Professional Documents
Culture Documents
1
FOCUSING
“Nos desarrollamos cuando nuestro deseo de vivir y de hacer cosas surge desde
dentro de nosotros, cuando nuestros anhelos y deseos nos mueven, cuando
nuestras percepciones y evaluaciones nos generan una nueva seguridad, cuando
aumenta nuestra capacidad de estar en nuestra realidad y cuando somos capaces
de tener en cuenta a los demás y a sus necesidades. Se trata de crecimiento
cuando algo que había permanecido inmóvil y silencioso se mueve y nos produce
cierta inquietud interior. En definitiva, se trata de crecimiento cuando nuestra
energía vital fluye de una forma novedosa.” (E. Gendlin)
2
FOCUSING
Presentación del curso
3
FOCUSING
Escuchar el propio cuerpo: El proceso y la técnica del enfoque corporal
Intenciones y objetivos:
- Conocer los conceptos básicos y fundamentales de las aportaciones de Eugene Gendlin.
- Iniciarnos en el aprendizaje del proceso y la técnica del focusing.
- Transmitir la filosofía subyacente al focusing como herramienta de autoayuda: El darse cuenta
de las sensaciones corporalmente sentidas y su significado emocional.
- Practicar el autofocusing y el focusing en parejas.
- Aprender a escuchar el propio cuerpo, nuestras sensaciones y nuestras emociones.
Elementos de contenido:
Los antecedentes: Carl Rogers y la tendencia actualizante.
Gendlin y la filosofía experiencial: el núcleo interior y el lugar corporal de nuestra experiencia.
Conceptos fundamentales de la filosofia experiencial y el focusing:
- El referente directo: conectarse con uno mismo.
- Lo que está implícito y lo que está explícito.
- El experiencing: el proceso corporal de vivenciar sentimientos, emociones y sensaciones.
- El felt sense o la sensación-sentida corporalmente.
- El body shift o el cambio corporal.
- El focusing a partir de un problema, una situación o una relación personal. Tu cuerpo tiene la
respuesta.
- Sentir-expresar-comprobar
Los 6 pasos del focusing
Aplicaciones del focusing: autofocusing, focusing en pareja, focusing por escrito...
Metodología:
- Introduciones y explicaciones teóricas.
- Ejercicios de sensibilización.
- Focusing en grupo.
- Autofocusing.
- Focusing en pareja.
- Focusing por escrito
- Demostracions de focusing.
- Comentarios en grupo.
Ponente: Tomeu Barceló, maestro diplomado en filología y licenciado en filosofía, master en filosofía de
la ciencia, especialista en Dinámica de Grupos y Relaciones Humanas por el Center for Studies of the
Person de la Jolla (California) Certified Focusing Professional y Certifying Coordinator por el The
International Focusing Institute of New York, Director del Instituto de Formación Ramon Serra (Palma),
Coordinador Nacional del Instituto Español de Focusing (Madrid). Autor de los libros: Centrar-se en les
persones. (Ed. Pleniluni), Crecer en Grupo. Una aproximación desde el enfoque centrado en la persona.
(Desclée) y Entre Personas. Una mirada cuántica a nuestras relaciones humanas. (Desclée). Es coautor
del libro Manual Práctico del focusing de Gendlin. (Desclée) y escribe artículos en revistas
especializadas de educación, filosofía y psicología. Imparte cursos, talleres y conferencias en centros de
formación permanente del profesorado, hospitales, universidades y otras instituciones.
4
Motivación Rasgo de personalidad
Nombre
Focusing y yo
Deseo
5
FOCUSING
Teoría experiencial
6
CARL R. ROGERS Y EUGENE T. GENDLIN: LA RELACIÓN QUE CONFIGURÓ UN
NUEVO PARADIGMA.
(Extracto del capítulo del mismo nombre publicado en el libro Manual práctico del focusing de
Gendlin. Ed Desclée)
Eugene Gendlin ingresó en 1953 en el “practicum” dirigido por Carl Rogers en la Universidad de
Chicago en la que Rogers trabajaba desde 1945 y continuaron conjuntamente sus investigaciones en la
Universidad de Wisconsin en 1957, combinando su tarea docente investigadora con la intervención en un
programa de investigación terapéutica con personas esquizofrénicas. El traslado de Rogers a la Jolla
(California) en 1964 para organizar un centro de investigación, formación y práctica psicológica
denominado Center for Studies of the Person supuso, prácticamente, el fin amistoso de una relación
intensa, no exenta de desaveniencias ni debates, pero extraordinariamente fructífera para ofrecer una
nueva modalidad en las relaciones de ayuda basada fundamentalmente en el estar presente del facilitador
o terapeuta.
No debió ser fácil que Gene Gendlin fuera admitido inicialmente al programa de formación de
Carl Rogers. De hecho Rogers no sentía una simpatía especial hacia los estudiantes provenientes de una
formación filósofica. Sin embargo, Gene Gendlin, estudiante de postgrado en Chicago y mientras
realizaba su tesina de filosofía sobre Dilthey, estaba interesado en el proceso de simbolización de la
experiencia interna y sintió, después de leer por casualidad algunos artículos de Rogers, que trataban
sobre las emociones y los efectos de la empatía, que formarse con Carl Rogers podría ayudar a dar forma
a sus iniciales inquietudes:
Yo me entrené con Carl Rogers y su grupo. Luego trabajé junto a él durante once años... Rogers
realizó un punto de partida totalmente renovado. Al principio yo no conocía demasiado este campo. No
sabía lo diferente que era el punto de partida de Rogers, ni las limitaciones comunicativas de largo
alcance que implican estas diferencias en nuestro campo. Quiero enfatizar lo drástico de las suposiciones
básicas de Rogers en relación con las normales de nuestro campo... Rogers presuponía que la
experiencia organísmica de un ser humano es una fuente interna de dirección vital, de crear sentido y de
3
valores..
Gendlin fue admitido. La interacción entre ambos se había iniciado y el fruto de la misma ha
significado una gran contribución en el mundo de las ciencias sociales, la psicoterapia, la filosofía, la
educación y la resolución de conflictos.
La máxima intensidad de esta interacción, y también las diferencias, afloraron en la etapa de
trabajo conjunto con enfermos esquizofrénicos crónicos en el Mendota State Hospital adscrito a la
Universidad de Winsconsin que tuvo lugar en 1957 hasta 1964. La investigación llevada a cabo fue
1
ROGERS, C. (1972): El proceso de convertirse en persona.Buenos Aires: Paidós, p. 120.
2
GENDLIN, E. (1997): “Prefacio “ en ALEMANY, C. (1997): Psicoterapia Experiencial y Focusing. La
aportación de E.T. Gendlin. Bilbao: Desclée De Brouwer, pp. 21-22.
3
GENDLIN, E. (1994): “Logros y problemas en la psicología humanista” en ALEMANY, C. (1997):
Psicoterapia Experiencial y Focusing. La aportación de E. T. Gendlin. Bilbao: Desclée De Brouwer, pp.
426-427.
7
abrumadora: grabaciones de entrevistas, medidas de los procesos terapéuticos, estudio de las
condiciones del cambio terapéutico en clientes no motivados... partiendo de la suposición de que existe
una relación lícita entre las condiciones actitudinales provistas por el terapeuta y el proceso de terapia y
cambio de personalidad producidos en el cliente e intentando entrever si esta relación se mantendría por
4
igual en la terapia con esquizofrénicos, neuróticos o individuos normales.
Los descubrimientos que fueron vislumbrándose fueron sorprendentes. También los nuevos
interrogantes que incidieron en la reformulación de la terapia de Rogers y supusieron la búsqueda de un
enfoque capaz de ofrecer una teoría y una práctica terapéutica que garantizara las condiciones exitosas
en los procesos de cambio. Se iniciaba pues una interdependencia significativa y apasionante entre
Rogers y Gendlin que conduciría a una revisión de la psicoteracia centrada en la persona de Rogers que
abrió paso a la psicoterapia experiencial de Gendlin.
La búsqueda de respuestas comportó que Rogers efectuara múltiples aportaciones: el
aparcamiento de la respuesta-reflejo como única herramienta de intervención del terapeuta, el
planteamiento de una relación terapéutica basada más en el encuentro que no en las disposiciones y
habilidades del terapeuta, la formulación de las condiciones necesarias y suficientes del cambio
terapéutico, la sustanciacilidad de la autenticidad del terapeuta que abarca la congruencia entre la
experiencia, la conciencia y la comunicación; la formulación de la teoría de la personalidad en
funcionamiento pleno y el proceso de conectar con la experiencia inmediata y, en fin; le impulsó a
interrogarse sobre otros aspectos que iban configurando un paradigma nuevo más relacionado con la
interacción y el encuentro, los nuevos descubrimientos de la física cuántica e incluso todo lo relacionado
con lo transpersonal.
