CENTRO DE REFLEXIONES “NIM POQOM”

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El miedo de la oligarquía

Kajkoj Máximo Bá Tiul∗

Desde hace algún tiempo, hemos estado escribiendo sobre el miedo que tiene
la oligarquía cuando los pueblos se levantan para defender sus derechos que
les corresponde históricamente.

Los pueblos siempre han resistido ante las políticas de opresión, dominación,
represión e incluso ante las políticas desarrollistas que desde 1492
implementaron primero los españoles, luego los criollos, posteriormente la
alianza criollos y algunos ladinos durante la república de 1871, hasta constituir
lo que hoy conocemos como la república criolla guatemalteca.

Kaji’ Imox, Belejeb’ K’at, Oxib’ Kej, Belejeb’ Tzí, Atanasio Tz’ul, Lucas Aguilar,
Felipa Soc, Manuela Guarchaj, Adela Maquin, los mártires de la Embajada de
España, detenidos/as por defender a Sipakapa, San Juan Sacatepéquez,
Izabal, y todos y todas que “sin oportunidad de contar su historia”1 y que han
sido callados ya sea asesinándolos, persiguiéndolos y oprimiéndolos por
defender su tierra y territorio, han puesto en jaque a las oligarquías,
demostrando, que este modelo de Estado y de Democracia es injusta con las
mayorías en Guatemala.

Las élites oligárquicas (económicas, financieras, industriales, agrícolas,

eclesiales, militares) y ahora narcotraficantes, han hecho de la democracia la
más indigna e injusta, sobre todo, porque no solo persiguen a los/as
ciudadanos/as que buscan mejores condiciones de vida y de participación para
decidir por su propio futuro, sino porque no les importan los derechos de las
mayorias2, tampoco les importa la pobreza, la extrema pobreza, la salud, la
educación de todos los pueblos.

Además, porque estos grupos desde la independencia de 1821, se han

convertido en un grupo de personas (hombres y mujeres) con poder, apátridas,
acumuladores, mercantiles3 y mentirosas, que se hacen pasar como los
defensores del Estado y de la Democracia y que buscan también su
refundación4, cuando se sabe que lo que persiguen es anquilosarse dentro de
la estructura y del sistema, ahora, no solo explotando a los pobres (hombres y
mujeres) con trabajos duros y salarios injustos, en las fincas de la Costa Sur,
de Alta Verapaz o la Región Ixil, sino también explotando los recursos

1
Palabra de Leonor Hurtado en una conversación por correo electrónico.
2
Solo basta ver la propuesta de Pro-reforma, que tiene como objetivo mantener las estructuras injustas del
Estado, dejándolo nuevamente en las manos de un grupo de llamados “notables”, que al final lo
controlaran y lo secuestraran desde el Senado.
3
Entrevista con la Canciller Hondureña, Patricia Rodas, www.telesurtv.net, domingo 12 de julio
2009.

4
Ayau Cordón, Manuel, Radicalizando proReforma, www.prensalibre.com.gt, 12 de junio 2009.

1
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naturales, ya sea con su propio capital o aliándose al capital extranjero,
creando lo que hoy conocemos como empresas multinacionales.

Precisamente por los intereses que tiene esta oligarquía no solo en Guatemala,
sino también en todo el continente de América Latina, ven en todas las
manifestaciones que tienen los pueblos para resistir y defender sus tierra y
territorios, la mano siniestra de Fidel, de Raúl, de Chávez, de Evo, de Correa,
negando así, que las relaciones injustas con que han desarrollado su concepto
de democracia, su estructura de Estado y su modelo de nación, han hecho que
los pueblos desde siempre han estado en contra de ellos y de sus intereses.

Estas oligarquías, pretende tapar el sol con un dedo, al considerar que los
pueblos no “razonan” y por lo consiguiente no saben lo que quieren. No
quieren reconocer que los pueblos, si saben que es lo que quieren y como lo
quieren. Los pueblos no son incapaces. Para los pueblos, no es necesario que
les vengan a dar líneas ideológicas. Es decir, no es necesario que venga
Chávez, Correa, Evo, Fidel, Raúl, ni cualquier otro “fantasma” a liberarlos. Los
pueblos, son quienes están librando batallas en todo el Continente y el mundo
para liberarse de cinco siglos de opresión y represión, de hambre y de
analfabetismo.

¡Carajo!, por la ambición de unos pocos, los pueblos tienen que tomar las
calles para que se les escuche. No es necesario amenazarlos, ni tampoco
acarrearlos, para que participen, como lo dice el comunicado de la AIDPI5,
como tampoco, “es necesario llegar a la provocación, la manipulación y
utilización”6, e incluso descargando el odio y el racismo que caracteriza a estos
sectores, consideran a los pueblos “victimas tontas”7.

Por la miopía no solo visual, sino también mental de estos grupos, no ven que
los pueblos tienen “la capacidad de participar en el proceso de toma de
decisiones y en el control sobre el poder constituido. Es en ese acto donde se
igualan las desigualdades existentes en el orden económico y las provenientes
de la estructura social”8: Por eso las movilizaciones que hacen los pobres,
asumiendo su derecho a la libertad plena, como es el caso de Honduras y a
partir del día lunes 13 en Guatemala, no solo en San Juan Sacatepequez, sino
en todo el país, no puede compararse con un jueves negro, con un martes
negro o un viernes de luto, porque estas fueron organizados y dirigidos por las
mismas huestes en el poder. La diferencia y mucho más profunda es que así
como en Venezuela 2002, en Bolivia 2008 y 2009, Ecuador, 2009, en Honduras
2009, en Iran 2009 y hoy en Guatemala, son los pueblos quienes están
buscando la libertad plena y no solo para ellos, sino para todos y todas quienes
sueñan con un mundo mucho más humano y justo.

5
Comunicado “No es justo se nos vede el derecho a un futuro mejor”, Asociación Integral de Desarrollo,
Control y Vigilancia Ambiental, Pueblos Indigenas de San Juan Sacatepéquez –AIDPI- circulación por la
web, domingo 12 de julio 2009.
6
Comunicado del Frente de Ciudadanos por la Democracia, la Justicia y el estado de Derecho, circulando
por la web, domingo 12 de julio 2009.
7
ibidem
8
Roitman Rosenmann, Marcos, http://www.rebelión.org/noticia.php?id=88528.

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Por eso las oligarquías y los grupos afines a ellos, el miedo no debe ser
porque los pueblos se levanten, porque al final la “resistencia, la desobediencia
civil, la emancipación” es un derecho humano, sino que el miedo deben tenerlo
por su mediocridad y ambición, porque después de hace más de 500 años,
negándole al pueblo “su dignidad”, no han podido construir ni siquiera su
democracia y ahora deben comprender que le toca el turno a los “pueblos”.

“Alerta”, que camina la lucha por la vida por América Latina. Los pueblos nos
dan la razón”. Lo único que debemos de hacer, es hacernos pueblo. “Adelante
hermanos y hermanas de Guatemala”.
∗
Maya Poqomchi, antropologo, docente universitario