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FILOSOFIA DEL DERECHO

FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS


UNIVERSIDAD DE ANTOFAGASTA
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Un Estado De Derecho Formal, Una Falsa


Democracia Y La Hipocresía De La
Condena Internacional:
El Caso Del Apartheid Sudafricano

ALUMNA : CAMILA CASTILLO VILLAFLOR


PROFESOR: PATRICIO LAZO
CATEDRA: FILOSOFÍA DEL DERECHO
UN ESTADO DE DERECHO FORMAL, UNA FALSA DEMOCRACIA Y LA
HIPOCRESÍA DE LA CONDENA INTERNACIONAL:
EL CASO DEL APARTHEID SUDAFRICANO

Por Camila Castillo Villaflor

En los tiempos que corren y con la globalización en boca de todos, es casi imposible
pensar en que alguien desconozca en forma absoluta los conceptos de Derechos Fundamentales,
Estado de Derecho o Democracia como para llevar una conducta contraria a los mismos; pero
debemos hacer presente que no hace mucho en Sudáfrica se hacía vista gorda de la práctica de
dichas nociones bajo el alero de la Comunidad internacional, que a pesar de tomar algunas
medidas no hizo nada en lo concreto por cambiar el rumbo de dicha nación.
Debemos partir haciendo mención de que no es un misterio para nadie el que los seres
humanos estamos dotados de Derechos Fundamentales, que sea por gracia divina, por la propia
esencia del hombre, o por cualquier otra razón, nos da una serie de facultades como la libertad,
igualdad, seguridad, dignidad y otros; los normalmente denominamos Derechos Humanos.
Luigi Ferriajoli señala que los Derechos Fundamentales son “todos aquellos derechos
subjetivos que corresponden universalmente a todos los seres humanos dotados del status de
personas, de ciudadanos o de personas con capacidad de obrar; entendiendo por derecho
subjetivo cualquier expectativa positiva (de prestaciones) o negativa (de no sufrir lesiones).”
A los Derechos Fundamentales les está dada la función de crear y mantener las
condiciones básicas para asegurar el desarrollo de la vida del hombre en libertad, en condiciones
compatibles con la dignidad humana. Actualmente y a pesar de que no todos los países los
consagran en la misma medida, están establecidos en tratados internaciones y podrían
considerarse de carácter universal, por lo que las diferentes naciones de globo tienden a su
cumplimiento y a presionar a aquellos que los infringen para que rectifiquen su conducta.
En lo que respecta al concepto Estado de Derecho, éste surge por oposición a los
regímenes absolutistas, y hace alusión a un Estado que limita su actuar por el Derecho.
Lucas Verdú se refiere a él señalando que “cuando un Estado configura jurídicamente la
organización y ejercicio del poder político, de manera que los individuos y sus grupos están
protegidos por la existencia previa de normas e instituciones jurídicas garantizadoras de sus
derechos y libertades, cuando la actividad estatal se somete a normas e instituciones jurídicas
sin mas excepciones que las exigidas por el interés general, entonces nos encontramos ante un
Estado de Derecho”.
Haciendo mención a esta definición podríamos agregar que el Estado de Derecho tendría
entonces dos facetas: Por un lado, el Estado de derecho Formal, aquel en que el Estado esta sujeto
a la ley, como instrumento que guía las conductas de los ciudadanos, aquél en que la norma es el
principal instrumento de gobierno, porque es capaz de guiar la conducta humana y permite a la
vez interpretar y aplicar congruentemente las leyes. Como vemos, nos referimos a la legalidad, la
aplicación mecánica de normas; Por otro lado encontramos el Estado de Derecho Material, aquí
haremos hincapié, puesto que la existencia de leyes sería inútil si no garantizaran estas mismas,
valores superiores y fundamentales, como lo son la vida, libertad y dignidad, entre otros derechos
de la esencia del hombre.
Podría por lo tanto, ser una afirmación el que los Derechos Fundamentales sean un rasgo
del concepto de Estado de Derecho, y que por lo mismo deban reflejarse en la normativa de una
nación.
La Democracia por su parte, si bien en una de sus acepciones constituye un régimen
político, no es sólo una forma de gobierno y estructura económica y social, sino que también
representa valores, actitudes y conductas democráticas. La palabra Democracia es usada como
sinónimo de libertad, igualdad, gobierno de la mayoría; su fundamento, es el reconocimiento de
la dignidad de la persona humana, el reconocer que las personas son libres y que concientes de su
libertad tienen la facultad de elegir y decidir. La libertad y la igualdad son las dos mitades de la
Democracia.