También Gendlin se sorprendió de lo que iba surgiendo en estos trabajos y notó los cambios
profundos en el esquema teórico de Rogers:
En mi opinión, el proceso psicoterapéutico es el mismo ya se trate de esquizofrénicos o
neuróticos; sin embargo, las diferencias manifestadas por los primeros tienen importancia porque revelan
con amplios e inevitables rasgos algunos de los factores que podemos pasar por alto en la psicoterapia
habitual... Todavía no poseemos datos concluyentes sobre la eficacia de la psicoterapia entre los
esquizofrénicos, de modo que no emitiré formulaciones evaluativas... Rogers propuso tres conclusiones
necesarias y suficientes para la psicoterapia: empatía, aprecio incondicional y congruencia o
autenticidad... Ésta última condición ha adquirido cada vez más importancia en nuestro trabajo con
esquizofrénicos. Ya no hay fórmulas, ni aun aquel modo de respuesta denominado reflexión del
sentimiento, el más característico de los modos centrados en el cliente... En verdad creo que Rogers
formuló la esencialidad de esta condición de congruencia movido en parte por la indeseable tendencia a
5
las fórmulas y las respuestas estereotipadas.
Esta incidencia en la congruencia indujo a Gendlin a buscar herramientas para facilitarla y de ahí
surgió, más tarde, su propuesta novedosa de focusing, también se planteó el funcionamiento pleno de la
personalidad que derivó hacia la formulación del concepto de experiencing, señaló una forma diferente de
empatía mucho más experiencial y fue vislumbrando una nueva filosofía de lo implícito que aunaba lo
preconceptual sentido corporalmente y la simbolización que sería la base de la psicoterapia experiencial.
Todo ello lo realizó con bases extraordinariamente científicas buscando una forma objetiva de medir que
expresaría con la Escala Experiencial cuyos inicios fueron la Escala de Proceso que publicaría Rogers en
6
su famoso libro El proceso de convertirse en persona.
El Enfoque Centrado en la Persona, diseñado por Carl Rogers, configuró una base
significativamente relevante para que Eugene Gendlin mantuviera su propio afán investigador y pudiera
realizar notables aportaciones psicológicas y filosóficas que le impulsaron a formular su psicoterapia
experiencial, el focusing y la filosofía de lo implícito.
La relación fluida entre la filosofía de Eugene Gendlin y la investigación de Carl Rogers nos
puede proporcionar un punto de referencia novedoso y original desde el cual entender el comportamiento
humano y los procesos de desarrollo personal. Rogers había identificado la capacidad de las personas de
sentir los propios sentimientos de manera física y permitir que simbolizaran esta experiencia
correctamente con la ayuda empática del terapeuta como clave del crecimiento. La falta de congruencia
entre la experiencia sentida y la conciencia tenía como consecuencia una profunda desconexión interna y
derivaba en serias dificultades en las relaciones interpersonales y en ocasiones en desajustes
patológicos. Gendlin se propuso aprender más acerca de este proceso interno de la experiencia para
4
“En la Universidad de Wisconsin se está desarrollando un estudio cuyos principales investigadores
somos el doctor Eugene Gendlin y yo. En este trabajo nos ocupamos de comparar el proceso terapéutico
en pacientes esquizofrénicos (agudos y crónicos) y en individuos normales. Parte de la hipótesis
fundamental del estudio sostiene que dadas las condiciones necesarias de la terapia en la persona
esquizofrénica se observará el mismo proceso de cambio terapéutico que en el individuo normal”. En
ROGERS, C. (1972): El proceso de convertirse en persona. Buenos Aires: Paidós, pp. 236-237. El
artículo está escrito originariamente en 1960.
5
GENDLIN, E. (1964): “Comunicación subverbal y expresividad del terapeuta. Tendencias de la terapia
centrada en el cliente en el tratamiento de esquizofrénicos”, en ROGERS, C. y STEVENS, B. (1980):
Persona a persona. Buenos Aires: Amorrortu, p. 124.
6
ROGERS, C. ( 1972): El proceso de convertirse en persona. Buenos Aires: Paidós.
8
poder apreciar condiciones que hicieran posible a las personas vivir de manera coherente y conectadas
con su interior. Descubrió que el significado no consistía en un pensamiento de la mente sino que era
sentido en el cuerpo y se dio cuenta de que el cuerpo, más que ser el canal por el cual las emociones, los
sentimientos y las sensaciones depositan los datos del mundo exterior para posteriormente ser
procesados en el cerebro; contenía su propio conocimiento implícito y su significado sentido, por lo que no
es un elemento pasivo sino que impulsa hacia delante de manera dinámica la evolución de la persona y
su crecimiento.
La confluencia de las aseveraciones de estos dos pensadores humanistas puede ayudarnos, hoy
en día, a seguir construyendo un paradigma experiencial y centrado en la persona que nos permita captar
los significados profundos del comportamiento humano y acrecentar mecanismos esenciales para facilitar
el crecimiento y la sanación. Mucho más cuando pareciera que estamos a punto de comprender nuestro
lugar en el mundo, la magnitud de nuestras posibilidades latentes y la flexibilidad y trascendencia de que
somos capaces. Y es que los descubrimientos científicos de estas últimas décadas nos lanzan un
continuo desafío: si puede ser verdad que nuestro cerebro y nuestra memoria tiene tanta capacidad como
sugieren las investigaciones, si nuestra conciencia es tan vasta y nuestros cuerpos tan sensibles que
podemos realizar cambios fisiológicos a voluntad en una sola de nuestras células ¿por qué seguimos
siendo tan mediocres y tan poco inteligentes para profundizar, expandir y aplicar tan extraordinarios
descubrimientos?
Carl Rogers (1902-1987) era un tímido e inquieto psicólogo americano que inicia su vida
profesional en 1928 y se da cuenta de que las tendencias psicológicas dominantes de la época, el
conductismo y el psicoanálisis no dan respuesta a las necesidades profundas del ser humano ni sirven
para favorecer el crecimiento y el autodesarrollo personal. Su trabajo e investigaciones realizadas primero
en Rochester y más tarde en Ohio le conducen a formular un sistema terapéutico que denominó terapia
no-directiva y a proponer una técnica basada en la escucha que se conoce como respuesta-reflejo.
Posteriormente, y a partir de 1945 se traslada a la Universidad de Chicago con alguno de sus
colaboradores. Combina, en este centro, el trabajo docente universitario con la práctica terapéutica,
especialmente facilitando sesiones a soldados provenientes de la segunda guerra mundial. La estancia de
Rogers en Chicago representa una de las épocas más productivas en lo referente a la investigación y el
desarrollo sistemático de sus aportaciones. Elabora escritos sobre psicoterapia, traslada sus
investigaciones al desarrollo de las relaciones interpersonales, descubre las condiciones facilitadoras para
promover el desarrollo de la personalidad y establece los principios básicos que enmaracarán el Enfoque
Centrado en la Persona.
Es posible que su timidez fuera una de las causas de su pretensión de escuchar más y hablar
menos, y su inquietud tuvo como consecuencia su largo historial investigador en el campo de la
psicoterapia.
Ciertamente esta actitud de Rogers se sustentaba en su convicción profunda basada en la
existencia en las personas de una tendencia a la supervivencia, al crecimiento y a la autorrealización. En
realidad esta convicción constituía una hipótesis sobre la positividad del desarrollo humano. Esta
tendencia al crecimiento no forma parte exclusivamente del ámbito de la moral, más bien tiene que ver
con el desarrollo biológico y con la capacidad de adaptación en la satisfacción de las propias
necesidades, con el impulso intrínseco de cada individuo al restablecimiento del equilibrio emocional y
con el deseo interno de desarrollar las propias potencialidades. El mismo Rogers resume así su tesis
principal:
La hipótesis central de este enfoque puede ser fácilmente resumida. Los individuos tienen dentro
de sí vastos recursos de autocomprensión y para la alteración de conceptos propios, actitudes básicas y
conducta autodirigida. Estos recursos son susceptibles de ser alcanzados si se logra crear un clima
7
definible de actitudes psicológicas facilitativas.
Cada individuo, en opinión de Rogers, posee vastos recursos propios para su autocomprensión y
para modificar sus propios conceptos, actitudes básicas y conductas autodirigidas, estos recursos podrán
actuar siempre que se disponga de un clima característico de actitudes psicológicas adecuadas.
