El cristianismo (del griego Χριστός, Christós, Cristo, literalmente 'ungido') es una religión abrahámica monoteísta basada en la vida y enseñanzas atribuidas a Jesús de Nazaret, presentadas en el canon bíblico y otras escrituras del Nuevo Testamento. Los cristianos creen que Jesús es el hijo de Dios, así como el Mesías (o Cristo) profetizado en el Antiguo Testamento, que murió para la redención de los pecados del género humano, y que resucitó tres días después de su muerte.
Algunos de los escritos sagrados cristianos son compartidos con el judaísmo. El Tanaj constituye, junto con la Biblia Septuaginta (más antigua que el Tanaj en su forma actual), la base y la fuente para el Antiguo Testamento de las diferentes Biblias cristianas. Por este motivo el cristianismo es considerado una religión abrahámica, junto con el judaísmo y con el islam.
El cristianismo (del griego Χριστός, Christós, Cristo, literalmente 'ungido') es una religión abrahámica monoteísta basada en la vida y enseñanzas atribuidas a Jesús de Nazaret, presentadas en el canon bíblico y otras escrituras del Nuevo Testamento. Los cristianos creen que Jesús es el hijo de Dios, así como el Mesías (o Cristo) profetizado en el Antiguo Testamento, que murió para la redención de los pecados del género humano, y que resucitó tres días después de su muerte.
Algunos de los escritos sagrados cristianos son compartidos con el judaísmo. El Tanaj constituye, junto con la Biblia Septuaginta (más antigua que el Tanaj en su forma actual), la base y la fuente para el Antiguo Testamento de las diferentes Biblias cristianas. Por este motivo el cristianismo es considerado una religión abrahámica, junto con el judaísmo y con el islam.
El cristianismo (del griego Χριστός, Christós, Cristo, literalmente 'ungido') es una religión abrahámica monoteísta basada en la vida y enseñanzas atribuidas a Jesús de Nazaret, presentadas en el canon bíblico y otras escrituras del Nuevo Testamento. Los cristianos creen que Jesús es el hijo de Dios, así como el Mesías (o Cristo) profetizado en el Antiguo Testamento, que murió para la redención de los pecados del género humano, y que resucitó tres días después de su muerte.
Algunos de los escritos sagrados cristianos son compartidos con el judaísmo. El Tanaj constituye, junto con la Biblia Septuaginta (más antigua que el Tanaj en su forma actual), la base y la fuente para el Antiguo Testamento de las diferentes Biblias cristianas. Por este motivo el cristianismo es considerado una religión abrahámica, junto con el judaísmo y con el islam.
eca Estudios Centroamericanos autoritarismo, democratizacin, derechos humanos, El Salvador, institucionalidad, opinin pblica, partidos polticos, polarizacin poltica, sistema de justicia. Palabras clave: Los Acuerdos de Paz, 1 5 aos despus Una mirada desde la opinin pblica Marlon Carranza* Resumen Este artculo pretende dar cuenta de cmo la opinin pblica calica los avances o retro- cesos en el cumplimiento de los A cuerdos de Paz, a 15 aos de su rma. Lo que se des- cubre es que los principales indicadores que miden la democratizacin del pas, el respeto irrestricto a los derechos humanos y la reuni- cacin de la sociedad, todos pilares bsicos para la consolidacin de la paz, han presen- tado un importante retroceso, principalmen- te en el ltimo quinquenio. El populismo auto ritario que caracteriz a las polticas de Estado en ese perodo simplemente ahond la sensacin de insatisfaccin entre los salva- doreos sobre el rumbo del pas. * Coordinador General del Instituto Universitario de Opinin Pblica (IUDOP) de la UCA. Direccin electrnica: mcarranza@iudop.uca.edu.sv Volumen 62 Nmero 701-702 eca Estudios Centroamericanos 2 2 0 Los Acuerdos de Paz, 1 5 aos despus La conmemoracin de los 15 aos de los A cuerdos de Paz, cuya rma constituye sin duda uno de los aconteci mi entos pol ti cos ms importantes en la historia contempornea salvadorea, nos obliga a analizar a la luz de la realidad actual el grado de cumplimiento de los cuatro propsitos bsicos que se es- tablecieron para su realizacin: terminar el conicto armado por la va poltica, impulsar la democratizacin del pas, garantizar el res- pec to irrestricto a los derechos humanos y reunicar a la sociedad salvadorea. Para diversos sectores sociales, especial- mente aquellos que trabajan en la promocin de los derechos humanos, slo se ha cumpli- do con el primer propsito: el n de la gue rra civil. U na encuesta realizada en 2002 por el IU DO P conrma esta tendencia: del 53. 9% de salvadoreos que armaron en ese mo- mento que el pas estaba mejor que haca 10 aos, el 45% argument que era porque ya no haba guerra. M ientras que el 30. 