Es más, dentro de lo que podríamos considerar como principios básicos de la Democracia
es que encontramos el respeto y garantía de los Derechos Humanos, el hecho de que la soberanía
radica en el pueblo o la nación, el respeto por las reglas del juego democrático, entendido las
mismas como el gobierno de las mayorías y el respeto de las minorías, el pluralismo ideológico y
político y por supuesto la realización de elecciones libres y universales.
Para que se desarrollaran estas ideas modernas de Democracia fue importantísimo el
surgimiento de la teoría del Contrato Social, esto porque de la idea de que los hombres habían
firmado una especie de convenio en condiciones de igualdad mutua, por medio del cual confieren
a la autoridad sus poderes, es que éste Estado queda supeditado a la voluntad general a través de
la ley.
Kelsen sostiene que Democracia significa que la voluntad representada en el orden legal
del Estado, es idéntica a las voluntades de los súbditos.
Por su parte Tomás de Aquino sostenía que “el orden de las cosas humanas, la Justicia
de una acción, pende de su conformidad con la norma de la razón y siendo la Ley Natural esa
forma primera de la razón humana, es notorio que todas las demás Leyes tendrán la razón de
leyes, en cuanto procedan y emanen de la Ley Natural, hasta el punto que, en aquello que se
separan de la Ley Natural, dejan de ser leyes, son una corrupción de la ley“; cómo vemos, para
Santo Tomás existe una preeminencia del Derecho Natural por sobre el Derecho Positivo, y
además deducimos que de esta noción de racionalidad también podemos derivar la idea del
Estado de Derecho como hemos conceptualizado anteriormente.
Cómo vemos, no son menores ni desconocidos los temas a tratar, pero debemos hacer una
pequeña relación de los hechos sobre el Apartheid Sudafricano para comprender la conexión con
ellos y porqué el título de este ensayo.
El término “Apartheid”, significa en la lengua Afrikaans, variante sudafricana del
holandés, “separación”; y apareció por primera vez en Sudáfrica en 1944. El Apartheid fue un
fenómeno de segregación racial instaurado por colonizadores holandeses “Bóeres” (población
blanca de Sudáfrica) en dicho país; aunque puede definirse así, constituyó discriminación en
todos los sentidos política, económica, social y que tuvo como base la exclusión racial.
El Apartheid fue un acto de racismo practicado en Sudáfrica durante muchos años, pero
que sólo en 1948 tomó forma jurídica al promulgarse una serie de leyes que lo concretarían. En
1947, el Partido Nacionalista ganó las elecciones y abrió las puertas para que una serie de leyes
discriminatorias nacieran a la vida del derecho; mediante ellas se segregó a cada individuo de
acuerdo a su supuesta raza. El abuso de la ley llegó a tal punto que se llegó a que existieran
ciudades donde sólo podían ser propietarios los blancos, forzando a los no blancos a emigrar a
otros lugares; se establecieron zonas segregadas, el trasporte público separado para cada raza, los
hospitales, las escuelas y todos los lugares. Los negros y demás gente de color debían portar
documentos de identidad en todo momento Se les prohibió a los negros ocupar posiciones en el
gobierno, votar en las elecciones generales, habilitar negocios o ejercer prácticas profesionales en
las áreas asignadas específicamente para los blancos. Uno de los fundamentos legales más fuerte
de los partidarios del apartheid para tomar estas medidas, era que los negros no eran ciudadanos
de Sudáfrica, sino que ciudadanos de otros estados independientes, los “Bantustánes”, creados
por el mismo Estado Sudafricano para alojar a gente negra (que increíblemente constituían el
80% de la población), a ellos se les eliminó la ciudadanía sudafricana y se les consideraba como
transeúntes o población temporal, independientemente de su lugar de nacimiento, residencia, u
origen, se les forzó a la adopción de la ciudadanía del bantustán al que habían sido asignados. El
propósito fundamental de esta ley fue asegurar que los ciudadanos blancos se convirtieran de iure
en la mayoría de la población.