Rogers, sorprendido por los descubrimientos cuánticos de Fritjof Capra, físico teórico, las
aseveraciones de Magohah Murayama, filósofo de la ciencia y las proposiciones físicas del Premio Nobel
Ilya Prigogine, químico y físico, extenderá este concepto de tendencia actulizante al conjunto del universo
y relacionará esta tendencia al crecimiento y a la actualización en las personas con una tendencia
direccionalmente constructiva que opera en todo el universo; una tendencia evolutiva presente tanto en la
vida orgánica, como en microorganismos, o materia inorgánica como la formación de cristales. Es
sensato, para Rogers, imaginar una corriente que opera en el universo a muchos niveles y hace posible
que cada forma se origine, a su vez, de una forma más sencilla anterior. Esto es, en todo organismo, a
cualquier nivel, existe un flujo subyacente hacia la realización constructiva de sus posibilidades
inherentes. Esta tendencia podrá contrarrestarse o desviarse, pero no destruirse a menos que se destruya
el organismo.
7
ROGERS, C. (1987): El camino del ser. Barcelona: Kairós, p. 61.
9
Para Rogers, cuanto más compleja es la estructura, bien sea de una sustancia química o la de
una persona, más energía gastará para mantener esa complejidad. Este sistema no es estable, sino que
tiene fluctuaciones que, cuando aumentan, llevan al sistema a un nuevo estado alterado, más ordenado y
8
coherente que el anterior y así, la transformación de un estado a otro se lleva a cabo mediante un cambio
repentino, no de forma gradual, y son varios los factores que actúan al mismo tiempo.
Gendlin llamará a este cambio body shift ya que, para él, este acto interno es sentido
corporalmente y la experiencia tiene un significado corporalmente sentido. Rogers reconoce esta
aportación novedosa de Gendlin que, en realidad, esclarece el funcionamiento de esta tendencia
actualizante en las personas:
Eugene Gendlin (1926) nació en Viena en el seno de una familia judía y tuvo que emigrar en
1938 a Estados Unidos con sus padres a causa de la persecución nazi. En Washington estudia filosofía y
continúa su postgrado en Chicago donde se encontrará con Carl Rogers.
El perfil de Gene Gendlin es diferente del de Rogers. Se presenta como una persona de talante
eminentemente filosófica con un acercamiento progresivo hacia un carácter pragmático ante muchas
situaciones y conflictos. Sus raíces europeas y su desencanto a causa del exilio forzoso de su ciudad
natal contribuyen a sus convicciones fenomenológicas. Gendlin trabaja en el equipo de Rogers en
Chicago y posteriormente en Wisconsin hasta 1964 desarrollando trabajos precisos de investigación y
sistematización teórica. De esta época surge la La búsqueda y la creación del significado (1962), el
desarrollo de su Escala Experiencial y los inicios de la formulación de la filosofía de lo implícito. En 1969
9
titula por primera vez con la palabra focusing uno de sus artículos . Ha continuado trabajando y
10
publicando materiales sobre focusing, psicoterapia experiencial, sueños, filosofía de lo implícito.
Últimamente desde el The International Focusing Institute of New York, Gendlin sigue sus disertaciones
11
ocupado en un nuevo modelo que ha denominado Thinking At the Edge .
Eugene Gendlin aprendió de Rogers que los procesos más profundos se originan desde el
interior y sin duda compartía la hipótesis básica de Rogers. Sin embargo, su preocupación principal no era
definir el qué era esta tendencia sino cómo funciona en las personas. A este reto dedicó buena parte de
su trabajo y llegó a formular una teoría filosóficamente consistente y un instrumento –el enfoque corporal-
que permitiera a las personas estar en contacto con su experiencia interna.
La fuente interior, dentro de cada persona, tiene implícitamente el conocimiento lingüístico de
todo lo que esa persona ha aprendido, oído o pensado alguna vez, pero también contiene una más básica
organización del organismo humano y también la progresiva diferenciación única y el desarrollo del vivir
de esa persona hasta ahora. Esta es la razón por la que, cuando una persona presta atención
primeramente a una sensación y sentimiento global no claros, es tanta la sabiduría implícita en ella, que
resulta impensable para esta persona o para cualquier otra, hasta este momento... Una vez que la
persona ha descubierto esta fuente interna, el sujeto ya no puede ser suplantado por alguien, o por algo
distinto, porque percibe con gran claridad que ningún otro puede conocer mejor la propia vida de uno así
como los pasos de su posterior evolución. Uno está abierto a toda clase de aprendizajes, pero la
12
evaluación última siempre procede de dentro.
Para Gendlin la naturaleza es sumamente compleja y no constituye un sistema mecánico
conformada por factores diferenciados. Las acciones de las personas, sus pensamientos y sus discursos
implican siempre un proceso vital que trasciende los procesos. El experienciar puede generar nuevos
factores que no se siguen linealmente de lo que ya estaba constituido o de lo que creíamos haber
deducido cognitivamente.
Para Gendlin el funcionamiento de este proceso vital tiene lugar a causa del fenómeno que
13
denomina experiencing. La existencia es preconceptual y diferenciable internamente y es sentida
corporalmente. El acceso a la experiencia es la vida del cuerpo sentido en su interioridad. El cuerpo vive
la experiencia por medio de una sensación-sentida (felt-sense) que es prelógica pero que implícitamente
8
Rogers se inspira, para esta formulación, en las teorías de las estructuras disipativas del físico Prigogine
que intenta una respuesta a la cuestión básica de cómo surge el orden y la complejidad a partir del proceso
de entropía.
9
Este artículo forma parte del compendio realizado por el Doctor Carlos Alemany en el libro
Psicoterapia Experiencial y Focusing. La aportación de E.T. Gendlin. Bilbao: Desclée De Brouwer, pp.
109-124.
10
En este libro se ofrecen las referencias de las publicaciones de Gendlin traducidas al español.
11
Pensando al filo.
12
GENDLIN, E. (1982): “Prólogo” a la edición española de GENDLIN, E. (1988): Focusing. Proceso y
técnica del enfoque corporal. Bilbao: Mensajero, pp. 9-10.
13
El concepto de experiencing (experienciar) ha sido formulado ampliamente por Gendlin en 1955 y, sin
duda, constituye una aportación decisiva al enfoque centrado en la persona de Rogers, aunando el rigor
científico con la filosofía existencial. En el libro GENDLIN, E. (1962): Experiencing and the Creation of
Meaning. New York: The Press of Glencoe, Gendlin define el experiencing como un proceso cambiante,
orgánico, espacio-temporal, una corriente continua de sentimientos y unos pocos contenidos explícitos.
En realidad el experiencing es el proceso de sentimientos que continuamente acontece en el campo
fenoménico del individuo.
10
contiene un significado. El lenguaje pues se halla implícito en cualquier experiencia pero el cuerpo
responde con más complejidad que todo el lenguaje. Si el cuerpo es depositario de un conocimiento
organísmico y una evaluación interna, entonces ya no hace referencia a una máquina sino que significa
algo inherentemente interaccional que proyecta sus acciones desde dentro. Esta interacción consiste en
movimiento permanente.
Tu sensación-sentida es tu interacción corporal con las diferentes situaciones. El cuerpo humano
lleva implícitamente consigo las situaciones y el lenguaje. Nuestros cuerpos implican cada momento
14
siguiente de nuestra vida.
Rogers presuponía que la experiencia organísmica de un ser humano es una fuente interna de
dirección vital, de crear sentido y de valores. Para Gendlin, en cambio, la idea de que hay una dirección
hacia la vida no significa que haya ciertas cosas buenas para todo el mundo y esta dirección hacia la vida,
después de unos cuantos pasos, puede requerir algo que parece opuesto a lo que se hizo en pasos
anteriores.
Por eso Gendlin da una significación absoluta al propio proceso de experienciar, en este proceso
un fragmento de experiencia implica en sí mismo una ulterior interacción con el entorno que, a su vez,
lleva adelante el proceso hacia ese cambio que, al mismo tiempo, es continuidad proveniente de lo que ya
estaba implicado. También para Gendlin, como para Rogers, la experiencia tiene siempre una finalidad,
una dirección, pero Gendlin cree que el proceso irá adelante sólo de ciertas maneras, si no, se estancará.
La finalidad de la experiencia corporal significa que su continuidad implica ulteriores
interacciones con el entorno y, en cualquier caso, es la experiencia la que proyecta la dirección.
Así que Eugene Gendlin introduce extraordinarias novedades: el concepto de experiencing que
Rogers recogió como experiencia inmediata que se experimenta al instante y genera una distancia
reducida entre el sujeto y la experiencia, unida a un sentimiento subjetivo de movimiento y de cambio;
destacó el carácter corporal de la experiencia –algo que Rogers no había tenido suficientemente en
cuenta-, y formuló la dinámica del funcionamiento de este proceso sentido otorgándole primacía frente a
cualquier otro factor. Hacer explícito lo implícito, simbolizar la experiencia es, para Gendlin, la clave de la
reconstitución y el desarrollo personal.
