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Etiquetas/Temas: marxismo, etiquetar Los acontecimientos mundiales de los dos ltimos aos (integracin EEUU-Canad; Pacto de Malta; occidentalizacin creciente de la URSS; guerra del Golfo; virtual absorcin de Mxico por EEUU) han llevado al generalmente desinformado lector argentino a la terrorfica conviccin de que el imperialismo yanqui es el dueo del mundo, de que no tiene prcticamente contradictores, de que su voluntad es ley en todo el planeta. La operacin guerra del Golfo en la que probablemente la CIA ha tenido que ver ms de lo que a primera vista puede suponerse, ha confirmado esta conviccin: los EEUU son los matones del mundo, absolutamente imparables, y en consecuencia nada puede hacerse contra ellos. No podra encontrarse forma ms efectiva de hacerle el juego al imperialismo que esta visin terrorfica, an cuando generalmente vaya acompaada de una ntima maldicin.
mundial interimperialista y es, asimismo, en el marco de la postguerra, con una Inglaterra formalmente victoriosa pero sin Imperio cuando se produce el 17 de octubre de 1945 y el triunfo del peronismo. La industrializacin argentina se haba desarrollado entre tanto a partir de 1934 en el marco de la mayor crisis econmica mundial. Pero tengamos en cuenta tambin que nuestro actual receso econmico y poltico no es solamente argentino, ni aun siquiera solamente latinoamericano, sino que es comn a todos los pueblos que hasta ayer podamos llamar tercer mundo, es decir, a todos los pases coloniales, semicoloniales y neo-coloniales. Esto obedece, deber admitirse, a causas mundiales y no solamente a la traicin de un Menem o de un Salinas de Gortari. Es preciso, entonces, conceder alguna atencin a la situacin mundial.
merece las ms calurosas felicitaciones del presidente de los EEUU a Menem. Pero, termina todo aqu? La lucha por el reparto de la renta mundial, por el reparto de la ganancia mundial est concluida?
intrerimperialista del siglo XIX, de los aos de la Primera Guerra o de la Segunda Guerra Mundial y sus respectivas postguerras, es cuantitativa y cualitativamente distinta de la de hoy, ya que el campo de batalla se ha trasladado a las propias metrpolis imperialistas. Este es el hecho nuevo y de vertiginoso desarrollo.