9% que en ese entonces arm que el pas estaba peor, argument que era porque haba mucha violencia y delincuencia, una situacin econ- mica muy difcil y mucha corrupcin, todos ellos temas que se relacionan con los otros tres propsitos bsicos para los que fueron diseados los A cuerdos. Ya que es innegable que el conicto arma- do naliz por la va poltica, el objetivo de este artculo es hacer un balance sobre cmo la opinin pblica valora el cumplimiento de los otros tres objetivos que se establecieron para lograr la consolidacin de los A cuerdos de Paz. En concreto, se analiza la opinin de la gente en torno al proceso de democratiza- cin del pas, el respeto a los derechos huma- nos y los avances o retrocesos que existen al considerar la reunicacin de la sociedad. Esimportante mencionar que este ejercicio de evaluacin partir del anlisis realizado por Cruz (2002), quien hizo un balance similar en el marco de los 10 aos de los A cuerdos de Paz. Por ello, y para no redundar en su trabajo, en esta ocasin nos centraremos ms en contrastar las diferencias encontradas en aquel balance y los ltimos cinco aos. En trminos operativos, este esfuerzo signica la revi si n de las encuestas de evaluaci n de ao que el IU DO P realiz en el perodo 2002-2006, comparando aquellas variables que para cada ao fueron medidas y de las cuales se pueden establecer tendencias claras sobre aspectos relacionados con democratiza- cin, derechos humanos y reunicacin de la sociedad. Los resultados de dichas encuestas son representativos de la poblacin salvado- rea a nivel nacional. Las encuestas fueron distribuidas proporcionalmente en los catorce departamentos del pas, segn las caracters- ticas poblacionales de sexo, edad y ubicacin urbano-rural, con base en la Proyeccin de la Poblacin de El Salvador 1995-2025 del M i- nisterio de Economa y la Direccin G eneral de Estadstica y Censos (DIG EST Y C) de El Salvador. Lasmuestrasnalesen cada ao fue- ron sometidas a un proceso de ponderacin, en el cual se busc aproximar an ms los da- tos muestrales a la distribucin poblacional. 1 . La democratizacin del pas: algunos indicadores Si bien este artculo no pretende hacer una aproxi maci n teri ca-conceptual sobre lo que implica la democratizacin de un pas, s es necesario retomar una denicin que oriente la discusin sobre la evaluacin del primer pilar fundamental que fue estable- cido en los acuerdos de G inebra, en abril de 1990. Entenderemos democratizacin como el proceso de consolidacin democrtica, en el cual, siguiendo a Samuel Valenzuela (1992), sta queda establecida hasta que los restos del viejo sistema autoritario se desvanecen, y eso pasa por el fortalecimiento de algunas institu- ciones virtuosas que permitan erradicar los restos antidemocrticos. Valenzuela parte del hecho de que en situaciones de transicin se darn avances con crisis y conictos que se debern de resolver a favor de la profundiza- cin de los valores democrticos instituciona- lizados. En ese sentido, para abordar el tema de la democratizacin del pas ser necesario eva- luar aquellas instituciones que fueron creadas 2 2 1 Los Acuerdos de Paz, 1 5 aos despus Volumen 62 Nmero 701-702 eca Estudios Centroamericanos justamente para contrarrestar los vesti gi os del antiguo rgimen autoritario del pas y ga- rantizar la instauracin y consolidacin de un sistema democrtico. A l respecto, es impor- tante analizar la visin que la opinin pblica tiene de dos instituciones claves, frutos de los A cuerdos de Paz: la Polica Nacional Civil (PNC) y la Procuradura para la Defensa de losDerechosH umanos(PDDH ). En particular, se indagar sobre el nivel de conanza que los salvadoreos tienen sobre ambas instituciones. Es necesario resaltar que la conanza es un indicador de suma importancia, ya que es un factor importante para lograr la legitimidad de un sistema democrtico, pues solamente los ciudadanos que confan en sus instituciones pblicas, particularmente aquellasque han sido creadas para consolidar un proceso de paz, pueden legitimar el sistema de un pas. 1 . 1 . La Polica Nacional Civil 1 La creacin de la PNC fue negociada for- malmente como propuesta del FM LN en el acuerdo de M xico del 27 de abril de 1991. El planteamiento principal contempl la diso- lucin de los cuerpos policiales de la Fuerza A rmada y el establecimiento de un solo cuer- po policial civil, adscrito a un ministerio civil. Como consecuencia, la misin de la Fuerza A rmada se reducira a la defensa de la sobe- rana y la integridad del territorio, sustrayendo de su responsabilidad el mantenimiento del orden y de la seguridad pblica, salvo en cir cunstancias excepcionales 2 . En el acuerdo nal se estableci que la PNC sera una insti- tucin independiente de la Fuerza A rmada, y adscrita al M inisterio del Interior con el n de resguardar la paz, la tranquilidad, el orden y la seguridad pblica, tanto en el mbito ur bano como en el rural, con estricto apego al respeto a los derechos humanos y bajo la direccin de autoridades civiles 3 . La PNC es, sin duda, una institucin que es fruto directo del dilogo-negociacin. Su existencia es bsica para la consolidacin de la paz, en el sentido de que es garante de la redenicin de las funciones que tuvo la Fuer- za A rmada, que se caracteriz por ser una herramienta de represin y de concentracin de poderes y atribuciones que la convertan en un ejemplo claro del sistema autoritario que predomin por tanto tiempo en el pas. En una encuesta realizada en abril de 1992 (IU DO P, 1992), justo despus de la rma de nitiva de los A cuerdos, el 72. 