Pero, es más, Gendlin diseñó el focusing como método para poder enseñar este procedimiento
de cambio y desarrollo y facilitar la conexión con la experiencia interna, con la sabiduría que tenemos en
nuestro interior. Focusing es utilizable para todas las personas en todas las situaciones y no es más que
la habilidad formalizada de un proceso natural.
Quizás algunos tipos de personas tienen esta destreza de un modo natural, mientras que otros
15
deben aprenderla.
Focusing es el proceso de darse cuenta de una sensación corporalmente sentida a partir de la
experiencia de notar cómo sentimos algo en el centro de nuestro cuerpo que tiene significado emocional;
esta sensación tiene que ver con la globalidad de algo, un problema, una decisión, una relación personal,
una situación existencial. Al conseguir otorgar significado a esa sensación sentida que surge como
globalidad de algo, parece como si sintiéramos un alivio y el propio cuerpo nos indica un nuevo paso, una
nueva dirección. Se trata de descubrir como el cuerpo ya sabe lo que la mente todavía desconoce y de
posibilitar una relación de confianza con nuestro cuerpo, que nos permite ponernos en contacto con la
sabiduría interior que nos indica el siguiente paso para conducirnos hacia una existencia más satisfactoria
con independencia de valoraciones externas y con autonomía frente al propio sistema de creencias.
Cuando prestamos atención a una sensación interior que tiene que ver con la globalidad de algo
parece que el cuerpo, con el fluir de esa sensación, nos diera la respuesta a nuestra búsqueda. Lo
extraordinario de la investigación de Gendlin es haber descubierto el funcionamiento de este proceso
natural que intuyera Rogers, y haber determinado las pautas para su aprendizaje y su práctica.
Las ciencias contemporáneas, desde muy diversos ámbitos entre los que destacan la física, la
química, la astronomía o la biología; están confirmando la intuición de Rogers. El nuevo paradigma de la
física cuántica considera la existencia de un orden implicado en la naturaleza que impulsa la generación
de sistemas más complejos a partir de las interacciones, a veces caóticas, de los elementos de sistemas
anteriores que forman nuevas estructuras dinámicas y flexibles (estructuras disipativas). Las leyes de la
entropía otorgan direccionalidad al fenómeno que, por ello mismo, es irreversible. Este orden generado
desde sistemas anteriores invade todos los aspectos de la vida y puede ser entendido como diferencias
semejantes y semejanzas diferentes.
Gendlin halló, en sus investigaciones, que el paciente que lograba éxito y mostraba un cambio
real y tangible, podía ser seleccionado por las sesiones grabadas de terapia, y lo que estos pacientes
hacían era distinto a lo de los demás. Averiguó que no era la técnica utilizada por el terapeuta la que
promovía el cambio sino que la diferencia estaba en cómo hablaban los pacientes. Y esa manera de
hablar era sólo una señal externa de lo que los pacientes con éxito hacían dentro de sí mismos. Este
hallazgo era contrario a sus predicciones iniciales, pues suponía que la psicoterapia ordinaria no
enseñaba a los pacientes esta habilidad, que llamó acto interno, promovedora del cambio y la sanación.
La investigación le mostraba repetidamente que los pacientes con resultados positivos mejoraban en esta
14
GENDLIN, E. (1991): “El entramado y la profundización: algunos términos relativos a la línea
divisoria entre la comprensión natural y la formulación lógica”, en ALEMANY, C. (1997): Op cit. p. 446.
15
GENDLIN, E. (1969): “Focusing”, en ALEMANY, C. (1997): Op. cit. p.123.
11
destreza pero, hasta cierto punto, ya la disponían desde el principio. Los que fracasaban no la tenían en
absoluto ni la conseguían sólo mediante psicoterapia.
Gendlin descubrió que este acto interno era un proceso en el que el paciente establecía contacto
con una clase especial de conocimiento consciente, interno y corporal al que Gendlin denominó felt-
16
sense , y que consistía en el sentir del cuerpo de un problema o situación particular:
Cuando las personas cambian, lo muestran físicamente. Al principio, puede ser que esto no se
note al exterior, excepto en la relajación momentánea y la facilitación de un cambio coproal, una
circulación mejor y el respirar más profundo. Pero después de una temporada más larga, con muchos
cambios en distintos problemas, es decididamente notable en la cara, el porte, todo el cuerpo. Y puede
17
ser un cambio asombroso.
Esta experiencia inmediata, corporal, se experimenta en el instante como confluencia de
sentimiento y conocimiento que genera una distancia reducida entre el sujeto y la experiencia unida a una
sensación de cambio y movimiento. Al principio esa sensación es difusa y pre-conceptual pero si se le
atiende se convierte en referente de cambio y direccionalidad realmente sentida.
Carl Rogers quedó sorprendido y maravillado por este descubrimiento de extraordinarias
consecuencias potencialmente constructivas para el cambio y el crecimiento, pues implicaban, por
primera vez, las posibilidades de ayuda y facilitación a personas desmotivadas y reacias a la curación por
no detectar su propio estado de angustia. Y vislumbró, también por vez primera, la significación del
cuerpo como depositario de significado y agente de ese acto interno experiencial.
El cliente a menudo no advierte con claridad qué es lo que acaba de golpearlo en ese momento.
No obstante, eso no parece demasiado importante, puesto que el hecho en cuestión es una entidad, un
referente al que puede recurrir una y otra vez para descubrir más acerca de él... A pesar de ello
constituyen puntos de referencia sólidos, a los cuales el cliente puede acudir cuantas veces quiera, hasta
satisfacer su necesidad de saber qué son. Tal vez se trate de un acontecimiento fisiológico definido con
claridad, de un sustrato de la vida consciente al que el cliente puede recurrir con propósitos de
investigación. Gendlin ha llamado mi atención acerca de esta significativa cualidad de la vivencia como
18
referente.
Estos hallazgos estimularon a Gendlin a buscar una técnica para enseñar ese importante acto
interno crucial y gradualmente fue descubriendo los pasos para hacer exactamente lo que estos pacientes
con éxito habían hecho de forma natural. Así prescribió el procedimiento de seis pasos –focusing-
despojando a la terapia de su exclusividad en enseñarlo porque la gente puede hacerlo por sí misma y
unos con otros, y sustrajo a los terapeutas del poder distintivo de estar a cargo de este proceso de
cambio. Toda una revolución.
Rogers, por su parte, pudo aplicar su enfoque a la educación –sin partir de la suposición de que
los estudiantes estuvieran motivados-, a los grupos, a los conflictos internacionales y a las relaciones
interpersonales en el seno de las cuales no tiene que darse un estatus diferenciado entre las personas
que la conforman. Al mismo tiempo, consideró que una relación interpersonal basada en el resto de
condiciones facilitadoras promueve el despliegue de la tendencia actualizante, del cambio y del desarrollo
sin necesidad de que establezca un proceso terapéutico definido.
Gendlin, a partir de ahí, expandió el focusing en parejas en situaciones en las que ambos
participantes son “clientes y terapeutas” y, por tanto, ambos participan intersubjetivamente del encuentro
en situación de absoluta igualdad. Focusing es una herramienta que nos ayuda a ser más congruentes,
sin interferencias entre ser mi yo auténtico y mi yo que me gustaría ser. Esta congruencia cubre la
experiencia, la conciencia y la comunicación. Ser uno mismo en estos tres niveles es ser mi yo auténtico,
ser una persona unificada. Se trata de que la persona deje fluir sus sentimientos en cada instante, se
percate de su proceso experiencial y de las emociones que experimenta aquí y ahora que van siendo
accesibles a la conciencia y sea capaz de vivir estos sentimientos, de experimentarlos en la relación y de
comunicarlos si persisten. Establece así una relación de persona a persona.
La autenticidad o congruencia es, entonces, una disposición interna a estar abiertos a la
experiencia, percatarnos y comunicarla. Significa que el nivel de la experiencia, el de la conciencia y el de
la comunicación son congruentes, forman una unidad. Ser auténtico –dirá Rogers- implica la difícil tarea
de familiarizarse con el propio flujo interior de vivencia que se caracteriza especialmente por su
complejidad y continua variación.
Resulta cuando menos curioso que el máximo descubrimiento del trabajo conjunto de Rogers y
Gendlin como es el detallar este proceso interno hacia la congruencia, esto es; el proceso de definir la
conexión entre los niveles de la experiencia, la conciencia y la comunicación; independientemente del
desarrollo posterior por parte de cada uno de ellos, no sea atribuible, en exclusiva, a ninguno de los dos;
por el contrario, ambos se reconocen mutuamente la originalidad y manifiestan la fuerza de este
descubrimiento. Así, dice Rogers, a propósito del proceso de experienciar:
16
Sensación-sentida.