Ya en 1950 se dictó la Ley de Registro de Población, que determinó la creación de un
registro en el que se anotaba la raza de cada persona; el control estatal llego incluso a que en se
dictaran leyes que pretendían regular hasta la vida privada de los sujetos, fuesen estos partidarios
o no del apartheid; la Ley de Prohibición de Matrimonios Mixtos, por la cual se prohibió los
enlaces de blancos con no blancos, y después la Ley de Inmoralidad, que prohibió el adulterio,
los intentos de adulterio, y los demás actos "inmorales" entre blancos y personas de otras razas.
Con el aumento de la discriminación la organización Congreso Nacional Africano (CNA)
formado por sudafricanos "negros", comienza a desarrollar un plan de resistencia pacífica con
marchas y protestas, fomentando la desobediencia civil. Es en este marco que en 1955 se lleva a
cabo un congreso en Kliptown, cerca de Johanesburgo, donde varias organizaciones incluyendo
el CNA y el Congreso Indio adoptan una Proclama de Libertad, que contemplaba la creación de
un Estado donde se eliminara la discriminación racial. Después de estas acciones y viendo que no
habían respuestas positivas de parte del Gobierno, es que se secciona la CNA, naciendo una
agrupación mas radical denominada Partido del Congreso Africano (PCA), que tendría por
objetivo organizar protestas a nivel nacional en repudio a las leyes discriminatorias.
El 21 de marzo de 1960 en Sharpeville, se desarrolló una protesta por la exigencia de que
los negros portaran pases, la policía abrió fuego contra los manifestantes, el resultado: 69 muertos
y casi 200 heridos, todas las víctimas eran negros; este hecho marca un hito dentro de la historia
de Sudáfrica puesto que desde ese momento el CNA y el PCA fueron prohibidos como partidos
políticos, y la protesta pacífica se tornó en protesta con violencia
Después de la masacre de Shaperville, a cabo un referéndum pidiendo al pueblo blanco
que se pronunciara a favor o en contra de la unión con Gran Bretaña. El 52% votaron en contra y
Sudáfrica se independizó de la Gran Bretaña, pero permaneció en la Commonwealth. Su
permanencia en esta organización se hizo cada vez más difícil, pues los Estados africanos y
asiáticos intensificaron su presión para expulsar a Sudáfrica, que finalmente se retiró de la
Commonwealth el 31 de mayo de 1961, fecha en que se declaró como república.
Ya en 1963 la situación había llegado a tal punto de violencia que el entonces Primer
Ministro Hendrik Frensch Verwoerd declaró estado de emergencia, permitiéndose la detención
de personas sin orden judicial, varios dirigentes políticos fueron arrestados, entre ellos Nelson
Mandela; quien junto a otros siete políticos fueron condenados a cadena perpetua por el delito de
traición; fue en dicho juicio que Mandela hizo una declaración que hasta hoy es recordada :"He
luchado contra la dominación de los blancos y contra la dominación de los negros. He deseado
una democracia ideal y una sociedad libre en que todas las personas vivan en armonía y con
iguales oportunidades. Es un ideal con el cual quiero vivir y lograr. Pero si fuese necesario,
también sería un ideal por el cual estoy dispuesto a morir". El juicio fue condenado en las
Naciones Unidas y fue uno de los puntos de partida para que diversas organizaciones
internacionales comenzaran a sancionar a Sudáfrica.
Durante este mismo gobierno, el Apartheid evolucionó hacia lo que se llamaría la "política
de desarrollo separado"; Verwoerf ya antes y como ministro de educación del gobierno anterior
había cooperado con el establecimiento de en 1953 del Departamento de Educación Bantú, el
cual creó un sistema totalmente nuevo y separado para los estudiantes no blancos. Su propósito
era preparar desde temprana edad a los sudafricanos negros para que aceptaran su rol de
subordinación frente a los blancos, en una de sus declaraciones dijo: “Cuando tenga control de la
educación 'nativa', la reformaré de forma tal que a los 'nativos' se les enseñe para que caigan en
cuenta de que la igualdad con los europeos no es para ellos". "No hay espacio para el africano
dentro de la comunidad de europeos más allá del nivel de cierta clase de labores. No es de
ningún uso para él recibir entrenamiento cuya meta final es el ser absorbido por la comunidad
europea"
Con todo esto, ya en la década de los 70’ la resistencia al Apartheid se incrementó,
partiendo con huelgas y luego protestas a las que se sumaron los estudiantes, liderados por Steve
Biko, estudiante de medicina y miembro del Movimiento de Conciencia Negro, que defendía la
liberación de los negros, el orgullo de la raza y la oposición no violenta. En 1974 se dictó una ley
que obligaba el uso del idioma afrikáans en todas las escuelas sin exclusión, eso fue considerado
una afrenta mayor puesto que dicha lengua era reconocida como el idioma de la opresión. El 30
de abril de 1976 las escuelas de Soweto (una de las ciudades Sudafricanas con mayor población
negra) se declaró en rebeldía y el 16 de junio del mismo año los estudiantes organizaron una
marcha que terminó en con 566 niños muertos a consecuencia de los disparos de la policía. Se
debe hacer notar que el Estado tenía el monopolio de las armas. A partir de este momento la ola
de violencia solo siguió en aumento, la represión fue en crecida y la resistencia también.
