciones futuras de estrellas formadas a partir
de este material comenzarán por tanto su vida con un surtido más rico de elementos más
pesados que las anteriores generaciones de estrellas. Las estrellas que se despojan de sus
capas exteriores de una forma no explosiva se convierten en nebulosas planetarias,
estrellas viejas rodeadas por esferas de gas que irradian en una gama múltiple de
longitudes de onda.

ESTRELLAS NOVAS Y SUPERNOVAS?

-Son estrellas que explotan liberando en el espacio parte de su material. Durante un


tiempo variable, su brillo aumenta de forma espectacular. Parece que ha nacido una
estrella nueva.
-NOVAS
Las novas son estrellas en un periodo tardío de evolución. Explotan porque sus capas
exteriores han formado un exceso de helio mediante reacciones nucleares y se expande
con demasiada velocidad como para ser contenida. La estrella despide de forma
explosiva una pequeña fracción de su masa como una capa de gas, aumenta su brillo y,
después se normaliza.
La estrella que queda es una enana blanca, el miembro más pequeño de un sistema
binario, sujeto a una continua disminución de materia en favor de la estrella más grande.
Este fenómeno sucede con las novas enanas, que surgen una y otra vez a intervalos
regulares.
-SUPERNOVAS
Las estrellas muy grandes explotan en las últimas etapas de su rápida evolución, como
resultado de un colapso gravitacional. Cuando la presión creada por los procesos
nucleares, ya no puede soportar el peso de las capas exteriores y la estrella explota. Se le
denomina supernova de Tipo II.
Una supernova de Tipo I se origina de modo similar a una nova. Es un miembro de un
sistema binario que recibe el flujo de combustible al capturar material de su compañero.
De la explosión de una supernova quedan pocos restos, salvo la capa de gases que se
expande.

CURIOSIDADES SOBRE ESTRELLAS?

-Vemos las estrellas, excepto el Sol, como puntos luminosos muy pequeños, y sólo de
noche, porque están a enormes distancias de nosotros. Parecen estar fijaS, manteniendo
la misma posición relativa en los cielos año tras año. En realidad, las estrellas están en
rápido movimiento, pero a distancias tan grandes que sus cambios de posición se
perciben sólo a través de los siglos.

EL SOL
-Es la estrella más cercana a la Tierra y el mayor elemento del Sistema Solar. Las
estrellas son los únicos cuerpos del Universo que emiten luz. El Sol es también nuestra
principal fuente de energía, que se manifesta, sobre todo, en forma de luz y calor.

El Sol contiene más del 99% de toda la materia del Sistema Solar. Ejerce una fuerte
atracción gravitatoria sobre los planetas y los hace girar a su alrededor.
El Sol se formó hace 4.650 millones de años y tiene combustible para 5.000 millones
más. Después, comenzará a hacerse más y más grande, hasta convertirse en una gigante
roja. Finalmente, se hundirá por su propio peso y se convertirá en una enana blanca, que
puede tardar un trillón de años en enfriarse.
El Sol (todo el Sistema Solar) gira alrededor del centro de la Via Láctea, nuestra
galaxia. Da una vuelta cada 200 millones de años. Ahora se mueve hacia la constelación
de Hércules a 19 Km./s.
El Sol es una bola que puede dividirse en capas concéntricas. De dentro a fuera son:
-Núcleo: es la zona del Sol donde se produce la fusión nuclear debido a la alta
temperatura, es decir, el generador de la energía del Sol.

-Zona Radiativa:: las partículas que transportan la energía (fotones) intentan escapar al
exterior.
-Zona Convectiva: en ésta zona se produce el fenómeno de la convección, es decir,
columnas de gas caliente ascienden hasta la superficie, se enfrían y vuelven a descender.
-Fotosfera: es una capa delgada, de unos 300 Km, que es la parte del Sol que nosotros
vemos, la superfície. Desde aquí se irradia luz y calor al espacio. La temperatura es de
unos 5.000°C.
-Cromosfera:Esta formada por gases enrarecidos y en ella existen fortísimos campos
magnéticos.
-Corona: capa de gran extensión, temperaturas altas y de bajísima densidad. Está
formada por gases enrarecidos y gigantescos campos magnéticos que varían su forma de
hora en hora. Ésta capa es impresionante vista durante la fase de totalidad de un eclipse
de Sol.
La energía solar se crea en el interior del Sol, donde la temperatura llega a los 15
millones de grados, con una presión altísima, que provoca reacciones nucleares.
La energía generada en el centro del Sol tarda un millón de años para alcanzar la
superficie solar. Cada segundo se convierten 700 millones de toneladas de hidrógeno en
cenizas de helio. En el proceso se liberan 5 millones de toneladas de energía pura; por lo
cual, el Sol cada vez se vuelve más ligero.
El Sol también absorbe materia. Es tan grande y tiene tal fueza que a menudo atrae a los
asteroides y cometas que pasan cerca. Naturalmente, cuando caen al Sol, se desintegran
y pasan a formar parte de la estrella.

LA VIA LACTEA

La Vía Láctea es la proyección, sobre la esfera celeste, de uno de los brazos espirales de
la galaxia de la cual nosotros formamos parte.Con un diámetro medio de unos 100.000
años luz.Es una agrupación de unos 100.000 millones de estrellas en forma de espiral o
girándula.
Puede observarse a simple vista como una banda de luz que recorre el firmamento
nocturno.La Vía Láctea puede observarse a simple vista como una banda de luz que
recorre el firmamento nocturno, que Demócrito ya atribuyó a un conjunto de estrellas
innumerables tan cercanas entresí que resultan indistinguibles.