17
GENDLIN, E. (1988): Focusing. Proceso y técnica del enfoque corporal. Bilbao: Mensajero, p. 51.
18
ROGERS, C. (1972): El proceso de convertirse en persona. Buenos Aires: Paidós, p. 138.
12
Estas sensaciones cambian en el instante mismo en que intento expresarlas... Gendlin ha
explicado de manera excelente la importancia del concepto de vivencia y su relación con el counseling y
19
la terapia; su trabajo puede complementar lo que he tratado de decir.
Y Gendlin también reconoce las enseñanzas de su maestro:
Rogers descubrió que desde el interior surge un proceso de autopropulsión... Para los terapeutas
formados con Rogers era obvio que cada persona se encuentra en el centro de dirección de su propia
vida y que sólo se la puede ayudar mediante los significados de su propia complejidad y de sus propios
pasos...Los descubrimientos de Rogers han tenido muchas implicaciones en otros campos y en los que
se desenvolvió con soltura: es muy cierto que en educación los procesos más profundos se originan
20
desde el interior.
Gendlin, convencido de que el proceso interaccional funcionaba por sí mismo si se enseñaba al
cliente la destreza de estar en contacto con su propio experienciar, se fue dedicando a la expansión del
focusing. De este modo, Gendlin descartó definitivamente la idea de que la terapia que tenía éxito
conduciría de forma automática hacia un vivir más experiencial y se centró en investigar un procedimiento
que le ilustrara la ecuación de saber cómo funcionaba cuando funcionaba este proceso interno. La
consecuencia filosófica es inevitable: si la habilidad para enfocar tenía que ser lo suficientemente alta
desde el principio con el fin de lograr el éxito terapéutico, entonces el reto consistía en buscar la mejor
forma de enseñarlo cuando se diera con suficiente intensidad.
Carl Rogers y Eugene Gendlin se vieron por última vez en 1986, unos meses antes de morir
Rogers (febrero de 1987), participaron juntos en una mesa redonda sobre las semejanzas y diferencias
entre sus enfoques en la que los asistentes entablaron un debate en el cual algunos defendían el “método
puro centrado en el cliente” y otros mantenían su integración junto a otros métodos como el experiencial.
Gendlin dijo: “Creo que necesitamos a ambos”, Rogers respondió: “Yo no quise dar con un método
21
centrado en el cliente. Lo que pretendía era hallar una forma de ayudar a la gente”.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
19
ROGERS, C. y STEVENS, B. (1980): Op. cit. p. 94.
20
GENDLIN, E. (1988) en ALEMANY, C. (1997): Op. cit. pp. 369-370.
21
Este acontecimiento está contado por varios autores, entre otros por el mismo Eugene Gendlin en una
Necrológica publicada en 1988 en la revista American Psychologist, Vol. 43, 2, 127-128. Está traducido
en el libro ALEMANY, C. (1997). Op. cit.
13
TEORÍA EXPERIENCIAL. Conceptos Básicos
Extracto del capítulo 11: Psicoterapia Experiencial de Eugene Gendlin en el libro Psicoterapia
Experiencial y Focusing: la aportación de Eugene Gendlin, de C. Alemany, Ed. Desclée.
La experiencia
Interacción
14
y con los demás. Lo que uno siente no es un ruido de fondo sino el juicio de lo
que está pasando en su vida exterior. Una persona en un momento dado es
interacción-con, es un miedo-de, una esperanza-de, un enfado-por, un tratar-
de, un rechazo-de... Por eso la experiencia que sentimos es tan compleja, es la
vida en toda su complejidad de situaciones.
Las situaciones implícitas en la experiencia son en el presente tal como
son. Puesto que todo está implícito en el cuerpo y es con el cuerpo con lo que
uno siente, es con todo esto con lo que podemos decirnos “¿cómo me
encuentro ahora?” y no responder, sino dejarnos a uno mismo sentirlo.
Lo que uno siente en cualquier momento siempre es interaccional, es
vivir en un universo infinito y en situaciones, en un contexto de otras personas,
de palabras y signos, de entornos físicos, de sucesos presentes, de pasados y
futuros. La experiencia no es subjetiva sino interaccional, no es intrafísica sino
interaccional. Lo que uno siente no es un resumen de lo que ocurre, sino lo que
ocurre. La experiencia funciona como interiormente sentida y situacionalmente
vivida y está siempre referida como interacción.
La autenticidad
Orientación (Valor)
15
De la misma forma , la dirección del siguiente paso psicoterapéutico está
siempre implícito en la experiencia presente de uno mismo, no es cuestión de
elegir metas, como si la dirección pudiese ser cualquiera y se añadiese desde
fuera a la experiencia presente. Más bien lo que se experimenta como
doloroso, tenso, paralizador o cualquier otra cosa, no puede ser llevado delante
de cualquier modo elegido desde afuera. Sólo unos determinados pasos
llevarán adelante la experiencia de modo concreto, vivenciado, corporal y lo
demás no es un avance terapéutico.
Si uno se abandona al sentimiento global del presente, emerge una
sensación direccional. La dirección que se siente se diferencia claramente de
cualquier noción de lo que uno debería ser o hacer, que se siente como un
peso o una tensión. La experiencia es la que proyecta la dirección.
16
AUTENTICIDAD
(Carl R. Rogers)
(Newman-Berkowitz)
17
FOCUSING
La técnica del enfoque corporal
18
¿QUÉ ES FOCUSING?
19
- Nos pone en contacto con nuestra sabiduría interior: nadie mejor que uno
mismo sabe en realidad lo que necesita.
20
LOS 6 PASOS DE FOCUSING
Aparta de momento lo que pueda pesarte, deja espacio para ti mismo como
observador, como intentando vivir una experiencia novedosa contigo mismo. Si
empiezas a estar relajado y centrado en el interior de tu cuerpo puedes empezar
prestando atención a tu estómago, a tu pecho, a tu garganta... y puedes decirte algo
así como: parece que mi vida marcha bien, me siento realmente satisfecho
últimamente ¿no es verdad?
No contestes con tu mente, deja que surja algo, alguna vaga sensación que
emerge del interior de tu cuerpo, mira cómo es, qué textura tiene, si es densa,
asustada, vacilante... sea lo que sea deja que asome del interior.
No te contestes tampoco, pregunta y espera a ver qué emana del interior, del
centro de tu cuerpo. Respira nuevamente esta sensación vaga, coporalmente sentida,
21
como si le dieras volumen e intenta nuevamente dejarla a un lado, cerca de ti, pero
distinta de ti mismo.
Una vez dispones de espacio interior, tu cuerpo está preparado para enfocar.
Te puedes preguntar: de todas esas sensaciones de mi inventario ¿qué quiere ser
atendido en este momento?
Una vez más pregunta y espera. Deja que el mismo cuerpo elija el tema, el
aspecto, el problema o la situación que desea atender ahora. Si te resulta difícil esta
elección no te preocupes, puedes elegir de manera cognitiva alguna situación
importante para ti, también puedes preguntarte cómo te sientes en estos momentos.
Cuando creas que puedes esfocar ese “algo”, ese problema, esa situación, esa
relación... dirige nuevamente tu atención en el centro de tu cuerpo, en la garganta, en
el pecho, en el estómago... y observa que ocurre con eso: ¿cuál es la sensación global
de ese algo? ¿cómo me hace sentir todo esto...? Pregunta y espera nuevamente, no
analices ni te metas dentro de eso, deja que tu cuerpo responda. Esa sensación global
de algo que aparece corporalmente sentida, con significado emocional es el felt sense.
A veces ocurre que la mente intenta intervenir como indicándote “lo que
deberías sentir” pero intenta hacer silencio interior y acallar estos ruidos internos. Es
cuestión de hacer silencio, de escuchar tu cuerpo, esperar y sentir. Si lo consigues
notarás como el pecho se abre lentamente y empieza a emerger esa sensación-
sentida difusamente hasta que se expande. Estate con ella un rato dejándola estar ahí
sin imponerle nada y ve percibiendo su cualidad emocional.
Esa sensación sentida ¿qué cualidad tiene? Intenta encontrar una palabra, una
frase o una imagen que se vaya ajustando a esa sensación. Puede ser algo pegajoso,
o “como apretado”, o “como una olla a presión”, o pesado, o punzante, o varias cosas
a la vez. Intenta que emerja alguna palabra o expresión que encaje con ella. Desecha
cualquier cosa que no se ajuste, no intentes imponerle a la sensación este asidero,
deja que aparezca por sí solo con paciencia.