En septiembre de 1977, Steve Biko fue arrestado y sometido a torturas que le produjeron
la muerte tres días después de su arresto. En la investigación no hubo culpables, a pesar de que la
Sociedad Médica de Sudáfrica reconoció que murió a causa de los maltratos recibidos y la falta
de atención médica.
Siendo esa la política del Apartheid, se promovió el aislamiento de Sudáfrica en el plano
internacional, el que fue incrementándose con el tiempo, y afectó la economía y la estabilidad del
país. Muchas naciones prohibieron a sus compañías hacer negocios con ella y hasta a sus equipos
deportivos les era prohibido participar en campeonatos internacionales. En razón de su fuerte
aislamiento Sudáfrica se vio obligada a buscar alianzas con países en situación de aislamiento, así
fue como en la década de 1970 y 1980 sus nuevos aliados fueron Brasil, Chile e Israel; quienes
debido a sus políticas internas (los dos primeros países eran gobernados por dictaduras militares)
y externas en el caso de Israel, eran rechazados por la comunidad internacional.
Con todo, la condena internacional no fue gran cosa, puesto que desarrollándose el
Apartheid Sudafricano en plena guerra fría, los países con mayor injerencia en África, los
europeos y EEUU, veían a Sudáfrica como un muro de contención a la expansión del comunismo
en África. No veían con buenos ojos que el régimen comunista ampliara a ese sector sus áreas de
influencia. Esto, sumado a la colaboración de Sudáfrica con objetivos británicos y americanos era
fundamental; el país africano era el único aliado de Rodesia en la región, pequeña nación africana
de mucha importancia económica para el mundo occidental y que también presentaba problemas
de índole racial, los que de radicalizarse podrían hacer que la URSS se involucrara también en el
área. Estando así la situación en la zona, Sudáfrica era se convertía en un buen aliado para
detener la Teoría del Dominó; Los gobiernos occidentales, lo apoyaron en su guerra contra el
comunismo en sur de África., de hecho EEUU no adoptó medidas en contra de Sudáfrica y hasta
se opuso a las sanciones económicas o su expulsión de las Naciones Unidas; de esta forma las
protestas no fueron significativas, ni siquiera cuando comenzó su programa nuclear en 1977,
muy opuestas a cuando Libia o Irak lo intentaron, ni tampoco cuando detonó su primera bomba
atómica en 1979.
El proceso de abolición del Apartheid fue producto de los cambios políticos que
ocurrieron no sólo en Sudáfrica a finales de la década de 1980 y principio de la década de 1990,
sino que también del contexto mundial. La política del Apartheid creaba cada vez más
controversias y oposición internacional. Se habían impuesto sanciones económicas; algunas
incluso proponían la desinversión total en Sudáfrica. La moneda sudafricana, el rand, llegó a un
nivel tan bajo que el gobierno se vio obligado a declarar un estado de emergencia en 1985, que
debió mantenerse por cinco años. En 1989, el Presidente P.W. Botha sufrió un ataque de apoplejía
y fue reemplazado por Frederik de Klerk, quien en su primer discurso anunció que empezaría un
proceso de eliminación de leyes discriminatorias, y que levantaría la prohibición contra los
partidos políticos proscritos, incluyendo el principal y más relevante partido de oposición negro,
el CNA, que había sido declarado ilegal 30 años antes.