7% de la poblacin estaba de acuerdo con que la Poli- ca Nacional Civil reemplazara a los antiguos cuerpos de seguridad. M s positivos fueron los resultados de la encuesta de evaluacin del ao 1993 (IUDO P, 1994), en la que siete de cada diez habitantes de los departamentos en los cuales ya haba sido desplegada la PNC consideraron que su trabajo era bueno o muy bueno. Incluso para nales del ao 1995 (IU- DO P, 1996), la valoracin sobre la institucin policial se volvi tan positiva que la poblacin expres tener mayor conanza en ella que en el G obierno, la prensa y la Fuerza A rmada. Sin embargo, luego de su etapa fundacio- nal, la Polica como institucin ha experimen- tado en la prctica un fuerte deterioro institu- cional, que ha inuido en la imagen y el grado de con anza ci udadana externada por la po blacin. A s, en el perodo 2002-2006, la opi nin pblica sobre la PNC, particularmente sobre la conanza que sta despierta en la po- blacin, tiene una tendencia marcada por dos 1. El estudio ms amplio sobre el tema est en Costa, G. (1999). La Polica Nacional Civil (1990-1997). San Salvador: UCA Editores. 2. El artculo 211 de la Constitucin de 1983 estableca las siguientes misiones para la Fuerza Armada: defen- sa de la soberana del Estado y la integridad territorial; mantenimiento de la paz, la tranquilidad y la seguri- dad pblica; hacer cumplir la Constitucin y las leyes; velar para mantener la forma republicana de gobierno, el rgimen democrtico representativo, la alternancia del poder, la libertad de sufragio y el respeto a los derechos humanos. 3. Constitucin de la Repblica de El Salvador (1983), Artculo 168. D.C. N 38, del 15 de diciembre de 1983, publicado en el Diario Ocial, N 234, Tomo N 281, del 16 de diciembre de 1983. Volumen 62 Nmero 701-702 eca Estudios Centroamericanos 2 2 2 Los Acuerdos de Paz, 1 5 aos despus momentos: el primero, que inicia en el ao 2002 y llega hasta 2004, est marcado por una percepcin bastante estable por parte de los salvadoreos, en donde un poco ms de la mitad arma tener mucho o algo de conanza en la Polica. Sin embargo, en los ltimos dos aos la conanza en la Polica tiene una cada considerable. Tal y como se aprecia en el G rco 1, la PNC pas de 57. 1% en 2004 a 45. 6% en 2005, para llegar en 2006 al 38. 4% de salvadoreos que sealaron tener mucha o algo de conanza en la institucin. Por otro lado, si se contrastan los resul- tados obtenidos por la Polica con las valo- raciones ciudadanas sobre la conanza en la Fuerza A rmada, se observa que si bien la ins- titucin castrense ha presentado en trminos generales un nivel de conanza ms bajo que la PNC en todo este perodo, para 2006 el 44. 2% de los salvadoreos conrmaron tener mucha o alguna conanza en esa institucin, superando de forma evidente a la Polica. Es importante mencionar que en el ao 2006 la Fuerza A rmada fue la tercera institucin con mayor conanza entre la poblacin, solamen- te detrs de las iglesias (catlica o evanglica) y las alcaldas (IU DO P, 2006). Probablemente lo ms llamativo de esta informacin no sea slo el acercamiento de los niveles de conanza de una institucin a otra, sino el hecho de que la PNC haya teni- do una cada tan vertiginosa en solamente dos Grco 1 Porcentaje de la poblacin que dijo tener mucha o alguna conanza en la Fuerza Armada y la Polica Nacional Civil en el perodo 2 0 0 2 -2 0 0 6 Fuente: Encuestas de evaluacin de ao del IU DO P. 60 55 50 45 40 35 30 2002 2003 2004 2005 2006 54. 2 57. 4 57. 1 45. 1 45. 8 47. 7 41. 9 45. 6 44. 2 38. 4 Fuerza A rmada Polica Nacional Civil aos. M s an sorprende que la cada de la conanza en la Polica se d en un contexto de ejecucin de planes y programas policiales de lucha contra el crimen, ampliamente pu- blicitados por los medios de comunicacin. A l respecto, las encuestas sugieren que la va- loracin negativa que hace la poblacin sobre la Polica se debe en gran medida a que, en tres aos, desde el inicio de estos programas, el impacto sobre el delito ha sido nulo. Por ejemplo, la tasa de homicidios de todo el pas pas de 32 a 55. 5 homicidios por cada cien mil habitantes entre 2002 y 2005, segn el Instituto de M edicina Legal. Por otro lado, los indicadores de victimizacin por delito entre la poblacin tambin han aumentado. Slo en un ao, de 2005 a 2006, las encuestas mostraron un avance respectivo de 14. 8% a 18. 2% de salvadoreos que reportaron haber sido vctimas de algn delito en el pas (IU - DO P, 2006).