22
Es como si te fueras acercando a la sensación, ir probando, permitiéndote
equivocarte y no encontrar la palabra o expresión a la primera. Mantén la atención en
la sensación de todo eso y deja que las imágenes o las palabras vengan desde ahí.
- ¿qué necesitaría esa sensación para estar del todo bien, a qué me invita todo
eso?
Esas preguntas son sólo llaves, alguna puede abrir y notarás un cambio
interno. Lo importante en este paso es preguntar y esperar a que el cuerpo responda.
A veces este paso es el más difícil porque aparecen muchos pensamientos que hacen
que la sensación permanezca inmutable. Intenta pasar de largo estos pensamientos y
seguir enfocando el centro de tu cuerpo, en uno o dos minutos ya vas a poder percibir
ligeros movimientos en la sensación, como si se abriera más y más. Si percibes algún
movimiento corporal sentido, si puedes permanecer un rato con esa ligera sensación
aunque no sepas exactamente lo que es, estás haciendo correctamente el proceso del
enfoque corporal.
23
Sexto paso: recibir y acoger.
Recibe con curiosidad cualquier cosa que haya surgido dándole la bienvenida.
Acoge este pequeño cambio, que siempre es positivo, de la sensación. Respira este
minúsculo movimiento como si le dieras volumen y valóralo porque forma parte de ti
mismo. Agradece a tu cuerpo lo que te ha mostrado y acepta cualquier cosa que
hayas experienciado. Puedes buscar alguna imagen que te ayude a protegerlo de
voces críticas y a recordártelo más adelante. Con esa actitud de estar recibiendo nada
te abrumará. Es probable que no puedas solucionar justo ahora esta situación o
problema, pero tu cuerpo te habrá dado la dirección para ello y después podrás
intencionarlo. Respira suavemente y mira a ver si está bien dejarlo aquí por hoy.
24
Guía breve del proceso de enfoque corporal
1. DESPEJAR UN ESPACIO . Cuando consigas un perfecto ajuste entre la sensación corporal y la imagen o la palabra o
frase, permítete estar un minuto o así para sentirlo realmente.
“¿Cómo estás? ¿Qué hay entre ti y el sentirte bien? Mi vida ultimamente va
completamente bien, ¿es así? (No contestes; deja que lo que viene en tu cuerpo dé la 5. PREGUNTAR
respuesta)
. No entres en nada. Saluda cada preocupación que aparezca. Por un rato haz un hueco y “¿Qué es lo que acerca de este problema me hace tan…?”
coloca en esos espacios estas preocupaciones, ahí cerca, junto a ti. “¿Qué es lo peor de todo eso? Lo peor es que me hace sentir…
“¿Qué necesita para estar bien? ¿Cómo me sentiría si estuviera realmente bien?”
“Excepto por eso, ¿estás completamente bien?”
. No respondas. Espera que la sensación se mueva y dé una respuesta.
2. FORMAR LA SENSACIÓN SENTIDA
6. RECIBIR
. Deja que tu cuerpo escoja un problema para enfocarlo.
. No te metas dentro del problema. . Da la bienvenida a lo que vino. Acógelo, sabes que está ahí y puedes volver cuando lo desees.
Protégelo de voces críticas que te interrumpen.
“¿Qué sensación corporalmente sentida surge en tu cuerpo cuando recuerdas “el todo”
de ese asunto?
3. CONSEGUIR UN ASIDERO
4. RESONAR
25
26
FOCUSING Y SONDAS
3.- Sondas:
Puedes conseguirlo.
27
ALGUNAS PREGUNTAS POSIBLES
28
FOCUSING
La actitud del guía
29
FOCUSING Y EMPATÍA
Extracto del capítulo “Focusing y empatía” del libro Manual práctico del focusing de
Gendlin, Ed. Desclée, Bilbao 2007, pp. 223-239
22
GENDLIN, E. (1974): “Psicoterapia centrada en el cliente y experiencial” en ALEMANY, C. (1997):
Psicoterapia experiencial y focusing. La aportación de E.T. Gendlin. Bilbao: Desclée De Brouwer, p.
203.
23
KNAPP, M. (2001): La comunicación no verbal. El cuerpo y el entorno. Barcelona: Paidós, p. 182.
30
En segundo lugar, resulta llamativa la relación que pueda existir entre cuerpo y
experiencia a través de lo que Gendlin llama felt-sense . Lo interesante del felt-sense es
que no consiste en una emoción sino en una sensación preconceptual que, de forma
implícita, contiene significado. “Lo que yo quiero decir con sensación realmente es el
significado sentido, una riqueza preconceptual, implícitamente ‘toda esta situación’, o
‘todo lo que tiene que ver con...’... Ese tipo de sensación no es una mera tonalidad
emocional, sino más bien todo aquello que ha ocurrido y que la vida y yo seamos de la
forma que somos ahora”.24
Desde estos fenómenos de sincronicidad o empatía corporal y experienciación
desde el cuerpo en el proceso de comunicación intrapersonal es posible experienciar
corporalmente, en mi propio cuerpo, las sensaciones-sentidas del otro y, al mismo
tiempo, ser capaz de no identificarme con esta experiencia interna mediante la vivencia
-también corporalmente sentida- de ponerla “a un lado”, y experimentar el
reconocimiento de lo que forma parte de mi propio proceso experiencial y del proceso
experiencial de la otra persona. Esta forma de ejercer la empatía precisa, sin duda, de
mucho entrenamiento; al mismo tiempo, constituye un enorme potencial en la relación
de ayuda y en la facilitación de grupos.
Uno de los muchos y complejos fenómenos que se producen en una situación
cara a cara es la sincronicidad imitativa de los movimientos corporales de los
interactores, especialmente cuando la comunicación que se establece se caracteriza por
una cierta “intimidad”.
La empatía, o sincronía interaccional –en términos de Knapp- presupone la
capacidad de adoptar la perspectiva y el rol de otra persona y tiene que ver con una
tendencia a sentirse uno mismo “dentro” de una situación.
Cuando vemos, que algún objeto está a punto de caerse sobre la pierna o el
brazo de otra persona, tendemos naturalmente a recoger y retirar nuestra pierna o
nuestro brazo. Este es un ejemplo de una acción producida por un observador y que es
apropiada o acorde con la situación de la otra persona más que con la propia. El
observador actúa como si ocupara el lugar del otro hasta el punto de fruncir el entrecejo
con su dolor, de sonreir con su alegría o de intentar eludir el peligro de esa persona. Es
una especie de empatía o sincronicidad refleja, más que conciente, casi primitiva, que
funciona como un proceso comunicativo paralelo de la situación “normal” de
interacción.
Es plausible pensar que esta sincronicidad corporal no es necesariamente
expresiva de ningún estado interno de la persona que la manifiesta; sin embargo sí es
expresiva “para” la otra persona en la situación social. Watzlawick y otros, por ejemplo,
proponen25 que las conductas no verbales transmiten información analógica a otros
sobre nuestras relaciones con ellos.
Aplicando el principio de Watzlawick a la sincronicidad corporal, -que las
conductas no verbales transmiten información analógica a otros sobre nuestras
relaciones con ellos-, podemos advertir que el observador se autovivencia
momentáneamente como sintiendo lo mismo que siente el otro al inclinarse,
sobresaltarse o sonreir como si estuviera en la situación del otro. En lugar de decir
simplemente “ya sé cómo te sientes”, el observador “muestra” cómo te sientes
utilizando el código analógico equivalente al enunciado verbal. Esto sugiere que la
sincronicidad corporal, o esta clase de empatía con el cuerpo, es más que una conducta
no verbal; es una comunicación no verbal dirigida a transmitir “sentimiento de
compañerismo” a la otra persona.
24
GENDLIN, E. (1969): “Focusing” en ALEMANY, C. (1997): Op. cit. p.114.
25
WATZLAWICK, P, y otros (1989): Teoría de la comunicación humana. Barcelona: Herder , pp. 62-67.
31
Basta con observar una conversación entre terceras personas a cierta distancia, o
interrumpir el sonido del televisor durante la emisión de un debate, para ver aparecer de
forma manifiesta la multitud de movimientos que esbozan, a menudo tan sólo de forma
incipiente y vaga, contenidos del discurso. Una parte de estos gestos son sincrónicos,
imitativos de los gestos del otro interlocutor.
La sincronicidad corporal transmite un mensaje que es de vital importancia para
nuestra relación con otros: yo puedo sentir como tú sientes; yo soy como tú.