Concretamente entre 1990 y 1991 fue desmantelado el sistema legal sobre el que se
basaba el Apartheid. En marzo de 1992, en la última ocasión en que sólo los blancos votaron, un
referéndum le concedió facultades al gobierno para avanzar en negociaciones para una nueva
constitución con el CNA y otros grupos políticos. Las mismas se prolongaron por largos meses,
pero finalmente las partes llegaron a un acuerdo sobre un borrador de constitución y los blancos
aceptaron otorgarle el derecho al voto a la mayoría negra, y al año siguiente, en 1994, se
realizaron las primeras elecciones democráticas del país. Nelson Mandela fue electo presidente
por mayoría absoluta en representación del CNA, partido que se ha mantenido en el poder desde
entonces. El aislamiento internacional que pesaba sobre el país llegó a su fin.
Habiendo expuesto todos los antecedentes nacen algunas interrogantes que nos
propondremos responder: ¿Cómo es que se legitima la posibilidad de pasar por sobre los
Derechos Fundamentales de algunos? ¿Cómo es que un pueblo se conforma sólo con la
apariencia de un Estado de Derecho y de una Democracia? ¿Hasta que punto se puede defender el
dicho “el fin justifica los medios”, refiriéndonos a la postura de una parte del orbe frente a lo que
sucedía en Sudáfrica?.
Sudáfrica durante muchos años fue una colonia más del continente negro, y es en esas
condiciones que los bóers asumen el poder, lo que llama la atención es la facilidad con que una
minoría, en este caso racial, se pone por encima de las otras, privándola de los derechos mínimos
reconocidos por la mayoría de las naciones; más llama la atención sabiendo que el Apartheid tuvo
lugar después de terminada la II guerra mundial, es decir la comunidad internacional ya sabía de
los excesos a los que habían llegado las ideologías ultra nacionalistas; hasta ese momento la
mayoría de los pueblos occidentales, creía que algo así no volvería a ocurrir, pero nos dimos
cuenta en el camino, que no basta con que se tomen acuerdos entre muchos si los mismos no se
hacen valer cumplir con ahínco, y que no basta con crear leyes, porque estas pueden ser las bases
de las mayores injusticias.
Los Derechos Fundamentales en Sudáfrica fueron vulnerados durante décadas, la igualdad
ni siquiera fue letra muerta, porque fue la misma ley la que la borro de la historia, y no debería
ser así. Supuestamente no es necesario positivisar ciertos principios porque nos parecen lógicos,
nos parecen tan obvios que a veces creemos que no hay necesidad, pero ¿Dónde quedan cuando
no hay una conciencia legislativa que permita su cumplimiento? En el conciente olvido. Puede
haber sido eso lo que allí sucedió, una minoría con el poder económico se aprovechó de la
costumbre de un pueblo de obedecer por tradición, se aprovechó de su desconocimiento de su
libertad, se aprovechó de los grandes vestigios de una nación acostumbrada a ser esclava, falta
del espíritu liberal pregonado por las grandes naciones y por supuesto aprovechado por las
mismas solo en su beneficio. No es el color de la piel el que nos hace más o menos seres
humanos, no es la apariencia la que nos quita la esencia del hombre, no hay lógica que pueda
justificar la diferencia entre una persona y otra. Si dos seres son biológicamente iguales, no hay
razón que pueda interponerse a decir que uno es mas que otro, la sola voluntad de algunos
hombres no nos puede quitar lo que somos, no dejamos de ser porque a alguien le parezca que así
debe ser, y por lo tanto no hay motivo que pueda explicar que algunos tengan mas derechos
básicos que otros, midiéndonos con una vara que falsamente no hace distintos; no hay hombres
mas merecedores que otros de protección, el exceso de color no te hace menos digno, si la ciencia
lo comprueba y así se establece en tantas cartas fundamentales y tratados, es imposible llegar y
olvidarlo.
Si es la ley la que protege a las personas de los abusos, la que guía una conducta a lo que
supuestamente debe ser ¿De que servía tener todo un Ordenamiento Jurídico si este era
materialmente vacío? puede que estructuralmente Sudáfrica llenara todos los requisitos, que se
hubiera legislado como correspondía, siguiendo toda la burocracia exigida, pero ¿Y qué decían
esas leyes? ¿No atentaban acaso contra los valores máximos de cualquier nación? ¿Dónde
quedaba la finalidad del Estado de buscar el bien común? ¿O era solo el bien común de unos
cuantos? No puede ser así, no es Estado de Derecho el que se rige por una ley contraria a los
principios básicos que debe defender, porque aunque en teoría distingamos una parte formal de
una material en el mismo, si no se cumple con ambas, el concepto queda igualmente vacío. En
Sudáfrica lo que había era un Estado de Derecho formal, que creyó que la legalidad lo podía todo,
pero la legalidad mecánica no basta, requiere de un contenido y ese contenido son los Derechos
Básicos, las prerrogativas de todo ser humano; si no los contienen todo queda en nada, porque
solo dos mitades hacen un entero, y en este caso un Estado de Derecho parcial no es un Estado de
Derecho y debió de carecer de toda validez y reconocimiento dentro de la comunidad
internacional.