En 1610 Galileo, usando por primera vez el telescopio, confirmó la observación de


Demócrito.

Partes de la Via Lactea?


-HALO
El halo es una estructura esferoidal que envuelve la galaxia. En el halo la concentración
de estrellas es muy baja y apenas tiene nubes de gas por lo que
carece de regiones con formación estelar. En cambio, es en el halo donde se encuentran
la mayoría de cúmulos globulares.Otra característica del halo es la presencia de gran
cantidad de materia oscura.

-DISCO
El disco se compone principalmente por estrellas jóvenes de población I. Es la parte de
la galaxia que más gas contiene y es en él donde aún se dan procesos de formación
estelar. Lo más característico del disco son los brazos espirales, que son 4: dos brazos
principales -Escudo-Centauro y Perseo, así cómo dos secundarios -Sagitario y
Escuadra.El brillo de los brazos es mayor que el resto de las zonas porque es allí donde
se encuentran los gigantes azules.Estas
estrellas de corta vida nacen y mueren en el brazo espiral convirtiéndose así en
excelentes marcadores de su posición.
El disco esta formado por dos partes:el disco delgado y el grueso.
-El disco grueso se cree que es el remanente de un segundo proceso de colapso y
aplanamiento de la galaxia.El disco esta unido al bulbo.Dicho anillo es la estructura más
notable de nuestra galaxia y visto desde otras galaxias sería su parte más prominente .
De éste anillo emergen los brazos espirales.

Todas las estrellas que componen la Vía láctea están rotando alrededor del núcleo, que
se cree que puede contar en su interior con un agujero negro. Las observaciones
astronómicas referidas a galaxias distantes muestran que la velocidad de rotación del
Sol alrededor de la galaxia es de unos 250 km/s, empleando aproximadamente 250
millones de años en realizar una revolución completa. Las estrellas próximas al Sol
realizan una órbita relativamente parecida, pero las más cercanas al centro de la galaxia
giran más rápido, hecho que se conoce como rotación diferencial.La edad de la Vía
Láctea se estima en unos 13 mil millones de años, dato que se desprende del estudio de
los cúmulos globulares y que concuerda con el resultado obtenido por los geólogos en
su estudio de la desintegración radiactiva de ciertos minerales terrestres.

CURIOSIDADES DE LA VIA LACTEA


A la Via Lactea se le conoce como camino de leche este nombre proviene de la
siguiente historia:
Se cuenta que el dios griego Zeus, que era infiel a su esposa, tuvo un hijo llamado
Heracles (Hércules para los romanos) de su unión con Alcmena. Al enterarse Hera hizo
que Alcmena llevara en el vientre a Heracles por 10 meses, asi mismo trató de
deshacerse de éste mandando dos serpientes para que mataran al bebé cuando tenía ocho
meses, sin embargo pudo librarse fácilmente de ellas estrangulándolas con sus pequeñas
manos. Heracles resultó ser el favorito de Zeus.
Sin embargo, el Oráculo decía que Heracles sólo sería un héroe, puesto que era mortal.
Para ser un dios inmortal debía mamar de Hera, sin embargo ella no
quería, ya que sentía ira y celos en contra de Heracles.

Una vez que llega la historia hasta este punto, las versiones son distintas.Una de ellas
dice que Hermes, el mensajero de los dioses, puso a Heracles en el seno de Hera
mientras ella dormía para que mamara la leche divina pero al despertar y darse cuenta,
lo separó bruscamente y se derramó la leche.
Otra dice que Atenea, la diosa de la sabiduría, convenció a Hera de que Heracles
mamara de ella ya que era un niño muy lindo, pero resulta que Heracles succionó la
leche con tal violencia, que lastimó a Hera.Esta es la leyenda característica que da
nombre a nuestra Galaxia.

EL SISTEMA SOLAR
Entre los miles de estrellas que forman nuestra galaxia hay una de tamaño mediano,
situada en uno de los brazos de la espiral de la Vía Láctea, que tiene un interés especial
para nosotros, ya que vinimos cerca de ella y, en cierto modo, vivimos de ella. Se trata,
naturalmente, del Sol.
Esta estrella singular, junto con los planetas y otros cuerpos que giran en órbitas a su
alrededor, constituyen lo que llamamos "El Sistema Solar".

Lo nueve planetas que giran alrededor del sol son:

-Mercurio
-Venus
-La Tierra
-Marte
-Jupiter
-Satrno
-Urano
-Neptuno
-Pluton
Se formó hace unos 4.650 millones de años y, lejos de permanecer estable,se trata de un
sistema dinámico que cambia y evoluciona constantemente.

En el sistema solar podemos encontrar asteroides que son rocas mas pequeñas que los
planetas que giran alrededor del sol.
A la Tierra llegan fragmetos de rocas que se encienden y se desintregan cuando entran
en la atmosfera llamados meteoritos.

Casi todos los planetas orbitan alrededor del Sol en el mismo plano, llamado eclíptica.
Plutón es un caso especial ya que su órbita es la más inclinada y la más elíptica de todos
los planetas.El eje de rotación de muchos de los planetas es casi perpendicular al
eclíptico. Las excepciones son Urano y Plutón, los cuales están inclinados hacia sus
lados.El Sol contiene el 99.85% de toda la materia en el Sistema Solar. Los planetas
están condensados del mismo material del que está formado el Sol, contienen sólo el
0.135% de la masa del sistema solar. Júpiter contiene más de dos veces la materia de
todos los otros planetas juntos.El 0,015 lo constituyen los asteroides,cometas,satelites
de losplanetas y el medio interplano.

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