Así, la sincronicidad corporal tendría la función de expresar empatía al otro. En
esa tarea no espera comprender plenamente la situación del otro, ni requiere que el
observador experimente primero los sentimientos del otro; su primera prioridad consiste
en manifestar semejanza con el otro y esto lo hace rápidamente y precisamente.
Si el fenómeno de la sincronía interaccional resulta interesante, parece que no lo
es menos el de la auto-sincronía –utilizando el término de Knapp- que se refiere a esa
“sensación general de las conexiones entre el flujo de pensamiento y el flujo de
movimientos corporales”.26 Este fenómeno entra en el ámbito de la comunicación intra-
personal, más que en el ámbito interaccional y quizás por eso la teoría de la
comunicación no le ha dedicado muchos esfuerzos investigadores.
Parece que este fenómeno ha sido más estudiado en el ámbito terapéutico y en su
relación con el lenguaje. La experiencia tiene lugar en un mundo hablado y siempre se
encuentra saturada de lenguaje. Pero el cuerpo responde con más complejidad que todo
el lenguaje y las normas sociales juntos. El cuerpo humano vive de forma inmediata y
directa cada situación.
Este fenómeno de auto-sincronía es en realidad un proceso que realiza nuestro
organismo y está presente a lo largo de nuestra existencia. Siempre podemos acceder a
ella, aunque no seamos conscientes de esto en todo momento.
Esta experiencia sentida, o sensación general o auto-sincronía27 significa darse
cuenta de lo que estamos experimentando directamente en nuestro interior, sin la
influencia mediadora de pensamientos, creencias, evaluaciones etc. Incluye
sentimientos, emociones y sensaciones que surgen del propio cuerpo.
Es obvio, y de ahí la importancia del fenómeno para la teoría de la
comunicación, que el lado corporal subjetivo no es privado. Es tan público e
interaccional como el propio lenguaje. La “sensación general” es la interacción corporal
con las diferentes situaciones. Lo que uno siente en cada momento siempre es
interaccional, se refiere al universo infinito y a las situaciones en un contexto con otras
personas, palabras, signos, entornos físicos, sucesos... La experiencia no es “subjetiva”
ni intrafísica, sino interaccional.
Cuando una persona, en una situación de interacción, comunica algo de su
estado interno, el receptor suele percibir si el contenido de la comunicación verbal es
genuino en el sentido de si aquello que se comunica responde exactamente a lo que se
siente, o más bien se percibe un desajuste entre lo que se dice y lo que realmente se
transmite. Cuando notamos un desajuste entre la comunicación verbal y la no-verbal,
cuando las palabras “dicen” una cosa y el cuerpo expresa otra, nos sentimos
“engañados”, o notamos que esa persona en cuestión “no dice la verdad”.
En la interacción percibimos pues si la persona comunicante está en auto-
sincronía, es decir, si la comunicación verbal y la no verbal que se produce
simultáneamente están en ajuste. Y sin duda el proceso comunicativo es más auténtico y
26
KANPP, M. (2001): Op. cit. p. 183.
27
El filósofo experiencial E. Gendlin la llama felt sense. Véase: GENDLIN, E. (1962): Experiencing and
the Creation of Meaning. New York: Macmillan.
32
transparente cuando la comunicación verbal y la no verbal que se suscitan en una
determinada situación social se manifiestan congruentemente.
Rogers descubrió que desde el interior de las personas surge un proceso de
autopropulsión hacia el cambio y el crecimiento. Para facilitar este despliegue eliminó
todo tipo de respuestas interpretativas y, en su lugar, las sustituyó por la aceptación
incondicional y la empatía para tratar de captar exactamente lo que el paciente intentaba
transmitir.
Gendlin elaboró un método de seis pasos, que denominó focusing, para ayudar a
las personas a estar más en contacto con esta “sensación general” que inherentemente
contiene esta direccionalidad de cambio contructivo y les ayuda a comunicarse desde
este “referente directo”.
Si podemos relacionar estos dos fenómenos, el de la sincronía interaccional y el
de la auto-sincronía, ya no tanto para ayudar a las personas a ser más auténticas y
coherentes entre su manera de expresarse y su comunicación no verbal, sino para que
los terapeutas puedan llegar a sentir plenamente en su propio cuerpo la “sensación
general” de su client para comprender no sólo el significado que para el paciente tiene
esa sensación sino el propio proceso por el que le otorga este significado, entonces tiene
sentido y posibilidad el “comprender plenamente” al otro, y mucho potencial curativo.
La empatía consiste en captar estos procesos perceptivos del otro. La empatía es
mucho más profunda si, además de captar los procesos perceptivos, reconocemos lo
previo, es decir, el mismo proceso del experienciar del otro.
En realidad la empatía puede incluir formas comprensivas más complejas que
abarcan no solamente los constructos de la otra persona, sino que puede participar, hasta
cierto punto, de la misma experiencia del otro, en una especie de sintonía común con el
otro.
Carl Rogers, el maestro de la empatía, no identificó nunca la empatía con el
“reflejo” sino con un genuino interés por penetrar en el mundo privado del otro
intentando estar dentro del otro. Este estar “dentro” implica sentir la complejidad de
todo lo que le está sucediendo al client por lo que abarca tanto su percepción como
también su experiencia. Este tipo de empatía envuelve la propia presencia personal del
terapeuta o del facilitador en una dinámica interaccional en su relación con el otro. En
realidad es una empatía relacional que hace referencia a la comprensión del vivenciar
ajeno. Se trata de un proceso activo caracterizado por el deseo intencional de conocer la
consciencia plena, presente y cambiante de otra persona, de adelantarse para recibir su
comunicación y el significado que intenta transmitir, y de traducir sus palabras y signos
a un significado experienciado que se corresponda como mínimo con aquellos aspectos
de su conciencia que en este momento sean más importantes para ella.
Sin duda si el terapeuta o el facilitador es capaz de experienciar en su propio
cuerpo el proceso experiencial del client, de sentir vivencialmente lo que siente el otro,
será más capaz de reflejar el significado que la experiencia tiene, en el aquí y ahora,
para el propio client y, en suma, el potencial curativo y de ayuda de la empatía será
enormemente más intenso y eficaz.
Ahora bien, no podemos obviar que este tipo deseable de empatía, que se
experiencia por medio del felt sense del propio terapeuta, que “siente corporalmente” lo
mismo que le está sucediendo al client “como si” fuera el propio client; puede
confundirse con las sensaciones propias (que también son experienciadas corporalmente
por el terapeuta) dando lugar a procesos identificativos más que empáticos.
Me parece que, en la medida en que un facilitador no sea capaz de discriminar
sus propios sentimientos de los del otro y se identifique con los sentimientos del otro o,
inconscientemente, proyecte sentimientos propios en su percepción de la experiencia del
33
otro, o de cualquier otra forma confunda las experiencias del otro con experiencias que
tienen su origen en sí mismo, su comprensión empática se verá reducida.
A través de focusing podemos aprender a sentir corporalmente aquello que nos
transmite otra persona. Se tratará de atender completamente, no sólo con nuestra
cognición, aquello que captamos de la totalidad del otro y, acto seguido, dejar que se
forme nuestro propio felt-sense, escuchar nuestro propio interior corporalmente sentido,
darle nombre y significado y cotejarlo con el felt-sense del otro y su significado. En un
segundo momento, poner a un lado esta sensación, a la distancia adecuada, a modo de
despejar un espacio (en términos de Gendlin), para percibir y experienciar que entre
esta sensación y yo mismo hay más cosas que me afectan. Este ejercicio es el
instrumento que nos posibilita empatizar real y plenamente con el otro y no
confundirnos. Al principio cuesta un poco, pero con el tiempo y con entrenamiento
seremos capaces de hacerlo de manera natural.
A partir del método de Gendlin, podemos adaptar el procedimiento para
entrenarnos para ser más empáticos y captar el felt-sense del otro a través de nuestro
propio felt-sense, para permitir movernos con familiaridad en el mundo subjetivo del
otro y, al mismo tiempo, poner a un lado esta sensación-sentida para no confundir
nuestra propia experiencia con la del otro.
Este segundo paso consiste en atender con escucha activa y empatía las
manifestaciones del otro. Se trata de captar todas sus manifestaciones y dejar que
resuenen en mi interior, no en la cabeza, sino en la parte central de mi cuerpo. No es un
esfuerzo mental sino corporal y actitudinal. Se trata de mantenerse presente y dejar que
la expresión verbal y no verbal del otro afecte a mi propio experiencing.
34
Deja que esta sensación, comunicada o no, del otro, resuene en tu propio cuerpo
a ver qué ocurre. Casi siempre podrás sentir esta misma sensación del client, la sentirás
en tu cuerpo y habrás captado el significado subjetivo del otro como si fueras el otro.