En lo que respecta a la pregonada Democracia de dicha nación, en lo formal es cierto, en
Sudáfrica había elecciones periódicas; pero las opciones no existían; si a la oposición se le está
prohibido siquiera organizarse políticamente, no existe una real oferta de propuestas políticas;
esto sin contar que los que tenían derecho a voto eran solo los que se clasificaran dentro de la
población blanca. Es entendible que cada país establezca los requisitos para determinar quien es
ciudadano y quien no, pero no podemos dejar que dicha selección parta por la apariencia física y
después por los requisitos propiamente cívicos. Si un sujeto nace en determinado territorio
geográfico, sus ascendientes son originarios de la misma zona, y no ha cometido ningún acto que
lo lleve a perder su nacionalidad, ¿Cómo es posible que por actos administrativas o de poder, se
le despoje a un sujeto de dicho atributo, conjuntamente con su ciudadanía para obligarlo a tomar
otra, otra ciudadanía que no ha reconocido sino por temor a las represalias? No había una
verdadera Democracia en Sudáfrica, a lo mas podríamos haberla catalogado como una especie de
Oligarquía, un gobierno de unos cuantos en virtud de transferencia sanguínea o mítica, en que la
supuesta superioridad o las supuestas cualidades para gobernar era ser blanco.
Habiendo señalado algunas de las más grandes falencias que se dieron en Sudáfrica
durante la imposición del Apartheid, que tuvo como pilares el segregar a la población de acuerdo
a grupos raciales y conferir derechos y privilegios al grupo blanco por sobre el no blanco que
quedo prácticamente desprovisto de Derechos Fundamentales; en segundo lugar el
establecimiento distintos sistemas de educación y trato para cada persona, anulando toda
posibilidad de realización de un Estado Democrático; y por ultimo y más importante, el
establecer un sistema de leyes y políticas de seguridad que permitieran aplastar toda oposición,
incluso la pacífica, además de establecer un sistema de dominación racial que permitía practicas
absolutamente condenables e inhumanas como la tortura, la censura y la detención
administrativa; sorprende aún más que el escenario internacional se haya limitado a sanciones
económicas, las que en algunos aspectos ni siquiera fueron de envergadura.
Es imposible no afirmar la hipocresía de la condena internacional, partiendo de la realista
base de que aunque el mundo condene el actuar de una nación, si EEUU no lo hace, finalmente
todo quedará en nada. Es cierto que las relaciones internacionales de la época estaban
polarizadas, por una parte EEUU con su política capitalista y liberal, y por otra el bloque
encabezado por la URSS a cargo del comunismo, pero es una vergüenza el que los valores
superiores de la humanidad debieran ser parte del ajedrez político de las influencias; no digo que
sea lo único condenable, porque fuese quien fuese el que antepone sus intereses a los de una
nación que sufre por las atrocidades de su gobierno merece la misma condena. Es casi una regla
de vida el que el mas fuerte proteja al más débil, y ha sido ese el fundamento para intervenir en
tantos países en mas de una oportunidad, es más, hay ocasiones en que las intervenciones se han
dado en forma mucho mas burda y con fundamentos menos plausibles, lo que hace inexplicable
que se haya desarrollado medio siglo de escabrosidades en Sudáfrica sin que ningún país u
organización internacional con el peso suficiente haya puesto un pare a la situación, no bastaba
decir “lo que Ud. Hace está malo y por eso no haremos negocios con Ud.”, y menos a sabiendas
de que a las grandes potencias no les convenía.
Lo sucedido en Sudáfrica durante el régimen del Apartheid, es un horrible capítulo más
dentro de la lista de vergüenzas de la humanidad, pero lo que sorprende es que se haya
desenvuelto frente a los ojos de una comunidad que venía saliendo de atrocidades similares y que
pretendía que hechos así no volvieran a ocurrir; supuestamente el mundo debería aprender de sus
errores, pero sólo por dar un ejemplo, por lo que hace Israel con el pueblo Palestino, parece que
no ha sido así.

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