5.- Intervenir.
Vuelve a poner a un lado esta sensación que no es tuya y es del otro. Una
respiración profunda te ayudará a despejar este espacio para que puedas estar disponible
para otra intervención.
Este proceso se realiza de forma relativamente rápida, a medida que se tenga
entrenamiento casi se hace de forma natural. Y resulta muy potente para la relación de
ayuda y la facilitación de grupos.
Referencias bibliográficas
35
MOMO
“Pero, ¿por qué? ¿Es que Momo era tan increiblemente lista que tenía
un buen consejo para cualquiera? ¿Encontraba siempre las palabras
apropiadas cuando alguien necesitaba consuelo? ¿Sabía hacer juicios sabios y
justos?
No; Momo, como cualquier otro niño, no sabía hacer nada de todo eso.
Entonces, ¿es que Momo sabía algo que ponía a la gente de buen
humor? ¿Sabía cantar muy bien? O ¿es que –ya que vivía en una especie de
circo- sabía bailar o hacer acrobacias?
No, tampoco era eso.
¿Acaso sabía magia? ¿Conocía algún encantamiento con el que se
pudiera ahuyentar todas las miserias y preocupaciones? ¿Sabía leer en las
líneas de la mano o predecir el futuro de cualquier otro modo?
Nada de eso.
Lo que la pequeña Momo sabía hacer como nadie era escuchar. Eso no
es nada especial, dirá, quizás, algún lector; cualquiera sabe escuchar.
Pues eso es un error. Muy pocas personas saben escuchar de verdad. Y
la manera en que sabía escuchar Momo era única.
Momo sabía escuchar de tal manera que a la gente tonta se le ocurrían,
de repente, ideas muy inteligentes. No porque dijera o preguntara algo que
llevara a los demás a pensar esas ideas, no; simplemente estaba presente y
escuchaba con toda su atención y toda simpatía. Mientras tanto miraba al otro
con sus grandes ojos negros y el otro en cuestión notaba de inmediato cómo se
le ocurrían pensamientos que nunca hubiera creído que estaban en él.
Sabía escuchar de tal manera que la gente perpleja o indecisa sabía
muy bien, de repente, que era lo que quería. O los tímidos se sentían de súbito
muy libres y valerosos. O los desgraciados y agobiados se volvían confiados y
alegres. Y si alguien creía que su vida estaba totalmente perdida y que era
insignificante y que él mismo no era más que uno entre millones, y que no
importaba nada y que se podía sustituir con la misma facilidad que una maceta
rota, iba y le contaba todo eso a la pequeña Momo, y le resultaba claro, de
modo misterioso mientras hablaba, que tal como era sólo había uno entre todos
los hombres y que, por eso, era importante a su manera para el mundo.
¡Así sabía escuchar Momo! “
Michel Ende
36
FOCUSING
Plan de formación y bibliografía
37
The International Focusing Institute - New York
Instituto Español de Focusing - Madrid
Nivel de Introducción
38
- Escuchar el propio cuerpo.
- ¿Qué es focusing?
- Los 6 pasos del focusing.
Nivel de profundización
2.3.- Focusing III.- Guiar y ser guiado: a la búsqueda de soluciones para las
dificultades posibles. Módulo de entre 10 y 12 horas impartido por especialistas
Trainers que, fundamentalmente hace incidencia en los siguientes elementos:
- Focusing y espiritualidad.
- Focusing y duelo.
- Focusing y sueños.
- Focusing y empatía.
- Focusing y relaciones interpersonales.
- Focusing para niños.
- Focusing en grupos.
39
Nivel de práctica del focusing con supervisión.
Nivel de intercambio
40
2.9. El número total de horas mínimas de esta formación se establece en 180
horas. El Coordinador Nacional podrá convalidar parte de esta formación a las personas
que acrediten la participación en otras actividades formativas de focusing impartidas por
entidades universitarias u otros Institutos de Focusing de otros países siempre y cuando
hayan sido impartidas por Trainers certificados y los contenidos se correspondan con
los criterios establecidos.
2.10. Una vez finalizado este proceso formativo, las personas que deseen obtener
la titulación presentarán un trabajo-memoria final que, al menos, contendrá los
siguientes apartados:
3.- Para optar al Título de Focusing Certified Professional- Trainer por el The
International Focusing Institute of New York, además de esta formación la persona
interesada debe acreditar los siguientes requisitos mediante el documento “Registro
personal de actividades y requisitos para ser trainer” que será facilitado por el Instituto
Español de Focusing:
41
3.5.Contribución al Instituto: participación en jornadas nacionales, congresos
internacionales etc.
3.6. Una vez se han cumplido estos requisitos, el alumno deberá redactar rellenar
de forma explicativa el documento de “Registro Personal de Actividades para ser
Trainer” que le será entregado por el Coordinador Nacional y redactar una memoria
personal de todo lo realizado valorando, especialmente, su experiencial personal.
Asimismo podrá solicitar al Coordinador Nacional la titulación de Trainer.
42
BIBLIOGRAFIA SOBRE FOCUSING EN CASTELLANO
Libros:
ALEMANY, C (1997) La psicoterapia experiencial y focusing. La aportación de E.
Gendlin. Desclée de Brouwer.Bilbao
ALEMANY, C. (Ed) (2007). Manual práctico del Focusing de Gendlin. Desclée de
Brouwer. Bilbao.
AMODEO, J y WENTWORT, K (1999). Crecer en intimidad. Desclée de Brouwer.
Bilbao.
BÄRLOCHER, D. (2006) Aliviar el dolor con focusing.Técnicas efectivas para
combatir el dolor de cabeza. Arkano Books. Madrid.
FLANAGAN, K. (2001) A la búsqueda de nuestro genio interior. Desclée de Brouwer.
Bilbao.
GENDLIN, E (1988) Focusing. Proceso y técnica del enfoque corporal. Mensajero.
Bilbao.
GENDLIN, E (1999) El focusing en psicoterapia. Manual del método experiencial.
Paidós. Barcelona.
GENDLIN, E (2001) Deja que tu cuerpo interprete tus sueños. Desclée de Brouwer.
Bilbao.
JAISON, B. (2006) La integración de la terapia experiencial y la terapia breve. Un
manual para terapeutas y orientadores. Desclée de Brouwer. Bilbao.
RENN, K. (2008). Tu cuerpo te dice quién puedes ser. Focusing: el camino de la
atención interior. Sal Terrae. Santander.
RIVEROS, E. (2000) El nuevo paradigma del experiencing. Lom. Santiago de Chile.
RIVEROS, E. (2005) Focusing experiencial y existencial. Lom. Santiago de Chile.
RIVEROS, E. (2008) Focusing. Un paradigma para la psicología del siglo XXI. Oscar
Lermanda. Santiago de Chile.
SIEMS, M (1997) Tu cuerpo sabe la respuesta. Mensajero. Bilbao.
WEISER, A (1999) El poder del focusing. Obelisco. Barcelona.
Revista Monográfica
Artículos
43
BARCELÓ, T. (2003). Segunda mueca: Percatándose. En BARCELÓ, B. Crecer en
Grupo pp. 292-297. Desclée de Brouwer. Bilbao.
BARCELÓ, T. (2008). La filosofía de lo implícito de Eugene Gendlin. En Miscelánea
Comillas. Revista de Ciencias Humanas y Sociales, vol. 66. Núm 129, julio-diciembre,
pp. 413-438.
GARCÍA-MONGE, J. (1983). El focusing de Gendlin como estructura técnica del darse
cuenta gestáltico. En Revista de Psiquiatría y Psicología Humanista nº 5 pp. 71-81.
Barcelona.
FREZZA, E. (2002). ¿ Qué es el focusing para vos?. En Holos revista nº 1 pp.36-38.
Buenos Aires.
FREZZA, E. (2003). Proyección del Focusing. En Holos revista nº 2 pp.35-37. Buenos
Aires.
FREZZA, E. (2004). La pertinencia del focusing en el Enfoque Centrado en la Persona.
En Revista del IX Foro Internacional del Enfoque Centrado en la Persona pp. 203-217.
Ed. Suárez. Mar del Plata.
GENDLIN, E. (2002). Rogers por Gendlin. En Holos revista nº 1 pp.15-19. Buenos
Aires.
VAN BALEN, R. (1997). Teoría del cambio de personalidad: comparación entre
Rogers, Gendlin y Greenberg. En Revista de psicoterapia nº 32 pp. 37-47. Barcelona.
WEISER, A (1997). La enseñanza del focusing utilizando cinco pasos y cuatro
destrezas. En BRAZIER, D. Más allá de Carl Rogers pp. 145-157. Desclée de Brouwer.
Bilbao.
44